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El Pensamiento de Freud PDF
El Pensamiento de Freud PDF
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2.PENSAMIENTO 19
INTRODUCCIÓN 19
2.1. LOS ORÍGENES DEL PSICOANÁLISIS 21
1. La ciencia médica en la época de Freud 21
1.1.Franz Antonio MESMER 21
1.2. Jean Martin CHARCOT 21
1.3. Pierre JANET 21
1.4. LA ESCUELA DE NANCY: 22
2. Tratamiento de la neurosis: 23
2.1. la hipnosis 24
2.2. La asociación libre 30
3. El descubrimiento de la sexualidad en la etiología de las neurosis 37
2.2. EL PSICOANÁLISIS COMO DOCTRINA PSICOLÓGICA 41
2.2.1. CONCEPTOS Y PRINCIPIOS BÁSICOS DEL PSICOANÁLIS
FREUDIANO. 41
1. La mente como un aparato 41
2. La noción de pulsión 41
2.2.2. MANERAS DE CONSIDERAR EL APARATO PSÍQUICO: 43
1. El punto de vista tópico 43
2. El punto de vista dinámico 46
Concepción dinámica de la personalidad 49
3. Consideración económica del aparato psíquico 50
Teoría de la génesis del Yo 52
2.2.3. TEORÍA GENERAL DE LA SEXUALIDAD 54
1. Revolución sexual : Antes y después de Freud 54
2. Sentido de la sexualidad en Freud 57
3. Fases del desarrollo de la personalidad 62
CONSECUENCIAS: 65
2.2.4. TIPOLOGIA PSICOANALÍTICA 65
I. FREUD: 66
II. ADLER 69
III. JUNG: 70
IV. Erich FROMM 70
2.2.5. LOS MECANISMOS DE DEFENSA DEL YO 71
2.3. EL PSICOANÁLISIS COMO DOCTRINA FILOSÓFICA 77
INTRODUCCIÓN: 77
2.3.1. CONTEXTO EN EL QUE ESTÁ SITUADO EL PENSAMIENTO DE
FREUD 79
1. Idealismo – Romanticismo - Vitalismo 79
2. Positivismo 80
3. El evolucionismo 82
4. El materialismo - mecanicismo 83
2.3.2. LA REVOLUCIÓN FREUDIANA 85
1. La ofensa psicológica 85
2. Las grandes aportaciones revolucionarias del psicoanálisis 89
1. LA AFIRMACIÓN DE LA EXISTENCIA DEL INCONSCIENTE 89
Las manifestaciones del inconsciente: 90
2. LA IMPORTANCIA DE LA SEXUALIDAD EN NUESTRA VIDA
PSÍQUICA 94
3. PANSEXUALISMO 97
1. LAS MANIFESTACIONES DEL PANSEXUALISMO 98
2.3.3. CONSECUENCIAS DE ESTA CONCEPCIÓN DEL PSIQUISMO 105
1 . CONSIDERACIONES GENERALES 105
1.1. De la ciencia al materialismo 105
1.2. La materia viva: La evolución y su sentido 106
Sentido de la evolución: 107
1.3. Dualismo y sentido de la vida 108
2. CONCEPCIÓN DEL HOMBRE 110
2.1. El proceso de hominización 110
2.2. Pesimismo y determinismo 115
2.3. Antropología materialista 118
3. CONCEPCIÓN SOCIOPOLÍTICA 120
3.1. La agresividad humana: 120
3.2. Paralelismo entre individuo y sociedad 125
3.3. ¿Cuál es la solución? 126
4. RELIGIÓN 128
4.1. Las fuentes de su crítica a la religión 128
4.2. Origen de la religión 130
4.3. Aportaciones del psicoanálisis a la religión 137
5. ÉTICA 139
5.1. La revolución de Freud 139
5.2. Origen de la conciencia moral 140
5.3. Moral social 144
6. CRÍTICAS AL PSICOANÁLISIS 148
6.1. Desde el psicoanálisis 148
6.2. Desde fuera 149
TEXTOS 155
CRÍTICAS A FREUD 155
1. Ofrece una visión deformada del hombre 155
2. Es un sistema cerrado 155
3. No es una ciencia 158
4. Es como una religión... pero sin espíritu 160
PSICOLOGÍA: 163
1. Intención y proyecto de Freud. 163
2. La aportación del psicoanálisis a la historia de la psicología 163
3. Descubrimiento de la sexualidad infantil 164
4. Lo inconsciente 166
5. Las resistencias contra el psicoanálisis. 168
FILOSOFÍA: 170
1. Revolución de Freud 170
2. Interés filosófico del psicoanálisis 172
3. Concepción del universo: 173
4. Sentido de la vida 175
5. Visión del marxismo por parte de Freud 177
SOBRE LA RELIGIÓN: 182
1. Explicación psicológica de la religión 182
2. Función de la religión 184
3. Ciencia y religión 186
4. Razón frente a religión 192
5. Aspectos positivos de la crítica freudiana a la religión 194
SENTENCIAS FUNDAMENTALES: 196
1.TRATADO DE LA NEUROSIS 196
2.LA MUJER 196
3.SEXUALIDAD 198
4.CONCEPCIÓN GENERAL DEL PSIQUISMO 199
5.ELICIDAD 200
6.RELIGIÓN Y MORAL 201
7.NATURALEZA, CULTURA, Y SOCIEDAD 203
8.PSICOANÁLISIS 203
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NOTAS 211
Freud 11
INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo está pensado para los estudiantes de bachillerato. Su
estructura refleja el desarrollo del pensamiento de Freud, que, siendo en sus orígenes
una alternativa médica al tratamiento de las neurosis, derivó hacia la elaboración de
una teoría psicológica y culminó con una visión filosófica sobre el mundo humano.
Entender a un autor es leerle desde dentro (intus legere), de ahí que la lectura
de las obras de Freud sea la vía regia para acceder al psicoanálisis. Su extensa
bibliografía abarca desde obras de investigación clínica hasta las de índole claramente
filosófica, pasando por las psicológicas y metapsicológicas (por este orden). Su
trayectoria intelectual es la historia de un encuentro: el "conócete a ti mismo", y
refleja la abrupta y escarpada senda que conduce a la filosofía. La pasión por Freud
emana de esta simpatía que nace en el lector que se identifica con este espíritu
luchador, inquieto, buscador, honesto, trágico y, sobre todo, sistemático.
Los textos de Freud (páginas 155 - 204) han sido escogidos por su pertinencia
con los temas tratados y su lectura, además de confortable y sugerente, es inexcusable
para todo aquel que pretenda acercarse a una de las mentes más preclaras del siglo
XX.
La mejor introducción al pensamiento de Freud se halla en las obras que el
mismo Freud escribió para tal fin1; ningún ensayo sobre Freud puede aspirar a ser más
claro y ordenado que el mismo Freud; por ello, esta introducción y el trabajo que la
acompaña son totalmente innecesarios; sólo a quien no haya leído a Freud y le mueva
una mera y sana curiosidad o a quien desee enterarse por otras fuentes distintas del
mismo autor, pueden ser útiles estas líneas.
Sin más pretensiones,
Antonio Hernández Rodríguez
Freud 13
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El pensamiento de Freud no tiene una estructura impersonal, tal como puede
ser una obra filosófica o científica, sino que está íntimamente enlazado con la
biografía de su fundador, porque el sujeto del psicoanálisis (el hombre) es un
“desarrollo biográfico”, una biografía. El mismo Freud entrelaza sus teorías con
aspectos de su vida y básicamente llegó a sus descubrimientos teóricos
descubriéndose a sí mismo a través del autoanálisis.
1925 Autobiografía
1926 Inhibición, síntoma y angustia
1927 El porvenir de una ilusión
1928 El malestar en la cultura
1930 Recibe el premio Goethe. Muere su madre.
1932 Nuevas aportaciones al psicoanálisis
1933 En Berlín queman públicamente las obras de Freud
1938 Huyendo de los nazis, Freud se exilia en Londres. Moisés y el monoteísmo
1939 El 23 de septiembre muere en Londres.
2. PENSAMIENTO
INTRODUCCIÓN
3º. Una teoría que tiene una coherencia interna, un todo acabado y sin fisuras:
“El edificio del psicoanálisis, si bien inacabado aún, constituye ya una
unidad de la que no es posible sustraer a capricho elementos aislados”12
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F.A. Mesmer (1734 - 1815), alemán que trabajó en Viena; fue doctor
en derecho, filosofía y medicina y se hizo famoso por su libro Magnetismo animal.
Esta obra deriva de su tesis doctoral: “De planetarium influxu”, que trataba de la
influencia de los planetas en el hombre. Hay, según Mesmer, un “fluido universal”
que lo recorre todo y que, hábilmente controlado, puede ser artífice de curaciones.
Esta doctrina, y sobre todo el decorado teatral en el que Mesmer trataba a sus
pacientes, le acarreó fama de charlatán o iluminado. Desde luego, Freud rechaza este
tipo de pananimismo energético:
“Nuestra crítica actual - (escribirá en 1915) - duda en lo que respecta a la
conciencia de los animales, la niega a las plantas y relega al misticismo la hipótesis
de una conciencia de lo inanimado”13
Pero lo que nos interesa resaltar de Mesmer es que la hipótesis del magnetismo
animal dio lugar al surgimiento de la hipnosis como terapia.
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2.1. la hipnosis
“De todo lo que vi al lado de Charcot, lo que más me impresionó fueron sus
últimas investigaciones sobre la histeria, una parte de las cuales se desarrolló aún
en mi presencia, o sea la demostración de la autenticidad y normalidad de los
fenómenos histéricos y de la frecuente aparición de la histeria en sujetos
masculinos, la creación de parálisis y contracciones histéricas por medio de las
sugestiones hipnóticas y la conclusión de que estos productos artificiales muestran
exactamente los mismos caracteres que los accidentales y espontáneos,
provocados con frecuencia por un trauma”24
dificultad una gran cantidad y despertó de la hipnosis con el vaso en las manos.
Desde este momento desapareció por completo la perturbación que le impedía
beber”28.
La percepción del perro llevaba -como toda percepción- una carga afectiva.
Cuando posteriormente Freud considere el aparato psíquico desde el punto de vista
“económico”, tendrá en cuenta estos fenómenos: todo objeto tiene un doble aspecto:
- Su representación: una foto, por ejemplo.
- Su carga afectiva: amor, pasión, ternura...
A esta carga afectiva que llena cada una de las representaciones las llama
Freud “cathexia”: son “ocupaciones” de las representaciones. De este modo, unas
fotos nos llaman la atención frente a otras porque están “cargadas” de valor. En
general, podemos decir que cada cosa tiene ligado un cierto valor, y este valor yo se lo
puedo sacar; tal ocurre con el fetichismo: nos seduce el objeto perteneciente a la
persona amada y traslado o amplío este afecto y lo cargo sobre todos los objetos
semejantes, por ejemplo, los zapatos. Ha habido un trasvase de carga afectiva a otro
objeto y ahora todos los zapatos son un objeto erótico.
Pero Ana trata de olvidar aquella representación y para ello “lanza fuera de la
conciencia la representación”: esto es el inconsciente. Pasar lo reprimido al
inconsciente es descargar la carga inicial que tenía antes la representación:
Cuando reprimo algo, le saco a la representación su carga pulsional, del mismo
modo que si me quiero olvidar de una cosa he de des-interesarme de ella, olvidarme
de la fuerza pulsional que tiene aquella cosa y que me atrae. Por ejemplo: surge un
deseo sexual hacia una chica, pero no puedo aceptar este deseo porque se trata de una
compañera casada; entonces “descargo” esta afección y la paso al inconsciente.
Cuando esta chica asistió a la consulta del doctor Breuer no sabía nada. El
médico comenzó aplicándole tratamientos de hidroterapia, lo normal en la época, pero
no obtuvo resultados positivos. Procedió a hipnotizarla, pero ésta ofrecía una
resistencia a todo intento de explorar el origen de su síntoma patológico. El problema
de la “resistencia” es fundamental en el psicoanálisis, pues mostrará la ineficacia del
método hipnótico y conducirá al método definitivo: las asociaciones libres.
veremos, ofrece la base del argumento de algunos filósofos (Popper) para rechazar el
psicoanálisis como ciencia.
En la paciente histérica se produjo una abreacción (más que una reacción, una
especie de descarga de afecto, de sentimiento) que iba vinculada a un recuerdo y que
al nivelarse produjo una liberación o “catarsis”, es decir, una purga psicológica, una
“limpieza del alma”.
Una vez que la enferma hubo explicado las causas de su enfermedad, fue
curándose en varias sesiones; en inglés este método recibe el nombre de “talking
cure” (curación por la palabra) o “chimney sweeping” (limpieza de la chimenea). El
resultado fue una curación total. A pesar de algunas críticas modernas hacia la
ineficacia terapéutica del psicoanálisis, el final de la historia, tal como nos la relata
Freud, no dejar lugar a dudas:
Freud 29
“Después ella dejó Viena para hacer un viaje, pero aún habría de
pasar bastante tiempo para que recuperase completamente su equilibrio.
Desde entonces ha gozado de una salud excelente”
punto de origen de las cargas afectivas que producen la enfermedad. Los síntomas
histéricos procedían de un conflicto entre unas expresiones afectivas que querían
exteriorizarse y una represión que lo impedía; los síntomas que manifiesta el neurótico
presentan una especie de “solución de compromiso” entre las fuerzas que no se han
podido manifestar y la represión que lo ha impedido; es una especie de lenguaje
ambiguo que el psicoanalista tendrá que interpretar buscando los puntos de partida
que le den un sentido claro y unívoco.
Lo que se propone Freud es que sean los enfermos mismos los que sacasen
fuera de sí el recuerdo perturbador que causaba el trauma; el método hipnótico era
ineficaz para lograr este objetivo y Freud busca un nuevo método ; entonces, escribe
Freud, “recordé un experimento del que había sido testigo durante mi visita a
Bernheim” 44. Ya hemos señalado algunos ejemplos mencionados por Freud;
detengámonos en otro caso de sugestión posthipnótica para poder comprender las
consecuencias que extrajo Freud:
“El médico entra en la sala del hospital, apoya su paraguas en el
rincón, hipnotiza a uno de sus pacientes y le dice: “Ahora me voy. Cuando
vuelva, usted saldrá a mi encuentro con mi paraguas abierto y lo mantendrá
sobre mi cabeza”. Entonces el médico y sus ayudantes abandonan la sala. En
cuanto vuelven, el paciente, que ya no se halla hipnotizado, lleva a cabo
exactamente las instrucciones que se le dieron mientras estaba bajo hipnosis.
El médico le pregunta: “¿Qué está usted haciendo? ¿Qué significa esto?”. El
paciente queda claramente confundido. Hace alguna observación inoportuna,
como: “Sólo pensé, doctor, que, como llueve afuera, usted abriría su paraguas
en la sala antes de salir”. La explicación es evidentemente inadecuada y
32 Freud
hecha en el apuro del momento para ofrecer algún motivo de su conducta sin
sentido”45
4. Pero, sobre todo, que el enfermo sabe lo que tiene que hacer, aun
desconociendo el origen y circunstancia de este impulso. De lo que se trata es de que
él descubra - con ayuda del médico - esas fuerzas o, en su caso, el conflicto de fuerzas
que anidan en él.
“Cuando el sujeto despertaba del sonambulismo, parecía haber
perdido todo recuerdo de los sucedido durante dicho estado. Pero Bernheim
afirmaba que sabía perfectamente cuanto había pasado; y cuando le invitaba
a recordarlo, insistiendo en que nada de ello ignoraba, debiendo decirlo, y
Freud 33
colocaba la mano sobre la frente del sujeto, acababan por surgir los
recuerdos olvidados, vacilantemente primero, y luego con absoluta fluidez y
claridad. Decidí, pues, emplear este mismo procedimiento. Mis pacientes
tenían también que “saber” lo que antes les hacía accesible la hipnosis, y mi
insistencia en este sentido había de tener el poder de llevar a la conciencia los
hechos y conexiones olvidados”49.
Freud “acosa” con preguntas al paciente con el fin de vencer las resistencias de
éste; en una sesión (1895) la paciente reprocha a Freud que no la deja hablar y le pide
“que le deje relatar lo que desee”51 ; esto orienta a Freud a adoptar la técnica de
presionar con su mano la frente de las pacientes y dejar que ellas relaten cuanto
deseen. En el caso clínico de “Isabel R”52, ésta, tendida en el diván, relató a Freud
aspectos de su vida que poca o nula relación parecían guardar con la causa de su
enfermedad. Pero el psicoanalista observó que los relatos que la paciente consideraba
triviales, sus silencios, vacilaciones, etc., componían un “puzzle” que el analista debía
recomponer. A partir de estas experiencias, Freud adopta el método definitivo y
propiamente psicoanalítico: la asociación libre:
“En lugar de llevar al paciente a manifestar algo relacionado con un
tema determinado, le invitamos ahora a abandonarse a la asociación libre,
esto es, a manifestar todo aquello que acuda a su pensamiento, absteniéndose
de toda representación final consciente. Ahora bien: el paciente tiene que
obligarse a comunicar realmente todo lo que su autopercepción le ofrezca, sin
ceder a las objeciones críticas que tienden a rechazar algunas de sus
ocurrencias por carecer de importancia, de conexión con el tema tratado o de
todo sentido. Esta absoluta sinceridad del paciente es condición indispensable
de la cura analítica. Puede parecer extraño que este procedimiento de la
asociación libre, con observancia de la regla fundamental psicoanalítica,
diera el rendimiento que de él se esperaba, llevando a la conciencia los
elementos reprimidos mantenidos lejos de ella por la resistencia. Pero hemos
de tener en cuenta que la asociación libre no entraña realmente una completa
libertad. El paciente permanece bajo la influencia de la situación analítica,
aun cuando no dirija su actividad mental hacia un tema determinado.
Tenemos derecho a suponer que no se le ocurrirá nada que no se halle
relacionado con dicha situación. Su resistencia contra la reproducción de lo
reprimido se manifestará ahora en dos formas distintas. Ante todo, por
aquellas objeciones críticas a las que responde la regla psicoanalítica
fundamental; pero si el enfermo logra dominar tales objeciones siguiendo
34 Freud
Las ventajas del nuevo método superan con mucho al método catártico
desarrollado por Breuer y por Freud en sus inicios:
“El método de la asociación libre presenta grandes ventajas con
respecto al anterior, aparte de resultar menos penoso. Impone, en efecto, al
analizado una violencia mínima, no pierde jamás el contacto con la realidad
presente y ofrece amplias garantías de que en ningún momento puede perder
el médico de vista la estructura de la neurosis o integrar en ella algo que no le
pertenece. En él se abandona casi por completo al paciente la función de
determinar la marcha del análisis y la ordenación de la materia, razón por la
cual se hace imposible la elaboración sistemática y aislada de los diversos
síntomas y complejos. En oposición a lo que sucede en los métodos hipnóticos
o sugestivos, el médico averigua cosas íntimamente enlazadas entre sí en
diversos lugares y momentos del tratamiento (...)
Otra de las ventajas del método es que, en realidad, no puede fallar
nunca. Teóricamente tiene que ser siempre posible al enfermo producir una
ocurrencia, dado que no se fija ni limita en absoluto la naturaleza de la
misma. Sin embargo, esta falta de ocurrencia se presenta siempre en un caso
determinado; pero precisamente por tratarse de un caso aislado, resulta
también fácilmente interpretable.”54.
Recapitulando:
Freud 35
Las fantasías y las pulsiones sexuales han sido siempre reconocidas como
algo “normal”; lo que diferencia a un perverso de una persona normal es que este
último satisface parcialmente esos impulsos en su vida sexual y en sus sueños,
mientras que el perverso hace de su conducta sexual algo “normal”, es decir: la
“neurosis es el negativo de la perversión”57. Al neurótico la sola idea de entregarse a
sus fantasías sexuales le produce asco porque le provoca una gran resistencia el
admitirla. Freud se pregunta por la causa de esta resistencia y por ello busca en la
infancia el origen de esa actitud patológica. Puesto que la causa de la neurosis es de
índole sexual, Freud acabará admitiendo la realidad sexual de la infancia humana.
sus propios sueños constata que ha soñado con su madre desnuda y que en el sueño
había sentido una especial atracción por ella (Complejo de Edipo):
“Mi autoanálisis es, en efecto, lo más importante que tengo entre manos y
promete ser de valor inmenso para mí cuando lo haya concluido... Descubrí en mí el
amor por la madre y los celos del padre y ahora los considero como un fenómeno
general de la infancia temprana... si en verdad es así, resulta comprensible el poder
cautivador del rey Edipo (...) El mito griego retoma una compulsión que todos
respetamos porque percibimos su existencia en nosotros mismos. Cada espectador fue
alguna vez, en germen y en su imaginación, un Edipo semejante y ante la realización
onírica que materializa en la realidad, todos retrocedemos espantados, dominados por
el impacto de la represión que separa nuestra situación actual de nuestra situación
infantil”63
Resultaría así que en la infancia se dan las condiciones del surgimiento de las
neurosis.
Las preguntas se le amontonan:
1. ¿Es posible que la neurosis comience en la infancia?; esto quiere decir que
también en la infancia hay impulsos sexuales.
2. Ahora bien, ¿cómo es posible que el instinto sexual se convierta en objeto
de represión antes de despertarse (durante la infancia), si – como se suponía -
comienza en la adolescencia?
A partir de su autoanálisis y de la exigencia de dar respuesta a estas cuestiones,
Freud concluye que la seducción es a la inversa: el ser humano ha experimentado en
la infancia una situación (complejo de Edipo); el sujeto experimenta culpabilidad y
vergüenza y por ello el recuerdo se hace intolerable.
Las pacientes no habrían reprimido una experiencia real, sino una fantasía: las
histéricas, en vez de relatar un hecho real, relataban un deseo: querían que el padre les
hiciese aquello que ellas pensaban como real; las histéricas alucinan, imaginan como
si lo hubieran hecho, confundiendo el deseo con la realidad. Las enfermas histéricas
mostraban una evidente tendencia sexual hacia la figura paterna:
“Me vi forzado a reconocer que tales escenas de corrupción no habían
sucedido realmente nunca, siendo tan sólo fantasías imaginadas por mis pacientes”64
Freud considerará posteriormente que tal situación edípica será común a todos
los seres humanos; en 1905 publicará la primera obra clave sobre este tema : Tres
ensayos sobre la vida sexual.
“Son muy pocos los descubrimientos del psicoanálisis que han tropezado con
una repulsa tan general y provocado tanta indignación como la afirmación de que la
función sexual se inicia con la vida misma y se manifiesta ya en la infancia por
importantísimos fenómenos”65
A esta conclusión llegó por una senda tortuosa y libre de prejuicios. Sólo
posteriormente enlazó sus descubrimientos con intuiciones de algunos de sus
contemporáneos más allegados (Breuer, Charcot, Chrobak66) remontándose incluso
hasta Platón.