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Para abrir una presentación, necesitas un gancho que capte la atención del profesor o de
los oyentes. Para interesarlos, tal vez sería conveniente hacer una pregunta, o empezar
con una buena anécdota.
· Estando parado/a, coloca los pies a treinta centímetros de distancia con los dedos
apuntando hacia el frente, y un pie ligeramente adelante del otro. Los dos pies deben
estar apoyados firmemente en el suelo, para evitar movimientos que sugieran
nerviosismo. Céntrate en la parte delantera de las plantas, no sobre los talones. Los
jugadores de golf, básquetbol, tenis y béisbol se apoyan en la parte delantera de las
plantas cuando están listos para jugar.
· Relaja los brazos a los costados, las manos deben estar sueltas.
· Ya sea de pie o sentado, tu respiración debe ser regular y tranquila. Siempre que te
sea posible, respira lentamente, en forma consciente, seis o siete veces antes de
comenzar a hablar.
· Los gestos espontáneos permiten lograr una soltura mental y emocional, factor
importante de deshinibición, al mismo tiempo que mantienen al auditorio interesado.
· Debes siempre evitar tener objetos en las manos que puedan desviar la atención de
los oyentes. Pero en aquellas circunstancias en que sea necesario valerse de ayudas
visuales u otros elementos, hay que darles un tratamiento especial: no mostrarlos
hasta que estemos dispuestos a usarlos; en ese momento, todos deben verlos, y la
disertación debe dirigirse al auditorio y no a esos objetos. Cuando termine la necesidad
de utilizarlos, deben ser guardados de modo tal que nadie los vea (evitando distraer la
atención de los oyentes). Los apoyos visuales, simplifican los conceptos, añaden
interés y persisten (como memoria visual) en el oyente. Las imágenes tienen un poder
permanente. Por otro lado, los apoyos visuales aclaran tus ideas y te permiten
mantener más fácilmente el rumbo. Pueden incluso derribar las barreras del idioma.
Pero es muy importante programar exactamente el uso de los pizarrones, cartulinas,
dispositivas, filmaciones, etc., definiendo cómo y cuándo se utilizarán.
· Con respecto a los ojos, debes repartir la vista en todos los oyentes, sin que se pose
demasiado en alguno de ellos en particular. Provoca gran malestar en el oyente
sentirse mirado, con insistencia, por el orador. Establece contacto visual para entablar
relaciones. Habla uno por uno con los profesores o compañeros que componen un
grupo. Utiliza todo el cuerpo para reforzar el mensaje. Inclínate hacia adelante, hacia el
público. Haz ademanes firmes para no distraer la atención de tu mensaje.
· No distraigas al público con algún detalle de tu atuendo, o por jugar con algún objeto.
· Si se te secó la boca, lentamente toma un sorbo de agua para mojar los labios; luego,
con tanta lentitud como calma, deposita nuevamente el vaso en su lugar.
3. NO ABANDONES EL TEMA
La disertación debe tener un OBJETIVO, y tienes que avanzar hacia él en forma progresiva.
Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la exposición (o el examen oral) con
ejemplos y referencias, te apartes del tema central. Es necesario que persistas en el tema,
evitando al mismo tiempo interrupciones de los compañeros u oyentes cuando éstas
deriven la cuestión hacia temas tangenciales.
· En cuanto al tema, si es que lo puedes elegir, debe ser uno sobre el que tengas una
opinión formada, y si no lo puedes elegir, como en el caso de un examen, es muy
importante que además de la opinión del autor, puedas incluir la tuya propia o tu
mirada especial, para que puedas hablar con autoridad, y si al mismo tiempo el tema te
apasiona, es éxito asegurado.
a) tus experiencias
b) tus creencias
d) tus proyectos
e) tus emociones
f) tus sentimientos
g) la experiencia ajena
5. PROPORCIONA EJEMPLOS
Debes tratar que tu discurso “penetre” fácilmente en el auditorio, o que tu mensaje
llegue fácilmente al profesor que lo examina, y a veces se choca con el inconveniente de
la abstracción de tus ideas. La correcta ejemplificación, con relatos y objetos concretos,
soluciona el inconveniente y clarifica la exposición.
Si dices: “Los escritores argentinos son muy inteligentes”, podría suceder que el profesor
o algún oyente conozca algunos escritores que no participen, a su juicio, de esa cualidad,
y no creyera en tu juicio como orador. Entonces sería más correcto decir: “Los escritores
argentinos, como por ejemplo XX, YY, etc, son muy inteligentes”. Además, podrías
aportar algunos datos (sobre la personalidad de esas figuras) que refuercen tu concepto
sobre ellos.
6. USA ESTADÍSTICAS
Su correcta utilización constituye una gran ayuda. Sin embargo, una gran cantidad de
datos estadísticos intercalados en la exposición puede llegar a aburrir, por lo cual éstos
deben ser utilizados con un criterio adecuado. Un buen recurso consiste en dramatizar las
cifras, diciendo, por ejemplo, la cantidad de átomos que entran en un alfiler, o el tiempo
que tardaría una tortuga en atravesar el territorio argentino, etc.
7.UTILIZA TESTIMONIOS
En los discursos basados en relatos o informaciones, es necesario valerse de testimonios
que aseveran la veracidad de lo expuesto. Estas pruebas deben ser, por supuesto,
conocidas por el auditorio. Otra forma de utilizar testimonios, es la referencia a opiniones
de personas importantes o muy conocidas, lo cual produce un respeto por la información
transmitida.
Busca una cantidad grande de casos personales que ilustren el tema. Los casos
personales ilustran con una connotación más auténtica. Habla sobre tus propias
experiencias.
8. DEMUESTRA INDIVIDUALIDAD
El principio anterior estaba dirigido a la individualidad del discurso, que significa no copiar
pensamientos ajenos, sino hacer crecer las propias ideas hasta transformarlas en creación
individual. En primer lugar, las ideas deben buscarse dentro de uno mismo. Pero también
puedes motivar el crecimiento de la idea, organizando debates o discusiones con tus
compañeros o amigos, y rescatar lo positivo de los pensamientos de estas otras personas.
9. ORGANIZA EL MATERIAL
Dada la importancia fundamental que reviste este principio, hemos dedicado una clase
especial, en este tomo, a su estudio, y a ella nos remitimos.
a) “En competencia perfecta, el precio está dado por la intersección de las curvas de la
oferta y la demanda, proyectadas sobre un eje de coordenadas cartesianas”.
Supongamos que a un orador le piden que hable sobre “Ruidos Molestos” en una reunión
a la que concurrió sin saber que debería exponer ese tema. Siguiendo las técnicas
descriptas, podría empezar: “Hace unos quince días, me encontraba en la casa de un
amigo; un departamento sobre la calle Viamonte, en un primer piso. La cercanía a varias
oficinas públicas, especialmente Tribunales, y la hora de gran movimiento de vehículos,
hacían de esa vista algo insoportable...” Luego le resultaría muy sencillo esbozar una
crítica a los ruidos molestos y sintetizar los conceptos fundamentales sobre el tema.
a) Desarrolla diariamente cinco temas distintos durante un minuto cada uno, sin
preparación anterior.
c) Otro ejercicio, en grupo, consiste en agregar ideas a un concepto central. Por ejemplo,
que cada uno diga un pensamiento distinto al de los demás, referido a un objeto o
situación.
a) Naturaleza de la ocasión.
d) Cantidad de oyentes.
14. SÉ SINCERO
Todos los conceptos que viertas, deben ser fiel reflejo de tu forma de pensar. Para ello,
juega un papel fundamental la elección del tema, pues debe ser uno realmente sentido y
valorado por el orador. Esto da una dosis afectiva al discurso que despierta un interés en
los oyentes muy superior al mero conocimiento intelectual del tema desplegado por el
expositor.
Busca dentro del tema lo que más te conmueva o atrape la atención, lo que más deseos te
da de comunicar, lo que entiendas que es práctico, aplicable, que ayuda.
Una gran ventaja de la práctica es que sirve para desarrollar el diagrama memorizado. El
discurso no conviene exponerlo en forma leída ni totalmente memorizado. La práctica
debe ser de desarrollo de ideas, y no de repetición de palabras.
21. REPITE
Consiste en la técnica de volver sobre las ideas principales. Se trata de repetir varias
veces, en la exposición, las ideas fundamentales, siempre con palabras distintas, a efecto
de no cansar a los oyentes.
22. RESERVA CONOCIMIENTOS
Generalmente el auditorio formula preguntas sobre los temas tratados en la exposición.
Debes fomentar esta costumbre, pero también puedes dirigir el sentido de las preguntas
hacia los puntos que conoces. Para ello es preciso reservar una cantidad de conocimientos
para ser utilizados en la respuesta a las preguntas, o para ampliar el tema.
23. NO POLEMICES
No siempre las preguntas de los oyentes son bien intencionadas. Puede darse el caso de
alguien que desee desacreditarte con preguntas capciosas o incómodas. Nunca debes
establecer una polémica con el auditorio. Nada se gana con una discusión; por el
contrario, la mejor manera de ganar una polémica es evitarla. En caso de ser necesario
llamar la atención de algún oyente, debes hacerlo de forma indirecta, sin personalizar.
Si se trata e alguna pregunta molesta debes actuar de acuerdo a las siguientes técnicas:
a) Evita vulgarismos: Anota las palabras que más usas en tu vocabulario y luego busca
sinónimos que las sustituyan. Además de estas palabras, debes evitar las frases muy
trilladas tratando de utilizar oraciones propias que caractericen una expresión personal.
d) Busca sinónimos: Toma un texto cualquiera y cambia los sustantivos y adjetivos. Para
cada palabra habrá varios sinónimos, pero sólo uno será el correcto, el que no altere el
sentido del texto. Esta ejercitación, si se hace con perseverancia, brinda excelentes
resultados, que de inmediato pueden incorporarse al vocabulario.
La ampliación del léxico debe ser una motivación constante del orador. Basta con algunos
minutos diarios de práctica.
Debes llegar con su voz a todo el auditorio. Para ello es preciso que sigas algunas técnicas
adecuadas.
a) Tórax erguido: ya sea de pie o sentado, debes mantener el tórax en línea recta, sin
curvaturas. Esto amplía la capacidad torácica, permitiendo una mayor tonalidad vocal.
b) Respiración adecuada: Debes efectuar la inhalación por las vías nasales y la exhalación
por la bocal. Esto evita el resecamiento de las cuerdas vocales, puesto que las fosas
nasales tienen la propiedad de humedecer el aire.
· Aplica variedad en el tono de tu voz. Lleva a tu oyente por un paseo verbal por la
montaña rusa. Crea entusiasmo en el lento ascenso desde el sendero hasta la cima.
Haz pausas para crear expectativas... En seguida, una carrera rápida cuesta abajo
(pausa...) y empieza el siguiente ascenso no pronunciado. Este cambio de ritmo
entusiasma al oyente.
· Cambia el ritmo de la voz; habla en voz alta y en voz queda, rápido y despacio.
Articula. Abre la boca, enuncia bien para que te entiendan.
29. Materiales de apoyo: podemos utilizar materiales de apoyo visuales, que en estos
tiempos son tan fáciles de manejar. Ellos nos presentan ciertas ventajas, ya que ayudan a
recordar la secuencia del mensaje, muestran los puntos importantes del mensaje,
disminuyen el nerviosismo del expositor, ya que, al dirigir la atención del público sobre el
material visual, se quita esa presión que ejerce el auditorio sobre uno mismo y la
impresión de que todas las miradas están concentradas sobre uno se disipa. Permite
economizar el tiempo, simplifica la información compleja, y facilita la comprensión al
poder colocar en el, mapas conceptuales, esquemas, dibujos o ilustraciones.
Reglas de oro para la utilización de apoyos visuales: debemos asegurarnos de que todos
los vean, debemos usar el apoyo visual sólo cuanto sea necesario, se debe hablar al
público y no al apoyo visual.
Es importante comenzar con una idea general de lo que se va decir. Debemos comenzar
con las ideas más generales para luego llegar a las ideas más específicas. Nuestro tema
debe desarrollarse argumentando cada una de las ideas expuestas, utilizando variada
documentación, tales como, citas, ejemplos, anécdotas, soportes audiovisuales, etc.
debemos desarrollar el tema de una forma llamativa y nunca monótona. No olvidemos
usar expresiones tales como: a continuación, enseguida, en segundo lugar, además,
también, hay que añadir que, del mismo modo, igualmente, asimismo, en otras
palabras, es decir.
En esta parte debemos resumir las ideas principales sobre las cuales se ha desarrollado
nuestro tema. Aquí además se puede dar alguna opinión personal que tiene querer con
resultados o conclusiones nuestras.
Después de haber expuesto nuestro tema debemos considerar un tiempo para responder
a las interrogantes de nuestro auditorio. Este punto es importante saber escuchar,
responder claramente las dudas con aclaraciones precisas, podemos usar fuentes
documentales y relacionar las preguntas con nuestras conclusiones.