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2-02
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Egresada de la facultad de Derecho y Ciencias Jurídicas de. Pontificia Universidad Javeriana Espe-
cializada en Derecho Penal y Ciencias Criminológicas. Maestría en Derecho Penal Internacional.
Enrico Ferri
TESIS (PRIMERA PARTE)
La primera parte de su tesis trata de refutar en sentido filosófico los argumentos que preten-
den sostener el libre albedrío, suponiendo un riguroso determinismo que se aplica también a
las actividades humanas: éstas son espontáneas, pero siempre necesitadas de motivos que
quitan la libertad. Aplicando estas premisas al derecho penal, Ferri afirma que el delito es
imputable al delincuente, pero no deseado libremente por éste; en realidad, actúa por causas
que física o psíquicamente condicionan su voluntad. Por tanto, la sociedad no puede casti-
gar, sino tan sólo defenderse contra el desorden que el individuo produce en una conviven-
cia humana organizada; la sociedad debe asimismo prevenir el delito, evitando los motivos
del mal y acrecentando en diversas formas los del bien.
SEGUNDA PARTE
La teoría de la imputabilidad, examinada desde este punto de vista positivista, forma la se-
gunda parte de su tesis, donde son estudiadas las causas dirimentes y atenuantes de la
misma imputabilidad, como la falta de discernimiento, la enfermedad mental, el sueño y la
embriaguez, el impulso de los afectos, etc., porque la amenaza legislativa con que la socie-
dad apremia para prevenir, y la medida de su defensa, en caso de que el delito se haya per-
petrado, no pueden actuar si no son previstas por la razón. En el aspecto filosófico, los ar-
gumentos de que se vale Enrico Ferri para negar el fundamento del libre albedrío son hoy
reconocidos como de escaso valor y casi ingenuos; sin embargo, se le reconoce el mérito de
haber dado a conocer a los juristas la gravedad del problema, en vez de adaptar sus solucio-
nes a normas tradicionales gratuitamente aceptadas.
Ferri se enfocó más que en las diferencias de corte biológico, en las influencias sociales y
económicas del criminal. Sus investigaciones sirvieron para desarrollar métodos de preven-
ción del crimen, en lugar de enfocar los esfuerzos del poder. Ferri estudió en profundidad el
método científico, desarrollando su teoría de la criminalidad y posterior tipología criminal.
Para Ferri, el delito no era un fenómeno que surgía a partir de una determinada patología
individual, sino que se trataba de un hecho que estaba influido por características individua-
les, físicas y sociales. Esta idea se puede observar en su obra “El crimen, causas y reme-
dios”, donde en ella se trataban tanto las causas sociales del delito como las individuales y
en ella se abandonaba el punto de vista pesimista de que no existe remedio para el delito. Se
entiende por tanto, que la criminalidad era un fenómeno social más, como otros muchos
que puedan darse en la naturaleza, pero que estaba determinada por una dinámica propia.
Bajo las influencias de la Teoría de la Evolución de Darwin, y las ideas del zoólogo alemán
Haeckle, Lombroso establece toda su doctrina; en base a sus estudios desarrolla la Teoría del
Delincuente Nato, que ve en el mismo a un ser atávico, perteneciente a estratos evolutivos ya
superados del género humano. Lombroso utiliza la Selección Natural para explicar la super-
vivencia de los rasgos primitivos que caracterizan a dichos delincuentes, tales como senos
frontales pronunciados, mandíbulas voluminosas, etc. El objetivo final de su trabajo sería
poder llevar a cabo detenciones preventivas, es decir, retener a los criminales antes de que
cometiesen un delito.
Lombroso diferencia entre “Tipo Criminal” y “Grupo de Delincuentes”, y además conviene
señalar las diferencias entre el concepto de Tipo Delincuencial y Grupo Delincuencial. En
cada Grupo Delincuencial (ladrones, asesinos, estafadores…) puede haber distintos Tipos
Delincuenciales (Natos, Pasionales, etc.). Por el contrario, pueden estar representados en
cada Tipo Delincuencial los diferentes Grupos de Delincuentes (por ejemplo, entre los Natos,
los homicidas, estafadores…). Distingue los siguientes Tipos Criminales: el Delincuente
Nato, el Loco Moral, el Delincuente Epiléptico, el Delincuente Pasional, el Delincuente Alie-
nado y el Delincuente Ocasional.
Más tarde Lombroso fue haciendo correcciones y modificando conceptos en las distintas pu-
blicaciones del “Hombre Delincuente”.
3. Delincuente Epiléptico:
Individuo que sufre de epilepsia y comete a causa de esta enfermedad un delito. General-
mente cometen delitos violentos. Una característica de estos delincuentes es que siempre
utilizan armas blancas para cometer delitos violentos. Las características en los criminales
epilépticos son:
Destructividad.
Tendencia al suicidio
Cambios de humor
Amnesia
Vanidad
Doble personalidad para escribir
4. El Delincuente Loco:
5. El Delincuente Ocasional:
a) DELINCUENTES PSEUDO-CRIMINALES
1) Aquellos que cometen delitos involuntarios, que no son reos a los ojos de la sociedad y de
la antropología, pero no por eso son menos punibles.
2) Los autores de delitos, en los cuales no existe ninguna perversidad, y que no causan ningún
daño social, pero que son considerables ante la ley, y aunque no parezcan para nosotros de-
litos lo son, algunos se cometen por necesidad o por dura necesidad.
3) Los culpables de hurto, de incendio, heridas, duelos, en determinadas circunstancias ex-
traordinarias, como la defensa del honor, de la persona, de la subsistencia de la familia etc.
4) Se encuentran también en los delitos de falsedad.
b) CRIMINALIODES
1) Son aquellos en que un incidente los lleva al delito, sujetos con cierta predisposición, pero
que no hubiera llegado al delito de no haberse presentado la oportunidad, la ocasión hace al
ladrón.
2) La imitación.
3) La cárcel como esta ahora es la ocasión para asociarse al crimen.
4) Finalmente están los que son apresados por engranajes de la ley.
6. Delincuentes Pasionales:
Para Lombroso un delincuente pasional no puede ser un delincuente loco, tampoco tiene as-
pectos atávicos, ni epilepsia, ni locura moral, por lo tanto, tiene que ser un sujeto con otras
características, y estas son:
7. La Delincuente Femenina:
Lombroso sospechaba que las mujeres destinadas a cometer crímenes desarrollaban una
fuerza inusual, en tanto que las prostitutas se dedicaban a este comercio debido a su particular
belleza. Tales planteamientos resultan difíciles de reconciliar con la observación directa, y
Lombroso, tras años de estudiar fotos de delincuentes femeninas, de medir sus cráneos y
cuantificar sus bíceps y tatuajes, se encontró prácticamente donde había empezado. Los sig-
nos inequívocos de degeneración, como deformaciones craneales o hirsutismo simiesco, se
manifestaban en muy contadas ocasiones. Con el tiempo, Lombroso cayó en la cuenta de que
las delincuentes femeninas mostraban menor cantidad de signos de degeneración por la sim-
ple razón de que eran menos evolucionadas que los hombres. Con lo cual, las mujeres primi-
tivas resaltaban menos entre los restantes miembros de su sexo. Dedujo que, puesto que las
mujeres son, por naturaleza, más sumisas ante la ley que los hombres, la infrecuente criminal
femenina ha de ser genéticamente masculina. Por ende, las mujeres condenadas sufrían un
doble ostracismo: el legal y el social. Lombroso dice: “En consecuencia, esta doble excepción
hace de la mujer criminal un verdadero monstruo”
.
Raffaele Garofalo