Está en la página 1de 2

- GOYA -

El siglo XVIII a diferencia del anterior no se caracterizó por la abundancia de grandes pintores, si no que
por culpa de la Escuela de Bellas Artes, un mismo estilo de pintura se imponía a todos los artistas. Pero dentro de
este contexto aparecería en España la figura de Francisco Goya, que a modo de martillo rompería las reglas
artísticas establecidas, creando su propia forma de pintar. Goya nacería en 1746 en Zaragoza, su desarrollo artístico
no duraría solo una parte de su vida, si no que este emplearía toda su vida al arte. Su primera influencia y maestro
sería José Luzán, con el que estaría aprendiendo hasta el año 1764 , fecha, en la que comenzaría su época en la que
quería ganar un concurso para entrar en la Academia de San Fernando, pero no obtuvo ningún resultado. Tras esto
se marcha a Italia donde obtiene una mención por un cuadro llamado “Aníbal pasando los Alpes”, desde entonces
comenzaría a recibir encargos una vez regresado a España, se podría decir que sus obras de esta época tenían una
línea teatral del último barroco, predominando el color. En 1773 se casaría con Josefa Bayeu. Sus cuñados Ramón
y Fco eran muy prestigiosos y le apoyaron a su camino hacia la corte. Unos años después sería nombrado miembro
de la Academia de San Fernando. En 1786 es nombrado finalmente pintor de la cámara. Posteriormente Goya
padecería una enfermedad que lo dejaría sordo y entraría en depresión, ambos factores serían los principales
motivos que le llevarían a realizar sus obras más personales y finalmente en 1823, cuando comienza la represión
absolutista por parte de Fernando VII este se iría a Burdeos donde moriría en el 1828. Goya vivió a lo largo de toda
su vida una serie de acontecimientos históricos que marcarían tanto el transcurso de su desarrollo vital como el
artístico. En primer lugar en España comenzaban a llegar las ideas ilustradas ligadas al liberalismo que lucharian
contra las ideas contrarias absolutistas de Fernando VII, Goya realizaría grandes críticas a la guerra y a los
conflictos entre ambos bandos, sobre todo en la Guerra de Independencia en la que fracasaron los ideales de la
razón, después del trienio liberal se produjeron las persecuciones absolutistas de Fernando VII.

La obra de Goya es muy diversa y presenta grandes cambios que comportarían su propia evolución. Goya cultiva
todos los géneros y temas y además no tuvo un desarrollo lineal si no que este experimentaba cambios a lo largo de
toda su vida artística. En un principio predominaba los colores alegres y vivos en las obras, pero en su última etapa
con las pinturas negras predominaría el color negro. Goya rompe con el idealismo de su época para imponer un
naturalismo. Todas sus obras estarán impregnadas de su gran imaginación, sátira y humor. Además la figura de
Goya sería la precursora de toda la pintura moderna.

La pintura de Goya no se puede dividir por épocas, ya que su vida fue totalmente estable y no realizo grandes
viajes. Así que hay que dividirla por los diferentes temas que utilizo Goya:

En primer lugar los Cartones para tapices, que eran pinturas realizadas en óleo sobre lienzo que servirían para
decorar las estancias de palacio. Los temas que comportan estos cartones serían sobre todo el majismo, que es la
afición aristócrata de tomar aspecto de la gente popular, temas de genero y sociales. En sus cartones predominaban
los colores rojos y grises, la factura acabada, el dibujo de trazo continuo y la representación de escenas
costumbristas de gran vitalismo.

La pintura religiosa es un tema muy esporádico de Goya que quedaría en un segundo plano, en la Academia de San
Fernando presentó su cristo crucificando adaptándose a los gustos de la época ya que esta Academia era muy
rigurosa e imponía una forma de pensar artística. Finalmente obtuvo su nombramiento en 1870. Ante el éxito de
este cristo le encargaron pintar una bóveda en el pilar de Zaragoza. También se le encargó decorar las pechinas y la
cúpula de San Antonio de la Florida, en la cúpula Goya tuvo que representar uno de los milagros de San Antonio, el
cual fue representado al aire libre en torno a una balaustrada y con un uso de pinceladas muy sueltas. Entre sus
ultimas obras de carácter religioso cabe destacar La última comunión de San Jose de Calazan y además pinta las
santas Justa y Rufina.

Los retratos de Goya comportarían una de las facetas más importantes de este. Sus retratos representarían la parte
más adinerada de la sociedad de aquel momento, haciendo una mezcla entre retrato psicológico y retrato de aparato,
captando perfectamente la esencia de cada personaje. En los retratos de Goya predomina la pintura en vez del
dibujo, utilizará fondos neutros o verdosos (influencia de Velazquez y el Greco) En cuanto a tipologia los retratos
ecuestres y los de grupo son escasos pero magníficos, siendo la mayoría de estos retratos íntimos para colgar en las
casas. Goya rompe con el idealismo tan marcado de su época en sus retratos, en lo que no se intenta idealizar al
personaje si no que simplemente se muestra tal como es. Ejemplos a destacar de los retratos de Goya son; la
Condesa de Chinchon y Joveyanos.
Las pinturas de guerra representarían el carácter más dolido de Goya, el cual se sentía desolado por el dolor que
conllevaba la guerra. El pintor recogerá los acontecimientos de la guerra de Independencia En los Desastres y en
sus lienzos. Los dos últimos cuadros que Goya hizo de la Guerra de Independencia fueron la Carga de los
Mamelucos y fusilamientos del 3 de Mayo, los cuales no gustaron a las autoridades y obligaron a Goya a cerrar el
ciclo de sus pinturas de guerra. En ambas obras se muestra el dolor y la crueldad de la guerra en la que en la Carga
de los Mamelucos se muestra a un ejercito árabe luchando contra el pueblo, mientras que en el último se muestra al
pueblo valeroso siendo fusilado por unos soldados anónimos franceses.

A los 73 años tras la desolación de la muerte de su mujer y la boda de su hijo, Goya se quedaría solo, además de
esto también sufriría toda la devastación de la guerra de Independencia. Compraría la Quinta del Sordo donde vivió
con Leocadia Zorrilla. En las paredes de la casa fue donde realizó las pinturas negras al óleo. Las pinturas negras
romperían con el desarrollo artístico de Goya, ya que de unos colores vivos y naturales y de la representación de
escenas cotidianas llenas de sentimientos, pasó a representar escenas de agonía y sufrimiento acompañadas de
colores oscuros. Las pinturas serían arrancadas de la pared y pasadas a lienzo, actualmente se encuentran en el
Museo del Prado. La iconografía es muy rica y los títulos aclaran la lectura. La casa estaba dividida en 2 plantas y
muchos historiadores creen que sus pinturas estaban realizadas en un conjunto, dividiendo estas en infierno, tierra y
cielo, esta última sin acabar. Goya realizó estas pinturas individualmente sin que nadie se las encargará, así que este
gozó de total libertad y dio rienda suelta a la mente y a los pinceles. Las pinturas negras fueron válvulas de escape
por donde sale todo su subconsciente y la alucinación. Goya ha perdido la fe en su mundo racional de la ilustración.
Cabe destacar entre estas pinturas negras Saturno devorando a su hijo.

En Burdeos Goya busca una renovación de su pintura, allí paso los últimos años de su vida y encontró cierta
tranquilidad que le llevó a hacer litografías de toros recordando las añoranzas de la patria y pintó el retrato de la
lechera de Burdeos donde anticipa la técnica del impresionismo.

A parte de pinturas, Goya realizó grabados, para realizarlos no se basó en la influencia de otros artistas si no que
experimentó el mismo, técnicas y procedimientos, que le dan unas características únicas a los grabados. Estas son:
la línea juega un papel fundamental marcando fuertemente los contornos, también se utiliza la línea para dar
volumen a la figura jugando con distintos ritmos e intensidad. Además se reduce fundamentalmente a los usos de
colores blancos y negros, así como la amplia gama de colores grises. La luz se utilizaría para marcar fuertes
contrastes haciendo salir la figura desde fondos oscuros. Destaca la figura humana como protagonista de la imagen,
los ambientes son escuetos y a veces incluso abstractos, juega al minimalismo apareciendo solo los elementos
imprescindibles para entender la estampa. Y también se utiliza los puntos de vista bajos para que el espectador se
sienta más cercano a la imagen.

Estos grabados también se dividirían a su vez en: los Caprichos y los Desastres de la guerra:

Los caprichos son una seria de 80 grabados en los cuales realizaría una gran critica y denuncia a todos los vicios
sociales de la época, así como a la aristocracia, acompañado a su vez de un rotulo que aclara una intención de
sátiras hacia la Iglesia. Además también realizaría una crítica a toda superstición sobrenatural. Cabe destacar de los
Caprichos el grabado “El sueño de la razón produce monstruos”

Los Desastres de la guerra son otra serie de grabados, esta colección es la más dramática y la que a su vez más nos
informa sobre el pensamiento de Goya, el autor a modo de un periodista nos relataría de una forma crítica todas las
bases de la guerra; violencia, hambre, destrucción… En última instancia refleja su opinión acerca de la naturaleza
humana. Estamos ante un verdadero alegato de carácter antibelicista en el que Goya no se muestra a favor de
ninguno de los dos bandos, si no que critica la guerra en si.

A modo de conclusión podemos decir que Goya, sería uno de los artistas más importantes de España, a partir del
cual surgiría el impresionismo, el cual recogería sus pinceladas sueltas y el uso de la luz para representar la
realidad.

También podría gustarte