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ENFASIS EN LA ENFERMEDAD – ENFASIS EN EL ENFERMO

Autor: Heberth García Rincón

(Publicado en Facebook: Terapia Neural/Odontología Neurofocal)

En atención a la polémica sobre Linealidad y no Linealidad, vademécum,


protocolos, etc. y al comentario de Andrés Peralta que estos espacios deben
orientar a quienes están iniciándose; pienso que vale la pena ilustrar algunos
conceptos que aunque sutiles, sustentan la racionalidad de la Medicina
Alternativa en general y de la Terapia Neural (TN) en particular.
Desde la antigüedad han existido dos Modelos de Racionalidad con
concepciones diferentes sobre el hombre, el proceso salud – enfermedad y cómo
relacionarse con el paciente. Encontramos la Escuela de Cnido donde se hacía
énfasis en la enfermedad, su diagnóstico y clasificación, teniendo esta mayor
importancia que el enfermo. La Enfermedad es un hecho pasivo, que debe ser
solucionado localmente según el órgano comprometido. La Medicina debía
considerarse por tanto al igual que las matemáticas, un arte de la investigación
científica que debía enseñarse como ciencia pura. (www.cinicos.com/cos.htm ;
Hidroterapia, la curación por el agua. Frederic Viñas. Editorial Integral. 1994).
También estaba la propuesta de la Escuela de Cos, cuyo acento se hacía en el
enfermo; su enfermedad no se ubicaba en un órgano, por el contrario se
entendía como un proceso patológico general que afectaba a todo el cuerpo,
además reconocía al paciente mediante una autobiografía patológica para
entonces tratar de entender la enfermedad. Esta no puede tratarse de la misma
manera en personas diferentes, dado que cada persona es una historia diferente.
La Medicina debía ser considerada un arte, el médico debía tener predisposición
y vocación, por tanto no bastaban solo los estudios. (www.cinicos.com/cos.htm ;
Hidroterapia, la curación por el agua. Frederic Viñas. Editorial Integral. 1994).
En este orden de ideas hay dos formas de abordar el Fenómeno Salud –
Enfermedad:
1. Con Énfasis en la Enfermedad: desde esta óptica, es de suma importancia
describir un cuadro, sus síntomas y signos, bautizarlo con un nombre
(Síndrome X – Enfermedad X), de tal manera que cuando se repitan en otra
persona ya sepa de qué se trata y mejor aún, si tengo un tratamiento
preestablecido para esta patología. Ejemplo: el Asma en todos los pacientes
produce sibilancias, disnea, tos, placa de tórax que muestra atrapamiento de
aire, etc. Desde esta perspectiva caben los vademécum, protocolos, algoritmos y
los especialistas, es más son deseables y ojala cuenten con numerosas
herramientas diagnósticas y terapéuticas y un protocolo a seguir. Aquí es válida
la linealidad, el Reduccionismo Cartesiano y es bienvenida la generalización de
lo predecible.

2. Con Énfasis en el Enfermo: desde esta perspectiva prima lo singular, lo


irrepetible, es decir el Enfermo con su historia de vida (gestación, carga
genética, nacimiento, crecimiento, nutrición, medio ambiente, patologías,
trabajo, visión de sí mismo y un interminable etc., etc.). Entonces a pesar de
signos y síntomas idénticos, no puedo tratar la misma enfermedad de manera
idéntica en pacientes diferentes. Debo enfocar al paciente racionándolo desde
las propiedades complejas que surgen de las diferentes interrelaciones de sus
partes y que no puedo ubicar en ninguna de ellas (concepción holista). Es desde
este enfoque que debo entender al paciente y su enfermedad, por ende el
tratamiento debe impulsar procesos de autoecoorganización y dada su
singularidad no acepta protocolos, normatizaciones, estadísticas, pruebas,
mediciones, etc.
Recordemos que somos informacionalmente abiertos (intercambiamos
información con el medio) y organizacionalmente cerrados (tenemos nuestro
propio e individual orden); de ahí nuestra individual respuesta ante un
estímulo, ya sea un cambio de temperatura, dieta, glóbulo homeopático o
aplicación de TN. Entonces el organismo no admite protocolos y pese a que en
un tratamiento de TN, inicialmente los puntos de aplicación sean similares o
aún idénticos en una misma enfermedad, en diferentes pacientes, en la medida
que avance el tratamiento, cambian, se repiten, se aumentan, etc., sin que
existan dos tratamientos iguales. Es en esta segunda concepción de Énfasis en el
enfermo que se mueve la TN.
Finalmente vemos que no se trata de hacer señalamientos para decir quien está
equivocado (“Lo contrario de una verdad no es el error sino una verdad
contraria” Pascal); debemos buscar un dialogo de saberes en pie de igualdad con
la concepción lineal y reduccionista, en la que debemos ofrecer respeto para
exigir el mismo trato.
Concluyendo, el tema no es de protocolos, diagnósticos, mediciones, etc.;
tampoco de nombres como campo interferente, segmento, etc. El fondo es como
dice el maestro Payan, “el razonamiento”, qué proceso de racionalidad usamos
para entender el Fenómeno Salud – Enfermedad; cómo pienso? si es que
pienso.

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partida 3 veces

Susana Gjurkan Galper Me encantó lo que leí, explicación simple y desde la


humildad y el amor gracias Dr.
24 de junio a la(s) 0:09 · Me gusta

Byron Galdamez Arana Sentí pensar


24 de junio a la(s) 3:46 · Me gusta

Pablo Rubén Koval Hay una dificultad importante con el ejercicio de la


medicina. Por eso pienso que este espacio no sólo es para quienes se inician,
sino para todos y todas. Es mucho más sencillo pensar linealmente, no exige
tanto esfuerzo. Con tablas, algoritmos y vademecums pueden "resolverse"
muchas cosas. El pensar en el enfermo y no en la enfermedad es harto más
complejo. Ocurre que en ese intento de modificar la forma de pensar podemos
bandearnos, es decir volcarnos hacia algún extremo, por ejemplo hacia el
extremo de que todo pasa por el corazón. El corazón es parte fundamental, pero
sin la mente nos quedamos sólo en las buenas intenciones. Las enseñanzas de
Payán han contribuido muchísimo a pensar el problema desde el enfermo y no
desde la enfermedad, pero la resistencia es enorme, la fuerza de lo aprendido, de
la cultura metida en cada una de nuestras células es un impedimento
formidable. Quizás algún día cuando el pensamiento sistémico y complejo se
transmita desde los primeros años de vida, la medicina va a cambiar
sustancialmente. Es verdad que hay que ser tolerantes, pero convengamos que
pensar en la enfermedad sólo es útil en las situaciones de emergencia, en las
situaciones agudas no de emergencia y en los cuadros persistentes y crónicos el
único camino útil es pensar en el enfermo. Personalmente considero que los
cursos de TN y ONF deberían estar orientados básicamente a modificar la forma
de pensar la salud-enfermedad tal como nos la ha trasmitido el Dr. Julio C.
Payán (TN Latinoamericana).
24 de junio a la(s) 11:12 · Editado · Me gusta · 4

Edgar Francisco Fernandez Flores Totalmente de acuerdo con el comentario del


dr. Pablo Rubén Koval modificar la forma de pensar,
24 de junio a la(s) 20:45 · Me gusta

Joel Nunez Alvarez somos una especie aun muy primitiva, con representantes
soberbios y prepotentes que en sus ignorancias y miedos han creído que
dominan el todo, por medio de la violencia de cualquier tipo, quizás si
buscáramos cuando surgió y como la primera preocupaci...Ver más
25 de junio a la(s) 20:57 · Me gusta · 1

Heberth Garcia Rincon De acuerdo Pablo, también es bienvenido el protocolo


en casos como transplantes, reemplazos quirúrgicos; sin embargo cuánto podría
aportar también en estos casos el pensamiento complejo....... Soñemos, algún
día será.
25 de junio a la(s) 23:42 · Me gusta
Pablo Rubén Koval

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