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3.

Ferrol en el punto de mira (1587-1800):


imágenes “artísticas” de un puerto
de guerra de la España atlántica
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800):IMÁGENES “ARTÍSTICAS” Alfredo Vigo Trasancos


Universidad de Santiago de Compostela

1. Ferrol y el espionaje inglés (1587-1591)

“Luego adelante está el puerto de Ferrol que se tiene por


uno de los más excelentes y seguros de los del mundo.
Tiene grandes aferraderos y muy seguras entradas”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Licenciado Molina. 15501

E stas palabras de introducción, que fueron suscri-


tas por el Licenciado Molina a mediados del siglo
XVI, no por sobradamente conocidas dejan de mani-
festar con contundencia la importancia que tuvo la
ría de Ferrol desde la Antigüedad romana, tal como
pone de manifiesto la existencia del cercano Faro de
la ciudad de Brigantia o Torre de Hércules, que debe
ser entendido como una estructura de iluminación
que controlaba toda la navegación y los accesos a
las tres rías que formaban el llamado Puerto de los
Ártabros2. Dentro de él, Ferrol era sin duda el princi-
pal puerto de refugio y el lugar escogido por las em-
barcaciones y flotas para pasar las largas invernadas
que casi paralizaban la navegación en los tiempos
más hostiles de la mar3. Y sin embargo, a pesar de
todo ello, fueron muy escasas las representaciones
que dieron forma a su puerto con anterioridad al si-
glo XVI y más aun las que “describen” algún detalle
de la villa de Ferrol, que señoreaba la ría, con unas
pretensiones más o menos singulares o mínimamen-
te “artísticas”.

De hecho, no se conoce de este tipo ninguna ima-


gen anterior a la que dio a conocer, hace unos años,
Jesús Ángel Sánchez García y que se conserva en la
sección de manuscritos de la British Library de Lon-
dres4. Es un mapa inglés, representa no sin grandes
errores toda la configuración del Golfo Ártabro, sus
principales ciudades y villas, los puntos hasta donde
podían llegar las embarcaciones y hasta los lugares
en donde se podía realizar un desembarco con pe-
queños botes. Fue realizado además durante el man-
dato del gobernador marqués de Cerralbo, lo que si-

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
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túa su cronología en el marco temporal que va lancia costera. Tampoco incide el mapa en indi-
desde 1587 hasta 15915. Coincide, pues, con car si las ciudades estaban amuralladas, si bien
un período de máxima tensión bélica con In- en todas las representaciones –por cierto bas-
glaterra, toda vez que, desde 1585, España se tante convencionales, muy cartográficas en sus
había declarado en guerra con la corona ingle- planteamientos figurativos, acomodadas todas
sa. Quizá por ese motivo, Sánchez García lo ha ellas a un mismo sistema iconográfico, aunque
puesto en relación con los preparativos para el perfectamente diferenciadas entre sí11- parece
ataque de Norris y Drake a la ciudad de A Co- asomar algún edificio que tiene forma de torre
ruña que tuvo lugar en la primavera de 15896 coronada por almenas y lo que puede ser, en el
y que concluyó con la destrucción del barrio caso concreto de A Coruña, un foso o canal de
de la Pescadería, el acoso a la Ciudad Vieja y separación con tierra firme12, dada la condición
finalmente con la retirada de la armada inglesa de tómbolo marítimo que tenía la ciudad.
que no pudo, finalmente, conseguir sus objeti-
vos. Sin duda es una interpretación a tener en Por el contrario, llama la atención prestada a
cuenta que no sólo precisa más su cronología la villa de Pontedeume – “Pont demy” en el
–ca. 1589-, sino que pone el plano en relación mapa inglés- a la que le da el mayor rango
con el espionaje inglés y sus intereses militares, iconográfico y urbano y que destaca además
dada la importancia que toda la zona tuvo en- por la importancia y monumentalidad de su
tonces para los asuntos estratégicos británicos puente que, como bien ha señalado Jesús Sán-
que habían conocido el gran protagonismo chez, está representado no sólo con sus torres
que había tenido el puerto coruñés cuando la de control sino hasta incluso con sus distintos
Armada Invencible de Felipe II se vio obligada a apartaderos, por no dejar de mencionar que
fondear en su puerto en junio de 15887. también indica en relación a su puerto que a
él podían acceder barcos de 50 toneladas13. Es
Ahora bien, sin desechar esta tesis que debe pues, Pontedeume, la gran protagonista urba-
ser tenida en cuenta, cabe la posibilidad de na de todo el plano inglés en donde, por cier-
introducir nuevas lecturas que pueden resultar to, también se suceden una gran cantidad de
también interesantes. convencionalismos representativos a la hora de
representar los cuatro núcleos urbanos: torres
Una descansa en el hecho de que, dentro del con afiladas agujas muchas veces coronadas
mapa, se de tan poco valor figurativo a la ima- de cruces en alusión a su doble condición de
gen que representa “The Citie of The Groyne”, estructuras civiles o religiosas, caserío diversi-
nombre con el que era entonces conocida en ficado con tejados muy pronunciados, algún
Inglaterra la ciudad de A Coruña, en relación curioso edificio que parece estar culminado
con todas las demás “Towne[s]” que aparecen con un poderoso y cubierto voladizo… y hasta
representadas; es decir Betanzos, Pontedeume puertas que, en algún caso, podrían identifi-
y Ferrol y ello a pesar de que se indica clara- carse como de acceso a una ciudad o a una
mente en el plano que A Coruña era la sede en construcción importante. Por consiguiente,
donde vivía el gobernador del Reino de “Galli- con excepción de la Torre de Hércules, el puen-
sia”8 que considera, por cierto, tierra de “peo- te de Pontedeume o el “foso” que parece ais-
ple rude and barbarous”9. También resulta lla- lar la ciudad de A Coruña no parece señalarse
mativo comprobar que no represente ninguna nada que merezca destacarse a título indivi-
fortificación moderna defendiendo la costa10 dual. Por eso que, en este panorama urbano
con la excepción de la Torre de Hércules –por tan aparentemente impersonal, sea digno de
cierto sin ningún realismo figurativo- a la que atención que aparezca la primera gran repre-
denomina “The fort” y asimismo “The watch sentación histórica de “The Towne of Farroll”
tower” por su papel de atalaya y torre de vigi- (Fig. 1), que no sólo aparece con un tamaño

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desusado –es la segunda población en tamaño armada inglesa al mando del conde de Essex
e importancia representada en el plano des- que no se atrevió a penetrar en el puerto ya
pués de Pontedeume-, sino destacada por un entonces defendido por tres castillos el primero
elemento notorio, singular y hasta claramente de los cuales, llamado de San Felipe en honor
elocuente como es una enorme chimenea hu- al rey, se había iniciado en septiembre de 1589
meante que aparece montada sobre un gran por orden precisamente del marqués de Cerral-
edificio de cubierta a dos aguas y casi en plan bo15. Por lo tanto, podría decirse que en esta
de igualdad con el resto de torres y agujas so- época la villa conoció una vitalidad inusitada
bresalientes que dominan en el conjunto, por y eso justifica que aumentase muy considera-
lo demás representado con todos los conven- blemente su población flotante y militar y que
cionalismos que ya se han señalado. se instalase en Ferrol una escuela temporal de
artillería y un hospital de emergencia para for-
La representación de la gran chimenea no debe mar a los artilleros y atender a los enfermos,
considerarse un dato irrelevante, ni tampoco el junto con otras instalaciones menores que es-
tamaño que el dibujante inglés otorgó a la villa taban pensadas para almacenar pólvora y ví-
de Ferrol. Debe tenerse en cuenta que, para veres, para talleres y herrerías y, en definitiva,
entonces, la villa apenas poseía más que 214 con todo aquello que pretendía atender a las
vecinos que, traducidos a habitantes, alcanza- tropas y servir como obradores de reparación
rían los 1100 o 1200 en el año 1588, tal como de los buques16.
nos recuerda Mª del Carmen Saavedra que es
quien ha estudiado más en detalle el protago- Con todo, el dato más relevante que puede
nismo de la villa en los años finales del reina- estar más en relación con la gran chimenea
do de Felipe II14; pero no hay que olvidar que, humeante que se ha señalado es conocer que,
precisamente por el ataque inglés a la vecina A precisamente por el protagonismo que Ferrol
Coruña en 1589 y por su parcial destrucción, alcanzó en este tiempo, fue por lo que se lo
Ferrol pasó a tener a partir del verano de ese consideró lugar idóneo para instalar, al fondo
año un mayor protagonismo como puerto de de la ría, en un lugar de gran seguridad estra-
refugio y lugar de invernada de muchas de las tégica como era la vecina villa de Neda, que
armadas del rey que, en efecto, en diferentes estaba próxima a la desembocadura del Xubia
ocasiones fondearon en su puerto incremen- en donde se iban a instalar varios molinos para
tando la población invernal en varios miles de servicio del rey, 12 hornos para fabricar el biz-
personas y que tuvieron que alojarse y man- cocho que abastecía a las tripulaciones enrola-
tenerse en la población a lo largo de prolon- das en las armadas. De hecho, en el verano de
gadas estancias. Conviene recordar que aquí 1590 consta la llegada a Ferrol de 10 maestros
invernó la armada de D. Alonso de Bazán entre bizcocheros procedentes de Málaga y que los
octubre de 1589 y marzo de 1590; otra expe- hornos estaban ya en construcción en el mes
dición partió en 1591 hacia la isla Tercera y ese de octubre y en pleno funcionamiento en abril
mismo año otra armada al mando de Sancho de 1591, siendo calificados por Bernabé de
Pardo Osorio salió del puerto para auxiliar a las Pedroso de “buenos y de buena fábrica…
tropas católicas en la Bretaña francesa; otras según es parecer de los que los han visto”17.
dos expediciones se formaron en 1596 y 1597 Neda estaba en la ría de Ferrol, directamente
para apoyar a los insurgentes irlandeses e in- relacionada con la villa principal y no debemos
tentar la invasión de Inglaterra capitaneada por olvidar que todo esto transcurre durante el
el adelantado de Castilla Martín de Padilla, si mandato del marqués de Cerralbo; es posible,
bien es verdad que con poca fortuna militar. pues, que los hornos allí construidos se identi-
Quizá por eso en estos mismos años hubo dos ficaran con la ría-villa ferrolana y por eso que
tentativas de ataque a Ferrol por parte de la los represente en “Farroll” el mapa inglés que

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estamos comentando. Así pues, de ser así le pronunciado de los tejados a dos aguas y el
convendría al plano una fecha aproximada en- dominio de hastiales en forma de triangulares
tre octubre de 1590 y abril de 1591. piñones. Poco, pues, que aluda a una imagen
que identifique la realidad y el pormenor de las
No obstante, sea o no ésta la explicación y ciudades gallegas de entonces, lo que no quie-
cronología correctas pues deben mantener- re decir que no convivan los convencionalismos
se ciertas dudas –la representación de alguna en ocasiones con datos y elementos que, en
fortificación moderna costera habría aportado efecto, tienen una base real indudable21. Y los
datos cronológicos de mayor precisión; su au- ejemplos ya mencionados del puente con to-
sencia, en cambio, podría llevarnos a pensar en rres y apartaderos de Pontedeume, el foso de
una fecha anterior a octubre de 1588, año en “The Citie of The Groyne”, la Torre de Hércu-
que se inicia el castillo coruñés de San Antón les –los tres, no obstante, con un aspecto muy
que fue el primero que se levantó en la zona18-, diferente al real- o la gran chimenea humeante
es indudable el protagonismo que el plano le asignada a la villa de Ferrol no cabe duda que
concede a la villa ferrolana y cuya ejecución es hay que verlos en este sentido y con un crite-
imposible atribuir a ninguna persona concreta. rio no tan sólo de interés representativo, sino
Seguramente lo haría un cartógrafo de esca- claramente informativo y seguramente militar.
sa habilidad poco versado, sin embargo, en el
pormenor de la costa gallega y en los lugares
que menciona, si bien lo suficientemente in- 2. Ferrol a “vista de pájaro” (1622-1750)
formado como para aportar algunos datos im-
portantes que tienen cierta actualidad. Es indu-
dable que piensa también como un navegante “Cosa notoria a sido siempre q este insigne
norteño, toda vez que el mapa se representa puerto del Ferrol es el mejor q se conoce en toda
a la inversa de lo habitual orientado con el sur Europa, por su capacidad, y conmodidad, de poder
hacia la parte alta como pretendiendo indi- invernar en el una mui gruesa Armada, y tener en
car la costa que se encontraría un navegante su comarca lo necesario para su provisión…”
que llegara desde las Islas Británica, tal como
nos recuerda Jesús Sánchez19. A su vez mues- Bernardo Gómez. 163922
tra conocer muchos de los convencionalismos
aplicados por geógrafos para representar las No volvemos a tener una nueva representa-
ciudades en la mayoría de los mapas de los si- ción que merezca destacarse de la villa de Fe-
glo XVI y XVII y que casi siempre las recrean rrol hasta el año 1634, esta vez directamente
como una acumulación indiferente de edificios relacionada con la Descripción de España y de
de mayor o menor amplitud en función de su las costas y puertos de sus Reynos encargada
importancia urbana, pero siempre organizadas por el rey Felipe IV al cosmógrafo portugués
alrededor de un edificio central vertical que, en Pedro Texeira. Hay que destacar que, a pesar
la mayoría de los casos, tiene forma torreada de la fecha oficial que hemos indicado, la in-
con aguja, cúpula o sencillo chapitel que se co- formación básica que refleja la representación
rona por lo común con una cruz, como dando debe referirse al año 1622 pues consta, en
por supuesto que toda ciudad occidental por efecto, que fue entonces, a finales de ese año,
su condición cristiana debía de estar presidida cuando el geógrafo lusitano visitó el “Reyno de
por un edificio de carácter religioso20. El pun- Galizia” y tomó sus datos23.
to de vista arquitectónico septentrional viene
dado, por lo demás, por la abundancia de al- Su hermosa representación, realizada en vitela
tas torres con chapiteles cónicos muy afilados, y con vivos colores ejecutados al temple, des-
por la esbeltez de ciertas arquitecturas, por lo cribe la ría con todo su circuito costero inci-

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diendo en las playas, los cabos, golfos y en- la visión de conjunto (Fig. 2). Aparece monta-
senadas del interior, así como en los montes, da sobre un promontorio adentrado en el mar,
ríos y caseríos que aparecen diseminados por el concentrada en su apelmazado caserío, sin
paisaje que, en efecto, adquiere unas virtudes muestras visibles de muralla o de alguna forti-
extraordinarias, una vez la gran panorámica ficación y sin ninguna infraestructura portuaria
que representa se sitúa en un punto de vista como es habitual, por lo demás, en la gran ma-
muy elevado y casi cenital que supera con cre- yoría de todos los puertos gallegos, casi en ex-
ces las tradicionales recreaciones “a vista de clusiva protegidos por la sola naturaleza. Sólo
pájaro”, lo que permite descubrir una enorme se aprecia, pues, una iglesia con su torre en
perspectiva. Se representan asimismo aldeas y el centro del poblado –presumiblemente la de
las villas del lugar como Neda, Mugardos y A San Julián, aunque nada realista en su imagen-
Graña, un curioso canal en el arenal y puer- y todo el conjunto de casas con formato muy
to de Covas cerca del cabo Prior, el puente convencional abrigando la curva que formaba
del río Xubia y los molinos del rey, del mismo el puerto y en donde sabemos que acontecía el
modo que la iglesia de Chanteiro y los tres cas- tráfico pesquero al disponerse allí un pequeño
tillos que defendían la entrada de la ría –dos embarcadero llamado de la Cruz y la plaza vie-
de ellos, por cierto, confundidos en su ubica- ja en donde se realizaba el mercado. Nada de
ción- que aparece dibujada, en efecto, con su esto se ve en la representación de Texeira que
llamativa y protectora estrechez. No renuncia en esto se muestra esquivo y difuso, generalis-
a indicar un dato clave para marinos y nave- ta, pues no se atreve a describir edificios que
gantes: que dentro de la ría el lugar mejor para entonces sabemos que ya existían, como por
fondear era la ensenada de A Malata donde ejemplo la Puerta del Castro, la Torre del Reloj
aparecen representados varios barcos de alto o el convento de San Francisco. Resulta en este
porte que contrastan con las barcas pesqueras sentido muy poco realista, sin interés por des-
que aparecen varadas en los arenales vecinos. cribir o señalar ningún rasgo característico. Y
La vista, pues, hace justicia a la descripción lite- quizá por ello, su representación se correspon-
raria que el propio Texeira incorporó a su ma- de con el poco interés que muestra en el ma-
nuscrito y dice así: “El puerto del Ferrol es tan nuscrito por describir la villa ferrolana, diciendo
conoçido por su grandeza y seguridad como sencillamente de ella: “Es la villa del Ferrol de
por las muchas armadas que en él an ynberna- muy buena población aunque abierta, sin mu-
do. Tiene en la entrada este famoso puerto tres ralla ny defença, tenéndola en la entrada de
castillos… San Felipe… Nuestra Señora de la su puerto con los tres castillos que arriba que-
Palma y… Santa María [sic] de Padilla… y pue- da dicho. Su trato es del pescado que con sus
den estar ancorados más de quinientos navíos, barcos salen a la mar a pescar. Está çituada de
tan seguros del peligro y de los vientos como la parte del septentrión tan junto a la mar que
si estuvieran varados en tierra… Ny se conose con la marea llega a las cazas”25.
la tormenta en este puerto por grande que sea
el mar, estando siempre tan quieto y sosega- En contrapartida el efecto artístico, gracias al
do que, como dizen los navegantes quando ay dibujo grácil y a los vivos colores con que repre-
calma, que está el mar en leche y así en este senta las aguas, los ribazos del promontorio, la
puerto lo está siempre, paresiendo un quieto ensenada pesquera, los peñascos cercanos al
estanque”24. puerto y los tejados rojos de la casas contras-
tados con el tono claro y arenoso del suelo en
No obstante, lo que realmente llama la aten- donde se levantan las viviendas, es indudable
ción en la gran representación de la ría es la que le dan a la visión un evidente encanto y
villa de Ferrol que señorea desde el centro toda atractivo, lo mismo que su manera de trans-

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mitir con crecientes vacíos el tránsito existente como prueba visible a la carta que, el 13 de fe-
entre el abigarrado caserío más cercano a la brero, el marqués de Mancera, capitán general
ensenada que servía de muelle y las casas más de Galicia, envió al conde-duque de Olivares
dispersas que empiezan a diseminarse por el para darle cuenta del estado general de la ría28.
entorno campestre. Esto se acrecienta cuando
de la villa pasamos al conjunto general que vi- Está realizado en tinta negra sobre papel, si
bra con la belleza del paisaje en donde predo- bien se añaden asimismo toques de carmín
minan la descripción orográfica, el dibujo de la para representar los tejados de las edificacio-
vegetación y arbolado y hasta la manera sinuo- nes. Sin embargo, lo más interesante para lo
sa de representar el movimiento de las aguas que nos ocupa es ver el interés que el geógrafo
de la ría en donde desemboca el Xubia y otros ha puesto no sólo en describir el pormenor de
riachuelos de tono menor, todo bien matizado la costa y el análisis minucioso de todos sus ac-
por un colorido en donde predominan junto cidentes, sino también en destacar las diferen-
a los azules y verdes dominantes, los colores tes arquitecturas que, además, se representan
tierra y el luminoso pajizo aplicado a las riberas sobre el terreno con una visión en alzado no
y distintos arenales. Una bella representación, exenta de conocimientos perspectivos. Todo
pues, casi cenital y “a vista de pájaro” en don- lo que tiene interés lo describe el plano, des-
de Texeira quiso dejar constancia no sólo de su de los núcleos de población hasta las distintas
condición de cosmógrafo, sino casi de “artis- iglesias, aunque acaso lo más llamativo sea su
ta”, entre otras cosas por su deseo de cautivar deseo de valorar ciertos edificios como el con-
los ojos del espectador con su aprecio evidente vento de Santa Catalina de Montefaro, que se
por la descripción minuciosa de la naturaleza y aprecia con su claustro, las llamadas “azeñas
de todo el “paisaje”26. de su majestad” y, de manera muy especial,
las “casas reales donde se labra el vizcocho”
Desde el punto de vista del “realismo” repre- en las proximidades de Neda que sorprende
sentativo, aunque no en lo que respecta a su tanto por lo imponente de su fábrica, como
calidad artística, tiene más interés para co- por su presumible fidelidad a lo que pudo ha-
nocer la imagen que podría ofrecer el Ferrol ber sido –hoy no se conserva rastro alguno de
del XVII el plano-mapa de la ría que realizó, ella-, pues no deja de señalar sus dos torres de
en 1639, Bernardo Gómez, autoproclamado esquina en la fachada con sus cuerpos y cha-
“geographus”27. Añade además la circunstan- piteles, sus dos plantas en el frente principal,
cia de coincidir su cronología con un año muy su portada con frontón y gran escudo, el patio
decisivo pues en 1639 tuvo lugar el ataque de cuadrangular y el pozo existente en el centro
la armada francesa del arzobispo de Burdeos y hasta sus siete humeantes chimeneas, todo
Henri d’Escoubleau de Sourdis a la ciudad de representado en una cuidada “vista de pája-
A Coruña –junio-, poco antes de que de este ro” muy vertical que no renuncia a manifestar
mismo puerto partiese la gran armada que al una efectiva perspectiva. En consecuencia, no
mando de Antonio de Oquendo perecería en debe sorprender que también aporte la mejor
el desastre naval de Las Dunas –octubre- fren- visión de la villa de Ferrol hasta entonces reali-
te a la flota holandesa al mando del almirante zada (Fig. 3), por más que combine ciertos con-
Tromp. Por lo tanto, tiene sentido que en un vencionalismos junto a datos arquitectónicos y
momento que hubo en el Golfo Ártabro tanta urbanos que son, en cambio, muy instructivos.
actividad militar, hubiera cierto interés en co-
nocer cómo se encontraban las defensas en un La villa, de hecho, aparece asentada en su ca-
puerto tan estratégico como era el de Ferrol, racterístico promontorio adentrado en el mar
lo que justifica que el plano fuese incorporado con forma en espolón y en donde se ve, en

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unas rocas cercanas, la representación de una plano de “Santa María de Carança”, un lugar
cruz que, obviamente, alude a la que daba próximo a Ferrol.
nombre al principal desembarcadero que te-
nía la villa llamado, en efecto, “muelle de la Dentro de estas representaciones verticales “a
Cruz”. Asimismo se ve, justo en esta zona, una vista de pájaro” que recrean con algún sentido
especie de estructura amurallada a manera de artístico la “imago urbis” de la villa de Ferrol
baluarte o de fortín que debe corresponder al debe mencionarse, por último, un nuevo pla-
que describe un documento de 1625 que seña- no que, aunque anónimo y sin datar, debe co-
la que “... la villa tiene pólvora y municiones la rresponder a una cronología próxima a 1750-
necesaria para cualquier revato y dos piezas de 175130. Debió de ser ejecutado por un técnico
artillería encavalgadas en un reducto, que se- militar muy versado en el dibujo y en las técni-
ñorea la mayor parte del puerto, el cual tienen cas de representación geográficas pues, como
muchos por el mejor del mundo”29. Se aprecia los dos anteriores, reproduce una gran visión
igualmente una especie de plaza o atrio cer- de toda la ría con la intención de dar cuenta de
cano al mar que pudiera ser la llamada plaza su naturaleza y de todo lo hecho por la mano
vieja, también lo que podría ser una pequeña del hombre. Se ven, pues, orografías, paisajes y
fuente o manantial, del mismo modo que una accidentes naturales a la vez que todo tipo de
calle larga y porticada que parece sugerir, en núcleos de población y edificaciones, entre las
efecto, la llamada de San Francisco –tenía real- que destacan los tres castillos que fortificaban
mente soportales- que daba forma al principal la ría junto a una serie moderna de baterías
arrabal urbano, por lo demás bien distinto al costeras. Ya estaba levantado para entonces el
resto del caserío que parece mostrarse más Arsenal de A Graña que aquí aparece resguar-
apelmazado y compacto y organizado alrede- dado por una imponente muralla; se ve tam-
dor de un recinto destinado a huertas. Lo más bién toda la ría animada por un gran núme-
notorio que señala el plano son, con todo, las ro de embarcaciones de distinto porte que le
dos construcciones religiosas que se ven en él. confieren al conjunto un inusitado atractivo. El
Una es, sin duda, la iglesia parroquial de San plano está hecho, por lo demás, en tinta sobre
Julián que señoreaba la villa junto al mar, con papel y con el dibujo tratado a posteriori a la
su nave única, su puerta principal de acceso y aguada, imperando los tonos ocres, los verdo-
su gran torre campanario adosada a la fachada sos y los intensos carmín que suele caracterizar
por el lado de la epístola y que ofrece el dato a algún elemento y, sobre todo, a las banderas
curioso de aparecer rematada en una aguja y y gallardetes que dan vida a las embarcaciones
con una estructura inferior construida en sille- que surcan el puerto.
ría. La otra, por el contrario, representa el con-
vento franciscano, con su pequeña iglesia, su Pese a todo representa la villa de Ferrol en un
claustro adosado, otra torre campanario, pero estado previo a la construcción del gran Arse-
esta vez retrasada, adosada casi al testero por nal borbónico, con lo que la imagen de lo que
la zona del evangelio e igualmente coronada hoy se conoce como barrio de “Ferrol Vello”
por una aguja o chapitel. Es decir, que muy pro- está aquí en un estado casi original (Fig.4a).
bablemente ambos dibujos den pistas de cómo Por el contrario, a cierta distancia, algo alejado,
eran los dos conjuntos en ese tiempo, máxime en el monte de Esteiro y mirando a la ensena-
al disponerse éste último, como estaba en la da de Caranza, se representa el Astillero Real,
realidad, ubicado en los límites de la villa y ya el llamado Cuadro de Esteiro, un poblamiento
limítrofe con los campos y las tierras de labor incipiente que podría ser el embrión del futu-
que lo circundaban más allá de los cuales se ro barrio de Esteiro, el arsenal de maderas de
ve, con su discreto tamaño, una pequeña capi- Caranza y, junto a todo esto, diferentes per-
lla sin espadaña ni torre que se nombra en el sonajes realizando actividades varias que pare-

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cen conferirle a la representación un carácter al Arsenal de Ferrol los que nos permiten fijar
muy dinámico y narrativo. No sólo eso, como con una gran aproximación su cronología. De
en un recuadro aparte que aparece bien aco- hecho sabemos que el 9 de abril de 1749 se
tado en la parte alta, se representa agrandado, aprobó la instalación en Esteiro del Astillero,
a manera de “zoom” visual de aproximación, que en 1750 estaban ya proyectadas y a medio
todo lo que tenía que ver con las Reales Obras construir varias de sus gradas de construcción,
(Fig. 4b). Así pues, lo que en el plano gene- que se inaugura el astillero con la colocación
ral se apreciaba en una recreación diminuta, de la quilla del navío Asia el 6 de junio y que
ahora se ve más cercano y con todo lujo de fue en ese año -14 de enero- cuando se apro-
detalles: con el Astillero definido por una mu- bó el gran proyecto de Arsenal para Ferrol que
ralla de cierre, con una puerta de acceso con aquí, sin embargo, no se dibuja. Consta que las
su campana en la parte superior, con distintos obras se iniciaron el 15 de mayo de 1750 con
pabellones dando forma a la plaza delantera la elevación de la cerca que habría de sepa-
del Cuadro en donde se disponen la capilla de rar la villa de Ferrol de las nuevas instalaciones
San Fernando y otros cuarteles que fueron en militares, si bien las obras más importantes se
su día levantados para la tropa y el personal de iniciaron después31; así que el plano debe de
la maestranza y hasta los árboles que se habían hacer alusión a esta fase previa a la construc-
plantado en el interior formando calles para ción del Arsenal, que seguramente estaría ya
dar sombra al personal en las horas de des- aprobado pero no iniciado todavía, al menos
canso. En esta representación agrandada no se en una fase que merezca ser representada.
incluye el poblado de barracas de Esteiro. En
cambio, es prolija la descripción del interior del Y en este contexto representativo, podemos
Astillero en donde se ve la gran Sala de Gálibos apreciar por última vez el estado de la villa de
porticada, las doce gradas de construcción ya Ferrol sin los barrios que luego se construirían,
realizadas o en fase de realización y con cua- pues no olvidemos que debido a la empresa
tro embarcaciones construyéndose en grada, real Ferrol, que tenía oficialmente 1208 habi-
especificándose además en la leyenda que se tantes en 1752 –en este cómputo no se cuenta
trata de dos navíos de línea, de una fragata y la población flotante entonces ya existente-,
de un paquebote de menor envergadura. No llegará a alcanzar en 1787 la sorprendente ci-
falta tampoco la visión de la gran explanada fra de 24.993 habitantes32; algo llamativo en la
de trabajo animada por todo el personal reali- España de su tiempo.
zando sus actividades: carpinteros trabajando
la madera, una cuerda de presos arrastrado Sea como fuere, la imagen del viejo Ferrol res-
maderos, patrulla de soldados controlando la ponde a muchas ideas ya señaladas, pues su
situación, maestranza muy variopinta y hasta formato de pequeña villa marinera adquiere
un oficial que parece dar sus órdenes a un su- aquí plena carta de naturaleza; eso sí, carac-
bordinado con una vara como si fuera, quizá, terizada por su relación con la ensenada a la
el ingeniero naval o el maestro constructor. Por que se abre el puerto pesquero, con dos asen-
consiguiente, podría decirse que este plano de tamientos de población diferenciados y bien
la ría de Ferrol, es un documento de un va- marcados por el desplazamiento hacia el este
lor extraordinario que trata la información no del arrabal recorrido por la calle San Francis-
sólo con un gran atractivo artístico, sino con un co que llevaba hacia el convento, y con toda
sentido muy narrativo inusual y no carente de la villa aglutinada alrededor de la vieja iglesia
un toque de ingenuidad muy sugestivo. parroquial que domina, desde un lugar estraté-
gico, el mar cercano. Por lo demás, las iglesias
Precisamente son estos datos referidos al Asti- responden en parte a lo que ya se comentó en
llero y al Cuadro de Esteiro y la ninguna alusión la representación anterior, si bien con algunas

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LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

diferencias pues la de San Julián aparece con mente ingeniero militar- del puerto de Ferrol y
una torre que se sitúa en el testero del lado del que casi hay que calificar como “paisajes” de
evangelio y el convento franciscano, en cam- la ría con la vista de la ciudad al fondo, y de los
bio, sin torre, con una espadaña en el hastial tres óleos del Arsenal – o cinco en realidad si
y con un claustro adosado al sur al que parece incluimos las dos réplicas que hizo con algunas
accederse por un portalón abierto en el muro. variantes de uno de ellos- que realizó el pintor
Merece destacarse que las dos iglesias apare- valenciano y académico Mariano Sánchez con
cen perfectamente orientadas, así como que el deseo de introducirnos en el conocimiento
el plano en cuestión, frente a todos los ante- del interior del que era considerado uno de los
riores, contempla la ría y todo lo representado mejores puerto militares de la Europa Atlántica.
visto desde el sur, lo que va a ser casi una cons-
tante en la mayoría de los planos del siglo XVIII. Las dos acuarelas forman parte de la colección
de 33 dibujos que llegó a realizar Pedro Gro-
lliez como resultado de la real orden de Carlos
3. Las primeras panorámicas y “vedute” III firmada por el conde de Floridablanca, se-
de Ferrol. De Pedro Grolliez a gún la cual, en mayo de 1782, se lo comisionó
Mariano Sánchez (1782-1794) para realizar las vistas de los puertos de mar de
España que ya estaban concluidas en octubre
de 178534. El destino de estas vistas era ser-
“Sea el quinto [testigo de vista] el afamado puerto vir como modelo para una serie de estampas,
de Ferrol, en donde los recelos del Arte alentados creadas a imitación de las vistas grabadas por
del favor, con que por dilatados siglos les estaba la Lebas y Cochin, quienes habían reproducido
naturaleza convidando, se determinaron en fin, a en talla dulce los puertos franceses pintados
perfeccionar la obra más grande del orbe” por Claude Joseph Vernet por encargo de Luís
XV o, más aún, las realizadas por el ingeniero
Pascasio de Seguín. 175033 Nicolás Ozanne y que grabaría Gouaz. Vistas
de estas características se habían difundido
A diferencia de lo que hemos estudiado hasta el por Europa con la finalidad de dar a conocer
momento, en donde el grueso de las represen- los puertos europeos de mayor fama y parti-
taciones referidas a Ferrol podían entenderse cularmente de aquellos que habían conocido
como mapas o planos elaborados por técnicos una gran transformación y eran expresivos de
–cartógrafos, geógrafos, ingenieros, etc.- que los grandes avances que había desarrollado
conocían maneras de representar próximas al cada país. Forman parte de la pasión que el
mundo de los pintores, en las décadas finales siglo XVIII vivió por el conocimiento de otros
del siglo XVIII vamos a ver la aparición de las países, de la naturaleza, de los lugares exóticos
primeras imágenes que pueden considerarse o pintorescos o de las ruinas de la Antigüedad
auténticas vistas, panorámicas o incluso “ve- que dio paso a la realización de grandes series
dute” ya en el sentido dieciochista del término; pictóricas o de grabados que dieron cuenta de
es decir, testimonios pictóricos eminentemente todo ello. Los puertos fueron, precisamente,
realistas que abordan la imagen de la ciudad uno de esos temas preferidos, lo que justifica
desde ángulos y puntos de vistas más concre- el encargo hecho por el rey de Francia al pintor
tos y personales, con encuadres más creíbles y Vernet que tuvo secuelas muy importantes. Sin
verosímiles e incidiendo además en representar duda merece destacarse entre ellas la llevada
la vida social y urbana, lo que le otorga a sus a cabo por Alexandre Jean Noël que recorrió
resultados una intención más decididamente la Península y a su regreso a Francia, con la
analítica además de “artística”. Son los casos ayuda del grabador François Allix, publicó la
de las dos acuarelas que pintó el dibujante Collection des Ports d’Espagne et de Portugal
francés Pedro Grolliez de Servier -paradógica- (1778-1790), que no llegó a concluirse y que,

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

al final, quedó limitada a dos entregas con las las primeras que conocemos con carácter de
vistas de Lisboa, Cádiz y Cartagena36. Pues panorámicas de la ría y de la ciudad-arsenal
bien, en esta línea cabe considerar las vistas de dando cuenta del paisaje del entorno y de la
los puertos españoles encargadas por Florida- nueva realidad ferrolana. Se aprecia de hecho
blanca al teniente de ingenieros Pedro Grolliez una ría muy animada, un puerto de buenas
que estaba culminada, como ya indicamos, el proporciones, con modernas infraestructuras
12 de octubre de 1785; él mismo nos lo indica y con grandes edificaciones que dan forma al
en una carta firmada ese día y enviada al mi- arsenal militar y a la nueva población. Asimis-
nistro: “Enemigo de la ociosidad, espero con mo están realizadas en papel, dibujadas a tinta
ansia nuevas órdenes, sea para seguir el mismo y el color a la aguada y, en ambos casos, con
trabajo en el interior del Reyno, sea por cual- una gama de colores muy desvaída, como si se
quier otra comisión”37. quisiera evitar el protagonismo del color, quizá
para facilitar mejor su posterior traslado a la
De las treinta y tres acuarelas realizadas, sólo estampa. Son también de las mismas dimen-
se conocen, sin embargo, seis; cinco de ellas siones y de una concepción muy semejante,
en la colección Rodríguez-Moñino de la Real pues las dos panorámicas están dominadas
Academia Española y la sexta propiedad de la en su mayor parte por la presencia de un cielo
Fundación Lázaro Galdiano de Madrid38. To- muy efectista con nubes, celajes y agradables
das representan, en efecto, puertos españo- contraluces a cuyos pies se dispone en un pri-
les y entre ellos ha querido la fortuna que se mer plano la tierra firme llena de animados
conservaran varias vistas de puertos gallegos y personajes, las aguas de la ría con diferentes
dos, en concreto, referidas a Ferrol, que fueron embarcaciones y, como telón de fondo, toda
realizadas para dar cuenta de la grandeza que la topografía ferrolana desplegada en una vista
había alcanzado el puerto gallego. Las treinta horizontal muy alargada.
y tres acuarelas tendrían que haberse dado a
la estampa, si bien sólo se llegaron a grabar al Las dos representaciones están tomadas, por lo
final seis y no con la calidad que deseaba el in- demás, desde el interior de la ría y desde dos
geniero pues consta que fue muy crítico con el puntos contrarios, casi enfrentados. La primera
geógrafo Tomás López, a quien se había encar- (Fig. 5) desde un lugar próximo a la ensenada
gado la dirección del grabado –según Grolliez de Santa Lucía inmediata a la punta de Pro-
la había “descuidado íntegramente”-, y tam- montoiro, dispuesta a la espalda de la villa de
bién con los grabadores José Fabregat, Joaquín Mugardos, y la segunda tal vez desde la punta
Pro y Simón Brieva que habían sido poco exac- del Camposanto, lo que permite convertir la
tos en las representaciones de las tres láminas entrada al puerto en un lugar común de las dos
referidas al Arsenal de la Carraca que habían acuarelas. Tienen igualmente algún elemento
salido a la luz en 1785. Quizá por ello en 1786 ambiental como las gaviotas que vuelan sobre
se autorizó a Grolliez para que por su cuenta tierra de manera individual o en grupos de dos,
grabara, estampara y vendiera el resto de las tres, cuatro y hasta cinco en la primera repre-
vistas, aunque al final sólo llegó a publicar tres sentación y hasta tres en la segunda vista. No
más: la del puerto de Cádiz por Tomás López ha de verse el tema de las gaviotas tan solo
Enguídanos, la del puerto de Sevilla por Vicen- como un mero elemento de animación que
te Mariani y la del puerto de Luarca, también ayuda a hacer más creíble y atrayente la vis-
del mismo grabador39. ta de una marina; fue un recurso que también
utilizó Pedro Grolliez para poder señalar, en
En todo caso, las dos vistas de Ferrol, que tu- relación con la leyenda que llevan las vistas a
vieron que realizarse entre 1782 y 1785 y que los pies, lo que debajo de ellas se representa;
pudieron ser más de las que hoy conservamos de tal manera que en la primera “Vista del Fe-
–quizá tres como en el caso de la Carraca-, son rrol” donde hay una gaviota se aprecia la en-

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LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

trada de la ría, donde dos A Graña, donde tres penúltimo apartado y en donde no falta la re-
el Arsenal de Ferrol, donde cuatro las gradas presentación de todos los montes periféricos
del Astillero de Esteiro y donde cinco la punta que convertían el enclave de la ría en un lugar
de Caranza. Y lo mismo en la “Segunda vista enormemente seguro.
de Ferrol”, si bien en este caso son menos las
gaviotas representadas. La segunda de las vistas, tal como hemos di-
cho, es muy similar aunque abordada desde el
Aunque no conocemos el sistema utilizado por lado izquierdo de la entrada de la ría (Fig. 6);
Grolliez para abordar sus pinturas, no debe ha- por esa razón en este ángulo vemos el arsenal
ber duda que tuvo que utilizar la cámara os- y la villa de A Graña desplegada por la falda del
cura con el fin de darle a sus vistas la realidad monte de Brion, a continuación la ensenada de
requerida. Sin embargo no deja de resultar cu- A Malata, parte del recorrido costero del re-
rioso que, en la primera vista ferrolana, junto a cinto fortificado ferrolano con sus baluartes, el
grupos de personas que realizan acciones dis- muelle civil de Curuxeiras y sus dos puertas de
tintas o simplemente parecen disfrutar de una mar, al fondo una vista escorzada de Ferrol con
jornada agradable bajo el toldo de una barcaza la fachada y el cimborrio de la iglesia de San
de remos que permite contemplar desde la ori- Francisco tras la cual se aprecia lo que parecen
lla la belleza de la ría, Grolliez recurra al topos las torres de San Julián y, más a la derecha, el
artístico de retratarse a sí mismo sentado y di- arsenal, con la sala de armas emergiendo y el
bujando del natural el paisaje que tiene ante sí cuartel de Batallones dominando al fondo. La
apoyando el papel en que dibuja sobre un am- dársena, resguardada por su cortina defensiva,
plio tablero que le sirve de mesa improvisada. parece atestada de embarcaciones pues sus
Aparece acompañado de dos hombres y una mástiles y palos asoman por encima de sus mu-
mujer que se encuentran detrás y de pie muy ros. Conforma, por consiguiente, una vista di-
elegantemente vestidos a la moda del momen- ferente a la anterior y con otro punto de vista,
to y con las consabidas pelucas y sombreros de lo que permite esta vez que Grolliez dedique
rigor y marcando las diferencias con el resto el grueso de la parte derecha de la acuarela a
de los personajes que llevan unas vestimentas recrearse en el paisaje costero con todos sus
más sencillas. Por lo demás, deja ver, al fondo accidentes y de la ría surcada por gran diversi-
y en el centro de la escena, el arsenal ferrolano dad de embarcaciones, lo que hace que poda-
visto en escorzo, de tal manera que se ve per- mos apreciar desde el más poderoso navío de
fectamente el ángulo que forma la gran corti- línea, a fragatas con sus velas desplegadas, a
na defensiva, la entrada y el gran espigón que otros buques fondeados y también falúas que
cerraba por el sur la gran dársena militar, tras parecen contribuir, como los mismos persona-
la cual asoman los diferentes edificios: la sala jes que se ven en primer plano, a darle mayor
de armas, las naves de arboladura, la puerta verismo y atractivo a la representación donde
del Dique … y más atrás la silueta de la pro- se ve, por lo demás, una vendedora que ofrece
pia ciudad con la nueva iglesia de San Julián, pescado a unos paseantes, otro topos habitual
abrigadas por el monte de Canido en donde se en este tipo de recreaciones.
aprecia un molino de viento. Y ya en dirección
a la derecha de la representación el cuartel de Un carácter muy diferente tienen los tres oleos
Batallones en lo alto de una meseta que domi- de Mariano Sánchez – cinco si incluimos las dos
na la ría, las gradas de construcción del astille- réplicas de uno de ellos - referidos al Arsenal de
ro y el recodo en donde se encontraba el arse- Ferrol que ya hemos señalado. Como las acua-
nal de maderas de Caranza. Una vista, pues, relas de Grolliez forman parte de un encargo
que podríamos considerar ya “clásica” como de Carlos III que le encomendó en 1781 al
tendremos ocasión de comentar en nuestro pintor valenciano, formado en la Academia de

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Bellas Artes de San Fernando, pintar una serie permaneció por espacio de 47 días, entre el 4
de puertos, bahías y arsenales de España40 para de marzo y el 19 de abril de 1793, para ejecu-
decorar el gabinete de marinas del príncipe de tar con la ayuda de un peón – se llamaba Caye-
Asturias en cuadros de mediano formato, en la tano de Seijas y se lo menciona en el diario del
misma línea de las vistas de puertos realizadas viaje como “peón moledor”44-, de la cámara
por Joseph Vernet y otros pintores de su tiem- oscura y de la tienda de campaña que siempre
po. No debemos olvidar que esta comisión, lo acompañaban, todos los dibujos prepara-
que se dilató hasta 1803, coincide en el tiempo tivos que le permitirían después ejecutar con
con la que hemos reseñado de Grolliez y asi- más calma, ya en su taller de Madrid, las tres
mismo con la de Alexander Noël, pero en este panorámicas que realizó y que por ese motivo
caso debe señalarse que tenía un sentido es- están datadas en 179445. Por lo demás, gracias
trictamente privado y exclusivamente pictórico, al estudio del pintor que ha realizado José de
una vez que estaba previsto que solo sirviesen la Mano, sabemos que para poder dibujar el
para decorar las estancias del príncipe y po- arsenal contó con el permiso del Comandante
ner en conocimiento de un círculo de íntimos General –entonces Antonio González de Arce
del heredero la belleza de nuestros puertos y (1783-1796)- y del Intendente de Marina que
los cambios que habían experimentado en el habían recibido aviso del ministro Antonio Val-
reinado de su padre, ya para entonces consi- dés “para que por la Marina se auxilie al Pintor
derado una especie de “padre de la patria” e de Cámara de S.M. con lo que necesite para
imagen ejemplar del “buen gobierno”. Y por desempeñar la comisión”46; asimismo que
este motivo, en lo técnico, en lo artístico y en representó el arsenal en unas “vedute” muy
muchos aspectos de su realización, se parecen representativas que dan cuenta de su magni-
más a las pinturas de Vernet o a las que ejecu- ficencia arquitectónica y de su extraordinaria
tó, salvando las distancias, el pintor madrileño actividad, lo que explica sus distintos abordajes
Luís Paret por encargo del mismo soberano en y el gusto por representarlo en relación con las
1786 y que representan vistosas panorámicas dimensiones de las embarcaciones que se apre-
de los puertos vascongados, sin duda de los cian en la dársena y con todos los trabajadores
más bellos en su género de la pintura española moviéndose con gracilidad por la escena. Fue-
de su tiempo41. ron realizadas las tres al óleo sobre lámina de
cobre o tabla –las réplicas están ejecutadas en
Ahora bien, si la comisión de nuestro pintor lienzo- con formatos muy panorámico para así
se inició con un periplo por Andalucía que co- abarcar amplias perspectivas y, en definitiva,
menzó por Cádiz en 1781 y que proseguiría con un sentido muy “vedutista” próximo a la
en los años posteriores por Alicante, Valencia, sensibilidad de su tiempo47. Sus títulos son los
Barcelona y las “Islas adyacentes” de Mallorca siguientes: “Arcenal del Ferrol”, “Darcena del
y Menorca cuyos cuadros fue enviando perió- Ferrol” y “El Dique del Ferrol”.
dicamente a la Corte, no será hasta el 28 de
julio de 1792 que el duque de Frías participe al La primera (Fig. 7), sin duda la más bella de
marqués de Santa Cruz haber “resuelto el Rey las tres y por ello objeto de dos réplicas muy
[ahora ya Carlos IV] que D. Mariano Sánchez semejantes, aborda el grueso de todo el muelle
pintor pase a las Costas de Galicia y Asturias a norte del arsenal militar casi hasta el final y to-
pintar sus vistas y Puertos baxo mis órdenes”42. mado desde el ángulo del edificio de la antigua
Llegó a A Coruña a finales del mes de agos- cordelería que estaba situada en el muelle de
to de ese año en donde realizó tres vistas de la cortina, al oeste del arsenal48. Por esa razón
su puerto, ya entonces animado por un acti- se ve a la izquierda parte del muelle y de la
vo comercio43. Y desde allí, meses después, se plaza del parque, un sector de la sala de armas,
trasladó en barco a la villa de Ferrol en donde los pórticos de los almacenes de pertrechos de

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LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

artillería, la casa del comandante de arsenales personajes, así como los propios barcos que se
y, enfilados hacia el fondo, otros edificios del ven en él, pues se aprecia una elegante falúa
arsenal, esta vez identificables con las naves con su toldo rosado y con la bandera nacional50
de arboladura, la teneduría y el gran tinglado llevando sin duda a algún personaje al navío
que era el principal obrador de la zona oriental que, ahora, se ve de perfil y con las velas par-
donde se encontraban los diques. Toda la vista, cialmente desplegadas y también con su ban-
pues, da buena cuenta de la envergadura de dera. Llama la atención sobre todo el colorido
las obras que también dejan ver sus nobles ma- que notamos más intenso y salpicado de tonos
teriales constructivos, visibles sobre todo en los más vivos, lo mismo que el cielo que aparece
pétreos muelles y escaleras que se ven en pri- enriquecido con unos celajes dorados. Por el
mer plano. Pero todo esto lo enriquece Maria- contrario, la segunda réplica que pertenece a
no Sánchez con una representación luminosa Patrimonio Nacional51 y se conserva en el pala-
del claro cielo que baña la escena y con los per- cio de El Pardo52, es de las tres la de peor cali-
sonajes y barcos que se aprecian en el cuadro. dad y, quizá, parcialmente ejecutada por algún
Así se ve una cuerda de presos, operarios de la ayudante53. Vuelve al formato original apaisa-
maestranza arrastrando toneles, otro persona- do; respeta abordaje, composición y edificios.
je sentado en una gran ancla y unos marineros No obstante, ahora intensifica los contrastes
recogiendo remos o preparando los botes. Por de luz, les quita gracia y viveza a las figuras
otra parte, las balas de cañón o los cañones de e introduce en el cuadro lo que podría ser un
hierro dan cuenta de que estamos en la parte tema de visita o de partida del arsenal de algún
más militar y defensiva del arsenal, mientras las personaje importante, pues se aprecian tres
cabrias que se disponen en el centro –una de damas vestidas a la moda “imperio” acompa-
ellas de carácter flotante- nos recuerdan que ñadas de un caballero y un oficial de Marina en
el arsenal también tenía un componente naval el muelle, una falúa engalanada trasladando a
e industrial básico; de ahí que incida el pintor un grupo y un navío en el medio de la dársena
en representar pequeñas embarcaciones, fra- como a punto ya de emprender la navegación.
gatas al fondo y un gran navío tomado de proa Podría tener una cronología próxima a 1800.
fondeado en el medio de la dársena, con sus
palos y sus cordajes, pero sin el velamen ha- La segunda de las vistas oficiales del Arsenal
bitual, todo dispuesto ante el muro o espigón (Fig. 8), firmada y datada de nuevo por Maria-
que abrigaba y dividía la dársena en dos zonas no Sánchez54, lleva por título, tal como hemos
muy destacadas. dicho “Darcena del Ferrol”55. Está tomada des-
de el martillo que forma el muelle de la cortina
Ya hemos dicho que este cuadro conoció, que y, por lo tanto, desde un lugar inmediato a la
sepamos, dos réplicas importantes. Una de boca de entrada a las aguas del arsenal, lo que
ellas se conserva en la Real Academia de Be- permite ver en toda su grandeza un sector muy
llas Artes de San Fernando de Madrid y no hay destacado de la dársena. Delante trabajadores
duda que es de mano del pintor pues está fir- y canteros, con un fuerte contraste de luz; en
mada por él y datada en 179749. Por lo tanto es el medio las aguas de la dársena, a la derecha
seguro que se hizo a posteriori, tomando como un sector del espigón que la dividía y al fon-
referencia el cuadro principal, aunque con al- do, tras un poderoso navío que en parte nos
gunos cambios de tono menor, uno de ellos impide su visión y otras embarcaciones que se
visible en el propio formato que es, sin duda, mueven por las aguas, la sala de armas a la
menos panorámico. Tiene la misma composi- izquierda y a continuación el resto de los edifi-
ción y los mismos edificios; sin embargo cam- cios, en donde se aprecian las naves de arbola-
bia la luminosidad más contrastada en los pri- dura y detrás la vista del caserío de la población
meros planos, el movimiento y la acción de los de Ferrol en donde ya domina el conjunto del

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

barrio nuevo de la Magdalena. No resulta fácil aquellos edificios que no eran de sillería, solía
identificar edificios, pero al menos se distingue pintarse el enlucido protector de sus muros con
la iglesia conventual de San Francisco, el domi- un colorido rosado o rojizo que parece, junto
nante volumen de la casa del Comandante Ge- al blanco, el que se utilizó con más frecuencia.
neral con sus pórticos de acceso y, a la derecha, Tal como hemos dicho, tienen cierta relación
lo que pudiera ser el arranque de una torre y con las pinturas de Vernet y Paret; si bien sin
el cimborrio de la capilla de los Dolores56, y la su dramatismo lumínico o representativo, ni su
iglesia parroquial de San Julián, convertida ya capacidad de seducción, ni su gracia expresiva
para entonces en un referente arquitectónico y visiva. Tampoco poseen la grandeza que se
de toda la ciudad nueva y que parece asomar aprecia en las “vedute” de Caspar van Wittel,
sobre las tímidas copas de los árboles que cabe Canaletto, Giovanni Pannini o Hubert Robert
identificar con la alineada alameda. que representaron las ciudades, los monumen-
tos y las ruinas con unas escalas agrandadas
Por último, la tercera vista57 representa una que incrementaron su atractivo y magnificen-
gran panorámica de todo el sector del arse- cia58. En contrapartida, las tres “vedute” de
nal llamado “de los diques” tomada desde el Ramón Sánchez son recreaciones de pura ob-
muelle sur (Fig. 9). Era la zona más fabril, por jetividad visual, pinturas que dan fe de la rea-
lo que se aprecia toda la actividad que gene- lidad sin retóricas ni fantasías, con encuadres
ra la reparación y el carenado de los buques, cercanos, creíbles y verosímiles y por ello pue-
dos de ellos metidos en el interior de los di- den considerarse piezas claves que transmiten
ques, otro escorado en el medio de la dársena la verdad; justo el elemento que requiere el
y algunos más simplemente fondeados en las conocimiento.
aguas armados y sin armar. Se ve la agitación
de todos los operarios y un gran descripti-
vismo, pues junto al gran tinglado de maes- 4. Ferrol hacia 1800. La gran
tranzas que llama la atención por su enorme panorámica de la Ciudad-Arsenal
longitud y sus larguísimos pórticos, se aprecia
la casa de bombas, las humeantes herrerías,
la teneduría que se dispone al frente también “Prespectiba del Departamento de Marina del
con arquerías, la casa del constructor y del ca- Ferrol visto desde el alto de Promontorio en la
pitán de maestranzas y, a la izquierda, la facha- costa meridional del puerto”
da posterior de la puerta del Dique que era el
principal acceso al arsenal militar con su torre Leyenda de una vista de Ferrol. Ca. 180059
cupulada y su capilla abierta. Asoman más allá
del recinto amurallado las copas de los árboles
de la alameda, algunas casas del barrio de la La última de las panorámicas que vamos a
Magdalena y, a la derecha, la espadaña de la analizar ha de situarse en una fecha próxima
capilla de las Angustias y la masa verdosa de al cambio de siglo y hacia 1800 aproximada-
los árboles que subían formando un paseo en mente. Se trata de una acuarela hecha a tinta
dirección a Esteiro. En definitiva, estamos sin sobre pergamino que se conserva en el Museo
duda ante una serie de tres panorámicas de Naval de Madrid y que representa la totalidad
muy notable calidad que, a la par que una gran del arsenal y la villa de Ferrol tomada desde la
belleza artística, actúan también como docu- punta del Promontoiro al otro lado de la ría y
mentos topográficos y descriptivos muy fiables muy cercana a Mugardos60. Según el catálogo
del estado y de la actividad que reinaba en el del Museo ha de atribuirse –desconozco las ra-
arsenal de Ferrol al finalizar el siglo XVIII, has- zones- al marino y escritor alicantino Francisco
ta el extremo de dejar constancia de que, en Xavier Rovira (1740-1823)61 experto en cues-

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LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

tiones de artillería, de matemáticas y de ejer- Astillero con todas sus gradas alguna, por cier-
cicios de cañón, temas los tres sobre los que to, con un barco en construcción. A diferen-
escribió varios libros que fueron muy conocidos cia de las vistas comentadas, ésta del Museo
en su tiempo y que se publicaron entre 1773 y Naval no se entretiene en describir personajes
1787. De ser así, por lo tanto, nos encontraría- que puedan darle al conjunto un efecto más
mos ante un diletante en temas de pintura que, narrativo; sólo las embarcaciones navegan por
sin embargo, estaría llamado a representar la la ría, destacando los grandes navíos que lle-
vista más general del puerto militar de Ferrol, van a popa la bandera roja y gualda española
como gran panorámica finisecular y con una y algún buque francés de la época republicana
voluntad de dejar constancia de todas y cada pues lleva también a popa el pabellón tricolor
una de sus instalaciones; de ahí el titular que que se había impuesto como bandera de Fran-
lleva la leyenda y de toda la numeración que cia en 1794. La acuarela es, por tanto, menos
explica con breves epígrafes lo que la acuarela vivaz, pero más multicolor y pictórica sin duda
representa. Además incluye en el centro de la que las de Grolliez, pues carga las tintas en el
parte explicativa el escudo de la villa departa- cromatismo en donde dominan los blanquia-
mental62 y una coletilla al final de la leyenda en zules del cielo y el mar, los rojos de los tejados
donde indica el punto desde donde la vista fue y los tonos verdes y ocre-pajizos que dan forma
tomada: “Alto de Promontorio y punto de vista al resto del paisaje. Sin duda es también más
situado 200 pies sobre el nivel del mar, en cuio descriptiva que las del francés pues se detiene
parage se situó la Cámara obscura”63. en destacar en la leyenda casi 50 ítems referi-
dos a la ciudad y el arsenal interesado sin duda
Tiene algo que ver en su abordaje con la vista el autor en proporcionar datos y conocimientos
primera que ya hemos señalado de Pedro Gro- topográficos y arquitectónicos muy precisos.
lliez, no obstante aquí el autor ha concentrado Por último, debe decirse que desconocemos el
su visión en la representación plástica de todo destino para el que fue pintada, y aunque no
el conjunto del puerto en un desviado escorzo es imposible que fuese realizada para grabar y
que deja ver la entrada a la dársena del arsenal así dejar constancia precisa de todas las carac-
bien definida por sus muelles protectores. Al terísticas de la ciudad-arsenal que era de hecho
fondo se ven las instalaciones ya señaladas en Capital del Departamento Marítimo del Norte
las otras representaciones presididas por la sala de España, tampoco hay que descartar que
de armas que domina la perspectiva de todo fuese elaborada por motivos más privados, o
el conjunto con su cubierta mansarda y su cú- como simple recuerdo informativo de un puer-
pula quebrantada al estilo francés. Tras esto se to que, justo en ese momento, alcanzaba su
divisa asimismo toda la ciudad, vivificada por plenitud urbana y militar en los epígonos del
los intensos colores de los tejados, destacando período ilustrado.
la casa del Comandante General y la iglesia de
San Julián. Más hacia el fondo asoma la línea de
fortificación de la plaza y el monte de Canido 5. Conclusiones
con un molino de viento, todo dominado con
la gran panorámica final de los montes vecinos
que protegían el puerto. Se ve ligeramente, en A la luz de todo lo que se ha comentado podría
el monte de Chamorro, la breve silueta de la afirmarse que el grueso de los dibujos, acuare-
ermita de la virgen del Nordés, patrona de la las y óleos que se realizaron de la villa de Fe-
villa de Ferrol. Y a la derecha, siguiendo el cur- rrol a lo largo de la Edad Moderna se hicieron
so del litoral, las murallas y las puertas de mar, fundamentalmente con un fin informativo ya
el barrio de Esteiro, el cuartel de Batallones y el geográfico, militar o descriptivo, aunque no

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

por ello despojado de una clara intención ar- tría como la que aparece en el Atlas Marítimo
tística que, en algunos casos, es sin duda muy de España de Vicente Tofiño de San Miguel pu-
acusada. blicado en 1789- y de una manera perspectiva.

Ahora bien, es también indudable que, en su Conviene asimismo destacar que es ahora, al
gran mayoría, estas imágenes nunca quisieron final del siglo XVIII, cuando surgen también las
sobrepasar los límites de una difusión de carác- primeras vistas panorámicas y “vedute” refe-
ter privado que muy pocas veces superó los cír- ridas a Ferrol con todo lo que esto significa;
culos más próximos de quienes las habían rea- es decir, unas representaciones urbanas y pai-
lizado o promovido. De hecho, el dibujo inglés sajísticas que, además de pretender describir
que se ha analizado en primer lugar, la repre- topografías, barcos, hombres, arquitecturas,
sentación de Texeira, la del geógrafo Bernardo entornos y actividad, buscan también trasmitir
Gómez o el mapa con imágenes perspectivas apreciaciones estéticas que quieren complacer
que hemos datado hacia 1750 tuvieron un el ojo del espectador más allá del necesario co-
destino muy concreto y puntual, al igual que nocimiento. Y en esta línea estarían, claro está,
las bellas pinturas al óleo de Mariano Sánchez las acuarelas de Grolliez y la atribuida a Rovira
cuyo principal cometido fue el de decorar las y los bellos cuadros realizados al óleo por el
nobles paredes de un gabinete palaciego o el pintor Mariano Sánchez que son, sin duda, los
de instruir con deleite al círculo de íntimos del más atractivos.
heredero del rey, el Príncipe de Asturias, poste-
riormente Carlos IV. Sólo en el caso de las dos No debemos olvidar tampoco que seis de las
acuarelas que conocemos de Pedro Grolliez ocho vistas que conocemos fueron hechas por
sabemos que fueron realizadas específicamen- artistas españoles y éste es dato que merece
te para grabar y por tanto para difundir como señalarse, pues lo habitual hasta entonces es
estampas la imagen del puerto militar español que fuesen realizadas por extranjeros como lo
entre el gran público. Pero el proyecto fracasó era, de hecho, Pedro Grolliez.
y, por ese motivo, Ferrol siguió siendo una gran
incógnita visiva. Era, sin duda, un puerto de re- Merece destacarse igualmente que en su gran
fugio clave en el Atlántico y muy seguro desde mayoría fueron hechas por encargo oficial, tras
el punto de vista militar, también un lugar en mediar sendas órdenes reales de Carlos III, lo
donde la monarquía borbónica había llevado a que indica un gusto o un aprecio por esta te-
cabo un ingente plan de construcciones nava- mática pictórica, pero un interés a la vez por
les e hidráulicas; igualmente un complejo mi- difundir los logros habidos en su reinado y el
litar que causó un enorme impacto entre los puerto de Ferrol era, sin duda, uno de ellos y
viajeros de su tiempo y “el monumento más de los más importantes de los llevados a cabo.
notable del orbe” según la consideración de
quien redactó la inscripción que fue colocada Es pertinente destacar, por otra parte, que to-
en la puerta principal del arsenal y que lleva das las “vedute” son fieles representaciones
la fecha de 178364. Pero a pesar de todo ello, de la realidad, al menos en lo que se refiere al
más allá de descripciones literarias, de planos grueso de los edificios y del paisaje urbano, lo
autógrafos de tipo geográfico o urbano o de mismo que en la apreciación de la naturaleza;
algún croquis que pudiese haber elaborado al- por más que el autor, a la hora de dotarlas de
gún viajero, con anterioridad a 1800 no cono- mayor vida o animación, pueda introducir ele-
cemos ninguna imagen que fuese dada a la luz mentos o personajes que pudo haber recrea-
pública con su representación urbana recreada do con una finalidad más pictórica y narrativa
en alzado –sí, en cambio, hay alguna planime- y que explican que, cuando existen réplicas,

265
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

sea en estos puntos en donde introduce los nios de una práctica pictórica que luego, en el
mayores cambios, del mismo modo que en siglo XIX, daría ya numerosos frutos y, esta vez,
la luz que puede ser también más intensa o con la clara intención de difundir su imagen
contrastada según convenga. Sin duda alguna pública a través del grabado. Todo ello antes
no llegan a alcanzar las calidades artísticas de de que fuesen tomadas en 1858, al parecer
las vista portuarias pintadas por Vernet o Luís durante el viaje de la reina Isabel II a la Ciudad
Paret que tienen mayor complejidad, mayor Departamental en el verano de ese año, las
brillantez creativa y pictórica y, en algún caso, primeras fotografías66 que habría de inaugurar
algún aspecto rayano en la fantasía; en cam- una nueva vía de representaciones artísticas.
bio, ofrecen interesantes abordajes y son fieles
testimonios de la realidad, toda vez que no se
aprecia en ninguna de ellas distorsión alguna
de su escala ni deseo por manifestar una des-
medida grandeza; de ahí que, hasta donde co-
nocemos, hagan justicia a la realidad que hoy
todavía conocemos y que en su día fue consi-
derada por Julián Sánchez Bort, uno de los in-
genieros responsables del proyecto del arsenal,
como grandiosa en su totalidad; tanto que no
era, según él, necesario que cada parte del ar-
senal fuese magnífica, “pues siéndolo el todo
vasta para hacer famoso el nombre” de quien
lo mandó levantar65, todo un elogio sin duda
a Carlos III que fue el monarca que le dio fin.

Por lo demás, lo habitual es que las vistas o


representaciones aludan a la villa ferrolana o a
la instalación militar como un conjunto general
o como una gran panorámica portuaria, lo que
contrasta claramente con las vistas de Mariano
Sánchez que adoptan, en cambio, una visión
más concreta, pues nos introducen en las insta-
laciones militares y las describe desde ángulos
distintos, con encuadres muy personales y, por
consiguiente, con una manera más subjetiva
de “mirar”. Todo esto merece, pues, ser des-
tacado, del mismo modo que debe subrayarse
que las primeras representaciones que existen
sobre Ferrol, pese a ser de ejecución muy sen-
cilla, ingenuas casi y con un claro interés mili-
tar, no por ello dejan de resultar enormemente
interesantes y documentos históricos también
con ciertos valores artísticos. Decir finalmente
que no fueron muchas las imágenes “artísti-
cas” referidas a Ferrol hasta el siglo XVIII, sólo
se conocen las que se han comentado; pero
constituyen, a no dudar, los primeros testimo-

266
3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

1
Molina, B. S.: Descripción del Reyno de Galizia y de las co- 9
La leyenda que incorpora el plano británico puede consul-
sas notables del. Con las armas y blasones de los linajes de tarse íntegra en la obra y páginas señaladas en la nota 4.
Galizia de donde proceden señaladas casas en Castilla, Casa
de Agustín de Paz, Mondoñedo, 1550, fol. XXX. 10
Entre octubre de 1588 y 1597 se construyeron los castillos
más conocidos que defendieron el puerto; el de San Antón
2
Como aportaciones recientes sobre la Torre de Hércules en A Coruña -1588- y los tres que defendieron la entrada de
vid. Bello Diéguez, J. Mª. : “Brigantium y su faro. Contextos la ría de Ferrol: San Felipe -1589-, San Martín y Nuestra Se-
arqueológicos en la ciudad de A Coruña” y Vigo Trasancos, ñora de la Palma, estos últimos erigidos entre 1596 y 1597.
A.: “La Ilustración y la reparación del muy antiguo faro de
La Coruña comenzada en el reinado y de orden de Carlos III 11
Una buena clasificación de los diferentes tipos de repre-
(1788-1790”, ambos en Torre de Hércules: Finis Terrae Lux. sentaciones urbanas puede encontrarse en Kagan, R. L.:
Simposio sobre os faros romanos e a navegación occiden- Imágenes urbanas del mundo hispánico 1493-1780, Iber-
tal na Antigüidade (F. Arias Vilas, C. Fernández Ochoa y A. drola, Madrid, pp.18-28; Marías, F.: “Imágenes de ciudades
Morillo, eds.), Brigantium, vol. 20, 2009, pp. 41-66 y 21-39. españolas: de las convenciones cartográficas a la corogra-
fía urbana”, en El Atlas del rey planeta. La “Descripción de
3
Sobre el protagonismo del puerto de Ferrol a lo largo de España y de las costas y puertos de sus reinos” de Pedro
su historia vid. Montero Aróstegui, J.: Historia y descripción Texeira (1634) (F. Pereda y F. Marías, eds.), Editorial Nerea,
de la ciudad y departamento naval del Ferrol, Imprenta de Hondarribia, 2002, pp. 102 y ss. También en Seta, C. de:
Beltrán y Viñas, Madrid, 1859 y Ramil, E. et al. : Historia de Ritratti di cittá. Dal Rinascimento al secolo XVIII, Einaudi, To-
Ferrol, Vía Láctea, Perillo-Oleiros, 1998. rino, 2011, pp. 30-31 y Cámara Muñoz, A.: “La ciudad y la
mirada científica”, en Cámara Muñoz, A. y Gómez López,
4
Sánchez García, J. A.: “Vista de Ferrol en el mapa de A Co- C.: La imagen de la ciudad en la Edad Moderna, Madrid,
ruña y sus alrededores”, en Planos y dibujos de arquitectura Editorial Universitaria Ramón Areces, 2011, pp. 118-123.
y urbanismo. Galicia en los siglos XVI y XVII (A. Vigo Trasan-
cos, dir.), Consello Galego de Colexios de Aparelladores e 12
Consta que, desde 1496, el barrio coruñés de la Pescadería
Arquitectos Técnicos, Santiago, 2003, pp. 131-133. contó con una muralla defensiva que iba siguiendo, más o
menos, el curso de la calle actual Juana de Vega, pero no
5
Se trata, en efecto, de Juan Pacheco, II marqués de Cerral- consta que tuviese un foso. Vid. Barral Rivadulla, D.: La Co-
bo, que ocupó el cargo del 19 de mayo de 1587 hasta más ruña en los siglos XIII al XV. Historia y configuración urbana
o menos junio de 1596. Fue durante su gobierno cuando de una villa de realengo en la Galicia medieval, Fundación
se consolidó la ciudad de A Coruña como Sede de la Real Barrié, A Coruña, 1998, p. 103.
Audiencia, de la Capitanía y del Gobierno del Reino de Ga-
licia. Vid. Fernández Vega, L.: La Real Audiencia de Galicia. 13
Sánchez García, J. A. Op. cit., p. 133.
Órgano de Gobierno en el Antiguo Régimen (1480-1808),
vol. III, Diputación Provincial, A Coruña, p. 408. 14
Saavedra Vázquez, Mª C.: “Ferrol a finales del siglo XVI:
actividad militar y desarrollo económico”, Estudios Mindo-
6
Sánchez García, J. A.: Op. cit., p. 131. nienes, nº 3, 1987, pp. 265-281.

7
Sobre la Armada Invencible y el ataque inglés a la ciudad 15
Vid. Sobre esta cuestión Vigo Trasancos, A. y Mera Álvarez,
de A Coruña es muy numerosa la bibliografía existente. No I.: Ferrol y las defensas del puerto de guerra del rey. La Edad
obstante, como obra de referencia puede consultarse Saave- Moderna: 1500-1800, Autoridad Portuaria, Ferrol, 2008,
dra Vázquez, Mª C.: La Coruña durante el reinado de Felipe pp. 23 y ss. También Granados Loureda, J. A.: “Un arsenal
II, Diputación Provincial, A Coruña, 1989. para el rey: Ferrol en el Antiguo Régimen (ss. XVI-XVIII), Nal-
gures, t. VII, 2011, pp. 77 y ss.
8
Aunque la decisión de convertir la ciudad de A Coruña en
sede de la Audiencia, de la Gobernación y de la Capitanía 16
Saavedra Vázquez, Mª C : ”Ferrol a finales…”, op. cit.,
del Reino de Galicia fue tomada en 1563 por Felipe II, sólo p. 277.
de manera temporal y transitoria estuvo en la ciudad en las
décadas siguientes; hasta el punto que no será hasta 1578- 17
Ibídem, pp. 278-279.
1582 que se instale de manera definitiva. Se consolidará
más aún en esta condición capitalina durante el mandato 18
Soraluce Blond, J. R.: Castillos y fortificaciones de Galicia:
del II marqués de Cerralbo a partir de 1586. Consta también la arquitectura militar de los siglos XVI-XVIII, Fundación Ba-
que, en el período que va de 1564 hasta 1586, Galicia ca- rrié, A Coruña, 1985, p. 104.
reció de gobernador, estando la Audiencia y el resto de los
poderes públicos al frente del Regente de la Audiencia. Vid. 19
Sánchez García, J. A.: Op. cit., p. 131.
Fernández Vega, L.: Op. cit., vol. I, pp. 129-130 y vol. II, p.
408, nota 2. También Verdera Franco, L. et al.: La capitanía 20
En parte estos convencionalismos representativos ya ha-
general en la Historia de Galicia, Diputación Provincial, A Co- bían tomado forma en los siglos finales de la Edad Media.
ruña, 2003, pp. 37 y ss. Vid. Harvey, P. D. A.: “L´iconografia urbana nella cartografia

267
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

medioevale”, en Seta, C. de y Marin, B. (ed.): La cittá dei 35


Vid. Alliot-Duchêne, V. et al.: Joseph Vernet (1714-1789):
cartografi, Electa, Napoli, 2008, pp. 10-17. Les vues des ports de France, Musée Nationale de la Marine,
París, 2012, especialmente pp. 8 y ss. El encargo se le hizo
21
Estaríamos, por tanto, en un tipo de imagen urbana con- en 1753. Por lo demás, sobre la obra de Vernet y el “vedu-
vencional denominada por R. Kagan “typus” y que junto a tismo” en general en la Francia de las Luces véase la reciente
muchos convencionalismo no deja de intercalar algún edi- contribución de Boutier, J.: “Pittura topográfica e vedutismo
ficio o construcción (no necesariamente muy realista en su nelle città della Francia dei Lumi”, en L´immagine delle città
representación) de carácter más preciso. Vid Kagan, R.: Op. europea dal Rinascimento al Secolo dei Lumi, a cura di Cesa-
cit., p. 26. re de Seta, Milano, Skira, 2014, pp. 23 y ss.

22
Vid. Gómez Iparraguirre, J.: “Plano de la ría de Ferrol y 36
Blas, J.; Ciruelos, A. y Matilla, J. M.: Op. cit., pp. 196 y ss.
sus fortificaciones”, en Planos y dibujos de arquitectura y La primera entrega se anunció en la Gazette de France el 21
urbanismo…, op. cit., p. 139. de noviembre de 1788 “composée de Vues de Lisbonne et
de Cadix. gravées par M. Allix. d’aprés les tableaux de M.
23
Pereda, F.: “Un atlas de costas y ciudades iluminado para Noël et faisant suite aux Ports de France”. La segunda con la
Felipe IV: La “Descripción de España y de las costas y puertos vista de Cartagena se ofrecerá en el Journal de París el 25 de
de sus Reynos”, de Pedro Texeira”, en El Atlas del rey plane- junio de 1790. Vid. Roux, M.: Inventaire du.fonds français.
ta…, op. cit., p. 45. Graveurs du dix-huitième siècle. París. t. I. pp. 158-159. Más
información sobre Noël puede encontrarse en Alexandre
24
Pereda, F. y Marías, F. (eds.): El Atlas del rey planeta…, op, Jean Noël: http://www.getty.edu/art/gettyguide.
cit., p. 327.
37
AHN, Consejos, leg. 11277, n. 32., cit. en ibídem.
25
Ibídem.
38
Una aceptable reproducción puede encontrarse en Vigo
26
Esta recreación paisajística sorprende particularmente al Trasancos, A. (dir.): Galicia y el siglo XVIII…, op. cit., T. II,
ser escasísimas las representaciones de este tipo que se re- p. 315.
fieren a Galicia, por lo demás casi siempre realizadas por au-
tores foráneos. Vid. Al respecto López Silvestre, F.: Os límites 39
Blas, J.; Ciruelos, A. y Matilla, J. M.: Op. cit., pp. 196 y ss.
da paisaxe na Galicia dos Austrias (1517-1700), Biblioteca
Nueva, Madrid, 2008, especialmente pp. 51 y ss. 40
Espinós Díaz, A.: “Mariano Sánchez (1740-1822). Paisajis-
ta al servicio de la corte”, en IV Jornadas de Arte. El arte en
27
Gómez Iparraguirre, J.: “Plano de la ría…”, op. cit., pp. el tiempo de Carlos III, C.S.I.C., Madrid, 1989, p. 325. Vid.
139-141. La leyenda lo titula: “DESCRIPCIÓN DEL PUERTO También Portús, J.: “la ingeniería en la pintura española de
DEL FEROL”. los siglos XVII y XVIII”, en Cámara, A. (coor.): Los ingenie-
ros militares de la monarquía hispánica en los siglos XVII y
28
Soraluce Blond, J. R.: Op. cit., p. 124. XVIII, Ministerio de Defensa, Madrid, 2005, especialmente
pp. 66-69.
Ibíd. También en Vigo Trasancos, A. y Mera Álvarez, I.:
29

Op. cit., pp. 53-54. 41


Sobre el pintor madrileño vid. Luís Paret y Alcázar, 1746-
1799. Cat. Exposición, Gobierno Vasco, Vitoria, 1991.
30
Su leyenda puede verse en Vigo Trasancos, A. (dir.): Galicia También Ansón Navarro, A.: Luis Paret y Alcázar, el más ge-
y el siglo XVIII. Planos y dibujos de arquitectura y urbanismo, nuino pintor rococó, http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/con-
t. I, Fundación Barrié, A Coruña, 2011, p. 202. textos/7990.htm; Luís Paret y Alcázar y los puertos del País
Vasco, Museo de Bellas Artes, Bilbao, 1997 y Sazatornil Ruiz,
31
Sobre las obras dieciochescas de Ferrol vid. Vigo Trasan- L.: “Entre la vela y el vapor. La imagen artística de las ciuda-
cos, A.: Arquitectura y urbanismo en el Ferrol del siglo XVIII, des portuarias cantábricas”, en La ciudad portuaria atlántica
Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, Santiago, 1984. en la historia: siglos XVI-XIX (Fortea Pérez, J. I. y Gelabert
También Rodríguez-Villasante Prieto, J.A.: La obsesión por el González, J. E. eds.), Puerto de Santander-Universidad de
orden académico. El arsenal de Ferrol, Ministerio de Defen- Cantabria, Santander, 2006, p. 101. En la comisión Carlos
sa, Madrid, 2011. III le indicaba a Paret que “pasando a los puertos del océano
pintase vistas de ellos” ofreciéndole 15.000 reales a cambio
32
Granados Loureda, J. A.: “Un arsenal…”, op. cit., p. 151. de dos obras anuales.

33
Taín Guzmán, M.: “Barroco”, en Fontes escritas para a 42
Mano, J.M. de la: Mariano Sánchez y las colecciones de
historia da arquitectura e do urbanismo en Galicia (séculos “Vistas de Puertos” en la España de finales del siglo XVIII,
XI-XX), (A. Vigo Trasancos, dir.), t. II, Xunta de Galicia, San- en http://www.josedelamano.com/vistaspuertos2.htm (Pu-
tiago, 2000, p. 752. blicado en: Congreso Internacional de Pintura Española del
Siglo XVIII. Homenaje al ilmo. Sr. don José Luis Morales y
34
Blas, J.; Ciruelos, A. y Matilla, J. M.: Dibujos. Colección Marín, Marbella (Málaga), 15-18 de abril de 1998, Madrid,
Rodríguez-Moñino/Brey, Fundación Mapfre, Madrid, 2002, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo,
pp. 196 y ss. 1998, pp. 351-368). Sobre Mariano Sánchez y su estancia

268
3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

en Pontevedra vid. Fernández Martínez, C.: Iconografía de explica la forma vertical que asoma en la pintura y que no
una ciudad atlántica. Memoria e identidad visual de Ponte- aparezca, en cambio, rastro alguno de la segunda. Sobre la
vedra, Santiago, 2013 (tesis doctoral), pp. 194 y ss. capilla y su construcción vid. González Rodríguez, P.: “La Ca-
pilla de los Dolores de Ferrol: Historia de su construcción”,
43
Sobre la ciudad de A Coruña en este tiempo vid. Vigo Tra- Estudios mindonienses, nº 5, 1989, pp. 663-691.
sancos, A.: A Coruña y el siglo de las luces. La construcción
de una ciudad de comercio (1700-1808), Universidad de 57
Anca Alamillo, A.: Op. cit., p. 101. Está pintada al óleo
Santiago de Compostela, Santiago, 2007. sobre lámina de cobre y se conserva en el palacio de la Mon-
cloa.
44
Mano, J. M. de la: op. cit.: “Id. a Cayetano de Seijas que
me sirvió de Peón moledor por lo perteneciente a las pin- 58
Una visión poliédrica sobre las arquitecturas y la imagen de
turas y acompañarme para ir a levantar las vistas sobre el la ciudad, en la Edad Moderna, puede encontrarse en Rodrí-
terreno 1560 rs. por 260 días al respecto de 6 rs diarios, guez, D. y Borovia, M. (comisarios): Arquitecturas pintadas;
que le ocupé hasta el 13 del corriente [julio de 1793], según del Renacimiento al siglo XVIII, Fundación Colección Thys-
consta de su recibo nº 5. 1560”. También González Santos, sen-Bornemisza y Fundación Caja Madrid, Madrid, 2011.
J.: “La vista de San Lorenzo y del Campo Valdés de Gijón: un
cuadro del paisajista Mariano Ramón Sánchez pintado para 59
Vid. Vigo Trasancos, A. (dir.): Galicia y el siglo XVIII…, op.
Jovellanos”, Archivo Español de Arte, LXXVII, 2004, pp. 387. cit., t. I, p. 220 y t. II, p. 351.

45
Mano, J.M. de la: Op. cit.:”Id. en 4 de Marzo, y de 19 de 60
La leyenda puede consultarse en Ibídem, t. I, p. 220.
Abril [1793] pagué por el Barco que me condujo en ida y
buelta de la Coruña al Ferrol al respecto de 60 r’. viaje. 120”. 61
González-Aller Hierro, J. I.: Catálogo-guía del Museo Naval
“Id. por 47 días q’. estuve en el Ferrol pagué de ospedaje. de Madrid, t. I, Ministerio de Defensa, Secretaría General
asistencia, y cama para mí, y el Peón á respecto de 8 r’. Técnica, Madrid, 1996, p. 309. Ref. 1390: Vista de El Ferrol
diarios. 376”. (c. 1800): Aguada sobre pergamino (35 x 49cm) atribuida a
Francisco Xavier Rovira (1740-1823). Perteneció al contral-
46
Ibídem. mirante honorario Pedro Sánchez de Toca Calvo, fue donado
por su hija María e ingresó en el Museo el 12 de junio de
47
Sobre estas vistas del Arsenal vid. Anca Alamillo, A.: “El 1978.
arsenal de Ferrol en la pintura de Mariano Sánchez (1740-
1822)”, Revista de Historia Naval, 103, 2008, pp. 91-101. 62
El timbre heráldico de la villa de Ferrol fue aprobado en
sesión municipal celebrada el 22 de junio de 1778, determi-
Pintado al óleo sobre tabla, se encuentra en el palacio de la
48
nándose entonces que consistiese en una torre son su farol,
Moncloa. Vid. Anca Alamillo, A.: Op. cit., p. 95. cañones, baterías y anclas. Más información en Aracil, C. de
y Burgoa, J. J.: “El escudo de armas de Ferrol de la Ilustra-
49
Lleva la siguiente leyenda: “Parque y Dique del Ferrol asta ción”, Ferrol Análisis, 21, 2006, pp. 7-23.
el gran tinglado tomado desde la vanda de poniente junto
las cordelerías” “Mariano Sánchez año 1797”. 63
Vid. Vigo Trasancos, A. (dir.): Galicia y el siglo XVIII…, op.
cit., t. I, p. 220.
50
La bandera nacional actual roja y gualda se impuso como
insignia de la Marina de Guerra española en el reinado de 64
Escrita en latín dice así:
Carlos III por R. O. de 28 de mayo de 1785.
Maximum supreme artis quid videre volenti
51
Anca Alamillo, A.: Op. cit., p. 97. Praecipuum hic orbis illi sistitur opus;
in quo firmiter perlustrantes maria cuncta
52
Esta vista no está firmada, ni fechada, ni tiene ninguna naves, procinctus clases, atque omnia videt.
leyenda. ¿O felix Hispania. Admodumque felix:
Te fauste gubernat, regit, tibique sapienter imperat
53
Consta al menos que en 1794 tuvo como ayudante a Fran- Carolus III,
cisco Aguirre y más adelante a Antonio García quienes le rex inclitus, piissimus, augustus:
ayudaron en todo lo concerniente a tareas pictóricas. Vid. quem totus non capit orbis.
Mano, J.M. de la: Op. cit. Anno MDCCLXXXIII.
54
Firma y fecha el cuadro de la siguiente manera:” Mº SHZ.
Año 1794”. El cuadro está pintado al óleo sobre cobre y se La traducción castellana es la siguiente:
conserva en el palacio de la Moncloa. “Para el que quiera contemplar una maravilla de arte supre-
mo, aquí se presenta el monumento más notable del orbe,
55
Anca Alamillo, A.: Op. cit., p. 99. en donde puede admirar las poderosas escuadras dispues-
tas a surcar todos los mares, ¡Oh España feliz y dichosa en
56
Debe recordarse que, aunque la capilla se proyectó con grado sumo! Te gobierna y rige con esplendor y ejerce su
dos torres en la fachada, no se levantaron hasta 1854. Es imperio con sabiduría Carlos III, El Rey ínclito, piadosísimo,
probable que una de ellas estuviese en su arranque, lo que augusto, para el cual el mundo es pequeño, Año de 1783”.

269
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

Gayoso, J.: “Ferrol, Departamento marítimo del Norte”, Al-


manaque de Ferrol para el año 1907, 1906, p. 56.

65
Rodríguez-Villasante, J. A.: Tecnología y arte de la Ilustra-
ción. La arquitectura e ingeniería de Sánchez Bort en la obra
pública, la industria y los arsenales de Marina, Pontedeume,
1988, pp. 58-59.

Escrigas, G.: Ferrol. A fotografía antigua (1858-1904), Em-


66

bora, Ferrol, 2009.

270
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

Fig. 1.- Plano del Golfo Ártabro con la representación de sus puertos y principales núcleos de
población (Detalle), ca. 1589 - 1591. British Library, Manuscripts, Cotton MS. Augustus I.ii.112.

272
Fig. 2.- Vista de la ría de Ferrol (Detalle). Pedro Texeira, 1634. Biblioteca Nacional de Viena, Codex Miniatus 46.

273
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

Fig. 3.- Descripción del puerto de Ferrol (Detalle), Bernardo Gómez, 1639.
Archivo General de Simancas, M.P. y D, 62-4.

274
FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Fig. 4a.- Plano del puerto y ría de Ferrol con los lugares inmediatos (Detalle), ca. 1750-1751.
Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército, Armario E,
Tabla 4ª, Carpeta 4ª, nº 99.

Fig. 4b.- Plano del puerto y ría de Ferrol con los lugares inmediatos (Detalle del Astillero de Esteiro),
ca. 1750-1751. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército,
Armario E, Tabla 4ª, Carpeta 4ª, nº 99.
LA CIUDAD Y LA MIRADA DEL ARTISTA | Visiones desde el Atlántico

Fig. 5.- Vista de Ferrol (Detalle), Pedro Grolliez de Servier, c. 1782-1785. Fundación Lázaro Galdiano, nº inventario 8019.

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3.4 FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

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FERROL EN EL PUNTO DE MIRA (1587-1800): IMÁGENES “ARTÍSTICAS”
DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Fig. 6.- Segunda vista de Ferrol, Pedro Grolliez de Servier, c. 1782-1785. Real Academia Española,
Legado Rodríguez-Moñino, caja E8-11 / DRM 264.
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DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Fig. 7.- Vista del Arsenal de Ferrol, Mariano Sánchez, 1794. Patrimonio Nacional,
Palacio de la Moncloa, nº de inventario 10024111. © Patrimonio Nacional, Madrid.
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Fig. 8.- Dársena del Arsenal de Ferrol, Mariano Sánchez, 1794. Patrimonio Nacional,
Palacio de la Moncloa, nº de inventario 10078803. © Patrimonio Nacional, Madrid.

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DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Fig. 9.- Vista de los diques del Arsenal de Ferrol, Mariano Sánchez, 1794. Patrimonio
Nacional, Palacio de El Pardo, nº de inventario 10073736. © Patrimonio Nacional, Madrid.

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DE UN PUERTO DE GUERRA DE LA ESPAÑA ATLÁNTICA

Fig. 10.- Vista del Arsenal de Ferrol, atribuida a Francisco Xavier Rovira, ca. 1800.
Museo Naval de Madrid, nº de inventario 1390.

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