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LOS PRINCIPIOS DE LA BUENA ORATORIA

1. ANTES DE COMENZAR A HABLAR ESPERA A QUE SE HAGA SILENCIO


Cuando el silencio sea total, comienza a hablar, de lo contrario espera; esto creará
expectativas en tu profesor, examinador o auditorio, y el mismo se encargará de crear
silencio.

Para abrir una presentación, necesitas un gancho que capte la atención del profesor o de
los oyentes. Para interesarlos, tal vez sería conveniente hacer una pregunta, o empezar
con una buena anécdota.

2. TEN EN CUENTA LA IMPORTANCIA DE TU POSICION Y BUENA PRESENCIA PERSONAL


La presencia es lo primero que se comunica, y muchas veces determina la eficacia del
mensaje. Debes transmitir confianza, porque la confianza es muy atractiva. Tu cuerpo
debe estar perfectamente compuesto, relajado.

La buena posición es un principio que condiciona el éxito de la exposición.

· Estando parado/a, coloca los pies a treinta centímetros de distancia con los dedos
apuntando hacia el frente, y un pie ligeramente adelante del otro. Los dos pies deben
estar apoyados firmemente en el suelo, para evitar movimientos que sugieran
nerviosismo. Céntrate en la parte delantera de las plantas, no sobre los talones. Los
jugadores de golf, básquetbol, tenis y béisbol se apoyan en la parte delantera de las
plantas cuando están listos para jugar.

· No aprietes las rodillas, esto dificulta la circulación.

· Relaja los brazos a los costados, las manos deben estar sueltas.

· Respira profundamente por la nariz. Esto levantará el pecho y alineará el cuerpo


desde la cabeza a los pies.

· Ya sea de pie o sentado, tu respiración debe ser regular y tranquila. Siempre que te
sea posible, respira lentamente, en forma consciente, seis o siete veces antes de
comenzar a hablar.

· Relaja los hombros y los brazos a los costados.

· Es aconsejable que elimines la rigidez física durante la disertación, mediante una


correcta movilización y utilización de manos, ojos y rostro.

· Los gestos espontáneos permiten lograr una soltura mental y emocional, factor
importante de deshinibición, al mismo tiempo que mantienen al auditorio interesado.

· Debes siempre evitar tener objetos en las manos que puedan desviar la atención de
los oyentes. Pero en aquellas circunstancias en que sea necesario valerse de ayudas
visuales u otros elementos, hay que darles un tratamiento especial: no mostrarlos
hasta que estemos dispuestos a usarlos; en ese momento, todos deben verlos, y la
disertación debe dirigirse al auditorio y no a esos objetos. Cuando termine la necesidad
de utilizarlos, deben ser guardados de modo tal que nadie los vea (evitando distraer la
atención de los oyentes). Los apoyos visuales, simplifican los conceptos, añaden
interés y persisten (como memoria visual) en el oyente. Las imágenes tienen un poder
permanente. Por otro lado, los apoyos visuales aclaran tus ideas y te permiten
mantener más fácilmente el rumbo. Pueden incluso derribar las barreras del idioma.
Pero es muy importante programar exactamente el uso de los pizarrones, cartulinas,
dispositivas, filmaciones, etc., definiendo cómo y cuándo se utilizarán.

· Con respecto a los ojos, debes repartir la vista en todos los oyentes, sin que se pose
demasiado en alguno de ellos en particular. Provoca gran malestar en el oyente
sentirse mirado, con insistencia, por el orador. Establece contacto visual para entablar
relaciones. Habla uno por uno con los profesores o compañeros que componen un
grupo. Utiliza todo el cuerpo para reforzar el mensaje. Inclínate hacia adelante, hacia el
público. Haz ademanes firmes para no distraer la atención de tu mensaje.

· La posición adecuada para hablar en público es de pie; sin embargo, es conveniente


sentarse por breves momentos, a efectos de descansar, tanto el orador como el
auditorio.

· No distraigas al público con algún detalle de tu atuendo, o por jugar con algún objeto.

· Recuerda que muchos errores en la posición pueden descubrirse practicando frente a


un espejo.

· Si se te secó la boca, lentamente toma un sorbo de agua para mojar los labios; luego,
con tanta lentitud como calma, deposita nuevamente el vaso en su lugar.

3. NO ABANDONES EL TEMA
La disertación debe tener un OBJETIVO, y tienes que avanzar hacia él en forma progresiva.
Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la exposición (o el examen oral) con
ejemplos y referencias, te apartes del tema central. Es necesario que persistas en el tema,
evitando al mismo tiempo interrupciones de los compañeros u oyentes cuando éstas
deriven la cuestión hacia temas tangenciales.

4. BUSCA IDEAS Y APRENDE A ELEGIR LOS TEMAS


Las ideas surgen de la experiencia y de la habilidad que tengas para manejarla. La persona
que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier momento. No se puede sostener una
conversación si no se tiene algo que decir.

· En cuanto al tema, si es que lo puedes elegir, debe ser uno sobre el que tengas una
opinión formada, y si no lo puedes elegir, como en el caso de un examen, es muy
importante que además de la opinión del autor, puedas incluir la tuya propia o tu
mirada especial, para que puedas hablar con autoridad, y si al mismo tiempo el tema te
apasiona, es éxito asegurado.

· Si en lugar de un examen debieras dar una clase especial, o demostrar tu capacidad


como orador, al seleccionar un tema debes buscar dentro de ti mismo, más
concretamente puedes recurrir a:

a) tus experiencias

b) tus creencias

c) tus estudios o tu especialidad dentro del estudio

d) tus proyectos

e) tus emociones

f) tus sentimientos

g) la experiencia ajena
5. PROPORCIONA EJEMPLOS
Debes tratar que tu discurso “penetre” fácilmente en el auditorio, o que tu mensaje
llegue fácilmente al profesor que lo examina, y a veces se choca con el inconveniente de
la abstracción de tus ideas. La correcta ejemplificación, con relatos y objetos concretos,
soluciona el inconveniente y clarifica la exposición.

Si dices: “Los escritores argentinos son muy inteligentes”, podría suceder que el profesor
o algún oyente conozca algunos escritores que no participen, a su juicio, de esa cualidad,
y no creyera en tu juicio como orador. Entonces sería más correcto decir: “Los escritores
argentinos, como por ejemplo XX, YY, etc, son muy inteligentes”. Además, podrías
aportar algunos datos (sobre la personalidad de esas figuras) que refuercen tu concepto
sobre ellos.

6. USA ESTADÍSTICAS
Su correcta utilización constituye una gran ayuda. Sin embargo, una gran cantidad de
datos estadísticos intercalados en la exposición puede llegar a aburrir, por lo cual éstos
deben ser utilizados con un criterio adecuado. Un buen recurso consiste en dramatizar las
cifras, diciendo, por ejemplo, la cantidad de átomos que entran en un alfiler, o el tiempo
que tardaría una tortuga en atravesar el territorio argentino, etc.

7.UTILIZA TESTIMONIOS
En los discursos basados en relatos o informaciones, es necesario valerse de testimonios
que aseveran la veracidad de lo expuesto. Estas pruebas deben ser, por supuesto,
conocidas por el auditorio. Otra forma de utilizar testimonios, es la referencia a opiniones
de personas importantes o muy conocidas, lo cual produce un respeto por la información
transmitida.

Busca una cantidad grande de casos personales que ilustren el tema. Los casos
personales ilustran con una connotación más auténtica. Habla sobre tus propias
experiencias.

8. DEMUESTRA INDIVIDUALIDAD
El principio anterior estaba dirigido a la individualidad del discurso, que significa no copiar
pensamientos ajenos, sino hacer crecer las propias ideas hasta transformarlas en creación
individual. En primer lugar, las ideas deben buscarse dentro de uno mismo. Pero también
puedes motivar el crecimiento de la idea, organizando debates o discusiones con tus
compañeros o amigos, y rescatar lo positivo de los pensamientos de estas otras personas.

9. ORGANIZA EL MATERIAL
Dada la importancia fundamental que reviste este principio, hemos dedicado una clase
especial, en este tomo, a su estudio, y a ella nos remitimos.

10. CONOCE AL AUDITORIO


En el caso que debas disertar ante un grupo de personas con algún fin determinado (un
congreso, una presentación de producto, etc.), el conocimiento de las características del
grupo ante el cual debes exponer es tan importante, que llega a decidir la forma y el
fondo de los discursos. Los datos que interesan del auditorio son, entre otros, su interés
por el tema, su nivel social, económico, educacional, intelectual, etc. De todos estos
elementos deberás inferir cuál será la probable reacción del grupo ante ti (hostil, neutro o
amistoso).
“La capacidad del auditorio define la profundidad con que se exponen los temas”.

11. UTILIZA UN LENGUAJE ACORDE


Relacionado con el principio anterior, consiste en las características del léxico a utilizar.
Este puede ser técnico, científico, simple, etc. La elección está determinada por el tipo de
auditorio.
Una conferencia sobre anatomía será expuesta con diferente lenguaje, según el auditorio
sea de profesionales médicos, o de estudiantes secundarios.

A continuación, expresaremos un concepto económico con palabras técnicas y luego con


léxico común, a fin de verificar la diferencia entre ambos.

a) “En competencia perfecta, el precio está dado por la intersección de las curvas de la
oferta y la demanda, proyectadas sobre un eje de coordenadas cartesianas”.

b) “Cuando se conocen todos los compradores y vendedores, y ninguno de ellos puede


fijar el precio por su cuenta (competencia perfecta), dicho precio es establecido
como si hubiera un acuerdo tácito entre las dos partes, y ninguno lo modifica”.

12. INTENTA IMPROVISAR


Siempre está la posibilidad de que en algún momento cualquiera, debas hablar sobre un
tema que previamente no conocías. En estos casos debe improvisarse. Sin embargo, la
improvisación nunca es total, siempre se acude a algún elemento adquirido con
anterioridad. Pero esta experiencia hay que saber utilizarla, y un método sencillo y
práctico es:

a) Estar mentalmente preparado para improvisar en cualquier reunión.

b) Relacionar rápidamente el tema con alguna experiencia personal.

c) Relatar la experiencia y luego continuar con el desarrollo del discurso.

Supongamos que a un orador le piden que hable sobre “Ruidos Molestos” en una reunión
a la que concurrió sin saber que debería exponer ese tema. Siguiendo las técnicas
descriptas, podría empezar: “Hace unos quince días, me encontraba en la casa de un
amigo; un departamento sobre la calle Viamonte, en un primer piso. La cercanía a varias
oficinas públicas, especialmente Tribunales, y la hora de gran movimiento de vehículos,
hacían de esa vista algo insoportable...” Luego le resultaría muy sencillo esbozar una
crítica a los ruidos molestos y sintetizar los conceptos fundamentales sobre el tema.

Un orador que cultive el arte de la improvisación habrá desterrado la rigidez e


inflexibilidad en sus exposiciones.

Existen algunos ejercicios que te ayudarán a mejorar la capacidad de improvisar.

a) Desarrolla diariamente cinco temas distintos durante un minuto cada uno, sin
preparación anterior.

b) Al reunirte con un grupo de amigos practica el cuento encadenado, que consiste en un


relato comenzado por alguno de los presentes y continuando sucesivamente, sin
pausas, por los demás uno a uno.

c) Otro ejercicio, en grupo, consiste en agregar ideas a un concepto central. Por ejemplo,
que cada uno diga un pensamiento distinto al de los demás, referido a un objeto o
situación.

13. CONOCE LA OCASIÓN


Es un principio de la oratoria: conocer la ocasión y circunstancias en que se desarrollará el
discurso. Los puntos importantes a tener en cuenta son los siguientes:

a) Naturaleza de la ocasión.

b) Tiempo acordado para exponer.


c) Tamaño, acústicas y ayudas visuales en la sala.

d) Cantidad de oyentes.

e) Si es el único orador, o de lo contrario, en qué orden hablará.

f) Temas que tocarán los demás oradores, si los hay.

14. SÉ SINCERO
Todos los conceptos que viertas, deben ser fiel reflejo de tu forma de pensar. Para ello,
juega un papel fundamental la elección del tema, pues debe ser uno realmente sentido y
valorado por el orador. Esto da una dosis afectiva al discurso que despierta un interés en
los oyentes muy superior al mero conocimiento intelectual del tema desplegado por el
expositor.

Busca dentro del tema lo que más te conmueva o atrape la atención, lo que más deseos te
da de comunicar, lo que entiendas que es práctico, aplicable, que ayuda.

15. TEN CONFIANZA


Esta es una condición necesaria para no fracasar en la exposición, examen o clase especial.
La forma de lograrla es enfrentar y superar el miedo oratorio. (Punto que será explayado
más adelante).

16. USA LA IMAGINACION


Para llegar a ser un buen orador tienes que tener buena dosis de imaginación. Es una
facultad que permite poner nuevos matices a tus ideas.

17. TEN SENTIDO DEL HUMOR


Es un arma, que sabiéndola utilizar, se convierte en un gran aliado, al despertar y
mantener la atención de los oyentes.

18. MANTENTE INFORMADO


Un buen orador debe mantenerse actualizado. Para ello es conveniente la confección de
carpetas por temas, con varias ideas, que se van desarrollando y ampliando a través el
tiempo.

19. ENSAYA TU EXPOSICION


Este principio se aplica a modo de práctica, a efectos de corregir posibles errores. Una
forma es ante el espejo, tratando de corregir errores de postura. También es conveniente
practicar ante algunas personas que se encargarán de criticar errores en la exposición.

Una gran ventaja de la práctica es que sirve para desarrollar el diagrama memorizado. El
discurso no conviene exponerlo en forma leída ni totalmente memorizado. La práctica
debe ser de desarrollo de ideas, y no de repetición de palabras.

20. NO USES MULETILLAS


Son aquellas palabras que se utilizan, por lo general, para apoyarse en la exposición. Son,
por ejemplo, los vocablos “bueno”, “esteee”, etc. Otra muletilla muy frecuente es toser en
las pausas.

21. REPITE
Consiste en la técnica de volver sobre las ideas principales. Se trata de repetir varias
veces, en la exposición, las ideas fundamentales, siempre con palabras distintas, a efecto
de no cansar a los oyentes.
22. RESERVA CONOCIMIENTOS
Generalmente el auditorio formula preguntas sobre los temas tratados en la exposición.
Debes fomentar esta costumbre, pero también puedes dirigir el sentido de las preguntas
hacia los puntos que conoces. Para ello es preciso reservar una cantidad de conocimientos
para ser utilizados en la respuesta a las preguntas, o para ampliar el tema.

23. NO POLEMICES
No siempre las preguntas de los oyentes son bien intencionadas. Puede darse el caso de
alguien que desee desacreditarte con preguntas capciosas o incómodas. Nunca debes
establecer una polémica con el auditorio. Nada se gana con una discusión; por el
contrario, la mejor manera de ganar una polémica es evitarla. En caso de ser necesario
llamar la atención de algún oyente, debes hacerlo de forma indirecta, sin personalizar.

Si se trata e alguna pregunta molesta debes actuar de acuerdo a las siguientes técnicas:

1. Examina la pregunta en busca de ambigüedades.

2. Obliga al oyente a definirse.

3. Mantente siempre a la ofensiva, no permitiendo que el oyente, o todo el auditorio,


tomen la rienda de la exposición.

4. Pon al oyente en su lugar con una contra-pregunta que lo silencie.

5. Luego de terminar con el oyente agresivo, no le prestes la más mínima atención.

6. Usa un recurso humorístico, pero no lo hagas a costa del oyente.

7. Nunca contestes una pregunta con deshonestidad. Si no sabes la respuesta, exprésalo.

8. ¡El orador nunca debe enojarse!

24. HABLA EN PRIMERA PERSONA


Nunca debes decir “ustedes”, sino “nosotros”. Al usar expresiones en tercera persona, se
da una impresión de superioridad muy molesta, que debes evitar.

25. CULTIVA LAS PAUSAS


Es una buena medida para dar un descanso al auditorio y a uno mismo. Además, tienen el
efecto de ponerse a tono con los pensamientos del auditorio. Las pausas no deben ser
mayores de 2 segundos. Cuando hagas pausas, aprovéchalas para medir cómo va tu
performance. Si el silencio es la respuesta, quiere decir que vas por buen camino. Si hay
molestias en la sala, tales como: toses, movimientos en las sillas, quiere decir que estás
aburriendo a tu audiencia, y tendrás que ponerte más dinámico/a. La pausa demuestra
aplomo... control... seguridad... correctamente medida demuestra confianza y reflexión.
Las pausas son un excelente recurso para enfatizar. Permiten también mantener y
controlar la atención.

26. RESPETA LAS REGLAS GRAMATICALES


Es imprescindible que respetes las reglas gramaticales. Dada la importancia de este tema,
nos explayaremos en la segunda parte de esta obra dedicada a la comunicación escrita.
VOCABULARIO
Dada la importancia de este tema, nos explayaremos en la parte de esta obra dedicada a
vocabulario.
Algunos ejercicios que puedes realizar para mejorar tu comunicación oral y escrita:

a) Evita vulgarismos: Anota las palabras que más usas en tu vocabulario y luego busca
sinónimos que las sustituyan. Además de estas palabras, debes evitar las frases muy
trilladas tratando de utilizar oraciones propias que caractericen una expresión personal.

b) Amplía el vocabulario: Anota un mínimo de 5 palabras nuevas por día, con su


significado. Luego utilízalas ese día en la conversación normal, por lo menos 5 veces
cada palabra. (Ver el Método de las Raíces Griegas y Latinas).

c) Rompe la monotonía: Generalmente usamos uno o dos sustantivos y adjetivos en


nuestra conversación. Debes buscar varios sinónimos de adjetivos que describan un
objeto. Con práctica, puedes llegar a dar doce características distintas (adjetivos) de un
objeto.

d) Busca sinónimos: Toma un texto cualquiera y cambia los sustantivos y adjetivos. Para
cada palabra habrá varios sinónimos, pero sólo uno será el correcto, el que no altere el
sentido del texto. Esta ejercitación, si se hace con perseverancia, brinda excelentes
resultados, que de inmediato pueden incorporarse al vocabulario.

La ampliación del léxico debe ser una motivación constante del orador. Basta con algunos
minutos diarios de práctica.

27. PRESTA ATENCIÓN A LA VOZ

Debes llegar con su voz a todo el auditorio. Para ello es preciso que sigas algunas técnicas
adecuadas.

a) Tórax erguido: ya sea de pie o sentado, debes mantener el tórax en línea recta, sin
curvaturas. Esto amplía la capacidad torácica, permitiendo una mayor tonalidad vocal.

b) Respiración adecuada: Debes efectuar la inhalación por las vías nasales y la exhalación
por la bocal. Esto evita el resecamiento de las cuerdas vocales, puesto que las fosas
nasales tienen la propiedad de humedecer el aire.

Debes mantener constantemente el ritmo respiratorio, y adecuar las oraciones a ese


ritmo, esto evita los molestos cortes “para respirar” mientras pronuncias una frase.

28. EVITA LA MONOTONÍA

· Aplica variedad en el tono de tu voz. Lleva a tu oyente por un paseo verbal por la
montaña rusa. Crea entusiasmo en el lento ascenso desde el sendero hasta la cima.
Haz pausas para crear expectativas... En seguida, una carrera rápida cuesta abajo
(pausa...) y empieza el siguiente ascenso no pronunciado. Este cambio de ritmo
entusiasma al oyente.

· Cambia el ritmo de la voz; habla en voz alta y en voz queda, rápido y despacio.
Articula. Abre la boca, enuncia bien para que te entiendan.

29. Materiales de apoyo: podemos utilizar materiales de apoyo visuales, que en estos
tiempos son tan fáciles de manejar. Ellos nos presentan ciertas ventajas, ya que ayudan a
recordar la secuencia del mensaje, muestran los puntos importantes del mensaje,
disminuyen el nerviosismo del expositor, ya que, al dirigir la atención del público sobre el
material visual, se quita esa presión que ejerce el auditorio sobre uno mismo y la
impresión de que todas las miradas están concentradas sobre uno se disipa. Permite
economizar el tiempo, simplifica la información compleja, y facilita la comprensión al
poder colocar en el, mapas conceptuales, esquemas, dibujos o ilustraciones.
Reglas de oro para la utilización de apoyos visuales: debemos asegurarnos de que todos
los vean, debemos usar el apoyo visual sólo cuanto sea necesario, se debe hablar al
público y no al apoyo visual.

30. ESTRUCTURA INTERNA DE LA EXPOSICIÓN.

La introducción: palabra clave brevedad

La introducción debe tener una estructura breve, motivadora y precisa. Debemos


comenzar con un saludo de bienvenida, para luego seguir con un comienzo llamativo que
capte la atención del público. Luego seguiremos con una definición de mensaje,
planteando objetivos y terminaremos la introducción, con una motivación sobre el interés
que tiene tema para el auditorio.

Reglas de oro a considerar en esta parte: demostrar una actitud de seguridad y


confianza en uno mismo: con la forma de pararse adelante, de mirar y de decir las
primeras palabras. Tomar un poco de tiempo antes de comenzar, todo debe estar en
orden para que sólo haya que concentrarse en el público y en lo que se desea exponer.
No olvidemos usar expresiones tales como: me propongo exponer, el objetivo de este,
muchos piensan que, deseo manifestar mi, nos dirigimos a ustedes para, acabó de
presenciar un hecho que, sobre el tema de, es un hecho que, quisiera comenzar mi
exposición diciendo que, en primer lugar, en primer término, para empezar.

El desarrollo: palabras clave, claridad y orden de la exposición oral.

Es importante comenzar con una idea general de lo que se va decir. Debemos comenzar
con las ideas más generales para luego llegar a las ideas más específicas. Nuestro tema
debe desarrollarse argumentando cada una de las ideas expuestas, utilizando variada
documentación, tales como, citas, ejemplos, anécdotas, soportes audiovisuales, etc.
debemos desarrollar el tema de una forma llamativa y nunca monótona. No olvidemos
usar expresiones tales como: a continuación, enseguida, en segundo lugar, además,
también, hay que añadir que, del mismo modo, igualmente, asimismo, en otras
palabras, es decir.

La conclusión: palabras clave, brevedad y claridad

En esta parte debemos resumir las ideas principales sobre las cuales se ha desarrollado
nuestro tema. Aquí además se puede dar alguna opinión personal que tiene querer con
resultados o conclusiones nuestras.

Reglas de oro a considerar: se debe planificar bien la conclusión, no improvisarla. Avisar


cuando se va a llegar a la conclusión hacer saber al publico que se acerca el final de la
disertación por medio de expresiones lingüísticas que expliciten que el discurso se va a
terminar, tales como, en resumen, resumiendo, en síntesis, en pocas palabras, en
suma…

Plenario o coloquio: palabras clave opiniones, aclaraciones

Después de haber expuesto nuestro tema debemos considerar un tiempo para responder
a las interrogantes de nuestro auditorio. Este punto es importante saber escuchar,
responder claramente las dudas con aclaraciones precisas, podemos usar fuentes
documentales y relacionar las preguntas con nuestras conclusiones.

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