Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Fe Que Cura Sobre Martin Charcot PDF
La Fe Que Cura Sobre Martin Charcot PDF
La fe que cura1
Introducción: Jean-Martin Charcot, del congeniaba con la idea que en· la época se
localizacionismo a la psicología tenía de una investigación seria y rigur~a,
por lo que se creó una sección específica
Apenas es necesaria una presenta para histéricos y epilépticos que se confió
ción para un autor como Charcot que en a Charco!, quien desde entonces se consa
seguida se convirtió en un clásico, sus gró al estUdio'de la histeria, aislándola, de
obras fueron traducidas a todas las lenguas finiéndola y "descqbriendo" la existencia
y la amplitud de sus investigaciones. es de la histeria masculina.
asombrosa: el reumatismo crónico, la gota,
las hemorragias cerebrales, la ataxia, la es Para entonces ya se había labrado
clerosis lateral amiotrófica, la afasia, las su fama en el campo de la anatomía pato
localizaciones cerebrales...; mantuvo una lógica habiendo desarrollado su método
clientela privada internacional muy famo anatomoclínico aplicado a las enfermeda
sa entre la que se encontraban ministros, des nerviosas, y utilizó el mismo método
banqueros, grandes duques...; creó la pres en el estudio de la histeria. Consideraba la
tigiosa escuela de la Salp8triere fonnando histeria y la epilepsia como las dos gran
a innumerables discípulos; fundó incluso des neurosis que compartían el síntoma de
una rama nueva de la medicina, la neuro la convulsión; a partir de ahí empezó su
logía; son conocidos sus cursos magistra trabajo nosológico. Para ello utilizó a los
les de los viernes y sus lecciones de los que llamaba su "museo vivo", los más de
martes; famoso por sus veladas a las que cinco mil enfermos que eran la población
asistía la flor y nata de la sociedad de la estable de su Sección, verdadera 'citta do
época, médicos, políticos, pintores, escul... lorosá', haciendo así suyo el postulado de
tores, arquitectos, literatos... Pero quizás Bernard2 , quien decía que para aprender
hoy sea más recordado por haber elevado algo sobre la vida de hombres y animales
la hist~ria a la dignidad de enfermedad. hay que haber visto morir a muchos.
Charcot se hacía traer a un enfermo a su
El año 1870 marcó un cambio de gabinete, le miraba, le pedía que hablase o
orientación en la vida de C~arcot. Por que hiciese un movimiento, después hacía
aquel entonces en el hospital de la venir a otro y hacía lo mismo, y a otro, y
Salpetriere existía la sección de Delasiauve los comparaba. Esta observación detalla
donde se encontraban hospitalizados los da, visual, es el fundamento de sus descu
alienados, los histéricos y los epilépticos, brimientos, método en el que" no hay que
todos mezclados; el mal estado del edifi menospreciar las grandes dotes artísticas
cio obligó a la administración del hospital que poseía. A veces llegaba a ver .hasta a
a iniciar su remodelación, 10 que hizo que setenta u ochenta enfermos y as( lograba
los enfermos hubiesen de ser evacuados. describir el "tipo" de la enfennedad, sus
Esa mezcolanza de diferentes enfermos no características específicas, pudiendo así
I Introducción y traducción de Angel Cagigas.
2 Bemard, C. lntroduetion a¡'étllde de Úl médicine expérimentale. Bailliere, París, 1865, p. 173.
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2001, vol XXI, n.o 77,. pp. 99-111
(100) 914 La fe que cura
HISTORIA
delimitar las patologías. Janet3 definía el demias, los miedos, la diabetes, el onanis
tipo como un conjunto de síntomas que de mo, la escarlatina, los excesos y la conti
penden unos de otros, jerarquizados y que nencia venéreos, el tabaco, determinadas
pueden clasificarse en grupos que se dis profesiones...; y no olvidemos a este respec
tinguen claramente de los de otras enfer to la famosa anécdota según la cual en un
medades similares. Por este camino aparte Charcot le dijo a Brouardel que en la
Charcot lleg6 a desmentir la célebre frase histeria se trata siempre de lo genital, y re
de Briquet4, según la cual la histeria era petía, siempre, siempre, siempre...
un Proteo que puede presentar mil formas
sin tener ninguna, pues pudo establecer las Poco tiempo antes Charcot se ha
características del ataque histérico, que bía interesado por el fenómeno de la hip
podía ir precedido y acompañado de alu nosis que acab6 convirtiéndose en un fe
cinaciones, desórdenes de la sensibilidad cundo campo de investigaci6n; en un prin
u otras perturbaciones orgánicas, y que cipio no pens6 que la hipnosis tuviera nin
dividi6 en cuatro fases: epileptoide, gún efecto terapéutico pero sí le procuraba
clównica, de actitudes pasionales o poses una explicaci6n del síntoma principal de
plásticas y delirante. Imbuido de su méto la histeria, la mimesis, pues le permitía re
do anatomoclínico buscó la localizaci6n producir artificialmente diferentes sínto
de la lesi6n cerebral desencadenante de la mas histéricos poniendo de relieve lo que
histeria sin llegar a encontrarla jamás. No llamaba las leyes de la histeria. No estudió
por eso dejó de lado la explicación fisio la hipnosis como fen6meno en sí mismo
16gica de la histeria definiéndola como una sino como protocolo experimental que le
neurosis funcional del sistema nervioso permitía provocar experimentalmente los
debida a una degeneración nerviosa de síntomas histéricos, era una especie de his
origen hereditario desencadenada por la teria en miniatura. Estos trabajos le valie
acci6n de diversos agentes como ron numerosas críticas, como la de dedi
intoxicaciones o infecciones. carse a cultivar la histeria sin curarla o la
de haberse dejado embaucar tanto por sus
A partir de entonces trabajó desde enfermos como por algunos de sus ayudan
esta perspectiva que a la postre no haría sino tes, todos ellos dispuestos a satisfacer al
dinamitar todo el edificio que tantos años maestro poniendo en escena lo que éste
había tardado en construir. Al no encontrar deseaba ver, o la de quienes decían que la
un substrato neurol6gico para la explica histeria s610 existía en Francia, a lo que él
ción de la histeria se lanzó al estudio de sus replicaba sarcásticamente que incluso se
factores desencadenantes, y así la causa se podría decir que s610 existía en la
transfiguró en una serie de agentes Salpetriere, como si él mismo la hubiese
provocadores que acabó siendo casi inter creado con la fuerza de su voluntad. A des
minable: el primero de todos era la heren pecho de todas estas críticas no debe olvi
cia, pero además estaban los traumas ner darse la continua referencia de Charcot a
viosos, los traumas morales, las intoxi los hechos en detrimento de la teoría, tal
caciones, los accidentes, las prácticas reli como ponía de relieve cuando afirmaba que
giosas exageradas, el agotamiento, las epi- la teoría es buena pero que no impide que
3 Janet, ~ "Jean Martin Charcot". Revue philosophique. Junio 1895, p. 576.
4 Briquet, P. Traité clinique et thérapeutique de l'hystérie. Bailli~e, París, 1859, p. 5.
La fe que cura 915 (101)
HISTORIA
las cosas existan. La hipnosis se convirtió podía liberarse haciendo conscientes los
de esta forma en un modelo de la histeria recuerdos, afirmando además para su sa
y Charcot pensaba que ambos fenómenos, tisfacción que un tratamiento exclusiva
hipnosis e histeria, sólo podían darse en mente psicológico hubiera bastado en este
personas con un sistema nervioso débil, en caso para restablecer las cosas. Es sabido
degenerados. que en el curso siguiente, que ya no pudo
dar al encontrarle la muerte, quería abor
Por mucho que se esforzó no logró dar el estudio del estado mental de los his
dar nunca con ese substrato neurológico, téricos. Un ejemplo precioso de esta nue
esa disfunción, que suponía causa de la va perspectiva lo tenemos en el texto que
histeria, del 'malum sine materia' . En sus se ofrece a continuación, La fe que cura~ al
últimos días sus ideas sufrieron un vuelco que Gilles de la Tourette5 se refería como
hacia la psicología, con opiniones tan con su testamento filosófico y que dando un
trarias a su trayectoria anterior como la que máximo poder a la psicogenia en la etiolo
le hace decir a propósito del caso de la se gía de la enfermedad mental y al tratamien
ñora Dutemple que lo que está detrás de la to exclusivamente psicológico, puede ver
fuerza evocativa de la parálisis histérica se como una anticipación de lo que ya por
que afectaba a la paciente es la idea obse entonces empezaban a fraguar alumnos
siva, el recuerdo registrado pero que no como Janet, Guinon, o incluso el mismo
podía evocarse, y que esa fuerza evocativa Freud.
LA FE QUE CURA
LaNew Review, haciéndose eco del Añadiré que en tal materia, como
reciente viaje de un literato célebre a un san en cualquier otra, jamás se ha de faltar al
tuario religioso y de las discusiones que ha rigor inherente a la discusión científica; las
suscitado, me pide mi opinión sobre lafaith polémicas apasionadas no sirven para nada,
1
,healing • La cuestión no es de las que me a no ser para enmarañarlo todo y compro
dejan indiferente. Además interesa a todo meter las mejores causas. Por eso esta cues
médico pues la meta esencial de la medici tión de lafaith-healing no ha de resolverse
na es la curación de·los enfermos con inde mediante afirmaciones sin pruebas ni ne
pendencia del procedimiento curativo uti gaciones sin fundamentos, pues como ya
lizado. En este sentido, lafaith-healing me he dicho pertenece enterame~te al orden
parece el ideal que debemos alcanzar pues científico donde los únicos argumentos
a menudo es eficaz cuando todos los de admisibles son los hechos estudiados y
más remedios han fracasado. Por eso desde agrupados concienzudamente para así po
hace tiempo en ciertos casos he intentado der llegar a conclusiones.
penetrar en la medida de lo posible en el
mecanismo que la produce para utilizar así 1
su poder, y expondré en pocas palabras la Los hechos que en mi ya larga expe
opinión que me he formado. riencia como especialista he tenido ocasión
" GiIles de la Tourette, G. "lean Martin Charcot". En Nouvel/e lconographie de la Salpetriere, París, 1893, p. 246.
1 N. T. Se trata de la fe en la curación; el "viaje de un literato célebre a un santuario religioso" es el que Zola hizo a Lourdes (cf.
de observar en absoluto son hechos aisla ducir sus efectos debe dirigirse a los casos
dos pues lafaith-healing y su resultado, el cuyacuración no exige otra intervención que
milagro -sin dar a esta palabra otra signifi este poder de la mente sobre el cuerpo, ana
cación que la de una curació~ fuera de los lizado de forma tan notable en el gran libro
medios ordinarios de la medicina-, respon del Dr. Hack Tuke2 . Ninguna intervención
den a una categoría que no escapa al orden puede hacer que franquee sus límites pues
natural de las cosas. El milagro terapéutico nada podemos contra las leyes naturales. Por
tiene su detenninismo y las leyes que pre ejemplo, s~ revisamos las recopilaciones
siden su génesis y su evolución empiezan a sobre las curaciones llamadas{milagrosas
ser lo suficientemente conocidas como para jamás encontraremos que la faith-healing
que el grupo de hechos englobados bajoeste haya hecho crecer un miembro amputado.
vocablo se presente con un aspecto lo bas Por el contrario, encontraremos curaciones
tante específico como para no escapar del de parálisis a cientos, pero siempre han sido
todo a nuestra apreciación. Por otro lado, de las que el profesor Russell Reynolds3 ha
esto es motivo de alegría pues una mayor calificado con el término de parálisis
comprensión de esas determinaciones pone dependent on idea' .
cada vez más a nuestra disposición los gran
des recursos de la faith-healing y así cada 11
vez estamos menos desarmados ante la en Sé que hoy los médicos encargados
fermedad. de comprobar los milagros, cuya buena fe
no se pone en duda, parecen creer que la cu
Vamos a estudiar los elementos de ración repentina de las parálisis o de las con
ese determinismo. Agruparlos nos condu vulsiones no tiene nada que ver con las leyes
cirá a una conclusión que sin más puedo naturales. Intentan mostrar por el contrario
adelantar. La curaci6n, aparentemente ex que los tumores y las úlceras más rebeldes
traordinaria, producto directo de la faith son moneda corriente en el dominio de la
healing y que en terapéutica suele denomi terapéutica milagrosa. No lo niego: pienso
narse milagro, en la mayoría de las ocasio al igual que ellos que lafaith-heaiing en cier
nes, según puede demostrarse, es un fenó tos casos puede hacer desaparecer úlceras y
meno natural que se produce .en todas las tumores, pero creo también que a pesar de
épocas, en medio de las civilizaciones y las su apariencia las lesiones de ese tipo son de
culturas más variadas, aparentemente más la misma naturaleza, de la misma esencia,
diferentes, y también se puede observar en que las parálisis que acabo de mencionar.
la actualidad en todas las latitudes. Los he
chos llamados milágrosos, y nQ. pretendo La curación más o menos repenti
decir nada nuevo, tienen un doble carácter: na de las convulsiones y las parálisis se
son engendrados 'por una disposición men- . consideraba en otras épocas como un mi
tal específica del enfermo; UDa confianza, lagro terapéutico con todas las de la ley.
una credulidad, una sugestionabilidad, Cuando la ciencia demostró que esos fe
como se' dice hoy~. constitutiváS de lafaith n6menos eran de origen histérico, es decir
healing cuyo nivel de activación varía. Por que no eran orgánicos sino dinámicos, la
otra parte, su dominio e~ limitado;Qpara pro- curación milagrosa dej6 de existir.
2 lllustrations o/the InjlJlence o/the Mind upon the Body in Health and Disease designed to EIllCidate theAction o/the lmagination.
Churchill, Londres, 1872. .
3 "Remarks on paralysis and other disorders of motion and sensation oñ idea", leído en la sección médica de la Asociación
Médica Británica, Leeds, julio de 1869, en British medo Joum., noviembre de 1869.
¿Por qué digo todo esto? Si se de Simón el mago hasta el príncipe de
mostrase que esos tumores y úlceras que Hohenhole, a principios de este siglo, pa
tanto ruido hacen también son de natura sando por el diácono de Pans, que han te
leza histérica, y que están sometidos a la nido el don de realizar curaciones llama
mismafaith-healing que las convulsiones das milagrosas, es decir de inspirar lafaith
y las parálisis, se acabaría con el milagro. healing. Estos taumaturgos que a menudo
eran religiosos fundaron santuarios y so
¡Por qué lanzar tales desafíos a la bre sus tumbas se han multiplicado los
ciencia si al final ésta acaba por tener la milagros que hacían en vida. Hay que po
última palabra! ner de relieve que en los santuarios reli
giosos no es la propia divinidad la que in
Es mucho más sitnple constatar que tercede sino su profeta o sus discípulos. Se
la terapéutica milagrosa y la cie~cia han trata casi siempre de un simple mortal que
sufrido una evolución paralela. No se pue durante su vida se ganó su beatificación
de hablar de unafaith-healing religiosa y haciendo milagros. Resulta curioso que al
otra laica, se trata de la misma operación gunos de estos taumaturgos sufrieran la
cerebral que produce idénticos efectos. La enfermedad cuyas manifestaciones más
ciencia, cuya principal característica es que tarde curaban: san Francisco de Asís, san
evoluciona, no pretende explicarlo todo: ta Teresa, cuyos santuarios 'son de los más
negaría así su propia evolución. Da su in reputados entre aquellos donde se produ
terpretación racional a medida que hace cen milagros, eran histéricos.
descubrimientos, ¡eso es todo! Siempre es
enemiga de las negaciones sistemáticas que La forma en que se haya creado el
acaban por esfumarse a la luz de sus nue santuario poco importa; lo interesante des
vas conquistas. Creo que su evolución no de el punto de vista del detenninismo del
ha quedado rezagada respecto a la del mi milagro es el propio santuario. Y ese
lagro, y que la faith-healing siempre ha determinismo se' hace patente cuand;o se
hecho desaparecer con su poder tumores y comprueba que toqos los santuarios se pa
úlceras de una cierta naturaleza. En esos recen, están cortados por el mismo patrón.
casos la ignorancia imperaba pues desco Siguen siendo iguales desde los tiempos
nocíamos el secreto de ese mecanismo. más remotos de la hístoria hasta nuestros
Aunque ignoramos todavía muchas cosas, días, se copian unos a otros. Así pues, a
hoy hemos avanzado más en la vía de la través de los tiempos, entre las civilizacio
interpretación científica y preveo el día, nes más diversas, en medio de las religio
aún algo lejano, en que la realidad eviden nes aparentemente más dispares, las con
te de los hechos no encontrará ya diciones del milagro permanecen idénticas,
oponentes. Estudiemos ahora los elemen sus leyes evolutivas son inmutables.
tos del determinismo de lafaith-healing.
Estudiemos por ejemplo el
La faith-healing se da sobre todo Asclepión de Atenass , hijo directo de los
en los santuarios religiosos. En todas las santuarios del antiguo Egipto pues en el
épocas han existido taumaturgos, desde Asclepión el dios curador a menudo mos
5 Cf. L'Asciépiéion d'Athenes, d'apres de récentes découvenes, de Panl Girard, editado por E. Thorin, París, 1881.
(104) 918 La fe que cura
HISTORIA
Los siglos han pasado pero la fuente Un enfermo oye decir que en tal san
sagrada sigue manando. tuario se producen curaciones milagrosas:
La fe que cura 919 (lOS)
HISTORIA
es muy raro que vaya allí inmediatamente. las que produce efectos curativos incontes
Mil obstáculos materiales impiden al me tables? Para responder a estas preguntas
nos temporalmente su desplazamiento: a un estudiemos los documentos encontrados en
paralítico o a un ciego no les es fácil em los santuarios.
barcarse en un largo viaje, por mucho dine
ro que tengan. Pregunta a sus allegados, pide Hace un momento he hablado de los
información sobre las curas maravillosas de exvotos simb6licos que los enfermos cura
las que ha oído rumores. No oye más que dos colgaban de las murallas d~l Asclepi6n
palabras alentadoras de sus allegados e in y que hoy seguimos encontrando en los
cluso de su médico. Éste no quiere quitarle santuarios más venerados. Esos brazos,
la última esperanza a su enfermo, sobre todo esas piernas de mármol o de cera son re
si cree que la enfermedad de su cliente es presentaciones imperfectas de la realidad,
susceptible de remitir mediante la faith pues aunque un brazo puede sufrir veinte
healing que él no ha sabido inspirarle. Ade enfermedades diferentes siempre se repre
más contradecirle no tendría otro efecto que senta de la misma manera, la misma forma
exaltar la creencia en la posibilidad de una tradicional que se descubre en las
curación milagrosa. La faith-healing co excavaciones o que se contempla en los
mienza a nacer, se desarrolla cada vez más, santuarios actuales. ¡La figuración direc
la incubación la prepara, el peregrinaje se ta, real, de la enfermedad hubiese sido
convierte en una idea fija. Los deshereda mucho más instructiva! Únicamente una
dos de la fortuna se mortifican pidiendo li vez he encontrado esta representación de
mosnas que les permitan alcanzar el lugar una enfermedad que había sido objeto de
santo; los ricos son generosos con los po un milagro terapéutico. Visitaba un santua
bres para ganarse el favor de la divinidad: rio venerado del sur de Francia, en la
todos rezan con fervor e imploran su cura Camargue, la iglesia des Saintes-Maries.
ción. En esas condiciones el estado mental Entre los exvotos distinguí el molde en yeso
no tarda en dominar al estado físico. El cuer del miembro inferior de una niña de unos
po rompe con una rutina fatigosa, los en doce años patizamba. Este molde reprodu
fermos llegan al santuario con la mente su cía exactamente la contractura histérica del
gestionada. "Como la mente de la enferma, miembro inferior. La curación se efectu6
dijo Barwe1l6 , está dominada por la firme rápidamente y alIado del molde se encono.
convicción de que debe curarse, ella se cu traba la fotograffa de la niña, tiesa sobre su
rará indefectiblemente". Un último esfuer pierna, ya sin la contractura. Aparte de este
zo: una ablución en la piscina, una última ejemplo, el arte del modelador de piezas
oración más ferviente ayudada por el culto para los santuarios no nos enseña nada pre
exterior, y lafaith-healing produce el efec ciso sobre las enfermedades que se curan
to deseado: la curación milagrosa se hace bajo la influencia de lafaith-healing.
realidad.
Pero hay otros documentos figura
IV tivos que van a sernos de gran utilidad. Los
¿Cuáles son los efectos directos de lafaith trabajos de Paul Girard, antiguo alumno de
healing? ¿Cuáles son las enfermedades en la escuela de Atenas, nos han enseñado que
6 The Lancet, 28 de noviembr.e de 1858.
(106) 920 La fe que cura
HISTORIA
rebeldes; ¿se dirá también ahora que na su seno descubriendo que tenía una grueso
cieron bajo la influencia de la neurosis? ganglio que se extendía hacia atrás hasta la
axila y una especie de gruesa cuerda de tres
En lo referente a los hechos, la evo dedos de ancho que llegaba hasta el pezón.
lución de nuestros datos científicos me El cirujano le aplicó cataplasmas que le
permite tener la misma opinión que los hicieron destilar una cantidad considerable
médicos de los santuarios: algunos tumo de sangre por el pezón sin curarla ni ali
res y algunas úlceras se someten a lafaith viarla siquiera, su seno le seguía doliendo
healing, que toma su fuente de ¡as aguas y estaba cada vez más duro.
de la piscina sagrada.
...Se dio cuenta de que tenía un cán
¿Se trata de hechos nuevos? Toda cer en el seno izquierdo, la mama de ese
la vida lafaith-healing ha curado tumores lado se ha1;>ía hecho tan grande como la
y úlceras, y añado que al igual que hoy en cabeza, muy dura e inflamada".
día esta curación se ha dado en unas condi
ciones perfectamente determinadas que casi Esto sucedió en 1716. "Sin embar
siempre podemos analizar de forma exac go, el carácter tajante y corrosivo del cán
ta. Si se me permite citaré un ejemplo. cer hacía funestos progresos que por fin se
manifestaron de la manera más horrible a
Carré de Montgeron nos ha referi finales del año 1719".
do detalladamente la curación milagrosa
de la señorita Coirin, dándonos su descrip Un testigo ocular, Anne Giroux, nos
ción y su representación figurativa9 • dice "que se le hizo una pequeña herida
gangrenosa por debajo del seno izquierdo;
En septiembre de 1716 la señorita que esta herida creció cada vez más llegan
Coirin, que entonces contaba con treinta do hasta alrededor del pezón y que en po
y un años, se cayó del caballo dos veces cos días lo rodeó de forma que el pezón de
seguidas: la segunda vez fue "del lado iz ese seno se desprendió. Añade que vio el
quierdo del estómago cayendo a plomo pezón desprendido de la mama, que lo guar
sobre un montón de piedras, lo que le causa dó tres días en-una servilleta para enseñár
un dolor tan vivo que se desmaya". selo a los cirujanos que cuidaban de la
mencionada señorita, y que ésta tenía o que
Al cabo de cuarenta días tiene vó había en lugar del pezón un agujero un poco
mitos de sangre que se repiten frecuente más ancho que una moneda! de doce soles
mente acompañados de una "debilidad". que parecía bastante profundo y del que
salía sin cesar un agua que olía a carroña".
"En uno de esos estados de debili
dad que le sobrevino tres meses después En 1720 dos cirujanos propusieron la
de su caída, al ponerse la ropa interior se amputación del seno pero la madre de la se
dio cuenta de que tenía el seno izquierdo ñorita Como no consintió la operación al no
muy duro, inflado y amoratado. El ciru ser ésta más que un paliativo pues el cáncer
jano, llamado Antoine Paysant, examinó se tenía por incurable. "Ya que no era seguro
9 Caeré de Montgeron. Úl vérité des mirac/es opérés par M. de Ptiris et autres appelans. Colonia, 1747, t. l. Séptima demostra
ción.
(108) 922 La fe que cura
HISTORIA
que su hija curase mediante esta operación mentó al instante la fuerza bienhechora que
era mejor ahorrársela y si al final iba a mo en ella estaba agotada. Forzada por su pa
rirse era mejor que no sufriese". rálisis a estar tendida de espaldas se incor
poró sola de la cama".
Añadamos que desde 1718 la en
ferma quedó paralizada de golpe, en una El día siguiente, 12 de agosto, se
noche, de todo el lado derecho. apresuró a aplicarse la preciosa tierra so
bre su "cáncer" y "enseguida notó admira
"Fue presa de un entumecimiento da que el profundo agujero de su seno de
del brazo izquierdo que por la noche de donde desde hacía doce años salía sin ce
generó en una parálisis que la privó del sar un pus corrompido e infectado se seca
uso de todo el lado izquierdo; desde en ba en el acto y empezaba a cerrarse y a cu
tonces no le ha sido posible mover el bra rarse".
zo ni la mano izquierda, que siempre es
tán fríos como el hielo, ni tampoco cam La noche siguiente, nuevo prodigio.
biarlos de sitio más que cogiéndolos con "Los miembros paralíticos que desde ha
su brazo derecho, o empujando su pierna cía tantos años parecían con su frío glaciar
izquierda con la derecha, este estado de los miembros de un cuerpo muerto, sus
cosas se mantuvo hasta la noche del 11 al horribles marcas y su horroroso encogi
12 de junio de 1731. Incluso su muslo y miento, se reaniman de golpe; su brazo
su pierna se encogieron de forma que te retoma la vida, el calor y el movimiento;
nía un hueco por debajo de la cadera lo su pierna encogida y seca se despliega y
bastante profundo como para meter el estira; el hueco de su cadera se rellena y
puño, y como los nervios de la pierna se desaparece; desde ese primer día intenta
habían encogido parecía que era más cor servirse de sus miembros revividos pero su
ta que la otra... Su pierna izquierda estaba delgadez muestra aún el sello de la muerte;
encogida hacia atrás y como retorcida, y se levanta sola, se sostiene sobre la punta
estaba blanca, reseca, fría como el hielo del pie de esa pierna que desde hacía tanto
incluso en la canícula". tiempo era mucho más corta que la otra;
utiliza con soltura su brazo izquierdo, se
El 9 de agosto de 1731 se dirigió a viste y se peina con sus manos".
una virtuosa mujer de Nanterre y le en
cargó una novena en la tumba del beato El milagro se ha consumado: de to
Fran~ois de Paris, le pidió que rozara esta das formas hay que añadir que la llaga del
tumba con una camisa y le llevara un poco seno no cicatrizó completamente hasta fi
de la tierra cercana al sepulcro. El día si nales de mes; que sólo el veinticuatro de
guiente, 10 de agosto, la piadosa mujer fue septiembre pudo salir a la calle y el treinta
a Saint-Médard... de septiembre montar en carruaje.
La noche del día 11 de agosto, ape Confieso que hace sólo diez años la
nas la moribunda se puso la camisa que interpretación de todos los elementos de
había tocado la preciosa tumba, experi- esta curiosa historia hubiese ofrecido mu
La fe que cura 923 (109)
HISTORIA
11 La historia completa de estos problemas ttófioos se encuentra en el Traité cliBique el thirt:lfJt",ique de l'hystirie, de mi antiguo jefe de clínica GiJles de la
12 "Neurotic Tumours ofthe Breast, read before the New York Neurological Society", 7 de enero de 1890. Medical Record, 15 de febrero de 1890, p. 179.
13 N. T. [Como todas las mujeres con un carácter parecido, tenía una fe fetichista en su médico de cabecem).
contractura, tal como a menudo he mos tinamente. Es un hecho bien conocido que
trado en mi Clínica. No se puede ni soñar una violenta emoción nos clava al suelo sin
con encontrar tales fenómenos en los san que podamos movernos. Cuando el influjo
tuarios pero los he observado a menudo motor cerebral se restablece estamos en con..
tanto en enfermos que se han curado en diciones de andar de nuevo. Pero si durante
un lugar santo como en aquellos cuya cu esta parálisis los músculos se atrofian, en..
ración se ha conseguido en la Salpetriere: tonces el miembro no retoma su fuerza y su
las diferencias no están en los hechos sino volumen hasta que los haces musculares se
en su interpretación. regeneran, y esta regeneración presidida tam
bién por leyes físicas requiere un tiempo. Tal
Abundando en ello, este determi es el caso de la señorita Coirin que no pudo
nismo es aún más evidente cuando la pa servirse de su pierna atrofiada para montar
rálisis se acompaña de atrofia o cuando el en carruaje hasta veinte días después de su
edema produce la gangrena cutánea, fe curación calificada de repentina.
nómenos cuya evolución pueden apreciar
hasta los observadores menos experimen También es el caso de Philippe
tados. Sergent que refiere Cané de Montgeron. El
10 de julio de 1730, tercer día de su nove
Tras estas apreciaciones, volvamos na en la tumba del diácono de Piris, se curó
a la señorita Coirin. El edema, problema de una contractura con atrofia de los miem
vasomotor, desapareció casi inmediata bros del lado derecho. "Pero, dice explíci
mente bajo la influencia psíquica determi tamente el narrador, su mano, su cadera y
nada por la aplicación de la camisa que su pierna derechas no volvieron a fortale
tocó la tumba del diácono·de Paris, el seno cerse en el momento sino que s610
retomó su volumen normal. En este he retomaron el color de la carne", pues, como
cho no hay nada que pueda asombrarnos en el caso de la señorita Coirin, se trataba
pues sabemos con qué rapidez pueden apa de un edema azul histérico. La atrofia. no
recer y desaparecer los problemas circu pudo escapar a las leyes fisiológicas de la
latorios. Al desaparecer el edema las con regeneración muscular.
diciones locales de nutrición de los teji
dos se modifican, la llaga del seno se ci En este sentido, puedo invocar tam-~·
catrizará en virtud de leyes fisiológicas tan bién mis experiencias particulares. He vis
conocidas como las que antes habían pre to regresar de santuarios de moda a enfer
sidido la aparición de la gangrena. Pero la mos enviados con mi consentimiento al no
cicatrización completa requiere un tiem haber podido yo mismo inspirarles lafaith
pO, y en efecto no fue sino hasta después healing. He examinado sus miembros en
de quince días cuando la piel del órgano fermos algunos días antes de parálisis o de
se alisó, indemne de toda ulceración y en contracturas y he asistido a la desaparición
vías de cicatrización. gradual de los estigmas sensitivos locales
que persisten casi siempre algún tiempo tras
El elemento contracturado o parali la curación del elemento paralizado o
zado puede aparecer o desaparecer repen- contracturado 14 •
14Ver como ejemplo típico la observación de Etch... (Bourneville. Recherrhes clin. et thét: sur l'épilepsie et l'hystérie. París,
1876, pp. 172 Y115). También se puede consultar: Valentiner. Mouv. medo 1872, p. 233 (tra~.: E. Teinturier); Boumeville, loco cit.
La fe que cura 925 (111)
HISTORIA
15 N. T. [Hay más cosas en el cielo y la tierra de las que puede imaginar nuestra filosofía], en Hamlet de William Shakespeare.