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Fármacos antimaníacos

E. PITA CALANDRE, J. MANZANARES IRIBAS

1. INTRODUCCION el mecanismo de la acción antimaniaca del litio no se ha po­


dido establecer aún con exactitud.
A lo largo de casi cuatro décadas, el único medicamento
conocido efectivo en el tratamiento y la profilaxis de los en­
fermos con trastornos bipolares fue el carbonato de litio, ya 3. Farmacocinética
que los antipsicóticos, aunque útiles para tratar los episodios
maniacos, son ineficaces como profilácticos en el trastorno Siendo un ion monovalente, el litio se absorbe muy bien
bipolar. Recientemente ha podido comprobarse que dos fár­ por vía oral y difunde con facilidad por el líquido extracelu­
macos antiepilépticos, la carbamazepina y el ácido valproi­ lar, acumulándose lentamente en algunos tejidos. Se elimi­
co, poseen también actividad antimaniaca tanto aguda como na íntegramente por vía renal mostrando una curva de
profiláctica en el trastorno bipolar y en la ciclotimia. Asimis­ eliminación trifásica: una primera fase rápida de 6-12 h. de
mo, se encuentran en estudio en calidad de antimaniacos duración, una fase más lenta de 20-24 horas (que es la que
otros medicamentos entre los que se cuentan el verapamil, se establece como vida media de eliminación del fármaco)
el clonazepam y la clonidina (Shaw, 1988). y una fase muy lenta durante la cual acaba por eliminarse
por completo del organismo y que dura unos 10-14 días (Bal­
dessarini, 1990).
11. CARBONATO DE LITIO

1. Datos generales 4. Toxicidad y reacciones adversas (Schou, 1988)

La capacidad de litio para tratar los episodios maniacos El litio es un ion cuya toxicidad aguda es muy elevada;
fue descubierta por Cade en 1949 (Baldessarini, 1990); no cursa con síntomas gastrointestinales tales como náuseas, vó­
obstante, su uso no se popularizó debido a la elevada toxici­ mitos y diarrea que en los casos más graves pueden condu­
dad de este ion. Algunos años más tarde pudo comprobarse cir a la deshidratación del enfermo; asimismo se evidencian
que dicha toxicidad guardaba una' estrecha correlación con temblor y fasciculaciones musculares que pueden progresar
los niveles séricos del litio, llegando a constituir el tratamien­ a convulsiones francas; a nivel mental se inician los sínto­
to de elección de los trastornos bipolares a través del control mas con estupor, progresando hasta el estado de coma que
periódico de la litemia (Saiz Ruiz, 1988). El litio es eficaz tanto acaba con la muerte del sujeto. El grado de intoxicación se
en el tratamiento agudo como en la profilaxis de los episo­ encuentra directamente relacionado con los niveles séricos
dios maniacos, mostrando también cierta capacidad para re­ del litio (suelen ser letales concentraciones de 4-5 mEq/I.),
ducir la incidencia de presentación de los episodios si bien el hecho que que aun después de eliminar el ion me­
depresivos. diante hemodiálisis la recuperación del sujeto sea lenta su­
giere que son las concentraciones intracelulares del mismo
las responsables de los síntomas tóxicos. Entre 1,2 y 1,5
2. Efectos farmacológicos y mecanismos de acción mEq/1. suelen aparecer síntomas tóxicos leves (náuseas, sen­
sación de malestar, temblor, etc.) que se intensifican a medi­
Entre los efectos producidos por el litio a nivel de la neu­ da que aumentan los niveles. Dado que el litio es un ion que
rotransmisión central se encuentran la capacidad de antago­ el riñón intercambia fácilmente por el sodio, la intoxicación
nizar la hipersensibilidad de los receptores dopaminérgicos se produce con mayor facilidad en aquellos pacientes con
inducida por los antipsicóticos, la facilitación de la neurotrans­ restricción de la ingesta de sodio como es habitual en los hi­
misión colinérgica y la capacidad de inhibir el metabolismo pertensos y los que padecen insuficiencia cardiaca.
del fosfatidil-inositol-difosfato, acciones que se han postula­ Entre las reacciones adversas del litio destacan las si­
do que podrían guardar relación con su actividad antima­ guientes:
niaca (Bunney y Garland-Bunney, 1987; Baraban y cols., - Toxicidad tiroidea: debido a que el litio interfiere la unión
1989). Ejerce, asimismo, un efecto facilitador serotoninérgi­ de los grupos tirosilos con el iodo, no es infrecuente que los
ca que se ha relacionado con su relativa capacidad antide­ pacientes tratados con litio muestren bocio, habitualmente
presiva (Bunney y Garland-Bunney, 1987). A pesar de todo, difuso y eutiroideo; solo una escasa proporción de sujetos

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llega a manifestar hipotiroidismo. También se han observa­ También se benefician del uso del litio los pacientes esqui­
do algunos casos, poco frecuentes, de hipertiroidismo zoafectivos.
(Schou, 1988). -Episodios depresivos refractarios: aunque carece de efec­
- Toxicidad renal: el litio antagoniza el efecto de la ADH to antidepresivo directo, la asociación del litio a los antide­
a nivel de la adenilciclasa renal, de forma que la mayoría de presivos, tanto heterocíclicos como IMAOs, mejora la
los sujetos tratados muestran un síndrome de poliuria­ respuesta en un porcentaje apreciable de pacientes con de­
polidipsia más o menos acusado que, aunque no suele ser presiones refractarias (Brotman y cols., 1987; Fein y cols.,
grave, puede resultar francamente molesto; sólo en conta­ 1988; Dinan y Barry, 1989; Ontiveros y cols., 1991; Cowen
dos casos, en los que se hace imperativa la interrupción del y cols., 1991; Austin y cols., 1991).
tratamiento, llega a provocar diabetes insípida renal ADH­ -Otras indicaciones:
resistente; estos efectos indeseables pueden minimizarse ad­ a) El litio puede ser utilizado como medicación coadyu­
ministrando el fármaco en dosis única diaria (Plenge y cols., vante en el tratamiento de la esquizofrenia refractaria, ha­
1982; Bowen y cols., 1991). La administración crónica de biendo encontrado algunos autores un buen nivel de
litio también puede originar alteraciones morfológicas rena­ respuesta en un 30-50% de estos pacientes (Donaldson y
les pero no se ha descrito ningún caso de insuficiencia renal cols., 1983); también se ha sugerido que podría ser utilizado
por este motivo (Schou, 1988). como medicamento alternativo en esquizofrénicos que no
- Temblor: es un síntoma muy frecuente, calculándose que toleran los antipsicóticos por p~.esentar akatisia de forma re­
afecta a un 40% de los pacientes que reciben litio; habitual­ currente (Shalev y colso, 1987).
mente se trata de un temblor fino, que aparece predominan­ b) Una indicación específica del litio es el tratamiento pro­
temente en reposo y que no interfiere sustancialmente el filáctico de la cefalea de Hartan, tant episódica como cróni­
funcionalismo del enfermo; en aquellos casos en que resul­ ca, frente a la cual se considera como fármaco de primera
ta incapacitante puede tratarse mediante la administración elección (Manzoni y cols., 1983).
de ¡3-bloqueantes.
- El litio posee potencial teratógeno, pudiendo originar
malformaciones cardiacas (síndrome de Ebstein); por otra 6. Interacciones medicamentosas (Hansten y Horn, 1990)
parte, su administración en un periodo más avanzado de la
gestación se asocia a la aparición de bocio neonatal. En con­ -Diuréticos: la administración continuada de diuréticos
secuencia, el uso de carbonato de litio se encuentra contrain­ aumenta las concentraciones séricas de litio, potenciando su
dicado durante el embarazo, debiendo ser sustituido por toxicidad. Esta interacción se ha documentado sobre todo
fármacos alternativos o por terapia electroconvulsiva siem­ en relación a los diuréticos tiazídicos, aunque también se han
pre que ello sea posible ("Drug Interactions and Adverse Drug referido algunos casos con otros tipos de diuréticos, tales co­
Reactions", 1986). mo la furosemida, la indapamida y el ácido etacrínico. Su
-No es infrecuente que el litio pueda originar leucocito­ mecanismo de acción se atribuye al hecho de que, al forzar
sis a expensas de un aumento de los polimorfonucleares neu­ los diuréticos la excreción de Na +, se incrementa de forma
trófilos; es de carácter benigno, por lo que no requiere la compensatoria la reabsorción de litio en el túbulo renal.
suspensión de la terapia. -AINEs: se ha descrito una potenciación de la toxicidad
del litio, mediada a través de un aumento en sus concentra­
ciones séricas, con diversos tipos de analgésicos antiinflama­
5. Indicaciones torios no esteroideos entre los que se incluyen la
fenilbutazona, el naproxen, el ibuprofen, el piroxicam y el
- Trastorno bipolar: el carbonato de litio es extremadamen­ diclofenac. Estos fármacos reducen el aclaramiento renal del
te útil en el tratamiento de la manía, contribuyendo también litio; se ha estipulado que en la excreción del litio se encuen­
a espaciar las recidivas de episodios maniacos sucesivos así tran involucradas las prostaglandinas y que, en consecuen­
como, aunque en menor grado, la presentación de episodios cia, el efecto inhibidor de la síntesis de prostaglandinas
depresivos; está indicado, por lo tanto, como antimaniaco originado por los AINEs sería el factor causal de esta inte­
agudo y como profiláctico en los pacientes bipolares consti­ racción.
tuyendo, en la actualidad, el tratamiento de elección para este -Antagonistas del calcio: la administración conjunta de
tipo de enfermos (Hirschfeld y Cross, 1987); entre los facto­ litio con verapamil o con diltiazem a originado cuadros de
res predictores de probable mala respuesta al litio se encuen­ neurotoxicidad. Se desconoce el mecanismo causal de esta
tran la ausencia de antecedentes familiares, que la interacción, sobre la que se requiere mayor documentación,
enfermedad curse con síntomas mixtos (manía y depresión) si bien se cree que podría deberse a un sinergismo de acción
y que el sujeto se manifieste como ciclador rápido (4 o más a nivel de la neurotransmisión central.
episodios an uales) . -Antagonistas de la ECA: al igual que la anterior, se tra­
-Depresión mayor recurrente: tanto los antidepresivos he­ ta de una interacción sobre la que existen todavía pocas re­
terocíclicos como el litio son efectivos en la profilaxis del tras­ ferencias por ser de descripción muy reciente pero parece
torno unipolar; los primeros, no obstante, presentan la ventaja que la utilización simultánea del litio con estos medicamen­
de ser utilizados como tratamiento antidepresivo de entra­ tos puede aumentar los niveles séricos y la toxicidad clínica
da, por lo que resulta más fácil mantener dicha terapia en del primero; se desconoce el mecanismo de acción.
lugar de sustituirla por la administración de litio (Prien, 1987). -Antipsicóticos: se han descrito diversos casos de neuro­

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toxicidad y extrapiramidalismos severos en pacientes bipo­ pleja cinética del ion, éstas deben de medirse siempre 12 ho­
lares tratados simultáneamente con litio y haloperidol o con ras después de la ingesta del fármaco ya que, de lo contra­
litio y tioridazina; el mecanismo de acción no ha podido ser rio, se corre el riesgo de obtener cifras que, en apariencia,
precisado, aunque se ha propuesto que podría ser debido resultan excesivamente bajas o elevadas y pueden inducir a
a un efecto inhibidor combinado sobre la adenilciclasa a ni­ realizar reajustes innecesarios y potencialmente peligrosos de
vel nigroestriataI. Esta combinación, sin embargo, puede re­ la pauta terapéutica previamente establecida (Amdisen,
sultar muy útil en numerosos sujetos por lo que no se 1980).
contraindica su utilización sistemática; se recomienda, no obs­ Con el fin de evitar niveles post-ingesta indebidamente al­
tante, controlar cuidadosamente la posibilidad de aparición tos que pueden originar síntomas tóxicos leves y transitorios
de síntomas tóxicos incipientes, especialmente en aquellos (fundamentalmente síntomas de intolerancia gastrointestinal
casos en los que existen factores predisponentes entre los que o temblor) suele administrarse el medicamento en dos o tres
se cuentan dosis elevadas de ambos medicamentos, presen­ tomas diarias. Este proceder habitual, sin embargo, ha sido
cia de síntomas maniacos agudos, historia de reacciones ex­ cuestionado durante los últimos años al constatarse que el
trapiramidales previas, daño cerebral pre-existente, uso uso de una dosis única nocturna calculada para alcanzar ni­
concomitante de neurolépticos con anticolinérgicos y la exis­ veles terapéuticos 12 horas más tarde suele ser suficiente,
tencia de trastornos fisiológicos asociados (infección, fiebre a pesar de la fluctuación que se produce en las concentra­
o deshidratación). ciones séricas del medicamento, para mantener una respuesta
Otra clase de interacción que puede producirse entre es­ clínica adecuada y reduce apreciablemente la toxicidad re­
tos dos tipos de medicamentos, preferentemente con la clor­ nal del litio (Plenge y cols., 1982; Bowen y cols., 1991).
promazina, es la reducción en los niveles plasmáticos (y, por
lo tanto, de su efectividad) de ambos fármacos; en el caso
de litio, cuya concentración sérica se cuantifica rutinariamente, III. CARBAMAZEPINA
es fácil de detectar pero no sucede lo mismo con los neuro­
lépticos, por lo que hay que estar alerta ante una posible, 1. Datos generales
y aparentemente inexplicada, disminución de la respuesta
terapéutica. La carbamazepina, descubierta en 1957, se introdujo inicial­
-Carbamazepina: el uso conjunto de litio y carbamaze­ mente como fármaco efectivo frente a la neuralgia de trigémi­
pina puede dar lugar a cuadros de neurotoxicidad (confu­ no y como antiepiléptico. En 1971 se utiliza por primera vez
sión, inquietud, vértigo, ataxia, etc.) en presencia de en el tratamiento de la psicosis maniaco-depresiva (Takezaki y
concentraciones terapéuticas de ambos medicamentos. Se cols., 1971), considerándose hoy como el segundo antimania­
desconoce el mecanismo causal de esta interacción de la que co de elección para aquellos pacientes que no responden o
sólo se han descrito algunos casos. Puesto que la carbama­ no toleran el carbonato de litio (Kravitz y Fawcett, 1987).
zepina y el litio ejercen un efecto antimaniaco sinérgico no
se encuentra contraindicada esta asociación, recomendán­
dose únicamente mantenerse alerta ante la posible aparición 2. Efectos farmacológicos y mecanismo de acción
de síntomas tóxicos.
-Sodio: tanto el litio como el sodio son cationes mono­ La carbamazepina ejerce diversos efectos a nivel central,
valentes que pueden ser intercambiables. El uso de medica­ entre los que destaca su capacidad para bloquear los cana­
mentos cuya composición incluye el sodio, tales como el les de Na +, que se han relacionado con su actividad anti­
bicarbonato sódico, facilita la excreción del litio, reduciendo comicial (MacDonald, 1989). Sin embargo, no se conoce con
sus niveles séricos y su efectividad. exactitud su mecanismo de acción en lo que a su actividad
- Teofilina: este fármaco, a través de un mecanismo de antimaniaca se refiere, si bien se ha postulado que podría
acción no dilucidado, incrementa el aclaramiento renal del ser debida a su capacidad para inhibir el fenómeno del "kind­
litio, de forma que disminuye su eficacia clínica. ling" a nivel amigdalar (Castañeda Sáez de Jaúregui y An­
chústegui Melgarejo, 1989).

7. Uso clínico
3. Farmacocinética
A pesar de su elevada toxicidad aguda, que es fácilmente
controlable mediante el control de los niveles séricos del fár­ Es un fármaco que se absorbe bien por vía oral, aunque
maco tal y como se indicó previamente, el carbonato de litio de forma lenta y errática. Se elimina fundamentalmente por
es un medicamento fácil de dosificar ya que, al no experi­ biotransformación hepática, siendo su principal metabolito,
mentar fenómenos de biotransformación hepática, la varia­ la carbamazepina,10,11,epóxido, farmacológicamente activo
bilidad interindividual en la dosificación es escasa, tanto en lo que se refiere a eficacia terapéutica como a neu­
alcanzándose concentraciones terapéuticas en la gran ma­ rotoxicidad (Kerr y Levy, 1989). Posee una gran capacidad
yoría de los casos con dosis comprendidas entre 800 y 1.200 de autoinducción enzimática, de ahí que su vida media de
mg. diarios. eliminación cuando se administra de forma crónica sea sus­
Se admiten como concentraciones terapéuticas del litio el tancialmente inferior a la detectada tras la administración de
rango comprendido entre 0,4-1,2 mEq/I.; debido a la com- una dosis única (Morselli, 1989).

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4. Toxicidad y reacciones adversas (Gram y Jensen, 1989) habiéndose referido algunos casos de resolución rápida del
síndrome (Rankel y Rankel, 1988).
La toxicidad aguda de la carbamazepina es, fundamen­ -Agresividad y hostilidad: la carbamazepina ha demos­
talmente, de carácter neurotóxico; en casos de intoxicación trado repetidamente ser útil en el tratamiento coadyuvante
leve los síntomas más frecuentes consisten en la aparición de los pacientes esquizofrénicos y esquizoafectivos que mos­
de vértigo, diplopia y cefaleas; se trata de efectos típicamen­ traban niveles elevados de excitabilidad o frecuentes episo­
te dosis-dependientes que desaparecen al reducir la dosis o dios de violencia (Hakola y Laulumaa, 1982; Luchins, 1983;
al dividirla en varias tomas diarias, ya que pueden depender Klein y cols., 1984; Herrera y cols., 1987; Wetterling, 1987;
de la aparición de picos plasmáticos postingesta; sólo en ca­ Dose y cols., 1987), por lo que en la actualidad se emplea
sos de sobredosificación masiva (con niveles superiores a 20 con relativa frecuencia con esta finalidad.
mg/l.) se produce un síndrome cerebeloso extrapiramidal que -Otras indicaciones no psiquiátricas: como es bien sabi­
suele acompañarse de arritmias cardiacas y puede llegar a do, la carbamazepina es un anticomicial muy efectivo, activo
producir la muerte del sujeto. frente a un amplio espectro de epilepsias, especialmente las
Las reacciones adversas de la carbamazepina son poco fre­ crisis parciales complejas (Smith y cols., 1987). Constituye,
cuentes, encontrándose entre las mismas las siguientes: asimismo, el tratamiento de elección de la neuralgia del tri­
-Reacciones de hipersensibilidad de carácter dermatoló­ gémino típica (Rall y Schleifer, 1990). Finalmente, ha demos­
gico: son especialmente comunes los casos de urticaria y de trado también ser eficaz en el tratamiento de algunos tipos
dermatitis maculopapulares o morbiliformes; no obstante, de distonías agudas paroxísticas de origen extrapiramidal.
puede también producir cuadros más graves como síndro­
me de Stevens-Johnson (eritema multiforme), dermatitis ex­
foliativa y lupus eritematoso diseminado, si bien se trata de 6. Interacciones medicamentosas (Hansten y Horn, 1990)
casos muy raros.
-Alteraciones hematológicas: es frecuente la leucopenia, -Litio: ya se mencionó en el apartado correspondiente
por lo general transitoria aunque ocasionalmente persisten­ a este fármaco su interacción ocasional con la carbamazepi­
te, que no requiere la suspensión del tratamiento; son ex­ na; su prevalencia se estima en un 12% de los sujetos
cepcionales la agranulocitosis o la anemia aplásica, tratados.
habiéndose descrito menos de 50 casos en la literatura -Antituberculosos: tanto la eritromicina como la isonia­
mundial. zida inhiben la metabolización hepática de la carbamazepi­
-Otras reacciones adversas: como reacción característica na, aumentando sus concentraciones plasmáticas y, en
de hipersensibilidad, de presentación extremadamente rara, consecuencia, su toxicidad. Se recomienda evitar la admi­
puede originar hepatitis granulomatosa, de evolución poten­ nistración conjunta de ambos tipos de medicamentos.
cialmente letal si no se diagnostica a tiempo. lípicamente la -Antidepresivos: se ha comprobado que la carbamaze­
carbamazepina estimula la actividad de la ADH a nivel renal pina induce el metabolismo de la imipramina y, probablemen­
(constituye uno de los tratamientos de elección de la diabe­ te, de otros antidepresivos heterocíclicos, disminuyendo su
tes insípida nefrogénica), por lo que puede dar lugar a la apa­ efecto lo que hace necesario aumentar la dosis de los mis­
rición de retención de líquido con reducción de la mos. Por otra parte, se ha descubierto recientemente que la
osmolaridad plasmática e hiponatremia dilucional. fluoxetina puede inhibir el metabolismo de la carbamazepi­
na y facilitar su toxicidad.
-Haloperidol: de manera similar a lo que sucede con los
5. Indicaciones antidepresivos, la carbamazepina induce la metabolización
hepática del haloperidol y reduce su efecto, aunque no en
- Trastorno bipolar: la carbamazepina es efectiva tanto en todos los sujetos que presentan esta interacción se eviden­
el tratamiento agudo de la manía como en su profilaxis; se cian síntomas de deterioro clínico.
calcula que su eficacia es similar a la del litio. En la actuali­ -PropoxiEeno: este fármaco inhibe el metabolismo oxi­
dad se piensa que existen grupos de pacientes que respon­ dativo de la carbamazepina, potenciando por ello su acúmulo
den preferentemente al litio, otros que responden en el organismo y su toxicidad.
preferentemente a la carbamazepina, aquellos que respon­ -Otros: la carbamazepina puede estimular el metabolis­
den a la combinación de ambas sustancias y los que no res­ mo de diversos medicamentos no psicótropos, entre los que
ponden al tratamiento con ninguno de los dos fármacos. se incluyen los anticonceptivos orales, los corticoides, el da­
Como predictores de buena respuesta a la carbamazepina nazol, el mebendazol y las hormonas tiroideas.
se consideran la ausencia de antecedentes familiares de tras­
tornos afectivos, la gravedad severa de la manía, la coexis­
tencia con trastornos de conducta y que se trate de sujetos 7. Uso clínico
cicladores rápidos (Prien y Potter, 1990).
-Catatonia: el hecho de que las benzodiazepinas se ha­ En general se admite que el rango terapéutico de la car­
yan revelado útiles en el tratamiento agudo del estupor ca­ bamazepina en el tratamiento de los trastornos afectivos es
tatánico actuando de una forma muy similar a la que ejercen el mismo que se aplica cuando se utiliza en calidad de antie­
en el tratamiento de los estados de mal epilépticos, condujo piléptico, debiendo de procurarse que los niveles plasmáti­
a la idea de utilizar la carbamazepina con la misma finalidad, cos se mantengan entre 5-12 mg/1. Dado que este fármaco

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interacciona con gran número de medicamentos, a nivel de 4. Toxicidad y reacciones adversas (Dreifus, 1989)
fenómenos de inducción y de inhibición enzimática, se re­
comienda controlar sus concentraciones plasmáticas perió­ El ácido valproico es un medicamento singularmente des­
dicamente, sobre todo cuando se realiza algún reajuste provisto de toxicidad aguda relevante; de hecho, en los ca­
terapéutico. sos descritos como intento de suicidio a través de su ingesta,
La asociación del carbonato de litio con la carbamazepina la mayoría de los pacientes se recuperaron incluso con con­
reviste particular interés porque su sinergismo no se limita centraciones 20 veces superiores a las referidas como tera­
únicamente a la eficacia terapéutica, sino que también tien­ péuticas.
den a contrarrestarse algunos de los efectos indeseables de Puede originar efectos indeseables con relativa frecuencia,
ambos fármacos, concretamente las alteraciones de la serie aunque la mayoría de los mismos revisten escasa gravedad
blanca, ya que el litio origina leucocitosis y la carbamazepi­ y rara vez implican la suspensión del tratamiento. Entre ellos
na leucopenia (Kramlinger y cols., 1990) y su acción a nivel se encuentran los siguientes:
renal, puesto que el litio antagoniza y la carbamazepina faci­ -La intolerancia gastrointestinal es bastante común, fun­
lita la actividad renal de la ADH (Vieweg y cols., 1987). damentalmente náuseas, vómitos y gastralgias; estos efec­
tos pueden minimizarse utilizando comprimidos de
recubrimiento entérico o utilizando valpromida como alter­
IV. ACIDO VALPROICO nativa al valproato sódico.
-Otro efecto indeseable frecuente es el aumento del ape­
1. Datos generales: tito y del peso que, en los sujetos adultos, puede ser muy
mal tolerado.
La eficacia antiepiléptica del ácido valproico (anteriormente -También puede originar temblor, si bien con mucha me­
denominado ácido n-di-propil-acético o ácido propil­ nor frecuencia que el litio y generalmente leve.
pentanoico) se descubrió en 1963 de forma accidental al uti­ - En algunos casos altera la contextura del cabeJJo, ha­
lizarse esta sustancia como disolvente de otros fármacos po­ ciéndolo más fino y rizado; ocasionalmente puede facilitar
tencialmente anticomiciales, comprobándose en poco tiempo también la pérdida del mismo, aunque no suele llegar a ori­
que era efectivo frente a un amplio espectro de epilepsias. ginar alopecia.
A principios de los años 80 se iniciaron diversos estudios en­ - Entre las reacciones de carácter idiosincrático destaca
caminados a establecer su potencial terapéutico en la ma­ la hepatitis, que puede ser mortal si no se detecta a tiempo
nía, siendo considerado hoy como agente de tercera elección y que se atribuye a la producción de un metabolito tóxico,
en el tratamiento del trastorno bipolar. el 4-en-vpa; esta afectación se da con mayor frecuencia en
lactantes sometidos a politerapia, siendo excepcional en los
adultos (prevalencia 1:45.000). Se han descrito, asimismo,
2. Efectos farmacológicos y mecanismos de acción
algunos casos de pancreatitis aguda de evolución también
potencialmente mortal. Finalmente, al ácido valproico esti­
Se sabe que el ácido valproico es un fármaco de acción
mula la producción de amonio, pudiendo producir, en ca­
gabérgica, ya que su administración incrementa la concen­
sos excepcionales, estupor con hiperammonemia, aunque
tración cerebral de GABA, especialmente a nivel de los si­
es mucho más frecuente la existencia de hiperammonemia
naptosomas, si bien el mecanismo por el que produce este
clínicamente asintomática.
efecto no está bien dilucidado, habiéndose involucrado tan­
to un aumento en la actividad de la glutámico-decarboxilasa,
enzima responsable de la síntesis de este neurotransmisor,
5. Indicaciones
como una inhibición de diversas enzimas relacionadas con
la degradación del mismo (Rogawski y Porter, 1990). La in­
- Trastorno bipolar: el ácido valproico es eficaz en el tra­
vestigación de su capacidad antimaniaca se basó en la hipó­
tamiento agudo de la manía (Pope y cols., 1990), así como
tesis de que esta podría estar mediada por un déficit de
en la profilaxis de las recidivas en el paciente maniaco de­
neurotransmisores inhibidores en el SNC (Fawcett, 1989); no
presivo, si bien, de forma similar al litio y la carbamazepina,
obstante, no se sabe con certeza si el efecto agonista gabér­
su efectividad es mayor en la prevención de las fases mania­
gico del ácido valproico se encuentra realmente ligado a su
cas que la de las depresivas (Fawcett, 1989). También ha de­
actividad antimaniaca.
mostrado utilidad en el tratamiento a largo plazo de los sujetos
cicladores rápidos (Calabrese y Delucchi, 1990).
3. Farmacocinética -Otras indicaciones no psiquiátricas: el ácido valproico
es un anticomicial de amplio espectro, eficaz en el tratamiento
El ácido valproico se absorbe muy bien por vía oral, tanto de todos los tipos de crisis incluidas las ausencias típicas del
administrado en forma de sal sódica como en forma de ami­ pequeño mal y los espasmos infantiles frente a los cuales re­
da (valpromida). Se biotransforma extensamente a nivel he­ sultan inefectivos otros antiepilépticos (Bourgeois, 1989).
pático siguiendo múltiples vías metabólicas y se sabe que También se ha utilizado recientemente con éxito en el trata­
algunos de sus metabolitos son farmacológicamente activos miento de diversos tipos de síndromes cefalálgicos paroxísti­
(Zaccara y cols., 1988). Su vida media de eliminación es de cos y crónicos (Serensen, 1988; Hering y cols., 1989;
12-15 horas en el sujeto adulto. Mathew, 1990).

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6. Interacciones medicamentosas (Bourgeois, 1988; tabolización, inhibiendo su ,s-oxidación y facilitando la pro­


Mattson y Cramer, 1989) ducción deI4-en-vpa, lo que puede conllevar mayor riesgo
de toxicidad por valproato; en consecuencia, la asociación
En general, las interacciones que se han descrito con el a largo plazo de ambos medicamentos está contraindicada.
ácido valproico son aquellas que se producen en relación a
otros antiepilépticos, existiendo muy escasas referencias res­
pecto a otros tipos de fármacos. 7. Uso clínico
-Tanto el fenobarbital como la primidona, la fenitoína y
al carbamazepina, debido a su capacidad de inducción enzi­ la experiencia internacional con el ácido valproico en el
mática, reducen sustancialmente las concentraciones plasmá­ tratamiento de los trastornos bipolares es relativamente limi­
ticas del ácido valproico y acortan su vida media, haciendo tada, motivo por el cual se considera como agente de tercera
necesario aumentar la dosis y, ocasionalmente, reducir el in­ elección, tras el carbonato de litio y la carbamazepina. En ge­
tervalo de dosificación. neral, como ya se comentó previamente, ha podido compro­
- Por su parte, el ácido valproico inhibe, a través de pro­ barse que es efectivo tanto en el tratamiento agudo como
cesos de competición por el mismo sustrato enzimático, la profiláctico de la manía, habiéndose obtenido resultados fa­
degradación del fenobarbital y de la etosuximida, aumentan­ vorables cuando se ha administrado en pacientes maniaco­
do sus niveles séricos; este tipo de interacción está muy bien depresivos y en enfermos con trastorno esquizoafectivo (Ha­
documentada en el caso del fenobarbital, con el que frecuen­ yes, 1989). Se considera especialmente eficaz en el tratamiento
temente se han dado casos de toxicidad que han obligado de los cicladores rápidos, habiéndose sugerido recientemente
a reducir su dosificación, mientras que en relación a la eto­ que su efectividad sería similar a la de la carbamazepina en
suximida únicamente se ha descrito en casos esporádicos. este contexto (Calabrese y Delucchi, 1989). También se ha
-También se sabe que el valproato puede inhibir la de­ utilizado en combinación con el carbonato de litio, aunque se
gradación de la carbamazepina,10,11,epóxido, efecto que es requieren mayor número de datos para confirmar el sinergis­
más acentuado en el caso de la valpromida que del valproa­ mo de esta asociación (McElroy y cols., 1989).
to sódico; se han descrito, debido a ello, casos de toxicidad Su rango terapéutico, en calidad de anticomicial, se en­
por carbamazepina en presencia de niveles plasmáticos te­ cuentra establecido entre 50-100 mg/l.; por el momento no
rapéuticos del fármaco progenitor. está claro si su capacidad antimaniaca guarda relación con
-la clorpromazina y, probablemente, otras fenotiazinas las concentraciones plasmáticas alcanzadas (Van Valkenburg
pueden inhibir moderadamente la degradación metabólica y cols., 1990); no obstante, se recomienda controlar dichos
del ácido valproico, potenciando su efecto. niveles dada la gran variabilidad interindividual requerida en
-la aspirina desplaza al ácido valproico de su unión a la dosificación y debido a la posibilidad de interacciones cuan­
las proteínas plasmáticas y, simultáneamente, altera su me- do se administra asociado a otros medicamentos.

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