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A Responsabilidad de Gerentes y Directores
A Responsabilidad de Gerentes y Directores
1. Introducción
Debo referir que es fundamental para un adecuado desarrollo social y económico del
país que el Poder Legislativo, nos brinde una base normativa empresarial que esté
adecuada a principios que transmitan al mercado; y por ende a sus agentes; los
principios rectores de previsibilidad, seguridad y certeza que son los que rigen y
multiplican el efecto expansivo de las actividades empresariales en general, debiendo
constituirse el trabajo legislativo en un medio que incentive el desarrollo de actividades
económicas y no en un obstáculo para su perfeccionamiento.
Así tenemos que la “quiebra” en nuestro país está regulada en el Título III de la Ley Nº
27809, artículo 100º5, el mismo que contenía el numeral 100.3º que a la letra
determinaba que: “Al Presidente del Directorio de la empresa concursada así como al
titular de ésta se le aplican los mismos efectos señalados en el numeral primero del
presente artículo” es decir que tendrían los mismos impedimentos que cualquier
persona natural que hubiera sido declarada quebrada, los que son:
a) Constituir sociedades o personas jurídicas, en general, o de formar parte
de las ya constituidas;
b) Ejercer cargos de director, gerente, apoderado o representante de
sociedades o personas jurídicas, en general;
c) Ser tutor o curador, o representante legal de personas naturales;
d) Ser administrador o liquidador de deudores en los procedimientos
regulados en la Ley.
3
Si es transitoria continuara en el mercado ya sea o por que aprueba el Acuerdo Global de
Refinanciación que pudo sustentar en un Proceso Concursal Preventivo o un Plan de
Reestructuración dentro de un Proceso Concursal Ordinario.
4
LOZANO HERNÁNDEZ, Julio Carlos. La responsabilidad de los empresarios en las crisis
patrimoniales, desde el Derecho Romano hasta el Derecho de Grupos. Primera Edición. Fondo
Editorial de la Universidad de San Martín de Porres. Lima, Marzo 2006, Pág. 35.
5
Artículo 100°.- Efectos de la quiebra
100.1 El quebrado, mientras dure ese estado, está impedido de:
a) Constituir sociedades o personas jurídicas, en general, o de formar parte de las ya
constituidas;
b) Ejercer cargos de director, gerente, apoderado o representante de sociedades o
personas jurídicas, en general;
c) Ser tutor o curador, o representante legal de personas naturales;
d) Ser administrador o liquidador de deudores en los procedimientos regulados en la
Ley.
100.2 El quebrado no deviene en incapaz por razón de la quiebra, por lo que puede ejercer
sus derechos civiles sin más limitaciones que las señaladas en el párrafo anterior.
100.3 Al Presidente del Directorio de la empresa concursada así como al titular de ésta se le
aplican los mismos efectos señalados en el numeral primero del presente artículo.
100.4 Corresponde al liquidador o a cualquier interesado inscribir la quiebra en el Registro
Personal.
Las deficiencias se presentaban por cuanto los autores de dicha norma no lograron
diferenciar varios conceptos que indebidamente se incluían sin mayor sustento, por
ejemplo, al imponer sanciones al presidente de directorio no repararon en que el
directorio es un órgano colegiado tal y como esta conceptualizado en nuestra
legislación6, la que además dispone que su presidente cumple una función organizadora
y formal en dicho órgano pero no de responsabilidad individual, salvo por sus acciones
particulares. Asimismo ocurría al establecer sanciones para los titulares de empresas
sin especificar claramente a quienes se esta refiriendo, si sólo a los propietarios de la
Empresa Individuales de Responsabilidad Limitada 7, o a los accionistas en general de
una empresa colectiva8, a los Gerentes o Administradores de las personas jurídicas
(individuales o colectivas).
6
Basta con revisar el artículo 153 de la Ley General de Sociedades que dispone:
Artículo 153º.- Órgano colegiado y elección.
El directorio es órgano colegiado elegido por la junta general. Cuando una o más clases
de acciones tengan derecho a elegir un determinado número de directores, la elección de
dichos directores se hará en junta especial.
7
Reguladas en la Ley Nº 21621.
8
Extiéndase cualquier tipo de Sociedad Mercantil o Civil reguladas en nuestra Ley General de
Sociedades.
9
Conforme a lo analizado en el artículo que trabajamos anteriormente titulado “EVOLUCIÓN
DEL DERECHO CONCURSAL EN EL PERÚ” publicado el martes 11 de octubre de 2005 en el
Diario Oficial El Peruano, en su Suplemento de Análisis Legal “Jurídica” Año 2, Número 67,
Págs. 3, 4 y 5.
forma solidaria e ilimitada por las obligaciones sociales, y lo que es pero establece
además que todo pacto en contrario no produce efecto contra terceros; lo que ha hecho
evidentemente que este tipo societario sea básicamente un tema académico pues su
utilización objetiva por parte de los empresarios es nula.
Era inadmisible aceptar que sólo los presidentes de directorio estuvieran expuestos de
manera arbitraria a éstas sanciones no obstante pertenecer a un órgano colegiado lo
significa que las decisiones se adoptan por el directorio en calidad de órgano y no a
titulo personal de sus integrantes10, y no obstante poder haber utilizado la exención de
responsabilidad establecida en el artículo 178º de la Ley General de Sociedades 11 e
inclusive haber podido votar en contra de un acuerdo que a la larga podría haber
desencadenado la quiebra no dolosa de la sociedad donde ejercía el cargo. Esto era
mucho más grave aún pues la propia Ley General de Sociedades no establece mayor
responsabilidad en los presidentes de directorio que la puede corresponder a cualquier
director en el ejercicio de su cargo.
10
ELIAS, Enrique. Derecho Societario Peruano, Ley General de Sociedades, Obra Completa
Primera Edición. Trujillo. Editora Normas Legales SA. 1999, Pág. 329.
11
Artículo 178º.- Exención de responsabilidad
No es responsable el director que habiendo participado en el acuerdo o que habiendo
tomado conocimiento de él, haya manifestado su disconformidad en el momento del acuerdo o
cuando lo conoció, siempre que haya cuidado que tal disconformidad se consigne en acta o
haya hecho constar su desacuerdo por carta notarial.
3.3. Refiriéndonos a los Gerentes
Y lo que era mucho más riesgoso, entender por “titular” a los propietarios de las
alícuotas de capital de cualquier tipo societario regulado en nuestra Ley General de
Sociedades, como puede aceptarse doctrinariamente, era un riesgo de enorme, pues de
asumirse esta tesis por defecto de la redacción de la norma significaba ya no solo
imponer estas draconianas sanciones a los titulares desde la perspectiva de del Decreto
Ley Nº 21621, sino a cualquier socio de una empresa colectiva quebrada.
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Artículo 209.- Quiebra Fraudulenta
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años e
inhabilitación de tres a cinco años conforme al Artículo 36 incisos 2) y 4), el deudor, la persona
que actúa en su nombre, el administrador o el liquidador, que en un procedimiento de
insolvencia, procedimiento simplificado, concurso preventivo, procedimiento transitorio u otro
procedimiento de reprogramación de obligaciones cualesquiera fuera su denominación,
realizara, en perjuicio de los acreedores, alguna de las siguientes conductas:
1. Ocultamiento de bienes;
2. Simulación, adquisición o realización de deudas, enajenaciones, gastos o pérdidas; y,
3. Realización de actos de disposición patrimonial o generador de obligaciones, destinados a
pagar a uno o varios acreedores, preferentes o no, posponiendo el pago del resto de
acreedores. Si ha existido connivencia con el acreedor beneficiado, éste o la persona que haya
actuado en su nombre, será reprimido con la misma pena.
14
Artículo 36.- Inhabilitación-Efectos
4. Incapacidad para ejercer por cuenta propia o por intermedio de tercero profesión, comercio,
arte o industria, que deben especificarse en la sentencia;
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Artículo 100°.- Efectos de la quiebra
100.1 El quebrado, mientras dure ese estado, está impedido de:
a) Constituir sociedades o personas jurídicas, en general, o de formar parte de las ya
constituidas;
b) Ejercer cargos de director, gerente, apoderado o representante de sociedades o
personas jurídicas, en general;
c) Ser tutor o curador, o representante legal de personas naturales;
d) Ser administrador o liquidador de deudores en los procedimientos regulados en la
Ley.
La inconstitucionalidad de la norma derogada era evidente ya que establecía una
sanción de manera objetiva lo que la convertía en un dispositivo “inconstitucional”
toda vez que no preveía responsabilidad subjetiva alguna, esto es la intención del
agente como la susceptible de reprocharse penalmente 16, lo que fue considerado en la
derogación efectuada, ya que toda norma que limita derechos (como ocurría con la Ley
Concursal) debe ser entendida en términos restrictivos y no analógicos 17, por lo que
ésta sanción extendiendo los alcances del artículo VII del Título Preliminar del Código
Penal18 que regula la responsabilidad penal era, cuando menos, evidentemente
inconveniente.
4. Situación actual
Tenemos entonces que luego de casi dos años de admitida la ley 28709 la
responsabilidad que puede asignarse a los gerentes y directores de las sociedades en
nuestro país esta circunscrita aquella establecida en nuestra Ley General de
Sociedades (Ley Nº 26887).
En este sentido tenemos claro que aun en casos de crisis patrimoniales al haberse
eliminado tan ineficiente norma como la comentada precedentemente la
responsabilidad se maneja de la siguiente manera:
Solo por mencionar algunos aspectos que pudiesen generar responsabilidad en los
directores quisiera referir lo siguiente:
Podemos establecer que un acto que genera responsabilidad de los directores por
culpa, es por citar algunos ejemplos la toma de acuerdos o la realización de actos
contrarios a la ley o al estatuto, por incumplimientos de acuerdos de la junta general,
por la celebración de actos o contratos violatorios de lo dispuesto en el artículo 179°
de la Ley de Sociedades, que establece que el director solo puede celebrar con la
sociedad contratos que versen sobre aquellas operaciones que normalmente realizan la
sociedad con terceros y siempre que se concreten en las condiciones de mercado.
Además por violación de las normas establecidas en el artículo 180° de la Ley General
de Sociedades referida básicamente al conflicto de intereses, y que establece que los
directores no pueden tomar acuerdos que no cautelen el interés social, sino sus propios
intereses o los de terceros relacionados, ni tampoco pueden utilizar en beneficio propio
o de terceros relacionados las oportunidades comerciales o de negocios de las que
tuvieron conocimiento en razón del cargo de confianza que desempeñan en el interior
del órgano social dentro de cualquier sociedad que cuente con directorio.
4.1.2. El caso de responsabilidad por dolo
Además debemos de considerar que la responsabilidad puede ser tanto de tipo civil
como penal por lo que el concepto de dolo debe ser considerada en su más amplia
acepción, por lo que debemos entender que está referida a cualquier acto, artificio,
engaño, astucia o maquinación que se emplee con malicia para causar un daño
previsto e indebido por el autor en este caso por el director, ya sea a la sociedad, a los
accionistas o a terceros cualesquiera que estos sean.
En este sentido podemos incluir dentro de este concepto todos los tipos de dolo que
podemos encontrar en la doctrina, así tenemos por citar algunos de ellos el dolo por
acción o por omisión, el entendido como dolo principal o dolo incidente y finalmente
dolo directo y dolo eventual21.
Los casos típicos de abuso de facultades que podemos referir de manera sucinta son:
(1) la toma de acuerdos que exceden el objeto social los que anteriormente la doctrina
conoce como actos Ultra Vires que de alguna manera son actos que evidentemente van
por más allá de lo que la voluntad social determino como la actividad o actividades
económicas a desarrollar por la persona jurídica constituida. (2) Uso de recursos de la
sociedad en beneficio ya sea del propio director o de algunos de sus familiares por lo
que podríamos concluir que este uso de recursos puede ser directo o indirecto, y (3)
utilización indebida del cargo en detrimento de la sociedad y en provecho del director o
directores que actúan abusando de las facultades concedidas en atención al cargo que
ejercen.
Para finalizar este breve comentario sobre la responsabilidad que les compete a los
directores debemos mencionar entonces que la ley condiciona la responsabilidad de
los administradores a la existencia efectiva y objetiva de daños y perjuicios producidos.
Es decir que necesariamente debe existir un nexo causal entre los actos y acuerdos de
los administradores y la existencia de los daños y perjuicios producidos, para que
cualquiera de las personas facultadas a requerir este resarcimiento (entiéndase
sociedad, accionista o terceros perjudicados) pueda requerir válidamente la
responsabilidad que pudiera corresponderle a los directores en el ejercicio de su cargo.
Para tener una idea general del manejo de la responsabilidad en el caso de los gerentes
y directores en las sociedades debemos hacer un pequeño comentario de la
responsabilidad penal que pudiera corresponderles, debiendo manifestar que esta se
origina por actos dolosos como por ejemplo: (1) Negligencia inexcusable respecto al
manejo de fondos, (2) empleo o provecho personal de los recursos de la sociedad, (3)
distintos medios dolosos empleados para atraer capitales,(4) distribución de dividendos
ficticios para mantener la confianza en el rendimiento del negocio, (5) uso de
contabilidad y balances adulterados, entre muchos otros actos ilícitos que generan
responsabilidad penal.
Con la finalidad de culminar esta parte del trabajo no podemos dejar de referir que
cualquier director puede eximirse de responsabilidad en la forma prevista por Art. 178º
de la Ley General de Sociedades que establece que no es responsable el director que,
habiendo participado en el acuerdo o tomado conocimiento de él, haya manifestado su
disconformidad; en el acta o mediante carta notarial; al momento del acuerdo o
cuando lo conoció, como corresponda de acuerdo a cada circunstancia en particular22.
22
Artículo 178.- Exención de responsabilidad
No es responsable el director que habiendo participado en el acuerdo o que habiendo tomado
conocimiento de él, haya manifestado su disconformidad en el momento del acuerdo o cuando
lo conoció, siempre que haya cuidado que tal disconformidad se consigne en acta o haya hecho
constar su desacuerdo por carta notarial.
Conforme a lo referido precedentemente debemos anotar que la responsabilidad que les
corresponde a los gerentes al interior de una sociedad, o empresa colectiva, es en
realidad una responsabilidad de segundo nivel en relación a la que les atañe a los
directores, en el caso de los gerentes, y de acuerdo a lo establecido en el artículo 190°
de la Ley General de Sociedades la responsabilidad que les atañe no es una
responsabilidad solidaria ni ilimitada, es una responsabilidad simple, que se genera
por incumplimiento de sus obligaciones, por dolo, por abuso de facultades o por
negligencia grave estando facultados a iniciar las acciones correspondientes la
sociedad, los accionista y los terceros que hubiesen sido perjudicados por estos actos
lesivos.
25
Ver artículos 184° y 197° de la Ley General de Sociedades respectivamente.