Está en la página 1de 63

DEONTOLOGÍA

JURÍDICA

1
1- PRELIMINARES ÉTICOS A LA DEONTOLOGÍA

A- ÉTICA

Segúú n Aristóú teles, del griegó eú thós cóstúmbre, la eú tica es úna rama de la filósófíúa cúyó
óbjetó de estúdió es la móral. Si pór móral hay qúe entender el cónjúntó de nórmas ó
cóstúmbres (móres) qúe rigen la cóndúcta de úna persóna para qúe púeda cónsiderarse
búena, la eú tica es la reflexióú n raciónal sóbre qúeú se entiende pór cóndúcta búena y en qúeú
se fúndamentan lós denóminadós júiciós mórales. Las mórales, púestó qúe fórman parte de
la vida húmana cóncreta y tienen sú fúndamentó en las cóstúmbres, són múchas y variadas
(la cristiana, la músúlmana, la móral de lós indiós hópi, etc.) y se aceptan tal cómó són,
mientras qúe la eú tica, qúe se apóya en ún anaú lisis raciónal de la cóndúcta móral, tiende a
cierta úniversalidad de cónceptós y principiós y, aúnqúe admita diversidad de sistemas
eú ticós, ó maneras cóncretas de reflexiónar sóbre la móral, exige sú fúndamentacióú n y
admite sú críútica, igúal cómó han de fúndamentarse y púeden criticarse las ópiniónes. En
resúmen, la eú tica es a la móral ló qúe la teóríúa es a la praú ctica; la móral es ún tipó de
cóndúcta, la eú tica es úna reflexióú n filósóú fica, asíú pór ejempló A. Saú nchez Vaú zqúez escribe:

«De la misma manera qúe, estandó estrechamente vincúladós, nó se identifican lós


próblemas teóú ricós mórales cón lós próblemas praú cticós, tampócó púeden cónfúndirse la
eú tica y la móral. La eú tica nó crea la móral. Aúnqúe es ciertó qúe tóda móral efectiva súpóne
ciertós principiós, nórmas ó reglas de cóndúcta, nó es la eú tica la qúe, en úna
cómúnidad dada, establece esós principiós y nórmas. La eú tica se encúentra cón úna
experiencia históú ricó-sócial en el terrenó de la móral, ó sea, cón úna serie de mórales
efectivas ya dadas, y partiendó de ellas trata de establecer la esencia de la móral, sú
órigen, las cóndiciónes óbjetivas y súbjetivas del actó móral, las fúentes de la valóracióú n
móral, la natúraleza y fúncióú n de lós júiciós mórales, lós criteriós de jústificacióú n de
dichós júiciós, y el principió de qúe rige el cambió y súcesióú n de diferentes sistemas
mórales.
La eú tica es la teóríúa ó ciencia del cómpórtamientó móral de lós hómbres en
sóciedad. O sea, es ciencia de úna fórma especíúfica de cóndúcta húmana.»1

Tantó la móral cómó la eú tica, teú rminós qúe en la praú ctica súelen identificarse, tienen úna
fúncióú n praú ctica: se refieren, aúnqúe nó exclúsivamente, a sitúaciónes cónflictivas de la
vida de las persónas. Desde el púntó de vista de la móral, hay qúe tómar úna decisióú n
praú ctica; desde el púntó de vista de la eú tica, ha de fórmarse la cónciencia en el haú bitó de
saber decidir móralmente. En ambós casós, se trata de úna tarea de fúndamentacióú n móral.

Esta fúndamentacióú n púede entenderse de dós maneras: cómó metaeú tica ó cómó eú tica
nórmativa. La primera búsca entender cúaú l es la natúraleza de la eú tica en el planó del
anaú lisis de lós cónceptós, y trata de cúestiónes cómó «¿qúeú se entiende pór móral?», «¿qúeú
es búenó?», etc., mientras qúe la segúnda se ócúpa de la jústificacióú n de las nórmas,
criteriós y valóres mórales y de la fúndamentacióú n de lós júiciós mórales, y trata de
1
A. Sánchez Vázquez, Ética, Crítica, Barcelona 1979, 2ª ed., p. 24-25.

2
enúnciadós cómó «es preferible súfrir la injústicia qúe cómeterla», «óbra sóú ló segúú n
aqúella maú xima qúe púedas qúerer qúe se cónvierta, al mismó tiempó, en ley úniversal».
Hay diversas clases de metaeú tica, asíú cómó hay diversós tipós de eú ticas nórmativas,
nórmalmente llamadós sistemas eú ticós ó mórales, y, pór súpúestó, la metaeú tica y la eú tica
nórmativa nó se exclúyen mútúamente, sinó qúe aqúeú lla es la antesala de eú sta.

Cómó qúe la eú tica se interpreta cómó la parte de la filósófíúa qúe estúdia la cóndúcta
húmana en cúantó la llamamós búena, la primera cúestióú n metaeú tica es definir qúeú se
entiende pór actó móralmente búenó. Las teóríúas metaeú ticas qúe intentan respónder a esta
cúestióú n se dividen en teorías no cognitivas, si afirman qúe nó es pósible demóstrar la
bóndad móral pór mediós raciónales, y teorías cognitivas, si afirman qúe estó es pósible.
Las teóríúas nó cógnitivas se dividen, a sú vez, en EMOTIVISMO y PRESCRIPTIVISMO, y las
cógnitivas en INTUICIONISMO y DESCRIPTIVISMO.

G. E. Móóre es ún búen ejempló de ló qúe representa úna teóríúa metaeú tica. En Principia
Ethica (1903), sóstiene qúe el cónceptó de búenó, próblema central de la eú tica, es
indefinible, y qúe saber qúeú es búenó sóú ló es pósible mediante úna intúicióú n. Pretender
analizarló, descómpónieú ndóló en própiedades ó caracteríústicas, es cónfúndirló cón ún
óbjetó de la natúraleza y cómeter la falacia natúralista; Móóre apúnta:

«Pór tantó, «búenó», si pór elló qúeremós decir aqúella cúalidad qúe afirmamós qúe
pertenece a úna cósa cúandó decimós qúe eú sta es búena, es incapaz de definicióú n en
el sentidó maú s impórtante del teú rminó. El sentidó maú s impórtante de «definicióú n» es
el sentidó en el qúe úna definicióú n enúncia cúaú les són las partes qúe invariablemente
cómpónen ún ciertó tódó; y en este sentidó «búenó» carece de definicióú n pórqúe es
simple y carece de partes. Es únó de esós innúmerables óbjetós del pensamientó
qúe són incapaces de definicióú n, pórqúe són lós teú rminós úú ltimós, pór referencia a
lós cúales debe definirse tódó ló qúe sea capaz de definicióú n. Qúe deba haber ún núú meró
indefinidó de tales teú rminós es óbvió tras úna reflexióú n. Púes nó pódemós definir
nada exceptó pór medió de ún anaú lisis qúe, llevadó tan lejós cómó púeda llevarse, nós
referiraú a algó qúe es simplemente diferente de cúalqúier ótra cósa, y qúe pór esta
diferencia úú ltima explica la pecúliaridad del tódó qúe estamós definiendó: ya qúe ún tódó
cóntiene tambieú n partes qúe són cómúnes a ótrós tódós. Nó hay, pór cónsigúiente,
ningúna dificúltad intríúnseca en la afirmacióú n de qúe «búenó» denóta úna cúalidad
simple e indefinible. Hay ótrós múchós ejemplós de tales cúalidades.» 2

Es la póstúra del INTUICIONISMO eú ticó qúe, cóntra el natúralismó eú ticó afirma qúe las
verdades mórales -pór ló menós algúnas- són cónócidas pór intúicióú n y qúe pór intúicióú n
sabemós qúe ún actó húmanó es ún actó móral.

El intúiciónismó es rechazadó pór la teóríúa EMOTIVISTA. Para Alfred J. Ayer, el maú s radical
de lós emótivistas, sóstener qúe algó es búenó, ó afirmar ún enúnciadó móral, carece de
tódó valór cógnóscitivó y descriptivó, pórqúe ún enúnciadó de este geú neró nó púede ser ni
verdaderó ni falsó, dadó qúe se trata de pseúdóenúnciadós y cón ellós sóú ló se expresan lós
gústós mórales persónales y hasta el intentó de dar úna órden; en palabras de Ayer:

2
G E. Moore, Principia Ethica, Cambridge University Press, Londres 1903, 9-10 (citado por W.D. Hudson, La filosofía moral
contemporánea, Alianza, Madrid 1974, p. 75).

3
«Al admitir qúe lós cónceptós eú ticós nórmativós són irredúctibles a cónceptós
empíúricós, parece qúe dejaú ramós el caminó libre a la cóncepcióú n «absólútista» de la
eú tica, ó sea la cóncepcióú n de qúe lós enúnciadós de valór nó estaú n cóntróladós pór la
óbservacióú n, cómó ló estaú n las própósiciónes empíúricas órdinarias, sinó úú nicamente
pór úna misteriósa intúicióú n intelectúal». [...] Cómenzamós pór admitir qúe lós
cónceptós eú ticós fúndamentales nó són analizables, ya qúe nó existe ningúú n criterió
mediante el cúal se púeda póner a prúeba la validez de lós júiciós en qúe aqúeú llós figúran.
Hasta este púntó estamós de acúerdó cón lós absólútistas. Peró, a diferencia de lós
absólútistas, nósótrós pódemós dar úna explicacióú n de este hechó qúe cóncierne a lós
cónceptós eú ticós. Decimós qúe la razóú n pór la cúal nó són analizables es qúe són merós
pseúdó-cónceptós. La presencia de ún síúmbóló eú ticó en úna própósicióú n nó agrega nada a
sú cóntenidó faú cticó. Pór ló tantó, si yó digó a algúien «ústed ha óbradó mal al róbar ese
dineró», nó afirmó maú s de ló qúe habríúa afirmadó diciendó sencillamente: «Usted róbóú
ese dineró». Al agregar qúe esa accióú n es mala nó hagó ningúna núeva asercióú n a sú
respectó; manifiestó, simplemente, mi desapróbacióú n móral pór ella. Es cómó si yó
húbiera dichó «Usted róbóú ese dineró», cón ún particúlar tónó de hórrór, ó ló húbiera
escritó agregaú ndóle algúú n signó de exclamacióú n especial. El tónó, ó el signó de
exclamacióú n, nó agrega nada al sentidó literal de la sentencia. Sirve tan sóú ló para
móstrar la presencia de ciertós sentimientós en qúien la exprese. [...]

Vale la pena hacer nótar qúe lós teú rminós eú ticós nó sirven sóú ló para expresar
sentimientós; tambieú n estaú n destinadós a súscitar sentimientós e incitar asíú a la
accióú n. En realidad algúnós de ellós se emplean en fórma tal cómó para dar a la
sentencia en la qúe se encúentran el efectó de úna órden. Asíú, pór ejempló la
sentencia «Es tú deber decir la verdad» púede cónsiderarse ya cómó la expresióú n de
cierta súerte de sentimientó eú ticó sóbre la veracidad, ya cómó la expresióú n de la órden
«Di la verdad». La sentencia «Deberíúas decir la verdad» tambieú n inclúye la órden «Di
la verdad», peró aqúíú el tónó de la órden es menós enfaú ticó. En la sentencia «Es búenó
decir la verdad» la órden se ha transfórmadó en pócó maú s qúe úna súgerencia. Y asíú el
significadó de la palabra «búenó», en sú úsó eú ticó, difiere de la palabra «deber» (dúty) ó
la palabra «deberíúas» (óúght).»3

El filóú sófó americanó, Charles L. Stevensón (1908-1978), desarrólla, en EÉ tica y lengúaje


(1945), partiendó de las ideas sóbre el significadó de C.K. Odgen e I.A. Richards (1923), la
teóríúa sóú ló afirmada pór Ayer. En lós enúnciadós eú ticós púede distingúirse ún cóntenidó
descriptivó y ún cóntenidó imperativó indefinidó; eú ste es el própiamente móral. Asíú, en
«estó es búenó», hay úna descripcióú n y la súgerencia a qúe ótró mantenga la misma actitúd
qúe únó tiene a sú respectó («yó ló aprúebó y túú deberíúas tambieú n apróbarló«). A
diferencia de Ayer, sóstiene qúe el meú tódó cientíúficó ó empíúricó de verificacióú n nó es el
adecúadó para la eú tica.

El PRESCRIPTIVISMO es ótra de las metateóríúas nó cógnitivas sóbre la eú tica, segúú n la cúal


lós enúnciadós eú ticós expresan prescripciónes ó mandatós, peró de tal íúndóle qúe en el
fóndó permiten adóptar criteriós de discúsióú n sóbre las argúmentaciónes mórales (cón ló
qúe, en este aspectó, esta teóríúa sóbre «qúeú es búenó ó móral» deja de ser meramente nó
cógnitiva). Sú principal representante es Richard M. Hare. Sú púntó de vista es qúe ló móral
es aqúelló qúe se presenta cómó ún «mandató úniversalizable», estó es, ún enúnciadó eú ticó
3
Alfred J. Ayer, Lenguaje, verdad y lógica, Eudeba, Buenos Aires 1971, 2ª ed., p. 130-132.

4
es ún júició prescriptivó, qúe púede ser ún imperativó, úna nórma ó ún júició de valór, ó
valóracióú n. Un imperativó se impóne a úna persóna, pórqúe eú sta admite nórmas, y eú stas
debe admitirlas pórqúe participa de la cómúú n aceptacióú n de únós valóres en lós qúe
sócialmente se halla inmersó. «Nó mataraú s» es ún imperativó; si se pregúnta «¿pór qúeú ?»,
se respónde qúe «hay qúe respetar la vida de lós demaú s (a menós qúe pónga en peligró la
própia)», nórma eú tica, a la qúe, si se pregúnta «¿pór qúeú hay qúe respetar la vida de lós
demaú s?», púede respónderse: pórqúe la vida húmana se cónsidera ún valór súpremó. Al
decir «nó mataraú s», se expresa tambieú n la adhesióú n persónal a ún principió qúe expresa ún
valór úniversal y, pór ló mismó, qúien hace ún júició móral qúe próhíúbe ó prescribe úna
accióú n determinada, afirma tambieú n qúe la prescribe y próhíúbe para cúalqúier ócasióú n,
persóna ó sitúacióú n.

El prescriptivismó ha sidó criticadó desde el DESCRIPTIVISMO, teóríúa metaeú tica cúyós


principales representantes són G.J. Warnóck, Philippa Fóót y Peter Geach. Warnóck
sóstiene qúe ló móral nó se identifica fórzósamente ni cón ló prescriptivó ni cón ló
úniversal, sinó qúe es simplemente ló regúladó cón nórmas pór ser algó qúe se cónsidera
vitalmente impórtante, ó fúente de cónflictós internós ó caúsa de cónflictós externós,
mientras qúe Ph. Fóót y P. Geach presentan cóntraejemplós a la tesis prescriptivista segúú n
la cúal, para qúe ún enúnciadó sea móral, ha de ser óbligadamente prescriptivó ó
valórativó. Segúú n Ph. Fóót, hay palabras valórativas, cómó «gróseró» y «valiente» qúe se
aplican cón criteriós faú cticós, y, segúú n P. Geach, lós criteriós pór lós qúe algó se llama
«búenó» dependen de cúalidades natúrales, eqúiparandó enúnciadós cómó «ún búen relój»
y «ún búen hómbre».

La ÉTICA NORMATIVA, pór sú parte, es ún cónjúntó de cóncepciónes diversas qúe se


articúlan en tórnó a principiós y meú tódós en qúe se fúnda la vida móral. Se distingúen
baú sicamente en eú ticas teleólóú gicas y eú ticas DEONTOLÓGICAS. Las primeras, tambieú n
llamadas eú ticas cónsecúencialistas, se estrúctúran en tórnó a fines ó en tórnó a la
cónsideracióú n de las cónsecúencias de las acciónes; las segúndas, en tórnó a la
cónsideracióú n del principió del deber. Ejempló claró de eú tica deóntólóú gica es la móral
fórmal de Kant; de eú tica teleólóú gica ló es el eúdemónismó de Aristóú teles.

La eú tica griega de órientacióú n teleólóú gica cómienza cón Sóú crates, fúndadór de la
investigacióú n eú tica pór medió del diaú lógó y la búú sqúeda de definiciónes y qúien, cón sú
«arte de partear» saca a la lúz lós cónceptós fúndamentales de la eú tica, peró alcanza sú
púntó aú lgidó cón la eú tica de Aristóú teles. La felicidad, eúdaimóníúa, es el fin de la vida, y nó
púede cónsistir maú s qúe en úna actividad del alma, pór ló qúe la felicidad perfecta ha de
cónsistir en la actividad «maú s excelente»: la vida de la mente (ver textó y ver cita). De ahíú
qúe la eú tica griega -la de Sóú crates, Platóú n y Aristóú teles, fúndamentalmente- sea úna móral
de virtúdes (eú ticas y dianóeú ticas).

La ética kantiana es el modelo de las teorías deontológicas. Se estrúctúra en tórnó al


principió de actúar cónfórme al deber, qúe la cónciencia húmana -la razóú n praú ctica- se
impóne a síú misma mediante el imperativó categóú ricó:

«óbra sóú ló segúú n aqúella maú xima qúe púedas qúerer qúe se cónvierta, al mismó
tiempó, en ley úniversal».

5
Kant sóstiene qúe eú sta es la úú nica eú tica raciónal digna del ser húmanó, qúe nó prescribe
nada cóncretó, nada material pór tantó, y qúe sóú ló impóne ún mótivó fórmal a la vólúntad,
vaú lidó para tódó hómbre y para cúalqúier ócasióú n (úniversal y necesarió): nó hay intereses
ni egóíúsmós, sinó sóú ló la búena vólúntad de actúar de acúerdó cón el deber; kant afirma:

«Ni en el múndó ni, en general, fúera de eú l es pósible pensar nada qúe púeda ser
cónsideradó búenó sin restriccióú n exceptó úna búena vólúntad.»4

A esta eú tica llama Kant «fórmal» y «aútóú nóma», mientras qúe cónsidera qúe las restantes
són «materiales» y «heteróú nómas», pór cúantó en ellas la vólúntad húmana se determina a
óbrar pór mótivós praú cticós. La eú tica kantiana dignifica la vólúntad y la persóna húmana,
peró históú ricamente se la cónsidera rigórista, vacíúa de lós valóres pór lós qúe actúú an las
persónas y nó apta para fúndar ún cómpórtamientó móral qúe tenga en cúenta seres nó
húmanós.

El útilitarismó, ópónieú ndóse al caraú cter fórmal y rigórista de la eú tica kantiana, se


sistematiza en tórnó a la finalidad de las acciónes húmanas y la valóracióú n de sús
cónsecúencias. Es, pór tantó, úna eú tica finalista ó cónsecúencialista. La finalidad la define
cómó útilidad, y eú sta, cómó «el mayór bien para el mayór núú meró pósible de persónas»,
para ló qúe es necesarió, mediante el caú lcúló útilitarista valórar la cantidad de placer y de
dólór, de felicidad e infelicidad, de satisfaccióú n e insatisfaccióú n. El úú nicó criterió raciónal de
qúe dispónemós para apreciar la móralidad de ún actó es la cónsideracióú n de las
cónsecúencias qúe se derivan de eú l para la felicidad húmana.

En la primera maximizacióú n del bien, segúú n Bentham, se cónsidera sóú ló la cantidad del
bienestar cómó criterió de móralidad. Cón J. Stúart Mill se intródúce la distincióú n entre
cantidad y cúalidad de bienestar y se afirma qúe sóú ló el individúó es plenamente
respónsable de lós criteriós qúe útiliza. Finalmente, ya en plenó sigló XX, cón el llamadó
«útilitarismó de las preferencias», se intródúcen en la cónsideracióú n del caú lcúló del
bienestar las preferencias de tódós lós implicadós en la decisióú n.

En eú pócas recientes, la teóríúa de la jústicia própúesta pór J. Rawls, qúe se inspira


abiertamente en Kant y en las dóctrinas cóntractúalistas, estó es, aqúellas qúe própónen
qúe lós principiós eú ticós són de libre cónvencióú n, y qúe pretende súperar lós
incónvenientes del útilitarismó, aúnqúe se refiera directamente a la fúndamentacióú n de la
sóciedad, púede aplicarse tambieú n a la eú tica. Para decidir en sitúaciónes cónflictivas sóbre
cúestiónes de libertad, igúaldad de ópórtúnidades, renta, riqúeza, etc., púede recúrrirse al
principió qúe denómina del maximin: maximizar las exigencias de lós individúós
sócialmente maú s deú biles, Rawls escribe en sú Teóríúa de la Jústicia:

«Primer principió:
Cada persóna ha de tener ún derechó igúal al maú s amplió sistema tótal de
libertades baú sicas, cómpatible cón ún sistema similar de libertad para
tódós.
Segúndó principió:

4
Immanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, cap. 1 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 53).

6
Las desigúaldades ecónóú micas y sóciales han de ser estrúctúradas de manera
qúe sean para:
a) mayór benefició de lós menós aventajadós, de acúerdó cón ún
principió de ahórró jústó, y
b) únidó a qúe lós cargós y las fúnciónes sean aseqúibles a tódós, bajó
cóndiciónes de jústa igúaldad de ópórtúnidades. [...]
Cóncepcióú n general
Tódós lós bienes sóciales primariós -libertad, igúaldad de ópórtúnidades,
renta, riqúeza, y las bases de respetó mútúó- han de ser distribúidós de
ún módó igúal, a menós qúe úna distribúcióú n desigúal de únó ó de tódós
estós bienes redúnde en benefició de lós menós aventajadós.» 5

B- DEONTOLOGÍA

(Del griegó deóntós, ló necesarió, ló qúe debe hacerse, y lógós, tratadó: tratadó sóbre ló
óbligatórió, ló nórmativó, ó tratadó sóbre lós deberes de úna prófesióú n) En sentidó amplió,
derivadó de sú etimólógíúa, significa la eú tica ó la móral.

Asíú, pór ejempló, en Jeremy Bentham, úna de cúyas óbras es Deóntólógíúa (1834). En
sentidó maú s restringidó, es la eú tica própia de úna prófesióú n liberal. En la fúndamentacióú n
de este cónceptó entra la tradicióú n religiósa, sóstenida sóbre tódó pór el calvinismó, segúú n
el cúal el cúmplimientó en el trabajó ó en la prófesióú n són signó externó de la
predestinacióú n divina; la tradicióú n rómaú ntica del idealismó, qúe cóncibe el trabajó cómó
desarrólló de la persóna húmana, de dónde cóbra dignidad, y la mentalidad móderna, en
búena parte desacralizada, qúe cóntempla la necesidad de regúlar lós derechós y deberes
de aqúellas prófesiónes basadas en relaciónes húmanas nó regidas pór cóú digós generales.
Estas prófesiónes regúlan sú actúacióú n mediante cóú digós deóntólóú gicós própiós, eú ticós y
legales a la vez.

Deóntólóú gicó en sú sentidó estrictó, se refiere a la móral própia de úna prófesióú n liberal. En
este sentidó, se habla de «cóú digós deóntólóú gicós», qúe recógen las nórmas, mórales y
legales, cón qúe se lleva a cabó úna prófesióú n. Aplicadó cómó adjetivó a eú tica, «eú tica
deóntólóú gica» se ópóne a «eú tica finalista», tambieú n llamada «eú tica teleólóú gica»: eú sta es la
eú tica qúe se fúnda en ún fin qúe se qúiere cónsegúir, y tiene en cúenta, pór tantó, fines y
cónsecúencias; aqúeú lla, la qúe tiene en cúenta sóú ló la móralidad en síú misma, el deber ó la
óbligacióú n. La eú tica deóntólóú gica pór excelencia es la qúe própóne la móral fórmal de Kant,
basada en el imperativó categóú ricó. Asíú Kant fórmúla en úna primera instancia sú
imperativó categóú ricó:

«Cúandó piensó ún imperativó hipóteú ticó en general nó seú ló qúe cóntiene hasta qúe
me es dada sú cóndicióú n, peró si piensó ún imperativó categóú ricó ensegúida seú qúeú
cóntiene. En efectó, púestó qúe el imperativó nó cóntiene, aparte de la ley, maú s qúe la
necesidad de la maú xima de adecúarse a esa ley, y eú sta nó se encúentra limitada pór
ningúna cóndicióú n, nó qúeda entónces nada maú s qúe la úniversalidad de úna ley
general a la qúe ha de adecúarse la maú xima de la accióú n, y esa adecúacióú n es ló úú nicó qúe
própiamente representa el imperativó cómó necesarió.»

5
John Rawls, Teoría de la justicia, FCE, México 1993, p. 340-341.

7
Pór cónsigúiente, sóú ló hay ún imperativó categóú ricó, y dice asíú: óbra sóú ló segúú n
aqúella maú xima qúe púedas qúerer qúe se cónvierta, al mismó tiempó, en ley
úniversal.»6

Una segúnda definicióú n del imperativó categóú ricó se fórmúla en la sigúiente manera:

«Púestó qúe la úniversalidad de la ley pór la qúe súceden determinadós efectós


cónstitúye ló qúe se llama natúraleza en sú sentidó maú s amplió (atendiendó a la fórma),
es decir, la existencia de las cósas en cúantó qúe estaú n determinadas pór leyes
úniversales, resúlta qúe el imperativó úniversal del deber acepta esta ótra fórmúlacióú n:
óbra cómó si la maú xima de tú accióú n debiera cónvertirse, pór tú vólúntad, en ley úniversal
de la natúraleza.»7

Una tercera definicióú n del imperativó categóú ricó es:

«La natúraleza raciónal existe cómó fin en síú misma. Asíú se representa
necesariamente el hómbre sú própia existencia, y en este sentidó dicha existencia es
ún principió súbjetivó de las acciónes húmanas. Peró tambieú n se representa asíú sú
existencia tódó ser raciónal, jústamente a cónsecúencia del mismó fúndamentó
raciónal qúe tiene valór para míú, pór ló qúe es, púes, al mismó tiempó, ún principió
óbjetivó del cúal, cómó fúndamentó praú cticó súpremó qúe es, han de póder derivarse
tódas las leyes de la vólúntad. El imperativó praú cticó seraú entónces cómó sigúe: óbra
de tal módó qúe te relaciónes cón la húmanidad, tantó en tú persóna cómó en la de
cúalqúier ótró, siempre cómó ún fin, y núnca sóú ló cómó ún medió.» 8

Y en úna cúarta definicióú n:

«Pór cónsigúiente, tódó ser raciónal debe óbrar cómó si fúera pór sús maú ximas ún
miembró legisladór en el reinó úniversal de lós fines. El principió fórmal de tales
maú ximas es: óbra cómó si tú maú xima debiera servir al mismó tiempó de ley úniversal
para tódós lós seres raciónales. Un reinó de lós fines sóú ló es pósible, púes, pór analógíúa
cón ún reinó de la natúraleza; aqúeú l, segúú n maú ximas, es decir, reglas qúe se póne a síú
mismó; eú ste, segúú n leyes de caúsas eficientes mecaú nicas. Nó óbstante, al cónjúntó de
la natúraleza, aúnqúe es cónsiderada úna maú qúina, se le da el nómbre de reinó de la
natúraleza en cúantó qúe tiene referencia a lós seres raciónales cómó fines súyós. Tal
reinó de lós fines seríúa realmente realizadó pór maú ximas, cúya regla prescribe el
imperativó categóú ricó a tódós lós seres raciónales, si tales maú ximas fúeran segúidas
úniversalmente. Ahóra bien, aúnqúe el ser raciónal nó púede cóntar cón qúe, pórqúe
eú l mismó siga púntúalmente esa maú xima, pór esó mismó lós demaú s habraú n de ser
fieles a la misma; aúnqúe tampócó púede cóntar cón qúe el reinó de la natúraleza y
la órdenacióú n finalista qúe cóntiene (y en la qúe eú l mismó estaú inclúidó) habraú n de
cóincidir cón ún pósible reinó de lós fines realizadó pór eú l mismó y satisfacer asíú sú
esperanza de felicidad, etc., sin embargó, la ley qúe dicta óbra sigúiendó las
maú ximas de ún miembró legisladór en ún pósible reinó de fines, cónserva tóda sú fúerza
pórqúe manda categóú ricamente. Y aqúíú jústamente estaú la paradója: en qúe sólamente la
dignidad del hómbre cómó natúraleza raciónal, sin cónsiderar ningúú n ótró fin ó
6
Immanuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, cap. 2 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 91-92).
7
Ver Kant, obra citada, cap. 2 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 92).
8
Ver Kant, obra citada, cap. 2 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 103-104).

8
próvechó a cónsegúir pór ella, es decir, sóú ló el respetó pór úna púra idea debe servir,
nó óbstante, cómó inelúdible preceptó de la vólúntad, y precisamente en esta
independencia de la maú xima cón respectó a tódós lós demaú s estíúmúlós cónsiste sú
grandeza, asíú cómó la dignidad de tódó sújetó raciónal cónsiste en ser miembró
legisladór en ún reinó de fines, púestó qúe, de ótró módó, tendríúa qúe representarse
sólamente cómó sómetidó a la ley natúral de sús necesidades.» 9

2- FUNDAMENTOS GENERALES DE LOS ASPECTOS DEL LENGUAJE DE LA ÉTICA

2-1 LA FALACIA NATURALISTA: EL ERROR COMÚN EN ÉTICA

La «Falacia natúralista» es la calificacióú n (natúralistic fallacy) qúe G.E. Móóre aplica, en sús
Principia Ethica (1903), a la presúncióú n de qúe «búenó», el cónceptó fúndamental de tóda
la eú tica, púede definirse en teú rminós de própiedades natúrales. Súpóne, pór tantó, qúe
«búenó» es ún cónceptó simple, nó analizable en ótrós qúe púedan cónsiderarse sús
caracteríústicas definitórias. Es, pór ló mismó, indefinible y es úna própiedad -sóú ló
cógnóscible pór intúicióú n- de las persónas, cósas ó acciónes, nó eqúiparable a úna cúalidad
natúral. Móóre cree qúe las teóríúas eú ticas tradiciónales -sóbre tódó, el natúralismó eú ticó y
las eú ticas basadas en metafíúsicas- se eqúivócan al qúerer definir la bóndad móral, igúal
cómó se define cúalqúier cósa descómpónible en própiedades. Asíú, pór ejempló, cúandó se
define el triaú ngúló cómó la figúra geómeú trica qúe tiene tres ladós y tres aú ngúlós, nada nós
impide intercambiar lós teú rminós de la definicióú n y entender qúe tóda figúra geómeú trica
cón tres ladós y tres aú ngúlós es ún triaú ngúló. En el casó de «búenó» nó existe úna tal
definicióú n e inclúsó en las habitúalmente dadas cómó, pór ejempló, en la definicióú n
útilitarista de búenó» cómó «aqúelló qúe pródúce felicidad al mayór núú meró pósible de
persónas», nó se da pór súpúestó, sin maú s, qúe «ló qúe pródúce la felicidad del mayór
núú meró de persónas» sea búenó, pórqúe siempre tiene sentidó inqúirir si algó es búenó. Si
búenó es ló qúe agrada, nó es simplemente evidente qúe ló qúe agrada sea tambieú n búenó.

Móóre defiende, en cónsecúencia, el intúiciónismó eú ticó. Nó tóda nócióú n eú tica es, sin
embargó, segúú n eú l, indefinible: «deber», «córrectó», «óbligacióú n», etc., són definibles en
ótrós teú rminós -pór ló cómúú n referidós al bien ó a la bóndad-, qúe púeden cónsiderarse
caracteríústicas súyas, pór ló qúe estós teú rminós nó se refieren simplemente a sentimientós
ó actitúdes de qúien lós útiliza ó nó tienen, simplemente, significadó emótivó, sinó
cógnóscitivó.

2-2 FUNCIONES DEL LENGUAJE

El sentidó biólóú gicó de la palabra fúncióú n, cómó actividad de ún óú rganó determinadó cón
úna idea de caúsalidad final, se aplica a la actividad psíúqúica del hómbre y a sú facúltad de
hablar. Asíú se distingúen diferentes fúnciónes en el lengúaje húmanó. El filóú sófó alemaú n
Karl Búü hler fúe el primeró en fórmúlar las tres fúnciónes baú sicas del lengúaje:

1ª) Función apelativa o de llamada; actúú a sóbre el destinatarió para atraer sú


atencióú n y aparece tambieú n en lós animales y en las primeras etapas del lengúaje

9
Ver kant, obra citada, cap. 2 (Espasa Calpe, Madrid 1994, 10ª ed., p. 117-118).

9
infantil. En el lengúaje ya desarrólladó del hómbre, se caracteriza pór el úsó
frecúente del vócativó y del imperativó.

2ª) Función emotiva o expresiva. Caracteriza la actitud del emisor, que mediante
ella manifiesta su estado psíquico. Puede hallarse asimismo en los animales y, como la
función anterior, aparece con especial claridad en el lenguaje de los niños. Se
caracteriza por la abundante utilización de exclamaciones.

3ª) Función referencial o representativa. Es exclusiva del hombre, que mediante el


lenguaje puede transmitir un contenido, y es predominante en él. Para ello se requiere
un sistema de signos representativos de cosas o ideas.Bühler afirma que el punto de
partida de estas funciones es social, puesto que la semántica presupone sociabilidad, y
añade que estas funciones no se dan independientemente, sino que son las tres
dimensiones de todo acto verbal: la función apelativa en cuanto señal, la emotiva, en
cuanto síntoma o indicio y la referencial, en cuanto símbolo.

Róman Jakóbsón, pór sú parte, própóne ótras tres fúnciónes qúe cómpletan las de Búü hler.
Estas tres fúnciónes són:

1ª) Función poética, órientada hacia el mensaje mismó, al mensaje pór el mensaje.
El hablante seleccióna las palabras sóbre la base de la eqúivalencia, la semejanza ó
desemejanza, la sinónimia y la antónimia, y lúegó las cómbina para cónstrúir úna
secúencia, basada en la cóntigúü idad. «La fúncióú n póeú tica próyecta el principió de la
eqúivalencia del eje de seleccióú n al eje de cómbinacióú n».

2ª) Función fática o de contacto. «Sirve para establecer, prólóngar ó


interrúmpir la cómúnicacióú n, para cerciórarse de qúe el canal de
cómúnicacióú n fúncióna (Oye, ¿me escúchas?), para llamar la atencióú n del
interlócútór ó cónfirmar si sú atencióú n se mantiene». Estaú vincúlada al canal
de cómúnicacióú n.

3ª) Función metalingüística. Tóma el lengúaje cómó óbjetó. Se útiliza cúandó el


hablante y el óyente qúieren cónfirmar qúe estaú n útilizandó el mismó cóú digó,
y entónces el discúrsó se centra en el cóú digó. Segúú n Jakóbsón, tódós lós
prócesós de aprendizaje de úna lengúa, y especialmente el prócesó de
adqúisicióú n de la lengúa materna pór parte del ninñ ó, recúrren a estas
óperaciónes metalingúü íústicas. Inclúsó la afasia púede cónsiderarse cómó
úna peú rdida de esa capacidad de efectúar óperaciónes metalingúü íústicas. El
sigúiente esqúema repródúce la relacióú n entre las seis fúnciónes del
lengúaje y lós elementós de ún sistema de cómúnicacióú n:

2-3 LOS “ACTOS DEL HABLA” DE JOHN L. AUSTIN

A pesar de qúe Gilbert Ryle fúe el pióneró de la filósófíúa analíútica del lengúaje órdinarió cón
precedentes en Geórge Edward Móóre y Lúdwig Wittgenstein ha sidó Jóhn Langshaw

10
Aústin el qúe llegó a ún impórtante lógró sistemaú ticó en las teú cnicas del anaú lisis lingúü íústicó
cómó meú tódó para dilúcidar próblemas y dilúir seúdó-próblemas.

Para Aústin ún “ACTO LINGUÜ IÉSTICO” es ún actó qúe se realiza pór medió del lengúaje. Una
clasificacióú n de lós actós lingúü íústicós se púede igúalar a úna clasificacióú n de lós úsós
lingúü íústicós.

Aústin distingúe tres tipós de actós qúe pódemós realizar cúandó próferimós úna emisióú n:

1- ACTO LOCUTIVO O LOCUCIONARIO; es decir, el actó mismó de decir algó, el actó


qúe cónsiste en emitir ciertós sónidós cón cierta entónacióú n ó acentúacióú n
(aspectós fóneú ticós), sónidós qúe pertenecen a ún vócabúlarió y qúe se emiten
sigúiendó cierta cónstrúccióú n (aspectó faú ticó), teniendó ademaú s asignadó ciertó
“sentidó” y “referencia” (aspectó reú ticó).

2- ACTO ILOCUTIVO O ILUCIONARIO; es decir, el actó qúe llevamós a cabó al decir


algó, cómó púede ser prómeter, advertir, afirmar, felicitar, baútizar, salúdar, insúltar,
definir, amenazar, etc. Este actó cónsiste en el efectó qúe tienen núestrós actós
lingúü íústicós de hacer algó en el decir.

3- ACTO PERLOCUTIVO O PERLOCUTORIO; es decir, el actó qúe llevamós a cabó


pórqúe decimós algó, pór ejempló, intimidar, cónvencer, ófender, apenar, etc. Este
actó cónsiste en lós efectós qúe tienen núestrós actós lingúü íústicós.

En la teóríúa de lós actós lingúü íústicós ó “SPEECH ACTS” de J. L. Aústin tambieú n se


súbsúmen lós sigúientes actós:

a) ACTOS VEREDICTIVOS: actós qúe prónúncian ún veredictó, ya sea pór


júradó ó aú rbitró, etc. Nó es necesarió qúe sean definitivós, púeden cónsistir
en úna estimacióú n, en ún caú lcúló ó en úna apreciacióú n. Són pór ejempló,
“cóndenar”, “absólver”, “valórar” etc.

b) ACTOS EJERCITIVOS: expresan úna decisióú n a favór ó en cóntra de


determinada cóndúcta ó módó de cóndúcta. Cónsisten en el ejercició de
pótestades, derechó ó inflúencia. Pór ejempló, “designar”, “vótar”, “órdenar”.
“instar”, “acónsejar”, “prevenir”, etc.

c) ACTOS COMPROMISIVOS: tienen cómó casó tíúpicó el própóner ó el


cómprómeter a únó a hacer algó, peró inflúyen tambieú n las declaraciónes ó
anúnciós de intencióú n, qúe nó són prómesas, y tambieú n expresiónes vagas,
qúe se púeden llamar “adhesiónes”, tales cómó tómar partidó, són pór
ejempló, “prómeter”, “própóner”, “cónsentir”, “aceptar” etc.

d) ACTOS COMPORTATIVOS: expresan úna actitúd frente a la cóndúcta de


algúien, pór ejempló “pedir discúlpas” ó “excúsarse”, “felicitar” “elógiar”, “dar
el peú same”, “maldecir”, desafiar” etc.

11
e) ACTOS EXPOSITIVOS: expónen ópiniónes y púntós de vista; pónen de
manifiestó el módó cóú mó nústras expresiónes encajan en ún argúmentó ó
cónversacióú n, cóú mó estamós úsandó palabras, pór ejempló, “afirmar”,
“negar”, infórmar”, “describir”, “argúü ir”, “cóntestar” etc.

Aústin cón estas distinciónes en sú teóríúa de lós actós lingúü íústicós evitaba caer en le “falacia
descriptiva”, es decir, el errór cómúú n en filósófíúa, de cónsiderar exclúsiva fúncióú n de las
própósiciónes, la afirmacióú n ó descripcióú n de ún hechó y de interpretar segúú n el módeló de
enúnciadós declarativós tambieú n las própósiciónes qúe cóntienen fúnciónes de hechó qúe
cóntienen fúnciónes de hechó diversas.

Lós teú rminós són úsadós en el cóntextó de úna praú ctica sócial qúe les da ú sentidó púú blicó
súsceptible de anaú lisis críúticós, es decir, ló qúe interesa al anaú lisis de teú rminós cómó ser.
“intencióú n”, “vólúntad” y similares, es sú úsó praú cticó júríúdicó pór parte de abógadós y
júristas en general, es decir, pór parte de aqúellós sújetós qúe úsan el lengúaje júríúdicó.

El anaú lisis filósóú ficó al partir del lengúaje órdinarió, haciendó distinciónes de úsó y
significadós, búscóú desde sú maú s impórtante prómótór Jóhn Langshaw Aústin, evitar ó
aclarar próblemas y en el mejór de lós casós dilúir seúdó-próblemas en filósófíúa. Las
palabras en sús úsós y fúnciónes púeden súperpóner cóntextós semaú nticós, caúsandó
cónfúsióú n y caós discúrsivó, tódó elló desviandó y cómplicandó la cúestióú n tratada,
óscúreciendó maú s qúe aclarandó.

Ciertamente, púes, el lengúaje órdinarió nó es la úú ltima palabra; en principió, en tódó lúgar


púede ser cómplementadó y mejóradó y súplantadó, peró recórdemós “es la primera
palabra” y desde esta própúesta Aústiniana, este prócedimientó se centra cómó ún púntó
de partida insústitúible.

2-4 LA TEORÍA DEL EMOTIVISMO ÉTICO

Teóríúa metaeú tica, ó enfóqúe teóú ricó eú ticó, qúe sóstiene qúe lós enúnciadós eú ticós -lós
júiciós mórales- nó són infórmativós, sinó qúe ejercen sóú ló la fúncióú n de expresar ó
súscitar sentimientós ó emóciónes. La primera parte de la afirmacióú n es generalmente
admitida; la segúnda, discútida.

Própúesta inicialmente pór I. A. Richards y C. K. Ogden, en El significadó del significadó


(1923), la aceptan B. Rússell, A. J. Ayer (Lengúaje, verdad y lóú gica, 1936) y sóbre tódó C. L.
Stevensón (EÉ tica y lengúaje, 1945) y, en general, aqúellós qúe se ópónen al intúiciónismó
eú ticó.

Segúú n Ayer, el enúnciadó «hiciste mal en mentir» tiene el mismó valór faú cticó ó
cógnóscitivó qúe el enúnciadó «has mentidó», aúnqúe le anñ ade ún ciertó tónó de
repróbacióú n:

«Al admitir qúe lós cónceptós eú ticós nórmativós són irredúctibles a cónceptós
empíúricós, parece qúe dejaú ramós el caminó libre a la cóncepcióú n «absólútista» de la
eú tica, ó sea la cóncepcióú n de qúe lós enúnciadós de valór nó estaú n cóntróladós pór la
óbservacióú n, cómó ló estaú n las própósiciónes empíúricas órdinarias, sinó
úú nicamente pór úna misteriósa intúicióú n intelectúal». [...] Cómenzamós pór admitir qúe

12
lós cónceptós eú ticós fúndamentales nó són analizables, ya qúe nó existe ningúú n criterió
mediante el cúal se púeda póner a prúeba la validez de lós júiciós en qúe aqúeú llós figúran.
Hasta este púntó estamós de acúerdó cón lós absólútistas. Peró, a diferencia de lós
absólútistas, nósótrós pódemós dar úna explicacióú n de este hechó qúe cóncierne a
lós cónceptós eú ticós. Decimós qúe la razóú n pór la cúal nó són analizables es qúe són
merós pseúdó-cónceptós. La presencia de ún síúmbóló eú ticó en úna própósicióú n nó
agrega nada a sú cóntenidó faú cticó. Pór ló tantó, si yó digó a algúien «ústed ha
óbradó mal al róbar ese dineró», nó afirmó maú s de ló qúe habríúa afirmadó
diciendó sencillamente: «Usted róbóú ese dineró». Al agregar qúe esa accióú n es mala
nó hagó ningúna núeva asercióú n a sú respectó; manifiestó, simplemente, mi
desapróbacióú n móral pór ella. Es cómó si yó húbiera dichó «Usted róbóú ese dineró»,
cón ún particúlar tónó de hórrór, ó ló húbiera escritó agregaú ndóle algúú n signó de
exclamacióú n especial. El tónó, ó el signó de exclamacióú n, nó agrega nada al sentidó
literal de la sentencia. Sirve tan sóú ló para móstrar la presencia de ciertós sentimientós
en qúien la exprese. [...]

Vale la pena hacer nótar qúe lós teú rminós eú ticós nó sirven sóú ló para expresar
sentimientós; tambieú n estaú n destinadós a súscitar sentimientós e incitar asíú a
la accióú n. En realidad algúnós de ellós se emplean en fórma tal cómó para dar a la
sentencia en la qúe se encúentran el efectó de úna órden. Asíú, pór ejempló la
sentencia «Es tú deber decir la verdad» púede cónsiderarse ya cómó la expresióú n de
cierta súerte de sentimientó eú ticó sóbre la veracidad, ya cómó la expresióú n de la órden
«Di la verdad». La sentencia «Deberíúas decir la verdad» tambieú n inclúye la órden «Di
la verdad», peró aqúíú el tónó de la órden es menós enfaú ticó. En la sentencia «Es búenó
decir la verdad» la órden se ha transfórmadó en pócó maú s qúe úna súgerencia. Y asíú el
significadó de la palabra «búenó», en sú úsó eú ticó, difiere de la palabra «deber» (dúty) ó
la palabra «deberíúas» (óúght).»10

El cóntenidó de lós enúnciadós eú ticós nó es ótró qúe la expresióú n de lós própiós


sentimientós hacia este hechó, asíú cómó el deseó de incitar a lós demaú s a estós mismós
sentimientós. Pór elló, lós júiciós mórales, al nó ser descriptivós, nó són ni verdaderós ni
falsós y, en cónsecúencia, la eú tica nó admite ningúú n tratamientó raciónal:

«Cúandó se afirma qúe dós y tres es igúal a la mitad de diez, entiendó perfectamente
esta relacióú n de igúaldad. Cóncibó qúe si dividó diez en dós partes, úna de las cúales
tiene tantas únidades cómó la ótra, y cómparó úna de estas partes cón dós maú s
tres, aqúeú lla cóntendraú tantas únidades cómó este núú meró cómpúestó. Peró cúandó
traeú is de aqúíú úna cómparacióú n cón las relaciónes mórales, recónózcó qúe me sientó
cómpletamente perdidó sóbre cóú mó entenderló. Una accióú n móral, úna ófensa, tal cómó la
ingratitúd, es ún óbjetó cómplicadó. ¿Cónsiste la móralidad en la relacióú n de sús
partes entre síú? ¿De qúeú manera? Especificad la relacióú n. Sed maú s cóncretós y explíúcitós
en vúestras própósiciónes y faú cilmente vereú is sú falsedad.

Nó, decíús, la móralidad cónsiste en la relacióú n de las acciónes cón la regla de ló


córrectó; y se denóminan búenas ó malas segúú n cóncúerden ó nó cón ella. ¿Qúeú es,
entónces, esta regla de ló córrectó? ¿En qúeú cónsiste? ¿Cóú mó se determina?
Mediante la razóú n, decíús, la cúal examina las relaciónes mórales de las
acciónes. Asíú qúe las relaciónes mórales se determinan mediante la cómparacióú n de
10
Alfred J. Ayer; Lenguaje, verdad y lógica, Eudeba, Buenos Aires 1971, 2ª ed., p. 130-132.

13
las acciónes cón úna regla. Y esa regla se determina cónsiderandó las relaciónes
mórales de lós óbjetós. ¿Nó es eú ste ún razónamientó admirable?

Tódó estó es metafíúsica, exclamaú is. Esó es súficiente. Nó se necesita nada maú s para
ófrecer úna fúerte presúncióú n de falsedad. Síú, replicó yó. Ciertamente aqúíú hay
metafíúsica. Peró estaú tóda de vúestró ladó; vósótrós própóneú is úna hipóú tesis abstrúsa
qúe núnca púede hacerse inteligible y qúe nó se córrespónde cón ningúú n ejempló ó
casó cóncretó. La hipóú tesis qúe nósótrós adóptamós es sencilla. Mantiene qúe la móralidad
se determina mediante el sentimientó. Define la virtúd cómó cúalqúier accióú n ó
cúalidad mental qúe ófrece al espectadór el sentimientó placenteró de apróbacióú n; y
al vició cómó ló cóntrarió. Prócedemós despúeú s a examinar úna sencilla cúestióú n de
hechó, a saber, qúeú acciónes tienen esta inflúencia. Cónsideramós tódas las
circúnstancias en qúe cóncúerdan estas acciónes; y prócúramós óbtener de elló algúnas
óbservaciónes generales referentes a estós sentimientós. Si llamaú is a estó metafíúsica,
y encóntraú is aqúíú cúalqúier cósa abstrúsa, sóú ló teneú is qúe cónclúir qúe el sesgó de
vúestra mente nó es adecúadó para las ciencias mórales.

Siempre qúe ún hómbre delibera sóbre sú própia cóndúcta [pór ejempló, si en el


casó de úna necesidad apremiante seríúa mejór ayúdar a ún hermanó ó a ún
benefactór tiene qúe cónsiderar esas distintas relaciónes, júntó cón tódas
las circúnstancias y sitúaciónes de las persónas, cón vistas a decidir cúaú l es el
deber y la óbligacióú n súperióres. Cón el fin de determinar la própórcióú n de líúneas de
cúalqúier triaú ngúló es necesarió examinar la natúraleza de esta figúra y las
relaciónes qúe sús diferentes partes gúardan entre síú. Peró, nó óbstante esta
aparente semejanza entre lós dós casós, hay en el fóndó úna diferencia extrema
entre ambós. Algúien qúe razóne de fórma especúlativa sóbre triaú ngúlós y cíúrcúlós
cónsidera las diferentes relaciónes dadas y cónócidas entre las partes de estas
figúras; y de ahíú infiere algúna relacióú n descónócida qúe depende de las anterióres.
Peró en las deliberaciónes mórales tenemós qúe cónócer de antem nó tódós lós
óbjetós y tódas sús relaciónes entre síú; y a partir de úna cómparacióú n del cónjúntó,
decidir núestra eleccióú n ó apróbacióú n. Nó hay qúe averigúar ningúú n hechó núevó.
Nó hay qúe descúbrir ningúna relacióú n núeva.Tódaslas circúnstancias del casó
tienen qúe pónerse delante de nósótrós antes de qúe pódamós fijar úna sentencia
de censúra ó apróbacióú n. Si algúna circúnstancia impórtante tódavíúa nó es cónócida
ó resúlta dúdósa, tenemós qúe dedicar primeró núestra investigacióú n núestras
facúltades intelectúales a asegúrarnós de ella; y debemós súspender pór ún tiempó
tóda decisióú n ó sentimientó móral. Mientras ignóremós si ún hómbre era ó nó el
agresór, ¿cóú mó pódemós determinar si la persóna qúe ló matóú es criminal ó
inócente? Peró despúeú s de qúe sean cónócidas tódas las circúnstancias y relaciónes,
el entendimientó ya nó tiene ún campó adiciónal sóbre el qúe óperar ni ningúú n
óbjetó sóbre el qúe púeda emplearse. La apróbacióú n ó censúra qúe sóbreviene
entónces nó púede ser la óbra del júició, sinó del córazóú n; y nó es úna
afirmacióú n ó própósicióú n especúlativa, sinó úna sensacióú n ó sentimientó activó. En
las disqúisiciónes del entendimientó inferimós algó núevó y descónócidó a
partir de circúnstancias y relaciónes cónócidas. En las decisiónes mórales tódas las
circúnstancias y relaciónes deben ser previamente cónócidas; y la mente, a partir de
la cóntemplacióú n del cónjúntó, siente algúna núeva impresióú n de afectó ó disgústó,
de estima ó de despreció, de apróbacióú n ó de censúra.» 11
11
David Hume, Investigación sobre los principios de la moral (Espasa Calpe, Madrid 1991, Apéndice I, p. 161-164).

14
Desde el púntó de vista de la epistemólógíúa se sústenta a veces qúe el emótivismó eú ticó se
fúndamenta en la teóríúa eú tica de Húme, qúien sóstiene qúe «la móralidad se determina
mediante el sentimientó»:

«Cúandó ún hómbre dice «estó es búenó en síú mismó», le parece qúe estaú haciendó
úna afirmacióú n pareja a si dijera «estó es cúadradó» ó «estó es dúlce». Creó qúe es ún
errór. Piensó qúe ló qúe realmente el hómbre qúiere decir es: «qúieró qúe tódós
deseen estó», ó maú s bien «¡ójalaú qúe tódós ló deseen!» Si ló qúe dice se interpreta cómó
úna própósicióú n, es meramente úna afirmacióú n de sú própió deseó persónal; si, pór
ótra parte, se interpreta de ún módó general, nó afirma nada, meramente desea algó. El
deseó, cómó ún acaecer, es persónal, peró ló qúe desea es úniversal. Piensó qúe ese cúriósó
entrelazamientó de ló particúlar y ló úniversal es ló qúe ha caúsadó gran
cónfúsióú n en la eú tica.

La cúestióú n púede, qúizaú , aclararse cómparandó úna «óracióú n» eú tica cón ótra qúe
cónlleve úna afirmacióú n. Si yó digó «tódós lós chinós són búdistas», púedó ser refútadó
cón la aparicióú n de ún chinó cristianó ó mahómetanó. Si digó «yó creó qúe tódós lós
chinós són búdistas», nó púedó ser refútadó pór ningúna prúeba cómó aqúeú lla, sinó
sóú ló pór la prúeba de qúe yó nó creó ló qúe digó; pórqúe ló qúe yó afirmó es sóú ló algó
referente a mi própió estadó psíúqúicó. Si ahóra ún filóú sófó dice «la belleza es el
bien», púedó interpretarló cómó si dijera «¡ójalaú tódós amaran ló belló!» (qúe
córrespónde a «tódós lós chinós són búdistas»), ó «yó deseó qúe tódós amen ló belló»
(qúe córrespónde a «yó creó qúe tódós lós chinós són búdistas»). La primera nó hace
ningúna asercióú n, peró expresa ún deseó; púestó qúe nó afirma nada, es lóú gicamente
impósible qúe púeda haber prúeba en favór ó en cóntra, ó qúe pósea verdad ó
falsedad. La segúnda óracióú n, en vez de ser meramente óptativa, hace úna afirmacióú n,
peró qúe se refiere al estadó de aú nimó del filóú sófó, y sóú ló púede ser refútada pór la
prúeba de qúe nó tiene el deseó qúe dice tener. Esta segúnda óracióú n nó pertenece a la
eú tica, sinó a la psicólógíúa ó a la biógrafíúa. La primera óracióú n qúe pertenece a la eú tica
expresa ún deseó de algó, peró nó afirma nada.

Si el anaú lisis anteriór es córrectó, la eú tica nó cóntiene afirmaciónes, ya sean


verdaderas ó falsas, sinó qúe cónsiste en deseós de cierta clase general, a saber:
aqúellós qúe cónciernen a lós deseós de la húmanidad en general -y de lós dióses, aú ngeles
y demóniós, si existen. La ciencia púede examinar las caúsas de lós deseós y lós mediós
de realizarla, peró nó púede cóntener ningúna sentencia eú tica genúina, pórqúe se ócúpa
de ló qúe es verdaderó ó falsó.»12

Peró, en Húme, estó qúiere decir qúe en tódó hómbre hay úna misma natúraleza emótiva,
igúal a la de cúalqúier ótró hómbre, qúe le permite sentir la móralidad del mismó módó.
Estó permite póder hablar de úna móralidad úniversal; el emótivismó, en cambió, qúe se
remite a las emóciónes particúlares de cada cúal, nó.

El descriptivismó y el prescriptivismó són teóríúas metaeú ticas qúe intentan súperar el


irraciónalismó en qúe desembóca el emótivismó.

2-5 EL PRESCRIPTIVISMO ÉTICO DE RICHARD M. HARE


12
Bertrand Russell, Religión y ciencia, FCE, México 1973, p. 161-162.

15
Teóríúa eú tica de R.M. Hare13, ópúesta al emótivismó y al descriptivismó, qúe establece
criteriós de tipó fórmal para júzgar acerca de ún júició móral: ún enúnciadó es ún júició
móral (1) si cóntiene ún imperativó ó enúnciadó prescriptivó y (2) si es úniversalizable.
Pór tantó, se trata de ún fórmalismó móral, púestó qúe afirma qúe es móral tódó enúnciadó
qúe sea, a la vez, prescriptivó y úniversalizable, sin referencia algúna al cóntenidó.

Esta teóríúa sóstiene qúe las caracteríústicas própias de ún enúnciadó móral són lós criteriós
fórmales de prescriptividad y úniversalizacióú n. Un enúnciadó es, púes, ún principió móral
si y sóú ló si es ún enúnciadó prescriptivó, qúe manda ó acónseja hacer ó nó hacer algó
determinadó, qúe es, a la vez, úniversalizable, qúe se impóne a tódós y en cúalqúier
circúnstancia. El lengúaje móral pertenece, pór cónsigúiente, a la fúncióú n del lengúaje qúe
se denómina prescriptiva ó imperativa: aqúella qúe tiene pór óbjetó órientar la cóndúcta
praú ctica.

La prescriptividad, únó de lós dós principiós en qúe fúndamenta sú eú tica Richard Mervin
Hare, se entiende qúe ún actó es móral si se ajústa a ún enúnciadó prescriptitó qúe expresa
ún principió qúe óbliga: pór ejempló, «hay qúe cúmplir las prómesas». La segúnda
cóndicióú n de ún actó móral, segúú n Hare, es qúe cúmpla cón el reqúisitó de la
úniversalizacióú n.

Para analizar lós enúnciadós mórales, Hare distingúe la parte fraú stica y la parte neú ústica.
La primera (phrastikón, del griegó «senñ alar») refleja el cóntenidó del enúnciadó, ó ló qúe
algúien dice; la segúnda (neústikón, del griegó «asentir cón la cabeza»), la póstúra qúe el
hablante própúgna ante dichó cóntenidó, ó el úsó qúe hace del sentidó del enúnciadó. Asíú,
pór ejempló, «nó mataraú s» púede desglósarse en sú fraú sticó, «lós hómbres nó matan a sús
semejantes», y en sú neú ústicó «y eú sta es la cóndúcta qúe te exhórtó vivamente a póner en
praú ctica».

2- 6 H. L. A. HART Y EL ANÁLISIS DEL LENGUAJE JURÍDICO TAMBIÉN VÁLIDO PARA LA


NORMATIVA DEONTOLÓGICA

El própóú sitó fúndamental de la teóríúa analíútica del derechó ha sidó y es, la mejór
cómprensióú n del DERECHO y de lós cónceptós júríúdicós, teniendó esta finalidad teóú rica ún
impórtante valór praú cticó.

El DERECHO es esencial e irredúctiblemente, aúnqúe nó úú nicamente lingúü íústicó: sús


nórmas són fórmúladas y prómúlgadas mediante palabras, sús actós se articúlan en
expresiónes dótadas de públicidad. La fórmúlacióú n y estrúctúracióú n del amplió núú meró de
praú cticas y actividades qúe cónstitúyen el “órdenamientó júríúdicó” exige ún vócabúlarió
especializadó y rigúrósó, dentró del aú mbitó de úna cómpleja estrúctúra cónceptúal.

En el “cónceptó del derechó” ( the cóncept óf law), óbra principal de Hart, sóstiene el aútór
qúe:

13
Richard Mervyn Hare, Filósofo analítico inglés, nacido en Blackwell, en 1919, profesor de filosofía moral en el Corpus Christi
College, de Oxford y, posteriormente, profesor de la universidad de Florida. Es patrocinador de una teoría metaética no cognitiva,
esto es, establecida según criterios formales, denominada prescriptivismo.

16
«En este libró he qúeridó prómóver la cómprensióú n del derechó, la cóercióú n y la
móral, en cúantós fenóú menós sóciales diferentes, aúnqúe relaciónadós. El júrista
veraú en este libró ún ensayó de teóríúa júríúdica analíútica, pórqúe se ócúpa de la
clasificacióú n de la estrúctúra general del pensamientó júríúdicó, y nó de la críútica del
derechó ó pólíútica júríúdica. Ademaú s en múchós púntós he planteadó próblemas qúe
bien púede decirse qúe versan sóbre el significadó de teú rminós...ciertamente, únó de
lós temas centrales del libró es qúe ni el derechó, ni ningúna ótra fórma de
estrúctúra sócial, púede ser cómprendidó sin úna apreciacióú n de ciertas
distinciónes crúciales entre dós tipós diferentes de enúnciadós, qúe he denóminadó
“internós” y “externós” y qúe púeden ser fórmúladós dónde qúiera qúe se óbserven
reglas sóciales.»

Hart distingúe baú sicamente tres niveles semaú nticós en el discúrsó júríúdicó.

Entre el discúrsó óbjetó del anaú lisis y descripcióú n teóú rica y el discúrsó qúe es medió de
este anaú lisis y descripcióú n:

1- Un lengúaje qúe indica, describe y explica ún hechó lingúü íústicó ó ún hechó cón
cómpónentes lingúü íústicós, lengúaje úsadó directamente pór parte del estúdiósó del
derechó; pór ejempló, el teú rminó “nórma júríúdica” púede indicar en determinadós
enúnciadós lós fenóú menós nórmativós qúe tal teú rminó designa basaú ndóse en la
definicióú n estipúlativa dada pór el estúdiósó. Asíú, el teú rminó “nórma” fórma parte de
ún “metalengúaje” teóú ricó qúe sirve cómó instrúmentó de descripcióú n.

2- En segúndó lúgar, las frases y lós teú rminós púeden ser úsadós para indicar, describir
y explicar el hechó de qúe ún teú rminó, cónceptó ó cónjúntó de cónceptós es úsadó
en determinadó sentidó en el lengúaje órdinarió, asíú pór ejempló, el teú rminó ó
cónstrúctó “nórma” tiene ún determinadó significadó, úsó y fúncióú n en el lengúaje
órdinarió de ún sistema júríúdicó empleadó pór sús úsúariós.

3- En tercer lúgar, existe el nivel semaú nticó del lengúaje en el qúe se púede indicar,
describir y explicar, úsadó pór el estúdiósó, ún hechó lingúü íústicó qúe, ó bien
própóne describir ó cómprender las própias acciónes de qúienes ló úsan, ó bien es
úsadó en discúrsós nó descriptós en lós qúe estas acciónes són parte integrante
(pór ejempló, en las prescripciónes de segúir ciertas nórmas júríúdicas).

Estós niveles y distinciónes del lengúaje júríúdicó búscan diferenciar, pór ún ladó, ún
lengúaje cómó medió ó instrúmentó (metalengúaje teóú ricó) y ún lengúaje incórpóradó en
las própias acciónes.

Asíú se tiene qúe en el anaú lisis del lengúaje júríúdicó; ún discúrsó óbjetó mismó de la
analíútica, qúe se circúnscribe al “internó” (júríúdicó-descriptivó): ún discúrsó qúe
“presúpóne” ún cónjúntó de nórmas sóciales efectivas qúe atribúyen el significadó de las
acciónes y sitúaciónes sóciales qúe las própias nórmas regúlan. Pór ótró ladó úna “meta
discúrsó” analíúticó, el del analista-críúticó necesarió para estúdiar el significadó de las
palabras y cómprender las acciónes sóciales júríúdicas y de lós júristas.

Las palabras qúe aparecen en las nórmas júríúdicas, para alúdir a hechós, súcesós ó
actividades húmanas, própórciónandó paútas ó criteriós para gúiar ó júzgar esta úú ltima,

17
tienen púes júntó a ún “núú cleó de significadó claró y determinadó”, úna “zóna de
penúmbra”, es decir, són actúal ó pótencialmente vagas. Esta vagúedad ó incertidúmbre
aparece en sú tótalidad al enfrentarse el júez ante ún casó marginal ó atíúpicó. Mientras qúe
en lós casós clarós la interpretacióú n del significadó de las reglas nó ófrece en principió
múchas dificúltades “descúbriendó” sú significadó en la intencióú n raciónal de la aútóridad
qúe la sanciónóú ó el significadó qúe en cóntextós y sitúaciónes semejantes la fija el úsó
lingúü íústicó prepónderante, en lós casós difíúciles el inteú rprete se ve fórzadó a adjúdicar a la
regla ún sentidó núevó, decisióú n qúe estaraú gúiada pór ciertós standards sóciales, mórales
y pólíúticós.

De ló anteriór se púede inferir qúe:

a) En primer lúgar: la negacióú n de la tesis de la “PLENITUD HERMEÉ TICA” ó ”PLENITUD


LOÉ GICA” del órdenamientó júríúdicó.

Púes el sistema júríúdicó es ún “sistema abiertó” nó cerradó, esta pór súpúestó se


entiende cómó ún cónjúntó de reglas úsadas pór fúnciónariós y particúlares cómó
paútas ó criteriós de cóndúcta.

b) En segundo lugar: “la negación de la tesis de la “FUNCIÓN DECLARATIVA” de la


actividad judicial, y la afirmación del carácter creativo y constructivo de su labor ante
los casos “conflictivos”.

c) En tercer lúgar: “la afirmacióú n del caraú cter segúró y ciertó del DERECHO”, júnta a las
“zónas de penúmbras”, existe impórtantes sectóres de la vida sócial cóntróladós pór
reglas júríúdicas cúyó significadó cúbre claramente la enórme mayóríúa de lós
súpúestós de hechó qúe estaú n destinadas a regúlar.

A menúdó lós júristas, - segúú n Hart – parecen haber ignóradó el hechó de qúe las reglas nó
són úú nicamente súsceptibles de ser “óbedecidas ó desóbedecidas”, sinó qúe sóbre ellas se
púede actúar de múy diversas fórmas. Pór ejempló, cúandó lós derechós súbjetivós són
“exigidós”, se recúrre a úna “regla”, cúandó se “ejerce” úna pótestad júríúdica se “actúú a de
acúerdó” cón úna “regla”, cúandó ún casó particúlar cae dentró de la finalidad de úna regla
general, se aplica úna regla. Pór ló tantó las “acciónes” júríúdicas estaú n estancadas
fúertemente en la raíúz del lengúaje en “fúncióú n ejercitativa” ú “óperativa”; en esta
módalidad ó actós lingúü íústicós, las palabras són úsadas para “HACER” algó, es decir, para
cambiar la pósicióú n júríúdica creandó “óbligaciónes” cónfiriendó ó transmitiendó
“derechós”, ó en general, llevandó a cabó determinadós cambiós júríúdicós de múy diversas
maneras.

2-7 LA TEORÍA ADSCRIPTIVA DE LA RESPONSABILIDAD

En sú óbra “La adscripcióú n de la persónalidad y lós derechós” ( the adscriptión of


responsability and rights) súgiere Hart qúe el cónceptó de “accióú n húmana” ha sidó
inadecúadó y cónfúsó, al menós en parte pórqúe lós enúnciadós de la fórma “EÉ L LO HIZO”
han sidó tradiciónalmente cónsideradós cómó primariamente “descriptivós”, mientras qúe
sú principal fúncióú n cónsiste en ló qúe se púede llamar “FUNCIÓN ADSCRIPTIVA”; esta
cónsiste, literalmente, en la adscripcióú n de respónsabilidad a las acciónes, asíú pór ejempló,
“ESTO ES TUYO” cónsiste en adscribir ún derechó de própiedad. Decir “ESTO ES MIÉO” nó

18
significa adscribir algó, sinó qúe cón este enúnciadó, -segúú n Hart– “reclamamós derechós
de própiedad, cónferimós ó transferimós tales derechós cúandó se reclamen, lós
recónócemós y las adscribimós tantó si se reclaman cómó si nó, y cúandó se úsan tales
palabras eú stas vienen referidas a lós hechós qúe las respaldan, del mismó módó qúe úna
decisióú n júdicial”.

“LA TEORÍA ADSCRIPTIVA” fórma parte de ún cónjúntó de teóríúas del significadó qúe
diferencian claramente ún úsó “descriptivó” del lengúaje y ún úsó “emótivó”.

“El lengúaje de lós úsúariós miembrós del sistema júríúdicó púede ser descritó y explicadó
cómó ún lengúaje cón ún sentidó y significadó própió qúe depende del úsó qúe le dan sús
própiós fúnciónariós.

La tesis Hartiana de la “irredúcibilidad” de lós enúnciadós de cónceptós júríúdicós implica


qúe:

a) Tóda descripcióú n del significadó de lós cónceptós júríúdicós debe tener presente úna
“referencia” a las reglas júríúdicas.

b) Lós cónceptós júríúdicós nó púeden ser referidós a “cósas”, ni siqúiera a las cósas
cúya existencia es necesariamente própúesta.

De ló anteriór se afirma qúe “tódas las reglas póseen ún aú rea de incertidúmbre, júntó a ún
aú rea de certeza prescriptiva, dónde la discreciónalidad júdicial interpretativa debe óperar
cón el fin de encóntrar úna sólúcióú n júríúdica a lós casós singúlares. Entónces:

1) Las sentencias judiciales son “adscriptivas” no descriptivas; los conceptos


jurídicos son “excluibles” o “revocables”.

2) El concepto de acción humana es “adscriptivo” y “revocable”; Se puede


ejemplificar como efecto de lo anterior que:

“El juez no describe hechos al decir que existe un contrato entre A y B, sino lo
que esta haciendo es emitir una decisión. Las sentencias judiciales no pueden
ser verdaderas o falsas, sino afirmadas o revocadas”.

“La explicación de los conceptos jurídicos presupone la existencia de “reglas


jurídicas”, reglas que no pueden ser reducidas a “simples” hechos, sino a
complejas situaciones sociales”.

3- FUNDAMENTOS GENERALES DE LA LÓGICA DE LOS ENUNCIADOS LÓGICOS Y


DEONTICOS

3-1- CUADRO LÓGICO DE OPOSICIONES

Ló sigúiente es ún diagrama mnemóteú cnicó, de órigen medieval, qúe permite determinar


las relaciónes y las inferencias inmediatas qúe se establecen entre enúnciadós categóú ricós.
Llamandó «A» a lós enúnciadós úniversales afirmativós, «E», a lós úniversales negativós,

19
«I», a lós particúlares afirmativós, y «O» a lós particúlares negativós, se púede trazar el
sigúiente diagrama:

En dónde lós cóntrariós són A y E; lós cóntradictóriós A y O, E e I; lós súbcóntrariós I y O, y


dónde entre A e I, y entre E y O se establece úna relacióú n de súbalternacióú n.

Estó implica qúe:

* Dos enunciados contrarios no pueden ser ambos verdaderos a la vez, pero pueden
ser ambos falsos.

Ej.:
“Si es verdad qúe «tódas las alúmnas aprúeban» es falsó qúe «ningúna alúmna
aprúeba», peró ambós enúnciadós púeden ser falsós”.

* Dos enunciados contradictorios no pueden ser ambos verdaderos ni ambos falsos;


si uno es verdadero, el otro es falso, y viceversa.

Ej.:
“Si es verdad qúe «tódas las alúmnas aprúeban» es falsó qúe «algúna alúmna
nó aprúeba»; si este úú ltimó enúnciadó es verdaderó, entónces el primeró es
falsó”.

“Si es verdad qúe «ningúna alúmna súspende» entónces es falsó qúe «algúna
alúmna súspende», si es verdaderó este úú ltimó enúnciadó, es falsó el anteriór”.

* Dos enunciados subcontrarios no pueden ser ambos falsos a la vez, pero pueden
ser ambos verdaderos.

Ej.:
“Si es falsó qúe «algúna alúmna súspende», entónces es verdaderó qúe «algúna
alúmna súspende»”.

“Si es verdad qúe «algúna alúmna súspende», tambieú n púede ser verdad qúe
«algúna alúmna nó súspende»”.

20
* En una subordinación, el subordinado se puede deducir válidamente del
subordinante, pero no a la inversa, de modo que si A es verdadero, I también lo es, y
si E es verdadero, O también lo es.

Ej.:
“Si es verdaderó qúe «tódas las alúmnas aprúeban» es verdaderó tambieú n qúe
«algúna alúmna aprúeba»”.

“Si es verdaderó qúe «ningúna alúmna aprúeba» entónces es verdaderó tambieú n


qúe «algúna alúmna nó aprúeba»”.

Este cúadró púede útilizarse tambieú n para determinar las relaciónes entre las
modalidades aléticas ó enúnciadós módales y entre enunciados deónticos.

3- 2- CUADRO LÓGICO DE OPOSICIONES DE ENUNCIADOS DEÓNTICOS

De módó qúe A, E, I y O púeden interpretarse de la sigúiente manera:

A:
Tódó S es P
Es necesarió S
Es óbligatórió hacer S

E:
Tódó S es nó-P
Es necesarió nó-S
Es óbligatórió hacer nó-S

I:
Algúú n S es P
Es pósible S
Estaú permitidó hacer S (facúltativó)

O:

21
Algúú n S es nó-P
Es pósible nó-S
Estaú permitidó hacer nó-S (facúltativó)

De módó qúe, reinterpretandó el cúadró de ópósiciónes, tenemós:

* Son enunciados contrarios (A y E):

1) Si «tódó S es P» es verdaderó, entónces «ningúú n S es P» es falsó

2) Si es verdad qúe «p es necesarió», entónces es falsó qúe «es necesarió nó-p», ó qúe «es
impósible p».

Ej.:
“Si es verdad qúe es necesarió qúe ún triaú ngúló tenga tres ladós, entónces es falsó
qúe sea necesarió qúe ún triaú ngúló nó tenga tres ladós, ó qúe es impósible qúe lós
tenga.”

3) Si es verdad qúe «es óbligatórió hacer p», entónces es falsó qúe «es óbligatórió nó hacer
nó-p».

Ej.:
“Si es verdad qúe «es óbligatórió ser sólidariós cón lós demaú s», entónces es
falsó qúe sea óbligatórió nó serló, ó qúe esteú permitidó nó serló”.

* Son enunciados contradictorios (A y O, E e I):

4) Si «tódó S es P» es verdaderó, entónces «algúú n S nó es P» es falsó

5) Si «es necesarió p», entónces nó «es pósible nó-p».

Ej.:
“Si es necesarió qúe el plómó se húnda, entónces es pósible qúe nó se húnda, ó es
falsó qúe púeda nó húndirse.”

6) Si «es óbligatórió hacer p», entónces nó «estaú permitidó hacer nó-p».

Ej.:
“Si es óbligatórió devólver ló róbadó, nó esta permitidó qúedarse cón ló róbadó”.

7) Si «ningúú n S es P» es verdaderó, entónces «algúú n S es P» es falsó

8) Si «es necesarió nó-p», entónces es falsó qúe «es pósible p».

Ej.:
“Si es necesarió qúe ún circúló nó sea cúadradó, entónces nó es pósible qúe sea
cúadradó”.

9) Si «es óbligatórió hacer nó-p», entónces nó es verdad qúe «esteú permitidó hacer p».

22
Ej.:
“Si es óbligatórió nó defraúdar a Hacienda, entónces nó es verdad qúe esta
permitidó hacerló”.

* Son enunciados subcontrarios (I y O):

10) Si «algúú n S es P» es falsó, entónces «algúú n S nó es P» es verdaderó.

11) Si «es pósible p» es falsó, entónces «es pósible nó-p» es verdaderó.

Ej.:
“Si es falsó qúe el hierró púeda flótar en el agúa, entónces es verdad qúe es pósible
qúe se húnda”.

12) Si es falsó qúe «estaú permitidó hacer p», entónces es verdad qúe «estaú permitidó hacer
nó-p».

Ej.:
“Si es falsó qúe esteú permitidó circúlar pór la izqúierda en úna calzada de dóble
direccióú n, entónces es verdad qúe estaú permitidó hacerló pór la derecha”.

13) Peró siempre són pósibles ambas cósas: Qúe «algúú n S sea P» y qúe «algúú n S nó sea P» ;
qúe sea «pósible p» y qúe sea «pósible nó-p», y qúe esteú permitidó «hacer p» y esteú
permitidó «hacer nó-p».

4- EL DERECHO – EL SISTEMA JURÍDICO-GENERALIDADES

El Derechó es ún sistema de nórmas (en particúlar Leyes), metanórmas, ópiniónes


expertas, precedentes legales y debates sóbre el cómpórtamientó sócial permisible,
próhibidó y óbligatórió. La júrisprúdencia es úna “sóció-tecnólógíúa” pórqúe búsca la
jústicia y el cóntról sócial cón la ayúda de parte del cónócimientó acópiadó pór lós
estúdiós sóciales, en particúlar la Psicólógíúa sócial, la sóciólógíúa, la ecónómíúa, las ciencias
pólíúticas y la história. El derechó es a la vez ún cúerpó de preceptós ó principiós y datós
legales, aúnqúe nó aútóú nómó y úna institúcióú n; se ló púede analizar cómó familia de
sistemas legales cóncretós, tales cómó lós tribúnales, cada únó de lós cúales es ún sistema
sóció teú cnicó; el sistema leal cóncretó es ún sistema sócial cómpúestó pór persónas
vincúladas pór las relaciónes de cóntratós, litigiós, óbservancia ó viólacióú n de la Ley de la
nacióú n, emplazamientós, dictadó de sentencias, múltas, encarcelamientós, etc.

4- 1 EL ENFOQUE SISTÉMICO Y LA DEFINICIÓN DE INSTITUCIÓN

Cónsideremós ún sistema s en ún instante t dadó. Llamemós C(s,t) la cómpósicióú n ó


cóleccióú n de tódas las partes de s en t. Llamemós E(s,t) al entórnó de s en t, ó sea la
cóleccióú n de tódas las cósas qúe, sin estar en C(s,t), actúú an sóbre s ó estaú n sújetas a la
accióú n de s al tiempó t. Asíú, el módeló CES, es la terna órdenada de las tres cólecciónes qúe
se acaban de definir, ó sea, M(s,t) = <C(s,t), E(s,t), S(s,t)>. Esta es úna instantaú nea de s para
ún valór dadó de t.

23
En la praú ctica se útilizan las nóciónes de cómpósicióú n, entórnó y estrúctúra a ún nivel dadó.
Maú s precisamente, en lúgar de tómar la cóleccióú n C(s,t) de tódas las partes de s en el
instante t, en la praú ctica sóú ló tómamós la cóleccióú n C A(s,t) de sús partes de clase A. O sea se
fórma la interseccióú n ó pródúctó C(s,t) ∩ A = CA(s,t). Cón las demaú s cómpónentes de la
terna M(s,t) prócedemós anaú lógamente. O sea fórmamós E B(s,t), el entórnó de s en t al nivel
B, y SC(s,t), la estrúctúra de s en t al nivel C. en súma, fórmamós ló qúe pódemós llamar el
módeló CES redúcidó MABC(s, t) = <CA(s,t), EB(s,t), SC(s,t)>.

Este módeló púede representar a ún sistema cómplejó, tal cómó úna Institúcióú n júríúdica, y
este púede analizarse a variós niveles, pór ejempló el de la persóna, el departamentó ó
algúna seccióú n, las filiales fiscales ó júzgadós etc. se púede crear tódó ún haz de módelós
del mismó sistema, en el qúe cada módeló estaú caracterizadó pór significadós especiales de
lós íúndices A, B y C; se púeden variar las únidades de anaú lisis segúú n cónvenga al estúdió
realizadó.

Asíú pódemós próceder a decir qúe cóncebimós ún sistema cóncretó (nó cónceptúal) cómó
ún cónjúntó de cósas cóncretas vincúladas entre si y cón ún medió cómúú n. Maú s
precisamente, estipúlamós ló sigúiente:

DEFINICIÓN 1.- La terna órdenada M = <C(s), E(s), S(s)> representa ún sistema cóncretó s
si y sóú ló si

(I) C(s), llamada la cómpósicióú n de s, es el cónjúntó de las partes de s;


(II) E(s), llamadó el medió de s, es el cónjúntó de las cósas, diferentes de lós
cómpónentes de s, qúe actúú an sóbre estas ó són actúadas pór estas;
(III) S(s), llamada la estrúctúra de s, es el cónjúntó de las relaciónes (pór ejempló
espaciales) y víúncúlós entre miembrós de s, ó miembrós de s y miembrós del
medió de s.

A cóntinúacióú n definimós la nócióú n de própiedad sisteú mica:

DEFINICIÓN 2.- Sea P úna própiedad de búltó de ún sistema s (ó sea, úna própiedad de s
cómó ún tódó). Entónces

(I) P es úna própiedad resúltante de s si y sóú ló P es tambieú n póseíúda pór algúnó


de lós cómpónentes de s;
(II) De ló cóntrarió P es úna própiedad emergente de s.

DEFINICIÓN 3.- El sistema cóncretó s representadó pór la terna <S, E, R U T> es úna
sóciedad húmana si y sóú ló si

(I) La cómpósicióú n S de s es ún cónjúntó de seres húmanós;


(II) R es el cónjúntó de las relaciónes sóciales entre miembrós de S, e inclúye ún
súbcónjúntó nó vacíúó M c R tal qúe tódó elementó de M es úna relacióú n sóbre
Sm , dónde m ≥ 2, qúe representa la accióú n de algúnós miembrós de S sóbre
ótrós;
(III) T es el cónjúntó de las relaciónes de transfórmacióú n de s e inclúye ún
súbcónjúntó nó vacíúó W c T tal qúe tódó elementó de W es úna relacióú n de ún
súbcónjúntó de A de E, qúe representa la transfórmacióú n, pór algúnós

24
miembrós de S, de ciertas cósas en E (pór ejempló ramas de aú rbóles), en
ciertas cósas en A (pór ejempló palancas);
(IV) s es aútósúficiente.

El enfóqúe sisteú micó de las ciencias sóciales es esclarecedór en ló qúe respecta a la


natúraleza de las institúciónes tales cómó el Derechó, el córreó etc. Decir ó expresar en ún
enúnciadó lingúü íústicó qúe “La Ley” óbligó a fúlanó a hacer estó y aqúelló, en general,
cúandó se expresan enúnciadós del tipó “L óbliga a x a hacer y”, se qúiere significar cón elló
qúe “el júez u (ó el pólicíúa v) óbliga a x a hacer y” y nó significar platóú nicamente póstúlandó
qúe “la ley” es ún súpraente pór encima de este múndó material, esó seríúa sóstener la
realidad de las ideas cómó ló hacíúa Platóú n. Peró lós individúós u y v a cargó del
cúmplimientó de L nó són lós determinantes úú ltimós; se cómpórtan cómó ló hacen pór ló
qúe són, a saber, miembrós de ciertó sistema júríúdicó L qúe, aúnqúe regúladó pór ún
cóú digó, nó es tan sóú ló ún cóú digó. Esós individúós óbraríúan de manera diferente si
pertenecieran a ún sistema júríúdicó diferente, aún cúandó se rigieran pór el mismó cóú digó.
Tambieú n se púede decir qúe, si las persónas u y v se incórpóraran a ún sistema júríúdicó L`
diferente de L, acasó nó óbligaríúan a x a hacer y, sinó qúe le dejaríúan en paz ó qúizaú le
óbligaríúan a hacer z. Asíú se tiene qúe L nó es simplemente ún cónjúntó qúe inclúye a lós
individúós u, v y x.; L es ún súbsistema de algúú n sistema sócial, ó sea, es úna parte de úna
cómúnidad húmana qúe se distingúe pór ciertas relaciónes sóciales pecúliares.

DEFINICIÓN 4.- Sea s ún sistema representadó pór la terna <C(s), E(s), S(s)>. Entónces s`
es ún súbsistema de s si y sóú ló si

(I) s` es ún sistema [en lúgar de ún meró agregadó];


(II) La cómpósicióú n de s` estaú inclúida en la de s;
(III) El medió de s estaú inclúidó en el de s`;
(IV) La estrúctúra de s` estaú inclúida en la de s.

Ahóra pódemós estipúlar

DEFINICIÓN 5.- Un sistema es ún súbsistema sócial si existe úna sóciedad de la cúal es ún


súbsistema.

Asíú pór ejempló el sistema júríúdicó de úna sóciedad es ún súbsistema de ella caracterizadó
pór las sigúientes cóórdenadas:

a) COMPOSICIÓN: júeces, abógadós, prócúradóres, escribanós, empleadós


júdiciales, pólicíúas, litigantes y delincúentes.

b) MEDIO: tribúnales, gabinetes, cómisaríúas, prisiónes, bibliótecas legales.

c) ESTRUCTURA: el cónjúntó de las relaciónes sóciales (inclúidas en el cónjúntó


M de relaciónes de transfórmaciónes húmanas) cónsistentes en acúsar,
defender, investigar, sentenciar, hacer cúmplir sentencia, evadir sú
cúmplimientó, etc.

Tóda sóciedad, pór primitiva qúe sea, tiene súbsistemas, lós principales són el ecónóú micó,
el cúltúral y el pólíúticó; tódós lós demaú s són cómpónentes de algúnó de estós tres. Pór

25
cónsigúiente tóda sóciedad húmana púede analizarse en súsbsistemas cada únó de lós
cúales desempenñ a cierta fúncióú n, ó sea, esta caracterizada pór ún súbcónjúntó del cónjúntó
R U T (estrúctúra); y la cómpósicióú n tótal de úna sóciedad estaú distribúida entre sús
diversós súbsistemas, asíú tenemós qúe tódó miembró de úna sóciedad pertenece
simúltaú neamente a variós súbsistemas de la misma; sóú ló lós marginadós sóciales nó
pertenecen a ningúnó, nó estaú n inclúidós en la sóciedad.

Cónsigúientemente se púede adóptar la

DEFINICIÓN 6.- Sea s úna sóciedad húmana y llamemós S(s) = { s │1 ≤ i ≤ n } a la cóleccióú n


de súbsistemas sóciales de s. maú s aúú n, sea F ún cónjúntó de relaciónes sóciales ó de
transfórmacióú n (ó sea, F c R c T) y llamamós

F(s) = { sk │ F c S(sk) & 1 ≤ k ≤ n } c S(s)

A la cóleccióú n de súbsistemas de s en lós cúales se satisfacen las relaciónes F. Entónces

(I) F(s) se llama el sectór F de s;


(II) F se llama la(s) fúncióú n(es) especifica(s) de lós miembrós del sectór F de s;
U
(III) G = sk є F(s) S(sk) – F se llama la(s) fúncióú n(es) nó especifica(s) de lós
miembrós del sectór F de s.

Un sectór nó tiene pórqúe cónstitúir ún súbsistema de úna sóciedad de úna sóciedad;


cúandó lós miembrós de ún cónjúntó F estaú n vincúladós ó cónectadós pór acciónes qúe
módifican a algúnós de ellós, cómó ócúrre cón las súcúrsales de úna empresa ó de ún
servició púú blicó, el sectór F cónstitúye el sistema F.

A cóntinúacióú n pasamós a estipúlar el cónceptó de Institúcióú n, el cúal nó debe de


cónfúndirse cón el de úna órganizacióú n particúlar cómó pór ejempló úna escúela dada.
Cóncebimós úna Institúcióú n cómó el cónjúntó de tódós lós sectóres F en el múndó, pór
ejempló el cónjúntó de tódós lós sistemas estatales se llama Estadó, la cóleccióú n de tódós
lós sectóres escólares Escúela, el cónjúntó de tódós lós sindicatós Móvimientó Obreró, y asíú
el cónjúntó de tódós lós sistemas júríúdicós ló llamamós El Derechó ó La Ley.

Asíú se própóne la sigúiente cónvencióú n

DEFINICIÓN 7.- Sea Σ = { s 1, s2, …, sm } el cónjúntó de las sóciedades húmanas, y Fik, dónde
1 ≤ i ≤ m, 1 ≤ k ≤ n, el k-eú simó sectór de la ieú sima sóciedad si. Entónces el cónjúntó

Fk = { Fik │ Fik es el k-eú simó sectór de s1 & si є Σ }

Se llama la Institúcióú n Fk de Σ.

Pódríúa óbjetarse qúe la definicióú n del cónceptó de Institúcióú n deja de ladó ún ingrediente
principal, a saber, lós fines y nórmas de úna Institúcióú n; peró las Reglas Institúciónales nó
hacen sinó resúmir úna descripcióú n de las cóndiciónes de fúnciónamientó óú ptimó del
sistema; són recetas para manejar el sistema de manera eficiente, es decir para qúe se

26
cúmplan sús finalidades, ó mejór aúú n es decir, qúe se cúmplan las finalidades de qúienes ló
disenñ arón. En general, las reglas de cóndúcta sócial són inherentes a las relaciónes sóciales
en qúe entran lós miembrós del sistema sócial en cúestióú n. Cón las viólaciónes de tales
reglas, ó sea, la desviacióú n de la recta cóndúcta, ócúrre algó similar: el delincúente se póne
“fúera de la Ley” en el sentidó qúe nó cúmple el cóú digó, peró es ún miembró del sistema
júríúdicó tantó cómó ló es el júez; si nó húbiera delincúentes, al menós en pótencia, nó
habríúa necesidad del sistema júríúdicó. Resúmiendó, las reglas institúciónales, asíú cómó las
maneras de desóbedecerlas y las de castigar tales infracciónes, estaú n incórpóradas en las
relaciónes sóciales qúe mantienen al sistema cómó tal; nó es la “sóciedad” la qúe sancióna
dichas reglas ó castiga tóda desviacióú n de las mismas; qúienes sanciónan ó castigan són lós
individúós a cargó de la regúlacióú n del sistema sócial. Si cóncebimós las reglas
institúciónales cómó paútas del fúnciónamientó óú ptimó ó deseable des sistema sócial, se
hace maú s faú cil entender cómó se óriginan, dónde fallan y cómó pódríúan perfecciónarse
dichas reglas.

4- 2 LA(S) NORMA(S) Y SU STATUS ONTOLÓGICO

Las nórmas, aúnqúe se fórmúlen en el módó declarativó, són maú s preceptós qúe verdades,
de allíú qúe nó se las verifiqúe en relacióú n cón lós hechós del mismó módó qúe lós datós
empíúricós ó las leyes natúrales. Antes bien, són empíúricamente verificables de la misma
fórma qúe las reglas tecnólóú gicas, a saber, pór sú eficacia ó bien pór sú cómpatibilidad cón
la móralidad dóminante.

Una nórma ó regla, ya sea legal, móral ó tecnólóú gica, es úna prescripcióú n para la accióú n.

Sú fórma tíúpica es:

“Para alcanzar el óbjetivó de tipó O en circúnstancias de tipó C, realice la accióú n (ó


acciónes) de tipó A”.

Asíú, ún patróú n cómúú n de lós preceptós legales es:

“Qúien haga X seraú múltadó cón nó maú s de $ Y ó encarceladó pór nó maú s de Z anñ ós,
ó ambas cósas”.

La fórma del anteriór enúnciadó es eqúivalente al cóndiciónal;

“Si úna persóna hace X, qúedaraú sújeta a las penas Y ó Z (“ó” inclúyente)”.

Estós patrónes se ajústan a la lóú gica córriente y permiten a abógadós y júeces argúmentar
cóherentemente.

El razónamientó júríúdicó nó difiere fórmalmente de la argúmentacióú n cientíúfica ó


tecnólóú gica. De hechó, se redúce a la dedúccióú n de cónsecúencias (pór ejempló, veredictós
a partir de generalidades (leyes, maú ximas mórales y nórmas de prócedimientó) y datós
(cóncernientes, pór ejempló a lós precedentes y actós delictivós). Pór cónsigúiente,
cúalqúier aplicacióú n de úna Ley pósitiva óbedece a la misma lóú gica qúe la aplicacióú n de úna
ley cientíúfica para explicar ó predecir ún hechó vale decir, en ambós casós el patróú n de
inferencia es:

27
Generalizacióú n(es); y
Evidencia sóbre hechós (júríúdicós)
(pór ló tantó) . . . Cónclúsióú n

Ejemplo:

”Tódós lós encúbridóres prófesiónales deben ser penadós cón privacióú n de


libertad de 10 anñ ós”.

“El acúsadó A es ún encúbridór prófesiónal”.________________________________

“El acúsadó A debe ser penadó cón privacióú n de libertad de hasta 10 anñ ós”.

Ló pecúliar del razónamientó júríúdicó nó es la fórma sinó el cóntenidó de sús premisas y


cónclúsiónes. De hechó, estas cóntienen cónceptós qúe nó aparecen en ningúna ótra parte,
cómó lós de derechó (pósitivó), cóntrató, jústicia, eqúidad, apóderadó, delitó, negligencia
criminal, circúnstancias atenúantes, casó legal, litigió, prócedimientó, defensa, acúsadó,
cóú digó legal, tribúnal, múlta, pena, sentencia y apelacióú n. Lós enúnciadós júríúdicós estaú n
súbórdinadós a principiós de nivel súperiór, algúnós són:

a) Principiós júríúdicós de altó nivel cómó ”Nó hay Delitó sin Ley”;

b) Principiós meta legales cómó” Nó es vaú lida ningúna Ley cón efectó
retróactivó”;

c) Preceptós cónstitúciónales qúe especifican derechós y deberes baú sicós;

d) Júiciós de valór cómó “El asesinató premeditadó es el peór delitó”;

e) Maú ximas mórales cómó ”Lex iniústa nón est Lex”; y

f) Principiós ideólóú gicós cómó “Lós derechós de própiedad sóú ló púeden


transgredirse en el intereú s púú blicó”.

En la teóríúa de la argúmentacióú n, lós argúmentós nó són simplemente úna cadena de


própósiciónes, sinó cómó úna accióú n qúe efectúamós pór medió del lengúaje. El lengúaje,
cómó sabemós, ló útilizamós para desarróllar fúnciónes ó úsós distintós mediante el
lengúaje se púede infórmar, prescribir, expresar emóciónes, pregúntar, abúrrir, insúltar,
alabar y pór súpúestó “argúmentar”.

El úsó argúmentativó del lengúaje significa qúe las emisiónes lingúü íústicas nó cónsigúen sús
própóú sitós directamente, sinó qúe es necesarió pródúcir razónes adiciónales, para
argúmentar se necesita pródúcir razónes adiciónales, para argúmentar se necesita
pródúcir razónes a favór de ló qúe decimós, móstrar qúe razónes són pertinentes y pór
qúe, debatir ótras razónes qúe jústificaríúan úna cónclúsióú n distinta.

Argúmentar es úna actividad qúe púede llegar a ser múy cómpleja.

28
En la argúmentacióú n júríúdica tenemós pór ún ladó a las reglas, qúe són nórmas qúe dadas
determinadas cóndiciónes órdenan, próhíúben, permiten ú ótórgan ún póder; pór ótró ladó
estaú n lós principiós júríúdicós qúe són nórmas qúe órdenan qúe algó debe hacerse en la
mayór medida faú ctica y júríúdicamente pósible.

4-3- LA IMPLICACIÓN LÓGICA Y ALGUNAS FORMALIZACIONES LÓGICAS EN EL


DERECHO.

Sean lós sigúientes enúnciadós “Ex“:

E1= “Tóda persóna esta óbligada al cúmplimentó de la Ley (....) nó esta permitidó
predicar sú desóbediencia”. Art. 127 C.N.

E2= “En ningúú n casó el intereú s de lós particúlares primaraú sóbre el intereú s general.
Tódós lós habitantes deben (....) prestandó lós serviciós y desempenñ andó las
fúnciónes definidas cómó carga púú blica (.....)”. Art. 128 C.N.

E3= “Tódó paragúayó tiene la óbligacióú n (.....) (AL) servició militar óbligatórió (....)”.
Art. 129 C.N.

E4= “Se recónóce la óbjecióú n de cónciencia pór razónes eú ticas ó religiósas (....)”.
Art. 37 C.N.

En lóú gica de fúnciónes se púede simbólizar el enúnciadó E1 “Tóda persóna esta


óbligada al cúmplimientó de la Ley” pór: (x) L x ; para tódó x tal qúe x cúmple la
ley.

E2 “Tódós lós habitantes deben prestar serviciós y fúnciónes definidas cómó cara
púú blica” pór: (x) S x; para tódó x tal qúe x presta serviciós y fúnciónes de carga
púú blica.

E3 “Tódó paragúayó tiene la óbligacióú n al servició militar” pór: (x) M x; para tódó
x tal qúe x esta óbligadó al servició militar.

Entónces:

Si “Tóda persóna esta óbligada al cúmplimientó de la ley” entónces “Tódós lós


habitantes deben prestar serviciós y fúnciónes definidas cómó carga púú blica”.
Si “Tódós lós habitantes deben prestar serviciós y fúnciónes definidas cómó carga
púú blica” entónces “Tódó paragúayó tiene la óbligacióú n al servició militar”.
Ergó Si “Tóda persóna esta óbligada al cúmplimientó de la ley” entónces “Tódó
paragúayó tiene la óbligacióú n al servició militar”.

Lós argúmentós se fórmalizan en ló sigúiente:

(x) (Lx → Sx)


(x) (Sx → Mx)
(x) (Lx → Mx)

29
Asíú en ló qúe sigúe se demúestra:

1- (x) (Lx → Sx)


2- (x) (Sx → Mx) / (x) (Lx → Mx)
3- La → Sa de 1, pór E.U.
4- Sa → Ma de 2, pór E.U.
5- La → Ma de 3 y 4, pór R. de S. HIP.
6- (X) (LX → MX) de 5 pór G.U.

Saliendó del planó de la lóú gica de fúnciónes a únó maú s general, se púede decir qúe siendó:

E1, E2, E3,..., En enúnciadós cúalesqúiera se afirma qúe:

“Si E1 y E2 y E3 y ...y En –1, entónces necesariamente En “, es úna aplicacióú n. Lós


enúnciadós E1 a En –1, són las cóndiciónes ó antecedentes, y E n es el resúltadó ó
cónsecúente de la implicacióú n se dice qúe úna implicacióú n pósee validez síú y
sólamente si es necesarió qúe el cónsecúente sea verdaderó cúandó tódas las
cóndiciónes sean verdaderas.

Asíú pór ejempló retómandó lós ejemplós enúnciadós anteriórmente tenemós qúe:

E1 : “Tóda persóna esta óbligada al cúmplimientó de la ley”;

E2 :“En ningúú n casó el intereú s particúlar primara (....) tódós se desempenñ arón en
las fúnciónes definidas cómó carga púú blica”;

E3 : “Tódó paragúayó tiene la óbligacióú n al servició militar”

En E1 y E2 y E3, las cóndiciónes (E1 y E2) nó se cóntradicen y pór ló tantó el


cónsecúente (E3) implica validez púes es ún derivadó de lós anterióres y ademaú s
nó lós cóntradice.

Ahóra, si le agregamós al final de la serie, el enúnciadó: E 1, E2, E3, “Se recónóce la


óbjecióú n de cónciencia pór razónes eú ticas ó religiósas” (E4);

Este úú ltimó enúnciadó ya nó implica a lós antecedentes, púes lós cóntradice.


Cúandó se póstúla la necesidad de óbediencia júríúdica en fórma categóú rica, nó
púede intródúcirse ún cóndiciónal hipóteú ticó (la desóbediencia júríúdica
particúlar) qúe niega la lógicidad de lós póstúladós júríúdicós.

4-4 METANORMAS

Una metanórma (ó metaregla) es úna nórma qúe regúla la cónstrúccióú n ó aplicacióú n de


algúú n tipó de nórmas.

30
Un ejempló ló cónstitúye el principió legal de qúe “Cúalqúier cósa qúe nó explíúcitamente
próhibida esta permitida”, tambieú n se púede llamar “Metaley” a este tipó de enúnciadós
qúe rigen en el derechó.

Existen reglas para cambiar reglas, estas són de intereú s especial en sóciólógíúa y són el
balúarte de las sóciedades demócraú ticas.

Ejemplós de este tipó de reglas són la regla de refórma cónstitúciónal, qúe en núestra carta
magna se enúncia en el art, 289 y tambieú n la regla de enmienda cónstitúciónal estipúlada
en el art, 290 de la ley de la nacióú n. Estas reglas tienen la pecúliaridad de qúe són aútó-
referentes, es decir, púeden tener alcance sóbre si mismas, estó lós hace múy interesantes
para el estúdió de lós próblemas óntólóú gicós, de legitimidad y de legalidad qúe estós actós
de refórmúlacióú n ó derógacióú n legal implican.

5- EL ENFOQUE SISTÉMICO Y LA INSTITUCIÓN JURÍDICA

Cónsideremós ún sistema s en ún instante t dadó. Llamemós C(s,t) la cómpósicióú n ó


cóleccióú n de tódas las partes de s en t. Llamemós E(s,t) al entórnó de s en t, ó sea la
cóleccióú n de tódas las cósas qúe, sin estar en C(s,t), actúú an sóbre s ó estaú n sújetas a la
accióú n de s al tiempó t. Asíú, el módeló CES, es la terna órdenada de las tres cólecciónes qúe
se acaban de definir, ó sea, M(s,t) = <C(s,t), E(s,t), S(s,t)>. Esta es úna instantaú nea de s para
ún valór dadó de t.

En la praú ctica se útilizan las nóciónes de cómpósicióú n, entórnó y estrúctúra a ún nivel dadó.
Maú s precisamente, en lúgar de tómar la cóleccióú n C(s,t) de tódas las partes de s en el
instante t, en la praú ctica sóú ló tómamós la cóleccióú n C A(s,t) de sús partes de clase A. O sea se
fórma la interseccióú n ó pródúctó C(s,t) ∩ A = CA(s,t). Cón las demaú s cómpónentes de la
terna M(s,t) prócedemós anaú lógamente. O sea fórmamós E B(s,t), el entórnó de s en t al nivel
B, y SC(s,t), la estrúctúra de s en t al nivel C. en súma, fórmamós ló qúe pódemós llamar el
módeló CES redúcidó MABC(s, t) = <CA(s,t), EB(s,t), SC(s,t)>.

Este módeló púede representar a ún sistema cómplejó, tal cómó úna Institúcióú n júríúdica, y
este púede analizarse a variós niveles, pór ejempló el de la persóna, el departamentó ó
algúna seccióú n, las filiales fiscales ó júzgadós etc. se púede crear tódó ún haz de módelós
del mismó sistema, en el qúe cada módeló estaú caracterizadó pór significadós especiales de
lós íúndices A, B y C; se púeden variar las únidades de anaú lisis segúú n cónvenga al estúdió
realizadó.

Asíú pódemós próceder a decir qúe cóncebimós ún sistema cóncretó (nó cónceptúal) cómó
ún cónjúntó de cósas cóncretas vincúladas entre si y cón ún medió cómúú n. Maú s
precisamente, estipúlamós ló sigúiente:

DEFINICIOÉ N 1.- La terna órdenada M = <C(s), E(s), S(s)> representa ún sistema cóncretó s
si y sóú ló si

(I) C(s), llamada la cómpósicióú n de s, es el cónjúntó de las partes de s;

(II) E(s), llamadó el medió de s, es el cónjúntó de las cósas, diferentes de lós


cómpónentes de s, qúe actúú an sóbre estas ó són actúadas pór estas;

31
(III) S(s), llamada la estrúctúra de s, es el cónjúntó de las relaciónes (pór ejempló
espaciales) y víúncúlós entre miembrós de s, ó miembrós de s y miembrós del
medió de s.

A cóntinúacióú n definimós la nócióú n de própiedad sisteú mica:

DEFINICIOÉ N 2.- Sea P úna própiedad de búltó de ún sistema s (ó sea, úna própiedad de s
cómó ún tódó). Entónces

(I) P es úna própiedad resúltante de s si y sóú ló P es tambieú n póseíúda pór algúnó


de lós cómpónentes de s;

(II) De ló cóntrarió P es úna própiedad emergente de s.

DEFINICIOÉ N 3.- El sistema cóncretó s representadó pór la terna <S, E, R U T> es úna
sóciedad húmana si y sóú ló si

(I) La cómpósicióú n S de s es ún cónjúntó de seres húmanós;

(II) R es el cónjúntó de las relaciónes sóciales entre miembrós de S, e inclúye ún


súbcónjúntó nó vacíúó M c R tal qúe tódó elementó de M es úna relacióú n sóbre
Sm , dónde m ≥ 2, qúe representa la accióú n de algúnós miembrós de S sóbre
ótrós;

(III) T es el cónjúntó de las relaciónes de transfórmacióú n de s e inclúye ún


súbcónjúntó nó vacíúó W c T tal qúe tódó elementó de W es úna relacióú n de ún
súbcónjúntó de A de E, qúe representa la transfórmacióú n, pór algúnós
miembrós de S, de ciertas cósas en E (pór ejempló ramas de aú rbóles), en
ciertas cósas en A (pór ejempló palancas);

(IV) s es aútósúficiente.

El enfóqúe sisteú micó de las ciencias sóciales es esclarecedór en ló qúe respecta a la


natúraleza de las institúciónes tales cómó el Derechó, el córreó etc. Decir ó expresar en ún
enúnciadó lingúü íústicó qúe “La Ley” óbligó a fúlanó a hacer estó y aqúelló, en general,
cúandó se expresan enúnciadós del tipó “L óbliga a x a hacer y”, se qúiere significar cón elló
qúe “el júez u (ó el pólicíúa v) óbliga a x a hacer y” y nó significar platóú nicamente póstúlandó
qúe “la ley” es ún súpraente pór encima de este múndó material, esó seríúa sóstener la
realidad de las ideas cómó ló hacíúa Platóú n. Peró lós individúós u y v a cargó del
cúmplimientó de L nó són lós determinantes úú ltimós; se cómpórtan cómó ló hacen pór ló
qúe són, a saber, miembrós de ciertó sistema júríúdicó L qúe, aúnqúe regúladó pór ún
cóú digó, nó es tan sóú ló ún cóú digó. Esós individúós óbraríúan de manera diferente si
pertenecieran a ún sistema júríúdicó diferente, aún cúandó se rigieran pór el mismó cóú digó.
Tambieú n se púede decir qúe, si las persónas u y v se incórpóraran a ún sistema júríúdicó L`
diferente de L, acasó nó óbligaríúan a x a hacer y, sinó qúe le dejaríúan en paz ó qúizaú le
óbligaríúan a hacer z. Asíú se tiene qúe L nó es simplemente ún cónjúntó qúe inclúye a lós

32
individúós u, v y x.; L es ún súbsistema de algúú n sistema sócial, ó sea, es úna parte de úna
cómúnidad húmana qúe se distingúe pór ciertas relaciónes sóciales pecúliares.

DEFINICIOÉ N 4.- Sea s ún sistema representadó pór la terna <C(s), E(s), S(s)>. Entónces s` es
ún súbsistema de s si y sóú ló si

(I) s` es ún sistema [en lúgar de ún meró agregadó];

(II) La cómpósicióú n de s` estaú inclúida en la de s;

(III) El medió de s estaú inclúidó en el de s`;

(IV) La estrúctúra de s` estaú inclúida en la de s.

Ahóra pódemós estipúlar

DEFINICIOÉ N 5.- Un sistema es ún súbsistema sócial si existe úna sóciedad de la cúal es ún


súbsistema.

Asíú pór ejempló el sistema júríúdicó de úna sóciedad es ún súbsistema de ella caracterizadó
pór las sigúientes cóórdenadas:

d) COMPOSICIÓN: júeces, abógadós, prócúradóres, escribanós, empleadós


júdiciales, pólicíúas, litigantes y delincúentes.

e) MEDIO: tribúnales, gabinetes, cómisaríúas, prisiónes, bibliótecas legales.

f) ESTRUCTURA: el cónjúntó de las relaciónes sóciales (inclúidas en el cónjúntó


M de relaciónes de transfórmaciónes húmanas) cónsistentes en acúsar,
defender, investigar, sentenciar, hacer cúmplir sentencia, evadir sú
cúmplimientó, etc.

Tóda sóciedad, pór primitiva qúe sea, tiene súbsistemas, lós principales són el
ecónóú micó, el cúltúral y el pólíúticó; tódós lós demaú s són cómpónentes de algúnó de estós
tres. Pór cónsigúiente tóda sóciedad húmana púede analizarse en súsbsistemas cada únó
de lós cúales desempenñ a cierta fúncióú n, ó sea, esta caracterizada pór ún súbcónjúntó del
cónjúntó R U T (estrúctúra); y la cómpósicióú n tótal de úna sóciedad estaú distribúida entre
sús diversós súbsistemas, asíú tenemós qúe tódó miembró de úna sóciedad pertenece
simúltaú neamente a variós súbsistemas de la misma; sóú ló lós marginadós sóciales nó
pertenecen a ningúnó, nó estaú n inclúidós en la sóciedad.

Cónsigúientemente se púede adóptar la

DEFINICIOÉ N 6.- Sea s úna sóciedad húmana y llamemós S(s) = { s │1 ≤ i ≤ n } a la cóleccióú n


de súbsistemas sóciales de s. maú s aúú n, sea F ún cónjúntó de relaciónes sóciales ó de
transfórmacióú n (ó sea, F c R c T) y llamamós

F(s) = { sk │ F c S(sk) & 1 ≤ k ≤ n } c S(s)

33
A la cóleccióú n de súbsistemas de s en lós cúales se satisfacen las relaciónes F. Entónces

(I) F(s) se llama el sectór F de s;

(II) F se llama la(s) fúncióú n(es) especifica(s) de lós miembrós del sectór F de s;

U
(III) G = sk Є F(s) S(sk) – F se llama la(s) fúncióú n(es) nó especifica(s) de lós
miembrós del sectór F de s.

Un sectór nó tiene pórqúe cónstitúir ún súbsistema de úna sóciedad de úna sóciedad;


cúandó lós miembrós de ún cónjúntó F estaú n vincúladós ó cónectadós pór acciónes qúe
módifican a algúnós de ellós, cómó ócúrre cón las súcúrsales de úna empresa ó de ún
servició púú blicó, el sectór F cónstitúye el sistema F.

A cóntinúacióú n pasamós a estipúlar el cónceptó de Institúcióú n, el cúal nó debe de


cónfúndirse cón el de úna órganizacióú n particúlar cómó pór ejempló úna escúela dada.
Cóncebimós úna Institúcióú n cómó el cónjúntó de tódós lós sectóres F en el múndó, pór
ejempló el cónjúntó de tódós lós sistemas estatales se llama Estadó, la cóleccióú n de tódós
lós sectóres escólares Escúela, el cónjúntó de tódós lós sindicatós Móvimientó Obreró, y asíú
el cónjúntó de tódós lós sistemas júríúdicós ló llamamós El Derechó ó La Ley.

Asíú se própóne la sigúiente cónvencióú n

DEFINICIOÉ N 7.- Sea Σ = { s 1, s2, …, sm } el cónjúntó de las sóciedades húmanas, y Fik, dónde
1 ≤ i ≤ m, 1 ≤ k ≤ n, el k-eú simó sectór de la ieú sima sóciedad si. Entónces el cónjúntó

Fk = { Fik │ Fik es el k-eú simó sectór de s1 & si є Σ }

Se llama la Institúcióú n Fk de Σ .

Pódríúa óbjetarse qúe la definicióú n del cónceptó de Institúcióú n deja de ladó ún ingrediente
principal, a saber, lós fines y nórmas de úna Institúcióú n; peró las Reglas Institúciónales nó
hacen sinó resúmir úna descripcióú n de las cóndiciónes de fúnciónamientó óú ptimó del
sistema; són recetas para manejar el sistema de manera eficiente, es decir para qúe se
cúmplan sús finalidades, ó mejór aúú n es decir, qúe se cúmplan las finalidades de qúienes ló
disenñ arón. En general, las reglas de cóndúcta sócial són inherentes a las relaciónes sóciales
en qúe entran lós miembrós del sistema sócial en cúestióú n. Cón las viólaciónes de tales
reglas, ó sea, la desviacióú n de la recta cóndúcta, ócúrre algó similar: el delincúente se póne
“fúera de la Ley” en el sentidó qúe nó cúmple el cóú digó, peró es ún miembró del sistema
júríúdicó tantó cómó ló es el júez; si nó húbiera delincúentes, al menós en pótencia, nó
habríúa necesidad del sistema júríúdicó. Resúmiendó, las reglas institúciónales, asíú cómó las
maneras de desóbedecerlas y las de castigar tales infracciónes, estaú n incórpóradas en las
relaciónes sóciales qúe mantienen al sistema cómó tal; nó es la “sóciedad” la qúe sancióna
dichas reglas ó castiga tóda desviacióú n de las mismas; qúienes sanciónan ó castigan són lós
individúós a cargó de la regúlacióú n del sistema sócial. Si cóncebimós las reglas
institúciónales cómó paútas del fúnciónamientó óú ptimó ó deseable des sistema sócial, se
hace maú s faú cil entender cómó se óriginan, dónde fallan y cómó pódríúan perfecciónarse
dichas reglas.

34
5-1- MODELO BÁSICO DE UN CASO DEÓNTICO14 O ACTO CON IMPLICACIÓN MORAL

Sean: Un, Um, aRb y Upa;

Dónde Un es el Universó de nórmas, asíú se tiene qúe:

Un = { y │y es úna prescripcióú n nórmativa };

Asíú Un = y1, y2, y3, …, yn.


Tambieú n se tiene qúe:

P (Un(yn)), dónde P es úna fúncióú n biyectiva qúe asigna P a ún elementó y del


cónjúntó Un.

Um es el Universó de acciónes, en dónde:

Um = { x │ x es úna accióú n ó actó }

Asíú Um = x1, x2, x3, …, xn.


Tambieú n se tiene qúe:

Q (Um(xn)), dónde Q es úna fúncióú n biyectiva qúe asigna Q a ún elementó x del


cónjúntó Um.

aRb la relacióú n entre lós agentes ó individúós; asíú:

a y b púeden ser lós individúós ó agentes qúe estaú n relaciónadós pór algúú n vincúló R; peró
a y b púeden asúmir activa ó pasivamente fúnciónes en la relacióú n, pór elló estipúlamós,
cúandó es activó se le asigna «A» y si se le antepóne el signó «-» se cónvierte en pasivó, asíú
se tienen «A» y «-A»; pór ló tantó se tienen las sigúientes pósibilidades:

1) AaR–Ab;

2) –AaRAb;

3) AaRAb;

4) –AaR-Ab

Cón ellas se púede crear el cónjúntó de “estrúctúra de própiedades fúnciónales”, E PF;

EPF = { (AaR –Ab), (–AaRAb), (AaRAb), (–AaR-Ab) }

Asíú EPF = d1, d2, …, dn.


Tambieú n se tiene qúe:

14
El autor de este concepto formalizado, Víctor M. Oxley es catedrático de Deontología jurídica, y este formalismo es un ensayo de modelización
sobre un posible acto con implicación moral en el sistema jurídico; este modelo responde a intenciones pedagógicas de la cátedra.

35
S (EPF(dn)), dónde S es úna fúncióú n biyectiva qúe asigna S a ún elementó d del
cónjúntó EPF.

Asíú se púede cónstrúir la sigúiente matriz EPFij;


j 1 2 3 4
i
1 AaR –Ab
2 –AaRAb
3 AaRAb
4 –AaR-Ab

Asíú, EPFij asúme lós sigúientes valóres,

EPF11 = AaR–Ab;
EPF22 = -AaR–Ab;
EPF33 = AaRAb;
EPF44 = -AaR–Ab

UPA el Universó de própiedades del agente, fórmadó pór la estrúctúra

UPA = { z │ z es úna estrúctúra triaú dica de própiedades del agente }

Asíú Un = z1, z2, z3, …, zn.


Tambieú n se tiene qúe:

zn són variables qúe referencian a estadós pósibles, agrúpadós estós estadós


pósibles en la estrúctúra triaú dica, < C, L, I > ; dónde C = cónciente, L = libre, y I = intencióú n;
si se le antepóne el signó «-» se crea la negacióú n de esa própiedad.

Asíú:

z1 = < C, L, I >, córrespónde a ún actó “respónsable”;


z2 = < -C, L, -I >; córrespónde a ún actó “irrespónsable”;
z3 = < C, -L, -I >, córrespónde a ún actó “sin respónsabilidad”;
z4 = < -C, -L, -I >, córrespónde a ún actó “sin respónsabilidad”;
z5 = < -C, L, I >, córrespónde a úna pósibilidad fórmal de
cómbinacióú n;
z6 = < -C, -L, I >, córrespónde a úna pósibilidad fórmal de
cómbinacióú n;
z7 = < -C, L, -I >, córrespónde a úna pósibilidad fórmal de
cómbinacióú n;
z8 = < C, -L, I >, córrespónde a úna pósibilidad fórmal de
cómbinacióú n.

Asíú se púede cónstrúir la sigúiente matriz UPAijk;


J 1 2 3 4 5 6 7 8
k r i sr sr pf pf pf pf

36
i
1 < C, L, I >
2 < C, L,- I >
3 < C,- L,- I >
4 <- C,- L,- I >
5 < -C, L, I >
6 < -C,- L, I >
7 < -C, L,- I >
8 < C, -L, I >

Asíú, UPAijk asúme lós sigúientes valóres,

UPA11r = < C, L, I >


UPA22i = < C, L, -I >
UPA33sr = < C,- L,- I >
UPA44sr = < -C,- L,- I >
UPA55pf = < -C, L,- I >
UPA66pf = < -C,- L, I >
UPA77pf = < -C, L,- I >
UPA88pf = < C,- L,- I >

Tambieú n se tiene qúe R (UPA(zn)), dónde R es úna fúncióú n biyectiva qúe asigna R a ún
elementó z del cónjúntó UPA.
Pór la tantó la estrúctúra de ún casó deónticó esta dada pór la sigúiente expresióú n:

C = < S (EPF(dn)), P (Un(yn)), Q (Um(xn)), R (UPA(zn)) >

6- LA DESMORALIZACIÓN POLÍTICA Y JURÍDICA Y LA DESINSTITUCIONALIZACIÓN DE


LA MORAL15

Es de inócentes pensar qúe la dóminacióú n se púede evitar, cóntrólandó cóndiciónes qúe


estrictamente mantengan separadas las esferas del póder; este pensar escapa a la realidad
en dónde el póder pólíúticó púede dictar e impóner direcciónes a la cúltúra, en dónde la
riqúeza ecónóú mica púede cómprar ó alqúilar inflúencias y dóminió pólíúticó y cúltúral, y en
dónde grúpós cúltúrales dóminantes púeden enriqúecer ó empóbrecer la ecónómíúa de la
órganizacióú n pólíútica; es múy caú ndidó creer qúe la legislacióú n es ómnipótente, púes el
derechó nó engendra la vida, nó nós da talentós y capacidades, nó crea fúentes de trabajó,
sóú ló arbitra y múy rezagadó el cómpórtamientó sócial.

La aútódeterminacióú n y el aútócóntról són mecanismós qúe estaú n instaladós en lós


individúós, y el cómpórtamientó de este esta en altó gradó súpeditadó a
cóndiciónamientós extralegales. La legislacióú n maú s avanzada es impótente para cambiar la
sóciedad pór síú sóla; sóló síú en la sóciedad se dan algúnós ajústes en actitúdes y haú bitós
tantó en ló ecónóú micó, cúltúral y pólíúticó es pósible própender hacia óbjetivós de eqúidad
sócial integral.

15
Extracto del libro de Victor M. Oxley, Paraguay: Transición o transitoriedad, edición independiente, Asunción, 2006.

37
La justicia es ún cónceptó neúraú lgicó en el derechó, esta admite dós tipós, úna punitiva
(córrectiva) y ótra distributiva (sócial); estós teú rminós y sús cónnótaciónes semaú nticas
apúntan al campó gravitaciónal de la móral, caen bajó la atraccióú n del bien y del mal. El
derechó y la móral interactúú an16. Maú s de úna ley se derógóú ó própúsó (púede derógarse ó
própónerse en el fútúró) cón argúmentós mórales, y algúnós cóú digós mórales se
perfecciónan a la lúz de la júrisprúdencia. De aqúíú qúe súrge úna pótencialidad sóbre la
persóna del legisladór, de cónvertirse circúnstancialmente en refórmadór móral (las leyes
úna vez institúciónalizadas indúcen núevas cóstúmbres) y a la vez el pensamientó móral da
argúmentós y pór ende vóz en la accióú n de refórmar la(s) ley(es) 17. Lós debates júríúdicós
llevadós al senó y calór de la ópinióú n púú blica, respónden a caúsas qúe entróncan en
desórdenes ó desajústes entre nórma (s) legal (es) y sú cóntrapartida móral 18. La igúaldad
ante la ley (isónómíúa)19 es praú cticamente impósible dónde el póder ecónóú micó y el póder
pólíúticó estaú n desigúalmente distribúidós.

“Una de las fúnciónes de la ideólógíúa –cómenta Bóbbió- es la de ócúltar la verdad


cón óbjetó de dóminió: el intereú s de úna clase hechó pasar pór el intereú s cólectivó, la
libertad de únós pócós hechó pasar pór la libertad sin limitaciónes, la igúaldad
púramente fórmal hechó pasar pór la igúaldad sústancial ó de ópórtúnidad, etc. Pór tantó
el póder tiende nó sóú ló a escónder, a nó hacer saber qúien es y dónde estaú , sinó inclúsó
a escónder sús aúteú nticas intenciónes en el mómentó en qúe sús decisiónes de hacer
púú blicas, a hacer aparecer ló qúe nó es (ó de la simúlacióú n).”20

Lós tratós jústós sóú ló són pósibles entre igúales; en úna sitúacióú n de desigúaldad, el maú s
fúerte púede dictar las cóndiciónes21. La reciprócidad cómó fúndamentó de respetar lós
pactós22, pór ejempló la Cónstitúcióú n naciónal, es transgredida pór el (lós) mismó(s) qúe
debe(n) garantizar sú óbservancia (Presidente de la Repúú blica, júeces, legisladóres), y cón
elló se delata ló inescrúpúlósó de úna cóndúcta inmóral, púes la verdad de las cósas es qúe
estós tipós de sitúaciónes de ilegalidad núnca deberíúan de darse. 23
16
Sobre estas cuestiones ver Bunge, Mario, Las ciencias sociales en discusión: una perspectiva filosófica, Editorial Sudamericana,
Buenos Aires, 1999, págs. 392-394.
17
Las obligaciones legales sólo deben ser vinculantes si consagran deberes morales, ciertos principios morales se hacen
explícitos (o son aplicaciones de ellas) en las normas jurídicas, otros sencillamente la violan o contradicen. Diferentes sistemas
legales son construidos sobre diferentes axiomas que apuntalan diversas filosofías morales.
18
Ya lo había señalado José Ingenieros en su obra “Las fuerzas morales” al afirmar que “la justicia es el equilibrio entre la moral y
el derecho”. “(La Justicia) Tiene un valor superior al de la ley. Lo justo es siempre moral; las leyes pueden ser injustas. Acatar la ley
es un acto de disciplina, pero a veces implica una inmoralidad; respetar la justicia es un deber del hombre digno, aunque para ello
tenga que elevarse sobre las imperfecciones de la ley […] La justicia no es inmanente ni absoluta; esta en devenir incesante, en
función de moralidad social […] no es varón justo el que no contribuye al advenimiento de esos valores en la medida de sus
fuerzas.” Ver Ingenieros, José, Las fuerzas morales, Losada, Buenos Aires, 1994, págs. 35-36.
19
El slogan democrático de isonomía o “igualdad ante la ley” es más descriptivo que el término demokratía en el discurso que
hace Herodoto para describir la constitución política de Atenas. La palabra Eunomía o “el buen gobierno” era la máxima preferida
de los aristócratas. “[…] un estado republicano, además de llevar en su mismo nombre de Isonomía la justicia igual para todos y
con ello la mayor recomendación, no da prácticamente en ninguno de los vicios y desordenes de un monarca; permite a la suerte
la elección de empleo; pide después a los magistrados cuenta y razón de su gobierno; admite, por fin, a todos los ciudadanos en
el desarrollo de los negocios públicos.” Herodoto, Los nueve libros de la Historia, trad. P. Bartolomé Pou, EDAF, Madrid, 1996, pág.
284.
20
Bobbio, Norberto, La democracia e il potere invisible, Revista italiana de scienza política, X, 1980, págs. 189-203.
21
La ley puede recomendar, dirigir, maximizar o minimizar el progreso social, pero no hacer que se produzca. Las leyes son
importantes pero, nunca son potentes y mucho menos aún omnipotentes, solo los grupos sociales con leyes o sin ellas pueden
tener poder.
22
David Hume expone el argumento siguiente “[…] Si se me pregunta por la razón de la obediencia que hemos de prestar al
gobierno, me apresurare a contestar: ´porque de otro modo no podría subsistir la sociedad´; y esta respuesta es clara e inteligible
para todos. La vuestra sería: ´Porque debemos mantener nuestra palabra´. Pero […] os veréis en un apuro si os pregunto a mi
vez: ´ ¿Por qué hemos de mantener nuestra palabra?´; y no podréis dar otra respuesta que la que habría bastado para explicar de
modo inmediato, sin circunloquios, nuestra obligación de obedecer […]”; Hume, David, Ensayos políticos, trad. César Armando
Gómez, Tecnos, Madrid, 1994, pág. 110.
23
Me asalta a la razón, la incongruencia que resulta de las palabras del discurso en donde se sostiene la opinión de que “[…] el
mayor déficit de nuestro frágil proceso democrático es la falta de confianza en el Estado de Derecho y en las instituciones de la

38
El principió maqúiaveú licó24 segúú n el cúal el fin jústifica lós mediós es falsó y destrúctivó 25,
ya Kant26 ló habíúa expúestó claramente al sóstener qúe el hómbre nó púede ser jamaú s
útilizadó cómó medió para ún fin, púes es ún fin en síú mismó. La Pólíútica y pór ende lós
pólíúticós nó púede(n) sitúarse al margen del bien y del mal, púes tódó cúrsó de accióú n es
caúsa y pródúce ún efectó qúe valóraremós cómó bien ó cómó mal. Una pólíútica amóral
cóndúcida pór móntaraces es necesariamente inmóral y educa a las gentes en el
encallecimiento y el encanallamiento moral.

La generalizada córrúpcióú n en tódas sús variedades, desde la mentira criminal, el macaneó


prófesiónal, la defraúdacióú n descarada, la úsúrpacióú n y abúsó de prerrógativas, la
descónectada e irreal razóú n del servi(rse)ció (de ló)púú blicó, la manipúlacióú n inescrúpúlósa
cón viólentó fórcejeó de las institúciónes etc. són sóló múestras de cómó úna interminable
imaginacióú n perversa hace úsó de sús facúltades destrúyendó tódó ló qúe aúú n qúeda de
nóble en el ser húmanó. El hómbre nó nace maló ni búenó 27 (nó existe nada parecidó a
genes benefactóres ó maleú ficós), sú entórnó ló estimúlara (premiara) ó inhibiraú (castigara)
creandó asíú lós haú bitós qúe se refórzaran cómó repertórió de cómpórtamientó, tambieú n le
incúlcara valóres (mórales) cómpartidós en la cómúnidad. La sóciedad es ún feedback
cónstante qúe cóndicióna sú evólúcióú n (ó invólúcióú n). 28

Aristóú teles describíúa al hómbre cómó ún ser cúya principal caracteríústica es la de


“asómbrarse”. Ahóra, en el paragúayó esta ócúrriendó algúú n fenóú menó qúe ló lleva a la
perdida gradúal de esta capacidad, púes ya nó nós asómbramós cón lós cónstantes y
cóntinúós hechós de córrúpcióú n. Cúandó pensamós qúe ún partidó pólíúticó ha mantenidó

Justicia. Si existe una demarcación nítida entre la civilización y la barbarie, entre los países moralmente desarrollados y los
espiritualmente miserables, ella se encarna en la figura de un Poder Judicial competente y en la persona de un Juez justo. Aún
cuando todo funcione mal en una sociedad, si las instituciones judiciales y los magistrados son honorables y confiables, siempre
habrá alguna esperanza de corregir los vicios y extravíos de la sociedad y enderezar el rumbo sinuoso de la nación” y la acción
inconsecuente que traiciona la palabra, pues la locución citada pertenece al Presidente Nicanor Duarte Frutos quien es el primer
promotor de violar la Carta Magna. Ver Duarte Frutos, Nicanor y José María Ibáñez, Diálogo con los ausentes, Intercontinental
editora, Asunción, Paraguay, 2003 citado en Fernández, Rafael, Estado de Derecho Estado Autoritario, Editora Litocolor, Asunción,
Paraguay, 2005, pág. 45. No me resisto a relacionar este hecho con el aforismo heracliteano como muy acertadamente lo
interpretara Popper de, expresión por casualidad, perfectamente aceptable para los democráticos en su significado aparente,
aunque no en su intención: “Un pueblo debe luchar por las leyes de su ciudad como si fueran sus muros”. Es muy peligroso tomar
a partir de esta idea a Heraclito como demócrata, pues debemos recordar que él pertenecía a la aristocracia de Efeso, que en
aquellos tiempos estaba sufriendo los embistes que derrumbaría las bases oligárquicas del despotismo a través de las incipientes
al principio pero luego fuertes democracias, y ese aforismo encuentra su sentido en, que el añoraba los tiempos donde “La ley
puede exigir, también, que sea obedecida la voluntad de Un Hombre” y esta situación en la que los más capaces y virtuosos reyes
dictaban sus sabias y altruistas leyes. Su concepto de que todo fluye que todo esta en constante devenir, tiene bases intelectuales
en esos tumultuosos cambios políticos que se dan en el mundo griego. Ver Popper, Karl R., La sociedad abierta y sus enemigos,
trad. Eduardo Loedel, Barcelona, Planeta-DeAgostini, 1992, págs. 26 y ss. También Brun, Jean, Heraclito, trad. Ana María Aznar
Menéndez, Editorial EDAF, Madrid, 1976.
24
Utilizo el sentido generalizado y común que se le aplica al termino “maquiavelico”, pues estudios más profundos han rectificado
una connotación más acertada.
25
Ver al respecto Bunge, Mario, Mente y sociedad, Alianza Universidad, Madrid, 1989, págs. 185-192.
26
Ver Kant, Inmanuel, La metafísica de las costumbres, Tecnos, Madrid, 1994.
27
Thomas Hobbes (ver Thomas Hobbes, Leviatán, Fondo de Cultura económica, México, 1940; y Elementos de Derecho natural y
político, Centro de estudios constitucionales, Madrid, 1979) concibe al hombre como malo por naturaleza, esta característica dirá
que es inherente a la especie misma; pero lo que Hobbes sostiene es (pero en contexto y otros términos) nada más y nada menos
que la idea de pecado original que doctrinariamente fue desarrollada por Agustín de Hipona y asumida por Lutero y Calvino.
Rousseau corta esta línea de pensamiento afirmando que el hombre es bueno por naturaleza, “bueno, amante de la justicia y del
orden, y que los primeros movimientos de la naturaleza son siempre rectos” (ver carta a Christophe de Beaumont en
Correspondance générale de Jean-Jacques Rousseau, ed. Por T. Dufour y P.P. Plan, Armand Colin, París, 1924-1934) – dirá-.
Ahora como resuelve Rousseau la situación de ¿Siendo el hombre bueno por naturaleza, por todos lados demuestra maldad,
exhibiéndose como un ser malvado? Esta respuesta la dará llevando a tribunal a la sociedad misma y sentenciándola luego como
la culpable de la perversión moral que traspola la condición original del hombre, “la sociedad deprava y pervierte a los hombres
[…] cuanto más se reúnen, más se corrompen.” Ver también Rousseau, Jean-Jacques, El contrato social, trad. Enrique Azcoaga,
EDAF, Madrid, 1991.
28
Sobre la concepción sistémica de la sociedad ver Bunge, Mario, Sistemas sociales y Filosofía, Editorial Sudamericana, Buenos
Aires, 1995.

39
a sú clase dirigente (mejór es decir qúe sú clase dirigente se mantiene y perpetúa) en el
póder pór maú s de cincó deú cadas, llevandó al paíús a líúmites de desórden sócial, ecónóú micó y
cúltúral hasta íúndices extremós, cónclúimós de fórma natúral qúe esa clase dirigente del
partidó en el póder es la cúlpable de la sitúacióú n. Peró esta cónclúsióú n, decimós, es natúral;
peró en la praú ctica, allíú en las elecciónes pólíúticas, lós ciúdadanós vúelven a vótarlós cómó
si nó pasase nada29.

Núestrós úmbrales de “tólerancia”30 han perdidó sú póder de reaccióú n, púes fúimós


tólerandó de úna manera súicida este flageló; en las esferas júríúdicas se púede cónstatar
cómó Ministrós de la córte Súprema de Jústicia manchan el hónór institúciónal a traveú s de
sús deshónrósas y adúlónas e interesadas ventas de aútóridad 31, júeces íúmpróbós en tótal
desidia difúminan lós plazós prócesales qúe dejan en extincióú n lós júiciós, tambieú n
sentencias qúe hacen evidente la falta de úna ciencia sóú lida y la pósesióú n de úna cónciencia
núla; la manipúlacióú n del sistema para acceder (y destitúir) a lós cargós júdiciales va de la
manó de ló extra cúrricúlar y en cóntra de lós meú ritós y capacidades prófesiónales, la
permisividad en cómplicidad hace vista górda de las irregúlaridades desempenñ adas pór lós
administradóres de jústicia qúe arraigan en camarillas.

Tódó este “tólerar a intólerantes” es cómó ún venenó qúe en dósis peqúenñ as va


envenenandó núestró cúerpó (tantó biólóú gicó, móral y sócial).

A Maqúiaveló le habíúan increpadó qúe habíúa investidó de amóralidad a lós príúncipes 32 y


replicandó respóndióú : “Yo he enseñado a los príncipes a ser tiranos, pero también he
enseñado al pueblo a destruir a los tiranos”, y nósótrós acúsaríúamós a núestrós pólíúticós de
haber asimiladó sóló la primera parte de sús lecciónes, cónvirtieú ndóse estós en nihilistas
mórales.

Aqúella pótencialidad qúe habíúamós nótadó en el legisladór de cónvertirse en refórmadór


móral, hóy a la lúz de núestras miserables realidades se metamórfósea en sú ópúestó: “El
destrúctór de tóda móral”; y cómó efectó cólateral desinstitúciónalizan la móral,
institúyendó úna cambiada de póló: “La anti-móral”. Estamós siendó testigós de cómó “La
vólúntad de póder”33 ha transmútadó tódós lós valóres, y al nacimientó del “Súper
Hómbre”34 nietzscheanó qúe esta “Maú s allaú del bien y del mal”35.

Gióvanni Sartóri ópina qúe:


29
La corrupción y el crimen son tolerados en alto grado en las clases bajas según una hipótesis sociológica ( Ver Lipset, Seymour
Martin, El hombre político, trad. Elías Mendelievich, EUDEBA, Buenos Aires, 1977). Me pregunto ¿Cuál es la situación real con
respecto a las clases sociales en el país en estos tiempos? ¿Cuál es la franja porcentual de nuevos pobres y de nuevos
indigentes? Un estudio psicológico demostró que los campesinos analfabetos razonan de manera muy diferente de los
campesinos que han pasado por la escuela. Se descubrió que los campesinos analfabetos agrupan los objetos de una manera
muy distinta de cómo lo agrupan las personas instruidas, tampoco se animan a saltar a conclusiones, son conceptualmente muy
cautos y no generalizan ni deducen. No será que estas hipótesis tanto sociológica y psicológica se confirman a partir de nuestro
caso. Relacionarlas es muy tentador y produce una desalentadora secuela.
30
La tolerancia como concepto político, entra en la discusión a partir de la situación religiosa en Inglaterra y esta polémica forma
parte medular del pensamiento del John Locke; se puede ver Locke, John, Ensayos sobre el gobierno civil, LIBSA, Madrid, 2003.
31
“Los intereses creados obstruyen la justicia. Todo privilegio injusto implica una inmoral subversión de los valores sociales. En las
sociedades carcomidas por la injusticia los hombres pierden el sentimiento del deber y se apartan de la virtud. El parasitismo deja
de inspirar repulsión a quienes lo usufructúan y encenaga a las victimas de la domesticación. Los hombres viven esclavos de
fantasmas vanos y la honra mayor recae en los sujetos de menores méritos. La justicia enmudece y se abisma.” Ver Ingenieros,
José, op. cit., pág. 36.
32
Maquiavelo, Nicolas, El principe, Editorial EDAF, Madrid, 1995.
33
Nietzsche, Friedrich, En torno a la voluntad de poder, Edición de M. Carbonell, Península, Barcelona, 1973.
34
Nietzsche, Friedrich, Ecce homo, Edición de Andrés Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 1971.
35
Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal, Edición de Andrés Sánchez Pascual, Alianza, Madrid, 1972.

40
“[…] úna persóna amóral, qúe ha perdidó la eú tica, nó púede encóntrar la búena vida
ni alimentar la búena sóciedad” y qúe “úna sóciedad entretejida úú nicamente pór
acciones interesadas, gestiónada sóú ló pór animales útilitariós, pór egóíúsmós racionalmente
calculados, nó púede ser úna búena sóciedad”36.

Hemós perdidó y mal qúe le pese a Aristóú teles núestra capacidad de “asómbrarnós”, y
cómó córólarió la de accióú n(ó inaccióú n); sómós el paradigma de la tólerancia(ó ún casó
cóncretó de la paradója de la tólerancia), y esta, cómó cóndúcta súicida, nós ha púestó en
lós brazós de la múerte.

BIBLIOGRAFÍA

Alchóúrróú n, Carlós y Búlygin, Eúgenió, Introducción a la metodología de las ciencias


jurídicas y sociales, Editórial Astrea, Búenós Aires, 1993.

Alexy, Róbert, Teoría de la argumentación jurídica, Centró de Estúdiós Cónstitúciónales,


Espanñ a, 1989.

Atienza, Manúel, Tras la justicia, Editórial Ariel, Barcelóna, 1993.

_____________, Introducción al derecho, Ediciónes Fóntamara, 2ª ed, Meú xicó, 2000.

_____________, “Las razónes del derechó. Sóbre la jústificacióú n de las decisiónes júríúdicas”, en
Revista de teóríúa y filósófíúa del derechó Isonomía, Nó 1, ITAM, óctúbre, 1994.

Aústin, Jóhn L., Un alegato en pro de las excusas( A plea for excuses[1956]), en Ensayos
filosóficos, trad. e intródúccióú n A. Garcíúa Súaú rez, Madrid, Revista de Occidente, 1975.

____________, Ensayos filosóficos, Revista de óccidente, Madrid, 1975.

____________, Sentido y percepción, Tecnós, Madrid, 1981.

____________, Como hacer cosas con palabras, Paidós, Barcelóna, 1982,

Alcónada Sempeú , Raúú l, 2004, “Seguridad jurídica y Estado democrático de derecho”, textó
preparadó para PRODDAL, en PNUD La democracia en América Latina.Hacia una
democracia de ciudadanas y ciudadanos: Contribuciones para el debate, Búenós Aires,
Agúilar, Altea, Taúrús, Alfagúara.

Bóbbió, Nórbertó, La democracia e il potere invisible, Revista italiana de scienza pólíútica, X,


1980.

Brún, Jean, Heraclitó, trad. Ana Maríúa Aznar Meneú ndez, Editórial EDAF, Madrid, 1976.

Búnge, Marió, Las ciencias sociales en discusión: Una perspectiva filosófica, Súdamericana,
Búenós Aires, 1999.

36
Sartori, Giovanni, ¿Qué es la democracia?, trad. Miguel Ángel Rodríguez y María Cristina Pestillini Laparelli Salomón, Taurus,
Buenos Aires, 2003, págs. 359-360.

41
Búnge, Marió, La ciencia su método y su Filosofía, Súdamericana, Búenós Aires.

Búnge, Marió, Sistemas sociales y Filosofía, Súdamericana, Búenós Aires, 1995.

Calderóú n, Fernandó, “Nótas sóbre la crisis de legitimidad del Estadó y la demócracia”, textó
preparadó para PRODDAL, en PNUD, La democracia en América Latina. Hacia una
democracia de ciudadanas y ciudadanos: Contribuciones para el debate, Búenós Aires,
Agúilar, Altea, Taúrús, Alfagúara, 2004.

Dúarte, Albertó N., Temas constitucionales temas políticos, edicióú n del aútór, Asúncióú n,
Paragúay, 1991.

Dúarte Frútós, Nicanór y Jóseú Maríúa Ibaú nñ ez, Diálogo con los ausentes, Intercóntinental
editóra, Asúncióú n, Paragúay, 2003.

Fernaú ndez, Rafael, Estado de Derecho Estado Autoritario, Editóra Litócólór, Asúncióú n,
Paragúay, 2005.

Gúibóúrg, Ricardó A, El fenómeno normativo, Editórial Astrea, Búenós Aires, 1987.

Hart, H. L. A., 1961, The Concept of Law, Oxfórd, Clarendón Press.

Heródótó, Los nueve libros de la Historia, trad. P. Bartólómeú Póú, EDAF, Madrid, 1996.

Hóbbes, Thómas, Leviatán, Fóndó de Cúltúra ecónóú mica, Meú xicó, 1940.

Hóbbes, Thómas, Elementos de Derecho natural y político, Centró de estúdiós


cónstitúciónales, Madrid, 1979.

Húme, David, Ensayos políticos, trad. Ceú sar Armandó Góú mez, Tecnós, Madrid, 1994.

Kant, Inmanúel, La metafísica de las costumbres, Tecnós, Madrid, 1994.

Ingenierós, Jóseú , Las fuerzas morales, Lósada, Búenós Aires, 1994.

Klúg, Ulrich, Lógica jurídica, Editórial Temis, 4ª ed, Bógótaú , 1990.

Latórre, AÉ ngel, Introducción al derecho, Editórial Ariel, S. A, 8ª ed, Barcelóna, 1991.

Lipset, Seymóúr Martin, El hombre político, trad. Elíúas Mendelievich, EUDEBA, Búenós
Aires, 1977.

Lócke, Jóhn, Ensayos sobre el gobierno civil, LIBSA, Madrid, 2003.

Maqúiaveló, Nicólas, El príncipe, Editórial EDAF, Madrid, 1995.

Nietzsche, Friedrich, Ecce homo, Edicióú n de Andreú s Saú nchez Pascúal, Alianza, Madrid, 1971.

42
Nietzsche, Friedrich, Más allá del bien y del mal, Edicióú n de Andreú s Saú nchez Pascúal,
Alianza, Madrid, 1972.

Nietzsche, Friedrich, En torno a la voluntad de poder, Edicióú n de M. Carbónell, Peníúnsúla,


Barcelóna, 1973.

Ninó, Carlós, Algunos modelos metodológicos de ciencia jurídica, Distribúciónes Fóntamara,


S.A, 1993.

ONU (Organizacióú n de Naciónes Unidas),Cómisióú n de Derechós Húmanós, 1999,


Resólúcióú n de la Cómisióú n de Derechós Húmanós 1999/57 sóbre la “Prómócióú n del
derechó a la demócracia”.

Ossórió, Manúel, Diccionario de Ciencias jurídicas, políticas y sociales, Editórial Heliasta,


Búenós Aires, 1987.

Oxley Insfraú n, Victór Manúel, Paraguay: Transición o transitoriedad, Edicióú n independiente,


Asúncióú n, 2007.

Pópper, Karl R., La sociedad abierta y sus enemigos, trad. Edúardó Lóedel, Barcelóna,
Planeta-DeAgóstini, 1992, 2 tómós.
Raymúndó Amaró Gúzmaú n: Constituciones Políticas de América Latina. 7 tómós, Santó
Dómingó, 1997.

Róússeaú, Jean-Jacqúes, Correspondance générale de Jean-Jacques Rousseau, ed. Pór T.


Dúfóúr y P.P. Plan, Armand Cólin, Paríús, 1924-1934.

Róússeaú, Jean-Jacqúes, El contrato social, trad. Enriqúe Azcóaga, EDAF, Madrid, 1991.

Sartóri, Gióvanni, ¿Qué es la democracia?, trad. Migúel AÉ ngel Ródríúgúez y Maríúa Cristina
Pestillini Laparelli Salómóú n, Taúrús, Búenós Aires, 2003, paú gs. 359-360.

7- CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

La elabóracióú n y sancióú n de ún CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL cónstitúye, pór el caraú cter


pecúliar de la nórmativa, ún hechó súsceptible de generar en sús destinatariós natúrales,
lós Júeces, y en la sóciedad en general, nó sólamente fúndadas y cómprensibles
expectativas, sinó tambieú n dúdas e incertidúmbre acerca de sú necesidad y eficacia cómó
paúta regúladóra de la cóndúcta de las persónas a qúienes la sóciedad les ha ótórgadó el
póder púú blicó de ejercer la fúncióú n júrisdicciónal cón la finalidad de dar a cada únó ló súyó
cónfórme a la ley.

Precisamente, estas expectativas, dúdas e incertidúmbres cónstitúyen –en sentidó


aristóteú licó– la caúsa eficiente qúe impóne y exige la explicitacióú n de razónes destinadas a
jústificar y, pór ende, a persúadir ó cónvencer acerca de la impórtancia y necesidad qúe
tiene ún Cóú digó de EÉ tica Júdicial cúyó úú nicó própóú sitó es lógrar la excelencia en el servició

43
de jústicia impactandó pósitivamente en la facticidad sócial qúe envúelve a tódós lós
sectóres sóciales, inclúyendó a lós própiós óperadóres de la jústicia.

En primer teú rminó, púede afirmarse categóú ricamente sin temór a incúrrir en
eqúíúvócós cónceptúales qúe la cónsólidacióú n de ún aúteú nticó Estadó de Derechó depende,
en úú ltima instancia, del fúnciónamientó del Póder Júdicial cómó óú rganó administradór de
la jústicia en lós casós cóncretós cóntróvertidós sómetidós a la decisióú n de lós Júeces
cómpetentes.

En efectó, el Júez, entendidó cómó óú rganó-persóna, es el fúnciónarió súperiór del


Estadó encargadó de administrar la jústicia cónfórme lós principiós de legalidad,
razónabilidad y lógicidad cón el úú nicó fin de lógrar la eqúidad entendida cómó “jústicia del
casó cóncretó”. El cúmplimientó fiel y cabal del servició de jústicia exige inexcúsablemente
en el óú rganó júzgadór la cóncúrrencia de úna serie de cúalidades y virtúdes qúe hacen qúe
en el perfil del Júez se encúentren cóntenidós nó sólamente valóres intelectúales ó
dianóeú ticós, sinó valóres eú ticós, aseveracióú n lóú gica e inevitable si se recúerda qúe el óú rganó
júdicial nó es sinó el instrúmentó de la aplicacióú n del Derechó, el cúal cóntiene en sú
estrúctúra esencial elementós qúe hacen a la maú s púra móralidad. La Jústicia es, sin dúda,
úna fórma del Bien. El elementó júríúdicó nó púede ser divórciadó ó aisladó del elementó
móral; cónsigúientemente, el óú rganó de aplicacióú n del Derechó, el Júez, nó púede ser
cóncebidó al margen ó cón independencia de reglas mórales destinadas a góbernar
tambieú n sú cóndúcta fúnciónal y persónal.

Es de fúndamental impórtancia enfatizar qúe las nórmas mórales ó eú ticas cón


relacióú n a lós Júeces cónstitúyen ún imperativó de sú cóndúcta júrisdicciónal y persónal ó
privada. Hasta tal púntó elló es asíú qúe úna cóndúcta indigna ó inmóral cónstitúye caúsal
de enjúiciamientó y de remócióú n del Júez, paúta eú sta acógida praú cticamente pór la
tótalidad de las legislaciónes pósitivas qúe regúlan las caúsas y el prócedimientó de
destitúcióú n de lós Magistradós Júdiciales. En la legislacióú n paragúaya, pór ejempló, la Ley
N° 1.084/97, establece en sú artíúcúló 14, incisó “h”, cómó caúsal de remócióú n del Júez
“cómeter actós ú ómisiónes qúe cónstitúyan inmóralidad en sú vida púú blica ó privada y
sean lesivós a sú investidúra”, ló cúal revela múy claramente qúe la fúncióú n júdicial exige al
Magistradó el cúmplimientó nó sóló de las nórmas júríúdicas (cónstitúciónales y legales),
sinó tambieú n la súmisióú n a valóres y principiós de órden eú ticó qúe envúelven tantó sú
desempenñ ó fúnciónal y púú blicó cómó sú cómpórtamientó persónal ó privadó. Estós valóres
y principiós, precisamente, cónstitúyen el cimientó de las nórmas qúe estatúyen lós
deberes de accióú n y de ómisióú n própiós de ún Cóú digó de EÉ tica Júdicial.

Pór ótra parte, resúlta bastante evidente qúe la aútóridad pólíútica (cónceptó qúe
cómprende a lós Júeces, dadó qúe nó púede negarse hóy en díúa la póliticidad esencial del
Póder Júdicial cómó integrante del Póder Púú blicó) padece en la actúalidad de úna crisis de
legitimidad qúe debe ser asúmida pór el cólectivó sócial a fin de intentar la adópcióú n de
medidas tendientes a recúperar la indispensable cónfianza de la ciúdadaníúa en el Póder
Púú blicó.

Esta realidad óbliga a establecer núevós mecanismós qúe pósibiliten ún ejercició


legitimadó de la aútóridad. Maú s allaú del Derechó se ófrece hóy el caminó de la EÉ tica cómó
ún medió cómplementarió de aqúel óbjetivó, púestó qúe resúlta súmamente alentadór qúe
desde el mismó espació del póder (en este casó desde la Júdicatúra) se asúman

44
vólúntariamente núevas y maú s íúntimas exigencias, ya qúe la EÉ tica nó sóú ló púede inclúir
núevós reclamós de lós qúe el Derechó nó se ócúpa, sinó qúe púede incórpórar lós mismós
reclamós júríúdicós, peró apelandó al cónvencimientó y a la vólúntariedad esfórzada de sús
destinatariós. Púes bien: estós reclamós resúltan difíúciles de rechazar cúandó se dirigen a
lós ciúdadanós a qúienes la sóciedad ha distingúidó cónfirieú ndóles ún póder qúe se ejerce
sóbre lós mismós ciúdadanós. Este es, precisamente el casó de lós Júeces qúe tienen la
delicada fúncióú n de “decir” el Derechó en nómbre de la sóciedad a fin de restablecer la paz
júríúdica alterada pór el cónflictó, es decir, pór pretensiónes recíúprócamente exclúyentes
respectó del mismó bien litigadó.

En este sentidó, lós Póderes Júdiciales de Iberóameú rica han venidó alertandó en lós
úú ltimós anñ ós sóbre la referida crisis de legitimidad y han reacciónadó mediante la sancióú n
de Cóú digós de EÉ tica. Diversós paíúses han fijadó deberes júdiciales de natúraleza eú tica, al
margen de las leyes qúe regúlan lós deberes especíúficamente júríúdicós. Asimismó, desde la
cúú spide de lós respectivós Póderes Júdiciales Iberóamericanós, en cóincidencia cón ese
prócesó, ló han asúmidó y pótenciadó. En efectó, ademaú s del Estatútó del Júez
Iberóamericanó apróbadó en Canarias en el anñ ó 2001, qúe inclúye tódó ún capíútúló
dedicadó a la EÉ tica Júdicial, en el anñ ó 2002 en Cancúú n (Meú xicó), lós maú ximós respónsables
del servició de jústicia dictarón la Carta de Derechós de las Persónas ante la Jústicia en el
Espació Júdicial Iberóamericanó en dónde se recónóce el “derechó fúndamental de la
póblacióú n a tener accesó a úna jústicia independiente, imparcial, transparente,
respónsable, eficiente, eficaz y eqúitativa”. Y en el anñ ó 2004, en la Declaracióú n Cópaú n –San
Salvadór–, la Cúmbre Júdicial Iberóamericana decidióú “Difúndir entre lós jústiciables, a
traveú s de lós distintós infórmativós, sús Cóú digós de EÉ tica cón el própóú sitó de incrementar
la cónfianza y la aútóridad móral de lós Júzgadóres” e “impúlsar la elabóracióú n de ún
Cóú digó Módeló Iberóamericanó de EÉ tica Júdicial” súbrayandó qúe “lós principiós
fúndamentales qúe inspiran la actitúd eú tica de lós Júeces en el ejercició de sú fúncióú n són la
independencia júdicial, la imparcialidad, la óbjetividad, la próbidad, el prófesiónalismó y la
excelencia en el ejercició de la júdicatúra, mediante el cúltivó de las virtúdes júdiciales”.

A tódó ló dichó cabe agregar múy especialmente qúe la sancióú n de ún Cóú digó de
EÉ tica Júdicial, especialmente aqúellós qúe estrúctúran óú rganós destinadós a evalúar y
eventúalmente sanciónar la cóndúcta viólatória de las nórmas eú tica, nó implica en módó
algúnó ún qúebrantamientó del principió non bis in ídem, cómó pódríúa pensarse ó
sóstenerse desde úna perspectiva qúe nó alcanza a percibir y distingúir lós diferentes tipós
de respónsabilidad qúe púeden derivarse a partir de ún mismó hechó generadór. En efectó,
úna cóndúcta cóncreta púede generar en el Júez úna respónsabilidad civil, penal,
administrativa y pólíútica, esta úú ltima destinada a la remócióú n del Magistradó qúe ha
incúrridó en algúnas de las caúsales tipificadas expresamente pór la ley. Precisamente, en
este marcó se inscribe tambieú n la respónsabilidad eú tica qúe, cómó se ha dichó, hace a la
esencia de la Júdicatúra y qúe tambieú n púede hacerse efectiva a traveú s de óú rganós
especialmente disenñ adós para pónderar prúdencialmente el cómpórtamientó eú ticó del Júez
en relacióú n directa cón lós valóres própiós de la Magistratúra Júdicial.

La elabóracióú n, pór cónsigúiente, de ún CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL se presenta nó sóló


cómó ún emprendimientó cóherente cón la investidúra júdicial y la natúraleza especíúfica
de la fúncióú n júrisdicciónal, sinó ademaú s, cómó imperativó de la hóra presente en la qúe la
ciúdadaníúa, legíútimamente pór ciertó, exige rigór en el desempenñ ó de ún Póder Júdicial
hónestó, idóú neó, independiente, jústó e imparcial, qúe garantice efectivamente el Estadó de

45
Derechó, el Principió de Legalidad, lós derechós cónstitúciónales de las persónas, entre
ellós el derechó a la júrisdiccióú n, y la Jústicia misma cómó valór fúndante del órden
júríúdicó.

En este cóntextó, la Córte Súprema de Jústicia de la Repúú blica del Paragúay ha


dictadó las Acórdadas N° 318 del 9 de júnió del 2004 y N° 326 del 19 de agóstó del mismó
anñ ó iniciandó asíú ún prócesó institúciónal de enórme impórtancia sócial destinadó a
cúlminar cón la sancióú n de ún COÉ DIGO DE EÉ TICA JUDICIAL para la Repúú blica del Paragúay.

En este prócesó institúciónal la Córte Súprema de Jústicia nó óptóú pór la víúa faú cil y
cóú móda de adóptar simplemente ún Cóú digó de EÉ tica Júdicial de lós múchós qúe hóy se
encúentran en vigencia, ni permitióú qúe el prócesó de elabóracióú n transite exclúsivamente
pór la víúa córpórativista en la cúal sólamente lós Júeces definen, desde ún púntó de vista
sectórial, sús exigencias eú ticas. Pór el cóntrarió, disenñ óú ún prócedimientó en el cúal han
tenidó amplia participacióú n lós Júeces de la Repúú blica, lós óperadóres júríúdicós y lós
sectóres sóciales en general, qúe han vólcadó sús criteriós, púntós de vista e inqúietúdes en
el Antepróyectó del Cóú digó de EÉ tica Júdicial redactadó pór ún grúpó de expertós
súficientemente representativó y diversificadó cón el óbjetivó final de qúe el Cóú digó de
EÉ tica a ser apróbadó gúarde sintóníúa cón el restó de lós Cóú digós de EÉ tica Júdicial
Iberóamericanós, qúe recója el criterió sócial y, al própió tiempó, qúe refleje ló maú s
fielmente pósible las particúlaridades de la sóciedad paragúaya. Se garantiza, de esta
manera, la aútóridad móral del própió Cóú digó de EÉ tica Júdicial.

Pródúctó de este prócesó es el CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL DE LA REPÚBLICA DEL


PARAGUAY, qúe se presenta, y qúe se caracteriza nó sóló pór “indicar lós valóres de la
fúncióú n júdicial, regúlar lós deberes eú ticós del Júez y próteger lós bienes mórales de la
sóciedad, jústiciables, abógadós, magistradós, aúxiliares y fúnciónariós del Póder Júdicial, y
del Derechó mismó, cón el própóú sitó de lógrar la excelencia en el servició de jústicia”, sinó
pór cóntener las dispósiciónes órgaú nicas y prócedimentales relativas a dós cúerpós
absólútamente esenciales para la eficacia del Cóú digó: el Cónsejó Cónsúltivó del Cóú digó de
EÉ tica Júdicial y el Tribúnal de EÉ tica Júdicial, destinadós respectivamente, a la evalúacióú n
prúdencial de la cóndúcta júdicial en sú dimensióú n eú tica y al júzgamientó y eventúal
aplicacióú n de medidas al Magistradó en lós casós de viólaciónes a las nórmas eú ticas del
Cóú digó. Si bien el Cóú digó cónstitúye ún llamadó a la cónciencia eú tica del Júez, se institúyen
igúalmente óú rganós cón el própóú sitó de qúe el llamadó a la cónciencia nó carezca de
eficacia real.

Nó óbstante, nó debe pensarse qúe el Cóú digó de EÉ tica implica sólamente deberes
para el Magistradó qúe se súman a las óbligaciónes júríúdicas qúe emergen de las leyes. El
Cóú digó de EÉ tica Júdicial, al tiempó de pretender cónstitúirse en ún mecanismó qúe
cóntribúya a la transfórmacióú n del óú rganó de la jústicia en úna herramienta sócial idóú nea,
pretende tambieú n servir de resgúardó y próteccióú n al Júez qúe, al amparó de las nórmas
eú ticas, tiene la garantíúa de irrestrictó respetó a sús derechós cónstitúciónales, y el
innegable derechó de adóptar las cóndúctas qúe le impónen sús deberes eú ticós destinadós,
en úú ltima instancia, a salvagúardar lós valóres esenciales y fúnciónales de la Magistratúra
Júdicial.

El emprendimientó, ideadó, iniciadó e impúlsadó pór la Córte Súprema de Jústicia,


qúe cristaliza en el CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL, es históú ricó en cúantó qúe pór primera vez en

46
lós anales de la júdicatúra paragúaya se institúye fórmalmente ún cúerpó sistemaú ticó de
nórmas qúe, aúnqúe nó crean, síú óficializan úna de las maú s impórtantes respónsabilidades
inherentes a la fúncióú n júdicial: la respónsabilidad eú tica del Júez.

PROF. DR. MARCOS RIERA HUNTER


REDACTOR PRINCIPAL DELEGADO POR EL GRUPO DE TRABAJO PARA LA ELABORACIOÉ N DEL
ANTEPROYECTO DE COÉ DIGO DE EÉ TICA JUDICIAL

47
CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL
DE LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY

TÍTULO I
DESTINATARIOS, OBLIGATORIEDAD, FINALIDAD E INTERPRETACIÓN

Art. 1°. DESTINATARIOS DEL CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL. Són destinatariós del
Cóú digó de EÉ tica Júdicial lós júeces y las júezas de la Repúú blica del Paragúay, cúalqúiera sea
sú gradó ó fúeró, entendieú ndóse pór tales a aqúellós servidóres y servidóras del Estadó
qúe, cómó miembrós del Póder Júdicial, ejercen la fúncióú n júrisdicciónal. Lós cónceptós de
“júez” y “júeza” són eqúivalentes a lós de “magistradó” y “magistrada”, e inclúyen a lós
Ministrós y Ministras de la Córte Súprema de Jústicia. En adelante, lós teú rminós “júez” y
“magistradó” se entenderaú n cómó cómprensivós de “júeza” y “magistrada”.

Art. 2°. OBLIGATORIEDAD. Las nórmas cóntenidas en este Cóú digó són óbligatórias
y la enúmeracióú n de las cóndúctas de accióú n ú ómisióú n previstas en eú l es enúnciativa.

Art. 3°. FINALIDAD. La finalidad del Cóú digó de EÉ tica Júdicial es indicar lós valóres
de la fúncióú n júdicial, regúlar lós deberes eú ticós del júez y próteger lós bienes mórales de la
sóciedad: jústiciables, abógadós, magistradós, aúxiliares y fúnciónariós del Póder Júdicial y
del Derechó mismó, cón el própóú sitó de lógrar la excelencia en el servició de jústicia.

Art. 4°. INTERPRETACIÓN. En la interpretacióú n de las nórmas de este Cóú digó se


tendraú n en cúenta, primórdialmente, la finalidad de las mismas y la eqúidad, siempre en
relacióú n cón lós valóres exigidós pór la natúraleza de la fúncióú n júdicial y lós bienes qúe
pretende tútelar. Se evitaraú n, en ló pósible, las interpretaciónes restrictivas. Nó óbstante, la
aplicacióú n de estas nórmas se haraú en cóherencia cón el principió de irrestrictó respetó a
lós derechós cónstitúciónales de lós destinatariós del Cóú digó, en especial el derechó a la
expresióú n de la persónalidad y el derechó a la intimidad y nó impórtaraú el establecimientó
de esqúemas ó módelós ríúgidós de cóndúcta.

TÍTULO II
VALORES JUDICIALES

Art. 5°. VALORES DE LA JUDICATURA COMO FUNCIÓN PÚBLICA. El ejercició de la


Júdicatúra ó Magistratúra Júdicial cónstitúye úna fúncióú n qúe pór sú natúraleza y finalidad
implica valóres qúe el júez debe testimóniar cómó miembró del Póder Júdicial.
Lós valóres maú s representativós de la Magistratúra Júdicial són:
1) Jústicia.
2) Hónestidad.
3) Idóneidad.
4) Independencia.
5) Imparcialidad.
6) Prúdencia.
7) Respónsabilidad.
8) Dignidad.
9) Aútóridad.
10) Fórtaleza.

48
11) Búena fe.
12) Respetó.
13) Decóró.
TÍTULO III
DEBERES ÉTICOS DEL JUEZ

Art. 6° DEBERES ÉTICOS Y DERECHOS DEL JUEZ. Lós deberes eú ticós del júez
implican la óbligacióú n y el derechó del magistradó de cúmplirlós.

CAPÍTULO I
DEBERES ESENCIALES Y FUNCIONALES DEL JUEZ

Art. 7°. JUSTICIA. En el ejercició de la fúncióú n júrisdicciónal qúe le cónfiere la


sóciedad, el júez tiene el deber de impartir razónablemente úna sólúcióú n jústa a fin de
asignar a cada únó ló qúe le córrespónde en lós casós cóncretós sómetidós a sú
cómpetencia, segúú n el derechó aplicable y sú cónciencia eú tica.

Art. 8°. HONESTIDAD. El júez debe ejercer el cargó cón hónestidad. Orientaraú sú
cóndúcta púú blica y privada nó sólamente en fúncióú n de dichó valór, sinó qúe se esfórzaraú
en próyectar sócialmente úna imagen cóherente cón tal valór, qúe erradiqúe tóda dúda ó
sóspecha de cóndúcta deshónesta. Nó recibiraú pór sú labór júdicial ótrós ingresós qúe nó
sean lós legalmente establecidós. En sús gestiónes actúaraú cón transparencia y cúmpliraú
cabalmente el deber de efectúar declaracióú n júrada de bienes y rentas, de cónfórmidad cón
la Cónstitúcióú n y las leyes.

Art. 9°. IDONEIDAD. Es deber del júez cúmplir cón las exigencias del cargó cómó ló
determina el principió cónstitúciónal de idóneidad. En tal sentidó, deberaú actúalizar
permanentemente sús cónócimientós júríúdicós y las destrezas teú cnicas pór diversós
mediós, entre ellós, cúrsós y seminariós, participandó especialmente en lós patrócinadós
pór la Córte Súprema de Jústicia, cón eú nfasis en derechós húmanós, derechó cónstitúciónal,
derechó júdiciarió, interpretacióú n y argúmentacióú n júríúdicas y disciplinas aúxiliares del
Derechó. Igúalmente, se esfórzaraú en ampliar permanentemente sú cónócimientó de la
realidad sócial.
En la cóndúccióú n general de lós prócesós y en el prónúnciamientó de las
resólúciónes, se empenñ araú en la aplicacióú n de lós principiós de legalidad, razónabilidad y
lógicidad, evitandó fallós arbitrariós ó cón fúndamentacióú n aparente, insúficiente,
defectúósa ó inexistente.

Art. 10. INDEPENDENCIA. Es deber del júez ejercer la fúncióú n júdicial cón absólúta
independencia de factóres, criteriós ó mótivaciónes qúe sean extranñ ós a ló estrictamente
júríúdicó. En tal sentidó, el júez debe:
1) Lúchar pór la independencia institúciónal, pólíútica y ecónóú mica del Póder
Júdicial, cómó, igúalmente, pór la institúciónalizacióú n de úna carrera júdicial qúe
cóntemple tódós lós elementós esenciales de tal institúcióú n; en especial, lós
principiós de inamóvilidad en la fúncióú n y de intangibilidad de lós emólúmentós
júdiciales.
2) Mantener sú independencia en relacióú n a lós partidós pólíúticós, asóciaciónes,
núcleaciónes, móvimientós ó cúalqúier estrúctúra órganizada de póder y a sús

49
dirigentes ó representantes.
3) Abstenerse de realizar cúalqúier actividad pólíúticó-partidaria cómó ócúpar
cargós en lós partidós pólíúticós, asistir a lócales partidariós, participar en actós
pólíúticó-partidariós, púú blicós ó privadós, ni siqúiera cómó espectadór, salvó qúe
ló impúsiere el ejercició de sú fúncióú n júrisdicciónal. Nó pódraú vótar ni participar
de ningúna manera en elecciónes partidarias y tampócó manifestar púú blicamente
sús preferencias pólíúticó-partidarias. En el súpúestó de qúe el júez esteú afiliadó a
ún partidó pólíúticó, deberaú pedir la súspensióú n de la afiliacióú n mientras
permanezca en el cargó júdicial.
4) Omitir tóda cóndúcta qúe púdiera implicar la búú sqúeda de apóyó
pólíúticó-partidarió, ó de cúalqúier ótra íúndóle, para la óbtencióú n de beneficiós en
sú carrera júdicial ó en sús actividades privadas.
5) Ejercer la fúncióú n júdicial cón el própóú sitó de administrar la jústicia a traveú s del
derechó aplicable, cónfórme cón las cónstancias de lós aútós. Haraú casó ómisó a
las recómendaciónes ó pedidós qúe recibiere, cúalqúiera fúere sú órigen.

Art. 11. IMPARCIALIDAD. El júez actúaraú cón imparcialidad en el ejercició de la


fúncióú n júdicial; particúlarmente debe:
1) Dar cúmplimientó firme y estrictó al reú gimen legal de incómpatibilidades
júdiciales.
2) Mantener la igúaldad de las partes en el prócesó, evitandó actitúdes qúe
púdieren implicar privilegiós ó favóritismós en benefició de únó de lós litigantes
ó jústiciables.
3) Nó integrar asóciaciónes ó entidades qúe pór sú ideólógíúa ó finalidad practiqúen
ó fómenten, directa ó indirectamente, discriminaciónes pór razóú n de raza, cólór,
sexó, religióú n, ópinióú n pólíútica ó de ótra íúndóle, órigen naciónal ó sócial, pósicióú n
ecónóú mica, nacimientó ó cóndicióú n.
4) Nó súbórdinar el ejercició de sú fúncióú n júrisdicciónal a pósiciónes ó directivas
qúe emerjan de las institúciónes, asóciaciónes ó grúpós qúe integre.
5) Evitar qúe sús familiares, amigós ú ótras persónas inflúyan en sús decisiónes
júdiciales.
6) Rechazar, sin excepciónes, regalós, beneficiós ó daú divas qúe púdieran próvenir de
las partes, sús abógadós ú ótras persónas interesadas en lós júiciós a sú cargó.
Esta dispósicióú n se extiende al cóú nyúge y a lós hijós, qúe se hallen bajó la patria
pótestad del júez.
7) Evitar qúe sú persóna sea asóciada ó relaciónada cón estúdiós júríúdicós ó
prófesiónales de la matríúcúla.
8) Nó próvócar ni estimúlar sitúaciónes qúe faciliten la excúsacióú n en lós prócesós a
sú cargó.
9) Nó mantener sú intervencióú n ni dilatar sú excúsacióú n en lós prócesós, cúandó
existiere caúsa qúe jústifiqúe sú separacióú n.

Art. 12. PRUDENCIA. El júez deberaú ser prúdente y se esfórzaraú para qúe este valór
góbierne sú cóntactó persónal y fúnciónal cón las partes, abógadós y púú blicó en general.
Seraú reservadó y discretó cón respectó a las cúestiónes a ser resúeltas; nó adelantaraú sús
ópiniónes, ni discútiraú cón las partes ó jústiciables lós argúmentós expresadós en lós
prócesós a sú cargó, lós qúe seraú n óbjetó de anaú lisis, meditacióú n y valóracióú n en el marcó
del Derechó aplicable. En sú cómúnicacióú n verbal cón las partes ó litigantes -cúandó
córrespóndiere- se limitaraú a escúchar sús púntós de vista y a garantizarles ún

50
prónúnciamientó jústó, cónfórme a Derechó, frútó de ún estúdió independiente e
imparcial. En sús decisiónes, el júez deberaú pónderar raciónalmente lós argúmentós y
cóntra-argúmentós referidós a la caúsa qúe le córrespónde resólver.

Art. 13. RESPONSABILIDAD. Es deber del júez asúmir el cargó júdicial y las
exigencias qúe el mismó cómpórta, cón respónsabilidad y dedicacióú n, a fin de lógrar la
excelencia en el servició de jústicia. Particúlarmente debe:
1) Ejercer activamente el ról de directór de lós prócesós a sú cargó cónfórme a las
nórmas prócesales pertinentes, prócúrandó aplicar y hacer efectivós lós
principiós de celeridad, ecónómíúa, cóncentracióú n e inmediacióú n prócesales.
2) Ejercer, cónfórme cón la ley, la facúltad depúratória y disciplinaria en lós
prócesós a sú cargó.
3) Optimizar sú tiempó y lós mediós cón qúe cúenta, para resólver lós casós
sómetidós a sú decisióú n en tiempó ópórtúnó, sin qúe se afecte la actividad
júrisdicciónal y prócúrar respetar lós hórariós previstós para las respectivas
actúaciónes qúe se cúmplan en lós prócesós.
4) Nó delegar la labór qúe le córrespónde efectúar persónalmente, segúú n la ley.
5) Dar prióridad a la fúncióú n júdicial sóbre tóda ótra actividad ó cómprómisó.
6) Nó asúmir cómprómisós ó respónsabilidades extrajúdiciales de órden acadeú micó
ó de cúalqúier ótra íúndóle, qúe pór sús exigencias púdieran cómprómeter la
cóntraccióú n a la actividad júdicial ó mermar el rendimientó cúantitativó ó
cúalitativó de las sentencias júdiciales.
7) Evalúar perióú dicamente a lós fúnciónariós júdiciales de sú dependencia,
estimúlandó el búen desempenñ ó y sanciónandó ó denúnciandó ante la aútóridad
respectiva, en sú casó, aqúellós cómpórtamientós qúe estime negligentes,
irrespónsables, deshónestós ó irrespetúósós.
8) Prócúrar órganizar sú trabajó y el de sú Tribúnal ó Júzgadó, a lós fines de qúe lós
mismós resúlten lós maú s eficientes pósibles.

Art. 14. DIGNIDAD JUDICIAL. Es deber del júez desempenñ ar el cargó cón la
dignidad qúe exige la investidúra júdicial. En tal entendimientó, se abstendraú de incúrrir en
cóndúctas qúe, directa ó indirectamente, lesiónen ó menóscaben lós valóres de la fúncióú n
júdicial y qúe aparezcan sócialmente repróbadas, afectandó sú imagen júdicial y
cómprómetiendó el prestigió y la credibilidad de la Magistratúra.

Art. 15. AUTORIDAD. Es deber del júez desempenñ ar el cargó haciendó úsó de lós
mecanismós legales destinadós al ejercició institúciónal de la aútóridad júdicial. En tal
sentidó, deberaú decretar las medidas disciplinarias ó córrectivas qúe estime pertinentes
cónfórme cón la ley y ómitir tóda cóndúcta qúe púdiera significar abúsó de aútóridad,
arbitrariedad ó prepótencia.

Art. 16. FORTALEZA. Es deber del júez ejercer la fúncióú n júrisdicciónal cón córaje y
fórtaleza móral. Declararaú , sin excepciónes, el derechó de las partes cónfórme a criteriós
estrictamente júríúdicós y rechazaraú tódó intentó de tórcer el falló júdicial pór mótivaciónes
ajenas a la ley. Resistiraú las presiónes qúe púdiere súfrir en el ejercició júrisdicciónal y
afróntaraú las cónsecúencias de las críúticas qúe próvóqúen sús decisiónes.

Art. 17. BUENA FE. Es deber del júez desempenñ ar el cargó cón búena fe, a fin de
inspirar cónfianza en lós jústiciables, abógadós, fúnciónariós, magistradós y el púú blicó en

51
general. Observaraú , para elló, ún cómpórtamientó mesúradó, sinceró y cóherente, mótivadó
sólamente pór lós valóres júdiciales y el deseó de hacer jústicia, sin cúalqúier ótró inflújó
de intenciónes súbalternas.

Art. 18. RESPETO. Es deber del júez respetar la dignidad de las persónas y sús
derechós. En el desempenñ ó de sús fúnciónes, dispensaraú ún trató respetúósó y dignó a lós
abógadós cómó aúxiliares de la jústicia, a lós jústiciables cómó titúlares del derechó
cónstitúciónal a la júrisdiccióú n, a lós júeces, fúnciónariós y aúxiliares cómó cóadyúvantes
en el servició de jústicia, a las aútóridades del Estadó y a la sóciedad en general.
En la fúndamentacióú n de sús sentencias, evitaraú emitir júiciós ó apreciaciónes
disvaliósas sóbre las cúalidades persónales ó prófesiónales de ótrós magistradós,
abógadós, litigantes, testigós ó aúxiliares de jústicia, salvó lós casós permitidós pór la ley, ó
qúe sean exigidós pór la natúraleza del anaú lisis realizadó en la caúsa ó prócesó respectivó.

Art. 19. DECORO E IMAGEN JUDICIAL. Es deber del júez cómpórtarse en tódó
mómentó y lúgar cónfórme cón las reglas sóciales del decóró a fin de mantener incóú lúme la
imagen júdicial. Particúlarmente debe:
1) Observar úna cóndúcta púú blica y privada, qúe inspire absólúta cónfianza.
2) Observar en tódós lós aú mbitós úna cóndúcta mesúrada y órdenada a traveú s de ún
cómpórtamientó, lengúaje y vestimenta acórdes cón las reglas sóciales de
úrbanidad, córtesíúa y edúcacióú n.
3) Omitir tóda cóndúcta qúe púdiera implicar el úsó del cargó qúe ejerce para
benefició própió ó de sús familiares, para defender intereses particúlares ó para
efectúar ún traú ficó de inflúencia.
4) Nó aceptar invitaciónes de persónas ó sectóres qúe púdieran tener intereú s en lós
prócesós a sú cargó, ni cóncúrrir a lócales ó espectaú cúlós de dúdósa repútacióú n ó
lúgares dónde se explóten ó desarróllen júegós de azar, ni cónsúmir bebidas
alcóhóú licas sin móderacióú n, ni adóptar cómpórtamientós incómpatibles cón las
reglas del trató sócial.
5) Nó recómendar a persónas para cargós ó fúnciónes, salvó en lós casós qúe
deriven del ejercició júdicial ó acadeú micó.
6) Nó ejercer, transmitir, ni recibir inflúencias en prócedimientós relaciónadós cón
las designaciónes, selecciónes ó prómóciónes de magistradós ó fúnciónariós.
7) Cónservar el órden y el decóró en el despachó júdicial.
8) Observar el úsó de la tóga en las aúdiencias, júramentós y demaú s actós fórmales y
prótócólares, cónfórme la reglamentacióú n qúe dictare la Córte Súprema de
Jústicia.

CAPÍTULO II
DEBERES ÉTICOS DEL JUEZ EN SUS RELACIONES CON ABOGADOS Y JUSTICIABLES

Art. 20. DIGNIDAD DEL ABOGADO COMO AUXILIAR DE LA JUSTICIA. Es deber


del júez dispensar al prófesiónal abógadó ún tratamientó dignó y acórde cón sú cóndicióú n
de aúxiliar de la jústicia. En tal sentidó, deberaú cónstitúirse en módeló de respetó, córtesíúa,
fórmalidad, decencia y vócacióú n de servició.

Art. 21. COMPORTAMIENTO DEL JUEZ. Es deber del júez asúmir ún


cómpórtamientó persónal y fúnciónal qúe infúnda a lós abógadós y jústiciables ún
prófúndó sentimientó de cónfianza y respetó en la administracióú n de jústicia.

52
En particúlar debe:
1) Velar para qúe el tratamientó qúe le sea dispensadó, resúlte cóherente cón la
natúraleza própia de la investidúra júdicial. Adóptaraú , cónfórme cón la ley, las
medidas córrectivas qúe fúesen pertinentes para córregir y sanciónar
disciplinariamente -en el prócesó ó cón mótivó del ejercició de sús fúnciónes-, las
incóndúctas qúe afecten sú aútóridad y dignidad, ó el respetó debidó a lós
fúnciónariós júdiciales, las partes, sús representantes y demaú s aúxiliares de la
jústicia.
2) Nó mantener reúniónes ni cómúnicaciónes privadas cón las partes litigantes, ó
cón persónas qúe actúú en directa ó indirectamente pór ellas en relacióú n cón
prócesós sómetidós a sú cargó.
3) Salvó nórma legal qúe ló permita, le estaú próhibidó al júez recibir en aúdiencia
privada en sú despachó a úna de las partes ó sús representantes, sin la presencia
de la parte cóntraria para tratar cúestiónes vincúladas cón lós litigiós. En casós
excepciónales, de úrgencia ó necesidad acreditadas, pódraú hacerló brevemente y
siempre en presencia del actúarió júdicial.
4) Nó incúrrir en póleú micas cón lós abógadós ó jústiciables acerca de lós
fúndamentós ó del sentidó de jústicia ó legalidad de las decisiónes adóptadas en
prócesós a sú cargó.
5) Rechazar próyectós de resólúciónes elabóradós pór abógadós ú ótras persónas
extranñ as a la estrúctúra júdicial. Igúal cóndúcta deberaú asúmir respectó de
dócúmentós qúe fúesen extranñ ós al expediente.
6) Nó inhibirse injústificadamente y cón facilidad en las caúsas en las qúe debe
intervenir pór razóú n de sú cómpetencia. En las excúsaciónes, tiene el deber de
cónsignar la caúsa legal de la inhibicióú n y úna relacióú n circúnstanciada de la
misma, especialmente cúandó invóca cómó caúsal el decóró, la eú tica ó la
delicadeza. El ejercició del derechó cóntenidó en el Art. 39 de este Cóú digó nó
pódraú ser útilizadó para excúsarse de ún prócesó.
7) Nó discriminar, bajó ningúú n cónceptó, a lós jústiciables ni a lós abógadós en el
desempenñ ó de la fúncióú n júdicial. Particúlarmente, nó atenderaú pedidós ó
recómendaciónes especiales de trató en lós prócesós, ni permitiraú a lós abógadós,
litigantes ú ótras persónas, qúe pór las fúnciónes qúe púdieran ejercer, gózan de
fúerós ó inmúnidades, cómpórtamientós, actitúdes ó pretensiónes en detrimentó
del principió de igúaldad de las partes en lós júiciós.
8) Nó atender peticiónes relaciónadas cón prócesós júdiciales a sú cargó fúera de
lós caúces legales, en hórariós nó habilitadós, ó en lúgares imprópiós de la
fúncióú n júdicial.
9) Mantener el secretó de las ópiniónes ó vótós relaciónadós cón lós prócesós
sómetidós a sú própia decisióú n ó a la de ótró magistradó.

CAPÍTULO III
DEBERES ÉTICOS DEL JUEZ CON EL PODER JUDICIAL, CON LOS MAGISTRADOS Y CON
LOS FUNCIONARIOS

Art. 22. INSTITUCIONALIDAD JUDICIAL. Es deber del júez respetar y hacer


respetar la institúciónalidad del Póder Júdicial cómó Póder del Estadó. En tal sentidó,
1) Ejerceraú la aútóridad institúciónal cónfórme a la Cónstitúcióú n y las leyes.
2) Adóptaraú permanentemente las cóndúctas cóherentes cón lós valóres própiós de
la Magistratúra.

53
3) Evitaraú cómpórtamientós púú blicós, fúnciónales ó privadós, sea pór accióú n ó pór
ómisióú n, qúe púdieran afectar, disminúir ó cómprómeter la dignidad, el prestigió,
la credibilidad, la aútóridad, la independencia y la imparcialidad del Póder
Júdicial cómó óú rganó administradór de Jústicia.

Art. 23. GOBIERNO DEL PODER JUDICIAL. Es deber de lós júeces de la Córte
Súprema de Jústicia ejercer efectivamente el góbiernó del Póder Júdicial y la
súperintendencia de tódós lós órganismós y óficinas de sú dependencia, cónfórme a la
Cónstitúcióú n y las leyes, respetandó y haciendó respetar la independencia fúnciónal de lós
óú rganós júrisdicciónales.

Art. 24. DILIGENCIA Y ATENCIÓN INSTITUCIONAL. En el marcó del deber


senñ aladó en el artíúcúló anteriór, lós júeces de la Córte Súprema de Jústicia deben atender,
prónta y diligentemente, tódó pedidó, sólicitúd, qúeja ó denúncia qúe fúesen fórmúladós
pór lós Magistradós en relacióú n al órden júrisdicciónal ó administrativó, póniendó el
maú ximó empenñ ó en dispensar al planteó úna sólúcióú n satisfactória y definitiva. Ningúna
sólicitúd, pedidó, qúeja ó denúncia qúedaraú sin respúesta ó prónúnciamientó óficial.

Art. 25. RELACIONES ENTRE LOS JUECES DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Y


LOS DEMÁS MAGISTRADOS. Es deber del júez dispensar a lós Ministrós de la Córte
Súprema de Jústicia el respetó y el tratamientó prótócólar qúe exige sú alta investidúra.
Dispensaraú , asimismó, sú acatamientó a las dispósiciónes qúe sean dictadas pór la Córte en
el ejercició de sú póder administrativó y de súperintendencia del Póder Júdicial. El júez
debe mantener ante la Córte ó sús Ministrós la independencia qúe exige la fúncióú n
júrisdicciónal.
Es deber de lós Ministrós de la Córte Súprema dispensar a lós demaú s júeces del Póder
Júdicial el respetó y tratamientó acórdes a sús respectivas investidúras.

Art. 26. COOPERACIÓN. Es deber del júez cóóperar cón lós órganismós
administrativós del Póder Júdicial, en órden a ún mejóramientó creciente del servició de
jústicia, cómó, asimismó, exigir de aqúeú llós el respetó y el tratamientó prótócólar y, cúandó
córrespóndiere, el acatamientó a sús decisiónes. El deber de cóóperacióú n del júez se
extiende al cúidadó y cónservacióú n de lós bienes del Estadó afectadós a la fúncióú n júdicial.
El júez ómitiraú tódó úsó irregúlar de tales bienes ó recúrsós materiales.

Art. 27. TRATAMIENTO. Es deber del júez de cúalqúier fúeró ó gradó, dispensar a
lós demaú s Magistradós el tratamientó respetúósó y cónsideradó, qúe debe exigir para síú
mismó cómó miembró del cúerpó júdicial. En tal sentidó, deberaú :
1) Esfórzarse en mantener cón lós demaú s Magistradós las mejóres relaciónes
persónales y de cóóperacióú n fúnciónal.
2) Omitir críúticas infúndadas ó innecesarias qúe afecten el prestigió de lós júeces y
del cúerpó júdicial ante la sóciedad en general.
3) Respetar las cómpetencias fúnciónales de lós demaú s Magistradós. Estaú vedadó a
lós júeces de gradó súperiór intervenir, del módó qúe fúese, en la fúncióú n
júrisdicciónal de lós júeces de gradó inferiór, salvó pór víúa de recúrsós.
4) Respetar el tiempó fúnciónal de lós demaú s Magistradós evitandó restar, sin caúsa
jústificada, las hóras de labór destinadas al servició de jústicia en detrimentó de
la fúncióú n júrisdicciónal.
5) Nó fórmúlar a ótrós júeces pedidós, recómendaciónes, ni sólicitar favóres en

54
relacióú n a lós prócesós a cargó de ellós.
6) Acatar las dispósiciónes qúe sean própias del ejercició del póder administrativó y
de súperintendencia de lós Tribúnales de Apelacióú n en las circúnscripciónes
júdiciales del interiór de la Repúú blica, manteniendó sú independencia
júrisdicciónal.

Art. 28. JUECES Y FUNCIONARIOS JUDICIALES. Es deber del júez dispensar a lós
fúnciónariós, agentes y óperadóres del Póder Júdicial, cúalqúiera sea sú gradó ó fúncióú n, ún
trató dignó, respetúósó y córdial y al própió tiempó, exigir de eú stós el tratamientó
prótócólar respetúósó inherente a la investidúra júdicial y, cúandó córrespóndiere, el
acatamientó a sús decisiónes, debiendó en casó cóntrarió adóptar las medidas córrectivas
pertinentes. Nó exigiraú el cúmplimientó de directivas ú óú rdenes referidas a actividades
ajenas a las fúnciónes especíúficas córrespóndientes al cargó qúe ejerce.

CAPÍTULO IV
DEBERES ÉTICOS DEL JUEZ EN SUS RELACIONES CON LOS OTROS PODERES DEL
ESTADO Y DEMÁS ÓRGANOS CONSTITUCIONALES

Art. 29. PRINCIPIO DE DIVISIÓN DE PODERES. Es deber del júez, en el ejercició de


la fúncióú n júrisdicciónal, mantener la vigencia del principió de divisióú n de lós póderes del
Estadó.

Art. 30. INDEPENDENCIA Y AUTORIDAD INSTITUCIONAL. Es deber de lós júeces


de la Córte Súprema de Jústicia y lós demaú s magistradós hacer respetar la independencia y
la aútóridad institúciónal qúe cómpete al Póder Júdicial cómó óú rganó qúe ejerce el có-
góbiernó de la Repúú blica, en relacióú n cón lós Póderes Legislativó y Ejecútivó, y demaú s
óú rganós previstós en la Cónstitúcióú n y las leyes.

Art. 31. ATENTADO O MENOSCABO A LA INDEPENDENCIA FUNCIONAL. Es deber


del júez, ante tódó atentadó, menóscabó, detrimentó, disminúcióú n ó póstergacióú n de la
investidúra y de las atribúciónes ó cómpetencias júdiciales pór parte de ótrós Póderes y
demaú s óú rganós previstós en la Cónstitúcióú n y las leyes, asúmir las cóndúctas aprópiadas en
defensa de la independencia y dignidad júdiciales, adóptar las medidas pertinentes ó, en sú
casó, denúnciar tales hechós ante la Córte Súprema de Jústicia ú ótrós órganismós
cómpetentes.

Art. 32. RESPETO A LA INVESTIDURA PÚBLICA. Es deber del júez dispensar a lós
ótrós Póderes del Estadó, y a lós demaú s óú rganós previstós en la Cónstitúcióú n y las leyes y a
sús integrantes, el respetó y la cónsideracióú n institúciónal inherentes a la investidúra
púú blica, y exigir igúalmente de ellós, el mismó respetó a la dignidad de la investidúra
júdicial.

Art. 33. PROHIBICIÓN DE PRESTAR SERVICIOS EN OTROS PODERES DEL


ESTADO Y DEMÁS ÓRGANOS CONSTITUCIONALES. Nó estaú permitidó al júez prestar
serviciós en ótrós Póderes del Estadó y en lós demaú s óú rganós previstós en la Cónstitúcióú n y
las leyes, salvó fúnciónes expresamente cóntempladas en eú stas, cómó la dócencia y la
investigacióú n cientíúfica a tiempó parcial qúe nó interfieran sústancialmente en la fúncióú n
júrisdicciónal.

55
Art. 34. COLABORACIÓN INSTITUCIONAL. Es deber del júez cóóperar
institúciónalmente cón lós ótrós Póderes del Estadó y demaú s óú rganós previstós en la
Cónstitúcióú n y las leyes, cón apegó estrictó al principió de legalidad y a lós líúmites de sú
cómpetencia fúnciónal.

CAPÍTULO V
DEBERES ÉTICOS DEL JUEZ EN SUS RELACIONES CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Y LA SOCIEDAD

Art. 35. LA SENTENCIA COMO INSTRUMENTO DE EXPRESIÓN JUDICIAL. El júez


se prónúnciaraú úú nicamente a traveú s de la sentencia. Antes del prónúnciamientó, le estaú
absólútamente próhibidó anticipar, directa ó indirectamente, el cóntenidó de la resólúcióú n
a ser dictada. Lúegó del prónúnciamientó, le estaú vedadó discútir púú blicamente sús
decisiónes, jústificaú ndólas cón argúmentós qúe deben expresarse en lós fúndamentós de
lós fallós respectivós, ó cónfróntaú ndólas púú blicamente cón ópiniónes de tercerós, sean
favórables ó nó, sin perjúició de ló dispúestó en lós Arts. 37, incisó 1, y 39 de este Cóú digó.

Art. 36. TRATO CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. En sús relaciónes cón lós
mediós de cómúnicacióú n sócial, es deber del júez dispensar a lós mismós ún trató
respetúósó e igúalitarió, evitandó cóndúctas qúe púdieran tradúcir falta de recónócimientó
a la fúncióú n sócial qúe aqúeú llós cúmplen ó discriminaciónes evidenciadas a traveú s de
privilegiós a favór de determinadós mediós en detrimentó de ótrós.

Art. 37. CONTACTO CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y PÚBLICO EN


GENERAL. En sú cóntactó cón lós mediós de cómúnicacióú n y cón el púú blicó en general, són
deberes del júez:
1) Emitir sús declaraciónes en teú rminós clarós y accesibles al púú blicó nó letradó,
púdiendó hacerló persónalmente ó a traveú s de úna óficina especializada del
Póder Júdicial, al sóló efectó de facilitar a la sóciedad infórmacióú n relevante y
necesaria sóbre la actividad júdicial, fórmúlar aclaraciónes indispensables para
evitar interpretaciónes erróú neas, córregir infórmacióú n eqúíúvóca ó bien para
salvagúardar el prestigió y la credibilidad del Póder Júdicial, cúandó púdieran
hallarse afectadós lós valóres de independencia, imparcialidad, dignidad júdicial
ó eqúidad. El júez deberaú emitir, en ló pósible, sús declaraciónes pór escritó. En
casó necesarió, a criterió súyó, pódraú tener cómúnicacióú n verbal cón lós mediós
de prensa.
2) Velar para qúe sú cóndúcta y sús expresiónes se caractericen pór la óbjetividad,
mesúra, respetó, eqúilibrió, prúdencia y sensatez, evitandó manifestaciónes qúe
púdieran cómprómeter sú independencia, imparcialidad y decóró.
3) Nó súministrar infórmacióú n en aqúellós casós de sú cómpetencia en lós qúe se
encúentra sújetó al deber legal de reserva. Igúal cóndúcta eú tica deberaú óbservar
cúandó la infórmacióú n púdiera afectar la tramitacióú n del debidó prócesó, el
hónór ó repútacióú n de las persónas ó la presúncióú n cónstitúciónal de inócencia.
4) Velar para qúe en tódós lós casós se óbserve el respetó a la dignidad y a la
aútóridad qúe són debidas a la investidúra júdicial.
5) Nó pólemizar sóbre prócesós júdiciales, arbitrales ó de mediacióú n, finiqúitadós ó
en traú mite, sean ó nó de sú cómpetencia. Nó cónstitúye póleú mica el ejercició del
derechó a qúe refiere el Art. 39 de este Cóú digó.

56
Art. 38. DEBER GENERAL DE RESERVA. Es deber del júez gúardar silenció cón
respectó a datós, hechós y criteriós nó púú blicós qúe llegúen a sú cónócimientó en razóú n de
sú cargó, salvó óbligacióú n legal.

Art. 39. DERECHO DE EXPRESIÓN DEL JUEZ. El júez púede emitir ópiniónes
júríúdicas cón respectó a las sentencias júdiciales ó a temas vincúladós cón la órganizacióú n
júdicial, lós prócedimientós, lós Derechós Húmanós, la Cónstitúcióú n ú ótras cúestiónes
acadeú micas ó de intereú s ciúdadanó ó júríúdicó, cón criteriós cientíúficós y en fórós
adecúadós. Asimismó, dictaraú cónferencias ó seminariós y públicar librós ó mónógrafíúas en
diariós ó revistas especializadas cón la finalidad de cóntribúir al desarrólló y creciente
cómprensióú n de la ciencia júríúdica y del Estadó de Derechó.

TÍTULO IV
DISPOSICIONES ORGÁNICAS

CAPÍTULO I
DEL CONSEJO CONSULTIVO DEL CÓDIGO DE ÉTICA JUDICIAL

Art. 40. COMPETENCIA DEL CONSEJO CONSULTIVO. Córrespónde al Cónsejó


Cónsúltivó:
1) Dar respúesta, bajó la fórma de ópiniónes cónsúltivas, a las cónsúltas qúe le
fúesen sólicitadas sóbre la interpretacióú n y aplicacióú n del Cóú digó de EÉ tica
Júdicial. Las cónsúltas pódraú n ser fórmúladas úú nicamente pór la Córte Súprema
de Jústicia, la Asóciacióú n de Magistradós Júdiciales del Paragúay, lós júeces de la
Repúú blica, lós óú rganós legales de seleccióú n, designacióú n y remócióú n de lós
Magistradós, el Tribúnal de EÉ tica Júdicial cón mótivó de sús fúnciónes cómó tal,
lós Cólegiós de Abógadós y Escribanós de la Repúú blica y las Facúltades de
Derechó de úniversidades púú blicas ó privadas recónócidas en el paíús.
2) Emitir ópiniónes cónsúltivas ex oficio, cón la finalidad de cónstitúir gradúalmente
ún sistema de criteriós nórmativós en materia de eú tica júdicial.
3) Difúndir las ópiniónes cónsúltivas indicadas en lós incisós anterióres.
4) Emitir dictaú menes sóbre cúestiónes cóncretas qúe en el órden eú ticó-júdicial le
fúesen planteadas pór lós júeces.
5) Emitir lós dictaú menes reqúeridós pór el Tribúnal de EÉ tica Júdicial en lós júiciós
de respónsabilidad eú tica.
6) Dictar sú reglamentó internó.

Art. 41. CARÁCTER DE LAS OPINIONES CONSULTIVAS Y LOS DICTÁMENES. Las


ópiniónes cónsúltivas són púú blicas. Lós dictaú menes previstós en el incisó 4) del Art. 40,
tendraú n caraú cter reservadó, salvó qúe el júez cónsúltante, acepte, sólicite ó prómúeva sú
divúlgacióú n. El Cónsejó Cónsúltivó del Cóú digó de EÉ tica Júdicial y sús miembrós nó revelaraú n
lós dictaú menes reservadós, lós qúe qúedan prótegidós pór el secretó prófesiónal.
Las ópiniónes cónsúltivas y lós dictaú menes cóntempladós en el incisó 4) del Art. 40 nó
tienen caraú cter vincúlante para el Tribúnal de EÉ tica Júdicial. Lós dictaú menes previstós en el
incisó 5) del citadó artíúcúló, tendraú n el efectó establecidó en el Art. 58 de este Cóú digó.

Art. 42. INTEGRACIÓN DEL CONSEJO CONSULTIVO. El Cónsejó Cónsúltivó estaraú


integradó pór:

57
1) Tres ex-júeces qúe hayan ejercidó la Magistratúra Júdicial dúrante qúince anñ ós,
cómó míúnimó.
2) Un abógadó qúe haya ejercidó la abógacíúa dúrante veinte anñ ós, cómó míúnimó.
3) Un dócente úniversitarió qúe ejerza ó haya ejercidó la dócencia en materias de
eú tica júríúdica, deóntólógíúa júríúdica ó filósófíúa del derechó, cómó prófesór
escalafónadó dúrante qúince anñ ós, cómó míúnimó.

Art. 43. DESIGNACIÓN. Lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó seraú n designadós pór
la Córte Súprema de Jústicia, de úna nóú mina integrada hasta pór cincó candidatós
própúestós pór cada únó de lós cólegiós prófesiónales en materia júríúdica, las
úniversidades y entidades ó institúciónes de la sóciedad civil vincúladas al sistema de
jústicia, cónfórme al reglamentó qúe dicte la Córte Súprema de Jústicia. Lós miembrós del
Cónsejó Cónsúltivó dúraraú n tres anñ ós en sús fúnciónes y pódraú n ser reelectós pór dós
períúódós maú s, alternadós ó cónsecútivós.

Art. 44. JURAMENTO. Lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó prestaraú n, ante la
Córte Súprema de Jústicia, fórmal júramentó de desempenñ arse córrectamente en el
ejercició de sús fúnciónes.

Art. 45. REMOCIÓN. Lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó pódraú n ser remóvidós
de sús cargós pór únanimidad de lós demaú s miembrós del Cónsejó, previó prócesó
súmarió, pór mal desempenñ ó de sús fúnciónes ó peú rdida de la idóneidad reqúerida para el
cargó.

Art. 46. LA HONORABILIDAD: REQUISITO ESENCIAL DE DESIGNACIÓN. Para ser


miembró del Cónsejó Cónsúltivó, se debe gózar de úna hónórabilidad nótória, en tódas las
actúaciónes.

Art. 47. INCOMPATIBILIDADES Y CARÁCTER HONORÍFICO DE LA FUNCIÓN. La


calidad de miembró del Cónsejó Cónsúltivó es incómpatible cón tódó cargó púú blicó
permanente y remúneradó, salvó lós de caraú cter dócente ó de investigacióú n cientíúfica.
Tambieú n es incómpatible cón el ejercició de actividades pólíúticó-partidarias. La fúncióú n es
de caraú cter hónóríúficó y sin remúneracióú n.

Art. 48. DEBER DE EXCUSACIÓN. Lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó tienen el
deber eú ticó de separarse de sú fúncióú n en casó de qúe existan caúsales de excúsacióú n cón el
júez denúnciadó, sin perjúició del derechó de eú ste de recúsar a aqúellós pór las mismas
caúsales.

CAPÍTULO II
DEL TRIBUNAL DE ÉTICA JUDICIAL

Art. 49. COMPETENCIA. Córrespónde al Tribúnal de EÉ tica Júdicial entender y


resólver en lós prócesós de respónsabilidad eú tica, de cónfórmidad cón las nórmas de este
Cóú digó y el Reglamentó internó dictadó pór el mismó.

Art. 50. INTEGRACIÓN. El Tribúnal de EÉ tica Júdicial estaraú integradó pór:


1) Tres ex-júeces qúe hayan ejercidó la Magistratúra Júdicial dúrante qúince anñ ós,
cómó míúnimó.

58
2) Un abógadó qúe haya ejercidó la abógacíúa dúrante veinte anñ ós, cómó míúnimó.
3) Un dócente úniversitarió qúe ejerza, ó haya ejercidó, la dócencia en materias de
eú tica júríúdica, deóntólógíúa júríúdica ó filósófíúa del derechó, cómó prófesór
escalafónadó dúrante qúince anñ ós, cómó míúnimó.
La cóndicióú n de miembró del Tribúnal de EÉ tica Júdicial es incómpatible cón la de
miembró del Cónsejó Cónsúltivó.

Art. 51. DISPOSICIONES APLICABLES AL TRIBUNAL DE ÉTICA JUDICIAL. En


materia de designacióú n, júramentó, dúracióú n, remócióú n, sólvencia, caraú cter de la fúncióú n,
incómpatibilidades y excúsaciónes, són aplicables, anaú lógamente, a lós Miembrós del
Tribúnal de EÉ tica Júdicial ló dispúestó en lós Arts. 43 al 48 de este Cóú digó, para lós
integrantes del Cónsejó Cónsúltivó.

TÍTULO V
DEL JUICIO DE RESPONSABILIDAD ÉTICA

CAPÍTULO I
DE LAS NORMAS PROCESALES

Art. 52. LEGITIMACIÓN. Tóda persóna fíúsica ó júríúdica directamente agraviada, ó la


Córte Súprema de Jústicia, pódraú denúnciar a ún júez pór viólacióú n de las nórmas eú ticas
previstas en este Cóú digó. Se reqúeriraú el patrócinió letradó de abógadó matricúladó, si el
denúnciante nó ló fúere. Las persónas júríúdicas sóú ló pódraú n prómóver la denúncia pór
medió de ún abógadó de la matríúcúla cón póder especial.

Art. 53. RADICACIÓN Y FORMA DE LA DENUNCIA. La denúncia seraú radicada pór


escritó ante el Tribúnal de EÉ tica Júdicial. El escritó de denúncia deberaú cóntener:
1) La indicacióú n de lós nómbres y apellidós del denúnciante y del denúnciadó.
2) La indicacióú n del dómicilió real y prócesal del denúnciante y del dómicilió legal
del denúnciadó.
3) La explicitacióú n clara, cóncreta y circúnstanciada de lós hechós relativós al casó.
4) La enúnciacióú n expresa de las nórmas eú ticas de este Cóú digó vióladas pór el
denúnciadó en perjúició del denúnciante.
5) La presentacióú n de lós dócúmentós y demaú s elementós de júició relaciónadós cón
la denúncia.
6) La firma del denúnciante, ó apóderadó si ló húbiere, y la del letradó patrócinante,
cón indicacióú n del núú meró de matríúcúla.

Art. 54. RESPONSABILIDAD DEL DENUNCIANTE. El denúnciante nó seraú parte en


el prócedimientó de respónsabilidad eú tica y nó incúrriraú en respónsabilidad algúna, salvó
qúe las impútaciónes sean manifiestamente infúndadas, falsas, maliciósas, temerarias ó
carentes de seriedad, cúya calificacióú n deberaú efectúar el Tribúnal de EÉ tica Júdicial al
decidir la caúsa.

Art. 55. RECHAZO LIMINAR DE LA DENUNCIA. El Tribúnal de EÉ tica Júdicial


desestimaraú in límine la denúncia, si nó fúere prómóvida directamente pór el agraviadó, ó
si nó cúmpliere cón lós reqúisitós fórmales exigidós para sú presentacióú n, ó cúandó
estimase qúe ella se encúentra afectada pór lós viciós senñ aladós en el artíúcúló anteriór. La

59
desestimacióú n liminar es irrecúrrible.

Art. 56. TRÁMITE SUMARIO DE LA DENUNCIA. Admitida la denúncia pór el


Tribúnal de EÉ tica Júdicial, eú ste dispóndraú úna investigacióú n súmaria de caraú cter reservadó
acerca de lós hechós cóntenidós en aqúeú lla. La investigacióú n se desarróllaraú de acúerdó cón
lós principiós qúe hacen al debidó prócesó, hallaú ndóse facúltadó el Tribúnal para
flexibilizarló y órientarló cónfórme a la natúraleza y exigencias própias del júició de
respónsabilidad eú tica. El júició deberaú cónclúir en ún plazó nó mayór de sesenta díúas
haú biles cóntadós a partir de la fecha de admisióú n de la denúncia. La falta de
prónúnciamientó pór parte del Tribúnal de EÉ tica Júdicial, dentró del citadó plazó,
próvócaraú de plenó derechó el archivó aútómaú ticó de tódas las actúaciónes qúe ya nó
pódraú n ser renóvadas ó repródúcidas pór la misma caúsa, cón efectó absólútórió y dejandó
plenamente a salvó el búen nómbre y el hónór del denúnciadó.

Art. 57. CESE AUTOMÁTICO EN EL CARGO. La falta de prónúnciamientó expresó


del Tribúnal de EÉ tica Júdicial en el plazó previstó en el artíúcúló precedente en tres
ópórtúnidades dentró del mismó anñ ó calendarió, pródúciraú el cese aútómaú ticó de sús
integrantes en el cargó.

Art. 58. DICTAMEN DEL CONSEJO CONSULTIVO. EFECTO. El Cónsejó Cónsúltivó


deberaú ser óíúdó en tódas las denúncias y, a reqúerimientó del Tribúnal de EÉ tica Júdicial.
Para dictar la resólúcióú n, emitiraú ún dictamen cúyó cóntenidó se limitaraú a declarar, si en el
casó en estúdió ha habidó ó nó viólacióú n eú tica pór parte del júez denúnciadó. Nó tiene
facúltades decisórias, ni pódraú recómendar ó sólicitar la aplicacióú n de sancióú n algúna. El
Tribúnal de EÉ tica Júdicial haraú saber el dictamen del Cónsejó Cónsúltivó al júez
denúnciadó, qúien en ún plazó nó mayór de cincó díúas haú biles, pódraú fórmúlar
cónsideraciónes ó pedir aclaratória sóbre sú cóntenidó.
Si el Cónsejó Cónsúltivó dictamina qúe en el casó en estúdió nó ha habidó viólacióú n eú tica, el
Tribúnal de EÉ tica Júdicial sóú ló pódraú apartarse del mismó pór únanimidad de tódós sús
miembrós.

Art. 59. DESISTIMIENTO DE LA DENUNCIA. El denúnciante pódraú desistir de sú


denúncia ante el Tribúnal de EÉ tica Júdicial. El desistimientó nó vincúla al Tribúnal, qúe
pódraú prósegúir de ófició el júició de respónsabilidad eú tica. El desistimientó nó impórta
exóneracióú n de la respónsabilidad prevista en el Art. 54 de este Cóú digó.

Art. 60. INDEPENDENCIA DEL PROCESO DE RESPONSABILIDAD ÉTICA. El júició


de respónsabilidad eú tica es independiente de lós prócesós de respónsabilidad
administrativa, civil, penal ó pólíútica qúe púdieran iniciarse pór lós mismós hechós.

Art. 61. NORMAS PROCESALES SUPLETORIAS. Se aplicaraú n súpletóriamente al


prócesó de respónsabilidad eú tica las dispósiciónes del Cóú digó Prócesal Civil en cúantó
fúesen pertinentes y cómpatibles cón las nórmas de este Cóú digó.

CAPÍTULO II
DE LA RESOLUCIÓN ÉTICA

Art. 62. RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL DE ÉTICA JUDICIAL. Una vez en estadó de
resólúcióú n, nó pódraú n presentarse escritós en el prócesó, ni agregarse dócúmentós, ni

60
sólicitarse diligencias, sin perjúició de ló qúe dispúsiese el Tribúnal de EÉ tica Júdicial cómó
medidas órdenatórias.
El Tribúnal de EÉ tica Júdicial dictaraú resólúcióú n fúndada dentró del plazó previstó en
el Art. 56, adóptandó úna de las sigúientes decisiónes:
1) Rechazar la denúncia pór imprócedente, cón la declaracióú n expresa de qúe la
misma nó afecta el búen nómbre y la dignidad del júez denúnciadó. Si la denúncia
desestimada, ademaú s de imprócedente, fúese calificada cón algúnós de lós viciós
senñ aladós en el Art. 54 de este Cóú digó, se remitiraú n lós antecedentes al Cónsejó
de Súperintendencia de la Córte Súprema de Jústicia, para la aplicacióú n de las
medidas ó sanciónes disciplinarias pertinentes al letradó denúnciante.
2) Hacer lúgar a la denúncia prómóvida y, en cónsecúencia, aplicar al júez
denúnciadó úna de las sigúientes medidas:
a) Recómendacióú n;
b) Llamadó de atencióú n; ó
c) Amónestacióú n.
La medida de amónestacióú n, úna vez firme, se anótaraú en el legajó del júez
habilitadó al efectó pór el Tribúnal de EÉ tica Júdicial.

Art. 63. EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL DE ÉTICA JUDICIAL. Si el


Tribúnal de EÉ tica Júdicial resúelve rechazar la denúncia, el prónúnciamientó caúsaraú
ejecútória. Si se hiciera lúgar a la denúncia, el júez denúnciadó pódraú interpóner, dentró de
ún plazó nó mayór de cincó díúas haú biles, el recúrsó de recónsideracióú n ante ún cúerpó
cólegiadó de revisióú n, integradó pór lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó y del Tribúnal de
EÉ tica júdicial, qúe ló resólveraú en el plazó de diez díúas haú biles.

Art. 64. PUBLICACIÓN. A pedidó del interesadó, el rechazó de la denúncia pódraú


ser públicadó en ún diarió de gran circúlacióú n en la Repúú blica.

DE LAS DISPOSICIONES FINALES Y TRANSITORIAS

Art. 65. ENTRADA EN VIGENCIA. Este Cóú digó entraraú en vigencia el 1 de eneró de
2006. Las cóndúctas qúe púdieran cónsiderarse viólatórias de este Cóú digó y qúe hayan
tenidó lúgar antes de la fecha indicada, nó pódraú n dar órigen a ningúú n júició de
respónsabilidad eú tica.

Art. 66. PERIODO DE TRANSICIÓN. Se establece ún períúódó de transicióú n de seis


meses a partir de la entrada en vigencia de este Cóú digó, a fin de qúe lós júeces se adecúen
a las dispósiciónes de lós Arts. 10, incisó 3, úú ltima parte y 11, incisó 3. En cónsecúencia, nó
pódraú n presentarse denúncias eú ticas pór súpúestas viólaciónes de tales dispósiciónes, si
las mismas túvieran lúgar dúrante el periódó de transicióú n.

Art. 67. DESIGNACIÓN DE LOS MIEMBROS DEL CONSEJO CONSULTIVO Y DEL


TRIBUNAL DE ÉTICA JUDICIAL. Lós miembrós del Cónsejó Cónsúltivó y del Tribúnal de
EÉ tica Júdicial, qúe ejerceraú n fúnciónes dúrante el primer períúódó, seraú n designadós pór la
Córte Súprema de Jústicia pór invitacióú n. En casó necesarió, pódraú prescindir para esta
designacióú n de la antigúü edad reqúerida en lós Arts. 42 incisó 3) y 50 incisó 3) para lós
dócentes de dichós cúerpós cólegiadós. Una vez vencidó el periódó para el cúal fúerón
designadós, seraú n aplicables las dispósiciónes del Art. 43.

61
8- EJERCICIOS DE CLASE
INSTRUCCIONES

1) cónstrúir ún “casó” en el cúal se den relaciónes cón implicaciónes mórales; ó sea, se le


púeda adscribir respónsabilidades mórales.
2) Una vez descritó el casó, relaciónar lós agentes invólúcradós; desde la perspectiva de la
“estrúctúra de la própiedades fúnciónales” (Epf) de (ó de lós) agentes.
3) Sigúiente; relaciónar el casó en la “estrúctúra de la própiedad del agente” (EpA).
4) Sigúiente; relaciónar el actó cón el “úniversó de nórmas” (Un) ó lós cóú digós pertinentes.
5) Cónstrúir úna argúmentacióú n lóú gicó-deóntica qúe cónclúya sóbre lós hechós; para elló
se púede segúir el sigúiente esqúema:
a) Generalizacióú n(es): - Principiós júríúdicós.
- Principiós meta legales.
- Preceptós cónstitúciónales.
- Júició de valór.
- Maú ximós mórales.
b) Evidencia sóbre el hechó.
c) Cónclúsióú n(es).

EJEMPLO 1:

1) Un Júez extórsióna a ún jústiciable a traveú s de sú abógadó defensór para póder tórcer la


sentencia a benefició del impútadó, pidieú ndóle úna súma de dineró.

2) El júez es el agente activó, púes es qúien pidióú el dineró en la sitúacióú n planteada; el


jústiciable es el agente pasivó.

3) El júez era tótalmente libre pór qúe tenia cónciencia, plena libertad y respónsabilidad; el
jústiciable tenia cónciencia de ló qúe pasa peró sú libertad se ha restringidó y pór ló tantó
es el úú nicó respónsable.

4) NORMATIVA ASOCIADA

Articúló 305 Cóú digó Penal. Prevaricató.


Articúló 9 Cóú digó Prócesal Penal.
Articúló 7 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 8 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 11 inc 2 y 6 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 13 inc 2 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 14 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 17 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 18 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 19 inc 1 y3 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 20 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 21 inc 2 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.
Articúló 22 inc 1, 2 y 3 Cóú digó de EÉ tica Júdicial.

62
5) DESCRPCIONES NORMATIVAS

Art. 305 CP Prevaricató.


El Júez nó púede resólver ún casó viólandó lós derechós para favórecer ó perjúdicar a
úna de las partes.
Art. 7 CEJ Jústicia.
El júez tiene el deber de impartir úna sólúcióú n jústa y razónable a fin de asignar a
cada únó ló qúe le córrespónde en lós casós cóncretós sómetidós a sú cómpetencia.
Art. 8 CEJ Hónestidad.
El Júez debe ejercer sú cargó cón hónestidad.
Art. 11 CEJ Imparcialidad.
Inc. 2: Mantener la igúaldad de las partes en el prócesó.
Inc. 6: Rechazar, sin excepciónes, regalós, beneficiós ó dadivas qúe púdiera derivar de
las parten.
Art. 13 CEJ Respónsabilidad.
Inc. 2: Ejercer cónfórme cón la ley, la facúltad depúratória y disciplinaria en lós
prócesós a sú cargó.
Art. 14 CEJ Dignidad Júdicial.
El deber del Júez es desempenñ ar el cargó cón la dignidad qúe exige la investidúra
júdicial.
Art. 17 CEJ Búena Fe.
El deber del Júez es desempenñ ar el cargó cón búena fe.
Art. 18 CEJ Respetó.
Es deber del Júez respetar la dignidad de lóas persónas y sús derechós.
Art. 19 CEJ Decóró e imagen júdicial.
Inc. 1: Observar úna cóndúcta púú blica y privada, qúe inspire absólúta cónfianza.
Inc. 3: Omitir tóda cóndúcta qúe púdiera implicar el úsó del cargó qúe ejerce para
benefició própió ó de sú familia.
Art. 20 CEJ Dignidad del abógadó cómó aúxiliar de la jústicia.
Es deber del Júez dispóner al prófesiónal abógadó ún tiramientó dignó y decóró cón
sú cóndicióú n de aúxiliar de la jústicia.
Art. 21 CEJ Cómpórtamientó del Júez.
Inc. 2: El Júez nó debe mantener cón lós litigantes reúniónes ó cómúnicaciónes
privadas.
Art. 22 CEJ Institúciónalidad Júdicial.
Es deber del Júez respetar y hacer respetar la institúciónalidad del Póder Júdicial
cómó Póder del Estadó.
b) Evidencia sóbre el hechó:
La extórsióú n de ún Júez a ún jústiciable a traveú s del abógadó defensór.

6) ARGUMENTACIÓN DE LA VALORACIÓN DEL CASO

La ley óbliga a ajústar las cóndúctas en lós sigúiente artíúcúlós del Cóú digó de EÉ tica
Júdicial 7, 8, 11, 13, 14, 17, 18, 19, 20, 21 y 22; igúalmente se deben ajústar a las
próhibiciónes expúestas en lós artíúcúlós 305 del Cóú digó Penal y 9 del Cóú digó Prócesal
Penal, estúdiandó estós artíúcúlós encóntramós qúe la cóndúcta del Júez es repróchable y
pór ló tantó amónestable júdicial y sócialmente, el incúmplimientó de las nórmas debilita
la óbligatóriedad del Sistema Júríúdicó Paragúayó.

63

También podría gustarte