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La entrevista clínica

Edgardo H. Rolla *

Introducción

En algunos otros trabajos he titulado una presentación como ésta,


referida a una metodología para el desarrollo de una entrevista con un
paciente, "entrevista psicológica" o "entrevista psiquiátrica". De alguna
manera esto significa una limitación en la aplicación de los principios
técnicos que desarrollo, ya que en el fondo cualquier entrevista, salvo la
que realizan dos amigos con fines de esparcimiento y diversión, tiene las
características de una entrevista clínica * *. Así ocurre cuando un individuo
va a solicitar ayuda terapéutica o diagnóstica en cualquiera de las espe-
cialidades que pueden significarle estar en la condición .llamada de "en-
termo" o cuando va a pedir trabajo, o ayuda económica, o. cuando está
motivado por alguna otra motivación para efectuar el contacto.
Si buscamos en la bibliografía para informarnos acerca del modo
en que se lleva a cabo esa entrevista, encontramos que hay práctica-
mente tantas proposiciones metodológicas corno autores repasemos. Las
diferencias no se dan en lo fundamental, en cuanto al establecimiento
del llamado encuadre o setting, sino en cuanto a la forma en que se en-
frenta la vinculación con el entrevistado y luego el medio en .que se hacen
las inferencias para llegar a conclusiones diagnósticas, pronósticas y de
recomendación terapéutica.
Entre nosotros puedo mencionar a J. Bleqer, E. C. Liendo, B. López
y otros que no comentaré específicamente, así como entre los autores
extranjeros encontramos las técnicas descriptas por Sullivan, Deutsch,
Murphy, Wolberg y otros. Para comenzar por los más antiguos, diré que
tal vez c~da autor de los que conocemos' nos muestre su preferencia
a través de los comentarios sobre los datos por recolectar y sobre las téc-
nicas de observación y también a. través de las conclusiones. Estas úl-
timas .dependen especialmente del esquema referencial en el cual se
apoya el entrevistador para la clasificación nosográfica que formulará

'* Dirección: Avda. del Libertador 2698 129 e, Buenos Aires, Argentina.
1

•• La entrevista entre dos amigos no es cllnlca porque el vinculo se encuentra


vaciones personales de ambas personas en una relación no diagnóstica
afectlvlzado con moti-
ni utilitaria con respecto al otro.
603
Edgardo H. Rolla

en su mensaje de comunicación hacia los destinatarios de 10$ resultados


de esa entrevista.
Refiriéndonos a' nuestro trabajo, nuestro quehacer psiquiátrico,
psicológico, psicoanalítico, me permitiría decir que la mayor parte de los
autores se han referido. especialmente al diagnóstico clínico, y algunos
también a la formulación del pronóstico. Es aquí donde se asienta la
dificultad de homologar la esencia de la metodología de las entrevistas,
ya que el diagnóstico clínico es el que más se fundamenta en el esquema
referencial del autor, salvo casos tan objetivables que no dejan dudas,
tal como sería diagnosticar a un sujeto como esquizofrénico porque tiene
alucinaciones,· delirios y una particular forma de compaginar su lenguaje.
La dificultad comienza, por ejemplo, cuando han de establecerse
las diferencias entre: una personalidad psicopática, otra maníaca, y otra
histérica con especiales rásgos de seducción e inoculación de sus con-
flictos en los personajes de sus situaciones de campo.
Esto me llevó a pensar que el diagnóstico clínico es una de las
conctuslcnes a que puede llegarse luego de la entrevista con un sujeto
que viene a pedirnos ayuda, más aún recordando que en algunas épocas
en' el ambiente psicoanalítico se sostenía que no era' necesario el
diagnóstico, por cuanto lo importante era: poner al sujeto en marcha den-
tro de un proceso analítico o terapéutico, y que el tratamiento psicoana-
lítico se refería exclusivamente a la posibilidad de entender é interpretar
los contenidos, las resistencias y las modalidades de transferencia que
un sujeto presentaba en cada sesión. .
Tal' vez es posible seguir sosteniendo esto en la medida en que
se trata de un sujeto que aparentemente presenta una neurosis que no
lo ha perturbado mayormente en su convivencia y que desea psicoanali-
zarse por su íntimo sentimiento de lmpotencia, o' por la dificultad para
controlar su ansiedad o para llevar a cabo el logro de sus ambiciones.
Pero luego se fue sistematizando la técnica- del proceso psicoanalítico,
se introdujeron conceptos tales como el de partes psicóticas y partes
604 no psicóticas,y se sostuvo por otro lado que para que un análisis pueda
La entrevista 'clínica

darse por terminado con características de provechoso, han de haberse


analizado' "núcleos profundos" i¡ "vivencias muy pretéritas" que estaban
muy reprimidas, negadas o actuadas. Entonces se fue aceptando el con-
cepto de que nadie es simplemente un neurótico y de que todo sujeto
busca tratamiento -porque profundamente percibe la amenaza de desin-
tegración en determinadas circunstancias, y que tal vez el diagnóstico sea
útil para conocer desde el primer momento un cuantum aproximado de
probabilidades de que ese sujeto que se nos presenta como una neurosis
simple, encubra severas desarticulaciones entre los elementos que compo-
nen su personalidad y pueda emerger a lo largo del proceso terapéutico
como una personalidad seriamente perturbada.
Así "es que considerando los trabajos de múltiples autores llegué
a la conclusión de que. el diagnóstico clínico es uno de los diagnós-
ticos y no de los más importantes de los que hay que realizar cuando
llevamos a cabo una entrevista clínica. Los diagnósticos por realizar
deben ser múltiples para que 'podamos desarrollar una formulación pro-
nóstica e incluso sugerencias conectadas con las vicisitudes de un pro-
ceso terapéutico,
Comenzaría. recordando que semánticamente entrevista significa
el encuentro o la conferencia entre dos o más personas en un lugar
determinado y para atender un asunto también determinado. Entrevistar,
con el significado .de una acción, equivaldría también 'al acto de visitar
a alguien para interrogarlo acerca de un asunto. Me pareció entender
que la mayor parte de los autores que he mencionado formulan normas
y razones para el establecimiento de esas normas, así como ideas per-
sonales acerca de los jalones de una entrevista, sin intentar en realidad
una sistematización de la técnica en el sentido de poder' llegar a una
conceptuación psiquiátrica, psicológica o pslcoanaittlca,
Sullivan, por ejemplo, nos dice que la entrevista es una situación
de comunicación primariamente vocal en un grupo de dos o más per-
sonas, más o menos voluntariamente integrado, que posee un desarrollo
progresivo basado en la relación entrevistador (experto)-entrevistado con 605
Edgar~o H. Rolla

el propósito de dilucidar modelos característicos del vivir del o los sujetos,


a los :cuales llamamos pacientes o también clientes, con la específica
situación de que ese paciente .experimenta tales modelos del vivir corno
perturbadores o por lo contrario como especialmente valiosos y teme
perderlos o espera un beneficio del hecho de revelarlos.
Por lo tanto,Sullivan nos habla de un desarrollo progresivo que
significa una referencia a los aspectos dramáticos y dinámicos de la
situación, pero en el desarrollo posterior de sus definiciones sigue un
curso similar al de otros autores y pasa al señalamiento de modalidades
operativas, sin resolver a mi entender las dudas que se plantean entre
los jóvenes psiquiatras o psicólogos y a veces también entre los más
antiguos. Consideroque debe incluirse un ítem que al ser desarrollado ex-
plicite el escenario donde se dará el proceso, es decir lo que forma el mar-
co sltuacioñal y todas las señales correspondientes. Es necesario que
quéden explicitadas todas aquellas 'partesde la entrevista que se refieren
a la autcldentificaclón del entrevistado y del entrevistador y a la explici-
tación de 'Ias reglas del juego, en tal forma que puedan ser 'fácilmente
integradas en el contexto total y no constituyan una especie de' punto
germinal de incertidumbre, es decir de ansiedad, como ocurre cuando
emerge el tipo de ansiedad confusional en el entrevistado o en ambos
miembros' de la pareja en juego .
. . La: entrevista clínica es una situación de campo en la cual inter-
actúan múltiples elementos, vectores, factores, con características de
determinantes e intervinientes. No es la misma la que se desarrolla en
un gabinete privado, en el gabinete de una institución privada o estatal,
o en el propio domicilio del entrevistado.
En el primer caso la responsabilidad del entrevistador es mayor
ya que está respaldado únicamente por sí mismo y su prestigio; no im-
porta la escuela en la que se haya formado, su' marco de referencia,
las instituciones a que ~pertenezca o el grado de .interés vocacional que
lo asista; prácticamente toda la responsabilidad recae sobre él. En con-
606 secuencleet proceso de idealización y desplazamiento con que el cliente
La entrevista clínica

instrumentará sus comunicaciones estará prácticamente dirigido a - la


persona y la personalidad del entrevistador. Sea que el entrevistado lo
haya elegido por su propia recolección de 'referencia o simplemente que
haya sido enviado, o inclusive llevado por otros, la situación de campo
que se conforma significa que desde el comienzo todas las expectativas
están puestas sobre las acciones y la personalidad del entrevistador con
abstracción de cualquier otra circunstancia.
En la segunda situación el entrevistador se encuentra respaldado
por la institución, puede incluso verse que él es en sí mismo un individuo
anónimo. Quien concurre o es llevado a la entrevista, lo hace porque el
marco espacial que presta la institución yla resonancia del nombre de
la misma, S9n los depositarios de la 'expectatlva, proceso al que pode-
mos llamar transferencia. Me es difícil comprender que la situación de
transferencia sea distinta, ya que en el primer caso los fenómenos de-
terminarán un tipo particular de dinámica procesal de dicha transferen-.
cia, que se me ocurre denominar íntima, mientras que en el segundo
caso ésta se -hallará orientada hacia la institución. Esa situación de des-
plazamiento lleva al entrevistador a funelonar en calidad de objeto tran-
siclonal.
Por último, si la situación de campo se conforma en el domicilio
del entrevistado, gran parte de la comunicación verbal se vuelve secun-
daria; desde el momento en que se llama -a un técnico para entrevistar
a un cliente en su propio domicilio, en su ambiente, en la cercanía de
todos sus objetos habituales (lo cual significa que no se considera ade-
más la posibilidad de un traslado), esto. ya de por sí constituye la forma
y el contenido del mensaje obviamente explícito que deja en un segundo
plano a los aspectos verbales de. la comunicación. Se podría decir que .el
hecho de que la situación de campo se constituya en tal forma proporciona
elementos suficientes como para intentar un diagnóstico, lo cual es una
desventaja, puesto que significa la obligada construcción de un pre-
juicio en el propio entrevistador.
607
Edgardo Hj.iRolla

Sobre los períodos de una entrevista

'Según mi entender, una entrevista clínica es una situación de


campo o situación social, en la que intervienen dos personajes, el entre-
vistado y el entrevistador. Por lo tanto es una situación que significa la
constitución de un escenario, una dramática, un contenido y una finalidad.
Separaré estos elementos y los consideraré aisladamente, advir-
tiendo que el conjunto es una totalidad simbólica ya que implica un
proceso: y 'un desarrotlo. Hay una finalidad' establecida, puesto que un
sujeto solicita 'ayuda luego de haber depuesto lo que serían sus resis-
tencias' narcisistas; lo que llamamos vulgarmente "amor propio", ante la
necesidad de reconocer su sentimiento de impotencia para resolver por
sí' solo deterrnlnadcsproblemas. Esta situación de campo o social co-
mienza desde el instante en que el futuro entrevistado solicita ayuda,
sea telefónlcarnente, por carta o bien por interpósita persona. Esto cons-
tituye el prime-r movimiento de la dramática, que naturalmente' consta de
elementos verbalesy no verbales, y por ende de una forma y contenidos,
que 'deberán ser registrados' corno pertenecientes a la entrevista.
La aceptación del período de ayuda, que se concreta al otorgar
fecha; nora. y lugár para eldesarrcllo de 'la dramática, fija desde el co-
mienzo las ré'glas del juégó y ubica espacial y temporalmente al escenarlo
de 'laentrevlsta. Como me referiré' en adelante a entrevistas clínicas, de
diagnóstiCo, pronóstico' y sugerencias terapéuticas, no conslderaré es-
pecíficamente si lo que 'expreso se hace también extensivo a las entre-
vistas terapéuticas, Pórejemplo, al 'hablar de la puntualidad y de' su man-
tenimiento desde el prlriciplc del contrato, es decir no' modificar 'la hora
de 'la entrevista, puede decírseme que esto también rige para cualquier
otra' 'entrevista, incluidas las terapéuticas. Creo que es mucho más no-
table, la modiñcaclón de estos primeros detalles de la dramática en la
entrevista inicial o clínica que' en las entrevistas terapéuticas,' hasta el
punto de que si la entrevista clínica debe' ser postergada o modificada
608 por el entrevistador, la explicitación que se da al entrevistado debe ser
La entrevista' clínica

lo más amplia dentro de lo posible, medida que no rige :para las entre-
vistas terapéuticas, durante las cuales podemos analizar e interpretar las
consecuencias de un cambio.
Con esto 'no' quiero decir que así como hemos de anotar el grado
de puntualidad del' entrevistado, el entrevistador deba estar pendiente de
su llegada a tal extremo de ser exactamente' coincidente su aparición
con la del cliente. Una breve espera para la aparición del entrevistador
no implica, en mi experiencia, una particular perturbación 'en el cliente
sino que muchas veces puede' darle unos instantes: útiles para la recupe-
ración del sentimiento de identidad y' la disminución de la ansiedad
confusional.
Considero en primer lugar que una entrevista clínica consta de tres
períodos: al primero lo. denomino de -instrucciones, al segundo, procesal,
yal tercero, de conclusiones diagnósticas, pronósticas ysugerencias te~
rapéuticas,
El período de instrucciones comienza desde el momento en que se
da por aceptado un pedido de entrevista. Consideremos .ahora. que tene-
mos ya al entrevistado en el lugar que denorninamos's~la de espera.
Pienso que es importante que el propio '~ntrevisté\dor abra la puerta de
su gabinete, cualquiera sea el lugar donde se realice la entrevista, e in-
dique al que espera que puede pasar a lo que sería el lugar central, el
escen-ario donde se desarrollará todo el, proceso. Luego .de abierta I~
puerta, una indicación no verbal invitará al entrevistado a movilizarse
para, lntroduclrse.: en el gabinete, Una vez que éste ha transpuesto el
marco de la puerta, el entrevistador habrá de presentarse a sí .mismo se-
ñalando su nombre y profesión, al mismo tiempo que saluda según las cos-
tumbres culturales, con o sin estrechar la mano'. Sugiero que acompañe a
esta parte no verbal del -saludo.con el mínimo de .palabras. Por ejemplo;
una que tiene un mínimo de contenido es simplemente: "hola". Lostérrnl-
nos "buenos días", "buenas tardes", "cómo está usted"; "pase adelante" i
etcétera, contiene un cariz inductivo, igual que las sonrisas, los movimien- 609
Edgardo H. Rolla -

tos de cabeza u otros gestos por el estilo que puedan ser interpretados por
el entrevistado según el grado de su ansiedad confusional o de su ansie-
dad paranoide.
Ya traspuesta la puerta y hecha la presentación y el saludo, seguido
por el cierre de la puerta, nos encontramos con la indicación (con un
gel3to de la mano) del lugar donde habrá de sentarse el entrevistado, al
tiempo que el entrevistador se dirige a su propia ubicación. Esta primera
entrevista debe hacerse cara' a cara y con una mesa o escritorio de
por medio, que servirá de ubicación para los utensilios que se usan du-
rante el proceso, además de los utensilios necesarios para completar
una facilitación de la conservación de la identidad en el' entrevistado,
tales como ceniceros y encendedores de mesa. Otras posiciones, como
una silla frente a otra sin una mesa de por medio, o bien que el entre-
vistado se recueste en un diván, son demasiado incitantes y constituyen
a mi entender una inducción activa a que el cliente se coloque en una
situación de privación sensorial o de sobreestimulación sensorial. Esto
estimula innecesariamente el alerta o induce a una regresión o prlml-
tivación 'por la privación sensorial.
Ubicados ambos sujetos, actores objetivables de la dramática, el
entrevistador continuará el período de instrucciones produciendo gráfi-
camente la ubicación de la identidad del entrevistado. Es decir, tendrá
una tarjeta sobre la que irá anotando el nombre del entrevistado, su
edad, su domicilio, su teléfono, su estado civil, su profesión y a veces
su fecha de nacimiento. Esta conducta deberá llevarse a cabo aun cuando
se conozcan de antemano, por alguna otra razón, tales datos, y' si el
entrevistado dijera "usted ya conoce mi nombre", sugiero que impertur-
bablemente el entrevistador repita su' pregunta: "Dígame por favor todo
su nombre". Esto último obvia dar una 'familiaridad que no debe formar
parte de los contenidos de la entrevista. Por otra parte se pueden anotar
nombres de pila que quizá no seanconocidos hasta ese momento por
el entrevistador, y-que completen la identidad del actor que llamamos
61O entrevistado,
La entrevlsta clinica

La tarjeta se dejará a la vista del entrevistado, en tal forma que


quede ahí metafórica pero realmente" al alcance de la recuperación vi-
sual, un jalón de identificación y reidentificación del entrevistado. Esto
despejará cualquier duda acerca de las dificultades del mantenimiento;
alo largo del proceso. Se completa el período de instrucciones indicando
cuánto tiempo durará la entrevista, la forma en que el entrevistado habrá
de expresarse, en el sentido del lenguaje cotidiano, una alusión a la
regla de la libre asociación de ideas, y finalmente si se hará alguna otra
entrevista complementaria o de devolución, y si se cobrarán honorarios
y en tal caso cuánto. Como puede tenerse la duda acerca de si será
suficiente una entrevista o habrá de procurarse una segunda o tercera,
se explicitará que la iniciación de una nueva entrevista se comunicará
al final de la presente, y si ,la entrevista que se solicita será de devolución
o una nueva entrevista de información.
El lapso marcado en cuanto a la duración deberá ser rigurosamente
respetado y conviene incluso señalar al entrevistado la hora en que se
ha comenzado, para tener una noción de la hora en la cual se termi-
nará la reunión. De ninguna manera ésta ha de extenderse más allá de
ese momento, y si es necesario se citará al sujeto para una o más entre-
vis.tas ,de información; insisto en que en esto el entrevistador debe ser
ter.minante y en que nunca ha de prolongarse el tiempo prefijado en cada
una de las entrevistas.
, Luego de toda esta información nos ubicaremos para dar co-
mienzo al período procesal de la entrevista, con una inclinación de nues-
tra, silla de unos 45° respecto del escritorio, de tal manera que podamos
apoyarnos con un codo si lo necesitamos, cruzar la pierna, y facilitar de
cualquiera de estas formas la toma de notas que iremos haciendo a lo
largo del resto del proceso en nuestras hojas sostenidas por la tablilla
portapapeles. En este instante damos las últimas instrucciones al entre-
vistado, señalándole que puede comenzar a hablar de lo que se le vaya
ocurriendo, y que si necesitamos algún esclarecimiento o la ampliación
de alguna de sus íntorrnaclones le preguntaremos, O bien, si es necesario" 61.1
EdgardoH. Rolla

le .haremos algún comentario. Le advertimos que de lo contrario per-


maneceremos escuchando y tomaremos algunas notas a lo largo de la
exposición para servirnos de ellas como jalones de reconstrucción. Lo
invitamos finalmente a que comience la exposición de lo que él considera
su problemática, y procuramos: no mirarlo más que cuando lo creamos
necesario,' con la finalidad, como decía Freud, de no tener la fatiga del
mantenimiento del cara a cara, y, por otro lado, para disminuir en el
entrevistado' la 'tensión indagatoria que éste tendrá durante 'un lapso
ce la entrevista.
Esperamos algunos instantes y si el entrevistado, a pesar de haber
'"1 •• -.

reclbldo las instrucciones no comienza a hablar, podemos mirarlo y con


un ligero. gesto de aquiescencla pronunciar al mismo tiempo la palabra
"sí", que puede repetirse luego de algunos segundos. En g~neral esto
es suficiente
. y el resultado
~. ..,.
es espectacular
..
,
.
..
. Estamos , ahora en pleno período procesal de la entrevista. Com-
probaremos qué uno de los contenidos de la dramática del proceso, que
fue ;~asi predominante .desde el momento en que el entrevistado solicitó
ayuda, se. acentúa .. Aun. cuando el entrevistado conozca personalmente
al - entrevistador, por referencias C! por recomendaciones; desde los
comienzos desarrollará una serie de actitudes indagatorias tendientes
a reidentiticar a su entrevistador. Esta indagación·· se - refiere no sólo
a la esencia de la identidad de 8elt del mismo (que fue señalada cuando
en el. saludo el entrevistador se presentó con su nombre' y profesión),
sino ala actitud que éste tendrá. durante la entrevista, es decir las rno-
dalldades .que . empleará y" ;q, pesar de que el, entrevistado lo sepa, lo
que dicho .entrevistador-fratará de. investigar. En otras palabras,' la in-
dagacióntiende a reafirmar- en elentrevistado "quién· es"; el entrevistador,
"qué hará", :~'cómolo hará"¡,,"por qué lo' hará"; "cuándo lo hará". '
.: .. ; Esas 'maniobras de' indagación serán múltiples y tendrán que ser
cuidadosamente observadas y registradas, ya que forman parte de este
612 período delcornlenzo de -la entrevista, que denomino período de abordaje,
La .entrevista clílJ.ica

El período de 'abordaje abarca todo el período de jnstrucciones .y


el comienzo del período procesal, hasta. que. en determinado momento,
satisfechas las necesldades indagatorias por parte, del entrevistado,éste
entrará con mayores o menores rodeos a mostrar su problemática vital
y la vicisitud que le significó eldesencadenamiento de sus. puntos de ur-
gencia, así como también la organización predominante de personalidad
que lo caracteriza. Esclareceré luego el significado de estos términos •..
Cuando se ha superado el período de abordaje y. el' sujeto' entra
en su problemática vital, se producirá una modificación de los sistemas
comunlcatlvosen general,· y también .se modificará la afectivización del
vínculo y sus modalidades. Denominoa· esta etapa período .de mante-
nimiento.
En una entrevista con vicisitudes que no alejen el proceso de una
línea que podríamos denominar tipo, este mantenimiento se perturbará
únicamente en los instantes, en que el sujeto muestre lo que denomino
el o los puntos de urgencia, y las causas que dan lugar aese.emergente.
Entonces aparecerán señales que mencionaré enseguida. El. sujeto ex-
presa la desestructuración , de su' organización
.' . . de personalidad habitual,
. . .
con la cual hat?,íaabordado e~,mantenimiento, Y.se producen lo que de-
nominamos regresiones o, como prefiero denominarlas, prtmitivizaciones
en la conducta. Reaparecen aquí las maniobras del abordaje.
, ,Al aproximarse el final previsto de la entrevista, aun cuando no
se miren los relojes, el entrevistado dará señales de la percepción del
transcurso del tiempo. El período de mantenimiento cede lugar al pe-
ríodo final de la entrevista que denomino período de separación; con sus
señales correspondientes. ' "

Vicisitudes y elementos, del período procesal

A mi entender cuando se· dice que 'hayun predominio de ansie-


dades persecutorias, depresivas y aun confusionales, se está expresando
un juicio sobre la base de elementos .contratransferenciales o subjetivos. 613
Edgardo 'H. 'Rolla -

Pienso. que ese predominio' es difícilmerite objetlvable, Estas tres ansie-


dades, están siempre combinadas y las características de estas combl-
naciones pueden sintetizarse diciendo que se cornpaqinan de tal manera
que' en el período de abordaje o indagación den lugar a un tipo de con-
ducta en la cual predominan señales objetivables o clínicas de las rna-
hlobras indagatorias que el sujeto hace, más o menos primitivas o más
o menosorqanlzadas, De igual manera, esas tres ansiedades están mez-
cladas durante el mantenimiento, y también durante la separación. Donde
es netamente, objetivable la ansiedad confusional, es a mi entender en
la, presentación de los puntos de urgencia. He encontrado la posibilidad
de observar y retransmitir elementos clínicos que poseen, según mi
manera de ver, innegables correspondencias con el neto predominio de
la ansiedad confusional, la desestructuración de la organización habitual
del sujeto, el sentimiento de pérdida de la identidad de ',8élf, y' todos
los artificios de conducta que el sujeto emplea para la recuperación
de dicha identidad.
, ,De tal manera que refiriéndonos a uno de los puntos que ten-
dremos que observar para hacer el diagnóstico que denomino diagnós-
tico de ansiedades, la fase de instrucciones y los comienzos del pe-
ríodo procesal, tendrán corno características la presentación de la an-
siedad de abordaje. Si se quiere, PUeden tomarse como índice decom-
paraclón fas actitudes eorrespondlentes a la' curiosidad, la escoptofilia,
el exhlblclonlsmo, las señales neurovegetativas, que corresponderán a lo
que denomino ansiedad de abordaje.
, '
'
Durante el mantenimiento hay una suerte de equilibrio entre los
elementos verbales y no verbales de la comunicación, entre la forma
y el contenido de los mensajes y una determinada coherencia dentro
de la' asociación libre de ideas; que dan ala actitud o conducta del su':
jeto una característica particular que denomino, en cuanto al diagnós-
treo-de ansiedades, predomirí!o 'de la ansiedad de mantentrnlento. Si se
quiere' podemos admitir que hay un equlllbrio en que prevalece la an.•
614 siedad 'que' denominamos depresiva. Esta ansiedad de mantenimiento'
La entrevista clínica

será perturbada cuando, el contenido de los mensajes y el intercambio


de los mismos produzca una desorganización de la identidad de Self en
el entrevistado. Esto determina un emergente contusional y las señales clí-
nicas correspondientes. Por lo tanto; la ansiedad de mantenimiento se ve
pospuesta ante la emergencia de la ansiedad confusional, y luego ante la
reaparición de, la ansiedad de abordaje..
, , '

Al final de la entrevista, la ansiedad de separación tiene también


sus características en cuanto a las posibilidades de observaciones clí-
nicas. Considero que es muy difícil decir si hay un predominio de an-
siedad depresiva o paranoide, por cuanto una separación puede ser
aparentemente depresiva y subyacentemente poseer un predominio de la
ansiedad paranoide o de la ansiedad confuslonal. Luego señalaré tarn-:
bién los elementos clínicos que podríamos decir que corresponden a una
ansiedad de separación armónica, y algunas variables respecto de esta
ansiedad de separación.
De esta manera no habrá necesidad de aguzar el ingenio para
sostener' que háy un predominio de ansiedades paranoides o ansiedades'
depresivas; creo que esto es absolutamente imposible de determinar. Si
la ansiedad depresiva
'-
es tan intensa. como para que el sujeto esté produ-
.; '-

ciendo un instante melancólico, esa misma ansiedad depresiva, que posee


gran monto, se transforma en persecutoria, y el sujeto en el fondo está
vlviendo un instante paranoide. '
" Las características de la ansiedad de descubrimiento o ansiedad
de abordaje corresponden a todo lo que he dicho sobre las señales de
la conducta correspondientes a un incremento de la curiosidad, las
maniobras indagatorias, la exageración de la represión' y el incremento
de la ldentlticaclón .proyectiva y de la identiílcación mimética. Diríamos,
que 'lo .norrnal es que' un sujeto, se, muestre de, alguna manera tlmldo,;
torpe y con alguna señal exponente de la emergencia inminente de. una
situación confuslonal. Estóúltimo se puede detectar cuando un sujeto
incrementa desde, el comlenzo su indaqaclón a' través de preguntas di- 615
Edgardo H. Rolla .

rectas, o sea utillzando sistemas primitivos tales como los del niño desde
los primeros momentos en que puede utilizar su lenguaje verbal.
La torpeza de la coordinación motora estriada (lo que. llamamos
movimientos de las 'musculaturas voluntarias) debe ser compensada por
el incremento de la, coordinación motora lisa y glandular, es decir que
en el sujeto aparecen señales neurovegetativas tales como estremecí-
mientos, empalidecimiento, sudores.. tartamudeos, temblores de la voz,
de Ias manos, ruidos intestinales, disnea o la necesidad de conductas de
actinq out, como pedir -clqarrillos, fuego, .permiso para quitarse el saco
u otras actitudes similares.
. .

Podemos calificar como natural (prefiero utilizar esta palabra en


vez de la palabra normal) ala ansiedad de abordaje que se presenta
como lo estoy señalando. Lo no ,natural sería que el sujeto .no la presen-
tara y que e'1 vez de esta ansiedad de abordaje el individuo se nos
muestre ubicado con desparpajo desde los comienzos en el período de
mantenimiento, comenzando a contarnos mªs o menos maníaca o psico-
páticarnente ,10 que ha traído 'preparado cO,mo presentación de .frcntlspl-
cio acerca de su problemática vital. De igual manera, el individuo .puede
no presentar las reacciones del abordaje, su timidez 'natural, ni tampoco
el desparpajo ·p~icopático. Podríamos verlo permanecer en su actitud
de abordaje tratando de' "adlvlnar'tqué deseamos' que :él diga 'y de adop-
tar actitudes de espejo; miméticas: En tal caso diremos que su actitud
corresponde en general a la de lo que denommamos ' bordérllne. Una
actitud 'de abordaje 'muy reticente yque da lugar a la entrada del man-
tenimiento' configuras 'y mensajes de tanteo, y con. unaiconseivación
subllmlnar deIa lndaqaclón.ies decir del abordaje, corresponde 'en general
auna personalidad' fóbica;todo ,16 contrario de. lo que ocurre en un
sujetocon. aparente desparpajo pero eh el cual notemos .la futilidad y lo,
puerílde sus actitudes seductoras que corresponden a una personalidad
histérica;':'-" .:, ' -Ó;

En' el 'caso de que' el individuo desde los comienzos se muestre


616, indiferente a las instrucciones' que 'le' impartimos, y luego cuando se le
La éntrevista :clínica

señala; su turno "para exponer su problemática vital" comienza a emitir


frases en' las cuales lo sustancial es expresar su desesperanza y. .Ia seo;
guridad de que nada se obtendrá de esa nueva tentativa y 'que es .casl
ponernos en un riesgo inútil intentar ayudarlo, habría .cornenzado su
entrevista
..' - ~ con una ansiedad-. de
" -. separación.
.' - -. Habría entrado desde .el .co-
. . ,

mienzo en el período de separación, casi forzándonos a aceptarla, .y po-


dríamos anticipar, que nos encontramos frente auna organización ci-
clotímica de personalidad durante la fase de internalización .de suscom-
ponentes paranoldes, es decir en ,la fase .de desaliento aparentemente
depresivo, pero que en el fondo es una depresión, pslcótlca, es decir,
una extraordinaria dlñcultad para el mantenimiento de la propia identidad
de su personalidad (de SeU) *.
Una secuencia natural será entonces ansiedad deabordaje-an-
siedad de mantenimiento-ansiedad de separación. A mi entender esto
es lo valedero, además del .señalamlento de la confusión en los .puntos
de urgencia. Es muy poco operativo hablar de ansledadespersecutorlas
y depresivas. Por lo tanto, no solamente es importante la secuencia, en
el sentido de lo riatural que seMalo, sino también las '~Iteraciones ~'de esa
naturalidad de secuencia, y la forma en que se entremezclan durante el
proceso total de la entrevista.

Punto de urgencia

Un individuo tiene sus rasgos caracterolóqlcos que le dan: como


sello un tipo particular de organización de personalidad, que podemos
rotular con las denominaciones clásicas deparanolde, hlstértca,' fóbica,
obsesiva, restitutlva, mimética, lnccutatíva '0 'psicopática. ' .
Esa' modali.dad habitual de conducta, lo caracterolóqtco del 'sujeto;
se detecta por la predominante de sus . actitudes; pero" eso no significa
que el sujeto sea definidarnenta talo: cual tipo de personalidad; ,salVo
en lo que se refiere a. . la oqj~nlzación
. . restitütiva,o~ seaa .i6:que'éHni,;.
.::"..; _. . ,

• f ", : '" ,>_ •••. t ••....

• Para una ampliación del tema. consultar mi libro Elementos ~e, pslcologie., y :"sl??J1a.tof,ogi.a,,'p•.tee- 617
analitica.
Edgardo H. Rolla

camente denominamos esquizofrenia. Esto también es detectable, con un


poco más de esfuerzo, en lo que se refiere a la organización borderline
y a la organización psicopática de personalidad.
De todas maneras un individuo hace su presentación fenoménica
con un tipo definido de conducta que nos permite calificarlo como un ca-
rácter de determinado tipo, pero nada más que calificarlo: es la presenta-
ción fenoménica del individuo correspondiente a' determinado tipo básico
de caracterología que nosotros conocemos. Pero esto no significa que sea
la caracterología básica de ese individuo. Este nos presentará a lo largo
de la entrevista las variables' que imprimirá a ese tipo de presentación fe-
noménica de personalidad, para adecuarse a Ias vicisitudes de la situación
de campo. Asimismo nos mostrará naturalmente las dificultades que tiene
para salir de la fijeza caracterológica de una conducta en ~stereotipo y
para readecuarse con una nueva modalidad de conducta, o sea con una
nueva presentación de organización de personalidad, a las vicisitudes de
la situación de campo.
En especial durante el período de mantenimiento observamos que
el sujeto comienza la exposición de su problema vital con las rnodali-
dades habituales de su personalidad, es decir con la muestra elocuente
de sus' rasgos caracterolóqicos. A medida que se desarrolla la exposi-
ción de los elementos informativos (sean de carácter histórico, presentes,
traumáticos o no, y/o referentes a sus ambiciones, es decir, dirigidos hacia
el futuro), el individuo, en el intercambio con el interlocutor que es su
entrevistadór, irá dando las señales de su fijeza en un estereotipo ca-
racterológico. Llegará un' momento en que, por la intervención del en-
trevistador o porque el estereotipo' no le presta una adecuación para
proseguir la exposición de sus mensajes, comenzarán a emerger en el
entrevistado las señales del, 'predominio de la ansiedad confusional, que
corresponde a lo que para él significa el sentimiento de la pérdida de
su. identidad de p~rsonalidad o 'de.Se,lf, y la. necesidad de readecuarse -
en. su modalidad de conducta, so pena de sentir incrementada la con-
618' fusión y por' ende el sentimiento de pérdida 'de su identidad, de Self.
La entrevista' clínica

Observaremos que en esas circunstancias el .entrevlstado echa fre-


cuentes miradas a .la tarjeta, donde Jiemos anotado sus datos y que
está al alcance 'sencillo de su mirada.. 8eaparecen en él elementos co-
rrespondlentes a la ansiedad de abordaje, sistemas indagatorios que
habían sldo empleados en los comienzos, o que ahora se presentan
corno novedosos en lo que hace a la, gran primitivización de los formatos
y contenidos de los mensajes' que el sujeto expresa.
Pero lo que más .Impcrta como elemento clínico por detectar y
en qonsecuencia por registrar para elaborar luego las conclusiones, son
las señales clínicas que corresponden a la emergencia de la ansiedad
confusional que corresponden a una situación confusional profunda del
sujeto. Me refiero a sus expresiones y señales hipocondríacas.
Quizás no son tantas las expresiones hipocondríacas en un nivel
verbal de los mensajes, aunque el sujeto puede efectuar en esos ins-
tantes, en forma casi inopinada, relatos acerca de' sus sufrimientos hepá-
ticos, reumáticos, de cefaleas, crisis de pavor nocturno o bien relatos
que corresponden a episodios de extrañamiento o, de 'despersonalización.
Son las señales directamente objetivables de la ansiedad con-
, '

fusional las que nos aseguran que el sujeto está mostrándonos su punto
de urgencia en relación con el contenido y la forma de los mensajes
precedentes, y con las dificultades' que 'se suscitan en el diálogo de' in-
tercambio con ,el entrevistador. Las señales de ansiedad confusional, de
la situación hipocondríaca, están referidas netamente a las dificultades
que presenta el sujeto para el mantentrnlento de una coordinación motora
adecuada (señales no verbales en la comunicación, o bien torpezas o
lapsus en sus movimientos). A la par de esa evidente dificultad en la
coordinación motora estriada, aparecen las señales del incremento de, la
coordlnación motora 'lisa y 'glandular. Entonces el sujeto presenta dis-
nea, movimientos inopinados en su silla (como el de atornillarse en la
misma); traspiración de las manos 'y la cara,' erección de los pelos, ern-
palidecimiento, sonrojos,' mirada lejana "cómo 'perdida", la necesidad de
desabotonarse el saco, aflojarse el cinturón, arreglarse el cuello de la '619
Edgardo H.' Rolla

camisa, .que. aprieta, .sacarse .Ios .zapatos, o' bien .encender ,.cigarrillos ,y
echar grandes- bocanadas' de' humo (con la clara finalidad de -dlsmlnuir
la.oxlqenaclón dada por. la· hipernea correspondlents al-incremento de -la
ansiedad contusional, .que- de, Jo, contrario produclna una alcalosis -ypor
ende reacciones impulsivas dé ,tipo epileptoideo 'también calambres. Hay
algunas otras, señales neuroveqetativas, cornoruidos 'gastrointestinales,' ex-
pulsión de gases, eructos, lagrimeos, necesidad brusca de ir a orinar. Pue-
delleqarse inclusivea lo que en: neurologíad,enominamos la crisis de epi-
lepsla- autonómica, o sea la crlsls. de despersonalización' que se hace
evidente y ,que puede terminar en-una crisis; eatapléxlca.
, 'He"enumerado'unagradaclón creciente en· la' severidaddeta des-
la
organización; por lo' 'tanto' en:' severidad de:' la ansiedad confusional,
y 'correlativamente' en' la severidad de la reacción hipocondríaca; Psico-
'analíticamente' se interpreta la hlpocondrfacomo 'la: ubicación 'de' unavin-
culaclónobjetal con' referencia 'a algún lugar dercuerpó ycon un objeto
de características' persecutorias: Es decir; el, entrevistador se ha hecho
'de pronto' uh obletcaltarnente persecútorio porqué es considerado 'como
la causa de la desorganización y la htpocondrta.ras! como' delextraña-
miento; : la despersonalización: Todas las señales neuroveqetativas' y' la
'dismiriuciót, de la coordinación' motora estriada estarían sirviendo al
'intehto 'de' bloquear la irHi'oye'cci6n y sústent~ftláfantasía' ,de que el objeto
:entrevistador' no existe o por lo ~enos h,a sido úlSi,badoy "cóntr9I~do en
'Un' lugar .espaclal que es "Cancha' Cono_~¡da"'para ~el entrevlstedo, como
'!,Ó 'es 'su: cuerpo.. '" " :1~' , ' ,
, ' ;' '?cir1.,supuesto que habremos reqistrado culdadcsamente ccuáfee
,l)OIJ,lovsantecedentes ),nIl)El;9.iatoscon, respecto, ala forma y elcontenido
-el,e,'19S;,JJ)fgl1~ajel?':_quEl
desembocaron :~n esa pérdida: de identidad de
,$elf,: es de,cír :!3LemergeDte,c:onfus;,ioDª1.SugiElro,que en, esos momentos
.convlene abstenerse .por. un buen ',:Iapso: da prestar.' alguna .ayuda al
.entrevlstado con la;finalidad ,de.hacer,:meSuráble -Iaduraclón .delpertodo
620 .de,:desOl"ga.nización. .~, ' " .;:
Laentrevlsta 'clínica

. Diré' aquí. que' a partir' de la 'duración y 'la frecuencia de, esos


lapsos de desorqanlzaclón estableceremos la labilidad' de' la estruc-
turación: del Selt de,1sujeto, la fragilidad de sus vinculaciones 'obletales '
intrapersonales y la: debilidad de sus técnicas de mantenimiento de las
vinculaciones con. los objetos. Jnterpersonales, es decir todo eso a lo
que' habitualmente llamamos Yo débil, Yo' inmaduro, Yo frágil o bien otras
calidades de Yo:,,' '
, 'Por' lb tanto" el punto' de urgencia corresponde' 'al 'emergente
confusional y todo :10'que le atañe segUn','lo he descripto. El punto' de
'urgencia está en relación con Ta-adherencla que: unsujéto tenga a raíz
de las fallas' de su
aprendizaje ¡ evolutivo '(en' especiál del aprendizaje
:del 'ejercicio :de',la función' "proyectlva;y por- ende ::de' la-capacidad de
construlr 'sus mensajes, o'~sea"de';pode( conformar su tunclón de .creatl-
vidad). "A medldaique la adheféríéia·:c'rece~losester'eotip6s, la -fijeza
,de' 'la 'conducta,' y.'las dlficultades consecuentes' de atecflvlzar "adecua- ,
darnente Iasvfncúíaclones 'lé-'llev~1Í 'aun permanente 'trabaJo de 'dlso-
'elación, aislamiento; anulación 'y ~a(h1'<~reinentode Ja identificación 'pro-
y'ecti(ia, 'todo' el/apara reforzar i~'funCióñ" de ta represtón, que, tampoco
se desarrolla' aloIarqo aei aprendlza]» evoíutivo:' .," , ,
, .' r·'·'·' ." . •... - .-. .' ~.... .'.' .•...._ . '. -, . :..i .. ., . . .. .. .. '.
. 'Es
posible decir que todo ésto se debe a las situacionestrau-
máticas del pasado;<'alas' r~l~cio'né~' écin I~S objetos prlmarlos, ..atas
:dificúl'tacfes cíe la' el;~iboraci6~ de '1:a-'s¡1ü~ciÓntr'iangular;
.' .• ,.'.;. '• .' _' , .•• ..1
óúasexplici-
,,:.-. .l. . - ", -'.' .•••
, 1 l'. " .
y
taciones que se dan al respecto. Todo ésto me parece cierto y. correcto,
rpero' álos:fines"de-'ógr'ar uná'co'mpósiciÓn 'operativa ccmoresúltado de
• •• -' .' -. • ~ ~ - ,-,\ -. '. • ." ~. : ••.•• -. .' - <' _ ¡l'." '- ' ,. .- "

una entrevista, todas ésas' posibilidades 'habrán de investlqarse poste-


riormente .a lo largo de un tratamlerito. : respecto -a la entrevista Con
·'inicial sería'contraproducente poriernos:a-especularéohcualqúlera de esas
·posibilidades ..·En: cambio" lo ,conclso y 'pragmático' es', coñsldétar que
-hay 'uná falla 'del iaprendlzaje evolutivo;' reterldo én' 'especial 'al 'apr'an-
e dlzeje.j'de la -funclón .proyectivay 'sus' 'derivados' y al aprendizaje de'!a
·función de la represión. Por 'lo tanto,' si' él sujeto está, operando en una
.rsituación decampo 'en. la cual tas.víclsttudes son múltiples y no puede 621
Edgardo H. Rolla

mantenerse .en la vinculación interpersonal, ni encuentra sustento en un


retiro hacia sus vinculaciones intrapersonales, lo' apragmático de su
estereotipo lo sumirá pronto en un sentimiento de pérdida de su iden-
tidad personal o de Self, y por ende emergerá la situación confusiona/.
Fuera de una entrevista clínica un sujeto puede proceder de diversas
maneras, por ejemplo huir si es un fóbico, ponerse viscoso' si es obse-
sivo, volverse impulsivo si es un borderline, o sencillamente alucinar
y utilizar su delirio si es una personalidad restitutiva. Todos conocemos
que la modalidad de vinculación de un esquizofrénico corresponde a la
de una rápida . y técll conexión -interpersonal con una claudicación casi
inmediata de la misma, es decir con una ruptura del vínculo casi en-
seguida de haberlo establecido con tanta facilidad. También son notorias
Ia seria dificultad en la coordinación motora que presenta y la facilidad
con que aparecen -en él las señales hipocondríacas neurovegetativas.
,En, la. entrevista el sujeto- también puede delirar,' producir aluci-
.naclones, huir de la misma, tener una' respuesta catapléxica, etcétera,
pero todo, estoserán datos registrables .aIos fines de construir nuestros
diagnósticos, nuestro pronóstico-y las indicaciones terapéuticas. Ouizás
sea obvio decir que durante la entrevista clínica está "prohibido" cual-
quiertipo de interpretación o señalamiento que signifique perturbar la
evolución de un emergente de. punto de urgencia. Si modificamos la
evolución natural porque no pudimos evitar interpretar o "ayudar" al
entrevistado. lo mejor es que demos por terminada la entrevista y la
retomemos varios días después o enviemos a nuestro entrevistado a otro
entrevistador que no sea .tansusceptible de contaminarse con la an-
siedad confuslonal del entrevistado.
El punto de urgencia corresponde, pues, a esas dificultades, y
además a la necesidad de, reorganizarse en un- nuevo tipo de conducta.
Es déciX que si el sujeto estaba operando como una personalidad his~
térica,,~éll?r:á:de_reorganizarse, por-elernpto, en un tipo de conducta de
persQ.naJiqél~ ..obsesiva, de personalidad fóbica, de personalidad para-
622 r
,,(loid_ .o: d!3'.cualqulerotra que no . sea naturalmente de tipo vrestltutlvo,
La entrevista clínica o

para poder prosequlr el mantenimiento de la vinculación interpersonal y


desempeñarse adecuadamente en la situación de campo. Este desem-
peño al que llamamos también comportamiento, maduro, significa la
posibilidad de seguir usando la función proyectiva para la creación de
elementos comunlcables Y modificadores en la situación de campo, la
posibilidad de predecir con cierto buen cálculo de probabilidades las
vicisitudes posteriores que: ocurrirán en la situación de campo, y la
posibilidad de tolerar que las modificaciones' que el sujeto imprima en
la situación de campo repercutan sobre él mismo y por lo tanto la po-
sibilidad 'de percibir y readecuarsea tos propios cambios -que Ose vayan
operando en su individualidad.
Una personalidad madura (o como yo- prefiero denominarla, una or-
ganización de personalidad 'que 'funcione en 'un nivel de inteqraclón ccqnl-
tivo-conceptual *) es ola que otiene breves lapsos de emergentes cóntu-
slonales y de escasa frecuencia durante el desarrollo de una entrevista
o una situación- de campo cualquiera. ' ,
El individuo puede mutar desde una organización habitual cual-
quiera a cualquier otra que le osignifique esa adecuación que menciono
para el logro del mantenimiento de los vínculos tanto inter ocomo intra-
personales' y' para obtener la posibilidad de crear mensajes o acciones
°

que signifiquen cambios dentro de toda la situaciónde campo.


Por lo tanto, la"'enfermedad'; oOserá la' resultante de las fallas
del aprendizaje y de la adherencia a estereotlpos que signifiquen para
un sujeto la frecuente emergencia y la- apreciable curación de situacio-
nes confusionales. En un tratamiento de larga duración se podrán esta-
blecer las relaciones que tiene esa falla de aprendizaje ocon las vicisitu-
des del proceso evolutivo, de lo histórico y del desarrollo y de la po-
sibilidad (o no) del logro de las ambiciones. Tratar de establecer esto
en una entrevista cllnica es sencillamente no comprender para qué la
hacemos. o
'.' :.~..
, .: ,.~t:!~.~<~·.
* Sugiero al lector interesado en el tema que consulte mi libro Elementos de psicología y pSicopatología
623
psicoanalítíca. oo o oo 0- o o o - - ooo, ¡; , :::' .:..
Presentación. fenoménica ,y organización básica de personalidad

,; .' .Señaléanteriormente 'que desde que ocurre el período inicial de


'Iá entrevista comienzan a surgir señales . suficientes para que vayamos
compaginando una hipótesis acerca de la presentación fenoménica de
conducta .'con 'que un lridívlduo nos aborda. El equilibrio de las actitu-
des; los gestos, las' palabras, las modificaciones semánticas, las varia:'
clones: de 'la 'sintaxis, 'ta utilizaclón .informativa o no de los' complemen-
tos gramaticales,' Incluyendo posteriormente la actitud corporal y la
vestimenta' 'del individuo, 'la -puntualidad o lmpuntualldad, etcétera, 'son
los elementos que habremos de registrar y anotar para Intentar 'Ia corn-
paginación :de esa hipótesis: Insisto en dos cosas: que es la calidad
y 'la secuencia de' las señales lo que ha de tenerse en cuenta y no
.la detección ola' especulación acerca de los contenidos; y que vamos
a compaginar sólo . una hipótesis de la presentación fenoménica que
el sujeto asume durante el abordaje, y que como tal ,habremos de' modi-
tlcarla.durante.las.tases de instrucciones directas para que- luego en com-
.paraclón con el-resto. de sus actitudes y conductas en el proceso total
.de·laentrev.ista; concluyamos. ratificando o rectificando esa suposición
inicial y Ueguem<;>sal diagnóstico -de presentación-fenoménica.
Un, sujeto puede' impresionarnos hasta cierto momento del pe-
ríodo de lnstrucclones como evidentement.efóbico, histérico demostra-
.tlvo. ecomo. un individuo. que, presenta evidentes señales deIdeallzaclón
y negación, maníacas. pero apoco' de impartidas' las instrucciones; 'luego
de entradu-en el período- procesal de la entrevista, vemos' que deter-
.mfnadaa-señaíes- tendrán que ser apreciadas ,de una manera .distinta;
.de acuerdo con la -cernpaqlnaeión 'd~ la secuencia .. '
" '-., '. la' orqanización-vde personalidad .con que' el sujeto 'efectúa. el
aoerdajetndaqátotto, tat cornolo hemos descripto", no es necesarlamente
su organización básica de personalidad, sino que puede ser ,'sólo 'una '
organización de acciones, es decir una organización de conductas que
~62~satisfacen:su' curiosidad de indagación.
La . entrevista' clínica

Por otra parte, puede ser' qué' el individuo adopte diversas 'mo-
dalidades demostrativas, evitativas, paranoides, de i detalles, para efec-
tuar: la lndaqaclón, sin, que estó le haya 'significado. un mayor deterioro
de su sentimiento" de identidad de- 'Self.. en la medida, en que', están
administradas teleológicamente, .esdecir .con.una finalidad única, .la. de
satisfacer dicha interacción. ':'
::" , ,:En el transcurso de todo el proceso de"la entrevista habremos dé
deducir cuáles son los, rasgos predominantes' que' pueden -Ilevar a' de-
terminar la: caracterología del sujeto, es-declr, lo que', denomino orqa-:
nlzación básica' dé 'personalidad. Puede ,ser 'que' constltuya no una es~
tructuración susceptible de, modlticarse-de 'acuerdo con-las' necesidades
de la sltuaclóndecarnpo, slno una' estructuración con' tendencia: a estruc-
turarse, es decir,' a,la 'rigidez del estereotlpo--Esto constituye una carac-
te ropatía, De todasmaneras, con lasuma algebraica de tos rasqos predo-
minantes podemoadetermtnar icuáles ,constituyen la armonía funclonal
del sujeto en su cotidianidad, y esto nos dará la determinación de esa
-orqanizaclón básica.' ..' '1;1,;,"'1,",'.' ',' , ' ..

He tomado "corno crctutaciones para calificar: las' organizaciones


básicas de personalidad, 'los términos que' corresponden a una eritidad
nósoqráfica en el antlquotuso de la 'nomenclatura. Av mi entender,' una
organización demostrativa ó .histérlca. puece-functonar-enun nivél rprl-
-rnttlvo,' tal 'corno -el dela ,perSOnalidad,esquizolde (preñerodenornfriar ni~
"vel +deattvo de organización a, este .nlvel,: dadala disociación afectiva que
esté tipo' dé:'sujetos:ph~senta), puede'rfunclonar 'en cun nivel predomí-
.-riantemente afectivo CIe.lnteqracléri, obieri puedecohstituirse con 'los ras-
gos' caracterolóqlcosde la -personalidad que denomlriamos madura (como
ya lodije,'en mt.nomenctatura prefiero hablar de unfunclonarnlento
'en' el: nivel -ccqnftlvo. .conceptual ~de' integración). De esta manera, ser
.h lstérico rnc ':signHica .algo' peyorativo, ',o bien: 'necesariamente ..una enti-
-dadcllnlca, 'sino' uncarácter. Por lo tanto; 'es' psicopatolóqlco. solamente
en los casos en -que. la' rigidez de 'funcionamiento, res decir .la adherencla '625
Edgardo H. Rolla

a un funcionar en' estereotipo, convierte a esos rasgos caracterolóqícos


en una caracteropatía.
Así es que denomino organización restitutiva a lo que conoce-
mos como entidad clínica esquizofrenia; organización cicloide a lo que
ubicamos. nosoqrátlcarnente como ciclotimia o aun neurosis o psicosis
ciclotímica maníaco depresiva; organización inoculativa a lo que se
conoce como organización psicopática de personalidad; organización
mimétlca a lo considerado como borderline y otras personalidades narcl-
. sistas; organización demostrativa a la que se concibe como funcionar
histérico; orqanlzaclón imitativa, al funcionar fóbico; organización de
detalle, al funcionar obsesivo; organización de detalle adhesiva, al fun-
cionar compulsivo obsesivo; organización de detalle predominantemente
proyectiva, al funcionar obsesivo-paranoide: organización sublimatoria, a lo
que denominamos sujeto normal, o sea el funcionar de una combinación
de todas esas organizaciones, salvo la restitutiva, en un nivel cognitivo
conceptual.
La determinación de la presentación fenoménica y dé la organi-
zación básica de. la personalidad sólo puede lograrse luego de haber
finalizado la entrevista. Entonces nos tomamos el tiempo suficiente para
sentarnos frente a un grabador y dictar, guiándonos por los jalones anota-
.dos, la' reconstrucción de toda la entrevista. Luego que tenemos la trans-
cripción escrita de la grabación, la repasamos varias veces hasta com-
penetrarnos totalmente con su contenido en comunión con nuestros re-
cuerdos. Entonces podemos empezar a establecer el diagnóstico de
presentación fenoménica, el .diagnóstico de organización. de personall-
dad, la secuencia de. las ansiedades, la duración y la frecuencia de los
puntos. de urgencia, la relación eón el material en. que emergen, y de-
terminar también el equilibrio de los sistemas comunicativos. en lo que
.se refiere a la relación verbal no-verbal, a lautilización de una semán-
.tlca., consensual y de una sintaxis que mantenga. la ide.nJidad por su-
626 leto.: verbo, predicados y .ccmptementos (Y.n,o únicamente, por uno de
La entrevista clínica

estos elementos), así como a los nexos que hay entre forma y contenido
de los mensajes comunicativos.

Ejemplo clínico

A continuación voy a dar una muestra de una entrevista. Suele


decirse que es operativo exponer primero el material clínico y desde
allí hacer las inferencias teóricas, los fundamentos de las teortzaclones
y 'las -concluslones. En este caso tal metodología expositiva no puede
ser eficaz y por ello el ejemplo clínico va en la parte final de este
trabajo .
. Tomo 'la entrevista efectuada hace varios años en un servicio asls-
tencial 'de una institución. Con esto y con la desfiguración de las ca:'
racterístlcas de las personas y de los sucesos, queda prácticamente
irreconocible el protagonista de esta presentación. Trataré naturalmente
de conservar los elementos sustanciales de las secuencias que permi-
ten fundamentar la, teorización que antecede.
La entrevista ha sido solicitada por la interesada a través de
una secretaria de la Institución, quien registró los primeros datos de
identidad para luego comunicarle lugar y hora de la cita.
El día y la hora convenidos, llega a mi gabinete cinco minutos
antes de que terminara lo que habría sido el lapso de su entrevista y "se
sorprende" al consultar la hora que marca su reloj" posiblemente por la
diferencia con la fijada para el comienzo de su entrevista. Previamente
había llamado por teléfono desde la calle diciendo que había extravia-
do el número del edificio al cual tenía que concurrir y no podía Iocall-
'zarlo. Cuando abro la puerta de mi gabinete se adelanta resueltamente,
pero hay en su rostro un gesto de desesperación. La saludo de acuerdo
con la manera que he descripto, le indico su ubicación, se sienta in-
quieta, me mira fijamente y yo comienzo a tomar sus datos. Al pregun-
tar por su nombre completo, me contesta que ya lo ha. dado a la secreta-
ria de la Institución. Insisto en que haga el favor de darme su nombre .627
completo. y' entonces-ro 'hace,:;;Continúo::"préguntáñdolela 'edad, el do-
micilio, el teléfono y vuelve a Inslstlrme. 'éíí;;qüe" todos esos datos los
había entregado, Ante la insistencia de mi pregunta,' completa los datos,
incluyendo luego su estado civil y su ocupación habltual.. Acto sequldo
le digo que su hora era para las 19 y que la entrevista debía durar 50 mi-
nutos, P?r;I.0"c4al ,~~ta;mois,.en"el final de, la misma .. En virtud ,de esto
.Ie señalo .queIe concedería una; ,nueva,.cita, ..ya que sus razones pueden
~er,~tendibles ...En : realidad" más que Tas razones mismas del extravío
del número ,y de .su proplo-extravlo- en Ja ,calle, me movió a-concederte
la..entrevista 'p¡;¡ra el día siguiente +a .desespetactón de su! gesto, :ya que
estaba sentada prácticamente en la punta de la silla, su tapado colgaba
a-foa-ccstados-desus- piemasv-tenfa 'las manos crispadas, el cabello un
tanto desordenadoy.rne miraba con 'Ios'ojbs"muyabie'rtos .yfija'm'ente'.
Me manifestó su asombro deuue ' hubleraquerespetar tanto tapuntua-
tídad, 'y~yó' sencillarrienterne revanté.ite itídlqué 'la salida y le' di 'la 'manó
corno despeaidl:F'" r" '~'-i-"f:" :,·,'r'.'-' "~I C"(" '1' .. '

.-.~
A la:segunda citación;:con'6úrre'muy'p'Jñf¡úil: Luego'dé tódos lo~
.• ~.-'.- "'-"'. '.r'.~'r· ··r· .... : :, ",' "'--';,
.',1 •.• r'
mo-
vlmlentos preliminares y antes de que le indique' con mi mano el lugar.
"Ó'Ó "-'( .,'

~'l:··, ". " - ~.__ .'"r - ;,;-':"'-; ,.-: :-!)í. ~.,~


; .•..
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¡"~f' ...
~.. .
donde tendría que .ub\carse;, que era naturalmente el mrsmo de la v~~
: " - ,..' '-;' l' "'~ •..•
,. .' . ',. ~.':' ,~ l" '~ •• ' _. ,- .:' .

.
anterior, ella 'me mira sonriente.' Está adecuadamente atavlada.: con ele-
', ••.•..••. - •.• , ,.., l." " .• 1"'0, .:',:-)' -' ••• - -'''_'1 _... . '1','

'gan9.ia" Y, él 'p~,sa~de,'q~~ su~ ~J~~tos.aparentan ~ser suéjtos y éte que sus


jnovímtentos parecen y~~I~~ado} ~'~iobr~,I~. ,~ase'de, ~n ,c.,ónocimiento de
,lugar, se nota su_qnsteqa,d..porque está pálida, le tiemblan un poco las
-,:n?n~,S~~¡Emtras~s~: saca.e] tapado, siempr,e.aparentandoun ,grar,aplomo,
Jo "d9b,I¡;¡.')C;uidad~sament~,Jo_. ~olocé:!,~so9.r.e .el ,r~sp,aldo.'d~:, una. silla, lo
.ba!l:l'lce;a,pomo, para- que.no. vaya ,a caerse, se .arreqla la cab~IJera?ry se
f~i,enta,rmuy'~~s~':1yuelta,ó;.'rv!El.pregunta si, vov-«. volver a-tomarle ·Ios: datos
.mlentras- rpira,r-;Ia;..tarjeta .que está colocada- sobre el'!3scritorl<;>, donde r

.estár» -inscriptos-su .nornbre: y demás elementos, 'de ldentttlcaclón. '-'


.';:~':Y -Se' trata 'de,"'M.~Cf·R;:de 31,.años-deetíadr domiclliadaven 'tal-Iü-
'628.gar;:con ¡taleteléfono, soltera; de-protestón. maestra de iescuelá. - ¡ r'. ' ':
La entrevlstacünlca

, ' No: contesto .a.eu pregunta sino que sencillamente, comienzo a


darle instrucciones expresándole que vamos, a: estar..reunldos 50 mlnu-
tos,que si es necesaria unanueva entrevistase lo comunicaré al final,
'q'ue'no' habrá
• l.' '
hono~a~ios • : '..
ca~g~:'d~'.
p~~qe e~pre¿a,rse' llbrernente .' . .J .• \, .' ", .' •
y ,q~e
.• • ~ , , • ,.. . •. , • .' • l .•

en su lenquaje habitual, tal como s~ le'-# vayan . .• 1"


ocurriendo
• •.• . ~-. .
las .cosas. I ••.. I ."- _., "." •

Se ha ido serenando a medida que completo' las instrucciones y


-. '. • •• ' ..1 •••• '.' -.J 1.1 ' ..J •..,. l.,. ,. ."1 •

está' '~ás so~rierite.'Hacr~iad~ las' piernas 'mientras' se e~ha hacia


atrás en la :silla; 'saca'úrí:: clqártülo ''y comienza a' fum~i:pausadam~nte .
.l. .: -..J "~' : •. ,. ....J :.••.. : .' '~! .. ' .. ~ ' J ~· •••• l) J ¡ 'f ". : p_,' '.'

Mientras tanto me observa atentamente, así como ami mesa de
~ . '.. ' - J ._ .. ~.' _, .,:. - _ •.••• , .• ' ~~ ' . .' • '.", ¡ '~ '. ',. : ••.• , •• .: , '. ",'

trabajo, los muebles que estári a su alcance, los libros, el alfombrado


del piso; la ventana 'y lo cjue se 've' a través de la ventana 'ubicada "a mis
espaldas, :'Luego'~corn ienza "a h'ab'!"ar:pausadamente, Sli'~oi" suena" bien
tlmbrada pero e~' 'evrdente 'qu"e: aún 'rió" ,ha'c'oncluTdo" su . pérlodó' ' de
inda'gabón y, que ·iásvfrases son tormuladas cuidad8samehte,'~·C'onpala:.
bras preclsas'ycon buenaslntaxls. En''realidad su voz es'agradab'le.
,!, . - '. '.' " '.. . . '., '\ ..• ,. ,
Me dice que dada" mi actitud y 'la forma enqüe 'le 'hé' indicado
'1 ,',

todo lo que vamos 'a hacer suponer que' tiehe que lntorrnarme de' algo.
Echa algunas bocanadas 'de humo y continúa' dlcléndorne' que en reali-
dad viené al análisis; porque': tiene . problemas' que la t desconciertan" y
'avergüenzan; ya 'que son problemas 'de adorescentes.: Me' mira' atenta-
mente, -sacude la=cériiza de su ciqarrülo con Ientitud y elegancia' en el
'centro del ceniceronecha una-ojeada-más-alrededor de mí yluece cóntlnúa,
Me: -dlce \ .que :es 'maestra en' una 'escUela dé' menores-dende tra-
baja desde-hacaun-tbuéh tiempo¡:'y que-siempre su" capacidad- para' es-
tudiar y -trabajar ,f(jealgo"de ;10 que 'ella' .se enorgullecía; -Ahora que ha
comenzado a tener dificultades afectivas, esa' capacldad+eété'-cadavez
más perturbada ..y.:_esto;le.iproduce .desconclerte- al mismo tiempo que
más.de una-vez se encontró-a. punto.de arrojar el libro que tenia .enlas
manos .al ver.que. no ..podía leerlo, :'Está' mirando: atentamente da. forma
en, que ,yo torno notas' mientras: ella: babia. En algunos momentos.parece
que-Ja ..preocupara la .comperación.jsntre la-cantidad Lde.paiabras que
emite y los signos que yo voy anotando, y entonces. habla 'm,ás.pausa- ~629
Edgardo H. Rolla

damenfe ccmosl fuera un dictado en que me da tiempo para que yo escriba


las' cosas más completamente.
Ha terminado el cigarrillo y entonces enciende otro. Continúa
diciéndome qué siente que a veces tiene la conducta de una persona
que no reflexiona; por ejemplo',' con la directora de la escuela a veces
'por el solo hecho de verla siente. que la invade una especie de ímpetu
agresivo, 'de rebelión, c~n deseos de gritarle o sacudirla. Esto la llena
de asombro y la desconcierta (cuando pronuncla esta palabra la re-
calca especialmente), En algunas oportunidades ese ímpetu llegó ,a tra-
.ducirse en actitudes que significaban desconocer la autoridad de la: di-
rectora, pero ésta no la reprendió como hubiera sido de esperar. Lo
mismo. pasa, también a veces con los inspectores, cuya visita le agrada
por cuanto' siente que tiene la oportunidad de mostrar cuántas inlciati-
.vas propias posee y sobre todo porque siempre la escuchan. Pero tan
pronto como se da cuenta de que no le van a aceptar sus iniciativas o que
hay cosas objetables en. ellas comienza a sentir el mismo ímpetu que
,experimenta frente a la directora. En algunas oportunidades cerró vio-
.lentamente el cuaderno donde tenía sus notas y mostró airadamente su
.enolo insistiendo que sus ideas son rechazadas porque provienen de
:unaempleada de jerarquía inferior y no porque no sean ideas lógicas y
aceptables. Ha: vuelto a observar con mucha atención las notas que
y~ estoy tomando; como percibo que esto la fascina y puede crearle
una especie ,de punto de iatracción hipnótico que perturbaría de por sí
.el desarrollo del proceso; completo la anotación de unos signos,y luego
la,
~ .miro .afablemente.
.-

Esto pareció "desconcertarla". Pareció' no encontrar otra idea


para seguir con su relato, ~al mismo tiempo que se ha quedado con el
cigarrillo sin tumar.. el cual tiene un largo trozo de ceniza en la 'punta,
-que tlnalmente cae fuera del .cenicero. Lo mira, luego me mira a mí y
'como percibo' su 'embarazo, le hago 'un leve gesto de asentimiento al
'63'0 -par 'que 'pronunclo "~sí".
La entrevista clínic~,

Entonces continúa diciéndome que en la casa le ocurre algo,


parecido, en especial con las hermanas y los padres; que siente uno~
celos sin duda absurdos en relación con sus hermanas, que son mar
yores que ella. Agrega que esto también la desconcierta. Ha vuelto ~
I
mirar que yo escribo un par de signos, por lo que vuelvo a mirarla a m]
vez. Continúa entonces diciendo, con un tono de voz que cambia y dej~
de ser claro, mesurado y un tanto airoso para pasar a tomar una tonar
lidad más baja y un tanto triste, que sobre todo le aflige que cada ve?
que está frente a su padre, que tiene 76 años, la invade' una tristeza
infinita, que él estuvo muy enfermo, ya que tuvo un infarto de corazón',
I
y luego una enfermedad que llamaron esclerosis cerebral, que viene,
sufriendo desdé hace unos 7 años más o menos y que lo ha ido dejando
prácticamente hecho un demente, ya que cuando habla dice cosas in!,;
I

coherentes y a veces toma un lápiz y hace garabatos en cualquier papel


o - en cualquier parte. Se rectifica diciendo que debe hacer más d~
7 años, que posiblemente hayan pasado 10 años, pero que últimamente
el padre es considerado por todos una especie de mueble que incomodk
. ·1
en la casa y que entonces es trasladado de un lugar a otro o a Veces
dejado solo en su cama, donde puede pasarle cualquier cosa. Agregk
que la madre tiene 67 años y está muy bien ya que aún trabaja en Uh I

Ministerlo, Con ese motivo está ausente Una buena parte del día. D~
noche, cuando llega, da un poco de atención al padre, y luego dice que
está muy cansada y se retira a dormir. :
Ha vuelto a entusiasmarse y su tono de voz recobra algo de
vehemencia, Continúa diciendo que tiene un hermano de 43 años, ca-
sado y con hijos. Un hombre un tanto huidizo o huraño, con el cual ella
I
tiene poco contacto. Incluso cuando viene a la casa' se muestra indife-
" I
rente y frío, y muchas veces ha tenido deseos de pelear con él. Ta/T1-
bién tiene una hermana de 38 años, casada, que vive con ellos, "en I~
casa de mi.padre". En cambio, hay una hermana soltera de 36 años, que
es la que ha qriginado los mayores inconvenientes, ya que un día, n6
hace' mucho t~empo, dijo' que se iba ·de-'lá casa porque no podía tOler1r '631

I
¡
Edgardo H. Rolla .

más tantainmundlcia, y. efectivamente se fue, gritando que queda vivrr


independientemente, pero apenas pasó. un año volvió, "volvió bastante
con la .cola entre las .plernas", A causa del esto 'ella siente que es con la
persona" cónqulen más .puede descargar su fastidio, ya que es. -laque
tiene lila obligación' .de aguantar" .. Se' ha quedado un rato .en silencio
{luego. de encender otro cigarrillo continua hablando como si fuéramos
viejos conocidos, acompasando sus palabras con' gestos de las manos
y de su rostro. Me informa que ella pelea 'con su hermana porque en
el fondo siente que rioJue capaz de cumplir ·10,que dijo, eso de vivir
independiente, 'ya que: una-de las-cosas que mas 'le molestan es sentirse
tan dependlente d-e'su madre, no 'en cuanto' al dinero, puesto que ella
tambiénqanasu sueido,"y no
porque la madre la controle en sus' actl-
vldadés dia¡,¡as,si~o:pbrq·tie ;ía'dirige' afectivamerite, 'Antes de decir estas
últimas palabras tl:lvo' una 'especie de du,da, COn1<? si buscara cuáles eran
las palabras que queda prorl.unciai. Inclinándose un poco sobre el ;es-
t

entorto rTié dice, que desea 'que:'iá e_ntiehda' bien, que lo que quiere
explicarme es que cuando ella 'siente ;que"tiene una iniciativa, una idea
que 't'e 'parece adecuada y lógica,l()j)'r}rrlE~,ro que .·se le ocurre es con-
t . . '·0 I_~ I •

társela a la madre y ésta la escucha atentamente poniendo cara de tris-


o , '..' 'Oo.i - _.

tezá 'o de ale'gri~' y parece alentarla con }r~'sé~de apoyo o de -duda, pero
flnalmente le dice: ';Lo que vos tienes q'ue;,hace¡f.·es lo siguiente", y le
da; una especie de lista de' indicacion~s., ..
.Se _queda unos instantes callada., se echa. hacia atrás .en la silla,
se arreqla Ia pollera, se' pasa la mano' por los' cabellos, parece que va
-, •; . ; '.1 . ~ • _ '. .

a tomar otro cigarrillo pero no lo saca del. paquete. Carraspea, final-


mente hace: como que va a comen~ar a hablar, se' quedac~lIada, vuelve
a hacer un jntento
., ..••.••.
y
luego de .una.fuerte carraspeada continúa diciendo:
-; ¡..' .""

"yo ta~~_ién intenté' una salida de, independencia".


Se queda mirándome fijamente, LU,ego hace una .especie de ins-
peccióncon. la mirada .alredeocr.denosotros.tobserva: a través de (os
632 -vldrlos de .I~ ventana, -por ;.f.insaca el .elqarrillo- y -lo, prende; Yo: rne: había
La entrevista 'clínica'

quedadomirándola 'atentamente y ella parece como si se' reanimara J


depronto se decidiera a seguir con su relato, ya que se reacomoea
tanto en la silla, se inclina otra vez un poco hacia adelante sobre el
escritorio y con voz más bien baja y entonada dice: "Me fui a Ushuaia .. 1
I
hace cuatro años ... con una amiga y el marido de ella, atrabajar".
I
. .Pareclera como que me' hubiera hecho una contesícn;: luego de
lo cual se echa hacia atrás en .Ia silla y vuelve a cruzar las piernas. Cont
tinúa su relato como si hubiera ocurrido el cambio, anterior. Además, ~
través de sus g~stos faciales y de su mirada parecía estar enojada con-
migo y controlar un impulso a decirme algo inconveniente. I

Me dice que vivían todos .juntos trabajando para una empresa


constructora en una casa más bien reducida, que ella estuvo los prit
meros tiempos muy satisfecha, pero que al cabo de seis meses no tO I

leraba más la situación, que había algo que le era insoportable y en-
tonces resolvió regresar a su casa. . ,
Como se queda nuevamente callada y tengo la impresión de
que va a descompensarse, prefiero que la señal de desorganización sea
breve y le pregunto si le había contado a la madre su iniciativa de irs~
a Ushuaia. Me contesta que síy que la madre sólo hizo algunos come+
tarios tristes y le dijo que Ushuaia era un lugar muy frío, que tendría que
llevar mucha ropa de abrigo. i
A pesar de mi apoyo, la entrevistada se echa más hacia atrás en
su silla, haciéndola retroceder un tanto. Cruza y descruza las piernas,
apaga el cigarrillo con fuerza, luego parece que va' a poner las manos
en jarra sobre su cintura y comienza a alisarse el cabello en una forrilk
que me da la impresión de que va a ser interminable. Por ello le preguntb
si también había comentado con la madre su propósito de buscar trata-
miento psicológico. Me contesta que se ha hecho muy amiga 'de 'una
joven que se psicoanaliza.y que ésta le mostró la convenlencla de tiacer-
lo para ver los problemas que tanto la perturban, especialmente su lm-
pulsivldad; que emerge en cualquier momento de su trato con las perl-
sonas. Por eso decidió pedir hora, ' . ,1 633
Edgardo H. Rolla

Le insisto en IlH pregunta .acerca.de 'si le: contó a su madre acerca


de .este propósito" y esta vez, Iigeramente_ sonriente, me- dice: "natural-
mente". - La madre le contestó que, le parecía ..muy -blen ,ya -que - "eso"
podría ser una cosa muy importante para una joven de -su edad .. Luego¡
como si se.ablandaray recostándose.otravez sobre el escritorio, dice-que
en vejdadIa. madre no conoce, bien los .problemas. .que - ella, tiene, sus
problernasmás profundos, principalmente ,el. hecho de que -solarnente ha
tenldoun. novio.capesar.ríe.sus 31 años, y, que .el.novlazqo. ocurrió- hacía
diez años, Dice que el.novio o una especie. de .novlo tuvo -con -ella -una
relación que duró 6 meses .. Se rasca, intensamente- la cabeza, la .nariz,
luego se mete el dedo en une tosa nasal. Tras carraspear intensamente
p.rosig~~ d.ici~~dO 'que no le "gusta recordar ese eplscdío y, .que desde
entonces
- . .• . vuelto.
no ha a
tener ningún
.
,.'
contactosentlrnental
- . ...- con, hombres"
pero que empieza a ~_entjr~una .en~idia tremenda-al. ver .que .sus "com-
pañeras u otras amigas tienen novios, ,Y. otras aun ma!ido"yaun hijos".
Que cuando estaba viviendo con la pareja amiga, al priDcipio sólo le
atraía 'la naturaleza,' pero' que" después; empezó a molestarle 'el hecho
de que ellos sé' hicieran caricias.vy habla~an 'de sus relaciones sexuales,
Que loque másta 8'~¿jab?'E?ra i,~,
cqnfia,nz~ que' se t~maba,ei ho~br~, que
a veces la abrazaba por, la cintura o a veces le decía que le .dlera .un
besito.' " , .' , " .. _ " '
Ha ido como aplastándose sobre
-'
sí misma,
,

su rostro se desen-
caja un poco,' la 'voz' ha bajado de tono, está recostada contra ~I res-
paldo
.
de la
. . - .' y
si¡"la .' ha, descruzado
•. -. .
las'
~..,piernas,.. -que. . co.loca
.. .' abi~~ias,
~.., .
s~p~-.
'"

rad_as una, de la otra. Lueqo se, inclina sobre el escritorio y. prequnta:


"¿Usted cree que esto tiene remedio en, un~ mujer de ~1 años?".
Le pregunto qué quiere decir "esto".' Entonces, echándose hacia
atrás" su rostro ~e sonroja unpoco, su mirada se, pone dura, tas manos,
se crispan un tanto, y me contesta: "Usted tiene que saber!o, porque:
para 'esQ es doctor".. " ..
Le 'expreso, que hemos llegado al flnal.. de la entrevista, que no,
634 hay 'necesidad de verla nuevamente, y que .pcr lo tanto le comunicaremos:
La entrevista clínica ,

i
cuándo .habrá. de volver por un lapso más breve para comunicarle quié~
habrá "de ser su terapeuta. ' J:
Se levanta de la silla, se pone el tapado en una forma. entre, des!
garbada y elegante y luego me dice. "Entonces quiere decir que s'í
tiene' remedio". ' ::
Su actitud se ha tornado semejante a la que tenía cuando Ileg6,
con gesto.s ,discretamen~e 'gracio~os, 'tendiendo a seductores. Le in.di~
co el carmno para la salida, y al tiempo. que le doy la mano y la saludo,
la entrevistada me pregunta: "¿Quiere decir 'que no será usted el ,tera'-
peuta? ¿Tendré que contar todo de nuevo?". ¡.
Se ha 'dirigi<;io con, paso ágil hasta la puerta que abre. Y.o satudán;
dome nuevamente se retira. I

Luego de considerado el contenido de, esta entrevista propuse


los ~iguientes, diagnósticos: _ ' . l.
1. Diagnóstico de ansiedades: La ansiedad de abordaje fue evl-
dente. Luego de un tiempo relativamente natural .dio lugar a la instala-
ción de la ansiedad de mantenimiento. La emergencia de ansiedad con-
fusional se observó en especial al referirse a los cambios de modalida-
des de presentación frente a objetos femeninos y a objetos mascuiinoJ,
en especial de directora .a inspectores, dehermanas a padre, padre ~
madre, de madrea la anécdota central sobre sí: misma que debió trans-
currir primeramente a través de una hermana, al ref~rjrsea su relación
con la pareja que intentó utilizar como' desplazamiento para la 'exogá-
mia. La 'ansiedad de separación fue intensamente controlada con pr~-
guntas, y con una modalidad demostrativa -de expresar su enojo antb
la posibilidad de otro terapeuta que no fuera -yo: l.
~a ansiedad contuslonaí estuvo en ccrrespondencia con los pun-
I

tos de 'urgencia, tal como lo marcaré en los comentarios.


2. Diagnóstico de presentación fenoménica: Mujer con una en-
trada muy perturbada en su período de adultez, que aparece aun muy
imbricado con las vicisitudes de su adolescencia, Lo. que aparece cornb
un movimiento fóbico, en el sentido de haberse. extraviado ella mism1a 635
Edgardo H. Rolla

luego de haber extraviado el papel donde traía la dirección de .miga-


binete y no haber podido llegar a tiempo para la primera entrevista, se
revela en el resto de los movimientos de presentación que no correspon-
den a la operancia con una modalidad fóbica, stno a la' utilización' de
mensajes muy codificados para expresar su rebeldía: ser .citada en tal
lugar, a tal día y a tal hora, y que puede llegar en los últimos. momentos
superando su extravío. Sobre todo con su actitud ella ha conseguido
transformar la imposición de Un horario en un convenio transaccional en
que interviene "activamente" para determinar la nueva entrevista. De ahí
su sorpresa ante el señalamiento de que su hora ha terminado, ya que
el plazo convenido tiene un límite fijo, pero la aceptación de buen grado
de una buena entrevista con un nuevo horario que le es propuesto y que
ella "acepta". De esta manera la entrevistada pudo fantasear que partici-
paba activamente, con su iniciativa, en la deterininación de la entrevista.
En el resto del proceso de la entrevista, siempre trató de reubi-
carse en esa posición "de persona que presenta sus iniciativas" que
de alguna manera le son aceptadas, mostrando de esta manera que es
una personalidad que no percibe la dificultad que tiene para distinguir el
valor real de las abstracciones. Por ejemplo, independencia es para ella
todavía una palabra figurativa, un preconcepto, y por lo tanto le cuesta
distíngúir entre rebeldía y toma de decisiones, es decir la aceptación de
su responsabilidad.
3. Diagnóstico' de cemunlcaeién: Hay un equilibrio en general co-
rrespondiente entre lo vocalizado y lo no vocalizado y lo no verbal. En
general siempre lo no verbal ocupó el lugar de lo metacomunicativo, re-
forzando la semántica profunda de las vocalizaciones. El predominio de
lo no verbal para -la expresión de las fantasías inconscientes, o sea de
los contenidos profundos intrapersonales, fue evidente en los períodos.
hipocondríacos que señalaron los puntos de urgencia ..
4. Diagnóstico de punto de urgencia: El primer emergente de
636 ansiedad confUsional y por lo tanto dé confusión en cuanto ala ldentl-
La entrevista clínica

dad. de Self, apareció cuando extravió E:l1 papel con la dirección y se


extr.avió -ella misma. Dado el conflicto entre la tendencia al sometimiento
y a ser guiada por indicaciones y sus opuestos (tal como lo expresa en el
relato dé su diálogo íntimo con la madre), su rebeldía antela percepción
no consciente de su inmadurez le hace adoptar una modalidad demos-
trativa (histérica) de expresión, dramatizando el prob!ema. Como la mo-
dalidad demostrativa o histérica no es la que corresponde a la organiza-
clón básica dé su personalidad, la.dramatización la lleva a una confusión
real. por un lado, y por otro a la necesidad de continuar la dramatización
de la propia situación confusional, en el intento de conformar modelos
mentales expresivos que sirvan de información (a quien los pueda enten-
der) y en el intento simultáneo de que finalmente dicha dramatización
termine agotando la confusión al transformarla en tal dramatización.
Esa modalidad demostrativa y dramatizante de expresar el con-
flicto deja de ser operante luego que se ha cumplido la fase de abordaje
e indagación acerca de la identidad del entrevistador y de toda la situa-
ción ~decampo de. la entrevista. La entrevistada debe revincularse con
sus configuraciones objetales intrapersonales para procurar modelos
expresivos que cumplan con el significado' de información. De esta ma-
nera, lueqo de ensayar algunas anécdotas con las cuales puede ligar
sus reacciones epileptoides (impulsos o reacclones impulsivas, como las
llama la entrevistada) sufre otro proceso de desorganización para poder
adoptar. finalmente su modalidad anecdótica, depresiva, narcisista, de
construir los modelos; mentales expresivos con los cuales puede al fin
relatar al entrevistador los elementos centrales de su problema vital y
de sus puntos. de urgencia. El tema de taíndependencta es primero ad-
judicado a un objeto denominado "hermana", y luego afrontado 'corno
motiVación central de.csu personalldad narcisista para mostrar la falla
.de 'aprendizaje en cuanto a .su capacidad de predicción, planteamiento
ycreativldad, frente a los emergentes que ofrecen las situaciones de
campo no previstas por ella: el viaje a Ushuaia con una pareja y su
sentlrnlento de impotencia ante la transformación de "una escena prl- ·637
Edgardo H. Rolla

maria buena", en. una "escena primaria genitalizada" donde fracasan sus
Iantaslas de independencia, es decir sus fantasías de retome del apren-
dizaje y I~ genitalización.
, El otro punto de urgencia es evidente en el momento de la se-
paración, en que se percibe su confusión y muestra su modo habitual
de expresar señales hipocondríacas (dificultades de la coordinación mo-
tora estriada y reaparición de los fenómenos neurovegetativos), cuando
sé pone el tapado en una forma entre desgarbada e histérica, y, por
otra parte recurre a preguntas que tienden a demorar la despedida y
tienen un corte infantil.
Los estadios confusionales son manejados estereotipadamente,
ton una transformación de la percepción de su descompensaclón hipo-
condríaca en modalidades demostrativas o histéricas que tienden a la
seducción para serprovlsta deunaayuda que le' haga sentir, que sus in-
terlocutores han aceptado el rol de funcionar como si fueran objetos
prlmarlos.: .' .", ':
" de
5. '. Diagnóstico tra·nsferencia:, La entrevistada ha demostrado
:qi.ié"Sús estereotipos aun le posibilitan salir de 'los instantes de psicosis
Cié':transferencia, -tales como iel episodio del "extravío", la fascinación
ante la iñdagacióñ' infructuosa de los signos que escribo sobre mi .hoja
de' anotaclones, 'la ..transformación de nuestra vinculación en escena pri~
'maria :genitaliiada, o la necesidad de admitir lo finito de un proceso
dentro-de' una sltuaclón de campo, tal como se presentó en el .rnomento
de ia separación con las señales que mostró en retaclóncon su intole-
'rancia para la ansiedad de separación. '
~ Naturalmente; :habrá que tener muy en' cuenta esto en la' cons-
trucclón del plan psiccterápéutico que se haga para esta estrevlstada;
Estos' estereotipos dan 'características de una .psicopatía de transteren-
cla a la' modalldáddesatlda del episodio confusional; es una modalidad
pslcopátlca que responde ala inmadurez narcisista de esta entrevistada,
no 'constltuyendo una verdadera psicopatía en la medida en que' no, se
638 -coneotldaen ningún. momento.en un .lntento de fraude: o de impostura.
La entrevista clínica

" Por lo tanto, en términos generales el desarrollo de la entrevista


.transcurre en un marco de neurosis .de transferencia.
La transferencia materna ha, surgido siempre, en relación con el
conflicto sometimiento-rebeldía; la transferencia paterna en' relación 'con
su carencia de un objeto idealizado o idealizable que le permita des-
plazar' su sentimiento 'de. prlvaclón desde una figura paterna muy magra
.a una figura paterna más promisora en conexión con su necesidad de re-
anudar su proceso de aprendizaje y' de "independencia" (diferenciación
e individuación en' cuanto, al objeto primario madre).
6. Problemática vital: Una muchacha' de 31 años con un padre
de 76 muy deteriorado y' derhentizado, y una madre de 67 que aún' es
activa y' de' a'lguna 'manera representa la figúra masculina, por cuanto
trabaja-y aporta éi sustento del hcqar. Esto implica una larga historia de
episodios cónfusioriales que han 'de' haber perturbado el desarrollo evo-
lutivo de esta entrevistada. .
De tal, forma, en el material no se ven jalones específicos acerca
.de..los puntos centrales de perturbaclcnes .de la problemática vital, o sea
:Ia ,ev~lución,sino. que.toda la anécdota está referida a una historia per-
.turbada. en el desarrollo. desde los COmienzos hasta el momento presente;
"en_que sus estereotipos dejan de ser o amenazan con dejar de ser útiles
para el restablecimiento de la identidad de 5el1 como salida de las
situaciones confuslcnales que habrán venido' produciéndose desde los
primeros momentos de la vida de esta entrevistada. Esta disminución de
la operatividad de los estereotipos está señalada en el hecho de que
.tanto frente a la directora. como frente a los inspectores (es decir ya no
.hay discriminación de ic;tentidad sexual) emergen los sentimientos lmpul-
sivos ante "la" no aceptación" de sus iniciativas. O sea que los sucesos
-reales emergentes en las diversas situaciones de campo en las que ella
'pretende operar, le -dernuestran la inoperancia de sus estereotipos y la
.lnrnlnencla de los emergentes: impulsivos, o sea de las reacciones epi-
-leptoides, tan típicas': de .las personalidades inmaduras narcisistas. Co-
mienza a hacerse evidente para ella. que entrará en una regresión, o 639
Edgardo H. Rolla

sea en una primitivizacióh de su conducta, con la reaparición de las ac-


titudes hostiles impulsivas musculares típicas del niño frente a la frus-
tración producida por. los objetos primarios que empiezan a tornarse
indiscriminados, o sea que amenazan con transformarse permanente-
mente en una "escena primaria mala, persecutoria".
La inoperatividad de su estereotipo también se hace evidente a
'través del hecho de que su carencia y. la avidez correspondiente con res-
pecto a una figuramas~ulina que sirva de desplazamiento para el objeto
primario "padre", amenazan transformar su depresión crónica en una
depresión persecutoria (melancólica). A través del autorreproche y del
autodesprecio se detectará la imposibilidad de seguir tolerando la ca- .
rencia del objeto, padre ysuincapacidad para el desplazamiento, así
como .Ia monotonía .del sometimiento al objeto primario "madre", contra
la cual o contra sus sustitutos se dirigirán especialmente sus impulsos
destructivos.

7. Oiagnóstiéo de pe,rsonalidad: Personalidad narcisista, "esqui-


zoide e inmadura", de transición entre la personalidad borderllne y la
personalidad demostratlva o histérica. En el equilibrio íntroyecclón-pro-
yecclón, todavía se muestra efectivo el fundonamiento de, la proyección
y .sus variables. Pero el hecho de que la entrevistada relate la percep-
'cton '~net?, como. punto de urgencia, de, sus sentimientos impulsivos co-
rrespondlentes a sus estados confusionales, significa que' está a punto
,~e producirse un desequilibrio en el cual la introyección seguirá' fun-
,cionando y la proyección' con todas sus' variables se verá cada vez
mas perturbada, lo que dará lugar a las crisis de retardo pslcomotrlz en
.primer lugar, y luego ,a los emergentes Jrnpulslvos epileptoides.
-8. Diagnóstico clínico: Personalidad narcisista en crisis.. La nece-
-sldad 'del pasaje de lo' anaclíttoo a: la: genitaHzación se ha hecho casi
consciente, pero no sonconscientes sus' estereotipos ysu impotencía
·0 "Inoperancia para' la', construcción de ptanearnientós con predlcclo-
~64,O -nesv esquemas' de creatividad que le slqnlflquenet retome del aprendí-
La 'entrev'ista - clínica

zaje que la llevaría a conseguir aquel pasaja-Esto significa que los epi-
sodios confusionales y sus respuestas -lrnpulslvas epileptoides se harán
más frecuentes 'y para contrarrestar los mismos -deberá-retorzare! autlsmo
y et retardo pslcomctrjz, lo que significaría la amenaza ,de 'la aparición
de la depresión persecutoria, es decir melancólica. ' "

Pronóstico: Bueno, dadas ,!as capacidades de dramatización que


la entrevistada ha mostrado, porque' slqniflcarlan .Ia posibilidad de acom-
pañarla en 'I~ construcción de modalidades; histéricas de relaclones ob-
jetales,paraluego - facilitarle la posibilidad de la vinculaciónfóbica, la
construcción, de;itua'les:contrafób'icos operantes:, y :p~'r,úíti'm~; la posi-
bilidad de entrar en una etapa, de integración ..coqnttlvo-conceptual, es
decir con la comprensión, de las abstracciones, los símbolos, ta posibi-
.Ildad de predicción ye,l desarrollo -de sucreatlvldad,

Recomendaciones: Terapeuta hombre. Si es posible, no muy jo-


ven., Habrá de tener _en cuenta, el emerg..~nte de los ,ep'isodiOs.de psicosis
de transterenclay la
tentativa psicopática de salida de losmlsrnos, es de-
cir principalmente las crisis ,de amor de, transferencia.. ' ',~" i ,

Consideraciones finales: Como dije anterlorrnenté.rconslderc que


me ha sido más útil insertar. el material clínico luego de haber preparado
al lector con una introducción de la teoría.' Convendría que ahora el
'lector vuelva' a' releer -Ia parte lntcíalcomo :si tuviera que entender la
presentación de este material clínico 'y los diagnósticos que de él he
extraído a través de una explicación teórica.
Es muy posible que al comienzo esta manera de teorizar y de
presentar la metodología que propongo parezca sumamente novedosa.
Luego de varias lecturas y de haber ensayado la puesta en práctica de
esta. proposición teórica que presento.
. . .
quizá el lector
.. - . .
.
encuentre
.".
que
.. es
simplemente una manera de reordenar nuestros ccnoclmlentcs pslco-
'analíticos para hacerlos útiles en, la .construcción de' la' imagen de nues-
tro.paciente futuro, luego de: la primera entrevista. '641
Ed'gardo H. Rolla .

Esto es transformable, de alguna manera, al ir detectando las va-


riables que se'produzcan en las distintas-entrevistas terapéuticas a lo
largo del proceso terapéutico. Por ende podemos eximirnos de "suponer"
que' el paciente ha mejorado o empeorado. Aunque considero que tales
términos no Ü~nen ningún significado científico o clínico, creo que pue-
den sequir usándose como elementos analógicos (tal 'como etapa anal,
etapa oral) para sintetizar en pocas palabras el esquema de la construc-
ción que podemos hacer acerca de las módalidades de presentación
fenoménica y de las modificaciones en los estereotipos y en la estruc-
turaclón 'básica de personalidad que un sujeto tenqa, Por ende podemos
usarlos como índice de valoración para considerar operante o no ope-
rante al proceso terapéutico, en la forma en que lo hayamos encarado
y lo estemos' desarrollando con determinado paciente. Si operante, para
reforzar nuestras modalidades técnicas; si no operante' (por el recruce-
cimiento y la ·frecuencia de .los episodios confusionales), para que mo-
difiquemos nuestras modalidades técnicas, que no pueden ser únicas·
por el sencillo hecho de que correspondan a la técnica. psicoanalítica.
Si esto fuera una conferencia surgirían sin duda múltiples pr~-
guntas, objeciones o reformulaciones acerca de lo que habría dicho. En
un traba]o escrito, el autor puede aspirar. a que se le dlrljan preguntas,
objeciones, etcétera. Generalmente esto no sé cumple, porque' los' lec-
tores tienen que afrontar la tarea de escribir y hacerle llegar sus ponen-
cias: Pero quizá en esta oportunidad yo pueda aún alentar la esperanza
de' recibir algunos mensajes escritos al respecto.

Bibliografía
, . .
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La entrevista clínica

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sentado en el Simposio sobre "El proceso analftico. Transferencia y contratrans-
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