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NEUROPSICOLOGIA DE LA CONDUCTA SEXUAL

Numerosos experimentos llevados a cabo con animales de experimentación


vienen poniendo de relieve la importancia de la corteza cerebral en la sexualidad.

La conclusión más importante de estos estudios en los que se ha intentado


explorar las relaciones entre la corteza cerebral y el comportamiento sexual, es
que precisamente en esta zona del cerebro es donde se realizan las funciones que
están más en relación con los estímulos psíquicos y ambientales.

La corteza cerebral, según estas teorías sería una de las principales zonas
anatómicas responsables de las repercusiones que los estímulos sensoriales y
psíquicos tienen sobre la actividad sexual del hombre.

La corteza está íntimamente conectada con el hipotálamo, a través del cual se


relaciona con la hipófisis, con la medula espinal, con otras estructuras nerviosas,
con las glándulas endocrinas y con el aparato genital, también se relacionan muy
directamente con el sistema límbico; de este modo la corteza recibe y elabora la
información que le llega, y a su vez remite órdenes e información al resto de las
estructuras nerviosas, influyendo notablemente en muchos aspectos de la
respuesta sexual.

Estas conexiones son en alguna medida las que explican la gran influencia de
diversos factores psíquicos en la respuesta sexual, por lo que la corteza es una de
las zonas cerebrales más directamente implicadas en los trastornos de la
sexualidad de origen psicosomático.

Cuando la persona se encuentra en condiciones óptimas desde el punto de vista


psicológico, ambiental, general, se encuentra relajada, despreocupada, sin
conflictos en la esfera de la sexualidad, es más probable que la actividad sexual
sea satisfactoria. Por el contrario, algunos factores como la ansiedad, el miedo,
preocupaciones, estrés, ciertos sentimientos y emociones, la depresión, se
elabora a través de la corteza cerebral y pueden ocasionar graves disfunciones
sexuales.

Dentro de lo que es el cerebro interno, es decir de las zonas cerebrales que se


suceden al profundizar en el cerebro tras la corteza, existen diversas formaciones
neurológicas implicadas en la sexualidad, las más relevantes según los
conocimientos actuales serán el sistema límbico, el hipotálamo y el núcleo
estriado.

El sistema límbico no es propiamente una estructura del cerebro interno, sino más
bien un conjunto de estructuras nerviosas que se hallan rodeando el tronco
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cerebral, como si se tratara de un anillo, y fundamentalmente está compuesto por


cinco grandes estructuras que se denominan: hipocampo, amígdala, septum, giro
cingulado y campos de proyección olfatoria.

Se trata de un sistema extraordinariamente complicado, tanto en lo que se refiere


a los vínculos que mantiene entre sus diversas estructuras internas como respecto
de las conexiones que estas tienen con otras formaciones externas al sistema
límbico, ya que están íntimamente ligadas a la corteza cerebral, al tálamo y al
sistema reticular.

Las implicaciones de estos sistemas en la sexualidad no se han aclarado


definitivamente, y tan sólo se conocen algunas relaciones puestas de manifiesto
en diversos trabajos experimentales.

La amígdala parece jugar un papel central en la conducta sexual, habiéndose


comprobado que la estimulación del septo y del área pre óptica media daban lugar
a una erección total en animales de experimentación.

Otra formación de gran importancia dentro del sistema límbico es el hipocampo, ya


que se cree que ejerce una influencia moduladora de la tumescencia genital,
regulando por tanto la afluencia de volumen sanguíneo al aparato genital, lo cual
es hasta la actualidad el índice más fiable para medir la excitación y la respuesta
sexual.

El sistema límbico está estrechamente vinculado con otra zona del cerebro interno
que, a su vez, parece estar ampliamente relacionada con la sexualidad, se trata
del hipotálamo, que también está implicado en la esfera de los instintos, incluso se
ha descrito un área del placer.

El hipotálamo está relacionado con varias estructuras nerviosas, recibe vías


neurológicas de comunicación, del sistema límbico y del tálamo y de él parten vías
de comunicación hasta el tálamo, la médula y la hipófisis; también está conectado
con la corteza cerebral, y asimismo se relaciona con el sistema nervioso
autónomo, dando lugar a través de éste a la gran mayoría de las transformaciones
fisiológicas propias de la respuesta sexual normal.

Además el hipotálamo influye sobre las glándulas endocrinas, y por tanto sobre la
producción y mantenimiento en el torrente circulatorio de la mayor parte de las
hormonas sexuales.

El hipotálamo está implicado en los centros del placer, llamados así por lo
estimulante que resulta para los animales de experimentación la estimulación de
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Esta área, hasta el punto de que prefieren dicha estimulación experimental a su


comida favorita.

La estimulación de estas áreas también se ha realizado en seres humanos, con


resultados variables. Algunos hombres apreciaron tras el experimento una cierta
sensación de bienestar poco definida, en otros casos dio lugar a estados de
auténtica euforia.

Para algunos autores los puntos del cerebro superior que al ser estimulados dan
lugar a un aumento del tamaño del clítoris similar al de la excitación sexual de la
hembra (tumescencia clitoridiana), serían los mismos que en el macho causan la
erección del pene, tal como parece haberse demostrado en experiencias con
animales.

Excitación Sexual

La excitación sexual, tanto en el hombre como en la mujer, consta de varias fases


sucesivas. Tras una fase previa de deseo sexual, surge la fase de excitación, a la
que continúa la de meseta, hasta llegar a la orgásmica, y por último la fase de
resolución.

El proceso comienza a partir de una fase previa o de deseo en la que se van


acumulando estímulos psicológicos en relación con elementos eróticos, y con la
estimulación fisiológica producida por el contacto corporal (besos, caricias), que
contribuyen a la excitación sexual, especialmente si estas se realizan en algunas
zonas llamadas erógenas del cuerpo que cada persona encontrará de acuerdo al
conocimiento de su propio cuerpo y al de su pareja.

Como vemos, la estimulación sexual, la erección y las respuestas varían mucho


de una persona a otra y depende entre otras de los variados y complejos
mecanismos neurofisiológicos, psicológicos, y ambientales, además de las
repuestas hormonales, de los órganos de los sentidos que de una u otra manera
intervienen en la respuesta sexual humana, el desenvolvimiento sexual de una
persona.

Mecanismos cerebrales que regulan la sexualidad

Desde hace varios años se realizan diferentes investigaciones relacionadas con la


conducta sexual humana, con el inicio del deseo, con la respuesta sexual, con la
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Neurofisiología de la erección y con otras variadas patologías que intervienen en


el éxito o no de una experiencia sexual.

En cuanto a la investigación publicada recientemente por el Instituto Francés de


Investigación Médicas (INSERM) y el Centro Francés de Estudio e Investigaciones
Médicas, mediante emisión de Positones, creemos que se trata de una
investigación segada, con muy pocos casos. Además que es conocido que
diferentes sistemas del organismo reaccionan ante una estimulación sexual,
reacciones que han sido descritas y estudiadas fundamentalmente en animales y
en humanos.

Sexualidad e Investigación con Animales de Experimentación

Gracias a los experimentos que se han llevado acabo con diversos animales, se
ha logrado un notable progreso del conocimiento a nivel neuroanatómico de la
sexualidad.

Los animales seleccionados en este tipo de experimentación han sido aquellos


con un sistema nervioso más similar al del hombre, como es el caso de los monos
ardilla, y otros primates como los macacos, los gatos, conejos, ratas, toros, etc.

Se ha comprobado que al estimular diversos puntos del cerebro se puede producir


una excitación sexual que se mide en forma de diversos grados, valorando las
transformaciones fisiológicas que se ocasionan en el aparato genital del animal
denominados grados de tumescencia, lo que se relaciona con la afluencia de
volumen sanguíneo hacia los órganos genitales, principal característica medible de
la excitación sexual en el animal.

De este modo se ha visto que estimulando diversas zonas del cerebro, se puede
producir no una mera situación de excitación sexual en el animal, sino la plena
eyaculación en el macho.

La experimentación con animales ha servido para descubrir y comprender mejor


de qué modo interviene el cerebro en aspectos neurofisiológicos de la sexualidad,
aunque sea de un modo parcial. De todos modos ha aportado datos de gran
interés para vislumbrar las implicaciones de la corteza cerebral y otras estructuras
nerviosas, entre ellas el sistema límbico, el hipocampo y el núcleo estriado, cuyas
posibles implicaciones en la sexualidad comentaremos.
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Freud y muchos otros, sintieron que el sexo era el motivador más importante en la
vida humana. Es interesante que muramos sin comida en pocas semanas, sin
agua en unos pocos días, y sin aire en unos pocos minutos. No morimos si no
practicamos sexo. E incluso, en un esquema biológico de cosas, es la
reproducción, no la supervivencia individual, lo que importa. Los animales,
incluyendo a nosotros los humanos, están provistos con poderosos instintos que
les urgen a practicar sexo, a veces a costa de sus propias vidas.

La organización funcional del cerebro y las capacidades mentales de hombres y


mujeres presentan diferencias significativas. Las investigaciones en ciencias
cognitivas, particularmente neuropsicología, así lo constatan. Las diferencias
comprenden un amplio espectro, desde actos reflejos a comportamientos más
complejos. La acción de las hormonas sexuales conforma redes neurales y
procesos bioquímicos diferentes en los cerebros de hombres y mujeres, ya desde
los primeros meses de vida intrauterina. Pero también las experiencias y
aprendizajes en los contextos socioculturales conforman y organiza el cerebro de
cada persona originando capacidades y comportamientos propios y diferenciales.

Los aproximadamente 35.000 genes que recogen la memoria filogenética de la


especie humana se agrupan en 23 pares de cromosomas. El par 23, cuando es
XX, determina el sexo de mujer, y cuando es XY de varón. El cromosoma Y es el
más pequeño, con 60 genes, mientras los otros cromosomas tienen miles. Un gen
del cromosoma Y, el gen Sry, activa en la sexta semana de vida intrauterina el
desarrollo de los testículos, que a su vez producirán hormonas andrógenas, la
testosterona, que se distribuye por todo el embrión estableciendo las pautas de
estructuración corporal propias del varón. La testosterona es responsable de la
masculinización del cuerpo humano en los diversos sistemas, músculo-
esquelético, cardiovascular, y nervioso, particularmente el cerebro.

Cuando el par de cromosomas es XX, la segunda X envía instrucciones para


fabricar ovarios, que producirán los estrógenos, que a su vez conformarán la
estructuración corporal propia de la mujer. La feminización del cuerpo de mujer
afecta todos los sistemas, desde el sexual reproductor, hasta el nervioso central.
De modo que si no está presente el cromosoma Y, no se forman los órganos
genitales masculinos y lo que se desarrollan son los genitales propios de la mujer.

Cuando en los embriones XY se activa el gen Sry, produce una proteína


denominada factor determinante testicular o TDF, que instruye el desarrollo de los
testículos, los cuales secretan la testosterona y la hormona inhibidora de los
conductos de Müller (HIM), impidiendo así que tales conductos se desarrollen, y
posibilitando el desarrollo de los conductos de Wolff y las vesículas seminales. El
tejido que rodea el surco urogenital se convierte en el pene y el escroto. En
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ausencia de TDF (en los embriones XX), la gónada se diferencia en ovario, los
conductos de Wolf degeneran y los conductos de Müller desarrollan los oviductos,
el útero y el cuello uterino. El tejido que rodea el surco urogenital se convierte en
el clítoris, los labios y la vagina. Así pues, el desarrollo del fenotipo femenino
depende de la ausencia de TDF y de la ausencia consiguiente de andrógenos,
mientras que la presencia de TDF y la producción de andrógenos al comienzo de
la vida intrauterina llevan a la diferenciación de cuerpo y cerebro masculino

El cerebro destina grandes áreas para mantener vivo a su poseedor y para


posibilitar el apareamiento y la procreación. El área de corteza senso-motora
dedicada a los genitales es mayor que la que corresponde a la superficie del
pecho, el abdomen y la espalda juntos. La actividad sexual humana involucra
prácticamente todo el cerebro, porque no se limita a copular y eyacular, también
se siente placer en los encuentros amorosos sin acto sexual.El ansia de
satisfacción sexual o excitación genital comienza en el sistema Límbico, donde
mensajeros químicos del Hipotálamo y la glándula Pituitaria estimulan los órganos
reproductores. Cuatro zonas del cerebro se activan notoriamente: la cíngula
anterior, la ínsula media, los núcleos Putamen y Caudado.

La dopamina, el neurotransmisor principal del placer, fluye a la corteza frontal


provocando sentimientos de euforia y deseo sexual. Simultáneamente el
organismo segrega adrenalina y noradrenalina que recorren el cuerpo para
producir la excitación genital.
En cuanto a las mujeres se sabe que las hormonas estradiol y progesterona
actúan en el núcleo medioventral del hipotálamo, esencial para el comportamiento
sexual femenino. La amígdala medial tiene conexiones con los bulbos olfativos
claves en conductas sexuales.
Cuando se llega a la madurez sexual, las células germinales son activadas por la
glándula hipófisis, cuando eso sucede los tejidos donde se alojan las células
germinales se convierten entonces en órganos de la reproducción llamadas
gónadas. Las gónadas masculinas llamadas testículos, contienen las células
germinales que se desarrollan en gametos masculinos o espermatozoides; y las
femeninas llamadas ovarios se desarrollan en gametos femeninos u óvulos.
Ambas gónadas se hayan bajo la dirección de la glándula hipófisis o glándula
pituitaria que segrega hormonas y feromonas. Ya se vio todo lo concerniente a las
hormonas, ahora hablemos un poco de las feromonas.

El comportamiento reproductor depende del hipotálamo. Estudios han demostrado


que un área basal del hipotálamo aparece mayor en los ratones machos que en
las hembras. Tal incremento está en función de los andrógenos en etapas prenatal
y postnatal. También en el cerebro humano se han encontrado tales diferencias.
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Los efectos de la temprana exposición a las hormonas sexuales no se limitan al


comportamiento sexual o reproductor, también se expresan en otros
comportamientos diferenciales entre machos y hembras, como orientación
espacial y reconocimiento de pautas, juegos, etc. Estos comportamientos
diferenciales se han observado en distintas especies de mamíferos y también en
el ser humano.

En cuestiones de erotismo mucho se insiste en la importancia que la mente tiene


en una relación sexual, especialmente aquellas que se dan entre personas que
han establecido relaciones más o menos fijas y en quienes la imaginación, la
fantasía, la seducción mental, son los estimulantes que suplen otras
circunstancias de relaciones más esporádicas como el enfrentamiento a lo
desconocido, el riesgo, etc.

A un nivel mucho más literal es posible decir que, en efecto, el sexo está en el
cerebro, pues a pesar de toda nuestra cultura desarrollada, en cierta medida
seguimos siendo sirvientes de nuestras estructuras físicas y biológicas, de los
químicos que se agitan en nuestro interior y que nos dictan nuestras reacciones.
Neurotransmisores, hormonas, terminales nerviosas a las que es posible reducir la
experiencia sexual.

A continuación un listado de algunos de los fenómenos que experimentas gracias


a tu cerebro y sus auxiliares cuando mantienes un encuentro sexual:

-El área preóptica del hipotálamo, encargada de regular las conductas de


apareamiento, tiene casi el doble de tamaño en los hombres en comparación con
las mujeres, y tiene también casi el doble de células, una distinción que al parecer
comienza a desarrollarse a partir de los 4 años de edad.

-De acuerdo con investigaciones recientes, el cerebro masculino dedica el doble


de espacio al sexo del que ocupa en el femenino. En la mujer la estimulación
vaginal, de los pezones y del clítoris enciende el córtex sensorio, aunque en
regiones separadas. Esta es la razón por la cual, a diferencia de los hombres, las
mujeres encuentran excitante la manipulación de sus pezones, porque esta se
encuentra cerebralmente relacionada con la estimulación genital.

-La renuencia al sexo, podría deberse a niveles fuera de lo normal de serotonina,


el conocido neurotransmisor. Según una investigación de la Escuela de Medicina
de Wake Forest, altos niveles de serotonina están relacionados con una libido
disminuida, aunque en ese mismo estudio se encontró que las personas con
migrañas recurrentes poseen bajos niveles de serotonina.

-El sexo es una de las fuerzas más básicas de nuestra naturaleza que sin
embargo, una vez que se recubre de cultura y civilización, parece generar más
problemas que satisfacciones. Según Joseph Shrand, psiquiatra en Harvard, el
sexo es intoxicante: literalmente. Su acción genera un cóctel de químicos
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dominado sobre todo por la dopamina, un poderoso neurotransmisor presente en


emociones que pronto se convierten en pasiones como la excitación, el deseo, el
placer y la sensación de recompensa. Y, como todos los químicos, este también
es potencialmente adictivo.

-El singular fenómeno del equívoco amoroso enamorarse irremediablemente de la


persona equivocada parece ser efecto, según las investigaciones de Catherine
Salmon, de la oxitocina, un neuroquímico que se libera durante el orgasmo y que,
en el caso de las mujeres, genera una atracción física para con el hombre con
quien lo experimentaron sin que importe nada más.

Aportes de Sigmund Freud, sobre la conducta sexual.

El concepto de desarrollo psicosexual es un elemento esencial en la teoría sexual


de Sigmund Freud desarrollado hacia finales del siglo XIX y comienzos del siglo
XX. Freud propone un concepto ampliado de la sexualidad humana, idea
revolucionaria en su época, que postula la existencia de una sexualidad infantil,
cuyo desarrollo está organizado en fases. Cada una de estas fases está
caracterizada por una zona erógena que es la fuente de la pulsión libidinal durante
esa etapa. Estas fases son (en orden de su aparición): oral, anal, fálica, de
latencia y genital. Freud creía que si durante cualquiera de estas fases el niño
experimentaba ansiedad en relación a esa pulsión correspondiente, los temas
relacionados a esa etapa podrían persistir en la época adulta como neurosis.

Freud observó que durante el temprano desarrollo, el comportamiento de los niños


se orientaba alrededor de determinadas partes del cuerpo (la boca durante el
amamantamiento, el ano durante el baño o la higiene y luego los genitales).
Habiendo observado en sus trabajos anteriores con pacientes histéricas, que las
neurosis adultas tienen sus raíces en la sexualidad infantil, Freud propuso que
esos comportamientos de los niños eran expresiones de sus fantasías sexuales y
deseos. Sugirió que los seres humanos, durante su primera infancia, son
"perversos polimorfos", significando esto que los infantes pueden derivar su placer
sexual desde cualquier parte del cuerpo, y que es sólo a través de la socialización
que las pulsiones libidinales son sofocadas en la heterosexualidad adulta.

Debido a que pudo predecir una línea de tiempo de los comportamientos de los
niños, Freud desarrolló un modelo a través de cual consideró lo que sería el
desarrollo "normal" del niño, al cual denominó "desarrollo libidinal". De acuerdo a
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esta teoría, cada niño atraviesa cinco fases psicosexuales. Durante cada etapa, la
libido tiene diferentes zonas erógenas de acuerdo a la fuente de sus pulsiones. La
libido se refiere a varios tipos de placeres y satisfacciones.

Sin embargo, durante esta búsqueda de satisfacción de las urgencias sexuales, el


niño experimenta fracasos y reprimendas por parte de sus padres o la sociedad y
debido a esto termina asociando angustia con la zona erógena en particular. Para

Evitar esta angustia, el niño comienza a preocuparse con los temas relacionados a
esta zona, un fenómeno que Freud denominó fijación. Freud creía que la fijación
persistía en la adultez y subyacía a la estructura de la personalidad y la
psicopatología incluyendo neurosis, histeria y desórdenes de la personalidad.
Freud llamó a esto infantilismo.

Fase oral

La primera etapa del desarrollo psicosexual es la fase oral, la cual dura desde el
comienzo de la vida hasta el primer año. Durante la misma, el foco de la
satisfacción está en la boca y el placer se obtiene por los cuidados, pero también a
través de la exploración del entorno (los pequeños tienden a llevarse objetos
nuevos a la boca). En esta etapa el Ello es el que domina ya que ni el Yo ni el
Superyó están totalmente desarrollados. A causa de esto el bebé no tiene noción
de sí mismo y todas sus acciones están basadas en el principio de placer.

El yo, sin embargo, está bajo formación durante esta primera etapa. Hay dos
factores que contribuyen a la formación del mismo. En primer lugar, la imagen
corporal es desarrollada, lo cual implica que el niño reconoce que su cuerpo se
diferencia del mundo exterior. Por ejemplo, comenzará a darse cuenta que uno
siente dolor solamente cuando éste se aplica al propio cuerpo. A través de la
identificación de los límites de su cuerpo, uno comienza a desarrollar el
sentimiento del yo. Un segundo factor al que le es atribuida la formación del yo
son las experiencias implicadas en el retraso de la satisfacción que conducen a la
comprensión de que conductas específicas pueden satisfacer algunas
necesidades. El infante gradualmente se da cuenta de que la satisfacción no es
inmediata y que tiene que producir determinados comportamientos para iniciar
acciones que conduzcan a esa satisfacción. Un ejemplo de conducta semejante es
el llorar, que parece no tener finalidad durante los primeros dos meses de vida,
pero luego parece ser usado productivamente y está conectado con determinadas
necesidades.

La experiencia clave en esta fase es el destete, durante el cual el niño pierde


mucho del contacto íntimo con su madre y esto da lugar al primer sentimiento de
pérdida. El destete también le provee al bebé conciencia de sí mismo, desde que
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aprende que no todo está bajo su control, y tampoco la satisfacción es siempre


inmediata.

En esta etapa, la satisfacción de las necesidades conducen a la formación de la


independencia (desde que el bebé se forma una idea clara sobre los límites de sí
mismo y forma su yo) y la confianza (desde que el bebé aprenden que
comportamientos específicos conducen a la satisfacción). Por otro lado, la
fijaciónPuede llevar a la pasividad, credulidad, inmadurez y un optimismo no
realista, y también la formación de una personalidad fácil de manipular debido a la
formación inadecuada del yo. Esto puede ser el resultado tanto de la excesiva
como de la insuficiente satisfacción. En el caso de demasiada satisfacción, el niño
no aprende que no todo está bajo su control y que la satisfacción no siempre es
inmediata (los cuales son resultado del destete), dando lugar a una personalidad
inmadura. Por otro lado, las necesidades del niño pueden ser satisfechas
insuficientemente, y debido a ello el niño se vuelve pasivo porque aprende que de
todas formas, lleve a cabo la conducta o no, la satisfacción no sobrevendrá. En
algunas sociedades es común que los niños sean cuidados por sus madres
durante varios años mientras que en otras este tiempo es más corto. El chupar y
comer, de todas formas, componen los recuerdos más tempranos de los niños en
todas las sociedades. Esta etapa tiene especial importancia ya que algunas
sociedades tribales, comúnmente encontradas en el Suroeste del Pacífico y en
África, consideran que el estómago es la sede de las emociones.

Durante esta etapa el niño no es motivado por placeres de otras regiones del
cuerpo. No le interesan en lo absoluto las funciones excretorias, ni los genitales
despiertan su interés, solo le presta atención a las actividades orales.

En el período oral, el niño encuentra por primera vez el poder de la autoridad en


su vida, una autoridad que es limitada en la búsqueda de placer.

Como habíamos mencionado, creía que la manera como se satisfacían determina


la formación de rasgos que moldean su personalidad posteriormente que son
engendrados por la interacción de la práctica de crianza de los niños y la
estructura constitucional del niño. Los tipos de carácter oral experimentan
trastornos en el recibir y el tomar.

El recibir fallido puede tomar la forma de dependencia pasiva, mientras que el


tomar fallido resulta en manipulatividad, envidia y avaricia.
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Fase anal

En la etapa anal del desarrollo psicosexual, el foco de la energía pulsional (zona


erógena) mueve desde el tracto digestivo superior al final inferior y el ano. Esta
fase dura desde aproximadamente el 15º mes hasta el tercer año de vida. Durante
la misma la formación del Yo continúa.

De acuerdo a la teoría, la experiencia más importante durante esta etapa es el


entrenamiento en la higiene personal. Éste ocurre alrededor de los dos años
(pueden haber diferencias con respecto a la edad según la sociedad que
corresponda), y da como resultado un conflicto entre el Ello, que demanda
satisfacción inmediata de las pulsiones que involucran la evacuación y las
actividades relacionadas con ella (como el manipular las heces) y las demandas
de los padres. La resolución de este conflicto puede ser gradual y no traumático, o
intenso y tormentoso, dependiendo de los métodos que los padres usen para
manejar la situación. La solución ideal vendría si el niño trata de regularse y los
padres son moderados, para que el niño pueda aprender la importancia de la
limpieza y el orden gradualmente, los cuales dan lugar a una persona adulta
controlada. Si los padres ponen demasiado énfasis en la higiene personal
mientras el niño decide acomodarse a ésta, se puede dar lugar al desarrollo de un
comportamiento compulsivo, extendiéndose a lo concerniente con el orden y la
pulcritud. Por otra parte, si el niño decide prestar atención a las demandas de su
Ello y los padres acceden a esto, el niño probablemente desarrolle una
personalidad tendiente al desorden e indulgente para consigo mismo. Si los
padres reaccionan, el infante debe cumplir, pero desarrollará un débil sentimiento
de sí, ya que los padres son los que controlan la situación, no su propio Yo.

Freud designó la segunda fase importante del desarrollo de la personalidad, quizá


el nombre se encuentre curioso pero su propósito es destacar en forma
espectacular la fuente principal de inquietud y actividad para el niño. Aunque las
necesidades orales continúan activas son menos prominentes ahora las sustituyen
las preocupaciones anales.

La etapa anal se extiende desde los 18 meses de edad hasta los tres y medio
años, correspondiendo más o menos a la edad de aprendizaje de control de
esfínteres.
Durante el período anal, el niño aprende ciertas orientaciones básicas para la vida:
la posesión de las cosas y el desprendimiento de las mismas; esas orientaciones
pueden distorsionarse o exagerarse, según Freud es la sobrevaloración de los
productos anales lo que inicialmente engendra el rasgo de personalidad.
En el otro extremo una madre puede deleitarse en ponerle trampas o engañar a su
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hijo, sorprendiéndolo en el momento justo o solo manteniéndolo en su acción


hasta que lo complete.

Fase fálica

Se extiende desde los tres hasta los cinco años y la zona erógena asociada a ella
es el área de los genitales. A pesar de que efectivamente la satisfacción está
enfocada en esta área, no lo es de la misma forma que en la sexualidad del
adulto, ya que el niño es sexualmente inmaduro aún. Sin embargo, la estimulación
de los genitales es bienvenida como placentera y los varones, como los hombres
adultos, pueden tener erecciones durante el dormir. Los niños se vuelven cada vez
más conscientes de su cuerpo y son curiosos en relación al cuerpo de otros niños
y también el de sus padres. Freud observó que los niños de esta edad pueden ser
frecuentemente vistos sacándose la ropa y "jugando al doctor" con otro niño, o
preguntándole a sus madres si ellas también tienen pene. Estas observaciones
persuadieron a Freud de que la satisfacción está enfocada sobre o alrededor de
los genitales durante este período.

El conflicto más importante de esta etapa es el llamado complejo de Edipo,


nombre derivado de Edipo, quien asesinó a su padre e involuntariamente durmió
con su madre. Freud usa el término Edipo para ambos sexos pero otros analistas
propusieron una variante femenina denominada "Complejo de Electra". En un
comienzo, para ambos sexos la primera fuente de cuidados (al menos en la
mayoría de las sociedades) y satisfacciones es la madre. A medida de que los
niños se desarrollan, sin embargo, comienza a formarse una identidad sexual y la
dinámica para varones y niñas se altera. Para ambos sexos, los padres devienen
el foco de su energía pulsional.

Para el varón, la madre deviene la persona deseada, mientras que el padre es el


foco de los celos y rivalidad, desde el primer momento en que es el que duerme
con la madre, pero sigue siendo uno de los principales encargados del cuidado del
niño. El Ello quiere unirse con la madre y matar al padre (como hizo Edipo) pero el
Yo, basado en el principio de realidad sabe que el padre es más fuerte. Sin
embargo, el niño también quiere al padre, por eso sus sentimientos son
ambivalentes. El temor de que el padre sea un obstáculo frente a los sentimientos
del niño hacia la madre es expresado por el ello como temor de que el padre lo
castre. El miedo a la castración no es racional y ocurre de forma irracional e
inconsciente.
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Freud argumentaba que las niñas pequeñas siguen más o menos el mismo
desarrollo psicosexual que los niños. Mientras que el niño desarrolla angustia de
castración, la niña desarrollará envidia del pene, envidia sentida por las mujeres
frente a los hombres debido a que los hombres poseen pene. Esta envidia tiene
sus raíces en el hecho de que sin el pene las mujeres no pueden poseer
sexualmente a la madre tal como son conducidas por el Ello. Como resultado de
esta comprensión, ella dirige su deseo sexual hacia el padre. Luego de esta fase
la mujer tiene una etapa extra en su desarrollo cuando debe transferir, todo o en
parte, la sensibilidad e importancia del clítoris a la vagina. La niña pequeña
también en algún momento debe abandonar su primera elección de objeto, la
madre, para tomar a su padre como nueva elección de objeto, más apropiada. Su
eventual introducción en la heterosexualidad femenina, que culmina al dar a luz,
deja de lado paulatinamente sus tempranos deseos infantiles, y su propio hijo es el
que toma el lugar del pene de acuerdo a una antigua equivalencia simbólica.
Generalmente Freud consideraba al conflicto de Edipo experimentado por niñas
más intenso que el experimentado por varones, dando como resultado una
personalidad más sumisa y menos segura.

En ambos casos el conflicto entre las pulsiones del Ello y el Yo es resuelta a


través de dos mecanismos de defensa básicos del Yo. Uno de ellos es la
represión, que implica el bloqueo de recuerdos, impulsos e ideas desde la mente
consciente, pero no conduce a una resolución definitiva del conflicto. La segunda
es la identificación que implica la incorporación de las características del padre del
mismo sexo dentro del propio Yo del niño. El varón, adoptando este mecanismo
busca reducir el miedo a la castración, ya que su similaridad con el padre le hace
pensar que lo protegerá de él. La identificación de las niñas con su madre es más
fácil ya que se da cuenta de que ni ella ni su madre tienen pene. Algunas escuelas
de psicoanálisis consideran que la dinámica psicosexual presentada en niñas en
este punto de su desarrollo tiene su término (sin embargo Freud no lo considera
así) en el Complejo de Electra. La teoría freudiana de la sexualidad femenina,
particularmente lo que se refiere a la envidia del pene, ha sido duramente
criticada.

Si el conflicto no es resuelto, una fijación a esta fase dará lugar a mujeres adultas
que se esfuerzan por superar a los hombres, si tiene sentimientos insoportables
de devastación debido a la falta de pene, lo harán siendo seductoras y
coqueteando, o si no serán sumisas y con baja autoestima. Por otro lado, los
hombres pueden presentar excesiva ambición y vanidad. En general, el Complejo
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de Edipo es muy importante para el desarrollo del Superyó ya que a través de la


identificación con uno de los padres, la moralidad de la sociedad en que se vive es
internalizada y la conformidad a las reglas ya no es producto del miedo al castigo

La etapa fálica tiene lugar entre los tres y los cinco-seis años de edad. Los
órganos genitales se vuelven una fuente destacada de placer durante este
período. La curiosidad respecto al cuerpo puede comenzar mucho antes; el niño
encuentra con asombro sus manos y sus pies, incluso puede descubrir los
órganos genitales pero no se convierten en inquietudes sólo hasta la etapa fálica,
cuando se hacen mucho más intensas las tensiones y placeres de esa zona del
cuerpo. El niño comienza en ese momento a darse cuenta y a comentar las
diferencias entre los hombres y las mujeres, su inquietud incrementa de manera
significativa si se notan las diferencias anatómicas. Dicha curiosidad es bastante
difusa debido a que el niño no conoce todavía a menos que ya las haya
observado, las diferencias reales de los órganos genitales masculinos y
femeninos.

Criticas científicas sobre las teorías de Freud.

Una crítica científica común que se refiere a la teoría freudiana del desarrollo
psicosexual humano es la que indica que Freud estaba demasiado fijado a la
sexualidad humana él mismo, lo que podría haber servido para que
subjetivamente su trabajo se dirigiera en favor de definir el desarrollo humano
exclusivamente en relación al desarrollo humano sexual considerado normativo,
según él. Es posible que dicha fijación haya influenciado negativamente a Freud
de distintas formas que lo hayan dirigido a ignorar otras variables significativas que
contribuyen al desarrollo psicosexual humano, tales como la actividad hormonal y
de las feromonas. La etapa que causa mayor controversia es la fálica. Freud
sostenía sus afirmaciones sobre el Complejo de Edipo con una serie de
observaciones clínicas. En 1901 publicó una serie de estudios sobre un niño
llamado "Pequeño Hans" quien padecía una fobia a los caballos. Freud conectó el
miedo de Hans hacia los caballos con el miedo a su padre. El temor de Hans y su
angustia fueron pensados como resultado de varios factores incluyendo el
nacimiento de su hermana, el deseo de su Ello de reemplazar a su padre como
compañero de la madre y conflictos relacionados con la masturbación. Hans
admitía que quería tener hijos con su madre, lo cual significaba para Freud una
prueba adecuada de la atracción sexual que sentía su pequeño paciente hacia su
madre. Hans, sin embargo, era incapaz de conectar el temor por los caballos con
15

su padre, y, como Freud admitía, "a Hans se le deben decir muchas cosas que él
no puede decir por sí mismo" además de que "el niño se presenta con
pensamientos que hasta el momento no había mostrado signos de poseer", de tal
forma que uno podría suponer que Freud manipulaba la mente del paciente.

Investigadores científicos han criticado la siguiente afirmación de Freud en su


escrito de 1914 "Introducción del narcisismo": "Es imposible suponer una unidad
comparable al Yo que exista desde el comienzo". Amplia evidencia documenta un
funcionamiento del Yo en infantes, aún en los recién nacidos, contrariamente a lo
que Freud sostenía. El recién nacido muestra una sorprendente habilidad para
seguir distintos objetivos móviles, diferenciar un estímulo familiar de uno que no lo
es y reaccionar positivamente con la persona que lo cuida. Aún más, los niños
muestran signos de un Superego en funcionamiento más temparano que lo
propuesto por Freud, quien sostenía que asomaba recién luego de que se
resolviese el Complejo de Edipo.

Consideraciones culturales han influenciado ampliamente las teorías dentro de la


perspectiva psicodinámica. Freud indicó que el Complejo de Edipo es universal y
esencial para el desarrollo. Bronisław Malinowski, un antrópologo que estudió el
comportamiento de los habitantes de las Islas Trobriand, cuestionó la opinión de
Freud acerca del Complejo de Edipo y su universalidad. En la sociedad de
Trobriand los varones son disciplinados por los hermanos de sus madres en lugar
de sus padres biológicos (sociedad avuncular). Tal como desarrolla en su trabajo,
"Sexo y represión en la sociedad salvaje" (1927), Malinowski encontró que los
varones tenían sueños donde el blanco de los miedos no era su padre sino su tío.
Basado en esta observación, Malinowski argumentó que el poder, no los celos, es
la base para la tensión edípica. Como resultado, Segall et al. hipotetizó que la
teoría freudiana estaba basada en una interpretación equivocada de una variable
que da lugar a confusión.

Otro estudio científico demostró que mientras los rasgos de personalidad


correspondientes a las fases oral, anal, edípica y genital pueden ser claramente
observados, las etapas en sí mismas en el desarrollo del niño no pueden serlo.
Tampoco se puede confirmar que dichos rasgos adultos provengan de las
experiencias vividas durante la niñez.
16

Desde una perspectiva más genérica, el epistemólogo Karl Popper rechazaba los
constructos teóricos propuestos por Freud por su infalsabilidad, considerando el
Psicoanálisis en su globalidad como un claro ejemplo de pseudociencia incapaz
de efectuar predicción alguna.

Una crítica más general de la teoría freudiana recae sobre su énfasis en la


sexualidad. Todo, ya sea malo o bueno, es el resultado de la expresión o
represión de la pulsión sexual. Muchas personas lo critican, y se preguntan si no
habría más fuerzas en juego. El mismo Freud añadió más tarde la pulsión de
muerte, pero solo para convertirse en otra de sus ideas menos populares.

Ante todo, quiero aclarar que de hecho, muchas de nuestras actividades están
motivadas de alguna manera por el sexo. Si echamos una mirada penetrante a
nuestra sociedad moderna, podemos ver como la mayoría de la publicidad usa
imágenes sexuales, las películas y los programas de televisión no venden muy
bien si no incluyen cierto grado de estimulación, la industria de la moda se basa en
un juego continuo de enseñar y esconder y nosotros pasamos una considerable
cantidad de tiempo cotidiano jugando a ligar. Pero aún así, no creemos que todo
en la vida sea sexual.

Si embargo, el énfasis sobre la sexualidad en Freud no estaba basado en la gran


cantidad de sexualidad obvia en su sociedad; más bien estaba basada en la
intensa evitación de la misma, especialmente en clases medias y altas y
particularmente en mujeres. Lo que olvidamos demasiado fácilmente es que
nuestra sociedad ha cambiado bastante en los últimos cien años. Olvidamos que
los médicos recomendaban un castigo severo ante la masturbación, que la palabra
“pierna” era sucia, que las mujeres que deseaban sexualmente eran
inmediatamente consideradas potenciales prostitutas y que los eventos de la
noche de bodas de una recién casada le tomaban completamente por sorpresa,
pudiéndose desplomarse literalmente con solo pensarlos.

Es crédito de Freud, no obstante, el moverse intelectualmente por encima de las


actitudes sexuales de su cultura. Ni siquiera su mentor Breuer y el brillante
Charcot no pudieron reconocer por completo la naturaleza sexual de los
problemas de sus pacientes. El error de Freud fue más una cuestión de
generalización extrema y de no tomar en cuenta los cambios culturales. Es irónico
ver que muchos de los cambios culturales relativos a actitudes sexuales fueron
debidos en parte al trabajo de Freud

El comportamiento sexual está organizado, formado, construido por diversas


conductas que es necesario aislar y reunir en interés investigatorio, analítico e
17

interpretativo. Así en el comportamiento sexual podemos observar que surge de la


interacción de diversas conductas, por ejemplo: una conducta gestual
Comunicativa (código, lenguaje, discursos, actitudes, etcétera), una conducta
práxica (actos coordinados, movimientos, etcétera) una conducta sensorial (visual,
olfativa, auditiva,) sensitiva, etcétera) una conducta pragmática Valorada y
controlada, etcétera. Para todo ello se requiere de receptores periféricos que a
través de los intrincados sistemas de vías y redes nerviosas, de sinapsis y
neurotransmisores; de centros receptores y efectores, módulos, circuitos, etc. Para
que vayan configurándose los perfiles individuales y colectivos del comportamiento
sexual y vayan integrándose niveles, desde la periferia al centro; de médula al
tronco cerebral, de allí al neocortex: y de nuevo a la periferia con la respuesta a la
fuente y al reciclamiento. Es todo un desafío investigativo poder unir las conductas
sexuales y su motivación en la sexualidad es en gran parte sensibilidad,
sensorialidad y movimiento. La caricia, el roce del cuerpo, el murmullo amoroso, el
Olor de la química feromónica o el laboratorio de la perfumería, la vista de un
movimiento erótico, los gestos, la comunicación afectivas son conductas, que
generan comportamientos sexuales. Si bien a medida que la evolución progresa,
las feromonas son menos importantes en su valor estimulante, sin embargo, y
pese a la tremenda influencia de la industria de perfumería y sus olores artificiales
en que se ha inmerso la gran mayoría de grupos humanos, aún existen indudables
vestigios de una importante biología natural. Así los centros olfatorios están
estrechamente relacionados con los centros de la memoria. Otras estructuras
neuropsicológicas relacionadas con las conductas sexuales son las que tiene que
ver con la contrapartida se observa que muchas disfunciones sexuales (no
orgánicas) son consecutivas a una inhibición de la agresividad necesaria para la
explicitación de la conducta sexual, cuyos mecanismos neurofisiológicos parecen
centrarse en el lóbulo límbico. Agresividad y la violencia La agresividad sexual no
es patrimonio
Exclusivo del macho, las hembras suelen tener conductas agresivas y hasta
violentas Cuando protegen a la prole y la alimentación. G. Tordjman dice que: “la
naturaleza en su sabiduría o en su aberración utiliza los mismos circuitos neuro
18

hormonales para controlar las conductas sexuales y agresivas”. no


Neurofisopatología de la conducta sexual Existen experiencias que demuestran
las alteraciones en la conducta sexual que surgen como consecuencia de
perturbaciones en los diferentes centros ya descriptos. Si se analizan las
estructuras más importantes del SNC que intervienen en la sexualidad se las
puede observar la complejidad de las mismas. Psicológica.

Neurofisopatología de la conducta sexual

Existen experiencias que demuestran las alteraciones en la conducta sexual que


surgen como consecuencia de perturbaciones en los diferentes centros ya
descritos.
Si se analizan las estructuras más importantes del SNC que intervienen en la
sexualidad se las puede observar la complejidad de las mismas. El Nivel cortical
Se hará un breve análisis de algunas investigaciones en distintas regiones del
cerebro.
La región olfatoria está programada para integrar y apoyar las conductas de auto
conservación de la especie. Vincula olfacción con sexualidad a través del olor,
sustancias odorí-feras (feromonas) se relacionan con la atracción partenaire
sexual. La región pre óptica tiene relación con el acercamiento sexual, la
integración vasomotora y el orgasmo. La impronta visual se produce antes de los
tres años de edad y estaría relacionada con el aprendizaje de algunas parafilias
como el fetichismo y el travestismo. La región pre frontal se relaciona con la
Capacidad de anticipación y planificación, el cuidado de la prole, la agresividad, la
lucha y la defensa. Dentro del neocortex prefrontal las zonas más antiguas se
relacionan con vivencias sexuales primitivas de tinte agresivo y las más modernas
con sentimientos sexuales más altruistas.
La región rinencefálica se relaciona con un rol moderador sobre la expresión del
instinto sexual, con la función reproductiva y la perpetuación de la especie.
Tendría como finalidad “modular” actividades que están integradas por estructuras
19

subcorticales. De gran importancia en la organización de actos complejos de la


conducta sexual humana. Los animales privados de rinencéfalo desarrollan las
conductas sexuales más extravagantes (Sindrome de Schreiner y Klings):
Tentativas de coitos con objetos inanimados, acoplamientos con animales de otras
especies, acoplamientos grupales. Todo pasa como si el instinto fuera liberado
impulsivamente de sus controles y privado de sus caracteres adLa conducta
anárquica sexual de los seres humanos se piensa pueda tener un correlato con
alguna patología rinencefálica. Por lo tanto, las estructuras rinencefálicas
(Así como el hipocampo y la amígdala) maduran plenamente bajo la influencia de
las relaciones interpersonales en la primera infancia por la activación de los
“genes del desarrollo” determinados por la relación personal. La relación
interpersonal entra así a formar parte de las estructuras rinencefálicas y con ello
de la historia vital individual, familiar y colectiva. Esto es el tiempo histórico que
Luego va determinar el tiempo individual en la integración de la memoria en la
secuencia temporal es fundamental la acción conjunta de la amígdala y del
hipocampo y las estructuras con ellas conexionadas. De esta base psicobiológica
fundamental se deriva la “mismidad” orgánica, el sentimiento de continuidad de la
experiencia vivida que en el hombres e traduce por el “si mismo”, concepto de
Importancia cada vez mayor en la actualidad.
Por último el juego funcional de los diversos sectores del cerebro límbico se
desprende la importante participación de los procesos rítmicos de la vida
El sistema límbico se relaciona con el placer, el erotismo, la erección peniana, la
eyaculación y el orgasmo. A través del circuito de Papez (1937) se relaciona con
el telencéfalo (corteza, cuerpo estriado y rinencéfalo) y con el diencéfalo (tá-
Lamo e hipotálamo). Está integrado, como ya se ha dicho, por un doble anillo.
El superior integrado por los núcleos preópticos-septum-cíngulo-fornix está
relacionado con conductas sexuales motivadas que refuerzan el erotismo
(neopalio).
El inferior témporo-hipocámpico-hipotalámico se relaciona con la auto
conservación: la alimentación, la lucha y la autoproaptativos (sexualidad
anárquica). tección a través de respuestas tróficas y agresivas. La excitación del
20

sistema límbico puede provocar crisis epilépticas acompañadas de hipo


sexualidad e impotencia. Heath localizó centros de la erección en
Regiones córtico-subcorticales del sistema límbico: proyección hipocámpica al
septum, tálamo e hipotálamo, el circuito de Papez y la corteza frontal y su
conexión con tálamo. La erección suele ser seguida de descargas hipocámpicas
que provocan tranquilidad y euforia. Observó además que en el curso del orgasmo
del varón y la mujer confirman la actividad bioeléctrica paroxismal del septum y el
Sistema límbico (ondas similares a una “crisis epiléptica”) que desbordan hacia la
amígdala y los núcleos hipotalámicos, mientras que no varía notablemente la
neocorteza. Por lo tanto, este autor sostiene que el éxtasis sexual es un “trabajo
límbico-rinencefálico-hipotalámico”. El orgasmo sería un “olvido” transitorio de lo
que se es, “una pérdida de la conciencia” producto de una desneocorticalización
transitoria. Se puede producir eyaculación y orgasmo por estimulación de la
corteza límbica a través del espinotalámico. Las sensaciones producidas tocando
los genitales van vía tálamo a proyectarse a las áreas del placer (hipotálamo-
sistema límbico haciéndose consiente en la corteza.

Motivación de la conducta sexual

A manera de resumen podemos concluir que la motivación de la conducta sexual


humana es el resultado del sistema sexual durante el desarrollo bio-psico-social
de la personalidad de un individuo. La estructura neurobiológica que lo posibilita
se puede sintetizar así:

Las repuestas sexuales se encuentran controladas por más que los sencillos
reflejos medulares. Es posible ejercer un control voluntario sobre las respuestas
sexuales del mismo modo que se pueden iniciar tan solo a partir de la fuerza
psicológica, tales como la fantasía. Los factores ambientales, tales como haber
aprendido en la infancia que el sexo es sucio y pecaminoso, también pueden
afectar la relación sexual propia. Todos estos fenómenos destacan la influencia

Crítica del cerebro y su interacción con los reflejos medulares en la producción de


la respuesta sexual.
21

El control cerebral de la respuesta sexual es complejo y hasta el momento solo se


entiende de manera parcial. Parece que las influencias más importantes
provienen de un conjunto de estructuras denominadas sistema límbico. El sistema
límbico forma una frontera entre la región central del cerebro y la región externa (la
corteza cerebral); incluye la amígdala, el hipocampo, la circunvolución cingulada y
la región septal. El talamo, hipotálamo, glándula pituitaria y formación reticular no
forma parte propiamente dicha del sistema límbico, pero se encuentran en
conexión cercana con él.

Diversas líneas de evidencias señalan la importancia del sistema límbico en la


conducta sexual. En experimentos clásicos con monos, se inserto un electrodo en
el cerebro a fin de administración estimulación eléctrica al mismo. La estimulación
de ciertas arias del cerebro produjo una erección (Maclean, 1962; Van Dis y
larsson, 1971). En particular, se encontraron tres centros de erección dentro del
sistema límbico, incluyendo uno en la región septal. Por razones obvias, se a
hecho poca investigación con este tipo con humanos. Pero en un estudio, la
estimulación de la región septal produjo orgasmos en dos seres humanos (Heath,
1972).

Una región especifica de la porción anterior del hipotálamo (el área preoptica
medial, o APOM/HA) se ha visto implicada en la conducta sexual
masculina(paredes Baum, 1997). Si se aplica estimulación eléctrica a esta región
del hipotálamo las ratas machos aumentan su conducta sexual; si se lesiona
(destruye) esta región, ya no inician la cúpula con las hembras (paredes y Baum,
1997).

Un novedoso y emocionante tipo de investigación que utiliza una técnica de


imagenoligia conocida como IRM funcional confirma de importancia del sistema
límbico en la respuesta sexual. Se mostraron películas eróticas o no eróticas a
hombres sanos mientras se encontraban en la sala de IRM (Park et al., 2001).

Diversas estructuras del sistema límbico – incluyendo la circunvolución cingulada y


el tálamo – se activaron por medio de las películas eróticas.

Los centros cerebrales del sexo también se encuentran cerca de los centros
olfatorios. Esto los conduce al tema de los feromonas y de su papel en la conducta
sexual, que se discutirá más adelante en el presente capitulo.

Las hormonas sexuales son otra fuerza fisiología importante que interactúa con el
sistema nervioso para influir la respuesta sexual.
22

Lesiones que intervienen en la conducta sexual

Tanto la paraplejia (parálisis de ambos lados de la parte inferior del cuerpo) como
la cuadriplejia (parálisis generalizada del cuerpo del cuello hacia abajo) están
ocasionadas por lecciones de la medula espinal. A muchas personas sin
discapacidades se les dificulta comprender lo que siente estar paralizado.
Imagínese que sus genitales y la región que los rodea han perdido toda sensación.
Además se pierde el control de esfínteres urinarios y fecales, lo cual puede
ocasionar problemas embarazosos si se intenta participar en actividad sexual.

La capacidad de un hombre con lesiones de la medula espinal para tener erección


depende de la medula al que ocurre la lección y de sí la medula se secciona por
completo o solo de manera parcial. Según la mayoría de los estudios, la mayoría
de varones con lesiones de la medula espinal pueden tener erecciones. En
algunos casos, solo son posibles las erecciones reflejas, es decir, aquellos
producidas por la estimulación directa de los genitales, aún cuando el hombre no
sea capaz de percibir la sensación. En algunos casos, en especial si la lesión no
fue grave, el hombre puede producir erecciones por medio de pensamientos
eróticos pero, la manera típica, esta capacidad se pierde con lesión de la medula
espinal. Cuando el daño es grave, el varón no puede eyacular, aunque la
eyaculación es posible si la medula solo se sesiona de manera parcial. En general,
la fertilidad del hombre se deteriora a causa de estas lesiones. En resumen,
muchos hombres con lesiones de la medula espinal experimentan las mismas
respuestas sexuales que los hombres no discapacitado – incluyendo erecciones,
elevación de los testículos y aumentos en la frecuencia cardiaca – excepto que por
lo general no pueden eyacular, ni pueden sentir la estimulación física,

las mujeres con lesiones de la medula espinal experimentan muchas de las


mismas respuestas sexuales que las mujeres no discapacitadas, incluyendo la
tumefacción de clítoris y labios, erecciones de los pezones y aumentos en
frecuencias cardiacas. Cerca del cincuenta por ciento de las mujeres que parecen
de este tipo de lecciones pueden tener orgasmos a partir de la estimulación de los
genitales. Algunas mujeres con estas lesiones desarrollan una capacidad de tener
orgasmos a partir de la estimulación de mamas o labios.
23

Debido a que la sexualidad en la cultura estadounidense esta tan orientada hacia


el orgasmo los problemas orgásmicos entre personas con lesiones de la medula
espinal podrían parecer devastadores. Pero en muchas de estas personas
informan que han podido cultivar una especie “orgasmo psicológico” que están
satisfactorio como el físico. La fantasía es una forma de expresión sexual
perfectamente legítima que no se descarta a causa de sus lesiones, de manera
común, las mujeres con este tipo de daño presentan amenorrea (ausencia de
menstruación) inmediatamente después de una lesión de la medula espinal
aunque, por lo general, el ciclo menstrual normal retorna en los siguientes seis
meses después de este tiempo, su capacidad de concepción es normal. La
mayoría de los embarazos se desenvuelven de la manera más habitual aunque
existe un mayor riesgo de complicaciones. En general, los partos vaginales son
posibles y se pueden llevar a cavo sin anestésicos ya que la mujer no tiene
sensación alguna en la región pélvica. L a fertilidad de las mujeres con lesiones de
la medula espinal significa que la anticoncepción es una consideración importante
en su caso.

Retardo en el desarrollo

En general, las personas con un CI por abajo por setenta se clasifican como
retardo en el desarrollo. Existe un amplio rango en cuanto a las capacidades de
individuos con retraso, desde aquellos que requieren de hospitalización y cuidados
constante hasta aquellos que funcionan de manera prácticamente normal dentro
de su comodidad, que pueden leer y escribir y tener empleos sencillos. Es
importante reconocer que la gran mayoría de individuos con retardo en el
desarrollo solo presentan un rezago moderado (CI entre cincuenta y setenta) y se
encuentran en una categoría de funcionamiento casi normal.

Hay cuatro asuntos de especial importancia que se deben considerar en cuanto a


la sexualidad de las personas con retardo en el desarrollo: su oportunidad de
expresión sexual, la necesidad de educación sexual, la importancia del control
natal y la posibilidad de abuso sexual.

Las personas con retardo en el desarrollo tienen deseos sexuales normales y


buscan expresarlos. Desgraciadamente, debido a que es frecuente que los niños
con retardo en el desarrollo aprenden las normas sociales con más lentitud, es
posible que se expresen sexualmente en forma que escandalizan a los demás,
como al masturbarse en público por esta y otras razones, la cuidadosa educación
sexual de las personas con retraso en el desarrollo es esencial. Se les debe de
24

Enseñar acerca de las normas de privacidad de la sexualidad. Al mismo tiempo,


es necesario permitirles su propia privacidad, un derecho que con frecuencia las
instituciones no reconocen.

Es importante que los individuos con retardo en el desarrollo reciban educación


acerca del control natal y que tengan anticonceptivos a su disponibilidad debido a
que estas personas tienen deseos normales, es posible que sostengan relaciones
sexuales. A un estudio, veinticuatro por ciento de los muchachos con retardo y
ocho por ciento de las mujeres con retardo habían sostenido relaciones sexuales
para los dieciséis años de edad (Cheng y Udri, 2003). si estos jóvenes carecen de
educación sexual, es posible de que no se den cuenta de conducir a un embarazo.
Un embarazo no deseado para una mujer o una pareja con retardo en el desarrollo
pueden convertirse en una situación difícil; es posible que funcionen bien en
cuanto a cuidarse a sí mismos, pero no con la carga adicional de un bebe. Por otra
parte, las personas con retardo en el desarrollo funcionan lo suficientemente bien
como para cuidar de un hijo. Lo importante es que tomen una decisión los mas
informada posible y que tengan acceso a anticonceptivos. Muchos expertos
recomiendan el uso del DIU para las mujeres en el retardo en el desarrollo ya que
no requieren de memoria o de prevención para usarse de manera efectiva.

El tema de control natal y del retardo del desarrollo hace que surja el horripilante
tema de la esterilización involuntaria. Hasta mediados de la década de mil nueve
cientos cincuenta se esterilizaba a los individuos de manera rutinaria, aunque
ciertamente sin su consentimiento informado. Ahora se considera que esto es una
violación de los derechos de la persona con retardo en el desarrollo, es especial si
su rezago solo es leve.

Hoy en día es muy difícil obtener un permiso legal para esterilizar a un individuo
con retardo en el desarrollo.

Una última preocupación es que las personas con retardo en el desarrollo son
especialmente vulnerables en el abuso sexual.

En resumen, existen tres puntos generales que se deben establecer en cuanto a la


sexualidad de las personas discapacitadas en general, si tienes necesidades y
deseos sexuales; con frecuencia son capaces de una respuesta sexual bastante
similar a aquella de las personas no discapacitadas de inteligencia promedio; y
existe una verdadera necesidad de mayor información y comunicación a cerca de
lo que las personas discapacitadas pueden hacer o no sexualmente.
25

Conclusiones

La conducta sexual no está definida, ni desarrollada en una sola región del


cerebro, sino en varias partes que involucran distintos procesos tanto para el
momento de realizar una relación sexual o el comportamiento social que tendrá un
hombre o una mujer al momento de relacionarse con el sexo opuesto.

En esta investigación aprendimos que procesos cerebrales están involucrados en


todos los humanos en el comportamiento sexual , en la mayoría de seres
humanos en cuanto a procesos neurológicos funcionan igual, pero también hay
factores sociológicos o conductistas que los humanos aprenden y pueden alterar
de manera psicológica el comportamiento sexual del individuo, es decir factores
psíquicos alteran la predisposición biológica, es por esto que a pesar de tener una
idea de las ubicaciones cerebrales de la conducta sexual , no todos los seres
tenemos el mismo comportamiento sexual a pesar de que nuestra constitución
biológica sea la misma.
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Bibliografia

http://pijamasurf.com/2013/01/el-sexo-esta-en-el-cerebro-10-datos-sobre-lo-que-
ocurre-en-nuestra-mente-durante-la-actividad-sexual/

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352003000200002

http://www.monografias.com/trabajos50/cerebro-y-sexo/cerebro-y-
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http://www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/0400/426.ASP

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