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Edgardo H. Rolla *
Introducción
'* Dirección: Avda. del Libertador 2698 129 e, Buenos Aires, Argentina.
1
lo más amplia dentro de lo posible, medida que no rige :para las entre-
vistas terapéuticas, durante las cuales podemos analizar e interpretar las
consecuencias de un cambio.
Con esto 'no' quiero decir que así como hemos de anotar el grado
de puntualidad del' entrevistado, el entrevistador deba estar pendiente de
su llegada a tal extremo de ser exactamente' coincidente su aparición
con la del cliente. Una breve espera para la aparición del entrevistador
no implica, en mi experiencia, una particular perturbación 'en el cliente
sino que muchas veces puede' darle unos instantes: útiles para la recupe-
ración del sentimiento de identidad y' la disminución de la ansiedad
confusional.
Considero en primer lugar que una entrevista clínica consta de tres
períodos: al primero lo. denomino de -instrucciones, al segundo, procesal,
yal tercero, de conclusiones diagnósticas, pronósticas ysugerencias te~
rapéuticas,
El período de instrucciones comienza desde el momento en que se
da por aceptado un pedido de entrevista. Consideremos .ahora. que tene-
mos ya al entrevistado en el lugar que denorninamos's~la de espera.
Pienso que es importante que el propio '~ntrevisté\dor abra la puerta de
su gabinete, cualquiera sea el lugar donde se realice la entrevista, e in-
dique al que espera que puede pasar a lo que sería el lugar central, el
escen-ario donde se desarrollará todo el, proceso. Luego .de abierta I~
puerta, una indicación no verbal invitará al entrevistado a movilizarse
para, lntroduclrse.: en el gabinete, Una vez que éste ha transpuesto el
marco de la puerta, el entrevistador habrá de presentarse a sí .mismo se-
ñalando su nombre y profesión, al mismo tiempo que saluda según las cos-
tumbres culturales, con o sin estrechar la mano'. Sugiero que acompañe a
esta parte no verbal del -saludo.con el mínimo de .palabras. Por ejemplo;
una que tiene un mínimo de contenido es simplemente: "hola". Lostérrnl-
nos "buenos días", "buenas tardes", "cómo está usted"; "pase adelante" i
etcétera, contiene un cariz inductivo, igual que las sonrisas, los movimien- 609
Edgardo H. Rolla -
tos de cabeza u otros gestos por el estilo que puedan ser interpretados por
el entrevistado según el grado de su ansiedad confusional o de su ansie-
dad paranoide.
Ya traspuesta la puerta y hecha la presentación y el saludo, seguido
por el cierre de la puerta, nos encontramos con la indicación (con un
gel3to de la mano) del lugar donde habrá de sentarse el entrevistado, al
tiempo que el entrevistador se dirige a su propia ubicación. Esta primera
entrevista debe hacerse cara' a cara y con una mesa o escritorio de
por medio, que servirá de ubicación para los utensilios que se usan du-
rante el proceso, además de los utensilios necesarios para completar
una facilitación de la conservación de la identidad en el' entrevistado,
tales como ceniceros y encendedores de mesa. Otras posiciones, como
una silla frente a otra sin una mesa de por medio, o bien que el entre-
vistado se recueste en un diván, son demasiado incitantes y constituyen
a mi entender una inducción activa a que el cliente se coloque en una
situación de privación sensorial o de sobreestimulación sensorial. Esto
estimula innecesariamente el alerta o induce a una regresión o prlml-
tivación 'por la privación sensorial.
Ubicados ambos sujetos, actores objetivables de la dramática, el
entrevistador continuará el período de instrucciones produciendo gráfi-
camente la ubicación de la identidad del entrevistado. Es decir, tendrá
una tarjeta sobre la que irá anotando el nombre del entrevistado, su
edad, su domicilio, su teléfono, su estado civil, su profesión y a veces
su fecha de nacimiento. Esta conducta deberá llevarse a cabo aun cuando
se conozcan de antemano, por alguna otra razón, tales datos, y' si el
entrevistado dijera "usted ya conoce mi nombre", sugiero que impertur-
bablemente el entrevistador repita su' pregunta: "Dígame por favor todo
su nombre". Esto último obvia dar una 'familiaridad que no debe formar
parte de los contenidos de la entrevista. Por otra parte se pueden anotar
nombres de pila que quizá no seanconocidos hasta ese momento por
el entrevistador, y-que completen la identidad del actor que llamamos
61O entrevistado,
La entrevlsta clinica
rectas, o sea utillzando sistemas primitivos tales como los del niño desde
los primeros momentos en que puede utilizar su lenguaje verbal.
La torpeza de la coordinación motora estriada (lo que. llamamos
movimientos de las 'musculaturas voluntarias) debe ser compensada por
el incremento de la, coordinación motora lisa y glandular, es decir que
en el sujeto aparecen señales neurovegetativas tales como estremecí-
mientos, empalidecimiento, sudores.. tartamudeos, temblores de la voz,
de Ias manos, ruidos intestinales, disnea o la necesidad de conductas de
actinq out, como pedir -clqarrillos, fuego, .permiso para quitarse el saco
u otras actitudes similares.
. .
Punto de urgencia
• Para una ampliación del tema. consultar mi libro Elementos ~e, pslcologie., y :"sl??J1a.tof,ogi.a,,'p•.tee- 617
analitica.
Edgardo H. Rolla
fusional las que nos aseguran que el sujeto está mostrándonos su punto
de urgencia en relación con el contenido y la forma de los mensajes
precedentes, y con las dificultades' que 'se suscitan en el diálogo de' in-
tercambio con ,el entrevistador. Las señales de ansiedad confusional, de
la situación hipocondríaca, están referidas netamente a las dificultades
que presenta el sujeto para el mantentrnlento de una coordinación motora
adecuada (señales no verbales en la comunicación, o bien torpezas o
lapsus en sus movimientos). A la par de esa evidente dificultad en la
coordinación motora estriada, aparecen las señales del incremento de, la
coordlnación motora 'lisa y 'glandular. Entonces el sujeto presenta dis-
nea, movimientos inopinados en su silla (como el de atornillarse en la
misma); traspiración de las manos 'y la cara,' erección de los pelos, ern-
palidecimiento, sonrojos,' mirada lejana "cómo 'perdida", la necesidad de
desabotonarse el saco, aflojarse el cinturón, arreglarse el cuello de la '619
Edgardo H.' Rolla
camisa, .que. aprieta, .sacarse .Ios .zapatos, o' bien .encender ,.cigarrillos ,y
echar grandes- bocanadas' de' humo (con la clara finalidad de -dlsmlnuir
la.oxlqenaclón dada por. la· hipernea correspondlents al-incremento de -la
ansiedad contusional, .que- de, Jo, contrario produclna una alcalosis -ypor
ende reacciones impulsivas dé ,tipo epileptoideo 'también calambres. Hay
algunas otras, señales neuroveqetativas, cornoruidos 'gastrointestinales,' ex-
pulsión de gases, eructos, lagrimeos, necesidad brusca de ir a orinar. Pue-
delleqarse inclusivea lo que en: neurologíad,enominamos la crisis de epi-
lepsla- autonómica, o sea la crlsls. de despersonalización' que se hace
evidente y ,que puede terminar en-una crisis; eatapléxlca.
, 'He"enumerado'unagradaclón creciente en· la' severidaddeta des-
la
organización; por lo' 'tanto' en:' severidad de:' la ansiedad confusional,
y 'correlativamente' en' la severidad de la reacción hipocondríaca; Psico-
'analíticamente' se interpreta la hlpocondrfacomo 'la: ubicación 'de' unavin-
culaclónobjetal con' referencia 'a algún lugar dercuerpó ycon un objeto
de características' persecutorias: Es decir; el, entrevistador se ha hecho
'de pronto' uh obletcaltarnente persecútorio porqué es considerado 'como
la causa de la desorganización y la htpocondrta.ras! como' delextraña-
miento; : la despersonalización: Todas las señales neuroveqetativas' y' la
'dismiriuciót, de la coordinación' motora estriada estarían sirviendo al
'intehto 'de' bloquear la irHi'oye'cci6n y sústent~ftláfantasía' ,de que el objeto
:entrevistador' no existe o por lo ~enos h,a sido úlSi,badoy "cóntr9I~do en
'Un' lugar .espaclal que es "Cancha' Cono_~¡da"'para ~el entrevlstedo, como
'!,Ó 'es 'su: cuerpo.. '" " :1~' , ' ,
, ' ;' '?cir1.,supuesto que habremos reqistrado culdadcsamente ccuáfee
,l)OIJ,lovsantecedentes ),nIl)El;9.iatoscon, respecto, ala forma y elcontenido
-el,e,'19S;,JJ)fgl1~ajel?':_quEl
desembocaron :~n esa pérdida: de identidad de
,$elf,: es de,cír :!3LemergeDte,c:onfus;,ioDª1.SugiElro,que en, esos momentos
.convlene abstenerse .por. un buen ',:Iapso: da prestar.' alguna .ayuda al
.entrevlstado con la;finalidad ,de.hacer,:meSuráble -Iaduraclón .delpertodo
620 .de,:desOl"ga.nización. .~, ' " .;:
Laentrevlsta 'clínica
Por otra parte, puede ser' qué' el individuo adopte diversas 'mo-
dalidades demostrativas, evitativas, paranoides, de i detalles, para efec-
tuar: la lndaqaclón, sin, que estó le haya 'significado. un mayor deterioro
de su sentimiento" de identidad de- 'Self.. en la medida, en que', están
administradas teleológicamente, .esdecir .con.una finalidad única, .la. de
satisfacer dicha interacción. ':'
::" , ,:En el transcurso de todo el proceso de"la entrevista habremos dé
deducir cuáles son los, rasgos predominantes' que' pueden -Ilevar a' de-
terminar la: caracterología del sujeto, es-declr, lo que', denomino orqa-:
nlzación básica' dé 'personalidad. Puede ,ser 'que' constltuya no una es~
tructuración susceptible de, modlticarse-de 'acuerdo con-las' necesidades
de la sltuaclóndecarnpo, slno una' estructuración con' tendencia: a estruc-
turarse, es decir,' a,la 'rigidez del estereotlpo--Esto constituye una carac-
te ropatía, De todasmaneras, con lasuma algebraica de tos rasqos predo-
minantes podemoadetermtnar icuáles ,constituyen la armonía funclonal
del sujeto en su cotidianidad, y esto nos dará la determinación de esa
-orqanizaclón básica.' ..' '1;1,;,"'1,",'.' ',' , ' ..
estos elementos), así como a los nexos que hay entre forma y contenido
de los mensajes comunicativos.
Ejemplo clínico
.-.~
A la:segunda citación;:con'6úrre'muy'p'Jñf¡úil: Luego'dé tódos lo~
.• ~.-'.- "'-"'. '.r'.~'r· ··r· .... : :, ",' "'--';,
.',1 •.• r'
mo-
vlmlentos preliminares y antes de que le indique' con mi mano el lugar.
"Ó'Ó "-'( .,'
.
anterior, ella 'me mira sonriente.' Está adecuadamente atavlada.: con ele-
', ••.•..••. - •.• , ,.., l." " .• 1"'0, .:',:-)' -' ••• - -'''_'1 _... . '1','
todo lo que vamos 'a hacer suponer que' tiehe que lntorrnarme de' algo.
Echa algunas bocanadas 'de humo y continúa' dlcléndorne' que en reali-
dad viené al análisis; porque': tiene . problemas' que la t desconciertan" y
'avergüenzan; ya 'que son problemas 'de adorescentes.: Me' mira' atenta-
mente, -sacude la=cériiza de su ciqarrülo con Ientitud y elegancia' en el
'centro del ceniceronecha una-ojeada-más-alrededor de mí yluece cóntlnúa,
Me: -dlce \ .que :es 'maestra en' una 'escUela dé' menores-dende tra-
baja desde-hacaun-tbuéh tiempo¡:'y que-siempre su" capacidad- para' es-
tudiar y -trabajar ,f(jealgo"de ;10 que 'ella' .se enorgullecía; -Ahora que ha
comenzado a tener dificultades afectivas, esa' capacldad+eété'-cadavez
más perturbada ..y.:_esto;le.iproduce .desconclerte- al mismo tiempo que
más.de una-vez se encontró-a. punto.de arrojar el libro que tenia .enlas
manos .al ver.que. no ..podía leerlo, :'Está' mirando: atentamente da. forma
en, que ,yo torno notas' mientras: ella: babia. En algunos momentos.parece
que-Ja ..preocupara la .comperación.jsntre la-cantidad Lde.paiabras que
emite y los signos que yo voy anotando, y entonces. habla 'm,ás.pausa- ~629
Edgardo H. Rolla
Ministerlo, Con ese motivo está ausente Una buena parte del día. D~
noche, cuando llega, da un poco de atención al padre, y luego dice que
está muy cansada y se retira a dormir. :
Ha vuelto a entusiasmarse y su tono de voz recobra algo de
vehemencia, Continúa diciendo que tiene un hermano de 43 años, ca-
sado y con hijos. Un hombre un tanto huidizo o huraño, con el cual ella
I
tiene poco contacto. Incluso cuando viene a la casa' se muestra indife-
" I
rente y frío, y muchas veces ha tenido deseos de pelear con él. Ta/T1-
bién tiene una hermana de 38 años, casada, que vive con ellos, "en I~
casa de mi.padre". En cambio, hay una hermana soltera de 36 años, que
es la que ha qriginado los mayores inconvenientes, ya que un día, n6
hace' mucho t~empo, dijo' que se iba ·de-'lá casa porque no podía tOler1r '631
I
¡
Edgardo H. Rolla .
entorto rTié dice, que desea 'que:'iá e_ntiehda' bien, que lo que quiere
explicarme es que cuando ella 'siente ;que"tiene una iniciativa, una idea
que 't'e 'parece adecuada y lógica,l()j)'r}rrlE~,ro que .·se le ocurre es con-
t . . '·0 I_~ I •
tezá 'o de ale'gri~' y parece alentarla con }r~'sé~de apoyo o de -duda, pero
flnalmente le dice: ';Lo que vos tienes q'ue;,hace¡f.·es lo siguiente", y le
da; una especie de lista de' indicacion~s., ..
.Se _queda unos instantes callada., se echa. hacia atrás .en la silla,
se arreqla Ia pollera, se' pasa la mano' por los' cabellos, parece que va
-, •; . ; '.1 . ~ • _ '. .
leraba más la situación, que había algo que le era insoportable y en-
tonces resolvió regresar a su casa. . ,
Como se queda nuevamente callada y tengo la impresión de
que va a descompensarse, prefiero que la señal de desorganización sea
breve y le pregunto si le había contado a la madre su iniciativa de irs~
a Ushuaia. Me contesta que síy que la madre sólo hizo algunos come+
tarios tristes y le dijo que Ushuaia era un lugar muy frío, que tendría que
llevar mucha ropa de abrigo. i
A pesar de mi apoyo, la entrevistada se echa más hacia atrás en
su silla, haciéndola retroceder un tanto. Cruza y descruza las piernas,
apaga el cigarrillo con fuerza, luego parece que va' a poner las manos
en jarra sobre su cintura y comienza a alisarse el cabello en una forrilk
que me da la impresión de que va a ser interminable. Por ello le preguntb
si también había comentado con la madre su propósito de buscar trata-
miento psicológico. Me contesta que se ha hecho muy amiga 'de 'una
joven que se psicoanaliza.y que ésta le mostró la convenlencla de tiacer-
lo para ver los problemas que tanto la perturban, especialmente su lm-
pulsivldad; que emerge en cualquier momento de su trato con las perl-
sonas. Por eso decidió pedir hora, ' . ,1 633
Edgardo H. Rolla
su rostro se desen-
caja un poco,' la 'voz' ha bajado de tono, está recostada contra ~I res-
paldo
.
de la
. . - .' y
si¡"la .' ha, descruzado
•. -. .
las'
~..,piernas,.. -que. . co.loca
.. .' abi~~ias,
~.., .
s~p~-.
'"
i
cuándo .habrá. de volver por un lapso más breve para comunicarle quié~
habrá "de ser su terapeuta. ' J:
Se levanta de la silla, se pone el tapado en una forma. entre, des!
garbada y elegante y luego me dice. "Entonces quiere decir que s'í
tiene' remedio". ' ::
Su actitud se ha tornado semejante a la que tenía cuando Ileg6,
con gesto.s ,discretamen~e 'gracio~os, 'tendiendo a seductores. Le in.di~
co el carmno para la salida, y al tiempo. que le doy la mano y la saludo,
la entrevistada me pregunta: "¿Quiere decir 'que no será usted el ,tera'-
peuta? ¿Tendré que contar todo de nuevo?". ¡.
Se ha 'dirigi<;io con, paso ágil hasta la puerta que abre. Y.o satudán;
dome nuevamente se retira. I
maria buena", en. una "escena primaria genitalizada" donde fracasan sus
Iantaslas de independencia, es decir sus fantasías de retome del apren-
dizaje y I~ genitalización.
, El otro punto de urgencia es evidente en el momento de la se-
paración, en que se percibe su confusión y muestra su modo habitual
de expresar señales hipocondríacas (dificultades de la coordinación mo-
tora estriada y reaparición de los fenómenos neurovegetativos), cuando
sé pone el tapado en una forma entre desgarbada e histérica, y, por
otra parte recurre a preguntas que tienden a demorar la despedida y
tienen un corte infantil.
Los estadios confusionales son manejados estereotipadamente,
ton una transformación de la percepción de su descompensaclón hipo-
condríaca en modalidades demostrativas o histéricas que tienden a la
seducción para serprovlsta deunaayuda que le' haga sentir, que sus in-
terlocutores han aceptado el rol de funcionar como si fueran objetos
prlmarlos.: .' .", ':
" de
5. '. Diagnóstico tra·nsferencia:, La entrevistada ha demostrado
:qi.ié"Sús estereotipos aun le posibilitan salir de 'los instantes de psicosis
Cié':transferencia, -tales como iel episodio del "extravío", la fascinación
ante la iñdagacióñ' infructuosa de los signos que escribo sobre mi .hoja
de' anotaclones, 'la ..transformación de nuestra vinculación en escena pri~
'maria :genitaliiada, o la necesidad de admitir lo finito de un proceso
dentro-de' una sltuaclón de campo, tal como se presentó en el .rnomento
de ia separación con las señales que mostró en retaclóncon su intole-
'rancia para la ansiedad de separación. '
~ Naturalmente; :habrá que tener muy en' cuenta esto en la' cons-
trucclón del plan psiccterápéutico que se haga para esta estrevlstada;
Estos' estereotipos dan 'características de una .psicopatía de transteren-
cla a la' modalldáddesatlda del episodio confusional; es una modalidad
pslcopátlca que responde ala inmadurez narcisista de esta entrevistada,
no 'constltuyendo una verdadera psicopatía en la medida en que' no, se
638 -coneotldaen ningún. momento.en un .lntento de fraude: o de impostura.
La entrevista clínica
zaje que la llevaría a conseguir aquel pasaja-Esto significa que los epi-
sodios confusionales y sus respuestas -lrnpulslvas epileptoides se harán
más frecuentes 'y para contrarrestar los mismos -deberá-retorzare! autlsmo
y et retardo pslcomctrjz, lo que significaría la amenaza ,de 'la aparición
de la depresión persecutoria, es decir melancólica. ' "
Bibliografía
, . .
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