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Centro Médico Naval “Cirujano

Mayor Santiago Távara”

“Decenio de la igualdad de Oportunidades para mujeres y hombres”


“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO


VILLARREAL

Sede Hospitalaria

Centro Médico Naval “Cirujano Mayor Santiago


Távara”

Tema: Músculos masticatorios


Interna de Odontología:
Curay Camacho, Yamilette Tatiana

Coordinador de Sede:
C de C (SN) (O) Dr. Gonzalo Benavente Donayre

Jefe de Departamento:
C de N (SN) (O) Dr. Carlos Ganoza Garayar

Lima – Perú, 2022


Centro Médico Naval “Cirujano
Mayor Santiago Távara”

ÍNDICE

Caratula
Índice
Introducción
1. Definición de los músculos masticatorios
2. Descripción de los músculos masticatorios
a) Músculos masticatorios o extensores
I. Masetero
II. Temporal
III. Pterigoideo lateral o externo
IV. Pterigoideo medial o interno
b) Músculos flexores
I. Digástrico
II. Estilohioídeo
III. Milohioídeo
IV. Genihioídeo
3. Mecánica del movimiento mandibular
a) Apertura mandibular
b) Cierre mandibular
c) Retrusión mandibular
d) Protrusión mandibular
e) Movimiento de lateralidad
4. Articulación temporomandibular (ATM)
I. Superficie articular del hueso temporal
II. Cóndilos mandibulares
III. Menisco o disco articular
IV. Membrana sinovial
V. Capsula articular
VI. Sistema ligamentoso
5. Movimientos mandibulares a nivel de la ATM
a) Movimientos de apertura y cierre
b) Movimientos de protrusión
c) Movimientos de lateralidad
6. Movimiento y ángulo de Bennett
A. Movimiento de Bennett inmediato
B. Movimiento de Bennett progresivo

Ángulo de Bennett

7. Ángulo de Fisher
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Introducción

Los movimientos y posiciones de la mandíbula están gobernados básicamente por la actividad


contráctil coordinada y sincronizada de los músculos mandibulares. Estos músculos con sus
respectivos comandos nerviosos representan a los verdaderos motores del sistema
estomatognático y son los responsables del control tanto de la dinámica mandibular como
articular.

Los músculos mandibulares pertenecen al grupo de los músculos esqueléticos. Las fibras de un
músculo esquelético, en condiciones normales, no se contraen en forma espontánea y su
respuesta contráctil es dependiente de la excitación nerviosa que les llega a través de su
inervación motora. El conjunto de los mecanismos y circuitos nerviosos que crean y proporcionan
la energía nerviosa necesaria para desencadenar la excitación motora muscular, más los músculos
masticatorios, forman parte vital de uno de los componentes fisiológicos básicos más importantes
del sistema estomatognático, el componente neuromuscular.

Comprender al mínimo detalle los músculos masticatorios nos permite compren el funcionamiento
de la dinámica mandibular al momento de funciones significativas como el habla y la masticación.

Asimismo, es necesario el estudio de la función de los músculos masticatorios para lograr


comprender y tratar correctamente su disfunción, que está regulada por el sistema nervioso y el
estado clínico estomatológico del paciente, ya que éste es el pilar del éxito de los tratamientos de
la consulta estomatológica.

Es por ello, que el presente trabajo monográfico está enfocado en primera instancia incluye las
características anatómicas de los músculos masticatorios, luego explicar los conceptos de la
articulación temporomandibular, la mecánica del movimiento mandibular, donde existe un
trabajo muscular armónico, y finaliza con breves conceptos útiles para la compresión del accionar
general de componente neuromuscular del sistema estomatognático.

La anatomía a través de la historia no ha tenido cambios significativos en cuanto a topografía o


función, sin embargo, ha habido cambios en cuanto a clasificaciones, nomenclatura y en algunos
casos, refiriéndonos específicamente a los músculos, determinación de su extensión.

Además, se expondrá las características de la articulación temporomandibular y su relación con


el componente muscular, tanto como los movimientos que esta misma realiza en las cinco
posiciones clásicamente estudiadas.

Finalmente, el propósito principal de este trabajo es exponer de manera comprensible las


características, funciones y disfunciones de los músculos masticatorios con el objetivo de que el
estudio de los mismos sea más claro y sencillo.
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Tema: Músculos masticatorios

1. Definición de los músculos masticatorios

Los músculos masticatorios o músculos de la masticación son un grupo de músculos que se


insertan en la mandíbula, produciendo movimientos de la misma a través de la articulación
temporomandibular (ATM) permitiendo funciones básicas y esenciales en la vida del ser
humano. Estos movimientos incluyen: protrusión, retracción, elevación, depresión y rotación.
Todos los músculos que intervienen en la masticación se encuentran inervados por las fibras
motoras del ramo mandibular del nervio trigémino (V3), mientras que la principal fuente de
irrigación es proporcionada por ramas de la arteria maxilar.

Los músculos que clásicamente han sido denominados exclusivos de la masticación son 4
pares: masetero, temporal, pterigoideo lateral o externo, y pterigoideo medial o interno, éste
último a su vez se subdivide en lateral superior e inferior, quienes derivan del primer arco
faríngeo, que a su vez pertenece a la rama mandibular del nervio trigémino, también conocido
como V3, que es un nervio mixto por contener fibras tanto sensitivas como motoras; sin
embargo, cada movimiento en el cuerpo se da por la contracción armónica de un grupo
muscular, es por ello que pese a que los músculos mencionados anteriormente suelen ser los
principales protagonistas, no podemos dejar de mencionar a los suprahioideos e infrahioideos,
quienes cumplen un papel importante en la dinámica mandibular, y además, son considerados
en las últimas literaturas de mayor arraigo como la publicada por J.P. Okeson o M. Shünke. 1-2

2. Descripción de los músculos masticatorios

En general, como ya se menciono anteriormente, los músculos esqueléticos se dividen en dos


grupos de acuerdo a su función, e independientemente si ellos flectan o extienden una
articulación:

a) Músculos extensores, elevadores de la mandíbula o músculos masticatorios:

Ejercen una función antigravitacional, porque se oponen a la fuerza de gravedad y son


posturales debido a que desempeñan un rol importante en los mecanismos de adaptación
postural.

Tradicionalmente se describe que cuatro pares de músculos, a saber, masetero, temporal,


pterigoideo interno o medial y pterigoideo externo o lateral, pertenecen a los músculos de la
masticación propiamente como tal; se les denomina también elevadores mandibulares porque
todos ellos, con excepción del haz inferior del pterigoideo externo, intervienen en el cierre
mandibular. 3

A continuación, se procederá a la descripción de estos cuatro:

I. Masetero:

Este músculo es el más superficial de los 4 que vamos a mencionar, es de forma rectangular y
se encuentra conformado por dos fascículos o porciones, la porción superficial, formada por
fibras con un trayecto descendente y ligeramente hacia atrás, y la porción profunda, formada
por fibras que transcurren en una dirección principalmente vertical.
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Origen: La porción superficial tiene origen en el borde anteroinferior de los dos tercios anteriores
del arco cigomático; mientras que la porción profunda remonta su origen en el tercio posterior
del arco cigomático. 4

Inserción: Como se comprende en dos fascículos. El fascículo superficial se extiende del borde
inferior del arco cigomático al ángulo de la mandíbula. El fascículo profundo se extiende desde
de distal a la sutura cigomática, y su trayecto incluye desde el proceso coronoides, hasta la
cara superficial o externa de la rama mandibular, y en el borde inferior del hueso, hasta la altura
del segundo molar. 4-5

Estos dos fascículos están separados por tejido conjuntivo y a veces por una bolsa serosa.

Relaciones: Se consideran en él dos caras y cuatros bordes. La cara interna está en relación
con la rama maxilar inferior, con la escotadura sigmoidea (paquete vasculonervioso
maseterino), con la apófisis coronoides y con el buccinador (bola de Bichat). La cara externa
está cubierta por la aponeurosis maseterina y, después de ésta, se encuentran los músculos
cutáneos de la cara, la arteria transversa de la cara, el conducto de Stenon (con la
prolongación maseterina de la parótida) y las ramificaciones del nervio facial. El borde inferior,
con el ángulo maxilar. El borde anterior, con el maxilar superior y con el buccinador y con la
arteria facial en su parte más inferior. El borde posterior, situado por delante de la articulación
temporomandibular, está en relación con la rama maxilar.

Aponeurosis maseterina: Esta aponeurosis tiene la misma forma y las mismas dimensiones que
el masetero. Inserta por arriba en el arco cigomático, por abajo en el borde inferior del maxilar
y por detrás en el borde parotídeo, se fusiona por delante con la aponeurosis buccinadora
formando asi para el músculo masetero una especie de vaina, abierta únicamente a nivel de
la escotadura sigmoidea.

Inervación: Nervio maseterino, rama del maxilar inferior (tronco anterior de la división
mandibular del nervio trigémino)

Irrigación: Rama facial transversa de la temporal superficial y la rama maseterina de la arteria


maxilar interna

Acción: Elevador del maxilar inferior

Figura 1. Vista lateral del músculo masetero. A. simula el movimiento de apertura mandibular
donde PP, porción profunda, PS, porción superficial, y B. la función de elevación de la
mandíbula.
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II. Temporal:

Es uno de los músculos más grandes dentro de la clasificación de los músculos masticadores, su
forma se asemeja al de un abanico, y está conformado por tres tipos de fibras: la porción
anterior, que está formada por fibras con una dirección casi vertical, la porción media contiene
fibras con un trayecto oblicuo, y la porción posterior está formada por fibras con una alineación
casi horizontal que van hacia delante por encima del oído para unirse a otras fibras del músculo
temporal a su paso por debajo del arco cigomático, llegando hasta el borde posterior de la
apófisis coronoides.

Inserción: Para mencionar la inserción del temporal, tenemos que referirnos primero a las líneas
temporal superior y temporal inferior del cráneo; en la línea temporal superior tiene su inserción
la aponeurosis del temporal, que va a cubrir el músculo y se va a extender hacia abajo, hasta
el borde del arco cigomático y el proceso coronoides, por su lado, el músculo en sí, va a tener
un origen en la línea temporal inferior, va a cubrir la escama del temporal, y se va a prolongar
hasta la cara interna del arco cigomático, teniendo algunas fibras con inserción en la misma
aponeurosis del temporal, anteriormente mencionada, para finalmente insertarse en la
superficie profunda del proceso coronoides que se encuentra en la rama mandibular.

Relaciones: Se considera en el dos caras y tres bordes. La cara interna está en relación con la
fosa temporal, y por debajo de ella, con los dos músculos pterigoideos y el buccinador. La cara
externa está en relación con la aponeurosis temporal, el arco cigomático y el masetero. El
borde superior se corresponde con el ángulo de unión de la aponeurosis temporal con la pared
craneal. El borde posterior ocupa un canal labrado en la base de la apófisis cigomática. El
borde anterior está en relación con el canal retromolar.

Aponeurosis temporal: Se extiende desde la línea curva temporal superior al borde superior del
arco cigomático. Simple en su origen, al aproximarse al arco cigomático se desdobla en dos
hojas, que se insertan cada una en una de las caras del arco cigomático. Directamente en
relación con el músculo en su parte superior, está separada de él, en parte inferior, por tejido
celuloadiposo. Está separada Está separada de la piel por una capa de tejido celular y una
prolongación lateral de la aponeurosis epicraneal.

Inervación: Al tener distintas fibras con distintas acciones, cada una tiene una inervación
distinta, las fibras anteriores se encuentran inervadas por el nervio temporal profundo anterior,
las medias por el temporal profundo medio, y las posteriores por el temporal profundo posterior,
todos provenientes del tronco anterior de la división mandibular del nervio trigémino.

Irrigación: Está dada por las arterias temporales profundas anteriores y temporales profundas
medias, que son ramas de la arteria maxilar interna, además, recibe suministro sanguíneo de
las ramas temporales posteriores, que provienen de la arteria temporal superficial.

Acción: Cuando el músculo temporal se contrae, se eleva la mandíbula y los dientes entran en
contacto. Si sólo se contraen algunas porciones, la mandíbula se desplaza siguiendo la
dirección de las fibras que se activan, por ejemplo, cuando se contrae la porción anterior, la
mandíbula se eleva verticalmente, la contracción de la porción media produce la elevación y
la retracción de la mandíbula, al igual que la porción posterior.
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Figura 2. Vista lateral del músculo temporal. A. simula el movimiento de apertura mandibular
donde PA, porción profunda, PM, porción media, PP, porción posterior, y B la función de
elevación de la mandíbula

III. Pterigoideo lateral o externo

Este músculo tiene forma cónica y se divide en dos vientres o fascículos: el pterigoideo lateral
superior o esfenoidal, y el pterigoideo lateral inferior o pterigoideo, pese a su similar forma e
igual inserción, funcionan de manera distinta, aunque algunos autores, como se observa en el
artículo publicado por Quirós et al, se propuso que tiene tres fascículos, estando el tercero en
la zona más inferior del músculo. 6

El pterigoideo lateral superior, como su nombre lo indica, se encuentra arriba del pterigoideo
inferior y es considerablemente más pequeño que éste, tiene origen en el techo de la fosa
infratemporal, es decir, en la cara inferior del ala mayor del esfenoides, especificando, en la
porción superior de la tuberosidad del maxilar; sus fibras se insertan en la fosa pterigoidea del
cuello del cóndilo mandibular, en la cápsula de la articulación temporomandibular, y en el
disco intraarticular del ATM, sin embargo, la inserción exacta del pterigoideo lateral superior es
motivo de discusión. Algunos autores sugieren que tiene inserción en el disco articular, como
Okeson, quien indica que la mayor parte de los estudios revelan la presencia de una unión
entre músculo y disco, donde la mayoría de las fibras del músculo pterigoideo lateral superior
(un 60-70%) se insertan en el cuello del cóndilo, y sólo un 30-40% se unen al disco, conclusión
refutada por un estudio realizado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM),
donde tras realizar una disección en 4 cadáveres entre 25 y 60 años encontraron que el
fascículo superior del pterigoideo externo para insertarse en la parte anterior del disco atraviesa
la cápsula articular, pero no se inserta a nivel del cuello del cóndilo.

Origen: Las fibras musculares del pterigoideo lateral inferior se originan en la superficie externa
de la lámina lateral de la apófisis pterigoides, y, al igual que el pterigoideo lateral superior.

Inserción: Empieza por dos fascículos que parte de la base del cráneo: el fascículo superior
(esfenoidal) se inserta en la parte del ala mayor del esfenoides que forma la fosa cigomática;
el fascículo inferior se inserta en la cara externa del ala externa de la apófisis pterigoides. Desde
este punto los dos fascículos se dirigen hacia atrás en busca de la articulación
temporomandibular, se unen entre si y se insertan juntos en el cuello del cóndilo y el menisco
articular.
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Relaciones: La cara superior está en relación con la bóveda de la fosa cigomática (nervios
maseterinos y temporal profundo medio), siendo de notar que el nervio bucal pasa entre los
dos fascículos del musculo. La cara anteroexterna está en relación con el masetero por la
escotadura sigmoidea, con la apófisis coronoides y con la bolsa de Bichat. La cara
posterointerna está en relación con pterigoideo interno, con los nervios lingual, dentario inferior.
Auricolotemporal y con la arteria maxilar interna; ésta pasa unas veces por debajo del músculo
y otras entre sus dos fascículos.

Inervación: Procede del temporobucal, rama del maxilar inferior

Irrigación: Ambos pares musculares se da por la rama pterigoidea de la arteria maxilar interna

Acción: Cuando los pterigoideos laterales inferiores derecho e izquierdo se contraen


simultáneamente, los cóndilos son traccionados hacia delante desde las eminencias articulares
hacia abajo y se produce una protrusión de la mandíbula. La contracción unilateral crea un
movimiento de mediotrusión de ese cóndilo y origina un movimiento lateral de la mandíbula
hacia el lado contrario. Cuando este músculo actúa con los depresores mandibulares, la
mandíbula desciende y los cóndilos se deslizan hacia delante y hacia abajo sobre las
eminencias articulares. En cuanto a su función, mientras que el pterigoideo lateral inferior actúa
durante la apertura, el superior se mantiene inactivo y sólo entra en acción junto con los
músculos elevadores en la fase final del cierre mandibular, jalando al disco articular para que
éste se acomode, es decir, el pterigoideo lateral superior es muy activo al morder con fuerza y
al mantener los dientes juntos.

Figura 3. Vista lateral del músculo pterigoideo lateral inferior y superior. B. simula el movimiento
de protrusión mandibular.

IV. Pterigoideo medial o interno

Este musculo se encuentra situado por dentro de la rama del maxilar inferior, tiene la misma
disposición que el masetero, lo que hace que algunos autores lo denominen como “masetero
interno”. 5

Junto con el masetero, forma el cabestrillo muscular que soporta la mandíbula en el ángulo
mandibular.
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Origen: Este músculo tiene origen en la superficie interna de la lámina lateral de la apófisis
pterigoides y parte de sus fibras en la cara rugosa de la apófisis piramidal del hueso palatino.

Inserción: Por arriba se efectúan en la fosa pterigoidea. Desde este punto el músculo se dirige
hacia abajo, atrás y afuera, en busca de la cara interna del ángulo del maxilar, en donde
termina enfrente de las inserciones del masetero.

Relaciones: Por dentro está en relación con la faringe (espacio maxilofaríngeo). Por fuera, con
el músculo pterigoideo externo (por la aponeurosis interpterigoidea), y se aproxima
paulatinamente al maxilar inferior, formando con él un ángulo diedro, en el cual se encuentran
el nervio lingual y los vasos y nervios dentarios inferiores.

Inervación: Está dada por el nervio pterigoideo interno, perteneciente a la rama del tronco
común mandibular del nervio trigémino.

Irrigación: La da la arteria pterigoidea, rama de la arteria facial, proveniente de la arteria


maxilar

Acción: Cuando sus fibras se contraen, se eleva la mandíbula y los dientes entran en contacto.
Este músculo también es activo en la protrusión de la mandíbula.

Figura 4. Vista lateral interna del músculo pterigoideo medial. B. simula el movimiento de
elevación mandibular

b) Músculos flexores

Este grupo muscular también denominado suprahioideo incluye a los músculos digástrico,
milohioídeo, genihioídeo y estilohioídeo, los que se extienden desde la mandíbula y cráneo
hasta el hueso hioides. El digástrico, el genihioídeo y en menor magnitud el milohioídeo al
contraerse, previa fijación del hueso hioides por el grupo muscular infrahioídeo y estilohioídeo,
provocan el descenso y retracción mandibular. Por esta razón, se clasifican entre los músculos
depresores del maxilar inferior, a los cuales habría que agregar la acción del haz inferior del
músculo pterigoideo externo. Si la mandíbula en cambio se fija por la contracción de los
músculos elevadores del hueso hioides y de la laringe durante la deglución.
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I. Digástrico

Uno de los músculos de gran participación en la masticación, perteneciente al grupo de los


hiomandibulares, es el músculo digástrico, que posee dos vientres, uno anterior y uno posterior,
unidos por un tendón intermedio.

Origen e inserciones: El vientre anterior tiene origen en la fosa digástrica, que se encuentra en
la cara interna de la mandíbula, cerca de la línea media, sus fibras tienen dirección hacia
abajo y atrás para insertarse en el tendón que dará origen al vientre posterior, este tendón,
prácticamente cilíndrico, atraviesa casi siempre el músculo estilohioideo, o bien pasa medial o
lateralmente a éste. Después se sitúa, anteriormente a este músculo, en una corredera fibrosa
que forma la lámina superficial de la fascia cervical, las fibras del vientre posterior discurren
hacia afuera, hacia arriba y hacia atrás, para finalmente terminar en la ranura digástrica de la
apófisis mastoides del hueso temporal.

Acción: Cuando los músculos digástricos derecho e izquierdo se contraen y el hueso hioides
está fijado por los músculos suprahioideo e infrahioideo, la mandíbula desciende y es
traccionada hacia atrás, y los dientes se separan. Cuando la mandíbula está estable, los
músculos digástricos junto a los demás suprahioideos e infrahioideos elevan el hueso hioides, lo
cual es necesario para la deglución.

Inervación: El vientre anterior se encuentra inervado por el ramo mandibular del nervio
trigémino, mientras que el vientre posterior por el ramo digástrico del nervio facial.

Irrigación: el fascículo anterior recibe suministro sanguíneo de la arteria submentoniana,


mientras que el posterior lo recibe de la arteria occipital, proveniente de la arteria carótida
externa.

Figura 5. Vista del músculo digástrico. B. simula el descenso mandibular.

II. Estilohioideo

Es un músculo delgado y fusiforme situado medial y anteriormente al vientre posterior del


músculo digástrico.

Origen e inserción: El músculo estilohioideo se inserta mediante un tendón en la parte


posterolateral de la apófisis estiloides, cerca de la base de ésta. Al tendón le sigue un fascículo
muscular fusiforme, que se dirige oblicuamente en sentido inferior, anterior y medial. Acompaña
al vientre posterior del músculo digástrico, y se sitúa al principio medial y luego anteriormente
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a este músculo. Al llegar al tendón intermedio del músculo digástrico, el músculo estilohioideo
se desdobla para dar paso a este tendón o bien, más raramente, pasa en su totalidad medial
o lateralmente a éste. En estos diferentes casos, el músculo termina mediante una delgada
lámina tendinosa en la cara anterior del cuerpo del hueso hioides. Esta inserción invade a veces
la parte vecina de la asta mayor.

Acción: El músculo se encarga de elevar y empujar el hueso hioides hacia atrás

Inervación: Está dada por la rama estilohioidea del nervio facial.

III. Milohioideo

Es un músculo aplanado, de grosor delgado y forma cuadrilátera, que constituye el piso de la


boca.

Origen e inserción: Las fibras anteriores y medias terminan en un rafe tendinoso medio que va
desde la mandíbula hasta el hueso hioides. Las fibras posteriores se insertan en la cara anterior
del cuerpo del hueso hioides, inferiormente a las del músculo genihioideo, a lo largo del borde
inferior del hueso. Las fibras anteriores son muy cortas y casi horizontales; la longitud de las fibras
aumenta de anterior a posterior, al mismo tiempo que se van haciendo más oblicuas inferior y
medialmente.

Relaciones: En el medio de los dos músculos milohioideos reposan los músculos genihioideos y
más superiormente la lengua. A los lados se encuentran las glándulas sublinguales.

Acción: Este músculo eleva el hioides, empujando la sínfisis mandibular hacia abajo para que
se dé la apertura bucal, asimismo, soporta a la lengua.

Inervación: Lo brinda las ramas del nervio milohioideo, pertenecientes a la rama colateral del
nervio lingual, que a su vez es parte del tronco posterior del nervio mandibular.

Figura 6. Vista de los músculos digástrico y milohioideo, donde el vientre anterior del músculo
digástrico ha sido seccionado y separado sus dos porciones.

IV. Genihioideo

Es un músculo corto, aplanado de superior a inferior y bastante grueso. Tiene forma cilindroide
y se prolonga desde la mandíbula, por encima del músculo milohioideo, hasta el hueso hioides.
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Origen e inserciones: El músculo genihioideo tiene origen en la apófisis geni inferior de la


mandíbula, es de origen estrecho, y a medida que se prolonga, sus fibras tienden a
ensancharse se anterior a posterior, para insertarse en la cara anterior del cuerpo del hueso
hioides, sobre una superficie de inserción en forma de herradura, cuya concavidad lateral
recibe el borde anterior del músculo hiogloso.

Acción: Al contraerse, el músculo impide la elevación del hueso hioides en la apertura bucal,
asimismo, este músculo tiene una acción muy similar al músculo miloideo, ya que también
participa en el soporte de la lengua.

Inervación: Está dada por el nervio milohioideo, proveniente de la rama del nervio alveolar
inferior, que pertenece al nervio mandibular.

Figura 7. Vista de los músculos digástrico y milohioideo, donde el lado derecho el último
músculo en mención ha sido seccionado para dejar ver el músculo genihioideo.

3. Mecánica del movimiento mandibular

El movimiento mandibular se lleva a cabo mediante una compleja serie de actividades de


rotación y traslación tridimensionales interrelacionadas, y es determinada por una serie de
acciones conjuntas y simultáneas de ambas articulaciones temporomandibulares, donde están
implicados patrones neuromusculares complejos originados en el tronco encefálico.

El electromiógrafo, la espectroscopia de infrarrojo cercano son los instrumentos utilizados por


muchos investigadores para ver la actividad muscular durante los movimientos de apertura,
cierre, protrusión, retrusión, y lateralidad.

La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación que sólo en los mamíferos


alcanza un desarrollo importante. Junto con la articulación del lado opuesto, forman dos
articulaciones simétricas, donde cada articulación puede actuar simultáneamente y por
separado y sin embargo, no del todo sin la ayuda de la otra.

a) Apertura mandibular
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Lo músculos digástrico, milohioideo y genihioideo están activos durante la apertura mandibular,


ya sea en la apertura normal o máxima. 7

En la fase inicial de apertura, los músculos temporal y masetero se mantienen inactivos, sin
embargo, puede haber cierta actividad en el músculo pterigoideo medial. Durante el
movimiento de apertura, el pterigoideo lateral muestra actividad inicial y sostenida. (9)

Ante la depresión mandibular forzada, el músculo digástrico se activa tan pronto como lo hace
el músculo pterigoideo externo. Generalmente, la actividad del vientre anterior del digástrico
sigue a la del músculo pterigoideo. 7

b) Cierre mandibular

Cuando la mandíbula se eleva, sin tener contacto dentario o resistencia alguna, son
principalmente las fibras de los músculos masetero y pterigoideo medial las que se contraen,
asimismo, Los músculos suprahioideos actúan como antagonistas de los músculos elevadores.

c) Retrusión mandibular

La retrusión mandibular con la boca cerrada se da por la contracción de las fibras posteriores
del músculo temporal, así como las fibras de los músculos suprahioideos e infrahioideos. 7

La retracción de la mandíbula desde la protrusión y sin contacto oclusal se efectúa por la


contracción de las fibras posteriores y mediales de los músculos temporales.

Cuando los músculos suprahioideos se contraen ligeramente da como resultado una ligera
apertura de la mandíbula para permitir que los dientes se deslicen entre sí desde la oclusión
céntrica a la relación céntrica.

d) Protrusión mandibular

La protrusión se da por la contracción de los músculos pterigoideo lateral y medial, maseteros,


y el grupo de los suprahioideos.

En la protrusión y apertura combinadas, los músculos que intervienen son los pterigoideos
mediales y laterales, los músculos maseteros, y en algunos casos las fibras anteriores de los
músculos temporales.

e) Movimientos de lateralidad

El movimiento de lateralidad mandibular se produce bajo el complejo control del sistema


neuromuscular para evitar lesiones en las estructuras orales. 8

Los movimientos de lateralidad de la mandíbula sin presentar contacto oclusal, se consigue


mediante la contracción ipsilateral, es decir, del mismo lado, de las fibras posteriores y medias
del músculo temporal, asi como de los músculos pterigoideos mediales y los músculos
maseteros.

El movimiento lateral presentando resistencia se logra mediante la contracción ipsilateral de los


músculos temporal, así como de los músculos maseteros y pterigoideos mediales, éstos dos
últimos con menor acción.

Partes de los músculos temporales y masetero pueden actuar como antagonistas o sinergistas
durante los movimientos horizontales y la separación mínima de los dientes.
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4. Articulación temporomandibular (ATM)

Es una articulación bicondílea, diartrósica, que trabaja conjuntamente con la del lado opuesto,
generando movimientos tridimensionales que incluyen rotación y traslación o deslizamiento. Es
la única articulación del cuerpo humano que posee esta característica de trabajar
conjuntamente con la del lado opuesto. Es absolutamente imposible lograr la mínima función
de una de ellas sin la intervención activa de la otra. De aquí deriva la complejidad de sus
movimientos.

Muchos anatomistas la consideraron durante largo tiempo como una articulación pasiva.
Actualmente se ha demostrado todo lo contrario. Su funcionamiento está en íntima relación
con la morfología de las superficies oclusales de los dientes motivo por el cual todo odontólogo
debe tenerla en cuenta al trabajar sobre los dientes. Además, todos los vectores de fuerza que
se producen en los dientes van a repercutir directamente sobre el cuello del cóndilo.

Las articulaciones temporomandibulares están formadas prácticamente desde que el niño


nace, cuando los dientes ni siquiera han iniciado su aparición. Cuando ellos erupcionan, tanto
temporales como permanentes, lo van a hacer en estrecha relación con esta fisiología
articular, y más aún, si los dientes llegan a perderse, la única referencia oclusal que se mantiene
a través de la vida son las articulaciones, que constituyen los primeros determinantes del sistema
gnático. Por esta razón, si se quiere entender cómo funciona todo este sistema, es necesario
comprender el funcionamiento articular, conociendo a cabalidad sus partes constituyentes.

La articulación temporomandibular consta de dos superficies articulares: Una pertenece a la


mandíbula (el cóndilo del hueso mandibular) y otra al temporal (superficie articular del hueso
temporal) un menisco interarticular que establece la concordancia entre estas dos superficies;
una membrana sinovial que rodea el menisco y los medios de unión comprendiendo una
cápsula articular y los ligamentos articulares.

I. SUPERFICIE ARTICULAR DEL HUESO TEMPORAL

Formada por una porción posterior cóncava y una anterior convexa. La porción cóncava es la
fosa mandibular o cavidad glenoidea propiamente dicha, y la parte convexa es la eminencia
articular. La cavidad glenoidea está dividida en dos partes por la cisura de Glaser: la parte
anterior es articular. cubierta por tejido fibroso; la parte posterior, extraarticular, forma parte de
la pared anterior del conducto auditivo externo. La eminencia articular, llamada también
tubérculo articular o cóndilo del temporal, es uno de los componentes más importantes de la
articulación temporomandibular, con la que está relacionada la morfología de todos los
dientes.

II. CONDILOS MANDIBULARES

Los cóndilos mandibulares son dos estructuras ovoides, redondos hacia adentro y puntudos
hacia afuera, de eje dirigido hacia atrás y adentro y de forma convexa en sentido
anteroposterior y transverso. Están ubicados no en el fondo de la cavidad glenoidea sino más
abajo y adelante, frente a la eminencia articular. Las superficies articulares ocupan la parte
anterosuperior de los cóndilos y presentan una vertiente anterosuperior de forma convexa y
una posterior aplanada que continua con la rama ascendente del hueso mandibular. Los dos
cóndilos realizan movimientos escualizados de rotación y de traslación u orbitación.

III. MENISCO O DISCO ARTICULAR

El menisco o disco articular se encuentra situado entre la cavidad glenoidea y el cóndilo del
hueso mandibular, y está separado de estas estructuras por las cavidades sinoviales. A él se
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debe la concordancia de las superficies articulares. Es de forma elíptica y tiene su eje mayor
dirigido transversalmente. Está orientado de manera que una de sus caras mira hacia arriba y
adelante y la otra hacia abajo y atrás. La primera, en relación con la superficie articular del
temporal es cóncava en su parte anterior y convexa en su parte posterior; la segunda, en
relación con el cóndilo de la mandíbula, es cóncava en toda su extensión. De esta disposición
resulta que, al ejecutarse los movimientos, el menisco acompaña siempre al cóndilo.

Está formado por tejido conjuntivo colágeno denso el cual en las áreas centrales es avascular,
no inervado, hialino, que puede contener un número determinado de células cartilaginosas.
Esto se debe primordialmente a que estos tejidos están sujetos a presión constante durante la
función.

IV. MEMBRANA SINOVIAL

Rodea el disco articular extendiéndose desde el hueso temporal al cóndilo. Se caracteriza por
una rica vascularización, prerrequisito para su función segregar el liquido sinovial, que es
esencial para la lubricación de la articulación al comenzar y finalizar cada movimiento.

V. CAPSULA ARTICULAR

Es una capa fibrosa que rodea todos los elementos antes descritos, tanto por fuera como por
dentro. Está fija al hueso temporal y al cuello del cóndilo, estando también conectada al disco
en sus bordes laterales, conformando asi dos compartimientos: el superior o suprameniscal
entre el disco y el hueso temporal que es muy laxo, lo que permite al disco deslizarse junto con
el cóndilo hacia adelante libremente; el compartimiento inferior o inframeniscal ofrece la
cápsula fibrosa, muy densa y normalmente solo permite al cóndilo movimiento de rotación.

VI. SISTEMA LIGAMENTOSO

Su importancia radica en que son los ligamentos los que van a limitar los movimientos
mandibulares producidos por los músculos.

Los ligamentos de la articulación temporomandibular son: dos ligamentos laterales ( interno o


temporomandibular y externo o capsular), considerados como los ligamentos intrínsecos, y tres
ligamentos auxiliares o extrínsecos que son el esfenomandibular, el pterigomandibular y el
estilomandibular.

5. Movimientos mandibulares a nivel de la ATM


a) Movimientos de apertura y cierre mandibular en conjunto a nivel del ATM

En el movimiento de apertura y cierre mandibular acurren dos movimientos en la ATM. El primer


movimiento que se identifica es un movimiento de rotación que tiene lugar en el
compartimento articular inferior. Esta rotación ocurre alrededor de un eje horizontal que une la
cabeza de los cóndilos. Al iniciarse el movimiento de apertura el músculo digástrico tracciona
del cóndilo en una dirección descendente. El segundo movimiento es de translación y se
observa en el compartimento articular superior. Cuando se inicia este movimiento la zona
bilaminar retrodiscal estabiliza la posición del disco sobre la cabeza del cóndilo. Los músculos
pterigoideos laterales son los responsables del movimiento de translación condilar.

La zona retrodiscal también interviene en este movimiento, ejerciendo un mecanismo de


acción similar al de los pistones de los motores mecánicos, debido a la rápida infusión y
expulsión venosa que se produce durante la apertura y el cierre mandibular.

En el movimiento de apertura máxima se activa tanto el vientre anterior como el posterior del
digástrico y el resto de músculos suprahioideos.
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El movimiento de cierre cuando no existe interposición de alimento se realizará a expensas de


la contracción del temporal. En el momento en el que entran en contacto las arcadas
dentarias se activan el masetero y el pterigoideo interno.

b) Movimientos de protrusión mandibular a nivel del ATM

El movimiento de protrusión se produce en el área de desplazamiento que corresponde al


compartimiento superior o suprameniscal, donde el cóndilo y el disco se desplazan hacia
delante y abajo a través de la eminencia articular. Serán la curvatura y el ángulo de dicha
eminencia los que determinen la cantidad y la calidad del desplazamiento condíleo y por
consiguiente del cuerpo mandibular.

La trayectoria del cóndilo en un movimiento protrusivo reconoce un radio de circunferencia


cuyo centro de rotación se encuentra por arriba y por delante del eje terminal de bisagra
localizado en el hueso temporal.

Los puntos que constituyen el cuerpo del cóndilo describen trayectorias que se conocen como
trayectorias condíleas. La trayectoria del cóndilo o trayectoria condílea ofrece variables
verticales (movimientos hacia arriba o abajo) y horizontales (movimientos hacia delante y atrás)
que guardan relación directa con la altura de las cúspides y dirección de los surcos,
respectivamente.

Durante el movimiento protrusivo contactante se producirá el desplazamiento anterior de


ambos cóndilos en un movimiento de traslación, por la actividad de los pterigoideos externos
derecho e izquierdo de forma simultánea.

Los cóndilos harán un movimiento hacia abajo y adelante con su disco correctamente ubicado
y equilibrado por los factores que actúan en un movimiento de traslación y sin perder contacto
con la eminencia articular.

En este caso, el contacto permanente con la eminencia también es una condición que estará
asegurada por una guía anterior correcta que permita la desoclusión de los dientes posteriores
junto con la actividad de los músculos elevadores.

Si en este movimiento existiera alguna interferencia a nivel de los dientes posteriores (molares
y/o premolares) se producirían contracciones alternadas entre los pterigoideos laterales para
evitar este pre contacto. Este hecho se observaría clínicamente como un movimiento
deflectivo que es, en realidad, un mecanismo de adaptación del sistema y que, en un
momento determinado, con la aparición de un factor externo podría desencadenar un cuadro
relacionado con patología.

c) Movimientos de lateralidad a nivel del ATM

Cuando la mandíbula realiza un movimiento de lateralidad hacia un lado, se activa,


contrayéndose, el fascículo inferior del músculo pterigoideo externo contralateral. Esta acción
hace que el cóndilo sobre el que se inserta este músculo se desplace hacia adelante y hacia
adentro. Por el contrario, en el lado hacia el que se realiza el movimiento, encontraremos que
el fascículo inferior del pterigoideo quedará relajado y apenas habrá movimiento del cóndilo.
Es decir, en una lateralidad izquierda se activa el pterigoideo externo derecho y se desplaza el
cóndilo derecho que, en este caso, recibirá el nombre de cóndilo de no trabajo. En este mismo
movimiento encontraremos que en el lado izquierdo el pterigoideo externo estará inactivo y el
cóndilo apenas sufrirá desplazamiento. En este movimiento también colaboran el pterigoideo
interno y las fibras medias y posteriores del temporal.
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Sin embargo, los movimientos mandibulares son más complejos porque intervienen otra serie
de estructuras. Siguiendo con el ejemplo anterior, en una lateralidad izquierda, cuando el
cóndilo derecho comienza su desplazamiento por acción de la contracción del fascículo
inferior del pterigoideo externo derecho, se encuentra con la pendiente posterior de la
eminencia articular, que causa un movimiento descendente en la trayectoria condilar.
Además, el contacto de los dientes anteriores da lugar a un movimiento de apertura alrededor
del eje horizontal al producirse un movimiento de descenso algo mayor en la zona de los
incisivos que en la de molares. Por este motivo, aunque el desplazamiento lateral sea simple
siempre se producirá un moviendo alrededor de los tres planos del espacio (sagital, horizontal
y vertical).

Los pantógrafos nos permiten ver con detalle este hecho de una forma clara y gráfica. Si se
presenta alguna interferencia en el movimiento de lateralidad, el cóndilo de trabajo sufrirá una
tracción hacia adelante gracias a la contracción del pterigoideo lateral con el fin de esquivar
el obstáculo. Este movimiento en el cóndilo de trabajo está asociado, indefectiblemente, a un
movimiento similar en el lado de balanceo. Es decir, que antes de iniciar la trayectoria habitual
(tracción del cóndilo hacia adelante y hacia adentro) sufrirá una traslación anterior.

6. Movimiento y ángulo de Bennett

Es el desplazamiento lateral en su conjunto. Este reconoce un cóndilo que orbita (balance) con
centro en un cóndilo que rota (trabajo). El movimiento del cóndilo de balance (mediotrusión)
dará como resultado un movimiento hacia afuera del lado opuesto (laterotrusión).

Hay dos clases:

A) MOVIMIENTO DE BENNETT INMEDIATO

Ocurre cuando el cóndilo choca con la pared inmediata de la cavidad glenoidea. Es decir, si
la mandíbula en su totalidad se desplaza lateralmente, la trayectoria del cóndilo mediotrusivo
(de balance) exhibirá un desplazamiento lateral inmediato

B) MOVIMIENTO DE BENNETT PROGRESIVO

Ocurre cuando el cóndilo de balance sale de la cavidad glenoidea tocando antes la pared
de la cavidad glenoidea.

Ángulo de Bennett

El movimiento de Bennett se mide por la distancia que recorre el cóndilo de trabajo. El cóndilo
de balance se mueve hacia abajo, adelante y adentro y forma un ángulo con el plano
mediano cuando de proyecta perpendicular al plano horizontal. Es así como este ángulo está
formado por la diferencia entre las trayectorias del cóndilo durante la protrusión y la
mediotrusión, visto desde el plano horizontal (Está formado por los trazados de protrusión y el
de lateralidad en el cóndilo de balance).

El ángulo de Bennett siempre existe, aun cuando no haya desplazamiento lateral o inmediato
de Bennett. Pero la presencia de éste incrementa el ángulo de Bennett en forma significativa.

En otras palabras, es el ángulo que forma la proyección del movimiento de traslación del
cóndilo de lateralidad con la proyección del movimiento de protusiva.

También es una línea curva que podemos descomponer en 2 partes:


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- 1ª: representación de la traslación en bloque de la mandíbula, el llamado Movimiento de


Bennett que veíamos en el lado de trabajo y Bennett inmediato en el lado de balance.

- 2ª: El desplazamiento del cóndilo por la guía condílea, es el Bennett progresivo.

7. Ángulo de Fisher

Es aquel ángulo proyectado al plano medio entre las trayectorias descritas por el cóndilo en
sus movimientos de mediotrusión y protrusión. Cuanto mayor es el ángulo (más escarpado),
más empinadas pueden ser las faldas cuspídeas sin que en el movimiento de mediotrusión se
llegue a un mal contacto.

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