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Diencéfalo

y hemisferios
Capítulo 11

cerebrales

Santiago Rodríguez García


Natividad García Atarés

El diencéfalo (Fig. 11.1A), la continuación del


! Diencéfalo y hemisferios cerebrales. mesencéfalo, está constituido, de arriba abajo, por
cuatro partes: epitálamo, tálamo, subtálamo e hipo-
! Configuración macroscópica tálamo.
del diencéfalo.
A diferencia del tronco del encéfalo, que está más
! III ventrículo. aislado y se ve exteriormente en casi toda su ex-
tensión, el diencéfalo está incrustado entre los dos
! Estructura funcional del diencéfalo: hemisferios cerebrales por lo que, sin practicar cor-
tálamo, hipotálamo-hipófisis, tes al encéfalo, sólo se puede observar la cara pos-
epitálamo-epífisis, subtálamo. teroinferior y el vértice que pertenecen al hipotá-
lamo.
! Configuración macroscópica
El diencéfalo es un conjunto de núcleos grises y
de los hemisferios cerebrales.
de fascículos de sustancia blanca con funciones de
Sustancia gris y sustancia blanca. vital importancia, pues mediante sus conexiones con:
la corteza y los núcleos cerebrales, el tronco del en-
! Ventrículos laterales. céfalo, la médula espinal y la glándula hipófisis, in-
terviene en el control de la vida emocional, instin-
! Estructura funcional de los hemisferios tiva y vegetativa.
cerebrales: núcleos grises
y sus conexiones, corteza cerebral CONFIGURACIÓN MACROSCÓPICA
y sustancia blanca. DEL DIENCÉFALO
De la configuración macroscópica externa (Fig.
11.1B, C), el vértice o infundíbulo se relaciona con
la hipófisis y con el quiasma óptico, y su cara pos-
teroinferior con el espacio interpeduncular del me-
sencéfalo. En medio se observan dos estructuras dien-
cefálicas: los cuerpos mamilares y el tuber cinereum;
106 Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición

!
1
a
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2 b

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6 10 17
9 16
III 8
IV 6
V

VI
VII
VIII 15
IX 14
X
XI 12 13
XII
7

Figura 11.1: A: corte sagital medio del encéfalo. B: visión inferior del encéfalo, donde se ve la cara posteroinferior del diencéfalo
y la hipófisis. C: se han seccionado los pedúnculos del mesencéfalo para ver la porción posterior del tálamo.
Pares craneales (en números romanos), diencéfalo (a), pedúnculos del mesencéfalo (b), cisura interhemisférica (1), bulbo olfatorio
(2), cintilla olfatoria (3), trígono olfatorio (4), hipófisis (5), cintilla óptica (6), trígono cerebeloso (7), espacio perforado posterior in-
terpeduncular (8), tubérculo mamilar (9), tuber cinereum (10), quiasma óptico (11), epífisis (12), núcleo pulvinar (13), núcleo ge-
niculado medial (14), núcleo geniculado lateral (15), lemniscos (16), sustancia negra (17), infundíbulo (18).

este último se prolonga inferiormente con el infun- cubierta de epitelio ependimario. En el corte hori-
díbulo, que a su vez se continúa con el tallo hipo- zontal (Figs. 11.4, 11.7B) se ve la cara superior en
fisario y con la hipófisis, alojada en la silla turca del toda su extensión, con el III ventrículo en su parte
esfenoides. media, estructuras epitalámicas, como la epífisis y
Para ver la configuración macroscópica interna la habénula, y el dorso del tálamo. Los ventrículos
es necesario dar cortes. En un corte frontal (Figs. laterales con los plexos coroideos y un haz de fibras,
11.2B, 11.7A) se observa que la cara lateral está li- llamado fórnix, limitan con la cara superior del dien-
mitada por una gruesa lámina de sustancia blanca, céfalo.
la cápsula interna, que desde los pedúnculos de me-
sencéfalo y desde el tálamo llega hasta la corteza ce- III VENTRÍCULO
rebral, por lo que contiene las vías descendentes y Tiene forma triangular (Fig. 11.3B) con un vér-
ascendentes que se estudian en el tronco del encé- tice inferior, muy marcado, llamado receso infundí-
falo y las vías talamocorticales. Medialmente se lo- bular. La pared lateral es la más extensa y en ella
caliza la cavidad ependimaria, el III ventrículo, con- se observa el surco hipotalámico o limitante y la ad-
tinuación del acueducto mesencefálico de Silvio. hesión intertalámica, que atraviesa, de un lado a otro,
Superiormente está limitado por los ventrículos la- este ventrículo. La pared posteroinferior es en re-
terales de los hemisferios cerebrales, donde desem- alidad un borde y en ella destaca, de atrás hacia de-
boca el III ventrículo por medio de los orificios de lante, la desembocadura del acueducto de Silvio, los
Monro. pedúnculos del mesencéfalo, los tubérculos mamila-
En un corte sagital (Fig. 11.3B), que pasa por el res y el tuber cinereum que se continúa hacia el vér-
III ventrículo, se observa la cara medial que está re- tice o receso infundibular. La pared anterior es tam-
Diencéfalo y hemisferios cerebrales 107

bién estrecha en la que, de arriba hacia abajo, se ob- Los núcleos talámicos secundarios (Fig. 11.2A,
serva la comisura blanca anterior, haz de fibras que B) reciben aferencias que se proyectan sobre la cor-
une ambos hemisferios cerebrales, la lámina termi- teza cerebral motora para regular la motricidad y las
nal, que se relaciona con el quiasma óptico, y la emi- emociones.
nencia media del tuber cinereum situada en la parte El núcleo ventral lateral recibe información pro-
anterior del infundíbulo. La pared superior es in- pioceptiva del hemisferio cerebeloso contralateral y
curvada y de delante hacia atrás, se observan: los de los núcleos basales del cerebro. Dentro del ven-
orificios interventriculares de Monro, o comunicación tral lateral se distingue una porción llamada núcleo
con los ventrículos laterales, los plexos coroideos del ventral intermedio que recibe información vesti-
propio III ventrículo, la habénula, que forma parte bular. El núcleo ventral anterior está conectado
del epitálamo, la glándula pineal o epífisis, que se con los núcleos basales del cerebro y con la sustan-
apoya sobre los colículos superiores del mesencéfalo, cia negra. El núcleo anterior y el dorsomedial tie-
y la comisura blanca posterior que une estructuras nen conexiones aferentes y eferentes con el cere-
de ambos lados. bro límbico y el hipotálamo para regular las
En las proximidades del epéndimo del III ven- emociones.
trículo se localizan varios acúmulos neuronales, los Los núcleos talámicos asociativos (Fig. 11.2A, B)
órganos circunventriculares, que tienen funciones en- integran informes procedentes de otros núcleos pri-
docrinas y nerviosas. marios y de la corteza cerebral asociativa. El pulvi-
nar, situado en la parte posterior del tálamo, inte-
ESTRUCTURA FUNCIONAL DEL DIENCÉFALO gra la información visual y otras informaciones
talámicas para después enviarlas hacia áreas corti-
Tálamo
cales asociativas, fundamentalmente las visuales y
El tálamo (Figs. 11.2A, B) se sitúa por encima acústicas. Por todo ello es muy importante en el pro-
del surco hipotalámico, tiene forma ovoidea, con ma- cesamiento del lenguaje hablado y escrito. Los nú-
yor dimensión en sentido anteroposterior. En él pre- cleos lateral posterior y lateral dorsal se conectan
domina la sustancia gris que forma un conjunto de con la corteza cerebral asociativa y límbica.
núcleos separados por láminas de mielina. Su fun-
Los núcleos reticulares talámicos (Fig. 11.2A) co-
ción global es la de un centro receptor e integrador
nectan fundamentalmente con la formación reticu-
de informes dirigidos hacia o desde la corteza cere-
lar del tronco del encéfalo encargada de múltiples
bral.
funciones (Cap. 9). Son el complejo nuclear me-
La sustancia gris está formada por cuatro gru- dial, el núcleo reticular lateral y los núcleos in-
pos de núcleos: primarios, secundarios, asociativos tralaminares. Todos ellos regulan la actividad bio-
y reticulares. eléctrica de los propios núcleos diencefálicos y de
Los núcleos talámicos primarios (Fig. 11.2A) son la corteza y núcleos basales del cerebro.
los que reciben las conexiones de las vías ópticas, La sustancia blanca del tálamo está formada por
acústicas y los fascículos ascendentes procedentes fascículos aferentes, eferentes y asociativos.
de la médula y del tronco del encéfalo. Después de
Los fascículos aferentes (Fig. 11.2A) son: el bul-
la sinapsis las neuronas talámicas envían sus axo-
botalámico (lemnisco medial) y el lemnisco espi-
nes, por la cápsula interna, hacia las áreas prima-
nal que llevan toda la sensibilidad somática (excepto
rias de la corteza cerebral.
la de la cabeza) y la sensibilidad visceral de la vía
El núcleo ventral posterolateral recibe toda la simpática hasta el núcleo ventral posterolateral. El
sensibilidad somática (excepto la de la cabeza) y la fascículo trigeminotalámico (lemnisco trigeminal)
visceral simpática procedente de las astas interme- es el que lleva la sensibilidad somática de la cabeza
diolaterales de la médula espinal. El núcleo ventral al núcleo ventral posteromedial. A este mismo nú-
posteromedial recibe toda la sensibilidad somática cleo llega el fascículo solitariotalámico con sensi-
de la cabeza más la gustativa y la visceral parasim- bilidad gustativa y visceral parasimpática. El lem-
pática. El núcleo geniculado medial recibe la infor- nisco lateral y el brazo del colículo inferior llevan
mación acústica y el núcleo geniculado lateral la la sensibilidad acústica al núcleo geniculado medial.
información visual. La cintilla óptica (Cap. 20) y el brazo del colículo
108
25 24 22 48 27 47
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46 64 63 2
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19‘ 42 47
20 40 51
2 17 30 27
23 61

Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición


31 39 60
3 38 52
16 59 58
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4 15 52‘
14 37 11
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10 54 55
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8 35

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Figura 11.2: A: perspectiva anteroposterior del diencéfalo. B: corte frontal del diencéfalo y los hemisferios cerebrales. C: corte sagital medio del diencéfalo, hipófisis y
tronco del encéfalo.
Tercer ventrículo con sus plexos coroideos (1), adhesión intertalámica (2), núcleos reticulares talámicos (3), núcleo rojo del mesencéfalo y fascículo dentadorubrotalámico
(4), fascículo solitariotalámico del lemnisco medial (5), núcleos hipotalámicos mediales (6), núcleos hipotalámicos laterales (7), tallo hipofisario e hipófisis (8), espacio per-
forado posterior (9), tubérculo mamilar (10), núcleo supraóptico y quiasma óptico seccionado (11), sustancia negra (12), fascículo bulbotalámico del lemnisco medial (13),
lemnisco espinal (14), fibras acústicas o lemnisco lateral (15), núcleo geniculado medial (16), núcleo geniculado lateral (17), núcleo ventral posterolateral del tálamo (18),
núcleo ventral posteromedial del tálamo (19), núcleo ventral anterior y fascículo talámico (19’), núcleo ventral lateral (20), núcleo pulvinar (21), núcleos lateral posterior y
lateral dorsal (22), núcleo caudado (23), ventrículo lateral con plexos coroideos (24), núcleo dorsomedial (25), cuerpo calloso (26), fórnix (27), septum pellucidum (28), pu-
tamen y su conexión con el núcleo ventral anterior (29), zona incerta y fascículo lenticular (30), núcleo pálido (31), fascículo subtalámico, núcleo subtalámico y asa lenti-
cular (32), complejo amigdalino (33), fascículo mamilotalámico (34), pedúnculo del mesencéfalo (35), lóbulo temporal (36), hipocampo (37), plexo coroideo en la prolon-
gación temporal del ventrículo lateral (38), fibras temporopónticas (39), fibras acústicas (40), cápsula externa (41), cápsula extrema (42), claustrum (43), fibras piramidales
de la cápsula interna (44), fibras talamocorticales (45), neurona piramidal de la corteza motora (46), estría terminal (47), núcleos anteriores del tálamo recibiendo el fas-
cículo mamilotalámico (48), epífisis y comisura blanca posterior (49), fascículo habenulointerpeduncular (50), desembocadura del acueducto de Silvio en el III ventrículo
(51), fascículo mamilotegmentario (52), núcleos hipotalámicos posteriores (52’), núcleos hipotalámicos medios o del tuber (53), neurohipófisis recibiendo el fascículo hi-
potalamohipofisario (54), adenohipófisis (55), eminencia media del tuber (56), fascículo tuberoinfundibular (57), núcleo paraventricular del hipotálamo (58), núcleos hipo-
talámicos anteriores (59), fascículo prosencefálico medial (60), núcleos del septum (61), estría medular (62), fascículo longitudinal dorsal (63), núcleo de la habénula (64).
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6 III 28
IV
5 27 7
V 20
21 26
VIII 25
VII 22 5
IX VI
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23 24

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Figura 11.3: A: visión lateral del ventrículo lateral, diencéfalo y tronco del encéfalo. B: corte sagital medio del cuerpo calloso diencéfalo y
tronco del encéfalo.
Pares craneales (en números romanos), núcleo geniculado lateral (1), núcleo geniculado medial (2), colículos superior e inferior (3),
trígono pontocerebeloso (4), hipófisis (5), prolongación temporal del ventrículo lateral (6), hipotálamo (6’), quiasma óptico (7), cin-
tilla óptica (8), prolongación frontal del ventrículo lateral (9), agujero de Monro (10), porción central del ventrículo lateral (11), tá-
lamo (12), adhesión intertalámica (13), pilar posterior del fórnix (14), estría terminal (14’), estría medular y núcleo de la habénula
(15), surco del hipotálamo (16), epífisis (17), comisura blanca posterior (18), fimbria del hipocampo (19), parte final del acueducto
de Silvio (20), fascículo habenulointerpendicular y mamilotegmentario (21), IV ventrículo (22), circunvolución dentada y fimbria del
hipocampo (23), gancho o uncus del hipocampo (24), tallo de la hipófisis (25), receso infundibular (26), tuber (27), tubérculo ma-
milar (28), lámina terminal del hipotálamo (29), comisura blanca anterior (30), rodilla del cuerpo calloso (31), fórnix (32), plexos
coroideos del III ventrículo (33), tronco del cuerpo calloso (34), fascículo mamilotalámico (35), septum pellucidum (36), plexos co-
roideos del ventrículo lateral (37).

superior se relacionan con la información visual y Hipotálamo-Hipófisis


terminan en el núcleo geniculado lateral. El fascí-
El hipotálamo es la porción de diencéfalo en situa-
culo dentadorrubrotalámico lleva información pro-
ción más caudal (Fig. 11.1, 11.2A, C, 11.3). Su fun-
pioceptiva, que ha sido procesada en el cerebelo, ción global es integrar los informes vegetativos con
hasta el núcleo ventral lateral. el sistema límbico y con el sistema endocrino. In-
La cápsula interna (Fig. 11.2B y 11.7), que se terviene, por tanto, en el control del medio interno,
detalla más adelante, es una gran lámina de sus- la temperatura, el hambre, la sed, la sexualidad y, en
tancia blanca por donde circulan la mayor parte de general, la vida emocional e instintiva. Topográfica-
mente se divide, en sentido sagital, en tres regiones
las fibras aferentes y eferentes de la corteza cere-
hipotalámicas: anterior, media o del tuber y poste-
bral. El conjunto de fibras talamocorticales de la
rior. Transversalmente, en regiones hipotalámicas la-
cápsula interna que conectan, en ambos sentidos, al
teral y medial.
tálamo con la corteza cerebral, se llama radiación
talámica anterior, central y posterior. La hipófisis es una glándula de secreción interna
con estrechas relaciones morfológicas y funcionales
Otros fascículos que conectan con el tálamo (ma- con el hipotálamo. Está alojada en la silla turca del
milotalámico, subtalámico, y lenticular), serán es- esfenoides y tiene un lóbulo posterior o neurohipó-
tudiados en relación con las estructuras de los he- fisis y un lóbulo anterior o adenohipófisis, cuyas hor-
misferios cerebrales monas regulan diversas funciones corporales.
110 Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición

dulares T1-L2. Los fascículos fundamentales que


28 27
provocan respuestas de los núcleos parasimpáticos
vagal y sacro y de las astas simpáticas intermedio-
laterales son: fascículo prosencefálico medial, fas-
cículo longitudinal posterior y fascículo mamilo-
26
tegmentario. La mayor parte de sus conexiones se
25 realizan por intermedio de la formación reticular.
24
Regulación de las hormonas hipofisarias. Las
23 neuronas del núcleo supraóptico, situado en el hipo-
22 tálamo anterior en contacto con el quiasma óptico,
1
se caracterizan por segregar la hormona vasopresina.
21 Las neuronas del núcleo paraventricular, situado
en la región hipotalámica medial, junto al III ven-
2 20
trículo, segregan la hormona oxitocina. Estas dos hor-
3 19 monas son transportadas hacia la neurohipófisis a
4
18 través del fascículo hipotalamohipofisario, que son
5
17
los axones que salen de ambos núcleos. Una vez en
6
16
la neurohipófisis, ambas hormonas se almacenan y
7 14‘ se liberan al torrente circulatorio, según las necesi-
8 dades fisiológicas: la vasopresina actúa sobre el ri-
9 ñón evitando pérdidas de agua, por lo que regula las
14
10 reservas hídricas y la sed; tiene además acción va-
13
11 15 soconstrictora; la oxitocina estimula las contraccio-
12
nes del útero y la secreción láctea de las glándulas
mamarias.

Figura 11.4: Visión superior del diencéfalo después de practi- Otros núcleos hipotalámicos, fundamentalmente
car un corte horizontal que afecta al cuerpo calloso y ventrícu- de la zona del tuber, segregan hormonas hipotalá-
los laterales. micas que por el fascículo tuberoinfundibular lle-
Núcleos anteriores del tálamo (1), III ventrículo (2), lámina me-
dular interna (3), tenia de implantación de los plexos coroideos gan a la eminencia media, localizada en la cara an-
del III ventrículo (4), núcleo de la habénula (5), colículos supe- terior del tuber y del infundíbulo, donde existe un
rior e inferior (6), fimbria del hipocampo (7), hipocampo (8), sistema vascular porta hipofisario que transporta las
plexo coroideo (9), relieve del rodete del cuerpo calloso en la hormonas hipotalámicas hasta la adenohipófisis, para
prolongación occipital del ventrículo lateral (10), relieve del surco
controlar la secreción de sus hormonas. Las hor-
calcarino en dicha prolongación (11), prolongación occipital del
ventrículo lateral (12), vermis del cerebelo (13), prolongación monas adenohipofisarias se vierten en la circulación
temporal del ventrículo lateral (14), núcleo caudado haciendo general y regulan funciones tan importantes como
relieve en el ventrículo lateral (14’), núcleo pulvinar (15), epífi- el crecimiento corporal y la secreción hormonal de
sis (16), comisura blanca posterior (17), dorso del tálamo (18), otras glándulas endocrinas: tiroides, suprarrenales,
tenia de implantación de los plexos coroideos del ventrículo la-
teral (19), estría terminal (20), adhesión intertalámica (21), co- ovarios o testículos, y la secreción láctea.
misura blanca anterior (22), fórnix seccionado y sus pilares an-
teriores (23), septum pellucidum (24), cabeza del núcleo caudado
Regulación de las emociones. Además de con-
(25), prolongación frontal del ventrículo lateral (26), cuerpo ca- trolar la vida vegetativa y la secreción de las hor-
lloso (27), cisura interhemisférica (28). monas hipofisarias, el hipotálamo intervienen di-
rectamente en el control de la vida emocional
Regulación vegetativa. Los núcleos grises de las mediante conexiones con: el cerebro límbico, el nú-
regiones hipotalámicas anterior y media regulan la cleo anterior del tálamo, el tronco del encéfalo y la
actividad parasimpática, mediante conexiones con médula espinal. El tubérculo mamilar, situado en
los núcleos del vago y del parasimpático sacro. Los el hipotálamo posterior, es una de las estructuras
núcleos del hipotálamo posterior controlan la acti- más importantes, pues tiene conexiones (Figs. 11.2C,
vidad simpática, por medio de sus conexiones con 11.3B) con una porción del cerebro límbico, llamada
las astas intermediolaterales de los segmentos me- hipocampo, mediante un gran fascículo llamado fór-
Diencéfalo y hemisferios cerebrales 111

nix y su continuación, la fimbria del hipocampo; memoria, la razón, el pensamiento reflexivo y la ca-
con el núcleo anterior del tálamo mediante el fas- pacidad de tomar decisiones, facultades mentales en
cículo mamilotalámico; con núcleos reticulares del estrecha relación con el conocimiento y la conducta.
mesencéfalo mediante el fascículo mamilotegmen-
tario, ya mencionado. Configuración macroscópica
de los hemisferios cerebrales
Epitálamo-Epífisis
Los dos hemisferios cerebrales (Fig. 11.5) están
Situado en la parte superior del diencéfalo (Fig. separados por una profunda cisura interhemisférica
11.2B, C, 11.3B, 11.4) tiene conexiones con la vía en cuyo fondo se localiza el cuerpo calloso, gran
olfativa e interviene en el control de la vida vege- comisura de fibras que los une. Están formados por
tativa, emocional y la actividad sexual. Está formado sustancia gris (corteza y núcleos cerebrales) y por
por el núcleo de la habénula y la glándula pineal sustancia blanca cuyas fibras le conectan entre sí y
o epífisis. El primero tiene conexiones con el hi- con niveles inferiores del SNC.
potálamo anterior y con el cerebro límbico, por me- La superficie externa de los hemisferios cere-
dio del fascículo estría medular, y con la formación brales o corteza cerebral (Fig. 11.5) está dividida
reticular del mesencéfalo, mediante el fascículo ha- en lóbulos y circunvoluciones o giros separados por
benulointerpeduncular. A este propósito, existe en- surcos. Unas y otros son el resultado del plegamiento
tre los pedúnculos del mesencéfalo una zona per- que sufre la corteza cerebral que crece más que la
forada posterior, atravesada por pequeños vasos cavidad craneal en donde está contenida.
sanguíneos, donde se localizan núcleos interpe-
dunculares que reciben conexiones olfativas de la Cada hemisferio tiene tres caras: lateral, inferior
habénula mediante el mencionado fascículo. La epí- y medial. La cara lateral se relaciona con los hue-
fisis es una glándula de secreción interna, no de- sos de la bóveda craneal. La cara inferior se apoya
masiado conocida, que influye en la actividad se- en las fosas craneales anterior y media y, poste-
xual y en los ritmos de vida diurnos y nocturnos. riormente, en el cerebelo del que queda separado
por medio de una expansión meníngea. La cara me-
Subtálamo dial se relaciona, mediante la cisura interhemisfé-
rica y otra expansión meníngea, con la cara medial
Se localiza debajo y lateral al tálamo, (Fig. 11.2B,
del lado contrario. Para verla en toda su amplitud
11.7A); representa la continuación del mesencéfalo
hay que separar ambos hemisferios, mediante un
en el diencéfalo, por lo que pueden verse en él es-
corte sagital que pase por el cuerpo calloso, el III
tructuras, como la sustancia negra y el núcleo rojo.
ventrículo y el hipotálamo.
Dentro de su propia sustancia gris se localiza el nú-
cleo subtalámico cuya función fundamental es la Surcos, lóbulos y circunvoluciones. Los surcos
coordinación motora, por lo que está conectado con principales son: central de Rolando, lateral de Silvio,
los núcleos basales del cerebro mediante el fascí- parietooccipital, cingular y colateral, que como se ob-
culo subtalámico. La zona incierta es otro núcleo serva en la figura 11.5, separan los lóbulos frontal,
del subtálamo que se conecta con el mesencéfalo, temporal, parietal, occipital y límbico. El lóbulo de
para coordinar la visión durante los actos motores. la ínsula está en la profundidad del surco lateral de
Los circuitos subtalámicos se especifican al estudiar Silvio, al que hay que abrir para poder observarlo.
los núcleos grises de los hemisferios cerebrales. Existen surcos secundarios, menos profundos,
que dividen los lóbulos en circunvoluciones o giros.
HEMISFERIOS CEREBRALES En la cara lateral del lóbulo frontal, se observan
Como el resto del encéfalo, los hemisferios cere- las circunvoluciones: precentral o frontal ascendente,
brales están alojados en la cavidad craneal. La corte- frontal superior, frontal media, frontal inferior; en su
za de los hemisferios controla todas las funciones cara medial: la frontal medial, la subcallosa y el lo-
del organismo recibiendo informes que procesa y bulillo paracentral, que por estar situado a ambos la-
transforma en órdenes motoras. La corriente bioe- dos del surco central pertenece al lóbulo frontal y
léctrica que almacena en forma de circuitos es el ba- al parietal. En la cara inferior del lóbulo frontal existe
gaje más importante del que dispone cada ser hu- el surco olfatorio, sobre el que se apoyan las vías ol-
mano, pues en dichas corrientes eléctricas reside la fatorias (bulbo, cintilla y estrías olfatorias del trígono
112 Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición

olfatorio). En la zona del trígono se localiza la sus- blanca y por núcleos. En el espesor de los hemisferios
tancia perforada anterior y la estría diagonal de Broca. se observan núcleos grises: el núcleo caudado, que tie-
En esta cara inferior, medialmente a la cintilla ol- ne forma de «C», y el putamen. Medial al putamen se
fatoria, se localiza la circunvolución recta y lateral- localiza el núcleo pálido y lateralmente el claustrum o
mente las circunvoluciones orbitarias. antemuro que está en las proximidades de la corteza
En la cara lateral del lóbulo parietal existen las del lóbulo insular. En el espesor del lóbulo temporal,
circunvoluciones: postcentral o parietal ascendente, cerca de su zona más anterior, se aloja el complejo
y las parietales superior e inferior. Esta última com- amigdalino, y en la parte anterior del septum, junto a
prende la supramarginal y la angular que relacio- la lámina terminal del hipotálamo y a la comisura
nan el lóbulo parietal con los lóbulos temporal y oc- blanca anterior, los núcleos del septum. Tanto éstos co-
cipital. Por su cara medial el lóbulo parietal, además mo el complejo amigdalino forman parte del sistema
de participar del lobulillo paracentral, presenta el límbico. Existe una porción de corteza llamada hipo-
precuneus o precuña. campo (Fig. 11.4 y 11.7) que se estudia con el sistema
límbico en el capítulo 24.
El lóbulo temporal contiene, en su cara lateral,
las circunvoluciones temporales: superior, media e in- La sustancia blanca está formada por cápsulas,
ferior, y en su cara inferointerna las occipitotempo- comisuras y fascículos, que se detallan más adelante,
rales, lateral y medial que invaden el lóbulo occipital. en el apartado de sustancia blanca. Las fibras de
proyección, que conectan el cerebro con otros nive-
En la cara interna del lóbulo occipital se loca- les del SNC, predominan en las cápsulas; las fibras
liza el surco calcarino, que por delante y abajo deli- comisurales conexionan ambos hemisferios; y las fi-
mita las circunvoluciones occipitotemporales, ya bras de asociación, que predominan en los fascícu-
mencionadas, y por detrás y hacia arriba el cuneus los, sirven para unir circunvoluciones, de un mismo
o cuña que está separada del lóbulo parietal por el hemisferio. Estos tres tipos de fibras, cuando se acer-
surco parietooccipital. En la cara externa presenta can a la corteza, forman un gran entramado de sus-
tres pequeñas circunvoluciones occipitales. tancia blanca llamado centro semioval.
El lóbulo límbico, con forma de anillo abierto
hacia delante, está formado por la circunvolución cin- VENTRÍCULOS LATERALES
gular, situada por encima del cuerpo calloso, y por
la parahipocámpica, localizada en la parte inferior Se sitúan en el interior de los hemisferios siguien-
del círculo límbico, que por delante se prolonga con do el trayecto de sus lóbulos (Fig. 11.3A, 11.6A),
el gancho del hipocampo, estructura que forma parte por lo que tienen forma de «C» con una porción cen-
del lóbulo piriforme. Ambas circunvoluciones, la cin- tral y tres prolongaciones: frontal, occipital y tem-
gular y la parahipocampal, están unidas posterior- poral. Están separados por un tabique, el septum pe-
mente por el istmo cingular. Por encima de la circun- llucidum, y comunican con el III ventrículo por
volución parahipocampal está el surco del hipocampo medio de los agujeros de Monro. Como todo el sis-
que le separa de la circunvolución dentada; lateral- tema ventricular, están tapizados por epitelio epen-
mente, el surco colateral, ya visto, le separa de la dimario y llenos de líquido cefalorraquídeo que fil-
circunvolución occipitotemporal medial. El lóbulo tran sus plexos coroideos localizados solamente en
límbico, junto con otras estructuras que se estudian el cuerpo y en la prolongación temporal. Se puede
con detalle en el capítulo 24, forma el sistema lím- observar en las figuras 11.2, 11.3, 11.4 y 11.6 que
bico. las estructuras anatómicas, más importantes, con las
que se relacionan son: el septum pellucidum, que
El lóbulo de la ínsula tiene un surco central que separa a ambos ventrículos, el cuerpo calloso, el fór-
lo divide en circunvoluciones breves y larga. Su es- nix, cuyos pilares anteriores delimitan los agujeros
timulación parece estar en relación con sensaciones de Monro, el tálamo y el núcleo caudado que em-
viscerales. pujan la pared ventricular haciendo prominencia en
La configuración macroscópica interna de los he- su interior. La prolongación temporal se relaciona
misferios cerebrales se observa bien en los cortes estrechamente con el hipocampo, con la fimbria, y
frontales y horizontales (Figs. 11.4, 11.7, 11.6B, 11.2B) con el núcleo caudado (Figs. 11.4, 11.7). En la pro-
que muestran los dos ventrículos laterales, separados longación posterior u occipital (Figs. 11.4, 11.7B) se
por el septum pellucidum y rodeados por sustancia observan dos relieves producidos por el rodete del
Diencéfalo y hemisferios cerebrales 113

! 8 7 6 5 10 20 19 "
3’’

11
4
9 13

18
I 12
II

2
14
3
15 16 %

17 21
33

3‘ 22
3‘’
13

32
23
16 31’
16’
31
17
30
24
25
26

2 3 27 28 1 29
# $

Figura 11.5: Hemisferios cerebrales. A: cara inferior y visión inferior del diencéfalo. B: cara lateral. C: lóbulo de la ínsula. D: cara
medial. E: hemisferios cerebrales dentro del cráneo vistos por la cara lateral (arriba) y por la cara medial (abajo).
Pares craneales (en números romanos), gancho o uncus del hipocampo y circunvolución parahipocampal (1), circunv. occipitotem-
porales lateral y medial (2), surco colateral (3), pedúnculos mesencefálicos seccionados (3’), cisura interhemisférica (3’’), espacio
perforado posterior (4), estría diagonal, espacio perforado anterior y trígono olfatorio con las estrías olfatorias (5), cintilla olfatoria
(6), bulbo olfatorio (7), circunv. recta (8), circunv. orbitarias (9), circunv. postcentral (10), circunv. parietales superior e inferior (11),
circunv. supramarginal (12), surco parietooccipital (13), circunv. angular (14), circunv. occipitales (15), surco lateral de Silvio (16),
lóbulo de la ínsula (16’), circunv. temporales, inferior, media y superior (17), circunv. frontales, superior, media e inferior (18), cir-
cunv. precentral (19), surco central de Rolando, postcentral y precentral (20), lobulillo paracentral con el surco central de Rolando
(21), precuña (22), cuña (23), surco calcarino (24), surco del cuerpo calloso (25), istmo cingular (26), fimbria del hipocampo (27),
circunv. dentada (28), comisura blanca anterior (29), área subcallosa (30), fórnix, septum pellucidum y cuerpo calloso (31), circunv.
frontal medial (31’), circunv. cingular (32), surco cingular (33).

cuerpo calloso y por el tejido nervioso que está en cleos del septum y claustrum) tienen funciones re-
el fondo del surco calcarino. lacionadas con la motricidad, con las emociones y
con la vida instintiva. La sustancia blanca se encar-
ESTRUCTURA FUNCIONAL ga de las conexiones.
DE LOS HEMISFERIOS CEREBRALES Núcleos grises y sus conexiones
La corteza cerebral es el punto final de todas las El conjunto de los núcleos caudado, putamen y
sensibilidades y el punto de arranque de las órde- pálido (Fig. 11.7) constituyen el cuerpo estriado;
nes motoras. Los núcleos grises del cerebro (cau- también es común denominar al putamen y pálido
dado, putamen, pálido, complejo amigdalino, nú- juntos como núcleo lenticular. Caudado, putamen
114 Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición

y pálido son núcleos importantes, junto con el nú-


cleo subtalámico y la sustancia negra, en la coor- !
dinación de los movimientos. Sus conexiones dan
lugar (Fig. 11.2B) a diferentes circuitos del sistema
motor, más detallados en la figura 23.3. 3 2
1
El primer circuito está formado por axones que 4
salen de la corteza cerebral y llegan al cuerpo es- 5
6
triado; del pálido se originan otros axones que se
introducen en la cápsula interna formando el fascí-
culo lenticular y el asa lenticular, cuyas fibras se
unen y forman el fascículo talámico que termina 7
en el núcleo ventral anterior del tálamo; el circuito
se cierra con axones que van desde este núcleo ta- " 26
lámico a la corteza motora de los hemisferios cere- 25
24 8
brales.
23 22
El segundo circuito, por medio del fascículo subta-
lámico, conecta al núcleo pálido con el núcleo sub- 9
talámico y sirve para modular la actividad del nú- 10
cleo pálido inhibiéndolo. 21
11
Un tercer circuito une el cuerpo estriado con la
12
sustancia negra inhibiéndose mutuamente. La dopa-
13 20
mina, que segregan las neuronas de la sustancia ne- 15
19
16 18
gra, es un neurotransmisor importante en este cir- 14 17
cuito.
#
30
Otro circuito importante conecta lo núcleos reti- 27
culares del tálamo con el cuerpo estriado.
Es evidente que estos circuitos no funcionan ais-
ladamente, sino que se influyen entre sí. Por ejem- 29

plo, un estímulo inhibitorio de la sustancia negra


actúa sobre el estriado que, a su vez, por medio del
pálido y del tálamo puede influir sobre la corteza
sensitivomotora. 28

Las alteraciones de los núcleos grises implicados


en estos circuitos da lugar, entre otras, a la enfer- Figura 11.6: A: situación de los ventrículos laterales. B: visión
medial de las fibras de sustancia sustancia blanca y cuerpo es-
medad de Parkinson, en la que se manifiestan tras- triado. C: visión lateral de los fascículos de asociación.
tornos de la escritura (micrografía) y trastornos del Prolongación frontal del ventrículo lateral (1), plexos coroideos
habla que en casos graves sólo es un murmullo. (2), porción central ventricular (3), prolongación occipital del ven-
trículo lateral (4), prolongación temporal del ventrículo lateral (5),
Los núcleos del complejo amigdalino, las fibras fórceps frontal (6), porción central o tronco del cuerpo calloso
de la estría terminal que salen de ellos (Figs. 11.2B, (7), fórceps occipital (8), fascículo del cíngulo (9), rodete o es-
C, 11.7A) y los núcleos del septum (Fig. 11.2C) son plenio del cuerpo calloso (10), radiación óptica (11), brazo pos-
estructuras cerebrales implicadas en el sistema lím- terior de la cápsula interna (12), putamen (13), núcleo pálido
bico que se estudia en el capítulo 24. Las funciones (14), fibras acústicas y temporopónticas de la porción sublenti-
cular del brazo posterior de la cápsula interna (15), fimbria del
del claustrum no son bien conocidas. hipocampo (16), circunv. dentada (17), gancho del hipocampo
(18), comisura blanca anterior (19), rodilla del cuerpo calloso
Corteza cerebral (20), fibras frontopónticas y talamocorticales del brazo anterior
Tiene un patrón de organización formado por de la cápsula interna (21), septum pellucidum (22), núcleo cau-
dado (23), fórnix (24), tronco del cuerpo calloso (25), fibras cor-
seis capas (Fig. 11.8), en las que se localizan las neu-
ticoespinales y talamocorticales de la cápsula interna (26), fibras
ronas con su árbol dentrítico y las fibras que aca- arciformes (27), fascículo longitudinal inferior (28), fascículo un-
ban en ellas procedentes de zonas más o menos ale- ciforme (29), fascículo longitudinal superior (30).
Diencéfalo y hemisferios cerebrales 115

jadas. Este patrón no siempre es el mismo, sino que


! depende de la función. Así, en la corteza motora
21 20
22 19 predominan las neuronas piramidales cuyos axones
1 forman la vía piramidal, mientras que en áreas cor-
18 ticales que reciben sensibilidades predominan neu-
17 ronas del tipo granular y las fibras aferentes a di-
2 cha áreas. Las áreas asociativas tienen una estructura
3 intermedia.
4
5 16
6 15 Si se observa la intrincada red de células y fibras
7 14
de la corteza, se deduce que un árbol dendrítico muy
8 2
desarrollado permite más puntos de sinapsis y más
9 posibilidades de aumentar los circuitos de corrien-
10
11
tes entre neuronas. Como parece ser que esas co-
12 13
rrientes forman parte del sustrato anatómico de las
ideas, aumentar su número y su funcionamiento es-
21 tará en relación directa con una mayor capacidad
19
29
mental. Esto es posible, pues se ha demostrado ex-
22 30
28
perimentalmente que en animales criados en bue-
20 nas condiciones ambientales y bien estimulados au-
17 mentan los contactos neuronales. En humanos con
2 18
1
un buen ambiente emocional y un aprendizaje ade-
3 5
cuado se deben dar estas mismas condiciones. Ahora
4
15 bien, si los circuitos implicados en un aprendizaje
7 6 determinado dejan de utilizarse, cada vez será más
difícil hacer circular la corriente nerviosa por ellos,
27 por lo que se atrofian. De ahí que con el cerebro se
2 ha de tener muy en cuenta el principio biológico:
«la función hace el órgano».
26 Áreas de la corteza cerebral. El mapa de cor-
23 teza cerebral más clásico es el de Brodmann, divi-
13
14 dido en 52 áreas que definen su estructura histoló-
12 25
24 gica y su función.
"
Las áreas corticales sensitivas primarias están re-
lacionadas, fundamentalmente, con los informes de
Figura 11.7: A: corte frontal de los hemisferios cerebrales (en un sólo sentido (táctil, visual, auditivo, etc.); las
el lóbulo temporal del lado izquierdo el corte pasa por el com-
áreas corticales sensitivas secundarias o asociativas
plejo amigdalino y en el lado derecho por el hipocampo). B:
corte horizontal de los hemisferios cerebrales. integran varios tipos de informes. De forma simi-
lar, existen áreas motoras primarias y secundarias.
Fórnix (1), núcleo caudado (2), putamen (3), claustrum (4), cáp-
sula extrema (5), cápsula externa (6), núcleo pálido (7), núcleo Según se ha ido avanzando en el conocimiento de
subtalámico (8), complejo amigdalino (9), sustancia negra (10), las funciones cerebrales más complejas, como es el
tubérculo mamilar (11), hipocampo (12), prolongación temporal caso del lenguaje, de la percepción de los colores,
del ventrículo lateral y plexos coroideos (13), fimbria (14), cor- etc., se han descrito otras áreas. En general, en los
teza de la ínsula (15), brazo posterior de la cápsula interna con
su porción sublenticular (16), III ventrículo (17), tálamo (18), ven-
procesos mentales complejos intervienen grandes ex-
trículo lateral y plexo coroideo (19), cuerpo calloso (20), septum tensiones de corteza cerebral, al tiempo que se pro-
pellucidum (21), cisura interhemisférica (22), epífisis (23), surco duce el fenómeno de la lateralización, mediante el
calcarino y su protuberancia en el ventrículo (24), prolongación cual uno de los hemisferios cerebrales se especializa
occipital del ventrículo lateral (25), núcleo pulvinar (26), brazo
en una actividad mental determinada. En los capí-
posterior de la cápsula interna y su porción retrolenticular (27),
rodilla de la cápsula interna (28), brazo anterior de la cápsula tulos 18, 20, 22, 23, 24 y 25 se describen todas las
interna (29), agujero interventricular de Monro (30). áreas corticales en relación con funciones concretas
116 Anatomía de los órganos del lenguaje, visión y audición

(áreas auditivas, visuales, de la psicomotricidad, et-


cétera).
I

Corteza cerebral y evolución. El cerebro hu-


II
mano es el resultado de los procesos evolutivos que
dieron lugar al Homo Sapiens. Desde el punto de
vista filogenético, por tanto, se distinguen: archicor-
III
teza, paleocorteza y neocorteza. Esta última, se de-
sarrolla tanto en el ser humano que desplaza a las
otras hacia la cara medial del hemisferio, circuns-
IV
cribiéndolas al lóbulo límbico. El hipocampo y las
estructuras ligadas a él forman la archicorteza. La
circunvolución cingular y zonas de las porciones or- V
bitaria y medial del lóbulo frontal son los principa-
les componentes de la paleocorteza. La neocorteza
ocupa la mayor parte de los lóbulos frontal, parie-
tal, temporal y occipital. El lóbulo de la ínsula es
VI
una corteza de transición paleoneocortical relacio-
nada con las sensaciones viscerales.

Sustancia blanca del cerebro

La cápsula interna, situada por fuera del dien- Figura 11.8: Corte histológico de la corteza cerebral mostrando
céfalo, contiene las fibras de proyección. Está for- las seis capas. Molecular (I), granular externa (II), piramidal externa
(III), granular interna (IV), piramidal interna (V), multiforme (VI).
mada por las fibras sensitivas de la radiación talá-
mica, las corticopónticas y las motoras
corticoespinales y corticonucleares. En la figura 11.7 El cuerpo calloso (Figs. 11.5D, 11.6B) es la más
se observa la cápsula interna en un corte frontal y importante comisura interhemisférica, ya que co-
en otro horizontal; en este último se puede ver que necta todos los lóbulos cerebrales. Está formado por:
tiene un brazo anterior, un brazo posterior y una zona una porción central o tronco, que se continúa por de-
central llamada rodilla de la cápsula interna. Por el trás con el rodete o esplenio, y hacia delante con la
brazo anterior van las fibras de la radiación talá- rodilla y el rostro. Las fibras que salen de la rodilla
mica anterior y las frontopónticas (Fig. 11.6B). Por forman el fórceps menor o frontal, y las que salen
el brazo posterior las fibras corticoespinales, corti- del rodete el fórceps mayor u occipital. La comisura
corrubrales, corticorreticulares y la radiación talá- anterior (Figs. 11.4, 11.6B) se sitúa próxima al ros-
mica media. En la parte más posterior de este brazo tro del cuerpo calloso y conecta los lóbulos tempo-
se localizan las fibras temporopónticas, las parieto- rales, el complejo amigdalino y formaciones rela-
occipitopónticas y las talámicas posteriores. Las ra- cionadas con los informes olfatorios. La comisura
diaciones acústica y óptica (Fig. 11.6B), que proce- blanca posterior (Figs. 11.2C, 11.4), situada junto
den de los núcleos geniculado medial y geniculado a la glándula epífisis, une formaciones epitalámicas
lateral, se localizan, respectivamente, en la porción de ambos lados.
sublenticular y retrolenticular de este brazo poste-
rior. En la rodilla de la cápsula interna se sitúa el
fascículo corticonuclear o geniculado que acaba en los El fórnix o trígono se divide por delante en dos
núcleos motores troncoencefálico. pilares anteriores y hacia atrás en dos pilares pos-
teriores que se continúan con la fimbria del hipocam-
La cápsula externa (Fig. 11.7) se sitúa entre el po (Figs. 11.3B, 11.4). Fórnix y fimbria son vías fun-
putamen y el claustrum; sus fibras conectan con el damentales del sistema límbico que se analizan con
cuerpo estriado. La cápsula extrema (Fig. 11.7), en- detalle en el capítulo 24, junto con la estría termi-
tre el claustrum y la corteza de la ínsula, contiene nal, el indusium griseum y otras fibras del sistema
fibras para estas formaciones. límbico.
Diencéfalo y hemisferios cerebrales 117

Entre las fibras de asociación de largo trayecto el fascículo longitudinal superior que une los ló-
(Fig. 11.6B, C), de un hemisferio, destacan el cín- bulos occipital, parietal y frontal y el fascículo lon-
gulo que discurre subcorticalmente por la circun- gitudinal inferior que conecta los lóbulos occipital,
volución cingular y está ligado funcionalmente al temporal y frontal. Las fibras arciformes o arque-
sistema límbico, al igual que el fascículo uncinado, adas son de corto trayecto, pues unen circunvolu-
situado entre los polos frontal y temporal. Otros son ciones vecinas de un mismo hemisferio.

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