COMO LA RUEDA LLEGO A LA LUNA1
Este
Desde luego la rueda no llego sola, ni llegó rodando
hasta la luna pero lo cierto es que llegó y no sólo a la
luna sino también a Marte y seguramente llegara a
otros lugares del universo.
La historia inicia con la creación de la rueda seguida
por un conjunto de creaciones e innovaciones que
pasaron de los carruajes jalados por personas y
caballos, los autos autopropulsados hasta el vehículo
lunar.
Ese objeto técnico ideado para trasportar objetos
facilitando las labores humanas de manera eficaz, tiene
una historia que comienza en los inicios de la
civilización.
En la Iliada, Homero cuenta que el dios Vulcano había
inventado una rueda mágica que se desplazaba
comandada por los dioses. Asimismo en el Antiguo
Testamento el Profeta Ezequiel describe “un
maravilloso carruaje que marcha por si mismo a lo
largo de los caminos”. Estos testimonios no han podido
comprobarse, pero son el testimonio de que por lo
menos hace miles de años ya se tenía la “idea” de
un vehículo autopropulsado.
Seguramente en algún momento el hombre primitivo
prefiguró y comprobó que era mucho más fácil arrastrar
un objeto que cargarla sobre su espalda. y más sencillo
aún si la colocaba sobre unos troncos unidos entre sí.
El hombre primitivo no lo sabía, pero había creado el
trineo como el primer medio de transporte terrestre.
Es posible que después de muchos años o siglos los
seres humanos se dieran cuenta que haciendo deslizar
el trineo por encima de unos troncos, se avanzaba con
más facilidad y menos esfuerzo. Así, también, creó el
rodillo, que fue un paso adelante en cuanto a
1
. Por Octavio Santa María Gallegos. Consultor.
conseguir más velocidad para el trasporte.
simple objeto técnico, permitió a los pueblos de la
antigüedad transportar las cargas muy pesadas para la
construcción de sus templos o casas.
Seguramente los egipcios para acarrear esos enormes
bloques de piedra con los que construyeron las
pirámides, utilizaron los rodillos y el plano inclinado. Al
parecer estos fueron los antecedentes de las primera
ruedas de madera, las cuales eras como rodajas de los
troncos
Concebir la rueda, como otros objetos en los inicios de
la civilización, le llevó al hombre miles de años. La
primera de que se tiene registro es la llamada “rueda
de UR”, en el año 3000 antes de Cristo.
Pero un el elemento fundamental para que la rueda gire
también tuvo que ser creado, es el eje. Tal vez esta
idea haya surgido mientras el hombre obtenía fuego,
haciendo girar un palo cuya punta frotaba una madera
hasta hacerla arder, proceso del cual también se creo
el taladro de arco.
La función del eje ya se encuentra desde 4.500 años
antes de Cristo entre los asirios. Ellos construían sus
puertas que giraban para abrir y cerrar con base en eje
que se prolongaba, a manera de pivotes, que
encajaban en unos orificios, hechos para tal fin, en la
parte superior e inferior del marco.
En los primeros tornos de alfareros también se
observa otro antecedente del eje.
Muchos siglos después del trineo y el rodillo, pudo
haberse aplicando y experimentando con el eje, hasta
prefigurar la rueda. Las primeras fueron unos simples
discos de madera, como rodajas de un tronco, muy
frágiles por su simplicidad.
Sus cambios fueron mínimos a lo largo de los siglos
pero fueron necesarios para su mejora, tal como se
construyeron y usaron en Egipto y Persia. Entonces
fueron de rayos, lo que les daba mayor resistencia para
soportar el peso de la cargas.
La rueda posibilito que la sociedad mejorara el carro
hasta crear un vehículo indispensable, no sólo para el
trasporte sino como una instrumento que dio poder y
ventaja en las guerras de conquista.
Paralelamente al perfeccionamiento de la rueda se
mejoraban los carros, y se diversifico su construcción y
uso. Los primeros carros tenían dos ruedas. En la
época romana se crearon los de cuatro ruedas con
mecanismo para dar vuelta, también crearon un eje
vertical unido al eje horizontal de las ruedas delanteras,
que permitía su giro hacia la derecha e izquierda.
Perfeccionaron los carruajes y construyeron una
extensa red de caminos que cubrían 85.000 kilómetros
del Imperio. De ahí la frase “Todos los caminos
conducen a Roma”.
Se dictaron leyes para conservarlos en buen estado,
asignaban en distintos tramos a grupos de ciudadanos
encargados de sus cuidados. Los caminos tenían de
seis a ocho metros de ancho y las construían
abovedadas para permitir el escurrimiento del agua de
lluvia. A lo largo de las rutas había postas para el
relevo de caballos y hosterías destinadas a los viajeros.
Todo estaba previsto para que el traslado de personas
y cargas se realizara sin inconvenientes. Los caminos
romanos son considerados como el antecedente de las
carreteras modernas.
En el año 410 cae el Imperio Romano, y con ello los
caminos se abandonaron. Durante la Edad Media las
poblaciones que rodeaban a los castillos de los señores
feudales provocó que las ciudades se aislaran y
amurallaran, bastándose a sí mismas y sin
comunicarse entre sí.
J
En Inglaterra, en los siglos XVII y XVIII, se crean
nuevos modelos de vehículos, como la “diligencia”,
usada en casi todo el mundo para el traslado de
pasajeros y correo y con ello se renueva el interés por
los caminos.
En 1769, en Francia, se crea un triciclo construido en
madera, se considera el primer automóvil. que llevaba
en la parte delantera una imponente caldera de doble
pared. Su inventor, el francés Nicolás Cugnot, utilizó la
fuerza del vapor de agua para propulsado. No tuvo
ningún éxito porque era muy pesado. Cugnot había
conseguido el apoyo del Ministerio de Guerra para
perfeccionarlo, pero Francia, alterada en esa época por
convulsiones políticas y sociales, no puso atención a
tan importa innovación.
Además del vehículo de Cugnot hubo otros proyectos
anteriores. Como el del italiano Da Fontana, en el siglo
XV. en el que el conductor tiraba de una cuerda para
mover un sistema de engranajes, que accionaban las
ruedas.
En el siglo XVI apareció otro automóvil, ideado por el
holandés Stevin, que utilizó la propulsión a vela pero
no tuvo éxito porque encontró más dificultad para
avanzar en tierra, a diferencia de un barco en el agua,
sobre la que la fuerza de fricción es mínima. Además,
sólo podía resultar en lugares muy ventosos y con
suelo plano.
Con gran expectación, en 1649, en la ciudad alemana
de Nuremberg, Johanes Haustsch hizo una
demostración con un vehículo que avanzaba,
retrocedía y viraba por sí mismo, accionado por un
mecanismo de relojería. El inconveniente era que
había que detenerse con frecuencia para darle cuerda.
Hacia 1700, comenzó a circular en Inglaterra la
diligencia a vapor, como transporte público. La caldera,
el agua y el carbón para alimentada convertían a este
extraño “ómnibus” en una mole muy pesada y de
difícil maniobra. Pero estuvo en servicio varias
décadas, hasta que en el año 1865 la prohibió una ley
que limitaba la velocidad de las diligencias a vapor.
Con esta ley se desalentó el desarrollo de los vehículos
mecánicos. En Francia, se diseñaron máquinas de
vapor . En 1870 Amadée Bollée perfeccionó varios
extraños vehículos, uno de los cuales llegó a
desplazarse a 40 km por hora.
En el Modelo “Rapide”, la energía del motor llegaba a
las ruedas motrices traseras mediante un eje de
transmisión, el cual contaba con diferencial que le
permitía tomar las curvas con suavidad.
Cuando la electricidad entro en escena. El automóvil
eléctrico era más práctico que el de vapor, no obstante
que su acumulador de corriente representaba un peso
excesivo. El “Jamais Contente”, así llamado por
Jenatzy su inventor, consiguió, el record mundial de
velocidad en el año de 1889, desarrollando 105 km por
hora, no obstante su peso excesivo.
Los motores a vapor y electricidad de los primeros
automóviles eran poco prácticos. Los técnicos
vislumbraban la necesidad un nuevo motor, más liviano
y eficaz. Lo que posibilitó la invención del motor de
combustión interna. Los italianos Bersanti y Mateucci
presentaron un prototipo en 1856 y otro en 1861. Pero
no pasaron de la etapa experimental.
Etienne Lenoir se considera creador de este tipo de
motor el cual tuvo éxito inmediato. Pero, aunque en
1862 fue aplicado a un vehículo que realizó pruebas a
10 kilómetros por hora se utilizó principalmente en
fábricas y talleres para otras tareas mecánicas.
Paralelamente, por un lado, el francés Alphonse Beau
de Rochas y por otro lado, el alemán Nikolaus Otto
trabajando de manera independiente, consiguieron
aumentar el rendimiento del motor de combustión
interna de Lenoir.
El motor de combustión interna recibe este nombre
porque la combustión se produce dentro del cilindro. El
combustible ingresa por una válvula al cilindro. Una
chispa eléctrica inflama el combustible, provocando una
explosión cuya fuerza impulsa al pistón hacia abajo
Luego el pistón sube y expulsa por otra válvula los
restos de los gases quemados por la explosión. El
movimiento del pistón es el que transmite la energía
que mueve la máquina.
"En cambio, en la máquina de vapor la combustión se
produce en un quemador fuera del cilindro. El calor de
esa combustión convierte en vapor el agua de la
caldera. El vapor pasa al cilindro y su fuerza es la que
mueve el pistón.
El ingeniero alemán Gotlieb Daimler presentó un
vehículo con motor de explosión en la Exposición de
París de 1889. Había trabajado con Otto en el
perfeccionamiento de esos motores y decidió aplicarlos
a un vehículo pequeño y liviano.
El automóvil de Daimler tenía un motor de dos cilindros
y contaba con un carburador, creado de su
colaborador Wilhem Maybach. Para que haya
combustión, es decir para que la gasolina se inflame,
es indispensable el oxígeno del aire. El carburador es
el encargado de preparar la mezcla aire-combustible y
regular su paso, por cierto por medio de varios
mecanismos, uno de ellos creado por los árabes, el
flotador válvula que también se usa en los tanques de
agua de la mayoría de las casas. .
El carburador de Maybach. funciona a base de la
corriente de aire que aspira y la gasolina con la cual se
combina para producir una mezcla óptima para una
buena combustión.
Para entonces varios ingenieros trabajan en su
modelos, el alemán Karl Benz, en su triciclo
autopropulsado recorría las calles de la ciudad de
Manheim. lo que persuadió a los clientes potenciales
para su venta. La gente confiaba ya en el automóvil, y
quería tenerlo para su uso personal. Benz y su
compatriota Daimler se convirtieron en fabricantes.
Muchos ingenieros y mecánicos que confiaban en el
futuro del automóvil, compraron los derechos sobre las
patentes de Benz y Daimler, para equipar con sus
motores los vehículos que comenzaron a fabricar.
Panhard-Levassor y Peugeot se destacaron en Francia.
Las noticias referidas al automóvil permitieron su mayor
conocimiento por parte de los posibles clientes. En
1894 el «Petit Journal» organizó una carrera abierta
para todo tipo de vehículos. La competencia exigía que
fueran de fácil maniobra y bajo consumo, pero podían
tener cualquier tipo de propulsión, siempre que
reemplazara a los caballos. La mayor parte de los que
se presentaron estaban equipados con motores a
vapor, eléctricos y de combustión interna, pero también
los hubo movidos a resorte, a aire comprimido, a
péndulo, etcétera.
Un pesado vehículo a vapor, el «Victoria» del francés
De Dion, tomó la delantera. Pesaba 2.000 kilos y
llevaba dos tripulantes: el conductor y el fogonero.
Aunque parezca increíble, fue el primero en cruzar la
meta final, pero el jurado lo descalificó por su dificultad
de maniobra y su mucho consumo, que no respondía a
lo exigido por el reglamento de la carrera. Resultó
ganador un «Peugeot»y segundo un «Panhard-
Levassor». Ambos automóviles estaban equipados con
motores de combustión interna alimentados con
gasolina.
Los motores de combustión interna desde entonces
han tenido diversas aplicaciones, para mover diversos
mecanismos industriales, incluyendo la generación de
energía eléctrica.
A principios del siglo pasado, el automóvil iba ganando
cada vez más aceptación y prestigio. Los periódicos
comentaban las carreras y los perfeccionamientos
técnicos que cada marca introducía en sus modelos.
En 1907 el italiano Scipión Borghese, con su automóvil
«Italia», inició en Pekín un extenso raid. Luego de
atravesar seis países y recorrer 16.000 kilómetros en
sesenta días, arribó triunfante a la ciudad de París.
Karl Benz también en 1907, atravesó con uno de sus
automóviles el continente africano. Los raids,
ampliamente comentados por los periódicos,
despertaban el interés del público por ese nuevo
invento que permitía realizar tan increíbles hazañas.
El automóvil era un artículo de lujo, inalcanzable para la
mayoría de la gente. Su producción requería un largo y
paciente trabajo artesanal, muy costoso y lento. Un
fabricante norteamericano, Henry Ford, se propuso
producir un automóvil en menos tiempo y bajo precio,
de modo que hasta sus obreros lo pudieran comprar.
Para lograrlo busco y encontró la solución observando
la manera de trabajar de los frigoríficos de Chicago. En
este proceso técnico, comprobó que todas las tareas
se habían mecanizado. El animal recién sacrificado
comenzaba a circular por un carril mecánico que nunca
se detenía, y cada obrero realizaba una tarea rápida,
siempre idéntica y repetida. Al final de proceso, el
animal salía limpio, troceado y listo para ser entregado
al mercado. Esta técnica de producción en cadena Es
la que Ford se propuso aplicar en la fabricación de
automóviles.
Se estudió cada etapa para que fuera realizada de
la manera más rápida y precisa. A los largo de la
línea de montaje, siempre un movimiento, cada
operario repetía centenares de veces la misma tarea.
El método de producción en cadena o en serie
revolucionó la industria y permitió a la Ford Motor
Company fabricar durante casi veinte años el modelo
“T” del cual se llegaron a vender 15 millones de
unidades.
Después de Ford, todas las industrias del mundo
adoptaron ese sistema, que permitió aumentar la
producción y, como consecuencia, bajar los costos y
precios de venta.
En Norteamérica se los fabricó en mayor cantidad y
menor tiempo, transformando una industria
artesanal en enormes complejos industriales. La
industria automotriz puso en marcha una serie
incontable de procesos técnicos y transformación
de materiales como: el acero, el vidrio, el cobre, el
caucho, la madera, el bronce, el cuero y los más
diversos materiales que se integraron en la
fabricación de un automóvil.
Por otra parte su motor se alimentaba de gasolina y
sus partes mecánicas requerían lubricantes, lo que
activó también la industria del petróleo y la
petroquímica.
El aumento de automóviles y de la velocidad que
alcanzan en circulación ha obligado el rediseño de las
ciudades y a ordenar el tránsito, para posibilitar su
circulación y prevenir accidentes, Asimismo, los países
han rediseñado y trazado nuevos caminos, para
satisfacer las exigencias de velocidades o de acceso a
las diferente y alejadas regiones. Con ello los sistemas
y reglamentos de transito, los señalamientos que
constituyen un verdadero lenguaje que regula el
tránsito.
Las fábricas europeas, que también adoptaron
sistemas masivos de producción, se especializaron en
fabricar modelos de manejo sencillo y económicos en
su mantenimiento y precio. En la década de los años
veinte aparecen, entre otros, el “Quadrillete Peugeot”,
el “Austin Seven”, el “Fiat 509” y el “Citroen 5 CV”.
Estos modelos sólo necesitaban de ocho a nueve litros
de gasolina para recorrer 100 km. Entre otros aspectos,
la publicidad aseguraba que “eran modelos
especialmente aptos para manos femeninas”.
Las partes principales y su funcionamiento.
El bastidor es el esqueleto del automóvil y a él se fijan
cada una de sus partes. El motor de combustión
interna. El sistema de encendido está compuesto por:
la batería, el motor de arranque eléctrico o marcha, la
bobina, las bujías, el distribuidor, la dínamo o
generador y el regulador de voltaje.
El carburador, encargado de preparar la mezcla aire-
combustible,. Luego tenemos el sistema de
refrigeración, a cargo del radiador y el ventilador. El
sistema de transmisión comprende el embrague, la
caja de cambios, el cardán y el diferencial. Por último,
tenemos el volante y su barra, que forman el
mecanismo de dirección y el depósito de gasolina
Pero cómo funcionan cada una de esas partes. Luego
de introducir la llave de contacto, la hacemos girar
hasta su primera posición, llamada de encendido. La
corriente eléctrica comienza a circular desde la batería
hasta la bobina.
Al hacer girar un punto más la llave alcanzamos la
posición de arranque. La corriente llega al motor
eléctrico de arranque y le da marcha. El motor de
arranque gira poniendo en movimiento el cigüeñal y a
través de éste a los pistones . Así comienza a funcionar
el motor de combustión interna.
Cuando la mezcla aire-combustible llena el cilindro, el
pistón sube y la comprime. Al mismo tiempo la bobina
ha elevado la intensidad de la corriente eléctrica de la
batería y la envía al distribuidor.
Los pistones al bajar dentro del cilindro succionan la
mezcla de aire y combustible preparada por el
carburador. Este ha recibido combustible desde el
depósito de gasolina, a través de una. pequeña bomba,
y el aire ya purificado por el filtro.
El distribuidor está encargado de enviar la electricidad
a la bujía donde se provoca la chispa que inflamará la
mezcla aire-combustible dentro del cilindro.
momento en que se produce la chispa coincide con el
de máxima compresión de la mezcla.
La chispa provoca la explosión que impulsa al pistón
hacia abajo. La explosión se produce en todos los
cilindros, pero no al mismo tiempo. En la figura vemos
que mientras ocurre en el cilindro 1, en el 2 se están'
expulsando los gases ya quemados, en el 3 el pistón
está comprimiendo la mezcla y en el 4 la mezcla está
entrando al cilindro.
Una vez que el motor de combustión interna está en
marcha, el motor eléctrico de arranque se detiene.
Ahora es necesario «ordenarle» que haga avanzar el
automóvil.
La orden se transmite, precisamente haciendo
funcionar el sistema de transmisión, formado por el
embrague, la caja de cambios, el cardán y el
diferencial.
Comienza la orden»: apretamos el pedal de embrague
y con la palanca de cambios colocamos la primera
velocidad.
Ya colocada la primera, soltamos el pedal de
embrague. El cardán comienza a girar y pone en
funcionamiento el diferencial. Y aquí se cumple la
orden: el diferencial transmite la fuerza del motor a las
ruedas motrices. El automóvil obedece e inicia la
marcha.
Luego de avanzar un corto trecho, apretando otra vez
el pedal de embrague pasamos a la segunda velocidad.
nuestro automóvil avanzará más rápidamente. Y
cuando coloquemos la tercera podremos alcanzar la
máxima velocidad. Esto siempre que se trate de una
caja de velocidades de tres marchas, porque las hay
que tienen cuatro o más. Innovaciones que datan
desde mediados del siglo pasado, se creo la caja de
El velocidades automática, donde los cambios se realizan
sin necesidad de accionar el pedal de embrague ni la
palanca de cambios.
Mientras el automóvil está en marcha, otras piezas
también están funcionando: la dínamo, que recarga la
batería cuando así lo indica el regulador de voltaje; el
sistema, de refrigeración, que refresca las partes
recalentadas del motor, y el diferencial, que, además
de hacer girar las ruedas motrices, permite que el
vehículo pueda virar.
La función que cumple el diferencial en las ruedas
motrices traseras, cuando el coche toma una curva, la
rueda externa recorre más camino que la interna. Si
estuvieran unidas a un mismo eje, una arrastraría a la
otra, patinando sobre el piso. Para evitar este problema
se inventó el diferencial y la caja de satélites,
mecanismos que, a través de dos ejes independientes,
al tomar una curva hace dar automáticamente mayor
número de vueltas a la rueda que recorre la parte
exterior de la curva y menor a la que recorre la parte
interior.
Cuando queremos detener el vehículo bastará con
apretar el freno. Al mismo tiempo que frenamos
debemos apretar el embrague y colocar la palanca de
cambios en la posición neutra o de punto muerto, para
que el motor siga funcionando independientemente,
mientras el vehículo está detenido.
Una vez que tengamos vía libre, volvemos a colocar la
primera velocidad y reiniciamos la marcha. Además de
las marchas hacia adelante, la 1.a, 2.a, 3.a y a veces
4.a, la caja de velocidades tiene la marcha atrás.
Bastará con apretar el pedal de embrague y colocar la
palanca de cambios en esa posición, para que el coche
retroceda.
El manejo de 'la caja de velocidades debe estar
perfectamente sincronizado con el pedal de embrague,
para pasar de una posición a otra en el momento
preciso. Esa sincronización debe tenerla la persona
que maneja, para no dañar la caja o aliviar el avance
suave del automóvil.
Desde los tiempos más remotos el hombre siempre
quiso llegar más lejos y más rápido. A veces por
necesidad, otras por espíritu deportivo. Al principio no
tenía más que las piernas para correr más tarde lo hizo
con cuanto medio de transporte. inventó.
competiciones le sirvieron tanto para difundir sus
invenciones como para perfeccionadas. Barcos,
carruajes, bicicletas. aviones... todos estos vehículos
buscaron confrontarse con sus iguales. El automóvil,
también.
Si bien, las carreras se organizaron desde la aparición
del automóvil, a partir de la década del 20 empezaron a
fabricarse coches con diseños especiales para esas
competiciones, en las que se prueban todas las
innovaciones mecánicas que luego las fábricas
introducían en sus modelos comerciales.
Los pilotos y sus equipos, deben informar sobre el
comportamiento de sus máquinas y sobre
rendimiento de los neumáticos y lubricantes.
De esa información surgen innovaciones que se
ensayan constantemente, ya que la paridad de los
rivales obliga a buscar la mínima ventaja para
adelantarse a sus competidores.
Muchas de las innovaciones ensayadas en las
competiciones, son luego incorporadas a los coches
fabricados en serie, como los frenos de discos,
comprobados primero en las carreras y adoptados
luego en los coches corrientes. .
Desde la década de los setentas del siglo pasado se
está generalizando la fabricación de vehículos
pequeños, y se están introduciendo mejoras para su
eficiencia, rendimiento, asi como innovaciones para
reducir la contaminación, dado que el tránsito en las
ciudades se hace cada vez más lento y congestionado
por la gran cantidad de automóviles.
Esto ha originado una serie de problemas: a las
demoras en el tránsito se unen los ruidos de las
bocinas y los gases quemados de los escapes,
convirtiendo a las ciudades en ámbitos ruidosos,
Las enervantes y de atmósfera casi irrespirable.
Ninguna ciudad está libre de esta situación que se
agrava cada día. Los ministerios de medio ambiente de
cada país y ciudad se encarga actualmente de registrar
la intensidad de los ruidos y la toxicidad de la atmósfera
como punto de partida en la búsqueda de soluciones.
Imaginar un mundo sin automóviles resulta dificil,
porque su uso permite hacer más fácil y placentera la
vida pero también es cierto que su multiplicación des
controlada ha traído tantas dificultades que en
ocasiones ese placer se convierte en impaciencia y
disgusto.
el En la ciudad de México se instrumento el “hoy no
circula” para vehículos de mas de 10 años con el
propósito de abatir la contaminación, además se
promueve el transportes de tipo colectivo.
Para abatir la contaminación por emisiones de gases
de invernadero, que están provocando el cambio
climático mundial” se realizan estudios y ya se cuenta
con sistemas eléctricos e híbrido en incluso de
hidrógeno que no produce gases de invernadero CO2
NOx.

¿Entonces como llego la rueda a la luna? Llego como

parte de un vehículo diseñado para explorar la luna que
fue transportado en una nave espacial a través de un
camino construido en la mente del ser humano.