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cumplieron «todo lo que prescri- mi Evangelio», este Evangelio con-
be la Ley del Señor» (expresión que cuerda con la antigua fórmula de
sale cinco veces en Lc 2,21-40). Rm 1,3s. La referencia a la ascen-
El propio Jesús se educó y vi- dencia de Jesús no apunta a su
vió conforme a la Ley judía. A los función cristológica o soterioló-
doce años fue a Jerusalén para gica, sino a su origen como hom-
celebrar la Pascua (Lc 2,41-52).Y, bre.
«según su costumbre» va a la si- Queda, pues, de manifiesto que
nagoga los sábados (Lc 4,16). Por la ascendencia davídica de Jesús y
el contexto, esto se refiere a su juntamente el hecho de ser judío
permanencia en su pueblo de no sólo es aseverado para el ám-
Nazaret. Pero también en sábado bito prepascual, sino también en
predica, por ej. en la sinagoga de el ámbito de la primitiva Iglesia
Cafarnaum (Lc 4,31-37). para el Resucitado e incluso en el
2. En el prólogo de su Evange- Apocalipsis expresamente para el
lio, hace constar Mateo la «genea- exaltado al cielo. Así en Ap 3,7 se
logía» de Jesús. En ella es presen- le designa como el «Santo, el ve-
tado como «hijo de David» e «hijo raz, el que tiene la llave de David,
de Abraham».Así, desde el primer el que abre y nadie cierra, cierra
versículo de su Evangelio, deja en y nadie abre», designación que alu-
claro Mateo que, de lo que se tra- de a Is 22,22. El que posee la llave
ta en él es del Jesús-hombre, de de David puede abrir el palacio
cómo se desarrolló concretamen- real de Jerusalén. De un modo
te su historia y de su relación con semejante, puede ahora el hijo de
la historia judía. Como hijo de David abrir y cerrar las puertas
David, él dio cumplimiento a las de la Jerusalén celestial.
promesas de la Escritura y a la Según Ap 22, 16b, Jesús es «raíz
esperanza de Israel. y vástago de David». La mejor ver-
En la primitiva Iglesia la ascen- sión de esta frase nos la propor-
dencia davídica de Jesús forma ciona Ch. Maurer: «el retoño de
parte de la confesión de fe. Así la raíz de David» (o sea, el des-
Pablo en Rm 1,3, en donde –se- cendiente). Obsérvese el artícu-
gún creen comúnmente los exe- lo: Jesús es el descendiente de
getas- elabora una antigua confe- David. Existe en el fondo una altí-
sión de fe muy probablemente sima pretensión: desde los tiem-
judeo-cristiana: la filiación davídi- pos de David, toda la historia de
ca de Jesús es parte integrante de Israel alcanza su culmen en Jesu-
la fidelidad de Dios con su pue- cristo. Añádese a esto la cita de Is
blo. Según la expectación vetero- 11,1.10 en Rm 15,12: «Se alzará
testamentaria y judía, el Ungido el retoño de José, se levantará a
del Señor había de ser Rey de Is- gobernar las naciones: en él espe-
rael y de los pueblos. Por esto, si rarán los pueblos». Esta cita la
en 2 Tm 2,8, al destinatario de la refiere Pablo a Cristo «como ser-
carta se le dice «acuérdate de Je- vidor de los circuncisos», o sea
sucristo, resucitado de entre los de los judíos. Él ha de ser también
muertos, del linaje de David según Señor y esperanza de los pueblos