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ECEA

¿Cómo entender la evaluación educativa?

¿En qué consiste?


La evaluación en el campo de la educación se puede entender como un proceso
por el que se recopila información sobre determinada realidad educativa a fin de
emitir una valoración que permita orientar la acción y la toma de decisiones.

¿Cuál es su importancia?
Permite identificar las dimensiones de los problemas, su ubicación y sus diferen-
cias para acercarnos a atender sus posibles causas.

Existen diferentes tipos de evaluaciones educativas y cada una sirve a propósi-


tos distintos. Por ejemplo, existen evaluaciones sumativas o evaluaciones diag-
nósticas

Evaluaciones Sumativas
Las evaluaciones sumativas son aquellas que tienen consecuencias “directas”
para los individuos o las instituciones. Por ejemplo: las que se utilizan para la
selección de alumnos para su ingreso a alguna institución educativa, las que se
emplean para establecer incentivos económicos a los docentes, las que se apli-
can a las instituciones para acreditarlas como universidades o las que certifican
a los individuos para reconocer que han adquirido ciertos conocimientos y com-
petencias para desempeñar un determinado oficio o profesión.

Suelen llamarse de alto impacto porque sus resultados implican tomar decisio-
nes que pueden resultar favorables o no para quienes se someten a la evalua-
ción.

Evaluaciones Diagnósticas
Las evaluaciones diagnósticas son aquellas que no tienen consecuencias “direc-
tas” en los individuos o las instituciones, y su propósito principal es el de ofrecer
un diagnóstico que ayude a la retroalimentación y mejora. Por ejemplo: las eva-
luaciones que realiza el personal docente para conocer los aprendizajes que
lograron sus estudiantes en un ciclo escolar previo les permiten tomar decisiones
para planear sus clases y mejorar los aprendizajes, o aquellas que aplican insti-
tuciones externas a las escuelas (como el INEE, en el caso de evaluaciones
como Planea o ECEA) que, entre otras cosas, sirven para que autoridades educa-
tivas tomen decisiones en materia de política educativa, así como para rendir
cuentas a la sociedad sobre el estado que guarda la educación del país, y moni-
torear sus avances o retrocesos en términos del logro educativo de sus estu-
diantes (Planea) o las condiciones en las que se brinda el servicio educativo
(ECEA).

Suelen llamarse de bajo impacto porque sus resultados se utilizan para compren-
der mejor aquello que ha sido evaluado y tomar decisiones de mejora, sin mayo-
res consecuencias para quienes son sujetos de evaluación. Es decir, no se utili-
zan para ofrecer estímulos económicos, seleccionar y aprobar a estudiantes o
para la promoción de puestos.

De este modo, cuando se habla de evaluación educativa se debe considerar que


existen diversos tipos de evaluaciones. Algunas se promueven al interior de las
escuelas (conocidas como evaluaciones internas o de aula) y otras por instan-
cias externas a ellas (evaluaciones externas o a gran escala, como las que lleva
a cabo el INEE). Todas sirven a determinados propósitos y no a otros.

Sin embargo, independientemente del tipo de evaluación que se realice, internas


o externas, de alto o bajo impacto, todas, si se realizan y utilizan adecuadamente
deberían ser una herramienta para mejorar la educación.

De ahí la importancia de potencializar el carácter formativo de la evaluación, en


tanto que de nada sirve realizar evaluaciones si sus informaciones no se utilizan
para mejorar los diferentes componentes y procesos que intervienen en la edu-
cación. ¿Cuáles son? Revise la siguiente sección…

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