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TEMA 10.- FRANCISCO DE GOYA (1746-1828).

Vivió un período de transformaciones políticas, sociales y


artísticas: del buen reinado de Carlos III a la decadencia de Carlos
IV y Fernando VII, del absolutismo al triunfo de la Ilustración,
pero también a la pesadilla de la Revolución con sus desmanes, la
guerra de Independencia, el pueblo luchando y afirmando su
soberanía y, finalmente el retorno del absolutismo. Artísticamente
conoce el Barroco y el artificio del Rococó, el academicismo del
Neoclasicismo e incluso el Romanticismo. Su obra es un reflejo
de esos estilos a lo largo de su vida pero, además recrea y
reinventa desde su experiencia personal, anticipándose a estilos
futuros como el Romanticismo, Expresionismo…

1.- LOS COMIENZOS COMO PINTOR.


Nace en Fuendetodos, Zaragoza. En 1763 viaja a Madrid llamado por el pintor Francisco Bayeu,
con quien acabó de formarse como pintor y realiza algunos trabajos secundarios relacionados
con la Corte. Tras dos intentos frustrados de obtener apoyo material de la Academia de San
Fernando (se valoraque su calidad no es suficiente) para llevar a cabo el típico viaje para estudiar
a los maestros italianos in situ, Goya, con sus propios recursos, parte hacia Italia.
A su vuelta trabaja, y triunfa como artista, en Zaragoza, donde realiza sus primeras obras
importantes: La adoración del nombre de Dios, en la bóveda del coreto de la Basílica del Pilar
(1772) y las Pinturas de la iglesia de la Cartuja del Aula Dei de Zaragoza.

2.- INICIOS EN LA CORTE


A finales de 1774, posiblemente gracias a la influencia de su cuñado, Goya es llamado a la corte
para trabajar como pintor de cartones para tapices, trabajo poco creativo (pintura sobre cartón o
lienzo que sirve como modelo para realizar un tapiz) pero que le permitirá introducirse en los
ambientes de la Corte. En ellos demuestra su habilidad como colorista. Destaca la importancia del
paisaje. Evita lo dramático y caricaturesco. Es una pintura de temas cotidianos pero idealizados,
que responde al deseo ilustrado de conocer al pueblo: el rey, en el despotismo ilustrado, entiende
que es su deber buscar el bienestar de sus súbditos (y para ello quiere conoce las costumbres,
pero la Corte trata de ocultar los graves problemas que podrían interpretarse como una crítica a su
gestión). Goya tiene acceso a las colecciones de pinturas de los reyes y recibirá la influencia de
Velázquez. Así, en 1778, publica una serie de grabados al aguafuerte que reproducen cuadros de
Velázquez. La pintura de Goya se hace más naturalista y va ganando el color, la pincelada
suelta, el espacio… típicos del maestro barroco.
La pradera de San Isidro (1788).
La cacería.
La cometa.
La gallinita ciega (1788-89).
El cacharrero (1779).
El quitasol (1777).
El albañil herido (1786-87).
Las floreras o la primavera.
La era o el verano.
La vendimia o el otoño.
Tormenta en la nieve o el invierno (1786-87).
La cucaña.

3.- En 1780. El éxito.


Es nombrado por fin académico de mérito de la Academia de pintura de San
Fernando. Su prestigio crece y los aristócratas quieren ser retratados por él. De
esta época datan gran número de retratos de Corte y de nobles. En 1789 es
nombrado pintor de cámara de Carlos IV.
Carlos III cazador
La familia del duque de Osuna.
Retratos infantiles de corte: don Manuel Osorio, Infante
don Francisco de Paula.
Varios de la reina María Luisa: como maja (1798).
La condesa de Chinchón.
La duquesa de Alba (1795).
Retratos de Carlos IV (1800).
Picnic.
El pelele.
El aquelarre (1789).

4.- Desde 1792. El desengaño.

Comienza su sordera y su desengaño por la Revolución


francesa. Empieza sus series de grabados. La pintura de
género se hace más sombría.
El entierro de la sardina (1812-19?).
La familia de Carlos IV (1800-01). Goya aparece pintando,
como Velázquez en las Meninas.
Las Majas, desnuda y vestida (1798-1805?). La primera es
más neoclásica, con dibujos claros; en cambio la vestida es
mucho más avanzada, con una pincelada suelta, impresionista.
Gaspar Melchor de Jovellanos.
Realiza, con total libertad, la decoración del techo de San Antonio de
la Florida (milagro de S. Antonio de Padua y Adoración de la Trinidad)
(1798) en la que cambia el esquema habitual de las pinturas fingidas.
Los personajes proceden de las capas más humildes de la sociedad. El
milagro, lo protagoniza un fraile vestido con ropas humildes y a cuyo
entorno se sitúan mendigos, ciegos, trabajadores y pícaros asomados
con gran dinamismo a una barandilla. Acercar el mundo celestial a la
mirada del pueblo probablemente sea consecuencia de las ideas
renovadoras que los ilustrados tenían en relación a la religión. Su
técnica es de ejecución firme y rápida, con pinceladas enérgicas que
resaltan las luces y los brillos. Se observa la prodigiosa maestría de
Goya en la aplicación impresionista de la pintura: toques del todo
abocetados que, sin embargo, a la distancia con que el espectador las
contempla, adquieren una consistencia notable.

5.- La guerra de la Independencia.

Las realiza por convicción personal: la sinrazón de la


guerra, y para probar su patriotismo. No hay héroes: la
masa, el pueblo es el protagonista. Los franceses
parecen como muñecos. Ponen en duda su
afrancesamiento. Destaca el uso de la luz y las
sombras; sobre una pincelada ágil.
El 2 de mayo de 1808 (1814).
El 3 de mayo de 1808 (1814).
El Coloso (1808).
Fernando VII (1814).
Tras la vuelta del Absolutismo. Se aleja de la Corte (hay
una mutua falta de aprecio). Se aleja de la Inquisición,
que empieza a cuestionar su obra. También pinta
algunas obras religiosas de calidad:
Ultima Comunión de S. José de
Calasanz (fundador de las
Escuelas Pías o Escolapios).
Los flagelantes.
Auto de fe de la Inquisición.

6.- Las pinturas Negras de la Quinta del sordo.


En las Pinturas Negras profundiza en lo primitivo y violento del ser humano y de España.
Expresionismo que deforma lo figurativo, mucho antes de
que lo hicieran las Vanguardias artísticas.
El destino.
Duelo a garrotazos (1820-23).
Asmodea.
El perro (1820-23).
El aquelarre.
Saturno devora a sus hijos (1810-23).
Romería de San Isidro.
Viejos comiendo sopa.

6.- En 1823, el exilio.


Tras la intervención de los “Cien
mil hijos de San Luis” que
reinstaura el absolutismo de
Fernando VII, Goya se autoexilia
en Burdeos:
La lechera de Burdeos.

7.- Los Grabados.

La obra gráfica de Goya, los cerca del millar de dibujos y estampas que hizo a lo largo de toda su vida
constituyen, sin duda, una de las facetas más importantes de toda su obra.
Estampas religiosas.
Copias de Velázquez.
Estampas sueltas.
Los Caprichos (...1798): El propósito de "censura de errores y vicios
humanos": encontramos estampas alusivas al alcoholismo, la avaricia o la
coquetería (Hasta la muerte). Los asnos protagonizan estampas, siguiendo
un tópico ilustrado. Encontramos asnos profesores, melómanos, nobles (Asta
su abuelo), médicos (De que mal morirá). La última estampa de este grupo
(Tú que no puedes), en la que los asnos cabalgan a los hombres, enlaza con
otro tema de raigambre medieval: el mundo al revés. Imágenes destinadas a
censurar los defectos en la educación de los niños: contra los castigos
excesivos; sobre las madres que atemorizan a sus hijos con
fantasmas y contra la mala educación de los nobles. Otro
tópico ilustrado será la sátira a los vicios del clero: afición de
los frailes a la comida, la bebida (Nadie nos ha visto) y la
pereza (Ya es hora). Pero los dos asuntos en los que puede
agruparse mayor número de estampas son el cortejo y la
prostitución, por un lado, y las escenas de brujería, por otro:
matrimonios por interés, escenas de cortejo y también
representaciones trágicas de violación y muerte. Las
prostitutas protagonizan un amplio conjunto, figurando
unas veces como explotadoras de sus clientes y otras como víctimas. Las imágenes de brujería
predominan en la segunda mitad de la colección. La célebre El sueño de la razón produce
monstruos presenta un opresivo mundo de pesadilla. Así junto a las brujas aparecen frailes y
asnos. También hallamos escenas de aprendizaje brujeril (Linda maestra!, 69), perversa
inversión de una educación correcta.
Los Desastres de la Guerra (. 1812). Se ha dividido esta serie entre
una estampa introductoria (1), cuarenta y seis dedicadas a los
horrores de la guerra (2-47), diecisiete, con escenas del hambre en
Madrid (48-64) y por último dieciséis estampas alegóricas llamadas
caprichos enfáticos (65-80).
La Tauromaquia (. 1814).
Los Disparates (...1817-18). Formas más sombrías. Fondos negros,
trabajo rápido, sin correcciones. La complejidad de las imágenes parece
desafiar cualquier intento racional de explicar con palabras todo el
cúmulo de sugerencias que generan. La libertad expresiva de la que
hace gala Goya a través de un lenguaje gráfico de inusitada fuerza
proporciona a la serie una dimensión universal y atemporal que la
aparta de significaciones concretas.

Litografías: Investiga esta técnica recién inventada.


Sobre los grabados de Goya: Enlace

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