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Capítulo I

El comienzo d.e la uida. Vida en el seno


materno. Factores del desarrollo

r. rNTRoDuccróN

L pREGUNTARNos poR EL coMIENZo DE rA vtoR humana nos


instalamos en un ámbito pleno de sentido, transitado por
múltiples respuestas provenientes tanto de diversas disciplinas cren-
tíficas como de distintas cosmoüsiones, que a lo largo de los tiempos
y de los logros cuituraies comparten este punto de enclave. Asimis-
mo, al preguntarnos también por el desarrollo del embrión y del fe-
to en el seno materno acuden diferentes concepciones entre las cua-
les la de E. H. EnIxsoN nos parece especialmente iiuminadora:
"Siempre que intentemos cotnprender el desarrollo, conuie-
recordar el principio epigenético que se deriua del desarrollo
rue
de los organismos in útero. Para expresarlo de un modo algo
generalizado, dicho principio afirma que todo lo que se desa-
rrolla obedece a un plano o proyecto básico y que, a partir de es-
te último, uan surgiendo las partes, teniendo cada una de ellas
su momento de eclosión, hasta que todas las partes han surgi-
do para corustituir una totalidad funcionante. Esto, euidente-
n'Lente, es cierto con respecto al desarrollo fetal, donde cada
parte del organismo tiene su momento crítico de aparición o de
riesgo de defecto" ^. .

La epigénesis es una teoría que, en el ámbito de la biologÍa, sos-


tiene que los rasgos que caractertzan a un ser vivo se modelan en el

' EeIx,soN, E. H. (1971). Id.entidad., juuentud. y crisis. Editorial Paidós, Buenos


Aires, página 79.

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curso del desarrollo, sin que éstos estén preformados en el gerrnen.
Consecuentemente, no afi.rma que el organismo está contenido total-
mente en el huevo o en la semilla, por ejemplo, ya que su desarrollo
consistiría en un mero desenvolver algo que está plegado, en un des-
pliegue de partes ya formadas aunque invisibles. Así, e1 desarrollo
sería sólo una simple ampliación o crecimiento de las partes.
E1 principio epigenético, como dice EnmsoN, sostiene que en el
curso de1 desarollo surgen características, órganos diferentes) pero
que éstos no preexisten completamente formados en el germen.
Asimismo, dicho principio epigenético supone ia presencia de un
"plan" de desarrollo, de un "plano de la construcción" del existente
vivo, que éste cumple aun sin "conocerlo"; de modo que en cada mo-
mento oportuno aparece una parte hasta que emerge la totalidad vi-
va. Así, ios cambios surgen de tendencias propias del crecimiento
que actúan y son dirigrdas desde dentro. Dichas fuerzas facilitan la
realización de 1as potencialidades, como asÍ también de 1a forma in-
terna y exterior de la organizacíón.Asimismo, dichas fuerzas consti-
tuyen e1 "plan", "p1ano" o "idea" de la totalidad, desde y a través de
la cual se desarrolla todo ser viviente.
El principio epigenético, como veremos, no sólo da cuenta del de-
sar.ro11o en e1 período fetal sino que además intenta dar cuenta del
despliegue mismo de 1a personalidad de1 sujeto:
"... también es importantu aduertir que en la secuencia de sus
experiencins más personales, el niño sano, siempre qu.e se ü
cuan'
tía razonable de educación adecuada, obedece a leyes internas de de-
sarrollo, lqtes qun crean uncl sucesión' de potencialidades destiruadas
a urua interacción signfficcttiua con aquellas persorlas qtrc l.e atien-
d.en y qtrc le responden, y con aquellas irustituciones que estd.n dis-
puestas para é1. Mientras que tal interacción uaría d¿ urua cultura a
otra, ha de permnrrccer dentro'del ritmo adecuado y la secnencia
adecuadn'que gobierna toda epigénesis. La personali.dad, por tan'
to, puede afirmarse que se desatolla de acuerdo con etapas predc'
terminadns en la disposirión d,el orgaruismo humano para ser'corl'
ducido hacia', para'darse cuenta'y para interactuar cot?. url círculo
2
cad.a uez md.s amplio d.e ind,iuiduás e instituciones significatiuos" .

De un modo similar al desarollo feta1, epigenéticamente se cons-


tituye la personalidad en un interjuego entre 10 "dado", 1o "adquirido"
y mediante la "autoposesión" libre de 1os eiementos de ambos. Lo "da-

' En nson¡, E. H. (1971). Iderutidad, juuentud. y crisis. Editorial Paidós, Buenos


Aires, página 80.

t2
do" comprende tanto las leyes de desarrollo como 1as potencialidades,
que posibilitan el mismo. Lo "adquirido" se constituye a partir dei vÍn-
culo con los padres, educadores, instituciones y con 1a cultura en su
totalidad. Por último, la "autoposesión" y la "autodeterminación" le
permiten hacer suyo libremente Io recibido, matenalizándolo, es de-
cir, haciéndolo propio. Se crea, en fin, un cÍrculo interactivo cultura-
individuo que permite el mutuo crecimiento y desarrollo.
A continuación en este capítulo analizaremos, de acuerdo con es-
tos principios epigenéticos asentados, el desarrollo de la üda en el se-
no materno. En primer lugar, consideraremos a la madre y el entor-
no familiar en esta peculiar experiencia vital que es el embarazo; pos-
teriormente, analizamos las etapas del desarollo del nuevo ser duran-
te 1a vida pre-natal.

2.EL EMBARAZO
El embarazo es un suceso que modifica no sólo al cuerpo de la ma-
dre, sino que también estimula de una particular forma tanto su psi-
quismo como su espíritu, transformando de este modo sus relaciones con
e}mundo.
Los síntomas de cansancio e hipersomnia, Ia verificación de la fal-
ta menstrual y en muchos casos la presencia de malestares gástricos,
náuseas y vómitos (relacionados con las modificaciones endócrinas y
metabólicas y con las fantasías que ya mencionaremos) despiertan
las primeras sospechas de embarazo. Cuando éstas son confirmadas
se desencadenan moüficaciones en todos los ámbitos personales,
sean en lo fisico, 1o psíquico o 1o social.
Este niño, que nace en eI entramado del deseo de ambos padres,
será eI portador de rasgos, del apellido y a veces del nombre de sus
progenitores o antecesores. Pero también en él recaen ias fantasías de
1as oportunidades perüdas, de los ideaie:q no cumpiidos; este niño
ocupá el lugar de"His Majestic the Baby" 3; es decir, el lugar del nar-
-N,2.2)
cisismo (cfr. cap. de sus padres. El nuevo ser no sólo ocupa un
lugar en el útero materno sino también en eI "útero familiar", de
ambos se nutre tanto con el alimento como también con las expec-
tativas, fantasías y deseos de los padres y del medio.
BpatRrcn Menepeu-CLEIVENS a señala que el cuerpo adquiere
3"Sumajesta.detbebe".Latraducciónesnuestra.FhElrD,S.(1914c).
Intrd.urción
al narcisismo. Amorrortu Editores, Buenos Aires, página 88.
a M¡renA.u-CLEr!'/ENS, B. (1969). Psicología d.e las mad.res. Editorial Estela,
Barcelona.

13
para la mujer embarazada un significado nuevo; Io mira, 1o toca,
siente que se transforma por completo. Su cuerpo es vivenciado
generalmente como el receptáculo de un tesoro. Aumenta el me-
tabolismo; el pecho se vuelve firme y el color de la piel se hace
más vivo y delicado; así se transforma en inusualmente bello, pe-
ro "desconocido" para quien 1o habita y para quien 1o mira.
Durante este período se producen modificaciones endocrinas,
metabólicas, neurovegetativas y del medio sanguíneo que son fe-
nómenos de adaptación a Ia finalidad biológica de la maternidad.
Así, desde el momento de Ia anidación del huevo, 1a hipófisis, que
es el centro rector de1 sistema endocrino, se ve parcialmente
reemplazada en dicha función por el epitelio corial (corion, esbo-
zo dela placenta), lo cual es un claro ejemplo de 1as modificacio-
nes que provoca el embarazo en la madre. Las secreciones del co-
rion comienzan a regular a las restantes glándulas endocrinas,
permitiendo la adaptación del funcionamiento de las mismas a
las necesidades del embarazo.
El organismo de la mujer grávida está sujeto a una hiperac-
tividad que demanda reposo y tranquiiidad. La madre comienza
a experimentar un mayor cansancio y necesita dormir más de 1o
habitual (hipersomnia), aun durante el día. Existe una necesidad
orgánica de reposo junto a un repliegue o ensimismamiento.
El_psicoanálisis ha interpretado esta sintomatología. Fmns
C¡sIo 5 estudia e1 letargo y Io relaciona con el período de gesta-
ción. En esos momentos surgen en la madre fantasías de desarro-
l1o e integración que habÍan sido excluidas de su yo postnatal, son
núcleos aletargados inconscientes. La mujer embarazada siente
que en su interior se desarrollan esos contenidos no nacidos, que
emergen fantasías reprimidas y éstas despierban sus ansiedades y te-
mores pues se tornan peligrosas. Este conflicto, que había sido repri-
mido, se activa y frente a é1 se defiende aletargándose.
Ante la confirmación de un embarazo deseado, esperado, surgen
en ia madre sentimientos ambivalentes y rechazo del
hijo- preocupaciones po la salud del bebé, -aceptación
temor ante el desarrollo
de esta nueva situación como así también ante el parto, ansiedad por
la responsabilidad de cuidar al bebé. Asimismo, en toda mujer emba-
razada se activan múltiples fantasías de gran intensidad emocional
5
Cpsto, F. (1970). El letargo. l]na reacción a Ia pérdida de un objeto. En:
Un estudio del hombre que padece. Editorial ClMP-Kargieman, Buenos Aires.
CnsIo, F (1970). Procreación y letargo. En: Un estudio del hombre que p(r-
dece. Editonal CIMP- Kargieman, Buenos Aires.

14
como 1as relacionadas con 1a identificaciónG tanto con su madre como
con su bebé, 1o que le permitirá elaborar roles y reparar culpas; o bien
fantasÍas tempranas de haber despojado a ia madre de contenidos va-
liosos de su cuerpo;7 o e1 deseo de ser completa, omnipotente, de du-
plicarse o reflejarse en el hijo, de ser inmortal mediante eI perpetuar-
se a través de su descendencia.s
Esta gran moülización afectiva enunciada, que gira alrededor de
fantasías, sentimientos y emociones, suele quedar oculta. De modo
que, tanto su verbalización como la reflexión acerca de esta experien-
cia ---en general- no tienen un espacio social en el cual se expresen,
más allá de las consultas obstétricas y del curso preparatorio para el
parto. Consecuentemente, se idealiza la maternidad, se espera de los
padres sóIo expresiones de alegríay felicidad mientras la sociedad de
consumo les muestra todo su universo de "objetos" necesarios para Ia
"maternidad feliz". Pero, generalmente ni la familia,e ni Ia sociedad,
ni la cultura le ofrecen a la madre Ia experiencia, la formación o la
ayuda necesarias para que desempeñe este ro1.
Las características psicológicai de la mujer gestantelo se consti-
tuyen en un proceso evolutivo que se inició en el parto de su ma-
dre, o sea, con su nacimiento. Si bien el embarazo es un fenómeno
normal en la vida del ser humano, es también un momento de cam-
bios en los que se imbrican 1o psíquico y Io fisico, 1o actual y 1o pasa-
do, ia madre y la hija, la mujer y el varón. De modo que la'problemá-
tica que la mujer ha üvido desde su concepción se reactr¡alíza duran-
te estos nueve meses de gestación.
La madre, como consecuencia del ensimismamiento ya apuntado,
está fundamentalmente a la escucha de sí misma y del "otro" que ffe-
ce dentro de ella, de la "revolución" que se produce en eI interior de
su cuerpo. Ameüda que avanza el embarazo, esta presencia corporal
y psicológica del hijo envuelve toda su vida interior. Su conciencia es-
tá exaltada, es como una dilatación del yo pues se siente habitada por

u
B*rrLToN, B. y Cnawn, B. (1993). La relación mds temprana. Editorial
Paidós, Buenos Aires.
t l^*cro, M. (1993). Materni.d.ad. y sero. Editorial Paidós, Buenos Aires.
8
BnazoltoN, B. y Cnamn, B. (1993). Lo relación más temprana. Eütorial
Paidós, BuenosAires.

'So*, D. (1997). La constelación matenwl. Editoriat Paidós, Buenos Aires.


1o
Vrrut,e., M. (1990). Maternid.ad., mito y realidad. Ediciones Nueva Visión,
Buenos Aires.

15
una fuerza mayor que la suya, se siente más "densa", ya que son dos
cuerpos en uno y son dos vidas en una.
Esta sensación nueva de plenitud la lleva a centrarse sobre sí
misma, sobre 1as transformaciones de su cuerpo y de sus estados afec-
tivos. EI amor a sí misma es preludio del amor hacia e1 nuevo ser. Las
mujeres que se desvalorizan o las que se aman desmedidamente, tie-
nen dificultades para vivir esta profunda y perdurable intimidad que
recién comienza entre dos seres.
Es conveniente que la madre se prepare para el momento del na-
cimiento pues este suceso "l:r.iere" a su "yo exaltado", ya que supone la
separación de sus cuerpos y1a consiguiente movilizaciónde afectos de
pérdida. Los detalles concretos y cotiüanos dei futuro cuidado del be-
bé, como por ejemplo, preparar la cuna, tejer y comprar la ropa que
va a usar, 1e permiten anclar nuevamente en 1o externo y efectuar
ciertos rituales que colaboran con la elaboración de Ia futura situa-
ción de separación y el duelo que conlleva.
El embarazo, como toda situación presenta un conflicto a resol-
ver, pone en juego la interacción, e1 intercambio y 1a redef,nición de
roles en toda 1a familia, pues es un momento de gran movilización de
energras que crean 1a posibilidad de entrever nuevas funciones, nue-
vas relaciones, nuevas soluciones.
La maternidad, como dijimos, transforma las relaciones consigo
misma y con 1os demás. La mujer embarazada tiene una actitud de
repliegue, retorna a una modalidad narcisista (cfr. cap. fV,2) que pro-
voca a menudo la crítica de sus familiares. El esposo observa este en-
simismamiento al que a veces erróneamente interpreta como un cier-
to desinterés e inüferencia hacia é1. Pero esta vivencia materna de-
manda del marido contención afectiva y comprensión para que, sin-
tiéndose amada, pueda cuidar adecuadamente al nuevo ser.
Los otros hijos, si ios hay, captan muy tempranamente ei emba-
razo de su madre reclamando mayor atención. La explicación del pro-
ceso de gestación a éstos de acuerdo con las posibilidades comprensi-
vas según la edad de los mismos, puede ayudar a crear un clima fa-
vorable al advenimiento y a las modificaciones que éste produce en
las relaciones familiares. Los hijos requieren de un refuerzo afectivo
en los nuevos roles a cumplir después del nacimiento del hermano y
de la valorizacíón de su condición de hermanos mayores. Es un mo-
mento en el cual precisan reconfirmar, de modo constante,la seguri-
dad y la estabilidad del amor que los padres le brindan. De este mo-
do, el clima familiar favorece en el hijo, o en los hijos, la contención y
elaboración de las fantasías de desplazamiento y de exclusión, como
también el comprender que es una oportunidad para seguir apren-

16
diendo a compartir y convivir, con todas las dificultades que plantea
este desafio (cfr. cap. ry 6).

3. VIDA PRENAIAL

Algunas creencias cotidianas, posiciones filosóficas, incluso tra-


tados, ir.ror y programas de psicología evolutiva, consideran que el
nacimiento es e1 primer momento del desarrollo de la üda humana.
Sin embargo, otrós pensadores afirman que la vida de toda persona
tiene su reldade.o óomienzo en Ia fecundación, es decir, en la unión
de 1os gametos, el espermatozoide paterno y el óvulo materno. Des-
de esta perspectiva lo se puede sostener la existencia en el desarro'
lio del hómbre de etapas prehumanas. Así, eI embrión humano no es
primero un animal ocualquier otro tipo de indiüduo, sino que todo
iu desarrollo se produce désde ei principio bajo la forma del ser hu-
mano. Sin embárgo, muchas corrientes psicológicas influenciadas
por el evolucionismo darwiniano (cfr. cap. I, 4.1'1.3) afirman que en
ia ontogénesis de 1a personaiidad hay estadios prehumanos, así co-
mo suponen una evolución de las especies previa a la aparición del
hombrl. para dichos autores Ia ontogénesis como evolución de cada
ser humano reproduce Ia filogénesis, es decir, la evolución de Ia es-
pecie humana. De modo, que el nuevo ser en el vientre materno su-
iesivamente tomaía Ias formas de protozoario, pez, reptil, mamífe-
ro, hasta liegar a ser un individuo humano.
A diferencia de estas teorías sostenemos que Ia vida en el seno
materno es una auténtica vida humana, en 1a que no só1o se evolucio-
na anatómica y fisiológicamente, sino también psíquicamente.
Esta vida psíquica prenatal es inconsciente, por tal motivo, será
inaceptable para aquellos que identifican üda anímica con vida cons-
ciente.
Sin embargo, ya en 1a antigüedad, judíos, griegos y egipcios hi-
cieron referencia a la vida prenatal, a los movimientos del feto, a su
alimentación y por 1o tanto a la existencia de su alma. En esta mis-
ma línea de peniamiento se inscribe ia tradición medieval como tam-
bién en Ia actualidad científicos de diversas disciplinas, Ios cuales
consideran que a partir de 1a fecundación ya existe una nueva reali-
dad biológi.á di.tint, de la materna, que contiene en sí todas las de-
terminaciones hereditarias y posee una individualidad biológica. Por
1o tanto, en la concepción se origina una concreta naturaleza huma-
na, es decir una persona.
consecuentemente con esta tradición presente hoy en la ciencia

t7
consideramos que la nueva personatt ha sido concebida en ra fecun-
dación en cuerpo y alma espiritual, constituyendo una unidad.
su cuerpo se desarrolla a partir de la dotación genética de la cual
el nuevo ser se apropia siguiendo una "idea configuradora,,, un,,plan
de construcción". Así, el cuerpo se conüerte en el escenario donde se
matenalizan sus posibilidades, donde se expresa, donde se realiza vi-
siblemente. De modo, que este cuerpo está dirigido al',otro,,, abre la
comunicación a los demás; allí se muestran también sus límites cuan-
do-experimenta el dolor y la enfermedad. Este cuerpo fetal, hoy cono-
cido ymirado por la nueva aparatologíatécnica,"diie" a sus pádres y
al médico un mensaje.
Dicho mensaje es presencia de un ausente, es decir, es un símbolo.
Así, nos abrimos a su dimensión psíquica, que es en su esencia símbo-
los. símbolos que se expresan en conductas que muestran sus necesida-
des, deseos, afectos, respuestas a estÍmulos, ei decir, aparecen las distin-
tas categorías psíquicas. De allí que hablemos de un psiquismo fetar.
Asimismo, este nuevo ser es también espíritu, én iuanto que es-
tá abierbo a Io trascendente, es decir, a un más allá de sí mismo, de
su propio yo.

3.1, La fecundación

I-Jn nuevo ser comienza con ia fecundación. En el momento en


que un espermatozoide penetra en el óvulo, se forma un huevo
humano o cigoto, primera célula a partir de la cual se desarrola-
rá una nueva persona. Todo el potencial de este ser se concentra
en dicha célula que una vez conformada comienza su partición y
multiplicación, es decir, eI "milagro" del crecimiento.
La fertilización tiene lugar en una de las trompas de Falopio.
Este encuentro del óvulo con eI espermatozoide sóio es posiblé en
un período muy limitado de tiempo. Los espermatozoiáes deben
alcanzar ai óvulo cuando éste inicia su viajé a través de ra trom-
pa, en caso que no lo logren el óvulo va perdiendo vitalidad y
muere antes de entrar al úterol2.
--
11
-tln este párrafb anunciamos las conclusiones de temas que desarrollam-
os en el capÍtulo IV (tomo II). En el mismo analizamos distintas posiciones acer-
ca de cada uno de estos problemas y justifrcamos cómo se sostienen las conclu-
siones a las que arribamos.
12 JuNquerna, L. C. y Ztco,
D. (1928). Fundamentos d.e embriología
humana. El Ateneo, Buenos Aires.

1B
un largo viaSe
Por otra parte, Ios espermatozoides vienen de
los movimientos
impulsado. po, ,r.-."fát V reciben la ayuda de
fecundar al
uterinos para llegar a las trompas y dL este modo
óvulo.Deloscientosdemillone.d"".p",*atozoidesdeunaeya- y unos po-
."iá"i0" normal, só1o unos miles penetran las trompas
.ot-ui"u"run las inmediaciones del óvulo' al
Previament", Tñ;;;itutio", el espermatozoide reconoce dinamismo
Dicho
óvulo como perteneciente a su misma especie'
es necesario para que puede ocurrir la
penetratig"; ,
de atracción
Además a"r r"io"ocimiento se da una actividad de la fe-
;;roiagonista pasivo en el acto
mutua. El óvulo
";t
cundación, ,ino qr"ib"'u't"ttáncias químicas
que atraen a los
que atraen a
;ñ;;;;ilroia". y ástos a su vez liberan sustancias
los óvulos.
gruesa capa que
IJna vez que un espermatozoide atraviesa la
,o¿*-ui óvulá v "i -itÁo que{a fecundado' dicha membrana se
;;;i;" de otros es-permatozoides.
--i; ir"p"i-áu¡t"
-ii["ru u-lu
y ui c"elio"rrtrudu
del espermatozoide son los elementos
an-
q..r"!!rr"t ;;"; ui á""ro, Ia cola generalmente se desprende
"-- de este momento.
tes fases en
e p"*lr de la iecundación eI nuevo ser transita tres que cul-
su desarrotto lrasta"et-nacimiento' La germin-ul9 :tgóti:a Ia fecun-
mina con la impfu.rtlciOn del huevo aÍor 12 ó 13
dÍas de
á;;i;;,;1 p"riáao;Á¡¡o"u.io desde los 12 ó 13 días a las 8 se-
;*;';;ip-rl"¿ri"ta1 desde la 8va semana hasta el parto'

3.2.Períod.ogerminalofasecigótica'Laimplantaciónonidíficación
proceso de
Apenas conformado el huevo o cigoto.comienza"el a las
,"prü"..i0r, ."totá. (-iiori. sucesivás). Aproximadamente
se divide en dos cé1u-
24 horas después ¿" ü."*ápción, el cigotó
en
hr.i;A;"riu. ¿o. á"lu..L coníiertJn en cuatro,luego ocho
yasísucesi,,ame.'-te."i"l.iueimásrápidocrecimientodetodoel
A la semana de Ia
ciclo vital frrr*u"o tp.o."to de segmeÑación)'
centenar de células'
fecundación eI noává ser tiene ya más de un
Ai;;; A;;.u alü¿ll"'""", "i hot"o viaja por Ia trompa de Fa-
fopio f,u.iu arribar aI útero antes de la semana'
'"'^b;;;;"srltaáoi" una esfe-
ü r"producción celular se forma

(1988)' Fisbpatología' Eütorial Panamericana'


S-*il,. I. H. y Trunn, S' O'
Buenos Aires.

19
ra hueca (blastocisto), cuyas células internas darán lugar luego aI
embrión y 1as externas a la placenta. E1 blastocisto flota libre-
mente en el útero hasta que, entre los 7 a 10 días de ia fecunda-
ción, se adhiere a 1as paredes del útero que están preparadas pa-
ra recibirlo y alimentarlo" Esta pared o revestimiento uterino es-
tá engrosada y se ha enriquecido su abastecimiento sanguíneo.
EI huevo corroe 1a pared uterina mediante sus secreciones
(fermentos histolíticos) y "cava" un nicho en el cual se anida y im-
planta este nuevo ser. Posteriormente desarrolla prolongaciones
que como raíces absorben la sangre de los vasos sanguíneos.
Cuando el huevo se ha enraizado en la mucosa uterina, la vascu-
larización de esta zona se acentúa aún más formándose senos
sanguíneos voluminosos, especialmente en 1as zonas próximas al
huevo.
Inmediatamente después de haberse implantado, la "herida"
provocada cicatrtza y el huevo se encuentra totalmente rodeado
por las células uterinas. Dicho proceso frnalíza aproximadamen-
te a 1os 12 6 13 días de 1a fecundación.
Como podemos observar, los procesos de anidación y de absor-
ción de sustancias alimenticias de la madre ponen de manifiesto
e1 papel activo, el acto "agresivo" del huevo fecundado en su lu-
cha por sobrevivir.
La implantación es un proceso dificultoso en el que alrededor
del 50%o o más de los cigotos fracasan, generalmente porque son
anormaIes13.

3.3. Período embrionario


Aproximadamente a los 14 días de Ia fecundación comienza el
proceso de formación de la placenta. La capa externa del blasto-
cisto se convierte en corion, membrana protectora que con los te-
jidos uterinos formará la placenta. Esta mediatiza el intercambio
materno-filial y cumple múltiples funciones: permite el pasaje de
sustancias nutritivas, actúa como órgano de excreción al facilitar
1a salida de los catabolitos o residuos del metabolismo del peque-
ño ser, es el órgano respiratorio donde se produce la oxigenación
de 1a sangre fetal y además se comporta como una glánduia de se-
creción interna que produce hormonas. Ei cordón umbilical, que

'3 RonEnrs, C. J. y Lown, C. R. (1975). Where haue all the conceptions gone'l Lan-
cet, i, páginas 498-499.

20
se forma en este perÍodo, comunica al embrión con la placenta en
medio de la cual se implanta.
Se forma el saco amniótico, saco lleno de iíquido que rodea al
embrión y 1o protege de golpes y presiones amortiguándoios.
EI embrión ha construido un medio apropiado para crecer y
goza de una cierta autonomÍa. Cabe señalar, que los aportes nu-
tritivos de la madre llegan a la placenta y el intercambio se pro-
duce sin que se mezcle ia sangre materna con la de1 nuevo ser.
La aulonomía mencionada en este período se afianza con el
desarrollo de1 corazón, que empieza alatir al mes de vida, impul-
sando 1a sangre por Ia red circulatoria embrionaria y permitien-
do su oxigenáción en la placenta. E1 corazón a 1a par que funcio-
na, prosigue modificando su estructura y creciendo.
A1 cabo de 2 meses, eI embrión ha originado todos los órganos
y la cara tiene ya rasgos reconocibles. Este es el período formati-
io de dichos órganos que empiezan lentamente a actuar en rela-
ción estrecha con la actividad placentaria.
A las B ó 9 semanas con 1a conformación básica de los órga-
nos, excepto los órganos sexuales, y con la aparición de las prime-
ras cé1u1as óseas, el embrión pasa a ser un feto.
E1 período embrionario es de gran importancia por los proce-
sos mencionados y se caracteriza por 1a velocidad del crecimien-
to. Además es un momento de gran sensibilidad a 1as enfermeda-
des infecciosas y a 1a desnutrición materna, que provocan no só-
1o daños funcionales sino estructurales. El segundo y el tercer
mes es el período en el cuai se corre el mayor riesgo de aborto na-
tural (cfr. cap. I, 3.5.2).
En e1 siguiente cuadro sintetizamos ios principales desarro-
llos del período embrionario:

2l
PpnÍooo ElleRroNenro

ntu*iUa1üÍl$;úCI;¡$iidóiiifi¡iáufáüi.#':ü,,,,áui*áAá*,;.,.,.,,,,,,,,,',,',',,

Cónliéhrái'éi,:,,ausáiirir6.: pÍá¿áilffi
Lá placenta áé desarrolla rápidamente. El cordón
pasa a ser Iá vÍa de interCámbio que conecta él "^biü.ut
emUriO¡
con la placénta. Se iniciá:ól desarrolló del tübo náur,al,
'2,1'.28:dfas EI.,.corarion,,.dél,i émbdóir.,iyá..Astá...¿of áiffi áó.ii¿óu: .§ rñffi
caüdades y empieza a latir. Comiénza a fimciohar lá cjicu_
lación infant+placenta matérna, toda la saagre
pasa por el hepatón (lobu_lillo hepátiCo). Se inicia"*úili.ul
Iá forma,
cióndelosojosyoídoq...,,...
El émbrión tiáne r¡4a longrt d upro*i*a¿a ¿e S mm yciece
á un promedio ae f mm diario. ', i i

La columna vertebial sé esboza, ás ya un ejá cartilasinos;,


De§qrrolla los brazos y piemas (éxtremidadesl. . :: : :

8,,'iémaiá.4 Finaliza eL príodo embrionario. El or"uo ser:ti€ne uná lox-

Se han conformado los órganos ñmdamentales, eicepto los


órganos sexuales. AsÍ finaliza el pqrÍodo de la oreanosenásis.
El ernbrión ádqüiere las formas cara"t ú"ti.*ául sér h;-
mano y se lo denomina feto. ir '

Las células del embrión se ordenan en tres hojas o capas ce-


lulares y endodermo_ q"u p.o.iguen
-ectodermo,^mesodermo
posteriormente su diferenciación y van a dar lugar a los diferen-
tes órganos y partes del cuerpo, a saber:

22
e Sistema nervioso cential ¡ féji¿o mus¿ülár ,
re§ejretoiÍ,é
ronéiiioo y cartila'
:

f Rgrífrjrico. lii ,sistemá


*nono :
,i :r Si§téfiá :digesti$0,,,,
'
r
:i,Re.rtri*i"*to externo Si§tema excretcr Y
(epidermis). repiodoc¡ivo :

t GlenAuta mamaria y . J,.i¿;u .t.;ulatorio y


pituitaria. :
sangre. ,

;..¡;;ai¡...'.......l...,......i......., ...,........

A continuación consideramos, en particular, e1 desarrollo del


sistema nervioso central de origen ectodérmico:

MonioCuNESIS DT1L SISTETMA NeRvtoso cEÑtRAL DURANTE EL


PERfODO EIVIBRIONARiO :

31i:le,:,:,§etmAnA Frimeresbozode]sistemanérvio§o'
En-grosamiento del ectodefmo én la zona média
dorsal del embrión (placa neuiái). ::

4tt::"a¿m,üti1 T,a placaneural crece Í se transfolqa en un surco o


canal que se vá certando y formá eI tubo neural: La
porción cefálica es rnás grande:. :

Sé.fo- án,,e}..,t01éndé-fiiló.,¡¡¡,¡etl¡diéhCéfálb'

Aló 1árgo del tubo neuiál se óbserva ia salida dé los

3.4. Período fetal


Se inicia aproximadamente a ias B semanas de la gestación.

23
Durante este período el nuevo ser se prepara y alcanzala madu-
ración necesaria para funcionar con la -capaóidad y autonomía
que requiere la vida después del nacimiento.
Los órganos formados en el período anterior ahora se diferen-
cian y desarrollan anatómica y funcionalmente.
A los 4 meses, en el polo cefálico del tubo neural, se forman
tres engrosamientos que van a dar lugar posteriormente al cere-
bro anterior, medio y posterior. El cerébro queda así conformado.
Aproximadamente a los 7 meses de viáa prenatal el feto es
capaz de sobrevivirpor sí solo o sea que es viable, si bien un pre-
maturo de esta edad requiere de atención especial. En consecuen-
cia, sus sistemas vitales ya funcionan en forma rudimentaria, o
se encqentran preparados para funcionar sin la dependencia bio-
lógica del cuerpo materno.
En este período, como dijimos, surgen en 1a madre los temo_
res hacia el parto gu9 se aproxima, el miedo a la responsabilidad
que implica el cuidado del hijo. El vientre ya desarrollado es un
hecho co_ncreto y evidente que le impide errádirs" de esta proble-
mática. Los temores a tener un hijo con deformaciones físicas o
retardo mental surgen acompañados de ensoñaciones de tener un
hijo hermoso y bueno que colmará de felicidad a Ia familia. Estas
fantasías le sirven de refugio durante su embarazo.
La actividad laboral y las relaciones sexuares empiezan a decre-
cer a medida que se acerca e1 tiempo del parto. Generalmente dis-
minuye la actiüdad sexual, si bien 1a clíniia ha demostrado que és-
ta no ocasiona trastornos o daños durante el embarazo normáI.
En el cuadro siguiente esquematizamos er desarrollo fÍsico
durante este período:

24
PBpi6¡r§,:,¡g$¡[

8'a L2's:€,¡rteias r Crece a un' ritmo de 1,5 mm por dia. A las 12 semanas
pesa apro¡imadamente tr4 gramos y rniae Z,S c-m. , " i

r Experimenta las primeras ieacciones Ílente a ruidos


il2 semanas). " ,

,,..,§t¡.mánináJtá..r;,,pi+ ."a actividad ..a.3*' Hteji...áá .,....

álármaprimeroyposteriormentedesucción'
llisft ,i¡ ti.ip
á:*;;rníentos a" t*-sy fiffi.;*;
que su madre aún no léi percibe, ,

.,..Déi áiro..áu,iüS,,r s.*o¿". r,os teiiáos e'á ..',.....


"s
,,i,,i"ry"dádds,dán. á,]usar a Jos testÍculos y ovffi¡i.',,.,,i ,iii..i,
. Desan"ollo de los iistemas respiratorio y excretor. aq¡que
éstos comienza¡ a funcionar" a partu del nacimienlo.
. El hígado alca¡za el mayor tamaño relativo ocupando gran
par[e del abdomen.

13 a 16 semenas ¡,R"o¿esó, dá,,bsifi eación:! .


: rir . : .r,i
.
:.: :: :::

Desarrollo de la piel y e[ pelo.

tr,Z,ti 24:,s¿ina,ni8 . Es posible reconocer en el feto fe¡uenino el úteio y Ia yagr-


na. [,os testículos del leto masculino están en posición para
descender al escroto. ,

. El cerebro se ha conforr-nádo.
. [,os mqümientos del Gto son:pe.cibidcis clarament" po, I*
madre y los latidos caidiacos püeden escucháise mediante
él estetoscopio.
:

. Alcanza a las 24 semánas una longitud de 20 cm y pesa al-


rededor de medio kilogramo. :

25,,¿;25,s¿¡ai* .
:
Aümenta: :ü.é1orr dé ,,pé§o;,::á müá: igl.asá§r,én,itá,.¿ápá !,§ü üt a.
nea:que:lerselyqán i áIA ente,d駡ü*,,aA §r, ¡aiiml
to para poder sobreüüi los primeros dias hasta que Ia madre
genere leche. '

. :U aeserrqllo puJmonar V ág .* cir"ganos o,*uficr"nt* ao*o


para fograr sobreviür eñ caso de alumbramiento precoz. i
,

. A las28 semairas mide entre 28 y 4O cm y pesa a.lrededor de

o rapido del número de céiüas nerviosas y:del ffia-


nodelcerebrr. ' i :
fullnto '

25
3.5. Vida Psíquica Prenatal

Desde el momento de la concepción comienza Ia vida psíqui-


ca, lo cual no quiere decir que la misma se manifieste en pleni-
tud1a. Pues, 1a fecundación (cfr. cap. I,3), la mitosis, el período
germinal, 1a implantación, eI período embrionario y toda la vida
prenatal suponen eI desarrollo de un plan (cfr. cap. I, 1), de una
idea que se despiiega en ia materia, es el psiquismo que se encar-
na. Así, en el período embrionario, en 1 gramo y en 2 a 3 cm. de
longitud está conformado ya, exceptuando 1os órganos sexuales,
el ser humano.
Veamos pues, brevemente, algunos hitos del desarrolio neu-
ro1ógico.
En feto humano se observan tanto reacciones globales pro-
e1
vocadas por estímulos fuertes, como locales provocadas por estí-
mulos de baja intensidad. Estas reacciones ya ocurren en el pe-
rÍodo germinal y en e1 embrionario.
En eI período fetal se pueden comprobar hoy, con eI avance téc-
nico-científico, actividades reflejas como la de succión y de respues-
ta ante un estÍmu1o alarmante, como así también movimientos de
brazos y piernas. Dichas respuestas neuromusculares a estímulos
y 1os movimientos espontáneos fetales, que son ya francamente
perceptibles antes dei quinto mes de embarazo, son manifestacio-
nes de una vida psíquica. Resumiendo, aI mes existen movimien-
tos reflejos, al tercer mes responde globalmente a estímulos inter-
nos, en el cuarto o quinto mes responde a estímulos de 1a superfi-
cie cutánea y a modificaciones del metabolismo de ia madre con
movimientos y cambios de posición, al sexto mes responde global-
mente a Ia estimulación externa al medio materno (por ejemplo,
ruidos y música) y a partir del séptimo reacciona ante la luz y 1a
oscuridad, como se observa en 1os bebés prematuros.
Las vías olfativas y gustativas son las primeras en desarro-
llarse mientras que las vías óptica y acústica 1o logran antes del
nacimiento. Sin embargo, estas vías reciben los estímulos del
mundo exterior a través de 1a madre y ante el escaso desarrollo
de Ia corteza cerebral, que es la encargada de recibir Ia sensibili-
dad externa, el feto percibe no discriminadamente el mundo que
1o rodea.

14
op Monacas, J. (1965). Psicología del niño y el a.dolescenf.e. Editorial Labor,
Barcelona.

26
Ei cerebro interno del feto está suficientemente desarrollado
como para posibilitar 1a sensibilidad y 1a vida psíquica propiocep-
tiva, de modo que experimenta impulsos, deseos y afectos. Si bien
no podemos decir que el feto tiene conciencia de sus estados de
ánimo, la constancia y 1as variaciones metabólicas, endocrinas o
afectivas de la madre, que alteran su medio, repercuten en él pro-
vocando sensaciones de agrado o desagrado.
Resumiendo, podemos hablar de psiquismo prenatal pues se
observan antes dei nacimiento actividades conductuales que su-
ponen necesidades, deseos, sensaciones, afectos.

3.5.1. El Yo Fetal

La escuela psicoanalítica, desde su experiencia clínica, tam-


bién afirma la existencia de un psiquismo fetal. En Stcltut{o
Fnoun encontramos antecedentes acerca de la continuidad entre
la vida intrauterina y 1a posnatal. En "Inhibición, síntomo' y ün-
gustia" (1926d) afirma que:
"uida intrauterina y primera infancia constituyen un con-
tinuo, en medida mu.cho rnq.yor de lo que nos lo haría pensar la
llamatiua cesura clel acto de nacimiento"ls.
Tanto la escuela kleiniana inglesa como Ia americana del yo,
al afirmar la existencia de un yo temprano, dan pie a posteriores
trabajos como los de1 psicoanalista argentino ArN¿r,oo R"{scovsKY,
que fundamentan la óxistencia de uñ yo feta116. Dicho autor sos-
tiene que a1 nacer e1 yo está suficientemente organizado pues se
distingue en é1 un aspecto receptor y otro efector. Logra este gra-
do de estructuración yoica mucho antes de nacer, como lo revela
}a posibilidad de adaptación de los prematuros aI mundo exterior
2 6 3 meses antes del término eiperado. P¡.ul- OsTERRIETHIT,
desde una perspectiva genética, señaia que un prematuro de 6
meses no sólo es capaz de chupar y tragar (succión y deglución),
sino de reaccionar a los distintos sabores (du1ce-salado) y a los es-
tímulos olfativos. EI prematuro de 7 meses ya diferencia la luz de

'u Fn *, S. (1926d). Inhibición, Síntoma y Angustia. Amorrortu Editores,


Buenos Aires, 1986, página 131.
16
Rascovsxv, A. (1960). El psiquismo fetal. Editonal Paidós, Buenos Aires'
17
OstpRn¡ntH, P. (1984). Psicología infantil. Editorial Morata, Madrid.

27
Ia oscuridad y se observan respuestas a los estímulos cutáneos de
presión, de dolor y de temperatura, es decir que está presente 1a
órganización psíquica que posibilita dichas respuestas antes de1
momento normal de1 nacimiento.
Para RescovsKY el Yo fetai tiene como tarea adaptarse aI me-
dio para 1a cual recibe Ia ayuda de su madre. Pero, señala que su
Iabor principal consistirá en 1a visión de representaciones, de
ideas, de objetos internos heredados. Consecuentemente, la he-
rencia contenida en el Ello en forma de imágenes y cargas o cate-
xias pasarían al Yo mediante ese trabajo de percepción interna de
1as protofantasías heredadas.
El Yo prenatal es totalmente permeable a 1os contenidos del
Elio, no háy un 1ímite rígido entre el Yo y el E1lo, ya que 1a repre-
sión primaria se establece en el nacimiento a diferencia de 1o que
sostiánen Fnpun y M. KlrrN, los cuales 1a sitúan más tardíamen-
te. Por 1o tanto, el Yo se iría formando mediante identifrcaciones
directas con los patrones heredados almacenados en el Elio' Las
protofantasías heredadas serían como 1os planos a partir de 1os
cuales se construiría el Yo.
Esta permeabilidad y continuidad entre el Yo y el Ello, análo-
ga a la permeabilidad y simbiosis biológica con la madre, se rom-
pe con e1 nacimiento. Este es e1 momento en el cual eI Yo se ve
obligado, por fuerza de ia necesidad, a Ia búsqueda de objetos ex-
ternos para satisfacer sus demandas pulsionales. Estas últimas
se incrementan por 1a ausencia del cordón umbilical, fuente de
suministros.
El mundo fetal se caracteriza por Ia casi total ausencia de
tensión y por Ia casi inmediata satisfacción de cualquier necesi-
dad. E1 cordón umbilical provee "incondicionalmente" los medios
para apaciguar 1a tensión, de modo que ia frustración es mínima.
Es una situación de máxima dependencia pero también de máxi-
ma seguridad. En el seno materno el feto está perfectamente ali-
mentado mediante sustancias previamente digeridas y metaboli-
zadas por su madre, quedando a su cargo Ia apropiación de las
mismas para que "rellenen" e1 plan de construcción. Además go-
za de una temperatura constante e ideal, un lugar cómodo y un
sostenimiento en e1 espacio.
E1 dormir es considerado una reproducción de la primitiva si-
tuación fetai. De modo, que se podría establecer una analogía en-
tre el dormir y la vida prenatal. En eI reposo diario se volvería al
mundo interno regresando así a esta situación ideal de seguridad
y dependencia para recuperar energías, mediante un debilita-

28
miento transitorio de las barreras que nos separan del mundo ex-
terior. En eI dormir profundo el Yo se conecta con sus imágenes
internas inconscientes, recreando en cierto modo Ia permeabili-
dad perdida entre el Yo fetal y el Ello.
Resumiendo, e1 mundo fetal se caracteríza por:
I. La ausencia de una relación directa con los objetos de1 mundo
externo;
II. La falta de actiüdad de los mecanismos de adaptación al mun-
do exterior;
III. El bajo nivel de tensión y de desequilibrio interno. Predomina,
en general,la satisfacción inmediata de las necesidades;
lV. La permeabilidad entre el Yo y el E1lo, la ausencia de la repre-
sión y la unidad indiferenciada inicial Yo-Ello;
V. La actividad perceptiva interna del Yo y la relación exclusiva
delYo fetal con fantasías innatas, anterior a cualquier relación con
los objetos externos y materiales;
VI. La unidad y coherencia del Yo fetal se rompen por el impacto
del nacimiento. La integridad del Yo en eI seno materno es mayor
que ia existente en los primeros meses de vida post-natal;
VII. El desarrollo de las funciones autónomas de1Yo, que consti-
tuyen 1a porción delquantu¡n heredado, permitirán la adaptación
al mundo exterior post-natal.

En síntesis, el planteo psicoanalítico sostiene tanto la exis-


tencia de un Yo fetal como de la vida anímica dei feto, tanto con
sus representaciones heredadas como con sus ideas-objetos pro-
pias. Esto revela una importancia radical para la comprensión de
Ia continuidad psíquica entre la vida fetal y 1a vida postnatal.

3.5.2. El nueuo ser es persond. El derecho a la uida


Se denomina aborto a Ia interrupción del embarazo antes de
la viabilidad de1 feto, prescindiendo de si éste es o no expulsado
de forma espontánea.
El aborto puede ser espontáneo, o sea, sin Ia intervención efi-
caz humana; o bien provocado (feticidio). Este último consiste
tanto en la expulsión prematura y voluntariamente buscada del
producto de la concepción como en su destrucción en el vientre
materno.

29
Es importante resaltar aquí que este nuevo ser es una persona
(cfr. tomo-Il, cap. IV). Etimológicamentels este término proviene
del vocablo griego prósopon que significa "máscara"; con éstas el
actor cubría ei rostro para desempeñar su papel, especialmente en
las tragedias. De allí, la relación entre los términos "persona" y
"personaje". Pero la noción de persona fue cuidadosamente elabo-
rada en el seno de la teología medieval para "explicar" el misterio
trinitario. BoECIo, en el siglo VI, propuso una definición que poste-
riormente se consideró clásica: es una sustancia individual de na-
trraleza racional. Esto implica que la persona existe en sí, su ser
es incomunicable; así su nota distintiva es la propiedad. Además,
su naturaleza o modo de operar es racional, ésto alude a la forma
de conocer como un camino que transita de 1o conocido a 1o desco-
nocido, que supone una sucesión de actividades realizadas en un
tiempo cronológico. Asimismo, dicha racionaiidad establece una je-
rarquizacíón del conocimiento intelectual en relación con Ia volun-
tad; no obstante, ambas funciones son espirituales.
Si se parte de la afirmación que el huevo o cigoto desde el mo-
mento de 1a concepción es una persona, como 1o hemos considera-
do en los párrafos anteriores, el aborto provocado debe ser consi-
derado un acto homicida. Generalmente, se lo justifica como una
solución no buscada, pero sí presuntamente necesaria para evitar
hijos no deseados o minusválidos.
Consideramos que cuando existe una vida humana no se pue-
de alegar ningún derecho ni argumentación para destruirla, evi-
tando de este modo las dificultades de aceptar y criar aI hijo con
todo e1 esfuerzo que esto implica. Al mismo tiempo, apuntamos a
una paternidad responsable en 1a cual 1a oportunidad de tener o
no un hijo se considere antes de concebirlo.
Si se permite el regreso al arbitrio bárbaro de los padres so-
bre 1a vida de sus hijos no puede constituirse una sociedad más
humana y más justa.

4. FACTORES INTERVINIENTES EN EL DESARROLLO


DE LA PERSONALIDAD

V. FneNru, se posiciona ante Ia condicionalidad del hombre y


expresa así sus pensamientos:

t8
Fpnnarnn Mona, J. (t980. Diccionario d.e Filosofla. Nianza Editorial, Madrid.

30
"...e1 hombre es incondicionado en la medida en que no se
'agota'en su condicionalidad, en la medida en que ninguna
condición es suficiente para 'constituir' todo el hombre.,. El
hombre incond.i'cionaclo^no es ni el Homo sapiens recens1g, ul-
talmente condicionado, ni el Animal rationalezu, ni el ZoonPo'
litikon2l, socialmente condicionado, digamos que el hombr"e in-
condicioruado es el hombre como tal: Homo humanus " "'"".

Estas palabras sugieren ia paradoja de la naturaleza huma-


na entre un lado- los llamados por algunos autores deter-
minantes,-por
o limitaciones, o bien condicionamientos del proceso de
desarrollo de 1a personalidad; y otro lado- la libertad espi-
ritual propia de dicha naturaleza -por
humana. Para aclarar este di-
lema entre Io interviniente y 1o determinante nos parece oportu-
no acercar otros pensamientos del mismo autor. Vlxton FReNxr.
dice en otra de sus obras:
"(...) por más que el hombre sea, según stt esencia, un ser
espiritual, sigue siendo, a pesar de ello, un ser finito y limita'
do; esta limitación estd acorde con su calidad de ser condicio-
nado, ya que sólo potencialmente es el hombre un ser irtcondi-
cionado, mientras que de hecho estd. siempre condicionado...
De aquí se deduce que la persona espiritual no siempre es cctpaz
de imponerse, sin rnd.s, a traués de los estratos psicofísicos. SóJo
de un rnod.o corud,icionctd.o es el hombre un ser iicondicionctdo"24.

Nosotros hemos optado por hablar de "factores intervinientes"


a fin de diferenciarnos, tanto de posturas deterministas como de
posturas antideterministas o indeterministas de la Psicología.
¿Cómo las personas 11egan a ser 1o que son?; ¿por qué e1'desa-
rrollo humano sigue ta1 dirección o curso? Estos son los interro-
gantes básicos de la Psicología del Desarrollo.
Desde sus comienzos esta disciplina se planteó la necesidad
19
"El reciente hornbre sabio". La traducción es nuestra.
20
"Ani*ol racional". La traducción es nuestra.
2l
"Ani*ol político". La traducción es nuestra.
22
"Ho*br" humano". La traducción es nuestra.
23
FnoNxL. V. (1955). El hombre incond.icionado. Editorial Plantín, Buenos
Aires, páginas 11-12.
24
FRANK", V. (1979). La id.ea psicológica d.el hombre. Editorial Rialp, Ma-
drid, páginas 82 y L12.

31
de precisar los factores que intervienen en Ia formación de la per-
sonalidad y en los cambios de la misma a través del tiempo. Sus
investigadores se cuestionaron si ei actuar humano depende de
sus estructuras anatómicas; o si las relaciones interpersonales, la
convivencia con otros hombres en cierto contexto familiar, social
y cultural le imponen un modo de ser; o bien si el desarrollo y la
conducta humana son voluntarios y libres.
Estos tres grandes interrogantes han hecho que clasificára-
mos a los factores intervinientes en ei desarrollo de la personali-
dad como "1o dado", "1o apropiado" y "la autodeterminación":
I) Lo dado: comprende la naturaleza,laherencia y las potencia-
lidades que madurarán. Hace referencia a 1o presente desde la con-
cepción, aunque se vaya manifestando con posterioridad. Del mismo
modo alude a 1o innato o connatural, es decir,lo nacido con el mismo
sujeto.
Lo dado se manifiesta y se acfiializa en diálogo con el mundo, es
decir, en función de 1o presentado y propuesto por éste. Más adelan-
te (cfr. tomo II, cap. fD especificamos sus diversos significados.
II ) Lo apropiado: el sujeto se va constituyendo a partir de es-
te núcleo que denominamos "1o dado" y mediante la apropiación
del mundo, es decir, del no-yo. Esta apropiación hace referencia a
io aprendido, a 1o adquirido, a1 vínculo con e1 ambiente, con 1os
valores, con la cultura y también a la experiencia como factor or-
ganizador de 1a personalidad.
III) La autodeterminación: es el factor característico de la volun-
tad libre de la persona. La personalidad se constituye a partir de Ia
espontaneidad natural posibilitada por "1o dado" y por la elección en
el marco de las oportunidades con que interactúa dicho sujeto.
Este doble marco "exterior" e "interior", junto con esta posibili-
dad de autodeterminación, van constituyendo el estilo del sujeto.
Además de ios tres interrogantes mencionados, existen otros
que se derivan de ellos: ¿cuáI es el "peso" relativo de cada factor
en ias diferentes conductas y en cada período del desarrollo?; ¿có-
mo y cuáI es eI grado de interacción entre dichos factores? A con-
tinuación, desarrollamos estos cuestionamientos y cómo se inte-
rrelacionan los factores intervinientes en el desarrollo.

32
4.L. Lo dado

EI principio de 1a existencia de toda persona humana, no de-


pende de su decisión consciente y libre de existir y de existir co-
mo tai. La existencia nos ha sido dada y con ella tenemos ciertas
propiedades y límites a partir de los cuales buscamos nuestra ple-
nitud.
Las disposiciones hereditarias trazan el marco de desarrollo,
el plan constitutivo del organismo.
La vida sólo proviene de 1a vida. En consecuencia, es propio
de 1os seres vivos la reproducción, el engendrar nuevos individuos
semejantes a los padres. El fenómeno de la herencia, es decir de
la transmisión de información de, generación en generación, se da
en todos los seres vivos. De modo que cualquiera sea el tipo de re-
producción de éstos, se observa una constancia en las propieda-
des de los individuos de Ia especie.
Hoy no se puede sostener 1a existencia de un programa gené-
tico constituido sólo por la combinación de elementos invariables,
es decir que se considera en eI mensaje de lo heredado también
influencias del exterior. La articulación entre 1o heredado y io ad-
quirido o apropiado por Ia experiencia se inicia desde eI primer
instante de la vida, desde Ia misma fecundación. Es muy difíciI
distinguir y evaluar en 1a organización funcional de1 niño el lugar
de Io heredado, de lo logrado a través de1 proceso de maduración
y de 1o adquirido o apropiado. Sin embargo, el papel de los proce-
sos hereditarios y madurativos es más significativo y observable
en e1 perÍodo del desarrollo embrionario, como así también en los
aspectos estructurales de1 crecimiento humano,

4.L.L. Herencia: la dotación genética

En este apartado nos vamos a referir especÍficamente a la he-


rencia genética, tanto cromosómica como extracromosómica, trans-
mitida por ambos progenitores, que es Ia información que está
presente en ei óvuio fecundado o huevo. Así hablamos de 1o heredi-
tario como todo lo que se transmite de los padres a los hijos a tra-
vés de las cé1u1as sexuales, es decir, eI óvulo y e1 espermatozoide.
EI término "herencia" también se Io utiliza en un sentido más
amplio para denominar a la "herencia cultural", es decir a la
transmisión de información que recibe el hombre a través de las
generaciones mediante, por ejemplo, el lenguaje y 1a educación.

33
Este concepto de herencia puede incluirse en Io que antes deno-
minamos ';1o apropiado" y es una característica distintiva del
hombre, si bien en los animales superiores se puede observar una
cierta "educación" de los descendientes por parte de sus progeni-
tores. Esta herencia aunque es dada, e1 sujeto se Ia apropia total
o parcialmente, o incluso la desestima.

4,L.L,1. Tipos de herencia genética

Todo hombre es "producido" y se desarrolla a partir de una cé-


lula de materia viva denominada germen o huevo. Para la cons-
titución de este huevo, único lazo orgánico de unión entre las ge-
neraciones, los progenitores aportaron dos células reproductoras
o gametos, 1a madre el óvulo y el padre el espermatozoide. Esta
nueva célula germinal resulta pues de 1a unión de dos células dis-
tintas y de diferente procedencia.
La célula germinal, :una vez constituida, empieza aproxima-
damente a 1as veinticuatro horas a reproducirse, es decir, a divi-
dirse en dos céIuias y éstas a su vez se dividen en otras dos y así
sucesivamente. A partir de estas biparticiones celulares se cons-
tituye un nuevo ser humano.
En 1a información genética transmitida a este nuevo ser, de-
bemos distinguir una "herencia específica", una "herencia racial"
v una "hereñcia individual". En relación a esta distinción G.
25
iíucxnonN sostiene que en cierto aspecto cada hombre es co-
mo los demás hombres, como algunos hombres y como ningún
otro hombre.
La ley de herencia específica es absoluta, ya que expresa que
jamás un ser dará nacimiento a otro ser que no sea de su misma
Lspecie. A pesar de los cambios que se van produciendo_ en todas
lai especies vivientes, persiste un estado de fijeza en e1las.
Lá herencia racial nos hace semejantes a ciertos grupos hu-
manos. La diferenciación étnica de la especie humana se produce
por la frecuencia con que en un grupo determinado de personas
aparecen uno o varios genes.
Las diferencias raciales están fundadas en un número relati-
vamente pequeño de genes en relación con los miles, que forman

'5 Ki,ucxnotrN, G. y otros (1972). La personalidad en la naturaleza, la so-


ciedad y la cultura. Editorial Grijalbo, Barcelona.

34
el patrimonio hereditario común de Ia especie humana. Esta afir-
mación marca Ia existencia de Ia diferencia racial y también su lí-
mite. Las pretendidas hipótesis que afirman diferencias intelec-
tuales entre las razas debidas a factores genéticos, carecen de
sustento empírico. La herencia culturai, y Do Ia genética, parece
ser 1o fundamental en ias diferencias intelectuales más que 1o he-
reditario racial.
La herencia individual nos asemeja a nuestros padres y as-
cendientes pero a su vez nos hace seres únicos.
La dotación genética de cada hombre es diferente, singuiar;
excepto en los gemelos univitelinos, es decir 1os procedentes de un
mismo huevo o germen que tienen idéntica dotación genética o
genotipo y un medio intrauterino en común. Todo individuo es
portador de una determinada combinación genética que sólo a é1
pertenece, de modo que salvo estas excepciones no hay dos perso-
nas iguales genéticamente hablando.
Así es como la genética nos revela una tendencia singulari-
zante, nos muestra que Ia casi totalidad de los individuos es un
"ejemplar" único de la especie humana desde el momento mismo
de 1a concepción, en que se produce la peculiar combinación cro-
mosómica.
En consecuencia, a diferencia de 1a herencia específica, la he-
rencia individual no es absoluta, sino que resulta de múltiples
combinaciones genéticas, que están explicadas por las leyes de
transmisión de caracteres de herencia simple y compleja (Leyes
de Mendel, cfr. cap. I, 4.1.1.3).
La variabilidad individual caracteríza a todas las especies en
toda Ia escala de los seres vivos, aún más en los seres vivientes
superiores y en particular en eI hombre. Esto permite hablar de
un carácter individual y singularizante del "genoma" humano, es
decir, el conjunto de todos los genes del organismo.
Ahora bien, el genoma es un esbozo de posibilidades más que
el determinante de una línea de desarrollo. Entre la herencia ge-
nética y su realización ñnal en estructuras y funciones orgánicas
se abre un proceso de desarrollo ya que, el contenido esbozado en
eI genoma requiere de un mundo o ambiente para ser realizado
en la fenogénesis de estructuras y funciones.

4.L,1,2. Mecanismos de transmisión de los caracteres hereditarios


En el núcleo de cada una de las células de1 cuerpo humano re-

35
siden 23 pares de estructuras en forma de bastones o pequeños ro-
dillos de color cromo que se denominan "cromosomas". A 1o largo de
estas estructuras se encuentran los "genes" que contienen la infor-
mación codificada de los atributos o caracteres hereditarios.
En el proceso de almacenamiento y transmisión de la infor-
mación hereditaria juega un papel fundamental el ácido desoxi-
rribonucleico (ADN), 1as combinaciones del ADN con diversas
proteínas y el ácido ribonucleico (ARN).
La herencia genética depende esencialmente de la capacidad
de copia, de autoduplicación o de autorreproducción del ADN. A1
reproducirse o dividirse toda célula tiene lugar la duplicación
exacta de todos los genes que contiene. Cada una de las nuevas
células posee el mismo material hereditario que poseía la célula
madre.
La información genética reside en 1as moléculas de ADN que
están ensambladas en forma de doble espiral, o mejor dicho de
doble hélice. Por 1o tanto, 1os genes son porciones claramente de-
Iimitadas de estas macromoléculas de ADN, que contienen la in-
formación necesaria para 1a producción específica de proteínas y
a través de e11as intervienen en la aparición de ios diversos carac-
teres o atributos.
Las características orgánicas de un ser vivo no se heredan como
ta1es, sino que son la consecuencia de un proceso de desarrollo ini-
ciado y enmarcado por la dotación genética recibida (genoma).
Las tesis preformacionistas y epigenetistas constituyen dos
intentos, que surgieron a 1o largo de la historia de1 pensamiento,
para explicar el desarrollo humano.
Antes de 1a constitución de la ciencia genética muchos pensa-
dores adoptaban las doctrinas preformacionistas, según las cua-
les, en e1 vientre materno habría sujetos en miniatura que se
irÍan "agrandando" hasta alcanzat ias dimensiones adultas. Las
características se heredarían en cuanto tales y el desarrolio se Ii-
mitaría a un crecimiento de 1o ya preformado desde e1 principio.
La epigénesis supone la transmisión, no de un patrón morfo-
1ógico como el hombre en miniatura (homúnculo), sino de un con-
junto de instrucciones para desarrollar dicho patrón o plan cons-
tructivo en el tiempo. AntsrótELES expone 1a noción de epigénesis
ai considerar que la estructura de un organismo adulto existe
contenida en forma potencial, no actual, en el embrión que co-
mienza a desarrollarse.
Las tesis preformacionistas han sido desechadas con e1 avan-
ce de la embriología y la genética. Los cromosomas y la céIu1a ger-

36
minal en su totalidad son la fuente potencial que guarda la infor-
mación necesaria para e1 desarrollo epigenético del hombre' Po-
demos ejemplificar esta postura con eI texto siguiente del bióIogo
JeeN Rosraxo:
" (...) es necesario comprender que, en el germen, el hombre
sólo está predeterminado en potencia. No hay en el hueuo parte al-
guna del ntteuo ser, ningún órgano, aunque sólo fuera en. estado
rudimerúario o esquemd.tico, ni el md,s potente microscopio podría
clescubrir algo que recordara aproximadamente las formas o el as'
pecto de un hombre"'".

Retomando el tema de la herencia genética de los padres po-


demos agrega\ que cada progenitor contribuye con un cromoso-
ma de cada uno de los 23 pares que se encuentran en el hijo' Pe-
ro a pesar de este aporte igualitario de ambos padres, no se pue-
de con certeza afirmar que el padre y la madre contribuyen cada
uno con e\ 5O7o de la información que heredará eI hijo. El huevo
inicial no se reduce a los cromosomas, sino que también contiene
e1 citoplasma proveniente del óvulo materno en e1 cual hay infor-
mación almacenada, a partir de este hecho algunos investigado-
res hablan de una herencia extracromosómica. Por lo tanto, aun-
que 1a información esencial de la especie y del individuo está en
el núcieo celular y proviene de ambos progenitores, Ia herencia
extracromosómica proviene fundamentalmente de la madre. Ei
espermatozoide aporta poco o nada al citoplasma de1 huevo o ci-
goto, de modo que éste es fundamentalmente similar al del óvu-
1o. La cabeza de1 espermatozoide con sus cromosomas se fusiona
con el núcleo de1 óvulo y la cola de aquél se desprende en Ia ma-
yoría de los casos antes de 1a penetración, como ya dijimos.
Debemos agregar que en las mitocondrias del citoplasma
existe ADN y por 1o tanto información genética. Esta herencia ge-
nética procedería exclusivamente de 1a madre, por 1o cual podría-
mos afirmar que se heredan un mayor número de características
de la madre que del padre. Sin embargo, la significación de la he-
rencia extracromósomica es un tema que requiere aún de mayor
investigación.
Los genes son la información codificada en una cadena de fos-
fatos relacionados con az(tcares; a su vez, cada az(tcar se enlaza
con una "base" constituyendo asÍ e1 par azúcar-base llamado "nu-

'u Ros* r, J. (1965). La herencia humana. Eudeba, Buenos Aires, página 8.

37
cleótido". Hay cuatro bases distintas en el ADN que son Ia guani-
na, adenina, timina y citosina; según la base que posean se con-
forman cuatro nucleótidos. Con éstos se "escriben", como si fue-
ran letras27, 1as instrucciones de 1os caracteres hereditarios.
El conjunto de combinaciones posibles de estas cuatro bases
de los nucleótidos, colocadas en grupos de tres (tripletes o codo-
nes), es 1o que conforma eI denominado código genético o clave ge-
nética. Este código puede expresarse en tripletes de nucleótidos
deADN, o de nucleótidos deARN complementarios. Las combina-
ciones, o información almacenada en eI ADN, se transcriben o
sintetizan en elARN, y éste lleva el mensaje del núcleo celular aI
citoplasma en el cual se traduce estructurando 1os aminoácidos,
base de las diversas proteÍnas, tal como estaban en los genes (seg-
mentos de la cadena de ADN).
Entre las proteínas (cadenas de aminoácidos) juegan un pa-
pel fundamental las enzimas que son proteínas de elevada espe-
cifidad. Estas últimas regulan las reacciones químicas celulares
mientras que las proteínas estructurales mantienen 1a constan-
cia de forma o especifrcidad de la célula, que está en continuo flu-
jo de transformaciones.
Las caracterÍsticas específicas de un determinado tipo de cé-
lulas derivan de 1a naturaleza de las enzimas y proteínas que po-
see. Por io tanto, cada célula se individualiza por sus proteínas y
es lo que es, diferenciándose de otras, por las proteínas que Ia in-
tegran. Las macromoléculas dei ADN que componen el núcleo ce-
lular son "genotípicas" y poseen información que almacenan uni-
dimensionalmente. Las macromoléculas de las proteínas son "fe-
notípicas", son la expresión tridimensional y e1 despliegue de la
información nuclear (cfr. cap. I, 4.1.1.3). Esta interacción entre el
ADN y las proteínas es 1a clave para la comprensión de cómo una
única cé1ula (el cigoto) origina células tan diferentes como neuro-
nas, eritrocitos, hepatocitos, linfocitos, entre otras; es decir de có-
mo esta división celular que transmite e1 mismo patrimonio ge-
nético (genotipo) a cada céiula "hija", produce células de estructu-
ra y función diferentes (fenotipo).
La cantidad de proteínas diferentes que produce un organis-
mo manifresta ia complejidad fenotípica. EI genoma humano pue-
de almacenar en su memoria los códigos de alrededor de 3 millo-

27
Po. u¡u-plo, ia secuencia "AUGAAAUUCGGC" se traduce como: metio-
nina (AUG),lisina (AAA), fenilalanina (UUC) y glicina (GGC).

3B
nes de proteínas diferentes, pero las diversas células humanas
solamente producen entre 30.000 y 50.000.
El genoma humano incluido en cada núcleo celular, de unas po-
cas micras cúbicas de volumen, extendido linealmente tiene una
longitud aproximada de 1,75 m. E1 genoma de una bacteria como
7a Escherichia coli, apenas alcanza un milímetro. Por otra parte,
hay especies vegetales que poseen mayor cantidad de ADN que ei
hombre en e1 núcleo de las células. Pero el tamaño del genoma, la
cantidad de información posible de codificar y almacenar, no es 1o
esencial. Lo que diferencia al hombre de otros seres vivientes es Ia
calidad de 1a información que contiene su "memoria genética", más
que ia capacidad de almacenamiento de Ia misma.
Dijimos anteriormente que e1 hombre produce entre 30.000 y
50.000 proteínas, pero que su genoma admite el almacenamiento de
3 millones, aparentemente habría pues un exceso de capacidad de
memoria. En el sistema de información genético hay secuencias que
se repiten varias veces (3 all}To del genoma son secuencias génicas
repetidas), secuencias espaciadoras, segmentos, nudos, entre otras.
Tal afirmación explica la flexibilidad y 1a interacción de esta memo-
ria genética, por lo tanto, ei genoma constituye así un sistema y no
un mosaico de elementos discontinuos y atómicos. Existen genes
que actúan sobre los demás genes. La información de cada gen se
subordina a la iabor y estado de ese sistema.
EI genoma tiene una norma de reacción, una gama de posi-
bles fenotipos, que se concretan de acuerdo a las circunstancias
de1 medio. E1 gen no contiene el carácter fenotípico, solamente co-
difica la información de las proteínas que intervienen en su cons-
trucción. Consecuentemente, hay una interacción entre e1 geno-
ma, el citoplasma y el medio en general.
Como mencionamos, la constitución genética dei hijo (genoti-
po) queda ya fijada en el momento de 1a concepción o fecundación
con el aporte de cada padre de un cromosoma para cada uno de
los 23 pares constituyentes, y además con el aporte exclusivo ma-
terno de los genes mitocondriales. Los genes heredados interac-
túan de diverso modo imponiéndose unos a otros (genes dominan-
tes, genes recesivos) o actuando entre sí, de modo tal que crean
caracteústicas intermedias. La herencia genética del hijo resulta
de esta combinación e interacción de ia información genética
aportada por 1os padres.
Se denomina "fenotipo" a las características morfológicas y fi-
siológicas resultantes de 1a constitución genética (genotipo) y de
su interacción con el medio. Vale decir que el genotipo y el fenoti-

39
po no coinciden, que existe información heredada presente en el
genotipo que no sé va a manifestar en e1 fenotipo, y además que
ia inteiacóión de los genes provoca una característica intermedia
(híbrido) que difiere áe la información genética de-ambos padres
(cfr. cap. i, ¿.t.t.g). Los diversos componentes de1 genotipo, ac-
tuando enúre sí, modifican la expresión fenotípica de la caracte-
rística sobre la que influYen'
por estos *oiirro., los hijos no necesariamente tienen grandes
semejanzas a sus progenitores. Dentro de un mismo tronco fami-
liar Éay diferenciás por las numerosas combinaciones posibles
entre los genes parentales.
Es im-portart" t"rr". en cuenta además que cada atributo fí-
sico, por sencillo que sea, está vinculado con varios genes. Por
ejemplo, el grupo sánguíneo que pare-cerÍa un dato de fácil trans-
*i.iérr, ,eq,riei" de más de un par de genes. También la altura
corporal dá un individuo está relacionada con la constitución ge-
nética total del mismo y es 1a resultante de una compleja interac-
ción de informaciones. Muchas afecciones y malformaciones here-
ditarias son causadas por la combinación de varios genes altera-
dos o aun de algunos genes alterados con otros genes normales.
El carácter dominánte de muchos genes se expresa solamen-
te si existen determinadas condiciones en eI medio y determina-
das asociaciones con otros genes (dominancia irregular)'
Todo esto nos habla de la complejidad de las combinaciones
genéticas y de su interrelaci-ón con el medio.

4.1.L.3. Glosario de genética

. Genética: r&ma de l,a Biolo5lfa que estudia l,a herencia y las


leyes que la exp)ican. Anatiza las semejarzas y difercncias
entre individuos y los mecanismos de transmisiÓn de carac-
teres de padr€s a hiios.
. Genéüica d.e la conducta, a veces llamada Psicolo§ia genéti-
ca: especialidad basada en Ia Genética y 1a PsicologÍa que
se ocupa de Ia i¡fluencia de los factores hereditarios sobre
Ia conducta.
. Herencia: transmisiÓn de cualidades, particularidades o
caracterÍsticas de Padrcs a hijos.
. Herencia §enética: transmisiÓn a través de los §enes de
caracterÍsticas de 1os padres a los hijos.

40
. Herenqia exmcnomosómica: información del óvulo mater-
no transmitida a través del citoplasma y por io tarrto no
proveniente del núcleo celular (cromosomas).
. Gromosoma: base anatomica de los genes y soporte de I,a in-
formación §enética. Estructura en forma de baston que se
ensuentra en eI núc1eo de cada celula. EsLá compuesto por
ácidos nucleicos a 1o lar§o de los su¿Jes están dispuestos los
genes. Cada cromosoma lleva siempre los mismos genes, en
la misma secuencia lineal y en Ja misma posición. El núme-
ro de crcmosoma"s en cada núcleo celular es constarrte para
cada especie; el hombre tiene 25 pares de cn¡mosomas (46
cromosomas en totaJ). Ios gametos (espermatozoide y óvu-
1o) son las únicas celulas trumanas que tienen 25 cromoso-
mas. AL rrnirse en eI huevo o ci§oto constituyen Ios 85 par€s
de cromosomas antes nombrados; cada par conüene un ele-
mento paterno y otro materno.
. Gen: unidaci básica de Ia herencia. Es una porción limitada
de 1as €trandes moléculas de ADN cromosómico, que reÉlu-
lan Ia especificidad de las proteÍnas y a través de Ias mis-
mas Ia aparición de los diversos caracteres hereditarios. El
gen no contiene al carácter fenotÍpico, solamente codifica Ia
información de las proteínas que interwienen en su cons-
trlrción.
o ADN (ácido desoxiribonucleico): ácido nucleico que se en-
cuentra en 1os cromosomas y Ja,s mitomndrias. Contiene Ia
información §enética codificada por Ia síntesis de una d+
terminada cadena de nucleótidos. Tiene una estrrrctura tri-
dimensional, helicoidal (doble hélice), con urra secuencia es-
pecÍfica de nucleótidos, secuencia que constituye Ia base in-
formativa para Ia realización de l,a herencia genética.
EI ADN es un polÍmero (moleculas erüazadas, encaderra-
das), que se basa en cuatro unidacles (nucleotidos) djferen-
tes: timina, citosina, adenina y é[ranina. Las mmbinaciones
de estas cuatnc bases conforman e} codigo genético.
. Códi€o §enético: posee las ctraves para eI desciframiento y
Ias normas necesarias para La transmisión de las caracte-
rÍsticas inscriptas en eI ADN.
La secuencia de l,as cuatro unidacies antes mencionadas en
el A-DN determina tra orderración especÍfica de Ios 20 arni-
noácidos en l,a estmctura de las proteÍnas. Las proteÍnas
son po1Ímeros naturaJ.es qryas bases son estos eO aJminoá-

4l
cidos diferentes, que rnarrtienen la constancia de la forma o
especificidarl de Ia celula, aun cuando perma;necen en un con-
tinuo flujo de transformaciones @roteÍnas estructr:rales) y
tarnbién re€u-lan las reacciones quÍmicas de cada función ü-
tal (proteÍnas enzimátieas). De este modo, son la base quÍ-
mica de las estructuras y funciones del protopJ.asma.
Las caracterÍsticas propias de cada especie se transmiten a
través de Ias §eneraciones, se5¡:n eI orden de los aminoaci-
dos en Jas proteÍnas.
CaracterÍsticas de} codÍgo §enético:
D Es universal: es común a todos los seres vivientes. Es eI sis-
tema biosintetizador de proteÍnas que "lee" e interpreta, de
una misma manera, las combinaciones de estas bases de nu-
cleótidos del ADN; ya sea en una bacteria, una p)anta, un
animal o en el mismo ser humano.
tr) Es flexible: su ductibilidari garantiza Ia estabilidacl. Su ele-
vado €Fado de flexibüdacl le permite mantener la biosÍnte-
sj.s de proteÍnas ante los ca¡nbios mutaciona,Ies y minirriza
I,a posibüdail. de carnbio de un aroinoácido ante cualquier va-
riación de una base.
. Genotipo: es Ia constltución §enética de un indiüduo. Es eI
coqjunto particular de §enes de un organismo presentes en
cada una de sus céIulas.
Este coqjunto de §enes que posee rin individuo puede mani-
festarse o mantenerse oculto, no visible (en potencia).
Actualmente se distinguen }as nociones de genoma y geno-
tipo. EI vocablo "§enoma" se refiere a todos los genes de un
organismo, mientras que "5ienotipo" tiene un sentido más
limitado, pues se refiere a un locus Eienético especÍñco.
. Garioüipo: es lia constitución cromosómica de un individuo.
. Fenotipo: es eI aspecto fÍsico de un organismo. Comprende
a I,as caracterÍsticas üsibles resultantes de una constitución
§enética o 6ienotipo. Es el producto de l,a interacción de1 §e-
notipo y e1 medio.
En sentido amplio, comprende a l,a totalidad de l,a naturale-
za fÍsica, bioquÍmica y fisioló€ica de un individuo tal como
resu-Ita de su constitución Slenética y e1 arnbiente en que se
desarrolla.
En sentido más limitado, es 1a, expresión de al€Un gen o ge-
nes en parbicular.

42
. Expresividad: desi6lra l,a variabilidad o ÉFado en que se ma-
nifiesta en eI fenotipo un carácter §enotÍpico. Dicha expre-
sividart es Ia proporciÓn se$l¡ I,a cual un gen manifiesta su
efecto. AsÍ, un gen con expresividad variable puede manifestar-
se desde un grado moderado a otro muy acentuado.
. Domina¡rcia: un rasgo o caracterÍstica es dominartte cuan-
do se expr€sa en el individuo, que teniendo dos 5ienes dife-
rentes en un determinado locus de un par de cromosomas
homóIo§os, el alelo deI §en que producirÍa dictto ras€lo, no
Io hace.
Ios aleIos son formas alternaüvas de un gen que se hallan
en ei mismo luSfar de un par de cromosomas.
. Mutación: es un cambio del material hereditario, es decir
una brusca modificación de su estado y propiedarles. Dicho
carnbio a,fecta a Ia cantidad (mutaciones cromosómicas), o
a Ia estructura (mutaciones genéticas) del A-DN. Estas u-Iti-
mas son más frecuentes que las primeras.
Las mutaciones ocurren en cualqúer momento del ciclo vi-
tal y su frecuencia difiere se€Un los distintos genes. Si la
mutación se produce en los §ametos sexuales, ésta Ia here-
dan las gieneraciones posteriores; pero si ocurre en cual-
qúer otra céIula humana no se hereda, con excepción de
Ias células hijas de la céIu1a mutada (mutación somática).
Cierbos aélentes fÍsicos (rayos X, ultravioletas, entre otros)
y aélentes quÍmicos (fenoI, sulfamidas, por ejempto) facili-
tan las mutaciones.
. Gonéiénito: caracterÍstica adqúrida durarrte eI desarrollo
embriorrario y previa al nacimiento (prenatal).
. HÍbrid.o §enético o heterocigota: un individuo o carácter es
heterociSfota o hrbrido cuando 1os factores o genes de 1os
§ametos son diferentes para una caracterÍstica dada.
EI heterociEiota o hÍbrido genético a dlferencia de1 hÍbri-
do especÍfico resulta del cruce de dos individuos de l,a mis-
ma especie, pero que difi.eren hereditariamente en al€X.ma
caracterÍstica. EI hÍbrido especÍfico es eI resultante de la,
cruza de especies distintas, por ejemplo, Ia mula (cruza de
asno y yegua).
¡ Purouhomoci¡lota: un indiüduo o carácter es puro u homo-
cigfota cuando los factores o genes derivados de los gametos
son iÉXlales para una caracterÍstica.

43
. Johan GreSlor Mendel (IBee-1884): monje agustino de
ori§en austriaco. Descubrió las leyes que ri§en los me-
canismos d.e transmisión de 10s caracteres hereditarios en
Ias plantas (1865). Demostró que los rasgos físicos de nuestro
cueipo y de 1os seres vivos en general son transmitidos por los
padres a su descendencia a través de 1os gametos.
. Lamarckismo: teorÍa de ta evoluciÓn formulada por Jrarrr
B¿¡rrsrr I¿rr,r¿ncx (L744-1829) a comienzos del siglo xu<.
Afirma ei origien de nuevas especies mediarrte Ia herencia
de los caracteres adquiridos. Las caracteústicas desarrolla-
das durante eI surso de la vida de un ser, ya sea por eI uso
(que Ia desarrolla) o l¿,falta de uso (que la atrofla)' son
transmitidas a los giametos y heredadas por los descendien-
tes. EI ambiente genera demandas que obligian a1 or§arris-
mo a adoptar hábitos apropiados y éstos provocarr carnbios
estructurales que se heredan. La adaptación, el uso y el de-
suso de Ios diversos Órganos son eI instrumento clave del
transformismo tramarckista. En consecuencia, niegia La cons-
tancia y la estabilidad de Ias estructuras de los seres ü-
vientes (transformismo). La variaciÓn de las especies orgá-
nicas se debe a Ia adaptación constante a las nuevas in-
fluencias del medio en que se desenvuelven las mismas.
Hoy en dÍa las investi6laciones §enéticas descartan Ia heren-
cia de Ios caracteres adqÚridos, aun cuando T. D. Lvsr,ln<o,
genetista ruso de este sigilo, formulÓ una postura neola-
marckista e lntento fundarla en los aportes contemporá-
neos de Ia ciencia Élenética.
o Darwinismooseleccionismo: teorÍa de l,a evoluciÓn propues-
ta por Cn¿ru¡s RonERr Danwru (1809-1888) en su ]jbro "-EJ
origlen de las esPecies" (1859).
E:<plica eI ori$en de nuevas especies por Ia transformación
de u¡as en otras, en virtud de una selecciÓn natural, debi-
da a l,a luchra por Ia existencia. Además de La selecciÓn na-
tural remarca,l,a imporiancia de los efectos hereditarios del
uso y d.esuso ---€omo 1o su€iriÓ Leu¿nor- y Ias variaciones
que se provocan esponLánearnente.
Para DAntmr Ia selecciÓn naüural consiste en Ia eliminaciÓn
o l,a muerte de los ineptos y tra supervivencia de los aptos
en l,a lucha por Ia vida. Los organismos que poseen varia-
ciones favorables serán capaces de sobrevivir mejor en un
arnbiente dado.

44
Denwnii no conocÍa las leyes mendelianas de Ia herencia.
Sin embar§o, Ios neodarwinistas incorporan estas leyes
a sus argumentaciones y a los posteriores descubri-
mientos de Ia genética.

4.1.L.4. Lo heredado y el medio

E1 organismo y e1 ambiente forman parbe de un todo, un holón en'


el que se encuentran interrelacionados y en interacción continua. El
medio moviliza o favorece disposiciones hereditarias, pero a su vez 1a
acción del medio no es independiente de dichas üsposiciones.
Por un 1ado, cualquier factor hereditario aislado opera de modo
diferente cuando las condiciones del medio ambiente varían. Por otro
iado, las condiciones de1 medio ambiente influyen de forma diversa
sobre 1as características hereditarias.
Las disposiciones hereditarias trazan el marco del desarrollo y
nos brindan un plan constructivo de1 organismo. Los genes tienen un
rol o acción directiva en los fenómenos del desarrollo embrionario y
en el de 1os primeros años de üda, en particular. Es decir, que no se
transmiten cualidades ya desarrolladas sino tan solo disposiciones o
posibilidades para configurar dichas cualidades. Por ejemplo,Ia esta-
tura de un indiüduo depende de toda la dotación genética pero ade-
más variará de acuerdo, ente otros factores, con la alimentación reci-
bida en 1os primeros años de üda y con 1as vicisitudes dei desarrollo
glandular posterior.
En el ser humano el medio está representado, en un primer mo-
mento, por eI seno materno; Iuego, desde e1 nacimiento, por el mun-
do exterior. La función del medio en 1a constitución de las caracterís-
ticas del nuevo ser varía según ios caracteres de que se trate.
Herencia y medio son factores que colaboran en Ia formación del
nuevo ser y se imbrican de modo tal que es dificil distinguir 1o que co-
rresponde a uno y a otro. No son opuestos o antagónicos, como mu-
chas veces se los considera, sino complementarios. Así, para consti-
tuirnos como indiüduos necesitamos de una dotación genética huma-
na y de un medio humano. Nos diferenciamos y somos singuiares tan-
to por nuestra peculiar combinación genética como por nuestra histo-
ria personal.
En cuanto a la relación herencia-medio cabe preguntarnos si se
heredan 1os caracteres adquiridos. Es decir, si Ia influencia del medio
sobre el ser humano es puramente individual, si se limita al sujeto en
el que influye, o si modifica también su patrimonio hereditario, y por

45
1o tanto, tendrÍa efecto sobre su descendencia mediante la transmi-
sión a las células germinales. AJ respecto es importante tener en
cuenta que Ia transmisibilidad de los caracteres adquiridos carece de
fundamentación teórica y comprobación experimentai.
La historia personal de cada uno de los progenitores, que es tan
significativa en la cnanza y los modelos de identificación brindados,
incide sin embargo relativamente en la constitución genética del hijo;
no obstante, 1os padres que se exponen a agentes fisicos o químicos
mutagénicos alteran el patrimonio hereütario que brindarán a su
progenie.
Vulgarmente al hablar de herencia y de medio se 1e atribuye a la
primera el ser rígida, fija, inmutable; algo así como un código o lista-
do de instrucciones y procedimientos que no admite modificaciones y
en Ia que cada "instrucción" actúa con absoluta independencia de ias
demás. El medio setía, según esta apreciación, 1o mudable, 1o cam-
biante o 1o reversible. Esta postura hoy no puede sostenerse, ya que
el material genético se comporta como un sistema flexible y en el pa-
trimonio hereditario del hombre se producen mutaciones.
En general, por estable que sea la dotación genética, esporádica-
mente algún gen padece una brusca modif,cación de estado y propie-
dades (mutación). Un gen se transforma variando la información que
contiene, de modo que dichas mutaciones en aigunos casos producen
anomalías y enfermedades en la descendencia.
La frecuencia espontánea de mutación es muy pequeña y es dife-
rente para los distintos genes. Las mutaciones pueden ocurrir espon-
táneamente en cualquier etapa de la vida y en general no son benefi-
ciosas.
La visión vulgar sostiene que 1o heredado es irreversible y 1o ad-
quirido por Ia experiencia es reversible, o fácilmente modificable. La
etiología de algunas enfermedades mentales es un ejempio de que es-
to no es del todo cierbo. El error metabólico heredado que se detecta
en la galactosemia, enfermedad que l1eva al retardo mental, es fácil-
mente eütable si es conocido precozmente. La detección precoz per-
mite que no se alimente al bebé con comidas que contengan galacto-
sa, dado que estos enfermos no poseen la capacidad de degradar este
azicar y dicha imposibilidad es }a que produce graves daños tóxicos
en e1 sistema nervioso. De este modo se evita una enfermedad here-
dada que parece irreversible, y 1o es, si se Ia deja instalar.
Por otra parte, como ha demostrado R. Spttz'o las depresiones re-

'8 Snrtr, R. (1977). El prirner año d,e uida d.el niño. F.C.E., México.

46
lacionadas con e1 abandono materno o 1a falta de contención afectiva
durante el primer año de vida son de dificil modificación, a pesar de
que posteriormente se le brinde afecto y un medio familiar óptimo al
niño. Por lo tanto, hay trastornos psíquicos adquiridos, es decir, faci-
litados por el medio, que se vuelven prácticamente permanentes e
"inmutables".

4.L.L.5, H erencia p s íq u ica


Es posible plantearse la transmisión de caracteres psíquicos por
vía genética. Esta se observa en comporbamientos semejantes o en pe-
queñas variaciones entre 1os indiüduos de una misma familia.
Hay un aspecto de semejanza o de reproducción del parecido psí-
quico entre padres e hijos, que no es explicable totalmente por la vida
en común, es decir por los vínculos familiares. Por lo tanto, no se pue-
de hablar en sentido estricto de herencia psicológica, sino más bien de
una herencia de condiciones morfológicas, fisioiógicas y patológicas
(individuales, familiares o raciales) que influyen sobre la personali-
dad. Las conductas no se heredan en forma directa y simple. La con-
formación de la estructura cerebral, de los sistemas neurovegetativo y
endocrino se dan en un marco heredado genéticamente e influyen me-
diata e indirectamente en las conductas.
Hoy los científicos han avanzado más en eI conocimiento de la he-
rencia de los caracteres fisicos que de los caracteres psicológicos, por
ejemplo, aptitudes psicológicas o rasgos de carácter. Así, se atribuye a
1a herencia genética 1o que es obra de una iniciación temprana, de Ia
estimulación, de la imitación o de la introyección de un modelo de iden-
tificación. A veces se recurre a la noción de herencia con una actitud
fatalista, para justificar la no reaiización del esfuerzo que representa
el educar.
Podemos afirmar que las conductas, incluyendo las aprendidas,
no escapan a cierta influencia de 1a información genética heredada, asÍ
como las mismas conductas "no-aprendidas" o "instintivas" en el hom-
bre tienen un desarrollo que implica aprendizaje.
Diversas investigaciones sobre la heredabilidad de la personali-
dad, de las aptitudes y facultades psíquicas llegan a la conclusión de
que la estructura genética fija límites al desarrollo intelectual, influye
en ia expresiüdad emocional y en las características de la afectividad
y es un factor presente en los trastornos psíquicos y el retardo mental.
Ya desde los comienzos del siglo )O! estudios como los de Ffuy-ueNs 2e
2e
HnuluNS, G. y colab. (1909). Die Korrelationen der Aktivitát, der Emotio-

47
confirmaron la heredabilidad de la afectividad y de los estados de
humor.
A continuación exponemos sintéticamente las teorÍas de
FREuD, JuNc y Pucrt para ilustrar este tema.
En Fnnun, 1a problemática de la herencia, es decir de 1o inna-
to y de lo constitucional, fue constantemente tratada a 1o largo de
su obra. Acerca del tema sostiene:
"Debemos defendernos en este lugar del reproche, fruto de
un malentendido, de que soslayamos la significación de los fac-
tores innatos (constitucionales). ... El psicoandlisis ha dicho
mucho sobre los factores accidentales de la etiología y poco so-
bre los corustitucionales, pero ello sólo porque acerca de los pri-
rneros, podríamos aportar algo nueuo, mientras que respecto de
los segundos, en principio, rto sabíamns mds que lo que corrien-
temente se sabe (...) uno podría atreuerse a concebir la constitu-
ción misma como el precipitado de los efectos accidentales sy,-
frid.os por la serie infiruitámente grand.e-d.e los antepasados"3).

E1 contexto histórico de la psiquiatna de la época Íleudiana ad-


mitía la doctrina de 1a degeneración de MoRnl, Ia de 1os desequili-
brados mentales de MacNaN) como así también las teorías de Esern-
RoL, BAIT,E y KaHlnaul,t. Fnpu¡ se enfienta a estas teorías que sólo
hablaban de degeneración, de disposición hereditaria, de inferiori-
dad constitucional e intenta aclarar e1 sentido y alcance de esta ter-
minología. A tal fin acepta la teoría de 1a herencia de los caracteres
adquiridos propuesta por LaNraRcr (cÍL cap. I, 4.1.1.3).
En el trabaj o"Estudios sobre la histeria" " para estudiar su etio-
1ogía, Fnmro introduce e1 concepto de predisposición hereditaria. Pos-
teriormente, enmarca a ésta en 1a noción de "ecuación etiológica" o de
"series complementarias", a saber, herencia-predisposiciones adquiri-
das (primera serie) e innato-accidental (segunda serie). Para Fnnrr¡
1o innato comprende, por ejemplo, las pulsiones recibidas por vÍa filo-
genética, la constitución fisica sexual, las zonas erógenas, los diques

nalilát und der Sekundárfunktion, Zeitschrift fur Psychologie, 51, páginas 7-45. Ci-
tado en: NutttN, J. (1968). La estructura de la personalidad. Editorial Kapelusz,
Buenos Aires.
30
FRnun, S. (1912b). Sobre la diná.mica de la transferencia. Amorrortu
Editores, Buenos Aires, 1986, página 97, n. 2.

" Fn¡uo, S. (1895d). Estudios sobre la histeria. Amorrortu Editores,


Buenos Aires, 1986.

48
de la represión, las fantasías filogenéticas (escena primqna, castra-
ción, seducción, complejo de Edipo); por otro lado, 1o accidental abar-
ca las üvencias traumáticas infantiles, el destino posterior de Io pu1-
sional, ya sea sublimado o constituyendo un cuadro patológico de pe1-
versión o neurótico. En esta propuesta, entre ambos elementos de
la ecuación, e1 autor supone 1a cooperación y no la exclusión de
uno de ellos.
A través de la aplicación de la noción de series compiementa-
rias se podría esquematizar de7 modo siguiente 1a etiología de ias
neurosis y psicosis, como asÍ también generalizar este modelo pa-
ra toda conducta:

SERÍE§.I.ICoMPrE,L'IE RIAS

CoNsutuclóN VñtsNCrAS Irvr'¡¡mr¡s


. Factores hereditarios.
...:,li'¡..i.i:i:i:i:it:

REALES O
lra Seri.e
I
. \tvencias maternas que ,I
I
FANTASEADAS Complementaria
actúan sobre el feto. (desde el nacimiento
. Maduración. a los 5 anos).
I
, :, ¡
I
V Facron
2ra Serie
Predisposición DESENCADENA}NE
Complementaria
(Fijación). Conflicto reai
(Íiustración,
impedimento externo,
privación).

32
En sus últimas obras Fnruo establece la extensión de1 concep-
to de herencia, que alca¡za en el aparato psÍquico tanto al Ello como
al Superyó. El Etlo es la instancia más antigua del aparato psíquico.
su contenido es inconsciente, en parte heredado y io conocemos sólo
cuando surge a Ia conciencia constituyendo formaciones de transac-
ción como los sueños o actos fallidos, por ejemplo. contiene a 1a agen-
cia representante de las pulsiones que provienen de la organización

" F*rur, S. (1923b). El Yo y el Elto. Amorrortu Editores, Buenos Aires,


1986.

49
corporal y se expresan aquí psíquicamente. En el contacto del
Ello con la realidad surge en él una diferenciación que es el yo.
Como _precipitado del período infantil, en el que el niñó depende de
l_os padres, se forma dentro del Yo un ámbito que prolonga ia acción
de los mismos, este es el Superyó. Tanto e1 Ello comotl Superyó
mantienen las huellas de1 pasado: el primero, en cuanto heredado;
el segundo, en cuanto e1 ayer que es asumido por otro, es decir la re-
petición de una ancestral vivencia fi1ogenética.
También extiende esta noción de herencia al desarrollo dei yo
que parte de lo heredado filogenéticamente, pero que es asumido en
cada momento ontogenéticamente. sin embargo, en obras anterio-
res sostuvo que no puede hablarse de herencia directa en el yo.
En"Moisés y la religión monoteísta," 33 analizala noción y con-
tenido de 1a herencia arcaica, que comprende las inclinaóiones
para reaccionar ante estímulos, las huellas mnémicas de lo viven-
ciado por generaciones anteriores, 1a universalidad de1 simbolis-
mo del lenguaje, 1as reacciones frente a traumas tempranos, las
emociones, las fantasías primordiales, los mitos, entré otros con-
ceptos.
En la Conferencia 23 de Introducción al Psicoandli.sls 3a pro-
como hipótesis explicativa a partir de su experiencia clínica,
-pone
1a presencia de fantasías originarias, como por ejemplo en el aná-
iisis del "Hombre de los lobos"35. Por consiguiente, el-individuo re-
basa su propio vivenciar en el de la prehistoria. Las fantasías que
el paciente hoy relata en su análisis como Ia seducción infantil, la
excitación sexual al observar los juegos amorosos paternos, o bien
el coito (escena primaria), la amenaza de castración, por ejemplo,
ocurrieron en los tiempos originarios de la familia tofémiCa. Aho-
ra_e1 sujeto llena las lagunas de la verdad prehistórica y univer-
sal con su verdad individual.
En la Conferencia 13 de dicha Introducció¿ sostiene que eI
sueño nos conduce a la prehistoria individual que también és he-
rencia frlogenética, pues la referencia simbólica de su lenguaje no
es aprendida por cada uno de nosotros sino heredada; es decir,
33
FRur-ro, S. (1939a). Moisés y la religión monoteísta. Amorrortu Ed.itores,
Buenos Aires, 1986.
3a
Fhprro, S. (1916-17). Confetencias de intrd.ucción al psi.c.oanális¿s. Amorrortu
Editores, Buenos Aires, 1986.
35
Fh¡tl¡, S. (1918b). De la historía de una neurosis infantil. Amorrortu Editores,
Buenos Aires, 1986.

50
que el simbolismo del sueño surge de nuestro pensar arcaico, de
nuestro lenguaje fundamentai y se expresa en otras formaciones,
como por ejemplo en 1os sueños.
ló tieráAa¿o abarca además al Ideal del Yo, es decir,la forma-
ción reactiva contra 1os procesos pulsionales de1 Ello. Este Ideal
se enlaza con 1a adquisición filogenética, es decir con la herencia
arcaica,y satisface 1as exigencias de aquello superior del hombre:
Ia religión, la moral y el sentir social.
Cenl Gustav Jut{c afirma que se heredan imágenes incons-
cientes. Así distingue el inconsciente personal del inconsciente
suprapersonal o colectivo. En cada persona además de 1as remi-
niicencias personales existen 1o que denomina imágenes primor-
diales o arquetipos que:
"son posibilidades de humq.na representación, heredadas en
lq estruciura del cerebro y que producen, remotísimos modos de
uer. El hecho de esta herencia explica el irucreíble fenómeno de que
ciertas leyendas estd,n repetidos por toda la tieffa en formas idén-
ticas. Explicatambién por qué nuestros enfermos mentales pueden'
reproducir exactamente las mismqs imágenes y relaciones que co-
nocemoE por textos antiguos. (...) No afirmo con esto, en modo al'
guno, la herencia de las representaciones, sino solamente de la oo'
36.
sibilid.ad. d.e la representaiión, ,oso qu" á, *uy d,istiruta"
Es decir que, estas imágenes primordiales o arquetipos son
de carácter universal, de modo que sus contenidos pueden encon-
trarse en todos los individuos (inconsciente colectivo) a diferencia
de otras fantasías que se constituyen a lo largo de 1a historia per-
sonal. EI arquetipo consiste en una cierta predisposición a repro-
ducir siempre las mismas o semejantes representaciones míticas.
Los arqueiipos se heredan con la estructura cerebral, más aun
son eI aspecto psíquico de ésta.
Para JuNc las imágenes primordiales son los pensamientos y
sentimientos más antiguos, generales y profundos de la humani-
dad y tienen una cierta vida propia. Constituyen el aspecto más
profundo de 1o inconsciente. Estas imágenes primordiales se ori-
ginarían mediante Ia sedimentación de experiencias constante-
mente repetidas por Ia humanidad.
5710
Para Pmcpr heredado es solamente un conjunto de posi-
3u
J,*, C. G. (1965). k¡ inconsciente en la uida psíquica normal y patoligira.
Editorial Losada, Buenos Aires, página 84.
37
Pracer, J. (1969). El nacimiento de la inteligencia en el ruiño. Editorial Agui-
lar, Madrid.

51
bilidades de acción. El neonato posee un número determinado de
esquemas de conducta preparados para ser activados. Cada uno
de los esquemas de conducta heredados constituyen diversas conduc-
tas segmentarias, aisladas e independientes que requieren un poste-
rior trabajo de coordinación a partir de 1a experiencia.
La epigénesis de las funciones cognitivas (cfr. cap. II, 5.1), por
ejemplo, presupone una interacción entre los factores heredados ge-
néticamente y el medio. Las estructuras biológicas heredadas condi-
cionan tanto lo que podemos percibir directamente como la acción so-
bre los objetos. En ese sentido la inteligencia está ligada a la heren-
ciay a la maduración. Pero, además de una herencia específica de es-
tructuras anatómicas innatas y limitadoras existe una herencia ge-
neral de tipo funcional, sobre la cual se forman las adquisiciones cog-
noscitivas.
Según PIAGET, no se heredan 1as estructuras cognoscitivas como
tales, lo que se hereda es un modo específico de efectuar los intercam-
bios con el ambiente. Este modo de funcionamiento se caracteriza por
su posibilidad de generar estructuras cognoscitivas por sí mismo. So-
lamente a través de1 funcionamiento se desarrollan las estructuras
de la inteligencia y las funciones cognitivas en general.
Para Ptacnr, en el desarrollo de nuevas estructuras de la inteli-
gencia se conservan las propiedades fundamentales del accionar in-
telectual (invariantes funcionales). Estas propiedades son constantes
mientras que las estructuras son cambiantes.
_
Por 1o tanto, en la inteligencia la dotación heredadaes un conjun-
to de características funcionales, más que un conjunto de limitaciónes
innatas. Las características funcionales heredadas son:
I) la organización,
II) la adaptación (asimilación y acomodación).
Estas propiedades invariables, que definen la esencia del fun-
cionamiento intelectual, son las mismas del funcionamiento bio-
lógico, en general.
La aprehensión de Ia realidad supone la coordinación de ac-
ciones, ya que todo acto inteligente implica siempre una relación
con un sistema o totalidad de actos semejantes del que forma par-
te. Es decir, Ia cognición, como la digestión, suponen la organlza-
ción.
La organización y la adaptación son inseparables y comple-
mentarias. Una es el aspecto interno de1 proceso y 1a otra el ex-
terno. AI adaptarse a las cosas, eI pensamiento se organiza a sí
mismo y al organizarse a sí mismo, estructura las cosás.

52
Para PncET, la asimilación intelectual no es diferente esen-
cialmente de 1a asimilación biológica, en ambas, 1o esencial con-
siste en amoldar un objeto de la realidad ai esquema de Ia estruc-
tura en desarrollo. La acomodación es eI proceso de adaptarse a
las variadas demandas o requerimientos que el mundo de los ob-
jetos impone al sujeto.
La aprehensión cognoscitiva de la realidad requiere siempre
una asimilación a 1os esquemas o estructuras y una acomodación
de los mismos.

4.1,1.6. Herencia y perturbaciones en el d.esarrollo

En este apartado consideramos dentro del entramado de 1o


dado y 1o adquirido algunas enfermedades asociadas a alteracio-
nes cromosómicas o genéticas. Las primeras, implican una mar-
cada limitación en el desarrollo y hasta el momento resulta impo-
sible intervenir en su etiología. Las segundas, conlievan un error
genético que por alterar solamente algunas funciones del meta-
bolismo permiten, si son detectadas precozmente,la anulación to-
tal o parcial de 1os efectos no deseados. Toda perturbación en el
desarrollo, como son por ejemplo aquelias de las cuales hablare-
mos inmediatamente, requiere siempre de la comprensión del in-
dividuo a \a luz de 1o heredado tanto por parte de ia familia, el
maestro, el terapeuta y 1a sociedad en su conjunto.
A continuación mencionamos algunos ejemplos:

53
ii ntryrrccroNrnra,, enr"r*"¿rá a*'rru¡en¿iá. sa"eiica re"..i"á qu¿
produle, iétraso mentár de grad o, variahre. Pói, eir;='enáiicb,rr-a¡1
ur déficit'énlirn atico :qüé prorroca tiáitorno" *eiáh,órtsrno d:é
"",ái
las proteinas, lo cual causa lesiones al sistémainerviásó. '

I c*ootásu*a e;r"i;.a+;;aiA;ir .,á.";i+" q"¿,ire"*,li ;á#,


so mótor y a veces mental, Eiroi genético q;á altára el metubátis-

4.1.2. Maduración corporal

La maduración corporal3s es la manifestación de una conduc-


ta nueva como resultado del crecimiento orgánico subyacente. Di-
cha conducta aparece en todos los miembro-s de ,r.ru eápe.ie apro-
ximadamente a la misma edad, sin una ejercitación o entrena-
miento especial.
El proceso de maduración está estrechamente ligado a la he-
rencia genética manteniendo cierta independencia'respecto del
medio. y del aprendizaje. Por 1o tanto, en dicho proceso intervie-
nen disposiciones y estímulos externos que 1as ictualizan.
La realización de un aprendizaje detlrminado requiere de un
9ie-1to
grado de maduración en los órganos correspondientes del
individuo. La existencia de un equipo madurativo y su desarrollo
se hacen evidentes en el orden constante y equivalánte de nuevas
adquisiciones en diversos niños. De igual mo^do, ." observa en las
conductas no-aprendidas que se manifiestan progresivamente.
El desarrollo estructural y la madurez anatémica son indis-
pensables para el desarrollo funcional pleno. La maduración ana-
tómica tiene sus propias leyes que se cumplen con una relativa
independencia del medio. sin embargo, la árganización y el fun-
cionamiento no son posibles sin el aporte delámbiente.
. - El papel de la maduración es mái importante en el período ini-
cial de las funciones psíquicas, mientras que el aprendiáje lo es en

38
Houss^1", B. y colab. (1951). Fisiologta humnt¿a.Editorial EI Ateneo. Buenos
Aires.

54
el desarroiio ulterior de las mismas. Por ejemplo, las manifestacio-
nes características de la emoción, es decir,los gestos y posturas indi-
cadores de una determinada emoción, se desarrollan muy temprano
en 1a vida a través de Ia maduración. Amedida que crece el niño van
aumentando las posibilidades de aprendizaje de 1as manifestaciones
emotivas. EI llanto se observa en los neonatos, pero las situaciones
que lo motivan y su expresión en los niños de más edad dependen de
su historia personal y de la relación con su medio ambiente.
Las conductas sucesiva y progresivamente más diferenciadas se
explican por 1a maduración del sistema nervioso, el desarrollo del psi-
quismo, ei influjo del medio y el aprendizaje.
Las investigaciones en psicología evolutiva muestran que a ma-
yor maduración se requiere menor entrenamiento. El entrenamiento
estimulado antes de que el indiüduo haya madurado para esa fun-
ción produce un pseudologro temporario, o bien no logra la conducta
estimulada. Además este entrenamiento suele ser perjudicial.
El proceso de maduración es regulado desde ei interior del orga-
nismo. Es un proceso ordenado y sujeto a nonnas aunque varía según
las condiciones ambientales. Así por ejemplo,la buena alimentación,
eI afecto materno, 1a estimulación temprana ayudan y aceleran la
maduración.

4.1.2.1. Maduración del sistema neruioso central (SNC)


y periférico (SNP)

El sistema nervioso es uno de los dos grandes sistemas de comu-


nicación del cuerpo junto con el sistema endocrino. Es una estructu-
ra unificada que se la suele diüdir para una mejor comprensión en:
sistema nervioso central (SNC), integrado por el encéfalo y la médu-
la espinal y sistema nervioso periférico (SNP), integrado por nenrios
que conducen información hacia y desde el SNC.
En el individuo maduran los órganos y tejidos de1 aparato di-
gestivo, respiratorio, circulatorio con mucha anterioridad a la
maduración del sistema nervioso.
Parte de esta maduración se lleva a cabo en el seno materno,
por ejemplo, la de los órganos perceptivos, las vías sensoriales,
los centros de ia médula espinal. Pero Ia maduración más signi-
ficativa se evidencia después del nacimiento a través de las con-
ductas de chupeteo, balbuceo, sentarse, gatear, caminar, asir, por
ejemplo. La maduración del sistema nervioso juega un ro1 pri-
mordial en los logros de los primeros años de vida.

55
La maduración nerviosa sigue 1os ejes céfalo-caudal y próxi-
mo-distal. La dirección de maduración céfalo-caudal supone que
antes están presentes temporalmente los movimientos muscula-
res de Ia cabeza (succión, parpadeo) que 1os del tronco y extremida-
des. La dirección próximo-distal alude a que se manifiestan primero
las conductas del tronco o parte principal del cuerpo y luego las más
remotas al mismo (brazo, por ejemplo). Los movimientos de todo el
cuerpo preceden a los movimientos de los miembros, y éstos a su vez
a los moümientos de las partes periféricas de los miembros (mano,
dedos). Un bebé al observar un móül mueve todo el cuerpo cuando
intenta tomarlo, posteriormente con su brazo "manotea" el objeto,
luego lo toma con toda su mano y finalmente explora y manipuia el
objeto con precisos movimientos de los dedos.
Por lo dicho anteriormente, vemos que la maduración no se ha
completado en elmomento del nacimiento.

4.L.2.2. El sistema neruioso autónomo (neurouegetatiuo)

Es la parte del sistema nervioso responsable de la realización de


los procesos vitales que generalmente son involuntarios, tales como
los latidos del corazón, Ia respiración, 1as contracciones del intestino,
por ejemplo.
El sistema nervioso autónomo está formado por dos series com-
pletas de nervios que conforman los sistemas simpático y parasim-
pático, cuyos efectos son generalmente opuestos o antagónicos. Un
nervio perteneciente a cada sistema inewa los órganos del cuerpo.
De este modo, el sistema simpático aumenta 1os 1atidos cardíacoi y
disminuye la actividad digestiva, a diferencia del sistema parasim-
pático que disminuye el ritmo cardíaco y acelera la digestión.
La áctividad tolal de este sistema está gobernada ior los centros
nerviosos de ia médu1a espinal y el hipotálamo ceni.al, 1os cuales
coordinan la actividad neurovegetativa con otros centros del sistema
nervioso central.

4.1.2.8. Maduracióru y regulación del sistema endocrino

El sistema endocrino sees el segundo gran sistema de comuni-

39
Mocurrrvsrv, J. A. (1988). Manual de fisiltlogn end.ocrin . y de la reprorlucción.
Edición del Autor, Buenos Aires.

56
caciones del cuerpo y participa de Ia regulación del crecimiento,
de la reproducción y de la conducta en general. Las g1ándulas endo-
crinas üerten sus productos directamente en el tor-rente circulatorio
o el sistema linfático y de este modo cumplen su función reguladora
de los procesos vitaies en todo e1 cuerpo. Las hormonas son las sus-
tancias reguladoras que producen dichas glándulas, las cuales al ser
conducidas por la corriente sanguínea, actúan sobre uno o más gru-
pos de células. Así, como el sistema nervioso central extiende su in-
fluencia por todo el cuerpo mediante las vías neriosas, que constitu-
yen su propio sistema de comunicación; el sistema endocrino se conec-
ta con todo e1 organismo a través del sistema circulatorio, a1 cual las
giándulas r,,uelcan su producción de hormonas. Las células del orga-
nismo se encuentran en contacto con todas las hormonas, sin embar-
go, responden únicamente a algunas o a una de eilas; estas céIulas de-
nominadas "efectoras" tienen receptores específicos para la hormona
a 1a cual responden.
Este sistema, en lo referente al metabolismo, cumple las funcio-
nes de mantenimiento de la homeostasis, es decir, el mantenimiento
f,siológico de 1as propiedades fisicas y químicas de1 cuerpo en un es-
tado constante. En el equilibrio del sistema endocrino se mantiene la
información que reciben sus componentes de forma permanente a
través de las sustancias químicas (hormonas), que son producidas por
eI mismo sistema. A estos mecanismos se 1os denomina "servomeca-
nismos" o "mecanismos de retroalimenlacíón", feed-back. Por ejem-
p1o, e1 nivel de giucosa en sangre (regulado por Ia g1ándula pancreá-
tica) se incrementa a1 ingerir hidratos de carbono y vuelve a su nor-
malidad mediante la secreción de insulina (hormona pancreática de
efecto hipogiucemiante). Además de estos mecanismos descriptos, en
los últimos años, se acentúa la importancia de los "moduladores" que
1e otorgan a dichos mecanismos ia propiedad de adaptarse a cambios
según las necesidades hormonales del organismo en determinadas
circunstancias.
El sistema endocrino y el sistema nervioso, tanto central como
autónomo, se encuentran estrechamente vinculados entre sí. Esta in-
terrelación se evidencia cuando, por ejemplo, un sujeto percibe un ob-
jeto al que 1o interpreta como peligroso. Involucra pues ia actividad
del sistema nervioso central, el mismo excita al sistema simpático (in-
tegrante del sistema neurovegetativo autónomo) y éste estimula la

Moctlllrvsxv, J. A. (1984). Neuroendocrinología. Iópez Libreros Editores,


Buenos Aires.

57
producción de la hormona adrenalina por parte de las glándulas su-
prarrenales (sistema endocrino).
El sistema nervioso central participa activamente en la regula-
ción y en el funcionamiento de1 sistema endocrino mediante la
síntesis de neurohorrnonas, que actúan sobre ias gIándulas endocri-
nas y mediante la producción de neurotransmisores y de neuropépti-
dos (una nueva clase de transmisores cerebrales). Especialmente, a
estos dos últimos actuaimente se 1os considera como participantes ac-
tivos en Ia regulación del sistema endocrino. Dentro de 1os neuro-
transmisores más estudiados por su acción sobre las hormonas del eje
hipotálamo-hipofisario merecen citarse las catecolaminas (dopamina,
noradrenaiina, adrenalina), la serotonina y la histamina.
En el cuadro siguiente intentamos ejemplif,car el mecanismo de
retroalimentación entre el sistema nervioso central y eI sistema en-
docrino. En este tipo de regulación participan tres niveles, cada uno
de los cuales tiene 1a propiedad de sintetizar sustancias que vertidas
en 1a corriente sanguínea producen acciones en los otros dos.
En el Nivel 1 consideramos al sistema nervioso central en el cua1
el hipotálamo libera neurotransmisores que incentivan la producción
de hormonas hipotalámicas. Los factores hipotalámicos son regula-
dos por neuromoduladores y por neurotransmisores. La giándula hi-
pofisaria en respuesta a los mismos es capaz de liberar o frenar la se-
creción de una determinadahormona. En el Nivel2 estudiamos cómo
1a hipófisis provoca Ia liberación de las gonadotrofinas (hormona foli-
culoestimulante FSH y luteinizante LH) que regulan Ia actiüdad y
crecimiento de las gónadas (Nivel 3). La FSH actúa directamente so-
bre las céiulas relacionadas con e1 proceso de formación de 1as game-
tos sexuales (óvulos y espermatozoides) y la LH también actúa sobre
el ovario y el testícu1o. En el Nivel 3 expresamos cómo las gIándulas
sexuales liberan los esteroides sexuales (andrógenos y estrógenos) y
cómo estos influyen sobre la secreción de Ias gonadotrofinas. Pero
también mostramos cómo las hormonas liberadas por ias glándulas
endocrinas (Nivel 3) actúan sobre la adenohipóf,sis (Nivel 2) y a tra-
vés de éste sobre el hipotálamo (Nivel 3).

58
R,EG,üffiÍ6ñ.,,.üun¡.,.Si§.+ume¡,¡nñno€,Bilr

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

HIPOTALAMO

NEUROTRANSMISORES
Nivel NET]ROMODULARES

HORMONAS
HIPOTALÁMICAS

ADENOHIPÓT'ISIS

Nivel 2
HORMONAS HORMONAS

IrTivel GLÁNDULAS
ENDOCRINAS

Consideraremos a continuación las principales glándulas en-


docrinas y su relación con el proceso evolutivo:
o Adenohipófisis: es una extensión del hipotálamo. Está si-
tuada bajo la superficie inferior del cerebro (silla turca).
Constituye el lugar de conexión de todo el sistema endocrino
y de la relación de éste con el sistema nervioso central.
. Pineal o Epífisis: está en el diencéfalo. Se la denomina la
gIándula de Ia niñez porque desarrolla su actividad funda-
mental hasta los 10 años.
o Timo: situado en el tórax, tras el esternón. Es también acti-
vo sóIo en la niñez jugando un rol regulador del crecimiento
corporal y de Ia caicifrcación ósea. EI timo involuciona, se
atrofia, cuando entran en actividad plena las g}ándulas se-
xuales, pues son antagónicos.

59
. firoides: regula el metabolismo basal y por eso está relacionada
con 1a actiüdad,la excitabilidad y el peso corporal. Está en cone-
xión con el sistema vegetativo simpático y parasimpático. Las
hormonas tiroideas juegan un papel fundamental en la madura-
ción del sistema nervioso.
¡ Paratiroides: son ütales para el metabolismo del calcio y por es-
te motivo son fundamentales para el buen funcionamiento de las
células nerviosas que requieren determinados niveles de calcio en
sangTe.
o Gónadas: glándulas sexuales (testículos en el hombre y ovarios
en 1a mujer).
o Supramenales: son indispensables para el mantenimiento de
los procesos üta1es y están reguladas por el eje hipotáIamo-hipo-
fisiario. Las hormonas suprarrenales actúan sobre eI metabolis-
mo, Ia sangre y Ia médu1a ósea, e1 esqueleto, el SNC, y además
ejercen una acción cicatizante y antiinflamatoria. También sin-
teLtzan andrógenos (esteroides sexuales).
o Páncreas endocrino: productor de 1a insulina que regula Ia
concentración de glucosa en la sangre. Desempeña un rol clave en
el funcionamiento celular.

Mencionamos a los principales productores de hormonas pero es


importante tener en cuenta que 1as investigaciones actuales han ob-
servado que algunos órganos son productores de éstas, como e1 cora-
zón; sin embargo hasta hace algunos años esto era desconocido. In-
clusive hay órganos que sintetizan hormonas y sustancias conside-
radas exclusivas del SNC y de la hipófisis. Tbdo esto nos habla de Ia
gran complejidad e interacción del sistema endocrino y de nuestro
relativo conocimiento de su modo de funcionamiento.
Las hormonas influyen directa o indirectamente en la conducta
del hombre. La influencia radical del sistema endocrino en Ia consti-
tución de ia personalidad es claramente observable en ei caso de su
extirpación, o bien, ante e1 escaso desarrollo de una glándula, o cuan-
do existe una hiperfunción o hipofunción glandular. Por ejemplo, Ia
extirpación en Ia niñez de la glándula pineal está acompañada de
una pubertad precoz dado que 1a melatonina es una hormona pineal
con acción antigonadotrófica que retrasa el comienzo de este período
y reduce e1 peso de los ovarios. Respecto de la hipofunción glanduiar
podemos mencionar eI hipotiroidismo en los neonatos, que es acom-
pañado de un retraso madurativo y mental si no se lo diagnostica
y trata rápidamente. En los adultos el hipotiroidismo va acompaña-

60
do de una lentificación de 1os procesos mentales.
La pubertad es un típico ejemplo de la ünculación entre el siste-
ma endocrino y el desarrollo de 1a personalidad. Esta etapa se halla
relacionada con la maduración del eje hipotá1amo-hipófiso-gonadal.
Durante Ia niñez el hipotálamo y la hipófisis son muy sensibles al
efecto inhibidor de las hormonas sexuales y, por eI1o, el bajo nivel cir-
culante de las mismas es suficiente para inhibir y mantener en míni-
mo los niveles de las gonadotrofinas. En la pubertad, junto a la ma-
duración de los centros nerviosos, hay una disminución de la sensibi-
lidad de los mismos a las hormonas sexuales. Disminuye su poder in-
hibitorio y consiguientemente aumentan las gonadotrofinas que esti-
mulan el desarrollo gonadal y Ia producción de hormonas sexuales,
hasta que se alcanza un nuevo equilibrio.
La maduración de 1os mecanismos de retroalimentación o regu-
latorios del eje hipotálamo-hipófiso-gonadal responsables de los ciclos
menstruales, en 1a mujer púber (11-12 años), es pauiatina y tarda al-
gunos años en completarse. Con posterioridad a Ia menarca (primera
menstruación) entre el 557o y el907o de los ciclos menstruales de la
púber son anovulatorios (sin ovulación).
El desarrollo de 1as g1ándulas sexuales participa de la conforma-
ción de 1as características corporales y psíquicas del sexo. Además las
hormonas sexuales (testosterona y estrógenos) tienen un ro1 acelera-
dor de Ia maduración ósea y muscular y de la conformación del cuer-
po adulto, con e1 consiguiente desajuste y cuestionamiento dei esque-
ma corporal infantil.
Resumiendo, el sistema endocrino juega en las diversas etapas
dei ciclo ütal un papel significativo y debe ser tenido en cuenta para
apreciar correctamente Ia incidencia de ios factores intervinientes en
el desarrollo.

4.1,2,4, Sistema inmunológico (SI)

EI sistema inmunológico tiene por finalidad impeür que el orga-


nismo se enferme, o cuando ya se ha enfermado que resista y sobre-
lleve dicha enfermedad. Este sistema de protección naturai que here-
damos también involucra una inmunidad adquirida.
Las funciones dei SI posibilitan reconocer 1o "propio" de 1o "ajeno"
mediante 1os linfocitos que conservan un tipo de memorian0. Estos, al
ser estimulados, regresan a un estado anterior, es decir al de linfo-

n0
Cttozz4l. (1986a). ¿lorqwéenfqmamos? Akatza&ditorial, BuenosAires, 1986.

61
blastos que se reproducen formando clones y cada uno de e1los guar-
da una información inmunitaria particular. Esta permite el reconoci-
miento, el ataque y 1a destrucción de 1o extraño. En la üda embriona-
rio-fetal se produce la selección clonal para que, entre las múltiples
posibilidades, unas sean aceptadas y constituyan así la identidad del
individuo, mientras que otras sean las prohibidas. Así se distingue 1o
"propio" de lo "ajeno", pero esto último no es una información desco-
nocida, sino algo "familiar" reprimido. Lo desconocido, como por ejem-
pio los nuevos productos quÍmicos sintéticos que se emplean en ias di-
versas prótesis, no desencadenan reacciones de rechazo pues la me-
moria del SI carece de información para identificarlos.
JnnNpal sostiene que las moléiulas extrañas son reconocidas
porque su estructura constitutiva coincide con la información
contenida en los genes, ésta ha sido "reprimida" durante ei desa-
rrollo clonal de algunos de ellos, momento en el cual se constitu-
ye la identidad genética del sujeto.
Este sistema inmunitario constituye una red compleja en la
cual el reconocedor o anticuerpo es a su vez reconocido (antÍgeno)
pero puede dejar de ser tolerado. Así, 1o "propio" se transformó en
"ajeno" y puede ser atacado desencadenando una reacción autoin-
munitaria. L. Ctlozzt n' dice:
"La idea de que cada indiuiduo posee un mapa genético com-
pleto de cuarutu molécula o forma de organizctción haya ensayada la
uida, y d, qw la euolución biológica de los organismos y de las for-
mas uitales se porece más al producto de un plan creatiuo qtte a la
consecuencia de una lucha selectiua, adquiere un cotlsenso cienffi-
co cadauez mayor @txxa, 1974;Tuorues, 1974;CruaoN, lgZZ;Rs-
raw T¿yton, 1982; Hona, 1983). De acuerdo con ella los conceptos
de represión de genes, selección clonal, tolerarrcia, inhibición o de-
fensa inmunitarias, debefi.an qtrcdar desprouistos de su connota-
ción 'militqr' para poder reualorizar, de este rncxlo, su cardcter de'
participación armoniosa en el concierto general dB. la uida".

Heu-43 considera al SI como una especie de "sentido molecular"

n'
Jr*r, N. The inmune system. En: The Haruey lectures. (1975). Academic
Press, Londres.
n2
Crnozza, L. (1986a). ¿f,or qué enfermamos? Alianza Editorial, Buenos Aires,
1986, página 131.
n'
H*t, N. R. (1985). Conference on'T.[euromodulation of inmunity and h¡,per-
sensivity''. Supplement of inmunology, páginas 806-810.

62
comparable a la visión para la luz o a1 oído para los sonidos. El SI
transmite al SNC los cambios en el contenido "molecular" o proteico
de1 organismo que ocurren a cada instante. Por ejemplo, lal linfoci-
nas que son liberadas ante una infección son las transmisoras del
mensaje del SI que induce al SNC a incrementar la liberación de ca-
lor por parte del organismo (fiebre). Por otra parte, ios linfocitos (prin-
cipales células de1 SI) son capaces de recibir información del SNC a
través de receptores sensibles a los diversos neurotransmisores. Es
decir, existe una doble vía de interacción entre ambos sistemas.
Ambos, el SNC y el SI, sirven a 1as funciones de defensa y de adap-
tación conformando un sistema integral de defensa. A1 SI ya no se lo
considera un sistema automático, basado solamente en las reacciones
ante estímulos antigénicos y tampoco se lo puede considerar un siste-
ma independiente de todo controi más a1lá de éste que le es propio.
Esta interconexión SNC-SI y ias moüficaciones de cierios meca-
nismos fisiológicos en los procesos de1 enfermar, estudiados por la psi-
coneuroinmunoiogra, son fundamentales para comprender una vez
más el significado psíquico de las enfermedades y muestran la unidad
psique-soma. Por ejemplo, los conflictos y tensiones emocionales in-
tensos y duraderos deprimen al sI y vuelven vulnerable al organis-
mo. En los momentos de tensión emocional Ia adrenalina segrágada
nos prepara para la huida o para el enfrentamiento con un peligro,
pero por otra parte provoca una reducción de los linfocitos, es decir,
de la capacidad de respuesta inmune del organismo. Los estados de
tensión prolongados facilitan la acción de los agentes patógenos y si
estos estados no responden a peligros externos reales, este mecanis-
mo se expresa en diversas alteraciones.
Estos avances de la psiconeuroinmunología confirman las tesis
de ios especialistas en psicología evolutiva acerca de la importancia
dei afecto y cuidado materno para el desarrollo normal, tanto psicoló-
gico como fisico. La prevención de las enfermedades Ínfantilei no se
reduce a la buena alimentación y a eütar infecciones mediante hábi-
tos de orden y limpieza, sino que un buen vínculo afectivo materno-
filial posibilita al nuevo ser un equilibrio psiconeuroinmunológico ca-
paz de respuestas defensivas eficaces.

4.2. Lo apropiado. Experiencias y circunstancias de la uida

En el apartado anterior hemos considerado 1o "dado" tanto en


su expresión desde el origen (herencia), como en su manifestaaón a
p o steriori (maduración).

63
AI abordar lo "apropiado" queremos hacer referencia a 1o que ca-
da persona adquiere en la relación con el mundo, por el solo hecho de
viür y afrontar las circunstancias de Ia vida. "Propio" nn etimológica-
mente es "1o perteneciente a alguno o alguna cosa", de este vocablo se
derivan los términos "propiedad", "propietario", entre otros. Por ejem-
plo,los animales luchan por su propiedad, ya sea su alimento, su te-
rritorio, su objeto sexual, o bien procuran proteger su prole.
El hombre no evoluciona inevitablemente ni azarosamente hacia
el estado de adultez o madurez, requiere de experiencias y de un
mundo que le ayude a lograr su plenitud.
El ambiente es un factor organizador de la personalidad, el mun-
do es un constituyente de Ia misma. Este se convierte en medio, en-
torno o mundo, solamente en relación con un ser üvo concreto.
Podemos distinguir un medio externo, que abarca 1a totalidad de
fuerzas que actúan desde fuera sobre el organismo (en la vida intrau-
terina es la madre), de un medio interno que abarca todas aquellas
condiciones no provenientes del entorno externo, que ejercen una in-
fluencia en el desarrollo y en Ia acción de los genes. En este sentido,
el citoplasma del huevo es el medio interno respecto de los genes de1
núcleo, pero para cada gen, los restantes genes, son parte del medio
genotípico.
Nuevamente queremos hacer referencia a Ia interpenetración en-
tre 1o "dado" (herencia y maduración) y 1o "apropiado" (experiencia y
medio). Algunos autores remarcan esta interpenetración dejando de
iado las nociones de "medio" o "ambiente", pues prefieren e1 concepto
de "atmósfera", dado que ésta "penetra" al sujeto completamente has-
ta las profundidades más íntimas. Cada persona se apropia del aire
que nos rodea mediante la respiración y el oxígeno del mismo es 11e-
vado hasta 1a más remota céiula.
Ei uso dado al concepto de "medio" suele osciiar entre una postu-
ra en favor del individuo que c ea su propio medio en derredor, y la
postura para Ia cuai el individuo se subordina al medio haciendo de
é1 un ser de segundo orden.

4.2,1, El hombre con'Lo ser natural


Las teorías indiüdualistas, como la de JueN Jecoeo Rousspau
que consideramos más adelante, se refieren al hombre natural como

n*
Cono*r*os, J. (1983). Breue d.iccíonario etimológíco d.e la lengua castella-
¿o. Editorial Gredos, Madrid.

64
un hombre que vive aislado, en un estado de bondad natural y 1o con-
traponen a aquel, que viviendo en sociedad se ha corrompido por eI
influjo de ésta. Así, 1o cultural y socialmente adquirido es considera-
do como negativo, como no genuino, como un ideal impuesto, como al-
go arbificioso para el hombre. El hombre en "estado natural" es Io
ideal y la influencia del medio socio-culturai Ie hace perder o pertur-
ba sus cualidades. Esta posiciónvalonza las culturas y organizacio-
nes sociaies primitivas las que coattarían, pero en menor medida, al
desarrollo humano.
Naturaleza y cultura están aquí en pugna. La cultura es conside-
rada como algo arbificioso, antinaturai y ia sociedad como una prisión
que limita, distorsiona o coacciona ai individuo. Ei ser humano origi-
nariamente sería un ser aislado, no social, que graduaimente perci-
bió la necesidad y Ia conveniencia de relacionarse con otros y sacrifi-
car parte de sus tendencias individuales.
De acuerdo a esta postura el desarrollo evolutivo es un tránsito
del estado natural del indiüduo aislado (bebé) al de seres socializa-
dos. No tiene en cuenta que el hijo ya en la vida intrauterina está in.
merso en una comunicación profunda con su madre (relación de sim-
biosis biológica) y que al nacer establece una relación de simbiosis psi-
cológica materno-filialy se inserta en un medio familiar. Es decir que
no acepta que, desde el seno materno, el ser humano vive en una pro-
funda compenetración con otros seres humanos.
Los estudios de psicología evolutiva nos muestran que el neona-
to se desarrolla en una comunidad familiar donde posee una relativa
discriminación para luego irse separando, diferenciándose y consoli-
dando su yo. Existe un proceso de individuación progresivo.
En psicología evolutiva y pedagógica el pensamiento de Rousspeu
fundamentó filosóficamente estas teorÍas. Este autor sostenía que:
"todo estd bien al salir de mf,LnoE del Autor de ln Naturaleza;
45.
tod,o d.egenera en rrlanos del hombre"

La influencia de esta doctrina individualista-naturalista en 1as


ciencias antes mencionadas, se evidencia en las posturas que consi-
deran 1a educación para el desarrollo de la personalidad como un in-
tento de no intervenir o hacerlo 1o menos posible; dar amplia liberbad
al niño para que afronte so1o, sin orientación,1os estÍmulos y situacio-
nes que ia vida le ofrece; tratar de no frustrar, no cercenar las reac-
ciones espontáneas del niño; adoptar actitudes permisivas y de acep-
n5
Rousspeu. J. J. (1969). Emilio o la ed.ucación. Centro Editor de América
Latina, Buenos Aires, página 5.

65
tación tanto frente a lo cor:recto como ante lo erróneo.
Estas teorías_psicoeducativas de carácter romántico afirman que
.lo proveniente del niño,1o que surge de su interior es 1o fundamental.
Por consiguiente, el contexto familiar y escolar debe limitarse a adop-
tar una actitud permisiva mediante la cual pueda aflorar lo bueno in-
terno del niño y que lo malo quede bajo cierto control indirecto de los
padres y educadores. NBII,] nu es un representante actuar de esta pos-
tura educativa que puso en prácticaen sus experiencias realizadai en
la localidad de Summerhill.
_
De,estas posturas se puede rescatar la lucha y afirmación der de-
pchg de ga_da- persona para disponer de su destino. Sin embargo, el
hombre aislado no existe. Ni la sociedad ni la cultura son antaginis-
tas de la naturaleza humana. El hombre sólo puede realizarse en un
medio humano, en un medio social y cuitural.
?or consiguiente, el medio familiar y escolar puede orientar sin
a.nylar, o puede sugerir o bien persuadiE sin imponer. Las nonnas so-
ciales que expresan prohibiciones o castigos previenen al sujeto de da-
ños posibles y le facilitan un desarrollo ordenado.
En este debate sobre la importancia del medio socio-cultural pa-
ra el desarrollo humano, un hito imporbante fue el estudio de los,'hi-
ños salvajes" a comienzos del siglo XD( J¡aN Iuno (1774-1BBg) que
era maestro de sordomudos, se deücó a realizat experiencias con un
niño salvaje. victor fue encontrado en Ave¡r'on a lá edad de 12 ó 13
años en un estado de completo abandono y carencia de cuidados yvín-
culos con seres humanos, estado en el que estuvo ta1 vez desde sus pri-
meros meses de üda. surge la pregunta ¿se habría hallado un hombre
natural no contaminado por los hábitos sociales? Después de una lar-
ga tarea reeducativa que no alcanzlla mayoría de lós objetivos pro-
puestos, J¡eN Iteno conciuye:
"El hombre es atoja.d,o sobre la tierca sin fircrzas frsicas y sin
i.d.easintntas, irrcapacitada para obedecer por sí soro a ras lqtes cons-
titucbnalcs de su estructura orgdnira que ln ubi.can il pri*n,
"n d) to so-
puesto en el sistemn de los seres; por lo tanto, sóln en er seno
ciedad pt"cede encontrar el niuel emirwnte q,e te ha sido asigna.do en
l¡t naturaleza. sin ln ciuilizarión sería uno de ros animatei m"a,s ü-
biles y rrcnos inteligentes: sin du.da, esta uerd,ad, ha si.do repeüda a
meruudo pero aún rn ha sida d,em.ostradn rigurosamente...,aT

*u
Nrr", A. S. (1960). Summerhill. Editorial Hart, New york.
47
J. (1978). Memorias sobre los primeros progresos de víctor der
ITARD,
Aveyron. En: El saluaje del Aueyron: psiquiatría y pedagogía en el iluminismo

66
Las experiencias de reeducación de niños abandonados que fue-
ron amarnantados y "criados" por animales mamíferos, muestran que
sin un medio humano el hombre apenas puede sobreviür, no desarro-
lla el lenguaje ni el pensamiento y su personalidad es muy rudimen-
taria. En sentido inverso las experiencias de Kpmoc tt qr" crió un
chimpancé como un miembro más de su familia, demuestran que nin-
gún animal puede ser socializado en sentido humano y que el lengua-
je juega un papel clave en la socialización del hombre.

4.2.2. El hombre conxo ser social


Desde otras posiciones teóricas se considera al hombre como
mero ser social, sostienen que la personalidad es un producto so-
cial. Así, el ambiente pasa a ser 1o central, el modelador del hom-
bre. Por ejemplo, JosÉ BmcER nos dice que:
"El conjunto de las relaciones sociales es lo que define al ser
humano en su personalidad, el medio ambiente del ser humano es
un ambiente social, del que prouienen los estímulos fundqmenta-
as.
les para la organización-d.e ius cualidades psicológióas"

E1 psicólogo ruso S. L. RunINSTEIN 50 considera que la impor-


tancia atribuida a una persona queda determinada no tanto por
Ias propiedades que posee tomadas de por sí, cuanto por la tras-
cendencia histórica de las fuerzas sociales de las cuales ella es
portadora. Una persona es más importante, más plena, cuanto en
su refracción está más representado 1o que es común a todos los
hombres. Es decir, que en la representación de sí mismo se refle-
ja no tanto 1o propio, como el modelo del hombre nuevo encarnado en
el proletariado.
En una línea de pensamiento semejante a los autores citados,
pero enfatizando el aspecto evolutivo, Lpv VycotsKy 51, sostiene que

tardío. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, página 53.


nB
KaI,loc, W. N. (1933) . The ape and the child.. Mc Graw-Hill, New York.
4e
Br,rcon, J. (1969). Psicología d.e la cond.ucira. Centro Editor de América
Latina, Buenos Aires, página 23.
50
Rt'stNsr-EIN, S. L. (1963). ¿ a Psírología. Ediciones Pueblos Unidos, Monteüdeo.
5'Vycotsry, L. (1995). El desarrollo d.e los procesos psicológicos superiores.
Editorial Crítica, Barcelona.

67
nuestra capacidad para pensar y razonar es el resultado de un pro-
ceso fundamentalmente social, una extensión de Ia cultura del mo-
mento. El desarrollo cognitivo tiene lugar a través de un mecanismo
de internalización por e1 cual el niño adquiere control sobre sus for-
mas de comunicación y aprende a regular sus procesos mentales. En
e1 mecanismo de la internalización se pueden diferenciar tres mo-
mentos:
L Contexto exterior. E1 origen del funcionamiento intelectual está
en el exterior. Nacemos preparados para vivir como seres
sociales, capaces de interaccionar con otros individuos, pero
incapaces de hacer las cosas por nosotros mismos. El niño
escucha io que otros dicen y observa qué hacen y cómo 1o hacen,
de modo que, poco a poco, comienza a ser capaz de imitar las
acciones de 1as personas que le rodean, principalmente sus
padres, amigos y profesores.
2. Reconstrucción interna de la actiuidad. Gradualmente, las
acciones que el niño realiza imitando sus modelos se interiorizan
y se transforrnan en algo propio. La actividad interna suscita y
regula la ejecución externa, con dificultad en su inicio, pero pro-
gresando en dominio y firmeza personal.
3. Desamollo del potencial intelectual. Los procesos de resolución
de problemas forman parte habitual de1funcionamiento cogniti-
vo del sujeto y actúan con independencia ai supervisar la con-
ducta intelectual y 1as interacciones sociales. En este momento
del proceso de interiorización,lo que en un principio era algo in-
terpersonal por la interacción ha evolucionado hacia algo intra-
personal. El individuo, a partir de esta fase, vive un proceso in-
terno de crecimiento constante y dinámico de su potencial inte-
lectual en interacción con el ambiente.
En la concepción antropológica de estos tres últimos autores Ia
persona no se autoposee, sino que es sólo portadora de las fuerzas so-
ciales. Así, la vida interior es vaciada; el hombre pasa a ser funda-
mentalmente exterioridad, relaciones, vínculos y termina diluyéndo-
se en 1o social. La personalidad pasa a ser un reflejo de 1o social, sin
consistencia propia.

4.3. La autodeterminación (Determinación de sí mismo)

El hombre como personalidad tiene una cualidad que es ser es-

68
piritual. No es el mero resultado de disposiciones hereditarias y ad-
quisiciones del medio, sino que posee en su cualidad de sujeto 1a po.
sibilidad de adoptar una postura frente a 1o heredado y al medio, y
de este modo intervenir en forma libre y creativa en su accionar.
Los organismos üüentes, como ya señalamos, tienen capacidad
de autonomía. Es decir, que su proceso biológico no sólo es la resul-
tante de fuerzas externas sino que está influido por fuerzas endóge-
nas que actúan con mayorvigor a medida que avanzamos en Ia com-
plejidad y perfección de éstos. Están dotados de una espontaneidad
natural.
Dicha espontaneidad natural o actividad impulsiva está asocia-
da a la autonomía de todo ser vivo y algunos la denominan "libertad
biológica". El hombre por su inteligencia alcanza además la libertad
de autodeterminación o libertad psicológica, pero esta capacidad de
autodeterminación no es absoluta.
Esta capacidad de elegir también comprende la posibilidad de
crear metas propias y dejar de lado aquellas que son presentadas por
los impulsos o necesidades internas, o bien por estímulos externos y
valoraciones sociales provenientes del medio.
La autodeterminación conlleva una actiüdad deliberativa y de
elección. El hombre posee la capacidad de decidir por medio de un ac-
to de autodeterminación entre motivos en conflicto. I( LpwN 52 ha
estudiado las tipologías de los conflictos y las dificultades de elección.
Así analizó tres modelos que son atracción-atracción, rechazo-recha-
zo y atr accíón-rechazo.
GonooN ALt pont 53
formuló la hipótesis de la autonomía funcio-
nai de 1os motivos, éstos son siempre contemporáneos, surgen de sis-
temas que le han precedido, pero funcionalmente conservan cierta in-
dependencia de los mismos. El enlace de los motivos con su origen es
de carácter histórico y no funcional. Esta teorÍa de la motivación im-
plica que el hombre es capaz de autodeterminarse y no está exciusi-
vamente determinado por motivos fisiológicos y sociales.
Cada persona tiene variadas posibilidades de desarrollo, pero ca-
rece del tiempo para realizar cada una de éstas. El drama evolutivo
del hombre no consiste en la mera aceptación de 1o que es, en el reco-
nocer limitaciones y condicionantes, sino en seleccionar y decidir
52
LnwIN, K. (1969). (Jna teoría dinámlica d.e la personalidad. Ediciones Mo-
rata, Madrid.
53
Ar,r"onr, G. W. (1961) . Psicología de la personalidad. Editorial paidós,
Buenos Aires.

69
acerca de las potencialidades que han de ser desarrolladas. Las deci-
siones y selecciones efectuadas en la historia personal confi.guran su
particular individualidad y son la fuente de la diferenciación, de 1a
singularidad. La unidad e integración natural imperfecta del hombre
puede complementarse, mejorarse, mediante el.uso de su libertad de
autodeterminación.
Los animales son actores pero no autores de su plan de vida, ni
de su dirección o sentido. Se comportan pero no se autoconducen. Eje-
cutan el plan, 1o viven, son sus sujetos, pero no 1o conducen; dicha con-
ducción aparece lentamente en 1os animaies superiores.
EI hombre es concebido, nace, crece y muere como expresión de
un plan de vida específico o forma humana, debido al cual sólo puede
viür como hombre; pero hay un plan de üda singular que puede ela-
borar. Cada persona conduce su vida y da sentido a sus actos, así es
coautor de su vida. Recibe en ei plan específico e1 sentido que debe te-
ner su dinamismo (lo dado) pero ha incorporado una ordenación des-
de el afuera (lo apropiado), sin embargo, mediante su inteligencia es
capaz de ordenar su accionar. Esto último implica conocer, proponer
fines y medios adecuados para su accionar.
El hombre puede pues planear, decidir, guiar y ejecutar su actiü-
dad, por eso puede autodeterminarse. El desarrollo personal supone
una aceptación de lo dado, hacerse cargo de las obligaciones inheren-
tes a la condición humana y asumir la tarea de ser tal hombre con-
creto. Este camino implica un perfeccionarse apropiándose de 1o va-
lioso de su entorno y un ejercicio inteligente de su libertad de autode-
terminación.
El hombre tiene naturalmente 1a posibilidad de autodeterminar-
se, pero esto no implica que Ia ejerza desde el principio, sino que ésta
debe desarrollarse. Por otra parte, no todos los hombres ni en todos
los momentos de nuestra üda ejercemos esta posibilidad de autode-
terminarnos con igual nivel de lucidez consciente.
Nacemos con la posibilidad de obrar libremente pero debemos su-
perar las condiciones que afectan 1a libertad psíquica para tener la ca'
pacidad real de obrar libremente. Dichos condicionamientos son la ig-
norancia, el desorden emocional, la debilidad de Ia voluntad, entre
otros. Es necesario, por 1o tanto, una educación para la libertad.
Al hablar de libertad para autodeterminarse no nos referimos
aquí a Ia capacidad de moümientos fisicos o libertad fisica, ésta no es
absoluta ya que la 1ey de gravedad restringe dichos movimientos. Nos
referimos aquí a Ia libertad psíquica que reside en nuestra interiori-
dad, en nuestra voluntad, que nos permite actuar o no actuar en de-
terminado momento y actuar en un sentido o en otro. Implica que ca-

70
da hombre se posee a sí mismo, que es dueño de sí mismo, que existe
una unidad, un orden interior. Esta libertad interior es la que permi-
te el desarrollo de la personalidad (cfr. tomo II, cap. I\I).
A continuación les proponemos tres lecturas de reflexién que $-
ran alrededor de los núcleos temáticos de este capítulo: lo "dado", lo
"apropiado" y la autodeterminación.
Refe r e n ci a s B ib liog rd,fic a s

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