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SARCÓMERO(A): Los sarcómeros son las estructuras proteicas mínimas que permiten la actividad muscular.

Se
denomina sarcómero a la región de una miofibrilla situada entre dos discos Z consecutivos, lo que supone una
longitud de 2 micras. En el músculo estriado los miofilamentos finos de actina se deslizan sobre los miofilamentos
gruesos de miosina. Al microscopio electrónico pueden apreciarse diferentes bandas dentro de las fibras musculares.

Los discos Z son regiones donde se encuentran interaccionando los filamentos finos de actina entre los
sarcómeros adyacentes. A estas regiones también se las denomina bandas I.

Entre los discos Z encontramos una banda oscura, la banda A en la que se encuentran los filamentos gruesos
de miosina y los filamentos finos de actina, que al deslizarse unos sobre los otros variarán el tamaño del
sarcómero. A su vez las bandas A se subdividen en dos regiones. Las bandas M donde los filamentos de
miosina se unen unos con otros, para perpetuar la continuidad de la fibra muscular. Las bandas o zonas H son
aquellas en las que solo hay filamentos de miosina. Durante la actividad muscular las actinas se mueven sobre
los filamentos de miosina haciendo desaparecer las bandas H y las bandas I ven reducido su tamaño.

A parte de las proteínas contráctiles, actina y miosina, el sarcómero contiene otros dos tipos de proteínas:

Las proteínas reguladoras son las encargadas de la activación y parada de la contracción. Entre ellas
encontramos la tropomiosina, encargada de bloquear los filamentos gruesos de las bandas H cuando no hay
contracción muscular, para evitar su interacción con otras proteínas celulares y la troponina que ayuda
al mantenimiento de los filamentos de tropomiosina y a su colocación sobre la miosina.

Finalmente las proteínas estructurales son aquellas que permiten el correcto ensamblaje de esta enorme
estructura subcelular. La más importante de ellas es la titina (es la tercera proteína más abundante del músculo
estriado). Esta enorme proteína se sitúa desde los discos Z hasta la banda M, estabilizando el filamento grueso y su
elasticidad permite la recuperación de las fibras en relajación. La nebulina a su vez ancla los filamentos finos a los
filamentos Z, regulando su extensión, puesto que no es elástica. La alfa-actina se encuentra en los discos Z uniendo
titina y actina. La miomesina se encarga de mantener la línea M. Para acabar, la distrofina ancla los filamentos de
los extremos del sarcómero al sarcolema*, lo que permitirá la contracción celular.

*Sarcolema: Membrana celular que recorre toda la fibra muscular y en su extremo se fusiona al tendón, y este a su vez se fusiona
con el hueso.

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