Fantasías, brujería, locura y crueldad:

El tema de la brujería en Goya tuvo un importante desarrollo. Empezó a pintar este tipo de cuadros a finales
del siglo XVIII, inspirado en las habladurías de brujería en el norte de España (Zugarramurdi).
En esta etapa Goya pintó 6 pequeños cuadros sobre brujerías para el gabinete de la duquesa de Osuna, entre
los que se encuentran:
``Vuelo de brujas´´
``El conjuro´´
``El Aquelarre´´
``La cocina de los brujos´´
``El hechizado por la fuerza´´
``El convidado de piedra´´
Son cuadros oscuros y tenebrosos con resaltación en la sombras y apariciones de animales relacionados con
el infierno y el mundo satánico.
También hizo una serie de grabados conocidos como ``Los caprichos´´ en los que se ve la presencia de
demonios y diablos propagando el mal.

Goya también pinta escenas en las que podemos visualizar violaciones, asesinatos muy sádicos y a bocajarro,
también pinta escenas canibalistas.
Los ambientes de las pinturas son oscuros y muy lúgubres con toques muy áridos y desérticos, casi siempre
las escenas son en cuevas, sótanos, manicomios...
Las obras más representativas de esta época son:
``Bandidos fusilando a sus prisioneras´´ ó ``Asalto de bandidos I´´
``Bandido desnudando a una mujer´´ ó ``Asalto de bandidos II´´
``Bandido asesinando a una mujer´´ ó ``Asalto de bandidos III´´
``Caníbales preparando a sus víctimas´´
``Caníbales contemplando restos humanos´´
Todas estas obras fueron pintadas entre los años 1808 y 1812. En estas obras utiliza una técnica de pincelada
más abocetada, con rostros más oscuros y dando mayor protagonismo a las siluetas y a las sombras.
Estas obras tienen cierta similitud estilística a las de otras etapas posteriores del pintor.