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DESENLACE Y CONSECUENCIAS DE LA

BATALLA DE CANNAS
(216 antes de Cristo)
DESCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO:
Se trata de un fragmento de la “Historia de Roma”
(su nombre completo es Historia universal bajo la república
romana) escrita por Polibio de Megalópolis (200 a.C.- ca. 120-
118 a.C.), historiador de origen griego macedonio. Enviado
en calidad de rehén a Roma, tras la derrota de su patria
Macedonia, Polibio puso todo su talento intelectual al servicio
de la dirigencia romana. Fue un protegido de la familia de los
escipiones, por lo que sus relatos siempre tienen un tono
positivo cuando tratan temas vinculados al Africano o a sus
parientes cercanos.
La Historia de Roma fue escrita en 40 libros, de los
cuales tenemos íntegros solo los primeros cinco, aunque
gracias a los documentos salvados por las biblioteca
bizantinas, como la Excerpta antiqua y la Excerpta
constantiniana, contamos con numerosos fragmentos de los
demás libros.
En este texto, Polibio describe los pormenores de la
Batalla de Cannas que enfrentó al ejército romano contra
Aníbal y su fuerza de invasión. No omite ninguna de las
desgracias acaecidas a Roma como resultado de esta derrota,
pero al final exalta a Roma por su victoria aún en la
adversidad.
Del carácter de su obra debe destacarse su rigor
por relatar los hechos de la forma más cercana a la verdad.
Además la Historia de Roma se nos presenta constantemente
como una verdadera historia universal, de la que Polibio es
considerado su fundador. Asimismo Polibio sostiene que la
verdadera historia es la pragmática, la que permite al lector
obtener una lección de utilidad para su vida.

CONTEXTO HISTÓRICO:

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Los primeros libros de la Historia de Roma de
Polibio se centran en la narración de los hechos que llevaron
a la victoria de Roma sobre Cartago en el contexto de las 3
guerras que enfrentaron a romanos y púnicos.
En particular, Polibio trata con detalle los sucesos
que tuvieron lugar en la segunda guerra púnica, narrando
extensamente las campañas que llevaron a Aníbal Barca a
invadir Italia y a derrotar completamente a las legiones
romanas. Con ello podría parecer que Polibio deseaba
disminuir la importancia de las victorias romanas, pero esta
minuciosidad con los logros de Aníbal solo tiene por fin
exaltar aún más la gloria de la victoria final de Escipión el
Africano (protector de Polibio en Roma) y de la civilización
romana por sobre la “barbarie” de los africanos.
Especial interés tiene el párrafo final cuando alude
a la actitud del Senado: “οὐ μὴν ἥ γε σύγκλητος οὐδὲν
ἀπέλειπε τῶν ἐνδεχομένων, ἀλλὰ παρεκάλει μὲν τοὺς
πολλούς, ἠσφαλίζετο δὲ τὰ κατὰ τὴν πόλιν, ἐβουλεύετο δὲ περὶ
τῶν ἐνεστώτων ἀνδρωδῶς. τοῦτο δ᾽ ἐγένετο φανερὸν ἐκ τῶν
μετὰ ταῦτα συμβάντων” Con ello deja en claro que su relato
está destinado a exaltar la conciencia virtuosa del pueblo
romano y su coraje ante la adversidad.
La derrota del ejército romano de 80.000 hombres,
comandado por los cónsules Varrón y Paulo, en el verano de
216 a.C. pese a su enorme superioridad numérica, constituyó
la peor catástrofe militar de la historia de Roma. Sin
embargo, no obstante que Aníbal logró rodear a las legiones
y acabar con todos sus soldados, su triunfo no arrojó frutos
de victoria que habrían sido esperables, debido a la reseñada
actitud del Senado y el Pueblo de Roma. En tal sentido
Polibio destaca la conciencia patriótica y nacional de la
república romana por su determinación de proseguir la
guerra, obtener la victoria y apoderarse del “orbe universo”
(orbis terrarum).

EL TEXTO:
Texto original griego: “117. ἡ μὲν οὖν περὶ
Κάνναν γενομένη μάχη Ῥωμαίων καὶ Καρχηδονίων
ἐπετελέσθη τὸν τρόπον τοῦτον, μάχη γενναιοτάτους

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ἄνδρας ἔχουσα καὶ τοὺς νικήσαντας καὶ τοὺς
ἡττηθέντας. δῆλον δὲ τοῦτ᾽ ἐγένετ᾽ ἐξ αὐτῶν τῶν
πραγμάτων. τῶν μὲν γὰρ ἑξακισχιλίων ἱππέων
ἑβδομήκοντα μὲν εἰς Οὐενουσίαν μετὰ Γαΐου διέφυγον,
περὶ τριακοσίους δὲ τῶν συμμάχων σποράδες εἰς τὰς
πόλεις ἐσώθησαν: ἐκ δὲ τῶν πεζῶν μαχόμενοι μὲν
ἑάλωσαν εἰς μυρίους — οἱ δ᾽ ἐκτὸς ὄντες τῆς μάχης — ἐξ
αὐτοῦ δὲ τοῦ κινδύνου τρισχίλιοι μόνον ἴσως εἰς τὰς
παρακειμένας πόλεις διέφυγον. οἱ δὲ λοιποὶ πάντες,
ὄντες εἰς ἑπτὰ μυριάδας, ἀπέθανον εὐγενῶς, τὴν
μεγίστην χρείαν παρεσχημένου τοῖς Καρχηδονίοις εἰς
τὸ νικᾶν καὶ τότε καὶ πρὸ τοῦ τοῦ τῶν ἱππέων ὄχλου.
καὶ δῆλον ἐγένετο τοῖς ἐπιγενομένοις ὅτι κρεῖττόν ἐστι
πρὸς τοὺς τῶν πολέμων καιροὺς ἡμίσεις ἔχειν πεζούς,
ἱπποκρατεῖν δὲ τοῖς ὅλοις, μᾶλλον ἢ πάντα πάρισα τοῖς
πολεμίοις ἔχοντα διακινδυνεύειν. τῶν δὲ μετ᾽ Ἀννίβου
Κελτοὶ μὲν ἔπεσον εἰς τετρακισχιλίους, Ἴβηρες δὲ καὶ
Λίβυες εἰς χιλίους καὶ πεντακοσίους, ἱππεῖς δὲ περὶ
διακοσίους…
118. Βραβευθείσης δὲ τῆς μάχης τὸν
προειρημένον τρόπον, ἀκόλουθον εἰλήφει τὰ ὅλα
κρίσιν τοῖς ὑπ᾽ ἀμφοτέρων προσδοκωμένοις.
Καρχηδόνιοι μὲν γὰρ διὰ τῆς πράξεως ταύτης
παραχρῆμα τῆς μὲν λοιπῆς παραλίας σχεδὸν πάσης
ἦσαν ἐγκρατεῖς: Ταραντῖνοί τε γὰρ εὐθέως ἐνεχείριζον
αὑτούς, Ἀργυριππανοὶ δὲ καὶ Καπυανῶν τινες ἐκάλουν
τὸν Ἀννίβαν, οἱ δὲ λοιποὶ πάντες ἀπέβλεπον ἤδη τότε
πρὸς Καρχηδονίους: μεγάλας δ᾽ εἶχον ἐλπίδας ἐξ
ἐφόδου καὶ τῆς Ῥώμης αὐτῆς ἔσεσθαι κύριοι: Ῥωμαῖοί
γε μὴν τὴν Ἰταλιωτῶν δυναστείαν παραχρῆμα διὰ τὴν
ἧτταν ἀπεγνώκεισαν, ἐν μεγάλοις δὲ φόβοις καὶ
κινδύνοις ἦσαν περί τε σφῶν αὐτῶν καὶ περὶ τοῦ τῆς
πατρίδος ἐδάφους, ὅσον οὔπω προσδοκῶντες ἥξειν
αὐτὸν τὸν Ἀννίβαν. καὶ γὰρ ὥσπερ ἐπιμετρούσης καὶ
συνεπαγωνιζομένης τοῖς γεγονόσι τῆς τύχης, συνέβη
μετ᾽ ὀλίγας ἡμέρας, τοῦ φόβου κατέχοντος τὴν πόλιν,
καὶ τὸν εἰς τὴν Γαλατίαν στρατηγὸν ἀποσταλέντ᾽ εἰς
ἐνέδραν ἐμπεσόντα παραδόξως ἄρδην ὑπὸ τῶν Κελτῶν
διαφθαρῆναι μετὰ τῆς δυνάμεως. οὐ μὴν ἥ γε

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σύγκλητος οὐδὲν ἀπέλειπε τῶν ἐνδεχομένων, ἀλλὰ
παρεκάλει μὲν τοὺς πολλούς, ἠσφαλίζετο δὲ τὰ κατὰ
τὴν πόλιν, ἐβουλεύετο δὲ περὶ τῶν ἐνεστώτων
ἀνδρωδῶς. τοῦτο δ᾽ ἐγένετο φανερὸν ἐκ τῶν μετὰ ταῦτα
συμβάντων: ὁμολογουμένως γὰρ Ῥωμαίων ἡττηθέντων
τότε καὶ παραχωρησάντων τῆς ἐν τοῖς ὅπλοις ἀρετῆς,
τῇ τοῦ πολιτεύματος ἰδιότητι καὶ τῷ βουλεύεσθαι
καλῶς οὐ μόνον ἀνεκτήσαντο τὴν τῆς Ἰταλίας
δυναστείαν, νικήσαντες μετὰ ταῦτα Καρχηδονίους,
ἀλλὰ καὶ τῆς οἰκουμένης ἁπάσης ἐγκρατεῖς ἐγένοντο
μετ᾽ ὀλίγους χρόνους.”

Traducción castellana: “117. De este modo


acabó la batalla que en Cannas libraron romanos y
cartagineses; en ella actuaron hombres nobilísimos,
tanto entre los vencedores como entre los vencidos,
cosa evidenciada por los hechos mismos. De los seis mil
jinetes romanos, lograron escapar hasta Venusa, con
Cayo Varrón, sólo setenta, y unos trescientos de los
aliados se salvaron dispersados por diversos villorrios.
Durante la lucha cayeron cautivos unos diez mil
soldados de infantería, los que habían permanecido
fuera de la batalla. Desde el campo mismo de la lucha
sólo unos tres mil lograron huir a las ciudades
circundantes. Todos los demás, unos setenta mil,
murieron bravamente. Tanto entonces como en las
ocasiones anteriores fue la caballería cartaginesa la
que decidió la victoria. Quedó claro para la posteridad
que en los azares de la guerra vale más poseer la mitad
de infantería, pero ser muy superior en caballería, que
no trabar combate en igualdad total de condiciones que
el enemigo. De los de Aníbal, murieron cuatro mil
galos, y otros mil quinientos entre iberos y africanos
(...)
118. Decidida la batalla del modo descrito, la
situación tomó el giro esperado por ambos
contendientes. Por su triunfo, los cartagineses
sometieron prácticamente el resto de Italia. Los
tarentinos se les pasaron inmediatamente, los de

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Argiripa y algunos de Capua llamaron a Aníbal. Los
demás miraron con respeto, todos ya, hacia los
cartagineses, que confiaban en apoderarse de Roma al
primer asalto. Los romanos, por su parte debido a esta
derrota, abandonaron al punto su idea de dominar a
todos los italianos. Se habían asustado ante el grave
riesgo que corrían sus personas y el suelo de la patria;
esperaban la presencia de Aníbal en cualquier
momento. Y como si la Fortuna quisiera hacer rebosar
la medida y combatir a favor de los hechos ya
consumados, al cabo de pocos días, cuando el terror
poseía todavía a la ciudad de Roma, el general enviado
a la Galia Cisalpina cayó inesperadamente en una
emboscada de los galos, y perecieron él y sus tropas,
sin que se salvara nadie. El Senado, sin embargo, no
omitió nada de lo realizable: incitó al pueblo, aseguró
la ciudad y deliberó varonilmente acerca de aquella
situación; esto se notó en los hechos posteriores.
Entonces la derrota de los romanos era innegable y
habían perdido su reputación guerrera, pero la
peculiaridad de su constitución y la prudencia de sus
deliberaciones no sólo les permitieron recobrar el
dominio de Italia (tras derrotar a los cartagineses),
sino que poco tiempo después se hicieron dueños del
universo”.

EFECTOS:
1) Desde el punto de vista estratégico, la batalla de Cannas
es, considerada por los militares, una “batalla perfecta”.
Con inferioridad abrumadora de efectivos, alejado de sus
bases de aprovisionamiento, el triunfo de Aníbal ante las
legiones resulta no solo sorprendente sino fascinante
hasta el día de hoy.
2) Sin embargo, como sostiene la tradición que Marhabal,
uno de sus subordinados, dijo al gran general cartaginés,
“Aníbal, sabes cómo ganar una batalla, pero no cómo
"aprovechar una victoria”. En efecto, Aníbal decidió no
marchar sobre Roma para destruirla y terminar la guerra.
Las razones no las conocemos y hasta hoy, generan las

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más enconadas controversias entre los especialistas. En
vez de eso, se retiró a sus cuarteles de invierno.
3) Como hemos dicho, el Senado romano, lejos de caer en la
desesperación, reclutó nuevas legiones, reforzó las
defensas de Roma y evitó volver a combatir a Aníbal en
campo abierto. Mientras, el Consejo de Gobierno
carataginés, dominado por una mayoría contraria a los
Barca, cortó los fondos a Aníbal que se vio impedido de
finiquitar la guerra.
4) Tras Cannas la mayor parte de las ciudades del sur de
Italia se pasaron al bando cartaginés. Sin embargo, la
guerra prosiguió por otros 14 largos años, hasta que los
romanos dirigidos por Escipión el Africano, cruzaron el
mediterráneo e invadieron a la propia Cartago.
5) Llamado a con urgencia a defender a su patria, Aníbal
enfrentó a los romanos en las llanuras de Zama. Era el 19
de octubre de 202 a.C. Aníbal intentó usar sus tropas y
elefantes, pero Escipión había aprendido sus tácticas y
logró imponerse a los púnicos.
6) Con la derrota de Aníbal en Zama concluyó la segunda
guerra púnica. El gran general fue obligado a exiliarse y
tras años de huir prefirió el suicidio a ser entregado a los
romanos.
7) Cartago fue sometido a una humillante paz, Roma se
apoderó de todos sus territorios incluyendo Hispania. Los
púnicos debieron pagar los enormes costos de la guerra y
perdieron definitivamente su flota que era el corazón de
su poder comercial y naval.
8) Roma quedaba transformada en la potencia hegemónica
del occidente del Mediterráneo.
9) Más allá del genio militar de Ánibal y Escipión, la razón
por la cual Roma se impuso a Cartago, radica en que
mientras ésta siempre permaneció como una ciudad-
estado, con recursos humanos muy limitados, aquella se
transformó en una nación, una patria de millones de
itálicos que se sentían romanos y que, más importante,
eran leales con Roma.
10) Tras la III Guerra Púnica, provocada por los mismos
romanos, Cartago, siempre potencialmente peligrosa para

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Roma por la iniciativa y laboriosidad de sus habitantes,
fue destruida hasta sus cimientos. El enemigo de Roma
desaparecía y, como dijo Polibio, los romanos conquistaron
el orbe.

PREGUNTAS:
1) ¿Cuál es la particularidad de las obras históricas de
Polibio?
2) ¿Cuál fue la razón por la que Polibio destaca el papel del
Senado Romano luego de la derrota de Cannas?
3) ¿Cuál es la principal razón por la cual la segunda guerra
púnica se eternizó no obstante la derrota de los romanos
en Cannas?
4) ¿Por qué Roma tomo la decisión de arrasar totalmente con
Cartago?

FUENTE: La versión original griega ha sido tomada de la


edición de Theodorus Büttner-Wobst, L. Dindorf, 1893,
recogida en el sitio electrónico Proyecto perseus
disponible en http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?
doc=Perseus%3Atext%3A1999.01.0234%3Abook
%3D3%3Achapter%3D117 (24-12-2014) . Por su parte
la versión castellana se ha sido tomada de Polibio,
Historias, III, 117-118, traducción de Manuel Balasch
Recort, Biblioteca Clásica Gredos, Madrid, 1981 con
correcciones y adiciones de Eduardo Andrades Rivas.

REDACCIÓN DE LOS TEXTOS: PROF. EDUARDO ANDRADES RIVAS Y


DIEGO SEPÚLVEDA PALMA.

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