Está en la página 1de 14

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Derecho

Teoría General del Estado

Grupo: 004

Lic. Lourdes María Guadalupe Santamaría Sosa

“Doctrinas políticas en los primeros siglos del


Cristianismo”

Integrantes del Equipo:


Alcántara Reyes Laura
Cervantes Velázquez David Antonio
Flores Marcial Esmeralda
García Sánchez Rafael Carlos
Nava Garatachía Luis Ángel
Pérez García Ximena
Rodríguez Salas Mario Enrique
Vázquez Chávez Jorge
Grupo 2, Pagina 2

ÍNDICE

1. Doctrinas políticas de los primeros siglos del Cristianismo


a. Igualdad humana
b. Ley natural
c. La patrística
d. San Agustín
e. San Gregorio
2. Desarrollo de las ideas políticas en la Edad Media
a. Formación del pensamiento político medieval
b. Controversias políticas medievales
i. Teoría gelasiana de las 2 espadas
ii. La querella de las investiduras
iii. Bonifacio VIII y Felipe el Hermoso
3. Conclusión
4. Bibliografía
5. Cuestionario
Grupo 2, Pagina 3

Introducción

Desde principios de la historia el politeísmo era una práctica común de los pueblos
antiguos. Estos cultos eran una creación de la gente para poder explicar cosas que
no comprendían. Es así como vemos que en las sociedades antiguas los dioses
representaban los valores humanos y no eran guías religiosos. Estos dioses eran
más bien el reflejo de todo lo que el hombre apreciaba como la belleza, el amor y
la tierra, por mencionar algunos.

Este producto cultural demuestra cómo pensaban estos pueblos. De igual manera,
su pensamiento político estaba intrínsecamente vinculado con sus creencias. El
ejemplo más claro de una sociedad politeísta cuyo pensamiento político es bien
conocido es Roma. Curiosamente también es el lugar donde surgirá un nuevo culto
pero esta vez con fines religiosos. De esta manera, con la llegada del Cristianismo
cambiaran radicalmente las posturas políticas de los pueblos cristianizados.

Doctrinas políticas en los primeros siglos del Cristianismo

La Edad Antigua terminó con el advenimiento de una nueva era, señalada por la
revolución, que en todos los aspectos de la existencia del hombre, representó la
vida de Jesucristo y la difusión de su doctrina. Tanta fue la influencia de esta
nueva religión que se marca el nacimiento de Jesús de Nazaret como el primero
año de nuestra era. De igual manera se creó un sentimiento de nacionalidad. ¨Este
nacionalismo –sin equivalente en las ciudades antiguas— pasará a los cristianos,
Grupo 2, Pagina 4

en medida en que, tras la gran difusión, se sentirán una nación.¨ 1 Al lado de la


comunidad política se encontró en adelante una comunidad religiosa encarnada en
la Iglesia. Con lo anterior, se termina el monismo de las organizaciones humanas
de la antigüedad, dando lugar al dualismo político-religioso.

Igualdad Humana

Pero además del dualismo que se presentó con los elementos anteriores, lo más
importante es que con el cristianismo apareció también una nueva visión del
mundo y en especial del hombre que, a partir de entonces, será considerado
esencialmente igual a todos sus semejantes, sin categorías derivadas de la fortuna
o de la raza ni de ninguna otra índole. En adelante todo hombre será reconocido
como persona, con la dignidad y libertad que le corresponden por naturaleza.

El Cristianismo se arraigó y transformó de manera profunda la concepción pagana


del hombre; como ya se estableció anteriormente, frente a la ideología negativa
que se presentaba en la antigüedad, se contrapuso y afirmó la dignidad y la
igualdad de los seres humanos reconociendo que todos eran personas, de igual
forma se habla de la libertad de su conciencia frente a la organización política.

El Cristianismo afirmó la existencia de una comunidad espiritual, también trajo


consigo una nueva concepción del mundo y de la vida. Al principio sus
expectativas fueron puramente religiosos. No buscó una nueva filosofía ni tampoco
un nuevo orden social. A pesar de esto, planteó ideas fundamentales y creó una
determinada jerarquía de valores que revolucionaría la forma en que eran
concebidos a los mismos.

Se pueden encontrar que tres son las ideas que servirían como eje rector del nuevo
orden cristiano. La primera idea, planta un Dios superior al mundo y al hombre. La

1
Touchard, Jean, Historia de las ideas políticas, trad. de J. Pradera, España, Editorial
Tecnos, S.A., 1981, Colección de Ciencias Sociales, p. 86.
Grupo 2, Pagina 5

segunda concepción cristiana es la de la “persona”, que está dotada de una dignidad


eminente, como hijo de Dios, y por ello con un destino eterno, trascendente al Estado y
a los derechos de la comunidad política. Por último establecen la idea de la Iglesia es
como un organismo de salvación que existe al lado del Estado, pero que en relación
con la fe y las costumbres es superior a la voluntad del Estado.

Los textos fundamentales, del Cristianismo se encuentran en los cuatro evangelios:


de San Mateo, San Lucas, San Marcos y San Juan, en las Epístolas o Cartas de los
Apóstoles, en los hechos de los Apóstoles (segunda parte del Evangelio de San
Lucas) y en el Apocalipsis de San Juan; estos textos en conjunto constituyen la
Segunda parte de la Biblia, o Nuevo Testamento.

Toda esa doctrina es de tipo humanista por excelencia, se basa en la caridad o amor al
prójimo y en consecuencia en la ayuda a todos los demás. De la misma manera se
hace hincapié en el valor del respeto a la dignidad y se rompe con jerarquía pues
ahora son personas iguales entre sí en cuanto a esa calidad individual que a todos
corresponde. Esto es una aportación radical y básica también desde el punto de vista
político.

Ley Natural

En el aspecto político, el Cristianismo vino a transformar radicalmente la concepción de


la antigua polis y a señalar distintas maneras de aplicación de lo espiritual y lo
temporal. De aquí nacerán más tarde las polémicas acercade la primacía de lo
espiritual o lo temporal en el terreno político.

Frente al monismo de la sociedad antigua surge el dualismo político-religioso. En otros


aspectos, en cambio, el Cristianismo aceptó el Derecho Natural antiguo, especialmente
el de los estoicos, y no hizo más que pasarlo a una atmósfera religiosa y sobrenatural.
En general puede decirse que, por lo que respecta al Derecho Natural, la igualdad
Grupo 2, Pagina 6

humana y la necesidad de justicia en el Estado, los padres de la Iglesia estaban


sustancialmente de acuerdo.

La Patrística

La Patrística y El Nuevo Testamento, que recoge los principios doctrinales del


cristianismo, encierran trascendentales principios políticos. Estos primeros pensadores
cristianos, llamados “padres de la Iglesia” constituyen lo que se denominaría la Escuela
Patrística (siglos I -V d.C). En la escuela Patrística encontramos dos corrientes de
pensamiento: la rama oriental o griega, y la occidental o latina.

La patrística (filosofía cristiana) consiste en la elaboración doctrinal de las creencias


religiosa del cristianismo, por lo que hay una mezcla de la religión con la filosofía. Para
los Padres de la Iglesia 2 la religión cristiana es la verdad definitiva; ellos toman
elementos del pensamiento helénico elementos que necesitan para la formulación
intelectual de los dogmas cristianos que exigen una interpretación racional de la verdad
revelada. Propone que el hombre adquiere conciencia de la unidad de la naturaleza y
de la naturaleza humana en la persona de Cristo.

San Agustín

El hombre, que es un ser natural, posee la conciencia que lo retira de su naturalidad y


lo eleva a los espiritual, a lo eterno. El principio del amor surge como la virtud
fundamental para regular las relaciones entre los hombres y entre éstos y Dios.
San Agustín (354-430) representa el punto de vista de los Padres de la Iglesia, marca
la transición entre el mundo clásico y el mundo cristiano que comienza a inundar la
época medieval.3

2
San Justino, San Juan Crisóstomo, San Ambrosio, Tertuliano, Orígenes etc.; pero el
pensamiento genial culmina con San Agustín.
3
Madrid Espinoza, Alfonso, Introducción a la filosofía del derecho y de la política. Ver:
Grupo 2, Pagina 7

En la Edad Media la gente llevaba una rica y compleja vida espiritual. Todas sus
acciones y actos respondían a un pensamiento único: el de contribuir a realizar la
voluntad divina conforme a los preceptos de la religión cristiana. El Estado y el Derecho
también debían de responder y estar sometidos a esta ideología.4

Según San Agustín (354-430), la misión del Estado secular en esa época era velar por
el cumplimiento de los deberes de menos importancia que afectan exclusivamente a la
vida terrena; cuanto interesa a la salvación del alma en el cristianismo compete, a las
leyes de la Iglesia. Claro que una de las primeras atribuciones del Estado era tomar
cargo de la defensa de la Iglesia contra posibles ataques y dar ejecución a sus
órdenes.5

San Gregorio
Otro santo muy influyente en el pensamiento político de esta era es San Gregorio. La
época en la cual vive se caracteriza por la invasión de los lombardos. Por estos
ataques, el gobierno secular pierde poder y la Sede Romana, dirigida por el Papa, se
ve forzada a tomar el mando del Estado. A pesar de pertenecer a la iglesia ¨San
Gregorio trata de fortalecer el poder político y habla de la santidad del gobierno
político en un lenguaje que sugiere la existencia de un deber de obediencia pasiva.¨6

Otras Ideas

Otro punto destacable es que indicaron la presencia de las dos esferas sociales con
distinto ámbito de validez: la Iglesia y la sociedad política. Esas esferas fueron

El Pensamiento Filosófico-Jurídico en la Patrística.


4
Stammler, Rudolf, Tratado de Filosofía del Derecho, p.36.
5
Ídem.
6
Ver González Uribe, Héctor, Teoría política, 15ª ed., México, Porrúa, 2008.
Grupo 2, Pagina 8

señaladas también implícitamente en un texto del Evangelio de San Lucas (29, 38),
punto de partida de la célebre teoría de las dos espadas que habría de ser motivo de
polémicas e interpretaciones opuestas durante la Edad Media: poco antes de ser
hecho preso, al dirigirse hacia el Huerto de los Olivos uno de sus discípulos dijo a
Jesús: Señor: He aquí dos espadas. El Papa San Gelasio I en el siglo V expresó que
con ello se significaba la doble potestad que tenía la Iglesia: Temporal y espiritual,
prestando la espada temporal la Iglesia a la autoridad política pero para su servicio.
Esto motivó el problema de delimitar sus campos de actividad respectiva, y al no
existir uniformidad de criterio se originaron las luchas y preocupaciones del
pensamiento político a lo largo de la época medieval. Concretamente se definió en
las controversias surgidas con motivo de las relaciones entre el pontificado, el
imperio y los reyes y señores feudales.

La Ciencia política en los principios de esta época aún no se formaba como una
disciplina autónoma en cuanto a su estudio, pues sus principios se encontraban
generalmente mezclados con elaboraciones de tipo exclusivamente religioso en las
obras de los padres de la Iglesia.

En los antiguos escritos hechos por San Pablo y los padres de la Iglesia, encontramos
importantes principios políticos cristianos expuestos como reflejo o resultado de las
concepciones teológicas.

Desarrollo de las ideas políticas en la Edad Media


Formación del pensamiento político medieval

Las ideas políticas de la Edad Media, se pueden dividir en tres grades períodos. El
primero desde el siglo VI hasta el IX. La situación de Europa no permitió la gran
actividad filosófica, debido a las grandes invasiones de los bárbaros. El saber se
resguardó en los claustros monacales. En el siglo IX hubo un episodio llamado
renacimiento carolingio bajo el dominio de Carlomagno y Pepino, ellos buscan restaurar
y renovar los instrumentos de la vida cultural. Esta renovación funcionó como
fundadora de instituciones sociales y políticas para la vida religiosa y cultural. El
Grupo 2, Pagina 9

gobierno de Carlomagno inculcó al pueblo la ley humana y la ley de Dios,


transformando a los bárbaros en civilizados. Este renacimiento se divide en dos etapas,
en la primera la enseñanza de los fundamentos y las preocupaciones estuvieron a
cargo de los extranjeros en el país franco. La segunda etapa se caracteriza porque los
francos son numerosos en el medio de la cultura, los talentos más notables alcanzan
su desarrollo.7 En los siglos X y XI hubo nuevas invasiones barbarás (noruegos en el
Norte y hunos en el Este) y Europa se vio amenazada ante una posible situación de
anarquía.

El trabajo intelectual se reanudo sobre el cuerpo de ideas sociales y políticas de la


Antigüedad que se habían conservado en la tradición de los Padres de la Iglesia
(Patrística). El feudalismo dio paso a las ciudades libres, ahí, se comienza a desarrollar
el comercio, la industria y el arte. Se restaura el conocimiento del Derecho romano
mediante el estudio de la jurisprudencia, se aplicó a los problemas jurídicos y políticos
contemporáneos. En los siglos XI y XII los escritos políticos se centraron principalmente
en las disputas entre los Papas y los emperadores, queriendo establecer los límites de
las autoridades secular y eclesiástica. Sigue siendo ilimitada la reverencia tributada a la
Biblia, a la autoridad de los Padres de la Iglesia, y a la tradición eclesiástica.

En el siglo XIII floreció de la escolástica (la filosofía de la escuela) se refiere al saber


eminente teológico y filosófico en donde el problema fundamental es llevar al hombre
hacia la compresión de la verdad revelada; se pretende llegar a la verdad religiosa,
demostrarla o aclararla. Se apega a los dogmas de la Iglesia cristiana y su intención es
encontrar racionalmente los fundamentos metafísicos de estos dogmas.8 La escolástica
abre nuevas perspectivas a la Ciencia Política. La asimilación de la filosofía aristotélica
por el pensamiento cristiano permite que lo racional se armonice con lo relevado y la

7
Ver Medievalias en bibliografía
8 Madrid Espinoza, Alfonso, Introducción a la filosofía del derecho y de la política, p. 99
-100.
Grupo 2, Pagina 10

teoría política vaya adquiriendo un puesto dentro del esquema ordenado y jerarquizado
del saber.9

Controversias políticas medievales


Teoría gelasiana de las 2 espadas

El punto de partida, desde una visión teórica, reside en la llamada “teoría de las 2
espadas”, elaborada por el Papa Gelasio I (quien gobernó la Iglesia Católica del 492 al
496 d. C.).

Esta teoría postulaba la idea de que el deseo de Dios es que el mundo sea regido por
dos autoridades; la espiritual y la temporal. La primera recaía en manos de los
sacerdotes, pero sobre todo en el Papa; mientras que la segunda reposaba en los
reyes y, eminentemente, en el Emperador.

Es importante señalar que en última instancia el poder temporal, la “espada secular”


está subordinada al poder espiritual, la “espada espiritual”, y ningún hombre, bajo
ninguna condición puede ostentar ambas espadas en su mano. Esto no significaba una
separación entre la Iglesia y el Estado, pues como lo menciona San Agustín, “todo
hombre está incluido en la Iglesia y todo hombre está incluido en el Estado.”

Era inconcebible pensar en un conflicto entre las dos formas de autoridad que el orden
divino impuso a los hombres. Sólo se podía suscitar un conflicto de competencias que
versaran sobre quién tenía que llevar a cabo qué tarea, sometidos a la misión única de
gobierno que Dios había encomendado al sacerdocio y al Emperador.

Aunque, en el curso del conflicto, la gravedad de las cuestiones se extendió fuera de


estos límites, la Querella de las Investiduras se planteó, en principio, como un conflicto

9
Ver González Uribe, Héctor, Teoría política
Grupo 2, Pagina 11

entre dos cuerpos de funcionarios que pretendían actuar dentro de los límites de su
autoridad.

La querella de las investiduras

La Querella de las Investiduras es el nombre que se le da a un conflicto entre papas y


reyes. Este tiene inicio en 1073 y termina en 1122 con el Concordato de Worms. El
enfrentamiento original surge porque el papa Gregorio VII emite un Dictatus Papae en
el que da total supremacía al Papa. Este edicto contenía 27 puntos entre los que
mencionaba que solamente el Papa podía nombrar obispos, príncipes y emperadores.

Este documento sostenía el deseo de tener soberanía por encima de reyes. Es por esto
que el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Enrique IV se opuso a la
querella. El deliberadamente nombro obispos en Alemania y siguió con sus prácticas
normales.

Al no acatar los deseos de Gregorio VII, este excomulgo al Enrique IV y sus


seguidores. Esto causo temor en Enrique IV quien pidió perdón al Papa en el ¨Paseo
de Canossa.¨

Sin embargo los problemas continuaron. Este pleito termina en el remplazo de Gregorio
VII por Clemente III. Al seguir con la búsqueda dela victoria se terminó en una lucha
con intervención del pueblo en el murieron varios civiles.

Esta Querella de Investiduras continúo hasta que en 1122 se firmó el Concordato de


Worms por el Papa Calixto II. Este fue confirmado por el Concilio de Letrán. Finalmente
se llegó a un acuerdo donde el Papa mantenía ¨ consagraciones religiosas, en tanto
que al poder imperial correspondía la investidura temporal y los derechos de regalía.¨10

10
Celia, María, ¨Querella de las Investiduras¨, La Guía. Web, 2 Septiembre 2013,
<http://www.laguia2000.com/alemania/querella-por-las-investiduras>
Grupo 2, Pagina 12

Bonifacio VIII y Felipe el Hermoso

El papa Bonifacio VIII y el rey de Francia, Felipe el Hermoso, sostuvieron una de las
controversias más significativas en cuanto a este tema, la disputa entre amos se
remonta al siglo XIV, para ser precisos, al año 1302.

El rey Felipe estaba furioso con el pontífice ya que este no había cumplido con su
promesa de designarlo emperador, por lo que para contrariarle impuso tributos
excesivos al clero. Bonifacio lanzo excomuniones contra cualquier clérigo que pagase
la más mínima cantidad a un laico, fuera Rey o Emperador a lo que Felipe, en
respuesta, decretó la prohibición de la exportación de oro y plata y también había
encarcelado a un obispo.

Bonifacio redactó una nueva bula, en ella el Papa afirmó la absoluta supremacía del
poder espiritual sobre el poder secular, y terminó por definir que es de absoluta
necesidad para la salvación el estar sometido al Pontífice Romano. Felipe declaró:
“Bonifacio es un tirano, un hereje roído por el vicio que gusta de los placer con
hombres, y que por su maldad estaba enfermo de sífilis”. Un ayudante del rey comentó:
“La espada del Papa está hecha simplemente de palabras; la de mi señor de acero”.

Felipe preparaba una partida para raptar al Papa y juzgarlo la cual pospuso porque los
flamencos atacaron su territorio. Bonifacio se encontraba en su retiro favorito
preparando una bula, que excomulgaba a Felipe y lo despojaba del trono. En esas
circunstancias un joven cruel y obstinado Nogaret, que era sobrino y hermano de los
dos cardenales depuestos, estaba formando un grupo.

El sábado 7 de octubre al amanecer, las puertas de Anagni fueron abiertas por un


capitán traidor de la guardia pontificia. Ingresaron seiscientos caballeros y mil soldados
a caballo. Las campanas de alarma resonaron. El palacio del Papa se hallaba en la
cima de la colina y estaba bien fortificado y defendido. Bonifacio pidió una tregua y
Grupo 2, Pagina 13

pronto recibió las condiciones de ésta: Debía reintegrar a los dos cardenales Colonna a
su puesto, renunciar al solio pontificio y rendirse.

Para Bonifacio tales condiciones eran inaceptables por lo cual los invasores
incendiaron los portones de la catedral para llegar al palacio que se hallaba detrás,
ante esto los clérigos huyeron y la escolta pontificia se rindió. Los asaltantes llegaron a
la sala de audiencias y encontraron a Bonifacio revestido con sus atuendos
pontificales. El jefe de las fuerzas, Sciarra se dirigió hacia el pontífice y lo abofeteó
exigiendo la renuncia. Bonifacio dijo: “He aquí mi cuello, he aquí mi cabeza”.

Cuando el soldado alzó la espada, irrumpió Nogaret gritando que el nombre del rey de
Francia deseaba que el Papa fuese conducido a Lyon para ser depuesto ante un
concilio ecuménico. Los soldados arrebataron a Bonifacio la tiara, anillos y ropas, y se
dedicaron al pillaje de las estancias palaciegas y quedaron asombrados por tales
tesoros.

Bonifacio repetía con monotonía el lamento de Job: “Dominus dedit, Dominus abstulit”
(Dios me lo dio, Dios me lo quitó). El cronista informa fríamente: “El pontífice fue
condicho a las mazmorras donde pasó malas noches en tinieblas mientras las ratas
se paseaban por su cuerpo, el hambre y la sed, y la proximidad de la muerte
contribuyeron a desquiciarlo lloraba para que lo liberaran”.

Los habitantes de Anagni, sacaron al Papa de su mazmorra y lo condujeron al Palacio


de Letrán en Roma, donde permaneció encerrado. Dominado por arrepentimientos
golpeaba su cabeza contra la pared y roía sin cesar sus brazos. A solas, sin ser amado
por nadie murió como un perro, según profetizo Celestino. El rey Francés evitó que la
Iglesia cometiera la indignidad de nombrar a Bonifacio: Papa Santo y mártir.

Este conflicto ocasionó una producción abundante de literatura, algunos a favor del Rey
y otros partidarios del Papa. La mayoría de los defensores del monarca eran personas
preparadas, juristas empleados en los tribunales reales quienes estaban dispuestos a
Grupo 2, Pagina 14

utilizar los recursos del derecho romano en pro de la monarquía. Estos juristas fueron
llamados Publicistas.

Conclusión

Bibliografía

Celia, María, ¨Querella de las Investiduras¨, La Guía. Web, 2 Septiembre 2013,


http://www.laguia2000.com/alemania/querella-por-las-investiduras

González Uribe, Héctor, Teoría política, 15ª ed., México, Porrúa, 2008.

Kuri Breña, Daniel, La filosofía del derecho en la antigüedad cristiana, México, 1975.

Madrid Espinoza, Alfonso, Introducción a la filosofía del derecho y de la política,


México, 2004.

Medievalias. http://medievalias.blogspot.mx/2011/04/el-primero-caroligno.html Fecha de


actualización: 22-Septiembre-2013. 20:34.

Romero, José Luis, La edad media, 2ª ed., México, Fondo de Cultura Económica, 2007.

Stammler, Rudolf, Tratado de filosofía del derecho, México, 2008.

Touchard, Jean, Historia de las ideas políticas, trad. de J. Pradera, España, Editorial
Tecnos, S.A., 1981, Colección de Ciencias Sociales, p. 86.

También podría gustarte