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EL BURRO Y LOS LIBROS

Un día, un Burro pastaba por el prado, hasta que se encontró los libros
del pequeño Jonás, que era un descuidado niño, y solía perder sus
útiles. El Burro se dijo: "Si yo me comiera estos libros, aprendería
muchas cosas sin demasiado esfuerzo, y llegaría a ser un sabio de fama
mundial." Y dejando la hierba, se puso a masticar vorazmente los libros,
hasta acabar con todos ellos. Desde aquél instante el Burro se sintió
muy sabio en extremo, y orgulloso de la ciencia que creía poseer, fue a
ver a sus compañeros, a quienes anunció que venía a darles sabias
lecciones. Los Burros lo rodearon admirados esperando con atención
las enseñanzas de su amigo Burro, pero éste, permaneció largo rato
con la boca abierta, no sabía que decir, hasta que por fin, lanzó un
rebuzno feroz. Los demás Asnos al oírlo, rebuznaron a su vez en coro
burlándose del orgulloso Burro, al que echaron de su compañía,
mandándolo a vivir en los campos desolados como castigo.

MORALEJA
Lo que la naturaleza nos da, salamanca no presta.
AUMENTATIVOS

1. Cuchillo - Cuchillote
2. Diablo - Diablazo
3. Cabeza - Cabezazo
4. Mesa - Mesota
5. Botella - Botellazo
6. Gol - Golazo
7. Banco - Bancote
8. Coche - Cochezote
9. Palto - Platón
10. Ventana - Ventanota
11. Árbol - Arbolote
12. Casa - casota
13. Ric - Ricachon
14. Fruta - Frutota
15. Niña - Niñota
16. Nube - Nubarrón
17. Camisa - Camisetota
18. Palabra - Palabrota
19. Sombreo - Sombrerote
20. Voz – Vozarrón
DIMINUTIVOS

1. mensaje - mensajecito
2. ratón - ratoncito
3. nube - nubecita
4. traje - trajecito
5. coche - cochecito
6. mujer - mujercita
7. sol - solcito - Solecito
8. hombre - hombrecillo
9. genio - geniecillo
10. pie - piecito
11. pez - pececito
12. corazón - corazoncito
13. luz - lucecita
14. red - redecilla
15. taza – tacita
16. casa – casita
17. camisa – camisita
18. beso – besito
19. mesa – mesita
20. manso – mansito
21.
POEMA A LA PATRIA

Ante el recuerdo bendito


de aquella noche sagrada
en que la patria aherrojada
rompió al fin su esclavitud;
ante la dulce memoria
de aquella hora y de aquel día,
yo siento que en el alma mía
canta algo como un laúd.

Yo siento que brota en flores


el huerto de mi ternura,
que tiembla entre su espesura
la estrofa de una canción;
y al sonoroso y ardiente
murmurar de cada nota,
siendo algo grande que brota
dentro de mi corazón.

¡Bendita noche de gloria


que así mi espíritu agitas,
bendita entre benditas
noche de la libertad!
Hora del triunfo en que el pueblo
vio al fin en su omnipotencia,
al sol de la independencia
rompiendo la oscuridad.

Yo te amo… y al acercarme
ante este altar de victoria
donde la patria y la historia
contemplan nuestro placer,
yo vengo a unir al tributo
que en darte el pueblo se afana
mi canto de mexicana,
mi corazón de mujer.

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