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Módulo: Pensamiento Pedagógico

Latinoamericano
Clase 4: Pedagogías nacionalistas
populares: experiencias argentinas

Parte I. El nacionalismo popular. Saúl Alejandro Taborda


“La cultura, que es tradición y revolución, es también comunicación”.

(Saúl Alejandro Taborda)

¡Hola a todos y a todas! Hemos llegado a esta


cuarta clase, anteúltima parada del viaje, que “Conmigo vienen, vienen los
nos ubica en territorio nacional y en el Siglo XX. de atrás (Duro!!// [...] los de
¡Cuánto camino ya hemos recorrido! Hemos atrás vienen conmigo, vienen
notado que muchas de las ideas que los de atrás// yo vengo de
examinamos todavía pueden resultar atrás yo vengo de abajo//
innovadoras y otras, que aceptamos como tengo las uñas sucias porque
naturales, han sido fruto de muchos esfuerzos, yo trabajo// me he pasado
disputas y acuerdos, ¿verdad? Vimos cómo se toda la vida mezclando
fueron configurando los discursos educativos cemento // para mantener a
hegemónicos (¿recuerdan la Clase 1, cuando los gringos contentos”
analizamos las categorías de discurso,
hegemonía, popular, sujeto latinoamericano?), Calle 13, “Los de atrás vienen
también cómo, en la construcción del sujeto conmigo”, 2008
educativo, se incluyeron o excluyeron, total o
parcialmente, determinados rasgos e identidades. Siempre tengamos en cuenta que
hacemos una simplificación y que hay matices y posiciones no solo contradictorias,
sino intermedias.

También examinamos cómo la configuración de una determinada institucionalidad


del sistema escolar (que incluye su administración, gobierno, su relación con el
Estado, su representación del poder, de la política, etcétera) está siempre en relación
con los otros discursos (entendidos, valga la repetición, también como acciones,
como praxis significantes).
Antes de adentrarnos en el
peronismo, veremos las ideas de
un pedagogo que, como otros
que conocimos en el viaje, ha
sido invisibilizado o desconocido
en el verdadero impacto de su
enorme aporte a la educación
latinoamericana: Saúl Alejandro
Taborda (1885-1944). Este
argentino nacido en Córdoba
logró enlazar prácticas
educativas tradicionales con el
pensamiento revolucionario
cultivado al calor de la Reforma
Universitaria de 1918 y signific ó
una auténtica ruptura con las
matrices que guiaban la práctica
educativa de su época. Al
mismo tiempo, nos parece que
podemos pensar las ideas de Taborda en espejo a muchas ideas de las que llamamos
fuentes de la pedagogía oficial de Sarmiento, en la Clase 2, al mismo tiempo que
veremos algunos rasgos del anarquismo, de las ideas de Mariátegui y consideraciones
respecto a la cultura y la comunicación que retomaremos con Freire.

Articular lo cultural y lo político: crítica de la pedagogía oficial


Las ideas de Taborda nos muestran una crítica al pensamiento de Domingo F.
Sarmiento y a la política educativa “oficial” de su tiempo, claramente marcada por
este. Sin embargo, esto no significa que Taborda se monte sobre la
oposición civilización/barbarie para hacer una apología de “la barbarie” ni que
construya un discurso pedagógico para enaltecerla. Nada más erróneo. Lo que nos
interesa recuperar acá es que Taborda desarrolla, a partir de su crítica, una s erie de
ideas pedagógica vinculadas a los proyectos políticos que piensan en el sujeto
“pueblo”, en lo latinoamericano, como veremos. Lo que en la canción de Calle 13 de
la cita son “los de atrás” o “los de abajo”.

¿Y qué rescata Taborda? En primer lugar: las prácticas culturales, en cierto sentido
“tradicionales”, pero no porque creyera que existe una “pureza cultural” en el pasado
que se ha perdido. Sus ideas apuntan a reconectar los elementos que el liberalismo
fundacional había disociado, al separar la escuela, y la ideología, de la vida.
Reconectar entonces las prácticas culturales populares con los procesos pedagógicos;
o, en términos político-culturales, la tradición y la revolución. ¿Y por qué esa
reconexión? Taborda la hace con el propósito de vincular políticamente el
pensamiento y la política con la vida cotidiana, ya que observa que un “extraño
apoliticismo” (Taborda, 1933: 18) domina a la intelectualidad argentina como si
trabajo intelectual pudiera estar divorciado de los problemas de la vida.
El programa de pensamiento de Saúl Taborda tiene como
propósito el desarrollo de una articulación entre la cultura y lo
político.

En tal sentido, sostenía la necesidad de reconocer y poner en


diálogo los diversos espacios en los que nos educamos, tanto
adentro como afuera del sistema escolar: familia, comunidad,
medios de comunicación, culturas populares. Formado e
influenciado por las ideas de la Revolución Rusa -y dotado de gran
honestidad intelectual y valentía para pensar y repensar sus
propias posic iones- fue precursor en lo que podríamos llamar hoy
una pedagogía nacional.

Taborda critica los “ideales” de la pedagogía “oficial” -la pedagogía de Sarmiento, el


normalismo-positivista y el ideario del Centenario que analizamos al comienzo del
recorrido-, porque se centran en ideales de “idoneidad” y una idea de “nacionalismo”,
impuestos por el capitalismo occidental. Estos están al servicio de los intereses
dominantes de la burguesía en cada etapa.

De modo que, al igual que otros referentes que conocimos en el viaje, la crítica de
este pedagogo es que las grandes estrategias educativas adoptadas por las políticas
escolares argentinas, se basan en esos ideales.

Tomemos en cuenta acá lo que dijimos ya en varias oportunidades: el nacionalismo


en las pedagogías oficiales parte de una concepción de la Nación que no incluye a los
sectores populares, los “bárbaros”, ni a los pobres, ni a las mujeres, entre otros. Es
decir, una idea de Nación muy diferente a la que propondrán los movimient os
nacionalistas populares del Siglo XX, en los cuales la Nación alojará a todos los
sujetos antes excluidos y los volverá sujetos de derecho. Si recuerdan el cuadro de
la Clase 1, que comparaba los proyectos pedagógicos triunfantes con los políticos,
veremos esas articulaciones.

Como los sectores dominantes sostienen estas ideas, se ocultan las prácticas
culturales; entre ellas, lo que él llama “el hecho educativo comunal” –que rastrea en
la historia de las comunas argentinas-. Tengan en cuenta entonces esta idea de
lo comunal.

Esos ideales de la pedagogía oficial están fundamentados en


sometimiento a los objetivos del proyecto político hegemónico,
conformado por un meticuloso y también poderoso andamiaje
institucional, así como por la recurrencia de un “discurso del
orden” político educativo.
Educación y política como herramientas de transformación
social
Hemos visto, entonces, que Taborda expone que las contradicciones sociales son la
médula de las sociedades de clases, por lo que todas sus producciones (inclusive la
escolar) se corresponden y reproducen ese estado de cosas. Algunos segurament e
estarán pensando en las teorías reproductivistas europeas pero, por ahora, dejemos
eso a un lado, ¿les parece? Sigamos viajando por nuestro continente: fíjense que
será Paulo Freire quien retoma esta idea de que los vínculos educativos se artic ulan
dentro y fuera del ámbito escolar, siempre en relación con lo político. Otra vez vemos
cómo el modelo de una escuela aislada, de docentes y prácticas escolares ajenos al
“mundo” es cuestionado. ¿Reconocen rasgos de este tipo en sus experiencias
formativas?

Así como vimos en Mariátegui respecto al proyecto económico, para


Taborda la educación aislada de la política no transformará la sociedad. La única
vía que posibilita una transformación social es la construcción
política articulada y con la cual debería imaginarse una educación diferente que
contribuya dialécticamente a esa transformación.

En esta entrevista realizada por el INFD, el Prof. Jorge Huergo esboza una
síntesis del pensamiento de Saúl Taborda y su visión y los espacios educativos:

https://www.youtube.com/watch?v=8xG6qY -9clM

Parte II. El peronismo como pedagogía popular y la


educación
En esta segunda parte de la clase, el viaje nos
retiene en nuestro país, en los años 40. ¿Qué “En la mejor tradición
interrogantes nos genera hoy la pedagogía de republicana (que es la de
la etapa del primer peronismo? Revisemos el Aristóteles, Cicerón,
equipaje, recordemos las categorías y la Hegel), el Estado es
cuestión de los movimientos que se centraron condición para la libertad y
en el sujeto político emergente: el pueblo, los los derechos, y no aquello
sectores trabajadores. que viene a amenazarlos.”

Aún más que otros proyectos político- Eduardo Rinesi


educativos, las complejas implicancias del
peronismo requieren un abordaje que supera las posibilidades de una clase. Sin
embargo, haremos el intento.

Para eso, tengamos en mente la visión de Taborda respecto de los espacios


educativos: articular lo cultural y lo político supone que hay una disputa de poder y
de sentido que se da más allá de la escuela pero la atraviesa, en los discursos
educativos, en los medios de comunicación, los discursos sociales y políticos. Esa
idea sirve para analizar algunos postulados del peronismo, resignifica dos en los
proyectos actuales de corte nacionalistas y populares en varios países de la región.
En el debate acerca de esta pedagogía que interpela al sujeto latinoamericano desde
una perspectiva nacionalista y popular, no perdamos de vista que hubo una lucha de
sentidos e intereses que se dio tanto fuera como dentro de los límites de lo escolar.
Nuestro análisis incorpora el reconocimiento de la dimensión conflictiva que es propia
de lo político, (Mouffe, Ch, 1999:14), como vimos en la primera clase al ana lizar la
cuestión de la hegemonía.

El peronismo también se nutrió de aportes de intelectuales como Arturo Jauretche,


al igual que de otros que provenían de la izquierda nacional, del radicalismo
yrigoyenista y FORJA, como Rodolfo Puiggrós, Hernández Arregui, José María Rosas,
Raúl Scalabrini Ortiz. Se integrarán a este movimiento que sintetiza las banderas de
esos espacios políticos: lograr una sociedad con plena justicia social, una Nación
soberana con independencia económica, integrada en el continente. De Jauretche,
que era también maestro y militante, nos interesa en este caso su convicción de que
la batalla política debe darse en el campo cultural y social, así como también en el
sistema educativo (Oporto, 2006: 67.

Nos interesa indagar del peronismo: ¿a qué tipo de sujeto


interpeló? ¿Qué tipo de sujeto -social y político- pretende formar
ese proyecto? ¿Qué impacto tuvo este pensamiento y las acciones
del peronismo en la configuración de nuevas subjetividades? ¿Qué
papel le asignó el peronismo al Estado y a las categorías de "lo
nacional" y "lo popular" en la educación?

Además, queremos indagar respecto de qué políticas públicas de promoción de la


niñez, del deporte, el arte o la salud impactaron en lo educativo. Desde ya, estas
interpelaciones van más allá de los límites de los programas educativos e, incluso,
de la dimensión histórica de los gobiernos peronistas, como veremos más adelante.
Tenemos que tratar de pensar la educación, tal como vimos en las clases anteriores,
mucho más allá del sistema escolar, para entender la dimensión político-pedagógica
de este proyecto de país.

Recordemos además que el propósito del viaje no es analizar las “pedagogías” o los
hechos educativos de cada período, sino más bien identificar la dimensión
educativa del pensamiento político latinoamericano; en este caso, el
peronismo.
El pueblo como sujeto y el programa
político

En primer lugar, podemos decir que el


peronismo constituyó un programa
político-formativo nacional, popular y en
clave latinoamericana, que expresó y logró
concretar las demandas de diversos
sectores. Se propuso:

 Incorporar, por primera vez y de manera masiva, a los trabajadores y a los


sectores populares ("el pueblo") a un sistema educativo que acompañara
al proyecto productivo nacional.
 A la vez, incorporó a la vida política y al ejercicio de la ciudadanía a las
mujeres, es decir, ¡a la mitad de la población! Asumió de este modo las
banderas de luchas que habían comenzado décadas antes pero que no se
habían concretado.

En consecuencia, el proyecto peronista impactó de manera directa en todos los


hogares y en las configuraciones familiares, el orden social y la concepción de los
roles y de la infancia como sujetos de derechos privilegiado. De esta manera,
logró:

 Interpelar la idea cristiana de caridad y reemplazarla por la de justicia


social;

 Democratizar el acceso a los bienes materiales y simbólicos (trabajo,


vivienda, derechos sociales pero también educación, cultura, recreación).

¿Y el populismo?

Tanto en el plano del lenguaje como en el de la acción política, el peronismo


impactará en todos los espacios de la vida de los sujetos y las instituciones: la
escuela, la fábrica, el sindicato, la familia, el sistema de salud, la calle. Al encarnar
las demandas más diversas de los grupos -que se identifican en esta identidad
común- se constituye en el centro de la trama pedagógica. Lo mismo ocurre con
todos los movimientos populistas de América Latina, como por ejemplo, el de Getúlio
Vargas en Brasil.

Usamos “populismo” en el sentido de Laclau (2005), que explica que la categoría


“populismo” no tiene un contenido específico, sino que es una forma de pensar las
identidades sociales, un modo de articular demandas dispersas, una manera de
construir la acción política."
En otro orden, el peronismo se hará cargo de la conflictividad política implicada en la
discusión de la distribución desigual de la renta, que venían denunciando todas las
pedagogías latinoamericanas críticas como origen de las injusticias y desigualdades
sociales.

La relación político-pedagógica del liderazgo peronista


A la vez, la relación política del líder con su
pueblo es muy particular: configura un vínculo "Ella no significa nada para
pedagógico. En este diálogo, en este mí, y sin sin embargo iré
intercambio entre el conductor del Movimient o tras el misterio de su muerte,
Justicialista y su interlocutor privilegiado, el detrás de sus restos que se
pueblo argentino, Eva Perón jugó un papel pudren lentamente en algún
fundamental. Es “Esa mujer” -según el discurso remoto cementerio."
de sus detractores- “Evita” -en el del pueblo
peronista- quien asume el rol de interpelar a Rodolfo Walsh, “Esa mujer”
este nuevo sujeto político: el pueblo. Es ella
quien lo convoca a organizarse para luchar por sus derechos, quien media la relación
con el líder, quien organiza trayectos formativos y de capacitación para la formación
política, la formación en oficios, la formación y capacitación para el trabajo de esos
sectores históricamente marginados de la vida educativa y cultural. Convoca a las
mujeres, convoca a los trabajadores, desde la unidad popular y en nombre de las
banderas del movimiento: la independencia económica, la justicia social y la
soberanía política.

Respecto al protagonismo político de las mujeres, se puede señalar una


continuidad con el presente:

Entre 2005 y 2007 [durante la presidencia de Néstor Kírchner] se nota el


crecimiento en la participación política de las mujeres en puestos ejecutivos, en
ambas cámaras y en los diversos bloques políticos que las conforman. [...] Estos
espacios logrados se pueden parangonar con la elección de 1951, es decir 50
años antes, en que las mujeres tuvieron la posibilidad de ser elegidas por primera
vez. (Barry, 2011)

Los y las invitamos a visionar el siguiente video sobre la organización


política de la mujer y la reivindicación de sus derechos:

https://www.youtube.com/watch?v=-Vhr0vpU4OA

Esta formidable tarea educadora que se dio en el campo de las comunicaciones, las
fábricas, en las organizaciones sindicales, en las unidades básicas -los espacios que
Taborda llama “de la comunidad”-, se busca modificar el discurso, el currículum y
las prácticas pedagógicas. Se procuró el reconocimiento de los saberes “socialment e
productivos” y colectivos de los trabajadores (Puiggrós, A., 2004:31), las tradiciones
de pedagogías alternativas a las liberales, incluso aquellas despreciadas por esta
tradición por ser deudoras de líneas hispanistas y cristianas. En paralelo, se da un
formidable proceso de ampliación de derechos en la Argentina de los años ‘40.

Pocos lo expresan tan bien como el artista plástico Daniel Santoro


en el siguiente reportaje: "El peronismo nos constituye
culturalmente"

En cuanto a los orígenes, al igual que otros proyectos latinoamericanos de raigambre


popular, el peronismo produjo una síntesis -no exenta de contradicciones- de varias
tradiciones de las que se fue nutriendo y que estaban presentes en la configuración
cultural de los sectores populares:

 el catolicismo nacional, en oposición al proyecto liberal y positivista;


 nacionalistas y populares como el radicalismo de Yrigoyen;
 algunas expresiones del socialismo y del comunismo, e incluso del marxis mo
leninista en sus expresiones políticas más radicalizadas.

¿Cuál era el contexto en esos años 40? En el siguiente video, en


especial en los primeros 10 minutos, se puede apreciar:

http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec
_id=50013

Nuevos escenarios para un nuevo proyecto educativo


La incorporación masiva de inmigrant es
de la Europa empobrecida y en guerra
había contribuido a la emergencia de
nuevos actores a la vida social y política
nacional. A la vez, se modificaron los
rasgos de las configuraciones urbanas y
rurales; el incipiente surgimiento de una
industria que generaba nuevas
demandas y nuevos saberes en la
formación y capacitación de los
trabajadores; las organizaciones de
sindicatos que pugnaban por mejorar sus
condiciones de vida y un sistema
educativo cuyo modelo positivista y enciclopedista liberal, no daba respuestas a los
nuevos desafíos de la época y a la necesidad de incluir a cada vez más argentinos.

Tenemos, entonces, nuevos actores sociales en un nuevo proyecto económico y


político: obreros que deben ser capacitados para los nuevos desarrollos industriales,
mujeres que se incorporan masivamente al mundo del trabajo, impulso de un modelo
de desarrollo con valor agregado a la producción nacional para efectuar intercambios
comerciales con un mundo que estaba mutando hacia un nuevo orden. ¿Y el Estado?
Tendrá un rol central en la planificación e implementación de estas políticas.

Perón entendía las ventajas de la promoción social por medio de la educación.


También tenía en claro la dinámica de la construcción y la comunicación que
funcionan como una verdadera pedagogía política. De modo que comprendía la
necesidad de lo que hoy llamamos "formación permanente" por medio de la cual
se propiciaba la participación popular, así como la democratización de la sociedad.

Estimuló la formación política de los jóvenes y prescribió, mediante el


Decreto 29. 337, la gratuidad de las universidades nacionales (el Decreto, de
1949, puso fin a los aranceles). Esto se reflejó también en la letra de la Constitución
Nacional sancionada en 1949 (Título IV, De la educación y la cultura). Cabe recordar
que esta Constitución fue derogada de manera ilegal por el gobierno dictatorial que
derrocó a Perón a sangre y fuego en 1955, tras el bombardeo a Plaza de Mayo (que
dejó un saldo de cerca de 300 civiles muertos; entre ellos, muchos niños de edad
escolar) y los fusilamientos de José León Suárez y de los generales leales al gobierno
constitucional, rescatados del olvido por la valiente y genial escritura de Rodolf o
Walsh en Operación masacre de 1957.

Formó parte de las diversas estrategias del Gobierno peronista la


incorporación de los sectores populares a todos los niveles educativos, como
explica el propio Perón en el siguiente video:

https://www.youtube.com/watch?v=echyrl13epQ

Producido en 2012 por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de


Educación.

También el peronismo buscó incorporar a los sectores populares a la


educación formal, más accesible en la medida en que mejoraron sus condiciones
laborales y se garantizaron los derechos sociales, y apoyó los espacios de formación
profesional o de oficios no formales, por ejemplo, en organizaciones sindicales,
fábricas, bibliotecas populares.

En materia de comunicación, el peronismo entiende la necesidad


de utilizar los dispositivos tecnológicos de la comunicación (en
sentido amplio), no de manera instrumental sino con sentido
pedagógico, en diálogo con los nuevos sujetos que incorpora e
interpela, fuera y dentro de los límites de la educación formal.
Transformar el espacio público, los edificios públicos, nacionalizar
el transporte (trenes) o las comunicaciones son medidas de un
impacto educativo cultural difícil de evaluar para quienes hemos
naturalizado esas condiciones.

¿O no es educativo transformar las condiciones de vida y


aprendizaje de los sujetos? Las familias de los trabajadores
pueden viajar mediante un transporte público de bajo costo -el
tren- y conocer otros paisajes, otros territorios. Dijimos que los
viajes son educativos: ¿no educa conocer otras formas de vida, de
ser joven o mujer, o niño? Otra forma de apropiarse del territorio,
del espacio… ¿Quiénes eran los “dueños”, hasta ese momento, de
los espacios públicos, edificios, plazas, calles?

¿Qué impacto pedagógico habrá tenido en los sujetos el derecho a


tener vacaciones, conocer el mar o la montaña, o el río?

¿Recuerdan ustedes alguna experiencia educativa no escolar que


los haya marcado en este sentido al viajar para ir a est udiar o a
pasear?

Nuevos cuerpos, nuevos espacios, nuevos derechos


El peronismo dispuso también de otros dispositivos educativos de orden
arquitectónico que comunicaban las políticas de ampliación de derechos educativos,
previsionales, sociales, cívicos, laborales y humanos tales como:

 los Hogares Escuela, la construcción de nuevas escuelas, los Hospitales, el


País de los Niños o Ciudad Infantil –hoy llamada “República de los Niños”-;
 el acceso a la vivienda por medio del crédito, simbolizada en e l modelo del
chalecito californiano de Ciudad Evita;
 los hoteles sindicales, que modifican la geografía, el paisaje y las condiciones
de vida de los ciudadanos hasta entonces excluidos.
 un sistema de salud pública de alta calidad accesible a todos tiene su correlato
escolar en la Dirección de Sanidad Escolar, "que abarcaba los jardines de
infantes, las escuelas elementales, los colegios secundarios y las
universidades". (Puiggrós, 2010: 309);
 una concepción de apropiación de los espacios públicos por medio de la
participación popular: la Plaza de Mayo, considerada la “Plaza del Pueblo”
luego del 17 de octubre del 1945, será, precisamente por eso, el escenario de
la primera represión hacia civiles que mencionamos, en 1955, y re significada
en la última dictadura cívico-militar por las Madres de Plaza de Mayo, como
espacio de resistencia y lucha;
 estrategias en la comunicación pública de las acciones de Gobierno (noticieros
como “Sucesos Argentinos”, gráfica y afiches de los Planes Quinquenales,
discursos públicos y clases);
Todos ellos irán configurando una pedagogía social y política. Junto con
las políticas estatales de promoción de las industrias culturale s
nacionales (cine, música, teatro, bibliotecas, escritura, simultánea a la organización
sindical y normativa de los autores, artistas populares y trabajadores de la cultura
para proteger sus derechos, entre otros) configuran conjuntos textuales
frecuentemente no organizados como currículum o programa.

Hemos insistido a lo largo de todo el viaje en la función de la educación


transformadora de las subjetividades cuando provoca un impacto psíquico en los
sujetos, un impacto liberador.

En este sentido, el peronismo tuvo un fuerte impacto democratizador, formador, en


la dimensión pedagógico-espacial que tuvo este proyecto para las masas populares,
al mejorar en lo concreto todas sus condiciones cotidianas de vida: “Cuando la gente
vive hacinada, cualquier acción que alguien emprenda tiene repercusiones sobre los
demás […] El espacio de las opciones es también limitado.” (Berger, John, 2011:93).

Acceder a una vivienda digna, trabajo, edificios escolares nuevos y equipados, y un


sistema de salud pública y salud escolar preventiva -todo ello plasmado en un sistema
legal y en la Constitución del 49- posibilitaron una transformación pedagógica política
de profundo impacto en toda la comunidad.

Independencia económica, unidad e industrialización: “unidos


o dominados”
Al mismo tiempo, este movimiento que integró
tradiciones nacionalistas con rasgos progresistas (en
el sentido de la ampliación de derechos) entenderá la
necesidad de conformar un modelo polític o
latinoamericano, una invención original, en el
sentido que ya vimos con Simón Rodríguez, de
desarrollo e integración para los pueblos.

Al sostener la necesidad de independencia


económica, se posiciona en el antimperialismo y es
integracionista. Recupera, en ese sentido, la línea
discursiva de defensa de la soberanía nacional de San
Martín, Monteagudo, Rosas, Yrigoyen y otros.

Por eso reconoce la necesidad de conformar un


bloque de naciones iberoamericanas para poder
producir los recursos y negociar en condiciones de
igualdad con los grandes imperios mundiales.

¿Saben de dónde proviene la categoría de “tercera posición”? Justamente


alude a eso: a no importar los modelos, como reclamaban Simón Rodríguez,
Mariátegui, Taborda... Ni en el campo de las ideas ni en el campo de la praxis política
o las instituciones. Rechazan la presión de alinearse con uno de los dos grandes
bloques de poder mundial, ya se tratara del capitalismo o del socialismo. Es así que
surgirá el nombre, algo degradado en la actualidad, de justicialismo: un movimient o
político fundado en la idea de la justicia social y la distribución de la riqueza.

En la educación, esta posición será expresada por el Ministro José Pedro Arizaga al
proponer un programa (1947-1951) que presentaría un equilibrio entre materialis mo
e idealismo.

Es de destacar que la necesidad de superar el límite de una construcción


hispanoamericana, integrando a Brasil, y comenzar a hablar de Iberoamérica ya está
presente en las ideas que Perón expresaba en la década del ‘50, tal como se refleja
en el Discurso que pronunciara en la Escuela Nacional de Guerra (del 11/9/53); allí,
cuando anticipa que, en función de las necesidades del desarrollo de la industria de
energía y alimentos, las características de escasa población de América Latina, entre
otras, las posibilidades de crecimiento para esta región se fundan en la unidad y la
integración económica: “Pienso yo que el año 2000 nos va a sorprender unidos o
dominados”. (Oporto, 2011:401).

Seguramente han escuchado esa frase más de una vez. Pensemos cuántos años y
luchas pasaron para que se pudieran conformar organismos de integración
regionales, como el Mercosur o la Unasur, y entenderemos cabalmente las
dificultades que han tenido que atravesar los pueblos latinoamericanos.

Jóvenes, educación y trabajo


Otro rasgo para entender cómo se construye la identidad peronista se visualiza en la
categoría del trabajo como el gran organizador social. Hacia mediados del siglo,
en el proceso de industrialización y sustitución de importaciones, la cultura política
generada por el peronismo colocó al trabajo en un nuevo lugar, articulándolo al plano
de la ética, la justicia y la política.

El trabajo se consolidó como un espac io central de construcción de identidad. Surgen


el ser “ypefiano” en la Patagonia o el ser “ferroviario”, de la “familia ferroviaria”
(Puiggrós, A. y Rodríguez, L. 2009:17)

Probablemente alguno de ustedes provenga de -o conozca a- alguna familia


“ferroviaria”, ¿verdad? En los años ‘40, la inserción en el mundo del trabajo estaba
casi asegurada para los jóvenes y la aspiración para ingresar a la Educación Media
se iría convirtiendo en un horizonte posible para los sectores medios que irán
surgiendo al calor de las políticas de industrialización y distribución de la riqueza del
peronismo. De modo que la figura centralizadora, tanto en el orden simbólic o
como en el material, es el trabajador. Esta nueva identidad (e identificación) para
los sectores medios y bajos está tan presente que forma parte de la Marcha
Peronista; es el título con el cual se autodenomina el propio líder: “prime r
trabajador” y la figura casi excluyente de los libros de texto escolares, la gráfica
de propaganda política de los planes de gobierno, entre otros.
¿Pero cuál será entonces la propuesta pedagógica que acompañe, fortalezca y dé
sustento a este proyecto fundado en tres pilares que terminaron por configurar las
consignas centrales: soberanía política, independencia económica y justicia social?

Los únicos privilegiados: las consideraciones acerca de la


infancia
En cuanto al campo pedagógico, especialistas como Sandra Carli enfatizan las
tensiones que lo atravesaban en los años ‘40: por un lado, entre quienes sostenían
posturas en defensa de la “educación social” (como los socialistas de Palacios) y, por
otro, quienes reivindicaban los derechos y la autonomía del niño (los comunistas de
Rodolfo Ghioldi). La hegemonía de la educación pública habilita que estas tensiones
y debates se den hacia el interior del propio sistema, entre el escolanovismo y el
denominado nacionalismo católico, principalmente.

Al mismo tiempo, la “cuestión nacional” (en la doctrina peronista, la Nación es una


organización que incluye al pueblo) agudizaba la tensión entre quienes adscribían a
la hegemonía liberal (y habían apoyado electoralmente a la Unión Democrática) y
quienes proponían un proyecto vinculado a un nuevo modelo de desarrollo nacional
que, al basarse en la industrialización –y no en el modelo agro-exportador-, requería
la incorporación masiva de trabajadores al sistema educativo. En consecuencia, era
necesaria la formación para el trabajo y la adquisición de nuevos saberes
científico-tecnológicos.

A su vez, integrará a sectores del nacionalismo católic o con su rechazo hacia la


tradición laica del normalismo argentino, a la vez que una promoción de mayor
autoridad por parte de los docentes.

En ¿Qué pasó en la educación argentina?, Adriana Puiggrós observa que el triunfo


electoral del peronismo hizo que “(…) toda la gente que había votado por la Unión
Democrática temió por la educación aunque por motivos diversos. ¿Temió? Sí. ¿Pero
por qué temor? La oligarquía y la clase alta tenían miedo que los “cabecitas negras”,
como los desarrapados de los que hablaba Simón Rodríguez o los bárbaros de
Sarmiento- invadieran “las limpias aulas de las escuelas, como antes había temblado
ante los inmigrantes y los anarquistas de principios de siglo.” Fíjense la terminología
que emplea la autora: “Las limpias aulas de las escuelas”. ¿A qué “limpieza” aludirá?

No solo en el campo educativo sino en el conjunto de sus políticas,


el peronismo impulsó la promoción de la infancia como pilar de la
dignificación social y la construcción de ciudadanía, en la
consideración del niño como sujeto de derechos y, para ello,
sostuvo la impronta de los valores morales que darían unidad en
la acción y que se sintetizaron en la difundida consigna de “los
únicos privilegiados son los niños”, tomada probablemente de un
discurso que pronunciara Eva Perón al inaugurar los Torneos.
Para finalizar
Cuesta analizar el alcance de la pedagogía peronista si no somos capaces de hacer
un poco a un lado nuestros prejuicios, y observamos el más allá de los límites del
campo escolar y sus sistemas de gestión, administración y producción de contenidos
curriculares y textos. Como en todos los casos, el modelo institucional impulsado (de
escuela, de familia, de democracia, de sociedad) debe ser contextualizado: “El
sentido del peronismo se vincula […] con la transformación económica, social, cultural
[que incluye la dimensión educativa] y política que las grandes mayorías argentinas
experimentaron en aquellos años”. (Grimson, 2012, 179)

Lo central de su impacto es la ampliación de derechos y la construcció n de nuevos


sujetos políticos: el pueblo, los trabajadores, la niñez, la mujer. Las políticas que
habilitaron el acceso de estos a una educación orientada al desarrollo nacional, la
innovación productiva e industrial y la promoción social de los sectores populares y
medios -como la gratuidad universitaria- la inversión en infraestructura escolar y
salud pública; la creación de la Universidad Obrera y las escuelas técnicas.

La creación de hogares escuelas, la sistematización y promoción del deporte infantil


y juvenil, entre otros, fueron algunas de las estrategias para garantizar esos derechos

El derrocamiento de Perón en el 1955, la brutal represión y persecución política sobre


la población y la proscripción durante casi 20 años del movimiento, postergó por
décadas la construcción -incluso en los fugaces breves momentos de gobiernos
civiles- de una verdadera sociedad democrática conformada por ciudadanos plenos
de derechos. Sin embargo, las huellas de los derechos alcanzados y los logros
permanecieron vivos en la memoria que nos constituye como sujetos; no lograron
erradicar la vigencia de muchas de estas transformaciones.

¡Hasta la próxima clase!

BIBLIOGRAFÍA

Bibliografía obligatoria

 Huergo, Jorge, entrevista realizada por el iNFD, síntesis del pensamiento de


Saúl Taborda y su visión y los espacios educativos. Recuperado
de: https://www.youtube.com/watch?v=8xG6qY-9clM

Bibliografía complementaria

 Barry, Carolina, “Eva Perón y la organización política de las mujeres”.


Recuperado de: http://goo.gl/YxiqB3, consultado febrero 2015.
 Barry, Carolina, “Peronismo y matrimonios gobernantes”. Recuperado
de: http://www.ilaran.ru/pdf/2011/Iberoamerica/IbA_2011_1/Barry.p df ,
consultado febrero 2015.
 Berger, John, Con la esperanza entre los dientes, Buenos Aires, Alfaguara, 2011.
 Casali, Carlos, La filosofía biopolítica de Saúl Taborda,colección Humanidades y
Artes de la Serie Filosofía de Ediciones UNLa, 2012.
 Dussel, Inés y Pineau, Pablo, “De cuando la clase obrera entró al paraíso. La
educación técnica estatal en el primer peronismo”, en Puiggrós, Adriana
(Dirección), Carli, Sandra (Coordinación tomo VI) et al, Historia de la Educación
en la Argentina VI, Discursos pedagógicos e imaginario social en el peronismo
(1945-1955), Galerna, Buenos Aires, 1995.
Recuperado de: http://goo.gl/gRMwJr, consultado febrero 2015.
 Grimson, Alejandro, Mitomanías argentinas, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
Recuperado de: https://es.scribd.com/doc/240576837/Mitomanias -
Argentinas-Alejandro-Grimson-pdf, ver más
en http://www.mitomanias.com.ar, Pp. 171 y ss., consultados febrero 2015.
 Huergo, Jorge (2005), Hacia una genealogía de Comunicación/Educación, La
Plata, Ediciones de Periodismo y Comunicación.
 Grinszpun, Marcela; Cabello, Emilio; Seid Gonzalo y Tellería Florencia,
“Reflexiones sobre Peronismo y Pedagogía”,
en http://catedradepedagogia.blogspot.com.ar/2010/12/reflexiones -sobre -
peronismo-y-pedagogia.ht ml)
 Laclau, Ernesto, La razón populista, FCE, Buenos Aires, 2005.
 Mouffe, Chantal, El retorno de lo político, Paidos, Bs. As., 1999.
 Oporto, Mario, De Moreno a Perón, Planeta, Bs. As., 2011, 424 pp.
 Puiggrós, Adriana y Gagliano, Rafael (Dir), et al, La fábrica del conocimiento,
Homo Sapiens, Buenos Aires, 2004.
 Puiggrós, A., (dirección) Bernetti J.L., Peronismo: Cultura política y Educación
(1943-1952) Tomo V de la Historia de la Educación Argentina, Galerna, 1993.
 Puiggrós, Adriana, La tremenda sugestión de pensar que no es posible, Galerna,
Buenos Aires, 2010.
 Rogovsky, Cintia, Reseña de Casali, Carlos, La filosofía política de Saúl Taborda,
Op.cit, en Revista anales de la educación común, publicación de la Direcc ión
General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Cendie, Tercer
Siglo, Año 3ro de la etapa digital. Recuperado
de: http://revistaanales.abc.gov.ar/?p=4100, consultado febrero, 2015.
 Roitenburd, Silvia N. (1998), “Saúl Taborda: la tradición entre la memoria y el
cambio”, en Rev. Estudios, Nº 9, Córdoba, Centro de Estudios Avanzados
(Universidad Nacional de Córdoba), julio 1997-junio 1998.
 Santoro, Daniel, entrevista "El peronismo nos constituye
culturalmente",8/12/12 Recuperado de:
http://tiempo.infonews.com/nota/19353/el-peronismo-nos-constituye-
culturalmente
 Taborda, Saúl (1933), La crisis espiritual y el ideario argentino, Santa Fe,
Instituto Social de la Universidad Nacional del Litoral.
 Taborda, Saúl (1936), “Comuna y federalismo”, en Revista Facundo, Año II, Nº
4, mayo de 1936.
 Taborda, Saúl (1951), Investigaciones pedagógicas, 2 vols., Córdoba, Ateneo
Filosófico de Córdoba.
Material complementario:

 Video La reforma universitaria de 1918. Los sectores medios y la reforma de


educación superior a principios del siglo XX. 1:25 minutos de duración, portal
Educ.ar, (consultado agosto 2012.)

Todas las imágenes utilizadas fueron tomadas de https://www.flickr.com/ bajo


licencia

ACTIVIDADES

Actividad colaborativa

Los invitamos a participar del muro colectivo “Experiencias educativas”


para que podamos apropiarnos de las ideas y conceptos que hemos visto
en la clase 4, de modo de también ir preparando los Trabajos
Integradores Finales. Para esto, cada tutor creará un muro colectivo (o
“muro padlet”) que estará conformado por grupos de diez docentes cada
uno (el armado de cada grupo lo realizará cada tutor).

La propuesta es escribir y subir al muro un breve texto (de


aproximadamente 2000 caracteres de extensión) a part ir del siguiente
disparador:

 ¿Qué concepto o idea de la clase te pareció más significativo y por


qué? ¿Te sirve ese concepto u otra idea de la clase para repensar
alguna de las experiencias educativas que mencionaste en las
actividades anteriores?

Leer la bibliografía obligatoria de la clase.

Completar el diario de viaje.


Cómo citar este texto:

Área de Derechos Humanos y Pedagogía de la Memoria, INFD (2015). Pensamient o


Pedagógico Latinoamericano: Clase 04: Pedagogías nacionalista s
populares: experiencias argentinas. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la
Nación.

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