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Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Ciencias Humanas

Departamento de Psicología

Sergio Andrés Rico Avendaño

Bogotá D.C

9/12/2021

La evolución y giros interpretativos del inconsciente

En psicoanálisis, vemos como el concepto de inconsciente a tenido un amplio desarrollo y


evolución a lo largo de las publicaciones, principalmente hechas por Freud, en este caso,
uno de las publicaciones que marcaron un antes y un después definitivo respecto a la forma
de interpretar el concepto de inconsciente fue el libro de La interpretación de los sueños
(1900), antes de este libro, la concepción de inconsciente solo hacia referente a todo lo que
no estaba en la conciencia reflexiva y espontanea del sujeto, es decir, todo lo que estaba
ausente o resultaba desconocido para la conciencia del individuo, especialmente, el
inconsciente esa interpretado como un subsistema, segunda conciencia o una instancia
adicional al de la conciencia. Sin embargo, Freud da un giro interpretativo asumiendo el
papel del inconsciente como un sistema propio, independiente del consciente, para este el
inconsciente no resultaba ser solo aquello cuyas intenciones eran ajenas a las de la
conciencia espontanea del sujeto, sino que constituye el eje central de la vida psíquica,
como el determinante fundamental, mas no único, de la actividad mental (xxxx).

En esta nueva interpretación de inconsciente como sistema, se acobijan a los representantes


psíquicos de la pulsión, las huellas mnémicas, los deseos y principalmente, las
representaciones reprimidas, los cuales tratan de pasar a la conciencia, pero esto es
impedido por el sistema preconsciente-consciente que caracterizan a los mecanismos de
defensa. Todo esto, dentro del primer giro interpretativo freudiano respecto al inconsciente
(xxxx).
Sin embargo, eventualmente se reconoce un segundo giro en la interpretación del
inconsciente, esta ves predominando su sentido adjetivado, es decir, como complemento y
de carácter subordinado por el consciente, a diferencia de entenderlo como sistema o forma
sustantiva. Adicionalmente, Freud instauro el concepto de inconsciente en los procesos de
repetición, cambio importante dado que en décadas anteriores este estaba basado en los
procesos de represión como se mencionaba anteriormente, no obstante, volver a esta
concepción adjetivada del inconsciente no resultaba ser una perdida conceptual respecto al
desarrollo del inconsciente como sistema, ya que el primero adquirió buena parte de los
caracteres atribuidos al inconsciente sistemático (xxxx).

Ahora bien, posteriormente, en el inconsciente lacaniano, se reformula la escisión hecha


por Freud al aparato psíquico, en la cual ahora estarán representados bajo diversos
sintagmas tales como: la división del sujeto, sujeto del deseo, sujeto de inconsciente, entre
otras. La tesis primordial del inconsciente lacaniano consiste en que este ultimo esta
estructurado como un lenguaje, y en este orden de ideas, su interpretación estará
estrechamente implicada con un análisis hermenéutico, las nuevas aproximaciones
lacanianas del inconsciente rescatan el significado semántico que tiene el mismo en su
lengua originaria en alemán, que lo relacionan explícitamente con el saber, das
Unbewusste, que en castellano su significado literal resulta en “lo no sabido” pues la
versión en castellano como inconsciente no se relacionaba explícitamente con el saber, cosa
que rescata Lacan a la hora de caracterizar a este sistema como un saber no sabido, o por
otro lado, saber del inconsciente (xxxx).

Por otra parte, Lacan sitúa al inconsciente como un ente no material, no tangible, sin
sustancia, no guarda parentesco con un objeto real ni con algún ser, por ende, es ajeno a la
ontología, lo que lo caracteriza como preontológico, no es del orden del ser ni del no ser,
por lo cual, es el deseo del analista lo que lo hace existir, es la practica y experiencia del
analista la que le da sentido y presencia al inconsciente, en este orden de ideas, sin el
advenimiento del analista el inconsciente deja de tener sentido, pues es de la puesta en
marcha del quehacer analítico del cual se interpretaran y aparecerán sus posteriores
manifestaciones (xxxx). Nótese la ya marcada diferencia del inconsciente freudiano al
lacaniano, en el primero vemos como el inconsciente existe independientemente del
analista, sumido en el individuo, cuyo acto de imposición resulta en descubrirlo o
desvelarlo, a diferencia de Lacan, en el cual, no preexiste, si no que se creara, que esta por
venir, dado el significado interpretado del analista.

Como conclusión, hemos aprendido las variadas interpretaciones que han sido acuñadas por
el concepto de inconsciente, pasando de una concepción adjetivada, como complemento del
consciente de aquello que es desconocido, a ser un sistema independiente, como sustantivo,
siendo el eje de la vida psíquica, pasar otra vez a la concepción adjetivada pero con mayor
robustez e incorporada en los procesos de repetición además de las representaciones
reprimidas, y finalmente, la adquisición de un lenguaje como estructura del inconsciente en
las tesis lacanianas, donde el estatuto inconsciente no es ontológico y su existencia se debe
al deseo interpretativo del analista.
Referencias:

Korman, V. (2004) El Espacio Psicoanalítico. Editorial Síntesis.


https://www.sintesis.com/data/indices/9788497561570.pdf

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