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FORMACIÓN DE LA ORINA

ANATOMOFISIOLOGÍA RENAL Y URINARIA

El aparato urinario comprende los dos riñones, los dos uréteres, la vejiga y la uretra. La
excreción es la eliminación de los residuos tóxicos que producen las células de nuestro
cuerpo. Los dos riñones son importantes órganos excretores, ya que eliminan un residuo
tóxico, el CO2 (dióxido de carbono). La sangre transporta otros residuos tóxicos distintos
al CO2 hasta los riñones y éstos los concentran hasta formar un líquido al que llamamos
orina.

 RIÑONES

Los riñones están situados a cada lado de la columna vertebral, entre la región dorsal y
lumbar. Por delante, el peritoneo los separa de la cavidad abdominal. Están recubiertos
por tejido adiposo, que les sirve de protección.

Tienen un tamaño aproximado al del puño de un adulto. La superficie externa es lisa y


está recubierta por una cápsula fibrosa. De fuera a dentro y en un corte frontal (coronal)
podemos observar:

 La Cápsula fibrosa, que protege al riñón.


 La Corteza: Es la parte funcional más externa del riñón. Se entrelaza con la
médula a través de unas estructuras denominadas columnas renales.
 La Médula: Es la parte funcional más interna. En ella se localizan unas
estructuras cónicas llamadas Pirámides de Malpighi, cuyos vértices se proyectan
hacia los cálices de la pelvis renal.
 La Pelvis renal: Es una expansión del uréter en forma de embudo que se
introduce en el riñón mediante unas prolongaciones llamadas cálices renales.

ESTRUCTURA MICROSCÓPICA DEL RIÑON

La unidad funcional y estructural del riñón se llama


nefrona. Cada riñón está constituido por un millón de
nefronas, aproximadamente. La nefrona es una
estructura tubular que comienza en un ovillo capilar
denominado glomérulo renal. Las pequeñas arterias
en las que se divide la arteria renal emiten una
arteriola aferente, que se adentra y apelotona en una
estructura globular denominada glomérulo, donde la
sangre es filtrada de manera selectiva; una vez limpia
de las sustancias que se excretarán por la orina se
continua con una arteriola eferente que saldrá del
glomérulo para continuar con el sistema circulatorio
general.
El glomérulo es una estructura esférica aislada por
una doble capa denominada cápsula de Bowman. El
líquido filtrado en el glomérulo pasa a continuación a
un tubo tortuoso denominado túbulo contorneado
proximal. En su interior hay millones de
microvellosidades y en él se va reabsorbiendo el agua que pasó arrastrada por el
proceso de filtración en el glomérulo y se va ajustando la reabsorción o mayor
eliminación de diferentes iones en función de las necesidades del organismo. Este
túbulo se continúa con una zona recurvada denominada asa de Henle, el túbulo
contorneado distal, y finalmente un túbulo colector que confluye en un conducto colector,
que va recogiendo el producto excretado final (orina) para conducirlo a la pelvis renal y
al uréter. En todos estos tramos siguen produciéndose fenómenos pasivos (osmóticos)
y activos de recuperación y/o eliminación de sustancias y agua, concentrando o
diluyendo más la orina en función de las necesidades del organismo. La mayor parte de
la nefrona está en la corteza renal, excepto el asa de Henle, que se entierra en la
médula, con una diferente presión osmótica, para favorecer el intercambio de
sustancias.

 URÉTERES, VEJIGA Y URETRA

Los uréteres son dos conductos músculo-membranosos que transportan la orina desde
cada riñón a la vejiga. Miden unos 30 centímetros de largo y unos 3 milímetros de
diámetro. La vejiga urinaria es un órgano hueco que forma parte del tracto urinario y que
recibe y almacena la orina y controla su expulsión mediante un esfínter a través de la
uretra hacia el exterior del cuerpo durante la micción. El músculo de las paredes de la
vejiga, capaz de vaciarla a voluntad, se denomina músculo detrusor, y comienza a emitir
señales de llenado a partir de los 300 cc de orina, aproximadamente. El proceso de
micción se inicia con la relajación voluntaria del esfínter externo de la vejiga, y
posteriormente la contracción de la musculatura de la pared de la vejiga contribuye al
vaciado de la misma.
La uretra es un conducto único por el que circula la orina desde la vejiga hasta el exterior.
La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función
reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde los testículos hasta el
exterior. En la mujer la uretra es más corta y desemboca en la vulva, lo que explica la
mayor frecuencia de infecciones de tracto urinario en las mujeres.
LA NEFRONA
La unidad básica es la Nefrona y consta de dos partes principales: el corpúsculo renal y
el túbulo renal, los cuales forman la orina.
La formación de la Orina se lleva a cabo por
Tres procesos:
 El Filtrado del Plasma, el cual atraviesa
la Barrera Glomerular e ingresa al
espacio tubular para transformarse
liquido tubular.

 Este líquido tubular va a sufrir


modificaciones al ingresar a la Porción
tubular estos mecanismos son dos: La
Secreción Tubular y la reabsorción
tubular estos procesos van a realizarse
en las distintas porciones del sistema
tubular de la nefrona.

El proceso del líquido tubular o FORMACIÓN


DE LA ORINA se expresa de la siguiente
manera:
EXCRECIÓN = FILTRACIÓN + SECRECIÓN- REABSORCIÓN
Estos tres mecanismo se utilizan de forma coordinada para filtrar el plasma sanguíneo
y formar orina. El proceso se lleva a cabo de la siguiente manera:
Primero un gradiente de presión hidrostática conduce la filtración de la mayor parte del
plasma hacia la nefrona. Dado que el filtrado contiene materiales que le organismo debe
ahorrar, las paredes de los túbulos comienzan a reabsorber de nuevo hacia la sangre.
A medida que el filtrado (orina) comienza a salir de la nefrona, el riñón realiza una
filtración de otras sustancias hacia la orina para su excreción. Por último realiza una
reabsorción de sustancias que “no deben ser eliminada” antes de que el filtrado alcance
el final del túbulo y se convierta en orina. Este mecanismo permite ajustes muy finos en
la homeostasis sanguínea.

FILTRACIÓN GLOMERULAR

La FILTRACIÓN consiste en el paso de plasma sanguíneo desde el capilar glomerular


al interior de la cápsula de Bowmann, debido principalmente a la presión de la sangre
en los capilares glomerulares, que son especialmente permeables.

La presión se mantiene elevada debido a que el calibre de la arteriola eferente es menor


que el de la aferente. El filtrado glomerular tiene una composición muy parecida a la del
plasma, pero sin proteínas ni células sanguíneas.

El filtrado, compuesto por agua, glucosa, urea, aminoácidos, sales minerales y otras
pequeñas moléculas, fluye por los túbulos. Si este filtrado se eliminase directamente
sería ruinoso para el organismo, ya que se perdería gran cantidad de agua y sustancias
nutritivas. Por esta razón, casi todas las sales, glucosa. Aminoácidos, vitaminas y el
agua deben ser reabsorbidas, pasando de nuevo a la sangre.

La velocidad de filtración aumenta al incrementarse la presión arterial. La velocidad del


filtrado glomerular en una persona sana de constitución promedio equivale a alrededor
de 125 ml/min. Esta magnitud se correlaciona muy bien con el área de superficie, pero
los valores en las mujeres son 10% más bajos que los correspondientes a los varones,
inclusive después de la corrección con respecto al área de superficie. Un valor de 125
ml/min es 7.5 L/h, o 180 L/día, en tanto el volumen urinario normal corresponde a casi
1 L/día. Por consiguiente, de manera normal se reabsorbe 99% o más del filtrado.
A una velocidad de filtración glomerular de 125 ml/min, en un día los riñones filtran un
volumen de líquido equivalente a cuatro tantos del agua corporal total, 15 tantos el
volumen del líquido extracelular y 60 tantos el volumen plasmático.

La permeabilidad de los capilares glomerulares es casi 50 veces mayor comparada con


la de los capilares en el músculo esquelético. Las sustancias neutrales con diámetros
moleculares efectivos menores de 4 nm son filtradas libremente, y la filtración de las
sustancias neutrales con diámetros de más de 8 nm es casi nula.

Entre estos valores, la filtración es inversamente proporcional al diámetro. Sin embargo,


las sialoproteínas presentes en la pared de los capilares glomerulares tienen carga
negativa y los estudios con dextranos de carga aniónica y de carga catiónica indican
que las cargas negativas repelen las sustancias de carga negativa en la sangre, lo cual
da por resultado que la filtración de las sustancias aniónicas de 4 nm de diámetro sea
menor que la mitad de las sustancias neutrales del mismo tamaño. La filtración de
sustancias catiónicas es mayor en comparación con la de las sustancias neutrales. La
cantidad de proteína que se halla en la orina normalmente es menor de 100 mg/día y la
mayor parte de ésta no es filtrada, sino que se deriva de las células tubulares
desprendidas.

La filtración desde el glomérulo hasta la capsula de Bowmann se produce por la misma


razón que se filtra desde los otros capilares hacia el líquido intersticial, es decir, por la
existencia de un gradiente de presión.
El principal factor que establece el gradiente de presión entre la sangre del glomérulo y
el filtrado de la capsula de Bowman es la presión hidrostática de la sangre glomerular,
que tiende a producir la filtración desde el plasma glomerular hacia las capsulas de
Bowman.
La intensidad de la presión hidrostática glomerular depende de la presión arterial
sistémica y de la resistencia al flujo de sangre a través de los capilares glomerulares.
Sin embargo, las fuerzas que se ejercen en dirección opuesta son la presión osmótica
del plasma sanguíneo glomerular y la presión hidrostática del filtrado capsular.
Por ello, la tasa neta de presión de filtrado efectiva (PFE) es igual a la presión
hidrostática glomerular, menos la suma de la presión osmótica glomerular mas la
presión hidrostática capsular. Por ejemplo, si tenemos las siguientes presiones:

 Presión hidrostática glomerular = 60mmHg.


 Presión osmótica glomerular = 32mmHg.
 Presión hidrostática capsular = 18mmHg.
 Presión osmótica capsular = despreciable (±0mmHg).
La PFE (presión de filtrado efectiva), utilizando estos valores, sería igual a (60+0)-
(32+18), o 10 mmHg.
Según algunos investigadores, una presión de filtrado efectiva de 1mmHg da lugar a
una tasa de filtración glomerular de 12,5 ml por minuto (incluyendo ambos riñones).
Con una PFE de 10 mmHg, la tasa de filtración glomerular seria de 125,0 ml por minuto
o unos 180 litros en un periodo de 24 horas, una tasa normal.
Como cada día solo se excretan 1,5 litros de orina, más del 99% del filtrado se debe
reabsorber de los segmentos tubulares de la nefrona.
La presión hidrostática glomerular y la filtración también se relacionan directamente con
la presión sanguínea sistémica. Así, un descenso de la presión sistémica implica un
descenso de la presión glomerular y de la tasa de filtración, y viceversa. De todas
formas, la presión arterial aumenta, la presión glomerular no aumenta tanto porque la
arteriola aferente se contrae, lo que previene un brusco aumento de la presión
glomerular o filtración. Por ejemplo, si se duplica la presión arterial media, el filtrado
glomerular solo aumenta en un 15-20%.

Factores que afectan el Filtrado


Glomerular
REABSORCIÓN TUBULAR.

La reabsorción, es el segundo paso de la formación de la orina, tiene lugar por


mecanismos de trasportes activos y pasivos en cualquier lugar de los tubos renales. La
mayor parte del agua y de los electrolitos y (generalmente) de los nutrientes es
reabsorbida en los tubos proximales. El resto del túbulo reabsorbe comparativamente
mucho menos.

La mayor parte del agua y sustancias disueltas que se filtran por el glomérulo son
reabsorbidas y pasan a los capilares peritubulares ingresando nuevamente a la sangre.
Estos capilares terminan confluyendo en la vena renal, que sale del riñón llevando
sangre libre de residuos. El líquido restante, que llega al final del tubo colector, es una
solución concentrada de urea y otras sustancias de desecho no reabsorbidas, que dará
lugar a la orina.
Túbulo contorneado proximal

En el túbulo proximal se reabsorbe del 65 al 70% del filtrado glomerular. Esto se produce
gracias a la absorción activa de sodio en este segmento, que arrastra de forma pasiva
el agua. Además de sodio y agua, en este segmento se reabsorbe el 90% de bicarbonato
y otros nutrientes críticos filtrados como la glucosa y los aminoácidos por el glomérulo.

Los cambios más importantes en la composición del líquido tubular se producen en el


primer segmento del túbulo proximal. En el interior de la célula epitelial del túbulo la
concentración de sodio es más baja que en el plasma y el líquido tubular (que son
iguales), esto es debido a la baja permeabilidad de la membrana al sodio y a su
transporte activo hacia el exterior de la célula por las bombas ATPasa Na+ -K+ situadas
en la membrana basolateral. Su funcionamiento crea un gradiente de concentración que
favorece la entrada de sodio al interior de la célula a través de la membrana apical por
difusión simple (acoplada generalmente al transporte de otros solutos) desde el líquido
tubular. La salida continua de sodio hacia el líquido intersticial produce una diferencia
de potencial a través de la pared del túbulo, siendo la luz el polo negativo. Este gradiente
eléctrico favorece la difusión de cloruro hacia el líquido intersticial. La acumulación de
NaCl aumenta la osmolaridad y la presión osmótica del líquido intersticial que rodea a
las células epiteliales, creándose un gradiente osmótico entre el líquido tubular y el
líquido intersticial. Debido a que el epitelio del túbulo proximal es permeable, el agua se
mueve por ósmosis desde el líquido tubular hasta el espacio intercelular lateral. Además,
como en los capilares peritubulares la presión hidrostática es baja y la coloidosmótica
elevada tras la filtración glomerular, el agua y el cloruro de sodio reabsorbido en el
espacio intercelular se desplazan pasivamente al interior de los capilares peritubulares,
regresando así a la sangre. También se reabsorbe agua por la vía celular, a través de
acuaporinas que se encuentran en las membranas apical y basolateral. El transporte
celular de muchos solutos en esta región está acoplado al gradiente de concentración
de sodio generado por la bomba basolateral ATPasa Na+ -K+, manteniendo bajas las
concentraciones intracelulares de sodio. Es un transporte activo secundario. En el túbulo
proximal se recupera el bicarbonato por un mecanismo que depende de las anhidrasas
carbónicas (Figura 15). El bicarbonato filtrado es primero ajustado por protones del
líquido tubular, generando ácido carbónico, que es metabolizado por la anhidrasa
carbónica de la membrana apical, hasta agua y CO2. El dióxido de carbono disuelto es
hidratado por una anhidrasa carbónica citoplasmática generando acido carbónico que
se disocia en protones libres y aniones bicarbonato. El bicarbonato sale de la célula por
el cotransportador Tema 1. Histología del Tracto Urinario. Formación de la Orina.
Regulación de la Fisiología Renal 20 basolateral Na/HCO3 - . Este proceso es saturable,
por lo que cuando se exceden los límites fisiológicos de bicarbonato, éste se puede
excretar. HCO3 - HCO3 - Na+ Na+ HCO3 - + H+ H2CO3 H+ H2CO3 H2O + CO2 H2O
+ CO2 AC AC Na+ Na+ Sangre Lumen Figura 15.- Mecanismo de recuperación de
bicarbonato en el túbulo proximal. El cloruro casi no se reabsorbe en el primer segmento
del túbulo proximal, su incremento se opone y equilibra la eliminación del anión
bicarbonato desde el líquido tubular. Más adelante, cuando se eleva su concentración
intratubular se inicia la reabsorción de cloruro. La salida del Cl– al espacio peritubular
se efectúa por simple difusión pasiva o acoplada a la del potasio (cotransporte ClK+ en
la membrana basolateral). En el túbulo contorneado proximal se reabsorbe también el
60- 70% del K+ filtrado. La reabsorción de glucosa es casi completa en el extremo del
túbulo proximal. El transporte celular está mediado por el cotransporte de Na+ /glucosa
apical acoplado a difusión basolateral facilitada por parte del transportador de glucosa
(GLUT). Dicho proceso es saturable. Los aminoácidos son también reabsorbidos de
forma activa secundaria en el túbulo proximal por mecanismos de transporte tubular con
diferente especificidad (cotransporte Na+-aminoácido). En esta porción de túbulo
urinífero también existen transportadores específicos que secretan diversos ácidos
orgánicos y bases. Los aniones orgánicos incluyen urato, aniones cetoácidos y algunos
fármacos. Los cationes orgánicos secretados comprenden diversos neurotransmisores
amínicos biógenos y creatinina. El volumen del líquido tubular se reduce a lo largo de
este segmento, pero sigue siendo isosmótico con la sangre, ya que se absorben
cantidades proporcionales de NaCl y agua.
Asa de Henle

El asa de Henle, por sus características específicas, crea un intersticio medular con una
osmolaridad creciente a medida que nos acercamos a la papila renal; en este segmento
se reabsorbe alrededor del 25% del NaCl filtrado (principalmente en la rama ascendente
gruesa) y un 15% del agua (en la rama delgada descendente).

Las asas de Henle de las nefronas yuxtaglomerulares se sumergen de manera profunda


en las pirámides medulares antes de drenar hacia los túbulos contorneados distales en
la corteza, y todos los túbulos colectores descienden de nuevo a través de las pirámides
medulares para drenar en las puntas de las pirámides hacia la pelvis renal. Hay un
incremento graduado de la osmolaridad del intersticio de las pirámides en el ser
humano: la osmolaridad en las puntas de las papilas puede llegar a casi 1 200 mosm/kg
de agua, aproximadamente cuatro tantos la del plasma. La rama descendente del asa
de Henle es permeable al agua, dada la presencia de acuaporina 1 tanto en la
membrana apical como en la basolateral, pero la rama ascendente es impermeable al
agua. Los iones sodio y potasio y el cloruro son cotransportados fuera del segmento
grueso de la rama ascendente. Como consecuencia, el líquido que se halla en la rama
descendente del asa de Henle se vuelve hipertónico a medida que el agua sale del
túbulo hacia el intersticio hipertónico. En la rama ascendente, aquél se torna más diluido
por el desplazamiento de ion sodio y cloruro fuera de la luz tubular, y cuando el líquido
llega a la parte superior del haz de la rama ascendente (el llamado segmento de dilución)
se vuelve entonces hipotónico con respecto al plasma. Al pasar por la rama descendente
del asa de Henle, se reabsorbe otro 15% del agua filtrada, de manera que
aproximadamente 20% del agua filtrada entra en el túbulo distal y, en este punto, el
cociente TF/Pde la inulina equivale a casi 5.
En la rama ascendente gruesa, un transportador cotransporta un ion sodio, un ion
potasio y un cloruro desde la luz tubular hasta las células tubulares. Éste es otro ejemplo
del transporte activo secundario; el sodio ionizado experimenta un transporte activo
desde las células hasta el intersticio gracias a la Na, K
ATPasa presente en las membranas basolaterales de las células, lo cual conserva bajo
el ion sodio intracelular. El transportador de Na-K-2Cl tiene dos dominios
transmembrana con aminos y carboxilos terminales intracelulares; es un miembro de
una familia de transportadores encontrada en muchos otros lugares,
Túbulo contorneado distal

El túbulo contorneado distal además de secretarse potasio e hidrogeniones (estos últimos


contribuyen a la acidificación de la orina), se reabsorben fracciones variables del 10% de sodio
y 15% de agua restantes del filtrado glomerular. La vía principal de transporte de NaCl es
un cotransportador Na+ -Cl- electro neutro situado en la membrana apical en serie con
bombas ATPasas Na+ -K+ y conductos de cloruro basolaterales

En este tramo del túbulo urinífero también se reabsorbe calcio por conductos apicales
selectivos e intercambio basolateral Na+ -Ca2+. Además el túbulo distal secreta iones
H+ de forma activa debido a la existencia de una bomba de protones en la membrana
celular luminal. Existen varios factores que favorecen dicha secreción, como son el
aporte elevado de Na+ al túbulo distal y la academia. La secreción de K+ es pasiva y se
debe al elevado contenido intracelular de K+ que genera la bomba ATPasa Na+ -K+. En
este segmento, al igual que en el tubo colector cortical, la secreción de K+ está
relacionada con la reabsorción de Na+ debido a la acción de la aldosterona. El túbulo
contorneado distal está constituido por un epitelio ocluyente con poca permeabilidad al
agua y sólo en su porción más terminal es sensible a la acción de la hormona
antidiurética (ADH). El líquido tubular es hipotónico y la urea es el principal soluto
osmóticamente activo.

Tubo colector

El tubo colector comienza en la corteza y transcurre hacia la médula por los rayos
medulares. Se compone de dos segmentos, el tubo colector cortical y el tubo colector
medular. Reabsorbe el 5% del sodio filtrado y regula la composición final de la orina
siendo de gran importancia en la regulación del equilibrio hidrosalino. El tubo colector
contiene un epitelio impermeable donde la mayor parte del transporte es mediado por
vía celular. Las células principales se encargan de reabsorber el sodio, mediante
transporte pasivo apical y salida basolateral por la bomba ATPasa Na+ -K+ (Figura 20).
Esta bomba genera un gradiente favorable para que se secrete potasio al líquido tubular
por medio de un conducto apical. Además, al reabsorberse el sodio sin ningún anión, el
interior del tubo adquiere carga negativa respecto el interior celular, estableciéndose un
gradiente eléctrico favorable para la secreción de cationes al lumen tubular. Las células
principales del conducto colector medular son las encargadas de la reabsorción de agua
modulada por la vasopresina. El tubo colector separa la reabsorción de cloruro de sodio
de la del agua, permitiendo así adaptar la osmolaridad de la orina, y por tanto, la
excreción de agua a las necesidades del organismo, manteniendo constante el balance
acuoso.

Las otras células presentes en el tubo colector, las células intercaladas, median la
secreción ácido base. Son de 2 tipos, α y β. Las células intercaladas α median la
secreción de ácido y reabsorción de bicarbonato (Figura 21a), y las β regulan la
secreción de bicarbonato y la reabsorción de ácido (Figura 21b). Estas células utilizan
2 tipos de transporte: el activo de hidrogeniones mediado por ATPasa de H+ y el
intercambiador Cl- /HCO3 - . Disponen de los dos mecanismos de transporte en
membranas contrarias para permitir la secreción de ácidos o bases. La adaptación
mencionada es regulada por una proteína extracelular llamada hensina. Además, como
se comentó en un apartado anterior, el tubo colector medular también contribuye a la
hipertonicidad medular al ser permeable a la urea.

La reabsorción de agua en el túbulo contorneado dista y en el tubo colector depende


de la hormona antidiurética (ADH) producida por la neurohipófisis.
SECRECIÓN TUBULAR.
Así como existe la capacidad de reabsorber sustancias, el túbulo renal también es capaz
de secretar otras, como iones que se encuentran en exceso (creatinina, Na+), o de
ciertas sustancias químicas, como la penicilina, pasando desde el torrente sanguíneo a
la luz tubular. La secreción tubular libera al cuerpo de ciertos materiales y controla el pH
sanguíneo.

La secreción tubular significa la salida de sustancias fuera de la sangre hacia el líquido


tubular. Recuerde que la rama descendiente del asa de Henle elimina urea por medio
de la difusión.
Los túbulos distal y colector secretan potasio, hidrogeno e iones de amonio.
Transportan activamente iones de potasio (K+) o iones hidrogeno (H+) desde la sangre
hasta el líquido tubular, intercambiándolos por iones sodio (Na+), que difunden de nuevo
hacia la sangre.
La secreción de potasio aumenta cuando se incrementa la concentración de
aldosterona en sangre. La aldosterona, es una hormona de la corteza adrenal, actúa
sobre las células de los túbulos distal y colector y aumenta su actividad de bombeo de
sodio-potasio, que extrae sodio del túbulo en introduce potasio en el mismo. La
secreción de iones hidrogeno se incrementa cuando aumenta la concentración de los
mismos en sangre. Los iones amonio se secretan el líquido tubular mediante difusión
fuera de las células tubulares, donde son sintetizadas.
Regulación del volumen urinario.

La ADH desempeña un papel primordial en la regulación del volumen urinario. En control


de la concentración de solutos en la orina se traslada al control del volumen urinario. Si
no se reabsorbe agua por los túbulos distal y colector, el volumen de orina será
relativamente elevado y la pérdida de agua por el organismo será alta. A medida que el
agua va reabsorbiéndose por la acción del ADH, el volumen total de orina se reduce a
causa de la cantidad de agua que es eliminada de los túbulos. Por lo tanto, la ADH
reduce la perdida de agua del organismo.
Otra hormona que tiende a disminuir el volumen urinario, y a conservar el agua, es la
aldosterona, secretada por la corteza adrenal. Incrementa la absorción del sodio del
túbulo distal y colector, lo que da lugar a un desequilibrio osmótico que conduce a la
reabsorción de agua del túbulo. Dado que la reabsorción de agua en las porciones de
los túbulos distal y colector requiere la presencia de la ADH, el mecanismo de la
aldosterona ha de trabajar de acuerdo con el de la ADH si se debe mantener la
homeostasia del contenido líquido del organismo.
Existe otra hormona específica, la hormona auricular Natriurético (ANH), que también
influye a la reabsorción de agua en el riñón.
La ANH es secretada por fibras musculares especializadas en la pared auricular del
corazón. Su nombre deriva de la función: la ANH favorece a la natriuresis (perdida del
Na+ por vía urinaria). La ANH actúa indirectamente como la antagonista de la
aldosterona, favoreciendo la secreción de sodio en los túbulos renales, más que su
reabsorción. Con ello la ANH reduce la concentración de Na+ del plasma y del líquido
intersticial, lo que reduce a su vez la reabsorción del agua, actuando de manera opuesta
a la aldosterona. La ANH también inhibe la secreción de aldosterona y se opone al
mecanismo de aldosterona-ADH para reabsorber menos agua y así producir más orina.
De hecho, la ANH inhibe el mecanismo de la ADH inhibiendo la conservación de agua
por el organismo e incrementando el volumen de orina.
Composición de la orina.

La orina se compone en un 95% de agua, en la que están disueltos varios tipos de


sustancias; las más importantes son las siguientes:

 Desechos nitrogenados del catabolismo proteico, como urea (el soluto más
abundante en la orina), acido úrico, amoníaco y creatinina.
 Electrólitos, sobre todos los siguientes iones: sodio, potasio, amonio, cloro,
bicarbonato, fosfato y sulfato. Los tipos y cantidades de los minerales varían con
la dieta y otros factores.
 Toxinas, durante una enfermedad, las toxinas bacterianas se eliminan en la
orina. Una de las razones para «forzar la hidratación» de los pacientes que
presentan enfermedades infecciosas es la de diluir las toxinas que podría dañar
las células renales si se eliminasen de una forma muy concentrada.
 Pigmentos, sobre todo, urocromos, pigmentos amarillentos derivados de los
productos de la rotura de los viejos hematíes en el hígado y en otros lugares.
Diversos alimentos y fármacos pueden contener o ser convertidos en pigmentos que
son aclarados de plasma por los riñones, apareciendo por tanto en la orina.
 Hormonas, un alto nivel de hormonas implica muchas veces la abundancia de dichas
hormonas en el filtrado (y por tanto en la orina).
 Constituyentes anormales, como azúcar, sangre, albúmina (una proteína del plasma),
cilindros (como materiales de desechos, p. ej., moco que se produce en los diferentes
pasajes urinarios y se excreta en la orina) o cálculos (pequeñas piedrecitas)
Bibliografía

Barrett, K. E. (2013). Ganong fisiología médica (24a. McGraw Hill Mexico.

Guyton, A. C. Formación de orina por los riñones I: filtración glomerular, función tubular y
aclaramiento plasmático. Tratado de Fisiología Médica.

file:///C:/Downloads/Analisis%20de%20las%20Muestras%20de%20Orina.pdf

Strasinger, S. K., & Di Lorenzo, M. S. (2010). Análisis de orina y de los líquidos corporales. Ed.
Médica Panamericana.

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