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1) Primer Nivel: Aquí los niños buscan criterios para diferenciar los modos de
representación gráfica: Dibujo y escritura. Concluyen que no es el mismo tipo de
línea (ya que ambas creaciones gráficas utilizan líneas rectas, curvas o puntos),
sino que es el modo en que las líneas están organizadas.
Cuando escribimos las letras no siguen el contorno de los objetos, sino que están
ordenadas de manera lineal. Esta característica de la escritura es denominada
linealidad. Otra característica es la arbitrariedad: Las letras no reproducen las
formas de los objetos.
El niño ingresa a primer grado con una construcción previa de información que
le fue brindando el medio, hipótesis pre-silábica.
El nivel logra dos grandes avances: Cadenas de letras como objetos sustitutivos
y una distinción entre el modo icónico (dibujo) y no icónico (la escritura).
Luego buscan la relación entre las imágenes y el texto escrito. Por ejemplo, en
Luciano con el dibujo de un pato nadando y debajo de este dibujo hay letras que
dicen “el pato nada”; Luciano no sabe leer, pero sabe que si hay un pato en la
imagen debajo tiene que decir “pato” (su nombre)1.
Dos principios organizadores para tener una buena representación de la palabra:
Eje Cuantitativo: Tiene que ver con la cantidad de letras para que pueda
decir algo. Por ejemplo, si hay tres letras lo consideran una palabra, si hay
dos lo dudan, y si hay una eliminan toda posibilidad de que ahí diga algo
(principio de la cantidad mínima).
Eje cualitativo: Si la escritura presenta la misma letra todo el tiempo no
es legible, las letras en una palabra tienen que ser diferentes (Variaciones
cualitativas internas).
2) Segundo Nivel: Los niños buscan en las cadenas escritas diferencias objetivas
para justificar interpretaciones distintas, por ejemplo, dos cadenas de letras
idénticas no pueden decir nombres diferentes.
Podemos pensar esto con Luciano cuando escribe pato (AO) y gato (AO) y tacha
una de las dos2.
En este nivel los niños comienzan a utilizar variaciones cuantitativas y cualitativas
a la misma vez. Variante cuantitativa: la variación va a ser en el número de letras
en relación a los objetos referidos, más letras si el objeto referido es grande y
menos si es pequeño. La otra posibilidad es buscar controlar las variaciones
cuantitativas, establecer una cantidad mínima y máxima de letras para cualquier
1
KAUFMAN. A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 36).
2
KAUFMAN A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 29).
palabra escrita3. Variante cualitativa: Las soluciones pueden ser: - Si el niño tiene
un repertorio amplio de letras puede diferenciar las palabras, sin cambiar
necesariamente la cantidad de letras. – Si su repertorio es limitado cambia solo
una o dos letras, manteniendo constantes las demás. – Si el repertorio es
limitado busca representaciones diferentes cambiando el orden de las letras.
Esta solución es la más elaborada en este nivel. El niño buscara variar las letras
en el interior de la escritura de una palabra (variedad itrafigural), por ejemplo
cuando Luciano escribe “Manzana” (y queda AAA)4; o exige letras diferentes para
representar palabras distintas, por ejemplo cuando Luciano cae en una
contradicción entre “pato” AO y “gato” AO, no pueden escribirse igual si son
objetos distintos.
Un ejemplo de este nivel se le presenta a Luciano cuando escribe pato y gato de
la misma manera y considera que algo anda mal, una solución borrar la O de pato
y pone en su lugar una U, le resulta raro entonces la borra vuelve a colocar la O
con lo que el problema retorna, la próxima solución es pedirle a su compañero
Patricio su tarjeta que dice “pato” pero no copia toda la palabra borra la A y en
su lugar pone una “p” invertida, entonces queda 90, pero esto parece un nueve
y un cero. Aquí surge una contradicción entre dos hipótesis fuertes: la escritura
silábica con vocales y la hipótesis de variedad (interfigural)5.
3) Tercer Nivel: Fonetización de la representación escrita. Aquí los niños
hispanohablantes construyen tres hipótesis: silábica, silábico-alfabética y
alfabética. En este nivel el niño trae gran cantidad de información que recibió del
ambiente. Cuando el niño ingresa a primer grado sabe escribir su nombre “por
imitación”, pero no tiene un razonamiento lógico (por qué son esas letras y no
otras o por qué se disponen así y no de otra manera). Por ejemplo, Luciano sabe
escribir su nombre, pero (según su hipótesis silábica) al dar cuenta de las partes
de su nombre, le sobran letras6.
Aquí los niños pueden poner letras como sílabas, pero cualquier letra para
cualquier sílaba; otros utilizan la hipótesis silábica con algún conocimiento sobre
las letras respectivas que pueden usarse para representar una sílaba. Se puede
encontrar producciones escritas silábicas que hacen uso de las vocales de modo
regular, para otros la selección de letras resulta de la asimilación de información
que le propone el medio. Por ejemplo, los niños usan las letras iniciales de su
nombre con un valor silábico, la M de María es la “Ma”, la S de Susana es la “Su”.
La correspondencia sonido-letra no es la convencional, pero los niños entienden
que la representación escrita se centra en la pauta sonora de las palabras.
3
KAUFMAN A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 26) Ejemplo Florencia.
4
KAUFMAN. A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 27).
5
KAUFMAN. A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 27 y 28).
6
KAUFMAN A. M (1989): Historia de Luciano. En: La lectoescritura y la escuela. Bs. As. Santillana Cap 2
(pag 35).
Cognitivamente la hipótesis silábica representa el intento para resolver un
problema: el de la relación entre el todo (la cadena escrita) y las partes que la
constituyen (las letras).
La hipótesis silábica es un intento organizador satisfactorio, pero resulta
invalidado por los adultos y por el entorno, de todos modos, los niños no
abandonan esa hipótesis y empiezan a usar otras letras. En Luciano podemos
advertir algunas escrituras silábico-alfabéico como “CSA” (casa), “NBU” (nube),
“MSA” (mesa), “SERO” (sombrero). En la hipótesis alfabética los niños entienden
la naturaleza del sistema alfabético, pero no pueden manejar los rasgos
ortográficos específicos de la escritura (signos de puntuación, uso de
mayúsculas, espacios en blanco, etc). Comprenden que la similitud sonora
implica similitud de letras. Por ejemplo, en Luciano cuando escribe PAVA o
MANSANA o CAMPANA.
El nivel alfabético es el puto de llegada de la evolución precedente, pero,
también, es el punto de partida de nuevos desarrollos.
- Implicaciones Pedagógicas