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SILABUS DEL CURSO DE CRIMINOLOGIA

LA CRIMINOLOGIA Y SU RELACION CON OTRAS CIENCIAS

MAYOR PNP ZUÑIGA

La Criminología es una ciencia que estudia el delito, el delincuente, la victima


y la conducta criminal; se trata de un estudio multidisciplinar, puesto que sus
fundamentos están basados en conocimientos en ciencias como la sociología,
psicología, medicina, antropología, matemática, física y química.

La Criminología para su diáfana (clara) explicación, se auxilia de otras ciencias


tales como la biología, la psicología, la sociología, el derecho penal, el derecho
procesal penal, la antropología, la ecología, la demografía, la historia, la
etnografía, las ciencias económicas, la geografía, la estadística, la zoología, la
endocrinología, etc.

Asimismo podemos señalar la relación directa con las siguientes Ciencias:

CRIMINALÍSTICA Y CRIMINOLOGÍA

La Criminalística está constituida por una serie de conocimientos orientados a


la indagación técnica del delito y a la identificación del delincuente.

La criminalística es una disciplina del Derecho Penal que se encarga de


demostrar y explicar un delito, determinar sus autores y la participación de
éstos, a través de un conjunto de procedimientos, técnicas y conocimientos
científicos; la preservación del lugar del hecho o delito cometido;  es encontrar
la verdad en la investigación del delito, a través del estudio técnico científico de
los indicios y/o evidencias, contribuyendo con sus peritajes a una eficiente
administración de justicia en nuestro país.

Es una ciencia que engloba a otras ciencias, conocimientos, disciplinas, artes u


oficios; cuyas técnicas y métodos son aplicables directamente al indicio y/o
evidencia material, hallados en la escena del crimen, para aportar elementos
de juicio sobre la comisión de un hecho que puede ser delito e identificar a los
autores

La criminalística es una ciencia forense de carácter empírico y multidisciplinar,


íntimamente ligada a la criminología y al derecho penal. Su objetivo es
investigar la escena del crimen para demostrar cómo se cometieron los hechos
delictivos, quiénes fueron sus protagonistas y a qué motivaciones responde

PENOLOGÍA
Ciencia penal que tiene por objeto la determinación, la sistematización, la
aplicación y la ejecución de las medidas cautelares penales y de las penas, las
medidas de seguridad y las consecuencias accesorias; partiendor desde el
estudio de las teorías generales de la pena y la penóloga para determinar,
según las grandes teorías, si la Penología forma parte de la Criminología y con
esto es parte de la Ciencias Forenses o simplemente es parte de las Ciencias
Jurídicas auxiliares del Derecho Penal.

La Penología tiene una relación muy estrecha con la Parte General del


Derecho Penal por dedicarse al estudio de las sanciones penales. Su contenido
específico es el estudio de la ejecución de las penas y demás consecuencias
jurídicas del delito.

DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA

El Derecho Penal es el origen de muchas ciencias y entiende que la


Criminología estudia el delito como parte de la problemática interna de la
sociedad y no tiende a lo normativo.
La criminología es una ciencia empírica, interdisciplinaria, que estudia el delito
no desde la norma, sino, como fenómeno colectivo, atendiendo además a la
personalidad del delincuente. Además, estudia la aplicación práctica y eficaz de
la pena.
El delito es el objeto central de ambos, pero, lo estudian desde prismas
diferentes. La Criminología lo hace desde el punto de vista del delincuente, y el
Derecho Penal para aplicar la norma. Ambas ciencias son complementarias.
Las dos parten del hecho de que en la sociedad existe la delincuencia o
conductas desviadas.

El Derecho Penal nace para proteger a la sociedad con normas imperativas a


las que añade una consecuencia jurídica (la pena) con expectativas de
prevención general y especial.

DERECHO PROCESAL PENAL Y CRIMINOLOGÍA

El Derecho Procesal Penal, es también una forma de luchar contra la


criminalidad, y la mejor manera de hacerlo es huyendo de la excesiva
jurisdiccionalidad incidiendo, en cambio, en el carácter preventivo.

A la Criminología le interesan los elementos fundamentales del Derecho


Procesal Penal, en éste se analiza el delito, es decir, el acto criminal, pero,
para, luego determinar la responsabilidad penal y, finalmente imponer una
sanción.

DERECHO PENITENCIARIO Y CRIMINOLOGÍA


El Derecho Penitenciario es el conjunto de normas jurídicas que regulan la
ejecución de las penas y medidas de seguridad. Es decir, actúa con
posterioridad al delito y a su sanción.

BIOLOGÍA CRIMINAL Y CRIMINOLOGÍA

Se centra en la vertiente hereditaria de la delincuencia pues los factores


genéticos empujan al delincuente a cometer actos antisociales. Además,
existen peculiaridades biológicas (anatómicas, bioquímicas) en la persona del
delincuente. La Criminología, como ciencia multidisciplinaria, incorpora la
Biología Criminal, que le indica el influjo de la herencia en el comportamiento
desviado.

PSICOLOGÍA CRIMINAL Y CRIMINOLOGÍA

La Psicología Criminal estudia la inteligencia, el carácter y las aptitudes


sociales y morales del delincuente, todo ello desde el punto de vista objetivo de
la Psicología Experimental (tests).
Con el Psicoanálisis se estudia la vida profunda del delincuente: relación entre
Motivos Inconscientes e inmediatas. Actualmente la Psicología Criminal se ha
extendido a la delincuencia de masas.

SOCIOLOGÍA CRIMINAL Y CRIMINOLOGÍA

Ferri, en los comienzos de la Criminología, hizo prevalecer su punto de vista


sociológico, en el que señaló el gran número de factores exógenos al
delincuente que generan la conducta antisocial y que son en ocasiones
prevalentes a la propia psicología del delincuente. La Sociología Criminal es la
única ciencia de la que la Criminología no puede prescindir.

LA DEMOGRAFÍA Y ETNOGRAFÍA

Estas dos ciencias permiten conocer los medios que sirven para el estudio de
los pueblos y también de las razas en sus conductas delincuentes.

LA ESTADÍSTICA

Esta ciencia permite conocer, mediante tablas y cuadros especiales, las cifras
numéricas sobre la calidad y cantidad de las infracciones, como son los
crímenes, delitos y contravenciones que tienen lugar en cada pueblo o
comunidad, en diferentes fechas, según su sexo, edad, raza, clase social,
profesión, etc., del individuo.
ANTROPOLOGIA CRIMINAL

Es el estudio de los fenómenos antisociales, desde una perspectiva biológica y


social.
La diferencia mayor estriba en el hecho de que la antropología participa para
ilustrar los fundamentos culturales del comportamiento, mientras
la criminología parte de entender la mecánica de hechos y la forma en que
éstos se relacionan con las causas del comportamiento.

VICTIMOLOGIA

Es el estudio clínico, tratamiento y rehabilitación hecho por especialistas, de los


que padecen por una conducta antisocial, no sólo se refiere al sujeto pasivo del
delito, sino a todos los que se ven afectados por él, como los familiares,
incluyendo también a las víctimas de algún accidente.

La victimología es una ciencia que se desprende de la criminología al estudiar


a la victima de manera global y su rol en el suceso criminal o delictivo.

La Victimología como ciencia autónoma de la Criminología es la ciencia que


aporta más respuestas con su metodología, conceptos, técnicas y herramientas
a las víctimas en lo individual y a las comunidades para resolver los problemas
que se deriven del delito, la violencia y la conflictividad socia
EVOLUCION HISTORICA DE LA CRIMINOLOGIA
CAP. PNP VIZCARRA

1. PERIODO PRECIENTÍFICA
Abarca un largo periodo histórico, desde la edad antigua hasta la edad
moderna; este periodo comprende tres sub periodos que guardan
relación con las 3 primeras edades de la historia humana
Edad antigua, Edad media y Edad moderna.

1.1 EDAD ANTIGUA (a.n.e.-S.V n.e.)

Existen ideas muy variadas sobre el crimen, pero sin bases científicas.
Predominaba el criterio de que la degeneración física era el fundamento
de la degeneración moral.

En Grecia antigua tuvieron influencia las ideas del médico


HIPOCRATES, quien habló de 4 humores que influyen en el
comportamiento humano: Sangre, Bilis Negra, Bilis Amarilla y Flema. De
igual forma habló de 4 temperamentos que dependían del predominio de
los humores: Sanguíneo, Colérico, Melancólico y Flemático.

En la edad antigua también predominó la concepción filosófica de


PLATON, quien en su obra “La República”, señaló que “El oro fue
siempre un motivo de los males del hombre”, fundamentando la
criminalidad en causas económicas. Además, para Platón el criminal era
parecido a un enfermo, por tanto, debía ser tratado para curarlo,
reeducarlo si era posible y si no fuera posible expulsarlo del país.

Por su parte ARISTOTELES, señaló que el ser humano tenía un alma


racional e indivisible; y que la actividad del alma definía la
intencionalidad o fin del organismo. Asimismo, señaló que las pasiones
son causas del delito.

1.2 EDAD MEDIA (V- XV)

En este periodo surgieron diversas ideas pre científicos, derivado de las


A. Ciencias Ocultas, cultivadas por personas que sabían leer y que
tenían acceso a las fuentes bibliográficas de su época, las cuales
eran vedadas u oculto para la población mayoritaria. Entre ellas
estaban la Quiromancia, la Pedomancia, la Metoscopia, la
Umbilicomancia, que pretendían conocer el carácter de las personas
valiéndose para ello del examen de las líneas de la mano, de los
pies, de la frente, del ombligo. Sin embargo, en esta época
predomina el pensamiento cristiano.
B. El Pensamiento Cristiano, tuvo la mayor influencia en el periodo
medieval, dentro del mundo occidental, para explicar todo tipo de
comportamiento. SANTO TOMAS DE AQUINO, afirmó que el
individuo era una unidad psicofísica, es decir un alma que actúa
sobre un cuerpo en la que el cuerpo es perecedero pero el alma no.
Señaló también que el alma poseía potencias apetitivas, como la
irascible (propenso a la ira) y la concupiscible (tendencia hacia los
bienes materiales).

En su obra Summa contra Gentiles, señalaba que “la pobreza es por


lo general una ocasión de robo” atribuyéndole una causa económica;
y en su obra Summa Theologica defendió el robo en caso de pobreza
extrema (hurto famélico).

C. La Demonología, cuyo pensamiento consideraba que el demonio


era el agente causante de la brujería y los males mentales. Jacobo
Sprenger y Heinrich Kraemer, publicaron en 1487 la obra “Martillo de
Brujas”, en la que vincularon los trastornos mentales con la brujería y
el pecado, cuyo objetivo era el exterminio de las brujas. Dicha obra
influyó durante dos siglos, esto es hasta gran parte de la Edad
Moderna, época en que la pena contra los acusados de brujería era
la muerte en la hoguera.

1.3 EDAD MODERNA (1942 - 1789)

En este periodo surgieron diversas concepciones sobre el crimen y el


delincuente, carentes aún de rigor científico se escribió todavía sobre
demonología y brujeria, orientadas desde la perspectiva Naturalista,
Filosófica, Política, Jurídico-Penal y Penitenciaria.

A. La Orientación Naturalista, considera que existe relación entre los


rasgos de la cara y la apariencia externa con los sentimientos y la
personalidad. Los representantes son: J. B. Della Porta y J. G.
Lavater, con sus obras: “La fisonomía humana” y “Arte de conocer a
los hombres por su fisonomía”, trabajos que vinculan rasgos
fisonómicos con la criminalidad.

B. Tendencia Filosófico-político, según la cual existe relación entre el


crimen y las condiciones socioeconómicas. Esta corriente plantea la
prevención del delito antes que la sanción. Los exponentes son:
Tomás Moro, Tomás Hobbes, Montesquieu, Rousseau.
C. La Escuela clásica de Criminología, corriente Jurídico-Penal cuyo
precursor fue Beccaria público el libro “el delito y la pena” planteo
críticas a la pena de muerte, al tormento, a la desigualdad ante la ley.
El delito surge de la libre voluntad de la persona no de factores
patológicos. Considera a la pena no como un medio de
resocialización sino como una medida para defender a la sociedad
del crimen. Los exponentes son: Lamnek, Romagmosi, Carmignani,
Carrara, etc.

D. Tendencia Penitenciaria, los estudios se centran en el recluso. Los


expositores de esta corriente son: Jhon Howard, con su obra “El
Estado de las Prisiones en Inglaterra” y Jeremías Bentham, creador
del Modelo Panóctico, en la arquitectura carcelaria).

2. PERIODO PROTO CRIMINOLOGICO (XIX)

Predominaron las ideas medico psiquiátricas, sociológicas, psico


sociales, psicológicas, etc.
Encontramos conocimientos con ciertos rasgos de organización
científica, este periodo encontramos a la llamada

2.1 Frenología, disciplina creada en 1810 por el médico alemán FRANZ


GALL. La FRENOLOGIA partía de la suposición que en el cerebro
existían localizaciones de las funciones anímicas humanas, las que
se reflejaban en el cráneo y que cuando este tenía irregularidades
externas (protuberancias y depresiones) expresaban síntomas de
locura y criminalidad.

2.2 Tendencia Médico Psiquiátrica, cuyos exponentes son:


Esquirol (1772-1840) médico francés, autor de los “Enfermos
Mentales”, que observó una forma de trastorno parcial de las
facultades mentales, que denominó “monomanía razonadora o
afectiva”.
J.c. Prichard (1786-1848) alienista y antropólogo Ingles, habló de la
“Locura Moral”.

2.3 Escuela Positivista, para muchos autores surgió el positivismo


criminológico como reacción a la Escuela Clásica bajo La influencia
del Darwinismo, la Filosofia de Spencer y Conmte basabdose en el
método científico que estaba todavía en ciernes.
c. Lombroso (1835-1909) médico italiano, quizás el máximo
representante del Positivismo Biológico y de este periodo, elaboró la
famosa teoría del “delincuente nato”, que tuvo mucha repercusión y
aceptación en su época, por lo que es considerado por muchos
estudiosos, como el creador de la Criminología. E. Ferri “Sociología
Criminal” considero la importancia a de los factores sociales del
delito, R Garófalo, quien escribió la obra “Criminología” en 1985
siendo uno de los primeros en elaborar un concepto d4l delito natural
y hablar de “Tangibilidad”

2.4 Corriente Social Del Siglo XIX, Emile Durkheim, sociólogo francés,
el cual señaló que “Crimen y Criminal son partes integrantes de
cualquier sociedad”.

2.5 La Vertiente Psicológica, cuyo fundador fue el médico francés


Prospero Despine, quien en su obra “Psicología Natural”, en la cual
señaló que el delincuente habitual sufría de una anomalía moral,
caracterizada por la falta de remordimiento.

A fines del siglo XIX Freud planteó los primeros postulados del
Psicoanálisis que logro importante influencia en le ámbito penal y
criminológico.

3. EL PERIODO CRIMINOLOGICA O CIENTIFICA

Abarca el periodo que se inicia en los primeros anos del siglo XX hasta
nuestro dias. Este periodo se caracteriza por una gran variedad de
estudios criminológicos que enfocan la problemática de la explicación de
la criminalidad y la conducta desviada.

3.1 Inicios de la Criminología Científica


Corresponde aproximadamente a las primeras tres décadas del siglo
XX, en las que aún dominan las orientaciones positivistas de corte
biológico, con algunas tendencias científicas de corte social. El
acontecimiento central de este sub periodo es la celebración del
“Primer Congreso Internacional de Criminología” bajo la iniciativa de
Benigno di Tulio, el nombre Criminología queda aceptado
mayoritariamente superándose algunas diferencias que subsistían.

3.2 Consolidación de la Criminología


Esta etapa relativamente corta aproximadamente de la década de los
40 hasta los 60 en la que se aprecia un proceso de decantación de
ideas y teorías criminológicas, que orientan con énfasis a teorías
multicausales. Los criminólogos tienden a ser mas consientes y el
enfoque criminológico se amplía hacia visiones multifactoriales.
La dominante en todas las tendencias es el consenso orientado a
buscar factores o causas del crimen bien sea de una óptica social o
psicológica, o bajo una visión sociopsicologica en otros casos bajo
una perspectiva socio-psico- biológica.

3.3 Crisis del Etilogismo Positivista


A mediados de la década del siglo 60 surgieron nuevas corrientes
que cuestionaban la visión etiologisista de la criminología. Entre
dichas corrientes sobresalen las corrientes de Reacción Social, la
Teoría del Conflicto Social y la Criminología Critica.

4. OBJETO DE ESTUDIO ACTUAL DE LA CRIMINOLOGIA

Hoy en día el objeto de estudio de la Criminología es el delito, la


conducta antisocial, el delincuente, la víctima y el control social.
El delito sigue siendo su tema central de estudio. Sin embargo, se ha
ampliado su tema inicial de estudio y abarca otra forma de
comportamiento desviado no delictivo.

La Conducta Antisocial, que tiene diversos grados de implicancia con el


delito. Entre éstas tenemos a la delincuencia de menores, la prostitución,
la drogadicción y el alcoholismo.
Debe señalarse que, dentro del objeto de estudio de la Criminología,
encontramos a los Actores del Evento Delictivo, el delincuente y la
víctima. Antiguamente, sólo se consideraba al delincuente, hoy en día
debido a los estudios victimológicos, resulta importante el análisis del
comportamiento de la víctima para que ocurra el delito.

El control social que es el conjunto de prácticas, actitudes y valores


destinados a mantener el orden establecido en las sociedades.
Aunque a veces el control social se realiza por medios coactivos o
violentos, el control social también incluye formas no específicamente
coactivas, como los prejuicios, los valores y las creencias.

Entre los medios de control social están los que llamaremos informales:
Las normas sociales, la religión, los medios de comunicación y la
propaganda, los usos y costumbres; y los formales constituidos por la
Ley Penal la cual incluye sanciones.

5. DENOMINACION

Respecto al nombre no siempre hubo consenso en su denominación.


Inicialmente en la etapa Protocriminológica. César Lombroso la bautizó
con el nombre de Antropología Criminal.
Por su parte estudiosos como Enrique Ferri y Julio Fioretti la llaman
Sociología Criminal.
Posteriormente en la etapa inicial de la Criminología Científica,
tratadistas como Adolfo Lenz y Franz Exner prefirieron llamarla Biología
Criminal, mientras que Benigno Di Tullio, a comienzos del siglo XX
persistió en el nombre de Antropología Criminal. En Alemania, Sauer la
llamó Sociología Criminal y Mezger Política Criminal.

El termino Criminología no es reciente, ya que Rafael Garófalo uso tal


denominación para su obra publicada en 1885.

En nuestros días se emplea la denominación de Criminología, y


consideramos que, a partir de 1938, cuando se celebró el Primer
Congreso Internacional de Criminología, es que se acepta tácitamente
dicho nombre por la mayoría de tratadistas del mundo.

6. SOCIOLOGÍA Y TRABAJO SOCIAL

Richard GELLES y Ann LEVINE dan un concepto de Sociología que se


acerca mucho a los efectos criminológicos: “la Sociología es el estudio
sistemático de los grupos y sociedades que construyen los humanos y
de la forma en que estas relaciones afectan nuestra conducta”. Por otro
lado, dentro de la Sociología General, se encuentran diversas ramas
como: Sociología del conocimiento, cambio social, urbana, rural,
industrial, clases sociales, instituciones, y entre otras,
La Sociopatología, que: Estudia las causas sociales de la conducta
“desviada” (prostitución, delincuencia, minorías eróticas, vagancia) de
sectores de la población, a partir de los valores y modelos considerados
normales (leyes, tribunales) e impuestos (policía, ejército, penitenciarías,
sanatorios psiquiátricos) a toda la sociedad por los detentadores del
poder. El fundador de la Sociología es COMTE, después Emilio
DURKHEIM continúo con los estudios de esta disciplina es considerado
también como uno de sus fundadores. La Sociología se interesó por el
fenómeno criminal, por ser este uno de los más notables en la sociedad.
La Sociología se basa en la idea de que los seres humanos no actúan
con base en sus propias decisiones individuales, sino de acuerdo con
influencias culturales e históricas y según los deseos y expectativas de
la comunidad en la que se encuentran.
Respecto el Trabajo Social, éste es de suma importancia por las
diversas herramientas que proporciona para realizar los diagnósticos
sociales, las estrategias de intervención y la articulación de políticas
públicas. Esta profesión se ha caracterizado por su papel interventor
para las resoluciones de los conflictos diagnosticados, además de
pretender enseñar a las personas a entender su problemática y
resolverla por sus medios, por ello que empodere el desarrollo humano.
Las áreas que para el interés del presente se han especializado son:
Trabajo Social penitenciario, victimológico, sociológico, entre otros. La
madre de éste es Mary Ellen RICHMOND, quien además indicaba que
una práctica bien sistematizada hace teoría.

6.ANTROPOLOGÍA

Con similitud a la Biología, apunta TIEGHI que la Antropología Criminal,


Es la disciplina que se ocupa de la investigación y desenvolvimiento
teorético de los factores primordialmente biológicos que intervienen en la
génesis de la personalidad antisocial y de la delincuencia, como factores
predisponentes y potencialmente activables en la interacción
sociocultural, sean hereditarios, constitucionales o adquiridos. Respecto
a esto se asegura que las causas de la criminalidad son razones natas,
congénitas o antropológicas, y sobre todo se basan en los importantes
estudios llevados a cabo por LOMBROSO. En la actualidad es una
tendencia a mirar factores endógenos de la antisocialidad; factores que,
en su mayor parte son buscados por la Genética y Psicología
Fisiológica: características orgánicas de las alteraciones en los seres
humanos. Más allá de los aspectos orgánicos y estructurales, la
Antropología ofrece un invaluable aporte a la Criminología desde
múltiples puntos de vista: históricos, culturales, biológicos y físicos, entre
muchos otros más, a través de sus dos áreas ya mencionadas:
Antropología Física y Antropología Cultural o Social.

7.PSICOLOGÍA

Para KAGAN y HAVEMANN la Psicología “es la ciencia que estudia y


trata de explicar la conducta observable y su relación con los procesos
mentales que no se pueden ver y que suceden dentro del organismo, así
como los eventos externos en el ambiente”. Wilhelm WUNDT es el padre
de la Psicología como se conoce ahora. WUNDT nació el 16 de agosto
de 1832 en Alemania. De 1875 a 1917 fue profesor de Filosofía en la
Universidad de Leipzig. Presentó el primer curso de Psicología y fundó
el primer laboratorio de Psicología Experimental, siendo el primer
instituto universitario de esta nueva ciencia. La Psicología fue
considerada como ciencia en el año de 1879. Ahora, pasando a la rama
de la Psicología dedicada a la criminalidad, se da lugar a señalar
algunos aspectos de ella: la Psicología Criminológica también conocida
con los términos: Psicología Criminal, Psicología Forense, Psicología
Legal o Psicología Judicial, estudia las conductas individuales o
colectivas de los sujetos antisociales, busca las causas que han influido
para que se lleve a cabo un acto antisocial tipificado en la ley penal o no,
además estudia la personalidad antisocial en sus componentes y su
relación con otros trastornos mentales. Entre demás estudios que
realiza, se encuentran también el de determinar la imputabilidad del
sujeto, encontrar trastornos de la personalidad, acude a la evaluación de
la víctima y de los testigos, a la policía, entre otras labores.

7.DIFERENCIA ENTRE DELITO Y CRIMEN

Importante es hacer la diferencia entre delito y crimen, “delito,


delincuente y delincuencia” son terminologías pertenecientes al Derecho
Penal, en el caso de: “Crimen, criminal y criminalidad”, así como:
“Conducta antisocial, sujeto antisocial y antisocialidad”, son
terminologías de la Criminología. Para el Derecho Penal, no existirá
como objeto-sujeto de estudio algo que no esté, como se señaló
anteriormente: tipificado en una ley, ya que no se pueden hacer
arriesgadas analogías, por ello, se van especificando “tipos penales” en
los códigos y doctrinas, con la explicación de:en qué consiste la
conducta, sus elementos y sanción.
¡Pero cuidado!, la Criminología no solo estudia los delitos (terminología
jurídica penal), sino que mira todo tipo de conductas que se pueden
considerar en riesgo o límite de convertirse en delitos, para
precisamente: prevenir. Sin embargo, la referencia obligada han de ser
los códigos penales en Criminología y Criminalística, en el caso de la
segunda, investiga un “hecho presuntamente delictuoso”, pudiéndose
descartar como delito y encuadrando en conducta antisocial; por
ejemplo: suicidio. Lo que ha resultado difícil para la Criminología es que
no tiene un manual de conductas antisociales, por lo tanto debe valerse
de la Psicología y Sociología, éstas son la primer referencia para indicar
cuando una conducta se torna antisocial.
Por lo anterior, en Criminología es esencial el estudio de los rasgos de
patológicos disociales y antisociales, principalmente apuntados en el
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en la edición
más actualizada, así como la información complementaria de la
Psicología Anormal, Clínica y Sociopatología.

LA CRIMINALIDAD
CAP. SPNP ZARATE

1. ESTUDIO DEL DELINCUENTE, CARACTERÍSTICAS, TEORÍAS

Teoría del delincuente


Delincuente: Persona física que realiza por acción u omisión la conducta
delictiva y cuya responsabilidad penal ha sido probada y, consecuentemente ha
sido sentenciada. También se le conoce como sujeto activo o agente.

Denominaciones empleadas en los derechos penal, procesal, ejecutivo


respecto del sujeto.

Antes de dictarse la sentencia:


- Acusado
- Denunciado
- Indiciado
- Procesado
- Presunto o probable responsable
- Querellado
- Inculpado
- Enjuiciado
Al dictarse la sentencia
- Sentenciado
- Criminal
- Delincuente
Durante el cumplimiento de la sentencia
- Reo (convicto)
- Interno
Ya cumplida la sentencia
- Ex reo
- Liberto o libertado (ex convicto)

Teoría del delincuente

El primer estudio científico realizado sobre el tema y aportaciones importantes


que lograron fortalecer el derecho penal y permitieron el surgimiento de la
ciencia criminológica se deben a la escuela positiva con las aportaciones de
Cesare Lombroso.

Estudios de Lombroso

Lombroso elaboro su estudio de acuerdo a sus características antropológicas y


científicas, influido por las ideas de Charles Darwin y con base en el estudio de
un delincuente de su época, cuyo cráneo representaba ciertas anormalidades,
semejantes a la de los simios.

Conclusión de Lombroso

Lombroso concluyo que el delincuente era “El eslabón perdido” pues en la


evolución de las especies el simio se convierte en hombre, pero queda un
espacio que según el corresponde al hombre delincuente. Es decir, un ser que
no llego a evolucionar y que quedo en una etapa intermedia entre el simio y el
hombre.

Clasificación del sujeto activo


Indiferente: cualquier persona física puede ser sujeto activo, porque la ley no
exige características específicas para serlo. Ejemplo

- Homicidio
- Lesiones
- Robo

Calificado

EJEMPLO
- Homicidio en razón del parentesco o relación.
- Infanticidio.
- Delitos cometidos por servidores públicos.

Frecuencia del comportamiento delictivo

Se refiere a la periodicidad y el número de ocasiones en que el delincuente


infringe la ley.

 Primodelincuencia: En este caso se encuentran los sujetos que por primera vez
comenten un delito. El juez debe de tomarlo en cuenta para aplicarle una pena
más justa.
 Reincidencia: Se presenta cuando un sujeto delinque por segunda vez, siempre
haya sido sentenciado por el primer delito.

Puede ser de dos tipos:

- Genérica: Cuando el agente delinque por segunda vez al cometer un


delito de naturaleza diferente al primero.
- Especifica: Cuando el primero y el segundo son delitos de la misma
naturaleza.

 Habitualidad: Cuando el sujeto reincide en cometer dos veces un delito de la


misma naturaleza, siempre que los dos delitos se comentan en un periodo que
no exceda de los 10 años.
 Ocasionalidad: Se produce cuando el sujeto comete el delito en función de
habérsele presentado la ocasión propicia.
 Delincuencia profesional: Se trata de desarrollar el comportamiento como una
profesión, el sujeto trata de perfeccionarse. Se requiere una capacidad
intelectual superior a lo común, además de todo a una organización.

Identificación del delincuente

Se refiere a que no bastan los datos de información aportados por la víctima y


los testigos, sino que es necesario la intervención de los especialistas para
lograr la identificación del delincuente.

Criminalística: Esta disciplina reúne conocimientos para la investigación del


delito y del delincuente, resulta sumamente útil en el derecho penal ya que
resuelve los cuestionamientos formulados.
Fundamentalmente existen los siguientes sistemas de identificación:

 Dactiloscópico: Mediante el examen de las impresiones dactilares se puede


identificar a un sujeto.
 Antropométrico: Consiste en una serie de medida, proporciones y
características del cuerpo que sirven para distinguir a la persona he
identificarla.
 Retrato hablado: Técnica por medio de la cual un sujeto (Victima o testigo)
aporta los datos, rasgos o características del delincuente mientras que un
dibujante especializado realiza la descripción gráfica.
 Química y biología forense: Mediante el análisis de sangre, semen, cabello,
ropas, etc. Se puede identificar a un sujeto.

Concurso de personas

Es la reunión de dos o más personas como sujetos activos del delito, en donde
la propia ley exige la concurrencia dichas personas para que pueda existir el
delito.

La participación es la intervención de dos o más sujetos en la intervención de


un delito, sin que lo exija la norma, por ejemplo: homicidio o robo cometido
por dos o más sujetos.

Grados de participación

Existen diversos grados, según la forma y la medida en que participe cada


sujeto.

- Autoría. Se refiera a la persona física que realiza la conducta típica.


- Material: Es quien de manera directa realiza la conducta típica.
- Intelectual: Es quien idea, dirige y planea el delito.
- Coautoría. Intervienen dos o más sujetos en la comisión del delito.
- Complicidad. Se produce cuando de manera indirecta ayudan a otra a
cometer un delito.
- Autoría Mediata: Existe cuando el sujeto activo se vale de un inimputable
para cometer el delito.
- Instigación: Consiste en incitar a otra persona a cometer un delito.
- Mandato: Consiste en ordenar a otros que cometan un delito, con
beneficio solo para el que lo ordena.
- Consejo: Se ínsita a alguien a que cometa un delito en beneficio de quien
ínsita.
- Asociación: Es un convenio que celebran varios sujetos para cometer un
delito en beneficio de todos los que lo acuerdan.

Encubrimiento.

Es el auxilio posterior que se brinda al delincuente. Propiamente no hay


participación en el delito, si no ayuda posterior a él, para evitar la acción de la
justicia o proteger el sujeto activo.
Asociaciones delictuosas.

Se integran por un grupo o banda de tres o más personas que se organizan con
el propósito de delinquir.

 Pandilla: Es la reunión habitual u ocasional de tres o más personas, que,


sin estar organizadas con el propósito de cometer delitos, cometen en
común alguno. (Art 252 Cpdf)
 Secta Criminal: Es una especie de delincuencia grupal. Sus integrantes
comparten creencias y propósitos y actúan para lograr el fin que
persiguen.
 Muchedumbre delincuente (delincuencia grupal): Es la reunión de
individuos de una forma desorganizada y transitoria, que en ciertas
condiciones cometen algún delito, puede ser que solo lo cometan una vez.
 Delincuencia organizada:
Cuando tres o más personas se organicen de hecho para realizar, en forma
permanente o reiterada, conductas que tienen como fin cometer algunos
delitos como, delitos contra la salud, operaciones con recursos de
procedencia ilícita, tráfico de menores, acopio y tráfico de armas, entre
otros.

2. La víctima, características, proceso de victimización

¿Qué es la victimología?

Acuñado por el psiquiatra Fredric Wertham, este término


hace referencia a la disciplina científica derivada de la
criminología que estudia a las víctimas de la delincuencia en
las diversas fases de victimización. 

La creación de esta disciplina ha permitido tanto el estudio


como el tratamiento de víctimas y familiares de todo tipo de
delitos, que la criminología tradicional ignoraba para
centrarse en la figura del delincuente. Se trata de una
disciplina científica relativamente joven, hallándose sus
inicios científicos en los años treinta.

Dicha disciplina tiene numerosas variantes que han ido


focalizando su atención en diferentes aspectos y teniendo
diversas interpretaciones de la realidad. Sin embargo, todas
las teorías y perspectivas habidas tiene en común su objetivo
de estudio. Se puede decir que, de algún modo, la
victimología centra su atención precisamente en las personas
que se encuentran en una mayor situación de vulnerabilidad
y que, por consiguiente, son las primeras que necesitan que
se estudie el tipo de experiencias por las que pasan, sus
fuentes de malestar y las posibles soluciones.

Objeto de estudio de la victimología

El principal objeto de estudio de esta disciplina es la víctima


y sus características, así como su relación con el delincuente
y su rol dentro de la situación delictiva.
 

Concretamente se analiza el conjunto de factores que


provocan que la persona se convierta en víctima, tanto si la
situación ha sido provocada por una segunda persona o se
debe a la propia actuación o azar (como un accidente
laboral, por ejemplo), la relación de los hechos con la ley
vigente y la posible reparación de daños y la relación entre
los aspectos que pueden provocar que una persona sea
víctima y la ocurrencia del crimen.

¿Qué es una víctima?

Para comprender mejor este objeto de estudio, cabe definir


qué se entiende por víctima. Según la resolución 40/34 del
1985 de la Asamblea General de la ONU, se entiende como
tal el sujeto/os que hayan sufrido daños físicos, psicológicos
o emocionales, o un ataque y disminución de sus derechos
fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones
que violen la legislación.
 
Del mismo modo, sus allegados o personas que hayan
sufrido daños por asistir a la víctima también serán
considerados como tales.

Así pues, se entiende que el daño que experimentan las


víctimas no es un fenómeno aislado que solo afecta
individualmente, sino que quien la sufre está insertado en un
tejido social por el que se transmite el malestar y el
deterioro de la calidad de vida.

Metodología
Como disciplina científica, la victimología se ha situado
siempre en una posición empirista, haciendo hipótesis
inductivas a partir de los casos observados. De este modo,
requiere de encuestas y observaciones de casos y víctimas
para poder desarrollar hipótesis válidas que puedan
contribuir a explicar los procesos de victimización.
Elementos biopsicosociales, relación con el sujeto que
comete el crimen y el crimen son pistas fundamentales de
cara a elaborar un estudio consistente de la víctima y su
situación en el crimen. Sin embargo, esta ciencia debe tener
en cuenta tanto la necesidad de su uso inmediato como la de
asemejarse a otras ciencias naturales y sociales.

Las técnicas empleadas son la observación de la realidad, el


estudio y análisis de casos y estadísticas, entrevistas y
técnicas provenientes de otras ciencias tales como
psicología, medicina, historia, economía o informática, entre
otras.

El principal mecanismo por el que la victimología puede


actuar es a través de la denuncia de un crimen, junto a la
testificación de los afectados. Incluso la ausencia de estos
elementos resulta una fuente importante de información,
habida cuenta de que se refleja la postura de los diversos
grupos sociales e individuos respecto al sistema.

Tipos de víctimas

Como ciencia que estudia a las víctimas de infracciones


penales, numerosos autores han realizado diversas
clasificaciones sobre tipologías de víctimas.
 

Una de ellas es la de Jiménez de Asúa, quien divide a las


víctimas en:

1. Víctima determinada: Se considera como tal aquella


que es escogida voluntariamente por el criminal, no siendo
su elección producto del azar. Un ejemplo serían los
crímenes pasionales, venganzas o crímenes llevados a cabo
por familiares o allegados.

2. Víctima indiferente: Escogida al azar. El crimen podría


realizarse con cualquier otra persona sin que ello produjera
ningún cambio en el criminal. Un ejemplo de ello podrían ser
el fraude o los timos, como los trileros. También se observa
en algunos actos criminales llevados a cabo por psicópatas y
asesinos en serie.
3. Víctima resistente: Aquella víctima que es capaz de
presentar resistencia y defenderse, o que es atacada a causa
de o a sabiendas de que el sujeto iba a defenderse.

4. Víctima coadyuvante: No siempre que se da una


situación en que un sujeto es víctima de un crimen éste es
un sujeto sin vinculación con el hecho criminal. De este
modo, existen víctimas que participan de forma activa en el
delito, si bien es posible que actúe bajo coacción.  

Papel en la protección de la víctima: Al margen de


estudiar a la víctima y el proceso a través de la cual se ha
convertido en tal, la victimología también tiene un papel muy
destacado en la actuación posterior al crimen.

Concretamente, su ámbito de estudio permite la creación de


servicios a las víctimas, contribuyendo junto a psicólogos y
otros profesionales a preparar programas de asistencia,
como la creación de centros de crisis, pisos de protección
oficial, programas de protección de testigos. Asimismo, la
información y el apoyo prestados a las víctimas son en
general los servicios más importantes.

Por otro lado, también se realizan esfuerzos para prevenir las


dinámicas de relaciones personales que suelen generar la
aparición de víctimas. De este modo, la victimología está en
contacto con muchas ramas de la psicología y las ciencias
forenses.

Precaución ética: Como ciencia que establece un estrecho


contacto con las víctimas de delitos, la victimología debe
tener especial precaución en los procedimientos empleados a
la hora de ejercer su actividad. Hay que tener en cuenta que
la víctima de un delito, además de sufrir el delito per se, se
ve sometida al estrés y tensión que produce el proceso de
investigación (reviviendo asimismo el suceso, muchas veces
traumático), y posteriormente lidiar con las consecuencias
(físicas, psicológicas, sociales o laborales) producidas por el
delito.

En este sentido, la victimología ha de procurar no causar con


su aplicación en la práctica no causar una victimización
secundaria y/o terciaria, es decir ha de procurar prevenir la
realización de daños en la víctima por el mero hecho de
relatar, repetir o revivir experiencias traumáticas, tanto a
nivel institucional como social.

3. Métodos que emplea la criminología

EL MÉTODO EN CRIMINOLOGÍA.

El proceder metódico es el único que puede conducir a un conocimiento


científico. No hay que considerar al método científico simplemente como el
camino que hay que recorrer para llegar a un fin; concebido de manera tan
amplia, el método no es sólo necesidad de la ciencia sino también condición
del saber vulgar y aun de la práctica diaria.

El método científico supone una serie de actividades lógicamente llevadas a


cabo y concatenadas de modo de integrar una estructura. "Cada método
consta de una serie de operaciones regulares, de supuestos y alcances bien
definidos. Una serie de tanteos sin plan, al azar, aunque vayan inspirados en
una segura intuición científica, no componen un método ni aun en el caso de
que conduzcan a descubrir verdades nuevas; en estos casos, las verdades
descubiertas deberán ser controladas mediante rigurosos métodos de prueba y
sólo entonces adquieren firmeza: la deficiencia metódica en el hallazgo será
compensada con la precisión metódica en la comprobación". De donde se
desprende otro carácter del método: su objetividad, es decir, su posibilidad de
ser usado por cualquier investigador ante los mismos objetos. Un método de
conocimiento que sólo pudiera ser utilizado por una persona no podría nunca
ser reconocido como científico.

Esta objetividad no es fácil de alcanzar en Criminología. Como señala


Coeppinger, puede ser alterada por las valoraciones personales. No debemos
olvidar que cada persona, cada investigador criminológico, suele tener de
antemano sus particulares concepciones desde las cuales intentará interpretar
los datos. La unilateralidad es un riesgo contra el que hay que prevenirse.

También debemos tener en cuenta que, al tratar de explicar una conducta


delictiva, tenemos que recoger muchos datos. De manera excepcional, podrá
el investigador detenerse largamente en esta tarea; pero lo usual es que ese
detenimiento sea imposible. El investigador se ocupa de varios, a veces
numerosos, casos y tiene que cumplir su tarea en tiempo limitado ya que sus
informes han de servir de base a la sentencia y es de desear que ésta se dicte
sin que haya un censurable retardo en la acción de la justicia. Esta necesidad
puede llevar a que los datos sean incompletos y, en alguna medida,
superficiales.

Dado el carácter eminentemente natural de la Criminología, las investigaciones


tendrán que atenerse, en lo fundamental, a los métodos propios de las
ciencias naturales que son los adecuados para tratar con hechos. En este
aspecto metodológico, Criminología y Derecho Penal se contraponen
radicalmente. Pero no puede buscarse simplemente la acumulación de datos.
Aunque se llegara a conseguirlos en gran cantidad, por sí solos no constituirían
sino un conjunto informe. Será preciso formular hipótesis generalizadoras que
luego serán confirmadas o rectificadas por investigaciones posteriores, hasta
extraer algunas reglas. Es preciso inducir algunas conclusiones generales y
tratar de sistematizarlas a fin de lograr conocimientos científicamente
estructurados.

Ciertamente se han de tomar en cuenta y de modo fundamental, los métodos


propios de las ciencias componentes de la Criminología. Pero habrá que
considerar que las dificultades en ésta son mucho mayores que en aquéllas
porque se ocupan de algo muy complejo —el delito— que además no puede
ser analizado desde el ángulo puramente naturalístico. Ciertamente y como
ejemplo, es menos difícil investigar el sistema endocrino o la inteligencia de
una persona que establecer la forma en que esos factores contribuyeron para
determinar una conducta delictiva[3]. Estas dificultades no deben paralizar o
excluir la acción de la Criminología hasta el momento en que todo se conozca y
sea fácil de alcanzar alguna conclusión práctica pues entonces tendría que
mantenerse la inmovilidad para siempre: se tiene que aprovechar lo que es
posible en el momento y dadas las circunstancias. Eso es lo que ocurre en
otros campos, como los de la Medicina, la Psiquiatría, la Pedagogía, etc.
Ningún oncólogo estará justificado de cruzarse de brazos simplemente porque
todavía es mucho lo que se ignora acerca del cáncer y el diagnóstico y la cura
tienen muchos aspectos dudosos. Con situaciones semejantes nos
enfrentaremos en la Criminología aplicada. En la práctica, es frecuente que, a
falta de algo mejor, tenga que operarse en base a probabilidades ni siquiera
muy altas.

En Criminología, tenemos dos aspectos que estudiar: el delito como


hecho individual y la criminalidad como fenómeno de masas. En ambos
casos, hay que partir de datos de hecho. Como método principal en el delito
individual, tenemos el estudio del caso. El método fundamental para el estudio
de la criminalidad como fenómeno social es la estadística.

2 EL MÉTODO EXPERIMENTAL.

En las ciencias naturales puras, como la Física y la Química, se han


conseguido los mayores logros con el empleo del método experimental.

2.1 ¿En qué consiste el método experimental?

El método experimental consiste en observaciones, pero no de los hechos


tales como se presentan de por sí sino provocados intencionalmente y en
circunstancias en que la captación de los datos es facilitada al favorecerse el
análisis de los elementos y causas de un fenómeno.

2.2 El Método Experimental y la Criminología.

Si este método ha conseguido muchos éxitos en materias afines a la


Criminología, podría pensarse que es fácilmente aplicable en ella. Pero eso
supone dificultades insalvables. En efecto, es característico del experimento
que haya un análisis de los factores; se hace variar uno mientras los demás se
mantienen inmutables. Así, si se desea determinar la influencia de la presión
atmosférica en la ebullición, se introducirán cambios en este factor dejando
invariables los demás (naturaleza del líquido, temperatura, etc.). Todo
experimento supone un análisis que es posible en Física, Química, etc., pero
imposible en la conducta humana y, por tanto, en el delito.

Podíamos llegar a esta conclusión observando el éxito que el experimento tiene


en las ciencias componentes de la Criminología. La Biología lo emplea, pero
sin duda no con tan buenos resultados como la Física y la Química. Menores
son todavía los éxitos en Psicología y Sociología, es decir, en ciencias que
tratan aspectos más complejos y con mayor injerencia de lo que no es
puramente naturalístico. Si examinamos la esencia del delito y consideramos al
delincuente, llegaremos a afirmar con mayor fuerza las dificultades: en el delito
es imposible variar un sólo factor dejando inmutables los demás; la variación en
uno arrastra modificaciones en otros y en la estructura total de la conducta, es
decir, quedan inmediatamente comprometidos los supuestos en que se basa el
experimento[4].

Fuera de lo anterior, debemos tener en cuenta otro hecho; es de carácter


social y moral: no se puede provocar el delito por el mero afán de estudiarlo.
Esta razón perdería peso si experimentáramos con delitos ficticios, con
conducías que se parecen a las delictivas, pero que el experimentador se
preocupa de que no lleguen a serlo realmente. Pero, aun admitida la posibilidad
—lo que es mucho admitir— de que las dificultades de tales experimentos
fueran vencidas, ¿será lícito llevar las conclusiones así obtenidas hasta
aplicarlas a los delitos verdaderos?

Pero, como hace notar Taft, a veces se obtiene un cierto aislamiento de los
factores en grado cercano al que existe en el experimento. Tal sucede en el
método que algunos llaman terapéutico. Supongamos el caso de un menor
cuyos delitos se deben principalmente a causas hogareñas; lo colocamos en un
hogar de buenas condiciones. Si la corrección se produce, podremos aceptar
que fue realmente el hogar la causa troncal de la delincuencia; el tratamiento
dará una prueba de ello y, al mismo tiempo, se habrá aislado uno de los
factores del delito. Pero aun entonces, se podrá afirmar que no se ha variado
un solo factor, el hogareño, sino muchos otros que se relacionan con él.

Por tanto, en general, tendremos que limitarnos a analizar los hechos


producidos y las consecuencias de las medidas que se les aplican, pero sin
provocarlos expresamente.

Si bien no cabe el experimento para estudiar el delito como tal, puede


utilizárselo en cada una de las ciencias componentes de la
Criminología. Por ejemplo, el experimento servirá para determinar el biotipo,
las hormonas, el grado de desarrollo mental, la memoria, los sentimientos, etc.
Pero nunca habrá de olvidarse que, dentro de un sistema de valoraciones
propias de lo delictivo, habrá limitaciones morales y jurídicas que impidan hacer
inclusive todo lo que es admisible en el campo puramente curativo.

3 EL MÉTODO DEL CASO INDIVIDUAL.

Este método debe su importancia actual principalmente al impulso de los


criminólogos estadounidenses. Fue fundado por William Healy.

El busca reunir todos los datos individuales que pueden contribuir a


comprender el acto delictivo. Se toman las declaraciones del delincuente y de
quienes lo conocen; se investiga su ambiente físico y social; se recurre a los
informes técnicos de psicólogos, psiquiatras, pedagogos, médicos, etc., para
inferir luego la importancia de los distintos factores en la determinación del
delito. Esta última labor es quizá la más importante y difícil ya que no se busca
una mera acumulación de datos, por numerosos y significativos que sean, sino
coordinarlos o interpretarlos para inferir una explicación.

3.1 Limitaciones del método del caso individual.

Las ventajas del método no pueden ser puestas en duda; pero tiene
limitaciones que dependen fundamentalmente de dos razones:

3.1.1 es imposible conocer todos los datos necesarios

1) es imposible conocer todos los datos necesarios; eso ocurre no sólo porque
en algunos aspectos hay que estar a las declaraciones del delincuente y éste
puede tener interés en no decir la verdad sino también porque, aun suponiendo
la mejor voluntad en cuantos intervienen en la investigación, no son
remediables el olvido de algunos datos, la falta de control de los mismos, etc.

3.1.2 El material debe ser interpretado lejos de todo prejuicio,

2) El material debe ser interpretado lejos de todo prejuicio, lo que linda en lo


imposible y no sólo por flaquezas propias de todo ser humano, por amante que
sea de la ciencia, sino precisamente porque los investigadores suelen tener sus
concepciones generales acerca de la importancia relativa de las causas del
delito, concepciones para las que buscan confirmación en los nuevos casos.
3.2 Procedimiento para la obtención de Datos e informes dentro del método del
caso individual.

Dentro del método del caso individual, pueden considerarse procedimientos


numerosos destinados a la adquisición de datos y de informes. Citemos
algunos de los más corrientes, a los que Taft reconoce cierta autonomía.

3.2.1 Autobiografía del delincuente.—

Los criminales suelen tener acerca de su conducta, opiniones diferentes a las


ajenas lo que los predispone a explicar sus puntos de vista; por eso, es
corriente que acojan sugestiones para escribir su autobiografía. Suelen
conseguirse así datos muy interesantes, sobre todo si el delincuente está ya
definitivamente condenado y no tienen interés en ocultar datos. La actitud suele
ser distinta cuando se trata de simples procesados que tienen interés en
mostrar hechos que los favorezcan en la sentencia.

Las limitaciones y ventajas del procedimiento son claras. Sólo es aplicable en


criminales de cierto nivel cultural e intelectual y en relación con ciertos delitos
(la negativa es regla en algunos delitos, como los de homosexualismo,
violación, delación, etc.). Por sinceras que sean la buena voluntad y la buena fe
del escritor, dejará de lado todo lo que olvidó así como todo lo que no conoce
por ser de naturaleza inconsciente. Asimismo, sucederá que el criminal,
desconocedor de la Criminología, deje de lado hechos que considera sin
importancia y que la tienen; o se detendrá en detalles útiles, a los que
considera fundamentales. Taft hace notar que, entonces, el criminólogo se
enfrenta con un dilema: o permite que todo quede librado a lo iniciativa del
delincuente y por consiguiente, pierde datos importantes; o sugiere cuáles son
los temas que deben ser extensamente expuestos, en cuyo caso puede
torcerse el resultado con la introducción de los propios prejuicios o abrir al
delincuente el camino a procesos de racionalización que perturban la veracidad
de los datos y la interpretación espontánea del autor

3.2.2 El observador participante.—

El investigador o una persona de su confianza adopta la forma de vida del


delincuente para poder estudiarlo "al natural", sin las deformaciones o
inhibiciones que muestra cuando se encuentra ante extraños. Así, se pueden
recoger informaciones útiles, por ejemplo en cuanto a las reacciones del
criminal frente a la vida carcelaria —el investigador asume el papel de un
detenido más—, la estructura y funcionamiento de las pandillas de adultos,
jóvenes y niños, sobre todo en estos dos últimos casos en que es corriente un
falso sentido de lealtad que dificulta la obtención de informaciones fidedignas.

El investigador corre riesgos. Por ejemplo, si es descubierto y considerado un


delator o si es arrastrado por el espíritu de la pandilla, lo que está lejos de ser
raro, especialmente en el caso de niños y de jóvenes.

3.2.3 El registro de actividades.—


Los métodos anteriores tienen las deficiencias anotadas; varias quedarían
anuladas si se utilizara el método que Taft sugiere y que podemos denominar
de "registro de actividades"

En él, se inscribirían los datos importantes en el momento de producirse, para


evitar olvidos o deformaciones posteriores. La experiencia se llevaría a cabo,
supongamos, con mil individuos tomados desde su infancia. La recolección de
datos proseguiría hasta que cumplieran treinta años, tomando toda precaución
para que aquellos sean exactos. Al cabo, se compararían los registros de las
personas honestas con los de quienes han delinquido. Indudablemente,
resultarán diferencias y conclusiones valiosas en orden a las causas del delito.

Pero el propio Taft duda de que este método se lleve totalmente a la práctica,
por lo menos en todo su alcance. Habría muchas dificultades, entre las cuales
se destacan:

1) Los gastos, que serían enormes, para sostener al personal investigador;

2) Los cambios ambientales inesperados y extraordinarios, como sería una


guerra, que pueden complicar la interpretación y las posibilidades de aplicación
a circunstancias corrientes;

3) Los desplazamientos de los sujetos investigados, que obligarían a seguirlos


hasta sus nuevos domicilios;

4) Las objeciones de los padres de los niños "buenos" que se opondrían a que
éstos fueran sometidos a un estudio sobre su posible delincuencia. Taft
considera que este su método debe ser visto más como una meta lejana a la
que debe tenderse que como un objetivo de inmediata realización.

4 LA ESTADÍSTICA CRIMINAL.

Método por excelencia para el estudio de la delincuencia como fenómeno


social o de masas. Es uno de los fundamentos de la Política Criminal.

Pese a la intervención de las matemáticas en la elaboración de las estadísticas,


ellas tienen graves deficiencias contra las que es necesario precaverse.

Las estadísticas serían fiables y base segura para los estudios


criminológicos, si contuvieran todos los delitos cometidos. Inclusive serían
muy fiables si sólo escapara de ellas una mínima parte de los hechos
criminales. Eso no sucede. Tampoco podemos estar seguros de que todos los
datos relacionados con los delitos y los delincuentes son verdaderos. Las
limitaciones del método del caso individual se reflejan en las estadísticas.

Lo primero que puede señalarse es que las estadísticas propiamente


criminológicas son raras. En general, son más comunas las estadísticas
carcelarias, sobre número de reclusos; las penales o judiciales, sobre causas
llevadas a los tribunales y sus resultados, y las policiales, sobre arrestos,
denuncias e investigaciones. En todos estos casos, se da mayor
importancia al tipo delictivo o a la sanción impuesta que a las causas de
la criminalidad.

Pueden resultar también errores en cuanto al tiempo en que se produjeron los


delitos sobre todo si se sigue el criterio legal de que es criminal sólo quien ya
ha sido definitivamente sentenciado como tal. Entonces, los datos se
consignarán en las estadísticas del año en que se produjo la condena y no del
año —o mes— en que el hecho se realizó. Podría, por tanto, presentarse una
ola de robos en 1978 cuando en verdad ella apareció dos años antes. El peligro
de inexactitud será particularmente grande en países como el nuestro, donde
muchas veces pasan años y hasta lapsos entre la comisión del delito y su
condena final. Como alternativa, se podría esperar hasta que todos o la
mayoría de los delitos cometidos en cierto año sean condenados —o no—;
pero eso traería un permanente y considerable atraso en los datos; surgiría,
además, la permanente duda de si se han consignado todos los delitos o si no
aparecerán otros que obliguen a permanentes rectificaciones.

4.1 Delitos que escapan a las estadísticas.

Hay que admitir, especialmente, que no todos los delitos son consignados en
las estadísticas; escapan a ellas:

4.1.1 Los delitos cometidos y no descubiertos

a) Los delitos cometidos y no descubiertos, entre los cuales están muchos


hurtos, estafas, abusos de confianza, abortos, infanticidios, asesinatos
cometidos por medio de veneno u otros medios no violentos.

Sutherland y Cressev ponen de relieve sobre todo los delitos cometidos por la
policía y asimila, con toda razón, los arrestos ilegales a los secuestros. En
Bolivia y varios otros países latinoamericanos, debemos destacar de modo
especial los delitos cometidos por la policía política, que van desde arrestos
ilegales hasta homicidios, pasando por los numerosos de torturas graves y
leves, pero de los que no se tiene conocimiento.

4.1.2 Los delitos descubiertos, pero no denunciados a las autoridades

b) Los delitos descubiertos, pero no denunciados a las autoridades.— Esto


sucede con la mayoría de los delitos contra el pudor pues los padres
suelen preferir un honorable silencio al escándalo resultante de un juicio
público. También los casos en que no se confía en la magistratura o en la
ejecución adecuada de las sentencias; entonces, se piensa que la denuncia no
llegará a nada concreto e inclusive que ella traerá represalias contra las que
será imposible cubrirse; tales, por ejemplo, los casos en que hay que proceder
contra la policía, altas autoridades políticas y administrativas y hasta dirigentes
políticos, allí donde la democracia es un mito o poco menos. En Bolivia, ha
habido numerosos casos en que se conocen arrestos ilegales y torturas; pero
no se inician juicios criminales porque las consecuencias serán peores para los
detenidos y hasta sus familias. En otros casos, la causa del silencio es la plena
convicción de que los tribunales harán muy poco. Hay veces en que el delito
existe, pero la causa penal no se lleva a cabo porque no ha sido identificado el
autor. Particular relieve tienen, en cuanto a facilidad para eludir las estadísticas,
los delitos cometidos por profesionales.

4.1.3 Delitos descubiertos, denunciados, pero judicialmente no comprobados o


que no concluyen con sentencia condenatoria.—

c) Delitos descubiertos, denunciados, pero judicialmente no comprobados o


que no concluyen con sentencia condenatoria.— La situación puede
presentarse por falta de pruebas convincentes, por desistimiento en los delitos
de acción privada, por ineficiencia de la policía o los jueces, por dificultades
especiales de algunos juicios, etc. De cualquier modo, los que cometieron el
delito no pueden ser incluidos legalmente, como tales, en las estadísticas.

Citemos algunos ejemplos.

El primero toca a tos delitos de quiebra, de los cuales los abogados conocen
muchos. Sin embargo, no sabemos de ningún caso que hubiera sido
sentenciado definitivamente desde la fundación de la República y no porque
nuestros comerciantes sean muchísimo más honestos que sus colegas del
resto del mundo. La razón fundamental era de orden legal, hasta la reciente
codificación nueva. Las causas eran antes tan complejas que una sentencia se
hubiera producido sólo después de varios lapsos y enormes gastos. Los
acreedores preferían salvar lo que se pudiera y luego abandonaban la causa.
Esta era archivada y libertado el culpable.

Hace cuatro años, los medios de información llamaron la atención pública


sobre un hecho escandaloso: pese a que los delitos de fabricación de cocaína
eran numerosos, que generalmente había pruebas convincentes porque los
culpables eran descubiertos in fraganti, que era necesaria una represión eficaz
y que había prohibición expresa de conceder a los sindicados libertad
provisional si había pruebas contra ellos; pese a todos estos antecedentes, se
dio una situación muy especial: de 214 fabricantes detenidos en un semestre,
al cabo sólo quedaban en tal condición 14 y los juicios languidecían. Desde
luego, la impunidad era la regla y las estadísticas ocultaban casi
completamente la realidad.

En investigaciones hechas como trabajos prácticos en la cátedra de


Criminología, se comprobó otro caso raro en cuanto a delitos de violación y
seducción cometidos contra menores. Eran escasos los juicios con finalidad
estrictamente penal; en general, los padres incoaban las acciones para
conseguir una reparación económica o para forzar al delincuente a que
contrajera matrimonio con la víctima. En la mayoría de los juicios, conseguidos
estos objetivos, se producía el desistimiento y, luego, el olvido de la causa,
salvo casos excepcionales. Estos hechos, consiguientemente, no pasan a las
estadísticas.

Hay que tomar en cuenta, además, que no todos los delitos conocidos por las
autoridades son registrados por la policía o por los tribunales, ni siquiera en los
países que tienen mejor organizadas sus estadísticas.
4.2 ¿A qué porcentaje llegan los delitos que escapan de éstas y que
constituyen las llamadas "cifras negras" de la criminalidad o la delincuencia que
permanece oculta?

Ya en su tiempo. Ferri consideraba que escapan a la sanción y, por


consiguiente, a las estadísticas, el 65% de los delitos. Esta afirmación, como
otras que se citen, toman como punto de comparación algo inasible y
desconocido: precisamente el número de delitos realmente cometidos. Por
tanto, las cifras tienen que ser tomadas como valores sumamente relativos.

Así. Radzinowicz sugiere que sólo el 15% de los delitos cometidos en Inglaterra
quedan en los registros; Hoard Jones piensa que esa cifra llega al 25 por
ciento. Para Alemania, Mayer y Wehner admiten cálculos similares. Si eso
sucede en naciones altamente desarrolladas, puede suponerse lo que ocurre
en las subdesarrolladas. Según Taft, en Chicago pudo comprobarse que sólo el
7% de los delitos graves eran registrados en las instancias superiores; después
de muchas y especiales recomendaciones, se logró que se registrara el 40%
de los delitos.

Las estadísticas no son igualmente inexactas en relación con todos los delitos.
En los casos de homicidio violento, robos a mano armada y otros semejantes,
las cifras se acercan más a la realidad. Lo contrario ocurre en estafas, fraudes,
defraudaciones de impuestos, abortos, seducción, violaciones, hurtos menores,
y, en general, los crímenes cometidos por medios fraudulentos.

En cuanto a los datos tocantes a los delincuentes, hay que estar muchas veces
a lo que ellos declaren; la posibilidad de una verificación suele ser anulada no
sólo porque muchos de tales datos sólo pueden ser proporcionados por el
sujeto al que se pregunta sino porque, en otros casos, la comprobación
implicaría ingente inversión de dinero, tiempo y esfuerzos. Taft dice que, en un
caso en que se procedió a una verificación, resultó que alrededor de un tercio
de los datos proporcionados por los criminales era falso.

¿Significa lo anterior que hay que descartar el uso de estadísticas en


Criminología? Ciertamente, no. Simplemente —y no es poco— que hay que
usarlas con mucho cuidado a fin de evitar conclusiones precipitadas como
aquellas en que frecuentemente incurrieron los fundadores de la Criminología.
Las estadísticas no son exactas, pero son menos inexactas que las
apreciaciones hachas por otros medios.

Uno de los beneficios que puede extraerse es el establecimiento de


correlaciones entre distintos grupos de fenómenos. Por ejemplo, entre el delito
y las crisis económicas, las guerras, la desorganización familiar, el grado de
instrucción escolar, etc. Sin embargo, como principio metodológico, es
recomendable no deducir de una simple correlación estadística una relación de
causalidad entre dos variables. Puede ser que eso ocurra, pero puede ser
también que no. Hay que recordar el viejo principio según el que post hoc no
equivale a propíer hoc. Así, el tipo criminal de Lombroso resultó del error de
inferir que pues ciertos caracteres antropológicos se encuentran en mayor
cantidad entre los delincuentes que entre los no delincuentes, ellos son la
causa de la criminalidad.

Las estadísticas permiten también comparar los caracteres de los criminales


tomados en conjunto y los similares de los no criminales; pero, si se desea
sacar conclusiones valederas, habrá siempre que andar con cuidado. Se
incurre en error, por ejemplo, cuando, en base las estadísticas, se comprueba
que, como promedio, los criminales tienen menor inteligencia que los no
criminales y se da excesiva importancia al factor intelectual en la causación del
delito. Se suele olvidar que los inteligentes lo son inclusive cuando delinquen,
son más capaces de eludir la justicia, cometen delitos más difíciles de descubrir
y de probar; generalmente están en mejor situación económica que los
inferiores, por lo que cuentan con una defensa más adecuada. Muchos casos
similares al citado han de presentarse a lo largo de esta obra.

Si se tienen en cuenta las limitaciones de las estadísticas y «e proceden con


prudencia, ellas pueden proporcionar muchos conocimientos. Descubren
aspectos que, de otro modo, podrían ser descuidados, como la importancia
criminológica de los estudios comenzados, pero no concluidos sin causal
justificativa.

4. Fines de la criminología
LA CRIMINOLOGÍA

Busca las causas del porque un individuo a cometido un hecho antisocial y si este
constituye un delito para que el juez pueda juzgar, efectivamente y posteriormente
socializar e integrar socialmente al sujeto que cometió el hecho.

FINALIDAD PRACTICA DE LA CRIMINOLOGÍA

PREVENCION

Es la ciencia de la aplicació n prá ctica. Su finalidad es conocer las conductas


antisociales y sus factores causales para evitarlos, no se basa solo en la
comprensió n de las conductas antisociales mismas, sino que tiene como finalidad
principal la prevenció n.

CONTROL

Tener conocimiento de la existencia de un fenó meno y Adoptar todos los medios


ú tiles y al alcance para limitar en tiempo y espacio, evitando así que se propaguen
y alcancen niveles insostenibles.

" La criminología ha de entenderse como la disciplina sociopolitica cuya finalidad


esencial es la formulació n de una política criminal que permita lo má s
efectivamente posible la prevenció n y control de la criminalidad conforme a las
exigencias de libertad, dignidad, igualdad, seguridad individual y colectiva,
entienda como esenciales del desarrollo nacional e internacional.." -Ló pez Rey
CONCLUSIÓ N

Su finalidad es prevenir el delito su funció n es aportar en investigaciones,


suministrar conocimientos sistematizados, informació n que luego será de
incalculable valor para la policía criminal, derecho penal, etc.

Como finalidad de la criminología se busca poner fin a solucionar al má ximo el


problema de la delincuencia utilizando para ellos diversos medios de intervenció n
relacionados con los acercamientos y la extracció n de ideologías del proponente de
la política criminoló gica.

Adoptar las estructuras legislativas y sociales que impidan la formació n de la célula


criminal social, Es decir que actuaremos como toda la sociedad normal sin hacerle
ningú n dañ o a esta.

5. Prevención de la delincuencia

Prevención del delito


Es la disuasión o contra motivación del infractor potencial,
intervención selectiva en el escenario del crimen, modificando
algunos de sus elementos para poner obstáculos al posible
delincuente incrementando el coste del delito, reinserción del penado
durante la ejecución de la condena para prevenir la reincidencia
mediante un tratamiento rehabilitador.
ACTIVIDADES A REALIZAR
INVESTIGACION DE CAMPO, ANALISAR FUENTES DE EMPLEO,
RELACIONADAS CON LA PREVENCION DEL DELITO. CINE
DEBATE, VIDEOS. VISITA AL CERESO S.L.P. VISITA AL
CONSEJO TUTELAR DE MENORES EN S.L.P. y _o VISITA A LA
CARCEL DISTRITAL DE UN MUNICIPIO DE S.L.P. EXPOSICION
DE GARANTIAS INDIVIDUALES DE PARTE DE LOS ALUMNOS,
RELACIONANDOLAS CON LA PREVENCION DEL DELITO.

Tres acepciones del concepto


La primera acepción tiene un alcance psicológico, al consistir en una
influencia en el proceso de motivación del potencial delincuente,
haciéndole renunciar a continuar en su propósito.
La segunda acepción se traduce en una influencia inmediata sobre el
ambiente y no sobre la persona, que se espera renuncie al delito ante
las trabas puestas para su comisión
La tercera acepción supone una persona que ya ha delinquido, pero
sobre la cual se influye para que cambien de valores y de actitudes
ante el delito, desapareciendo con ello el peligro de la reincidencia.

El tratamiento resocializador debe combinar los métodos científicos


propios de las ciencias de la conducta con el respeto de las garantías
fundamentales constitucionales propias del Estado de derecho.

PREVENCIÓN GENERAL
Es un concepto utilizado en Derecho que alude a uno de los efectos
que tiene la regulación normativa en la sociedad a la que va dirigida.
Objetivo
El conjunto de normas jurídicas está respaldado por la coerción o
amenaza de sanción que conllevaría el incumplimiento de tales
normas. Esta coerción tiene como fin último el disuadir al individuo de
que no ejecute el comportamiento legalmente prohibido, de manera
que la persona, a sabiendas de las consecuencias negativas que
supondría una determinada actitud, se abstiene de incumplir lo
dispuesto en el ordenamiento jurídico.

Definición de prevención D.R.A.E.


prevención.
(Del lat. praeventĭo, -ōnis).
 1. f. Acción y efecto de prevenir.
 2. f. Preparación y disposición que se hace anticipadamente para
evitar un riesgo o ejecutar algo.
 3. f. Provisión de mantenimiento o de otra cosa que sirve para un
fin.
 4. f. Concepto, por lo común desfavorable, que se tiene de alguien
o algo.
 5. f. Puesto de policía o vigilancia de un distrito, donde se lleva
preventivamente a las personas que han cometido algún delito o falta
. 6. f. Mil. Guardia del cuartel, que cela el orden y policía de la tropa.
 7. f. Mil. Lugar donde está.

Definición de prevenir D.R.A.E.


 prevenir.
 (Del lat. praevenīre).
 1. tr. Preparar, aparejar y disponer con anticipación lo necesario
para un fin.
 2. tr. Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño
o perjuicio.
 3. tr. Precaver, evitar, estorbar o impedir algo.
 4. tr. Advertir, informar o avisar a alguien de algo.
 5. tr. Imbuir, impresionar, preocupar a alguien, induciéndole a
prejuzgar personas o cosas.
 6. tr. Anticiparse a un inconveniente, dificultad u objeción.
 7. prnl. Disponer con anticipación, prepararse de antemano para
algo.

POLITICAS CRIMINOLOGICAS Y LASDIRECTRICES PARA LA


PREVENCIONDEL DELITO
 La expresión "prevención del delito" engloba las estrategias y
medidas encaminadas a reducir el riesgo de que se produzcan delitos
y sus posibles efectos perjudiciales para las personas y la sociedad,
incluido el temor a la delincuencia, y a intervenir para influir en sus
múltiples causas. Las actividades para hacer cumplir las leyes, las
sentencias y las medidas correctivas, aunque también desempeñan
funciones de prevención, están fuera del ámbito de las directrices,
pues ya están extensamente reguladas en otros instrumentos de las
Naciones Unidas.

Los organismos gubernamentales deberán asignar elevada prioridad


a los planes y programas dedicados a los jóvenes y suministrar
suficientes fondos yrecursos de otro tipo para prestar servicios
eficaces, proporcionar las instalaciones y el personal para brindar
servicios adecuados de atención médica, salud mental, nutrición,
vivienda y otros servicios necesarios, en particular de prevención y
tratamiento del uso indebido de drogas y alcohol, y cerciorarse de
que esos recursos lleguen a los jóvenes y redunden realmente en
beneficio de ellos.
Los programas de prevención de la delincuencia deberán planificarse
y ejecutarse sobre la base de conclusiones fiables que sean
resultados de una investigación científica, y periódicamente deberán
ser supervisados, evaluados y readaptados en consonancia con esas
conclusiones. Deberá difundirse entre la comunidad profesional y el
público en general información científica acerca del tipo de
comportamiento o de situación que pueda resultar en la victimización
de los jóvenes, en daños y malos tratos físicos y sicológicos contra
ellos o en su explotación.
La participación en todos los planes y programas deberá ser, en
general, voluntaria. Los propios jóvenes deberán intervenir en su
formulación, desarrollo y ejecución.
Los gobiernos deberán comenzar a estudiar o seguir estudiando,
formulando y aplicando políticas, medidas y estrategias dentro y fuera
del sistema de justicia penal para prevenir la violencia en el hogar
contra los jóvenes o que los afecte, y garantizar un trato justo a las
víctimas de ese tipo de violencia

Hay indicios claros de que las estrategias de prevención del delito


bien planificadas no solo previenen el delito y la victimización, sino
que también promueven la seguridad de la comunidad y contribuyen
al desarrollo sostenible de los países. Las políticas responsables y
eficaces de prevención del delito mejoran la calidad de la vida de
todos los ciudadanos. Producen beneficios a largo plazo al reducir los
costos relacionados con el sistema formal de justicia penal, así como
otros costos sociales resultantes de la delincuencia. La prevención
del delito ofrece oportunidades para aplicar un enfoque más
económico a los problemas de la delincuencia. En las presentes
directrices se esbozan los elementos necesarios para una prevención
eficaz del delito.

La prevención del delito comprende diversos enfoques


a) Promover el bienestar de las personas y fomentar un
comportamiento favorable a la sociedad mediante la aplicación de
medidas sociales, económicas, de salud y de educación, haciendo
particular hincapié en los niños y los jóvenes, y centrando la atención
en el riesgo y los factores de protección relacionados con la
delincuencia y la victimización la prevención mediante el desarrollo
social o la (prevención social del delito);
b) Modificar las condiciones existentes en los vecindarios que influyen
en la delincuencia, la victimización y la inseguridad resultantes del
delito mediante el fomento de iniciativas, la aportación de experiencia
y la decisión de los miembros de la comunidad (prevención de la
delincuencia basada en la localidad);
16.
c) Prevenir los delitos reduciendo oportunidades de cometerlos,
aumentando para los delincuentes el riesgo de ser detenidos y
reduciendo al mínimo los beneficios potenciales, incluso mediante el
diseño ambiental, y proporcionando asistencia e información a
víctimas reales y potenciales (prevención de situaciones propicias al
delito);
d) Prevenir la reincidencia proporcionando asistencia para la
reintegración social de los delincuentes y otros mecanismos
preventivos (programas de reintegración).

ESTRATEGIAS
Los gobiernos deben prever la prevención como aspecto permanente
de sus estructuras y programas de lucha contra la delincuencia,
asegurando el establecimiento de responsabilidades y objetivos
claros dentro del gobierno en cuanto a la organización de la
prevención del delito, concretamente:
a) Estableciendo centros o puntos de coordinación con experiencia y
recursos;
b) Estableciendo un plan de prevención del delito con prioridades y
objetivos claros;
c) Estableciendo vínculos y coordinación entre organismos o
departamentos pertinentes del gobierno;
d) Fomentando las asociaciones con organizaciones no
gubernamentales, las empresas, los sectores privado y profesional y
la comunidad;
e) Buscando la participación activa de la población en la prevención
del delito e informándola sobre las necesidades y los medios de
acción y sobre su función.
20.  deben apoyar el desarrollo de conocimientos y co mpetencias
de prevención del delito:
a) Facilitando el desarrollo profesional de los funcionarios de
categoría superior de los organismos pertinentes;
b) Alentando a las universidades, academias y otras entidades
educativas pertinentes a impartir cursos básicos y avanzados, incluso
en colaboración con especialistas;
c) Trabajando con los sectores profesional y docente para desarrollar
calificaciones profesionales y de certificación;
d) Promoviendo la capacidad de las comunidades para determinar
sus necesidades y satisfacerlas.
Clasificación de la prevención
Prevención primaria, secundaria y terciaria.
La doctrina distingue tres categorías fundamentales de prevención,
atendiendo al ámbito de actuaciones al que se extiende la actividad
preventiva, y con ello al carácter en su caso especializado de las
mismas, teniendo en cuenta los destinatarios, los instrumentos y
mecanismos utilizados, y los fines perseguidos.

PREVENCION PRIMARIA
Se orienta a la raíz del problema criminal para neutralizar las causas
de la delincuencia antes de que el problema se manifieste. No trata
de atacar directamente al delito sino de crear una situación general
satisfactoria para la sociedad, (procurando una socialización
provechosa acorde con los objetivos sociales), GARCIA PABLOS
coincide prácticamente con la política social del Estado. no hay
límites para su caracterización, educación, salud, vivienda, trabajo,
bienestar social, calidad de vida, etc. en todos estos frentes y
cualesquiera otros análogos que pudieran imaginarse, existe la
conciencia generalizada de que una política satisfactoria para los
ciudadanos aleja la comisión de actos delictivos fundamentados en
una situación de escases o discriminación. Esta prevención actúa a
medio y largo plazo y reclama prestaciones sociales materiales, no
una mera disuasión.

PREVENCION SECUNDARIA
Se traduce en actuaciones realizadas con grupos concretos,
encaminados específicamente a prevenir el delito y reforzar la
seguridad ciudadana, de índole legislativa, administrativa o policial , y
no en actuaciones de política social general. Opera a corto y mediano
plazo y se orienta selectivamente a aquellos grupos que tienen mayor
riesgo de padecer o protagonizar el problema criminal. Se puede citar
programas de prevención policial (redadas y controles ) , de
ordenación urbana, de limitación de la velocidad de los vehículos de
motor, de control de alcoholismo…también la promulgación de leyes
penales como función del estado pertenece genéricamente a este
sector de la prevención.

PREVENCION TERCIARIA
A diferencia de las dos anteriores, es posterior la comisión del delito,
se dirige a los ya penados ( singularmente los que cumplen penas de
prisión) y tiene como objetivo específico evitar la reincidencia, supone
que las normas y la ejecución de las condenas se orientan a la
resocialización ( reeducación, rehabilitación, reinserción social ) del
penado y por lo tanto consiste en actividades de tratamiento
penitenciario, de régimen de prueba, o de asistencia post
penitenciaria, encaminadas a orientar el cambio de actitudes hacia
las leyes por parte de los que ya han sido condenados. Operan a
corto plazo y tienen un fundamento marcadamente científico (ciencias
de la conducta), que exige la presencia de expertos en su
planificación y desarrollo.
Interrogantes
1.. Cuanto le cuesta al Estado al día mantener a un interno ?
2.- Cuanto cuesta cada proceso penal al Estado ?
3.- A quienes les conviene que los internos duren mas en las
prisiones ?
4.- Cuales son las personas físicas o morales que se encargan de
proveer los alimentos a los internos ?
5.- En la actualidad hay una reinserción social del ex interno a la
sociedad?
6.- En la actualidad quien controla a los internos ?
7.- Quienes gobiernan los centros penitenciarios ?
8.- Que delitos se cometen en las prisiones ?
9.- cuantos victimarios se convierten en victimas al ingresas a un
centro penitenciario ?
10 .- En realidad a cuentas victimas se les repara el daño ?

La sociedad debe considerar el delito, no como un cuerpo extraño a


la misma, sino como un problema comunitario. La lucha solidaria del
Estado contra la delincuencia no tendrá el éxito necesario para
erradicar o disminuir sustancialmente la criminalidad si la sociedad
como realidad humana viva no colabora en le disuasión del infractor,
en la eficiencia de las medidas adoptadas para dificultar la comisión
de delitos, en la recepción e integración del delincuente una vez haya
cumplido su condena

También la naturaleza de las penas es variable; su evolución ha ido


en el sentido de reducir las penas corporales, considerándolas tratos
inhumanos o degradantes, y potenciar las penas económicas o de
inhabilitación de las capacidades laborales que puedan ser ocasión
para la tentación de delinquir. El tratamiento resocializador suscita
igualmente esperanzas sobre su eficacia práctica o duda sobre su
compatibilidad con los derechos humanos a medida que evolucionan
las ciencias de la conducta y las ideas político- criminales sobre el
ámbito de libertad del ciudadano que debe garantizar el derecho. Los
juristas aun supuestos la buena fe, procedemos más por lo que
creemos que por lo que sabemos por certeza objetiva

Luego, la finalidad de la política criminal no es eliminara la


delincuencia sino controlar la delincuencia sino controlar la
criminalidad y reducirla a limites soportables y estimulantes de la vida
social. Por esta razón, no se puede decir que el derecho penal ha
fracasado en cuanto que hay una persona que desoyendo el mensaje
de la ley pena, delinque. El fracaso no emplea hasta que el nivel de
delincuencia es insoportable.
45.  Por supuesto, el gobernante no es libre de combatir al
delincuente como el delincuente le combate él; los roles no son
intercambiable, la actividad política, también cuando lucha contra el
delito, debe de utilizar procedimientos y criterios compatibles con las
garantías y libertades del modelo irrenunciable de estado social y
democrático de derecho.

BASES DE UNA MODERNAPOLITICA DE PREVENCION


una moderna política de prevención del delito según el profesor
Garcia - Pablos debe descansar sobre las siguientes bases.-
1.- el objetivo último no ha de ser erradicar la criminalidad, sino
controlarla razonablemente.
2.- los medios e instrumentos utilizados y los costes sociales no han
de contradecir los principios del estado social y democrático de
derecho.
47.
3,.- prevenir es ante todo intervenir en la etiología del problema
criminal, neutralizando sus causas.
4.- la efectividad de los programas debe plantearse a medio y largo
plazo, primando los planes de prevención primaria.
5.- la prevención debe contemplarse ante todo como prevención
social y comunitaria, por que lo es también el crimen.
6.- solo de la prevención positiva, reestructurando la convivencia,
redefiniendo la relación entre la comunidad y sus miembros cabe
esperar resultados satisfactorios, no bastando la prevención negativa
de mera disuasión.
7.- la prevención del delito requiere una estrategia coordinada y
pluridireccional.
8.- mejor prevenir mas delito, será producir o generar menos
criminalidad, con la ayuda de la policía social.

PREVENCION GENERAL YPREVENCION ESPECIAL


La prevención general es la actividad disuasoria de el Estado dirigida
a la sociedad en general. Puede ser de índole negativa o positiva.
La preveción general negativa: se dirige al infractor potencial,
disuadiéndole por el miedo a la pena .
La prevención general positiva: se dirige a la potencial víctima y
consiste en el reforzamiento de la confianza en el derecho que se
produce por comprobar que su aplicación es pronta e ineludible

PREVENCION ESPECIAL
Es la actividad disuasoria del Estado dirigida exclusivamente al sujeto
que ya ha delinquido o para que no vuelva a delinquir, es decir para
evitar la reincidencia.
La prevención especial puede ser positiva y negativa

PREVENCION ESPECIAL NEGATIVA.: impide la recaída en el delito


por eliminación, ejemplo: muerte, cadena perpetua.
PREVENCION ESPECIAL POSITIVA: pretende la recuperación
mediante la pena del delincuente para hacer una vida normal en el
futuro sin cometer nuevos delitos, bien por reinserción social, gracias
a un tratamiento de carácter científico dirigido por expertos.
1965 las fuerzas sociales y la prevención de la delincuencia.
Acción preventiva en la comunidad.
Las clases sociales acomodadas son mas beneficiadas con las leyes
a comparación de las clases marginadas
En otras opiniones destaca que el rico esta mas propenso a las
encuestas policiacas a comparación de las personas de escasos
recursos.
Programa a la eliminación de barriendas miserables.
EJEMPLO . NEW YORK
Hace falta que la etiología del delito sea estudiada constantemente y
se adapte a las necesidades de la sociedad. En los países de vida
de desarrollo con una orientación marcadamente socializante, la
importancia principal es no a la defensa de la sociedad, sino a los
programas dedicados al bienestar de la población, educación,
sanidad, la asistencia social, etc. lo que corresponde a un criterio de
gobierno sobre las necesidades que deben de ser atendidas con
mayor urgencia.

En muchos países, una de las razones de que se posterguen tanto en


el orden de prioridad las actividades de defensa social esta en la
tendencia a considerar que se trata de programas muy
especializados, que solo indirectamente se desarrollan con el
desarrollo social. A eso debe de añadirse que los expertos en la
materia y los administradores de servicio de defensa social no
pueden casi nunca apoyar sus alegaciones sobre el alto costo que la
delincuencia representa para cualquier país con datos estadísticos
precisos por que en la mayoría de los países no lo hay.

Es hora, ya por lo tanto, de que los programas para la prevención del


delito tengan el lugar que les corresponde en el orden de prioridad de
los proyectos nacionales, sin olvidar nunca que el delito esta
arraigado muy hondamente en la estructura misma de la sociedad y
que las asignaciones de créditos especiales en el presupuesto, por
considerables que puedan ser, no bastaran por si solas para dar una
solución efectiva al problema.

Habrá que darles el mejor empleo posible a los recursos, a fin de que
las fuerzas sociales que actúan en toda la comunidad puedan ser
aprovechadas para impulsar la acción contra la delincuencia.
Toda fuerza social suicita movimientos diversos, tales como el
nacionalismo, la religión, la educación, el industrialismo, en tiempos
diferentes y en lugares distintos han provocado efectos distintos, muy
contrarios a prevenir el delito.

La experiencia demuestra que la acción preventiva. cuando las


fuerzas sociales la contrarían, no tiene éxito casi nunca.En cambio
las medidas orientadas en la misma dirección que las fuerzas
sociales, suelen tener un éxito relativo.Los programas de
rehabilitación de las prisiones fracasan cuando la sociedad esta en
contra de la liberación de los reclusos.

PARTICIPACION DE LA SOCIEDADEN LA PREVENCION DEL


DELITO.
Este plan se ha apoyado , mas sin embargo habrá que analizarse el
grado de participación que tenga la sociedad en la prevención del
delito, cuando esta funge como autoridad.
Ejemplo.- el racismo, exceso de autoridad, la mala y confusa
aplicación de facultades para el Estado y para la sociedad que tiene
autoridad de prevenir el delito.

Los medios de información publica ejercen en muchos casos una


influencia saludable sobre la población y, lo que es mas importante
contribuyen a expresar claramente las exigencias de la opinión
publica en favor de la reforma penal. Con una población bien
depuesta y consciente de lo que el delito representa, será posible
también inducirla a que aplique ciertas medidas preventivas de
sentido común, que con frecuencia se olvidan por apatía, indiferencia
o descuido
Como evitar el robo o perdidaseconómicas de negocio.
 No dejar que se junte mucho dinero, en caja ni el establecimiento.
 Acomodar la mercancía acorde a tener la mas amplia visibilidad
del negocio.
 No dejar que se junten envases de vidrio, armas blancas en el
mostrador.
 No dejar objetos de valor en el mostrador, laptops, celulares,
llaves,
 Tener la suficiente mercancía sin llegar a tener mercancía en
exceso. (menos aun en mercancía muy llamativa y que deja poca
ganancia, cigarros, tarjetas telefónicas, boletos de camión,
cerveza de lata , etc.
 Evitar llamar mucho la atención con exhibidores exagerados que
no se van a utilizar al máximo y que van a generar mas gasto en
servicios y no desempeñan una ganancia costeable.
 Tener números de emergencia a la mano.
 Evitar tener mercancía a crédito con intereses moratorios .
 Administrar los servicios, agua , luz, teléfono, internet. Etc.
 Identificador de llamadas, no dar información ,vía telefónica
 Tener un código de claves entre el personal del establecimiento.
 Cuando se pueda contar con circuito cerrado, alarma de entrada y
salida de las personas.
 Al cerrar el establecimiento, contar con cerraduras y chapas de
alta calidad.
 Tomando en consideración lugar tiempo y circunstancias del
negocio , despachar por una ventanilla.
LA FAMILIA Y LA PREVENCION DEL DELITO.
 Migración por búsqueda de mejores salarios.
 Padres de familia condenados en prisión a largas penas privativas
de libertad.
 Autoridad mas aparente que real en los padres de familia para los
hijos.
 El nivel de analfabetismo delincuencial es mayor a la población en
general.
 Producir mas estudiantes egresados que empleos.
 Carencia en la calidad de estudio, no preparando al estudiante
para la vida moderna y el trabajo.
 La escuela como institución debe de complementar la prevención
del delito, en conjunto con otras instituciones sociales.
 Especial atención en los alumnos que han pasado de la edad
escolar.
 Se debe de preparar en la misma forma a que los jóvenes
aprendan los principios cívicos y morales.
 Hay que combatir la Cantidad de instrucción y optar por la calidad
de instrucción.
 Hay países en donde excluyen a las personas de bajo nivel
académico, y le dan prioridad a las personas instruidas.
 La escuela que tiene a su cargo al menos una parte del día a los
alumnos están en condiciones excelentes para facilitar la
detección precoz de la delincuencia, lo que no significa ni mucho
menos que la escuela pueda imponer el remedio.
Ejemplo de las escuelas en donde si funciono, al hacer un diagnostico y
tratamiento del problema. programas que tienen por objeto organizar actividades
que contrarresten o encaucen las influenzas educativas exteriores a la escuela.

 Colocar al hombre y la mujer en una situación de igualdad.


 Protegiendo la familia en los divorcios, para que los niños no
queden indefensos.
 Manteniendo ocupados en algo productivo a los estudiantes,
cuando estén de vacaciones.
Las probabilidades de empleo y prevención del delito.
 Muchos de los países sostienen tanto en países desarrollados y
los países en vías de desarrollo que las situaciones de depresion
economica y la escazes de posibilidades de empleo son dos de
las razones principales que contribuyen a la delincuencia.
 Los servicios de orientacion y formacion profesionales tienen una
intervencion muy importante para evitar que los jovenes se
desorienten buscando empleos que no convienen a su
preparacion.
 En los países menos desarrollados, las posibilidades de opción
son muy pequeñas y los jóvenes tienden a aceptar lo que esta
inmediatamente disponible, tanto si lo consideran adecuado como
no adecuado a sus capacidades.
 Se debe orientar hacia la formación profesional acelerada con
métodos intensivos que permitan adquirir rápidamente las
competencias requeridas.
 Debe existir una preparación profesional mas generalizada que
facilite la movilidad del empleo y la adaptación ulterior a otros
empleos, cuando los cambios económicos y tecnológicos lo
hagan necesario.
 Los servicios eficientes de empleo son un elemento vital en los
programas de prevención del delito.
SECRETARIA DE EDUCACIONPUBLICA
OBJETIVOS ESTRATEGICOS
 Prevenir y abatir la comisión de delitos para garantizar la
seguridad pública y la tranquilidad de la ciudadanía.
 Lograr la reforma integral del sistema de seguridad publica
 Reestructurar integralmente el sistema penitenciario federal.
 Elaborar diagnósticos como premisa para el diseño de políticas
publicas.
 Fortalecer los mecanismos de coordinación con Las instituciones
integrales del sistema nacional de seguridad pública.
 Combatir la corrupción, depurar, profesionalizar y dignificar los
cuerpos policiales.
 Promover la participación y organización ciudadana en la
prevención de delitos y faltas administrativas mediante el fomento
de la cultura de la legalidad.
 Brindar atención a las víctimas del delito Promover acciones
tendientes a mejorar la percepción ciudadana del quehacer
institucional.

SECRETARIA DE POLITICACRIMINAL
OBJETIVOS ESTRATEGICOS
 Elaborar una política criminal pertinente para prevenir y abatir la
comisión de delitos
 Impulsar y consolidar mecanismos de coordinación con las
autoridades integrales del gabinete de seguridad pública y del
sistema nacional de seguridad pública.
 Conformar un sistema de información estratégica con criterios de
calidad y oportunidad bajo un esquema de compartimiento y
confidencialidad.
 Diseñar mecanismos adecuados para evaluar la congruencia
entre el programa nacional de seguridad pública y el quehacer
institucional; así como sobre la percepción ciudadana respecto a
este.
 Instrumentar los mecanismos que permiten brindar asistencia y
auxilio a las autoridades judiciales y ministeriales.
 Generar canales de intercambio de información con instancias en
el extranjero, dentro de un esquema de confianza y reciprocidad.
 Constituir un sistema integral de atención a víctimas del delito que
brinde orientación y asistencia especializada.
 Coadyuvar en el desarrollo de una cultura de denuncia ciudadana
que permita abatir la impunidad y la “cifra negra” en los índices
delictivos
 Homologar la política de impartición justicia para menores
infractores.

La prevención del delito y los derechos humanos


 Es necesario hacernos una pregunta que pareciera menospreciar
el lugar de privilegio en que deban estar ubicados los derechos
humanos como valor indiscutible.
 Puede prevenirse el delito sin violar los derechos humanos? es
necesario hacer y responder tal pregunta por que partiendo del
conocimiento de que el individuo tiene derecho a que el estado le
garantice seguridad y libertad en su vida cotidiana, algunos
planteos parecieran señalar que nos encontramos frente a una
colisión de derechos individuales.
 Ninguna política de prevención del delito, puede ser eficaz si no
respetan puntillosamente los derechos y las garantías individuales
en sentido amplio, no solo las que concierne a la acción policial y
judicial, sino los derechos ambulatorios, de reuniones , de
traslados forzosos, de no vivir bajo toques de queda, etc, etc.
 Para utilizar una formula genérica podríamos decir que la
violencia injusta no se puede combatir con violencia estatal
injusta, ya que muy por el contrario la segunda potencia a la
primera.
 Si queremos entrar en detalles no es difícil advertir que toda
medida que otorgue facultades a un organismo publico de afectar
derechos esenciales tiene como consecuencia la perversión del
funcionamiento del organismo y de la producción de delitos mas
graves que los que se quieran evitar.

Resolución de la comisión de prevención del delito y justicia penal de


la ONU.
 Cualesquiera que sean la circunstancias en las que se actué, las
medidas de prevención en la delincuencia deberán ser aplicadas
de conformidad estricta con las disposiciones pertinentes del
derecho internacional y con arreglo a las reglas y normas
internacionales en materia de derechos humanos.
 Debe quedar claro entonces que una política de prevención del
delito que viole los derechos humanos es, además de moral y
jurídicamente inaceptable, ineficaz y contraproducente.
TRABAJO MULTISECTORIAL MANCOMUNADO. Las causas
múltiples se resolverán através del trabajo de las escuelas, el
gobierno local y la policía

La vigilancia policial reducirá las índices de victimización .


 desplegar oficiales de policía estratégicamente y hacerlos
responsables de atacar problemas específicos,
 Atacar violaciones al reglamento de transito y violencia
intrafamiliar cometidos ocasionalmente por hombres con familias
y empleos estables.
 Atacar los delitos persistentes – en lo que la misma persona o
domicilio han sido victimas de un delito- a través de combinar la
imposición de la ley, sistema de prevención situacional del delito y
prevención social
 Sistemas de policías tales como SACSI ( enfoque estratégico
para la seguridad comunitaria, en lo que equipos formados por
instituciones de policía y universidades analizan las causas de la
violencia, particularmente en jóvenes homicidas ( especialmente
Dalton 2003)
Un plan realista para una ciudad mas segura
 Disminuir el delito significativamente
 un centro a alto nivel de prevención del delito : depende del líder
gubernamental y del alcalde* análisis y metas como resolver el
problema como los sectores de escuela, vivienda, Dif, policía
 aprovechar de la experiencia realista de Estados Unidos , Bogotá,
ONU, y de otros éxitos
 inversión en los programas para los adolecentes en riesgo
 disminución de las oportunidades ( armas de fuego )
 capacitación
 datos y evaluación.

6. Tipos de Criminales

Si bien los delitos pueden definirse como las acciones u omisiones


dolosas o imprudentes penadas por la ley, segú n nivel de “afecció n
social” se establecen diferencias entre éstos y los crímenes.

La gravedad que separa delitos de crímenes, se determina por el tipo de


pena que conlleva tal o cual infracció n de ley (hecho conductual
antijurídico). A su vez, la gravedad de la pena depende de algunos
criterios tales como:
 Valoració n del dañ o para la víctima.
 Valoració n del dañ o para la sociedad.
 Tipo de presidio.
 Duració n del presidio.
 Medidas cautelares.
 Beneficios e Inhabilidades civiles, entre otras.
Por tanto, el crimen se diferencia del delito y las faltas, porque el
primero conlleva dañ os irreparables a los diferentes tipos de víctimas,
implica un riesgo objetivo para la sociedad y la aplicació n de ley
considera en su resolució n penas de larga duració n, presidio o reclusió n
efectiva, ausencia de beneficios e inhabilidades pú blicas perpetuas.
¿Qué es la delincuencia? La delincuencia a diferencia del delito y de los
delincuentes, puede entenderse como un fenó meno social objetivo, pero
indeterminado, en el que confluyen cotidianamente diferentes expresiones
delictuales o criminales que afectan a las personas, el patrimonio, la propiedad y a
la sociedad en términos generales.

¿Es lo mismo cometer delito que ser un delincuente?

R: NO. Resulta un error de percepció n social que inclusive abunda en los ámbitos
judiciales y comunicacionales (prensa), el atribuir de manera indiferenciada este
tipo de conceptos. Existe una gran distancia entre cometer un delito y ser un
delincuente. Cabe mencionar que el “etiquetamiento” de delincuentes o criminales
resulta má s “justo” en aquellos individuos que hacen oficio o rutina con la
transgresió n de normativas delimitadas por la ley.

La Delincuencia un Fenómeno Indeterminado.


Como se afirma, la delincuencia en el presente resulta un fenó meno social
objetivo, observable, medible, pero indeterminado. O sea, todo el mundo reconoce
su existencia e influencia social, pero nadie logra delimitarla sin recurrir a obras
literarias o a neologismos académicos que se lucen en aulas y en el cine, pero que
en términos prá cticos carecen de sentido prá ctico y explicativo. La mayoría de sus
definiciones no logran ser comprendidas por las personas que legislan, combaten y
controlan este fenó meno social adverso que al menos en los países
iberoamericanos su tendencia va en alza. “No es posible, o no resulta
lógico enfrentar un enemigo, sin antes lograr determinarlo” 

Resulta paradó jico que mientras en algunas regiones del planeta la població n
carcelaria disminuye y se extingue, en otras, aumenta de manera exponencial hasta
hacer colapsar cualquier sistema penitenciario, ademá s de resentir colateralmente
las endebles economías estatales, considerando los altísimos costos econó micos
asociados a la privació n ociosa de libertad mensual y anual que recae sobre los
detenidos.

MODELO C.I.E

El modelo comprensivo que se presenta a continuació n, tiene por finalidad servir


como mapa mental tanto para especialistas de las ciencias del comportamiento,
como para los expertos en ciencias forenses médicas y no médicas.

Mención especial para los políticos, policías, prensa, magistrados y abogados.

Aquí se presentan 3 categorías generales, excluyentes entre sí, aplicables para


la diferenciación tipológica de la delincuencia, delitos y delincuentes segú n su:

 Comportamiento Observable
 Motivaciones
 Peligrosidad
 Imputabilidad
 Probabilidad de reincidencia
 Necesidad de encarcelació n
 Nivel de Consciencia
 Versatilidad
 Especificidad
 Abordaje, control y disminució n
 Victimología
 Predicció n
Primera categoría o tipo de delincuencia:

Circunstancial (C)

La delincuencia circunstancial es la comisió n de delitos o crímenes por parte de


personas comunes y corrientes, que de la noche a la mañ ana se ven envueltos en
hechos delictivos determinados por el contexto y las circunstancias. En esta
categoría no existe planificació n, ni premeditació n, no obstante, la delincuencia
circunstancial se diferencia de un accidente, porque en ella pueden establecerse
elementos de Juicio [agravantes de responsabilidad criminal], como lo son el dolo
(intencionalidad), contumacia (obstinació n) y alevosía (ensañ amiento).

En ella confluyen una serie de variables ambientales (tiempo, espacio) y


personales (comportamiento, respuestas físicas, expresiones verbales y no
verbales) que en la interacció n con terceros provocan desenlaces conductuales
tipificados por la ley penal como delitos o crímenes.

Algunos tipos de delincuencia circunstancial.

1. Atropellos en estado de ebriedad


2. Agresiones de género.
3. Homicidio por defensa propia.
4. Evasió n tributaria particular.
5. Conatos o riñ as con resultado de muerte.
6. Algunos tipos de abuso sexual.
7. Violació n leyes de trá nsito etc.
Segunda categoría o tipo de delincuencia:

Instrumental (I)

La delincuencia instrumental es la expresió n delictual má s comú n y guarda


directa relació n con los delincuentes cró nicos, de carrera u oficio cuya “forma de
ser” en sociedad no concibe en su rutina el respeto irrestricto de los pará metros
que fija la ley.

Delincuencia instrumental, porque los actos o la conducta delictiva es concebida


como un medio que sirve para lograr la consecució n de bienes materiales, especies
y montos de dinero que de otra manera o bajo el amparo de las normas que dicta la
ley, serían imposibles de lograr o conseguir.

En esta categoría se encuentran:

1. La delincuencia comú n.
2. La delincuencia de cuello y corbata.
3. El crimen organizado.
4. Corrupción policial, política, judicial o de funcionarios pú blicos en
general.
5. Los sicarios.
6. El narcotrá fico.
Tercera categoría o tipo de delincuencia:

Expresiva (E) 

La delincuencia expresiva corresponde a una categoría de delitos o crímenes


determinados por disfunciones psicopatoló gicas, por tanto, su estricta atribució n
es individual (persona a persona) y no es aplicable a organizaciones o regímenes
autoritarios/dictatoriales (aunque sus líderes manifiesten rasgos psicopá ticos).
Son la sociopatía, psicopatía, psicoticismos o neuropatías las  que mejor
explican estas necesidades de compensació n psicopatoló gica. Esta categoría se
reconoce cuando quien, al momento de cometer el delito o crimen, incurre en la
exageració n o desproporció n irracional entre la forma delictiva y el logro de
objetivos.

Ej. Si el objeto delictivo es la comisió n de un homicidio, no son necesarios 25 o 30


balazos a quema ropa, basta con uno o dos, para que el resultado sea el mismo.

Ejemplos:

1. Asesinos y agresores seriales.


2. Asesinos de masas.
3. Femicidas.
4. Terroristas.
5. Racistas.
6. Agresores, estafadores, abusadores y violadores seriales. (sin estructura
definida como el crimen organizado)

C.I. Motivació Peligrosi Reincide Imputab Cárce Contr Predicci Ocurren


E n dad nte les l ol ón cia
Rehabilit
ar

(C) Circunstan Bajo Bajo Si Depen Bajo Baja Media


cias de

(I) Lucro Alto Alto Si Depen Alto Alta Alta


Subsistenci de
a

(E) Psicopatol Bajo Medio Depende Depen Bajo Media Baja


ogía de

Conclusió n:

El presente escrito, pretende aportar respecto de la simple delimitació n y


determinació n de un fenó meno social indeterminado como lo es la delincuencia. Aquí
se presentan 3 categorías generales excluyentes entre si; circunstancial, instrumental
y expresivo, las que componen el modelo compresivo de la delincuencia que se
presenta. (Modelo C.I.E.)

El determinar la delincuencia y sus tipos conductuales, ademá s de incrementar el


nivel de compresió n social respecto del fenó meno, sirve para el establecimiento
de políticas criminales que para que sean eficientes y eficaces, sin lugar a dudas,
deben concentrar su gestió n en el tipo de delincuencia que no depende de las
circunstancias (C) ni de las psicopatologías (E).

La disminució n y control eficiente de los peligros para la sociedad producto de la


delincuencia, dependen de políticas gubernamentales tendientes a “combatir” el tipo
de delincuencia instrumental o cró nica (I), cuyos responsables hacen carrera y
empresa debido a los beneficios materiales que les reportan sus ilícitos.

Por ú ltimo, cabe destacar que si bien el mayor peligro para la sociedad recae sobre la
delincuencia instrumental, el tipo de delincuente que má s afecta la armonía de la
mayoría, a diferencia de lo que se dice o cree de manera generalizada no son los
delincuentes de suburbios, sino que por el contrario, son aquellos cuyo poder de
decisió n inclusive puede arrastrar a toda una sociedad a la guerra. (Cuello y corbata)

Só lo si consideramos el robo como una variable de juicio para establecer un


verdadero peligro para la sociedad. “Ni en mil años la delincuencia común podría
equiparar el robo o la estafa de los criminales de cuello y corbata”.

7. Aplicaciones y funciones de la criminología


La criminología es definida como la ciencia multidisciplinar que estudia y analiza el
fenómeno del delito, los delincuentes, las víctimas y las instituciones de control social.

Se dice que es una ciencia multidisciplinar, porque comprende el estudio de todas


aquellas materias relacionadas con el fenómeno delincuencial: derecho penal,
psicología criminal y forense, sociología, penología, derecho penitenciario,
criminalistica.

¿Pero, cuáles son las aplicaciones prácticas de la criminología?

No confundir criminologia y criminalistica. La segunda se ocupa fundamentalmente de


determinar en qué forma se cometió un delito o quien lo cometió. La primera
profundiza más en el estudio del delito, se plantea el interrogante del “por qué”.

Criminología empresarial

La criminologia empresarial permite diseñar, gestionar y supervisar para corporaciones


públicas y privadas actividades diversas como análisis de riesgos y planes de
contingencia, mecanismos para la prevención de pérdidas y reducción de daños;
protección patrimonial, seguridad personal, informá tica y de infraestructura;
investigación de personas e incidentes, capacitación de personal especializado,
recomendaciones de diseño arquitectónico orientado a la reducción de oportunidades
delictivas, preservación de indicios y procesos de mediación.

 Hurtos en comercios
 Criminalidad intra-empresarial
 Asesoramiento en contratacion de personal
Criminología ambiental

Se ocupa de la prevención de la delincuencia mediante el diseño del espacio urbano y


sus características ambientales. Contempla un conjunto de acciones o medidas que
tienen como objetivo disminuir la probabilidad de ocurrencia de delitos de
oportunidad e incrementar la sensación de seguridad mediante la modificación del
diseño y variables ambientales.

Diseño del espacio para prevenir delitos

Prevencion situacional

Entorno degradado y delincuencia

Criminologia en el ámbito de la justicia

El informe criminológico Informe elaborado por un criminólogo a petición de un juez,


abogado o fiscal con respecto a una persona (adulto o joven) que ha sido declarada
culpable de comisión de un acto delictivo. La función es la de proporcionar información
al juez sobre: a) La situación personal y social de la persona acusada b) Su actitud
frente al delito c) El tipo de pena o medida que pueda ser más resocializadora y más
efectiva en términos de evitar una futura reincidencia.

Evaluación del riesgo del comportamiento violento Técnicas usadas para prevenir el
riesgo de comportamiento violento. Ayudan a los profesionales que trabajan en el
ámbito de la justicia a tomar las decisiones adecuadas “anticipándose” al futuro
comportamiento individual.

La inserción del criminólogo en la sociedad es aún muy incipiente, pero su labor puede
ser de gran utilidad pública realizando tareas de prevención y gestión de problemas de
convivencia y de criminalidad en administraciones locales y autonómicas; haciendo
investigación criminológica en la universidad, en los cuerpos de policía y en las
administraciones públicas; y participando en los servicios de ejecución penal, para
gestionar la rehabilitación de delincuentes y la atención a las víctimas en el ámbito
judicial, sin olvidar además las funciones que puede desarrollar en al ámbito
empresarial ofreciendo un asesoramiento integral en materia de prevención de la
criminalidad y conductas antisociales.

8. Personalidad y criminalidad

La personalidad

Es el patrón característico de comportamiento, actitudes, ideas,


motivaciones y emociones que definen a una persona a lo largo del
tiempo y a través de distintas situaciones.
Este patrón está compuesto por rasgos: que son maneras o
características específicas que describen la forma habitual de
comportarse, pensar o sentir de alguien.

Los trastornos de personalidad

Definición del DSM-IV de trastorno de personalidad


Patrón permanente e inflexible de experiencias internas y
comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas
culturales.

Características generales comunes a los trastornos de


personalidad
 Grupo heterogéneo de alteraciones persistentes, inflexibles e
inadaptativas
 Deterioran el funcionamiento social y ocupacional
 No existe pérdida de contacto con la realidad
 Pueden ocasionar malestar emocional
Inicio
Habitualmente en la adolescencia o en el comienzo de la edad adulta
Curso
Estable a lo largo del tiempo
Consecuencias
Comportan malestar o perjuicios para el sujeto, también para los
demás
Ubicación diagnostica
Aparecen ubicados en el eje II de la clasificación multiaxial del DSM

Tipos de trastornos de personalidad


Según el DSM–IV los trastornos de personalidad se clasifican en 3
grupos:
Grupo A
 Paranoide, Esquizoide, y Esquizotípico
Sujetos excéntricos, extraños o extravagantes, asociales y que
piensan de forma extraña.
Grupo B
 Límite, Histriónico, Narcisista y Antisocial
Sujetos inmaduros, dramáticos e inestables. De gran inestabilidad
emocional y elevada impulsividad
Grupo C
 Por evitación, Dependiente, y Obsesivo-compulsivo
Sujetos en los que destaca la sintomatología ansiosa y de temor

Sujetos del grupo A: los excéntricos


Características comunes al todo el grupo A:
En este grupo se incluye a personas con poca capacidad para
establecer y mantener relaciones interpersonales debido a:
 Su acusada introversión
 Su falta de sintonía y calidez
 Su dificultad para aprender habilidades sociales elementales
Se trata de personas que:
 Suelen ser raras e impenetrables
 Viven socialmente aislados
 Carecen de sentido del humor e intereses afiliativos
 Suelen ser fríos e inexpresivos
 Son muy vulnerables a la patología psiquiátrica; especialmente a
la esquizofrenia y los trastornos afectivos
 Con frecuencia abusan de las drogas lo que hace menos
penosos, para ellos, los contactos sociales.
Trastornos del grupo A: el paranoide

Características de la persona que sufre este trastorno: 

Actitudes y comportamientos de desconfianza, suspicacia e hipersensibilidad Propensión a dar


significado a los detalles más nimios

Piensa que los demás están contra por lo que se vuelve demasiado reservado
Constantemente:

 Busca indicios de engaño o abuso


 Tiende a culpar a los demás de problemas incluso cuando el causante
ha sido él
 Puede dudar injustificadamente de la fidelidad de su cónyuge o
compañera/o
 Contrae con facilidad resentimientos y enemigos
 Con frecuencia anda metido en rencillas y litigios (es querulante)
 Es rígido (racional y muy normativo) y justiciero. Radical en cuestiones
de moral
 Es un trastorno que se solapa con los trastornos límite y por evitación.

Trastornos del grupo A: el esquizoide

Características de la persona que sufre este trastorno:


 Desapego afectivo
 Incapacidad para expresar sentimientos y relacionarse con los
demás
 Preferencia por actividades solitarias
 Indiferencia ante las relaciones sociales

Vive como ensimismado y ausente, como si su atención estuviese


permanentemente dirigida a vivencias internas (en realidad se queja
de sentimientos de vacío y un mundo interior no especialmente rico)

Es un trastorno que se solapa en mayor medida con los trastornos


por evitación y paranoide.

Trastornos del grupo A: el esquizotípico

Características de la persona que sufre este trastorno:


 Tiene dificultades para crear vínculos con otros y presenta una
ansiedad social que no disminuye con la familiaridad
 Pero con frecuencia aparecen en su conducta síntomas más
excéntricos:
- Pensamiento mágico (supersticiones e ideas de clarividencia
y telepatía)
- Ilusiones recurrentes (puede sentir la presencia de alguna
fuerza o persona que en realidad no está ahí)
- Su lenguaje está lleno de términos inusuales y poco claros
- Su conducta y apariencia suele ser excéntrica (habla consigo
mismo o lleva ropas desaliñadas o sucias)
- Presenta ideas de referencia (creencia de que hechos
comunes tienen un significado peculiar para la persona),
suspicacias e ideas paranoides
- Su anormalidad es tan evidente y su psicopatología tan
llamativa que el esquizotípico es etiquetado socialmente como
un enfermo mental

Este trastorno se solapa con el trastorno límite de personalidad, con


el trastorno narcisista, con el trastorno por evitación, con el paranoide
y con el esquizoide.

Sujetos del grupo B: los inmaduros

Características comunes a todo el grupo


En este grupo se incluye a personas que poseen:
 Una gran labilidad afectiva
 Una peculiar y ambivalente emotividad acompañada de
 Conductas descontroladas o socialmente inadaptadas
 Coloquialmente se les etiqueta como malcriados, déspotas o
caprichosos
 Resultan poco fiables por su dificultad para comportarse según
las reglas y normas sociales
Trastornos del grupo B: el límite

Características de la persona que sufre este trastorno:

- Es inestable en sus relaciones, estado de ánimo y autoimagen


- Sus actitudes y sentimientos hacia los otros pueden variar
considerable e inexplicablemente en periodos cortos de
tiempo
- Discute mucho, es irritable y sarcástico
- Conducta impredecible, e impulsiva. Derrocha, tienen
relaciones sexuales indiscriminadas, se da atracones de
comida,
- Con frecuencia comete auto-agresiones e intentos de suicidio
- No tiene un sentido claro y coherente de su identidad
- No define sus valores, afiliaciones ni actividad profesional
- Tiende a tener relaciones intensas unipersonales, que suelen
ser tormentosas, transitorias y breves y en las que alternan la
idealización y la devaluación
Prevalencia: Aproximadamente un 2% de la población Más frecuente en mujeres que en
hombres

Trastornos del grupo B: el histriónico

(Corresponde al antiguo diagnóstico de personalidad histérica)

Características de la persona que sufre este trastorno:

 Una afectividad lábil y superficial, con excesiva emotividad


 Actúa con mucho dramatismo para llamar la atención
 Aunque hace despliegues extravagantes de emociones sorprende por su
ausencia de emotividad
 Es egocéntrico
 Se preocupa en exceso por su atractivo físico
 Puede ser sexualmente provocativo y seductor en situaciones poco
apropiadas
 Presenta tendencia a deformar la realidad y refugiarse en lo fantástico
 Suele ser hipersensibles y suspicaz
 Prevalencia; 2,1 %. No se ha detectado diferencias de género
 Se solapa con el trastorno límite de personalidad

Trastornos del grupo B: el narcisista

Características de la persona que sufre este trastorno:

 Elevada tendencia a la grandiosidad y autoimportancia, es pretenciosa y


arrogante
 Presenta hipersensibilidad ante las valoraciones de los demás
 Se enfrasca en fantasías de grandes triunfos y busca a toda costa la
admiración y atención de los demás
 Sus relaciones personales se ven afectadas por su falta de empatía
 Experimenta sentimientos de envidia, temperamento explosivo, y abuso
de los demás
 Siente que todo se lo merece y espera que los demás le hagan favores
especiales y totalmente desinteresados
 Tiene una necesidad exhibicionista de atención y de admiración
 Tiende a autocontemplarse, a cuidar su aspecto de forma exagerada y a
adquirir todos los signos que reflejen un alto estatus social ante los
demás

Trastornos del grupo B: el antisocial

Características de la persona que sufre este trastorno:

 Presenta un patrón conductual de despreocupación por los sentimientos


de los demás
 Desprecio por las obligaciones y normas sociales
 Incapacidad para mantener relaciones personales o laborales estables
 Baja tolerancia a la frustración, fácil irritabilidad
 Tendencia al comportamiento violento
 Escasa capacidad para experimentar sentimientos de culpa
 Poca facilidad para aprender de la experiencia
 Alta resistencia al castigo
 Predisposición para culpar a los demás y ofrecer razonamientos
verosímiles de su comportamiento conflictivo
 Entre el 50-75% (según estudios) de los individuos encarcelados tiene
este diagnostico

Sujetos del grupo C: Los temerosos

Características comunes a todo el grupo:


 Experimentan un miedo patológico que determina y marca su biografía
 Temen ir a la escuela, hacer el ridículo, relacionarse con los demás,
fracasar en sus cometidos y o cualquier incertidumbre o novedad
 Son extraordinariamente sensibles a las señales de castigo
 Sus miedos provocan reacciones emocionales que interfieren en su
aprendizaje y llegar a desorganizar su conducta
 La falta de estrategias de afrontamiento provoca conductas explosivas y
mal dirigidas que se alternan con retraimiento e inhibición

Trastornos del grupo C: el evitativo

Características de la persona que sufre este trastorno:

 Experimenta sentimientos constantes y profundos de tensión emocional


 Temor a la evaluación negativa por los demás
 No soporta la más mínima crítica
 Presenta gran sensibilidad al rechazo, preocupaciones por ser un
fracasado y complejo de inferioridad
 Para lograr seguridad restringe su estilo de vida y evita aquellas
actividades sociales o laborales que impliquen contactos sociales
íntimos
 Tiene una baja autoestima y padece frecuentes episodios depresivos o
estados de ansiedad
 Se solapa con los trastornos de personalidad dependiente y límite
Trastornos del grupo C: el dependiente

Características de la persona que sufre este trastorno:

 Falta de confianza en uno mismo, lo que hace que otras personas


asuman decisiones importantes sobre la propia vida.
 Los sentimientos de incompetencia y de necesitar ayuda le hacen
adherirse a otras personas subordinando sus necesidades a las de
aquellos de los que depende
 Tiene miedo a la soledad y a ser abandonado
 Siente horror en la discrepancia; cambia de opinión, se sacrifica por los
demás, o acepta que se equivoca con tal de no perder la aprobación
ajena
 Su baja autoestima, las escasas fuentes de gratificación y los
sentimientos de insuficiencia le hacen sensible a depresiones ante
acontecimientos de banales
 Se solapa con los trastornos límite y por evitación

Trastornos del grupo C: el obsesivo-compulsivo


Características de la persona que sufre este trastorno:

 Perfeccionista, cuidadoso de los detalles, reglas, horarios y similares…


 Se orienta más al trabajo que a las diversiones
 Tiene dificultades para tomar decisiones, toma precauciones excesivas,
es escrupuloso, rígido y obstinado
 Puede padecer insistentes pensamientos o impulsos que no alcanzan la
gravedad de un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)
 Necesita orden, limpieza, meticulosidad y tiende a dudar
sistemáticamente, por lo que recurre a numerosas repeticiones y
comprobaciones
 Tiene miedo a todo y vive atrincherado en un mundo a la defensiva
 Es incapaz de desechar objetos gastados o inútiles y con frecuencia
acumula dinero
 Le aterra la posibilidad de trasgresión y nunca experimenta estados
placenteros, que son autopercibidos como sospechosos moralmente
Trastornos de personalidad y delincuencia (I)

Trastornos de personalidad del Grupo A

 Apenas se modifican a lo largo de la biografía del sujeto, declinan en


intensidad en la edad madura y vuelven a agudizarse en los últimos
años de la vida.
Trastorno paranoide

 Los que lo padecen acaban viviendo solos


 Nunca establecen relaciones que les comprometan.
 Sus dificultades para relacionarse hacen que familiares les abandonen
 En el ámbito laboral la falta de flexibilidad hace que se enemisten con
los compañeros y litiguen contra la empresa
 Si cometen delitos son, habitualmente, contra las personas
Trastorno esquizoide

 Suelen estar aislados y vivir a margen de la estructura sociofamiliar


 Su incapacidad para las relaciones sociales le predispone a vivencia
autorreferenciales, fobias, evitación y disconformidad con su autoimagen
 Vulnerables a la distimia, presentan reacciones desadaptativas y abuso
de drogas. Cuando comenten delitos, son delitos contra las personas

Trastornos de personalidad y delincuencia (II)

Trastorno esquizotípico

 Suelen ser hospitalizados por presentar ideación paranoide y


autorreferencial
 Suelen atravesar periodos distímicos (depresivos) o episodios psicóticos
breves
 Es frecuente entre mendigos, vagabundos, marginados y afiliados a
sectas
 Los delitos cometidos suelen ser contra las personas: lesiones,
homicidio, asesinato, daños...
Trastornos de personalidad del grupo B

 Suelen tener frecuentes problemas sociales-legales por su tendencia a


chocar contra las normas. Suelen ser considerados ingobernables desde
la infancia
Trastorno Límite

 Posiblemente el más grave de todos los trastornos por aglutinar


síntomas histriónicos, obsesivos, antisociales y psicóticos.
 Aunque en general no toleran la soledad su descontrol hace muy difícil
la convivencia.
 Cada “explosión” va seguida de arrepentimiento y súplicas de ayuda,
cuando no amenazas de suicidio por temor al abandono
 Tiende a ir mejorando con el transcurso del tiempo. Se da más en
mujeres y entre menores de 20 años

Trastornos de personalidad y delincuencia (III)

Trastorno Histriónico

 Se expresa en clínica a través de distímias, intentos de suicidio


instrumentales y trastornos conductuales
 Suelen tener conflictos con todo el mundo
 Son ambivalentes, dan unintenso significado afectivo a todo lo que les
ocurre
Trastorno Narcisista

 Envueltos en fantasías de grandeza no aceptan la realidad, ni sus


propios defectos y limitaciones
 Acaban tiranizando a los que les rodean, considerándoles responsables
de sus problemas y frustraciones.
 Presumidos, fatuos y egoístas terminan por vivir a solas con sus
fantasías
Trastorno Antisocial

 Ya desde la infancia expresan conflictos con las normas Aparece en


personas que de niños mienten, roban, se escapan de casa, faltan a la
escuela.
 Seducidos por lo novedoso, su falta de miedo les hace conducirse de
manera poco sensata ante los problemas.
 Es el trastorno de personalidad que más se relaciona con la
delincuencia.

Trastornos de personalidad y delincuencia (IV)

Los sujetos con trastornos de personalidad del cluster C no suelen tener problemas legales.

La prevalencia de trastornos de personalidad entre delincuentes

 La investigación en distintos países señala una prevalencia del 10-15%


de trastornos de personalidad entre delincuentes como diagnostico
primario. Esto no es extraño ya que el rasgo hostilidad, frecuente entre
los delincuentes, está presente en la mayor parte de los trastornos de
personalidad descritos por el DSMIV.
 Si se tiene en cuenta el trastorno de personalidad como trastorno
secundario a un trastorno principal de abuso de sustancias o psicosis la
prevalencia oscila entre el 50-90% entre delincuentes.
 Existen trabajos de investigación que relacionan el diagnóstico de
trastorno de personalidad (sin contar psicopatía/trastorno antisocial de
personalidad) y probabilidad de cometer delitos en el futuro.

La personalidad sádica (I)

El término sadismo fue acuñado por Kraff-Ebing en 1898 para referirse a quien obtenía placer
infligiendo dolor en las relaciones sexuales. Actualmente el sadismo hace referencia tanto a
crueldad en las relaciones sexuales como en las sociales.

Se trata de un trastorno que afecta a todas las esferas psíquicas del individuo: la cognitiva, la
afectiva, la conductual y la interpersonal.

Cooke (2000) ha revisado el sadismo, no incluido en el DSM-IV, trastorno de gran interés


criminológico por su relación con la psicopatía y el asesinato en serie y describe a los sádicos
así:

 Conductualmente: carencia de autocontrol, irritabilidad, cólera ante


mínimas frustraciones. Empleo de violencia instrumental dirigida al
dominio y humillación.
 Interpersonalmente: son agresivos y crueles. Se muestran a menudo
irónicos y mordaces. Son controladores, amenazantes y
coaccionadores.
 Cognitivamente: manifiestan autoritarismo, intolerancia y tendencia al
prejuicio. Elevada sensibilidad ante lo que consideran burlas o desprecio
 Afectivamente: se asemejan a los psicópatas por la ausencia de empatía
y falta de remordimiento
La personalidad sádica (II)

El término sadismo no está incluido en el DSM-IV debido, posiblemente, a:

 La escasa investigación sobre el trastorno


 Temor a que los delincuentes puedan conseguir un trato penal
beneficioso si un diagnóstico psiquiátrico disminuyera o anulara su
responsabilidad criminal
El término aparece en la versión del DSM-III-R a modo de propuesta para investigación.

Cooke (2000) critica los criterios utilizados en el DSM-III-R en sadismo:

 Se pone demasiado énfasis en conducta y poco en pensamientos y


afectos
 Por ello el síndrome pierde capacidad diagnóstica
 Es fácil encontrarse con sujetos negadores que disfrutan con la agresión
En cuanto a la prevalencia:

 Cerca del 25% de los delincuentes sexuales y maltratadores de mujeres


podrían presentarlo
 Según Stone (1998) el 90% de los asesinos en serie y 3% en no
delincuentes
En cuanto a su comorbilidad:

 Parece que la relación más estrecha se da con psicopatía, trastorno


antisocial de personalidad y trastorno narcisista.

El sadismo sexual

El sadismo sexual es un trastorno reconocido por la APA. La característica esencial del sadismo
sexual es:

“experimentar intensa excitación sexual derivada de fantasías o conductas en los que


una persona es sometida a sufrimiento físico o psicológico”

Muchas personas “normales” tienen pensamientos o fantasías sexuales sádicas lo que es


aprovechado por la industria pornográfica para hacer negocio.

En criminología lo más relevante es el estudio de esos sujetos que pasan a la acción (necesitan
un mayor nivel de excitación que el que les proporciona sus fantasías sádicas) y:

 Obligan a la víctima a pronunciar palabras con significado especial para


el sádico
 Obligan a la víctima a llevar a cabo ciertos actos que le provocan
sufrimiento:
 Restricciones, latigazos, golpes
 Estrangulación
 Cortes, mutilaciones o torturas
 En casos extremos el sadismo puede desembocar en el asesinato

En el DSM-IV exige para el diagnóstico de sadismo sexual que los


síntomas causen deterioro significativo en la vida del agresor

El tratamiento de los delincuentes con trastornos de


personalidad
Tratamiento farmacológico
Útil en el manejo de cierta sintomatología y apoyo para la
psicoterapia
 Antidepresivos y ansiolíticos para sujetos con trastornos del grupo
BoC
 La hostilidad extrema del trastorno antisocial de personalidad
puede ser tratada con ansiolíticos y estabilizadores del humor (litio
o carmabazepina)
 Las ideas extrañas de las personas con trastornos del Grupo A con
antipsicóticos

Tratamiento psicosocial
Rice y Harris (1997) las intervenciones de tipo cognitivo conductual
han resultado ser las más eficaces.
 Habilidades sociales en pacientes del grupo A (con dificultades de
relación)
 Habilidades de vida (life skills) para pacientes del grupo B
(impulsivos y asociales)
 Manejo de emociones y cogniciones para pacientes del C (ansioso-
depresivos)

Principios específicos aplicables al tratamiento con delincuentes

 Principio del riesgo


La intensidad de la intervención debe programarse según el nivel de riesgo del sujeto y
atender a los factores estáticos

 Principio de la necesidad
Es necesario prestar atención a las necesidades “criminógenas” del sujeto o factores
dinámicos

 Principio de la individualización (o de la capacidad de respuesta)


La intervención debe adecuarse al estilo de aprendizaje del
delincuente y elegir aquellas que se presuma sean las más efectivas
EVIDENCIAS CRINIMOLOGICAS
PSIC. VASQUEZ SOLIS
TENDENCIA SOCIOLÓGICA

Al estudiar esta tendencia, con el objeto de evitar confusiones, nos corresponde hacer
ciertas aclaraciones:

1) Ya desde 1967-1968, el Profesor Ch. Debuyst en la Escuela de Criminología de


la Universidad de Lovaina, sostenía que no se podía hablar de una “Escuela
sociológica francesa” como se lo hacía con la “Escuela positiva italiana”, por la
sencilla razón de que esta posición francesa, si bien comportaba eminentes
sociólogos que han centrado su atención sobre el fenómeno criminal (siendo su
denominador común la actitud crítica con la que habían abordado las teorías
lombrosianas), esto no significa unanimidad de criterio entre ellos, sino que al
contrario mostraban diferencia de los más importantes sociólogos criminales
franceses.
Dentro de esta perspectiva dividía su análisis de la sociología criminal así:
primera mitad del siglo XIX con los aportes de Quetelet y Guerry, cuya
influencia ha sido importante en los positivistas Ferri y Garófalo, pero también
en Émile Durkheim y Gabriel Tardé y posteriormente citaba algunos de los más
importantes sociólogos criminales franceses.

2) En la línea de la Escuela de Lovaina y por razones cronológicas, me sumo a este


procedimiento; trato los sociólogos franceses, luego haciendo una selección por
autores, me refiero al enorme aporte sociológico en Criminología por parte de
los americanos, tanto por razones de espacio, tiempo, como y sobre todo lo
mejor comprensión del lector. Esto no significa desconocer las teorías que han
florecido en América: de las subculturas, del aprendizaje del comportamiento, de
la asociación diferencial y otras que son consideradas como sus variaciones; o
como las llama Bustos Ramírez: el funcionalismo, el interaccionismo simbólico,
de la reacción social, del etiquetamiento, entre otras.
3) Razones, las mencionadas, por las que agrupó, en una primera fase a los
franceses, bajo el título de “Algunas Manifestaciones”. Luego me refiero a la
criminología sociológica americana cuando digo: “Los más destacados en
Norteamérica”. Por último hago un pequeño recuento de lo acaecido en los
países socialistas.
ALGUNAS MANIFESTACIONES

1. Teoría Cartográfica (Quetelet y Guerry)

Para ser exactos tenemos que recordar el desarrollo de la estadística en la


primera mitad del siglo XIX y la aplicación de este método en el estudio de la
criminalidad.

El estadístico francés André M. Guerry (1802 - 1866), en 1833 publica “Essai


sur la statitisque morale de la France” y desde 1827, Lambert Adolphe Jacques
Queteler, belga (1796-1874), quien escribió en 1835 “Sur I´homme et le
dévelopementes de ses facultés, ou Essai de Physique Sociale”, en donde se refiere al
desarrollo del hombre físico y moral además comentaba las estadísticas de la
criminalidad en los Países Bajos.

Se nota en estos dos autores el interés de observar la forma como las infracciones se
reparten en las diferentes regiones.

Esta es la conocida corriente cartográfica introducida por Guerry (el que concedió
mucha importancia al factor térmico). Este método dio lugar a la elaboración de
hipótesis explicativas. Encontramos un ejemplo en la famosa ley térmica de la
delincuencia, que consiste en explicar las diversas clases de criminalidad por la
interdependencia entre los factores térmicos y climáticos (dependiendo de las estaciones
y las regiones, por ejemplo en primavera hay más delitos sexuales). Igualmente se
estudiará la repartición de las infracciones en el tiempo (V.G.: en invierno se cometen
mayor número de delitos contra la propiedad).
En cuanto a Quetelet, quien aplicó los estudios de estadística a las ciencias sociales,
escribió varios libros, siendo de importancia para nosotros, el antes citado “Sur I
´homme et le dévelopementes de ses facultés, ou Essai de Physique Sociale”, en él se
encuentran mapas topográficos y cuadros de cifras mostrando por región y
departamento el número de crímenes contra los bienes y las personas, el número de
suicidios en función de la edad, el sexo, los meses y estaciones, entre otros.

Vemos claramente que lo que llamó su atención, es la frecuencia con las que los mismos
crímenes se reproducen anualmente y en el mismo orden, que los instrumentos que
sirven para cometerlos se emplean en las mismas proporciones y que la repartición de
los crímenes en el año son prácticamente la misma cosa cada año.

Así Quetelet llega a las conclusiones siguientes:

“El delito es un fenómeno colectivo y hecho social que puede conocerse y determinarse
estadísticamente.” “Los delitos se cometen año tras año con absoluta regularidad y
precisión.”, “No interesa tanto averiguar las causas del delito,sino observar su
frecuencia.”, “Los factores que influyen como causas de la actividad delictiva son: el
clima, la pobreza, la miseria, el analfabetismo, etc.”. “La sociedad encierra en ella, los
gérmenes de todos los crímenes que van a cometerse. Es ella en cierta manera la que los
prepara, y el culpable no es sino el instrumento que los ejecuta”.

A pesar de lo que afirmará Ferri, estas comprobaciones no impiden a Quetelet admitir


las variaciones estadísticas ligadas a los factores sociales (ver la obra citada
“Sociología”, de Ferri-Primer Tomo, p.65).

“El número de crímenes puede disminuir si las causas sociales que los producen vienen
a cambiar… Entonces, aquello que a primera vista parece desalentador llega a ser al
contrario consolador, puesto que vemos que existe una posibilidad de mejorar a los
hombres modificando sus instituciones, sus hábitos, el estado de su lucidez, etc.”
A partir de estas concepciones, Quetelet anunciará las famosas leyes térmicas, que
debemos aclarar son válidas para el hemisferio Norte de Europa; en verano los delitos
contra las personas son la mayoría, porque las relaciones humanas se intensifican. En
invierno, existen más delitos contra la propiedad. En primavera se producen más delitos
sexuales (épocas de apareamiento).

Esto no significa que los principios de estas leyes no sean aplicables en otras regiones;
así, podemos anotar, que en nuestro país `Ecuador´, con regiones diferentes: Costa,
Sierra y Oriente, observaremos sin mucho esfuerzo, la diferencia de las estadísticas
criminales contra las personas y la propiedad. Los costeños más extrovertidos con un
clima propicio para permanecer fuera (más tendencia a la agresión personal). Los
serranos más introvertidos con un clima frío (presentan más delitos contra la propiedad).

Del Oriente, cuya población se encuentra en plena evolución, no podemos


pronunciarnos, por datos de prensa, con certeza sobre el tipo de criminalidad que
predomina.

Continuando con nuestro estudio diremos que:

“Las descripciones de Quetelet en las cuales el comportamiento delincuente se


encuentra ligado a factores sociales, no impide de ninguna manera al autor admitir la
noción del libre arbitrio a nivel de la conciencia individual.

En efecto, el libre arbitrio del hombre se borra y permanece sin efecto sensible cuando
las observaciones se extienden sobre un gran número de individuos.

Existen en una sociedad dada una tendencia general al crimen ligada a la estructuras
sociales, a los hábitos sociales, etc. Esta tendencia puede realizarse o no según las
circunstancias fortuitas (causas accidentales). El libre arbitrio desempeña el papel de
una de esas causas accidentales. Estas tienen efectos sensibles cuando se opera con
pequeños grupos pero desaparecen cuando se considera conjuntos suficientemente
grandes, pues las variaciones que de ellas se desprenden se hacen igualmente en un
sentido como en el otro, y sus efectos desde entonces tienden a anularse cuando el
número de observaciones es elevado” (obra citada supra).

Estos criminólogos estadísticos (pues por los trabajos realizados los podemos llamar
así), preceden en cuarenta años a los trabajos de Ferri, y como ya lo señalamos
anteriormente, han influenciado considerablemente sobre los autores como Durkheim y
Tardé, pero igualmente sobre Ferri y Garófalo.

2. Alexandre Lacassagne, Gabriel Tardé y Emile Durkheim en Francia

2.1 Alexandre Lacassagne (1843 - 1924)

Médico y biólogo francés. En esta calidad se preocupó profundamente por las


cuestiones judiciales. Fue profesor de medicina legal en Lyon. Sus escritos y la creación
de los “Archivos de Antropología Criminal” (su cofundador, René Garraud), conceden
un lugar importante la criminología de la Escuela Francesa, que presidida por él,
constituye una reacción a la teoría del criminal Nato de Lombroso. Escribió entre otros
libros, un “Compendio de Medicina Judicial” (Précis de médecine judiciaire), París,
Mason, 1878).

En la Introducción del libro antes citado 160, dice:

“La medicina no se ocupa solamente del estudio y de la sanación de enfermedades a las


que el hombre está sujeto, puede ser más útil poniendo sus conocimientos especiales al
servicio de la organización y funcionamiento del cuerpo social. Es así que los
legisladores, los magistrados, los administradores públicos recurren a sus luces o se
inspiran de sus consejos para elaborar o aplicar las leyes, para velar el mantenimiento de
la salud pública”.
A Lacassagne no se lo puede considerar como hombre de una sola disciplina. Poseedor
de una amplia preparación y fuertemente influenciado por Augusto Compte (1758-
1828), con quien comparte su admiración por François- Joseph Gall y otros frenólogos,
se interesa en muchos aspectos de la criminalidad. Sus logros nos permiten comprender
la originalidad de un pensamiento irreductible a los cánones de la sociología
contemporánea. En la explicación que él da de la delincuencia, concede un puesto
importante, sino esencial, a los factores sociales, sin que esto implique el rechazo de las
anomalías físicas ni mucho menos el de toda herencia criminal.

Aquí, daremos a conocer ciertas de sus ideas fundamentales. Inicialmente, diremos que
concede a la medicina un rol social, señalando que las numerosas relaciones de la
medicina con las diferentes legislaciones, constituyen la medicina política a la que él
reserva el nombre de la medicina legal.

Resaltando que la medicina legal y la justicia son las dos más grandes expresiones del
orden material y del orden moral.

Anotaremos, que en lo que se refiere a nuestra preocupación, es Lacassagne el primero


que de manera resuelta se opuso a Lombroso sobre estos aspectos, sobre todo en lo
referente al criminal nato y al carácter biológico-atá-vico de la criminalidad.

“Si las tesis de Lombroso deben prevalecer, los sabios pueden tomar medidas, relevar
los ángulos o los índices; pero el legislador o los hombres de estado no tienen sino que
cruzarse los brazos, o hacer construir prisiones, asilos a fin de acogerse a esos
malformados”

Como sostiene Debuyst, para Lacassagne lo esencial no es buscar los índices que
permitan dar el diagnóstico de criminal nato y tomar con respectos a él una medida de
eliminación. Lo importante es considerar al criminal en relación y en función del medio
social (entendiendo en un sentido más amplio; climático, físico y sobre todo humano).
Es decir que, al fatalismo que se desprende inevitablemente de la teoría antropológica,
opone la iniciativa social (es el segundo de los aforismos de su criminología).
Así, Lacassagne plantea el problema de la delincuencia en una forma que ha llegado a
ser clásica. El medio social es el caldo de cultivo de la criminalidad. El Microbio es el
Criminal, un elemento que no tiene importancia sino el día en que él encuentra el caldo
que lo hace fermentar (este es el primer aforismo de su criminología). Desde entonces
“el medio” viene a ser un reactivo capaz de actualizar los instintos antisociales presentes
en ciertos individuos antisociales presentes en ciertos individuos.

“El factor social y el medio en el que nosotros vivimos son muy importantes; estos
factores repercuten sobre todo en la parte occipital del cerebro. Si no hay equilibrio
perfecto, nos encontramos en presencia del vicio, del crimen, de la revuelta contra el
estado social. Lo que explica los crímenes provocados por la miseria. El estudio del
funcionamiento cerebral debe pues predominar, y es sobre esto que hay que sentar la
teoría de la criminalidad”

Se observa claramente. 1)Lo que sostuvimos antes de que Lacassagne no rechaza la


herencia criminal y 2) El ascendiente pasteuriano por el símil entre microbio y el
criminal, que deben encontrar el medio adecuado para desarrollarse.

El profesor Christian Debuyst considera que luego de esta toma de posición es muy
comprensible que para Lacassagne la Política Criminal cobre una importancia
considerable. La escuela sociológica, dice él tiene una actitud esencialmente
constructiva: se trata de detener el impulso de naturalezas viciosas actuando sobre el
medio defectuoso y suscitando reformas sociales, y en materia de política criminal no
deja de retomar en cuenta la vieja cantinela de los partidarios del “orden”.

Esto significa, según Debuyst, que se debe estudiar el medio criminal, tratado en su
globalidad, con el fin de ver cómo puede desencadenar el predominio de tal o cual
instinto. Y que a partir de un conocimiento tal, se pueda transformar este medio con
vistas a modificar el tipo de instinto puesto en aviso a crear nuevos hábitos; en una
expresión moderna, luchar contra la desorganización social.
Lo dicho anteriormente, sumado a su concepto (de Lacassagne) de que “la justicia
condena, la prisión corrompe”, explica que este pensador haya sido partidario de la pena
capital, si el estado de descomposición del grupo así lo ameritaba, desde luego sin dejar
de exigir un arreglo de las condiciones de ejecución de esta pena; no olvidemos que
sostenia que “la sociedad tiene los criminales que merece”.

Lacassagne, al parecer de Debuyst, llega a una conclusión amplia de la antropología:

“Era una apasionado de la evolución de las especies, pero la consideraba como


extremadamente limitada y por este hecho errónea una antropología morfológica. En
efecto, Lacassagne tropezaba con una concepción antropológica en Francia (que era la
de Broca y Topinard), que consistía en clasificar las especies y las variedades del género
humano a partir de una descripción morfológica. Según esta concepción los
antropólogos harían la historia del hombre como los zoólogos lo hacen para los
animales”.

“Frente a esta actitud, Lacassagne opone aquella que busca estudiar la evolución de la
humanidad a partir del examen de hechos biológicos y sociológicos, y que además
concede un lugar a la evolución de los sentimientos, los “instintos”, los “hábitos”. Sin
embargo sus apreciaciones entre la medicina y la sociología, su explicación socio
frenológica de la delincuencia, no tuvieron la repercusión deseada”

Como se sostiene en el artículo, “La criminología perdue d`Alexandre Lacassagne


(1843-1924)” . La biología, es un factor mesológico indispensable, para Lacassagne...el
lado biológico y lado social” son “los dos aspectos fundamentales de la criminalidad”
son las que “constituyen” los dos datos esenciales de la Antropología criminal.

Afirma que la antropología criminal está hecha sobre todo del estudio de las influencias
que se ejercen sobre el criminal y de aquellas reacciones de ese mismo criminal con
respecto de esas influencias; en esta perspectiva definirá a la “Antropología Criminal”,
como sigue: ella es el estudio de los caracteres anatómicos, de los fenómenos
biológicos, de las acciones sociológicos comunes y especiales a un grupo de seres
humanos reunido por un mismo lazo “el crimen”.

Nos hemos referido a lo más destacado de su obra, pues nuestra perspectiva se


encamina de esta manera, para poder citar otros autores cuyas teorías enriquecen la
corriente sociológica.

2.2 Gabriel Tardé (1843-1904)

Nació en Sarlat, Dordogne (Francia) y durante 15 años fue magistrado. Al contacto


directo con los delincuentes adquiere una experiencia humana real que marcará
considerablemente sus teorías filosóficas.

En 1880 entra en comunicación con T. A. Ribot, Director de la Revista Filosófica de


París, a quien enviará sus primeros artículos, los que tendrán un relativo éxito. Invitado
por el Ministerio de Justicia a preparar un trabajo sobre la organización de la estadística
criminal, en 1894 fue llamado a París para dirigir la Oficina de Estadística en el
Ministerio de Justicia. La relación directa con las estadísticas criminales vino a
completar el conocimiento que tenía de los problemas concretos e individuales
planteados por la delincuencia.

Fue opositor de la Escuela italiana, pero mantuvo buenas relaciones con sus
representantes. Fue Director de los Archivos de Antropología Criminal fundado por
Lacassagne; destacamos que fue uno de los más grandes opositores de Durkheim,
siendo célebres sus polémicas públicas.

Entre sus obras citaremos particularmente “La Criminalidad comparada” (1886),


“Filosofía Penal” (1890) y “La Leyes de la imitación (1890).

En “La criminalidad comparada'' se refiere “al tipo criminal”, “la estadística criminal”,
“problemas de penalidad” y “problema de criminalidad”. Sostiene en su “Prefacio” que:
“No le está permitido al criminalista de este tiempo el ser un siempre jurista
preocupado exclusivamente de los derechos sagrados del individuo y aplicando
consecuencias, con la lógica escolástica de un comentador civil, …, debe ser un
estadístico filósofo … no es malo que sea un poco alienista y antropólogo; …”.

Considera que:

“estadística, antropología, psicología, fisiología, son voces nuevas para renovar


el estudio del crimen y que la criminalidad comparada es en cierta forma la
“encrucijada” (p.8).

Se nota claramente la importancia que concede en el estudio del crimen, a la


Estadística, relevando la importancia de los estudios realizados a partir de la
Antropología, Psicología, Fisiología etc.). Entonces es fácil comprender que las ideas
criminológicas en Tardé, no son sino la aplicación de su punto de vista general en
psicología sobre todo en sociología, como tendremos la oportunidad de ver
posteriormente.

Para el efecto, nos referimos a su obra “Les lois de I’imitation” en el que


expresa con mucha claridad que: En materia social, se tiene bajo la mano, por un
privilegio excepcional, las causas verdaderas, los actos individuales, donde los hechos
son hechos, lo que es absolutamente traído a nuestras miradas en todo otra materia
(p.21). Igualmente se refiere aquí a los procesos psicológicos fundamentales, que según
él son: la invención y la imitación (que son el acto elemental-p.109) los que se
complementan con la lógica social.

Consecuentemente, la vida social según Tardé está hecha de descubrimientos


que son ganancia de certeza, o invenciones que son ganancias de confianza y seguridad,
que aseguran el proceso de desarrollo de los grupos y de imitaciones que aseguran la
continuidad y la estabilidad de los demás. Todo no es socialmente sino invención e
imitación, así lo expresa textualmente en su libro “lois de L'imitation”.
La invención, según el autor, está constituida por ideas nuevas siempre y que en
razón de esta novedad...las llama invenciones o descubrimientos (p. 21 de su libro).

Afirma que una invención no hace sino satisfacer o provocar un deseo; un deseo
se expresa por un dibujo y un dibujo que es un seudo-juzgamiento por su forma
afirmativa o negativa, encierra una esperanza o un miedo, la mayoría de veces una
esperanza, es decir un juicio verdadero (p.117).

Entonces, la invención, adaptación social elemental, por esencia es cosa personal


y supone que el individuo mira, al menos momentáneamente, por encima de los
“anteojos colectivos” (vistos desde muy arriba, perdidos de vista a decir verdad).

Aclara Tardé que por estos dos términos innovación o descubrimiento,


comprende una innovación cualquiera o un perfeccionamiento, por pequeño que sea,
aportado a una innovación anterior, en todo orden de fenómenos sociales, lenguaje,
religión política, derecho, industria, arte.

En todo caso, para renovar, el individuo debe escapar momentáneamente a su


sociedad y este hecho manifiesta algo extremadamente raro, que nosotros encontramos
en los seres geniales.

A las críticas recibidas, por este concepto, en su primera edición, en su segunda


edición replica así:

“Es cierto que he dado este nombre a todas las iniciativas individuales, no
solamente sin tener en cuenta de su grado de consciencia - pues frecuentemente
el individuo innova sin saberlo, y a decir verdad, el más imitador de los hombres
es de algún innovador - y además sin tener consideración de ninguna clase al
grado más o menos de dificultad y de mérito de la innovación… . Otros
descubrimientos, al contrario, son tan arduos que el feliz encuentro de un genio
que les alcanza puede ser mirado como una suerte singular entre todas y de una
importancia mayo”

Sin embargo, no debemos olvidar que toda invención es social, en efecto los cambios
graduales que aporta la introducción de este elemento nuevo en el cuerpo social parecen
seguir, sin discontinuidad visible, a los cambios anteriores de la corriente en la que se
incluyen, porque el inventor toma los materiales de un fondo de instrucción común, que
consiste en un enjambre de tradiciones del pasado, de experiencias no pulidas (brutas) o
más o menos organizadas, y transmitidas por imitación por el gran vehículo de todas las
imitaciones, el lenguaje.

Cada cosa social, es decir cada invención, cada dcscubrmiento tiende a extenderse en su
medio social. Tardé recuerda a este propósito que cada invención viene a su hora. Todos
los progresos sociales se dan por eliminación, es decir, se dan en duelos que se
afirman, se niegan y se enfrentan; luego uno es sustituido por otro; pronto se ayudan
entre ellos y se acumulan.

Posteriormente la invención se hace social por sus efectos (y como por accidente) está
destinada a ser imitada, ya sea espontáneamente o por fuerza. selectivamente o
inconscientemente, más o menos rápidamente, pero con paso regular.

Dice ast:

“todas las similitudes se deben a repeticiones” “...Todas las similitudes de origen


social, que se observan en e1 orden social, son el fruto directo de la imitación
bajo todas sus formas, imitación-costumbre, o imitación-moda, imitación simpatía
o imitación obediencia, imitación instrucción o imitación-educación, imitación
inocente o imitación reflexiva. etc."
Sostiene Tardé que: el ser social en tanto que social, es imitador por esencia y
que la imitación funge en las sociedades un papel análogo a aquél que la herencia en
todos los organismos…”(p. 26); entonces manifiesta: que al preguntarse ¿qué es la
sociedad?, ha respondido: "es la imitación; y que al preguntarse qué es la imitación,
muy a pesar de entender por imitación toda impresión de fotografía interespiritual, por
así decir que sea querida o no, pasiva o activa, cree que para dar una respuesta, debe
ceder la palabra al psicólogo (p. 65 de su obra).

A partir de aquí, considera que la imitación (lazo social, hecho social elemental),
se debe analizar en los siguientes niveles:

A nivel individual, la imitación es ante todo un hecho individual en el sentido de que


nos imitamos nosotros mismos en base de la memoria. Dice: Así. todo acto de
percepción., en tanto que implica un acto de memoria, es decir siempre, supone una
suerte de hábito, una imitación inconsciente de sí mismo por sí mismo (p. 66 de su
obra). El Profesor Debuyst de Lovaina, nos aclara: la experiencia vivida del “YO”
(como aquella de una cierta continuidad personal). resulta según Tardé de un proceso de
auto-imitación.

A nivel social, cuando el modelo que imitamos es dado por otro, Tardé lo
explica, como sigue:

“Pero si la idea o la imagen rememorada ha sido depositada originariamente en


el espíritu por una conversación o una lectura, si el acto habitual ha tenido como
origen la vista o el conocimiento de una acción análoga de otro, esta memoria o
este hábito son hechos sociales al mismo tiempo que psicológicos; he ahí la
especie de imitación de la que tanto he hablado anteriormente. Esta no es una
memoria y un hábito individuales, sino colectivas” (su ob...p.66.67).
Aquí se insertan los fenómenos de la moda, las costumbres, entre otros, a los que se
refiere en páginas anteriores (p.29 en adelante). El estudio de este hecho social, según
Christian Debuyst -Prof. Lovaina-, da lugar a lo que Tardé llama u1t.a inter-psicología
que la define como Estudios de los fenómenos del YO impresionado por un otro YO.

Vemos que Tardé parte de una perspectiva psicológica para abordar los hechos sociales
y en esta medida, según expresa el Profesor de Lovaina antes mencionado, su
perspectiva se opondrá a aquella que tomará Durkheim.

Leyes de la imitación: Tardé considera que: Todos los actos importantes de la vida
social son ejecutados bajo el imperio del ejemplo. A partir de la explicación sobre la
fuerza y las formas de la imitación, da un cierto número de leyes generales de la
imitación (p. 37 en adelante del libro citado) que se encuentran magistralmente
resumidas por Debuyst; estas leyes nos permiten comprender mejor los aspectos de la
criminalidad, pues según su autor son aplicables a todo otro aspecto de las sociedades.

Un hombre imita a otro en proporción de la frecuencia de los contactos que tiene con
ese otro. Debemos distinguir aquí dos tipos de situación:

1. Entre la gente y en las ciudades, los contactos son frecuentes y múltiples, la vida
es excitante. Los fenómenos de imitación serán máximos, pero también poco
estables. Lo que dominará aquí será la moda.

2. Al contrario en los campos, los contactos permanecen quizá frecuentes, pero se


reducirán a un número de personas muy limitado. Los grupos serán estables y la
imitación se manifestará bajo la forma de respeto y tradición.

Entonces según la frecuencia de los contactos y según su estabilidad, esta


reacción social elemental que nosotros llamamos imitación, será bien moda o respeto
a la tradición.

Tardé aplica esta ley a la criminalidad (a partir de la p. 40 de su libro). El


crimen, como todo comportamiento social, puede ser el objeto de una moda; cuando se
incrusta en ciertos medios que viven encerrados en sí mismos, puede hacerse hábito,
una tradición que se transmite (es su 1ra. ley).

Una nueva ley (2da.) comporta el sentido en el que se da la imitación:


habitualmente el superior influye sobre el inferior; a quel que tiene prestigio,
influencia sobre aquel que está impresionado por el prestigio.

Es así como desde el punto de vista de la criminalidad, Tardé muestra que las
modas criminales parten de una gran ciudad -de la capital, para extenderse luego a la
provincia-. Indicando en la época en que él vive, que uno de los países más admirado
por su fuerza y vitalidad, es los Estados Unidos, los comportamientos delincuentes que
tienen lugar en ese país son imitados en Europa. De la misma manera, cuando se toma
un punto de vista histórico sobre la delincuencia, comprobamos que lo que llamamos
una actividad delincuente, anteriormente era el comportamiento “normal” de los
príncipes que obraban como verdaderos bandidos. Tales comportamientos se transmiten
de la clase social superior a las clases sociales inferiores.

Otra ley será la inserción (3ra.): cuando dos modas exclusivas se oponen, la una
a la otra, una de ellas tiende a sustituir a la otra, es decir, cuando la una se impone, la
otra tienen naturalmente a declinar, a desaparecer.

El mismo Profesor Debuyst nos alerta sobre el hecho de que estas leyes de la imitación
presentan un inte´´es limitado; pero que sin embargo pueden ser traducidas en un
lenguaje más actual y que las descripciones de Tardé anuncian las teorías de Shaw y de
Sutherland.

Entro los libros escritos por Tardé y que son de nuestro interés está: “La
philosophie pénale”. En el prólogo de esta obra se destaca su preocupación por la
problemática de la responsabilidad. Tardé se pregunta ¿En qué condiciones y en qué
medida el individuo es responsable de sus actos nocivos a sus conciudadanos?, y
manifiesta que esta cuestión tan simple, que es el punto fundamental de la penalidad,
aparece como insoluble y cree que esto se debe a la equivocación de hacer reposar la
responsabilidad sobre la noción del libre arbitrio: es un prejuicio pensar que el libre
arbitrio (que no recubre un hecho verificable, pero sí una posibilidad o una fuerza
latente) es el fundamento esencial de la responsabilidad moral.

Consta del “Rapport sur la XI question”, Sobre la responsabilidad moral, por M.


Tardé juez de instrucción en Sarlat (Dordogne), lo que anotamos a continuación:

“Si la responsabilidad moral supone necesariamente el libre arbitrio … Pero esta


asociación de ideas, que no justifica nada teóricamente, y que, prácticamente,
conduce a las absoluciones las más escandalosas, a indulgencias las más
peligrosas del jurado de los tribunales y de la opinión, a medida que la fe en el
determinismo se extiende, lo elevado de la ciencia en el público, reclama se
termina. De una parte, es imposible basar por más tiempo la noción de
culpabilidad sobre esta hipótesis, que un hombre al momento que cometió un
crimen en tales circunstancias internas o externas determinadas, pudo haber
obrado en otra forma. De otra parte, no es menos imposible y sería mucho más
deporable aún expulsar de nuestras consciencias la idea de culpabilidad, y por
positivistas que se sean, se tiene la necesidad de creer un hombre culpable para
juzgarlo punible.

Qué hacer?. El problema es arduo y urgente...?”.

“... Para mala suerte, la reforma o la refundición de los prejuicios morales, sobre
todo tan enraizados como el que tratamos, si prejuicio hay, es la más laboriosa
de las transformaciones...hay alguna esperanza que se cumpla si se llega a
demostrar claramente el público dos cosas: ... ; en segundo lugar; la
imposibilidad absoluta de dar un sentido positivo a las ideas de culpabilidad y de
marchitamiento moral, al ser rechazado el libre arbitrio. Ahora bien, me gustaría
que se demuestre y que se acredite el primer punto, pero no el segundo, si al
menos como yo espero probarlo, la responsabilidad moral ha tenido siempre,
históricamente, en la consciencia humana, y racionalmente debe tener siempre
un fundamento distinto al del libre arbitrio”.
En cuanto a la Teoría de la Responsabilidad Moral, encontramos en el libro “La
philosohie pénale”, lo siguiente: para apreciar la responsabilidad de alguien, es
necesario tener en cuenta dos factores:

1) La identidad personal: “Todo lo que veo neto aquí, es que en la medida en la que
se aviva la consciencia de nosotros mismos, de nuestra personalidad, no digo de
nuestra libertad, la preponderancia de las causas interiores, que son nuestras,
sobre las causas exteriores, crecen ciertamente”.
2) La similitud de modelos sociales: “Una condición indispensable, así pues, para
que el sentimiento de la responsabilidad moral y penal se despierten, es que el
autor y la víctima sean y se sientan más o menos compatriotas sociales, que
presenten un número suficiente de semejanzas, de origen social, es decir
imitativos”.

Como dirá el Profesor Debuyst, el individuo para Tardé no puede ser considerado como
responsable, sino en la medida en que él interioriza los mismos modelos sociales que
aquellos que tienen lugar en la colectividad que impone las leyes; dando como ejemplo,
el caso de un esquimal que llega a París, y que comete un acto permitido en su lugar de
origen, pero prohibido en su nuevo medio del que desconoce las reglas.

2.3 Emilio Durkheim

Emilio Durkheim nació en Epinal, Francia, en 1858. Era miembro de una prominente
familia judía; su padre era rabino, por lo que inicialmente pensó en la carrera religiosa,
idea que abandonó y después de terminar los primeros estudios en su ciudad natal fue a
París, ingresó en la Escuela Normal y después de viajar y de enseñar filosofía en varios
liceos, fue nombrado profesor de la Universidad de Bordeaux (Burdeos, 1887).

En 1893 se doctoró en filosofía en la Universidad de París, cooperando a la formación


del Instituto Internacional de Sociología. L'Année Sociologique, revista básica en la
historia de la sociología fue fundada por Durkheim en 1898.
En 1902 obtuvo la cátedra de "Ciencias de la Educación" en la Universidad de París,
que a partir de 1913 sería la cátedra de Sociología (Educación y Sociología) que
ocuparía hasta su muerte en 1917.

Fue casado y tuvo 2 hijos. Su obra principal se compone, entre otras, de: De la división
del trabajo social.'"^ Las reglas del método

sociológico,^''^ y El suicidio.^^

2.3.1 El Crimen, fenómeno normal

El punto de partida de la teoría de Durkheim es el hecho social, considerado como


cualquier sistema o fenómeno generalizado en todas las sociedades de tipo individual,
en un particular estadio de su desarrollo.

Un fenómeno que responda a estas características debe ser considerado científicamente,


como normal; la normalidad para Durkheim es un estado de hecho, no un juicio moral o
filosófico; es una conclusión estadística.

El delito debe ser aceptado como un hecho social, como parte integrante de una
sociedad, el cual no puede ser eliminado con un acto de voluntad. Por lo tanto, el delito
es un hecho normal, no deduciéndose de esto que el criminal como individuo sea
siempre normal desde un punto de vista biológico o psicológico. Cualquier sociedad
normal siempre ha tenido algunos individuos anormales.

Hacer del crimen una enfermedad social, dice Durkheim, sería admitir que la
enfermedad no es cualquier cosa accidental, sino al contrario, deriva en ciertos casos de
la constitución fundamental del ser viviente.

Sin duda, puede darse que el crimen en sí mismo tenga formas anormales, esto es
cuando se llega, por ejemplo, a una tasa exagerada. Lo que es normal, es simplemente
que haya una criminalidad, siempre que ella no rebase, para cada tipo social, un cierto
nivel.''*'

La teoría de Durkheim es importante porque nos lleva a la comprensión del fenómeno


criminal dentro del contexto cultural, pero aquí es necesario hacer varias aclaraciones.
El gran error de Durkheim es exactamente la médula de su doctrina: Considerar al
crimen como algo normal. Las críticas que ha recibido, de Pinatel por ejemplo, han sido
en el sentido de que confundió dos aspectos: el sentido de constancia estadística, con el
aspecto de normalidad.

Por normalidad debe entenderse, en el sentido estadístico que señala Durkheim, aquello
que se acerca más al término medio en una gráfica de distribución; puede interpretarse
como lo más frecuente dentro de una muestra.

Así, en una normalidad no moral o filosófica, sino estadística, sería normal el crimen si
fuera la conducta más frecuente en la sociedad, si la mayoría de las conductas fueran
criminales.

Afirma Durkheim que, en primer lugar el crimen es normal porque una sociedad que
estuviera exenta de él es a todas luces un hecho imposible, y agrega que si hay un hecho
en el que el carácter patológico parece incontestable, éste es el crimen, todo mundo pa-
rece estar de acuerdo en esto, pero en todas partes existe criminalidad; cambiará de
forma, cambiará de intensidad, pero siempre "ha habido hombres que se conducen de
manera tal que atraen sobre ellos la represión penal".

El crimen no es ni puede ser un fenómeno normal, es un fenómeno constante, y por


desgracia lo encontramos en todo tipo y en todo lugar, pero es grave confundir
constancia con normalidad. Si encontramos que en todo tiempo y en todo lugar hay
enfermedades, no podemos decir que la enfermedad sea algo normal, podemos decir que
la enfermedad es algo constante. Igualmente el crimen debemos considerarlo como una
verdadera enfermedad social.

Las críticas fueron abundantes para Durkheim, él mismo llegó a reconocer que, en
algunos casos los índices excepcionalmente altos de delito, principalmente en la
moderna sociedad industrial, pueden ser patológicos y podrían considerarse anormales.

Hay que distinguir lo normal de lo anormal, porque lo normal hay que conservarlo y
fortalecerlo, lo anormal hay que eliminarlo y combatirlo; si no hacemos bien clara esta
diferencia caeremos en el error grave de pensar: si lo normal es el crimen, o si el crimen
es normal y en una sociedad no hubiera crimen, debemos de crearlo, provocarlo,
inducirlo, porque es lo normal, y así normalizar esa po- bre sociedad enferma, anormal,
sin crimen.

2.3.3 Utilidad del Crimen

Pero Durkheim va mucho más allá en su razonamiento, así, en Las Reglas continúa
diciendo que, clasificar el crimen entre los fenómenos de Sociología Normal, no es
solamente decir que él es un fenómeno inevitable, aunque indeseable, debido a la
incorregible maldad de los hombres; esto es afirmar que es un factor de la salud pública,
una parte integrante en toda sociedad sana.

El delito está ligado a las condiciones fundamentales de toda la vida social, y por esto es
útil, porque las condiciones de las cuales forma parte son ellas mismas indispensables a
la normal evolución de la moral y del derecho. Sin las desviaciones no se puede
verificar ni adaptaciones, ni evolución, ni progreso; sin este fenómeno la sociedad no
podría sobrevivir»,

El crimen es por lo tanto necesario: está ligado a las condiciones fundamentales de toda
la vida social, pero por ello mismo él es útil; estas condiciones, en las que el crimen es
solitario, son indispensables a la evolución normal de la moral y del derecho.

La libertad de pensar de la cual nosotros gozamos actualmente, no hubiera sido jamás


proclamada si las reglas que las prohibían no hubieran sido violadas antes de ser
solemnemente abrogadas. La filosofía libre ha tenido por precursores a los herejes de
toda clase que el brazo secular había justamente golpeado.

El razonamiento de Durkheim es apasionante, sin embargo debemos aclarar que


identifica desviación con crimen; nosotros no creemos que toda conducta desviada es
antisocial. Además, no podemos aceptar que, así como la cultura produce arte, ciencia,
derecho, produce también crimen.

Aquí el término "cultura" está tomado en un sentido excesivamente amplio. Nosotros


tenemos un gran respeto por la cultura, y la consideramos al estilo shilleriano, como una
categoría del ser, no del conocer.

Si la cultura es, ante todo, creación, afirmación y cristalización de valores, el crimen es


exactamente lo contrario, es contradicción, es destrucción, es negación de valores, el
crimen es anti-cultura.

No podemos hablar de "valores negativos" (que sería el caso del crimen), pues esto es
un barbarismo; existen los valores, y existen cosas, acciones, ideas que pueden ser
valiosas, y otras que carecen de valor, pero no existe el "valor negativo", éste es
simplemente la inexistencia del valor.

El crimen no puede ser producto de la cultura, pero sí es obligatorio estudiar el crimen
dentro de un contexto cultural, que son dos cosas diferentes; el crimen efectivamente no
podemos analizarlo fuera de las corrientes sociales, porque entonces nos quedamos con
una especie de crimen aislado, de crimen químicamente puro, el cual no podremos
explicar con todas sus consecuencias. En última instancia, la menor o mayor cultura de
un individuo o de un pue- blo va a determinar la mayor o menor criminalidad, depende
en mucho del tipo cultural, van juntos, no es que uno sea producto del otro, sino que
uno tiene que explicarse en función del otro; creemos que vista en esta forma, la idea es
una de las principales aportaciones de Durkheim a la Criminología.

Más interesante aún es la conclusión de Durkheim a su razonamiento:

Los hechos fundamentales de la Criminología se presentan a nosotros bajo un aspecto


enteramente nuevo. Contrariamente a las ideas corrientes, el criminal no aparece más
como un ser radicalmente insociable, como una suerte de elemento parásito, de cuerpo
extraño e inasimilable, introducido al seno de la sociedad; es un agente regular de la
vida social.
2.3.4 Crimen y Pena

Es sabido que Durkheim define el crimen en función de la pena, y esto aclara muchos
de los puntos de la teoría, así nos dice: “Nosotros damos este nombre a todo acto que,
en un grado cualquiera, determina contra su autor esa reacción característica que se
llama la pena”.

El afirmar que un acto es criminal cuando él ofende los estados fuertes y definidos de la
conciencia colectiva, no expresa la propiedad esencial del crimen, sino una de sus
repercusiones; la naturaleza criminal del acto queda todavía a definir.

No se puede decir que un acto lastima la conciencia común porque él es criminal, sino
más bien que él es criminal porque vio lenta la conciencia común. "Nosotros no lo
reprobamos porque él es un crimen, sino que él es un crimen porque nosotros lo
reprobamos."

La pena consiste esencialmente en una reacción pasional, de intensidad graduada, que la


sociedad ejerce por el intermedio de un cuerpo constituido, sobre aquellos miembros
que han violado ciertas reglas de conducta.

Cuando nosotros reclamamos la represión del crimen, dice Durkheim, no somos


nosotros los que nos queremos personalmente vengar, sino que alguna cosa sagrada que
sentimos más o menos confusamente fuera y dentro de nosotros."

La reacción tiene un carácter social, y deriva de la naturaleza social de los sentimientos


ofendidos. Estos se encuentran en todas las conciencias, todo el mundo reacciona contra
el ataque. "No solamente la reacción es general, sino que ella es colectiva, lo que no es
la misma cosa; ella no se produce aisladamente en cada uno, sino con un conjunto y una
unidad".

Ahora bien, si el crimen es normal, si no tiene nada de morboso, sí no es una


enfermedad, Durkheim concluye que la pena no es una "medicina" que sana una
"enfermedad", sino que su función es muy diferente, veamos como resuelve el
problema:
Aunque la pena procede de una reacción mecánica, de movimientos pasionales y gran
parte irreflexivos, no deja de jugar un papel útil. La pena no sirve, o no sirve más que
secundariamente, a corregir al culpable o a intimidar a sus posibles imitadores; para este
doble punto de vista su eficacia es justamente dudosa y, en todo caso, mediocre. "Su
verdadera función es la de mantener intacta la cohesión social manteniendo en toda su
vitalidad a la conciencia común".

Siendo un producto necesario de las causas que lo engendran, este dolor no es una
crueldad gratuita, es el signo que atestigua que los sentimientos colectivos sean todavía
colectivos, que la comunión de los espíritus en la misma fe está todavía entera, y por lo
tanto, la pena repara el mal que el crimen ha hecho a la sociedad.

2.3.5 La Anomia

En su clásica obra El suicidio, Durkheim clasifica el suicidio en tres tipos diferentes:

a) El egoísta, con una excesiva afirmación del ego, el yo individual se afirma con
exceso frente al yo social.

b) El altruista, es por el contrario una despersonalización, y tiene como causa el espíritu


de renunciamiento y de abnegación.

c) Anómico, caracterizado por la ausencia de normas de conducta claramente definidas


en el sujeto que se priva de la vida.

De aquí parte la teoría de la Anomia que será después tan desarrollada por autores como
Merton.

Durkheim reconoce dos formas de Anomia:


a) Anomia aguda, producida en casos de rápido y violento cambio social, en los cuales
las reglas tradicionales son eliminadas y los individuos y las clases pierden su lugar y su
proporción.

b) Anomia crónica, que surge al aceptarse indiscriminadamente la doctrina del progreso


más rápido y despiadado, en la que las relaciones industriales y comerciales quedan
libres de todas las restricciones.

2.3.6 La Prevención

A pesar de considerar al crimen como normal y útil, Durkheim lo califica de


"indeseable", y aunque no expone una teoría de prevención, como lo hiciera Ferri, si da
algunas ideas que son interesantes y exponemos a continuación.

Para que en una sociedad los actos reputados criminales pudieran cesar de ser
cometidos, haría falta que los sentimientos que ellos lesionan se encontrasen en todas
las conciencias individuales sin excepción y con el grado de fuerza necesaria para
contener los sentimientos contrarios.

Cuando el sentimiento social contra el crimen se hace más fuerte, al punto de hacer
callar en todas las conciencias la pendiente que inclina al hombre al robo, el hombre
será más sensible a las lesiones que hasta ahora no le tocaban más que ligeramente;
reaccionará contra ellas con más vivacidad, serán el objeto de una reprobación más
enérgica que hará pasar algunas de entre ellas de simples faltas morales al estado de
crímenes. Ya que no puede haber una sociedad donde los individuos no diverjan más o
menos del tipo colectivo, es inevitable también que, dentro de estas divergencias haya
quien presente un carácter criminal.

Lo que cuenta no es en realidad la importancia intrínseca de estas divergencias, sino la


que les dé la conciencia común.
Bibliografía

Sacot, P. (2016). “Introducción a la Criminología”. Quito: Corporación de Estudios y


Publicaciones (CEP).

Rodríguez, L. (1981). “Criminología”. México: Porrua S.A.

CONCEPTO Y TIPOS DE VIOLENCIA

Si buscamos en la etimología del término violencia en Latín (y en Griego es


igual)-(violentia = violencia, carácter violento o feroz-salvaje-; muodes = musculado,
provido de fuerza; bia (biae) que significa fuerza vital)-, encontramos que en el centro
de la noción de violencia, está la idea de una fuerza, de un poder natural, cuyo ejercicio
contra algo o alguien, le da ese carácter violento. Aquí obtenemos la base para aceptar
la existencia de algunos tipos de la misma.

Así Alfred Rifkin, señala tres tipos: 1) Aquella producida por la cólera
(instintiva), 2) un tipo, en el que el aspecto significativo es el acto violento más que el
sujeto del ataque; lo que nos puede llevar a aceptar, que en forma general la violencia
puede entenderse como, “La utilización de la fuerza física o moral; y, 3) un tipo en el
que el aspecto significativo es la destrucción del objeto y la violencia un instrumento
requerido para alcanzar la meta.

De lo mencionado, surge una posible explicación al hecho de que si bien es muy


fácil emplear el término “violencia”, es muy difícil al contrario precisar lo que se
entiende por el mismo. Sin embargo, alrededor de lo expuesto, la capacidad de reflexión
científica del hombre ha posibilitado la elaboración de múltiples conceptos de violencia.

Por esto, existen unos que intuyen la violencia con referencia a los impulsos
innatos específicamente individuales, hay aquellas que la consideran como esta fuerza
natural utilizada contra otros que hace el carácter violento (son juzgamientos de valor),
y por fin, los que al constatar la presencia de la violencia, esta es “definida y
comprendida en función de los valores que constituyen lo sagrado del grupo de
referencia”; por consiguiente, algunos hacen de la presencia de la violencia a través de
los siglos, una ley en el cambio de la Historia.

Conforme a lo aseverado, podemos aceptar que “la violencia es la base de la


discordia entre los hombre” y, que como “las causas de la discordia son múltiples: la
competencia, el desafío, la gloria” (Thomas Hobbes - Leviatán), “Ganarse un clima de
seguridad por la defensa y en fin ser alguien”, la violencia vista así, se convierte en el
motor de las transformaciones sociales (en un instrumento para alcanzar una meta).

Se puede, en igual forma, asentir que hay diferentes clases de violencia:


Individual (de un hombre contra otro); colectiva (de un grupo contra un individuo o
contra otro grupo), del Estado (cuando no puede dar respuestas mínimas de realización
para las que se compromete para con los grupos sociales; Es decir que el sistema no
tiene capacidad para atender con criterio de justicia las necesidades del grupo);
estructural (cuando las condiciones de vida socio históricas dificultan las formas de
vida, que son consideradas como injustas, violentas, por los grupos mayoritarios de la
sociedad), y todo esto, a partir de los diferentes conceptos de violencia que se asuman.

VIOLENCIA SOCIAL

Finalmente, acordamos conforme a lo investigado, que no hay un saber universal


sobre la violencia y aceptamos que cada grupo social presenta diferentes formas de
violencia según sus propias exigencias y el afán de encontrar un equilibrio; un ejemplo
que sustenta lo dicho, y que se refiere a nuestros antecedentes grecolatino, lo tenemos
claramente establecido en el libro citado supra “La Grecia Antigua contra la violencia”,
en el que podemos apreciar, que cuando la sociedad es teocrática, la violencia es
producida por los Dioses, la que poco a poco va evolucionando de conformidad con el
desarrollo de la autoconciencia del hombre sobre el problema de su existencia y con los
criterios de organización social que aparecen, al tiempo que nace el ideal de rechazo a la
violencia.

Podemos afirmar entonces, que la violencia social es la producida y soportada


por los seres humanos dentro de una organización social; y, de forma objetiva diremos
que cuando el hombre se relaciona con otros seres vivos, en busca de equilibrio, si bien
trasciende al aislamiento, crea relaciones tanto consensuales como conflictuales, lo que
produce grupos de oposición que producen violencia, la que sólo será controlable
cuando se someten todos a una organización o poder establecido; en la actualidad, esta
organización o poder establecido; en la actualidad, esta organización social es sin duda,
la llamada “Estado”.

Empero, el Estado también instaura diferentes expresiones de violencia, las que


pueden concretarse en hechos visibles, cuantificables, pero que igualmente pueden
mantenerse latentes, acumulándose en tal forma que pueden estallar en situaciones de
gran inestabilidad. Entonces, la violencia está en la base, y forma parte de las
sociedades.
Por lo tanto, no debe sorprendernos, que en el siglo XX y lo que va del siglo
XXI (épocas de la información visual diaria de la violencia) algunos autores hablen de
varias formas de presentación de la misma, así por ejemplo: de violencia sociopolítica,
que no hace referencia sino a las desigualdades que se dan por la incapacidad del Estado
de cubrir las necesidades comunes, o de producir bienes que son absolutamente
necesarios para la vida. En forma similar, se habla de una violencia tercermundista, en
donde se ve claramente que el crecimiento desmesurado de las poblaciones, hace
imposible que se cumplan con los objetivos de respeto a los seres humanos (poder
desigual y oportunidades de vida distintas), convirtiéndose los Estados en los más
grandes productores de violencia.

Johan Galtung, en su obra “Sobre la Paz”, dice que “la violencia está presente
cuando los seres humanos se ven influidos de tal manera que sus relaciones efectivas,
somáticas y mentales, están por debajo de sus realizaciones potenciales”. Es decir que la
diferencia entre lo que potencialmente requiere la realización de un ser humano o grupo
frente a lo que efectivamente se le proporcione para esta realización por parte de la
organización social, es violencia social.

La violencia social así entendida, tiene múltiples causas que son a su vez
esencialmente sociales: situaciones políticas, económicas, culturales, religiosas, raciales.
Estas causas son igualmente ingredientes de la conformación histórica de las
sociedades.

Todas estas, y otras causas, dan lugar a otras formas expresiones violentas, como
la económica, cultural, religiosa, racial, y aún la estructural (“defecto socialmente
modelado” explicado por Spinoza, en su “Ética” y retomado por Eric Fromm en su obra
ética y Psicoanálisis), las que se insertan dentro de las formas de “violencia social”.

No debemos olvidar que esta violencia producida por los Estados, puede ser a
veces canalizada por la propia organización social, pero otras veces, en una segunda
instancia, provocar respuestas violentas que en ocasiones son necesarias y en otras
deben ser rechazadas, por lo que debemos aceptar y convenir que la violencia puede ser
considerada como constructiva en unos casos y como destructiva en otros (violencia
residual insuperable), para cuyo control, los Estados se ven obligados de buscar otros
caminos que los ofrecidos por la propia organización social.

USOS DE LA VIOLENCIA

A este nivel de explicación, nos concretamos en el estadio de la violencia que es


específica de la especie humana, la que se da en respuesta a sus necesidades
existenciales “violencia en sociedad”, que es la producida y soportada por los seres
humanos dentro de una organización social y que tiene una serie de connotaciones
especiales; pues es la que se origina en cada persona frente a su grupo y en cada grupo
en función de la socialización y dentro de una normativa social comúnmente
aceptada cuestionada o rechazada. Pues estamos convencidos de que depende del uso
que se haga de la violencia, dentro del grupo social, para que ésta sea constructiva o
destructiva.

Lo sostenido en líneas anteriores ha sido reconocido aún por los más ardientes
condenadores de la violencia, por ejemplo Georges Gusdorf, quien dice “Hay
situaciones extremas, que por el honor del género humano, la insurrección viene a ser
un deber sagrado. Es así como se señala la posibilidad de una buena violencia al lado de
la mala”.

¿Cómo podemos diferenciar la una de la otra?. Para el efecto, recurriremos a lo que la


Historia nos enseña, por ejemplo: “Que la libertad, o dicho de otra forma, que la
voluntad y decisión del hombre, están sobre el cumplimiento de un rígido esquema de
causalidad social”, lo que puede producir violencia (levantamientos, revueltas), aquí nos
encontramos frente a una utilización constructiva de la violencia.
De otro lado, es evidente que se camina sin contar con lo que hacemos ahora y en
forma determinada hacia estructuras sociales más avanzadas por tanto mientras se
prevé, canalice y solucione la violencia por los mecanismos propios con los que cuenta
la organización social y que se expresan como violencia consentida a los Estados,
porque se absorbe supera y aún se progresa a partir de ella, no hay violencia social
destructiva (negativa).

No podemos dejar de anotar que existe también una violenci omnipresente en el


mundo actual, las guerras (las que hacen estragos “sin trabas”), están presentes con sus
violencias, (se lucha por el poder, por la gloria, por el dinero) pues en efecto en ellas se
cuenta en números significativos muertos, heridos e implican cada vez más a los civiles.
No podríamos considerar a esta violencia, sino como destructiva; sin embargo esta
valoración, depende del punto de vista de los involucrados.

Las guerras civiles: “matanza de los ciudadanos entre sí”, la peor violencia en el
orden político, la calificamos como la violencia más destructiva del orden social, al
igual que el terrorismo, como fuerza destructiva de los grupos sociales y que hoy
desgraciadamente, es utilizado dentro de los comportamientos políticos; todo esto, sin
lugar a dudas es preocupación del grupo social, como lo es también, el índice de
suicidios a veces masivos, autolesiones que convulsionan particularmente al mundo
moderno.

Empero lo que constituye el núcleo del estudio por nosotros emprendido, es la


relación entre violencia y crimen o delito; para contextualizar la violencia de la que se
encargan todo la Criminología como el Derecho Penal.

VIOLENCIA CRIMINOLÓGICA - PENAL

El Psicólogo Helmuth Ostermeyer, en actitud crítica, sostiene que:


“La sociedad crea Estados que hacen agresivos a los hombres y esa agresividad
se descarga en la misma sociedad, la que les facilita canales mediante la
competencia laboral, trato displicente a parientes y subordinados, deporte,
espectáculos, o se disuelve mediante somníferos y tranquilizantes, o se disuelva
en la fantasía (novelas, films policíacos, noticias judiciales, etc). Otra parte se
reprime y produce tóxico-dependencias, enfermedades, neurosis.

El resto de respuesta violenta se traduce en conductas criminales, que a veces no


se conocen y no producen reacción social y a veces se conocen, identifican al
autor y termina con la imposición de la pena, en la que se consume el resto de la
agresión de la sociedad no ha logrado disolver.”

(Extracto resumido del Profesor Zaffaroni, por la autora).

Como lo expresa el Profesor López Rey el objeto de mayor preocupación, aún antes
del nacimiento de la Criminología, ha sido la relación entre violencia y crimen;
nosotros precisaremos que es la relación entre “crimen y violencia como fuerza
destructiva”, la que hoy constituye un “problema criminológico” en expresión del
Profesor Rodriguez Manzanera.

Para poder comprender el por qué de lo afirmado -la preocupación ante la violencia
como fuerza destructiva-, utilizaremos otros parámetros.

Sin ser arbitrarios y teniendo en consideración los nuevos conceptos de la psicología y


sociología criminal, de los que nos ocuparemos más adelante, partiremos del hecho que
dentro del comportamiento humano en general, juegan un papel importante los modelos.
Aquí para reforzar este criterio, sólo quiero citar un pasaje escrito en 1747 y publicado
en 1826 con respecto de las Américas, que es relativo a los modelos:

“El desprecio con que la justicia es tratada en aquellos países se origina en gran
parte de la extraviada conducta de los que gobiernan, porque si el público
observa en ellos un genio ambicioso, y amigo de enriquecerse con perjuicio de
todos, unas costumbres viciosas en el que la debía corregir a los demás, y una
conducta pervertida y abandonada al imperio de sus pasiones y de la parcialidad,
¿qué mucho será que los particulares hagan poco o ningún aprecio de su
autoridad, y que miren la justicia como cosa risible puramente ideal sin utilidad
alguna en la república? Por esto no será justo atribuir toda la culpa a los
moradores de aquellos países, sino dividirlas entre estos y los jueces, como que
ellos fomentan y dan aliento a los otros para que desprecien las órdenes, para
que no veneren los preceptos, y para que aquellos pueblos sean monstruos sin
cabeza y sin gobierno.

Todos los pueblos regulan sus costumbres como es regular, por una copia viva
del que los domina, y así vemos, que las virtudes o vicios de una Príncipe tiene
entre los vasallos la misma estimación o desprecio que merecen en un espejo
reflectante sus acciones en los súbditos y son imitadas de ellos,...”

Aún más ahora, con la globalización, estamos sujetos a muchos modelos, entonces es
lógico que éstos, tengan un rol similar dentro del comportamiento violento.

Con respecto de la violencia, se han dado algunos modelos explicativos, nosotros


tomaremos aquellos que señalará el Profesor Christian Debuyst en su curso
Enciclopedia de Criminología y concretamente es “Biologie de la violence”

En el trabajo mencionado encontramos: 1º Es Modelo Biológico, basado sobre la


noción de instintos, 2º un Modelo Psicológico, basado sobre la noción de frustración,
(agresión = respuesta a una frustración vivida) y 3º un Modelo Cultural, que según su
autor se traduce de dos maneras: la violencia como comportamiento imitativo y la
violencia como reacción a una sociedad opresiva. Explicaremos someramente estos tres
modelos.
En el Modelo Biológico encontramos sobre todo la tesis de Konrad Lorenz quien en
su obra “L´agression une historie naturelle du mal”, trata de encontrar explicaciones
causales de este instinto y pretende que la agresión existiendo en la naturaleza humana,
siendo peligrosa, es necesaria para obtener los fines más elevados del hombre.

Lorenz empresa:

“Solamente aquel que ignora la espontaneidad esencial de las pulsiones


instintivas y que está enseñado a representarse el comportamiento en términos
de reacciones condicionadas o incondicionadas tendría quizá la esperanza de
poder disminuir o aún más eliminar la agresión, poniendo la humanidad al
abrigo de todas las situaciones estimulantes susceptibles de producir un
comportamiento agresivo”.

Es más, en el capítulo XIII de la obra citada nos dice: Que si el hombre fuera
como nosotros lo suponemos, “un ser de pura razón, desprovisto de instintos e
ignorando completamente como los instintos en general, y particularmente la agresión,
pueden fracasar, sería absolutamente incapaz de encontrar una explicación a la Historia.
En efecto los fenómenos de la Historia, tales como se repiten siempre, no tienen causas
razonables. Decir como se dice en general que son causados por la `la naturaleza
humana´, es regresar a su lugar de origen. Son la sinrazón y lo des razonable que hace
que dos naciones entren a competir, sin que ninguna necesidad económica les obligue,
son las que llevan a dos partidos políticos o dos religiones de programas
sorprendentemente similares a combatirse con ensañamiento, y a un Alejando o a un
Napoleón a sacrificar millones de vidas humanas, tratando de unir al mundo bajo su
cetro”.

En el Modelo Psicológico basado en la noción de frustración, la agresión se


considera como una respuesta a una frustración vivida. En efecto, a partir del
nacimiento y sobre todo en los primeros años, la influencia del medio ambiente y las
condiciones de vida impuestas juegan un papel considerable para determinar las grandes
líneas según las cuales se construirá la puesta negativa que conlleva a la frustración ha
sido destacada, en la formación de la personalidad. La importancia del estímulo
respuesta y sobre todo la respuesta negativa conlleva a la frustración ha sido destacada,
en la formación de la personalidad. El hecho de que el medio alienante, frustrante o
complaciente incide directamente en la formación de la personalidad se presentó desde
hace mucho tiempo y demostró experimentalmente por la escuela Reflexológica y
Behaviorista, lo que tendremos la oportunidad de examinar más adelante.

Igualmente veremos cómo la actitud con respecto al medio hacen la


característica de cierta tipología en Binet y Jung, más aún, constatamos que las
relaciones permitieron a Freud distinguir a los narcisistas, de los eróticos sujetos al amor
de otros. Por otro lado, basándose en el mismo principio, Lombroso y sus discípulos
trataron de describir un tipo criminal, asocial, amoral, predispuesto a delinquir. Todo
esto demuestra la importancia del medio en la formación de la personalidad.

Por fin, en el Modelo Cultural se nos da esta doble alternativa: La violencia


como imitación y la violencia como reacción a una sociedad opresiva.

Es indudable que el comportamiento violento o el comportamiento de sociabilidad y


hasta cierto punto de bondad que le podemos contraponer, se elaboran en los primeros
años tanto de los componentes innatos del individuo como del medio social. Este último
lo encontramos primero y esencialmente en el medio familiar: el niño imita a sus
padres, y el comportamiento de ellos como modelo escogido, pesa decisivamente en la
elaboración de las disposiciones que determinan, en gran parte, la actitud del futuro
adulto en la sociedad.

Si el niño en esta etapa no conoce sino modelos de hostilidad y agresividad con respecto
a sí, nunca podrá obrar de otra manera con respecto a los demás. En esta perspectiva,
Enrico Ferri y sobre todo Gabriel Tardé, señalan en forma clara y precisa la importancia
del medio y del aprendizaje o de la imitación en cuanto a comportamientos criminales
como respuesta a estímulos modelados por la organización social.

Como consecuencia lógica de lo expuesto, no podemos excluir una violencia como


reacción a una sociedad opresiva. Los valores contrapuestos de grupos de oposición,
siempre existen en las sociedades y el tema ha sido ampliamente tratado por los
americanos Sutherland, Cressey, Sellin, Merton, entre otros.

Aceptemos entonces, que en una sociedad no existen solamente modelos consensuales


sino que, en toda relación humana existen modelos conflictuales. Justamente las
relaciones humanas deben apreciarse en función de su contribución y de su significación
en estos conflictos, con perspectivas a una reconciliación del hombre consigo mismo.

Todo cuanto se ha dicho hasta el momento, nos muestra los diferentes aspectos y
matices de la violencia, de la que no podemos descuidar la parte positiva, porque si la
agresividad humana no hubiese podido desembocar en la acción colectiva y
constructiva, la civilización de utilidad, propia de nuestra especie, no hubiese visto
jamás la luz.

Esto no excluye su complejidad y de ella se desprende la dificultad que tienen los


estudiosos al querer dar una definición suficientemente completa de violencia en el
campo penal y criminológico. Consecuentemente la pregunta que nace es:

¿Qué clase de violencia es delito o crimen?

Los hombres son débiles, físicamente débiles, inferiores a los animales e


incapaces de defenderse contra ellos a causa de esta debilidad consiguen unirse
y, por ello, compensar su inferioridad para la supervivencia, al prosperar
gracias a la justicia y al renunciar a toda violencia.
Protágoras

Después de haber diferenciando la agresividad como instinto, la agresión como


acto, que puede manifestarse violento o no y que además si es violento, no siempre será
destructivo; resulta conveniente para nosotros, conocer algunas definiciones de
violencia relacionadas con nuestra preocupación, es decir, con el fin de aclarar qué clase
de violencia es delito o crimen.

En la perspectiva que nos situamos, citemos lo que nos dicen los diccionarios y
algunos autores sobre la violencia:

- En el “Diccionario de Lengua Española: violencia. (del lat. violentia). 1. Calidad


de violencia. 2. Acción y efecto de violentar o violentarse. 3. Como se puede
constatar, este diccionario, no nos trae una definición de violencia.
- En el “Pequeño Larousse Ilustrado” se dice: “Violencia”. Fuerza intensa,
impetuosa. Abuso de fuerza / Coacción ejercida sobre una persona para obtener
su aquiescencia en un acto jurídico / Fuerza que emplea contra el derecho o la
ley. Aquí encontramos una concepción de violencia, como una fuerza intensa, y
de la aplicación de la misma sobre una persona para aprobar un acto jurídico,
más aún, señala que es esta fuerza que se emplea contra la ley y el derecho.
- En el “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas”,
encontramos un avance más sobre la concepción de la violencia y su relación
con el derecho; más aún, una especificación de esta relación con el Derecho
Penal.

Primeramente son varias las acepciones que se le asignan, como las de “Presión
moral”, “Opresión”, “Modo compulsivo o brutal para obligar a algo”; para luego
explicar que, “La violencia ofrece modalidades diversas en las distintas ramas de la
Enciclopedia Jurídica” y, así dice: en el numeral “5: En Derecho Penal. Un gran
número de delitos se caracteriza precisamente por el empleo de la violencia; al punto de
que sin ella dejan de serlo…y luego pone ejemplos de delitos”
En resumen, la violencia considerada como medio empleado para la realización
de un hecho, lo que hace posible hablar de un delito, según lo dicho en el diccionario
antes mencionado, que a nuestro entender, no cubre completamente la relación entre
violencia y delito o crimen.

Para explicar esta posición, veamos inmediatamente algunas definiciones de


ciertos autores:

Retomamos el libro “Violence” de Ives Michaud los que siguen. El sociólogo


Harold L. Nieburg define la violencia como, “una acción directa o indirecta, destinada a
limitar, herir o destruir a las personas o a los bienes”. Igualmente lo que escriben
sobre la violencia, Hugh Davis Graham y Ted Robert Gurr: “La `violencia´ es definida
en un sentido limitado como un comportamiento dirigido a causar heridas a las
personas o desperfectos en los bienes. Colectivamente o de forma individual,
podemos considerar tales actos de violencia como buenos, malos, o ni lo uno ni lo
otro, según quién actúa contra quién” (lo resaltado nos pertenece).

Para estos autores la concepción de violencia es la de la acción, comportamiento,


de alguien contra alguien (individual), o fuerza natural utilizada contra otros (algo que
puede ser valorado), o al constatar la violencia, la definen y comprenden en función de
los valores del grupo. La violencia destruye personas, es decir produce un perjuicio.
Concepciones que no son más cercanas a nuestra preocupación.

Es igualmente importante, dentro del interés que nos motiva a definir la


violencia, recordar aquella dada por E.V. Walter, que dice: “El término violencia debe
restringirse al sentido de “Perjuicio Destructivo” (destructive harm), luego “una fuerza
de especie destructiva” y que, como término general, deberá incluir no solamente
ataques de físicos que perjudiquen a la persona, sino también prácticas de hechicerías
mágicas, y numerosas técnicas para hacer el mal por medios mentales o emocionales”
De lo expuesto, se desprende claramente que para el autor la violencia es una
fuerza destructiva que incluye no solamente la presión física, sino también la presión
moral.

Tomando en consideración los término de la definición de Walter, al mismo


tiempo que el concepto de Profesor Lòpez Rey, para quien la “violencia” que tiene
importancia para el Derecho es la “que tradicionalmente ha sido clasificada en física y
moral”, llegamos a la conclusión que para el Derecho importa la violencia destructiva,
que se eleva a delito o se considera crimen. Pues el Derecho no puede aniquilar toda la
violencia destructiva porque a veces puede ser un signo de cambio, pero tampoco puede
ignorarla, porque ella se anuncia aún en el hombre que trata de ser razonable, y por esto,
el Derecho tiene que estar presente para restringir sus manifestaciones en los individuos
y hacer lo posible la vida en la sociedad.

Finalmente para tener una visión de conjunto de lo que significa la violencia en


Derecho y Criminología, tomemos la definición de Pierre Viau, que a nuestro entender
parece ser completa porque engloba tanto el apremio moral como el físico, al hombre y
a la colectividad; además señala que es un acto del hombre contra hombre,
excluyendo de esta manera toda posibilidad de confusión con los daños causados por
fuerzas naturales. Quizá lo más importante es que considera al hombre en la
sociedad, medio de su desarrollo. Igualmente hace intervenir un elemento ético, pero
según el autor, no se trata de dar un juicio moral sobre la violencia, sino de sugerir que
la violencia no puede escapar al juicio moral.

La definición dice: “La violencia es un apremio, físico o moral, de carácter


individual o colectivos, ejercido por el hombre sobre el hombre, en la medida en la cual
ésta es soportada como un ataque al ejercicio de un derecho reconocido como
fundamental o a una concepción del desarrollo humano posible en un momento dado”.
Como vemos, esta tiene la ventaja de referirse al acto violento (agresión en
sentido estricto) y a la potencialidad de la violencia o agresividad, cuando dice “en la
medida en que ésta es soportada como un ataque al ejercicio de un derecho
reconocido… etc”, lo que determina que se refiera a la preocupación criminológica
y en todo caso con referencia a la Ley.

Así situamos, la violencia que constituye delito y crimen, más adelante,


diferenciaremos lo que es el delito en Derecho Penal, y lo que se constituye en el crimen
de Criminología.

Bibliografía

Sacot, P. (2016). “Introducción a la Criminología”. Quito: Corporación de Estudios y


Publicaciones (CEP).
DELINCUENTES: TIPOS
SS.PNP VELARDE

DELINCUENCIA: DEFINICIÓN, TIPOS

A. DIFERENCIA ENTRE DELITO Y CRIMEN

Si bien los delitos pueden definirse como las acciones u omisiones


dolosas o imprudentes penadas por la ley, según nivel de “afección
social” se establecen diferencias entre éstos y los crímenes.

La gravedad que separa delitos de crímenes, se determina por el tipo de


pena que conlleva tal o cual infracción de ley (hecho conductual
antijurídico). A su vez, la gravedad de la pena depende de algunos
criterios tales como:

 Valoración del daño para la víctima.


 Valoración del daño para la sociedad.
 Tipo de presidio.
 Duración del presidio.
 Medidas cautelares.
 Beneficios e Inhabilidades civiles, entre otras.

Tanto las escuelas positivistas y clásicas tienen una visión de consenso


de la delincuencia, que un crimen es un acto que viola los valores y
creencias básicas de la sociedad. Esos valores y creencias se
manifiestan como las leyes que la sociedad acuerde. Sin embargo, hay
dos tipos de leyes:

 Las leyes naturales, que se basan en valores fundamentales


compartidos por muchas culturas. Las leyes naturales protegen
contra daños a personas (por ejemplo, el asesinato, la violación, el
asalto) o propiedad (robo, hurto), y forman la base de los sistemas
de derecho común.
 Estatutos, son promulgados por las legislaturas y reflejan las
costumbres culturales actuales, aunque algunas leyes pueden ser
objeto de controversia, por ejemplo, las leyes que prohíben
el consumo de cannabis y los juegos de apuestas. La Criminología
Crítica reclama que las relaciones entre el Estado y los ciudadanos
no son en su mayoría consensuales. El derecho penal no es
necesariamente representativo de las creencias y los deseos
públicos: se ejerce en interés de la clase dominante. Las
criminologías de inspiración liberal, por el contrario, postulan que
existe un contrato social entre el Estado y los ciudadanos.
Por lo tanto, las definiciones de los delitos varían de un lugar a otro, de
acuerdo a las normas culturales y las costumbres, pero pueden ser
ampliamente clasificados como delitos de cuello azul, crimen
corporativo, el crimen organizado, el delito político, delito de orden
público, el crimen de estado, delitos societarios y delitos de cuello
blanco. Sin embargo, ha habido movimientos en la teoría criminológica
contemporánea para alejarse del pluralismo liberal, el culturalismo y el
posmodernismo, introduciendo el término universal «daño» en el debate
criminológico como un reemplazo para el término legal «delito».

Por tanto, el crimen se diferencia del delito y las faltas, porque el primero
conlleva daños irreparables a los diferentes tipos de víctimas, asimismo;
implica un riesgo objetivo para la sociedad y la aplicación de ley
considera en su resolución penas de larga duración, presidio o reclusión
efectiva, ausencia de beneficios e inhabilidades públicas perpetuas.

B. ACERCA DE LA DELINCUENCIA

¿Qué es la delincuencia? La delincuencia a diferencia del delito y de


los delincuentes, puede entenderse como un fenómeno social objetivo,
pero indeterminado, en el que confluyen cotidianamente diferentes
expresiones delictuales o criminales que afectan a las personas, el
patrimonio, la propiedad y a la sociedad en términos generales.

La delincuencia es un concepto que se usa cotidianamente para


referirnos a distintas situaciones. Cuando se habla de delincuencia
estamos haciendo referencia al hecho de cometer uno o varios delitos,
es una acción que ejercen personas al violar las leyes y por las cuales,
en caso de ser condenadas por tales hechos, se deben cumplir un
castigo impuesto por un juez.

Los órganos judiciales son los que determinan el tipo de pena,


dependiendo del grado de la transgresión. Los individuos juzgados
tendrán derecho a defensa, ya sea contratada por su propia cuenta o
mediante abogados designados del Estado. Por esto es que el resultado
final puede no ser justo para las partes demandantes o afectadas.

Los castigos más comunes son la prisión o encarcelamiento y también


las multas, aunque también hay otros, dependiendo del país o del
Estado en el que sea enjuiciado, en los que el procesado puede hasta
cumplir pena de muerte (ejecución), aunque es poco frecuente
¿Es lo mismo cometer delito que ser un delincuente?

No, Resulta un error de percepción social que inclusive abunda en los


ámbitos judiciales y comunicacionales (prensa), el atribuir de manera
indiferenciada este tipo de conceptos. Existe una gran distancia entre
cometer un delito y ser un delincuente. Cabe mencionar que el
“etiquetamiento” de delincuentes o criminales resulta más “justo” en
aquellos individuos que hacen oficio o rutina con la transgresión de
normativas delimitadas por la ley.

C. LA DELINCUENCIA UN FENÓMENO INDETERMINADO.

Como se afirma, la delincuencia en el presente resulta un fenómeno


social objetivo, observable, medible, pero indeterminado. O sea, todo el
mundo reconoce su existencia e influencia social, pero nadie logra
delimitarla sin recurrir a obras literarias o a neologismos académicos que
se lucen en aulas y en el cine, pero que en términos prácticos carecen
de sentido práctico y explicativo. La mayoría de sus definiciones no
logran ser comprendidas por las personas que legislan, combaten y
controlan este fenómeno social adverso que al menos en los países
iberoamericanos su tendencia va en alza. “No es posible, o no resulta
lógico enfrentar un enemigo, sin antes lograr determinarlo” 

Resulta paradójico que mientras en algunas regiones del planeta la


población carcelaria disminuye y se extingue, en otras, aumenta de
manera exponencial hasta hacer colapsar cualquier sistema
penitenciario, además de resentir colateralmente las endebles
economías estatales, considerando los altísimos costos económicos
asociados a la privación ociosa de libertad mensual y anual que recae
sobre los detenidos.

D. TIPOS DELINCUENCIA

El modelo comprensivo que se presenta a continuación, tiene por


finalidad servir como mapa mental tanto para especialistas de las
ciencias del comportamiento, como para los expertos en ciencias
forenses médicas y no médicas.

Mención especial para los políticos, policías, prensa, magistrados y


abogados.

Aquí se presentan 3 categorías generales, excluyentes entre sí,


aplicables para la diferenciación tipológica de la delincuencia, delitos y
delincuentes según su:

 Comportamiento Observable
 Motivaciones
 Peligrosidad
 Imputabilidad
 Probabilidad de reincidencia
 Necesidad de encarcelación
 Nivel de Consciencia
 Versatilidad
 Especificidad
 Abordaje, control y disminución
 Victimología
 Predicción

1. Primera categoría o tipo de delincuencia:

Circunstancial (C)

La delincuencia circunstancial es la comisión de delitos o crímenes


por parte de personas comunes y corrientes, que de la noche a la
mañana se ven envueltos en hechos delictivos determinados por el
contexto y las circunstancias. En esta categoría no existe
planificación, ni premeditación, no obstante; la delincuencia
circunstancial se diferencia de un accidente, porque en ella pueden
establecerse elementos de Juicio [agravantes de responsabilidad
criminal], como lo son el dolo (intencionalidad), contumacia
(obstinación) y alevosía (ensañamiento).

En ella confluyen una serie de variables ambientales (tiempo,


espacio) y personales (comportamiento, respuestas físicas,
expresiones verbales y no verbales) que en la interacción con
terceros provocan desenlaces conductuales tipificados por la ley
penal como delitos o crímenes.

Algunos tipos de delincuencia circunstancial.

1. Atropellos en estado de ebriedad


2. Agresiones de género.
3. Homicidio por defensa propia.
4. Evasión tributaria particular.
5. Conatos o riñas con resultado de muerte.
6. Algunos tipos de abuso sexual.
7. Violación leyes de transito etc.

2. Segunda categoría o tipo de delincuencia :

Instrumental (I)

La delincuencia instrumental es la expresión delictual más común y


guarda directa relación con los delincuentes crónicos, de carrera u
oficio cuya “forma de ser” en sociedad no concibe en su rutina el
respeto irrestricto de los parámetros que fija la ley.

Delincuencia instrumental, porque los actos o la conducta delictiva


es concebida como un medio que sirve para lograr la consecución de
bienes materiales, especies y montos de dinero que de otra manera o
bajo el amparo de las normas que dicta la ley, serían imposibles de
lograr o conseguir.

En esta categoría se encuentran:

1. La delincuencia común.
2. La delincuencia de cuello y corbata.
3. El crimen organizado.
4. Corrupción policial, política, judicial o de funcionarios
públicos en general.
5. Los sicarios.
6. El narcotráfico.

3. Tercera categoría o tipo de delincuencia :

Expresiva (E) 

La delincuencia expresiva corresponde a una categoría de delitos o


crímenes determinados por disfunciones psicopatológicas, por tanto,
su estricta atribución es individual (persona a persona) y no es
aplicable a organizaciones o regímenes autoritarios/dictatoriales
(aunque sus lideres manifiesten rasgos psicopáticos). Son
la sociópata, psicopatía, psicoticismos o neuropatías las  que mejor
explican estas necesidades de compensación psicopatológica. Esta
categoría se reconoce cuando quien, al momento de cometer el delito
o crimen, incurre en la exageración o desproporción irracional entre la
forma delictiva y el logro de objetivos.

Ej. Si el objeto delictivo es la comisión de un homicidio, no son


necesarios 25 o 30 balazos a quema ropa, basta con uno o dos, para
que el resultado sea el mismo.

Ejemplos:

1. Asesinos y agresores seriales.


2. Asesinos de masas.
3. Feminicidas.
4. Terroristas.
5. Racistas.
6. Agresores, estafadores, abusadores y violadores
seriales.
LOS FACTORES RIMINOLOGICOS
PSIC. CHAVEZ BORNAS Alonso

VICTIMOLOGÍA

INTRODUCCION

La Victimología es el estudio de las causas por las que determinadas personas son
víctimas de un delito y de cómo el estilo de vida conlleva una mayor o menor
probabilidad de que una determinada persona sea víctima del mismo.

El campo de la victimología incluye o puede incluir, en función de los distintos autores,


un gran número de disciplinas o materias, tales como: sociología, psicología, derecho
penal y criminología.
La Victimología es una ciencia que estudia científicamente a la víctima y su papel en el
hecho delictivo.

El estudio de las víctimas es multidisciplinar y no se refiere sólo a las víctimas de un


delito, sino también a las que lo son por consecuencia de accidentes (tráfico),
desastres naturales, crímenes de guerra y abuso de poder. Los profesionales
relacionados con la victimología pueden ser científicos, operadores jurídicos, sociales
o políticos.

El estudio de las víctimas puede realizarse desde la perspectiva de una víctima en


particular o desde un punto de vista epistemológico analizando las causas por las que
grupos de individuos son más o menos susceptibles de resultar afectadas.

El estudio de la victimología no se limita sólo a la víctima, por lo que deben analizarse


tres niveles:
El primero se denomina individual, cuyo objeto de estudio es la víctima, su
personalidad y características. El segundo nivel es el conductual, en el cual, se estudia
la conducta aislada de la víctima con relación a la conducta criminal. Finalmente está
el tercer nivel, denominado general, en el que debe estudiarse el fenómeno víctima,
como suma de víctimas y victimizaciones.

Existe una amplia gama clasificativa, desde las especulaciones de Henri Elineberger
en 1954 que publicó un importante artículo titulado “Relaciones Psicológicas entre el
Crimen y la Víctima”, que al describir la dinámica del delito o victimogenesis, incluyo el
concepto que determinados individuos con sus actitudes predisponen, para
configurarse como víctimas. Hans Schultz en 1956, planteó en “Observaciones
Criminológicas de Penales”, que muchas veces hay relaciones anteriores entre el
agente y la víctima.

A partir de la década de los ochentas del siglo XX, y como consecuencia de los
Simposios Mundiales de Victimología, la naciente disciplina se emancipa del mero
énfasis penal, y empieza a abogar por los derechos de las víctimas desde una
perspectiva constitucional, lo que implica poner más énfasis en eventos de macro
victimización, es decir eventos en los cuales se victimiza a grandes colectivos.

En medio de esta controversia, se creó la Sociedad Mundial de Victimología en 1980,


y el celebrarse el Séptimo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente en 1985, el tercer tema se refirió al rubro de
“Víctimas de Delitos” se tuvo en cuenta que el origen de la palabra era: “Víctimas de
Delito” se tuvo en cuenta que el origen de la palabra era: Víctima, de origen latino y
logos, del griego tratado, y con este significado etimológico se concluyó que era el
estudio de la víctima y que la llamada Victimología, era una rama de la ciencia
Criminología, que tiene por objetivo el estudio del agraviado resultante de la acción
penal.

Con esta posición está de acuerdo Günther Kaiser, que en 1979 arguyó que la
Victimología se propone analizar las relaciones entre el delincuente y el agraviado, por
lo que se encuentra dentro del ámbito criminológico. Vulnerabilidad o predisposiciones,
así tenemos:

BIOFISIOLOGICAS: Se refiere a edad, sexo, raza, estado físico, etc.


SOCIALES: Debido a profesión, status social, condiciones económicas y de vida, etc.
PSICOLÓGICAS: Consideran las desviaciones sexuales, estados psicopatológicos y
rasgos de personalidad.

Para aclarar esta clasificación de carácter genérico, nos permitimos mostrarle las que
siguen:
FATAHH (1971)
Víctima No Participante
Víctima Latente o Predispuesta
Víctima Provocativa
Víctima Participante
Víctima Falsa
GULOTA (1976)
Víctima Falsa, que puede ser Simulada o Imaginaria
Víctima Real, que se Sub-divide en:
Fungibles, que puede ser accidental o indiscriminada
No Fungibles, que pude ser accidental, indiscriminada y participante, que a la vez se
clasifica en Imprudente, Alternativa, Provocadora y Voluntaria.

SHAFER (1977)
Víctima sin relación con el Agente
Víctima Provocadora
Víctima Precipitadora
Víctima Biológicamente Débil
Víctima Socialmente Débil
Autovíctima
Víctima Política
LÓPEZ REY (1983)
Víctima No Convencional
Víctima Común
A fin de obviar confusiones definiremos

LA PROVOCADORA, es la que incita al agente del delito porque actúa antes contra
él, como por ejemplo en los casos de adulterio, chantaje, violación sexual, agresión
ilegitima, por lo que provoca una emoción violenta incontrolable.
LA PRECIPITADORA, es la que con su comportamiento facilita la realización del acto
delincuencial, instigando, atrayendo, induciendo con su conducta particular de vestir,
auto stops, consumo de licor, droga o perdiendo el control de la conciencia, convertirse
en agraviados de violación sexual, hurtos o robos de joyas, carteras, adornos, etc.

Se habla de macro victimizaciones por abuso del poder, algo que ya Benjamín
Mendelshon había esbozado, y empieza adquirir autonomía disciplinar para dejar de
ser un apéndice del derecho penal y de la criminología, que es donde se queda la
reflexión victimodogmática y el tema de los derechos de las víctimas dentro del
proceso penal.

Definiciones de Victimología

A continuación, se expondrán una serie de definiciones sobre Victimología.

Disciplina integrante de la Criminología que estudia a la víctima, sus características


biológicas, psicológicas, morales, sociales y culturales, su relación con el delincuente y
el papel asumido en la génesis del delito, con el propósito de prevenir futuros
comportamientos criminales y atender a las víctimas del delito.

En función de la naturaleza del delito, de la personalidad de cada sujeto pasivo y de


una gama de circunstancias concurrentes, se derivan diferentes consecuencias de la
infracción penal por las víctimas.

Es el estudio de las causas por las que determinadas personas son víctimas de un
delito y de cómo el estilo de vida conlleva una mayor o menor probabilidad de que una
determinada persona sea víctima de un crimen.

Es una ciencia que estudia científicamente a la víctima y su papel en el hecho


delictivo.
La Victimología es una Disciplina criminológica que estudia el papel que la víctima
desempeña con relación al delito y las consecuencias que el delito ocasiona en las
víctimas.

Principios y fines de la Victimología.

Entre los fines que persigue la Victimología, se tienen los siguientes


La victimología promueve un estudio científico de la víctima desde la etiología del
delito, y es un estudio que transciende del problema del tratamiento económico de las
víctimas.

Lo que pretende la victimología es desarrollar mediante el estudio en profundidad de la


víctima, una serie de reglas y principios comunes, que supongan un avance y
evolución de las ciencias criminológicas en especial, y de las jurídicas en general,
permitiendo así, una comprensión de lo que el fenómeno criminal, de la dinámica
criminógena y también de la personalidad del delincuente desde el punto de vista de la
víctima.
La Victimología debe desarrollar un análisis detallado del papel que desempeña la
víctima en el desencadenamiento del hecho criminal.

Analizar los posibles modelos en torno a la asistencia jurídica, psicológica y


terapéutica a las víctimas.

Debe investigar los temores sectoriales a la victimización.

Debe examinar la criminalidad real a partir de los informes de la victimas sobre delitos
no perseguidos, a través de las encuestas de victimización.

Debe también destacar la importancia de la actitud con la víctima, a la hora de


concebir la pena por el delito.

Debe estudiar los sistemas de indemnización a las víctimas y también que se tienda a
su aprobación legal.

VÍCTIMA
Aquellas personas que individual o colectivamente han sufrido daños físicos o
psíquicos, pérdida financiera, patrimonial o menoscabo en sus derechos
fundamentales como persona, todo ello independientemente de que la Justicia juzgue
o no al delincuente o de la relación entre víctima y agresor.

Una víctima es un ser humano sufriente por un suceso traumático accidental o por el
daño provocado por otro ser humano.

Componentes:
De acuerdo a lo anterior, la víctima presenta dos componentes a saber:

a. Componente objetivo.

Una víctima es cualquier persona que haya sufrido directa o indirectamente (en el caso
de sus familiares cercanos) un hecho traumático producido por un accidente, una
catástrofe natural o una agresión humana, independientemente de que haya sido
declarado formalmente como delito por parte de la Justicia.

b. Componente subjetivo.
Una víctima es la persona que, en función del suceso traumático, experimenta una
interferencia negativa en su vida cotidiana (reacciones emocionales graves,
incapacidad de rehacer su vida, dificultades para establecer proyectos de futuro, etc.

Se considera víctima al ofendido por el delito. Así como también se puede decir que es
aquella persona que ha sufrido el menoscabo a sus derechos esenciales que emanan
de la naturaleza humana.

Tipos de víctimas

a. Víctimas directas:
Lo que genera habitualmente daño psicológico suele ser la amenaza a la propia vida,
una lesión física grave y la percepción del daño como intencionado.
El daño psicológico generado suele ser mayor si las consecuencias del hecho delictivo
son múltiples, como ocurre, por ejemplo, en el caso de un secuestro finalizado con el
pago de un cuantioso rescate por parte de la familia de la víctima o en el superviviente
de un accidente que ya no puede volver a ejercer su profesión.

b. Víctimas indirectas:
El acontecimiento traumático puede compararse a una piedra arrojada en un
estanque. Así, origina ondas que no sólo afectan a las víctimas propiamente dichas,
sino también a aquellos que están cerca de ellas. Se trata de un efecto onda y de un
efecto contagio.
La onda expansiva de un suceso traumático actúa en círculos concéntricos. En el
primer círculo se encuentran las víctimas directas. El segundo círculo está constituido
por los familiares, que tienen que afrontar el dolor de sus seres queridos y readaptarse
a la nueva situación. Y puede haber un tercer círculo, correspondiente a los
compañeros de trabajo, a los vecinos o, en general, a los miembros de la comunidad,
que pueden quedar afectados por el temor y la indefensión ante acontecimientos
futuros.
El efecto contagio está relacionado con la convivencia con la víctima. Un contacto
cercano y prolongado con una persona que ha sufrido un trauma grave puede actuar
como un estresor crónico en el familiar, hasta el punto de que puede ser responsable
de un deterioro físico y psíquico. La afectación de las personas que están en estrecho
contacto con la víctima y que pueden experimentar trastornos emocionales y ser
víctimas secundarias del trauma se denomina traumatización secundaria.

VICTIMOGÉNESIS
Disciplina criminológica que estudia el papel que la víctima desempeña con relación al
delito y las consecuencias que el delito ocasiona en las víctimas.
Estudia los factores que predisponen a ciertos individuos a tener más riesgos que
otros de ser objeto de delitos. Se analizará la conducta de la víctima que pudiera tener
relación con un incremento del riesgo de serlo. (Criminología. En
http://html.rincondelvago.Com/ criminologia_6.html).

Victimogénesis. - es el conjunto de factores que predisponen a ciertos individuos a


devenir víctimas.

Factores de riesgo (victima predispuesta, potencial o latente):


a) Situacionales.
b) Biológicos: raza, edad, sexo.
c) Biográficos. Antecedentes psiquiátricos.
d) Socio-económicos
e) Dependientes de la percepción de la capacidad de venganza.
f) Relativos a la personalidad (estilo de vida).
g) Inherentes a un medio familiar maltratante.

Factores de vulnerabilidad tanto psicológicos como situacionales (victima vulnerable):


adquieren un especial significado al comportarse como moduladores entre el hecho
criminal y el daño psíquico emergente.
Por ello, se estima que los factores bio-psico-socio-económicos de vulnerabilidad
deben ser calorados pericialmente, emancipándolos en la denominada
"personalidad previa", u otras concausas.

En la génesis de los trastornos postraumáticos, los rasgos de la personalidad van a


interaccionar vectorialmente con la intensidad del hecho traumatizante (sea por su
condición extrema o por la carga simbólica puesta en el), como axial también con otras
circunstancias de la vida (factores de vulnerabilidad situacional).

Entre los factores de vulnerabilidad, encontramos:


a) Los inherentes a vulnerabilidad generalizada.
b) Los biológicos: edad crítica, sexo, sensibilización del sistema nervioso, etc.
c) Los atinentes a la personalidad, tales como: hiperestesia- sensibilidad; hipertemia -
expansividad; impulsividad-inestabilidad; ingenuidad- dependencia; nivel intelectual;
ansiedad; control yoico.
d) Los sociales: económicos, laborales, apoyo social informal, roles, redes y habilidad.
e) Los biográficos: victimización previa; victimización compleja; antecedentes
psiquiátricos, etc.

¿Qué es un suceso traumático?

Es un suceso que provoca un daño físico o psíquico grave y que está provocado
intencionadamente por otro ser humano. Ejemplos: atentados terroristas, agresiones
sexuales, maltrato o abuso sexual en la infancia, violencia de pareja, etc. No es un
suceso traumático la ruptura de pareja no deseada, la muerte de un ser querido por
una muerte natural, el suspenso en un examen, la jubilación impuesta, etc.
También se define como un suceso o serie de sucesos, que ocasiona reacciones
de estrés de moderado a graves. Los sucesos traumáticos están caracterizados por
una sensación de horror, desamparo, lesión seria o amenaza de una lesión seria o de
muerte. Estos sucesos afectan tanto a los sobrevivientes y rescatistas como a los
amigos familiares de la víctima, además de que pueden afectar a quiénes sufrieron
una lesión o una pérdida y a personas que hayan presenciado el suceso, bien sea de
manera directa, bien sea por televisión. Las reacciones por estrés que se dan
inmediatamente después de un suceso traumático, son muy comunes, sin embargo, la
mayoría de ellas se resuelven en cuestión de diez días. Entre las respuestas comunes
ante un suceso traumático, se tienen las siguientes:
Emocionales: shock, adormecimiento, sentirse abrumado, depresión, sentirse
perdido, temor de posibles daños a sí mismo o a seres queridos, no sentir nada,
sensación de abandono, incertidumbre en cuanto a sentimientos, emociones volátiles.

Cognitivas: falta de concentración, confusión, desorientación, indecisión, período de


atención corto, pérdida de memoria, recuerdos indeseados, dificultad para tomar
decisiones.

Conducta: desconfianza, irritabilidad, discusión con amigos y seres queridos,


síntomas de abstinencia, silencio excesivo, humor alterado, aumento o pérdida del
apetito, cambio del deseo o pérdida de apetito sexual, aumento del tabaquismo,
aumento del consumo o abuso de sustancias.

Físicas: nausea, aturdimiento, mareos, problemas gastrointestinales, aceleración del


ritmo cardiaco, temblores, dolor de cabeza, rechinar los dientes, fatiga, trastornos del
sueño, dolores, híper excitación, nerviosismo.

NIVELES O CONSECUENCIAS DE LA VICTIMIZACION

Según Landrove, en función de la naturaleza del delito, de la personalidad de cada


uno de los sujetos pasivos y de una amplia gama de circunstancias concurrentes, se
derivan muy diferentes consecuencias de la infracción penal para la víctima.

Al respecto se suele distinguir entre victimización primaria, secundaria y terciaria.

A. Victimización Primaria
Es aquella dirigida contra la persona o el individuo particular. (Victimología. En
http://victimologia.blogspot.com/).
La víctima sujeto pasivo de un delito tiene una experiencia personal que le acarrea
unas consecuencias físicas, psicológicas (ansiedad, angustia, abatimiento, miedo a
que se repita, culpabilidad, etc.), de índole económico y las relacionadas con su
entorno social.
Consiste en el efecto de sufrir, directa o indirectamente, un daño con ocasión de
hechos delictivos, conductas desviadas, accidentes fortuitos, acontecimientos
violentos o catástrofes naturales.

Proceso por el cual una persona, sufre de modo directo o indirecto, daños físicos o
psíquicos derivados de un hecho delictivo o acontecimiento traumático.

La victimización primaria es una experiencia individual, directa de la víctima en el


delito, esta experiencia supondrá diversas consecuencias en la víctima, de índole
física, psíquica, económica, social, etc.

Tras la comisión del delito, los daños que pueda sufrir la víctima, no sólo pueden ser
daños físicos, sino que también un severo impacto psicológico. Tras una agresión la
víctima se siente impotente con miedo a que la agresión se repita (ansiedad, angustia
o abatimiento), e incluso sentimientos de culpabilidad con relación a los hechos.

La respuesta de la sociedad no siempre es solidaria, en el mejor de los casos


compasión.

B. Victimización Secundaria
Aquellos supuestos en los que la víctima ha de rememorar los hechos en virtud de los
cuales ha sido victimizada. Normalmente esta victimización secundaria se produce
ante la administración de justicia, los cuerpos y fuerzas de seguridad… por ejemplo;
cuando tiene que contar lo que ha sucedido.

Engloba la relación y experiencia personal de la víctima con el sistema policial y


judicial.
No es la relación víctima agresor, sino la relación de la víctima con el sistema jurídico
penal.
Eso supone una segunda experiencia, puede ser más cruel que la victimización
primaria, porque el contacto de la víctima con la administración de justicia, despierta
sentimientos de índole variada (perder el tiempo, malgastar el dinero, ser
incomprendida, no se le escucha...). En muchas ocasiones las víctimas tienen el
sentimiento de convertirse en acusada (delitos de violación).

La victimización secundaria es más perniciosa que la primaria, es el propio sistema el


que victimiza a quien solicita ayuda, justicia, protección.
La víctima secundaria nace fundamentalmente de la necesaria intersección entre un
sujeto y el complejo aparato jurídico-penal del Estado. "Consecuentemente, la
victimización secundaria se considera aún más negativa que la primaria porque es el
propio sistema el que victimiza a quién se dirige a él pidiendo justicia y porque afecta
al prestigio del propio sistema.

La victimización secundaria se conceptualiza como el proceso derivado del "maltrato"


a que es sometida la víctima por parte del Sistema Legal, se produce por la
potenciación del impacto del crimen original a consecuencia de la acción de las
agencias del Control Social Formal. Está constituido por el daño que experimenta la
víctima de un delito como consecuencia de su interacción con el sistema judicial
(policías, fiscales, jueces, abogados, etc.).

Pongamos para su mejor comprensión, un ejemplo común en los Tribunales:


una mujer víctima de violación es sometida al interrogatorio de la defensa de su
ofensor y las preguntas del abogado en cumplimiento de su función garantista, tienden
a tergiversar la intervención de esa mujer en el delito, tratando ese defensor de
demostrar; que se produjo la violación como consecuencia de un acto provocador o de
excitación sexual de esa mujer. A la afectación originalmente causada por el
delincuente se suma ese cuestionamiento del defensor, que daña indefectiblemente a
la víctima, cubriéndola de vergüenza y generando el consecuente rechazo de esta
persona hacia ese proceso legal en que supuestamente se le está haciendo justicia a
su caso.

En países como USA, Canadá y España Los resarcimientos por daños corporales son
compatibles con cualquier otro tipo de resarcimiento que tuvieran las víctimas. Los
titulares de derecho de resarcimiento: en el caso de lesiones la persona o personas
que hayan padecido esas lesiones, en el caso de muerte el cónyuge no separado
legalmente y los hijos siempre que dependan económicamente del fallecido, los
padres de la persona fallecida cuando dependieran económicamente de ésta, nietos,
hermanos, abuelos. Si no existiese ninguna de estas personas, los hijos y los padres
que no dependan económicamente de él.

C. Victimización Terciaria
Básicamente es la victimización, anterior o posterior al acto ilícito penal, cometido por
el propio delincuente.
Es una victimización del delincuente, en ocasiones el delincuente puede convertirse en
una víctima institucional, en determinadas situaciones se le puede considerar víctima
deunas estructuras injustas, circunstancias que le llevarán a la comisión del delito.
Esta marginación social es debida al interés de determinados grupos dominantes, con
ello quieren seguir con esa posición de privilegio. Es con estos delincuentes con los
que el estado utilizará toda su fuerza.

Al hablar de victimización terciaria, se puede pensar que se produce una primera


victimización debido a esas estructuras injustas, pero una vez que se entra en la
prisión se produce la victimización penitenciaria, se produce fundamentalmente por el
hacinamiento, sobrepoblación de los centros penitenciarios.

Al claro factor criminógeno de la cárcel, habría que añadir que también es un claro
factor victimógeno. Al condenar a un individuo se le condena no sólo a la privación de
libertad, sino que también se le condena a su propia victimización.

La victimización carcelaria, destaca por su crueldad, tratos vejatorios, dificultad laboral,


la consecuencia es la ociosidad – el recluso tiene demasiado tiempo dedicado a la
inactividad. Pero también hay agresiones sexuales. Ley del terror y Ley del silencio,
existencia de mafias carcelarias, circulación de drogas... Ante esta situación no es de
extrañar que el recluso recurra al suicidio o supuestos de anorexia. Hay una pérdida
deinterés, de iniciativa, de cualquier valor. No es de extrañar que los individuos estén
dispuestos a matar, llegados a esta situación existe una responsabilidad de la
administración.

La legislación penitenciaria dice que la administración deberá velar por la vida e


integridad física de los internos.
En el aspecto meramente sexual, la agresión no supone la liberación de tensiones
sexuales, la agresión sexual no es más que la conquista y degradación de la persona.
La introducción de la visita íntima sólo puede minimizar el problema sexual, pero no
anularlo
Tipos:

1. Victimización policial: Pueden ser torturas, malos tratos o vejaciones sufridas


por los delincuentes en los regímenes totalitarios e incluso en los democráticos (en
determinadas, raras y puntuales circunstancias).

2. Victimización penitenciaria: Tratos vejatorios, agresiones sexuales, violencia,


intimidación, abusos varios, etc.

3. Victimización pos penitenciario: Por el rechazo de la sociedad a los que han


cumplido condena y por el mantenimiento de la red de relaciones mantenidas
en la cárcel.

Refiere al conjunto de costes de la penalización tanto sobre quien la soporta en propia


persona como sobre terceros. Y la victimización terciaria procede, principalmente, de
la conducta posterior de la misma víctima; a veces, emerge como resultado de las
vivencias y de los procesos de adscripción y etiquetamiento, como consecuencia o
"valor añadido" de las victimizaciones primaria y secundaria precedentes.  Y también
se dice Victimización terciaria: la dirigida contra la comunidad en general, es decir
contra la población total. También se denomina a los efectos que sufren los familiares
y amigos de las víctimas.

La Macro victimización y micro victimización

1. La macro victimización 
Se produce cuando un número indeterminado de personas sufren las secuelas o
daños de diversa índole, originado de una criminalidad en masa, es decir
víctimas derivadas de una masificación de violencia.

Las legislaciones penales modernas en la parte especial de los Códigos, criminalizan


esencialmente delitos de víctimas difusas-colectivas (delitos de masa). Se busca la
protección o tutela de bienes jurídicos indeterminados y universales, entre los cuales
se destacan los siguientes:
 Salud Pública.
 Orden Público.
 Buenas costumbres.
 Medio ambiente.
 Derechos del consumidor.
 Ámbito informático o electrónico.

En síntesis la macro victimización es aquella que en donde un conjunto indeterminado


de víctimas ha sufrido lesiones en gran escala o magnitud.

2. La micro victimización 
Es aquella en donde el daño se ha materializado en bienes jurídicos individuales y no
en colectivos o difusos.

Un ejemplo muy típico de este tipo de victimización se da en el campo de la violencia


intrafamiliar, en dónde el ciclo del daño se genera en un número determinado de
personas como cónyuges, hijos y demás familiares cercanos.

LOS FACTORES CRIMINOLÓGICOS

INTRODUCCIÓN

Los factores que provocan la criminalidad han tenido diversidad de


explicaciones jurídicas, sociológicas y psicológicas, entre otras. La tendencia
actual es mirar la multifactorialidad que existe en el ambiente.

Antiguamente, la tendencia para comprender la naturaleza del crimen era


mediante la religión. Se tenía una normatividad basada en Dios; sus discípulos
y representantes en la Tierra conocían cuál era su precepto y para ello tenían
escritos con mandamientos, pecados y ordenamientos: a quienes fueran en
contra de éstos, se les aplicaba un castigo. Después de eso, la creencia se
basó en las posesiones diabólicas ,según estas eran las conductas que se
cometían, se atribuían a cierto tipo de demonio que poseía al sujeto.

Siglos después, las explicaciones científicas surgieron y tomaron fuerza cuando


se comenzó a sistematizar el conocimiento. Una de las reglas del método y la
ciencia era no dar por válido un conocimiento no comprobado a través de las
pruebas posibles.

Así, el estudio científico sobre el delincuente surge con César Lombroso, quien
toma como referencia los estudios, que previamente habían dado luz al
entender criminal. Lombroso tomaría de referencia a Darwin en sus estudios
sobre seres no evolucionados, así como a Franz Josef Gall, Giovanni Batista
Della Porta y Lavater, quienes aportaron bases a los estudios antropológicos
del criminal.

Con el tiempo, Enrico Ferri y Rafael Garófalo se encuentran con Lombroso; se


rediseñan y estructuran nuevas explicaciones de las causas del criminal
incorporando nociones sociológicas y psicológicas y teniendo como sujeto
principal de estudio al delincuente

FACTOR:

Elemento o cosa que junto con otra contribuye a producir un efecto.


 
FACTOR DESENCADENANTE

Razón última, exógena que lleva al delito

FACTOR FACILITANTE 

Fenómenos que ayuda a la consumación del ilícito. Opera como circunstancia


especial:

La noche, la indefensión , la portación de armas, etc.

 
FACTOR PREDISPONENTE

Potencial criminógeno del individuo que facilita el delito según su mayor o menor
grado. Si tal conjunto es bastante fuerte, requiere poca influencia para delinquir; si es
débil, necesita bastante influencia de los factores desencadenantes para llegar a la
infracción.
 
FACTORES CRIMINÓGENOS
Son los elementos que sumados, contribuyen a un determinado resultado criminal. Lo
constituyen factores endógenos y exógenos. Esto es a nivel general; es decir, se
tienen un conjunto de factores que pueden ser considerados como criminógenos, pero
no todos van a influir de la misma manera en todas las personas, por eso, se clasifican
los factores, pero en cada individuo serán distintos, los factores que afecten a nivel
individual en un sujeto en particular son llamados factores causales criminógenos.
 
FACTORES DE PROTECCIÓN DE LA VIOLENCIA

Conjunto de condiciones internas o externas al individuo cuya existencia reduce la


posibilidad de que se ejecuten acciones que violenten de alguna manera a las demás
personas. Los factores de protección se consideran una premisa en las acciones
preventivas pues su estímulo reducirá la posibilidad de que cometan conductas
violentas

y por lo tanto se favorecerá el saneamiento social

FACTORES DE RIESGO DE LA VIOLENCIA

Se entienden por factores de riesgo de las violencias todas aquellas condiciones


sociales, biológicas o psicológicas que estando presentes en cantidades suficientes,
favorecen la posibilidad de que se realicen conductas violentas hacia las personas o
los objetos. Dichos factores por si solos pueden resultar inocuos, sin embargo de
sumarse o multiplicarse entre sí, llevan al individuo a conductas consideradas como
violentas. Ejemplos de estos factores son el desempleo, las adicciones, la
disponibilidad de armas, el ocio, el machismo, etcétera.

FACTORES EXÓGENOS FÍSICOS

Los que se refieren al ambiente natural (clima, lluvia, calor, frío, humedad, etcétera) y
los ambientes artificiales formados por el ser humano (el barrio, la vivienda, los medios
de comunicación, etcétera). El ambiente natural y artificial constituye un estímulo
constante al que el sujeto interactúa continuamente. Son factores exógenos sociales
los que se refieren a las amistades, las compañías perjudiciales, las pandillas, los
centros de diversiones y de vicio, la estructura social, la organización política, la
cultura, el trabajo, la educación, etcétera.
El hogar, que puede ser formativo, como deformante, por su influencia en variadas
formas sobre el comportamiento . Este puede influir de varias maneras en la
inadaptación o desadaptación del menor, y aun en su conducta francamente antisocial.
Edmundo Buentello y Villa en su obra “La Familia del Reo Liberado, Familia y
Delincuencia”, ha propuesto el siguiente cuadro de familias deformantes, que nos
parece de gran utilidad:

1.- Familia Carencial

2.- Familia Desordenada

3.- Familia Discordante

4.- Familia Insegura

5.- Familia Tiránica

6.- Familia Anormal

7.- Familia Patológica

8.- Familia Nociva

9.- Familia Traumatizante

10.- Familia Corruptora

11.- Familia Antisocial

12.- Familia Explotadora

13.- Familia Bien

14.- Familia Pudiente

15.- Familia Amoral

16.- Familia Inadaptada

17.- Familia en Transculturación

Asimismo, en la escuela, en la que se seleccionan a los primeros amigos, el colegio, la


universidad, el instituto superior, el centro de trabajo, el barrio, que nos relacionan con
las compañías cuasi permanentes y entrañables, así como los encuentros, periódicos,
que nos vinculan a ciertas amistades ocasionales, y que no pocas veces, resultan
trágicas porque nos sugieren y hacen llegar al área prohibida delincuencial, bajo los
efectos del licor y/o consumo de drogas.
FACTORES PSÍQUICOS

Señala algunas características de los factores endógenos psíquicos y comprenden el


comportamiento de la gente, el carácter, los instintos, la conciencia, el inconsciente,
que se refiere a los impulsos ocultos controlados por el consiente; así como todo
proceso mental, también la voluntad como toda potencia que mueve a hacer o no
hacer algo y; la intención, que determina para hacer algo. Cuando nacemos, traemos
al mundo una dotación mental. Lo psíquico, sea lo que sea eso, existe ya en el
momento de nacer. Hay sin duda, manifestaciones psíquicas en el recién nacido:
Sensaciones (dolor), sentimientos vitales (hambre, sed), expresiones emocionales
(llanto). Con el tiempo irán apareciendo otras, que estaban

FACTORES FAMILIARES

Son factores familiares la forma en que está constituida la familia, el número de sus
integrantes, su relación de afecto, comprensión, rechazo, su ambiente, su cultura,
costumbres, hábitos, el estado económico, etcétera. El objetivo del estudio de la
estructura familiar es conocer y obtener información sobre las personas con las que se
convive, conocer las condiciones y relaciones familiares, la economía y su nivel
educativo. De la familia depende la integración del niño, del adolescente y del adulto a
la sociedad como individuo positivo

FACTORES VICTIMÓGENOS

Todos aquellos que favorecen la victimización, es decir, las condiciones que hacen
proclive a un individuo a convertirse en víctima. No debe confundirse factor con causa,
ya que el primero favorece el fenómeno victima, en tanto que el segundo produce la
victimización en potencia y que serán estimuladas y modificadas por el ambiente.

FACTORES ENDÓGENOS O SOMÁTICOS

Son endógenos los que nacen con el sujeto y actúan hacia el medio exterior
produciendo ciertos resultados. Existe relación entre la actividad del organismo con las
conductas antisociales en algunos casos a la persona la acompaña desde su
nacimiento, que traducen grados de fragilidad que los van conduciendo hacia la
criminalización. Aunque en un comienzo se trató de develar el enigma de la comisión
de delitos observando, la fosa occipital media del cerebro, éste criterio fue variando.

Se debe al fisiólogo francés CLAUDE BERNARD (1813 – 1878) a partir de sus


estudios sobre el funcionamiento del páncreas, el descubrimiento de las glándulas de
secreciones internas o endocrinas hacia mediados del siglo XIX.

Entre los pioneros de la endocrinología, debe también mencionarse al brillante médico


y humanista español GREGORIO MARAÑON Y POSADILLO (1887 – 1960). El
efectivo aprovechamiento de los descubrimientos de la endocrinología solo tuvo lugar
a comienzos del siglo XX y se trató de explicar toda la conducta humana con base en
el funcionamiento regular o irregular de las glándulas de secreción interna.

La línea de trabajo endocrinológico, que aventura explicaciones globales de la


conducta humana rompe con las posturas puramente mecanistas del enfoque médico
– biológico y ensaya, a partir de la bioquímica de las glándulas de secreción interna
tesis explicativas del comportamiento humano, tanto “normal” como desviado.

Esa moda de las explicaciones endocrinológicas llega a la Criminología después de


concluida la primera guerra mundial. Y lo hizo con las exageraciones características
del optimismo que toda novedad despierta en los primeros momentos los grandes
descubrimientos médicos. M. Schlappy Edward H. Smith, pioneros, del entusiasmo de
la aplicación de la endocrinología en el campo de la Criminología, manifestaban en
1928, que la teoría glandular del delito da cuenta de todas las discrepancias, errores,
inadvertencias e insuficiencias de las explicaciones anteriores. Trece años más tarde,
en 1941 una notable bióloga, Ashley Montagu, hacía una evaluación mucho menos
optimista de la teoría glandular en Criminología. Según sus palabras “el hecho es que
en lo que respecta al sistema endocrino y sus relaciones con la personalidad y la
conducta, estamos todavía completamente en un mundo de lo desconocido y recurrir a
ese sistema en busca de una explicación de la criminalidad es simplemente intentar
explicar lo conocido por lo desconocido”.

Paul W. Tappan, replica a esta crítica, juzgándola excesiva, por cuanto mucho es
conocido, sobre los efectos de ciertas disfunciones endocrinas sobre la personalidad y
además el análisis de la acusación criminal es hoy en gran parte un asunto de explicar
lo conocido por lo que es sólo parcialmente conocido; no obstante lo cierto es que,
aparte de lo especulativo del argumento de Tappan, podemos afirmar, de acuerdo con
Reid y muchos investigadores que una relación causa efecto entre factores endocrinos
y conducta no se puede dar por sentada, porque los factores endocrinos no actúan
independientemente de otros factores.

Para corroborar lo dicho, encontramos por ejemplo, que Saleem A. Shah y Loren H.
Roth, hallaron que las mujeres que se quejaban de irritabilidad durante los periodos
premenstruales y menstruales, en las cuales existen desbalances endocrinos, eran
más propensas a ser irritables en otros períodos que las mujeres que no se quejaban
de esos episodios de irritabilidad premenstrual y menstrual.

ADICCIONES QUE CONDUCEN A LA CRIMINALIDAD

La proliferación de la venta de drogas, como la marihuana, pasta básica y clorhidrato


de cocaína ha popularizado su consumo, de cartas, dados, carrera de caballos,
máquinas, tragamonedas, bingos, etc. lo mismo que el juego compulsivo afectando no
sólo a la juventud, sino también a adultos, con efectos altamente nocivos, dado que en
forma gradual se alejan de sus ocupaciones habituales, lo que conlleva la deserción
del estudio o laboral; se desligan de su familia para frecuentar un determinado círculo
de amigos, también adictos al consumo de licor y drogas de la pasión por el juego
problema que se asemeja con los menores que sufren explotación y maltrato que
dejan sus hogares o con los que fueron abandonados por desesperadas madres. El
problema del alcoholismo y de la drogadicción, es uno de los fenómenos que más
preocupan a las familias, entidades gubernamentales e incluso a organismos
internacionales, porque tratan de implementar políticas que controlen su crecimiento
no suscitando idéntica reacción, el juego por las expectativas ilusorias que genera por
su proteccionismo oficial. La adicción consiste en un consumo compulsivo y
permanente que origina trastornos psíquicos y/o orgánicos, según el tipo de droga.
Esta toxicomanía es progresiva a fin de sentir el mismo efecto inicial. La dependencia
psíquica, significa la necesidad de tomar la droga, atraídos por la sensación de
bienestar que produce y su falta de consumo causa intranquilidad y la dependencia
fisiológica, que ocurre con ciertas drogas, se caracteriza por la urgencia de ingerirlas
para evitar transtornos o perturbaciones que se conocen como síndrome de
abstinencia, acompañados de síntomas de angustia. El juego también quiebra la
voluntad del adicto en el que encuentra toda su atención.

El espiral de su dependencia va de la mano con sus carencias económicas, lo cual lo


conduce a cometer delitos de menor a mayor gravedad, porque suelen comenzar con
hurtos en su propio hogar, para luego desplazarse organizadas pandillas, al exterior,
accionando en la vía pública agresiones patrimoniales contra indefensas víctimas,
llegando a cometer crímenes violentos debido a su descontrol, lo que denota su
peligrosidad, su readaptación exige primero, una plataforma en el tratamiento
rehabilitador de sus enfermedades, ocasionadas por su dependencia hacia el licor, las
drogas y el juego luego recién empezar otra etapa de la terapia que combata la
conducta desviada, que es secuencial.

CONTROL SOCIAL DEL DELITO


SS. PNPELSIN GALLEGOS

EL CONTROL SOCIAL DEL DELITO


1. Antecedentes históricos y científicos de la categoría Control Social
Este término se remonta a la segunda mitad del siglo XIX en los EE. UU.;
encontrándose indisolublemente asociado al objetivo de integrar socialmente
las grandes masas de inmigrantes que acudieron a la convocatoria generada
por el proceso de industrialización de la naciente potencia norteamericana.
La perentoria demanda organizativa de este cúmulo poblacional migratorio,
caracterizado por su variada cosmovisión cultural, religiosa, etc.; creó la
necesidad de localizar las vías sociológicas de integración que superaran estas
diferencias culturales y que, a partir del desarrollo de normas
comportamentales, garantizaran una convivencia social organizada.
La paternidad científica de la expresión Control Social pertenece al sociólogo
norteamericano Edward Ross, quien la utilizó por primera vez como categoría
enfocada a los problemas del orden y la organización societal, en la búsqueda
de una estabilidad social integrativa resultante de la aceptación de valores
únicos y uniformadores de un conglomerado humano disímil en sus raíces
étnicas y culturales.
En los comienzos sociológicos del concepto predominó la idea de la completa
separación entre el Control Social y la intervención estatal (Ross y la Escuela
de Chicago), sin embargo, las condiciones económico-sociales de EE. UU. en
la década de los años treinta del pasado siglo compulsaron un cambio radical
sobre la interpretación del Control Social en sus relaciones con el aparato
estatal, modificación caracterizada por el reconocimiento de la capacidad
organizativa del Estado a través del Derecho, este último entronizado así como
elemento controlador por excelencia (corriente estructural-funcionalista).
El fenómeno delictivo en general se ha apoderado del debate público desde
hace mucho tiempo y que la actualidad ha adquiriendo especial énfasis en
periodos de campañas electorales, girando siempre la reflexión en torno a las
fórmulas para controlar la comisión de delitos y la manera de someter a una
rehabilitación y posterior reinserción social a quienes incurren en estas
prácticas
2. Bases conceptuales de la categoría Control Social
El Control Social como categoría sociológica
Si bien el concepto de Control Social ha constituido un punto polémico y por
tanto objeto de disímiles perspectivas sociológicas; a su vez no puede negarse
su condición de categoría central dentro de la Sociología del equilibrio u orden
social, si se tiene en cuenta su eficaz empleo en el disciplinamiento de la
desviación.
La recurrencia al Control Social como referente explicativo del Derecho Penal
para su ubicación en un ámbito social más extenso responde a la fuerza
explicativa de la categoría Control Social, a su globalidad y a su universalidad
social como concepto; también se manifiesta su utilización reiterada porque “la
función motivadora de la norma penal sólo puede comprenderse situando al
sistema jurídico-penal en un contexto mucho más amplio de control social, es
decir, de disciplinamiento del comportamiento humano en sociedad”. apelando
a una valoración externa del aparato punitivo, lo interpretan como la parte de
un todo, como el sector más drástico y agravado del proceso regulador
concebido como la totalidad sistémica del Control Social.
3. La connotación política del Control Social
Desde la perspectiva macro, la categoría Control Social se vincula actualmente
a conceptos tales como poder, hegemonía, aparatos ideológicos, aparatos
políticos del Estado, relaciones de clase, etc. En los marcos macro-sociológicos
o en cualquier otra sede de análisis (criminológica, psicológica, etc.) resulta
altamente necesario el razonamiento referido al contenido político inmanente a
este concepto, de lo contrario se perdería la capacidad de conocimiento de los
procesos sociales en su dimensión real.
Para entender los problemas del Control Social que van desde la adaptación
del sujeto a las normas, a los roles, a la moral de su grupo, etc.; hasta su
adaptación a las perspectivas que estructuralmente están ya definidas para el
individuo antes de su nacimiento, se necesita comprender simultáneamente las
razones políticas que propician la aparición de estas posiciones en la sociedad
y cómo los intereses de los grupos dominantes estructuran tales expectativas y
crean los mecanismos de control para su cumplimiento.
La Política como ejercicio del Poder se configura materialmente a través de la
obtención del consenso y del uso de la coerción, mediante la acción integrada
de los componentes esenciales del Sistema del Control Social.
Un enfoque con trascendencia política del término Control Social emana del
objetivo general que le atribuimos, relacionado con la obtención de un orden
social a partir del funcionamiento estable y relativamente armónico del
conglomerado social; mecanismos a través de los cuales el orden institucional,
obrando en defensa y protección de sus propios intereses busca el
mantenimiento del status quo, que no es otra cosa que el mantenimiento de
determinado estado de cosas en el ámbito económico, político y social.
El Poder, con su trascendencia política, resulta capital en el desarrollo del
proceso regulador de la sociedad; pues en la configuración y ejercicio del
Control Social existirán siempre las relaciones de poder, aunque no se
presenten, ni sean coercitivamente percibidas por el sujeto controlado.
4. El Control Social y el orden social
La esencia funcional originaria y actual del Control Social se identifica con la
obtención de la imprescindible cohesión societal producto de la garantía
aportada por una armonía u orden social que facilite las diversas
interrelaciones del entramado existencial humano; lo cual significa que la
sociedad debe pertrecharse de un conjunto de normas que garanticen esa
estabilidad. Es así que el orden social puede definirse como el funcionamiento
estable y efectivo del conglomerado humano, sobre la base de relaciones
interpersonales respetuosas, cumplimiento de roles definidos y esperados y el
acatamiento en general de las normas de convivencia establecidas para una
época y contexto espacial.
El orden social siempre estará marcado por determinada conflictividad que de
no ser reducida a perfiles bajos, propiciaría un desajuste social dañoso. El
orden social no es un fenómeno espontáneo, se obtiene solo apelando al
disciplinamiento sustentado en el logro del consenso por persuasión y el uso
secundario de la coerción.
La preservación del orden en las sociedades homogéneas puede discurrir
mediante regulaciones y valores comunes que de forma más o menos
espontánea encauzan informalmente la convivencia social. Sin embargo, la
configuración de las actuales sociedades complejas con pluralidad de valores
sociales provenientes de grupos humanos de orígenes diversos genera la
formalización reguladora producto de los requerimientos de prever opciones
conductuales aceptables en situaciones antes inexistentes y la necesidad de
mediar en el conflicto entre pautas de comportamiento enfrentadas.
En sociedades fragmentadas el Control Social aumenta su formalización en la
medida que progresa la complejidad en la protección de la paz social. A medida
que la sociedad moderna se complejiza, los mecanismos tradicionales del
Control Social Informal disminuyen su efectividad (costumbre, moral, etc.) y
aumentan los controles oficiales incorporados a las leyes y a otras formas de
expresión de la regulación del Estado, lo que supone el paso del Control Social
Informal al Formal, sin que desaparezca el primero.
La tendencia existente al sobredimensionamiento regulador del aparato estatal
se infiltra en el propio Control Social Informal, formalizándolo y orientándolo;
sobre ello
5. Objetivos y características del Control Social
En lo general cabe considerar como objetivo del control el mantenimiento del
orden social.
La base y fin del organismo social lo constituye el ser humano concreto, por
tanto, no resulta extraño que la acción controladora contemple entre sus
finalidades fundamentales la regulación de la conducta personal; materializada
en el desempeño de los roles humanos vitales y en el acatamiento de las
normas de convivencia generales y comunitarias. Precisamente la garantía del
cumplimiento de los objetivos general y particular, descansa en un
comportamiento personal adecuado que posibilite la viabilidad funcional de los
grupos humanos y el logro del orden social general. Se produce así un efecto
de control exponencial, que parte del disciplinamiento logrado en el individuo, el
que contribuye a la disciplina grupal efectiva y ambos en conjunto potencian la
organización adecuada de la sociedad, como resultado final de ese continum
controlador.
Existen tres niveles de acción en los que operan los objetivos del Control
Social: el nivel societal, el nivel grupal y el nivel individual, los que se engranan
como una cadena de mediatizaciones, explicada a partir de que la garantía de
control individual confluye en la armonía de los grupos y ambos (individuo-
grupo) proyectan estabilidad en la sociedad. Lo expresado indica que el Control
Social constituye un proceso de extraordinaria complejidad.
6. El concepto de control social.
El tracto histórico de desarrollo de los estudios sobre Control Social se ha
caracterizado por una prolífica elaboración de definiciones, matizadas por
múltiples interpretaciones y signadas todas las lecturas, por las posiciones
científicas y políticas de sus autores.
Como línea centralizante de tal profusión definicional aparece que el concepto
de Control Social posee una esencia multidisciplinar, debido a la trascendencia
y uso que de él realizan varias ciencias, entre las que se destacan la
Sociología, la Criminología, la Psicología Social, etc.; aunque su nacimiento y
empleo más reiterado se ha producido en el campo sociológico.
El Control Social se concibe de forma general como la autoridad ejercida por la
sociedad sobre las personas que la componen. Los agentes de control social
son mecanismos reguladores de la vida social, ya sean o no institucionales.
En una visión amplia de Control Social lo concibo como un proceso de
integración social de amplio espectro, consistente en la interrelación funcional
sistémica de la totalidad de los componentes estructurales, funcionales y
organizativos que participan en las estrategias controladoras destinadas a
regular la conducta individual, mantener la estabilidad grupal y garantizar el
orden social, mediante los recursos de la persuasión y la coerción.
La pautación de la conducta humana, en la mayoría de los casos, se cumple
gracias al nivel de aceptación volitiva que poseen los individuos con respecto a
las normas adquiridas en el transcurso de su proceso de socialización, normas
que han llegado a internalizarse por los miembros de la sociedad, generando el
acatamiento resultante producto de un proceso controlador persuasivo que ha
derivado en la conformidad normativa y consecuentemente en una conducta
coherente con las regulaciones prevalentes asumidas; surge así el consenso
social, producto obtenido como resultado de la persuasión.
En criminología, se denomina control social a la influencia que ejercen
determinados elementos componentes de una sociedad, en la forma de
comportarse de sus asociados. Así por ejemplo, si un ser humano nace y crece
en solitario, sin roce ni relaciones intragrupales, no tendrá controladores
sociales, por lo que en relación a una cultura determinada, éste será desviado,
pues no se comporta como el resto desasociado, pero un ser humano que
nazca y se desarrolle en un ámbito familiar, obviamente adoptará como
propias, las formas de comportamiento de los demás miembros de la familia y,
si no las adopta en su totalidad, orientará su comportamiento al menos a
comportarse de una forma determinada. Posteriormente a la familia, el
siguiente controlador social lo encontramos en la escuela; la influencia que
ejerce la forma como los niños son tratados, educados, orientará su
comportamiento. De esta forma, los principales controles sociales que analiza
la criminología son la familia, la escuela, la iglesia y el gobierno, pero existen
muchos más como la moda, la música, las series de televisión, etc.
7. El control social informal
El Control Social Informal se desarrolla principalmente en el contexto de la
comunidad encaminándose a cumplir la función básica de disciplinamiento del
individuo, garantizando con ello su adaptación conformista a la vida social
mediante la interiorización de las normas y valores vigentes en la sociedad, de
forma tal que su cumplimiento llega a convertirse en un imperativo interno del
individuo, a partir de un acatamiento volitivo de esas normas. Variante
controladora que opera mediante la persuasión y su funcionamiento legitima los
modelos de comportamiento usados como referentes.
Las características más relevantes de este tipo de control se ubican en la
permanencia temporal de su acción, en que se ejerce sobre la totalidad de los
individuos y en que se manifiesta de manera sutil; accionando a través de
disímiles instituciones comunitarias, entre las que se encuentran: la familia, la
escuela, la iglesia o centros de culto, los medios de comunicación, el
vecindario, etc. Los mecanismos rectificadores de posibles “disonancias” en la
socialización y que garantizan el funcionamiento del Control Informal, poseen
carácter difuso y multivariado y oscilan desde los gestos reprobatorios ante un
comportamiento inadecuado, el rechazo de la opinión pública, la indignación
comunitaria, hasta el aislamiento u ostracismo social.
Desde el momento que el Control Social Informal no garantiza a través de sus
agencias y mecanismos que el individuo se comporte adecuadamente y, en
consecuencia, cometa acciones antijurídicas; entra en función la segunda
variante del Control Social, estableciéndose una red de contención ante la
conducta anómala, red que posee una esencia jurídica. Así pues, este segundo
tipo de control es ejercido sobre el grupo de sujetos que transgreden las
normas de entidad legal, demostrando con sus acciones antijurídicas, la
ineficacia de su socialización y de la influencia preventiva; en ese caso la
reacción social controladora se traslada de la esfera informal al área formal,
tomando un matiz de respuesta claramente coactiva
8. El Control Social formal
Al establecer claramente que el Control Social Informal constituye la forma
primaria de protección del orden social, queda pues al Control Social Formal la
función subsidiaria consistente en una intervención controladora por defecto,
solo cuando la entidad del conflicto exija una respuesta formalizada más
drástica por no ser suficiente la de las instancias informales. La maquinaria
pesada del Estado debe reservarse para los conflictos más agudos que
requieran un tratamiento especial, riguroso.
El Control Social Formal es centralizado por el Estado, poseedor de la
exclusividad represiva en su totalidad, lo que se conoce como monopolio
legítimo de la fuerza.
Esta forma reguladora es ejercida por profesionales dedicados laboralmente a
la vigilancia, seguridad y control de los comportamientos sociales de mayor
trascendencia agresiva y peligrosa. Como mecanismo de control se relaciona
principalmente con el Derecho, constituido en sistema normativo referencial;
poseyendo a su vez varias manifestaciones, entre ellas: el Derecho Civil, el
Derecho Administrativo sancionador, el Derecho Penal, etc. En el conjunto de
variantes del Control Social Formal se localizan formas más blandas, ejemplo:
el Derecho Civil y el Derecho Administrativo Sancionador y la forma más
drástica del control social formal: el Derecho Penal.
El Control Social Penal acciona mediante una fuerza imperiosa para hacerse
cumplir; entronizándose como un mecanismo exterior coercitivo que presupone
un sometimiento de la voluntad individual a la fuerza del Derecho. Todo el
accionar controlador que implique el uso del Derecho Penal se canaliza e
instituye mediante el funcionamiento del Sistema Punitivo o Sistema de Justicia
Penal.
La especificidad reguladora del Sistema Punitivo se refiere, no a toda la
conducta desviada sino solo al delito así como a sus fines, prevención y
represión y a los medios que utiliza para ello, las penas y medidas de
seguridad, con una rigurosa formalización en su forma de operar acorde al
principio de legalidad.
9. Necesidad de complementación de ambas formas de control
Para el análisis de la complementariedad entre las variantes fundamentales del
Control Social, debe partirse de que ambos mecanismos reguladores orientan
su accionar a objetivos finales comunes, a saber: la estabilidad del orden
social, el funcionamiento adecuado de los grupos sociales y el disciplinamiento
individual. Gravitando alrededor de estos objetivos, el sistema global del
Control Social puede garantizar su eficacia si sus manifestaciones
organizativas (Control Social informal y Control social formal) se
interrelacionan, interpenetran y apoyan mutuamente.
En el plano singular se evidencia esta interacción, ya que el individuo como ser
social se encuentra desde su nacimiento bajo la influencia de un continuum de
controles, es decir, la incorporación de tipos penales en leyes de otras ramas
del ordenamiento jurídico y viceversa.
Siendo así, la indispensable actuación conjunta de los mecanismos formales e
informales puede conseguir una contención de la violencia y la criminalidad, si
tenemos en cuenta que dicha interconexión favorece a ambas formas
controladoras, pues “el derecho penal, en el extremo inferior del continuum, se
propone garantizar el buen funcionamiento de los grupos de la Sociedad Civil
(agencias del control social informal), mientras que, a su vez el enraizamiento y
buena comunicación de los órganos del Sistema Penal con los grupos
comunitarios posibilita mayor efectividad de la acción reafirmadora penal y
menor nocividad de los efectos penales colaterales, tales como la
estigmatización.
10. El concepto de Prevención del delito
Las divergencias doctrinales aparecen en la conceptualización de la categoría
Prevención del Delito; existiendo autores que la identifican con la disuasión
penal, partiendo del criterio de que una de las funciones de la sanción es la
prevención general y especial. Otro sector doctrinal entiende la prevención
como el efecto inhibitorio o disuasorio mediato e indirecto que se logra a través
de instrumentos no penales destinados a incrementar el riesgo y disminuir los
beneficios en la aplicación del plan delictivo, por ejemplo: trabas en el diseño
arquitectónico, implementación de sistemas de seguridad y protección, etc.
Existen autores que identifican la Prevención Social con la Prevención
Especial, este criterio se sostiene en una óptica penitenciarista que visualiza la
Prevención, solo como la evitación de la reincidencia y la multirreincidencia,
desconociendo la existencia de la Prevención Primaria.

La Prevención como categoría criminológica no puede reducirse ni a la


disuasión penal, ni a establecer dificultades en la comisión del delito, ni mucho
menos identificarla con el concepto jurídico-penal de prevención especial.
Prevenir el crimen va más allá de todas esas visiones parciales del problema.
La verdadera prevención debe partir del estudio genético de la delincuencia,
del conocimiento de sus determinantes sociales, para a partir de esa
aproximación cognitiva concebir y aplicar una intervención dinámica y positiva
que neutralice las raíces delincuenciales, las cuales se manifiestan
principalmente en el contexto comunitario.
11. El diagnóstico criminológico
El diagnóstico criminológico como instrumento de conocimiento de la realidad
puede ser concebido para su utilización en diferentes niveles de valoración,
desde el más general (macro-sociedad) hasta el más singularizado (la
personalidad o individuo); precisamente en un nivel intermedio entre los arriba
citados se encuentran la valoración particularizada del micro-ambiente o
comunidad.
La Personalidad como fenómeno basa su proceso formativo en la cantidad y en
la calidad de la información y en el ejemplo de quienes la transmiten, por lo que
la comunicación socio-psicológica es uno de los aspectos más importantes en
las relaciones sociales entre las personas. Esta comunicación, por su forma,
está constituida por las relaciones interpersonales y sus vínculos con las más
variadas actividades y costumbres; lo que nos indica la importancia de dirigir la
atención al micro-ambiente del individuo, así como a su dinámica para
descubrir y neutralizar los factores negativos o perniciosos que en el ámbito
comunitario pueden incidir en la desfavorable formación de la personalidad,
factor determinante en la comisión de conductas criminales.
En el marco del microambiente social transcurre la mayor parte de la vida del
ser humano y de hecho este entorno puede determinar, a partir de su mal
funcionamiento, la introducción de “valores”, cuyo contenido hace que se vaya
conformando un proceso diametralmente opuesto a la correcta socialización,
proceso que generará una “malformación social”, traducida en una actitud
antisocial del individuo. Esta situación se produce por una disfuncionalidad del
micromedio o comunidad, que posee problemas en sí mismo y en su
estructuración, generando la aparición de elementos negativos de la
personalidad (características criminológicas) de sus miembros; elementos que
en determinado grado de profundidad y firmeza, pueden configurar una
psicología antisocial.
A tenor con lo anterior expuesto se advierte la enorme relevancia que adquiere
el diagnóstico criminológico en el nivel comunitario, por cuanto permite detectar
los factores criminógenos que atentan contra el desarrollo armonioso y la sana
formación de la personalidad. Esos elementos negativos del funcionamiento
microambiental deben buscarse en los grupos sociales que estructuran este
nivel; por ejemplo: la familia, la escuela, las relaciones de grupos informales,
etc.; todos los que de una manera u otra interactúan con el individuo influyendo
en su educación. De todos estos factores uno de los más importantes suele ser
la familia. Esta relevante institución social es el mediatizador inicial y más
duradero de la relación sociedad-individuo.

12. Las relaciones intracomunitarias


Las relaciones familia-comunidad poseen carácter interactivo. Con el
cumplimiento de su función formadora de los nuevos miembros, la familia
interactúa con el medio social, haciendo aportes o generando problemas que
se reflejarán socialmente a largo o mediano plazo.
En una visualización negativa del funcionamiento familiar se puede hacer
referencia a dos aspectos negativos fundamentales, tales como: el ejemplo de
los padres y la incorrecta línea educativa. En ambos casos los miembros
menores de la familia sufren graves consecuencias formativas, se tornan
pesimistas, agresivos, inseguros, indiferentes, etc. Sus necesidades, intereses,
sentimientos e ideales se resquebrajan y deforman, entorpeciendo la influencia
positiva y constructiva que otros componentes del micromedio pueden ejercer
sobre ellos.
Los padres funcionando como “modelos” de conducta, poseen una amplia
significación en la formación de los hijos. Las relaciones inadecuadas de los
miembros adultos del núcleo familiar, tales como: discordias, antagonismos,
celos, agresividad, etc., generan males incalculables en los futuros ciudadanos;
pues de hecho sobreviene la ruptura afectiva, la degradación moral y el
entronizamiento de la violencia como medio expresivo. De otra parte, la
incorrecta educación en el seno familiar puede llevar al desarrollo de rasgos
negativos, como consecuencia, por ejemplo, de la satisfacción inmediata y
desmedida de las necesidades y demandas materiales de los niños y
adolescentes o su insuficiente satisfacción, o de la liberación de funciones en el
colectivo doméstico, entre otras. Reitero que la familia constituye el factor
primario e inicial más importante del microambiente social, aunque rechazo la
posición consistente en hiperbolizar o absolutizar el factor familiar como ultra-
determinante en la formación o deformación de la personalidad; pues el nivel y
celeridad de los cambios sociales actuales nos inclinan a considerar también
muy importantes otras agencias socializadoras, como por ejemplo, la escuela.
13. La resocialización como estrategia del Control Social Punitivo y la
mediación reparadora. En el plano organizativo resulta difícil establecer
criterios de clasificación puros; si se parte de la frecuencia en el uso de
determinado tipo de recurso, consideramos que todas las variantes
estratégicas de regulación, en mayor o menor medida, contienen elementos o
técnicas persuasivas y coactivas.
La resocialización ha sido tradicionalmente concebida dentro de la estrategia
represiva o como consecuencia de ella. Se presupone que la represión
aplicada a un individuo por su actuar delictivo, trae consigo aparejada una
necesidad resocializativa. En este sentido se reconoce una interactividad
evidente de las estrategias represiva y resocializadora, aunque su
independencia como estrategias controladoras, teniendo en cuenta que aun
cuando puedan coexistir temporalmente y ser consecuencia una de otra, las
funciones y trascendencia para el control se encuentran diferenciadas.
La necesidad de la resocialización como acción enmendadora, aparece por la
existencia de socializaciones defectuosas que necesitan ser censuradas con
una intervención social más enérgica, asumida y ejercida por el estado y sus
organismos especializados. Resocialización significa, por tanto, modificación de
pautas incorrectas de comportamiento que funcionaron o pueden funcionar
como determinantes psico-sociales de conductas de trascendencia delictiva. Se
aspira mediante esta socialización sustitutiva, a influir benéficamente en las
personas que han violado determinadas normas con vistas a lograr una
actuación social ceñida a la Le, al derecho.

POLÍTICA CRIMINOLÓGICA
1. Generalidades
La política criminología es entendida como el conjunto de respuestas de
variada índole que un Estado considera necesario adoptar para hacerle
frente a conductas consideradas reprochables o causantes de perjuicio
social con el fin de garantizar la protección de los intereses esenciales
del Estado y de los derechos de los ciudadanos.
El fin esencial de la política criminal es y debe ser la búsqueda de la
extinción de la criminalidad pero esto resulta ser una utopía, por diferentes
razones, siendo una de ellas la corrupción de los actores de la
administración pública, de la administración de justicia y del poder
legislativo, a lo que se debe de sumar la ineptitud (incapacidad) de las
autoridades responsables de diseñar y ejecutar una política criminal
conforme a los fenómenos y hechos delictivos que surgen en sociedad;
razón por la que muchos estados a lo sumo buscan que disminuir los
índices de violencia y delincuencia porque el delito existe y ha existido y
existirá porque es consustancial al ser humano.
Actualmente no existe consenso en su denominación, fundamentalmente
por el uso de la terminología “criminal”, expresión que representa lo
contrario que se persigue con los presupuestos de esa política del Estado,
así tenemos:
a. Para Rodríguez Manzanera la política que se sigue es anti-criminal, si
se tiene en cuenta que sus fundamentos y postulados tienen su base en
los saberes criminológicos y están dirigidos a combatir y prevenir la
criminalidad.
b. Para Eduardo Novoa: la política criminal es el arte de conciliar la
doctrina con los hechos y constituye el puente entre la teoría jurídica y la
realidad social. (…) la adecuación de las normas jurídicas ideales a una
realidad viva, con miras a una lucha eficiente contra el delito, constituye
el papel de la política criminal.
c. En la línea de pensamiento de Sergio Politoff, J. Pierre Matus y Marís
Cecilia Ramírez arguyen “(…) así como hay políticas de salud pública,
ambientales, de transporte, de educación, hay también políticas del
Estado para mejorar la legislación penal y para elaborar criterios que
deben tomarse en cuenta a la hora de tomar decisiones en el ámbito del
Derecho Penal (…)”Sergio Politoff, J. Pierre Matus y Marís Cecilia
Ramírez arguyen “(…) así como hay políticas de salud pública,
ambientales, de transporte, de educación, hay también políticas del
Estado para mejorar la legislación penal y para elaborar criterios que
deben tomarse en cuenta a la hora de tomar decisiones en el ámbito del
Derecho Penal (…)”
2. Conjunto de respuestas para hacerle frente a conductas consideradas
reprochables o causantes de perjuicio social:
a. De índole social, como cuando se promueve que los vecinos de un
mismo vecindario se hagan responsables de alertar a las autoridades
acerca de la presencia de sucesos extraños que puedan estar asociados
a la comisión de un delito.
b. De índole jurídico, como cuando se reforman las normas penales.
c. De índole económico, como cuando se crean incentivos para estimular
un determinado comportamiento o desincentivos para incrementarles los
costos a quienes realicen conductas reprochables.
d. De índole cultural, como cuando se adoptan campañas publicitarias por
los medios masivos de comunicación social para generar conciencia
sobre las bondades o consecuencias nocivas de un determinado
comportamiento que causa un grave perjuicio social.
e. De índole administrativo, como cuando se aumentan las medidas de
seguridad carcelaria.
f. De índole tecnológico, como cuando se decide emplear de manera
sistemática un nuevo descubrimiento científico para obtener la prueba de
un hecho constitutivo de una conducta típica, Ejemplo. Las cámaras de
video vigilancia.
3. Los Momentos de la Política Criminal
La política criminal es preciso analizarla teniendo en cuenta sus
diferentes aristas, de la misma manera que se ocupa de las distintas
versiones del fenómeno criminal, debe entonces procurar atender los
diversos momentos que lo conforman, los que se deben de analizar
desde un punto de vista teórico y metodológico.

Algunos autores estiman como etapas de la Política Criminal el “antes”, el


“durante” y el “después” en relación a la comisión de un hecho delictivo
como momentos hacia los cuales debe orientarse la política criminal.

Una política criminal o criminológica que atienda el “antes” del


fenómeno criminal, sería aquella dirigida a poner en práctica políticas
preventivas de naturaleza social, dígase toda la actividad desarrollada a
través de las agencias informales de control social como: la escuela, la
familia, la comunidad y demás, donde se potencie el acceso a la
información, programas de empleo, de integración comunitaria, de
seguridad social, dirigida fundamentalmente a desarrollar un trabajo
proactivo ex ante de la comisión de delitos. En este aspecto han sido muy
puntuales los aportes realizados por Roxin cuando señala que:

(…) una política criminal orientada a la prevención implica que la tarea del
Estado consiste en mejorar las relaciones sociales, esto es, la libertad, la
seguridad y bienestar de sus ciudadanos y la mejor forma posible de
conseguirlo es orientando la finalidad de la pena a evitar
comportamientos delictivos mediante la incidencia del delincuente y en la
conciencia jurídica de la comunidad (Roxin, 2000, 24).

La mejor política criminal sería una política social con fines preventivos
directos. En esta etapa se encuentra la propia disposición normativa de
aquellas conductas que deben ser susceptibles de pena, así como, la
consecuente modelación de todo el aparato ejecutivo de dicha
disposición normativa, dígase en otras palabras, la modelación de un
Derecho tanto sustantivo como adjetivo y su consecuente
instrumentación a partir del diseño de las instituciones que hacen posible
su realización.

Una política criminal dirigida al “durante” es aquella que se desarrolla


al ponerse en marcha el aparato de justicia penal una vez cometido el
hecho delictivo, es decir, que abarcará todo lo concerniente a las
diligencias procesales que se llevarán a cabo de cara a la investigación
del hecho criminal, qué métodos de investigación emplear, los momentos
y condiciones de la detención, el acceso a la defensa técnica, la
aplicación de criterios de oportunidad, las propias vías alternativas de
solución de conflictos y lógicamente las prácticas y diligencias concretas
de la agencia judicial. Implica la Política penal a seguir en el campo
policial- investigativo del hecho delictivo, así como en el campo judicial o
de juzgamiento del mismo.

Una última etapa orientada al “después” supone el desarrollo de


políticas penitenciarias y post-penitenciarias que complementen las
estrategias de resocialización del sancionado. Corresponde a esta etapa
todo lo relacionado con la ejecución de las sanciones, aspecto en el que
debe tenerse presente lo relativo a la prevención especial y al abordaje
del sujeto activo del delito visto desde su singularidad como persona y
desde la particularidad de su situación.

Los campos de actuación en los que se proyecta la Política Criminal y la


penal específicamente, que ameritan un análisis especial son: el
legislativo, judicial, policial, y el ejecutivo .Al mismo tiempo estas fases
precisan de ser abordadas tanto a nivel teórico como a nivel práctico
según corresponda.

4. La política criminal en el campo legislativo


La creación de las leyes penales es eminentemente un acto político y al
elaborarse las normas y determinarse la penalización o despenalización
de conductas, para que sean eficaces y se adapten al contexto, tienen
que basarse en un estudio pormenorizado de la realidad de su tiempo, de
manera que se pueda crear un instrumento lo suficientemente coherente
que refleje un Derecho penal justo y atinado.
Para Zaffaroni la ley penal es formalización de una decisión política
previa, pues la política criminal es lo que está inmediatamente antepuesto
a la ley penal, tanto lógica como cronológicamente, siendo que la política
criminal de cara a las reformas legislativas ha sido diversa, asumiéndose
criterios que han variado según las tendencias que han ido surgiendo,
estando las más actuales en cuanto al merecimiento de la pena, las que
apuntan a que se debe proceder de diversas formas: aumentando la
intensidad de la conminación penal, descriminalizando determinados
tipos de conductas o permitiendo un prudente arbitrio judicial al atenuar la
gravedad de las consecuencias jurídicas.

La diversidad de tendencias en torno a la respuesta más atinada al


fenómeno criminal es tan variada y compleja como lo son los tiempos
actuales, son disímiles los diseños que se proponen ante la cambiante
dinámica social, la que trae consigo nuevas demandas al Derecho penal
y dificultades para responder a la criminalidad con las estructuras
tradicionales del Derecho penal nuclear.
5. La política criminal en el campo policial
Al analizar a la policía como parte de los componentes del sistema de
justicia penal al que también se aboca la política criminal, se debe partir
de cómo entender esta, ya que la misma puede ofrecer diversos
significados en dependencia del enfoque que persiga.
Es imprescindible entenderla como función estatal, pero también como
servicio.
Cumpliendo con la función estatal, se torna un instrumento de gobierno
para hacer cumplir las leyes, conservar el orden y la seguridad,
intentando no afectar los derechos y libertades de los ciudadanos,
proyectando una función policial predominantemente social, por otro
lado, como servicio, constituye el conjunto de actividades que despliega
la policía para cumplir con sus funciones.
Comprende las actividades de prevención referidas a la seguridad de las
personas y la propiedad pública y privada y las de investigación cuando
se producen delitos, para comprobar los hechos y los responsables.
No se puede obviar la interrelación que existe entre el componente
policial investigativo y el resto de los componentes del sistema de
justicia penal, como mecanismo formalizado del control social, este tiene
la función de hacer valer lo que está establecido mediante su actuar. La
relación que se establece con lo previsto en ley y el consecuente auxilio
al hacerla valer, de manera que lleguen a los tribunales aquellas
conductas que, según esta, merecen una sanción penal, constituye una
muestra más de la unidad que debe prevalecer a la hora de concebir
una política criminal, ya que la misma debe atender al sistema como un
todo. Empero,
En países en vías de desarrollo, ha existido la tendencia a considerar
como una Política Criminal efectiva, aquella que supone el incremento y
reforzamiento del órgano policial con respecto a los otros componentes
del sistema, para dar una respuesta más atinada y efectiva al fenómeno
criminal. En la sociedad postindustrial la policía en general y la judicial
en particular, adquieren un papel cada vez mayor que ya fue reiterado
por la política criminal de las Naciones Unidas en el Quinto Congreso de
la misma sobre Prevención del Crimen y Tratamiento del Delincuente en
1975, al discutirse el tema del papel creciente de la policía y otros
servicios de aplicación de la ley, especialmente en cuanto atañe a las
cambiantes expectativas y el nivel mínimo de cumplimiento.

En dependencia de las facultades que el Estado delegue en esta


organización, la policía cumplirá diversos roles en la sociedad. Una
gran parte de la doctrina le asume dos funciones principales, la
preventiva y otra de investigación. La Policía preventiva está
compuesta por agentes encargados de la vigilancia en la vía pública,
es decir, las calles, los parques, los establecimientos comerciales, el
transporte público, entre otros, por lo que representan la autoridad
pública más próxima a la población. Esta prevención supone
modificar el momento de intervención policial, sustituir las acciones
de respuesta por una acción anterior que acabe con la posibilidad
misma de la comisión de un delito.

Al haberle atribuido a la policía facultades investigativas; implica


identificarla como policía judicial. En la mayoría de los ordenamientos
jurídicos esta actúa como auxiliar del Ministerio Público colaborando,
a través del empleo de sus técnicas operativas y especializadas, en
el esclarecimiento de las conductas delictivas, lo que sirve de
sustento al posterior ejercicio de la acción penal, como ocurre en la
actualidad por lo normado en el código procesal penal.

6. La política criminal en el campo judicial


En esta fase la política criminal o criminológica queda a disposición
de la correcta aplicación por parte de los jueces de la ley vigente,
clara y coherente.
La trascendental potestad que se le confiere al juez a la hora de
individualizar la sanción y el control de la ejecución, convierte a este
en una instancia político-criminal por excelencia, el cual tiene que
actuar dentro del marco de la legalidad, conforme a las reglas de la
argumentación jurídica, sometida a las reglas de la tutela judicial
efectiva, y no se puede permitir una interpretación extensiva de la ley
porque irrumpiría en detrimento de la seguridad ciudadana.
Las normas penales no se crean para ser modificadas
constantemente, sino que son pensadas y configuradas con una idea
de durabilidad, de ahí su difícil confección, pero al ser la dinámica
social más rica que lo establecido en ley, el juez debe obedecer
también a la Política penal que se siga en cuanto a su función, ya que
esta es el cordón umbilical entre el saber empírico y el normativo.
Las consecuencias del delito implican para la política criminal,
atemperarse a las actuales teorías que prevén el uso de instrumentos
no penales, en particular conciliatorios. La búsqueda de salidas
alternativas al proceso penal, mecanismos de mediación, conciliación
y principio de oportunidad, hoy son más que proyectos, son
soluciones incorporadas en algunas legislaciones que a su vez
permiten otra valoración en la aplicación y ejecución de la pena.
La relevancia sancionadora de la reparación y el acuerdo entre el
autor y la víctima es un ejemplo modélico de la política
7. La política criminal en el campo ejecutivo
El sector dedicado a la ejecución de la sanción, visualiza la violencia estatal
por excelencia, por el alto grado de impacto en la sociedad al contemplar la
represión como uno de los fines de la pena y su materialización conlleva la
restricción de determinados derechos.

La política penológica como vertiente de la Política penal, se encarga de


diseñar las estrategias, pautas, líneas a seguir en base a las condiciones
históricas de cada tiempo, en torno a la respuesta y consecuencia ante el
delito. El tipo de sanción y la manera en que esta se ejecuta determinan en
un sistema dado, su significado o proyección político criminal. En torno a la
política criminal dirigida a la ejecución de la pena, Silva Sánchez expresa:

La valoración político criminal en torno a la necesidad de la pena está


condicionada por las influencias que en el ámbito social, político, cultural,
económico, imperen para un momento y lugar determinados; la política
penitenciaria debe estar subordinada al principio de necesidad porque se
deben ejecutar solo aquellas penas que cumplan estrictamente con los
fines de prevención.

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