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Cristhian Sebastián Riaño Jurado Código: 2532674

El Estado colonial y su relación con la economía americana.

El descubrimiento de América, su posterior conquista y colonización es uno de los procesos


históricos más importantes de la historia, en esto hay un consenso bastante generalizado en
la historiografía. De este proceso surge lo que en palabras de Carmagnani, es “otro
occidente”, en done es indudable un proceso de occidentalización, que trae consigo el
implante de la cultura europea ibérica en practicante un contiene te entero, cambiando la
historia de manera irreversible.

Cuando se habla de la occidentalización de América, se habla de los implantes exógenos de


todo tipo, desde enfermedades, hasta una nueva religión y cosmovisión del mundo, pero
junto a todo esto en América, apareció una forma de dominación colonial a nivel político,
leyes dictadas desde la metrópoli, una organización política regida por un ente externo etc.,
se formó lo que de muchas maneras puede considerarse un Estado colonial, esta afirmación
la realizamos con base en cuatro pilares o argumentos principales, el primero, la existencia
de una dominación política y legislativa en todos los niveles de la administración y
ordenamiento público, dos la presencia de un ordenamiento social y económico
completamente nuevo que beneficia especialmente a la metrópoli, con prerrogativas y
gabelas suficientes para mantener su dominio, como por ejemplo la creación de un sistema
de gobierno de manera externa, y por último el implante de una religión, una lengua y
costumbres completaste ajenas a las autóctonas. Por último la dominación económica, ya es
bien sabido que la corona española, y en general toda Europa se vio beneficiada de la
explotación económica del Nuevo Mundo de diversas forma.

Sin embargo uno de los problemas contemporáneos más importantes entorno al estudio del
sistema económico de la época coloniales es el concerniente a su clasificación o estudio
desde una mirada teórica, lo más cercana a su realidad, evitando los anacronismos y siendo
lo más propositivos posible, ya que el conociendo es algo en permanente construcción que
no solo es un largo proceso de sedimentación, sino también de remoción y renovación
necesaria si se quiere partir desde un punto de vista critico reflexivo.

La importancia del estudio del sistema económico colonial y su estudio desde un punto de
vista teórico, en relación con el Estado colonial radica en que, este tipo de organizaciones
sociales no pueden ser desarrolladas por cualquier tipo de comunidad humana, sino que este
solo tiende a aparecer bajo ciertas condiciones, como un excedente productivo sustancial,
una distinción social basada en buena medida en una división social del trabajo, que con
frecuencia deriva en desigualdades sociales, junto con el monopolio sobre el uso legítimo
de la fuerza o en su defecto, desde mi punto de vista, el monopolio sobre la adjudicación
del derecho legítimo de su uso, algo similar ocurre con el sistema impositivo un monopolio
sobre su recaudo o en su defecto la adjudicación sobre este derecho.
Con base en esto, es lógico preguntarnos, cual fue la relación entre la conformación de un
Estado colonial en la que hoy conocemos como América Latina, y la economía de este
periodo, sin embargo empecemos por lo ya conocido, o lo que en termino generales fueron
los pilares fundamentales de la economía colonial. En primer lugar, ya es bien sabido que el
pilar fundamental de la economía colonia fue la minería entono a le explotación de metales
preciosos, plata especialmente en Potosí y en Zacatecas de manera particular, aunque
también hubo una producción de oro considerable en el espacio neogranadino, el segundo
pilar fundamental de la economía colonial fue la hacienda, como productor de grandes
cantidades de productos necesarios en las minas y en los núcleos poblacionales
importantes, la existencia de una gran población campesina, indígena y mestiza
principalmente y por ultimo importantes redes comerciales dentro del continente, que las
requería debido a la enormidad de las distancias entre los distintos espacios de producción
de distintas áreas.

A pesar de esto, al momento de pensar en una caracterización teórica del sistema


económico colonial, no suele haber un conceso y en su lugar, aparece el problema de los
modos de producción, por una parte, están como quienes desde una visión marxista como
Mariátegui afirmaron que lo que hubo en América fue un modo producción feudal o los que
en su defecto como André Gunder Frank propuso que en América se dio el origen el
capitalismo, si bien esta cuestión parece tener poca importancia con respecto al Estado
colonial iberoamericano, la verdad es que es un problema trasversal, debido a que
categorías como modo de producción feudal o capitalista se expresan o se han desarrollado
de la mano a formas particulares de organización política, además si bien son tipos ideales,
estos no tienen una flexibilidad limitada a pesar de que los modos de producción presentes
en una sociedad suelen estar entrelazados o mezclados de distintas formas.

Por un lado Mariátegui y más adelante Ruggiero Romano, consideraron que en América se
dio un modo de producción feudal debido a la existencia de relaciones laborales pre
modernas altamente coactivas, como el endeudadito, el concertaje y la mita, lo cual impide
que se pueda considerar que en América hubo o nació el capitalismo dado que el principal
elemento de su existencia es la venta y compra de mano de obra de manera libre, haciendo
del sistema uno que se auto reproduce internamente, mientras que en el feudalismo se
requiere de un sistema externo al económico, un Estado para movilizar a la mano de obra o
por lo menos asegurar su disponibilidad, sin embargo estos argumentos tiene problemas, el
primero es quizás el hecho de que en América fue la minería la principal actividad
económica, cuando en el feudalismo se supone que hay un predominio del trabajo agrícola,
esto de entrada es problemático ya que todas las sociedades identificadas como feudales
tuvieron esta tendencia, del mismo modo otro problema que señalan sus críticos como
Tandeter, es la inexistencia de lasos de vasallaje o de fidelidad entre señores feudales al
interior de la América colonial, sino que en su lugar hay una dependencia directa al rey, ya
que la mayor parte de la población es vasalla directa del rey, lo que crea una gran capa
burocrática que administra justicia en su nombre. Por otro lado también se critica de
manera particular la posición de América dentro del panorama económico mundial ya que
América y sus recursos fueron en buena medida los que permitieron la consolidación de un
sistema comercial mundial, debido a que la mayor parte de su producción estuvo reservada
para la exportación y muchos de sus productos eran producidos por grandes cantidades de
esclavos, lo que incorpora otro modo de producción, el esclavista.

En contrapartida, la tesis de un capitalismo incipiente, también tiene graves problemas, el


primero y en buena medida el crucial es la inexistencia de libre circulación de la mano de
obra, cuando este es el elemento esencial del capitalismo. Del mismo modo, el capitalismo
requiere de un mercado amplio y bien integrado, y algo que demostró Romano desde el
principio es que en América no hubo un mercado interno propiamente dicho, sino
relaciones comerciales sumamente localizadas y la población en general entraba y salía
entre las economías naturales y monetarias según sus necesidades y condiciones de vida.

A ambos lados de la balanza nos encontramos con un verdadero dilema y que si bien ambas
posiciones tiene numerosos elementos a favor y en contra, ninguno logra reamente
aglutinar una masa crítica lo suficientemente grande como para ser lo suficientemente
convincente o fuerte como para ser tomada como un paradigma o consenso. Es en esta
media que es importante estudiar el Estado colonial implantado en Iberoamérica, buscando
la mayor compatibilidad con una u otra manera de organización económica.

A nivel político podemos identificar mejor al Estado colonial con el patrimonialismo


descrito por Weber y bien resumido y expuesto por Bendix, autores como Phelan y
Zabludovsky, muestran que hubo una extraordinaria paridad entre lo descrito por Weber y
la dominación patrimonial descritas por Weber, una forma de dominación esencialmente
premoderna, esto de entrada debilita tanto las tesis de un modo de producción feudal como
capitalista, dificultando aún más nuestro ejercicio. Por lo que teniendo en mente la
dominación política patrimonial a nivel económico nos encontramos también con un
sistema productivo con una importante intervención estatal, por un lado hay una
institucionalización de la explotación minera, la cual esta fuertemente regulada, por
diversos impuestos, hay rutas comerciales también reguladas por el Estado, puertos con
funciones específicas tanto en América como en la península, como por ejemplo el
monopolio que tuvieron Sevilla ay Cádiz para el envió y fondeo de embarcaciones con
destino y provenientes del Nuevo Mundo. Sin mencionar el trabajo de los corregidores,
quienes se encargaban e la distribución de mercancías entre la población indígena de
manera coactiva.

Asi con todod esto , nos encontramos con un panorama muy complicado debido a las
caarctersitcas únicas que presento el Estado y la dominacion colonial europea en America,
que nos impide desde muchos ángulos otorgarle a la época colonial una forma específica de
modos e producción ante la insostenibilidad de algunas de las tesis más representativas, sin
embargo en medio de esto Zagalsky, nos presenta o nos advierte de un elemento importante
dentro del sistema económico y político colonial, su componente compulsivo.

La importancia de este componente reside en que, el sistema económico es en buena


medida articulado de manera coactiva, es decir un elemento en este caso el Estado organiza
la explotación de los recursos para de esta manera mantener a flote el sistema y en este caso
el Estado y la explotación colonial de manera contante debido a la incapacidad que tiene el
territorio para mantener un sistema económico interno sino autosuficiente localmente
funcional o manejado, este elemento es importante dado que da una característica especial
al sistema económico en relación al Estado colonial, en el cual se vuelve el encargado de
mantener el sistema económico bien articulado, esta reflexión es importante es Sobrevilla
quien los señala de manera particular al advertir la existencia de una realidad colonial
político y económica mente distinta a un modo de producción feudal o capitalista, sino que
nos encontramos frente a una realidad colonial que requiere de su propia sino etiqueta por
lo menos si de una clasificación teórica lo suficientemente amplia como para contener su
realidad lo más completa posible y para ellos necesitamos dejar de separar la esfera político
y económica de la dominación colonial en América Latina.

En conclusión hay una estrecha relación entre el Estado colonial y la economía del mundo
iberoamericano colonial, este estrecha ración, de alguna manera pormenorizada, nos
muestra que de una u otra manera la relación de entre el Estado y la economía colonial
deben ser estudiados de la mano, y no ser percibidos como elementos que se articulan en
ciertos puntos sino que están unidos y se vuelven interdependientes, esto no hace
replantearnos el uso de etiquetas o conceptos restringidos que en este caso pueden
impedirnos ver la realidad del pasado en su conjunto.

Bibliografía:

Monografías:

 Bendix, Reinhard. Max Weber. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 2000. 462
paginas.
 Carmagnani. Marcello, El otro occidente: América Latina desde la invasión
europea hasta la globalización. traducción Jaime Riera Rehren. México: El Colegio
de México, Fideicomiso Historia de las Américas, Fondo de Cultura Económica,
2004. 408 paginas.
 Marx. Karl, Contribución a la crítica de la economía política. México: Siglo
Veintiuno, 1997. 410 paginas.
 Romano. Ruggiero, Mecanismo y elementos del sistema económico colonial
americano: siglos XVI-XVIII. Ruggiero Romano; traducción de Jaime Riera Rehren.
México: El Colegio de México; Fondo de Cultura Económica, 2004. 480 paginas.

Artículos:
 Tandeter. Enrique, “Sobre el análisis de la dominación colonial”. Boletín del
Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani, (43), 17-
30.2015 Disponible en:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0524-
97672015000200003&lng=es&tlng=es. Consultado el 27 de noviembre del 2016.
 Sobrevilla. David, “La tesis de Mariátegui sobre el carácter feudal de la economía
colonial peruana”. Estudios de filosofía práctica e historia de las ideas, 12(1), 67-
76, 2010. Disponible en:
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-
94902010000100005&lng=es&tlng=es. Consultado el 27 de noviembre del 2016.
 Zagalsky. Paula C. “LA MITA DE POTOSÍ: UNA IMPOSICIÓN COLONIAL
INVARIABLE EN UN CONTEXTO DE MÚLTIPLES TRANSFORMACIONES
(SIGLOS XVI-XVII; CHARCAS, VIRREINATO DEL PERÚ). Chungará
(Arica), 46(3), 375-395.Dsiponible en: https://dx.doi.org/10.4067/S0717-
73562014000300005 Consultado el 27 de noviembre del 2016.

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