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INSTITUTO MICHOACANO DE CIENCIAS DE LA

EDUCACIÓN
“JOSÉ MARIA MORELOS”

ENSAYO:

LAS HISTÉRICAS DE FREUD.

Maestría en Psicología Educativa,


Perspectiva Psicoanalítica.

ASESOR: JENNICE ALVA GOMEZ

ALUMNO: VÍCTOR CERVANTES SÁNCHEZ

ASIGNATURA: INDAGACIÓN CASUÍSTICA

Morelia Michoacán, Febrero de 2011.


INTRODUCCIÓN

Inicio este breve ensayo preocupado, por saber si realmente lo que quiero decir
con mis pocas palabras, es lo correcto para hacerme entender, y es lo necesario
para aprobar mi ensayo. Palabras más, palabras menos, recordando la
introducción de Laura Cevedio, en su libro 1 La histeria, donde menciona que la
histérica sigue ofreciendo su cuerpo como un lugar donde descifrar su saber,
donde denunciar que el falo es un semblante que a ella no satisface por completo.
Sus síntomas han variado pero no han2 desaparecido.

Ya no es la bruja ni la loca de la Edad media, donde las pasaban por la Hoguera,


porque creían que estaban endemoniadas. Pero siguen apareciendo síntomas
como, esterilidades psíquicas, anorexias, bulimia, frigidez, erotomanía, síntomas
que muchas veces son aislados por el amo moderno de su estructura.

Por desconocer su deseo, reclama un amo que le descifre su saber. Así ofrecerá
su amor al hombre, pudiendo llegar a mostrarle a través de las expresiones como
debe serlo. Es tanto su amor que puede llegar a enfermar por él, pero no por
cualquiera, solo por aquel al que sostiene, y por su amor lo convierte en amo. Es
decir, lo persuade de que posee lo que a ella le falta, para así completarse.

Se dice que la estructura de la histeria está compuesta por un goce marcado en la


exclusión. Un fantasma en donde se pone en juego la reminiscencia construida de
una escena de seducción, relacionado con un deseo demandado al otro, lo que
produce una particular manera de desear, que remite siempre a la insatisfacción y
lleva a producir un discurso, el histérico, determinado por un lazo social con el
otro.

En este breve ensayo hablare de los orígenes y evolución de la histeria, para


luego mencionar algunos aspectos y similitudes de los caso de Freud con sus
histéricas, y así poder entender mejor el estudio de la histeria.

1
Cevedio, Laura “La histeria, entre amores y semblantes” España: Síntesis, S.A., 2002, P. 9.

2
Origen y evolución de la histeria

Desde la edad media hasta nuestros días hay un componente común en la historia
de la histeria, y es el descubrir y legislar lo que empuja el goce díscolo de las
mujeres histéricas en su vida cotidiana.

A las primeras histéricas se las relaciono con prácticas ajenas a las religiones
oficiales. Cuando estas mujeres surgen a la luz pública, dejando de ser hechos
aislados para convertirse en pasiones colectivas, se les tacho de peligrosas, Esto
3
llevo a la iglesia de ese entonces, a través de sus leyes y de la incipiente medicina
a tomar medidas drásticas, medidas para evitar el desorden que producían. Se les
tacho de brujas y hechiceras, y terminaron en la hoguera; y podría decirse que a
una sexualidad desbordante, endemoniada le correspondía una medida
purificadora simbolizada a través del fuego.

Los estudios que realizo Freud con Charcot se centraron en gran medida en la
histeria, cuando llego Freud a Viena en 1886, se estableció como medico de
enfermedades nerviosas, para lo cual tenía bastante clientela. Charcot, jefe del
hospital de la Salpetriére, se intereso muchísimo en estas mujeres histéricas, que
al momento de obsérvalas noto que no encontró lesiones orgánicas, en los males
que las aquejaban.

Para su sorpresa y la de sus discípulos descubre que a través de la hipnosis por


sugestión podía por ejemplo, provocar, modificar o suprimir cambios en la
conciencia, y también podía provocar, que parálisis, mareos o vómitos
desaparecieran al despertar de forma independiente a la voluntad del hipnotizado.

Para ese entonces se crea una gran función teatral, donde las histéricas muestran
sus convulsiones y los médicos las contemplan de modo que sus espectadores
pueden especular acerca del órgano donde se encontraba el útero errante.

A partir de esta etapa de Charcot se termina el mito de que las mujeres estaban
poseídas por el demonio, pero por otro lado la histeria pasa a ser una enfermedad.
Babinski, alumno de Charcot, atraído por la posición positivista, creyó que todo lo
queue no se explicaba, no se veía, no se palpaba, estaba fuera del campo de la
conciencia y de la medicina. Propuso sustituir la categoría de la histeria por la de
“pitiatismo”2. Babinski pensaba que estos enfermos estaban fuera de la realidad,
queue eran simples simuladores y manipuladores.

2
Disposición de algunos enfermos a sufrir trastornos de índole diversa bajo el influjo de la sugestión. Este
término se utiliza como sinónimo de histerismo.

3
Si la histérica, no se curaba con los medios que proponía, era porque no quería
curarse. El DSM-IV pulveriza el concepto de estructura histérica, legado por la
psiquiatría, para convertirlo en “Trastornos histriónicos de la personalidad”, es
decir fijado por patrones permanentes de experiencias subjetivas que se apartan
de la cultura del sujeto. Por decreto ya no existen las estructuras, ahora se
diagnostican trastornos de comportamiento más fáciles de medicar.

Aunque para la medicina científica y para el DSM-IV la histeria como estructura


psicopatológica no existe, el goce de las histéricas está presente en sus crisis, en
sus vómitos, en sus demandas, en su creación de amos y sus caídas. Ellas
denuncian que su sufrimiento no es por4 una necesidad que se pueda satisfacer
con cualquier bien.

Freud y las histéricas

Freud retorna a Viena en 1886, al comienzo Freud confió en los métodos


terapéuticos, que habitualmente usaba como lo fueron, la hidroterapia, la
electroterapia, los masajes y la cura de reposo de Weir Mitchell, pero estos no
fueron eficaces y dirige su pensamiento en otra dirección, le escribe a su amigo
Fliess, el 28 de diciembre de 18873, donde le menciona que ha aprendido la
Hipnosis, y que ha tenido pequeños pero notables éxitos.

Freud también alumno de Charcot, deduce que los síntomas histéricos entrañan
un sentido que tienen una significación desconocida, extraña para el sujeto que las
padece, y que no son para nada accidentales. Desconocía al igual que ellas, los
motivos por los cuales escenificaban su sufrimiento, desde ese momento surgen
en Freud el deseo de construir una teoría psicológica de la histeria

En uno de los casos que trata Freud el de Isabel R. siendo su paciente ella le
reprocha sus constantes intervenciones, que interrumpía el discurrir de sus
pensamientos, ya no se ofrecía a la vista del médico, y este la invitaba a asociar
libremente diciéndole; puede hablar libremente de todo aquello que acuda a su
mente, aunque le resulte vergonzoso, incoherente o trivial, y es así como surge el
método psicoanalítico.

De esta manera Freud se da cuenta que disponía de abundante material, que si


bien no aportaba los elementos olvidados, si posibilitaba la reconstrucción a través
de determinadas interpretaciones, quedando en evidencia que el sujeto lucha
contra una resistencia constante y muy intensa.

3
Freud, Sigmund. “Estudios sobre la histeria”. En Obras completas tomo II. Buenos Aires: Amorrortu editores
1992. p. 5

4
Enseguida analizaremos a groso modo dos casos en los que Freud estuvo
presente, el de la Señora Emmy Von N. y el caso de Elizabeth Von R.

Caso Emmy von n (Fanny Moser)

El primer tratamiento con Freud comenzó El 1° de mayo de 1889.

Emmy von N. es una de las pacientes cuyas historias presentaron Josef Breuer y
Sigmund Freud en los Estudios sobre la histeria. Freud señala haber utilizado por
primera vez el método catártico (catarsis) en el tratamiento de esta Mujer livonia
de 40 años.
5
Viuda y madre de dos niñas, afectadas también de trastornos nerviosos, la mujer
presentaba una grave fobia a la vista de determinados animales. La cura duró seis
semanas, en el curso de las cuales Freud le hizo masajes corporales, le prescribió
baños y trató de liberarla de sus afectos dolorosos mediante sueño artificial,
hipnosis y con un diálogo catártico.

Freud señala que desde el comienzo mismo practicó la hipnosis con otro fin
además de la sugestión: para explorar la historia genética del síntoma; vale decir
que desde el comienzo recurrió al método catártico de Breuer.

Cronología del caso:


FECHA SINTOMAS X LA SINTOMAS X LA TARDE HECHOS DENTRO DE LA
MAÑANA HIPNOSIS

10/05/1889 La paciente se encuentra La sugestiona para que se


alegre, sonriendo. Le administra normalice su periodo. Relata
el primer masaje. Le ha vuelto el la historia de cuando se
periodo. Se le cuestiona por su desbocaron los caballos. Se
tartamudeo. da cuenta que es ahí donde
apareció el TARTAMUDEO.

Relata otra vivencia de su


vida, donde tuvo miedo
porque la asustaron. Relata
la vivencia de su hermano
enfermo. Por último le borra
todos los recuerdos, la
despierta y le asegura que
esa noche dormirá bien.

11/05/1889 Encuentro con Ginecólogo, Muy alegre. Recuerda la muerte Le dice que teme porque
Dr. N, que revisara a la de su marido. Recuerda que su piensa que lo ofendió el día
mayor de sus hijas de un niña estaba recién nacida y anterior durante el masaje.
dolor Menstrual. Bastante enferma, y a consecuencia de Tiene miedo a todo lo nuevo.
inquieta. Exclama que eso tomo un resentimiento No muestra chasquidos ni
siente Angustia, que se contra su hija. inhibición en el habla.
morirá.

5
Siempre berreaba, y nunca
dormía, contrajo una parálisis de
la pierna izquierda, tuvo
visiones, etc. Freud termina
diciéndole que esa niña es hoy
normal y esta hermosa. Le
habla del príncipe L. del
manicomio, donde surgen
nuevas angustias.

12/05/1889 Ha dormido poco y mal. Ha soñado cosas


Angustiada. Ha soñado terroríficas, serpientes,
cosas feas, se le da animales salvajes. Le
masaje. Cuenta de sus 6 pregunta por los dolores de
relaciones en su casa de estomago, y de donde
viuda allá en el báltico. provienen. Es cuando ella le
responde que no debe de
estarle preguntando siempre
de donde viene esto y esto
otro4. Surge la invención de
la escena psicoanalítica.

13/05/1889 Ha dormido poco. Dolores Recordó la razón por la cual


de estomago. Dolores de los animales pequeños que
brazo derecho. ella ve se le aumentan a
proporciones gigantescas.
Fue en una representación
teatral, donde habían puesto
sobre el escenario una
lagartija gigantesca. El
chasquido le volvió porque
ayer tuvo dolores en el
abdomen y se empeñaba en
no denunciarlos con sus
suspiros. Y descubre porque
tiene dolores de estomago.

14/05/1889 Se encuentra bien y Alegre lo recibe con una Opina que le resulta
alegre. Ha dormido hasta exclamación “me muero de desagradable tener alguien
las 7:30. Algunos dolores angustia, me odio a mí misma” detrás o muy próximo a ella.
de mano, de la cabeza y se entera de que el Dr. Breuer la Relata la experiencia que
del rostro. Se queja de ha visitado y ella se estremece tuvo en una caminata
falta de sensibilidad en la cuando aparece él. Sale a la luz cuando surgió un mendigo
pierna derecha. su personalidad hipersensible
en lo ético de empequeñecerse
a sí misma.

15/05/1889 Ha dormido hasta las 8:30. Está muy contenta. Hace gala Le pregunta sobre los
Se fue inquietando, lo del magnífico humor. calambres en la nuca. Indica
recibe con pequeños tics, y que en ocasiones tiene
chasquidos y alguna todavía representaciones de
inhibición para hablar. angustia. Miedo con sus
Habla de la historia de la hijas de que les pueda pasar
4
Freud, Sigmund. “Estudios sobre la histeria”. En Obras completas tomo II. Buenos Aires: Amorrortu editores
1992. p. 84

6
condesa de S. Reanuda algo.
con los masajes.

16/05/1889 Ha dormido bien. Todavía Se asusta cuando yo entro. Repite la historia de los
se queja de dolores en el Tiene signos de horror, ratones.
rostro, brazos y piernas. tartamudeo, tics. Habla del ratón
que le espanto en el jardín.6

17/05/1889 Ha dormido muy bien. Descubre cual era la


Tomo un baño de salvado, angustia por los gusanos.
y grito varias veces por
creer que eran Gusanitos.
La noche anterior había
tenido sueños crueles.
7

Epicrisis o diagnostico:

Los síntomas psíquicos de nuestro caso de histeria con escasa conversión se


pueden agrupar como una alteración del talante que viene siendo: (angustia,
depresión melancólica), fobias y abulias (inhibiciones de la voluntad). Las dos
últimas variedades de perturbación psíquica, consideradas por la escuela de los
psiquiatras franceses como unos estigmas de degeneración nerviosa, en nuestro
caso demuestran estar suficientemente determinadas por vivencias traumáticas;
en su mayoría son fobias y abulias traumáticas.

Las abulias presentes en nuestra enferma (inhibiciones de la voluntad,


incapacidades) admiten ser concebidas como unos estigmas psíquicos
consecuencia de una estrechez general de la capacidad de rendimiento.

Más bien el análisis hipnótico del caso nos hace ver que las abulias están
condicionadas aquí por un doble mecanismo psíquico, uno solo en el fondo. La
abulia puede ser simplemente la consecuencia de una fobia; lo es en todos los
casos en que la fobia se anuda a una acción de la persona misma en lugar de
anudarse a una expectativa [de un suceso externo] (salir, visitar gente; el otro caso
sería que alguien se le colase en el cuarto, etc.), y ahí la causa de la inhibición de
la voluntad es la angustia enlazada con el resultado de la acción.

Erraríamos sí clasificáramos esta clase de abulias como unos síntomas


particulares junto a las fobias que les corresponden; no obstante, es preciso
admitir que una fobia de esa índole, si no es de grado demasiado alto, puede
existir sin llevar a la abulia.

La otra clase de abulias se basa en la existencia de asociaciones no sujetas, de


tinte afectivo, que oponen resistencia al anudamiento de asociaciones nuevas, en
particular las de índole inconciliable. El ejemplo más patente de una abulia de este

7
tipo nos lo ofrece la anorexia de nuestra enferma. Si come apenas es porque no
gusta de hacerlo; y no puede obtener gusto alguno del comer porque ese acto
está en ella enlazado de antiguo con recuerdos de asco, cuyo monto de afecto no
ha experimentado todavía aminoración alguna. Ahora bien, es imposible comer al
mismo tiempo con asco y con placer. Y el aminoramiento del asco adherido de
antiguo a las comidas no pudo producirse porque ella siempre se vio precisada a
sofocarlo en vez de librarse de él mediante una reacción; de niña, por miedo al
castigo debía comer con asco la comida fría, y ya adulta, el miramiento por sus
hermanos le impedía exteriorizar los afectos a que la sometían las comidas
compartidas.
8
Por último, se enlazaron con tantos traumas, poseían tantos títulos para
reproducirse en el recuerdo, que interrumpían el habla sin ocasión alguna, de un
modo permanente, como un tic carente de sentido. Sin embargo, el análisis
hipnótico pudo mostrar cuánto significado se escondía tras ese tic aparente, y si el
método de Breuer no consiguió aquí hacer desaparecer por completo y de una
sola vez ambos síntomas, ello se debió a que la catarsis sólo se extendió a los
tres traumas principales y no a los asociados secundariamente.

Enseguida analizaremos el segundo caso, sobre la histeria de Elizabeth Von


R.

Inicia en el otoño de 1892, de 24 años.

Elizabeth padecía de dolores en las piernas, fatiga dolorosa y caminaba mal


(hiperalgesia de la piel y de los músculos en todas las piernas). Había sufrido
graves problemas tales como la muerte de su padre, una enfermedad en los ojos
de la madre, y la muerte de una hermana.

Freud consideraba que estos dolores eran síntomas histéricos dado que le
resultaba llamativo como ella contaba su padecer, lo hacía de manera muy
imprecisa y un enfermo que padezca malestares orgánicos va a describir su dolor
con gran precisión y visto que atribuía mucho valor a sus dolores era correcto
deducir que su atención estaba centrada en otra cosa: pensamientos y
sensaciones que se relacionaban con los dolores. Además si un enfermo orgánico
realmente tiene padecimientos cuando se estimule la zona de dolor su expresión
será de sufrimiento; pero esto no sucedía en Elizabeth: cuando se pellizcaba u
oprimía la piel y la musculatura hiperalgica de la pierna, su rostro cobraba una
expresión más de placer que de dolor. Seguramente mediante la estimulación de
esa zona la enferma recordaba pensamientos escondidos tras ese dolor. Así

8
Freud llega a la conclusión que esa dolencia era una histeria y la estimulación
afectaba una zona histerógena.

Lo primero que hizo Freud fue remover el material patógeno estrato por estrato 5, le
hacía contar a la enferma lo que ella sabía, poniendo toda la atención en aquella
zonda donde parecía que faltaba un eslabón en la cadena de las causaciones e
iba penetrando en estratos cada vez más profundos del recuerdo a medida que en
esos lugares aplicaba la hipnosis o la presión en la frente.

Ella era una persona muy apegada a su padre y así también demostraba un
desinterés hacia su madre y sus hermanas.
9 El padre sufría de una afección
cardiaca por lo cual ella cuido de él duramente un largo tiempo, dormía en su
habitación, lo asistía todo el día. Al principio su afección se vinculó con este
período, ya que ella puedo recordar que duramente los últimos meses de ese
cuidado sufrió de dolores en la pierna derecha, pero estos le pasaron pronto. Dos
años después de la muerte del padre empezó a no poder caminar a causa de sus
dolores.

Un día ella se alejo del lecho del enfermo para asistir a una reunión en donde
estaría su joven enamorado, cuando regresó encontró con que su padre había
empeorado y se realizaba reproches por esto, esa fue la última vez que abandono
a su padre durante tanto tiempo. Aquí era lícito buscar la causa de los primeros
dolores histéricos: por el contraste entre la salida que se había permitido y la
miseria en la que encontró al padre al volver así quedó planteado un conflicto, un
caso de inconciliabilidad. Como recuerdo del conflicto, la representación erótica
fue reprimida (esforzada al desalojo) de la asociación y el afecto a ella adherido
fue aplicado para reanimar un dolor corporal presente de manera simultánea. Se
trataba pues del mecanismo de una conversión con el fin de la defensa
(conversión histérica)

Luego de un tiempo de tratamiento la enferma le comunicó a Freud que el dolor en


su muslo derecho (zona histerógena) era más fuerte porque era el lugar donde el
padre apoyaba su pierna para que ella le renovara las vendas: esta es la
explicación de la génesis de una zona histerógena atípica.

En el período de abreacción el estado de Elizabeth mejoró notablemente Freud


gracias a Elizabeth obtuvo un panorama de cómo se genera la histeria
monosintomática,6 la pierna derecha le dolía cuando se producían recuerdos del
cuidado a su padre (1 tramo de su padecimiento), mientras que el dolor izquierdo

5
Freud, Sigmund. “Estudios sobre la histeria”. En Obras completas tomo II. Buenos Aires: Amorrortu editores
1992. p. 155
6
Ídem p. 164

9
le sobrevenía cuando se despertaba un recuerdo sobre la hermana difunta (2do
tramo de su padecimiento).

Un enlace de los dolores con el “estar sentado” sucedió cuando ella fue a una
colina a pasear hasta el lugar que solía frecuentar junto con el cuñado. Aquí sus
pensamientos se dirigieron a su soledad, al deseo del llegar a ser tan feliz como
su hermana lo era. De aquí regresó con fuertes dolores y esa misma tarde los
dolores sobrevinieron de manera definitiva.

La abasia no era equiparable sólo a una parálisis funcional asociativa, sino


también a una parálisis funcional simbólica
10
Freud sostiene que su método de presión sobre la frente nunca fracasó con
Elizabeth pues ella siempre tenía una ocurrencia en la mente o una imagen, pero
no siempre estaba dispuesta a comunicarlo, intentaba volver a sofocar esos
pensamientos esto se debía a dos cosas: o la enferma ejercía una crítica sobre su
ocurrencia o bien la a horrorizaba indicar la ocurrencia porque le resultaba
demasiado desagradable su comunicación. Cuando ella decía que no se le ocurría
nada Freud le aseguraba que sí se le había ocurrido y así él repetía la presión, la
enferma mostraba resistencias a reproducir sus recuerdos.

Así pues también se encontró que la enferma frente al lecho de muerte de su


hermana pensó que su cuñado ahora estaba libre y que ella podía convertirse en
su esposa, es así que Freud encuentra aquí la idea de defensa frente a una
representación inconciliable, de la génesis de síntomas históricos por conversión,
de una excitación psíquico a lo corporal, de la formación de un grupo psíquico
separados por el acto de voluntad que lleva a la defensa: ella había conseguido
dejar de lado la dolorosa certidumbre de que amaba al marido de su hermana
(representación inconciliable) creándose a cambio unos dolores corporales; y en
los momentos en que esa certidumbre pretendía imponérsele duramente el paseo
con él a la colina habían sido generados aquellos dolores por una lograda
conversión a lo somático.

Freud para curar a la enferma le dio la oportunidad de aligerarse, por abreacción, 7


de esa excitación almacenada: así ella empieza a recordar varias situaciones con
el cuñado
7
Abreacción; ingl. abreaction; al. Abreagieren). Aparición en el campo de la conciencia de un afecto hasta
entonces reprimido. Algunos afectos, que no han sido normalmente experimentados en el momento de su
actualidad, se encuentran ahora en el inconsciente en razón de su ligazón con el recuerdo de un
traumatismo psíquico. Afectos y recuerdos así ligados fueron reprimidos entonces a causa de su carácter
penoso. Cuando el afecto y la verbalización del recuerdo irrumpen al mismo tiempo en la conciencia, se
produce la abreacción, que se manifiesta con gestos y palabras que hacen explícitos estos afectos. La mayor
parte de las veces, la abreacción sobreviene en el momento de levantarse la resistencia a esta irrupción, en
el curso de una cura analítica y gracias a la trasferencia sobre el analista.

10
El grupo de representaciones se mantenía aislado de la asociación con el afecto
por dos motivos: los dolores se generaron al mismo tiempo que se formó el grupo
psíquico separado (mecanismo de escisión de conciencia) y la enferma oponía
resistencia al intento de establecer la asociación entre el grupo psíquico separado
y sus restantes contenidos de conciencia y cuando esa reunión se consumó sintió
un gran dolor psíquico (motivo de la escisión de conciencia).

El motivo de la escisión de la conciencia era la defensa; el mecanismo, era el de la


conversión. Lo que se muda en dolor corporal es la cantidad de afecto, una
consecuencia de esta concepción seria “el amor icc” pierde tanto en intensidad,
por esa conversión, que resulta deprimido
11 a la condición de una representación
débil y entonces sería este debilitamiento el que posibilitaría su existencia como
segundo grupo psíquico.

Los dolores no se generaban mientras la enferma vivenciaba las impresiones del


primer período (enfermedad del padre) sino con efecto retardado, cuando la
enferma reprodujo esas impresiones en sus pensamientos. Una nueva vivencia
despierta recuerdo de parecidos contenidos previos, y luego se forman símbolos
mnémicos. La conversión es por sumación de los traumas.

Como Epicrisis de este caso retomo el texto de Freud donde menciona: a la


señorita Elizabeth von, mientras cuidaba a su padre se genero en ella por primera
vez, un síntoma Histérico, que era un dolor en una parte definida del muslo
derecho, en un momento en que el circulo de representaciones de sus deberes
hacia el padre enfermo entro en conflicto, con el contenido que en aquella época
tenía su ansiar erótico. En medio de vivos autorreproches, se decidió a favor de lo
primero, y así se creó el dolor histérico.

11
CONCLUSIÓN

Algunos sucesos sexuales que acontecen en la infancia, cuyo recuerdo de la


paciente no puede simbolizar, se transforman en patógenos, es decir son los que
favorecen los síntomas histéricos. Las histéricas no solo recuerdan los dolorosos
momentos que tuvieron en la infancia, sino que parecen adheridos a ellas. No se
separan del pasado, porque viven con ellos, esta fijación a los traumas permite
afirmar que las lesiones corporales no son las que causan lal alarma, sino la
vivencia que suscitan los afectos penosos
12 que construyen fantasías, y esto es lo
que forma las reminiscencias neuróticas.

La histeria es una categoría estructural prefreudiana a la que el psicoanálisis doto


de una teoría, como todos sabemos el psicoanálisis se ha ido desarrollando a la
par con los hallazgos de la etiología de la histeria. Los conceptos de represión,
deseo, fantasía, así como las formaciones inconscientes, síntomas, sueños,
fallidos, chistes, dieron las claves de las neurosis y de una teoría general del
aparato psíquico.

El análisis de los síntomas histéricos solo tiene valor si se es articulado desde una
estructura, esto llevo a Freud a asegurar que la cura nunca es igual a otra, que
aun siendo de la misma estructura, cada una la llena con su propia subjetividad,
por lo tanto es diferente en cada paciente.

Es un hecho que la neurosis histérica, caracterizada por ataques y síntomas de


conversión, ha sido reemplazada por nuevos síntomas que muestran nuevos
malestares. De ahí que la histeria tiene nuevas formas de manifestarse. Las
Emmis Von y las Elizabeth Von, modernas han dejado de ser vistas, desde el
psicoanálisis, como un útero enfermo que afecta al psiquismo, para convertirse en
el afecto de una fantasía sexual, cuyo rastro a través del goce se expande por el
cuerpo, a través de dolores en el rostro, brazos y parálisis de piernas, fatiga
dolorosa y caminar mal.

Doy por terminado este ensayo no sin antes agradecer de una manera muy
respetuosa a mí asesora, Jennice Alva G., por su valiosa colaboración en la
impartición de este seminario de Indagación Casuística, que para mí fue de un
gran valor académico y de conocimiento, por su gran experiencia en la materia y
sobre todo por la sencillez con que nos explico, Gracias.

12
BIBLIOGRAFÍA

Cevedio, Laura “La histeria, entre amores y semblantes” España: Síntesis, S.A.,
2002.

Diccionario Psicoanálisis En: http://www.tuanalista.com/Diccionario-


Psicoanalisis/3875/Abreaccion.htm

Freud, Sigmund. “Estudios sobre la histeria”. En Obras completas tomo II.


Buenos Aires: Amorrortu editores 1992.
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The Free Dictionary Enciclopédica. Vol 1. 2009 Larousse Editorial, S.L. En:
http://es.thefreedictionary.com/pitiatismo

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