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INTRODUCCION
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LATIN VULGAR
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~. NUH CARRION
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EDITORIAL GREDOS
MADRID
34 Introducción al latín vulgar El latín vulgar: nociones generales 35
ción del latín común, al terminar el período arcaico, hasta Sicilia. Roma, aldea situada en el corazón del Lacio y de toda la
la víspera de la consignación por escrito de textos en lengua península, en la desembocadura del Tíber y en un cruce de caminos
romance; no se excluyen, pues. ni las Variaciones sociales ni terrestres naturales, gozaba d~ una posición extraordinariamente privi-
aun las regionales. ----. -¡'- ·· legiada y, además, con posibilidades defensivas de primer orden. Todo
1
contribuía a hacer. de ella la metrópoli y el baluarte del Lacio, o sea,
el centro de irradiación de la península. Una vez expulsado el último
rey etrusco, Tarquinio el Soberbio, establecida una constitución repu-
B) EL LATíN A LA CONQUISTA blicana y confederadas, hacia el 500 a. C., las tribus latinas, Roma no
DEL MUNDO podía contentarse con eso. Con las armas, pero también con la ayuda
de hábiles tratados y alianzas, sometió a los pueblos vecinos y dominó
6. La prodigiosa fortuna de la lengna latina va pareja la violenta oposiclón de los Etruscos al Norte y de los Samnitas a1
con la historia del poder político y de la civilización romana Sur. Pirro, rey. de Epiro, llamado en ayuda de los Griegos de Ta-
primero, y después con su decadencia. La historia del latín se rento, viejos .aliados de Roma, sufrió la famosa _derrota de Bene-
ha desenvuelto también en dos tiempos: !.', bajo el signo
de la unificación (romanización), y 2.', bajo el de la disgre-'
gación (caída del Imperio de Occidente y de su civilización
-
~ento en ef 275. Esta fecha señala el fin del primer período TeTa.
expansión roman·a, que cubre toda la península, excepto la cuenca
_del Po. Al mtsmo tiempo que atendía a las guerras y al avance ex-
tenor, Roma hubo de .hacer frente a luchas internas entre patricios
y su dislocación lingüística).
y plebeyos, que terminaron el 287 a. C. con la admisión de la plebe
en todas las magistraturas, y a los graves efectos del saqueo por
parte de los Galos que sufrió la ciudad hacia el 390. Los habitantes
l. LA EXPANSióN ROMANA
de las ciudades conquistadas se fueron convirtiendo progresivamente
en ciudadanos romanos, sometidos al derecho romano y a la obliga-
7. En el momento en que los romanos penetran en la historia,
ción del servicio militar. Después surge una potencia rival, Cartago.
Italia era un combinado de razas. Los Ligures y los Réticos, así como
Las guerras púnicas o fenicias decidieron la supremacía mediterránea
los Vénetos, se hallaban confinados al Norte de la Península, mientras
de Roma. La primera (269-241) se concluyó con la institución de la
que el centro, del Amo al Tíber, estaba· ocupado por los enigmáticos
primera provincia, Sicilia; seguida de las de Córcega y Cerdeña. Es
Etruscos, que han dejado un recuerdo en los nombres de Toscana y
verdad que Aníbal partió para Italia: con el designio de vengarse _y
de Mar Tirreno (de Tusci y de Tyrrhení, dos apelativos de Etruscos).
q\)e mantuvo una campaña victoriosa, pero-- terminó por ser defini-
Portadores <f:e una alta civilización, que tuvo su apogeo en el siglo VI
tivamente vencido en Afri~a por Escipión (segunda guerra púnica,
a. C., los Etruscos fueron un tiempo dueños de Roma y empujaron
218-201). A partir de: entonces, el poder romano se extendió por toda
hasta Campania, a lo largo de la costa tirrena, estableciéndose en
la cuenca occidental del Mediterráneo, llamado ya por los Romanos.
Capua, en Nola, en Pompeya; hacía el Norte, la civilización etrusca
M are Nostrum 7. Nada podrá ya detener su empuje. He aquí las etapas
franquea los Apeninos a lo largo del siglo VI y se extiende por Emili,a
principales señaladas por el· establecimiento sucesivo de nuevas pro-
y el Valle del Po. Los pueblos llamados itálicos, entre los que hay que
vincias: Hispania, 197; Illyricum, 167; Africa y Achaia (=Grecia)
contar a los Umbros, los Oseo-Samnitas en Campania, y los Latinos,
146; Asia (= Asia Menor) 129: Gallia Narbonensis (= la antigua
eran limítrofes de Etruria por el Sur. Al extremo Sur de la península
estaban, por fin, instalados los Mesapios Yapigios en Apulia e im· 7
En realidad Mare Nostrum es traducción del griego Ytiene un sen-
portantes colonias griegas en Cumas, en Tarento, en toda la Calabria tido meramente geográfico, opuesto al Océano; A. Traina, en Latinitas (1969),
llamada la Magna Grecia y en las costas orientales y meridionales _de págs. 126-129.
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36 Introducción al latín vulgar El latín vulgar: nociones generales 37 1 ]
Provenza, nombre derivado de provincia: era la "provincia por exce- de los habitantes y gracias también a la habilidad de los vencedores.
lencia") 118; Gallia Cisalpina, 81; Ga!lia Transalpina o Comata (Ga- Es verdad que el mundo griego y helenístico, encastillado en una
lia Melenuda) 51, tras la expedición de Julio César; Aegyptus, 30; civilización superior a la de los conquistadores, opuso a ésto~ una
cierta resistencia; la lengua latina no ha podido suplantar al griego.
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Rhaetia y Noricum, 15 a. C.; Pannonia, 10 d. C.; Cappadocia, 17;
Britannia, 43; Dacia, 107. Estas fechas sólo indican el comienzo de Sin embargo, el latín siguió siendo allí la lengua oficial, aun después
la ocupación; para terminar la de Cerdeña y España se precisaron casi
dos siglos. Otras provincias no fueron jamás asimiladas por completo,
de la separación del Imperio de Oriente; actas judiciales y catastros
eran redactadOs en latín todavía en el siglo VI y, aunque bajo forma
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sobre todo la Britannia, en que la dominación romana fue de corta
duración -8.
griega, se conservaban en el ejército las ordenanzas y otros térmi-
nos militares latinos 9. r -J'
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En Occidente, Hispania y las Galias vieron desarrollarse centros
8. El inmenso Imperio romano, que prácticamente se identificaba romanos florecientes: Córdoba, patria de los dos Sénecas y de Lu-
con el mundo conocido por los antiguos, se mantuvo al precio de cano; Sevilla, donde nació Trajano; Lion, sede de la administración
pesadas guerras bajo los Antoninos (96-192), que lo ensancharon to- y emplazamiento de un importante mercado, ciudad natal de los em-
davía con la conquista de la Dacia. El siglo siguiente señala, sin peradores Claudia y Caracalla; Reims, Burdeos, Tolosa, Arlés, Orleans.
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embargo, el comienzo del ocaso: la potencia de Roma comenzó a En el siglo 11, Hispania suministró los mejores emperadores de Roma.
resquebrajarse por la anarquía militar, por el nefasto reinado de em- La romanización, por fin, en las provincias periféricas fue general~
peradores extranjeros y desnaturalizados, así como por las primeras mente más débil. África, o sea, Cartago, Numidia y Mauritania, cono-
invasiones bárbaras. Roma ya no era la capital, a p~rtir de Diocle- ció un verdadero florecimiento bajo el señorío romano y contribuyó
a la riqueza material tanto como al patrimonio espiritual de Roma WL, - ~
ciano (284-305). Constantino, después de haber venCido a su rivBJ.
Majencia ~n e~@~e hi~o defensor del cristianismo y transfirió· la (recordemos, al menos, los nombres de Apuleyo, de Amobio y de
sede del Impeno a B1zanc1o, que tomó el nombre de Constantinopla. San Agustín), pero terminó por perderse para el mundo latino. Entre
La fe cristiana se convirtió en la religión de Estado bajo Teodosio, que el Rin y el Danubio, del Illyricum a Mesia, no han quedado más que
pr?scribió las herejías condenadas en el concilio de Nicea y los sacri- dos islotes latinos: el reto-romance y el dálmata (hoy extinguido),
ficios .paganos, en el 380 y ~81. A la muerte de Teodosio J, que fue mientras que, en el extremo Este, la Dacia, a pesar de hallarse políti-
camente aislada de Roma desde el 271, conservó un importante fondo
\. el último emperador que remó sobre todo el Imperio, éste fue divi-
. o entre sus hijos: Arcadio (Oriente) Y Honorio (Occidente), en el latino que sobrevivió en -el rumano.
395. Pero el Imperio de Occidente, incapaz de hacer frente a las olea-
as de los Hunos, los Godos, los Vándalos, naufragaría a corto plazo 10. La lengua latina se impuso a los vencidos, no por la violen-
en el 476. cia, sino por el prestigio de los vencedores. Ante todo servía de ins-
trumento de comunicación entre los autóctonos y los romanos, solda-
dos, colonos, funcionarios, mercaderes. Además, se convirtió en la señal
2. LA ROMANIZACióN exterior de la comunidad romana y, .por fin, en vehículo de la cul-
tura greco-romana, como, más tarde, del cristianismo. El derecho de
9. La romanización, o sea, la asimilación espiritual y lingüística
de los diversos pueblos sometidos, no se efectuó en todas partes de
ciudadanía, limitado en su origen a las gentes patricias.fue· extendido
en el 89 a. C. a todos los habitantes libres de Italia hasta el Po. y
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igual manera. En Italia propiamente dicha, este proceso fue relativa- lu~o, en' el 212, por el edicto de Car~calla, a_ todas ]as ~.!'.§g_!!_I!.L~
mente rápido y profundo gracias a las afinidades étnicas y lingüísticas f:L.·
9
H. Zilliacus, Zum Kampf der Weltsprachen im ostriimischen Reich. 1
11
Cf. Reichenkron, o. c., págs. 281-330. Tesis de Helsinki, 1935, págs. 76-80 y 132 ss.; Mih1iescu, o. c., § 40.
tJ 38 Introducción al latín vulgar
Imperio. Esta política asimiladora tuvo efectos incalculables. Ser ciu-
G'ii'UiñO romano era tanto como gozar de la protección, al men~
El latín vulgar: nociones generales 39
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~.
xJ dad de la fe cristiana. se expresaban por drcunloq]ljos: Caesar occisus, «asesinato de César"·
~b urbe condita, "desde la fundación de Roma": Cicerone consu[:,
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"bajo el consulado de Cicerón"; se distinguía por sus giros incisivos:
j 11. El nombre de Romani, que al principio se oponía al de La-
tinos mismo, ha terminado, pues, por comprender a' todos los pue- iusta inius'ta, "la justicia y la injusticia"; mutatis mutandis, "cam-
[ 1
blos del Imperio con relación a los bárbaros y extranjeros. Con el
nombre de Rumania y de rumano.(rum. Romínia, ramin) se ha perpe-
b.iando lo que hay que cambiar". Tales características las compartía,
sm duda, el latín con otras hablas itálicas con las que estaba empa-
0--., tuado en el extremo oriental del mundo romano, así como en Suiza rentado y que nos son conocida-s por textos epigráficos, con el umbro
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oriental y al Noroeste de Italia, en· el romanche, llamado también la-
dino o reto-romance, y en el nombre de una provincia italiana, 1~
y el oseo (en el Samnium y en la Campania).
Rmnagna. Al Jado de Romanus existía también la palabra Romanicus 13. Lengua de Roma tanto como el francés lo es de
[ (con testimonios desde el siglo v), aplicada en época tardía a Romania,
"el mundo romano", en oposición a Barbaria (o Gothia)lO; de donde el
latín es, sin embargo, el resulta o e una fusión de elementos rústicos
y extranjeros con el fondo indígena y urbano. Como ejemplo, pala-
adverbio romanice, que adquiriría el sentido específico de "en lengua bras como bOs, htrcus, lupus, forfex, furca, furnus ... 12 son de origen
,, -, itálico o dialectal. Del mismo modo, la pronunciación de e Por ae y
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vulgar"; de donde a. fr. romanz, fr. mod. roman, y esp. romance y
románico, con toda una ramificación semántica y de léxico. de O poi" au eran fenómenos "rústicos", de Jos que el primero ha ter-
minado por generalizarse, mientras que el segundo no ha penetrado
11
Ver Marouzeau, Le latin [angue de paysans, en Mélanges J. Ven-
[~ 10
V. J. Zeiler, L'apparition du mol Romania chez les écrivains latins
dr:res, París, 1925, págs. 251-264.
12
Cf. A. Ernout, Les éléments dialectaux du vocabulaire Iatin, 2.a ed.,
REL, VII (1929), pág,, 194.198. • París, 1929, y Philologica, págs. 1-20: Le vocabulaire latín.
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40 Introducción al latín vulgar
zación helénica ha sido de una importancia capital tanto para el nivel
El latín vulgar: nociones generales
de vida como para la lengua de los Romanos. Desde el comienzo theatrum, un procedimiento más" refinado, el calco. Ha sido practicado
del periodo republicano, éstos se dejaron seducir, a pesar de Catón con fortuna por Cicerón, que ha forjado medietas sobre ¡.t.Ea6TI'Ic;,
el Viejo y otros conservadores, por el confort, el lujo, los juegos, las providentia de 11:p6vo La, quiilitiis de noL6Tr¡c;, sin dudar de la fortuna
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artes y, en fin, por la filosofía y las ciencias que cultivaba Grecia, la
cual, "conquistada, conquistó al salvaje vencedor y trajo las artes al
reservada a sus atrevidos neologismos (ver Marouzeau, Quelques as-
pects de la formation du latin littéraire, págs. 125-141) 14.
[
inculto Lacio" (Hor. Epist. 2, 1, 156). Como más tarde París para
los paises del Norte y del Este, Atenas se convirtió en la gran escuela
de los patricios romanos, mientras que retores, gramáticos, artiStas y [ ']
.
artesanos griegos afluían a Roma.
Otra corriente helénica ha llegado de la Magna Grecia. Los Cal-
cidjos de Cumas y de Sicilia han transmitido a los Romanos el alfabeto
[ g~-~~,go !3, que éstos se encargaron de adaptar a la fonética de su lengua.
J C) LAS "EDADES" DEL LATíN
1
C¡ 42
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Introducción al latín vulgar
Manius me fecit (fhefhaked, forma dialectal de perfecto
El latín vulgar: nociones generales 43
que se ocupó de la filosoffa, filología (De lingua latina) y agricultura
Le, con reduplicación) Numerio.
Entre los monumentos epigráficos más importantes, conservados a
(diálogo Res rusticae), y dos grandes poetas, Lucrecio (99?-55) y Ca-
tu\o (ca:. 87-54). Por este tiempo es ya la capital la que da ef tono. 1
e
partir del siglo v, figuran los epitafios de los.Escipiones. He aquí el de
1 L. Cornelio Escipión, cónsul en el 259 (CIL F, 8, 9):
,J 2. LATIN CLASICO ("EDAD DE ORO"):
L. CORNEUO L. F. SClPIO AIDILES COSOL CESOR
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DESDE LA MITAD DEL SJGLO 1 A. C. A LA MUERTE DE AUGUSTO
R(omm)
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HONC OTNO PLOIRVME COSENTIONI
DVONORO OPTVMO FVISE VIRO
(14 D. C.)
... LVCIOM SCIPIONE FILIOS BARBATI 18. Apogeo de las letras romanas, que coincide con el auge de
L ·nl 1
5. CONSOL CENSOR AIDILIS HIC FVET A(pud vos)
HEC CEPIT CORSICA ALERIAQVE VRBE
DEDET TEMPESTATEBVS AIDE MERETü(d)
la política roman<!-. La retórica y la filosofía están personificadas por
Cicerón (106~4,3 'a. C.), que depura la leng"\la y crea la prOSa artística,
el "latín: clásico"; la historia está representada por César (100-44 a. C.),
Salustio (86-35 a. C.) y Tito Livio (59 a. C.-17 d. C.); la poesía épica
L. Corne!ius L(ul::ií) f(ilius) Scipio aedilis consul censor. 1 Hunc unum llega a ·la cima con Virgilio (70-19 a. C.). la poesía moral con Horacio
plurimi consentiunt Romae f bonorum optimum fuisse virorum / Lu- (65-8 a. C.), la elegíaca con Tibulo (48?-19 a. C.), Propercio (47?-15
cium Scipionem. Filius Barbati 1 consul censor aedilis hic fuit apud a. C.) y Ovidio (43 a. C.-17 d. C.).
vos. 1 Hic cepit Corsicam Aleriamque urbem, 1 dedit Tempestatibus
acdem merito. ~ Características de la fonética arcaica: e = 'i: aidiles
(pero en 5. aidílis), 5. fuet, 6. hec (pero 5. hic), 7. dedet, tlimpestii.tebus, 3. LAT!N POSTCLASICO ("EDAD DE PLATA"):
~... mereti5(d); -o = U : l. Comelio(s), c6(n)sol, 2. honc, oino(m), c6(n)-
sentiont, 3. duon6ro(m), optumo(m), viro( m), 4. LUciom, filios,_ 5. cOn- DESDE LA MUERlE DE AUGUSTO HASTA EL AÑO 200 CA.
sol; diptongos ai = ae: 1., 5. aidilis, aidiles, 7. aide; oi = ü: 2. oino
ploirume (pero 4. Lüciom con reducción del diptongó; cf. abdoucit 19. Es el barroco de la literatura latina, caracterizado por la
en el epitafio de L. Cornelio Escipión padre, CIL 12, 6, 7); e de afectación del estilo y la aceptación de elementos populares y arcaicos:
2. p!oimme representa el grado intermedio entre ei e 7, cf. virtUtei, Tácito (ca._. 55-ca. 120), historiador y autor de anales con un estilo
quei de CTL J2, 6, 7 (Ernout, Recueil de textes latins archa'iques, personal, forzado y asimétrico; Séneca el Filósofo (muerto en el 65),
París, 1916, págs. 14 ss.).- Para la pérdida de-s, de -m y den delante moralista sentencioso; Plinio el Joven (62-113), refinado autor: de
de s, cf. más abajo §§ 121 y 127-129. epístolas, creador de un género nuevo; son también innovadores Pe-
tronio (bajo Nerón), con su Satiricón, sabrosa novela de bajos fondos,
y Apuleyo (bajo los Antoninos), con su narración fantástica Metamor-
17. A través de vacilaciones y tanteos, la lengua literaria se libe-
fosis o El Asno de oro; en la poesía domina la sátira de Juvenal
ra de arcaísmos y se unifica. Pertenecen a este período: Ennio, pri-
(bajo Trajano y Adriano) y el mordaz epigrama de Marcial (hacia el
mer poeta original (239-169); dos cómicos geniales, pero muy dife-
40-hacia el 104). Quintiliano (muerto hacia el 9~), un reaccionario,
r~ntes entre sí, Plauto (251 ?-184) y Terencio (hacia 190-159); dos pfo-
trata, en sus Institutiones oratoriae, de hacer volver la oratoria a la·
sista's polígrafo["Católl el Viejo (234~149), orador y autor de un libro
pureza clásica.
sobre Jos Orígenes de Roma (perdido) y de un tratado sobre agricul-
tura, y Lucilius, "padre de la sátira romana" (149-103). Están a ca-
ballo entre los períodos preclásico y clá-sico Varrón (116-27), erudito
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44 Introducción al latín vulgar El latín vulgar: nociones generales 45
de ahora en adelante, habrán de traducir las homilías las ohispoa._ y
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