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Los Registros de La Culpa Entrevista A Marta Gerez Ambertin
Los Registros de La Culpa Entrevista A Marta Gerez Ambertin
Entrevista
Marta Gerez Ambertín
Los registros de la culpa
Siguiendo sus planteos “la culpabilidad encubre la falta del Otro”, ¿de qué manera
piensa la articulación entre culpa y castración?
Lacan, en “Subversión del sujeto”, afirma que se puede probar que el Otro existe por las
vías del amor, pero considero que puede hacerse también la prueba cargando con la culpa
del Otro ¿acaso el amor no desculpabiliza al Otro? De tal manera que si la castración
revela la inconsistencia, o más bien la inexistencia del Otro, la culpa es el intento de
hacerlo existir. De ahí que el fin de análisis suponga confrontarse a lo que llamo el duelo
incontorneable de la falta del padre, confrontarse al desamparo que implica toparse con la
inexistencia del Otro, que de todos modos no desculpabiliza, sino que más bien se trata de
una culpa que circula en torno al asentimiento subjetivo de un sujeto responsable de sus
deseo y sus goces. Y digo que hay allí un duelo incontorneable porque no se termina
nunca de cernir la falta del Otro. Punto en el cual el sujeto se atreve a crear desde la nada
y en desamparo. Desde ese vacío ex-nihilo desde el cual el creador puede generar la vasija
soportando la falta fundamental y la desañoranza al padre, no sin culpa, pero ya desde otra
posición subjetiva.
Hannah Arendt habla de la “banalización del mal”, por su parte iek señala su
preocupación acerca de la normalización de la tortura y de un proceso de corrupción
moral impulsado desde el poder a escala mundial tendiente a quebrar la “columna
vertebral ética” –anulando el desarrollo de la sensibilidad moral–. ¿Coincide con
esas apreciaciones?
Sí concuerdo. Para Agamben toda ley regulante del lazo social tiene su reverso de fuerza-
de-ley, violencia de la ley que de regulante se convierte en sádica y genera el espacio
anómico. Dicho espacio anómico no implica ausencia de ley, sino más bien una fuerza-de-
ley –grado cero de la ley, como lo llama Agamben–, o una ley “desregulada” como le
llamamos nosotros, acentuando el oxímoron: ley desquiciada y sádica del superyó. Es allí
donde cobra gran auge la corrupción moral a escala mundial y una violencia
desencarnada. Como puede colegir, estoy ampliando la respuesta anterior. Por ejemplo la
fuerza-de-ley que rige en Guantánamo, desmiente la Constitución de los Estados Unidos,
y desaplica una norma –que respalda el derecho de los ciudadanos norteamericanos– para
aquellos que no siendo ciudadanos estadounidenses son considerados peligros potenciales
para la seguridad del Estado, y para quienes la tortura, por ejemplo, se convierte en
fuerza-de-ley. De esa manera estado de excepción, fuerza-de-ley y anomia, terminan
anexando la ley con la suspensión de su regulación social y jurídica, esto es, se trata de
aquellas sociedades donde el lazo social se rompe o corre severos riesgos de romperse. Y
¿en qué sociedad no acaece esto, impulsado por la fuerza-de-ley del Mercado y del
capitalismo depredador?
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Marta Gerez Ambertín. Psicoanalista, integrante constituyente de la Fundación
Psicoanalítica Sigmund Freud de Tucumán y de Santiago del Estero. Profesora Titular de
Escuela Francesa y Semiosis Social de la Universidad de Tucumán. Directora del
Doctorado en Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán. Docente del Doctorado
en Psicología de la U.B.A. Autora de los libros: Las Voces del Superyó (3ª ed. Letra
Viva), Imperativos del Superyó (Lugar Editorial), compiladora de Culpa Responsabilidad
y Castigo en el discurso jurídico y psicoanalítico, volúmenes I y II (Letra Viva).
http://www.imagoagenda.com/articulo.asp?idarticulo=172