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PUERICULTURA

Es una especialidad de la medicina. Significa "cuidado de los niños" y viene del latín puerilis (niño) y cultura "cultivo"; o sea,
el arte de la crianza. El conocimiento de cómo cuidar un hijo en gran parte obedece a una herencia cultural.

La puericultura se divide en:


1. Preconcepcional
2. Intrauterina
3. Postnatal, subdividiéndose esta última en de primera, segunda y tercera infancia.

 La puericultura preconcepcional tiene por objeto la obtención de una descendencia fuerte y sana mediante el cuidado y la
selección de los generadores, antes de la concepción; comprende también, la eugenesia (eu-bien y genos-engendrar).

 La puericultura intrauterina concierne el conjunto de normas higiénicas, la asistencia médica durante el periodo en que el
feto se encuentra en el claustro materno, así como durante el parto, conducentes a la obtención de un producto de la
gestación en perfectas condiciones fisiológicas. Su importancia es muy grande si se consideran las cifras elevadas de
mortalidad que son atribuibles al peligro congénito, evitando los abortos, los traumatismos obstétricos, los partos
prematuros y las demás complicaciones que pueden sobrevenir como consecuencia del parto.

 La puericultura postnatal abarca los distintos periodos en que la infancia está dividida; la puericultura de la primera
infancia se extiende desde el nacimiento hasta el fin de la primera dentición que tiene lugar a los dos años y medio.

ALIMENTACIÓN:
Clasificación de la Leche Materna:

 Calostro: es un líquido amarillento de alta densidad y bajo volumen, de consistencia pegajosa, que comienza a llenar los
alveolos de la mama desde el último trimestre del embarazo y fluye desde el nacimiento del niño hasta 5 o 6 días después
del parto, aunque su evolución hacia leche madura puede variar entre 3 y 14 días. El volumen de calostro producido se
mantiene durante los primeros días en cantidades que varían entre 10 y 100 ml. El calostro tiene mayor concentración de
proteínas que la leche madura, al parecer por el elevado contenido de anticuerpos proteicos, especialmente lactoferrina e
inmunoglobulinas. Contiene menos lactosa, grasa y vitaminas hidrosolubles que la leche madura. Es rico en vitamina A,
tiene mayor concentración de vitamina E y de minerales como calcio, hierro, zinc, fosforo, potasio, cloruro de sodio y
azufre. Aporta el volumen de líquidos apropiados para la capacidad gástrica y renal del recién nacido. Contiene factores de
crecimiento y un elevado contenido de inmunoglobulinas, especialmente la IgA. Estos elementos del calostro protegen
contra infecciones y pueden prevenir el desarrollo de alergias, considerándose así como la primera vacuna. Junto a los
oligosacáridos, que también están elevados en el calostro (20 g/L), una gran cantidad de linfocitos y macrófagos (100.000
mm3) confieren al recién nacido una eficiente protección contra los gérmenes del medio ambiente. Además ayuda al recién
nacido a expulsar el meconio y a prevenir la ictericia. Aporta 58 kcal/ 100ml

 Leche de transición: es la leche que se produce entre la segunda y tercera semana después del parto, entre el calostro y la
leche madura. Es parecida en su composición a la leche madura, aunque tiene un contenido ligeramente mayor de
proteínas minerales, lactosa y grasa. La concentración de algunos de sus componentes tales como yodo y magnesio,
disminuye en los primeros días, para mantenerse bajos durante la lactancia.

 Leche madura: es sintetizada después de la tercera semana del parto, tiene mayor contenido de grasa, lactosa, glucosa y
urea, y menos concentración de proteínas que las anteriores. Las concentraciones de sodio, fosforo, cobre, hierro, calcio y
zinc también disminuyen lentamente durante la lactancia. Es de fácil digestión, por la relación caseína: proteína de suero
que permite la formación de cuajadas más blandas y por lo tanto un vaciado gástrico más rápido. El contenido de cistina y
de aminoácidos libres es mayor y el de metionina es menor que la leche de vaca, factor importante para el recién nacido.
Tiene altos niveles de taurina, necesario para la absorción de grasas, además actúa como neurotransmisor y
neuromodulador en el desarrollo del SNC. Es rica en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, importantes para el
desarrollo cerebral y la mielinización, y tiene un alto contenido de ácido araquidónico y ácido linoleíco. Contiene cantidades
significativas de prostaglandinas, lo cual influye en las funciones fisiológicas de maduración de las células intestinales.
Contiene vitaminas A y E en cantidades que cubren las necesidades del niño y vitamina D en bajas cantidades, que se
compensan con la síntesis de esta vitamina a través de la piel. Aporta 70 kcal/ 100ml.

 La leche de pretérmino: se produce en las mujeres que han tenido un parto prematuro. Las madres que han dado a luz
antes de tiempo producen este tipo de leche durante un tiempo prolongado. La leche de pretérmino contiene mayor
cantidad de proteína y menor cantidad de lactosa que la leche madura, siendo esta combinación más apropiada, ya que el
niño inmaduro tiene requerimientos más elevados de proteínas. La lactoferrina y la IgA también son más abundantes en
ella. Es fundamental que los bebés prematuros sean alimentados con leche materna, ya que ésta puede prevenir muchas
complicaciones y protege al bebé de infecciones, ayudando al desarrollo de su sistema inmaduro. Sin embargo, según
señala Unicef, hay que tener en cuenta que en un recién nacido de muy bajo peso (menos de 1500 gramos) la leche de
pretérmino no alcanza a cubrir los requerimientos de calcio y fósforo y ocasionalmente de proteínas, por lo que debería ser
suplementada con estos elementos. A la lactancia materna se añadirían los denominados “fortificadores de leche materna”,
que mejoran los índices de crecimiento conservando los beneficios inmunológicos, metabólicos y vinculares.

Composición de la leche Materna:

 Agua:
La leche materna contiene 88 % de agua aportando la cantidad necesaria que el bebe necesita durante el período de lactancia
durante los primeros 6 meses. Por ello los bebes que están bajo lactancia exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida no
necesitan beber agua en forma adicional, aún en países con temperaturas altas. Si se le da agua u otra bebida durante los primeros 6
meses se corre el riesgo que él bebe contraiga diarrea y otras enfermedades.

 Proteínas:
Constituyen el 0.9 % de la leche materna (0.9 gr. /100 ml. La leche humana contiene caseína, lactosuero (proteínas del suero),
mucinas y nitrógeno no proteico. Son producidas en la glándula mamaria, excepto la seroalbúmina que proviene de la circulación
materna. La caseína constituye el 30-40 % de las proteínas mientras que el lactosuero el 60-70 % de las mismas.
La caseína tiene como función principal el aporte de aminoácidos, fósforo y calcio al bebe. Además la caseína de la leche materna es
más fácil de digerir ya que los coágulos que forma son blandos en comparación con los de la leche de vaca. Se destaca la beta-
caseína por ser la más abundante de las caseínas.
Dentro de las proteínas que constituyen el lactosuero está la alfa-lacto albúmina que constituyen el 10 a 12% del total de las
proteínas, siendo la proteína más abundante. Interviene en la síntesis de lactosa. Esta proteína es específica de la leche materna.
Otras proteínas del lactosuero incluyen: lactoferrina, lisozima, seroalbúmina, proteínas gigantes de folatos, IgA, IgG, IgM. Durante la
lactancia las proteínas del lactosuero van disminuyendo gradualmente siendo en principio la proporción del lactosuero muy elevada
con respecto a la caseína. En el calostro la proporción es de 80:20(90% lactosuero: 10% caseína), en la leche madura es de 60:40
para luego descender a 50:50.
Las proteínas del lactosuero son de fácil metabolismo para el bebe mientras que la caseína es de difícil digestión. La leche de vaca
contiene una proporción de lactosuero: caseína de 20:80, es decir el 80 % corresponde a la caseína lo cual trae problemas al recién
nacido para digerir correctamente la leche de vaca.
La lactoferrina favorece la absorción del hierro en el intestino e inhibe el crecimiento de bacterias patógenas (acción bacteriostática)
en el tracto gastrointestinal (E. Coli) al secuestrar el hierro que las bacterias necesitan para su multiplicación. Así mismo estimularía
el crecimiento y la proliferación de la mucosa intestinal. En la leche de vaca la cantidad de lactoferrina es prácticamente inexistente.
La lisozima en una enzima antibacteriana, la más abundante, y contribuye al desarrollo y mantenimiento de la flora intestinal. Posee
también propiedades anti-inflamatorias. La leche humana contiene 30 a 40 mg/100 ml y su contenido es 300 veces superior al de la
leche de vaca.
La leche materna contiene gran cantidad de inmunoglobulinas (anticuerpos) destacándose principalmente la IgA. El calostro es rico
en IgA, especialmente al 2 día del parto, disminuyendo luego al 3 y manteniéndose estable en la leche madura. La IgA representa el
90 % de todas la Ig presentes en la leche materna. Es sintetizada por las células de la glándula mamaria. Los anticuerpos IgA se unen
a virus y bacterias impidiendo que penetren la mucosa intestinal inhibiendo la colonización de estos patógenos en el intestino del
bebe.
La lipasa es otra enzima importante de la leche materna. Se encuentra activa en el tracto gastrointestinal y es estimulada por las
sales biliares facilitando la digestión, produciendo ácidos grasos libres y glicerol. Es por ello que los bebes que son alimentados con
leche materna tienen una alta absorción de grasas. Así mismo esta liberación de ácidos grasos libres tiene un efecto protector contra
bacterias, virus y protozoos por su acción antimicrobiana. La lipasa es responsable de la inactivación del parásito Giardia Lamblia.
Las mucinas, presentes en poca cantidad, son proteínas de membrana que rodean a los glóbulos de grasa.
Dentro del nitrógeno no proteico encontramos aminoazúcares, aminoácidos libres (taurina, glutamina), carnitina, poliaminas,
nucleótidos y péptidos. Tanto la taurina como la carnitina son esenciales para el desarrollo y maduración del sistema nervioso
central y de la retina (visión). La taurina además contribuye con la proliferación celular, la absorción de lípidos, la osmorregulación,
el transporte de calcio y es fundamental para la formación de sales biliares que intervienen en la digestión.
La carnitina además interviene en la síntesis de los lípidos del cerebro. Los nucleótidos tienen efectos sobre la inmunidad (activa
células que participan en la defensa), sobre el crecimiento y la maduración del tracto gastrointestinal y aumenta la cantidad de
proteínas y ADN de la mucosa intestinal. La poliamina participa en le crecimiento y desarrollo del sistema digestivo.
 Grasas:
Las grasas o lípidos de la leche materna forman el 3 a 5% de la misma son el componente más variable de la leche materna. La grasa
representa entre un 40 a 50% del total de calorías de la leche materna y el bebe es capaz de absorberlas fácilmente (más del 90% de
las grasas de la leche son absorbidas por el recién nacido). La grasa es vehículo de vitaminas liposolubles favoreciendo la absorción
de las mismas y es fuente de ácidos grasos esenciales.
Los principales lípidos de la leche materna son los triglicéridos, fosfolípidos, ácidos grasos y esteroles. Los triglicéridos representan el
99% del total de los lípidos de la leche. Los ácidos grasos saturados representan alrededor del 40% de los ácidos grasos de la leche
materna, le siguen los monoinsaturados y poliinsaturados. Aunque pueden existir variaciones de acuerdo a la dieta de la madre.
Los ácidos grasos más abundantes son el ácido oleico (monoinsaturados), el palmítico (saturado) y al ácido linoleico (poliinsaturado -
ácido graso esencial).
Los ácidos grasos de la leche provienen de los lípidos circulantes de la madre proveniente de la dieta, de los depósitos maternos y en
menor medida por la nueva producción de los mismos por parte de las glándulas mamarias. La leche humana es rica en ácidos
grasos esenciales (poliinsautrados) agrupados bajo el nombre de omega 3 como el linolénico, a su vez precursor del ácido
docosahexanoico (DHA) y el eicosapentanoico (EPA), los cuales participan en el desarrollo del sistema nervioso central y en la
agudeza visual (principalmente el DHA). También encontramos ácidos grasos omega 6 como el ácido linoleico que representa entre
el 8 a 16 % de los ácidos grasos que también participa en le desarrollo del sistema nervioso y es precursor del ácido araquidónico. El
mismo es a su vez precursor de hormonas (prostaglandinas), tromboxanos y leucotrienos. Los ácidos grasos omega 3 y 6 son
esenciales porque no pueden ser producidos por el organismo.
Como se mencionó anteriormente la leche materna contiene lipasas, una enzima que facilita la digestión de los lípidos. La lipasa está
inactiva en la glándula mamaria y en el estómago del bebe y se activa al llegar al intestino del bebe ante la presencia de sales
biliares. La lipasa juega un rol importante en la producción de lípidos antimicrobianos.
El contenido de colesterol de la leche materna está entre 10-20 mg/100 ml. No está en relación con la dieta ni con los niveles séricos
de la madre.

 Carbohidratos:
La lactosa es el principal carbohidrato contenido en la leche materna en un promedio de 6-7g/100 ml. Se produce en la glándula
mamaria a partir de la glucosa. Contribuye al 40% de las calorías de la leche materna. También se encuentran presentes
oligosacáridos neutros, glucoproteínas, glucoesfingolípidos, aminoazúcares y acetilglucosamina.
La lactosa es un disacárido formado por galactosa más glucosa. Su principal función, junto a las grasas, es el aporte de energía,
necesaria para el crecimiento y desarrollo del recién nacido. Es fundamental para la absorción del calcio, del hierro, magnesio y otros
elementos. La galactosa se utiliza en la síntesis de galactolípidos, indispensable para el desarrollo del sistema nervioso central del
niño. La lactosa al igual que los oligosacáridos y aminoazúcares, también promueve la colonización en el intestino del lactobacillus
bifidus, el cual inhibe el crecimiento de bacterias, hongos y parásitos.
El factor lactobacillus bifidus (factor bífido) es un carbohidrato (aminoazúcar) que contiene nitrógeno, necesario para el
mantenimiento de la flora intestinal del bebe dando prevalencia al L. bifidus que inhibirá el crecimiento de bacterias (E. Coli y
Shigella).
Los oligosacáridos se adhieren a células de las membranas del tubo digestivo evitando así la adherencia de ciertos microrganismos
patógenos (E. Coli, Haemófilus influenzae, Spreptococus pneumoniae, etc). Esto disminuye las probabilidades del recién nacido de
padecer alguna infección gastrointestinal, respiratoria o urinaria.

 Minerales:
La leche materna contiene todos los minerales que el bebe necesita. Si bien las concentraciones de minerales en la leche materna es
mucho menor que la leche de vaca, el coeficiente de absorción de los mismos (biodisponibilidad) es muy alto. El contenido bajo de
minerales (principalmente sodio, potasio y cloruros) promueve el buen funcionamiento renal del bebe favoreciendo la capacidad
metabólica del recién nacido.
La leche materna tiene alta biodisponibilidad de minerales (especialmente calcio, hierro, magnesio, cobre, zinc) comparado con la
leche de vaca, es decir que tienen mejor absorción y está disponible para que el organismo los utilice. Los principales minerales
presentes son el calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, flúor y magnesio.

a) Calcio y fósforo
La relación calcio: fósforo es de 2:1 en la leche humana. Ambos se absorben fácilmente. En la leche de vaca predomina el fósforo
(1:3), lo cual puede desencadenar hipocalcemia en el recién nacido.

b) Hierro
El hierro presente en la leche humana se absorbe en un 50% debido a diferentes factores: la presencia de lactoferrina, la acidez del
tracto gastrointestinal del bebe y la presencia de zinc y cobre. También la lactosa y la vitamina C favorecen su absorción. Existen
estudios que manifiestan que la absorción de hierro disminuye con la introducción temprana de alimentos sólidos antes de los 6
meses de edad. En bebes amamantados con leche materna exclusivamente durante el primer semestre, las probabilidades de
desarrollar anemia por deficiencia de hierro son muy bajas. Solamente el 10% del hierro de la leche de vaca es absorbido.

c) Zinc
Si bien las concentraciones de zinc en la leche materna no son altas, son suficientes para satisfacer las necesidades del bebe debido
a su alta biodisponibilidad. Es esencial para el crecimiento, la inmunidad celular y para la formación de enzimas.
Existen otros minerales en concentraciones muy bajas en la leche materna pero que comparadas con la leche de vaca son altamente
superiores. De todos modos el bebe presenta pocos riesgos de deficiencia de estos minerales. Son suficientes para cubrir las
necesidades del recién nacido. Estos son: yodo, cobre, cobalto, selenio, cromo, manganeso, aluminio, cadmio.

 Vitaminas:
Las vitaminas presentes en la leche materna cubren las necesidades del bebe pero son variables según el estado nutricional y el
aporte de vitaminas que recibe la mama. Es decir, que existe una estrecha relación entre la alimentación de la mamá y la
concentración de vitaminas en la leche materna.

Vitaminas liposolubles:
a) Vitamina A:
El calostro es más rico (el doble) en vitamina A y en beta caroteno (forma precursora de vitamina A) que la leche madura. La leche
de transición contiene el doble de la leche madura.

b) Vitamina K:
Los valores de vitamina K son mayores en el calostro y en la leche de transición en comparación con la leche madura. Luego de un
par de semanas, es la flora intestinal la que sintetiza vitamina k en el bebe a partir de la 2 semana de nacer.
c) Vitamina E:
El contenido de vitamina presente en la leche materna cubre las necesidades del bebe.

d) Vitamina D:
Si bien las concentraciones de vitamina D son bajas en la leche materna, es mucho mayor comparada a la leche de vaca. El bebe
puede producirla si está expuesto algunas horas a la semana al sol. Se recomienda consultar con su pediatra si su bebe debe recibir
algún suplemento de vitamina D.

Vitaminas hidrosolubles:
Las cantidades de estas vitaminas dependen en gran parte del estado nutricional de la madre. De todos modos la deficiencia de las
siguientes vitaminas en la leche materna es muy rara.

a) Complejo vitamínico B:
Está presente la vitamina B12 (cobalamina), la B6 (piridoxina), B1 (tiamina) ácido fólico (B9), B3 (niacina) y ácido pantotenico (B5). Se
recomienda a las madres vegetarianas tomar un suplemento de B12 ya que la dieta vegetariana no contiene fuentes de la misma.
El ácido fólico es esencial para sintetizar aminoácidos, ADN, ARN y hemoglobina.

b) Vitamina C:
Existe alrededor de 4-5 mg/100 ml de vitamina C en la leche materna.

Otros componentes de la leche materna:


a) Hormonas:
El bebe amamantado con leche materna mantiene la concentración plasmática de hormonas a diferencia de lo que sucede con los
bebes que toman leche no materna. Hasta el momento se han identificado diferentes hormonas en la leche materna: hormona
liberadora de tirotropina (TRH), hormona tiroidea estimulante (TSH), tiroxina, triiodotironina, oxitocina, prolactina, gonadotropinas
hormona liberadora de gonadotropinas GnRh, corticoides, insulina, eritropoyetina, hormonas ováricas, prostaglandinas, relaxina y
prolactina. Las prostaglandinas protegen a las células intestinales del bebe, facilitando la motilidad gastrointestinal del lactante. La
eritropoyetina de la leche materna estimula la eritropoyesis (formación de glóbulos rojos), la maduración del sistema nervioso
central, el sistema inmune y la maduración intestinal.
b) Factores de crecimiento:
Estimulan la proliferación celular, la síntesis de ADN y ARN, y el crecimiento y maduración de ciertos órganos. Son factores de
crecimiento: factor estimulante de hepatocitos (HGF), factor estimulante de fibroblastos (FGF), factor transformador del crecimiento
alfa (TGF-alfa) y factor de crecimiento epidérmico (EGF). Todos ellos se encargan principalmente del crecimiento y maduración del
tubo digestivo. No se encuentran en las leches de fórmula. Son más abundantes en el calostro que en la leche madura.
Beneficios
a) Sobre la salud
En los países más ricos, el desarrollo de la leche artificial, las mejoras sanitarias, y los progresos en la prevención de enfermedades,
han hecho que no se valore la importancia que sigue teniendo la lactancia materna para la salud y que no se tenga en cuenta los
riesgos que supone el abandono de esta práctica natural.
A pesar de todos los esfuerzos por imitar la leche materna, ésta es inigualable por ser un elemento vivo, que cambia según la edad
del bebé, según la hora del día e incluso a lo largo de una misma toma.
En la actualidad hay muchos estudios, hechos con rigor, que demuestran que los niños alimentados con leches artificiales tienen un
mayor número de enfermedades, no sólo en la época de la lactancia, sino a lo largo de toda su vida.

 Salud del bebé


La leche de la madre es el alimento más adecuado y natural para el bebé durante los primeros meses de vida ya que le proporciona
los nutrientes que necesita para su adecuado crecimiento y desarrollo, al tiempo que se adapta perfectamente a su función
digestiva.
La leche materna se adapta en cada momento a las necesidades del bebé y por eso es diferente según el momento, cambiando en la
misma mujer a lo largo de los meses de lactancia. Es importante saber que el calostro (leche de los 6 primeros días) es diferente de
la leche madura, segregada a partir de los quince días. Contiene gran cantidad de proteínas y vitaminas, además de muchas más
inmunoglobulinas "defensas" que protegen al recién nacido frente a muchas infecciones. Aunque inicialmente se segrega en poco
volumen, es suficiente para alimentar al recién nacido. La composición de la leche también varía a lo largo de la misma tetada, al
principio contiene más proteínas y agua y al final las grasas.

Infecciones. La leche materna estimula el sistema inmune, posee agentes (anticuerpos Ig A, G y M) que contribuyen a proteger a los
lactantes de las bacterias y los virus. Los bebés alimentados con leche materna son más capaces de combatir todo tipo de
infecciones:
 Gastrointestinales
 Infecciones de vías respiratorias (como neumonías y bronquiolitis),
 Infecciones de orina, otitis y diarrea. Los lactantes amamantados durante más de tres meses sufren menos infecciones y
éstas son más leves. Algunos autores consideran el pecho materno como el órgano inmunitario del bebé.

Enfermedades crónicas de la infancia: Los lactantes alimentados con leche materna presentan índices más bajos de: celiaquía,
cáncer, esclerosis múltiple, artritis crónica juvenil, alergias, asmas, y dermatitis atópica.

Diabetes. Protege contra la diabetes tipo I, porque se retrasa la introducción de la leche de vaca y sus derivados.
En los casos de predisposición genética a la diabetes, está mucho más indicada la lactancia materna y hay que evitar los productos
que contengan proteína de vaca hasta el primer año de vida del bebé.

Meningitis. La capacidad de segregar anticuerpos específicos frente a las bacterias del neumococo, meningococo, no se alcanza
hasta el segundo año de vida. Por lo tanto, la lactancia materna supone un aporte defensivo para luchar contra esta enfermedad.

Sida. Retrasa el avance de SIDA en niños lactantes infectados por el virus.

Muerte súbita. Reduce también el riesgo de muerte súbita.

Leucemia. Los niños cuyo período de lactancia supera los 6 meses, tienen menos posibilidades de presentar leucemia aguda infantil,
y linfomas. Los estudios lo han relacionado con la presencia de la proteína alfa-lac en la leche materna. Esta proteína induce a la
reducción de células cancerígenas y células inmaduras y favorece el crecimiento de las células ya maduras y estables.

El desarrollo de los dientes. El agarre del bebé al pecho, distinto al del biberón favorece el adecuado desarrollo de la mandíbula y las
demás estructuras de la boca, evitando la necesidad de ortodoncias. También contribuye a la prevención de caries dentales.

Sistema digestivo. La leche materna es más digestiva. Es rica en probióticos por lo que la flora intestinal de los bebés amamantados
presenta menos elementos patógenos. La leche materna tiene mejor sabor que la leche de fórmula. Los alimentos ingeridos por la
madre modifican ligeramente su sabor, se cree que esto es la causa de que a los bebés amamantados les cueste menos aceptar la
alimentación complementaria. Es mucho más habitual con la lactancia artificial que los bebés regurgiten. Ayuda a expulsar el
meconio.

Obesidad. Reduce el riesgo de obesidad infantil porque contiene leptina, hormona que controla la obesidad en adultos. Está
demostrado que cuanto más tiempo se dé de mamar menor será el riesgo de padecer obesidad.
Desarrollo cerebral. Se asocia también a los niños lactantes un mayor coeficiente intelectual debido a un mayor crecimiento y
desarrollo cerebral.

Mejor respuesta frente a las vacunas. 1era vacuna que recibe el neonato Se ha comprobado que la respuesta inmunitaria frente a las
vacunas es mejor con los niños alimentados con leche materna.

Salud del adulto. Los adultos que fueron amamantados presentan niveles de colesterol más bajos. Por el contrario, los que tomaron
leche artificial presentan en la edad adulta la tensión arterial, el peso, y el índice de masa corporal más elevado.

Prematuros. Aunque la madre dé a luz antes de tiempo, su leche estará especialmente adaptada a las necesidades de un bebé
prematuro. Durante varias semanas, contiene más proteínas, calcio, sodio y otros nutrientes que la leche materna normal.
Además, los prematuros alimentados con leche de su propia madre, están más protegidos frente a los gérmenes hospitalarios,
causantes de la Enterocolitis Necrotizante, enfermedad que produce mucha mortalidad entre los prematuros.

 Salud de la madre
Recuperación útero. Cuando el bebé succiona del pezón inmediatamente después del parto, produce la liberación de oxitocina en la
madre. Esta hormona favorece el desprendimiento de la placenta, que el útero vuelva a su tamaño natural, y que haya una menor
pérdida de sangre posterior al parto.

Fertilidad. Retrasa el regreso de la fertilidad con lo cual reduce el intérvalos cortos de embarazos.

De anemia. La disminución del sangrado mejora la anemia. Además la lactancia inhibe la ovulación durante varios meses, y esta
ausencia de menstruación contribuye a un importante ahorro de hierro.

Cáncer de mama y ovario. Existen amplios estudios que constatan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y ovario

Pérdida de peso. La producción de leche supone un gasto energético, mientras se mantiene la lactancia se irán consumiendo las
reservas que la madre ha ido acumulando durante la gestación.

Osteoporosis. El metabolismo cálcico se acelera durante la lactancia, y se movilizan los depósitos óseos, y este aumento de calcio en
sangre se utiliza para la producción de leche. Pero para contrarrestar la pérdida de calcio se produce un aumento de la absorción de
este mineral, y a largo plazo las mujeres que dan pecho ven disminuidas las probabilidades de sufrir fracturas de cadera y columna
en la menopausia.

b) Beneficios psicológicos
Además de los beneficios para la salud hay gran cantidad de beneficios psicológicos que produce la lactancia materna, entre los que
destacan:
 Se favorece el vínculo afectivo madre-hijo.
 Existe menor incidencia de depresión posparto porque la lactancia produce una mayor sensación de bienestar en la madre
y mejora su autoestima.
 Los bebés que toman pecho desarrollan una personalidad segura e independiente.
 La lactancia permite tranquilizar y dar consuelo al bebé, en cualquier momento.
 Cuando un hijo está enfermo, amamantarlo supone un gran consuelo para ambos.

c) Beneficios generales
Comodidad. La leche materna es bacteriológicamente segura, está siempre preparada (disponible las 24h del día) y a la
temperatura perfecta. Por lo tanto, se evitan los riesgos de contaminación o errores en la preparación (no necesita esterilización).
Limpieza rápida y no hay utensilios que lavar. Sonido arrullador incorporado.

Ventajas económicas. Supone un gran ahorro, debido al precio elevado de los sustitutivos de la leche materna. Los bebés
amamantados precisan menos consultas por enfermedad, menos medicamentos y hospitalizaciones (reduce la morbilidad por
patologías respiratorias, gastrointestinales, etc.) Por lo tanto, el coste de atención médica para el estado es menor.

También supone un beneficio para las empresas. Las madres que amamantan faltan menos al trabajo, puesto que sus bebés
enferman con menor frecuencia.
Ecológica. La lactancia materna beneficia al medio ambiente. La producción de leches artificiales supone un mayor consumo de
agua, un elevado consumo de energía para su producción, transporte y elaboración. Finalmente, por supuesto, la leche artificial
genera muchísimos más residuos.

Técnica de Lactancia Materna

1) Posiciones para amamantar:


La madre debe elegir preferiblemente un lugar donde se sienta relajada y tranquila, la ropa que debería tener ha de ser holgada para
que así pueda darle pecho al niño más cómodamente y con mayor facilidad de movimientos.
a) Posición sentada o de cuna: la madre debe aproximar al bebé a su pecho, no inclinarse hacia el mismo. Puede sostener el
niño acostado sobre una almohada con la cabeza apoyada sobre el pliegue de su brazo, formando una línea recta con su
espalda y la cadera, debe estar directamente frente al pecho.
b) Posición acostada: la madre acostada boca arriba, o de lado, sirviéndose de apoyo con una almohada la espalda y la cabeza.
Debe elevar el bebé de modo que mire de frente el pecho materno, con su abdomen en contacto con el de ella, la cabeza
no ha de estar ni muy flexionada, ni muy extendida.
c) Posición semisentada: es conveniente utilizarla cuando hay heridas abdominales como las cesáreas. La madre se colca en la
cama de forma semi-inclinada, sosteniendo la espalda con una o 2 almohadas para que adopte una posición recta, las
piernas han de estar ligeramente dobladas y el niño sobre el tórax.

2) Procedimiento para amamantar


Cuando madre e hijo han adoptado la posición más adecuada, el cuerpo del bebé esta junto al de la madre, con la cabeza y hombros
frente al seno y la boca al mismo nivel que el pezón. Es importante verificar que la nariz del niño no esté presionada contra el seno
materno, porque de ser así indica que el mismo está colocado muy arriba, entonces este tendrá que realizar un flexión del cuello
para succionar. En este caso, se debe bajar al bebé manteniéndolo siempre en contacto con el cuerpo de la madre y luego dejar la
nariz libre y el cuello algo extendido.

Para ofrecer el seno, la madre puede sujetarlo con la mano en forma de C, colocando el dedo pulgar en el borde superior y los otros
4 dedos de forma plana, contra las costillas, por debajo de la areola. Esto evita que los dedos de la madre choquen con los labios del
niño, la madre debe estimular el reflejo de búsqueda rozándole los labios con el pezón para que el bebé abra la boca e inicie la
succión.

El proceso mediante el cual el niño extrae la leche involucra una acción rítmica y progresiva de la lengua contra la mama
presionando los senos galactóforos y provocando la eyección. Si el pecho está muy lleno puede dificultarse la respiración del niño,
para evitarlo la madre debe separar suavemente el pecho de la nariz del bebé.

También es importante que la madre no sostenga el seno con los dedos índice y medio en forma de pinza, debido a que esto
comprime el tejido glandular hacia atrás y evita que el bebé succiones sobre los senos lactíferos que están en su boca e impide que
el niño avance sobre el pecho.

Al principio de la lactancia, con el fin de estimular la succión es recomendable amamantar con ambos senos cada vez, vaciando
totalmente el primero antes de pasar al otro. Posteriormente cuando se ha establecido la lactancia, se deben alternar los senos y la
siguiente toma debe iniciar por el que no fue vaciando en la succión anterior.

3) Condiciones para la succión adecuada


Después de adoptar la posición adecuada y más cómoda, es importante que haya un buen agarre por lo cual el bebé debe:
a) Tener la boca abierta, con los labios totalmente separados y el labio inferior evertido, formando la llamada boca de
pescado.
b) La boca abarcando el pezón y parte de la areola, cuidando que agarre más del área inferior de esta.
c) El mentón en contacto con el pecho de la madre.
d) Un ritmo regular de succión, aunque al inicio puede ser un poco más rápido, el niño estará bien amamantado si realiza
succiones lentas, seguidas de degluciones que casi siempre son ruidosas.
e) La posibilidad de terminar la succión espontáneamente, si ha de interrumpirse antes, la madre deberá introducirle
suavemente el dedo meñique en la boca a través de las comisuras de los labios, para que éste suelte el pezón.

Si hay un buen agarre, el pezón se extenderá hasta el paladar blando y se producirá el estímulo del reflejo de succión, lo que hará
que el bebé sujete el pecho con la mandíbula inferior, succione manteniendo el pezón dentro de la boca y aplique compresión
rítmica con la lengua en el área del pezón.
4) Señales de de una adecuada ingestión de leche por parte del niño
Para saber si la ingestión de leche, es adecuada para el desarrollo del niño, es necesario estar al tanto de la evolución del peso y la
talla, si se alimenta hasta quedar satisfecho y la coloración de la piel, que sea sonrosada, no gris ni pálida. También se ha de tomar
en cuenta las deposiciones que deben ser suaves y de color amarillo.

5) Frecuencia y duración de la succión


Los niños son diferentes entre sí, por lo tanto tendrán diferentes hábitos alimenticios, lo normal es que en los primeros días el niño
necesite un número mayor de succiones y que poco a poco vaya adquiriendo un ritmo de alimentación propio. En los primeros días
el RN mama alrededor de 10 a 12 veces al día, pero a medida que crece esta frecuencia disminuye.

Al comienzo el horario para amantar debe ser libre, y se debe proporcionar alimento al RN cuando lo necesite, incluso de noche.
Luego el niño establece su horario, pidiendo alimento cada 2 o 3hs aproximadamente. Se ha de tomar en cuenta que algunos niños
no lloran cuando tienen hambre, por esto la madre deberá estar atenta y ofrecerle pecho aunque esté tranquilo.

Se recomienda amamantar al niño sin ceñirse a horarios estrictos, ni con prisa, porque se interfiere negativamente en el proceso de
lactancia. Mientras más frecuente sean las succiones, mayor será la producción de leche. La duración del amamantamiento
dependerá de la fuerza de succión de cada niño, que a medida que crece y se desarrolla, succiona menos tiempo pero con más
fuerza.

Dieta durante la lactancia


La alimentación deberá ser lo más variada posible, para que resulte completa y equilibrada. La dieta durante la lactancia, se basará
en un plan de alimentación especial, con las siguientes características:
 Valor calórico total: +600 calorías diarias.
 Hidratos de carbono: +20 gr/día.
 Grasas: hasta 30% de calorías totales.
 Proteínas: 15-20% de calorías totales.
 Fibra: 25gr/1000 calorías.

Se Debe seguir una dieta equilibrada. Es importante comer de todo, fruta, verdura, carne, pescado, cereales, pastas, grasas y
sobretodo mucho líquido. La cantidad de comida no ha de ser mayor ni menor de lo habitual, no se debe guiar por el típico de
"comer por dos", simplemente se debe comer según tu apetito.

La cantidad de líquido que se debe beber, es en función de la cantidad de veces que se amamante, por que se tiene que recuperar el
líquido perdido, tomando un vaso de líquido. El hecho de que se tenga mucha sed, o que al orinar, la orina sea más oscura de lo
habitual, es signo de que se necesita beber más agua.
Excluir de la dieta los alimentos que proporcionen mal sabor a la leche: ajo, cebolla, rábanos, espárragos, col, coliflor, coles de
Bruselas, embutidos fuertes y especias en general.

Alimentos que deben evitarse durante la lactancia materna:


 Alcohol
 Tabaco
 Drogas
 Estimulantes: (café, té o refrescos con cafeína)
 Medicamentos
 Diurético

Es posible que un bebé resulte alérgico a algún alimento que consume la madre, especialmente la leche de vaca, y si parece existir
alguna relación entre la ingesta materna de un determinado alimento y cualquier síntoma del bebé, como vómitos o malestar, el
pediatra puede recomendar eliminarlo temporalmente de la dieta.

HIGIENE:

A) Baño: cumple varias funciones importantes en la vida del niño:


 Garantizarle una higiene adecuada (la más conocida)
 Facilitar el vínculo padres-neonato.
 Estimular el desarrollo psicomotor
 Brindar experiencias sensitivas (caricias, frío, calor y humedad)
 Introducirlo como elemento de juego.
 Estimula la circulación
 Brinda relajación
 Produce sueño.

Se recomienda realizar el primer baño al bebé después de 24 horas de nacido y para ello se debe tener en cuenta:

 Durante los primeros días de vida, especialmente mientras se cae el cordón umbilical, se recurre al baño de esponja con el
fin de no humedecer mucho la región umbilical. Limpiando por partes e ir secando, se inicia por la cabeza y luego el resto
del cuerpo.
 Luego de habérsele caído el cordón umbilical puede introducirse al bebé en bañeras con agua hervida previamente y se
debe usar un jabón neutro.
 El baño se realiza con agua tibia, con una toalla suave y jabón suave con lanolina.
 El bebé no debe frotarse con el jabón sino con la toalla suave o con la espuma que se forma en las manos.
 Los ojos se limpian de adentro (parte superior de la nariz) hacia fuera (sienes) con un algodón humedecido en agua tibia.
 Los genitales femeninos se limpian también con una mota de algodón húmeda, siempre de arriba (pubis) hacia abajo (ano).
 El pene se limpia de igual forma, recogiendo suavemente el prepucio para limpiar las secreciones.
 El ombligo se limpia en forma circular con un aplicador humedecido en alcohol, éste procedimiento se debe realizar varias
veces en el día. (2 o 3 veces al día).
 No se recomienda el uso de aceites, lociones ni cremas pues pueden producir lesiones en la delicada piel del bebé.
 Se recomienda asolear al bebé luego del baño, este baño de sol debe ser directo y en las horas de la mañana (9 a 10 a.m.) y
debe ser progresivo iniciando con 2 a 3 minutos diarios por delante y por detrás y aumentando hasta un máximo de 15
minutos por cada lado. Se deben cubrir los ojos y genitales del recién nacido de los rayos directos del sol.

B) Cuidados del cordón umbilical:

1. Mantenerlo limpio:

 Frotar suavemente una bola de algodón empapada en alcohol sobre el cordón y los alrededores cada vez que se le cambie
el pañal.
 Evitar que el pañal lo cubra para que no entre en contacto con la orina.

2. Mantenerlo seco, expuesto al aire:

 Doblar la parte de arriba del pañal hacia abajo, destapando el ombligo y el muñón para que quede expuesto al aire (o
compra pañales para recién nacidos que ya vienen recortados por delante)
 Mientras no se le caiga el muñón, evitar los baños en la tina, y darle sólo baños de esponja, para no humedecerlo
demasiado.
 En los días más cálidos, ponle simplemente un pañal y una camiseta suelta para que le circule más el aire y se seque más
rápidamente el ombligo

3. Nunca acelerar la caída del cordón, aunque parezca que sólo está colgado de un hilo.

A veces, después de que se seca y se cae el muñón umbilical, quedan algunos pedacitos de piel nudosa, los cuales podrían
desaparecer por sí solos o requerir tratamiento médico. Estos "granulomas umbilicales" no son serios ni contienen terminaciones
nerviosas, por lo cual, si hay que hacer cualquier tratamiento, éste sería indoloro para el bebé.

C) Cuidados de la piel:

La piel del niño, en especial la del recién nacido, posee características que la diferencian de la del adulto:
1. Ésta es más delgada (40 %)
2. La relación superficie corporal con respecto al peso es cinco veces mayor, por lo que su permeabilidad está aumentada,
favoreciendo el paso de sustancias, la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) y calor, especialmente en los prematuros
3. El pH de la superficie cutánea es mayor.
4. El contenido de ácidos grasos libres es menor que en el adulto, lo que disminuye la función de barrera y su resistencia a
agentes infecciosos. Además, las glándulas sebáceas y el sistema inmune por su inmadurez favorecen el riesgo antes
mencionado.
5. Está más hidratada que la de un adulto, por lo que no es necesario aplicarle productos para hidratarla todos los días

Estas características aumentan la posibilidad de toxicidad y lesiones debidas a la utilización de algunos productos, por lo que al
aplicar cremas, pomadas, ungüentos, talcos, con o sin fines terapéuticos, deberán tomarse en cuenta características como
biodisponibilidad, concentración, vehículos, integridad de la piel, oclusión, zonas de aplicación, entre otras.

 La limpieza de la piel no se debe iniciar hasta que la temperatura corporal se haya estabilizado. La limpieza debe ser
delicada ya que carece de flora bacteriana saprófita en el momento del nacimiento.
 Deben usarse jabones neutros o discretamente ácidos y no perfumados y aplicarlos en pequeñas cantidades con la mano.
 No es necesario limpiar todo el vérnix ya que tiene una función protectora frente a las infecciones y nutritiva, y favorece la
curación de lesiones cutáneas.

 Para hidratar la piel del bebé podemos usar loción hidratante hipoalergénica especial para recién nacidos, en crema o en
aceite. Las zonas más delicadas, como la barbilla o el culete, que son más propensas a estar húmedas, y donde se forman
pliegues, requieren mayor hidratación (es donde más suciedad se acumula y donde más irritaciones aparecen).

Cuando apliquemos crema, debemos tener presente la piel que se encuentra detrás de las orejas, que es fina y propensa a
descamarse, por tanto hay que hidratarla con frecuencia. El empeine es otra de las zonas que requieren mucha hidratación y que
suele pasar desapercibida.

 La piel del bebé no debe estar expuesta directamente al sol en sus primeras semanas. Sí necesita claridad, pero el sol
directo puede causar quemaduras. Hay que ser muy prudentes con el sol. Entonces lo mejor es que se evite la exposición
directa al sol y que cubramos convenientemente la piel del bebé con ropa o a la sombra.
 Lo mejor es optar por tejidos naturales en la ropita, como el algodón natural. Por el contrario, hay que intentar evitar las
fibras sintéticas o la lana, que son más ásperas y pueden provocar picor en la delicada piel del pequeño.

El abuso de jabones y la excesiva temperatura, frecuencia o duración de los baños o las duchas, favorecen la aparición de
sequedad cutánea o dermatitis irritativa.

D) Vestido: se recomienda adecuarlo a las condiciones del clima teniendo en cuenta que el niño es muy susceptible a las
temperaturas extremas. En este periodo el niño tolera muy mal el calor y el frío excesivos, el calor por inmadurez de su sistema
termorregulador y el frío porque tiene una superficie corporal muy grande para su tamaño y su panículo adiposo es muy delgado.

Es aconsejable el uso de ropa:


 Cómoda
 Amplia
 Evitar las camisas de una sola pieza hasta que se le haya caído el muñón umbilical.
 Usar las marcas de pañales para recién nacidos que vienen con un tajo a la altura del ombligo, pero sino se puede doblar el
borde del pañal hacia abajo.
 En lo posible desprovista de ganchos, botones o broches que le permitan su libre movimiento.
 Además, hay que cortar las etiquetas para evitar rozaduras o enganches.
 Telas de algodón tanto para el vestido como para la cobija. Es transpirable, lavable, mantiene la temperatura corporal del
bebé y no utiliza productos químicos en su elaboración.

BAÑOS DE SOL:

Importancia:
 Fuente importante de vitamina D, la cual favorece la absorción renal e intestinal de calcio.
 Tratamiento de la ictericia
Indicaciones:

 Procesos metastásicos del esqueleto.


 Raquitismo y osteomalacia (ablandamiento de los huesos por falta de vitamina D).
 Anemia.
 Procesos para disminuir la replicación bacteriana (úlceras por decúbito).
 Para tratamiento de procesos dermatológicos: acné y psoriasis.
 Ictericia fisiológica del recién nacido.

Técnica:
Todas las mañanas entre las 8:30 y 9:30 am o por las tardes entre las 4:00 y 4:30pm de 5 a 10 min por cada lado (frente y espalda)
solo con el pañal puesto y protegiendo la cara de recién nacido del sol.

INMUNIZACIÓN DEL RECIÉN NACIDO


a) Vacuna de bacilos camlette-guerin (BCG)

 Antígeno: bacterias vivas atenuadas obtenidas de cultivo, y atenuación de bacilos de bovino (Mycobacterium bovis)
 Vía de Administración: intradérmica
 Lugar de Administración: en la región deltoides brazo derecho.
 Edad: Recién Nacido, Pre término > 2kgs, <14 años q no hayan recibido la vacuna, >14 años por ordenes médicas y
epidemiológicas
 Dosis: única
 Contraindicaciones: las generales en todas las vacunas.
- Neonatos con inmunodeficiencias congénitas o adquiridas.
- Neonatos con menos de 2000g de peso al nacer
- Pacientes con desnutrición grave
- Niños con enfermedades cutáneas generalizadas (enfermedades sépticas o eczemas generalizados)

b) Vacuna antipoliomielitis

 Antígeno: Es una forma inactiva del virus de la polio. Antígeno inmunizante: VPO (cepa Sabin) y VPI (cepas Salk o Lepine).
 Vía de Administración: VPO: Oral 2 gotitas. VPI: Intramuscular
 Lugar de Administración:
 Edad: 2, 4 y 6 meses; Refuerzo 18 meses, 24 meses y 4-6 años
 Dosis: 3 dosis y refuerzo
 Contraindicaciones:
- hipersensibilidad a los componentes del preparado
- Durante el embarazo no se puede administrar ninguna vacuna de virus vivo. Puede utilizarse la VPIA en
caso de que la posibilidad de exposición sea elevada.
- En caso de diarrea aguda es preferible no vacunar y si se hace, repetir la vacunación para reparar perdidas
y /o interferencias con otros enterovirus.
c) Vacuna anti-hepatitis b

 Antígeno: Utilizan el antígeno de superficie del virus B (HBsAg) depurado y se producen con ADN recombinante (rADN).
 Vía de Administración: intramuscular
 Lugar de Administración: región deltoides, en el adulto, y anterolateral del muslo en niños
 Edad: recién nacido en las primeras; 2 meses, 4 meses y 6 meses. En niños > a 1 año de edad y/o adolescentes no
vacunados previamente, los lapsos de 0,1 y 6 meses
 Dosis: 3 dosis
 Reacciones Adversas: locales 17%; Astenia 4%; Cefalea 4%; Fiebre 3%; Náuseas 2%; Faringitis 1%.
 Contraindicaciones: tal como ocurre con otras vacunas es recomendable no aplicarla si hay un cuadro febril agudo. El
antecedente de una reacción aguda con dosis previa, contraindica la aplicación.

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