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Catalogación Editorial Ciencias Médicas

Oftalmología pediátrica / Rosaralis Santiesteban


Freixas et al.
La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2010.
392 p. : il., tab.

WW100

Oftalmología / tendencias, Oftalmopatías, Procedi-


mientos Quirúrgicos Oftalmológicos,
Técnicas de Diagnóstico Oftalmológico, Pediatría

Edición: Lic. Yudexy Pacheco Pérez


Diseño, ilustraciones y emplane: DI. José Manuel Oubiña González
Fotografía: Héctor Sanabria Orta

ISBN 978−959−212−573−5

© Santiesteban Freixas, Rosaralis, 2010

© Sobre la presente edición:


Editorial Ciencias Médicas, 2010

Editorial Ciencias Médicas


Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
Calle 23 No. 117 e/ N y O, Edificio Soto, El Vedado,
Ciudad de La Habana, CP 10400, Cuba.
Teléfono: (537) 832-5338/ (537) 838 3375
ecimed@infomed.sld.cu
AUTORA PRINCIPAL
Rosaralis Santiesteban Freixas
Profesora Titular. Especialista de II Grado en Oftalmología. Investigador de Mérito.

AUTORES
Santiago Luis González.
Profesor Titular. Especialista de II Grado en Neurología.

Eugenio Jara Casco†.


Profesor Titular. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Gladys Colom Serra.


Profesora Titular. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Yahumara Alberto Escobar.


Profesora Auxiliar. Licenciada en Optometría y Óptica.

Carlos Mendoza Santiesteban.


Profesor Auxiliar. Especialista de II Grado en Oftalmología y de I Grado en Neurofisiología.

Enrique Mendoza Santiesteban.


Profesor Auxiliar. Especialista de II Grado en Neurocirugía.

Alberto González García.


Profesor Auxiliar. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Rosaralis Paneca Santiesteban.


Asistente. Licenciada en Optometría y Óptica.

Clara Gómez Cabrera.


Asistente. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Elízabeth Escalona Leyva.


Asistente. Especialista de I Grado en Oftalmología
.
Rosa María Naranjo Fernández.
Asistente. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Teresita de Jesús Méndez Sánchez.


Instructora. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Susana Rodríguez Masó.


Asistente. Especialista de II Grado en Oftalmología.
COLABORADORES O COAUTORES
Adnolys Reyes Berazaín.
Profesora Auxiliar. Especialista de II Grado en Radiología.

Legna Garrido López.


Asistente. Licenciada en Optometría y Óptica.

Ramón Cabal Rodríguez.


Asistente. Especialista de I Grado en Neurofisiología.

Lucy Pons Castro.


Instructora. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Eddy Mesa Hernández.


Instructor. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Yannara E. Columbié Garbey.


Instructora. Especialista de I Grado en Oftalmología y Master en Infectología.

Nereyda Martínez Suárez.


Especialista de II Grado en Oftalmología.

Elier Ortiz González.


Especialista de II Grado en Oftalmología.

Frank Eguía Martínez.


Instructor. Especialista de II Grado en Oftalmología.

Ernesto Alemañy Rubio.


Especialista de I Grado en Oftalmología.

Lester Pola Alvarado.


Especialista de I Grado en Oftalmología.
A la memoria de los doctores José Rafael Montalvo Covarrubia y Do-
mingo Madan Bebeagua, quienes fueron los primeros en dedicarse a la
oftalmología y pediatría en Cuba de manera conjunta. Sus vidas ejem-
plares, entregadas al trabajo en estas ramas de las ciencias médicas, son
un ejemplo para las nuevas generaciones.
RECONOCIMIENTOS
Al doctor Ernesto de la Torre por su invitación a trabajar la parte de Oftalmología en la
gran obra cubana Pediatría y por su apoyo para que se editara esta versión ampliada
para optómetras y oftalmólogos.

A los profesores Gladys Colom Serra y Eugenio Jara Casco†, quienes hace algunos años
aceptaron el reto de comenzar a escribir sobre oftalmología pediátrica y dieron lo mejor
de sí, a pesar de su avanzada edad, para ese empeño en la versión inicial para el libro
Pediatría tomo III.

Al doctor Santiago Luis González, Primer Director de Mérito cubano de una institución
de salud, quien a pesar de su enfermedad sigue siendo un faro que nos guía con su
ejemplo, como lo demuestra su contribución a esta obra.

A la doctora Elena Joa Miró, insignia de la oftalmología pediátrica en Cuba por más de 40
años, por sus enseñanzas.

A los doctores Sergio Vidal Casalís, Carlos Mendoza Santiesteban, Daysi Vilches Lescaille,
Rafael E. González Díaz y los técnicos Iván e Israel Fernández Lugo del Instituto Cuba-
no de Oftalmología "Ramón Pando Ferrer" por su colaboración en la obtención de las
imágenes de fondo de ojo.

A los doctores Francisco Loayza, de Perú y Thomas Hedges de Boston, por haber con-
tribuido con ilustraciones a esta obra.

A los profesores que en Cuba guían a los estudiantes, por su trabajo abnegado en la
docencia y sus aportes literarios citados en la bibliografía como testimonio de su labor.

Reciban todos los que de una manera u otra contribuyeron a la realización de esta obra,
el reconocimiento por el esfuerzo realizado para que se contara con el primer libro de
oftalmología pediátrica cubano.

Dra. CM. Rosaralis Santiesteban Freixas


PREFACIO

La falta de un texto de Oftalmología Pediátrica y lo Desde el inicio de mi internado vertical de oftalmo-


difícil para adquirir obras de este tipo para todos los logía, a finales de 1966, estuve relacionada con la oftal-
oftalmólogos motivó a especialistas de la rama, hace mología pediátrica, pues me había correspondido ini-
más de 10 años, a confeccionar un pequeño libro o ciar la primera rotación del internado al lado del doctor
folleto que sirviera de manual para su práctica. Ese Hernández Leal, del Hospital “Pando Ferrer”, quien en
material no se concluyó y años después se le dio la ese tiempo participaba junto a la doctora Elena Joa y
tarea al doctor Eugenio Jara Casco, de la Editorial Cien- otros especialistas en cursos impartidos por el oftalmó-
cias Médicas, quien había sido jefe del Servicio de Of- logo checo Milos Klima, sobre estrabismo, glaucoma y
talmología Pediátrica del Hospital “William Soler” años catarata en niños, para formar oftalmólogos pediatras.
antes, exhortándolo a escribir sobre el tema para la gran Al terminar esa rotación comencé la siguiente al lado
obra de Pediatría Cubana que se proyectaba y que re- de un oftalmólogo general con grandes dotes docentes
uniría a todas las especialidades. Así supe por primera como el doctor Orfilio Peláez, quien me ayudó a dar
vez de ese proyecto, cuando fui convocada por los los primeros pasos coherentes dentro de la especiali-
doctores Eugenio Jara y Ernesto de la Torre para ha- dad y luego me sugirió que me dedicara a la neurooftal-
cerme cargo de parte de este trabajo, del que me co- mología con el doctor Arturo Guy Taquechel, del Hos-
rrespondió escribir sobre las enfermedades que afec- pital de Neurología y Neurocirugía, quien era el único
taban el polo posterior del globo ocular y los estrabismos que la practicaba entonces, lo que de hecho se realizó y
paralíticos, dada mi experiencia y dedicación a la me permitió desempeñarme como tal durante mi
neurooftalmología de adultos y niños. posgraduado en Camagüey en 1968 y durante el resto
Fue de mucho agrado la tarea para mí, pues de mi vida laboral.
rememoraba con ello mis años dedicados a la Oftalmo- Los conocimientos para lograr dar mis primeros
logía Pediátrica en mi tiempo de posespecialista y como pasos firmes como oftalmóloga pediátrica los había
jefa de Servicio del Hospital Infantil “Eduardo Agramonte adquirido durante mi rotación como residente por el
Piña”, en la ciudad de Camagüey. Allí tuve el privilegio Hospital “Pedro Borrás”, aunque sin clases programa-
de recibir el agradecimiento más sincero de mi vida en das y prácticamente sin material docente, aprendiendo
las sonrisas de los niños que operaba por primera vez de solo con ver hacer a la doctora Joa y asimilando sus
catarata, ya creciditos y sorprendentemente mejoraban consejos, sobre todo el de no detenerme frente a las
la visión de forma importante. Eso no hubiera sido posi- dificultades y siempre intentar hacer algo por el pacien-
ble sin mi presencia allí, gracias a los programas de salud te, pues en el país había mucho por hacer para rescatar
visual que empezaba a aplicar el gobierno revolucionario la salud visual de los niños. Fueron de gran ayuda du-
al llevar la atención oftalmológica pediátrica gratuita a rante mi rotación con la doctora Joa las tardes de tra-
todas las provincias del país, lo que me enorgullecía por bajo pasadas con el optometrista de ese servicio, Tulio
la obra social que estaba haciendo. Los niños que yo Pérez, quien había escrito sus experiencias en el traba-
operaba entonces eran de familias humildes, sin recursos jo con niños y me prestaba su borrador, mientras soña-
para viajar a La Habana para atender a sus hijos y me- ba con algún día poder publicarlo.
nos quedarse en la capital para operarlos; eso sucedía Con lo aprendido en mi rotación de residente volví a
en los inicios de la década de 1970 cuando, no solo en Camagüey en 1970 para abrir el Servicio de Oftalmología
La Habana sino en las 6 antiguas provincias del país, se Pediátrica, cuando llevaba en mi seno a mi segundo hijo,
equiparon los servicios de Oftalmología Pediátrica con quien dentro de mí pasó los sustos de los primeros casos
modernas técnicas de diagnóstico y tratamiento para ese quirúrgicos de estrabismo y la catarata infantil, en los que
tiempo. no me acompañaban o tenía cerca a mis profesores.
En esa provincia participé en el estudio oftalmo- diversas dificultades ese material estuvo esperando 7
lógico nacional a niños de círculos infantiles, iniciada la años antes de que se diera la posibilidad de llevar a
década de 1970, en el cual además de detectar un sin- cabo la publicación de la obra Pediatría, de autores
número de casos que podían rescatar su visión o pre- cubanos, en su tercer tomo, donde le correspondía el
venir la pérdida, me convencí que la visión de 20/20 ya sitio a la oftalmología.
la alcanzaban la mayoría de los niños que con 2 o 3 años Fuimos convocados una vez más para la actualiza-
de edad se lograba que cooperaran a decir para dón- ción del material entregado, para su inmediata publica-
de estaban los deditos del optotipo de las manitos que ción. Corría entonces el año 2005 ¡cuánto había pasa-
se les mostraba. do en esos 7 años en el desarrollo de la oftalmología
En ese servicio de la ciudad de Camagüey estuve cubana; cuánto había variado o comenzaba a variar las
hasta 1977, cuando me incorporé a trabajar en el Ins- posibilidades de atender mejor a nuestra población in-
tituto de Neurología y Neurocirugía, donde también se fantil; cuánta tecnología nueva se estaba recibiendo;
atendían niños pero con enfermedades cuántas imágenes propias de nuestros pacientes se ate-
neurooftalmológicas. La cefalea, los borramientos soraban ya; cuánta experiencia se acumulaba por cada
papilares, muchos por pseudopapiledemas, las uno de los servicios especializados de lo que se decidió
neuropatías ópticas, los trastornos de la motilidad ocu- fuera desde entonces el Instituto Cubano de Oftalmolo-
lar, junto a los estrabismos paralíticos, así como el es- gía o cuánto necesitaban también de esa obra los nume-
tudio de los defectos visuales inexplicables y el nistagmo, rosos residentes y diplomantes nunca vistos en tal mag-
me mantuvieron dentro de la atención a los niños que nitud en formación a la vez, los que no disponían de
bibliografía actualizada en libros editados en Cuba!
por esas causas allí acudían remitidos por oftalmólogos
Fue entonces que solicité a los doctores Jara y de la
y neurólogos.
Torre que me permitieran revisar y actualizar esa obra
Allí la neurofisiología y otras ciencias básicas se con-
con los expertos en cada una de sus ramas o
virtieron en el apoyo que en muchas ocasiones ayuda-
subespecialidades, constituidas en capítulos del libro y el
ba a aclarar los diagnósticos, junto con los conocimien-
tiempo de unos pocos meses me fue concedido. Pedí la
tos acerca de la psicofísica y el electrorretinograma ayuda para llevar a cabo la revisión y actualización de los
(ERG) que en ese centro adquirí gracias a la asesora temas tratados a mis compañeros de trabajo en el Institu-
soviética Angélika Shamshinova†, especialista en to de Neurología y Neurocirugía, que se encontraban apo-
electrofisiología. La experiencia transmitida por yando el recién inaugurado Servicio de Neurooftalmología
Shamshinova y el trabajo entre neurólogos me capaci- de lo que se convirtió en el Instituto Cubano de Oftalmo-
taron para años más tarde describir los cambios del logía “Ramón Pando Ferrer”, donde me encontraba tra-
ERG en la enfermedad de Duchenne, nunca antes men- bajando como colaboradora. La dirección de ese centro
cionados. y su personal médico especializado de inmediato me
Por toda esta historia personal no podía dejar de apoyaron en la revisión de la mayoría de los capítulos,
ser para mí muy agradable la propuesta de los docto- muchos de los cuales pudimos ampliar. Esos especialis-
res Jara y de la Torre, de incorporarme a escribir ese tas engrosaron los nombres de los colaboradores del li-
libro, pues me era muy familiar el contenido. bro con sus revisiones, ampliaciones o añadiendo imáge-
Tres oftalmólogos escribimos durante meses de nes de los casos por ellos diagnosticados.
forma independiente: Eugenio Jara y su esposa la pro- Terminado el libro, aún en su formato digital, fue
fesora Gladys Colom, ya retirada y yo en mis ratos conocido su contenido y demandado por los residentes
libres en casa, que no eran muchos. Para entonces de la Facultad Cubana de Oftalmología (FACO), quie-
decidimos internarnos para recibir tratamiento de nes se formaban masivamente y precisamente en ese
fisioterapia en el Sanatorio de Topes de Collantes, don- tiempo debían recibir las clases de Oftalmología
de trabajamos no menos de 8 h al día durante casi un Pediátrica, así como por los diplomantes y residentes
mes revisando lo que habíamos escrito y completan- de otras facultades y los de Latinoamérica que trabaja-
do lo que faltaba por decirles a los pediatras. De ahí ban en el Plan Milagro. Hasta ese momento se dispo-
salió nuestro producto, supuestamente final, que en- nía, como libro de texto cubano actualizado solo del
tregamos a la editorial Ciencias Médicas pero por libro de pregrado de Alemañy-Villar y colaboradores.
Dada la necesidad se nos permitió comenzar a dis- ra de conocimientos cuya cima deben alcanzar nuestros
tribuirlo en formato electrónico antes de ser publicada educandos con textos más específicos de consulta.
la obra de Pediatría y eso fue lo único que alcanzó a Esta vez se incluyeron en la obra los antecedentes
ver el doctor Jara, quien murió una semana después de históricos destacando el aporte de los que nos prece-
entregado el libro a la FACO en versión digital. dieron en el tema, aunque no se pudo mencionar a to-
La acogida del material por los oftalmólogos con dos. Decidí ampliar la parte de ciencias básicas,
psicofísica, exámenes físicos y complementarios; añadir
esa versión para pediatras nos dejó sorprendidos y co-
algunos nuevos capítulos necesarios para las rotaciones
menzamos a soñar con algún día ampliarla. Del tomo
de la residencia y las tareas internacionalistas, como el
III de Pediatría llamó mucho la atención la calidad de de baja visión, enfermedades exóticas y el de ambliopía.
las imágenes, sobre todo las del fondo de ojo de nustros Fue de inestimable valor la colaboración de la doctora
propios pacientes. Teresita de Jesús Méndez Sánchez y los colegas del ser-
Esa acogida que tuvo la versión digital entre los re- vicio que dirige, del doctor Santiago Luis González y la
sidentes fue el mayor acicate para mejorarla y en esto de otros muchos compañeros de las instituciones impli-
seguí trabajando. cadas en este trabajo que se nos sumaron, para llegar al
La solicitud de ampliar la obra fue escuchada y res- producto editorial que hoy les presentamos.
pondida positivamente y de nuevo me sumergí en el Se amplió también la bibliografía, tomando la de au-
trabajo de un libro de mayor complejidad, aunque solo tores cubanos en correspondencia con cada tema tra-
representara los primeros escalones de la gran escale- tado; en fin se hizo este libro con un poco de todos.

Dra. CM. Rosaralis Santiesteban Freixas


INTRODUCCIÓN
La visión es el principal de los sentidos, por lo que debe ser objetivo primordial
de los diferentes sistemas de salud del mundo desarrollar acciones para su pre-
servación funcional desde edades tempranas. Esto hace obligatorio, sobre todo
a pediatras, optometristas y oftalmólogos, el conocimiento detallado del órgano
visual del niño, su desarrollo, estado de salud, las enfermedades que lo afectan
y su modo de transmisión, incluyendo la genética y la correcta actuación que se
debe seguir para la conservación de un sentido tan importante.

En la atención oftalmológica del niño no valen tan solo los conocimientos sobre
esa especialidad, sino también de las particularidades que tiene su práctica,
pues sus ojos no son únicamente más pequeños que los del adulto; el globo
ocular del niño está en constante crecimiento y modificando la relación de ta-
maño que existe entre sus diferentes estructuras; su función sigue en desarrollo
tiempo después del nacimiento, al igual que el sistema nervioso central, del que
el aparato visual forma parte. Tampoco el sistema autoinmune ha completado
su desarrollo, lo que predispone a reacciones diferentes a las del adulto frente a
determinadas noxas.

El ser humano es un todo derivado de las 3 capas embrionarias que lo forman, 2


de las cuales toman parte en la constitución de las diferentes estructuras del
órgano visual. Por tanto, sobre el globo ocular repercuten con frecuencia enfer-
medades generales que afectan otros aparatos y sistemas de orígenes
embriológicos comunes, cuyo reconocimiento ayuda en el diagnóstico de esas
enfermedades y hasta en la prevención de daños mayores.

En el ojo, la detección de disfunciones y lesiones se hace muy ostensible al


contar con un arsenal de pruebas subjetivas de diagnóstico y tener fácil acceso
a este órgano mediante la observación directa y magnificada de las estructuras
que lo forman; poder visualizar en vivo a la retina y al nervio óptico con el
examen de fondo de ojo y hoy en día, con exámenes microscópicos en vivo,
mediante tomografías de sus diferentes tejidos y microestructuras.
El optómetra o el oftalmólogo que se enfrentan a un niño con una sospecha de
enfermedad ocular, deben tener además conocimientos de psicología y aplicarla
correctamente, pues así se logra realizar un mejor examen y llegar con mayor
facilidad a un correcto diagnóstico.

A los atribulados padres, quienes se vuelven también nuestros pacientes, en la


esfera psicológica, es preciso brindarles atención especial y apoyarlos, expli-
cándoles lo necesario sobre la afección que padece su hijo, el pronóstico y
posibilitar que conozcan cómo ellos pueden ayudarlo a desarrollar al máximo las
capacidades visuales residuales o no visuales, teniendo en cuenta las limitacio-
nes que la enfermedad impone.

Por todo esto estudie estas páginas con detenimiento y recuerde siempre que a
un niño en la Cuba actual le queda un promedio de casi 80 años de vida por
delante. Cuidemos desde un inicio su visión.
CONTENIDO

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Capítulo 1. Apuntes históricos para Continente o capas del globo ocular/ 42


la pediatría y la oftalmología cubana/ 1 Contenido del globo ocular/ 51
Vías ópticas/ 52
Sobre la pediatría y la oftalmología antes del siglo XX/ 1
Bibliografía/ 58
La oftalmología pediátrica en Cuba durante el siglo XX
y hasta la actualidad/ 8
Bibliografía/ 13 Capítulo 5. Examen oftalmológico/ 59
Examen de los anexos oculares/ 60
Conjuntiva/ 60
Capítulo 2. Filogenia del órgano
Párpados/ 61
de la visión/ 15 Órbitas/ 63
Bibliografía/ 20 Vías lagrimales/ 63
Examen de las pupilas/ 64
Capítulo 3. Ontogenia del órgano Examen de los movimientos de los ojos y la acción
de sus músculos extrínsecos/ 65
de la visión/ 21
Leyes de inervación/ 66
Bibliografía/ 27 Tipos de movimientos/ 66
Diplopía/ 75
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano Examen del segmento anterior/ 78
visual/ 29 Examen de los medios refringentes/ 79
Examen de fondo de ojo/ 80
Las órbitas/ 29 Métodos de examen de fondo de ojo
Los huesos de la órbita/ 29
y sus características/ 81
Los agujeros de la órbita/ 31
La papila/ 83
Los vasos sanguíneos de la órbita y el globo ocular
y su inervación/ 31 La mácula/ 87
Músculos del globo ocular y movimiento que Los vasos/ 88
realizan/ 36 Retina/ 89
Órganos oculares accesorios/ 39 Examen de capas de fibras con luz aneritra/ 91
Órganos protectores/ 39 Diferencia clínica y oftalmoscópica entre una
Aparato lagrimal/ 40 maculopatía y una neuropatía/ 92
Globos oculares/ 41 Bibliografía/ 93
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos Capítulo 9. Pruebas electrofisiológicas
o subjetivos/ 95 en el estudio de la retina y vía visual/ 167
Agudeza visual/ 95 Electrorretinograma con luz difusa/ 167
Adaptometría/ 101 Electrorretinograma multifocal/ 171
Prueba de fotoestrés/ 102 Electrorretinograma con patrón/ 172
Visión de colores/ 102 Potenciales evocados visuales corticales/ 172
Sensibilidad al contraste/ 110 Bibliografía/ 175
Bibliografía/ 115
Capítulo 10. Imágenes en oftalmología/ 177
Capítulo 7. Estudio del campo visual/ 117 Imágenes de fondo de ojo/ 177
Registro del campo visual/ 119 Imágenes de fondo de ojo obtenidas mediante la
Campo visual cinético o dinámico/ 122 utilización de filtros de luz con la lámpara FF 450/ 177
Pantalla de Bjerrum/ 122 Imágenes contrastadas de los vasos de retina y
Auto-plot/ 124 coroides/ 180
Perímetros de cúpula tipo Goldmann/ 125 Tomografía computarizada de retina y nervio óptico/ 181
Cartilla de Amsler/ 129 Tomografía confocal retinal (HRT II)/ 181
Tomografía por polarimetría (GDx)/ 183
Campo visual estático/ 129
Tomografía óptica coherente (OCT)/ 183
Métodos supraumbrales/ 131
Ultrasonido/ 186
Métodos umbrales/ 133
Neuroimaginología/ 189
Perimetría automatizada con HFA serie 700/ 134 Radiología simple de cráneo/ 192
Control de la fijación y posición/ 135 Tomografía computarizada de órbita/ 192
Otras pruebas especiales/ 138 Imagen por resonancia magnética/ 193
Prueba de hemicampo para el glaucoma (PHG)/ 138 Flebografía orbitaria/ 196
Octopus/ 139 Bibliografía/ 197
El microperímetro MP1/ 147
Perimetría de doble frecuencia (FDT)/ 147
Capítulo 11. Párpados/ 199
Defectos del campo visual y su valor localizador en la
retina y vía visual/ 147 Enfermedades de los párpados/ 199
Bibliografía/ 154 Anomalías congénitas/ 199
Anomalías de posición y motilidad/ 201
Afecciones inflamatorias/ 203
Capítulo 8. Refracción/ 155 Tumores palpebrales/ 204
Estudio de la refracción en el niño/ 155 Edema de los párpados/ 205
Defectos refractivos y lentes compensadoras del Bibliografía/ 206
defecto/ 157
Hipermetropía/ 157 Capítulo 12. Aparato lagrimal/ 207
Miopía/ 158 Enfermedades de la glándula lagrimal/ 208
Astigmatismo/ 160 Alacrimia e hiposecreción/ 208
Métodos de examen más usados para determinar el Hipersecreción/ 208
estado refractivo del niño/ 161 Enfermedades de las vías lagrimales/ 208
Refracción en condiciones especiales. Niños diabéti- Obstrucción del conducto lacrimonasal/ 208
cos y glaucomatosos/ 163 Bibliografía/ 210
Fórmulas refractivas/ 164
Transposiciones/ 164
Capítulo 13. Conjuntiva/ 211
Importancia de la distancia interpupilar, el centrado
Anomalías congénitas/ 212
y la distancia de vértice/ 165
Conjuntivitis/ 212
Descentrado de lentes/ 166
Conjuntivitis bacterianas/ 212
Bibliografía/ 166
Conjuntivitis virales/ 214 Capítulo 18. Enfermedades del vítreo/ 259
Conjuntivitis fúngicas/ 214
Conjuntivitis parasitarias/ 214 Anomalías congénitas/ 260
Conjuntivitis alérgicas/ 214 Enfermedades adquiridas/ 261
Conjuntivitis traumática/ 215 Enfermedades del vítreo asociadas a síndromes/ 263
Tracoma/ 215 Bibliografía/ 264
Conjuntivitis en el curso de enfermedades
sistémicas/ 215
Tumoraciones de la conjuntiva/ 215 Capítulo 19. Afecciones de la retina/ 265
Avitaminosis A/ 216 Anomalías congénitas/ 265
Otras manifestaciones conjuntivales/ 216
Inflamaciones coriorretineanas/ 267
Bibliografía / 216
Distrofias retinianas y coroideas/ 269
Enfermedades de los fotorreceptores/ 270
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera Afecciones vasculares de la retina/ 273
y córnea/ 217 Tumores de retina/ 276
Esclerótica/ 217 Facomatosis/ 277
Anomalías congénitas de la esclera/ 217 Desprendimiento de la retina/ 278
Inflamaciones de la esclera/ 218
Bibliografía/ 279
Córnea/ 219
Anomalías congénitas de la córnea/ 219
Enfermedades de la córnea/ 220 Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico
Degeneraciones y distrofias de la córnea/ 226 y vía visual/ 281
Traumatismos/ 226
Tumores/ 226 Anomalías congénitas de la papila/ 282
Bibliografía/ 227 Defectos adquiridos/ 286
Papiledema/ 286
Atrofia óptica o papilar/ 288
Capítulo 15. Enfermedades de la úvea/ 229 Procesos inflamatorios/ 289
Estudio de la pupila/ 229 Neuropatías ópticas hereditarias/ 290
Respuestas pupilares/ 230 Neuropatías toxiconutricionales/ 292
Anomalías congénitas en la pupila/ 231 Tumores y neuropatías compresivas del nervio óptico o
Síndromes neurológicos que se acompañan de anoma- la vía visual/ 293
lías del iris y reacción de la pupila/ 233 Otras atrofias ópticas/ 294
Enfermedades de la úvea/ 234 Neuropatías isquémicas/ 296
Uveítis anterior o iridociclitis/ 235 Traumatismos/ 296
Uveítis intermedia/ 235 Bibliografía/ 296
Uveítis posterior/ 236
Síndromes y complicaciones que se relacionan con la
uveítis/ 236
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas
Tumores de la úvea/ 238 y su contenido/ 299
Bibliografía/ 239 Anomalías y enfermedades/ 301
Lesiones inflamatorias de la órbita/ 302
Capítulo 16. Cristalino/ 241 Lesiones vasculares de la órbita/ 304
Anomalías congénitas/ 241 Lesiones quísticas/ 305
Cataratas/ 242 Lesiones tumorales de la órbita/ 306
Bibliografía/ 246
Bibliografía/ 311

Capítulo 17. Glaucoma/ 247


Capítulo 22. Ambliopía / 313
Glaucoma juvenil/ 251
Bibliografía/ 258 Bibliografía/ 317
Capítulo 23. Estrabismo/ 319 Capítulo 26. Problemas orgánicos
Métodos de examen y diagnóstico del estrabismo/ 319 y funcionales que provocan trastornos
Alteraciones sensoriales en el estrabismo/ 320 de la esfera visual/ 355
Esotropía/ 323 Desórdenes de la función visual cortical superior/ 358
Exotropía/ 324
Problemas funcionales o psíquicos/ 359
Bibliografía/ 325
Bibliografía/ 361

Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos


de la motilidad ocular/ 327 Capítulo 27. Enfermedades epidémicas
y exóticas que afectan la función visual/ 363
Parálisis y paresias musculares/ 327
Lesiones supranucleares/ 328 Neuropatía óptica epidémica/ 364
Parálisis nuclear/ 329 Hipovitaminosis A/ 367
Parálisis internucleares/ 329 Conjuntivitis hemorrágica/ 368
Lesiones en el tallo cerebral y sus troncos nerviosos SIDA/ 369
emergentes/ 329 Agentes infecciosos asociados con enfermedad
Otras anormalidades en la función de los músculos oftalmológica en pacientes con VIH/ 370
inervados por el III, IV y VI nervios craneales/ 334 Enfermedades exóticas/ 371
Unión neuromuscular/ 335 Enfermedad de Chagas/ 371
Trastornos del propio músculo/ 335 Oncocercosis (ceguera de los ríos o enfermedad de
Nistagmo/ 335 Robles)/ 374
Otros tipos de movimientos oculares anormales/ 341 Tracoma/ 376
Bibliografía/ 342 Bibliografía/ 377

Capítulo 25. Traumatismos oculares/ 343 Capítulo 28. Generalidades de ceguera


Quemaduras de los párpados, conjuntiva y y baja visión/ 379
corneoesclerales/ 345 Conceptos/ 379
Lesiones oculares traumáticas según área del daño/ 346 Clasificación funcional de las deficiencias visuales/ 381
Párpados y vías lagrimales/ 346
Bibliografía/ 385
Conjuntiva/ 347
Esclera/ 347
Córnea/ 347 Capítulo 29. Prevención en oftalmología
Iris y cuerpo ciliar/ 349 pediátrica en Cuba/ 387
Cristalino/ 350 Estudio investigativo/ 387
Cuerpo vítreo/ 350 Programa Nacional de Prevención de Enfermedades
Retina y coroides/ 351
Oculares en el Niño/ 388
Nervio óptico/ 351
Edades en las que se recomienda realizar el exa-
Órbita/ 352
Lesiones oculares por traumatismos a distancia/ 352 men oftalmológico/ 390
Signos oculares del maltrato infantil/ 353 Prevención del trauma ocular/ 391
Bibliografía/ 353 Bibliografía/ 392
Capítulo 1

Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

Sobre la pediatría y la oftalmología 1728 por la Orden de Predicadores o Dominicos y se


le llamó Real y Pontificia Universidad del Máximo
antes del siglo XX Doctor San Gerónimo de La Habana. Esa universi-
Cuenta el historiador de la Salud Pública, Gregorio dad fue incorporando nuevas asignaturas pero perma-
Delgado García, en el cuaderno número 66 de Histo- neció todo ese siglo con un tipo de enseñanza teórica
ria de la Salud Pública en Cuba, que la pediatría en y escolástica.
este país apenas existió antes de la etapa de la Repú- Cuando se muda la Casa Cuna para la calle Reina
blica Liberal Burguesa, pues no hubo camas en los seguían sin incluirse las enfermedades de los niños en
hospitales para ingresar a los niños y estudiar sus en- la enseñanza médica universitaria, hasta 1842, al re-
fermedades propias en los 400 años de dominación
formarse la universidad y pasar a manos del gobierno.
española en esta Isla.
Es para esa época cuando se crea la nueva cátedra
Los rudimentos de la pediatría en Cuba se remon-
de Obstetricia, enfermedades infantiles, del sexo y
tan a finales del siglo XVII, cuando el Obispo
sifilíticas. Comenzaron entonces a darse unas pocas y
Compostela mandó a construir un hogar para niños
rudimentarias clases teóricas de enfermedades de los
desamparados que mantuvo de su peculio, en las ca-
lles de Compostela y Teniente Rey. Luego se traspasó niños, a cargo del doctor Joaquín Guarro y Serra, de
el edificio a La Orden Religiosa del Carmen y dio ini- la Real Casa de Maternidad, de donde era médico.
cio a la construcción de un asilo capaz de albergar a Allí llevaba a sus alumnos a practicar, lo cual era total-
más niños, acción que tuvo que ser relegada por su mente insuficiente para el aprendizaje de la pediatría,
muerte en 1704. Su sucesor, el Obispo Gerónimo pues se trataba de pocos niños y por lo regular sanos,
Valdés, dio continuidad a esa obra, también con su pero esa fue la única escuela práctica hasta finales
peculio. Esa institución se llamó Casa de Niños Expó- del siglo XIX. Múltiples profesores, no de niños sino
sitos o Casa Cuna de la Habana y radicó en la calle de obstetricia, ocuparon sucesivamente esa plaza en
Oficios y Muralla, desde su inauguración en 1711, hasta la que dedicaron muy poco tiempo a las clases de
1823, cuando se mudaron a un local con mejores con- enfermedades infantiles, durante lo que quedaba de
diciones en las calles Reina y Campanario. siglo y con el inconveniente de no tener, como el doc-
El desarrollo científico empieza en Cuba con la tor Guarro, el respaldo que le daba ser médico de la
creación de la Universidad de La Habana, fundada en Casa Cuna.
2 Oftalmología pediátrica

La oftalmología sin embargo existía en Cuba como


especialidad y con una sala dedicada a enfermedades
de los ojos desde 1839. Fue esa la primera especialidad
que se separó de la medicina y la cirugía, para consti-
tuirse en una verdadera especialidad que se enseñaba
como tal en varias universidades del mundo, lo que
comenzó en Viena, en 1818, por el profesor Joseph
Beer (Fig. 1.1).

Fig. 1.2. Hermann von Helmholtz.

Carron de Villards, nacido en Savoy, fue un entu-


siasta de estas cirugías, que practicó por gran parte
del mundo y a las que aplicaba variantes propias se-
gún el caso. En esos años del siglo XIX la falta de
anestesia, buen instrumental y separadores hacía más
difícil la cirugía del estrabismo, que no tuvo gran desa-
rrollo, sobre todo en niños, hasta que esas dificultades
se vencieron.
Fig. 1.1. Joseph Beer. James Wardrop, 1782-1869, fue un escocés que
se dedicó a la anatomía, a la histología del ojo y al
Desde la antigüedad se conocía de las enferme- estudio del retinoblastoma, en lo que puede conside-
dades oculares que afectaban a los niños. El papiro de rarse uno de los iniciadores en ese país y en el mundo.
Ebers, 1500 años a.C. menciona un disbalance motor Desde la Antigüedad la oftalmología había sido
de los ojos. Hipócrates, 400 años a.C., lo refiere entre practicada por médicos especializados; las culturas
las 20 enfermedades oculares que describe en su co- griegas y romanas asimilaron estos conocimientos y
lección de 58 libros. los desarrollaron. Siglos más tarde, antes del renacer
La práctica de la cirugía de la catarata a cielo abier- de Europa, el famoso oftalmólogo persa Al Yamani,
to por Jacques Daviel, en Francia 1751 y la introduc- conocido como “manos de oro”, escribió un libro lla-
ción del oftalmoscopio, en 1861 por Hermann von mado La Luz de los Ojos, 1088 d.C., en el que resu-
Helmholtz en Alemania, un siglo después, propiciaron me las operaciones de catarata hasta ese momento
el desarrollo de la oftalmología (Fig. 1.2). conocidas, y en el tercer lugar describe la técnica que
Johann Friedrich Dieffenbach fue el real funda- se usaba en niños. La primera con un pequeño cuchillete
dor en Europa, en 1834, de la cirugía plástica, sobre para abrir el ojo y pasar la aguja de catarata. Un se-
todo de los anexos oculares y del estrabismo. En el gundo método solo con la aguja y un tercero con una
año 1839 publicó la primera miotomía en la esotropia, aguja, hueca por dentro, para poder aspirar. La terce-
técnica que fue practicada en cadáveres y sugerida ra operación fue solamente descrita en Iraq por Ammar
por Louis Stromeyer de Viena. La primera cirugía pura Thobiet Ibn Qurrah. Esta técnica se podía hacer tam-
de avanzamiento muscular fue practicada por Jules bién con un tubito de vidrio para aspirar masas del
Guérin. A Ammedie Bonnet, de Lyon y J. M. Ferral, cristalino y se recomendaba en las cataratas blandas,
de Dublín, se les reconoce el desarrollo de las técni- superaba las técnicas conocidas en esa época y fue
cas de enucleación, en 1841. reintroducida en el siglo XIX en Europa, durante la
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 3

llamada “Época de la Reforma de la Oftalmología”,


siglos XVIII y XIX. La técnica de aspiración en niños
se llamó entonces “técnica inglesa”, es decir, se des-
conocía el trabajo previo de los árabes.
En Cuba se comenzó a practicar la oftalmología, de
forma regular, en la década de los años 1830. El primer
pabellón para atender las enfermedades de los ojos fue
fundado por el Conde de Villanueva, en el Hospital “San
Ambrosio”, y se llamó “Sala Santa Lucía”, en la cual se
atendían hasta 100 casos al día. La dirigió el militar es-
pañol doctor José María González Morilla (Fig. 1.3),
quien en 1841 realiza la primera operación de estrabismo.
Además escribió una monografía en español sobre
Oftalmología, de 240 páginas en 2 volúmenes, titulada
Monografía oftalmológica o descripción de todas
las enfermedades que pueden padecer los órganos
de la visión y partes anexas. Este fue el primer libro
de oftalmología escrito en idioma español en América,
preparado en 2 tomos de 232 y 254 páginas y publica- A
dos, respectivamente, en 1848 y 1850.
En esa misma época, 1831, llegó a Cuba como
oficial de sanidad Eduardo Finlay Wilson, escocés que
luego venció los exámenes de médico cirujano y se
quedó para siempre en el país (Fig. 1.4). Perfeccionó
la especialidad cuando viajó a Alemania para practi-
car con el profesor Jungken. En 1850, se asocia a
Carlos Carron du Villards, famoso oftalmólogo euro-
peo, quien trabajó cerca de 3 años en Cuba y relacio-
nó en un libro y un folleto traducido al español, toda su
experiencia adquirida en la cirugía del estrabismo y su
corrección, tras 700 operaciones; además redactó un
artículo sobre animales que atacan los ojos (Fig. 1.5).
Con Carron du Villards, Eduardo Finlay Wilson daba
consultas gratuitas en la biblioteca de la Sociedad Econó-
mica de Amigos del país, 3 veces por semana, servicio
que continuó brindando a su partida, así como la aten-
ción a la Sala de Oftalmología que este abrió en el Hospi-
tal “San Felipe y Santiago”, tarea que su hijo Carlos Juan
Finlay Barrés continuó más tarde (Fig. 1.6).
Un nuevo período para las ciencias se abre en Cuba
cuando en 1842 la universidad dejó de ser una institución
dirigida por la Iglesia y pasa a manos del Gobierno. Para
esa fecha la Isla tenía cerca de un millón de habitantes.
Poco después, la práctica de la cirugía y otras especiali-
dades se incrementó y la oftalmología se desarrolla más.
A ello contribuyó la introducción de la hemostasia en ci-
rugía y de la anestesia con éter, por Vicente Antonio Cas-
tro, en 1846. La anestesia con cloroformo se introdujo 2 B
años después, por Nicolás J. Gutiérrez y más tarde, la Fig. 1.3. A. José María González Morilla. B. Carátula de su libro.
anestesia local en oftalmología.
4 Oftalmología pediátrica

En esa época, y a partir de entonces hasta finales


de siglo, los jóvenes cubanos que decidían estudiar
medicina en su patria, si sus posibilidades se lo permi-
tían, acudían a Europa para perfeccionarse, o los que
tenían más medios económicos partían a estudiar par-
te o toda la carrera. El lugar de preferencia para ello
era París, centro de las ciencias médicas del mundo
en ese momento. Allí, junto con los conocimientos ge-
nerales más actualizados de la medicina francesa, co-
nocían los progresos de la oftalmología, de la cirugía y
de la clínica, aunque la mayoría de esos médicos a su
regreso practicaban la medicina general como base.
No obstante la formación de más médicos en la
nueva Universidad de La Habana y los que regresa-
ban de Europa ya graduados, eran pocos los galenos
cubanos de los que por aquel entonces disponía el país;
falta que se hacía más evidente por el acelerado cre-
Fig. 1.4. Eduardo Finlay Wilson.
cimiento demográfico de la población.
Sin duda, el aporte más importante de un cubano a
la literatura de la oftalmología de esos tiempos fue el
del oculista Luis Antonio de la Calle Serrano, nacido
en Güines, en 1828. De la Calle confeccionó una mo-
nografía, en 1856, para su tesis de doctorado, publica-
da en París antes de regresar a Cuba, con el título El
oftalmoscopio, la cual fue muy apreciada en el mun-
do de las ciencias médicas de entonces. En un libro de
115 páginas y 5 capítulos, enseña el uso y los princi-
pios del oftalmoscopio y cómo se ven las diversas en-
fermedades oculares retrocristalinianas y especialmen-
te, las enfermedades oculares y sistémicas en el fon-
do de ojo. Más tarde introdujo esa práctica en Cuba y
fue él quien trajo a esta isla el primer oftalmoscopio,
en la etapa que se conoció en el mundo como la de
“La Reforma de la Oftalmología”.
Fig. 1.5. Carlos Carron du Villards. Luis de la Calle tuvo que abandonar el país 12
años después de su regreso por la persecución política
que se le hizo debido a sus ideas de libertad para la
patria. Dejó un artículo sobre cataratas congénitas que
presentó a sus colegas y la promoción de la cirugía de
catarata por extracción. Murió en 1909, alejado de
Cuba y de la oftalmología.
Un personaje cubano importante en la oftalmolo-
gía universal de esa época fue Francisco Argilagos
Ginferrer, nacido en Puerto Príncipe en 1838 (Fig. 1.7).
En 1857 se celebró el primer congreso mundial de
Oftalmología y en 1861 se creó la Sociedad Universal
de Oftalmología, cuyo primer secretario fue Argilagos
Ginferrer, quien había terminado sus estudios de me-
dicina y oftalmología en París y se encontraba al fren-
Fig. 1.6. Carlos J. Finlay. te de importantes clínicas de ojos en Francia. Fue un
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 5

gran publicista médico y la primera persona en pro- José Rafael Montalvo Covarrubia fue otro cuba-
poner el uso de la luz aneritra en el examen de fondo no que se dedicó a adquirir conocimientos sobre
de ojo, en 1861. Atendía a niños y adultos; operaba oculística en Francia y luego en pediatría. Trabajó en
cataratas congénitas y traumáticas en niños, como Cuba como médico general desde su regreso de Pa-
su colega el doctor de la Calle, quien lo precedió en rís, en la década de los años1860, en lo que incluía la
los estudios de oftalmología en Francia con el profe- atención a niños y enfermedades de los ojos.
sor Desmarres. Argilagos coincidió también en París La vida de Montalvo transcurrió en La Habana
con Carlos Juan Finlay Barrés, quien como él trata- como oftalmólogo y pediatra, lo que demuestran sus
ba en esa misma época de actualizarse en oftalmolo- múltiples publicaciones al respecto y sus debates en la
gía con ese afamado profesor. Más tarde, Argilagos Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Natu-
desecharía los logros y posición que ostentaba en rales de La Habana sobre temas de oftalmología con
Europa para regresar a su país a preparar la lucha Carlos J. Finlay Barrés, y más tarde, con Juan Santos
por la independencia en el año 1868, en Camaguey, Fernández y Hernández.
donde se alzó en armas junto a Ignacio Agramonte y Durante su práctica oftalmológica Montalvo no
otros patriotas, por lo que pasó a la historia como el pudo apartarse de los fenómenos medicosociales que
primer oftalmólogo de la Guerra de Independencia. ocurrían a su alrededor. Es así como alerta sobre el
Luego trabajó como médico oftalmólogo, periodista aumento de la incidencia de casos con beriberi, déficit
y con múltiples facetas laborales en América. Fundó visual y el cuadro clínico de la ambliopía alcohólico
el Partido Revolucionario Cubano en Barranquilla, tabáquica, durante los años de la primera guerra de
para apoyar la guerra de 1895, y se convirtió en uno independencia, con lo que concuerda Santos Fernández
de los más acérrimos luchadores contra el imperia- al regresar a Cuba en 1875, después de terminados
lismo de Estados Unidos, en la época de la República sus estudios en Francia y España.
Liberal Burguesa, al robarle a Cuba, ese país, el triun- Montalvo, 40 años después, terminó su vida sien-
fo independentista sobre la metrópoli española. do el primer jefe de la vicecátedra de Pediatría en la
Argilagos siguió practicando la oftalmología a pesar República de Cuba, al triunfo de la guerra de indepen-
de las vicisitudes de su vida. dencia. Murió en 1901 dedicado de lleno a la docencia
de la pediatría.
Santos Fernández ha sido reconocido como padre
de la oftalmología cubana, ya que fue su principal
publicista en la América de ese tiempo (Fig. 1.8). Re-
gresó de Europa 15 años más tarde que Montalvo y
Finlay, quienes fueron los primeros oftalmólogos en la
Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales
de La Habana, después de Luis de la Calle. Presidió
la Academia durante más de 20 años; se dedicó casi
exclusivamente a la oftalmología, incluyendo la oftal-
mología pediátrica, aunque sin dejar de motivarle la
medicina en general, como lo demuestra su labor y su
extensa bibliografía de más de 1000 publicaciones so-
bre diversos temas. Una parte fue dedicada a enfer-
medades generales en relación con el ojo y a temas
sociales de la niñez y adolescencia. Sus relaciones con
Montalvo se caracterizaron por el debate; realizó va-
rios trabajos en conjunto con él y con Finlay Barrés.
Domingo Laureano Madan Bebeagua, 1856-1898
(Fig. 1.9), fue el otro especialista que como Montalvo,
tuvo dedicación especial a la oftalmología y a la pedia-
tría a la vez; alumno predilecto y amigo entrañable de
Fig. 1.7. Francisco Argilagos Ginferrer. Santos Fernández, quien le brindó sus conocimientos.
6 Oftalmología pediátrica

Madan fue más bien un oftalmólogo clínico y es-


cribió mucho sobre la oftalmología en enfermedades
sistémicas, aspectos históricos de las enfermedades y
sobre la niñez, en especial de las fiebres.
Su obra literaria casi llegó a alcanzar las 100 pu-
blicaciones, a pesar de sus pocos años de vida profe-
sional, casi todas con un sello de originalidad. Trabajó
como alumno de Santos Fernández, poco después de
que este llegó y se estableció en Cuba. Se dice que lo
caracterizó la extrema humildad, sencillez, candor y
una sonrisa de niño que cautivaba.
Ya médico, en 1878 fue a París a profundizar sus
estudios de oftalmología y visitó al profesor Galezowski,
quien escribió el prólogo del libro que Madan editó con
la recopilación de los artículos de Santos Fernández.
Fig. 1.8. Juan Santos Fernández. La primera edición se publicó en París en 1879, obra
que repitió en 1889 con el resto de la literatura de
quien fuera su maestro. En 1879 se instala como mé-
dico en Matanzas, desde donde viajaba a La Habana
constantemente a las actividades científicas. En 1886
vuelve a Francia para estudiar en el terreno el descu-
brimiento de Pasteur. Fundó con Santos Fernández el
primer laboratorio histobacteriológico y de vacunación
antirrábica, al que dedicó grandes esfuerzos como el
de conseguir o donar los animales que escaseaban,
para experimentos, y mantener la cepa de conejos para
traer la vacuna. En Cuba estos animales morían y no
tenían forma de reemplazarlos, por lo que la vacuna
estaba a punto de perderse, por este motivo viajó de
nuevo a París para traer conejos portadores del virus
de la rabia para los trabajos de profilaxis.
Madan trabajó intensamente en las epidemias de
Fig. 1.9. Domingo L. Madan Bebeagua. pintadilla y otras que diezmaban al ganado, así como en
la de paludismo en el ingenio Santa Rita, para estudiar
el germen de la fiebre. Como no apareciera nada en las
A principio de la década de los 1880, ya entrenado, em- muestras tomadas por él, viaja a Francia una vez más y
pieza a practicar la oftalmología en la clínica de enfer- visita a Laveran, quien le proporcionó la técnica que de
medades de los niños en Matanzas. De él se dice que forma sencilla se aplicó desde entonces para descubrir,
fue un excelente y moderno oftalmólogo, pediatra y clí- en la sangre, el agente causal. Escribió sobre las fiebres
nico general, a quien se le tildó de filántropo y santo por en Cuba y demostró que la llamada fiebre de Borras
las buenas acciones que constantemente prodigaba. A era simplemente debida a fiebre amarilla en los habi-
muchos años de su muerte aun se le recordaba, lo que tantes del país. Fue el primero en usar la reacción de
demuestra el hecho de que, en 1926, el pueblo de Ma- Widel para el diagnóstico de la fiebre tifoidea y el suero
tanzas pidió se le erigiera un monumento como bene- Roux en Cuba. La ambliopía tabaco alcohólica fue otro
factor intachable de esa ciudad. Murió a los 42 años de de los temas que trató con frecuencia, coincidiendo con
edad, sumido en las calamidades de la reconcentración Montalvo en su apreciación. La pediatría y la oftalmo-
de Weyler, al no querer abandonar a sus pacientes, quie- logía eran su afición pero la cirugía ocular no fue de su
nes en la provincia de Matanzas morían por miles. En la agrado, no obstante la practicaba cuando debía sustituir
revista Anales de la Academia de Ciencias, con los a Santos Fernández.
números de registro 3177-3182, aparecen 6 de sus tra- Obtuvo premios de la prensa y de la Academia de
bajos presentados en esa institución. Ciencias, en la que entró como socio corresponsal en
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 7

1891. Ocupó la presidencia del liceo de Matanzas y


militó en el Partido Autonomista; en representación de
esa agrupación fue electo Concejal del Ayuntamiento.
Fundó en 1894 la policlínica de niños pobres, primer
centro de atención médica para niños en Cuba, patro-
cinado por el Cuerpo de Bomberos de la ciudad de
Matanzas, dirigida y atendida por él, a la que dedicó su
trabajo durante el resto de la vida. Su ejemplo fue se-
guido por la ciudad de Santa Clara, donde se inició el
segundo centro de atención a los niños, en 1895, por el
aporte de Marta Abreu de Estévez, benefactora de
esa ciudad. Fue en 1896 que La Habana tuvo su pri-
mer dispensario para niños, patrocinado por el obispo
de esa ciudad, centro que presidió el doctor Antonio
de Gordon y dirigió el doctor Manuel Delfín Zamora.
Madan ayudaba con frecuencia a sus pacientes
económicamente, sin ser rico. En los duros años de la
reconcentración de Weyler se dedicó a crear más asi- Fig. 1.10. Enrique López Veitía.
los para niños y ancianos, que pronto se hicieron insu-
ficientes. En esos años envejeció prematuramente y cripción y de la causa de la enfermedad correspondía
sufrió gran depresión moral al verse imposibilitado de a Domingo Madan, quien murió tratando de mitigarla.
socorrer a los que eran perseguidos y exterminados. López Veitía también trataba las enfermedades de
De él dijo el doctor Tomás V. Coronado: “En su co- los ojos en los niños y fue el fundador de los congresos
razón de santo cayeron, lacerándolo, las penas médicos cubanos (Primer Congreso Médico Regional
de sus familiares, amigos, de sus coterráneos, de en Cuba, en 1890).
todo un pueblo que gemía y que él sentía como Las publicaciones de Montalvo, Madan, Santos
suyo”. Fernández y Enrique López, sobre ambliopía tóxico
Su altruismo lo llevó a olvidarse completamente nutricional, y otras del siglo XIX sobre el beriberi seco,
de su persona. Al enfermar, se negó a abandonar a su han servido para dar luz sobre el acontecimiento
pueblo y cuando llegó el momento ineludible de venir a neurooftalmológico más importante en Cuba, en el si-
La Habana a recibir tratamiento, apenas se recuperó glo XX: la epidemia de neuropatía, que afectó a más
un poco, volvió con sus pacientes a Matanzas, donde de 56 000 personas.
recayó. Un nuevo traslado a La Habana no valió de Madan escribió sobre el beriberi en Cuba, epide-
nada. Murió el 24 de julio de 1898; su entierro en mia latente en las clases pobres del país, sobre todo en
Matanzas fue una muestra de duelo impresionante. su forma seca, de causa desconocida en ese tiempo, y
De él dijo Horacio Ferrer en su historia de la Oftal- sobre neuropatías periféricas de oscuro origen, las que
mología cubana: “Cerebro privilegiado, a quien sólo relacionó con las malas condiciones de vida y alimen-
le faltó la oportunidad para estar entre los grandes tación o debidas al alcohol y sus sustancias tóxicas en
maestros”. individuos mal alimentados. Montalvo también le dedi-
Su último artículo fue para describir y llamar la có artículos al beriberi.
atención sobre un tipo de enfermedad muy similar a la La neuropatía óptica que describió Madan, primero
ambliopía tabaco alcohólica en pacientes sin estos há- en 1888 y después en 1898, en la que sugirió como cau-
bitos tóxicos, que Santos Fernández creía debida al sa la toxiconutricional, y las manifestaciones de beriberi
efecto de pequeñas cantidades de alcohol en perso- provocando neuropatías periféricas, evidencia un noto-
nas muy depauperadas o susceptibles. Madan la con- rio parecido con la enfermedad que describió Strachan
sideró debida a déficit nutricional y por intoxicación en 1888 y 1897, en Jamaica, y que la creyó debida al
quizás de origen intestinal. Al respecto escribió Santos paludismo. Miller Fisher reconoció sus secuelas en los
Fernández, reconoció su error y aclaró a Enrique López soldados que habían estado internados en campos de
Veitía (Fig. 1.10), otro de los grandes oculistas de la concentración durante la II Guerra Mundial y al estu-
época que también vio este tipo de paciente y se ocu- diar las descripciones de Henry Strachan, determinó
pó de escribir sobre el tema, que la primicia en la des- nombrar a la enfermedad “Strachan”.
8 Oftalmología pediátrica

El hecho de que Madan la describiera en la misma medades de los niños, que la obtuvo por oposición frente
época que Strachan y acertara con su etiología en 1898, a Joaquín Dueñas Pinto, quien logra que la asignatura
y el morir tratando de mitigarla, es lo que ha motivado pase a sexto año de la carrera y la habilitación de 20
que se reclame hoy que el nombre de Madan aparez- camas más para niños en una enfermería. Escribe un
ca junto al de Strachan y se nombre a la enfermedad breve y concreto libro Lecciones de enfermedades
“Strachan-Madan”. de los niños, en el que no se habla de las enfermeda-
Mientras esto ocurría en Cuba, en el mundo au- des de los ojos. Decepcionado por la falta de atención,
mentaron los estudios sobre la pérdida del paralelismo Jover trata de abandonar la cátedra y no lo logra hasta
de los ejes visuales y evolucionó la cirugía del 1899, cuando cesa la dominación española y es acep-
estrabismo al contar con la anestesia y estudios tada su renuncia.
anatomofisiológicos que permitían comprender la na- A finales del siglo XIX, la pediatría seguía siendo
turaleza del estrabismo y la ambliopía. Julio Hirschberg muy insuficiente en Cuba y la mortalidad infantil al-
fue uno de los hombres que contribuyeron a ello; su canzaba cifras nunca antes vistas. Durante el tiempo
nombre quedó grabado en la semiología oftalmológica de la última guerra de independencia, cuando se dictó
con “la prueba de Hirschberg” para medir la desvia- la criminal política de reconcentración del campesina-
ción o el paralelismo de los ejes visuales. Fue además do en las ciudades por los que ejercían la dominación
un gran historiador de la oftalmología, autor de varios española de la Isla, murieron casi 300 000 personas,
trabajos e introductor de técnicas como la de extrac- muchos de ellos niños.
ción de cuerpos extraños metálicos con un imán de Con la derrota del régimen colonial español se pro-
mano, cirugías para el desprendimiento de retina y tam- ducen algunos cambios: en el nuevo plan universitario
bién de una variante para el oftalmoscopio. En sus “Lanusa”, se mantiene la cátedra de enfermedades
conferencias mencionaba en ocasiones a Cuba y a de los niños, ocupada entonces por el doctor Montalvo,
Santos Fernández, a quien conoció de cerca en su tra- quien acababa de salir de prisión por conspirador a
bajo como oftalmólogo y publicista médico. favor de la libertad de Cuba.
El tratamiento con nitrato de plata para el traco- Con el nuevo plan “Varona” se funde la cátedra de
niños con la cátedra de medicina, compuesta por Clíni-
ma, la gonorrea y el método profiláctico de Credé,
cas Médicas y Patológicas y Clínicas Infantiles, asumi-
aparecido en 1884, habían disminuido el número de
da por el doctor Montalvo, a pesar de que con ello baja-
niños afectados por oftalmías purulentas de una ma-
ba la categoría de Titular a Profesor Auxiliar.
nera evidente. El uso de la atropina y de drogas
pupiloconstrictoras, había favorecido el tratamiento de
varias enfermedades oculares.
La oftalmología pediátrica en Cuba
En Cuba, Madan y Montalvo, magníficos pedia- durante el siglo XX y hasta la actualidad
tras que se dedicaban también a la oftalmología, pu- En 1900 se crea la cátedra del servicio de niños
dieron relacionar algunas enfermedades oculares con en el Hospital Número 1, después Hospital General
afecciones sistémicas de los niños con mayor facili- “Calixto García”, atendida por el doctor Joaquín Due-
dad. Sus trabajos en esa época se destacaron por su ñas Pinto, afamado especialista. Después de la muer-
enfoque clínico; no obstante la doble dedicación de te de Montalvo, en 1901, lo sustituye el doctor Cecilio
Madan y Montalvo, en general no hubo en el mundo Reol Ferrara, quien continúa las labores de su prede-
médicos que ejercieran exclusivamente la oftalmolo- cesor hasta que fallece en 1906 y es sustituido por
gía pediátrica hasta mediados del siglo XX, cuando Ángel Arturo Aballí y Arellano. En 1910, Clemente
esta práctica especializada se difundió. Inclán Costa sustituye a Dueñas. Se dice que sobre el
La atención pediátrica en Cuba mejora algo cuan- trabajo de Aballí e Inclán se asientan los sólidos pila-
do se crea el Hospital “Reina Mercedes” y se obtienen res sobre los que se levantó la escuela cubana de pe-
por fin unas pocas camas para niños, en una sala oficial diatría en la etapa de la República.
para la enseñanza de la facultad; en su programa se En esa etapa se mantendrán los sistemas de salud
incluyeron las enfermedades de los ojos en los niños. privado, mutualista y estatal, este último escaso de
En 1891, el doctor Antonio Jover Puig había al- recursos por la pasada Guerra de Independencia y
canzado la plaza de profesor universitario de enfer- el abandono de la metrópoli. A inicios del siglo se
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 9

abrieron algunos servicios más de oftalmología y de reconocidas, más tarde, en las monografías de Ernest
enfermedades de los niños en grandes centros de ser- Maddox y de Worth.
vicios médicos mutualistas, casi siempre en relación En 1926 se inauguró la primera escuela nacional
con sociedades de origen español. para ciegos, nombrada “Varona Suárez”, la cual en
La Cátedra de Oftalmología fue fundada en 1906, 1959 cambió su nombre por “Abel Santamaría”, már-
en el hospital renombrado entonces “Nuestra Señora tir de la Revolución, a quien torturaron y extrajeron los
de las Mercedes”, asiento de la enseñanza de la medi- ojos. También el Club de los Leones tuvo una escuela
cina de la universidad habanera. Fue su primer pro- para ciegos.
fesor titular el doctor Carlos Eduardo Finlay Shine, Al pasar los años, además de los servicios de oftal-
quien la ganó en ejercicio de oposición contra el doc- mología de los hospitales “Nuestra Señora de las Mer-
tor Jorge Dehogues y la ocupó por más de 30 años cedes” y “General Calixto García”, que atendían niños
(Fig. 1.11). Lo siguió, como profesor de la cátedra, y adultos, se abrió la atención pediátrica de oftalmología
Francisco María Fernández. en el llamado Instituto del Niño y en el Hospital Infantil
Municipal, actual Hospital Infantil “Pedro Borrás”, en
recordación del joven mártir estudiante de medicina, hos-
pital en el que practicaron la especialidad, entre otros,
los doctores Chacón, Vázquez Leyva y Pedro
Hechavarría, así como en centros mutualistas. En la
consulta privada la mayoría de los oftalmólogos aten-
dían lo mismo niños que adultos, como era lo usual en la
época. También en el Hospital “General Calixto García”
hubo camas para atención de oftalmología pediátrica,
que desaparecieron a inicios de la década de los años
1960 para ampliar el salón de operaciones de ese servi-
cio y desde entonces la atención oftalmológica de me-
nores quedó concentrada en centros pediátricos.
En el interior del país, la situación de la atención
oftalmológica pediátrica era mucho más deficiente por
la escasez de oftalmólogos y la falta de dedicación
para atender niños. Quienes podían viajar a La Haba-
na con frecuencia eran los únicos que recibían aten-
ción especializada, por lo que la mayoría de la pobla-
ción de bajos recursos estaba impedida de recibir ese
servicio. Frecuentemente el médico general, sin cono-
cimientos mínimos de oftalmología, aconsejaba que
Fig. 1.11. Carlos Eduardo Finlay Shine.
dejaran para más tarde el tratamiento quirúrgico del
En el campo de la estrabología mundial se destacó estrabismo, hasta que el niño estuviera grande y pu-
Alfred Bielchowski, 1871-1914, quien se convirtió en diera soportar sin grandes riesgos los procederes
un experto en anomalías motoras de los ojos. Sus tra- anestésicos, etapa en la que ya no tenía posibilidades
bajos ayudaron a un mejor entendimiento de la de alcanzar buena visión, menos si no se había hecho
fisiopatología del estrabismo, en la que se dudaba si el tratamiento médico para preservar la función visual.
defecto visual era la causa original o su consecuencia. En la década de los años 1950 se había fundado la
Los trabajos de Setter y Bielchowski en Alemania es- llamada “Liga contra la Ceguera”, institución patronal
tablecieron el concepto acerca de la causa de la sin fines de lucro, donde junto con los adultos se aten-
ambliopía. Bielchowski insistió en la corrección total dían a los niños. Años más tarde, después del triunfo
de la hipermetropía y no dudó en usar la oclusión como de la Revolución y de la intervención de ese centro, se
tratamiento para evitar la ambliopía. Fue, además de creó allí un servicio de oftalmología infantil y
magnifico clínico, un gran cirujano que llevó a cabo estrabismo, dirigido durante años por el inolvidable pro-
nuevas técnicas en el estrabismo. Las forias fueron fesor Rolando Hernández Leal.
10 Oftalmología pediátrica

La oftalmología pediátrica, el estudio y tratamien- ción preferencial a los niños en las escuelas. Se deno-
to del estrabismo y la ambliopía, tomaron su lugar par- minó entonces al año llamado de “La Reforma Agra-
ticular dentro de la oftalmología mundial, como una ria”, también como el año del “Estrabismo Infantil”,
especialidad, a mediados del siglo XX. para los oftalmólogos.
En Cuba, el primero de enero de 1959 comenzó En la misma revista se insistió en el chequeo de la
una época de cambios políticos y sociales a favor de la visión de los niños en la escuela, lo que poco después
población de menos recursos que incluyeron servicios se llevó como requisito de ingreso a los círculos infan-
de salud gratuitos y nuevas proyecciones de salud; la tiles, con su creación en todo el país.
oftalmología pediátrica no estuvo exenta y en los años El 28 de septiembre de 1960, en la reunión ordina-
siguientes se mejoraron los servicios. ria de la Sociedad Cubana de Oftalmología, se realizó
En abril de 1959 visitó a Cuba el doctor Alfonso una sesión conjunta con la Sociedad Cubana de Pe-
Castanera Pueyo, autor de un libro de estrabismo, quien diatría y se llevó como tema central el estrabismo in-
brindó algunas conferencias sobre trastornos de la fantil, además del fondo de ojo normal del niño y algu-
motilidad ocular y en especial sobre las forias, discuti- nas retinopatías. En el VI congreso, en febrero de 1961
das en las reuniones que cada 2 meses celebraba la en Cienfuegos, el tema “Refracción en el niño” fue
Sociedad Cubana de Oftalmología. expuesto por el doctor Orfilio Peláez Molina.
El V Congreso Nacional de Oftalmología, celebra- El éxodo de oftalmólogos en esa época dificultó aco-
do del 15 al 17 de enero de 1960 en La Habana, que meter la tarea de mejorar la atención oftalmológica de
tuvo como tema central “El estrabismo en la infancia”, los niños de inmediato y de manera masiva como lo
abrió con un simposio que presidió el doctor Horacio hubiera deseado el Gobierno Revolucionario que co-
Ferrer. Los temas desarrollados fueron: “Visión menzó a dirigir el país desde el primero de enero de
binocular normal”, por el profesor Vicente Antuña Abio; 1959. La atención médica al campesinado pobre de zo-
“Pruebas para el diagnóstico de estrabismo”, por el doctor nas alejadas se implementó de inicio mediante unas bri-
Alberto Torres Domínguez; “Estrabismo convergente”, gadas móviles en las que estuvo incluido como oftalmó-
por el doctor José Alfonso Zervigón; “Estrabismo di- logo el doctor Arturo Guy Taquechel Maymir. Las ta-
vergente”, por el doctor Teófilo Tomás Abdo; “Corres- reas de atención médica en la base fueron desde enton-
pondencia normal y anómala”, por el doctor David ces instrumentadas mediante la ley del Servicio Médico
Castañeda Angulo; “Ambliopía, diagnóstico y tratamien- Social Rural, para los recién graduados, con duración
to”, por la doctora Olga Ferrer Paisán; “Tratamiento no de 6 meses primero y de 2 años luego. El Servicio Mé-
quirúrgico del estrabismo”, por el doctor Manuel Igle- dico Rural impulsó la atención oftalmológica con el tra-
sias Revuelta; “Principios generales del tratamiento qui- bajo de los médicos que se graduaban con conocimien-
rúrgico”, por el doctor Manuel Antón Pérez; y “Causas tos de oftalmología, adquiridos previamente en los años
de los fracasos en la cirugía del estrabismo”, por Anibal de estudiantes, quienes en su posgraduado brindaban
Duarte Guzmán. Bajo la presidencia de Miguel Ángel servicios de oftalmología en hospitales provinciales donde
Branly se impartieron conferencias magistrales: “Ciru- apenas quedaban oftalmólogos. Pero esta fue una ayu-
gía del estrabismo paralítico”, por el profesor Feliciano da insuficiente en número para las necesidades del país,
Palomino Dena de México; “Cirugía de los oblicuos” y según los nuevos planes de llevar la salud visual a todos
además, “Recientes adquisiciones del tratamiento de la los lugares, cuando quedaban en Cuba muy pocos
ambliopía, según escuelas centroeuropeas”, por el pro- oftalmólogos y mucho menos especializados en niños.
fesor Alfonso Castanera Pueyo de España. Se proyec- Entre esos posgraduados surgirían algunos oftalmólogos
taron las películas: “Cirugía de los Oblicuos”, por pediátricos que ante la necesidad del país dieron el paso
Castanera; y “Estrabismo”, por Palomino. al frente y dedicaron su vida profesional a ese trabajo
La preocupación de la deficiente atención que requería especial dedicación.
oftalmológica hasta esos momentos a los menores sin Un centro importante de la oftalmología pediátrica
recursos, que constituían la mayoría, fue expresada en Cuba fue el “Hospital Infantil Municipal del Veda-
en ese V Congreso y por la Junta de Gobierno de la do”, distinguido en los últimos 45 años por la estabilidad
Sociedad Cubana de Oftalmología, en un editorial de en su jefatura, la formación de nuevos oftalmólogos en
la revista Archivo de Oftalmología, volumen 5, nú- la atención especializada a niños y la integración con los
mero 1 de 1960, que abogaba por un plan para dismi- pediatras en el estudio de las enfermedades oculares y
nuir el número de ambliopes por este mal y dar aten- sistémicas con repercusión ocular. Ese importante
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 11

servicio quedó prácticamente sin oftalmólogos hasta que


fue cubierta la plaza en 1966 por un miembro de la nue-
va generación de oftalmólogos que se formó después
de 1959. Allí destaca y permanece desde los primeros
años de la etapa revolucionaria, al terminar su
posgraduado en el interior del país, la doctora en Cien-
cias Médicas Elena Joa Miró, como muestra de lo que
ha hecho la mujer cubana en este campo de la oftalmo-
logía y la pediatría en el periodo revolucionario.
Entre 1966 y 1967 estuvo en Cuba el oftalmólogo
checo experto en niños, Milos Klima, quien durante
meses impartió cursos teóricos y entrenamientos a un
grupo de oftalmólogos que trabajaron en los principa-
les centros asistenciales de hospitales pediátricos y en
el Hospital “Pando Ferrer”, proporcionando una aten-
ción más calificada a los menores; entre ellos estaban
los doctores Rolando Hernández Leal, graduado en
1953 y residente de oftalmología en 1958 en “La Liga Fig. 1.12. Arturo Guy Taquechel Maymir.

Contra la Ceguera”, donde se encargó de la atención


pediátrica; la doctora Rosa Ester Mayor; la doctora
Elena Joa y Eugenio Jara, médico paraguayo que rea-
lizó la residencia becado por “La Liga Contra la Ce-
guera” y luego se quedó a vivir en Cuba. Estos médi-
cos estuvieron al frente de servicios de oftalmología
pediátrica que se abrieron para esa época y en los que
separaron definitivamente la atención de oftalmología
pediátrica y la de adultos.
Eugenio Jara, junto al doctor Arturo Guy Taquechel,
quien también atendía niños en el Hospital de Neurolo-
gía y Neurocirugía donde se asentó a inicios de 1962, se
habían convertido en los primeros oftalmólogos
internacionalistas cubanos después de la Revolución, ya
que fueron a prestar asistencia a pueblos hermanos
(Argelia, 1963) y a compartir lo poco que se disponía en
el país en ese momento (Figs. 1.12 y 1.13).
A esos jóvenes especialistas que pasaban a prac-
ticar la rama de la oftalmología pediátrica se les fue-
Fig. 1.13. Eugenio Jara Casco.
ron sumando otros que recibieron formación en Bar-
celona en la escuela de Alfonso Castanera Pueyo, En Santiago de Cuba la atención a niños se
especialistas quienes también apoyaron el trabajo que estabilizó con la formación de especialistas propios de
se iniciaba con los niños fuera de la capital; con ellos la provincia. La doctora Irma Fernández Menoyo en
se entrenó personal para todo el país. 1972 comenzó a dirigir el servicio creado en los hos-
Con algunos de ellos trabajaron los optometristas pitales Pediátrico Norte y luego Pediátrico Sur, a quien
especializados en la atención a niños Tulio Pérez y Car- se le sumó la doctora Hilda Delisle, con quien expan-
los Bartolomé, quienes junto a la optometrista Marta dió el conocimiento actualizado en la temática hacia
Menéndez fueron de incalculable ayuda en la asisten- las provincias orientales.
cia y en la docencia de los técnicos y profesionales que Camagüey abrió servicios pediátricos en 1970 con
decidían dedicarse a la oftalmología pediátrica en la la doctora Rosaralis Santiesteban Freixas, hasta 1977.
capital y en el resto de los servicios de provincia que Luego pasó a dirigir el servicio de neurooftalmología
comenzaban a abrir sus servicios. del Instituto de Neurología y Neurocirugía, plaza que
12 Oftalmología pediátrica

había quedado vacía desde 1970 con la muerte de gunos municipios, una pesquisa oftalmológica a los ni-
Taquechel, donde continuó con la atención a niños con ños asistentes a círculos infantiles, entre las edades de
problemas neurooftalmológicos. 2 a 4 años, en busca de alteraciones oculares. En 1972
La doctora Georgina Varela Ramos continuó en se realizó otra pesquisa a más de 35 000 niños matricu-
Camagüey, en la dirección del servicio y la atención lados en círculos infantiles y jardines de la infancia, en
pediátrica por más de 40 años. Villa Clara fue una de las edades comprendidas entre 0 y 6 años. A partir de
las provincias que abrió servicios a niños en esa época entonces, con conocimiento de las principales dificul-
con la doctora Sila Machado al frente y otras tades oculares que presentaban los niños con deficien-
oftalmólogas. Matanzas tuvo como especialista dedica- cia visual en Cuba, el Ministerio de Salud Pública creó
do a oftalmología pediátrica a Antonio Morejón. Pinar centros docentes asistenciales para niños estrábicos y
del Río no demoró muchos años en dedicar oftalmólogos ambliopes en las edades de 4 a 8 años. Un primer
a atender específicamente a los niños. centro en La Habana se inauguró en 1972 y 3 años
Al ocurrir la nueva división politicoadministrativa se después, un segundo centro en la provincia Villa Cla-
cubrieron con oftalmólogos todos los hospitales ra, hasta completar uno por provincia.
pediátricos de las nuevas provincias del país y algunos Se multiplicaron desde entonces las escuelas de
más de Ciudad Habana. En la capital llegaron a ser 8, ciegos y débiles visuales, que paulatinamente cubrie-
entre los que se pueden mencionar el Pediátrico del Cerro ron la atención a los necesitados de todo el país. Poco
con la doctora Elizabeth Chávez, donde trabajó también después algunos especialistas y optometristas cuba-
por unos años el doctor Hernández Leal para después nos recibieron cursos en el extranjero sobre el manejo
regresar al Hospital “Pando Ferrer”; el de San Miguel en el tratamiento rehabilitador de niños ambliopes,
del Padrón, con la doctora Carmen Hernández, quien estrabología y en técnicas de ayudas ópticas para baja
había recibido entrenamiento en España y el doctor Emilio visión.
Carreiro; el Hospital Pediátrico de Centro Habana con La formación de los oftalmólogos pediatras co-
la doctora Marta Martín; el Hospital Marfán, en el mu- menzó a dar sus frutos científicos también. En 1971 la
nicipio Plaza, que estabilizó sus servicios la doctora Bea- doctora Elena Joa presentó su tesis de especialista
triz Álvarez; el Hospital “Juan Manuel Márquez” en sobre “Resultados del tratamiento de oclusión en com-
Marianao, con la doctora Luisa Guerra, antes del Hos- paración con el de pleóptica”, tema muy discutido
pital Pediátrico de Centro Habana; además se mantu- internacionalmente, con criterios muy favorables a fa-
vieron los antiguos servicios de los hospitales pediátricos vor del primero de estos tratamientos, en una época
“William Soler”, con el doctor Eugenio Jara Casco y la en que apenas se comenzaba a usar la oclusión como
doctora Nohemí Chao, más tarde jefa de servicio y el
tratamiento esencial. En 1981 expuso su experiencia
hospital “Ángel Arturo Aballí”, dirigido durante 40 años
en la cirugía precoz del estrabismo que marcó pautas
por la doctora Josefa Vargas.
por lo novedoso. Su experiencia en este procedimien-
Esos centros se enriquecieron con personal de
to fue el tema de su reciente doctorado en Ciencias
segunda y tercera generación, como en el caso de los
Médicas, con una casuística de 1000 pacientes opera-
oftalmólogos que sustituyeron al doctor Hernández
Leal en el Hospital “Pando Ferrer”, donde la doctora dos, precoz y tardíamente, los que comparó.
Teresita de Jesús Méndez Sánchez, jefa de cátedra En 1986 se comenzó a aplicar en Cuba un progra-
nacional de oftalmología pediátrica del actual Instituto ma para establecer las medidas de prevención, con-
Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”, diri- trol, tratamiento y rehabilitación oftalmológica en la
ge actualmente el servicio y la cátedra nacional. población de 0 a 15 años. El programa incluía diagnós-
Destacada labor realizaron los profesores cuba- tico prenatal, estudio del recién nacido en riesgo y
nos que tuvieron a cargo la formación de las nuevas búsqueda de las afecciones oculares más frecuentes
generaciones de oftalmólogos pediatras, aunque aún desde el nacimiento, lo que se realiza de conjunto con
escasa para los planes de salud proyectados. los neonatólogos, desde entonces. Especial interés se
El interés de investigar y conocer sobre las enfer- tomó con los niños prematuros, en busca del daño
medades oftalmológicas en edades pediátricas y tra- vascular retiniano que es frecuente ver aparecer en
zar un plan para su prevención y rehabilitación estuvo estos casos y que se ha convertido en una de las prin-
presente desde el inicio de la etapa revolucionaria que cipales causas de ceguera en el niño de países desa-
comenzó en 1959. En 1963 se había realizado, en al- rrollados.
Capítulo 1. Apuntes históricos para la pediatría y la oftalmología cubana 13

Varias escuelas especiales fueron creadas en todo Bibliografía


el país, durante estos años, para niños ciegos y débiles
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corriger l’influence facheuse que la luminiére exere, sur les Yeuc a
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que López de crear la primera escuela de ciegos en Medicina de París por el profesor Gavarret, de la escuela de Me-
Cuba se hizo realidad al multiplicarse esas y otras es- dicina, Sección Física-Médica, en la sesión del 28 de Mayo, 1861.
cuelas de forma ni siquiera imaginada por él. Argilagos Ginferrer Francisco R (1861): Sur un nuveaw meyen de
corriger l’influence que la luminiére exere, sur les reus soumis a
Actualmente los oftalmólogos de los servicios de léxamen avec l’ophtalmoscope. Gazette des Hospitaux Paris;
oftalmología pediátrica de los diferentes centros tra- XXXIV:557.
tan de crecer en personal y acercar cada día más los Argilagos Ginferrer Francisco R (1861): Sur un nuveaw meyen de
conocimientos a los pediatras y a los especialistas en corriger l’influence que la luminiére exere, sur les reus soumis a
léxamen avec l’ophtalmoscope. Annales d’Oculistique;
Medicina General Integral, quienes junto con el oftal-
XIVI:224.
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14 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 2

Filogenia del órgano de la visión


SANTIAGO LUIS GONZÁLEZ

El órgano de la visión lo compone un conjunto de manera similar a lo ocurrido con los dinosaurios, no
estructuras que proporciona al individuo la facultad de siguieron una línea consecuente de evolución y desapa-
ver, es decir, de percibir imágenes. recieron.
El primer paso en la evolución del ojo se relaciona
con la posibilidad de distinguir entre luminosidad y os-
curidad; fenómeno para el cual fue necesaria la apari-
ción de células capaces de detectar tales cambios en
el entorno del animal. A medida que evolucionan las
especies adquieren la capacidad de distinguir movi-
mientos, mejor definición de los objetos y por último, la
discriminación de colores.
La única forma de fotorrecepción que existe en los
animales unicelulares, como ocurre en algunos
euglenoides, es la existencia de organelos simples sen-
sibles a la luz llamados “mancha ocular” (Fig. 2.1), com-
puestos por fotorreceptores y una mancha adyacente
de pigmento. Son autótrofas, cuando hay luz se alimen-
tan a sí mismas por fotosíntesis y en condiciones de
ausencia de luz son heterótrofas, ingieren el alimento
presente en el agua circundante.
Es importante tener en consideración, en relación
con el estudio evolutivo de la vida animal en las dife-
Fig. 2.1. Estructura de una euglena.
rentes épocas geológicas, que muchas especies, de
16 Oftalmología pediátrica

En los fósiles más antiguos de una especie de pared corporal. En los anélidos acuáticos (Stylaria
trilobites llamada Roduchia, que vivió hace más de lacustris) las células fotosensibles están dispuestas
500 millones de años (era Pre-Cambriana y formando una placa denominada “placa óptica” u “ojo
Cambriana) aparecen ojos compuestos similares a los plano” (Figs. 2.2 y 2.3).
de los insectos actuales. En los gusanos planos (platelmintos) aparecen en
El origen directo de estos pequeños invertebrados la superficie dorsal del cuerpo una o 2 fositas celula-
parecidos a las cucarachas de mar que se encuentran res que contienen los fotorreceptores dentro de la con-
pegadas a las rocas de las playas tropicales, es motivo cavidad cutánea. Es el llamado ojo en copa o cáliz,
de especulaciones entre los biólogos dado el hecho de que también se encuentra en algunos moluscos primi-
que como otras plantas y animales aparece tivos (Fig. 2.4).
abruptamente en el testamento de los fósiles comple-
tamente formados y sin pista de ancestros.
Algunos biólogos creen que los ojos pueden haber
evolucionado independientemente de los diversos an-
tepasados. Sin embargo, cualquiera que haya sido la
forma en que esto haya ocurrido, seguramente evolu-
cionaron a partir de grupos de células fotosensibles
que permiten detectar la intensidad y direccionalidad
de la luz.
Entre las especies hoy existentes se observan, en
diferentes animales pluricelulares, agrupaciones celu-
lares con idénticas capacidades que orientan, cual
marcadores, en la progresiva complejidad que se pro-
duce en la evolución del ojo.
Los pólipos y las medusas (Phylum cnidarios) y
otros animales marinos como las llamadas nueces de
mar (Phylum ctenóforos), son los animales más sim-
ples que presentan células nerviosas visuales en su Fig. 2.2. Células sensibles a la luz en un animal multicelular.
pared, lo que se denomina “ojo plano” y “ocelos”.
Ambos Phylums se reunían anteriormente como
Phylum ceolenterata.
Los ocelos son los ojos más simples. Los consti-
tuyen conjuntos de células ciliadas que contienen pig-
mento, asociadas a células sensoriales. Disponen de
una seudolente, formada por la densa cutícula que
les recubre. Se localizan en la superficie corporal del
animal, en el borde de su cúpula o en la base de los
tentáculos.
Algunas medusas muy complejas y venenosas
como la medusa cubo (por la forma en caja de su cú-
pula) tienen un complejo equipo visual que consta de 6
pares de ojos en cada una de sus paredes, por lo que
dispone de 24 ocelos.
En los anélidos, gusanos segmentados terrestres
(lombriz de tierra) o acuáticos, los grupos celulares
fotosensibles poco desarrollados se encuentran en la Fig. 2.3. Ojo simple multicelular.
Capítulo 2. Filogenia del órgano de la visión 17

dos ojos compuestos, caracterizados por la evolución


convexa de la superficie fotorreceptora. Están dis-
puestos en facetas de forma hexagonal o cuadrada,
constituidos por varios omatidios, que son unidades
funcionales, cada una de las cuales tienen su propio
sistema de lentes, y es capaz de captar la luz de
manera independiente (Fig. 2.7). Recogen informa-
ción de regiones parcelarias de un campo visual mu-
cho más amplio. La retina tiene un aspecto más bien
plano. La imagen que se obtiene por la integración
de la información procedente de los diferentes pun-
tos visuales, se denomina imagen en mosaico. Los
potenciales originados por la recepción visual se pro-
pagan hasta un ganglio óptico que se define en un
Fig. 2.4. Ojo en forma de copa.
cerebro primitivo.

En los moluscos, uno de los grandes Phylums del


reino animal, se observan desde los más simples has-
ta los más complejos tipos de ojos en las cerca de
100 000 especies existentes. Pueden estar situados
en el extremo de tentáculos retráctiles y variar des-
de simples ocelos, que solo detectan claridad y oscu-
ridad, sin formar imagen definida en los gasterópodos
(caracoles y babosas marinas y terrestres), a ser ojos
cada vez más complicados en su estructura en los
cefalópodos.
En el cefalópodo nautillas aparece el ojo en cáma-
ra oscura o de orificio pequeño. Es una concavidad
Fig. 2.5. Ojo en cámara oscura o de orificio pequeño.
abierta al exterior por un pequeño orificio, que permite
la percepción de formas e imágenes muy sencillas.
Este ojo solo puede trabajar efectivamente en condi-
ciones adecuadas de luminosidad y no capta colores.
Está formado por una zona cóncava pigmentada, que
permite la formación de una imagen (Fig. 2.5).
En el ojo del calamar y el pulpo ocurre la
invaginación de la zona fotorreceptora que queda
dentro de una concavidad que constituye la retina.
Los ojos poseen córnea, replegamientos cutáneos a
modo de iris, lente y retina con fotorreceptores del
tipo de bastones. Es el ojo refractario similar al de
los vertebrados, a diferencia de los cuales es en las
células fotorreceptoras donde primero incide la luz
(Fig. 2.6).
En algunos anélidos, artrópodos e insectos se ob-
serva la presencia de sistemas visuales denomina- Fig. 2.6. Ojo con lente.
18 Oftalmología pediátrica

Fig. 2.7. Ojo de un insecto.

Los precordados son muy sensibles a la luz. Care-


cen de ojos, pero como en algunos invertebrados, en
una etapa del desarrollo filogenético las células
fotorreceptoras estuvieron situadas en la superficie
cutánea. Cuando se forma el tubo neural los
fotorreceptores quedan incluidos en su pared y resul-
tan estimulados cuando la luz atraviesa la superficie
corporal del animal, como se observa en el Amphioxus
(Fig. 2.8).
Los peces más primitivos, de cuerpo carente de
escamas, aspecto serpentino y sin mandíbula
(ciclóstomos), presentan un órgano visual que carece
de córnea, lente, iris y cuerpo ciliar. En la retina pre- Fig. 2.8. Estructura de un Amphioxus y ubicación de sus células
fotorreceptoras.
sentan solamente un tipo de fotorreceptor que se ase-
meja a los bastones.
Con la diferenciación de las características
somáticas de los vertebrados y la aparición del esque- En los anfibios la visión es mejor que en los pe-
leto corporal óseo y craneal, la formación de las órbi- ces. Sus ojos, más complejos, le permiten la visión
tas y la disposición bilateral de los globos oculares, se aérea y acuática, esta última mucho mejor que la
hizo necesario combinar la visión de ambos ojos para primera, atendiendo al desarrollo del humor vítreo.
tener una mejor imagen y conseguir la tercera dimen- La córnea es esférica y la lente plana. En estos ani-
sión. En estos peces el cristalino se proyecta a través
males la retina posee conos y bastones que le permi-
de la pupila y contacta con la córnea; tanto esta última
ten, no solo discriminar la forma y el movimiento, sino
como el cristalino son esféricos, con un mayor índice
también los colores.
de refracción en su porción central para concentrar
En los reptiles la lente es muy elástica a tenor de su
los rayos luminosos en la retina, la cual también care-
ce de conos. complicada motilidad ocular. En la retina existen ambos
En los peces la conducta motora somática se ga- tipos de fotorreceptores, aunque a predominio de los
rantiza por la recepción de las aferencias visuales y conos y se observa el inicio de una fóvea central.
somáticas en la lámina bigémina. Esta estructura se Tanto en los anfibios como en los reptiles apare-
sitúa dorsalmente en el mesocéfalo. ce una nueva modalidad aferencial, la audición. Esta
Capítulo 2. Filogenia del órgano de la visión 19

aferencia auditiva es llevada a 2 nuevos grupos de La gran complejidad de las diferentes modalidades
núcleos, que se sitúan por debajo de la lámina de la sensibilidad que arriban a la lámina cuadrigémina,
bigémina en el mesocéfalo dorsal. A partir de este determina, en un momento señalado del desarrollo
momento la lámina es cuadrigémina y se mantendrá filogenético, su insuficiencia para continuar como cen-
con esa disposición hasta los vertebrados superiores tro integrador de la sensibilidad y de la conducta motora
y el hombre. somática. Tal es así que, aunque hasta los mamíferos
De tal manera, la aferencia visual llega a los tu- no aparece un centro receptor para todas las modalida-
bérculos cuadrigéminos superiores y a los inferiores la des de la sensibilidad, el neotálamo y la neocorteza ce-
auditiva. A los tubérculos cuadrigéminos llega también rebral, en los vertebrados premamíferos aparecen nú-
la aferentación somática. cleos, que por ser primigenios se les llaman paleotálamo
En las aves, según la especie, existen diferencias y paleocorteza cerebral.
en la calidad de la visión. En aquellas que remontan A los fines de las vías conductoras de la visión, los
vuelo y deben localizar su presa a distancia, existe un tubérculos cuadrigéminos superiores, a través del bra-
elevado grado de desarrollo de la visión. La córnea es zo de igual nombre, conectan con los núcleos corres-
cónica, la región posterior del globo ocular es aplana- pondientes del neotálamo, los cuerpos geniculados la-
da y en dependencia de sus hábitos nocturnos o diur- terales.
nos de vida, en la retina predominan los bastones o La aferentación visual no queda limitada a las co-
conos respectivamente. Es de destacar que pueden nexiones expuestas. La recepción en el mesocéfalo
tener hasta 2 fóveas centrales. de la aferencia visual en la lámina bigémina, posterior-
En las aves la actividad motora es mucho más mente tubérculos cuadrigéminos superiores al apare-
compleja, fundamentalmente por el vuelo. En algunas cer la lámina cuadrigémina, evidencia la importancia
de ellas la información visual resulta de extraordinaria de las conexiones que se establecen también en el ni-
importancia. vel de los diferentes segmentos del tronco encefálico,
Atendiendo a estos factores los tubérculos que no constituye simplemente una estructura deter-
cuadrigéminos superiores (antigua lámina bigémina) minada por el paso de conexiones ascendentes y
crecen de manera significativa y reciben el nombre descendentes, desde y hacia la corteza cerebral con
de lóbulos ópticos. La lámina cuadrigémina se man- la médula espinal.
En el tronco encefálico aparecen numerosas agru-
tiene como el centro de recepción e integración de
paciones de neuronas que constituyen núcleos; algu-
todas las modalidades de la sensibilidad y de la con-
nos relacionados con la función motora y sensitiva,
ducta motora somática.
tanto somática como visceral de los nervios craneales,
En los mamíferos la visión alcanza su máxima
y otros donde establecen sinapsis fibras procedentes
perfección y desarrollo. El ojo es prácticamente esfé-
de la médula espinal y del propio tronco encefálico,
rico; la córnea convexa, la lente (cristalino) biconvexa,
que conducen diferentes modalidades de la sensibili-
fija y elástica. Las características más significativas
dad al tálamo.
son la aparición de la mácula lútea, la fóvea central y
El tronco encefálico es también el asiento funda-
una compleja y desarrollada vía visual.
mental de una considerable extensión de la formación
En los vertebrados superiores la luz se enfoca
reticular, de complejas redes axonales que le relacio-
en 2 etapas. En la etapa inicial los rayos incidentes
nan con el cerebelo, los núcleos subtalámicos, el cuer-
de luz son desviados al pasar por la superficie
po estriado, algunas áreas de la corteza cerebral y los
corneal. Posteriormente, son otra vez refractados
diferentes núcleos entre sí.
al atravesar el cristalino, para finalmente formar una Las células que dan origen a los nervios
imagen invertida sobre la retina. La imagen se en- oculomotores y sus prolongaciones, situados en los
foca realizando cambios en la curvatura y grosor segmentos mesocefálico y protuberancial del tronco
del cristalino. encefálico, se ubican dentro de tales circuitos neurales.
20 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 3

Ontogenia del órgano de la visión


SANTIAGO LUIS GONZÁLEZ Y ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

En el humano, la retina y la vía visual comienzan a Al inicio de la tercera semana, el ectodermo tiene
formarse desde las primeras semanas de vida forma de un disco aplanado, más ancho en la región
intrauterina, y muy poco después, los globos oculares. cefálica que en la caudal, que le da el aspecto de una
Al nacimiento, el aparato visual aún no se encuentra raqueta. Durante esa etapa del período embriogénico,
completamente desarrollado funcionalmente, lo que se por el efecto inductor de las células de la zona precordal,
logra en los primeros meses de vida, y es preciso que que da origen a la cuerda dorsal o notocorda, las célu-
pasen algunos años para que el niño alcance la com- las neuroectodérmicas originarán la placa neural. Esta
pleta y perfecta función visual. es la etapa de inicio de la neurulación.
Diferentes noxas pueden afectar ese proceso de
desarrollo del órgano de la visión que se manifestará por
diversas anomalías, en dependencia del momento de la
ontogénesis en que surja y del código genético, si lo tiene.
En el humano, el período que transcurre entre la
tercera y la octava semana del desarrollo embrionario
constituye el período de órganogénesis. El tiempo que
transcurre desde la novena semana y hasta el naci-
miento, se denomina período fetal.
Al final de la octava semana ya se han estableci-
do formas reconocibles de las principales característi-
cas del cuerpo, entre ellas los esbozos de los ojos.
De las 3 capas germinativas originadas en las pri-
meras 2 semanas, durante la gastrulación (ectodermo,
mesodermo y endodermo), se originan los diferentes
tejidos y órganos (Fig. 3.1).
Toda la actividad órganogenética está regulada por
la compleja actividad molecular de diferentes facto-
res, moléculas de trascripción, proteínas morfogénicas
Fig. 3.1. Origen embrionario de las estructuras del globo ocular.
y genes actualmente bien reconocidos, que inducen, Ectodermo neural: retina, nervio óptico.
controlan, modifican y disponen la conducta celular en Ectodermo superficial: cristalino.
una formación tisular específica. Mesénquima: córnea, esclera, coroides, iris y cuerpo ciliar.
22 Oftalmología pediátrica

Al finalizar la tercera semana, los bordes de la – Células pigmentarias (melanocitos, excepto los de la
placa neural originan los pliegues neurales, y al depri- retina y del SNC).
mirse su porción central se forma el surco neural. – Células de Schawnn.
Los pliegues neurales se fusionan, de inicio por la – Partes de las meninges (piamadre y aracnoides).
región del futuro cuello, por la cuarta o quinta somita y – Huesos, cartílagos y tejidos conectivos de los arcos
continúan fusionándose en sentido cefalocaudal para branquiales y estructuras cráneo faciales.
conformar el tubo neural, que quedará completamen-
te cerrado al hacerlo el neuroporo anterior o cefálico También durante la tercera y cuarta semanas, el
en el día 25 (etapa de 18 a 20 somitas), y el neuroporo mesodermo a ambos lados del eje central del embrión
posterior 2 días después (etapa de 25 somitas). (mesodermo paraaxial) se organiza en segmentos de-
La primera manifestación del desarrollo ocular se nominados somitómeras, desde la región occipital del
observa a los 22 días, en forma de 2 surcos poco pro- embrión en sentido cefálico. En sentido caudal, desde
fundos a cada lado del cerebro anterior. esa zona el mesodermo paraaxial continúa su organi-
La extremidad cefálica del tubo neural es mucho zación segmentada en somitas.
más amplia, tiene el aspecto de un saco piriforme, su Se hace necesario precisar que mesodermo se re-
crecimiento es desigual y su estructura mucho más fiere a la capa de células derivadas del epiblasto (capa
compleja que la de la región caudal. de células primigenias del ectodermo) y tejidos
En la pared del extremo cefálico aparecen 2 embrionarios, que se sitúa entre el ectodermo y el
estrechamientos que lo dividen en 3 vesículas denomi- endodermo en la etapa del embrión trilaminar.
nadas vesículas cerebrales primarias, que en sentido El mesénquima es el tejido conectivo laxo embrio-
craneocaudal se nombran prosencéfalo o cerebro an- nario, caracterizado por poseer gran cantidad de sus-
terior, mesencéfalo o cerebro medio y romboencéfalo tancia intercelular y células dispersadas. Su origen es
o cerebro posterior. tanto mesodérmico como ectodérmico (ectodermo de
Luego, por división del prosencéfalo en telencéfalo las crestas neurales).
y diencéfalo, del romboencéfalo en metencéfalo y Los cambios en el embrión se suceden rápidamen-
mielencéfalo, mientras el mesencéfalo permanece te. Durante la quinta semana las vesículas ópticas se
como tal, se originan finalmente las 5 vesículas cere- invaginan para dar lugar a las cúpulas ópticas (Figs.
brales secundarias. 3.2 y 3.3). Esta invaginación comprende también una
En la etapa de 3 vesículas, al cerrarse el tubo parte de la superficie inferior, donde se forma la fisura
neural, a principios de la cuarta semana, los surcos coroidea.
ópticos producen evaginaciones del cerebro anterior, Durante la séptima semana, los labios de la fisura
formando las vesículas ópticas. coroidea se fusionan y la boca de la cúpula óptica se
A medida que se fusionan los pliegues neurales se transforma en un orificio redondo, la futura pupila.
desprenden células del neuroectodermo situadas entre En la regulación molecular de la embriogénesis del
el ectodermo superficial y el tubo neural, para dar lugar ojo, se conoce que interviene un gen maestro, el Pax61,
a las crestas neurales. Estas células, originalmente que produce un factor de trascripción que se expresa
neuroectodérmicas epiteliales, sufren una transición a en una banda ubicada en el reborde neural anterior de
tejido mesenquimatoso, migran y originan la coroides, la placa neural, período durante el cual existe un solo
esclera, estroma del iris, estroma y músculos del cuer- campo para el desarrollo ocular.
po ciliar, membrana irídea de la pupila, endotelio corneal,
estroma corneal primario y humor vítreo.
De las células de las crestas neurales, tanto de la
porción cefálica como caudal, se originan además,
entre otros tejidos:
– Las neuronas de los ganglios sensoriales (somáticos
y viscerales) y otros tipos de neuronas periféricas.
– Ganglios simpáticos y parasimpáticos.
– Células productoras de hormonas (romafines de la
médula adrenal). Fig. 3.2. Embrión 5-6 semanas.
Capítulo 3. Ontogenia del órgano de la visión 23

De esta forma, la retina se desarrolla desde den-


tro hacia fuera, de manera que lo primero que se for-
man son las células ganglionares. Las células que
maduran más tardíamente son los fotorreceptores (co-
nos y bastones).
De manera similar a lo que ocurre en la corteza
cerebral y la médula espinal en desarrollo, se hacen
evidentes 3 zonas o capas (ependimaria, del manto y
marginal) limitadas por una red de barras en la zona
externa y una membrana basal en la zona interna. Pro-
gresivamente se irán diferenciando las 9 capas de la
retina neural.
La zona ependimaria desarrolla cilios que se pro-
yectan al interior de la vesícula entre las paredes in-
Fig. 3.3. Desarrollo embriológico del aparato de la visión. terna y externa de la copa óptica; después se desarro-
llan en los segmentos externos de los conos y basto-
nes. La zona marginal evoluciona a la capa de fibras
Una proteína Shh2 emitida en la placa precordal nerviosas. La capa del manto central se diferencia en
suprime Pax6, lo que determina la señal de separación el neuroepitelio primitivo, dividido en 2 capas:
de la placa en 2 primordios ópticos. La expresión de neuroblástica interna y externa. La primera contiene
Shh activa Pax2 en el centro del campo ocular, de tal células ganglionares, amacrinas y de Müller, y la ex-
manera que Pax2 se expresa en los pedículos ópticos terna los núcleos de los conos, bastones y los de las
y Pax6 lo hace en la cúpula óptica y en el ectodermo células horizontales y bipolares.
superficial suprayacente a las placodas del cristalino. El tercio anterior de la retina permanece formado
El mesénquima invade el interior de la cúpula óp- de una sola capa de células; es la porción ciega de la
tica por la fisura coroidea; por esta fisura llegan los retina, separada de la retina óptica por la ora serrata.
vasos hialoideos a la cámara interna del ojo o vítrea y Desde finales del tercer mes y principios del cuar-
al interior del pedículo óptico. Estos vasos quedan como to mes de gestación, se encuentran determinados los
arteria y vena central de la retina, mientras que los de niveles celulares de la retina sensorial.
la cámara vítrea se reabsorben. Como consecuencia del constante aumento de fi-
Desde finales de la quinta semana el primordio del bras nerviosas procedentes de la retina, el conducto
ojo está rodeado completamente por mesénquima laxo. del pedículo óptico se comienza a llenar de axones. La
Este tejido pronto se diferencia en una capa interna pared interna del pedículo crece hasta fusionarse con
parecida a la piamadre del cerebro, la coroides rica- la pared externa y se convierte en nervio óptico, cu-
mente vascularizada y una capa externa comparable yas fibras permanecen sin mielina hasta aproximada-
con la duramadre, la esclerótica, que se continúa con mente 7 meses después del nacimiento, cuando termi-
la duramadre que rodea al nervio óptico. na su mielinización, la cual sigue un sentido centrípeto
Al principio las 2 paredes de la cúpula están sepa- y se detiene en la papila o cabeza del nervio.
radas por un espacio, el espacio intrarretiniano, que se En la octava semana completan su aparición las
mantiene durante todo el período de la embriogénesis y estructuras externas del ojo: músculos rectos, y el nervio
principio del período fetal, cuando desaparece con la oftálmico desde el ganglio de Gasser, que recoge la
yuxtaposición de ambas capas. A finales de la sexta información propioceptiva y exteroceptiva de la órbi-
semana la pared externa de la cúpula óptica se llena de ta, el párpado superior y zonas aledañas, aunque des-
gránulos de pigmento, constituyendo la capa pigmentaria. de la quinta y sexta semanas, ya se inicia la formación
La retina sensorial se comienza a desarrollar des- de los nervios craneales: motor ocular común (III ner-
de el estadio de vesículas ópticas, cuando se inicia la vio craneal), patético o troclear (IV nervio craneal) y
migración de núcleos celulares hacia su superficie in- motor ocular externo (VI nervio craneal).
terna. Posteriormente se forman nuevas capas que Los núcleos de origen de estos nervios proceden
surgen como consecuencia de las sucesivas divisio- de la columna neuronal de las placas basales del tubo
nes y migraciones celulares. neural (relacionadas funcionalmente con la eferencia
24 Oftalmología pediátrica

somática general), de las neurómeras del mesocéfalo secundarias las que constituyen el núcleo fetal del cris-
posterior, los nervios III y IV y del metencéfalo el VI talino. La cara anterior de cada una de estas fibras en
nervio craneal. desarrollo se extiende hacia delante, por debajo del
Las fibras parasimpáticas que acompañan al III epitelio del cristalino, en dirección al polo anterior. La
nervio craneal se originan de la columna de la eferencia cara posterior de cada fibra lo hace a lo largo de la
visceral general, localizada también en el mesocéfalo cápsula en dirección al polo posterior. A medida que
posterior (núcleo de Edinger-Westphal). las fibras se expanden en ambos sentidos, sus termi-
Los músculos extraoculares derivan de las naciones se reúnen e interdigitan en la cara opuesta
somíteras. Las somitómeras 1 y 2 dan origen a los de su lugar de inicio y originan un patrón de asociación
músculos rectos, que son inervados por el motor ocu- celular denominado sutura, que se encuentran dispues-
lar común, III par de nervios craneales. El músculo tas en ángulos de 120º. En la cara anterior se disponen
elevador del párpado se conforma por delaminación en forma de Y, y en la posterior configuran otra Y,
del músculo recto superior. pero invertida. Hacia la decimocuarta semana de ges-
La tercera somitómera origina el músculo oblicuo tación, este proceso se ha completado. Como se aña-
mayor o patético, al que inerva el IV nervio craneal. den nuevas fibras con la edad, la estructura se hace
La quinta somitómera da origen al músculo recto más compleja. En el ojo adulto se observan más de
externo, inervado por el VI nervio craneal. una docena de tales ramificaciones de suturas.
Desde la quinta y sexta semana las células Simultáneamente a la formación de la vesícula del
epiteliales del ectodermo superficial, para algunos au- cristalino, el mesénquima que envuelve e invade el in-
tores bajo la inducción de las cúpulas ópticas, comien- terior de la cúpula segrega una matriz gelatinosa que
zan a alargarse y forman la placoda del cristalino. Las origina el cuerpo vítreo. Aparece un esbozo de la cá-
células de la placoda profundizan hacia la cúpula ópti- mara anterior del ojo a partir de un espacio en forma
ca para originar la fosita cristalina. de hendidura en el mesénquima, que ocupa el interior
Entre la séptima y la octava semana, la fosita cris- de la cúpula óptica. En la hendidura se definen 2 ca-
talina constituye la vesícula hueca del cristalino, que pas, una que constituye su pared anterior o superficial,
dejará de estar en contacto con el ectodermo superfi- que se continúa con la esclera, y la otra posterior o
cial, mientras las células de las paredes de la cúpula profunda con la coroides. La pared interna de la cá-
óptica, en su borde anterior, se desarrollan y cubren mara anterior da lugar a la membrana pupilar. Su pa-
parcialmente por delante a la vesícula cristalina. red posterior se extiende directamente sobre el crista-
Como se trata de procesos en evidente progre- lino; las capas profundas de esta pared posterior, al
sión, desde la décima hasta la duodécima semana, se romperse, forman un nuevo espacio, la cámara poste-
hacen evidentes en las estructuras del ojo los cambios rior entre el iris incipiente y el cristalino.
que se relacionan a continuación. Cuando desaparece la membrana pupilar y se for-
Las células de la pared posterior de la vesícula ma la pupila, ambas cámaras se comunican entre sí, lo
cristalina originan las fibras lenticulares primarias. que permite la salida del humor acuoso que se produ-
Largas, finas, de orientación hacia el polo anterior en ce en los procesos ciliares de la cámara posterior a la
su crecimiento, obliteran completamente la luz de la cámara anterior del ojo y de ahí al sistema venoso, a
vesícula que adquiere un aspecto redondeado. Tales través de un seno venoso escleral circunferencial, seno
fibras al madurar sufren la degradación de sus nú- de Schlemm.
cleos y organelos. El mesénquima que invade el interior de la cúpula
Las células de la parte anterior de la vesícula cris- óptica por la fisura coroidea constituye una especie de
talina permanecen como una única capa celular de bolsa o cápsula al cristalino. A su alrededor la coroides
aspecto cuboideo, es el epitelio del cristalino. Aquellas se modifica para formar el núcleo de los procesos
células situadas próximas al borde del cristalino, de ciliares, constituido fundamentalmente por capilares
localización intermedia entre los polos de la lente (ecua- rodeados de tejido conectivo que lo fijan a la pared
dor del cristalino), se alargan, pierden también sus nú- interna de la cúpula óptica.
cleos y organelos y se disponen periféricamente a las La red vascular adquiere una porción muscular
fibras lenticulares primarias. Son las fibras lenticulares lisa conocida como el músculo ciliar. Todo el conjunto
Capítulo 3. Ontogenia del órgano de la visión 25

constituye el denominado cuerpo ciliar. Su función es telio iridiano, que se continúa con el epitelio de doble
regular el proceso de acomodación del cristalino por capa del cuerpo ciliar y con las capas pigmentada y
medio del músculo ciliar y producir activamente el neural de la retina.
humor acuoso en los procesos ciliares. La estructura del tejido conjuntivo y el estroma
Aun cuando desde la séptima semana, al formar- del iris, derivan de las células mesenquimatosas de la
se la vesícula cristalina, se esboza la formación de la cresta neural. El músculo dilatador y el esfínter de la
córnea, no es sino a partir de la octava semana que se pupila del iris derivan del neuroectodermo de la capa
define su estructura. externa de la cúpula óptica. Estos músculos lisos re-
La córnea constituye la cubierta fibrosa del ojo sultan de la transformación de células epiteliales en
que protruye hacia la órbita. El estroma primario se células musculares lisas.
origina del neuroectodermo de las crestas neurales, El cuerpo vítreo se forma dentro de la cavidad de
que se diferencia en mesénquima. Está compuesto de la cúpula óptica. Está conformado por una masa
tejido conectivo que se dispone, aproximadamente, en avascular de sustancias, intercelular, transparente y
300 láminas de colágeno paralelas a la superficie gelatinosa, el humor vítreo derivado de las células
corneal, cruzan de limbo a limbo y allí se pueden enro- mesenquimatosas de la cresta neural original y por
llar alrededor de la córnea o unirse para formar fibras hialocitos, material colagenoso y ácido hialurónico, para
de mayor tamaño. El estroma representa el 90 % del algunos autores provenientes de la capa más interna
grosor de la córnea. de la cúpula óptica.
La capa externa de la córnea, epitelio externo o En la formación del vítreo se señalan 3 estadios:
anterior, deriva del ectodermo superficial, que está vítreo primario, secundario y adulto.
compuesto por 5-7 capas de células. La capa de célu- El primer esbozo (vítreo primario) aparece en la
las basales es la más activa metabólicamente; se le quinta semana del desarrollo, constituido por la sus-
denomina membrana basal y sobre ella descansan las tancia fibrilar que aparece entre la vesícula óptica y la
otras capas celulares del epitelio. placoda cristaliniana de origen ectodérmico. Durante
La membrana de Bowman es una matriz acelular la sexta semana es invadido por el mesénquima veci-
de colágeno extracelular, producto de la síntesis coordi- no y se vasculariza por la arteria hialoidea y sus ra-
nada entre el epitelio y las células del estroma. Está mas. Se trata pues de un vítreo vascular.
compuesta por fuertes fibras de colágeno dispuestas al El vítreo secundario se desarrolla a partir de la
azar, que ayudan a la córnea a mantener su forma. Esta sexta y hasta la duodécima semana de gestación. Se
membrana separa el colágeno estromal del epitelio. constituye en la periferia del vítreo primario (entre este
El endotelio corneal es la capa más interna de la y la retina) y se desplaza progresivamente hacia el
córnea; está en contacto con el humor acuoso y for- centro de la cúpula óptica. Posteriormente, lo que res-
ma la pared de la cámara anterior. Se origina de célu- ta del vítreo primario se atrofia, así como la arteria
las de la cresta neural, que desde el borde de la cúpula hialoidea; solo queda una estructura tubular central
óptica migran y se diferencian en una capa unicelular sinuosa que une la cara posterior del cristalino con la
situada en la porción más posterior de la córnea; estas papila: el canal de Cloquet. Se trata, por tanto, de un
células presentan un metabolismo muy activo. vítreo avascular que contiene las fibras de colágeno
La membrana de Descemet representa la lámina idénticas a las del vítreo adulto.
basal del endotelio corneal, por el que es secretada, En el séptimo mes, las células mesenquimatosas
separándola del estroma de la córnea. Es una estruc- emigran al vítreo secundario para dar origen al vítreo
tura homogénea compuesta de finos filamentos de adulto.
colágeno; se espesa lentamente con la edad. Los párpados se desarrollan durante la sexta se-
Los primeros vasos coroideos se insinúan durante la mana a partir de células de la cresta neural y de 2
decimoquinta semana y alrededor de la vigesimotercera, pliegues de piel del ectodermo superficial no neural,
se distinguen claramente las arterias y las venas. que crecen sobre la córnea. Al inicio de la décima
El iris deriva del borde de la cúpula óptica que semana se adhieren entre sí y permanecen de este
cubre parcialmente al cristalino, zona donde ambas modo desde la vigesimosexta hasta la vigesimooctava
capas permanecen muy delgadas para originar el epi- semana (Fig. 3.4).
26 Oftalmología pediátrica

Fig. 3.4. Embrión de 10 a 12 semanas. Cortesía de Francisco Loayza.

Mientras los párpados se encuentran adheridos, A


existe un saco conjuntival cerrado, anterior a la cór-
nea (Fig. 3.5). El componente epitelial de los párpa-
dos es el único que participa en los procesos de fu-
sión, del que derivan además las pestañas y las glán-
dulas anexas. El tejido conectivo y las placas tarsales
se originan del mesénquima de los párpados en de-
sarrollo. El músculo orbicular de los párpados deriva
del tejido mesenquimatoso del segundo arco branquial.
Lo inerva el nervio facial (VII nervio craneal), que
es el nervio correspondiente a dicho arco branquial.
Cuando los ojos comienzan a abrirse, la conjuntiva
se refleja sobre la parte anterior de la esclerótica y el
epitelio superficial de la córnea. La conjuntiva palpebral
recubre la superficie interna de los párpados. B
En los ángulos superoexternos de las órbitas se Fig. 3.5 A. Fusión de los párpados; B. Posterior despegue de los
párpados. Cortesía de Francisco Loayza.
desarrollan las glándulas lagrimales a partir de varias
invaginaciones sólidas que provienen del ectodermo El hueso maxilar superior (de origen
superficial. Estas se ramifican y canalizan para for- membranoso) se hace evidente desde la sexta se-
mar los conductos y alvéolos de las glándulas. Con mana de gestación. Los huesos frontal, malar y pa-
frecuencia no se observan lágrimas con el llanto has- latino (de origen intramembranoso) a partir de la
ta el primer o tercer mes de vida extrauterina. séptima semana.
En la formación de la órbita participa el mesénquima El desarrollo del esfenoides es más complejo,
que rodea la primitiva vesícula óptica procedente de las su origen es tanto endocondral como membranoso.
células de la parte superior de la cresta neural. La formación de las alas menores y mayores se ex-
Durante las fases iniciales del desarrollo se for- tiende desde la séptima hasta la oncena semana,
man las paredes orbitarias interna, inferior y externa, para posteriormente establecer contacto con el hue-
por la migración de la eminencia nasal externa y su so frontal.
fusión con la apófisis maxilar. El techo de la órbita se La osificación de las paredes orbitarias es com-
origina a partir de las células que rodean el pleta en el recién nacido, excepto en el vértice
prosencéfalo. orbitario.
Capítulo 3. Ontogenia del órgano de la visión 27

El desarrollo del embrión se debe seguir con ul- En los globos oculares es posible ver a simple vis-
trasonido desde la semana 12 del embarazo para des- ta hemorragias subconjuntivales que a veces también
cartar anomalías congénitas incompatibles con la vida, se producen en el interior del ojo. La tendencia es a la
sobre todo en madres con riesgo y con estudios pre- reabsorción y solo se necesita de observación y se-
natales hematológicos, bioquímicos, microbiológicos, guimiento en esos casos (Fig. 3.8).
entre otros que se consideren necesarios (Fig. 3.6).
En el acto del nacimiento el cráneo se deforma
para salir por el estrecho desfiladero del canal pélvico
mediante el cabalgamiento de los huesos de la bóve-
da, lo que implica riesgos de traumas, sobre todo en la
extremidad cefálica (Fig. 3.7).

Fig. 3.8. Hemorragia subconjuntival en hora 2 de ojo izquierdo de un


recién nacido.

Fig. 3.6. Ultrasonido embrión entre 26 y 28 semanas.

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28 Oftalmología pediátrica

Notas: es responsable del patrón de desarrollo del ojo. (Nota del


1
En los mamíferos existen 4 grupos de genes Pax bien definidos: autor.)
– Grupo 1 (Pax 1 y 9)
– Grupo 2 (Pax 2, 5 y 8)
2
Shh (sonic hedgehog) es un morfogen que se expresa durante las
– Grupo 3 (Pax 3 y 7) fases más tempranas de la embriogénesisis. Producto de la
notocorda, desarrolla una importante función en la organogénesis
– Grupo 4 (Pax 4 y 6)
del encéfalo, los pulmones, el páncreas y el sistema
gastrointestinal. Debe su nombre (erizo sonic en español) por la
El Pax-6 ocupa la posición más alta en este grupo de genes similitud de la conformación proteica con las de un personaje del
jerárquicamente organizados, cuya expresión en cascada popular videojuego de sega génesis. (Nota del autor.)
Capítulo 4

Anatomía funcional del órgano visual


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y SANTIAGO LUIS GONZÁLEZ

En el aparato de la visión, después de terminado el


desarrollo embrionario, se distinguen varias partes fun-
damentales situadas en las órbitas, ellas son: los múscu-
los que mueven a los ojos, los órganos oculares acceso-
rios o anexos y los globos oculares unidos a los nervios
ópticos que, con el resto de las estructuras intracraneales,
procesan y trasmiten la información a través de las vías
visuales.

Las órbitas
Las órbitas son 2 cavidades óseas situadas a am-
bos lados de la parte superior de la cara; tienen la
forma comparada a una pirámide de 4 lados, cuyos
vértices se sitúan profundamente hacia atrás en rela-
ción de contigüidad con las estructuras del sistema
nervioso central, mediante orificios que las comuni-
can. La base se corresponde con la apertura anterior
de la órbita en la cara, donde están los órganos ocula-
res accesorios y la porción anterior del globo ocular.
Tienen una capacidad de 25 a 30 mL cada una y con-
tienen variedad de tejidos no linfáticos.
Fig. 4.1. Huesos de la órbita, vista anterior. Cortesía de Francisco
Los huesos de la órbita Loayza.
Leyenda:
Las órbitas están formadas por los huesos frontal, 1- Lámina orbitaria del frontal
maxilar, lagrimal, esfenoidal, cigomático, palatino y 2- Hueso etmoides
etmoidal; estos constituyen sus 4 paredes: superior, 3- Hueso lagrimal o unguis
4- Apófisis del maxilar superior
inferior, lateral y medial (Figs. 4.1 y 4.2). Se relacio- 5- Superficie orbitaria del maxilar superior
nan con los senos frontales por arriba, los senos maxi- 6- Superficie orbitaria del hueso cigomático
lares por debajo y los etmoidales y esfenoidales en su 7- Ala mayor del esfenoides
8- Escotadura supraorbitaria
cara medial. Tienen varios orificios o fisuras que las 9- Hendidura orbitaria superior
comunican con esas y otras cavidades vecinas. 10- Escotadura infraorbitaria
30 Oftalmología pediátrica

llo orbitario anterior, se encuentra la fosita troclear,


donde se inserta el tendón del músculo oblicuo supe-
rior. La pared interna se continúa en el hueso etmoides
con su lámina papirácea y los agujeros etmoidales an-
terior y posterior, por donde penetran a la órbita vasos
y nervios con esos nombres; una vez en el vértice se
encuentran el agujero óptico y la hendidura orbitaria
superior o hendidura esfenoidal.
En la base orbitaria inferior, la pared, en su por-
ción interna, está formada por la apófisis orbitaria del
maxilar superior y en la porción externa, por parte del
hueso cigomático.
Las órbitas están ocupadas, en su tercio anterior,
por el bulbo ocular y en su parte posterior, o cono, por
el nervio óptico (NO) y otras estructuras intraorbitarias
como músculos, nervios autonómicos, sensoriales y
motores, además de vasos sanguíneos. Le sirven de
apoyo o sostén a esas estructuras el cuerpo adiposo
que rellena las órbitas, las fascias orbitales que la divi-
Fig. 4.2. Huesos de la órbita, corte sagital, cara interna. Cortesía de
Francisco Loayza. den en espacios compartimentados y las fascias mus-
Leyenda: culares.
1- Agujero óptico (verde)
2- Hendidura esfenoidal o fisura orbitaria superior (rojo)
Las fascias orbitales son envolturas de tejido
3- Agujero redondo mayor (amarillo) conjuntivo que tabican el contenido orbitario y contri-
4- Agujero infraorbitario buyen a la fijación de los elementos que contiene. El
5- Hueso lagrimal. Cresta lagrimal anterior y posterior (azul)
6- Silla turca. Apófisis clinoides anterior y posterior
septo anterior está en la porción anterior de las órbi-
7- Seno maxilar tas; en su parte superior se fusiona con la aponeurosis
del elevador del párpado superior y en su porción infe-
La pared superior está formada en la base orbitaria
rior con la fascia capsulopalpebral. Las fascias mus-
o anterior por el hueso frontal, cuya porción anterior
culares envuelven a los músculos contenidos en las
es gruesa y en cuyo tercio interno se nota una escota-
órbitas y ayudan a su fijación mediante aletas
dura llamada supraorbitaria. Esta pared se continúa
tendinosas.
con la lámina papirácea del techo, por encima del cual
La periórbita es el periostio de los huesos de la
descansa el lóbulo frontal. órbita, contiguo con la duramadre de la fisura orbitaria
La pared anterolateral de la órbita, que es la más superior y del nervio óptico; tapiza las paredes de la
gruesa, está formada fundamentalmente por la apófi- órbita y se adhiere fuertemente en las regiones ante-
sis orbitaria del hueso cigomático que se une a la lámi- riores de ella, en la cresta lagrimal y en la parte poste-
na orbitaria del hueso frontal. A 10 u 11 mm por deba- rior en el anillo de Zinn, el canal óptico y la fisura
jo de la sutura cigomática con el hueso frontal se en- supraorbitaria. La fascia que envuelve al globo ocular
cuentra el tubérculo lateral de la órbita o de Whitnall, es la cápsula de Tenon, que rodea al globo por su par-
que sirve como punto de anclaje a la aponeurosis del te posterior correspondiente a la esclera; existen ade-
músculo elevador del párpado superior, el ligamento más otras fascias o septos radiales fibroconectivos que
suspensorio de Lockwood, el ligamento lateral tabican la grasa y delimitan espacios orbitarios.
palpebral y del músculo recto lateral. En la pared Los espacios posteriores al globo ocular en las
superotemporal, en el hueso frontal, se encuentra la órbitas son los intracónicos y extracónicos, es decir,
fosa lagrimal que aloja a esa glándula. La pared late- por dentro y por fuera de los músculos rectos que na-
ral se continúa con la lámina papirácea y más atrás, cen del anillo de Zinn, en el vértice orbitario, donde se
cercano al vértice, con el ala mayor del esfenoides. insertan esos 4 músculos. Los espacios anteriores es-
En la pared interna, en el ángulo inferior, se aloja el tán separados de la grasa orbitaria por el septo que se
saco lagrimal sobre el hueso del mismo nombre. En la continúa con la cápsula de Tennon; contienen princi-
pared interna superoanterior, 5 mm por detrás del ani- palmente al globo ocular.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 31

Los agujeros de la órbita rales; no así para las arterias ciliares, retinales, algu-
Las órbitas se comunican con las estructuras nas musculares, las palpebrales medial, inferomedial y
craneoencefálicas por el agujero óptico y la hendidura superomedial ni con la supraorbitaria.
esfenoidal. Por el agujero óptico, de 5 mm de diáme- La arteria central de la retina entra por debajo del
tro y situado en el vértice, sale el nervio óptico y por nervio óptico a 1 o 1,5 cm por detrás de la papila y una
debajo de este penetran el plexo oculosimpático, las vez dentro del ojo no tiene anastomosis con el sistema
meninges y la arteria oftálmica. carotídeo externo. Esta arteria se sitúa en la papila en
Por la fisura orbitaria superior o hendidura esfenoidal, el lado nasal con respecto a la vena; se divide en su-
formada entre las alas mayor y menor del esfenoides y perior e inferior y estas en nasales y temporales y con
con un tamaño de 22 por 6 mm, pasan la vena oftálmica sus múltiples ramas irriga los 2 tercios internos del
superior, los nervios oculomotores III, IV y VI y la pri- espesor de la retina, excepto a la fóvea. Los vasos
mera rama del V nervio craneal u oftálmica. Por la sanguíneos retinales, como los vasos cerebrales, son
fisura orbitaria inferior, en el piso orbital, pasan la se- responsables de mantener la barrera hematorretinal,
gunda división del V nervio craneal o maxilar superior, lo que garantiza la fuerte unión entre las células
la vena oftálmica inferior y ramas del ganglio endoteliales. Esos vasos sanguíneos no tienen múscu-
esfenopalatino. Existen otros pequeños agujeros por lo liso ni lámina elástica interna.
donde salen o penetran a la órbita vasos y nervios, como Las ramas ciliares de la arteria oftálmica son 2,
los etmoidales anteriores y posteriores. lateral y medial; se dividen en múltiples ramas que per-
foran el globo ocular en el polo posterior, en número
Los vasos sanguíneos de la órbita y el globo de 15 a 20 (ciliares cortas posteriores) para dar la red
ocular y su inervación vascular de vasos gruesos, medianos y finos de la
La mayoría de las arterias de la órbita y todas coroides. Ellas nutren el tercio externo de la retina a
las del globo ocular proceden de la arteria oftálmica, través del pase de sustancias de la coriocapilar al epi-
primera rama de la carótida interna intracraneal. La telio pigmentario y la porción externa de los
carótida interna suministra el 80 % de la sangre del fotorreceptores, además de las capas de fibras ner-
encéfalo; penetra por el agujero rasgado anterior y viosas que forman el nervio óptico en su porción
después de atravesar el seno cavernoso emite la ar- prelaminar. Algunas arterias ciliares posteriores cor-
teria oftálmica, que en ocasiones da una rama recu- tas se colocan alrededor del nervio óptico, se unen
rrente al penetrar en la órbita. La arteria oftálmica entre sí formando el anillo vascular de Zinn y Haller,
en el agujero óptico tiene 0,8 mm de diámetro; entra penetran al área de las láminas cribosas en la porción
por la porción inferior del canal óptico y se desplaza anterior del nervio y se angulan para irrigarlas. Esta
hacia el lado lateral, entre el nervio óptico y el recto red de vasos puede dar una arteria inconstante, nom-
externo. Después asciende y se coloca medial sobre brada arteria ciliorretiniana, que penetra al ojo por la
el nervio en su cara superior; emite 11 ramas en la porción temporal de la papila para nutrir parte del área
órbita, entre ellas la arteria central de la retina, las macular.
arterias ciliares posteriores, mediales y laterales, lar- Algunas ramas ciliares posteriores son largas; des-
gas y cortas; las etmoidales anterior y posterior, las pués de penetrar al globo ocular viajan entre coroides
lagrimales, las palpebrales medial y lateral, las mus- y esclera hacia el iris y el cuerpo ciliar. Ingresan a 6
culares, la supratroclear y la dorsonasal. Este último mm de la raíz del iris, cerca de la pars plana, para
formar el círculo arterial mayor del iris en anastomo-
es su vaso terminal, que se anastomosa con la rama
sis con las ciliares largas anteriores, ramas de las ar-
angular de la arteria facial, perteneciente al sistema
terias palpebrales; de ahí dan ramas radiales que for-
de vasos de la carótida externa. Ramas de la arteria
man el círculo arterial menor alrededor de la pupila.
oftálmica, en la pared media orbitaria, van a irrigar la Las arterias etmoidales, ramas de la oftálmica, irrigan
duramadre de la fosa craneal anterior y de la nariz. la duramadre de la fosa craneal anterior y de la nariz
Existe comunicación de los vasos de la órbita con (Figs. 4.3 y 4.4).
el sistema carotídeo externo, a través de otras Los músculos oculomotores están irrigados por las
anastomosis con ramas maxilares, faciales y tempo- arterias musculares superior o lateral e inferior o media,
32 Oftalmología pediátrica

Leyenda:
1- Arteria carotídea interna en su porción
intracavernosa
2- Arteria carotídea interna porción
cerebral
3- Arteria oftálmica
4- Arteria supraorbitaria
5- Arteria oftálmica
6- VI nervio craneal
7- Cavum de Meckel o ganglio de Gasser
8- Nervio maxilar inferior del trigémino:
agujero oval
9- Nervio óptico intracanalicular
10- Mucosas de las celdillas etmoidales
11- Mucosa del seno frontal
12- Nervio frontal

Fig. 4.3. Cara superior de la órbita. Cortesía de Francisco Loayza.

Leyenda:
1- Arteria oftálmica debajo del nervio
2- Arteria central de la retina
3- Arteria lagrimal
4- Arteria ciliar larga posterior
5- Arteria muscular
6- Arteria palpebral inferior
7- Nervio óptico intracanalicular
8- Nervio óptico intraorbitario
9- Cara inferior de la glándula lagrimal
10- Cara inferior del músculo oblicuo inferior
11- Venas vorticosas inferiores
12- Ganglio ciliar
13- Nervios ciliares cortos posteriores
14- Nervio frontal
15- Nervio lagrimal
16- Rama inferior del III nervio craneal

Fig. 4.4. Cara inferior del contenido orbitario del ojo derecho. Cortesía de Francisco Loayza.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 33

ramas de la arteria oftálmica. Cada músculo recibe 2 que transcurre dentro de la órbita es el nervio etmoidal,
ramas arteriales, con excepción del recto lateral que rama del nasociliar, que abandona a la órbita a través
recibe solo una. La rama superior nutre a los siguientes del agujero etmoidal.
músculos: recto lateral, recto superior, oblicuo superior La rama maxilar superior del nervio trigémino o rama
y elevador del párpado superior. La rama inferior irriga V 2, penetra a la órbita desde la base del cráneo por el
al recto inferior, recto medio y oblicuo inferior. La arte- agujero redondo y sale dentro de la órbita por la fisura
ria lagrimal abastece parcialmente al recto lateral. La inferior. Esa rama maxilar va de atrás hacia delante, pasa
arteria infraorbitaria alimenta en parte al oblicuo infe- por la fosa pterigomaxilar y emerge por la hendidura
rior y al recto inferior. Después de la inserción de los esfenomaxilar, para salir por el agujero infraorbitario
músculos en la esclerótica, las arterias musculares se acompañada de la arteria infraorbitaria. El nervio
continúan hasta perforar el ojo cerca del limbo infraorbital es la rama terminal del maxilar, que inerva el
esclerocorneal como arterias ciliares anteriores. pómulo y parte de la mandíbula superior. El nervio
Las venas orbitarias recogen la sangre de los teji- cigomático, rama del maxilar, se divide en la órbita en
dos orbitarios, de la retina, parte de la cara y de la cigomático temporal y cigomático facial, que inerva la
coroides; en esta última a través de las venas vorticosas piel de la porción temporal, de la frente y la mejilla.
que están dispuestas en torbellino en la zona del ecua- Los nervios oculomotores son el III, IV y VI ner-
dor a 8 o 9 mm del nervio óptico. La vena supraorbitaria vios craneales que mueven al globo ocular mediante
tiene 2 raíces en el ángulo superointerno; desde la la acción de 6 músculos: los rectos superior e inferior,
orbital superior viaja la sangre hacia el seno caverno- medial o interno y lateral o externo, que mueven el ojo
so. Las venas orbitarias inferiores drenan al plexo en el sentido que su nombre indica, como principal
pterigoideo y las anteriores pueden drenar, en parte, a acción, y los músculos oblicuos, superior o mayor y el
las venas faciales, vía las angulares, tributarias de la inferior o menor, ambos rotadores del ojo en su eje
facial, que van hacia la yugular interna. Estas venas anteroposterior y depresores o elevadores, respecti-
son avalvulares, por su diámetro pertenecen a las ve- vamente, como segunda acción.
nas medianas y se distienden con facilidad porque su Los nervios de los músculos oculomotores penetran
tejido muscular y elástico no está bien desarrollado. a ellos en la unión del tercio posterior con el tercio medio.
Los nervios de la órbita y el globo ocular son sen- La mayoría de estos músculos están inervados por el
sitivos, motores, parasimpáticos y simpáticos. La nervio oculomotor (III), excepto el músculo oblicuo su-
inervación simpática y parasimpática va dirigida a la perior que lo está por el nervio troclear (IV) y el músculo
musculatura ocular intrínsica del ojo fundamentalmente, recto lateral por el nervio abductor (VI). Los núcleos de
aunque otras estructuras como glándulas, vasos y el estos nervios están situados en el tronco encefálico o
músculo de Muller en el párpado, reciben inervación tallo, entre el mesocéfalo y la protuberancia y en relación
de alguno de estos 2 sistemas. con otros pares de nervios craneales que se sitúan en el
Los nervios sensitivos son ramos del nervio tallo cerebral y con los que se interrelacionan.
trigémino en su primera división o rama oftálmica, que El tallo cerebral es el asiento fundamental de los
tiene su neurona sensorial en el ganglio de Gasser; núcleos de los nervios craneales III-XII, de una consi-
junto a las raíces de los nervios maxilar superior o V 2 derable extensión de la formación reticular que los
e inferior o V 3. relacionan entre sí y de complejas redes neuronales
La primera rama, V 1 u oftálmica, pasa por el seno que le conectan con el cerebelo y estructuras nervio-
cavernoso y penetra a la órbita por la hendidura sas superiores en el encéfalo.
esfenoidal; se divide en 5 ramas: frontal, lagrimal, na- El núcleo de origen del motor ocular externo,
sal o nasociliar, supraorbitaria y supratroclear. El ner- VI nervio craneal, se localiza en la protuberancia;
vio supraorbitario es rama del frontal e inerva parte de inerva el músculo recto externo ipsolateral y a tra-
la frente y el seno frontal. El nervio ciliar largo ingresa vés del fascículo longitudinal medial (FLM) lleva
por el polo posterior del globo ocular a 8 mm de la inervación al subnúcleo del recto medio contralateral.
papila, atraviesa la esclera en hora 3 y 9 para inervar Los fascículos que parten del núcleo del VII nervio
segmentos más anteriores. Son numerosos los filetes o facial, que está delante del núcleo del VI nervio
nerviosos que terminan en la córnea y garantizan su en el tallo cerebral, retroceden dorsalmente y ro-
exquisita sensibilidad. Ello constituye la aferencia al dean al núcleo del VI formando una rodilla o lazo
tallo cerebral para integrar, con el nervio facial, el re- antes de salir del tronco encefálico. Los fascículos
flejo de parpadeo. Otro nervio sensitivo, rama de V 1, del núcleo del VI viajan en sentido ventral y atra-
34 Oftalmología pediátrica

viesan el tracto corticoespinal antes de salir del ta- – Fibras que desde los núcleos vestibulares superiores
llo en la porción anterolateral de la unión ascienden homolateralmente hacia los núcleos de los
pontomedular. El VI nervio, después de atravesar pares craneales III, IV y VI, aunque algunas fibras
el espacio subaracnoideo y desde la base del crá- cruzan la línea media hacia el complejo oculomotor
neo, asciende hasta el clivus donde tiene su origen contralateral en la parte caudal del mesocéfalo.
aparente y se sitúa muy cerca de la carótida y su – Fibras originadas en los núcleos vestibulares
sifón dentro del seno cavernoso. mediales que se proyectan de manera bilateral, con
El núcleo del IV nervio craneal o troclear inerva al predominio contralateral, también hacia los núcleos
oblicuo superior contralateral. Se sitúa por delante del de los músculos extraoculares. Además proyec-
acueducto, caudal al III nervio craneal, en la unión tan fibras descendentes que son homolaterales y
pontomesocefálica. A diferencia de los otros nervios se dirigen hacia el núcleo del nervio espinal, XI
oculomotores, sus fascículos se cruzan antes de salir nervio craneal y la sustancia gris del asta anterior
del tronco encefálico, por su porción dorsal en el nivel de los primeros segmentos de la médula cervical.
de los colículos inferiores, velo medular anterior. Segui- De esta manera queda constituida una vía refleja
damente el IV nervio rodea al tallo hasta su porción de coordinación de los movimientos oculares con
ventral, cruza el espacio subaracnoideo, se dirige al seno los de la cabeza y el cuello y de respuesta
cavernoso, sigue avanzando y penetra en la órbita. oculocefalogira a estímulos nerviosos originados
El núcleo del III nervio craneal u oculomotor está en los conductos semicirculares del oído interno.
formado por varios subnúcleos situados en el mesocéfalo, Las fibras cruzadas ejercen un efecto excitatorio
anterior al acueducto. Cada músculo del motor ocular y las homolaterales directas, un efecto inhibitorio.
común está inervado por un subnúcleo ipsolateral, ex- – Fibras originadas en las neuronas internucleares del
cepto el núcleo del recto superior cuya inervación es VI nervio craneal que cruzan la línea media y finali-
cruzada y el núcleo caudal que es un subnúcleo impar e zan en el núcleo del III nervio craneal contralateral,
inerva a los 2 músculos elevadores del párpado supe- más específicamente, en las neuronas que inervan el
rior. En el mesocéfalo cercano a los subnúcleos del III músculo recto interno. Esta conexión permite los mo-
nervio craneal para los músculos oculomotores extrín- vimientos conjugados de los ojos en forma lateral.
secos se localizan los núcleos de Edinger Westphall, – Fibras que nacen en los núcleos vegetativos
relacionados con la actividad visceral parasimpática. hipotalámicos y terminan en los núcleos viscerales
Los fascículos provenientes de los subnúcleos del III parasimpáticos del mesocéfalo.
nervio craneal, en su viaje central y ventral, atraviesan el
núcleo rojo, se unen a los fascículos pupilo y ciliocons- En la propia lámina cuadrigémina se establecen
trictores y salen a la fosa interpeduncular conservando conexiones entre los tubérculos cuadrigéminos supe-
una organización topográfica bien definida dentro del ner- riores e inferiores y de ellos con los demás núcleos
vio, con las fibras pupiloconstrictoras situadas más exter- motores del tronco encefálico. A los tubérculos
nas y relacionados con la arteria comunicante anterior y cuadrigéminos, por el brazo de dicho tubérculo supe-
la cerebelosa superior, que le hacen una pinza. rior que le conecta al tálamo, llegan fundamentalmen-
En el mesocéfalo, muy relacionadas con los nú- te a su región más posterior fibras retinianas desde la
cleos anteriores, se encuentran neuronas intercaladas cintilla óptica, fibras de la corteza visual occipital diri-
de ubicación central que reciben el nombre de núcleo gidas en sentido inverso a las de la radiación óptica y
de Perlia. Sus axones constituyen vías internucleares fibras de la corteza frontal.
oculocefalogiras transversales que asocian a los nú- De acuerdo con las conexiones que establecen el
cleos de los nervios motor ocular común derecho e FLM, la formación reticular y la lámina cuadrigémina,
izquierdo para garantizar la motilidad conjugada de los se constituyen los reflejos de fijación de la mirada que
ojos y la convergencia de la mirada. mantienen el objeto de atención en un punto fijo de la
El FLM es determinante para los reflejos, en los retina (la fóvea casi siempre), los movimientos conju-
cuales se implica la actividad visual. Está formado por gados de la cabeza, cuello y ojos, el reflejo luminoso de
fibras que desde su núcleo de origen, en la parte más emergencia y control de la postura corporal y los refle-
alta del mesocéfalo, transcurren por la línea media del jos de acomodación y convergencia (Figs. 4.5 y 4.6).
tronco encefálico hasta la médula cervical. Está cons- Los 3 nervios oculomotores, III, IV y VI, al salir del
tituido por: tronco cerebral, atraviesan el espacio subaracnoideo,
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 35

Leyenda:
1- III nervio craneal o motor ocular común
2- V nervio craneal o trigémino
3- VI nervio craneal o motor ocular externo
4- VII nervio craneal o facial
5- Nervio intermediario de Wrisberg (del VII nervio)
6- VIII nervio craneal o estatoacústico
7- Pedúnculo cerebral
8- Protuberancia anular o puente de Varolio
9- Bulbo raquídeo
10- Médula espinal
11- Agujero ciego de Vicq D Azir
12- Surco bulbo protuberancial
13- Surco basilar

Fig. 4.5. Tallo cerebral, cara ventral. Cortesía de Francisco Loayza.

Fig. 4.6. Tallo cerebral. A. Corte transversal en mesocéfalo: CS Colículos superiores, PC Pedúnculos cerebrales, SN Sustancia nigra, NR Núcleo
rojo, A Acueducto, FI Fosa interpeduncular. B. Corte transversal en protuberancia: FLM Fascículo longitudinal medial, NV Núcleo vestibular,
TET Tracto espinal trigeminal, NET Núcleo espinal trigeminal, LM lemnisco medio, TCS Tubérculo cuadrigémino superior.
36 Oftalmología pediátrica

llegan al seno cavernoso y se mantienen bien cercanos pupila. Ramas simpáticas inervan también al músculo
hasta entrar a la órbita por la hendidura esfenoidal. El de Muller en los párpados.
III y el IV nervio, junto a la primera división del V ner-
vio craneal o trigémino, van por la pared del seno ca- Músculos del globo ocular y movimiento
vernoso, mientras que el VI nervio lo hace más pegado que realizan
a la carótida interna, casi rodeándola.
Los músculos extrínsecos del ojo mueven al globo
La rama oftálmica del V, el III, el IV, el VI y las
ocular en diferentes direcciones; ellos son: los rectos
fibras oculosimpáticas dejan el seno cavernoso y entran
superior e inferior, medial o interno y lateral o externo
a la órbita por la fisura orbitaria superior. Las ramas of-
y los oblicuos: superior o mayor e inferior o menor.
tálmicas del V nervio o trigémino y del nervio troclear o
Son músculos de tipo estriado, de 3 a 4 cm de longitud;
IV, se colocan en el vértice, por encima del anillo tendinoso
se extienden desde la profundidad de la órbita donde
de Zinn, sin atravesarlo y entran a la órbita.
El III nervio craneal penetra en esta última sepa- los 4 rectos están adheridos al anillo tendinoso común
rado en sus ramas superior e inferior. La superior inerva o de Zinn, en el vértice de la misma que es contiguo a
el elevador del párpado superior y el recto superior. la duramadre. Tienen la particularidad de que los lla-
La división inferior inerva al resto de los músculos del mados rectos se insertan por delante del ecuador del
III. Con la rama que va al músculo oblicuo inferior ojo y los oblicuos por detrás. El oblicuo superior nace
viajan las fibras preganglionares parasimpáticas, pro- de la porción superior y algo posterior al anillo de Zinn
cedentes del núcleo de Edinger Westphal, hacia el gan- y no va hacia la esclera a insertarse directamente, sino
glio parasimpático ciliar, cuyos nervios llevan la que se dirige hacia el ángulo superointerno de la órbi-
inervación al constrictor del iris y cuerpo ciliar. ta, a la fosita troclear y desde esa inserción anterior
El ganglio ciliar está situado, entre el nervio óptico cambia de dirección y va de adelante hacia atrás con
y el músculo recto lateral, en la unión del tercio poste- su porción llamada tendinosa hasta la porción superior
rior y medio de la órbita. En él se lleva a cabo la sinapsis de la esclera por detrás del ecuador, pasando por de-
de las fibras parasimpáticas provenientes del núcleo bajo del recto superior. El oblicuo inferior es el único
de Edinger Westphall. Es un ganglio aplanado de no que no se inicia en el fondo de la órbita, sino en la
más de 5 o 6 mm; tiene una raíz corta gruesa motora: parte anteroinferior de la pared medial de la órbita; de
la rama inferior del III nervio craneal; una raíz delga- ahí se inserta en la esclera, por detrás del ecuador,
da y larga que es el nervio sensitivo nasociliar, rama cruzando por debajo del recto inferior a quien se ad-
de la primera división del V nervio craneal; y la raíz hiere mediante el ligamento de Lockwood y se inserta
simpática que inerva al músculo dilatador de la pupila. muy cercano al área escleral vecina a la mácula (Figs.
Las fibras sensitivas de la división oftálmica del V y 4.7 y 4.8).
las fibras simpáticas posganglionares, llegan al ganglio
ciliar y lo atraviesan sin hacer sinapsis. La eferencia
real del ganglio ciliar son los nervios ciliares cortos
que llevan las fibras posganglionares colinérgicas, que
viajan entre la esclera y la coroides para inervar a los
músculos ciliares y esfínter de la pupila.
Los nervios oculosimpáticos son fibras de tercer
orden del plexo simpático que se originan en las neuronas
del ganglio cervical superior, penetran al cráneo por el
agujero rasgado anterior y junto a la carótida interna
acompañan hacia la órbita al músculo recto lateral; en-
tran por el agujero óptico y siguen hasta la raíz posterior
del ganglio ciliar, al que atraviesan también.
El nervio ciliar largo contiene las fibras simpáticas
posganglionares para el músculo dilatador de la pupi-
la; acompaña a los nervios ciliares cortos e ingresa
por el polo posterior atravesando la esclera en hora 3
y 9, para alcanzar el iris y el músculo dilatador de la Fig. 4.7. Músculos extrínsecos del ojo.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 37

Los movimientos en torno del centro de rotación


del ojo pueden ser analizados en función de un sistema
de coordenadas fijo en la órbita y representado por 3
ejes perpendiculares entre sí, llamados ejes de Fick: un
eje vertical (z), un eje frontal (x) y un eje sagital (y).
Los ejes (z) y (x) determinan un plano frontal llamado
plano de Listing que coincide con el plano ecuatorial del
globo y el eje (y) coincide con el eje visual cuando el ojo
está en posición primaria de mirada (PPM).
Los músculos extrínsecos tienen también accio-
nes secundarias y hasta terciarias, sobre todo los mús-
culos de acciones verticales. Se dice que los ojos es-
tán en PPM cuando con la cabeza erecta los ojos fijan
un punto situado en el infinito en la línea de intersec-
ción del plano sagital del cráneo con el plano horizon-
tal; es decir, en el plano que pasa por los 2 centros de
rotación y los meridianos verticales de las córneas están
paralelos entre sí, . Estos músculos se mueven a tra-
Fig. 4.8. Cono muscular del ojo derecho, vista de frente del tendón de Zinn. vés de un centro de rotación teórico que está en el
Leyenda: centro del ojo, donde coinciden los 3 ejes de giro ocu-
1- Músculo oblicuo superior mayor, porción muscular (IV) lar o ejes de Fick (Fig. 4.9).
2- Músculo recto interno o media (III)
3- Músculo recto inferior con su arteria muscular (III)
4- Músculo recto lateral con su arteria muscular (VI)
5- Músculo recto superior (III)
6- Nervio óptico con su meninge

No todos los músculos extrínsecos se insertan a la


misma distancia de la córnea. El más cercano de los
músculos rectos es el recto medio y el de inserción
más alejada es el recto superior (Tabla 4.1).
En general, los músculos rectos mueven el ojo en
el sentido que indican sus nombres, mientras que los
músculos oblicuos lo mueven contrario a su nombre;
el oblicuo superior hacia abajo y el oblicuo inferior
hacia arriba, sobre todo desde la posición de aduc-
ción. Sin embargo, su acción principal es la de girar
el globo sobre su eje anteroposterior, el oblicuo supe-
rior en intorsión y el oblicuo inferior en extorsión.
Fig. 4.9. Ejes de Ficks y plano ecuatorial de Listing que pasan a
través del centro de rotación.
Tabla 4.1. Músculos extraoculares

Músculo Origen Longitud (mm) Inserción anatómica en Inervación


la esclera (mm)
Recto medio (RM) Anillo de Zinn 39,0 5,5 del limbo III nervio
Recto lateral (RL) Anillo de Zinn 41,0 6,9 del limbo VI nervio
Recto superior (RS) Anillo de Zinn 41,8 8,0 del limbo III nervio
Recto inferior (RI) Anillo de Zinn 40,0 6,5 del limbo III nervio
Oblicuo superior (OS) Por encima 32,0 Polo temporal cerca del RS
del anillo de Zinn hasta 6,5 mm del NO IV nervio
Oblicuo inferior (OI) Fosa lagrimal 37,0 Cercano al área macular III nervio
38 Oftalmología pediátrica

Cuando los ejes a partir de la PPM giran en torno – No existe inhibición recurrente en las neuronas
del eje (z) o del eje (x) de Fick, se dirigen a las llama- oculomotoras. Los músculos extraoculares no ac-
das posiciones secundarias. Cuando los ojos a partir túan simplemente como pares opuestos en todas
de la PPM giran en torno de cualquier eje oblicuo si- las direcciones de la mirada y por tanto, la activa-
tuado sobre el plano de Listing, se dirigen a posiciones ción de un músculo no conlleva siempre la inhibi-
llamadas terciarias. ción del antagonista. En movimientos oculares
La acción precisa para el movimiento está en de- torsionales y de fijación de la mirada es necesaria
pendencia de la posición que tiene el globo en el mo- la co-contracción de músculos oponentes.
mento que se realiza la acción de movimiento y del
ángulo que tenga el músculo con su eje de palanca, en Los diversos tipos de movimientos que realiza el
esa posición. Si el ángulo es de 0° la acción en ese ojo se clasifican en:
caso se anula y si la posición es de 90° de ángulo, su – Los que estabilizan los ojos durante los movimien-
acción se hace máxima. tos de la cabeza, de tipo reflejos, como los
Otro aspecto de importancia que se debe conocer vestibulares y optoquinéticos que son movimien-
para estudiar la anatomía funcional de los músculos ex- tos conjugados.
trínsecos del ojo son los diferentes tipos de movimientos – Los movimientos que estabilizan los objetos en la
que este realiza y las características que en comparación fóvea, que son de tipo voluntarios como los
con otros músculos del organismo les dan su particulari- sacádicos y los de persecución, ambos de tipo con-
dad para desarrollar tan delicada función; estas son: jugado, y las vergencias, que son movimientos de
– Los músculos oculares extrínsecos son estriados y tipo disconjugados.
voluntarios. – Los movimientos vestíbulo oculares garantizan
– Gran concentración de husos neuromusculares. mantener la mirada en los objetos durante la rota-
– Relación de inervación. Los músculos extraoculares ción de la cabeza. Se relacionan con otros nervios
poseen una relación de inervación muy baja del craneales del tallo cerebral.
orden de 10 fibras musculares por cada – Los movimientos optoquinéticos, reflejos de segui-
motoneurona lo que les permite un control fino del miento ante un medio en rápido movimiento, están
grado y velocidad de la contracción muscular. Se constituidos por 2 fases: sacádica y persecución.
estima que la activación de 2 o 3 unidades moto-
ras desplaza el ojo 1°. Los movimientos de persecución mantienen un
– Están formados fundamentalmente por fibras blan- objetivo en la fóvea durante su observación y segui-
cas de tipo fásicas que permiten altas velocidades miento. Su velocidad depende de la velocidad de des-
de contracción; estas son las fibras musculares plazamiento del objetivo dentro del campo visual (no
más rápidas (frecuencia máxima de descarga del más de 100°/s.). Necesita de la integridad de la vía
orden de los 150 Hz), cumplen los requerimientos aferente visual para el reconocimiento del objetivo. Se
contráctiles de las sácadas y metabolitamente son generan en el campo ocular parietal (parietal eye
las más activas de todo el organismo lo que las field).
hace resistentes a la fatiga.
Los movimientos sacádicos son voluntarios, de cap-
– No poseen reflejos de estiramiento pero sí una gran
tura de un objetivo por la fóvea; son de tipo balísticos
cantidad de husos neuromusculares que informan
(900°/s) y su velocidad depende de la lejanía del objeti-
constantemente del grado de estiramiento de sus
vo a la fóvea. No se generan solamente por estímulos
fibras y por tanto de la posición.
visuales, son muy estereotipados y siempre se necesita
– Sus fibras tienen un orden de reclutamiento fijo.
más de una sácada para estabilizar un objetivo en la
Permite a los núcleos neuronales controlar y re-
fóvea. La formación reticular pontina y mesencefálica
clutar solamente el número de motoneuronas a
controla los movimientos sacádicos horizontales y ver-
activarse para un movimiento dado, pues la con-
ticales. Sus generadores están en el tronco encefálico y
tracción de las fibras musculares siempre comienza
sus controladores en la corteza cerebral, principalmen-
con las fibras superficiales que se encargan de la
te en los llamados frontal eye fields.
contracción rápida (sácada), seguido por la con-
Los movimientos de vergencia tienen su centro de
tracción de las fibras centrales que participan prin-
integración en el mesencéfalo, cerca de los núcleos
cipalmente en el mantenimiento de la posición ocu-
oculomotores. Reciben importante aferencia del área
lar (fijación).
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 39

cortical V 3, relacionada con el procesamiento de la – Porción excretora. Lago lagrimal. Vías lagrimales:
disparidad binocular. La vergencia es un tipo de movi- puntos lagrimales. Canalículos lagrimales. Saco
miento disconjugado que lleva a los ojos en direccio- lagrimal. Conducto nasolagrimal.
nes opuestas; el ejemplo más frecuente se observa en
la convergencia que se produce con la lectura de cer- Órganos protectores
ca para dirigir las fóveas al mismo objetivo. Supercilios o cejas. Son 2 formaciones pilosas
El control de los movimientos oculares se lleva a arqueadas, situadas en las regiones superciliares, que
cabo en el tallo y en los centros supranucleares protegen al ojo del polvo y sudor de la frente.
corticales, conocidos como campos oculares fronta- Párpados. Son 2 pliegues movibles: superior e in-
les, campo ocular suplementario y campo ocular ferior. En cada párpado se destacan 2 caras (anterior
parietal para los movimientos sacádicos y en el centro
y posterior) y un borde libre que tiene 2 limbos o labios
supranuclear cortical de los movimientos de persecu-
(anterior y posterior). Cerca del limbo anterior se en-
ción que radica en la región occipitoparietal ipsolateral.
cuentran los cilios o pestañas, unas 70 en cada párpa-
Para los movimientos sacádicos horizontales cada
do, y desembocan las glándulas sebáceas (de Zeiss) y
campo ocular frontal activa la formación reticular para
sudoríparas o ciliares (de Moll). En el limbo posterior
pontina (FRPP) contralateral, que en turno excitan al
desembocan las glándulas tarsales de tipo sebácea (de
núcleo del VI nervio craneal adyacente y que por vía del
FLM inerva el subnúcleo del recto medio contralateral. Meibomio). En la estructura del párpado se distinguen
Las sácadas hacia arriba y hacia abajo, inclusive bajo 4 capas:
el control voluntario en el campo ocular frontal, se inician – La piel que cubre su cara anterior.
en las neuronas de los núcleos rostral e intersticial por las – Fibras musculares estriadas, que son la parte
células del núcleo intersticial de Cajal, áreas que ejercen palpebral del músculo orbicular de los párpados,
control supranuclear sobre los núcleos del III y IV ner- inervado por el nervio facial. Este es un músculo
vios craneales. El núcleo vestibular tiene conexión direc- plano, formado por haces concéntricos de fuera a
ta con el III y IV núcleos vía el FLM (Fig. 4.10). adentro. Tiene una porción preorbitaria que inter-
viene fundamentalmente en el cierre forzado de
los párpados, una porción preseptal y una pretarsal
para el parpadeo habitual.
– Tejido conectivo fibroso que se hace más denso
hacia el borde libre donde forma el tarso palpebral
que le proporciona al párpado su forma y sostén;
contiene las glándulas tarsales (Meibomio).
– La conjuntiva, que lo tapiza por dentro.

Fig. 4.10. Áreas corticales que participan en los movimientos En su porción más superior el párpado es más grue-
oculares sacádicos. so y está formado por la piel, el músculo orbicular, el
septo, la aponeurosis del elevador del párpado superior,
Órganos oculares accesorios el músculo de Muller y la conjuntiva o túnica palpebral
Los órganos oculares accesorios o anexos del ojo conjuntival que tiene unos 10 mm de altura. El músculo
incluyen: tarsal de Muller es de fibras lisas, con 6 mm de altura;
Órganos protectores: se origina en la cara inferior de la aponeurosis del mús-
– Supercilios o cejas. culo elevador y se inserta en el borde del tarso. Está
– Párpados: superior e inferior. inervado por fibras simpáticas.
– Túnica conjuntiva: palpebral, bulbar y de fondo de La aponeurosis del elevador del párpado superior
saco. tiene la forma de un trapecio con 12 mm de altura y se
inserta en la cara anterior del tarso superior. Ambos
Aparato lagrimal: elevadores del párpado superior los controla el núcleo
– Porción secretora. Glándulas lagrimales: orbitaria impar CCN, que es del grupo de los núcleos oculomo-
y palpebral. tores del III nervio craneal.
40 Oftalmología pediátrica

Las neuronas supranucleares destinadas al nervio nea. Los vasos que irrigan a la conjuntiva vienen de
facial están en el girus precentral del lóbulo frontal. los conjuntivales posteriores, rama de los vasos
Sus axones descienden con el haz corticobulbar, por el palpebrales y de los ciliares anteriores que atraviesan
centro de la cápsula interna y llegan a la parte media la esclerótica y penetran en el interior del ojo. El dre-
de los pedúnculos del tallo cerebral. La mayoría de las naje venoso se realiza a través de las venas palpebrales
fibras cruzan la línea media para inervar los núcleos o directamente a la vena oftálmica superior o inferior.
del facial contralateral, pero unos pocos haces que Los canales linfáticos se disponen en 2 plexos, uno
inervan la parte superior de la cara hacen sinapsis en superficial y otro profundo que drenan en los nódulos
el núcleo ipsolateral, por lo que esta región superior de linfáticos preauriculares y submaxilares; la inervación
la cara tiene doble inervación. Por ello las lesiones de la conjuntiva proviene del nervio oftálmico, primera
supranucleares que toman la vía motora descendente rama del nervio trigémino.
ocasionan debilidad de la hemicara inferior
contralateral. Al dejar los núcleos el facial cursa Aparato lagrimal
dorsomedial hacia el IV ventrículo, forma un lazo al- Porción secretora. Está formada por la glándula
rededor del núcleo del VI nervio craneal y sale de la lagrimal de tipo tubuloalveolar serosa, con 2 porciones
protuberancia lateralmente. La aferencia del facial situadas en la región anterolateral de la pared superior
deriva del V nervio o trigémino como parte del refle- o techo de órbita que producen las lágrimas y las vier-
jo corneal y por la vía acústica como parte del reflejo ten en la conjuntiva:
estapedio, en el cual se produce parpadeo en res- – Glándula lagrimal principal. Porción orbitaria y por-
puesta a ruidos fuertes. El facial se divide en la ción palpebral.
parótida en rama superior e inferior; la primera de – Glándulas lagrimales accesorias (de Krause y
ellas es la que inerva los músculos orbiculares de los Wolfring).
párpados, en su parte orbital y palpebral y la parte
lagrimal la cual tira del borde de los párpados y del La porción orbitaria está alojada en la fosa lagrimal,
punto lagrimal medialmente. En su parte situada en el ángulo superoexterno de la órbita de la
parasimpática el VII nervio inerva a las glándulas cual parten varios conductos excretores que drenan
lagrimales y salivares. Su parte sensitiva recoge la las lágrimas en el fórnix conjuntival superior. La
sensibilidad de la lengua, paladar y el oído externo. aponeurosis del elevador la separa en 2 porciones; la
La posición de los párpados depende del tono de más pequeña se puede observar evertiendo el párpa-
reposo del elevador. El control de los movimientos de do superior. Es una glándula de forma ovalada de unos
los párpados no ha sido del todo aclarado; estos se 20 mm de largo, 12 mm de ancho y 5 mm de espesor.
mueven con el desplazamiento de los ojos excepto Están separadas del globo ocular por la cápsula de
cuando ocurre el parpadeo que se produce al tiempo Tenon y la grasa orbitaria.
que el elevador del párpado superior es parcialmente La porción palpebral ocupa la parte superoexterna
inhibido y los músculos orbiculares se contraen. El nervio del párpado superior y los conductos excretores se
facial junto con el músculo de Muller y el frontal, man- abren en el fondo de saco conjuntival superior. Tam-
tiene el tono de los párpados. En la mirada hacia arri- bién existen pequeñas y numerosas glándulas lagrimales
ba el párpado superior se abre y hacia abajo los pár- accesorias diseminadas por la túnica conjuntiva
pados descienden junto al movimiento de los ojos. palpebral (superior e inferior). Las nutre la arteria
Túnica conjuntiva. Es una membrana mucosa, lagrimal, rama de la oftálmica. La inervan el nervio
transparente y vascularizada en la que se describen 2 lagrimal y fibras parasimpáticas del facial, las que ha-
porciones: palpebral y bulbar. La porción palpebral tapi- cen sinapsis en el ganglio pterigopalatino y viajan con
za la cara posterior de los párpados y está íntimamen- los ramos cigomáticos de la división maxilar del V an-
te adherida al tarso; tiene alrededor de 30 mm de an- tes de alcanzar la glándula lagrimal. Las arterias, ve-
cho por 10 mm de altura. La porción bulbar cubre la nas y nervios de esta glándula ingresan a ella por su
cara anterior del globo ocular hasta los bordes de la cara inferior.
córnea. La unión de la conjuntiva palpebral con la Las glándulas lagrimales accesorias son las de
bulbar forma un fondo de saco llamado fórnix Krause, situadas en los fondos de saco superior e infe-
conjuntival (superior e inferior), constituido por estroma rior, más numerosas en el superior; y las de Wolfring,
y epitelio superficial que se continúa con el de la cór-
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 41

en menor número, situadas en la conjuntiva del borde do con cierta rapidez hasta el tercer año; a partir de
proximal de la lámina tarsal del párpado. esta edad hasta la pubertad es más lento y con poste-
Las lágrimas constituyen un líquido claro, algo rioridad su crecimiento es poco significativo. El diá-
alcalino, que contienen una enzima (lisozima) de po- metro del globo ocular al nacer es de aproximadamente
der bacteriostático y cuya función es humedecer y 16,9 mm; en el primer año de 19,1 mm; a los 6 años de
proteger la conjuntiva y la córnea. 20,5 mm y en el adulto de 24,5 mm.
Las lágrimas vertidas se acumulan en el lago El ritmo de crecimiento de las distintas partes del
lagrimal. Este es el espacio situado en el ángulo medial globo ocular es diferente. En el recién nacido las es-
o interno del ojo, donde se encuentran la carúncula tructuras anteriores son relativamente mayores que
lagrimal y las papilas lagrimales (superior e inferior) las posteriores pero en los primeros años de la vida
que tienen un orificio llamado punto lagrimal por don- crecen menos y los ojos adquieren una forma más
de penetran las lágrimas a los conductos lagrimales. esférica. El globo ocular puede variar de situación en
Porción excretora. Conduce a las lágrimas des- la órbita según se encuentre en posición de reposo y
de el lago lagrimal, a través del saco, hasta las fosas no exista influencia nerviosa sobre los músculos que
nasales. La porción excretora consta de los 2 puntos lo mueven; esa es la posición de anestesia profunda y
lagrimales, los canalículos, el saco y el conducto el coma. En la posición de reposo fisiológico, como en
lacrimonasal. el sueño, los globos oculares están en divergencia. La
Los puntos lagrimales son diminutos y están situados posición libre de fusión es la que se manifiesta cuando
uno superior y otro inferior en cada párpado, a 6 mm del se suprime la visión binocular y la posición que adop-
ángulo interno. Su apertura es de apenas 2 mm. tan los globos oculares cuando fijan un objeto y miran
Los canalículos continúan a estos orificios, en sen- en diferentes posiciones.
tido vertical primero y luego horizontal y seguidamen- El globo ocular está compuesto por capas o es-
te hacia abajo y algo atrás, para terminar juntos o por tructuras que forman su continente y lo que yace en
separado en el saco lagrimal. Tienen de 6 a 7 mm de su interior, que es su contenido. El continente está
largo. Llevan las lágrimas al saco lagrimal. formado por 3 capas o túnicas superpuestas: la ex-
El saco lagrimal es la porción superior dilatada del terna o fibrosa (córnea-esclera), la media o vasculosa
conducto lacrimonasal alojado en el canal, formado (úvea) y la interna, nerviosa o sensorial llamada reti-
por el hueso lagrimal y la apófisis nasal del maxilar na. Esas túnicas o capas rodean a un contenido com-
superior. puesto por el humor acuoso, la lente o cristalino y el
El conducto nasal es un canal formado por los cuerpo vítreo, los cuales son llamados medios trans-
huesos maxilar superior, lagrimal y cornete inferior. parentes y refringentes, pues de conjunto con la cór-
Su longitud máxima es de 15 a 24 mm y su diámetro nea dejan pasar la luz y modifican su trayectoria para
de 4 a 6 mm. Desemboca en la cabeza del cornete dirigirla hacia las capas más externas de la retina don-
inferior, en el meato, a 30 mm de la abertura nasal de están los segmentos externos de los fotorrecep-
donde está situada la válvula de Hasner. tores interdigitados con el epitelio pigmentario
(Fig. 4.11).
Globos oculares
Los globos oculares están situados en las partes
anteriores de las órbitas y cada uno tiene la forma de
una esfera. En ellos se describen 2 polos: el anterior,
que es más abombado por la curvatura aumentada de
la córnea, y el posterior, perforado por múltiples
agujeritos en una zona de esclera redondeada, de unos
2 mm de diámetro, por donde salen los axones de las
células ganglionares que constituyen el nervio óptico.
Entre las variaciones morfofuncionales del globo ocu-
lar en las primeras etapas de la vida posnatal se desta-
ca lo siguiente: el tamaño del globo en el recién nacido
es más pequeño que en el adulto; representa aproxi-
madamente las 3 cuartas partes. Su crecimiento es
muy intenso durante el primer año y continúa crecien- Fig. 4.11. El globo ocular y sus partes.
42 Oftalmología pediátrica

Continente o capas del globo ocular proporción. Las fibras colágenas forman lamelas
Capa externa o túnica fibrosa. Es dura y que se encuentran dispuestas en diferentes senti-
resistente, le proporciona al globo ocular su forma, dos; además presenta en su composición otras
sostén y protección. Tiene la superficie externa lisa, a sustancias como queratocitos, condroitín 4 sulfato
la cual recubre la conjuntiva en el tercio anterior del y el condroitín.
globo ocular, hasta la unión corneoescleral, lo que fa- – Membrana de Descemet: es una membrana grue-
cilita el deslizamiento del ojo en sus movimientos. sa que contiene una zona anterior y otra posterior.
La córnea es la parte anterior menos extensa de Esta última prolifera y en la etapa adulta se puede
la túnica externa (1/6 del tamaño del globo ocular); es observar engrosada.
incolora, transparente y avascular; tiene forma de dis- – Endotelio corneal: es una importante capa que con-
co abombado convexo hacia delante, con un ángulo tribuye a la transparencia corneal al impedir el paso
de curvatura mayor que el de la esclera, con la cual se del agua hacia el estroma; esto lo logra mediante
une en bisel mediante una zona circular y estrecha el bombeo activo de iones Na+. A diferencia del
llamada limbo esclerocorneal. Su espesor es mayor epitelio esta capa está formada por una única hile-
en la periferia (1 mm) que en el centro (0,7 mm). ra de células del tipo cuboides bajas.
La transparencia de la córnea se debe a la regula-
La esclera es la parte posterior más extensa de la
ridad en la estructura de su sustancia propia, la homo-
túnica externa (5/6), blanca y opaca; es más gruesa
geneidad en la composición química de los elementos
en el polo posterior (1 mm), más delgada en el ecua-
que la forman y la ausencia de vasos sanguíneos y
dor (0,4 mm) y se vuelve a engrosar en su unión con la
linfáticos. Sin embargo, posee numerosas ramificaciones
córnea (0,7-0,9 mm). La esclera en el lactante es del-
nerviosas de la rama oftálmica del nervio trigémino, por
gada, translúcida y de color blanco azulado. Está com-
lo cual es la zona más sensible del organismo.
puesta por una banda de colágeno y fibroblastos. Po-
La córnea en el recién nacido tiene la convexidad
see un gran número de canales para dar paso a las
aumentada, es relativamente grande (unos 10 mm de arterias, venas y nervios. Su color blanquecino y opa-
diámetro) y adquiere el tamaño del adulto en el segun- co lo debe al alto contenido en agua y a la disposición
do año de vida, que por lo regular no llega a más de no uniforme de sus fibras.
11,5 mm de diámetro en su meridiano vertical y 12 En la esclera se distinguen 3 capas fundamentales:
mm en el horizontal. – Lámina epiescleral: contiene múltiples vasos san-
La córnea está formada por 5 capas: guíneos encargados de vascularizar la esclerótica.
– Epitelio anterior: formado por 5 o 6 hileras de célu- – Sustancia propia.
las, entre ellas se encuentran las células basales – Lámina fusca u oscura: capa pigmentada en la su-
que son del tipo columnar bajo; le siguen 2 capas de perficie interior de la esclera que forma la capa
células alares y 2 capas de células superficiales que exterior del espacio supracoroideo.
contienen microvellosidades capaces de absorber
la mucina segregada por las células caliciformes de La esclera es perforada por vasos y nervios y en
la conjuntiva. El epitelio corneal está compuesto por ella se insertan los músculos extrínsecos del ojo. Ha-
colágeno tipo IV. Las células basales no cumplen la cia la parte medial del polo posterior, en un área re-
función de regeneración como el resto de las célu- dondeada de 2 mm de diámetro aproximadamente,
las basales del organismo, pues este papel le co- conocida como lámina cribosa, sus fibras o laminillas
rresponde a las células madres limbares que sepa- de tejido conectivo se entreabren o separan y dan lu-
ran la córnea de la conjuntiva. gar a lo que se conoce como las perforaciones de sus
– Membrana de Bowman: es una capa acelular, uni- laminillas cribosas. Esa área es de extrema importan-
forme, compuesta por colágeno tipo V; al dañarse cia para explicar varios tipos de neuropatías por
no se regenera, por lo que se sustituye por prolife- disfunción de las fibras del nervio óptico, que se pro-
ración fibrosa o epitelial. ducen cuando estas atraviesan las múltiples perfora-
– Sustancia propia o estroma de tejido conectivo: es ciones de las laminillas y en esos sitios, si se distienden,
la capa más gruesa, prácticamente representa la se pueden ver comprimidas.
totalidad del espesor corneal; compuesta por Las laminillas cribosas están atravesadas, además
colágeno tipo I, VI, III y V, estos últimos en menor de por las fibras que forman el nervio óptico, por los
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 43

elementos vasculonerviosos del ojo que entran o salen talino, dividiendo este espacio en 2 cámaras, anterior y
del globo ocular, principalmente arteria y vena centra- posterior, comunicadas por la pupila. Estas cámaras
les del nervio óptico y luego llamadas centrales de la contienen el humor acuoso que se produce en los pro-
retina. Alrededor del nervio óptico la esclera es perfo- cesos ciliares situados en la posterior. La cámara ante-
rada por vasos ciliares cortos que van a formar la rior del ojo es estrecha en el recién nacido.
coroides y vasos ciliares largos que llegan a la porción El iris tiene una estructura esponjosa; en él se des-
anterior de la úvea (Fig. 4.12). tacan 3 capas:
– Epitelio anterior.
– Estroma de tejido conectivo con células pigmen-
tadas, vasos sanguíneos y los músculos esfínter,
inervado por el parasimpático, situado en forma
de cinta cercano a la pupila y el músculo dilatador
de la pupila, que se dispone en forma de rayos de
carreta, de inervación simpática.
– Epitelio posterior, de doble capa, la posterior o inter-
na al globo, muy pigmentada. Se puede observar en
lámpara de hendidura como un festón en la pupila
que sobresale por detrás del tejido esponjoso del
iris; se le conoce como ribete pigmentario y su au-
sencia sugiere atrofia iridiana en el sector que falta.

El color del iris determina el color del ojo que ca-


racteriza a los distintos individuos y que varía en de-
pendencia de la cantidad de pigmentos que contenga,
Fig. 4.12. Corte sagital del globo ocular después de eliminar la de manera que si es abundante adquiere tonalidades
retina. Cortesía de Francisco Loayza.
Leyenda: oscuras (pardos y negros) y si es escaso, tonalidades
1- Tarso: glándulas de Meibomio claras. El iris, al nacimiento, es de color azuloso o gri-
2- Conjuntiva tarsal
3- Córnea
sáceo por la escasez de pigmentos y según estos
4- Cara posterior del iris aumentan en los primeros meses y años, el iris experi-
5- Pars plicata, procesos ciliares menta cambios progresivos en su coloración.
6- Pars plana
7- Ora serrata La pupila en el recién nacido es pequeña y está
8- Cara interna de la coroides, coriocapilar situada algo por debajo y medial al centro de la córnea.
El cuerpo ciliar es la parte intermedia y engrosada
de la túnica vasculosa que se dispone en forma circular,
Túnica media o vasculosa (úvea). Es una es- como un anillo, por delante del resto de la coroides y por
tructura blanda, esponjosa y de color oscuro como la detrás y por fuera del iris. Se conecta a la periferia de la
uva negra, por su pigmentación y vascularización, cuya
lente o cristalino mediante el ligamento suspensorio o
función fundamental es garantizar la nutrición y oscu-
zónula de Zinn, al que sostiene y permite llevar a cabo
ridad interna del ojo. En esta túnica se describen 3
la acomodación. En su espesor se distinguen 2 estruc-
porciones, en extensión:
– Iris. turas distintas, los músculos y procesos ciliares.
– Cuerpo ciliar. Los músculos ciliares están constituidos por fi-
– Coroides. bras musculares lisas localizadas externamente y
dispuestas en distintas posiciones, circulares unos
El iris es la parte anterior de la túnica vasculosa que haces, longitudinales otros. Su contracción actúa aflo-
se dispone en un plano frontal en forma de disco, con jando la tensión sobre los ligamentos que sostienen al
un orificio central de diámetro variable llamado pupila, cristalino en su posición y mantiene su forma, que en
que actúa como un diafragma regulando la cantidad de este caso al contraerse el músculo ciliar, aumenta su
luz que llega a la retina y eliminando los rayos más curvatura y llevan a cabo la acomodación para la
periféricos. El iris está situado entre la córnea y el cris- visión cercana.
44 Oftalmología pediátrica

Los procesos ciliares son repliegues muy retina es la más extensa y se une por delante con la
vascularizados, localizados internamente donde se pro- porción ciega mediante un borde dentado llamado ora
duce el humor acuoso; los procesos ciliares están ta- serrata. Las otras 2 partes son la ciliar y la irídica, que
pizados por el doble epitelio de la retina ciega. constituyen la porción ciega de la retina y tienen solo 2
En la unión de la base del iris en su cara anterior, la capas, como las paredes de la vesícula óptica primitiva.
córnea en su cara posterior y la esclera que la continúa, La porción ciega tiene una estructura muy simple con
se forma por debajo del espolón que la esclera le forma, abundantes células pigmentadas que tapizan al iris y al
el ángulo iridocorneal donde existe un conducto de des- cuerpo ciliar en su cara posterior e interna al ojo.
agüe llamado canal de Schlemm, para drenar hacia las La retina visual se caracteriza por ser una estruc-
venas el humor acuoso que se forma en los procesos tura transparente y contener vasos y varios elementos
ciliares y que pasa a la cámara anterior. Anomalías en nerviosos conectados entre sí, que para fines didácticos
el desarrollo de ese ángulo y canal de drenaje pueden se han nombrado de acuerdo a su constitución o topo-
provocar hipertensión ocular y glaucoma. grafía. Su área principal es la mácula, que tiene a su
La coroides es la porción posterior y más extensa cargo la visión central y de más detalles (Fig. 4.13).
de la túnica coroidea (2/3), separada de la esclera por Al observar el fondo del ojo mediante un oftalmos-
un espacio virtual (pericoroidal) y es atravesada en su copio, se distingue a través de la retina el color rojizo del
parte posterior por elementos vasculares y nerviosos. fondo debido al pigmento que el epitelio pigmentario de
Su estructura está compuesta fundamentalmente por la retina y la coroides contienen y a la sangre que circu-
vasos y pigmentos que le dan nutrición al ojo y la oscu- la por la túnica vasculosa de la coroides. En él se desta-
ridad necesaria en su interior para que se lleve a cabo el can 2 zonas de gran importancia: la mácula y el disco
proceso de la visión de forma óptima. Tiene 4 láminas: del nervio óptico, que difieren en su estructura y color.
– Supracoroidal: separa la coroides de la esclera. La mácula o mancha amarilla es una porción es-
– Vasculosa: vasos gruesos y de mediano calibre y pecializada de la retina situada en el polo posterior.
además pigmentos.
Tiene unos 2 mm de diámetro en extensión y es de
– Coriocapilar: vasos muy finos y pigmentos.
color rojizo, más oscuro que el resto del fondo de ojo;
– Basal o membrana de Bruch: separa a los capilares
presenta en su centro una depresión o fosita central
de las células del epitelio pigmentario de la retina.
(foveola), cuyas células son las del epitelio pigmentario
En su porción peripapilar la coroides refuerza el y los fotorreceptores de tipo conos. Esa es el área
contenido de pigmento. preparada para lograr la máxima agudeza visual.
Túnica interna del ojo o retina. Colinda con la Por fuera del área de la foveola la retina se
capa media o vasculosa en toda su extensión. En ella se engruesa y reaparece el resto de las estructuras con
describen 3 porciones: coroidea, ciliar e irídica. La pri- las capas medias e internas de la misma que contiene
mera constituye la porción óptica (con varias capas de a las células bipolares, que son las que reciben el im-
células nerviosas y los fotorreceptores, conos y basto- pulso captado en los conos foveolares y las células
nes, además de glias y vasos). La porción óptica de la ganglionares cuyo axón forma el nervio óptico.

Fig. 4.13. Histología de la retina en el área macular mediante tomografía óptica coherente (OCT) y corte histológico.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 45

El disco del nervio óptico o papila está situado a Las capas externas de la retina reciben su nutri-
unos 3 mm de la mácula y nasal a ella. Tiene 1,5 mm ción de la red coriocapilar de la úvea, a través del
de diámetro, es de forma redonda o a veces ligera- epitelio pigmentario, donde se interdigita el segmento
mente ovalada, con el mayor diámetro vertical; de externo de los fotorreceptores para llevar a cabo el
bordes precisos y color rosa más claro que el resto de intercambio metabólico con los elementos que deja
la retina. No hay en ella conos ni bastones para captar pasar la coriocapilar.
la imagen visual, por lo que es conocida como punto Las venas de drenaje de la retina no se unen a la
ciego. En su centro se puede observar la excavación de la coroides, lo que es importante para reconocer
que dejan los axones de las células ganglionares al diferentes entidades como trombosis de la vena cen-
entrar y atravesar las laminillas cribosas de la esclera. tral de la retina, meningiomas de las vainas del nervio
En dependencia del tamaño de esta área de perfora- óptico y otras noxas que pueden causar comunicación
ciones esclerales y el tamaño del globo ocular, la ex- entre las venas de drenaje en la papila y la circulación
cavación fisiológica es de mayor o menor tamaño coroidea.
(Fig. 4.14). Las fibras que forman el nervio óptico tienen una
Los vasos que nutren a la retina, arteria y vena distribución retinotópica exacta (Fig. 4.16).
central penetran 1 cm por detrás de la papila y se ra- Las que vienen de la zona foveal y sobre todo las
mifican en la superficie de las capas de fibras nasales de ese haz papilomacular, lo hacen directa-
ganglionares, según avanzan o regresan de la retina, mente y ocupan la zona del borde temporal de la papila.
con una distribución exacta en 4 cuadrantes a irrigar Las que vienen de las retinas temporales, superior e
(Fig. 4.15). Estos vasos que se distribuyen por su su- inferior, lo hacen en forma de arco y forman los polos
perficie la perforan en ángulo de 90° y penetran en el superior e inferior de la papila; esas fibras son mucho
espesor de la retina, para irrigar a capas más profun- más gruesas que las del haz papilomacular. El resto de
das, internas y medias, excepto en el área de la fóvea, las fibras nasales, incluyendo las más periféricas, en-
dejando una zona avascular de 400 µ llamada zona tran directamente al lado nasal de la papila y allí ocu-
foveal avascular (FAZ). En el 20 % de los casos una pan el área restante del disco óptico (Fig. 4.17).
arteria ciliorretinal se ve surgir del borde de la papila Las superiores penetran en 2 haces, lo que se ha
para nutrir parte del haz papilomacular. Los vasos demostrado por la doble giba del grosor de las fibras
retinales son los responsables para el mantenimiento nerviosas representada en el tomógrafo óptico cohe-
de la barrera hematorretinal, garantizado por las fuer- rente (OCT) y en los estudios de capas de fibras con
tes uniones entre las células endoteliales de los vasos, lentes de polo posterior con lámpara FF 450 (Figs. 4.18
los cuales, en la retina, no tienen lámina elástica inter- y 4.19).
na ni músculo liso.

Fig. 4.14. Corte de mácula y papila. A la izquierda foto del fondo de ojo derecho en el haz papilomacular, línea verde. En negro, a la derecha, capas
de la retina en esa misma zona (línea verde), visibles con el tomógrafo Spectralis.
46 Oftalmología pediátrica

Si se divide la retina en cuadrantes con unas lí-


neas imaginarias, horizontales y verticales, que se cor-
ten en la foveola (Fig. 4.17), queda dividido el fondo
de ojo en 4 cuadrantes que se corresponden con la
distribución topográfica de las fibras ganglionares de
la retina: temporal superior, temporal inferior, nasal
superior y nasal inferior. Estas áreas de distribución
funcional retinotópicas varían en extensión cuando se
trata de la vascularización y no de la función de con-
ducción de las fibras, pues los cuadrantes retinianos,
para la irrigación, tienen su centro de partida o división
sobre la papila. Es así como paradójicamente, por su
nombre, la porción nasal de fibras del haz papilomacular
está irrigada por ramas de las arterias temporales.
Fig. 4.15. Irrigación de la retina por cuadrantes, partiendo de la
La porción óptica de la retina tiene una estructura
división de los vasos en la papila. histológica más compleja que la retina ciega. Está for-
mada por 10 estratos, 9 de ellos, los más internos, de-
rivados de la retina neural, la mayoría de los cuales se
pueden diferenciar mediante la OCT del nervio óptico
(Fig. 4.20).
Los estratos que componen la porción óptica de la
retina son:
– Epitelio pigmentario.
– Fotorreceptores.
– Membrana limitante externa.
– Capa nuclear externa.
– Capa plexiforme externa.
– Capa nuclear interna.
– Capa plexiforme interna.
– Capa de núcleos de las células ganglionares.
– Capa de las fibras nerviosas.
Fig. 4.16. Fibras ganglionares de la retina. – Membrana limitante interna.

Estos estratos forman una red de células nervio-


sas que se unen entre sí, en sentido vertical, para trasmi-
tir información a los centros superiores corticales y en
sentido horizontal, mediante la acción de las células
horizontales y amacrinas, principalmente, para comen-
zar a procesar la información que se genera en los
fotorreceptores (Fig. 4.21).
La glía principal es la célula de Muller que tiene su
núcleo en la capa nuclear interna de la retina y cuyas
expansiones forman la membrana limitante externa, entre
el segmento externo e interno de los fotorreceptores, la
membrana limitante interna, entre las capas de fibras
ganglionares y el vítreo y la discutida limitante media en
el límite del alcance de la vascularización de los vasos
retinales más profundos. Las células de Muller, junto
Fig. 4.17. Disposición de fibras partiendo de la división en el nivel con los astrocitos y la microglia, proveen de estructura
de la mácula. y nutrición a la retina.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 47

Fig. 4.18. Doble giba en OCT de las fibras que


entran por el polo superior de la papila.

El epitelio pigmentario está formado por células segmento externo de los fotorreceptores, aunque en
hexagonales, íntimamente adherido a la coroides por estados de adaptación a la oscuridad se requieren
su cara externa o membrana basal, y por la interna a hasta 5 fotones para lograrlo. La captura de los
las llamadas capas nerviosas de la retina, donde se fotones produce la fosforilación de la rodopsina; esta
encuentran los fotorreceptores y el resto de las es- última es el pigmento contenido en los segmentos
tructuras de organización horizontal y vertical men- externos de los bastones; es una macromolécula cons-
cionadas. En el epitelio pigmentario se interdigitan tituida por una porción lipídica que es la apoproteína
los segmentos externos de los fotorreceptores, que opsina y el 11-cis-retinal que es la forma inactiva.
tienen forma de discos con plegamientos de su mem- Con la llegada de la luz, el 11-cis-retinal cambia su
brana, para llevar a cabo los intercambios metabólicos conformación espacial y se transforma en todo-trans-
que garantizan su funcionamiento correcto. Al de- retinal; luego sucede una serie de eventos enzimáticos
gradarse el pigmento visual que contienen estos dis- que conllevan a la formación de la metarrodopsina
cos, por la acción de la luz, se produce la II. La transducina, una proteína presente en las mem-
hiperpolarización del fotorreceptor que se trasmite al branas de los discos compuesta por 3 subunidades:
sistema de organización vertical de la retina alfa, beta y gamma, pasa el guanosindifosfato (GDP)
(fotorreceptor-bipolar-ganglionar). Este proceso me- a guanosintrifosfato (GTP) liberando su porción alfa;
diante el cual la energía luminosa se convierte en este proceso activa la fosfodiesterasa que hidroliza
energética en el nivel de los fotorreceptores se co- el guanosinmonofosfato cíclico (GMPc) intracelular
noce con el nombre de fototransducción. Es un pro- en los segmentos externos de los fotorreceptores a
ceso muy efectivo, pues 1 fotón de luz es suficiente guanosinmonofosfato (GMP5´), provocando el cie-
para desencadenar la cascada enzimática que hace rre de canales de iones Na con el consiguiente cam-
que se cierren muchos canales abiertos al Na+, en el bio de despolarización a hiperpolarización del
48 Oftalmología pediátrica

fotorreceptor, el cual deja de liberar glutamato en su


sinapsis con las células bipolares. En la oscuridad ocu-
rre lo contrario; en 1 s la rodopsina inactiva a la metarro-
dopsina II y se invierte la cascada de reacciones.

Fig. 4.20. Capas de la retina en OCT-3.

Fig. 4.21. Células en la retina y sus conexiones: C coroides, EP


epitelio pigmentario, CM capas medias, F fotorreceptores, CH
células horizontales, CB células bipolares, CG células ganglionares,
LC láminas cribosas.

Los fotorreceptores, conos y bastones, son célu-


las ciliadas muy especializadas que se encuentran dis-
tribuidas en la retina de forma irregular. Los conos
son los menos numerosos y la mayoría están concen-
trados en la mácula. Ellos se encargan de la visión
central, diurna y de la captación de los colores, para lo
B cual necesitan de buena intensidad luminosa. Su nú-
mero es apenas de 7 millones en toda la retina y se
distribuyen de forma irregular.
En la foveola (centro de la mácula) solo existen
conos pero en la parte externa de ella o fóvea, se ob-
servan algunos bastones que aumentan en número y su
concentración se hace máxima a los 15° del centro,
para luego decrecer un poco hacia la periferia. Los bas-
tones llegan a alcanzar los 120 millones; se encargan de
percibir pequeños cambios de iluminación y trabajan
óptimamente en ambientes muy poco iluminados. Los
bastones son los receptores encargados de la visión de
la periferia media y extrema del campo visual (Fig. 4.22).
Los conos y bastones establecen una conexión
sináptica vertical con las células bipolares y estas con
C
las ganglionares, cuyos axones constituyen el nervio
Fig. 4.19. Doble giba de fibras que entran por el polo superior de la
papila, vistas en lámpara de hendidura FF 450. A. Color; B. Con luz
óptico. Además se conectan entre sí y a través de las
aneritra y C. Procesamiento de contraste con el filtro de luz aneritra. células horizontales.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 49

La capa o membrana formada por los pies de las


células de Muller de la retina forman la membrana
limitante interna, que se sitúa cerca de la unión del
segmento externo con el interno y sirve de arquitectu-
ra o sostén a la retina, entre otras funciones.
Los conos y bastones se conectan mediante sus
pies sinápticos con las primeras neuronas de la vía
visual o células bipolares, a quien van a trasmitir su
cambio de polaridad o impulso al ser estimulados por
Fig. 4.22. Distribución de conos y bastones en la retina.
la luz; esa área de conexiones sinápticas, verticales y
horizontales, es la llamada capa plexiforme externa.
Los fotorreceptores en la oscuridad permanecen Después de que el fotorreceptor capta los estímulos
despolarizados con sus canales abiertos al sodio, el luminosos y se produce su hiperpolarización, esos poten-
cual entra al segmento externo del receptor impulsa- ciales eléctricos locales dan por resultado el cambio en la
do desde su maquinaria metabólica en el segmento salida del neurotransmisor en la terminal sináptica.
interno, donde están los núcleos del fotorreceptor En dependencia del pie sináptico de la célula bipolar
(capa nuclear externa). Esto ocasiona la llamada que recibe el impulso, es decir, que la hiperpolarización
corriente iónica de la oscuridad, que al cerrarse los que provoca la luz en el fotorreceptor será recogida
canales al sodio por la cascada de reacciones en el como una hiperpolarización si la sinapsis es inhibitoria
pigmento visual de los discos, hace que el fotorre- (bipolares on) y como despolarización, si es excitatoria
ceptor se hiperpolarice y se trasmita nueva infor- (bipolares off).
mación. Ambos segmentos de los fotorreceptores, Las células bipolares pueden recoger informa-
el interno y el externo, están unidos por un cilio o ción de un solo fotorreceptor, como sucede con los
cuello. conos que están en la fóvea (vías unitarias, foveales
En las membranas plegadas de los segmentos ex- o divergentes); un solo cono trasmite a su pareja de
ternos de los fotorreceptores es donde están conteni- bipolares, on y off, y esta a su correspondiente pare-
dos diferentes tipos de fotopigmentos que se degra- ja de células ganglionares (on y off); también pue-
dan con la luz en dependencia de la longitud de onda den recoger impulsos de varios fotorreceptores (vías
que los estimula y provocan el cierre de los canales de convergentes), es decir, varios fotorreceptores en-
sodio del segmento externo, por lo que el fotorreceptor vían su impulso a menos células bipolares y estas a
pasa de despolarizado a hiperpolarizado. Es entonces menos células ganglionares, en lo que pueden estar
en el fotorreceptor donde aparece el primer nivel de incluidos los impulsos provenientes de conos y bas-
información estructurado dentro del sistema de seña- tones pero de áreas aledañas, en lo que va a ser el
les visuales, que en este caso se encuentra dentro de campo receptivo de cada célula bipolar o ganglionar
la retina (Fig. 4.23). en la retina.

Fig. 4.23. Primer nivel de señales en la vía visual. Tiene en cuenta la cantidad de luz captada por cada punto de la retina. El receptor convierte
la luz en señales eléctricas mediante la hiperpolarización del fotorreceptor en la luz; fototransducción. EP epitelio pigmentario, CM capas
medias, F fotorreceptores, CI capas internas.
50 Oftalmología pediátrica

La capa donde están los núcleos de las células bipolares bras del nervio óptico y las de tipo M o magnocelular,
constituye la capa granulosa interna y el área de conexión que constituyen el 10 %. Las ganglionares P son las
con las células ganglionares, la plexiforme interna. que llevan independientemente y en paralelo la forma,
Las informaciones de bastones y de algunos co- el color y el movimiento; las ganglionares M llevan la
nos más periféricos se trasmiten siempre de forma información de la orientación.
convergente. En muchas ocasiones esta información
convergente que traen las bipolares pasa por células Características de las vías M y P:
amacrinas para ser procesada antes de llegar a la cé- – Alta sensibilidad al contraste de luminosidad (M)
lula ganglionar correspondiente. Las bipolares trasmi- – Fibras de conducción rápida (M)
ten el impulso a las células ganglionares en la capa – Menor número en la retina (M)
– Relacionadas con el movimiento (M)
plexiforme interna, en lo que es llamado el segundo
– Baja sensibilidad al contraste de luminosidad (P)
nivel de señales de la vía visual (Fig. 4.24).
– Conducción más lenta (P)
En la capa de células ganglionares se sitúan estas
– Mayor número en retina (P)
células a distintos niveles, según su función específi-
– Relacionadas con la agudeza visual (P)
ca, de quién recogen información y qué modalidad de
las propiedades de la imagen trasmiten, ya que esta Los axones de las células ganglionares que for-
viene descompuesta según sus propiedades. Esa in- man las capas de fibras nerviosas de la retina, se
formación se trasmite por diferentes canales vertica- angulan en 90° y las maculares se superponen a las
les que actúan en paralelo, como por ejemplo, canales que vienen de la periferia, que quedan por ello más
de colores, contraste y fundamentalmente, los que tras- profundas en la retina peripapilar. Entre estas capas
miten forma y el movimiento detectado. de fibras yace la limitante interna, expansión de las
Las ganglionares trasmiten el impulso hasta el cuer- células de Muller, que separa a las fibras ganglionares
po geniculado, donde hacen nueva sinapsis punto a de la membrana hialoidea del vítreo y las empaqueta
punto con la tercera neurona de la vía visual, mediante en grupos de haces de fibras que unidos van de forma
el primer potencial de acción que se inicia en la retina, ordenada, según el área de retina de dónde proven-
pues el resto de los cambios de polaridad que se gene- gan, a formar el nervio óptico (Fig. 4.25).
ra previamente son de tipo local. Cuando la mielinización de las fibras del nervio
Las células ganglionares tienen campos recepti- óptico no se detiene en el disco y continúa por la
vos redondos, con antagonismo centro-contorno, que retina, esas áreas pierden su transparencia (Fig. 4.26).
reúnen la información que captan los fotorreceptores Las fibras, en busca de la salida del globo ocular,
al llegar a la papila, cambian su angulación en casi 90°
que son estimulados por la luz; esta información pasa
y forman el nervio óptico; las más centrales o maculares
a través de las células bipolares o las amacrinas. Esto
entran a la papila por el borde temporal como haz
aumenta la habilidad para detectar contrastes débiles
papilomacular y pocos milímetros detrás se sitúan en
y rápidos, además de cambios en la imagen visual. posición central en el nervio óptico, mientras que las
Las células ganglionares se organizan en diferentes nasales, que entran por el borde nasal de la papila,
vías paralelas pero una de las formas de organización quedan situadas en el nervio como nasales y las tem-
más importante está reunida en los grandes canales de porales, que entran por los polos, quedan en el nervio
tipo P o parvicelular, que constituye el 80 % de las fi- y ocupan las porciones temporales de este.

Fig. 4.24. Segundo nivel de señales en la vía visual. Las señales eléctricas son transformadas en un código que proporciona información acerca
de las diferencias en intensidades de luz entre cada punto que lo rodea y el área de la escena de forma comparativa. CM capas medias, F
fotorreceptores, CI capas internas.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 51

luego en el ángulo iridocorneal es drenado hacia el


seno venoso escleral, situado en el espesor de la
esclera (conducto de Schlemm) y se incorpora a la
circulación sanguínea a través de las venas acuosas.
Cristalino. Es una lente de forma redonda, visto
de frente y biconvexa de perfil; tiene unos 10 mm de
diámetro, es incoloro, transparente, flexible y avascular,
de consistencia dura pero a la vez elástica. Se dispone
en un plano frontal detrás del iris y delante del cuerpo
vítreo. La lente o cristalino presenta 2 caras con sus
polos (anterior y posterior) y un borde periférico o
Fig. 4.25. Corte histológico en profundidad del haz papilomacular en
tomógrafo Spectralis (trazado en blanco y negro).
ecuador que se conecta al cuerpo ciliar mediante el
ligamento suspensorio o zónula de Zinn. En su estruc-
tura se describe una cápsula elástica que envuelve la
sustancia de la lente en la que se destacan 2 partes: la
corteza y el núcleo, este último de consistencia más
dura. La curvatura de la cara anterior es menor a la
de la cara posterior. A la línea que une el polo anterior
con el posterior se le llama eje del cristalino y su medi-
da expresa el ancho o profundidad de la lente. A la
anchura entre las caras anterior y posterior de la lente
se le denomina espesor del cristalino. Para un recién
nacido sin acomodación, el ancho de la lente
cristaliniana es de unos 3,5 mm.
El cristalino está formado por células alargadas
(fibras), compuestas principalmente por unas proteí-
nas llamadas cristalinas. Sus fibras presentan unas lí-
Fig. 4.26. Fibras mielinizadas en las que se demuestra su forma ar- neas de sutura que parten de los polos y se extienden
queada característica. radialmente. Estas líneas se corresponden con las re-
giones en las que coinciden fibras con direcciones de
alargamiento contrarias.
Contenido del globo ocular La lente cristaliniana se encuentra rodeada por una
El globo ocular mantiene su tono principalmente cápsula transparente, elástica y acelular que está conec-
por su contenido: humor acuoso, humor vítreo y cris- tada al músculo ciliar por medio de las fibras de la zónula
talino. de Zinn. La superficie anterior de la corteza está
Humor acuoso. Es un líquido claro y recubierta por un epitelio, el cual constituye el único teji-
transparente, denominado así por su semejanza con do del cristalino que es capaz de regenerarse. Las fibras
el agua. Contiene sustancias disueltas del plasma que componen la zónula son finas y elásticas; pueden ser
sanguíneo pero con poca concentración de proteí- divididas en 2 grupos de acuerdo a su localización: las de
nas. Su función es nutrir las estructuras avasculares la zónula posterior y las anteriores. Están ligadas al epite-
del ojo y mantener la presión ocular (de 15 a 21 mm lio del cuerpo ciliar, en los valles de los procesos, por
Hg). El humor acuoso es producido activamente por medio de un sistema de fibras secundario.
el epitelio ciliado no pigmentado como resultado de Al contraerse los músculos ciliares, aflojan la ten-
un proceso metabólico dependiente de la bomba sión que ejercen las fibras de la zónula sobre el ecua-
Na+/ K+ ATPasa que secreta iones Na+ en la cáma- dor del cristalino, lo que le permite a este cambiar de
ra posterior; pasa a través de la pupila a la cámara forma, abombarse más y ver con mejor nitidez los ob-
anterior, lo que es posible por las corrientes de jetos a diferentes distancias; este es el mecanismo de
convección dadas por la diferencia de temperatura acomodación. El cristalino en el recién nacido es más
entre la porción superior y la inferior de la cámara; esférico que el del adulto.
52 Oftalmología pediátrica

Debido a la ausencia de vasos sanguíneos en su dio del campo visual, cuyas áreas de no visión ayudan
interior, la nutrición del cristalino depende principal- a localizar la lesión que lo provoca. Las vías ópticas se
mente de intercambios con el humor acuoso. Estos relacionan además con el pretectum, los colículos su-
intercambios metabólicos se producen desde los va- periores, los núcleos ópticos accesorios y
sos de la pared ocular o desde el propio humor acuo- supraquiasmáticos del hipotálamo.
so; a partir de este último se difunden sustancias como Nervio óptico. Es más un tracto cerebral que un
el sodio, potasio, fósforo, yodo y carbonatos, los cua- nervio craneal, como la sustancia blanca, dado que
les se sitúan en la zona anterior del vítreo. Las que deriva de la pared diencefálica, la cual en etapa
penetran por difusión vascular, como el cloro y oxíge- embrionaria se desplaza hacia la periferia y queda si-
no, se distribuyen uniformemente por todo el vítreo. tuada en las órbitas. Está revestido por las meninges,
Cuerpo vítreo. Es una masa gelatinosa, incolora, por sus espacios intravaginales circula líquido
transparente y avascular, semejante a un gel, que ocu- cefalorraquídeo, está mielinizado por oligodendrocitos
pa la mayor parte del contenido del ojo en la cámara desde su porción retrobulbar y mantenido por los
vítrea, espacio situado entre la lente, con su ligamento
astrocitos, como sucede con otras partes del encéfa-
suspensorio o zónula de Zinn y la capa limitante interna
lo. Además, en la retina se procesa información que el
de la retina. En la estructura del cuerpo vítreo se distin-
nervio óptico trasmite y trae de regreso a ella órdenes
guen 2 porciones, la membrana que lo envuelve o hialoide
descendentes desde los centros corticales, vía cuerpo
y el estroma vítreo. Está fuertemente adherido a la re-
tina en la ora serrata y alrededor del nervio óptico. En el geniculado.
cuerpo vítreo se pueden ver, en ocasiones, restos de los El nervio óptico, que tiene cerca de un millón dos-
vasos hialoideos. El vítreo tiene un peso aproximado de cientas mil fibras, posee un cuerpo celular 100 veces
4 g y un volumen de 4 mL, es decir las 3 cuartas partes más pequeño que su axón, lo que constituye un reto
del volumen del globo ocular; el agua representa el 99 %. metabólico, ya que el relativamente pequeño soma
Tiene una densidad específica de 1,0053 a 1,0089 y un celular debe garantizar el funcionamiento de la maqui-
índice de refracción de 1,334. Dentro de sus funciones naria metabólica mediante un adecuado flujo axonal,
principales se encuentran: anterógrado y retrógrado, a tan larga distancia.
– Ayuda a mantener la forma del globo ocular. El transporte anterógrado ocurre a 2 velocidades
– Distribuye las fuerzas a las que es sometido de diferentes, rápida y lenta, y es dependiente del
forma proporcional a las estructuras vecinas (amor- citoesqueleto del axón. Incluye además el transporte
tiguador). de estructuras, proteínas y trasmisores que viajan en
– Transmite a la retina más del 90 % de los rayos vesículas a una velocidad de 400 mm por día. Los ele-
luminosos del espectro visual. mentos del citoesqueleto lo hacen de 1 y hasta 4 mm
– Efectúa cambios difusionales con tejidos vecinos, por día. El transporte retrógrado de vesículas y
sobre todo retina, a la que provee de glucosa y lisosomas que vuelven al soma celular a resintetizarse
fósforo, entre otras cosas, y recibe de ella dióxido viaja a 200 mm por día. Todo ese proceso del traspor-
de carbono y ácido láctico. te depende de oxígeno y energía, ATP, que es suminis-
trado por las mitocondrias que también se mueven del
En la porción anterior del vítreo se encuentra una soma al axón, en viaje de ida y vuelta (Fig. 4.27).
foseta donde se asienta el cristalino. Si este movimiento se detiene o enlentece por falta
de estos elementos, así como por compresiones o
Vías ópticas isquemias, lleva a la disfunción del nervio óptico (Fig. 4.28).
Las vías ópticas constan de los nervios ópticos, en Las prolongaciones axónicas de las células
los que se nombran 4 porciones o regiones: N1, N2, ganglionares de la retina, al salir por la perforación de
N3 y N4; el quiasma óptico, donde se entrecruzan las las láminas cribosas, forman el nervio óptico en su pri-
fibras provenientes de la retina nasal; las cintillas ópti- mera porción, N1 o papila. Allí se nutren en su lado
cas, los cuerpos geniculados laterales, las radiaciones más cercano al vítreo por ramitas de la arteria central
ópticas y los centros nerviosos superiores en la corte- de la retina que yacen sobre la papila; en la porción
za cerebral, entre las principales de ellas, las áreas V1 laminar se nutre por arterias del anillo vascular que
a V5. El daño de las vías visuales en gran parte de rodea al nervio óptico y los vasos coroideos cercanos
este recorrido se puede evidenciar mediante el estu- a la papila.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 53

Por otra parte, el tamaño de las mitocondrias


en el haz papilomacular es casi el de la estrecha
luz de sus axones más finos, por lo que deben pa-
sar de una en una por la luz de esas fibras, lo que
hace más compleja la situación de los haces de
fibras. Esto impide que las mitocondrias puedan
pasar y queden acumuladas en la porción
prelaminar, lo que hace que se detenga o enlentezca
el flujo axoplásmico e impide que se produzca el
movimiento de mitocondrias, organelos y otras es-
Fig. 4.27. Flujo axoplásmico. CG célula ganglionar, FA flujo tructuras y sustancias que mantienen el correcto
axoplásmico anterógrado, LC lámina cribosa, FR flujo axoplásmico metabolismo y funcionamiento del axón en su mo-
retrógrado.
vimiento de sustancias, en el flujo axoplásmico
constante que va del cuerpo celular a la terminal
axónica y de regreso.
Después de haber pasado la lámina cribosa y el
rígido collarín que hace el espolón escleral sobre los
bordes de N1, los axones dejan de estar tan ajustados,
se mielinizan y quedan contenidos en el líquido
cefalorraquídeo que circula por sus vainas. Si aumenta
la presión de este líquido puede comprimir a los axones
pero ya están mielinizados y el daño es menor.
Otro problema de esa zona de conflicto es la
Fig. 4.28. Detención del flujo axoplásmico. CG célula ganglionar, LC vascularización. Las capas más superficiales de la
lámina cribosa. papila están irrigadas por una red capilar provenien-
te de la arteria central de la retina. Poco más atrás
Es en esa zona donde existe un área de conflicto son los vasos de la lámina coroidal y sobre todo las
para los axones que pasan por esas perforaciones de arterias ciliares cortas posteriores, que se angulan
tejido colágeno poco distensibles donde las fibras es- en casi 90° para llevar la nutrición a esa zona de
tán soportadas metabólicamente o nutridas por los vasos que no tiene autorregulación. El suministro
astrocitos, cuyos procesos están en íntimo contacto sanguíneo más importante de esa área se produce
con los axones, antes que atraviesen la lámina cribosa mediante las arterias que rodean al nervio óptico y
pero serán los oligodendrocitos quienes lo hagan al forman el anillo de Zinn y Haller. Esos vasos
pasar la papila. angulados penetran para irrigar por sectores la por-
Las perforaciones de la lámina cribosa no están di- ción laminar y retrolaminar de N1, que nutren áreas
rectamente alineadas y son de diferente diámetro, sus variables y segmentarias sin anastomosis o superpo-
paredes de tejido conectivo son poco elásticas y los sición de la vascularización hacia áreas vecinas, lo
huecos de la lámina cribosa en los polos de la papila son que explica el edema y la atrofia sectorial de la papila
de mayor diámetro y por lo tanto, de menor soporte en casos de neuropatía isquémica.
estructural para las fibras que por ellos penetran. Por En la porción N2 las fibras ya tienen mielina y están
consiguiente, el soporte estructural a los axones varía, rodeadas de las membranas piamadre, aracnoides y
lo que puede contribuir a hacerlos más sensibles frente duramadre, que se continúan con las que envuelven el
al aumento de la presión intraocular. La poca capaci- cerebro, rellenas por líquido cefalorraquídeo y tabicadas
dad de las paredes de los agujeros, para ceder frente a por puentes de tejido entre estas meninges. La vena
la presión que provoca un axón sin mielina y distendido, central del nervio óptico transcurre un tramo dentro de
hace que sea ese, entre otros, un punto crucial para que ese líquido antes de salir a la órbita y está sometida por
se produzca grave daño al nervio al ser comprimido el tanto a los cambios de presión del mismo, al igual que
axón contra las paredes del agujero rígido. las fibras del nervio.
54 Oftalmología pediátrica

Los axones que salen del ojo y ya están mielinizados Quiasma. Es una estructura de 12 mm de an-
por los oligodendrocitos (porción N2) son irrigados, en cho, 8 mm de diámetro y 4 mm de grosor, situado en
su porción axial y más anterior, por ramitas de la arteria el centro de la cisterna supraselar. Tiene una forma
central de la retina y ramitas recurrentes de las arterias de X y una inclinación ascendente de 45°. Yace en el
ciliares posteriores; por fuera del nervio existe un plexo líquido subaracnoideo de la cisterna supraselar, en
pial, superior e inferior, provenientes de la arteria oftál- relación superior con el hipotálamo y en su porción
mica, que penetran al interior del nervio junto con la posterior con el tallo pituitario. Por debajo del quiasma
tabicación que le hace el tejido conectivo colágeno al está la silla turca, donde resaltan en su porción ante-
nervio óptico, el cual mediante septos divide los grupos rior el tubérculo selar y en la posterior, el dorso, con
de fibras en haces. También se recibe irrigación en la sus apófisis anterior y posterior. A los 10 mm por
porción posterior de N2 por circulación colateral, a tra- debajo del quiasma y dentro de la silla turca se en-
vés de ramas de la carótida externa, como la meníngea cuentra alojada la glándula hipófisis. En caso de cre-
media, la temporal superficial y la facial transversa. cimiento anormal de alguna de estas estructuras,
Las fibras que vienen del haz papilomacular, en sus pueden llegar a comprimir el quiasma, tanto en su
5° centrales de visión, ocupan la porción central del nervio porción superior o inferior. Aunque en el 80 % de los
y representan un tercio del espesor total del mismo. Las casos el quiasma está sobre la hipófisis, en un 15 %
nasales ocupan la parte interna y las temporales la ex- puede estar prefijado y en el resto posfijado, lo que
terna, con las superiores encima de las inferiores y siem- cambia la relación con las estructuras que lo rodean
pre las fibras más periféricas de la retina en el área más
y el lugar donde puede ser afectado por compresión
periférica del nervio. Sus axones se internan en la órbi-
de una estructura cercana que crezca de forma anor-
ta y atraviesan el canal óptico (porción N3) para pene-
mal (Fig. 4.30).
trar en la fosa craneal media (porción N4).
En el quiasma se cruzan alrededor del 53 % de las
La porción N3 es un área también de posible conflic-
fibras que traen los nervios ópticos y el resto continúa por
to debido al estuche óseo rígido entre el cual se encuen-
los lados temporales sin cruzarse. El cruzamiento en el
tra la arteria oftálmica y el nervio óptico, sobre todo fren-
quiasma de las fibras nasales provenientes de ambos ojos
te a un traumatismo. La duramadre se une allí al periostio
se hace de forma algo diferente, según el área de la reti-
del agujero óptico, que está en relación casi directa, en su
na de dónde provengan los axones. Las nasales superio-
porción medial, con la pared lateral del seno esfenoidal y
res se insinúan en el inicio de la cintilla óptica que co-
encima de su techo con el lóbulo frontal.
mienza en el quiasma homolateral, antes de cruzarse,
Los nervios ópticos en el canal van en dirección con-
constituyendo la rodilla posterior. Las nasales inferiores,
vergente y en esa zona son irrigados por el plexo pial que
después de cruzarse, lo harán más anteriores, insinuán-
casi siempre proviene de la arteria carótida interna.
dose en la porción anterior del quiasma sobre el nervio
Pasado el agujero óptico y unos milímetros dentro del
óptico del otro lado (rodilla anterior), mientras que las
cráneo, se reúnen los axones de las fibras mediales, que
maculares, que son el haz de fibras más numerosas, lo
traen información de las retinas nasales de ambos ojos,
harán pegados al borde posterior del quiasma, en la esco-
para cruzarse constituyendo el quiasma óptico (Fig. 4.29).
tadura posterior y más superior.
En su porción intracraneal el nervio óptico está en
relación con las grandes arterias del encéfalo, como
las carótidas, que van a los lados del quiasma y de
donde surge la propia arteria oftálmica, las arterias
cerebrales anteriores y la arteria comunicante ante-
rior, que lo cruzan.
El quiasma es nutrido por 2 grupos vasculares
anastomóticos: superior e inferior. El grupo inferior
viene de las arterias hipofisarias superiores, que son
rama de la carótida interna y las arterias comunican-
te posterior y cerebral posterior. El grupo superior
proviene de ramas precomunicantes de la arteria
Fig. 4.29. Porciones del nervio óptico. cerebral anterior.
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 55

Leyenda:
1- Arteria carótida interna, porción cerebral
2- Arteria cerebral media
3- Arteria comunicante posterior
4- Arteria cerebral posterior
5- Arteria coroidea anterior
6- Bifurcación de la arteria basilar
7- III nervio craneal
8- Cintillas ópticas

Fig. 4.30. Quiasma óptico y cintillas. Relación con vasos. Cortesía de Francisco Loayza.

Cintillas ópticas. Quedan constituidas por fi- Cuerpo geniculado lateral. Es un cuerpo de for-
bras temporales homolaterales y nasales ma piriforme, con la base hacia arriba y vértice hacia
contralaterales en un ancho de apenas 7 mm. El 80 abajo y afuera. Mide aproximadamente 5,5 por 4 mm.
% son de tipo parvicelular y el 10 % magnocelular y Se nutre de la rica red anastomótica de la arteria coroidal
llegan al cuerpo geniculado, después de un recorrido anterior, rama de la carótida interna, que irriga la parte
de casi 3 cm. El 10 % restante se desvía y viaja por medial y lateral, donde están situadas las fibras
el brazo del colículo superior hasta el mesocéfalo, ganglionares de tipo M. En el centro del cuerpo
donde hacen sinapsis con los núcleos oculomotores geniculado, donde se sitúan las fibras P, la nutrición está
correspondientes, de forma directa y cruzada. Ello a cargo de la arteria coroidal posterior, rama de las ce-
les permite llegar a los núcleos de Edinger Westphall
rebrales posteriores. La oclusión de las arterias coroidales
para integrar el reflejo fotomotor y al de Perlia, para
por separado puede provocar la isquemia de una parte
constituir con otras conexiones el reflejo de acomo-
del cuerpo geniculado lateral, donde se asientan fibras
dación y convergencia.
específicas, P o M, lo que se puede demostrar por las
La vascularización de las cintillas ópticas viene de
una red de vasos anastomóticos de ramos de la cere- características de la alteración del campo visual cuan-
bral posterior y las arterias coroidales anteriores que do ello ocurre, aunque es poco frecuente.
vienen a su vez de la carótida interna. Después de
pasar el quiasma, las fibras P y M, nasales del lado
opuesto y las fibras temporales del propio lado, conti-
núan por las cintillas ópticas hacia los cuerpos
geniculados laterales, en el neotálamo.
La fibras P y M que llegan al cuerpo geniculado
mantienen la exacta organización retinotópica y se dis-
ponen las P en el centro o hilio del cuerpo geniculado y
las M a los lados, ventral con las fibras superiores y
dorsal con las fibras inferiores, intercalando lo tempo-
ral directo, en las capas 2, 3 y 5 y lo nasal cruzado, en
las capas 1, 4 y 6 (Fig. 4.31). Fig. 4.31. Vía visual pregeniculada.
56 Oftalmología pediátrica

Los cuerpos geniculados laterales forman parte coroidal anterior y otras ramas de la cerebral media
de los núcleos talámicos de proyección específica, del surco silviano, incluyendo la lenticuloestriada y la
porque conducen una sensibilidad específica, determi- temporooccipital inferior. Las fibras situadas en el ló-
nada, al área correspondiente de la corteza cerebral, bulo parietal son nutridas por ramas distales de la ar-
que para la visión es la corteza calcarina del lóbulo teria cerebral media, incluyendo a la angular y tempo-
occipital; tales fibras componen la radiación óptica. ral posterior. La parte más posterior de las radiacio-
Existen también en el neotálamo otros núcleos de nes, donde se reúnen los haces temporales y parietales
asociación tálamo cortical; uno de esos núcleos, el para situarse en los labios superior e inferior de la ci-
pulvinar, que es el más voluminoso y posterior del tála- sura calcarina, es irrigada por la arteria silviana
mo, recibe conexiones aferentes predominantemente temporooccipital, rama de la cerebral media y por las
desde los cuerpos geniculados, por lo tanto, con estas ramas de la cerebral posterior, temporales anteriores
aferencias también recibe aferencia visual. y calcarina.
Como el pulvinar proyecta su eferencia al resto Centros nerviosos superiores. Los primeros
de los lóbulos corticales, parte de la aferencia visual a centros nerviosos superiores de la corteza visual ce-
través de estas conexiones llega a otras zonas de la rebral están en los bordes del surco calcarino de los
corteza cerebral. lóbulos occipitales, en sus labios superior e inferior,
Radiación óptica. Los cuerpos celulares de la adonde arriba la información que traen las neuronas
tercera neurona de la vía visual parten de los cuer- que forman la radiación óptica, correspondiente a las
pos geniculados laterales y sus axones forman la ra- retinas superiores y las inferiores, temporal ipsolateral
diación óptica. Esas radiaciones llevan en su parte y nasal contralateral, las que llegan de inicio a la nom-
inferior la información de las retinas inferiores co- brada estría de Gennari. En el área V1 se colocan en
rrespondientes, nasal contralateral y temporal una exacta disposición retinotópica: las que provienen
homolateral, que se insinúan en el lóbulo temporal, del área macular se sitúan en la porción más externa y
asa de Meyer. De forma similar, en la parte superior posterior del lóbulo occipital y en una extensa área en
de las radiaciones se encuentran las fibras que traen los bordes de la cisura calcarina, con un total de 60 %
la información de las retinas superiores, que se in- de área estriada ocupada para representar los 10°
corporan profundo en el lóbulo parietal; en el medio centrales del campo visual. En la profundidad de esa
de ellas van las fibras del haz papilomacular que lue- cisura, en sentido dorsoventral o anterior, se sitúan las
go se sitúan en la porción más externa del área 17 de que constituyen las áreas retinales de los 10-60° del
Brodman o V1 (Fig. 4.32). campo. Más anteriores están las que representan áreas
La vascularización de las radiaciones depende del más periféricas de la retina, que son las que miran al
área en que ellas transcurren. La parte situada en el campo temporal monocular y apenas llegan a ocupar
lóbulo temporal recibe su irrigación de las arteria el 10 % del área estriada. Otros haces correspondien-
tes al área estriada están aun más por delante, en el
esplenio del cuerpo calloso.
El impulso nervioso llega a las capas 4 de la corte-
za visual V1, donde hace sinapsis con las células es-
trelladas; la vía magnocelular lo hace en la capa 4c
alfa y la parvicelular en la 4c beta. Desde allí ascien-
den hasta las capas más externas y superficiales de la
corteza occipital, donde se integra la información que
llega a las células estrelladas por unión de sus cam-
pos receptivos circulares de antagonismo centro-con-
torno. Las células estrelladas proporcionan su infor-
mación a las nuevas células llamadas simples, para
constituir, con la información de campos receptivos
circulares con antagonismo centro-contorno que traen
varias células estrelladas, los campos receptivos ver-
ticales. Este proceso se lleva a cabo en columnas de
Fig. 4.32. Proyecciones geniculocalcarinas. orientación espacial específicas (Fig. 4.33).
Capítulo 4. Anatomía funcional del órgano visual 57

Es en V1 donde la información se procesa por


la localización y orientación de bordes y ángulos,
color, movimiento, disparidad binocular, entre otras
(tercer nivel del sistema de señales). Esto se efec-
túa mediante una organización jerárquica que va
desde las células estrelladas de la capa 4 de V1
hasta las células simples que integran campos re-
ceptivos verticales y de ellas a las células comple-
jas e hipercomplejas que integran la imagen visual
en varios aspectos.
Fig. 4.33. Campos receptivos circulares y verticales. La vascularización del área estriada, en su mayor
parte, está a cargo de la arteria calcarina, rama de la
Las columnas verticales responden óptimamen- cerebral posterior, con menor contribución de las arte-
te a determinada orientación en el espacio, según los rias temporal posterior y parietooccipital. En el polo
grados del eje de orientación de la columna que se occipital se anastomosan vasos de la cerebral poste-
formó con la unión de los campos receptivos circula- rior con vasos provenientes de la arteria silviana
res del objeto que es visto. Una vez integradas las occipitotemporal, rama de la cerebral media, lo que
columnas que responden a una específica orienta- explica la conservación de la visión central en la
ción espacial, estas se intercalan sucesivamente en hemianopsia doble por infarto de las arterias cerebra-
áreas subyacentes en grandes columnas, ipso y les posteriores.
contralaterales, que contienen todas las orientacio- De V1 parte la información a V2, área circundan-
nes espaciales que provienen de puntos homólogos te y de ahí a otras áreas occipitales contiguas y más
en las retinas (Fig. 4.34). lejanas en el encéfalo, donde existen mapas
retinotópicos pero para distintas modalidades de la in-
formación.
En V2 (área 18 de Broadman) la información lle-
ga a 3 áreas: las bandas anchas, dedicadas al movi-
miento y estereopsia; las bandas finas, para el color; y
bandas pálidas para las formas. De ahí se trasmite
información a V3 y V4 (área 19), ipso y contralateral.
Este procesamiento que se inicia en la retina es
cada vez más complejo y se divide en 2 corrientes
principales: la del “¿qué?” con la forma y el color,
en el área occipitotemporal, la cual se sitúa
específicamente en los giros fusiforme y lingual y
Fig. 4.34. Organización funcional de V1. Columnas ipsolaterales (I) la corriente del “¿dónde?”, es decir, “¿qué vi?” y
y contralaterales (C). “¿dónde lo vi?”, que está más hacia el área
parietooccipital (Fig. 4.35).
Las columnas verticales que responden a bordes
con determinada orientación espacial y ubicación en
el campo visual, unen la información de varios cam-
pos receptivos verticales y la trasmiten a otras células
que responden óptimamente a ejes y movimientos per-
pendiculares a su orientación.
En el medio de esas columnas se sitúan los cilin-
dros corticales, que son áreas específicas para recibir
la información sobre el color. Fig. 4.35. El encéfalo con las corrientes ¿qué? en rojo y ¿dónde? en verde.
58 Oftalmología pediátrica

bida se correlaciona con la información de memoria


Procesamiento de formas ¿qué?:
almacenada, como por ejemplo, para leer, reconocer
Retina: estimulación de centro o bordes de campos re-
rostros, entre otros.
ceptivos. Ganglionares P
Las lesiones de la vía visual pueden ser sospecha-
Cuerpo geniculado: en su centro
das, estudiadas o diagnosticadas mediante el examen
V1: células simples: barras con orientación y posición
físico, las pruebas de integración cortical superior y la
fijas; complejas: barras con orientación fija y posición
representación anatómica de las áreas correspondien-
variable
tes en el campo visual, que no es más que el área de
V2: bandas pálidas
visión y sus límites percibidos por el ojo que mira un
V4: temporal inferior. Mapa retinotópico para bordes.
punto fijo (Fig. 7.42).
Responden a patrones de bordes específicos
El acto de la visión no solamente se lleva a cabo
Área 7a
con el ojo y el área occipital, sino también con la función
de varias áreas del encéfalo y tallo cerebral; se trata del
principal y más complejo de los sentidos y del cual aún
Procesamiento del color: se desconoce su exacto diseño anatomofuncional.
Retina: inicialmente tricromático. Luego canales de co-
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Capítulo 5

Examen oftalmológico
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y LEGNA GARRIDO LÓPEZ

En el niño, el elemento que más datos aporta para el prematuridad, que es tratable, por lo que frente a la
examen es la observación que de él se haga, si se sabe duda se debe remitir de inmediato al oftalmólogo es-
qué habilidades debe tener para el tiempo de nacido. pecializado en retina.
La visión se desarrolla a partir del código genético El niño que coopera debe ser examinado de igual
de cada individuo, la capacidad de las estructuras que manera que el adulto, aunque siempre manteniendo
en ese proceso intervienen y de los estímulos del entor- una comunicación especial y afectuosa para lograr que
no del niño. Varios días después del nacimiento el re- ayude al examinador en todos los pasos del estudio.
flejo de parpadeo a la luz brillante está presente y a las Por lo general es útil, para entrenarlo, comenzar el
6 semanas ya existe interés por fijar imágenes, como examen midiendo la visión de la forma o agudeza vi-
sucede con la cara de la madre, y se interesa en obje- sual, aunque el examen del niño debe iniciar desde
tos grandes, luminosos o coloreados; más tarde es que este entra a la consulta, se observa su rostro, pose,
capaz de seguirlos con la mirada. El desarrollo de la desenvolvimiento y si le llaman la atención las perso-
visión es acelerado en el primer mes de vida y desde nas y los objetos que están en el local.
los 2 hasta los 4 años muchos niños alcanzan un grado El especialista debe procurar que el examen
de visión similar a la del adulto. oftalmológico no sea demasiado prolongado, para man-
Los movimientos rápidos en busca de un objetivo, tener su cooperación y no incomodar al niño, pero que
sácadas, están bien desarrollados a los 3 meses. Exis- resulte suficiente para detectar las alteraciones que
te ya acomodación a los 4 meses y estereopsia entre 3 permitan llegar al diagnóstico y ser tratado correcta-
y 7 meses. A los 6 meses existe fijación con la fóvea y mente. Para disminuir el tiempo y la tensión emocio-
están desarrollados los movimientos de persecución. nal del niño que acude al médico, este se puede dedi-
La falta de estas habilidades debe inducir a pen- car a hablar con los padres mientras al niño se le deja
sar en deficiencia visual, lo cual se refuerza si se ob- jugar con algún objeto o juguete que se debe tener en
serva estrabismo monocular, nistagmo u otra anorma- la consulta y llame su atención.
lidad que impida que exista fijación con la fóvea. Se La anamnesis debe ser cuidadosa, es preciso inte-
debe tener en cuenta que en niños prematuros la vi- rrogar a la madre o al acompañante sobre anteceden-
sión se demora más en desarrollar y que puede existir tes familiares de enfermedades oculares y generales
cierto retardo en el desarrollo de la misma pero que con repercusión ocular, lo cual ayuda a conocer si el
también puede existir una retinopatía de la problema es congénito o adquirido y si puede estar
60 Oftalmología pediátrica

relacionado o formar parte de una enfermedad deter- Para realizar el examen debe dejársele escoger si
minada. Muchos datos útiles se pueden obtener con quiere estar solo en la silla de reconocimiento o en las
un detallado interrogatorio sobre antecedentes del parto piernas de su madre o acompañante. La parte del exa-
o de enfermedades sistémicas sufridas por el niño y la men que más molesta se debe dejar para el final.
madre, sobre todo en el embarazo; antecedentes de
traumas, medicaciones, desarrollo psicomotor, escolar Examen de los anexos oculares
y estabilidad emocional. El examen de los anexos comienza mientras se ob-
Los padres o encargados de la crianza del niño serva al niño durante el interrogatorio. Se debe verificar
pueden proporcionar datos de interés derivados de la la posición de los cantos palpebrales y el estado de la piel
observación diaria, como el grado de deficiencia vi- en busca de blefaritis, posición anómala de las pestañas y
sual; movimientos oculares anormales, desviación de el borde libre palpebral, tumoraciones, cicatrices, fibrosis,
los ojos y la cabeza y en casos de ciertos tipos de edema y piel redundante, entre otras alteraciones.
estrabismo, la intermitencia o no de la desviación o de En la inspección externa de los anexos se debe
un síntoma o signo determinado. tener en cuenta: forma y simetría de las órbitas y de
El perfil temporal de la pérdida visual es impor- los anejos oculares; forma, movimiento y posición de
tante para sospechar su causa. La pérdida de visión los párpados abiertos y cerrados, así como el color y
de forma aguda, subaguda o lenta y progresiva indica estado de la conjuntiva y la esclera; de ser necesaria
la posible causa, aunque en el niño esto es con fre- la eversión del párpado superior, se deja para más tar-
cuencia difícil de precisar. de por la molestia que esto ocasiona.
Una vez realizado el interrogatorio, el médico debe
leerlo y comprobarlo antes de que el niño regrese o entre Conjuntiva
al consultorio para ganar tiempo y dedicarlo al examen.
El enrojecimiento de la conjuntiva es un signo que
En casos de niños mayores se debe interrogar al
llama la atención rápidamente; orienta casi siempre
propio menor y ganar su confianza. En ocasiones pue-
sobre inflamaciones que pueden ser purulentas o no.
den revelar cosas que ni los padres conocen. Esta
Si los vasos que se ven ingurgitados son los de la con-
misma relación que se establece al conversar con el
juntiva del fondo de saco o los bulbares, se piensa en
niño facilita la realización del examen.
inflamaciones propias de la conjuntiva, purulentas o
Los detalles de forma de aparición, localización,
no. Si los vasos más ingurgitados son los que rodean al
intermitencia del síntoma, son importantes y pueden
iris y la córnea, que son más rectos, profundos y en
poner en manos del médico el diagnóstico presuntivo,
forma de rayos en rueda de carreta, se dice que la
por lo que se debe insistir las veces que sea necesario
inyección de vasos es de tipo ciliar, lo que indica infla-
en estos aspectos. Son frecuentes las manifestacio-
mación de la úvea anterior o de la córnea. En algunos
nes visuales descubiertas al azar que pueden
casos de inflamaciones corneales, se pueden ver va-
malinterpretarse como agudas o subagudas, cuando
sos de neoformación invadiéndola (Fig. 5.1).
en realidad la causa existía desde mucho antes y en
ocasiones han estado presentes desde el nacimiento
sin haber sido notadas.
Antes y durante el examen se debe intentar jugar
con el niño y conversar con él, mientras se le observa y
se lleva a cabo la inspección. Se debe comenzar a valo-
rar al paciente desde que entra a la consulta, observar
su motricidad y la forma en que se desplaza para eva-
luar la calidad de su visión u otra manifestación.
Mientras se conversa con él y se interroga, debe
mirársele a la cara a la vez que se le escucha, para
conocer sobre la enfermedad y explorar el estado
mental del niño, la articulación de la palabra, la mímica
facial y su relación con el medio, espacio y tiempo.
Observar su cara, la alineación y posición de los glo-
bos oculares, párpados y resto de los anexos. Fig. 5.1. Inyección cilioconjuntival con invasión de vasos sobre la córnea.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 61

En la hipertensión ocular aguda los vasos suelen – En abducción, la hendidura palpebral se puede
ingurgitarse, así como en las erosiones corneales y cerrar (50 %) y en la aducción el párpado se
sobre todo en los procesos inflamatorios de la córnea. puede elevar (15 %).
En ocasiones se ven vasos aislados engrosados en – Si en la depresión el párpado no se relaja y se
conjuntiva, sin otra ingurgitación, lo que orienta a mal- queda retardado al mirar hacia abajo, se debe
formaciones venosas u otros procesos como la pensar en enfermedad tiroidea, del cerebro me-
orbitopatía distiroidea, en la que se observa la dilata- dio o regeneración aberrante del III nervio
ción sobre el área de inserción de los músculos. Si se craneal.
trata de un solo punto o área la que se ve roja por
vasos ingurgitados y levantada, se debe pensar en una
epiescleritis. Si es una mancha subconjuntival, se debe
plantear una hemorragia de esa área (Fig. 5.2).
La conjuntiva se puede edematizar frente a deter-
minadas noxas y hacer protrusión por entre los párpa-
dos (Fig. 5.3).

Fig. 5.2. Hemorragia subconjuntival.

Párpados
Mientras se conversa o juega con el niño se reali-
za la inspecciónde los párpados. La observación, tan-
to de frente como desde arriba y por detrás, facilita la
detección de asimetrías, anomalías, proptosis, pulsa- Fig. 5.3. Quemosis conjuntival e ingurgitación de vasos.
ciones, entre otros signos.
Los párpados deben ser examinados buscando Para la búsqueda de malformaciones vasculares
asimetrías en su forma y función, teniendo en cuenta se pueden usar, de ser preciso, maniobras que aumen-
lo siguiente: ten la presión vascular de retorno en la zona, como la
– En la mirada al frente el párpado superior debe de Valsalva.
cubrir algo de la córnea. Es frecuente el aumento de volumen del párpado
– La fisura palpebral, en el medio, debe medir de por diversas causas locales, como orzuelos y chalazión,
9 a 12 mm. que se descubren con la simple inspección (Fig. 5.4).
– La distancia del pliegue del párpado superior a La laxitud de los párpados es lo que explica el edema
las pestañas es de 10 mm. En la dehicencia del que en ellos se observa con frecuencia, sin que exista
elevador del párpado superior se aumenta esa ningún proceso local, lo que suele ser debido a enfer-
distancia. medades generales que retengan líquido.
62 Oftalmología pediátrica

desplazamiento superior del globo ocular. En


pacientes con lesiones nucleares o por debajo,
los ojos no suben al cerrarlos y sí lo hacen cuando
la lesión es supranuclear, como en el Parinaud.
– Reflejo auriculooculogiro: las orejas se retraen
y aplanan en los movimientos laterales conju-
gados, sobre todo en la oreja opuesta al movi-
miento (no en todas las personas). Se debe a la
entrada de impulsos desde los músculos
extraoculares al complejo del facial.

Fig. 5.4. Chalazión en el párpado inferior. También es útil, en pacientes con hemiparesia y
parálisis facial, observar la mímica facial, por ejemplo
El nervio facial es responsable de la mímica y ex- en los raros casos de niños con infartos o hemorragias
presión facial, acompañado por el músculo de Muller cerebrales, en los que ambos ojos se pueden ver rotar
(simpático). La inervación motora de los músculos contralateral a la lesión, lo que es conocido como
orbiculares por el nervio facial garantiza el cierre, vo- espasticidad del movimiento conjugado.
luntario o involuntario, de los párpados. Con el múscu- Si no existe parpadeo al estímulo corneal, está
lo frontal y el de Muller se mantiene la posición de los afectada la aferencia que depende de la primera rama
párpados, en lo que es fundamental el tono de reposo del V nervio craneal. Esta parte del examen, de ser
del elevador del párpado superior que varía en alerta o necesaria, se debe diferir hasta el final por la molestia
en somnolencia. o aversión que causa al niño.
Se debe prestar atención en el examen a las Se dice que existe ptosis palpebral cuando hay
asimetrías de la cara y reflejo de parpadeo. El parpa- un descenso del borde palpebral superior mayor de
deo asimétrico indica debilidad del nervio facial en un 2 mm hacia abajo del limbo esclerocorneal, en su
lado. La fuerza de contracción de los músculos zona superior. Según la ley de Herring, al fijar con
orbiculares se explora al pedirle al paciente que cierre el ojo ptósico, la ptosis se hace más evidente y el
fuerte los ojos y ver si lo logra o por el contrario, se párpado del ojo sano se retrae. Al tapar el ojo ptósico
queda con lagoftalmos. La parte inferior del facial se o al fijar con el sano, regresa la retracción del ojo
explora al hacerlo sonreír. contralateral.
El estado de parpadeo a una amenaza visual estu- La magnitud de la ptosis palpebral puede variar;
dia además el estado de la vía aferente y los mecanis- se dice que es pequeña cuando la caída del párpado
mos corticales de atención. Si la lesión es cortical, se
es de 2 mm con respecto a su posición normal y el
pierde el parpadeo a la amenaza pero si se estimula
margen palpebral está en el nivel del borde pupilar
con luz, el reflejo sí se integra (en el cerebro medio),
superior; moderada si alcanza de 3 a 4 mm y el mar-
por lo que se puede ver este reflejo hasta en ciegos.
gen palpebral cubre parcialmente la pupila; y grave si
En una parálisis facial, la preservación de la ac-
es mayor de 4 mm y el párpado cubre la pupila. Se
ción de poder arrugar la frente, sobre todo al mirar
hacia arriba, es característica de lesión supranuclear. debe buscar si existe descenso simultáneo del párpa-
La disociación entre la respuesta de los movimientos do inferior conjuntamente con la ptosis.
espontáneos y voluntarios es sugestiva de defectos En la dehiscencia y en la ptosis por síndrome de
supranucleares. Horner usualmente el elevador tiene función normal,
Determinadas sincinesias faciales son fisiológicas no así en la miastenia, ptosis congénita, parálisis del
y se deben de tener en cuenta en la exploración: III nervio, miopatías y la oftalmoplejía externa crónica
– Fenómeno de Bell: el ojo sube al tratar de ce- progresiva (OECP).
rrar los ojos forzadamente. Se ve muy fácil este En la miastenia grave existe fatigabilidad del pár-
fenómeno en parálisis faciales periféricas, cuan- pado que se puede acompañar de elevación del pár-
do al intentar cerrar los ojos el del lado parético pado ptósico y caída del otro lado, que puede llegar a
se queda abierto por lagoftalmos y deja ver el exceder la apertura del ojo ptósico, cuando se mueve
Capítulo 5. Examen oftalmológico 63

desde una posición relajada a la posición primaria. La La retracción palpebral se ve en la orbitopatía


ptosis aumenta con el ejercicio o durante el día. Se tiroidea, uso prolongado de esteroides y asociada al fe-
debe corregir con el tratamiento adecuado (Fig. 5.5). nómeno mandibulopalpebral de Marcus Gunn, en el cual
el párpado se eleva cuando el niño succiona o mueve la
mandíbula. En este caso, al fijar el ojo ptósico el otro ojo
se retrae, lo que suelen notar los padres cuando el niño
comienza a succionar y se abre el párpado intermiten-
temente al ritmo de los movimientos mandibulares.

Órbitas
El examen del niño prosigue con las maniobras
que apenas hacen contacto directo con él, como la
inspección externa en busca de desplazamientos del
contenido orbitario, examen de los anexos oculares
restantes, el estudio del paralelismo de los ejes visua-
les y el estudio de los reflejos pupilares.
La exoftalmometría es un método que sirve para
medir la localización del globo ocular en relación con
el reborde orbitario óseo lateral. La distancia de la
córnea al reborde orbitario tiene una variabilidad nor-
mal de 12 a 20 mm; la diferencia entre ambos ojos no
debe ser mayor de 2 mm entre sí.
En el exoftalmos existe una distancia mayor al re-
borde orbitario externo, que puede ser unilateral o bi-
lateral; esta protrusión anterior anormal del ojo se debe
a cualquier aumento significativo de masa intraorbitaria
y a la disminución del tamaño de la cavidad orbitaria.
También puede ser medida la protrusión ocular, mi-
Fig. 5.5. Ptosis palpebral bilateral que regresa con la prueba de tensilón rando de lado, con una regla milimetrada colocada en
y tratamiento con neostigmina.
el reborde orbitario lateral, hasta donde la porción an-
Además de medir la magnitud de la ptosis es im- terior de la córnea tiene su asiento.
portante apreciar la función del músculo elevador, ex- En el estudio de un posible exoftalmos se debe
plorar el fenómeno de Bell, el ojo dominante, si existen tener en cuenta: diferencias de más de 2 mm entre la
problemas de la apertura o del cierre, como en la pará- exoftalmometría de ambos ojos es sospechoso; 5 mm
lisis del III y VII nervio craneal que produce lagoftalmos. se considera francamente anormal. ¿Es reductible el
Es importante también medir la altura del surco exoftalmos? ¿Es doloroso, tiene ingurgitación de va-
palpebral, cuya magnitud se debe tomar del borde sos, sopla, pulsa, hay una masa palpable o existen cam-
palpebral a la depresión, tanto en el centro como en bios periorbitarios? ¿Desplaza el ojo hacia delante de
los extremos (Fig. 5.6). forma axial o hacia un lado? Las respuestas a estas
interrogantes junto al reconocimiento en el tiempo de
evolución y los signos acompañantes, pueden sugerir
el sitio de la lesión y hasta su naturaleza.

Vías lagrimales
En el niño son poco frecuentes los trastornos en la
producción de lágrimas; para medir este fenómeno se
utiliza la prueba de la tirilla de Schirmer. También son
raras las lesiones sobre la glándula lagrimal, no así las
Fig. 5.6. Medición de la altura del surco palpebral. obstrucciones de las vías de drenaje de las lágrimas.
64 Oftalmología pediátrica

Solo después de examinar los anexos, reflejos


pupilares, el paralelismo de los ejes visuales y de valorar
la protrusión de los globos oculares se debe hacer ins-
pección y palpación de los puntos lagrimales y del área
donde se sitúa la glándula y del saco lagrimal, en busca
de aumento de volumen. En caso de existir aumento de
tamaño del saco, se oprime para observar si hay reflujo o
secreción por los puntos lagrimales. Otras pruebas con
colorantes se pueden realizar si se sospecha obstrucción
de las vías lagrimales, como las de Jones, que se exponen
en el capítulo correspondiente a vías lagrimales (Fig. 5.7).

Fig. 5.8. Coloboma inferior de iris, ojo teñido con fluoresceína.

Es importante observar, medir y comparar el diá-


metro pupilar de ambos ojos, en busca de anisocoria,
así como estudiar sus reflejos a la luz y a la conver-
gencia.
Los reflejos fotomotor, consensual y aco-
modación-convergencia se examinan con luz de una
linterna o el propio oftalmoscopio. Se debe recordar
que en el recién nacido los reflejos pupilares no es-
tán bien desarrollados y las pupilas son mióticas; res-
ponden poco a los cambios de iluminación y se hace
difícil de dilatar la pupila.
Fig. 5.7. Compresión del saco lagrimal en un ojo que fue teñido con
fluoresceína. La respuesta de contracción enérgica a la luz,
reflejo fotomotor, que se debe hacer mientras el niño
Examen de las pupilas mira a lo lejos, es índice de buena visión y su ausen-
cia debe hacer pensar en daño del efector, como se
Las pupilas deben ser observadas en busca de
ve en la parálisis del músculo constrictor de la pupila,
cambios de forma, color o en su dinámica. Para ello
daño en la aferencia por disfunción del nervio óptico
se puede usar una linterna, la luz del oftalmoscopio o
o lesiones extensas de la retina. Si existe buena res-
la lámpara de hendidura. El examen con la luz del
puesta fotomotora no es tan necesario explorar el
oftalmoscopio se puede realizar cuando el paciente esté
listo para el examen de fondo de ojo, mirando a distan- reflejo de acomodación-convergencia; de faltar el
cia el reflejo rojo naranja y su reacción al hacer incidir reflejo fotomotor se procede a estudiar si existe con-
un haz de luz sobre la pupila, maniobra que resulta tracción pupilar al hacer converger los ojos del pa-
más fácil para el observador con presbicia. ciente sobre un objeto cercano, pupila de Argyll
La anomalía congénita más frecuente que defor- Robertson. La pupila amaurótica es la que no res-
ma la pupila es el coloboma inferior del iris, que se ponde a la luz directa o reflejo fotomotor pero sí al
puede extender hacia detrás o no, debido al cierre im- consensual. La midriasis farmacológica no responde
perfecto de la fisura inferior de la cúpula óptica y su al reflejo fotomotor ni reproduce reflejo consensual.
pedículo (Fig. 5.8); en ocasiones se pueden ver en ella En la anisocoria esencial, presente con cierta fre-
remanentes de la membrana pupilar como hilos de una cuencia, existe igual diferencia de diámetro pupilar en
tela de araña, que desaparecen en pocas semanas la luz y la oscuridad y la velocidad de reacción es bue-
después del nacimiento. na en ambos ojos. (Fig. 5.9).
Capítulo 5. Examen oftalmológico 65

Una forma de escribir los resultados del examen


pupilar es con las siglas PERRLA, que significa “pu-
pilas iguales y reactivas a la luz y a la acomodación”.
Los trastornos de los reflejos pupilares se pueden
agrupar en:
– Defecto pupilar aferente, relativo y el paradóji-
Fig. 5.9. Anisocoria esencial. co o fenómeno de Marcus Gunn.
– Defecto pupilar eferente.
– Pupilas grandes y arrefléxicas.
La búsqueda del reflejo pupilar aferente paradóji- – Pupila tónica o de Holmes Adie.
co o pupila de Marcus Gunn, es una maniobra muy – Disociación luz acercamiento.
útil para detectar de forma objetiva daño funcional – Síndrome de Horner.
asimétrico del nervio óptico, aunque sea mínimo. Esto
se lleva a cabo pasando rápidamente la luz del Examen de los movimientos
oftalmoscopio de uno a otro ojo por encima del en- de los ojos y la acción de sus músculos
trecejo y dejándole en cada uno, de 2 a 3 s. Si en el
ojo con visión conservada se observa contracción
extrínsecos
normal de la pupila, se pasa la luz al otro ojo; se ve Esta parte del examen físico requiere atención y
entonces si se produce también la contracción en el cooperación. Se debe realizar al inicio, cuando las
maniobras de inspección u otras no hayan provocado
ojo con déficit visual o si por el contrario la pupila se
incomodidad o rechazo al niño y existan más posibili-
dilata al proyectarle la luz, fenómeno de Marcus Gunn,
dades de su cooperación. Por lo tanto, el momento de
lo que indica afectación funcional asimétrica, princi- este examen debe ser después de la simple inspección
palmente del nervio óptico o daño muy intenso y total de los anejos y las pupilas.
de la retina. El estudio de la motilidad ocular es una parte fun-
Es de interés estudiar también la respuesta pupilar damental en el examen oftalmológico pediátrico, pues
al apagar la luz y quedar en oscuridad. En esas condi- ayuda a reconocer un déficit visual o a prevenirlo y
ciones normalmente la pupila se debe dilatar pero en permite diagnosticar paresias y parálisis musculares,
algunos casos ocurre una constricción patológica de estrabismos manifiestos y latentes, trastornos de los
pocos segundos en ambos ojos, seguida de una dilata- nervios craneales que tienen a cargo el movimiento de
ción lenta. Este fenómeno se observa en algunas en- los ojos, de los núcleos que los originan, los segmentos
supranucleares y la corteza cerebral que los rigen.
fermedades en las que están implicados la retina y el
En la exploración adecuada de la motilidad ocular
nervio óptico.
es preciso considerar la ejecución de los movimientos
La dinámica pupilar se puede explorar con algu- normales de los ojos y la detección de movimientos
nos fármacos pupiloconstrictores o pupilodilatadores, anormales espontáneos, casi siempre involuntarios,
según la entidad que se sospeche y lo que se quiera como nistagmo, opsoclonus, entre otros. Las accio-
demostrar. nes de estos músculos están en dependencia del sitio
La observación de ptosis o retracción palpebral, de su inserción en la esclera, desde donde se ejerce su
acompañando a la miosis o midriasis, debe hacer sos- acción, la posición fija del músculo y del eje de giro
pechar paresia o excitación oculosimpática. sobre el cual actúan. Para ello se debe tener en consi-
En la parálisis del III nervio craneal con toma deración la diferente inervación de los músculos que
intrínsica existe midriasis arrefléxica que regresa al mueven al ojo, las funciones que cada uno realiza en
relación a sus ejes de giro y el ángulo que hace el
instilar pilocarpina sin diluir.
músculo con su eje de palanca (capítulo 4).
Frente a una midriasis que no responde a la luz se Todos los movimientos de los globos oculares se
debe investigar la posibilidad de la parálisis tónica de realizan sobre 3 ejes de giro (ejes de Fick), por lo que
la pupila, conocida como pupila de Adie, la cual solo los músculos oculares pueden tener más de una ac-
responde de forma tónica frente a una la luz que se ción, en dependencia del ángulo que cada músculo ten-
mantiene frente al ojo por no menos de 20 min. ga con esos ejes, para ejercer palanca.
66 Oftalmología pediátrica

Acciones musculares: Ley de mando inervacional. La cantidad de es-


– Recto medio: aducción tímulos que llegan a los músculos de los 2 ojos depen-
– Recto lateral: abducción de de las necesidades del ojo fijador.
– Recto superior: elevador, aductor, incicloductor
– Recto inferior: depresor, aductor, excicloductor Tipos de movimientos
– Oblicuo superior: incicloductor, abductor, depresor La exploración del movimiento que realizan los
– Oblicuo inferior: excicloductor, abductor, elevador músculos de un solo ojo se conoce como ducciones y
como versiones a los movimientos conjugados de am-
Para el examen físico de la motilidad ocular es bos ojos.
necesario conocer o recordar un grupo de conceptos Ducciones. Los movimientos monoculares del ojo
que ayuda a su comprensión. en torno a sus 3 ejes son las llamadas ducciones. Esos
Posición primaria de la mirada. Cuando con la ejes de giro son: un eje vertical, sobre el cual al tirar
cabeza erecta los ojos fijan un punto situado en el infi- del ojo este se desplaza hacia fuera (abducción) o aden-
nito (capítulo 4). tro (aducción); un eje horizontal, sobre el cual se eje-
Posición secundaria de la mirada. Cuando los
cuta la elevación o supraducción y la depresión o
ojos a partir de la posición primaria giran en torno del
infraducción; y un eje anteroposterior sobre el cual se
eje (z) o del eje (x).
ejecutan movimientos de rotación, hacia adentro
Posición terciaria de la mirada. Cuando los ojos
(inciclo) o hacia afuera (exciclo).
a partir de la posición primaria de mirada giran en torno
de cualquier eje oblicuo situado sobre el plano de Listing. Versiones. Son movimientos binoculares conju-
Posiciones diagnósticas de mirada. Son los lu- gados en los cuales los ojos se desplazan en la misma
gares hacia donde se pueden dirigir los ojos con movi- dirección y el mismo sentido. Son de varios tipos se-
mientos conjugados en los que intervienen músculos gún la dirección del movimiento (Fig. 5.10).
específicos, en cada área del desplazamiento. Lateroversiones (movimientos horizontales):
– Arriba: recto superior (RS). – Dextroversión: las córneas se dirigen hacia la
– Abajo: recto inferior (RI). derecha.
– Arriba y derecha: recto superior derecho (RSD) – Levoversión: las córneas se dirigen hacia la iz-
y oblicuo inferior izquierdo (OII). quierda.
– Arriba e izquierda: RSI y OID.
– Abajo y derecha: RID y OSI. Versiones verticales (movimientos verticales):
– Abajo e izquierda: RII y OSD. – Supraversión (sursunversión): las córneas se di-
rigen hacia arriba.
Todos estos movimientos están regidos por leyes – Infraversión (deorsumversión): las córneas se
de la inervación que determinan la relación entre los dirigen hacia abajo.
músculos de un mismo ojo y su congénere.
Cicloversiones (versiones torsionales o torsiones):
Leyes de inervación – Dextrocicloversión: las extremidades superio-
Ley de inervación recíproca (Ley de res de los meridianos verticales de las córneas
Sherrington). Cuando un ojo realiza un movimiento se dirigen hacia la derecha.
en determinada dirección, los agonistas se contraen y – Levocicloversión: las extremidades superiores
los antagonistas se relajan. de los meridianos verticales de las córneas se
Ley de la correspondencia motora (Ley de dirigen hacia la izquierda.
Hering). Los influjos nerviosos enviados por los cen-
tros oculogiros a los músculos oculares para la reali- Para el estudio de las versiones los músculos se
zación de un movimiento en una determinada direc- tratan por grupos o cuartetas (Fig. 5.10).
ción son simétricos para uno y otro ojo (agonista y su Grupo horizontal: RLD-RMD y RLI-RMI
yunta que es el que ejecuta la acción en el mismo sen- Grupo oblicuo derecho: RSD-RID y OII-OSI
tido en el otro ojo). Grupo oblicuo izquierdo: RSI-RII y OID-OSD
Capítulo 5. Examen oftalmológico 67

Vergencias. Son movimientos disyuntivos bino-


culares en los que los ojos se desplazan en la misma
dirección, adentro o en sentido opuesto, afuera.
Vergencias horizontales:
– Convergencia: ambos ojos realizan una aduc-
ción, los ejes visuales convergen entre sí.
– Divergencia: ambos ojos realizan una abduc-
ción, los ejes visuales divergen entre sí.

Vergencias verticales:
– Divergencia vertical positiva: el ojo derecho rea-
A
liza una supraducción y el ojo izquierdo queda
inmóvil o realiza una infraducción, o el izquier-
do baja mientras el derecho queda estático.
– Divergencia vertical negativa: el ojo izquierdo
realiza una supraducción y el derecho queda
inmóvil o realiza una infraducción, o el derecho
baja mientras el izquierdo queda estático.

Vergencias torsionales (ciclovergencias):


– Inciclovergencia: ambos extremos superiores
de los meridianos verticales de las córneas se
dirigen nasalmente.
– Exciclovergencias: ambos extremos superiores
de los meridianos verticales de las córneas se
B
dirigen al lado temporal.

Los movimientos oculares son generados en los


núcleos correspondientes situados en el mesocéfalo y
la protuberancia, donde se relacionan con otros ner-
vios craneales de su lado y los del lado contrario a
través de la sustancia reticular y fascículos nerviosos;
ellos son controlados por varias áreas específicas del
encéfalo (capítulo 4).
Los cuadros supranucleares por lo general cursan
con desviaciones conjugadas de la mirada y afectan
mayoritariamente las sácadas y los movimientos de per-
secución; están en relación con enfermedades
C neurológicas. Conocer lo antes explicado es fundamen-
tal para explorar e interpretar los movimientos oculares.

Maniobras que se emplean para realizar el es-


tudio de la motilidad ocular extrínseca:
– Observar la posición de la cabeza y si existe
alguna inclinación compensatoria.
– Examinar el paralelismo de los ejes visuales.
Métodos de Hirschberg, prueba de cubrir, cu-
brir y descubrir un mismo ojo y cubrir y des-
cubrir alternativamente cada ojo.
– Explorar ducciones, versiones en las 9 posi-
D ciones de mirada, las vergencias, los movi-
Fig. 5.10 A. Mirada al frente; B y C. Examen de versiones laterales;
mientos conjugados y disconjugados, los de
D. Versiones verticales superiores. seguimiento y sácadas.
68 Oftalmología pediátrica

hacia afuera, se dice que hay una desviación latente


– Respuesta oculocefalogira (ojos de muñeca).
interna o convergente, llamada también esoforia o
– Realizar pruebas instrumentadas como la
endoforia. Si el movimiento de refijación se produce
coordimetría, mediciones con prismas, cruz de de arriba hacia abajo, existe una desviación vertical
Madox, sinoptóforo y otras, así como nistagmo- superior latente o hiperforia; si el movimiento de
grafía, electrooculografía y otros estudios para refijación se produce de abajo hacia arriba, existe una
movimientos oculares anormales. desviación latente vertical inferior o hipoforia. Esta
prueba se debe hacer para cerca, lejos y en mirada de
La observación de la posición de la cabeza y de los lectura, es decir, 30° por debajo de la horizontal.
ejes visuales se investiga al hacer fijar al niño un objeto
o iluminar ambos ojos con una luz colocada al frente
para atraer con ella la atención del paciente. La obser-
vación de alteraciones en la postura o inclinación de la
cabeza del niño para fijar la mirada es un elemento que
debe hacer sospechar alteración del paralelismo de los
ejes visuales para compensar la diplopía, lo que se pue-
de apreciar en fotos anteriores y dar un índice sobre el
tiempo que hace que se instaló ese fenómeno (Fig. 5.11).
Normalmente en la mirada al frente y a 30 cm de
distancia el observador debe ver la luz de examen en la
córnea como un punto luminoso en el centro de ambas
pupilas o ligeramente desplazadas hacia adentro, según
el ángulo Kappa que es el que se produce entre el eje
visual y el eje anatómico o pupilar del ojo, pero simétri- A
cas en ambos ojos.
A esta maniobra se le conoce como prueba de
Hirschberg y se dice que es de 0°, si el reflejo se obser-
va en posición simétrica en ambos ojos. Si en uno de
ellos la luz no cae cercana al centro pupilar como en el
otro ojo, se habla de desviación manifiesta o tropia. Si el
reflejo de la luz cae en el borde pupilar, se dice que hay
15° de desviación, que puede ser convergente si la luz
cae en el borde externo pupilar o divergente si lo hace
en el interno. La desviación es de 45° si la luz cae en el
limbo y de 30° si cae entre el borde pupilar y el limbo
(Fig. 5.12). Cada milímetro de desplazamiento a partir B
del centrado del reflejo equivale a 7° de desviación.
Para realizar la prueba de cubrir y descubrir cada
ojo por separado y de forma alternante, se fija la luz
que se mantiene al frente y se observa qué sucede
con el ojo detrás del oclusor; luego se tapa y destapa
cada ojo por separado y luego ambos ojos de forma
alternante como en un balanceo de la oclusión. Esta
forma alternante hace más evidentes las desviaciones
latentes. Si los ojos estaban en paralelismo, 0° de des-
viación y no se nota movimiento alguno de refijación,
se dice que hay paralelismo ocular perfecto u ortoforia.
Si se observa movimiento de refijación del ojo que se
destapa para hacerlo fijar la luz y este viene de afuera C
Fig. 5.11 A. Cuando el niño mira a una luz la cabeza se debe mantener
hacia adentro, se dice que existe desviación externa o derecha y el reflejo luminoso debe caer sobre la córnea de forma
divergente, latente o exoforia. Si se observa movimien- simétrica en ambos ojos; B y C. Tortícolis compensatoria o inclina-
to de refijación del ojo que se destapa y viene de adentro ción de la cabeza para evitar diplopía vertical.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 69

B
Fig. 5.12 A. Niña que fija una luz colocada al frente; obsérvese cómo
cae el reflejo de la luz simétrico en ambas pupilas. B. Esquema de la
medición con el método de Hirschberg en desviaciones convergentes
y medida de la misma según la posición del reflejo luminoso.
B
Fig. 5.13 A. Sencilla prueba de cubrir y descubrir, de forma alternante,
fijando un objeto al frente y de cerca. B. Esquema de los movimientos
de refijación que se pueden observar en caso de desviación latente
La prueba de cubrir y descubrir cada ojo por convergente, al tapar y destapar alternativamente cada ojo.
separado y de forma alternante sin permitir un inter-
valo de visión binocular, son maniobras sencillas de
Al igual que la prueba de Hirschberg esta prueba
hacer en cualquier medio, pues solo requiere que el
debe ser del dominio de los pediatras y médicos gene-
niño fije cualquier objeto, como la punta del dedo del
rales por su sencillez y la importancia que tiene en
examinador, de un lápiz o lo mejor, que es fijar una detectar desviaciones latentes y mala visión, entre otras
luz al frente. Después de destapar y tapar alternati- anormalidades. Estas pruebas el especialista las apli-
vamente un mismo ojo, se le ocluye alternativamente ca, no solo en la mirada al frente, sino en todas las
uno u otro ojo con el dedo grueso, el dorso de la mano posiciones de mirada, de lejos y de cerca.
del explorador o una paleta, para sorprender si existe Para explorar las ducciones, versiones en las 9
movimiento de refijación en el ojo que se destapa, el posiciones de mirada, las vergencias, los movimien-
cual debe fijar con su fóvea el objeto que se le mues- tos conjugados y los de seguimiento y sácadas, se
tra (Fig. 5.13). debe estudiar primero la función muscular de cada
70 Oftalmología pediátrica

ojo en las 9 posiciones diagnósticas de mirada, de rápidos de búsqueda o sácadas (movimientos volun-
las que 6 corresponden a la función de cada uno de tarios de captura de un objetivo por la fóvea), lo que
los músculos por separado. Además de esas 6 posi- se explora al pedirle que mire de inmediato a un ob-
ciones diagnósticas de mirada, se exploran otras 3 jeto que se ha colocado en posición casi extrema de
adicionales, al frente o en posición primaria de mi- mirada.
rada y desde ahí, hacia arriba y abajo. Es importante la exploración oculocefalogira, en
Es preciso tener en cuenta que el movimiento a la que los ojos se mueven en dirección contraria al
efectuar para poder identificar el músculo por separa- movimiento que se le imprime a la cabeza.
do o los músculos que intervienen en el movimiento Los movimientos conjugados de ambos ojos a la
debe partir de la posición del ojo señalada, lo cual se vez y las vergencias, que son movimientos
hace de la manera siguiente (Fig. 5.14A): disconjugados, deben ser explorados y medidos.
– Si desde la mirada al frente se mueve el ojo hacia Además deben ser estudiados los movimientos
fuera, es decir, se abduce, actúa el músculo recto oculares binoculares, tanto versiones (conjugadas)
externo de OD; debe quedar con no más de 1 mm como vergencias (disyuntivos). El estudio de la con-
de esclera visible en esa locación, si existe buena vergencia y la divergencia es de gran importancia para
función de ese músculo, posición (P1). el diagnóstico diferencial de las heteroforias.
– Si desde la mirada en abducción, no máxima, se El punto próximo de convergencia (PPC) se deter-
eleva el ojo, actúa el recto superior de OD, po- mina al colocar un objeto de fijación a unos 40 mm en el
sición (P2). plano medio delante del paciente; luego se mueve el
– Si desde la mirada en abducción no máxima se objeto lentamente hacia este hasta que uno de los ojos
deprime el ojo, actúa el recto inferior de OD, pierde la fijación y se desvía. La distancia a la que eso
posición (P3). sucede es llamada PPC y se mide mediante una regla
– Si desde la mirada al frente se mueve el ojo apoyada en el reborde orbitario adyacente al canto ex-
hacia la nariz, o sea se aduce, actúa el recto terno. El ojo que mantiene la fijación en el PPC se con-
interno de OD; no debe quedar ni 1 mm de sidera el ojo dominante. En los niños el PPC está mu-
esclera visible en este movimiento extremo in- cho más cercano y debe estar situado aproximadamen-
terno, posición (P4). te a 8-10 cm; en los pacientes con insuficiencia de con-
– Si desde la mirada en aducción extrema se ele- vergencia puede estar a 30 cm o más.
va el ojo, actúa el oblicuo inferior de OD, posi- Es importante el diagnóstico diferencial entre la
ción (P5). insuficiencia de convergencia y la insuficiencia de aco-
– Si desde la mirada en aducción extrema se depri- modación, pues las conductas en ambos casos son di-
me el ojo, actúa el oblicuo superior de OD, po- ferentes.
sición (P6). La amplitud de acomodación es el rango máximo
– Si desde la posición de mirada al frente se ele- que puede tener de esta función un individuo. El poder
va el ojo, actúan los 2 elevadores recto superior de acomodación es grande en los niños y disminuye
y oblicuo inferior de OD, posición (P7). con la edad hasta llegar a 0 en el anciano (Tabla 5.1).
– Si desde la mirada al frente se mira hacia abajo,
actuaron los 2 depresores recto inferior y obli- Tabla 5.1. Amplitud de acomodación en dioptrías se-
cuo superior de OD, posición (P8). gún la edad (Donders)

Este estudio se hace difícil en niños pequeños si Edad Amplitud Edad Amplitud
no se usan objetos llamativos o ruidosos que llamen su
10 14 45 3,50
atención o se le gira la cabeza en diferentes posicio-
15 12 50 2,50
nes (Fig. 5.14B).
20 10 55 1,75
También se deben estudiar por separado los movi- 25 8,5 60 1.00
mientos de seguimiento lento al hacer que el niño fije 30 7,5 65 0,50
la vista en un objeto que se mueve muy despacio en 35 5,5 70 0,25
el campo de visión e indicarle que haga movimientos 40 4,5 75 0,00
Capítulo 5. Examen oftalmológico 71

B
Fig. 5.14 A. Posiciones diagnósticas de mirada. Movimientos oculares y los músculos responsables de los distintos movimientos del ojo derecho
de una persona que se sitúa al frente. Obsérvese la ubicación de los ojos en el centro y en las diversas posiciones del esquema. B. Niño que aún no
coopera y se le llama la atención mediante juegos, estímulos visuales, ruidos o voces para que realice el movimiento ocular requerido para la
exploración en diferentes posiciones de mirada con ambos ojos.

Para estudiar la amplitud de acomodación se debe El alineamiento visual de los ojos depende del fun-
colocar la cartilla de Jager y acercarla hasta que el cionamiento normal del mecanismo sensorial y motor;
individuo vea borroso. Se le pide que haga un esfuerzo esta relación se rompe al excluir un ojo de la participa-
por ver bien y se continúa acercando la cartilla hasta ción del acto visual; de esta manera queda suspendida
que no sea posible leer. Se mide entonces la distancia la fusión sensorial, se impide la fusión motora y por lo
a que esto ocurre y se convierte a dioptrías. No deben tanto, se manifiesta la desviación relativa de los ejes
existir diferencias de amplitud de acomodación de más visuales. Para la determinación exacta de esta desvia-
de media dioptría entre uno y otro ojo ni entre la medi- ción motora se usan diferentes métodos objetivos y sub-
da monocular y binocular. jetivos, los cuales se seleccionan en dependencia de la
72 Oftalmología pediátrica

edad, cooperación y agudeza visual del paciente. El un rectángulo alargado de cartón que se coloca sobre
mecanismo sensorial es el encargado del desarrollo de el cristal del primer flash de deslumbramiento que se
la visión monocular y binocular. Esta última ayuda a le hace al paciente, en sentido horizontal y en el se-
alcanzar diferentes grados de estereopsia. gundo flash en sentido vertical. Se basa en la persis-
Otras pruebas que se pueden usar para medir des- tencia de las impresiones luminosas, posimágenes po-
viaciones son la coordimetría, la electrooculografía y sitivas y negativas que quedan después de estimular la
el propio sinoptóforo pero estas necesitan de instru- retina de la forma antes descrita.
mentación más específica y costosa (Fig. 5.15). La retina es, por lo tanto, estimulada por un destello
luminoso con protección del área foveal de forma verti-
cal y la otra por un destello luminoso con protección del
área foveal de forma horizontal. El destello luminoso
vertical es más difícil de suprimir y se debe colocar de-
lante del ojo desviado. El paciente dibuja entonces las
posiciones relativas de las posimágenes. Este examen
pone de manifiesto la dirección visual de ambas fóveas.
– Si las 2 posimágenes se ven como una cruz, la
correspondencia sensorial es normal.
– Si las 2 imágenes no se cruzan, existe corres-
pondencia sensorial anómala (Fig. 5.16).

Fig. 5.15. Sinoptóforo.

El mecanismo sensorial tiene relación directa con


el mecanismo motor, los reflejos incondicionados y des-
pués los optomotores, los de seguimiento y de fijación.
El sistema sensorial es más inmaduro al nacimiento; a
las 3 semanas de nacido el bebé comienza a tratar de
fijar los objetos en la fóvea y alcanza el máximo de su
desarrollo a los 2 años, aunque la binocularidad com- Fig. 5.16. Correspondencia sensorial normal y anómala.
pleta se logra cerca de los 6 años de edad.
Si la fijación no es foveal no podrá conservar su En la esotropía con correspondencia sensorial
dirección visual principal ni se desarrollará al máximo la anormal (CSA), si se presenta al ojo derecho la
agudeza visual. El cerebro debe unir las imágenes que posimagen horizontal se observa esta a la izquierda de
captan ambas foveolas en una sola, las que deben ser la imagen vertical y viceversa para una exotropía.
semejantes y hacer de ellas puntos correspondientes, al En un paciente con fijación excéntrica es normal que
igual que los otros puntos equidistantes a la foveola, también logre ver una cruz, porque la fijación excéntrica
aunque sean de campos diferentes o contrarios (tem- es un cuadro uniocular y lo que sucede es que hay una
porales y nasales). Ello da lugar a múltiples puntos co- reorientación de la función sensorial y motora, de forma
rrespondientes que tienen percepción única de direc- tal que esta nueva área extrafoveal asume la dirección
ción común que se supeditan a la jerarquización que la visual principal que antes tenía la fóvea; por tanto, la fóvea
foveola establece y son referidas a ella en relación con del ojo dominante percibe su posimagen recto adelante
su dirección visual, que para la foveola es derecho ade- en el espacio visual mientras que el ojo desviado, que
lante. Esa es la base de la correspondencia sensorial. también es estimulado, en su área excéntrica, percibe su
La correspondencia sensorial, antes llamada retinal, posimagen recto adelante debido a que esta área excén-
puede ser normal o anómala. Se estudia con varios trica ha asumido la dirección visual principal.
métodos, entre los que se encuentra el examen de la Las luces de Worth es una prueba de visión
posimagen que se obtiene al deslumbrar la retina con binocular que se utiliza como medio diagnóstico; cons-
luz fuerte manteniendo protegida el área foveal con ta de 4 luces: una roja en hora 12, 2 verdes en horas
Capítulo 5. Examen oftalmológico 73

3 y 9 y una blanca en hora 6. Se usa en combinación La base de la visión binocular son los puntos co-
con los filtros rojo verde que se encuentran en la caja rrespondientes, lo que la lleva a la estereopsia por
de prueba o con las gafas rojo verde. Para realizarla medio de la fusión. La estereopsia es la que da la ade-
se le coloca al paciente un vidrio rojo frente a su ojo cuada visión de profundidad y se define como el me-
derecho, que filtra todos los colores excepto el rojo y nor intervalo espacial de profundidad entre 2 objetos
se coloca un filtro verde delante del ojo izquierdo, que sea capaz de percibir el observador. Es válido re-
que filtra todos los colores excepto el verde. Se pro- cordar que hay pistas monoculares que dan cierto grado
cede de esta forma al estudio binocular. de sensación de profundidad.
Puede ocurrir: La estereopsia se mide en segundos de arco (1 gra-
– Que el paciente ortofórico diga que ve 4 luces. do es igual a 60 min de arco y 1 min es igual a 60 s de
Se interpreta como que tiene fusión normal. arco). La agudeza visual espacial normal es de 1 min
– Que vea 4 luces en presencia de un estrabismo de arco y la estereoagudeza normal es de 60 s, por
manifiesto. Correspondencia retinal anómala. tanto cuanto más bajo es el valor, mejor es la agudeza.
– Que vea solo 2 luces rojas; suprime ojo izquierdo. Muchas anomalías visuales van acompañadas de
– Que vea 3 luces verdes; suprime ojo derecho. un sentido de la profundidad estereoscópica dañado,
– Que vea 5 luces; tiene diplopía. por lo que una prueba de visión estereoscópica es una
– Que vea unas veces las rojas, otras veces las prueba esencial en un examen ocular. Con ellas se
verdes. Existe supresión. pueden detectar diferentes anomalías sensoriales como
la ambliopía, supresión, una pérdida de agudeza visual
La amplitud de fusión es la capacidad de mante- grave en uno de los 2 ojos que no se puede mejorar
ner la fusión a pesar de las variaciones de los ejes mediante su corrección óptica, fuertes anisometropías
oculares entre sí y tiene 2 componentes: motor y sen- y algunas más.
sorial. La fusión no está completamente desarrollada Para el estudio de la estereopsia se usan varias
hasta los 4 años. pruebas como la de Titmus, la de Lang, Frisby, Randot
Los movimientos para la fusión sensorial de pun- y el TNO, entre otras.
tos o áreas correspondientes se estimulan por imáge- La prueba de Titmus consiste en un vectarógrafo
nes semejantes en tamaño, color, bordes y luminosi- polarizado y tridimensional que consta de 2 láminas que
dad que caen en zonas moderadamente dispares, más se ven a través de unas gafas polarizadas (Fig. 5.17).
allá del área de Panun. En la página de la derecha hay una gran mosca y a la
En realidad los puntos retinianos correspondientes izquierda unas series de círculos y más abajo unos animales.
que se fusionan para formar una única imagen son más La mosca es una prueba de estereopsia muy gro-
áreas fusionales y no puntos. Esto permite que a pesar sera (3000 s de arco) y es útil en niños pequeños. La
de estimular puntos algo dispares o no exactamente mosca debe parecer salida del libro como viva; si no
correspondientes de las retinas estos sean vistos super- hubiera repulsión del niño se le anima a tocar una de las
puestos en visión binocular sin provocar diplopía y eso alas. Sin estereopsia grosera la mosca aparecería como
es lo que da origen a la estereopsia por paralelaje. una fotografía plana común que apenas llamaría la aten-
La fusión puede ser de varios grados. Es impres- ción. Los círculos valoran la percepción profunda más
cindible para lograr visión binocular pero no siempre fina. Cada uno de los 9 recuadros contiene 4 círculos;
implica buena estereopsia; sin embargo, sí es necesa- uno de los círculos de cada recuadro tiene un grado de
ria una óptima o adecuada fusión para lograr la disparidad y parece adelantado al plano de referencia
estereopsia. en caso de estereopsia normal. Si el paciente percibe
La visión binocular se basa fundamentalmente en un círculo desplazado de lado, no tiene visión
la rivalidad retiniana, la supresión y la dominancia ocu- estereoscópica sino que usa claves o pistas monoculares
lar, las cuales coexisten. La rivalidad retiniana se ejer- y esta es una de las desventajas de esta prueba. El án-
ce constantemente para las 2 imágenes semejantes gulo de estereopsia en este caso se calcula a partir de
que se perciben por cada ojo, haciendo conciente cual- un gráfico que se proporciona con la prueba y el grado
quiera de ellas. La supresión es la anulación de una de disparidad de esta varía entre 800 y 40 s de arco.
parte de la imagen o de toda. La dominancia es la En las láminas de los animales una de ellas aparece
preponderancia de la imagen foveal de un ojo en par- adelantada al plano de referencia. El grado de dispari-
ticular sobre el otro. dad aparece de 400 a 100 s de arco.
74 Oftalmología pediátrica

información al examinador de si existe o no visión


estereoscópica. Lámina IV, es un examen de supre-
sión que muestra además cuál es el ojo dominante
del niño. Las láminas V-VII, cuantifican el grado de
visón estereoscópica; la lamina V se debe usar a cri-
terio médico. Algunos estudios plantean que un 95 %
de los ambliopes son incapaces de ver las figuras
que están ocultas en el nivel de 210 s de arco. En
caso de que las respuestas fueran acertadas se avan-
za en el número de láminas para determinar con
mayor exactitud el máximo nivel de sensibilidad
estereoscópica, hasta que falle en una lámina o has-
ta llegar a 120 s de arco. En estas láminas las figuras
se muestran con 6 niveles de profundidad diferente y
las disparidades retinianas correspondientes están en
el rango de 15 a 480 s de arco.
Fig. 5.17. Prueba de Titmus.

Una de las pruebas de estereopsia más usadas y


de práctica casi rutinaria es la del TNO (Fig. 5.18). Es
de gran utilidad por la sencillez de sus figuras a reco-
nocer, la alta seguridad y fiabilidad del examen y por-
que no proporciona pistas monoculares secundarias o
adquiridas para alcanzar algún grado de estereopsia.
Esto hace que sea una de las más adecuadas para el
estudio de la visión estereoscópica en niños, incluso
muy pequeños que aún no se expresan verbalmente.
Para esa prueba se usan gafas con cristales verde y
rojo, uno en cada ojo.
Las láminas del libro de la prueba consisten en un
estereograma en el cual la mitad de las imágenes son
superpuestas e impresas en colores complementarios
llamados anaglifos. Estas representan las 2 imágenes
retinianas de una escena tridimensional que evoca la
percepción de una imagen en profundidad, cuando se
muestran a cada ojo por separado.
Para asegurar que cada ojo recibe solo una de las
2 imágenes, las figuras o dibujos son vistos a través de
filtros que transmiten principalmente solo uno de los
colores en los que están impresos. Cada una de las
láminas muestra una combinación de 2 figuras que solo
pueden ser vistas en visión binocular y al menos una
figura que se pueda percibir monocularmente, para los
casos en los que el niño carezca por completo de vi-
sión estereoscópica, pueda percibir al menos parte de
las figuras que se le pide identifique. Esta prueba puede
ser realizada sin ninguna dificultad con niños que ten-
gan cualquier defecto de visión del color.
Modo de utilización: la prueba completa consta
de 7 láminas o páginas. Lámina I-III aporta rápida Fig. 5.18. Prueba de TNO.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 75

El sinoptóforo es un instrumento de valoración en verá un conejo con cola y ramo. Se valora el gra-
el estrabismo, para la cuantificación de los grados de do de fusión moviendo los brazos del sinoptóforo y
visión binocular y también para la estereopsia, entre el paciente tiene que converger o divergir para
otras propiedades (Fig. 5.15). Consta de 2 tubos cilín- mantener la fusión.
dricos con 2 angulaciones recubiertas por un espejo y 3. Tercer grado de fusión (estereopsia). Implica la
una lente de 6,50 dioptrías positivas en cada ocular. El capacidad de obtener una adecuada impresión de
dibujo o lámina se coloca en un marco de diapositiva profundidad por la superposición de 2 imágenes del
situado en el extremo externo de cada tubo. Estos úl- mismo objeto tomado desde ángulos diferentes.
timos se sostienen mediante columnas que permiten el
movimiento relativo de ambos brazos; los ajustes que Las pruebas que se utilizan están en dependencia
se realicen se indican en la escala. Este equipo deter- de la agudeza visual del paciente.
mina además 3 grados de fusión binocular única. Consta En el caso de la amplitud de fusión es de gran im-
de pruebas foveales y maculares en dependencia de portancia conocer la medida de vergencias fusionales,
la agudeza visual del paciente. tanto positivas como negativas, porque estas hablan de
El sinoptóforo fue en una época un instrumento de la capacidad de cada paciente para dominar una des-
diagnóstico y tratamiento muy efectivo pero con el viación existente (heteroforia). Estas vergencia se eva-
advenimiento de nuevas técnicas ha quedado algo re- lúan para lejos y para cerca mediante la utilización de
zagado y ha sido sustituido por otros de fácil uso, un prisma rotatorio o uno de barra.
rápidos y muy confiables que aportan gran cantidad El sinoptóforo para el uso de la correspondencia
de información con respecto a la posible existencia de sensorial normal (CSN) y anómala (CSA):
ambliopía, supresión, fuertes anisometropías, para sa- El examinador determina el ángulo objetivo de la
ber si existe o no visión estereoscópica, así como para desviación mediante la presentación alternativa a cada
cuantificar la sensibilidad de esta. fóvea de un objeto hasta que no hay movimiento de
Este equipo aún es importante para conocer los ninguno de los 2 ojos. El estudio de los tipos de corres-
grados de visión binocular, así como para el estudio de pondencia se realiza a través del ángulo objetivo y sub-
las vergencias fusionales positivas y negativas, el más jetivo. La diferencia en grados entre el ángulo objetivo
minucioso de los exámenes de las correspondencias y subjetivo es el ángulo de anomalía.
sensoriales y su clasificación, además de para ejerci- – CSN: Ángulo objetivo igual al subjetivo.
cios de estimulación. Se utiliza en las escuelas de – CSA: El ángulo de anomalía es igual al objetivo.
ambliopes en tratamientos optópticos junto a otros Ejemplo: ángulo objetivo 20°, ángulo subjetivo
equipos como los localizadores ojo, mano, oído, el coor- 0°; el ángulo de anomalía será de 20°.
dinador y otros, siempre junto a la imprescindible tera- – CSA pura y armónica: por lo general son congé-
pia oclusiva que debe ser el principal tratamiento de nitas; estos casos son de mal pronóstico ya que
rehabilitación (capítulos 22 y 23). se ve en fijaciones excéntricas muy arraigadas
El sinoptóforo para estudio de los grados de fusión: en las que no se corrige el problema sensorial.
1. Primer grado (prueba de percepción simultánea). – CSA mixta: suele ser normal la correspondencia
Se explora introduciendo 2 imágenes dispares pero en algunos momentos según la posición de mirada
no mutuamente antagónicas, ejemplo el pájaro y que se adopte. Esta es la correspondencia que
la jaula. Se le pide al paciente que coloque el pája- mejor pronóstico tiene; casi siempre los estrabismos
ro en el interior de la jaula moviendo los brazos o que la produjeron no son congénitos (la CSA mix-
columnas; si no es posible ver las 2 imágenes si- ta es recuperable). Lo esencial de este tratamien-
multáneamente puede ser debido a supresión, to es la estimulación de ambas fóveas.
ambliopía o escotoma de supresión. De ser así no
se continúa con el examen; de lo contrario, se pasa Diplopía
al segundo paso. La diplopía o visión de imágenes dobles puede ser
2. Segundo grado (fusión). Implica la capacidad de mono o binocular. Esto se determina si al tapar un ojo
producir un dibujo compuesto a partir de 2 dibujos una de las imágenes desaparece. La diplopía puede ser
similares cada uno de los cuales está incompleto de imágenes dobles en sentido horizontal, vertical o mixta
en algún detalle ejemplo: 2 conejos; a uno le falta y se modifica en diferentes posiciones de mirada, lo que
la cola y a otro le falta el ramo. Si existe fusión se asegura la participación de determinados músculos.
76 Oftalmología pediátrica

Si la diplopía es monocular se debe investigar so- pre se observa en el examen estrabismo concomitan-
bre historias recientes de cirugía de estrabismo, fenó- te. Si la diplopía es referida como imágenes similares
meno de adaptación sensorial asociado con corres- y constante con los ojos alineados se debe plantear la
pondencia retinal anómala, lo que puede dar hasta posibilidad de simulación o histeria.
triplopía, con ambos ojos abiertos, si el resultado de la Si existe pérdida del paralelismo visual, este pue-
cirugía no fue la correcta alineación ocular. En caso de ser concomitante o no. El estrabismo concomi-
de que no exista esta historia, frente a una diplopía tante se diferencia del incomitante por la diferencia
monocular se debe de indagar si la imagen es como lo de la desviación en las diversas posiciones de mirada
que se percibe en la televisión y que se conoce como y en dependencia del ojo que fija. Si el estrabismo es
fantasma, lo que suele ser consecuencia en muchos incomitante y no hay evidencia de parálisis de ner-
casos de aberraciones de refracción, entre ellas las vios oculomotores, es necesario hacer la prueba de
cataratas, astigmatismos irregulares, queratocono, ci- ducción forzada, que pone en evidencia estrabismo
catrices corneales, entre otras. En estos casos la restrictivo. Esta se realiza colocando colirio anesté-
diplopía se puede eliminar o acentuar al colocar aguje- sico en la inserción muscular y pinzando el músculo
ro estenopeico, mientras las que se deben a a través de la conjuntiva para tratar de moverlo. En
maculopatías por lo regular empeoran; el síntoma en el estrabismo incomitante se debe pensar en
los pacientes que tienen un trastorno funcional, como neuropatías craneales, oftalmoplejía nuclear o
histeria o simulación, no se incrementa con el agujero intranuclear, desórdenes supranucleares, oftalmoplejía
estenopeico (Fig. 5.19). internuclear o una neuropatía ocular. Si esta prueba
de ducción forzada fuera negativa y se descartaron
las otras causas, se debe efectuar prueba de tensilón
para descartar la miastenia grave. En estos casos la
diplopía suele ir acompañada de ptosis palpebral y
aparecer en la tarde como sucede con las forias
descompensadas, a diferencia de lo que se observa
en la oftalmoplejía congestiva endocrina en la que la
diplopía aparece en la mañana. Frente a la sospecha
de foria descompensada se debe buscar historia de
espejuelos que ya no van bien con el defecto, desvia-
ción de un ojo frente a la luz o el sol, dando una
exoforia intermitente, lo que sugiere la descomposi-
ción de una heteroforia antigua. En las miopatías
Fig. 5.19. Uso del agujero estenopeico en la exploración de la diplopía mitocondriales se limita la excursión de los músculos
monocular.
en general, pero no se refiere diplopía.
La diplopía binocular requiere un detallado estudio
Los pacientes con diplopía monocular por irregu- de localización del músculo afectado ya que es uno de
laridad de la superficie corneal empeoran con el uso los síntomas frecuentes en las parálisis o paresias
de lentes de contacto rígido. musculares debidas a causas neurológicas, las cuales
La diplopía binocular se puede presentar con los al ser identificadas ayudan en el diagnóstico topográ-
ojos correctamente alineados o no. Si los ojos están fico de la lesión y hasta en presumir la causa. Puede
alineados se debe explorar si las imágenes son iguales ser de tipo horizontal, cuando las 2 imágenes están al
entre sí o existen algunas diferencias, como se obser- mismo nivel en altura; verticales y mixtas, cuando hay
va en metamorfopsias y la aniseiconia. La intermiten- una imagen más alta que otra.
cia o constancia de la diplopía es un síntoma que lleva El estudio de la diplopía debe comenzar por verifi-
a pensar en un grupo de enfermedades bien definidas. car su binocularidad, estudiar los movimientos ocula-
La inconstante se ve en la miastenia, esclerosis múlti- res en busca de parálisis y la posición en que se sitúan
ple, descompensación de una foria, espasmos del re- las imágenes dobles, teniendo en consideración que la
flejo de acercamiento que concomita con miosis, imagen que cae sobre determinado punto en la retina
paresia de la divergencia, estrabismo intermitente, en- se proyecta o se ve, en el espacio, en el área contraria
tre otras causas menos frecuentes. En ellas casi siem- a la retina estimulada.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 77

Si se comprueba mal alineamiento de la mirada o deprime hasta buscar la posición en la cual la separa-
este se pierde y no se presenta diplopía, se debe pen- ción de las imágenes se hace mayor; es decir, donde se
sar en mala visión del ojo desalineado, como se ve en separan más las imágenes que estaban desplazadas en
el estrabismo monocular de gran ángulo de desviación sentido vertical o mixto. Si se separan más al llevar la
o de largo tiempo de evolución, en las ptosis palpebrales mirada a la derecha y hacia abajo, está identificada la
u otra causa que impida la formación de la imagen en bipeta de músculos responsables, RID y OSI.
la fóvea y el desarrollo de la visión. Es entonces cuando, manteniendo la mirada del
Además del examen físico ocular, se debe insistir paciente a la derecha y abajo, se tapan alternativa-
en observar la posición de la cabeza, tortícolis, signos mente los ojos y se le pide que diga cuál es la imagen
de orbitopatía u otra manifestación de enfermedad en que desaparece al ocluir cada uno de ellos. La ima-
la facie. Es importante el estudio de los reflejos gen situada en posición más extrema, en sentido ver-
pupilares, las vergencias, sácadas, movimientos lentos tical, es la del músculo afectado, lo que se revela con
de persecución y maniobras oculocefalogiras. la oclusión. Por ejemplo si la imagen más extrema
Si en el estudio de una diplopía referida las 2 imá- desaparece al tapar el ojo derecho, se trata de una
genes siempre están en el mismo plano horizontal se paresia del RID; si desaparece al tapar el ojo izquier-
dice que el músculo afectado es un recto medio o un do, se trata de una paresia del OSI, lo que sirve de
lateral. Para saber cuál de los ojos y cuál de los mús- comprobación al tapar el otro ojo y ver que sucede lo
culos es el afectado se procede a mover un objeto, contrario.
como una pluma o varilla, frente al paciente en el pla- Existen otros métodos de estudio de una diplopía,
no horizontal, hacia la derecha y hacia la izquierda, como el de prismas, vidrios como el rojo que ayuda
con el fin de observarlo y determinar en cuál de las 2 en la exploración al colocarlo delante de uno de los
posiciones aparece o se acentúa la diplopía. Si eso ojos para identificar mejor las 2 imágenes, una blanca
sucede en la mirada hacia la derecha y no a la izquier- y otra roja y en qué posición se encuentran. Tam-
da, se puede identificar que la bipeta de músculos pa- bién es útil el uso de la coordimetría que identifica
ralizados o paréticos son el recto lateral derecho o el el músculo y la cuantía de la desviación pero este
recto medio izquierdo. es un estudio que lleva instrumentación más com-
Se procede entonces a tapar y destapar un mismo pleja. En las desviaciones de largo tiempo de evolu-
ojo y se le pide al paciente que identifique cuál es la ción no es tan fácil el examen y la interpretación de
imagen que desaparece cuando se le tapa. Si en este los resultados, sobre todo por los fenómenos de
paciente, al tapar el ojo derecho, desaparece la ima- secundarismo.
gen doble que estaba a la derecha, se dice que hay La pérdida o alteración de la correcta rotación
una diplopía directa, lo que corresponde a una conver- interna, inciclo o externa, exciclo, en el eje antero-
gencia o desviación hacia adentro por parálisis o paresia posterior del ojo se pueden estudiar con la varilla de
en este caso del recto lateral derecho. Si la imagen Madox (Fig. 5.20).
que desaparece al ocluir el ojo derecho es la del otro
lado al ojo ocluido (OD), la imagen que estaba hacia la
izquierda, se dice que la diplopía es cruzada y que existe
una desviación divergente por toma del recto medio
del ojo izquierdo. Esto se puede comprobar repitiendo
la maniobra pero ocluyendo el ojo izquierdo.
En los casos de diplopías verticales o mixtas la de-
terminación es un poco más compleja. Se procede de la
siguiente forma: se busca la posición de mirada hori-
zontal, a la derecha o izquierda, donde aparece o se
acentúa más la imagen doble. Por ejemplo, a la dere-
cha. Una vez identificada la cuarteta de músculos ver-
ticales responsable de la motilidad en esa posición, ex-
trema horizontal derecha (que está a cargo de los mús-
culos RSD, RID, OII y OSI), se eleva la mirada o se Fig. 5.20. Lente con las varillas de Madox.
78 Oftalmología pediátrica

Algunos cuadros que cursan con diplopía (capítulo 23):


– Oftalmoplejías internucleares
– Espasmos del músculo ciliar o de la convergencia
– Insuficiencia de convergencia
– Insuficiencia de divergencia
– Lesiones de los nervios motores III, IV y VI
– Síndromes pediátricos:
Esotropías: idiopática, acomodativa, no
acomodativa, entre otras
Exotropías
Divergencia vertical disociada (DVD)
Síndrome de Brown

Examen del segmento anterior Fig. 5.21. Microcórneas.

La córnea se explora con la luz oblicua para com-


probar su transparencia, regularidad, curvatura y tama-
ño, así como la profundidad y el estado de la cámara
anterior. Si se sospecha lesión corneal se debe teñir para
observarla en detalle. Con tinción de fluoresceína se
busca la pérdida de epitelio que no se ve a simple vista
y con el rosa de Bengala, su debilidad. De igual forma
se debe explorar el iris y la cara anterior del cristalino,
única área visible con iluminación oblicua. De ser nece-
sario y posible se debe utilizar lámpara de hendidura.
En ese caso se puede apreciar de forma magnificada el
estado del iris, del ribete pigmentario y explorar si la
contracción pupilar es simétrica en todos los segmentos
del estroma iridiano. Las capas de la córnea pueden ser Fig. 5.22. Megalocórneas.
bien identificadas con la luz hendida y localizar el nivel
de profundidad al que se encuentra determinada lesión.
Actualmente se usan monitores acoplados a las lámpa-
ras de hendidura que amplifican la imagen y permiten
ver simultáneamente el segmento anterior a coob-
servadores.
La córnea es asiento de deformaciones, como el
queratocono, o de lesiones inflamatorias y degenera-
tivas de variada extensión que pueden dejar opacidades
más o menos profundas y extensas con el consiguien-
te déficit visual, sobre todo si la opacidad está en área
pupilar.
Es importante la medición del diámetro corneal que
debe estar en correspondencia con la edad del niño. Fig. 5.23. Buftalmos o glaucoma infantil.
La microcórnea es rara (Fig. 5.21), no lo es tanto la
megalocórnea (Fig. 5.22). Una córnea grande puede Existen varios métodos para medir la presión
ser un signo de glaucoma infantil, por lo regular de ocular:
origen congénito, que se desarrolla en los primeros años – Tonometría de Schiötz o de identación: la ventaja
o meses de vida y si la enfermedad se confirma re- de este método consiste en que solo requiere de
quiere de una actuación rápida (Fig. 5.23). Para esto un instrumento manual fácil de trasladar, colirio
es necesaria la medición de la presión intraocular. anestésico y una escala de valores. El vástago del
Capítulo 5. Examen oftalmológico 79

tonómetro puesto en contacto con la córnea la de- – El microscopio endotelial estudia el estado del
prime según el grado de tensión dentro del ojo. La endotelio corneal, cualitativa y cuantitativamente.
aguja marcadora, que se encuentra conectada al Es de gran importancia práctica en enfermeda-
vástago, se desplaza en una escala numérica de des como la distrofia endotelial.
mm Hg. Los componentes separados del
tonómetro se deben limpiar antes de ensamblarse La sensibilidad corneal puede estar disminuida
y después de cada uso, pues puede constituir una
cuando la córnea ha sido dañada o cuando existe afec-
fuente de contagio entre individuos.
tación de la primera rama sensitiva del V nervio cra-
– Tonometría de aplanación: el tonómetro de
neal, lo que se produce en determinadas enfermeda-
aplanación de Goldmann se suele instalar en la lám-
para de hendidura; mide la cantidad de fuerza que des neurológicas.
se requiere para aplanar el vértice corneal. Para En el estudio del segmento anterior del ojo se ex-
su uso se necesita de fluoresceína en colirio. Exis- plora también el cristalino, lo que se debe hacer de la
ten modelos de tonómetros portátiles como el forma más precisa posible.
Perkins y Tono-PEN electrónico (Fig. 5.24).
Examen de los medios refringentes
Una vez terminado el examen de los anejos,
motilidad ocular y del segmento anterior, se procede
a la revisión del cristalino y cuerpo vítreo mediante
las técnicas de iluminación oblicua, oftalmoscopia a
distancia y la observación de las imágenes de
Purkinge Sanson. Para esto último se exploran los
reflejos que sobre la córnea y cristalino produce una
luz que se desplaza en sentido horizontal frente a la
córnea; de esta forma se observa una luz de mayor
tamaño que se refleja en ella y otra menor en la cara
anterior del cristalino; ambas se desplazan a favor
Fig. 5.24. Tonometría con equipo Perkins. del movimiento que se imprime a la linterna y una
tercera luz pequeña que se desplaza en sentido con-
– Gonioscopia: es el método mediante el cual se ex- trario y que se refleja en la cara posterior del crista-
plora el ángulo iridocorneal. Se realiza con un ins- lino. En caso de estar libre el área de la pupila y si no
trumento llamado gonioscopio. Uno de los más co- se puede observar el reflejo de fondo rojo naranja
nocidos es el de Goldmann, que consiste en una mediante la oftalmoscopia a distancia, la presencia
lente central con 3 espejos, cada uno para la ob- de las 3 imágenes de Purkinge asegura la transpa-
servación de una región específica del ojo. La len- rencia del cristalino y localiza a la opacidad detrás de
te central hace contacto con la superficie corneal este, es decir, en el cuerpo vítreo.
y permite además el examen biomicroscópico del
La oftalmoscopia a distancia se realiza haciendo
fondo del ojo.
incidir la luz del oftalmoscopio en el área pupilar a 30
La tonometría y la gonioscopia solo se realizan en
cm de distancia aproximadamente, sujetando la ca-
casos muy precisos, cuando se sospecha
beza del niño o sin tocarlo de no ser necesario. Se
hipertensión ocular y teniendo en cuenta que en
niños menores que no cooperan se requiere de puede realizar con pupila normal y luego dilatada en
anestesia general. busca de opacidades del cristalino que no alcancen
– El paquímetro permite conocer el espesor corneal, el área pupilar. Se debe ver el reflejo rojo naranja sin
que en caso de córneas finas puede enmascarar interrupciones en su transparencia. En caso de
la hipertensión ocular y en las gruesas, puede so- opacidades del cristalino, las que se encuentren en
breestimar los valores de presión ocular. su cara anterior irán a favor del movimiento del ojo y
– El topógrafo completa el estudio de la córnea en las que se encuentren en la cara posterior irán en
caso de ser necesario. sentido contrario (Fig. 5.25).
80 Oftalmología pediátrica

El vítreo no solamente se puede examinar con la


oftalmoscopia directa y a distancia, también con len-
tes de polo posterior en lámpara de hendidura y me-
diante estudios imaginológicos. Este puede estar tur-
bio por aumento de la celularidad, casi siempre debi-
do a una causa infecciosa (Fig. 5.26). Las opacidades
que se ven mover libremente o aparecen y desapa-
recen, son las que están en el vítreo y se le conoce
como flotadores.

Fig. 5.26. Vítreo turbio.

Examen de fondo de ojo


El examen de fondo de ojo se debe realizar con
midriasis, a excepción de un estudio de polo posterior
C de urgencia en el que esté contraindicado. La pupila se
Fig. 5.25 A. Reflejo rojo-naranja del fondo de ojo y sobre él, se puede dilatar con diversos midriáticos; en niños se re-
observa el borde de la papila en blanco; B. Reflejo rojo-naranja en comienda el ciclopentolato a 1 % o la tropicamida de
pupilas midriáticas; C. Pérdida de la transparencia del reflejo rojo-
naranja por opacidad del cristalino, central, polar posterior, vista
0,5 o 1 %. Si fuera muy necesaria la midriasis máxima,
con oftalmoscopia indirecta. se puede adicionar fenilefrina o neosinefril a 2,5 %.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 81

Para los niños de poco pigmento iridiano, una sola vertida y con ampliación de 3 a 5 veces, con la que
aplicación de 1 gota del medicamento y esperar 30 min se alcanza a ver más área de fondo. En el niño, para
puede bastar para dilatar la pupila, no así en los pa- un examen bien detallado, se prefiere este método
cientes con iris muy pigmentado, a quienes suele ser de oftalmoscopia indirecta, pues se alcanza a ver más
necesario aplicarle una o 2 veces más la dosis cada área de retina periférica que se puede afectar en
15 o 20 min. Se debe comprimir suavemente, pero determinados procesos como la retinopatía de la
con firmeza, el saco lagrimal durante 1 o 2 min des- prematuridad (Fig. 5.28).
pués de instilado el midriático, para tratar de que el
colirio no pase a las fosas nasales, se absorba y llegue
al torrente sanguíneo. La dilatación para refracción se
debe hacer con la acomodación paralizada con colirios
midriáticos ciclopléjicos.
Existen varios métodos para explorar el fondo de
ojo, estos son:
– Oftalmoscopia directa con luz blanca, aneritra
y con filtro de cobalto azul, buscando autofluo-
rescencia.
– Oftalmoscopia indirecta mono o binocular.
– Biomicroscopia con lente de Goldmann u otros
lentes aéreos o de contacto de polo posterior.

Para practicar la oftalmoscopia directa (Fig. 5.27)


A
se localiza a través de la pupila el reflejo rojo naranja
de fondo de ojo, acercándose lentamente sin perder
ese reflejo hasta que se observe una imagen directa
de las estructuras de fondo. En el caso del
oftalmoscopio directo, la imagen está ampliada en casi
15 veces y cubre de 10 a 15° del fondo de ojo, en
dependencia del diafragma usado. Los oftalmoscopios
directos, por lo regular, vienen con filtros de luz aneritra
o libre de rojo y los de cobalto.

B
Fig. 5.28 A. Oftalmoscopia indirecta binocular; B. Oftalmoscopia
con lentes de polo posterior.

Métodos de examen de fondo de ojo


y sus características
Oftalmoscopia directa:
Fig. 5.27. Oftalmoscopia directa. – Más fácil de aprender.
– Más cómoda para el paciente.
En la oftalmoscopia indirecta se utiliza el – Amplía la percepción de detalles del polo posterior.
oftalmoscopio binocular descrito por Schepens, con – Se puede llegar a zona ecuatorial con buena
el cual se visualiza una imagen del fondo de ojo in- midriasis aunque con dificultad.
82 Oftalmología pediátrica

Oftalmoscopia indirecta: el centro del haz luminoso con su fóvea si su fijación


– Mayor extensión del campo. fuera normal. La imposibilidad para ver la estrella signi-
– Visibilidad de la periferia. fica inhibición de la correcta función foveal. Si la ve
– Mayor penetración de la luz si los medios son cercana a la fóvea, la fijación es parafoveal y si la ve
turbios. más alejada, extrafoveal.
– Visión estereoscópica. Para el diagnóstico detallado y la evolución de las
lesiones es importante el seguimiento con fotografías
Biomicroscopia con lámpara de hendidura y len- de fondo, angiografías u otros tipos de imágenes que
tes de polo posterior: pueden servir de comparación para determinar la evo-
– Máximo aumento. lución, ser enviadas a distancia para consultar con
– Mejor examen del vítreo. expertos y formar parte de los modernos métodos de
– Mejor apreciación de la profundidad. la telemedicina (capítulo 10).
– Visión estereoscópica.
Para realizar la oftalmoscopia directa en el niño
– Imágenes directa o invertida; lentes aéreos o
pequeño, la mayoría de las veces es necesario garanti-
de contacto; de dioptrías negativas o positivas.
zar la inmovilidad de la cabeza, para lo cual se requiere
– Lentes aéreas: a mayor número de dioptrías
la colaboración de la enfermera o del acompañante,
mayor aumento pero menos campo.
– Lentes de contacto: usan metilcelulosa, quitan quienes se deben encargar de colocar al niño boca arri-
la interferencia aérea. Pueden tener espejos ba, con la cabeza entre las piernas del médico y de su-
para visualizar distintas áreas, ejemplo: jetarle las manos y los pies. En contra de este método
Goldmann, centro para polo posterior, espejos de restricción sucede que el pequeño paciente se siente
angulados para arcadas, ecuador, periferia y el inconforme, casi siempre llora, cierra los ojos y con ello
ángulo iridocorneal se produce el fenómeno de Bell, escondiendo el ojo ha-
cia arriba. En casos de lactantes lo mejor es esperar
Retinografía con fotos en color y blanco-negro, que tenga hambre y tratar de hacer el examen con la
varios filtros y otras opciones en diferentes tipos de pupila dilatada mientras toma el alimento en su biberón.
retinógrafos, como la lámpara de fondo de ojo pediátrica Si el médico dedica suficiente tiempo, en ocasiones se
(capítulo 10). puede realizar el examen de fondo de ojo, si no se le
El fondo de ojo se debe realizar con pupila dilata- toca, mientras el niño se encuentra en los brazos o pier-
da, siempre que sea posible. En el examen del fondo nas de la madre y es eso lo que se recomienda.
de ojo son importantes para el diagnóstico el uso en Cuando sea visible la imagen del fondo de ojo, si
el oftalmoscopio de diferentes filtros, como el de luz esta no es suficientemente nítida, se hace girar el
aneritra o libre de rojo, de color verde claro. Este
disco de lentes del oftalmoscopio para tratar de me-
filtro sirve para destacar elementos de fondo de ojo
jorar la visualización de la imagen. La diferencia de
como vasos, hemorragias y fibras ganglionares. Otro
3 dioptrías entre una estructura y otra de la retina
filtro muy útil es el de color azul-violeta o luz de co-
para verlas con nitidez, equivale a 1 mm de diferen-
balto, útil para buscar autofluorescencias presentes
en algunas estructuras del fondo, como las drusas cia de profundidad entre ambas estructuras. En el
papilares ocultas. fondo de ojo se debe buscar si existen focos
Los oftalmoscopios también tienen un punto pequeño pigmentarios, exudativos, hemorrágicos u otro tipo de
oscuro en medio de la luz que se proyecta para explorar lesión que interrumpa el color rojo naranja de la reti-
la fijación visual. Esto se realiza al pedirle al niño que na normal. Las lesiones para ser localizadas se pin-
mire el punto oscuro y si este cae en la fóvea y se man- tan, retratan o se ubican para describirlas según po-
tiene en ella se dice que la fijación es buena o foveal. Si sición del horario del reloj y se miden en tamaño,
cae en otro punto de la retina se identifica este y se dice comparativamente, de acuerdo con el de la papila
que tiene mala fijación, es decir, extrafoveal. Existen (diámetro papilar DP o del disco), lo que se usa como
equipos especiales para estudiar la fijación llamados unidad de medida. La papila y la mácula son los pun-
visuscopios, en los que se proyecta mejor el punto os- tos de máximo interés y de referencia en el examen
curo por lo regular en forma de estrella, en el centro de del fondo de ojo, aunque no por ello se debe de dejar
un haz luminoso de 1 grado, la que el niño debe mirar en de explorar el resto.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 83

El aspecto del fondo de ojo en el niño no es similar ces la imagen de la papila. En ella se estudia: su for-
al del adulto joven hasta los 2 años de edad. En el ma, que es oval, en sentido vertical o redonda; tama-
recién nacido el fondo es poco pigmentado, pues no se ño; los bordes deben ser bien definidos; la superficie
ha completado la maduración de los cromatóforos plana o algo excavada en su centro; el anillo de tejido
coroideos. El aspecto del fondo de ojo varía en de- neural que rodea la excavación o anillo neurorretiniano
pendencia de la intensidad de la luz del oftalmoscopio color rosa amarillento, más pálido en el sector tempo-
o interposición de filtros coloreados, la opacificación ral y total en niños menores de 6 meses.
de los medios, factores individuales como vasculari- Más recientemente se logra reconocer, con el uso
zación de coroides, grado de pigmentación del epitelio de la luz aneritra, las fibras ganglionares en el fondo de
pigmentario, número de cromatóforos de la coroides y ojo, que son transparentes en su recorrido hacia la papila.
Se debe tener en cuenta que la mielinización del
pigmentación de otros tejidos como la piel.
nervio no está completa hasta después de los 7 meses
La retina está algo más pálida y con los vasos
y se puede demorar hasta los 2 años, de ahí una de las
menos desarrollados; la periferia retiniana tiene un
explicaciones de la palidez papilar mayor en los meno-
aspecto levemente grisáceo. Existe tortuosidad
res de 6 meses.
vascular y el calibre venoso está más aumentado que
el arterial en comparación con el adulto.
La coloración blanco rosada de la papila normal
no se adquiere hasta 2 o 3 meses o más tarde en los
prematuros. El área macular en el recién nacido tiene
un aspecto poco uniforme y no existe el reflejo foveal.
La retina es casi transparente. El color del fondo
ocular es debido a los vasos coroideos y lo modifican
la capa de epitelio pigmentario de la retina y el pig-
mento coroideo. La coloración del fondo de ojo de-
pende fundamentalmente de 2 factores:
– El contenido en pigmento del epitelio pigmentario
retiniano.
– La pigmentación de la coroides. Fig. 5.29. Fondo de ojo normal en un niño trigueño.

En personas de tez oscura el fondo posee un as-


pecto más rojizo (Fig. 5.29), mientras que en individuos
de tez blanca o poco pigmentados se visualiza la trama
vascular coroidea sobre un fondo más claro (Fig. 5.30).
En el niño rubio el fondo de ojo es mucho más claro y
en el albino se transparenta toda la red de vasos
coroideos, se ven los vasos gruesos de esa capa y hasta
puede llegar a verse la esclera.
En los niños morenos el fondo de ojo presenta,
con frecuencia, un brillo que cambia de posición con
la leve rotación del oftalmoscopio y es más evidente a
lo largo de los vasos; se asemeja al brillo de la seda
mojada. La papila aparece más pálida y con un tono Fig. 5.30. Fondo de ojo normal en un niño rubio.
grisáceo que recuerda a la ceniza.
Una vez enfocada la retina en niños que coope-
ran, se les pide que miren al frente y si la papila no La papila
aparece a la vista, se busca una arteria o vena y se le El examen del disco óptico o papila se debe hacer
sigue hasta su emergencia, en el sentido hacia donde metódicamente y encaminado a la observación de:
aumenta su grosor, con lo que se debe obtener enton- – Malformación del disco.
84 Oftalmología pediátrica

– Tamaño, coloración y bordes del disco.


– Excavación y su simetría; exposición de la lá-
mina cribosa.
– Los vasos (conteo de vasos-índice de Kestelbaum,
telangiectasias, vasos circumlineales anómalos).
– Fibras ópticas circumpapilares.

Para el examen de la papila o disco óptico se debe


tener en cuenta:
– La mitad temporal del disco es más pálida que
la nasal.
– El grado de extensión de la excavación puede
variar desde ninguna a casi media área del dis-
co o más, sobre todo en papilas grandes.
– La presencia de defectos refractivos y crecien- Fig. 5.32. Restos del canal de Cloquet partiendo de la papila.
tes temporales o inferiores, frecuentes en la mio-
pía axial.
– La palidez propia del disco óptico del recién
nacido.
– El estado de iluminación del oftalmoscopio; una
luz muy brillante hace parecer más pálido el disco.
– El envejecimiento del cristalino puede hacer pa-
sar inadvertida una leve palidez.

No son muy raras las anomalías congénitas me-


nores del disco óptico. En ocasiones se observa tejido
embrionario envolviéndola y hasta restos del canal de
Cloquet que salen de la papila hacia el cristalino (Figs.
5.31 y 5.32).
El tamaño de la papila varía por lo general entre
1,5 y 2 mm; el diámetro vertical puede ser algo mayor. Fig. 5.33. Hipoplasia de papila.
La hipoplasia de la papila es una anomalía congénita
que generalmente se asocia a atrofia de sus fibras y La papila puede estar incluida en un coloboma (Fig.
también a defectos encefálicos de línea media (Fig. 5.34) o implantarse de forma oblicua (Fig. 5.35).
5.33). En la megalopapila los diámetros están aumen- La papila del niño presenta variantes normales en
tados y por lo regular la excavación es grande. cuanto a su coloración. En el recién nacido pretérmino
la papila parece más pálida y con un tono grisáceo. La
coloración blanco rosada de la papila normal no se
adquiere hasta los 2 o 3 meses o más tarde en los
prematuros.
La papila es de color entre crema y rosado, no de
tono naranja rojizo como el resto del fondo. Puede va-
riar en tamaño dentro de límites fisiológicos y sus bor-
des deben ser nítidos. En ocasiones el borde del disco
es algo borroso y la papila se puede observar más pe-
queña y levemente elevada. Este estado, que es con-
génito, se suele ver en individuos hipermetrópicos, en
los que la papila aparece más rosada y sus bordes
menos nítidos, sobre todo en el lado nasal, que de por
Fig. 5.31. Membrana epipapilar, resto embrionario. sí es más borroso.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 85

– Pérdida de la textura esponjosa.


– Desmielinización.
– Desaparición de los cilindroejes.
– Gliosis.
– Engrosamiento de septos piales.
– Ampliación de la excavación fisiológica.
– Exposición de la lámina cribosa.

La atrofia puede ser parcial o total y debe estar en


relación con disfunción visual de determinada cuantía en
correspondencia con el grado de palidez (Figs. 5.37 y 5.38).
La hiperemia se puede observar en estados
congestivos como en procesos inflamatorios y el
papiledema, estado en el cual se borran sus bordes, se
Fig. 5.34. Coloboma de papila. ingurgitan los vasos y aparecen hemorragias (Figs.
5.39, 5.40 y 5.41).

Fig. 5.35. Papila oblicua.

Otra anomalía que se presenta sobre la papila y la


A
confunde con el edema del disco son las drusas
papilares ocultas que la elevan; se ponen de manifies-
to con la interposición de un filtro de cobalto que las
hace autofluorescer (Fig. 5.36).
Cierto grado de palidez temporal de la papila es
fisiológico pero por lo regular este no se hace muy
evidente. La palidez del disco óptico es una secuela
de un proceso patológico sobre el nervio óptico que
causó daño a las células ganglionares o a sus axones
disminuyendo el calibre del nervio; puede ser provo-
cada por isquemia, compresión, infiltración, degenera-
ción o desmielinización.
En el estudio histológico de la papila atrófica se
puede observar:
– Retracción del parénquima con disminución de B
calibre.
Fig. 5.36 A. Drusas papilares; B. Drusas papilares que autofluorescen
– Ampliación del espacio subaracnoideo. en el examen de fondo de ojo con luz de cobalto.
86 Oftalmología pediátrica

ral. La arborización precoz de los vasos dentro del ner-


vio óptico puede ser mal interpretada como ingurgita-
ción venosa. La presencia de vasos anómalos, como
conexiones entre el sistema ciliar y retinal y las
telangiectasias deben ser buscadas (Fig. 5.43). Estas y
otras anomalías vasculares sobre la papila pueden su-
gerir hasta la posible causa de la enfermedad, aunque
el disco ya esté atrófico.

Fig. 5.37. Palidez temporal de la papila anormal con pérdida de fibras


del haz papilomacular.

Fig. 5.39. Hiperemia y edema del disco con hemorragias en llamas.

Fig. 5.38. Palidez casi total del disco óptico.

La excavación del disco puede ser de variado tama-


ño; se observa aumentada en algunos pocos casos con-
génitos y de forma patológica en el glaucoma, en proce-
sos isquémicos, compresivos, entre otros en los que se
pierde el tejido de sostén y queda al descubierto la lámina
cribosa. La simetría entre el tamaño de la excavación de
Fig. 5.40. Borramiento de los bordes del disco óptico en el papiledema.
ambos ojos es lo normal. La palidez del disco en el glau-
coma se acompaña de excavación grande con vasos re-
chazados al lado nasal y anillo neurorretiniano fino y
disparejo en su borde interno que limita con la excava-
ción (Fig. 5.42). Si la excavación aumentada se presenta
con presión alta se debe sospechar un glaucoma. Si la
presión es normal o está disminuida se debe pensar en
glaucoma de baja presión, disco congénito, isquemia y
compresión, más raro posinflamatorio.
Los vasos de la papila deben tener un patrón de
salida normal, tanto por su forma, estado, número, rela-
ción de grosor, divisiones hacia los 4 cuadrantes, lo que
puede ocurrir desde dentro del nervio y ver aflorar en la
papila varias de sus ramas o dividirse más adelante,
dejando ver el tronco central de arterias y venas que se Fig. 5.41. Borramiento de los bordes del disco óptico en el papiledema
dividen en superior e inferior y estas en nasal y tempo- avanzado.
Capítulo 5. Examen oftalmológico 87

Fig. 5.42. Disco óptico glaucomatoso.

Las fibras ganglionares que rodean al disco cons-


tituyen un importante elemento para el diagnóstico to-
pográfico y hasta etiológico, si se logra observar dón-
de es que faltan (ver adelante cómo observar las ca-
pas de fibras).

Características de la papila normal:


– Disco de color blanco rosado
– Generalmente circular u oval, entre 1,5 y 2 mm
– Bordes bien definidos
– Los límites nasales son más difusos
– El sector temporal es más pálido
– Excavación fisiológica presente o no
Fig. 5.43. Telangiectasias en el fondo de ojo con luz aneritra. Corte-
sía de Thomas Hedges.
La mácula
Es, junto a la papila, la parte más importante del Si el niño rechaza y mueve los ojos dificultando el examen,
fondo ocular, aunque no tan evidente como el disco óp- se sitúa la luz del oftalmoscopio sobre el polo posterior
tico. Está situada a poco menos de 2 diámetros papilares hasta que las estructuras de interés pasen por el área de
(DP) hacia el lado temporal y algo hacia abajo del eje observación al mover el niño los ojos. De ser necesario se
horizontal de la papila. Tiene en su centro un reflejo puede sedar o anestesiar para realizar un buen estudio de
característico llamado foveal. Se encuentra en el cen- fondo de ojo, para lo cual se deben tener en cuenta las
tro de las 2 arcadas vasculares temporales de la retina, recomendaciones precisas para ello y tratar de no usar
las cuales dan ramas que se acercan a ella rodeándola drogas que actúen sobre el diámetro pupilar.
pero no la cruzan. Es un área avascular que en niños y En la mácula se verifica la ausencia de vasos y el
jóvenes sanos se puede observar con facilidad el reflejo tamaño de esa zona llamada zona foveal avascular; el
de la luz del oftalmoscopio en su centro. color algo más oscuro que el resto del fondo de ojo; el
Para explorar el área macular se le pide al paciente reflejo de la foveola, centro de la mácula y la fóvea; el
que mire a la luz del oftalmoscopio. Si no obedece se trata área que la rodea con reflejos circulares debido al en-
de desplazar la luz desde la papila hacia el lado temporal en grosamiento de las capas de la retina en ese nivel, muy
busca del haz papilomacular, hasta encontrar a la mácula. bien definidos en niños y personas jóvenes (Fig. 5.44).
88 Oftalmología pediátrica

Fig. 5.46. Placa de cicatriz y atrofia de la retina con pigmento oscuro


y hemorragias.
Fig. 5.44. Fondo de ojo normal con reflejos de luz en la fóvea y mácula.

Se debe tener en cuenta que hasta después de los


4 meses la fóvea no completa su maduración. En el
recién nacido el área macular tiene un aspecto poco
uniforme y no existe el reflejo foveal.
Las anormalidades que se deben buscar en la
mácula son:
– Pérdida de su regularidad y aspecto normal.
– Presencia de la zona avascular.
– Pigmentaciones.
– Imagen en baba de caracol.
– Edema, hemorragias, exudados (Figs. 5.45 y 5.46).

En ocasiones, las alteraciones maculares que atro-


fian el haz papilomacular pueden ocasionar atrofia tem- Fig. 5.47. Degeneración macular autosómica dominante (DMAD)
poral de la papila, así como las distrofias retinianas tipo disciforme con atrofia óptica de fibras en el haz papilomacular.

que por lo regular proporcionan a la papila una tonali-


dad cérea (Fig. 5.47). Los vasos
Los vasos retinianos se disponen radialmente sa-
liendo de la papila, de la que generalmente parten 4
ramas arteriales que se pueden cruzar con otros vasos
pero no se anastomosan a no ser en la periferia extre-
ma, cuando ya son muy finos para poder observarlos.
Las venas tienen una coloración más oscura, con me-
nor reflejo de su pared y son más gruesas que las arte-
rias (relación calibre arteria-vena 2/3). Las arterias se
distinguen fácilmente de las venas por su menor cali-
bre, su color rojo brillante y su trayecto más rectilíneo;
presentan un reflejo brillante a lo ancho de su luz.
Para examinar los vasos retinianos se parte del
centro de la papila, donde se reconocen los principales
troncos en que se divide la arteria y vena central; se
Fig. 5.45. Opacidad en el vítreo y exudados perimaculares en forma
valora su color, calibre y el reflejo arterial, que es bri-
de estrella. llante a lo largo de estos vasos y no debe ocupar más
Capítulo 5. Examen oftalmológico 89

de un tercio del diámetro de la arteria. La vena siem-


pre es más oscura y de mayor calibre que la arteria.
La mayoría de las veces la arteria cruza por encima
de la vena y no debe haber interrupciones de la co-
lumna hemática. El calibre de los vasos se hace me-
nor hacia la periferia paulatinamente. Las arterias y
vénulas de la retina son de segundo y tercer orden.
La hipovascularización es manifiesta en el sector tem-
poral de la periferia de la retina, donde los vasos muy
finos se hacen difícilmente visibles a la oftalmoscopia.
La retina del prematuro aparece pálida y con los vasos
menos desarrollados. En el niño existe mayor tortuosidad
vascular y el calibre venoso está más aumentado que el
arterial, en comparación con el adulto.
No debe existir latido arterial, pero el latido ve- Fig. 5.50. Papila pálida con vasos exangües.
noso espontáneo puede estar presente en algunos
casos. Su presencia niega hipertensión endocra- En los vasos sanguíneos se debe prestar atención a:
neana. En las figuras 5.48, 5.49, 5.50 y 5.51 se obser- – Arterias y vénulas
van diversas alteraciones vasculares en fondo de ojo. – Envainamiento o seudoenvainamiento
– Adelgazamiento difuso
– Constricciones (localizadas, difusas, locales, si-
métricas o no)
– Émbolos y microaneurismas
– Venas opticociliares
– Telangiectasias intra o peripapilares (Fig. 5.51)
– Manguito exudativo perivascular

Fig. 5.48. Vasculopatía con predominio temporal superior.

Fig. 5.51. Huellas de la fotocoagulación en paciente con telangiectasias


perifoveolares.

Retina
Para completar el estudio del fondo de ojo se reco-
rre, con la luz del oftalmoscopio directo, el área más
periférica del polo posterior de la retina que este mé-
todo de oftalmoscopia permite ver. Se explora todo el
Fig. 5.49. Vasos muy finos y palidez papilar. cuadrante retiniano correspondiente y se observa el
90 Oftalmología pediátrica

estado de la retina y la terminación de vasos en peri- Los microaneurismas son dilataciones capilares que
feria media. Para optimizar el examen se le pide al ocurren frecuentemente en la porción venosa de los
niño sucesivamente que dirija los ojos hacia arriba, mismos y se ven en enfermedades que provocan
abajo, afuera y adentro, para ver lo máximo posible de hopoxia, como la diabetes.
periferia media en estas posiciones de mirada. La neovascularización es causa de malnutrición
En la retina extrafoveal también se debe buscar de determinada zona donde se forman vasos que no
edema, hemorragias, pigmentaciones anormales, cica- tienen las mismas características histológicas que los
trices, estigmas de facomatosis, desprendimientos normales del área, por lo que tienden a romperse y a
retinianos, entre otras anormalidades. ocasionar hemorragias. Se pueden colocar dentro de
El edema puede ser intra y extracelular. El la retina o por encima de ella.
intracelular es el que se produce en las oclusiones
arteriales agudas. La retina toma color claro por la
isquemia y muerte tisular y va acompañado de pérdi-
da de la función visual en el área afectada. El edema
extracelular es el que se colecciona en las porciones
internas de la retina sensorial. Puede adoptar forma
quística y se hace difícil de determinar con oftalmos-
copia directa.
Las hemorragias se producen por extravasación o
ruptura de vasos normales, patológicos o neoformados.
Estas pueden ser en forma de llamas y se ubican en-
tre las capas de fibras ganglionares siguiendo el tra-
yecto de las mismas (Fig. 5.52). Las hemorragias
subrretinianas están localizadas bien profundas, entre
el epitelio pigmentario y la retina sensorial o en la
Fig. 5.52. Hemorragias en llama o superficiales y redondeadas o
coroides y pueden adoptar cualquier forma no bien profundas en trombosis venosa.
estructurada. Las de forma redondeada son las que
se ubican en las capas restantes de retina, por debajo Principales elementos que se deben estudiar
de las ganglionares y por encima de los fotorre- en el fondo de ojo:
ceptores. En ocasiones, estas hemorragias tienen un – Papila: tamaño, forma, bordes, color, conteo
centro más claro o blanco, lo que se interpreta como de capilares, disposición y emergencia de va-
infiltrados celulares inflamatorios rodeados de sangre sos, excavación, anillo neurorretiniano, relación
(mancha de Roth). Las prerretinianas se ubican entre disco copa, malformaciones.
la cara posterior del vítreo y la cara interna de retina o – Mácula: reflejos normales del joven, color, zona
limitante interna; por lo regular tienen un nivel hori- avascular, estructuras normales en esa zona.
zontal y una convexidad superior. Cuando la pared de – Vasos sanguíneos: conteo de capilares sobre
estas se rompen, la sangre puede invadir al vítreo que la papila, relación arteria vena, nitidez del vaso,
pierde entonces su transparencia. signos de entrecruzamiento anormal, ancho del
Los exudados son representación de áreas de área de brillo central arterial, continuidad de
isquemia retiniana. Pueden ser blandos y duros. Los su luz, otras modificaciones vasculares.
blandos o algodonosos tienen bordes poco definidos y – Retina periférica: retina de todo el cuadrante
son algo elevados (Fig. 5.53); son consecuencia de un retiniano observado, terminación de vasos en
infarto retiniano y se reabsorben entre 4 y 12 sema- periferia, estado de la retina, etc.
nas. Los duros o secos son de bordes bien definidos y – Retina peripapilar: cambio de las capas de fi-
amarillentos y están constituidos por elementos lipídicos bras nerviosas de la retina.
fundamentalmente (Fig. 5.54). Son la respuesta a una
anoxia crónica. Por lo regular se ubican en círculo al- Como se mencionó anteriormente, la mejor forma
rededor de una lesión, como en el caso de la estrella de explorar el fondo de ojo en un niño es mediante la
macular; se reabsorben lentamente si se cura la lesión oftalmoscopia indirecta binocular, pero este examen
que los provoca. requiere de entrenamiento especial y experiencia. Se
Capítulo 5. Examen oftalmológico 91

pueden hacer verdaderos cortes biomicroscópicos del utilidad para poder observar las capas de fibras
fondo de ojo con lámparas de hendidura y lentes de dife- ganglionares de la retina que son semitransparentes. El
rentes tipos que proporcionan imágenes invertidas o di- estudio aporta más si se usa luz halógena.
rectas de áreas preferenciales con diferentes grados Este método necesita que la pupila esté dilatada, el
de ampliación, estudio que en la actualidad puede ser fondo de ojo cuente con suficiente pigmento y de la
presenciado por otros especialistas mediante un espejo transparencia de los medios. La foto se hace en blanco
lateral del coobsevador o en pantallas de proyección. y negro y puede ser procesada para aumentar el con-
Para este examen se debe buscar la mayor coopera- traste y para que se destaquen las fibras y sus pérdidas.
ción del niño. Este método de estudio de fondo de ojo tiene gran-
des ventajas clínicas, proporciona indicaciones acerca
de la vía óptica pregeniculada, pronostica sobre el de-
fecto visual, predice los defectos del campo visual y
puede ofrecer pistas diagnósticas en pacientes en coma.
Sus resultados deben ser corroborados con el estudio
del campo visual que demuestre zonas de menor sensibili-
dad retiniana y escotomas en el área denudada de fibras.
Para observar las capas de fibras ganglionares,
no fácilmente visibles con oftalmoscopia simple aun-
que posible, se debe realizar un esfuerzo consciente y
observación metódica; olvidar a la papila en el mo-
mento del examen, aplicar mentalmente la conocida
plantilla de disposición normal de fibras de la retina y
mirar dónde faltan, en un área de 1-2 diámetros
papilares alrededor del disco.
Fig. 5.53. Exudados blandos y hemorragias en llama y redondeadas, Se buscan áreas o patrones definidos por su for-
de capas superficiales y medias en retina.
ma y ubicación, con tono rojo naranja más intenso don-
de se visualice mejor el epitelio pigmentario y la
coroides por estar libre del velo de capas de fibras
ganglionares que normalmente las debe cubrir; color
más oscuro de los vasos y seudoenvainamiento de los
mismos. Pérdida del patrón estriado de las fibras, que
son más gruesas y entran más apretadas por los polos
de la papila. Aspecto moteado oscuro del fondo por
falta de fibras que lo emparejen.
Se deben hacer reenfoques constantes con el
oftalmoscopio en las áreas dudosas de pérdidas de
capas de fibras y comparar con el otro ojo. Es nece-
sario corroborar los hallazgos siempre que sea posible
con el estudio de campo visual.
Patrones de pérdidas de fibras:
– Patrón de rastrillado hacia las arcadas temporales.
Fig. 5.54. Exudados duros y hemorragias de capas medias de retina.
– Pérdida de haces temporales o de fibras
arciformes más gruesos que se deben traducir
Examen de capas de fibras con luz aneritra por escotomas arciformes.
El estudio con luz aneritra es de gran utilidad para – Patrones en cuña con vértice en dirección a la
examinar el fondo de ojo; se realiza colocando filtros que papila, que deben dar escotomas en la misma
impidan el paso de los rayos rojos del espectro a la retina. forma en el área contraria y correspondiente
La luz que sale después de pasar por el filtro adquiere del campo.
una tonalidad verde clara que molesta menos al paciente; – Pérdida de fibras del haz papilomacular, escoto-
sirve para destacar mejor en el fondo de ojo, los vasos y ma cecocentral.
las hemorragias; recientemente se ha redescubierto su – Pérdida en hemidisco, hemianopsia altitudinal.
92 Oftalmología pediátrica

– Pérdida de los polos donde entran las fibras tem-


porales, lo que se corrobora con la caída nasal
del campo visual.
– Pérdida de las fibras que entran por los bordes
nasales, que se corrobora con la pérdida del
campo temporal de la papila en forma de cor-
batín.
– Pérdida total de fibras; afectación importante
de la visión y del campo visual.
– Pérdida de fibras totales, excepto una isla de
fibras del haz papilomacular, lo que provoca pér-
dida total del campo con respecto al haz
papilomacular.

Las pérdidas de haces de fibras en rastrillado o de


los haces de las arcadas temporales son recurrentes en
el glaucoma y otras neuropatías como las
desmielinizantes (Fig. 5.55). La pérdida en cuña con
vértice hacia la papila es frecuente en los infartos de
retina, con el consiguiente daño de capas de fibras, se-
gún el vaso ocluido. La pérdida del haz papilomacular,
si es bilateral, se ve en neuropatías ópticas nutricionales,
tóxicas o neuropatías hereditarias. Las pérdidas supe-
rior e inferior, en hemidiscos, se ven en las isquemias
ópticas. Si son las fibras temporales que entran por los
polos en un ojo y las que entran por los bordes nasales
en el otro las que se pierden, sugieren daño Fig. 5.56. Pérdida de fibras del haz papilomacular inferior por proce-
retroquiasmático pregeniculado (Figs. 5.56 y 5.57). Si so inflamatorio.
en ambos ojos se observa pérdidas nasales, patrón lla-
mado en corbatín, sugiere lesión quiasmática.

Fig. 5.57. Pérdida de fibras del haz papilomacular.


Fig. 5.55. Pérdida en rastrillado de fibras arciformes en el glaucoma.

La pérdida de fibras totales no ayuda en la locali-


Diferencia clínica y oftalmoscópica entre
zación de la lesión a no ser que conserve una isla de una maculopatía y una neuropatía
fibras normales en el haz papilomacular, como se ve La mácula puede ser asiento de alteraciones míni-
en la oclusión arterial con una arteria ciliorretiniana mas, apenas visibles con el oftalmoscopio, que disminu-
funcionante que es de nutrición complementaria y apa- yen en gran medida la agudeza visual central y pue-
rece solo en algunos fondos de ojo. den ser confundidas con una neuropatía óptica. Las
Capítulo 5. Examen oftalmológico 93

maculopatías se acompañan, en la mayoría de los ca-


Signos Neuropatía Maculopatías
sos, de metamorfopsias, aumento del tiempo de recu- óptica
peración del fotoestrés o imágenes deformadas, por lo
que el estudio subjetivo de su función se vuelve im- Disminución visual Común Común
Discromatopsia Grave Moderada
prescindible para el diagnóstico. Prueba de Amsler Escotomas Metamorfopsias
Defecto pupilar Común Raro
Detalle de mayor interés que hay que conside- aferente
rar en las afecciones de la mácula y el nervio óptico: Campo visual Múltiples Defectos centrales
Mácula: Nervio óptico: defectos
Oftalmoscopia Palidez, Anomalías
Reflejo foveolar Disco óptico inflamación maculares, palidez
Pigmentación Vasos sanguíneos, arteriolas o normal temporal
Cicatrices Capas de fibras ganglionares
Desprendimiento seroso Pruebas Neuropatía Maculopatías
óptica
El estudio de una deficiencia visual con examen Fotoestrés Normal Anormal
de fondo de ojo aparentemente normal es un reto a ERG Normal Anormal (+focal)
la pericia del especialista. En ese caso es posible que OCT Normal Anormal
se trate de una leve maculopatía o neuropatía óptica o anormal
no precisada por oftalmoscopia, para lo que se de- PERG Anormal Anormal
ben tener en cuenta los síntomas, signos y resultados PEV Latencia Latencia
de pruebas especiales para aclarar la causa de la prolongada prolongada
Oftalmoscopia Palidez papilar, Anomalías
deficiencia visual.
inflamación maculares, palidez
La secuela de una neuropatía suele ser la atrofia o normal temporal
óptica, que se caracteriza por déficit visual, pérdida de
la función del color, que es llamativo, y del contraste;
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Capítulo 6

Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos


ROSARALIS PANECA SANTIESTEBAN, ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y CARLOS MENDOZA SANTIESTEBAN

El estudio funcional del órgano visual comprende al contraste de luminosidad a diferentes fre-
numerosas pruebas y exámenes que investigan el estado cuencias espaciales o tamaños.
del aparato oculomotor y sensorial en toda su extensión. – Mínimo de frecuencia temporal. Mínimo de
El examen subjetivo en el niño es más difícil que tiempo que debe estar expuesto un objeto para
en el adulto por la falta de cooperación, pero a veces hacerse visible. Se aprecia con los estudios de
sorprende la disposición que para ello muestran algu- frecuencia temporal.
nos desde temprana edad. Las pruebas psicofísicas – Sensibilidad luminosa. Mínimo de luminosidad
más importantes son: el reconocimiento de la forma necesaria para ser detectado un objeto. Varía
mediante la medición de la agudeza visual corregida según se trate del sistema de conos o el de bas-
por refracción, el color, la binocularidad, correspon- tones, es decir, según se trabaje en claridad u
dencia sensorial y la estereopsia, así como el campo oscuridad. Se mide con la adaptometría.
visual y la sensibilidad al contraste luminoso, pruebas
que deben ser realizadas adaptándolas a las posibili- Existen otros métodos de estudio subjetivo de gran
dades del niño. En estas pruebas intervienen la coope- utilidad, como la sensibilidad cromática que se estudia
ración y estado de conciencia del paciente, por lo que mediante las pruebas de visión de colores y el recono-
son difíciles de realizar en menores de 3 a 4 años. cimiento del objeto, que se explora con estudios de
Los llamados métodos de estudio psicofísicos se integración cortical.
basan en el estudio del mínimo necesario para percibir
diferentes propiedades de la imagen visual, como son:
– Sensibilidad a la forma. Mínimo separable o vi-
Agudeza visual
sible. Se estudia mediante la agudeza visual La agudeza visual (AV) es el atributo sensorial del
central. En el resto del campo visual visible al sistema y se define como la capacidad de percibir for-
ojo humano se hace mediante el estudio de su ma y tamaño de los objetos. Su estudio constituye la
extensión y la calidad de visión en sus distintas manera más antigua de exploración psicofísica. En la
áreas. Edad Media se utilizaba para estimar la visión de las
– Sensibilidad de contraste. Mínimo de contraste personas y medir la posibilidad de ver determinada
entre objeto y fondo para poder ser detectado. constelación basándose en el mínimo separable de los
Se estudia mediante las pruebas de sensibilidad astros. También se medía por la capacidad de ver de-
96 Oftalmología pediátrica

talles del paisaje a determinada distancia. Snellen, en ción y ver si le sigue llamando la atención el estímulo,
1862, propuso un juicioso método que se generalizó al hacer aparecer nuevas rayas cada vez más finas.
rápidamente y llega hasta la actualidad, basado en la Cuando no se observe reacción de búsqueda con los
medida del ángulo de 1 min o de arco sobre la retina, nuevos estímulos, se debe interpretar que el niño no
para letras mayúsculas con un carácter de 5 min de los vio o se aburrió y ya no presta atención. Se toma
tamaño, la cual se puede expresar en un quebrado cuya como la agudeza visual el ángulo de visión que
medida normal es 20/20, para 20 pies de distancias y subtienden sobre retina las rayas del último estímulo
6/6 para 6 m de distancia; o en notación decimal, 1, la que llamó su atención. Se estima que al nacimiento,
unidad de visión. la AV mediante el estudio de nistagmo optoquinético
La AV explora la calidad en el reconocimiento de es de 20/670 o 20/440 a 20/150 y por prueba de mi-
la forma, que regularmente se realiza con la visión rada preferencial 20/800.
central. El estudio de la AV se lleva a cabo mediante Al nacimiento la agudeza visual suele ser de 20/400,
la interpretación del paciente sobre distintos estímulos a los 6 meses de 20/100, al año de 20/50 y entre los
visuales que le son presentados a determinada distan- 18 meses y los 2 años se debe alcanzar el 20/20; los
cia y diferentes tamaños, que debe reconocer correc- mecanismos de adaptación muscular para la
tamente. En los niños o personas que no pueden co- binocularidad continúan en desarrollo hasta la men-
operar adecuadamente a la prueba es el comporta- cionada edad.
miento espontáneo del paciente en la consulta y el se- La forma más objetiva de medir la AV es el es-
guimiento con la mirada o búsqueda de objetos que se tudio de potenciales visuales corticales con estí-
le presentan en visión monocular lo que puede dar una mulos de cuadrícula blanca y negra, que disminu-
idea aproximada del grado de visión. yen de tamaño progresivamente, pero esta es una
Pocos días después del nacimiento, en los estados prueba objetiva y requiere un mínimo de la atención
de vigilia y con las necesidades de alimentación cu- del sujeto.
biertas se pueden observar en el bebé movimientos de Hasta ahora la medida subjetiva es la más exac-
búsqueda de objetos aparecidos en algún lugar del ta cuando el paciente coopera. Se realiza con las car-
campo visual, para atrapar la imagen con la fóvea. tillas de optotipo, como la de Snellen para lejos (Fig.
Los movimientos de seguimiento lento están presen- 6.1) y de Jaeguer para cerca, con la adecuada co-
tes a los 3 meses de nacido, lo que sugiere que ya rrección; también se usa la cartilla de Rosenbaun,
existe un grado importante de visión. Cercano a los 2 con la que se calcula indirectamente la visión de le-
años la AV se acerca a la normalidad. jos inferida a través de la de cerca corregida. En
Cuando se explora la visión se debe constatar si el todos estos métodos el valor de la agudeza visual está
objeto se reconoce con fijación central o periférica. dado por el tamaño de los trazos que componen la
En este último caso, el sujeto ladea un poco la cabeza letra o la figura y el ángulo que subtienden sobre re-
para enfocar con el punto extra foveolar más cercano tina (Fig. 6.2).
que conserve función.
La visión también se puede explorar, aunque más
a groso modo, al hacer girar frente a la cara del pa-
ciente el tambor de nistagmo a diferentes distancias.
En caso de ser vistas las rayas que lo componen, se
provoca nistagmo con fase lenta en dirección del mo-
vimiento.
Otro método es el de mirada preferencial, usado
en niños pequeños o personas que no cooperan, en el
que se presentan diferentes estímulos centrales con
rayas cada vez más finas sobre una pantalla negra.
El observador se coloca detrás de la pantalla sin ser
visto por el niño, desde donde lo mira a través de un
pequeño agujero, para observar de frente su reac- Fig. 6.1. Cartilla de Snellen.
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 97

Fig. 6.3. Optotipo de la E y el tamaño de sus rasgos en minutos de arco.

Existen diferentes optotipos con números, letras


como la E o la C de Landott, figuras, muñequitos de
Allen, entre otros, que se basan en el mismo principio
y son más adecuados para ser reconocidos y mencio-
nados por los niños.
Para tomar la AV, por lo general se usa la cartilla
de Snellen y se procede de la siguiente forma:
– Situar al paciente a la distancia apropiada.
Fig. 6.2. Cartilla de Rosembaun; se usa para cerca con corrección para – Estudiar ambos ojos por separado.
presbicie, si la hubiera y se infiere con ella el valor de la AV para lejos.
– Comenzar por el ojo derecho (OD), o el de me-
jor visión.
La AV mide el menor tamaño de un objeto que
– Tapar el ojo que se va a examinar con un oclusor
puede ser percibido a una determinada distancia. Esto
equivale a que se estimule un cono foveal sí y otro no, o la palma de la mano ahuecada para no presio-
adyacentes. Distingue 2 puntos en el espacio, que cai- nar sobre el ojo.
gan en 2 puntos diferentes de la retina. Allí forman un – Empezar de arriba hacia abajo a leer cada renglón.
ángulo de 1 min de arco para la visión de la unidad, a – Terminar en el último renglón en que vio casi
la distancia de 20 pies o 6 m (Fig. 6.3). todas las letras.
El ángulo varía con la distancia del observador al objeto – Anotar el valor alcanzado para cada ojo, según
y el tamaño de sus trazos. Si el objeto se sitúa a 6 m para la la distancia a que estaba de la cartilla y el tama-
unidad de visión, cada uno de los trazos que lo diferencian ño de la letra.
debe ser de 1,45 mm, es decir, 1 min de arco sobre retina. – Si dejó de reconocer alguna de las 5 letras que
A 6 m de distancia cada rasgo de la letra E del tiene el último renglón que vio, se pone, menos
optotipo mide 1,45 mm o lo que es igual, estimula un una letra al lado del valor alcanzado, 20/20 (-1),
área de 1 min de arco sobre retina. En total, la letra o si vio una o 2 más solamente del siguiente
tiene de tamaño casi 7,25 mm, pues la componen 5 tra- renglón que terminó de leer completo, se adi-
zos de 1,45 cada uno: las 3 patas de la letra E, en negro ciona +1 o + 2, ej. 20/25 +2.
y los 2 rasgos blancos intermedios. Esa letra será la – Ver siempre con la refracción final, en el caso
más pequeña vista por un individuo situado a 6 m, si de que no alcance visión de la unidad, si mejora
tiene visión de la unidad, que es lo que se considera con agujero estenopeico. Si es así, indica que
normal, aunque existen individuos con mejor visión. no está bien corregida la refracción.
Para mantener la misma AV, a menor distancia, se – No se debe usar en los niños los equipos de
debe reducir el tamaño de la letra para que siempre refracción objetiva automáticos como el
mantenga igual ángulo sobre retina. Si con igual tamaño autorrefracto, que atemoriza y no deja ver la
la letra es vista a mayor distancia, esta subtiende menor cara del paciente. Utilizarlo solo si fuera nece-
ángulo sobre retina, o sea, se alcanza mejor AV. sario en niños mayores o adolescentes (Fig. 6.4).
98 Oftalmología pediátrica

Cuando la visión a 6 m es tan mala que no ve la


letra mayor, antes de pasar a contar los dedos, se
debe tratar de cuantificar la visión más exactamente
acercando al paciente a la cartilla y colocando la
nueva distancia como numerador, ej. 3/60. Esa vi-
sión equivaldría a 0,05. Si no logra ver esa letra a 3
m, se procede a disminuir más la distancia y si ni así
ve la letra mayor de la cartilla, entonces se pasa a
tratar de contar dedos, acercándoselos cada vez más
hasta que logre verlos. Se anota entonces la distan-
cia a que los vio. Si ni así los reconoce, se le mueve
A la mano delante del rostro para ver si identifica ese
movimiento. Si no ve nada se proyecta luz desde los
4 cuadrantes y se le pide que identifique de dónde
viene la luz. En caso de que no lo logre, se hace inci-
dir la luz y se le indica que avise si en algún momento
ve algo distinto.
Es importante anotar si la visión final la alcanza
colocando la cabeza con algún grado de inclinación y
hacia dónde, pues esto revela cuál área de retina usa
para ver mejor.
En los últimos tiempos para el estudio de la AV
se utiliza la cartilla descrita por Ian Bailey y Jan
Lovie-Kitchin (Australia, 1967), mucho más exacta
para medirla por su diseño; expresa la AV en
logaritmo del mínimo ángulo de resolución (Log MAR),
B
donde el valor normal es 0 (Log base 10 (1) = 0). Esta
Fig. 6.4 A. Realización de la refracción a un niño con caja de pruebas; forma de expresión se contradice con lo acostumbra-
B. Realización de la refracción con autorrefractor.
do, ya que un optotipo en la escala Snellen, de ta-
maño 20/20 o de 1, por el sistema decimal, que
Se debe tener en cuenta que a 6 m, la letra más subtiende 5 min de arco sobre retina, equivale a 1 Log
grande de la cartilla corresponde a 6/60 o 20/200 si se MAR de 0. Por ello es preferible referirse a la Re-
mide en pies, lo que es igual a 0,1 de AV. Por lo tanto, solución del Ángulo Visual (VAR), que para el 20/
la AV de 6/30= 0,2 sería la letra más pequeña que un 20 o la unidad de visión equivale a 100 de VAR,
individuo normal ve a 30 m. según la fórmula VAR=100-(50×0) = 100. Para esta
6/12= 0,5 letra más pequeña que un individuo forma de medición, entre cada uno de los renglones
normal ve a 12 m. de números existe una diferencia de 5 en cada ren-
6/10= 0,6 letra más pequeña que un individuo glón con el que le sigue. Si el paciente ve una línea
normal ve a 10 m. de letras completa y una o 2 letras más de la si-
6/8= 0,75 letra más pequeña que un individuo guiente, ese valor se le agrega al anterior, ej. vio
normal ve a 8 m. todas las letras de la hilera de 95 de VAR y 2 de la
6/7= 0,85 letra más pequeña que un individuo siguiente, su AV es de 97 VAR (Fig. 6.5).
normal ve a 7 m. Para poder homologar la AV de Snellen con la de
6/6= 20/20=1 letra más pequeña que un indivi- log MAR se necesita de una tabla que facilita los
duo normal ve a 6 m. cálculos y su interpretación (Tabla 6.1).
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 99

de 1 o 2 mm, solamente los rayos que vienen paralelos


del infinito; al mirar a través de él, hace que los rayos
incidan directamente en la fóvea y la imagen se forme
allí. Si el defecto es solo refractivo, el paciente debe
alcanzar la unidad de visión; por lo tanto, este método
sirve para diferenciar los trastornos refractivos de los
problemas orgánicos, con los que no mejora la visión al
colocarle el agujero estenopeico. No obstante la utili-
dad práctica de este aditamento, un paciente con déficit
visual por defecto de refracción no siempre alcanza la
unidad con el agujero, por lo que se debe hacer siempre
la refracción para estar seguro de si el defecto es orgáni-
co o de cristales. En ocasiones la AV con agujero
estenopeico mejora en algunas opacidades de los medios
algo periféricas pero no en las que se encuentran el cen-
tro.
Para conocer la falta de visión de un niño peque-
ño, es necesario auxiliarse de diferentes maniobras que
ayudan a sospecharlo y a confirmarlo, como colocar
un objeto o luz frente a sus ojos y desplazarlo hacia
otras posiciones de mirada, para ver si lo sigue con la
Fig. 6.5. Cartilla de Log MAR. Véanse en las anotaciones de la
derecha los valores de cada línea en VAR y log MAR.
mirada o también observar si los objetos que lo rodean
llaman su atención.
Si la falta de visión es monocular cuando se le
Tabla 6.1. Tabla de conversiones de log MAR, VAR muestra algún objeto y se le ocluye el ojo con visión, el
y Snellen niño reacciona inmediatamente y rechaza la manio-
bra. Llora y retira la mano del examinador o el oclusor
MAR LogMAR VAR Snellen utilizado. En cambio, cuando se ocluye el ojo sin vi-
(min/arc) (d=6 m)
sión, el niño no opone resistencia al examen y sigue,
10,0 1,0 50 6/60 con la mirada del ojo que ve, al objeto en movimiento
8,0 0,9 55 6/48 que se le muestra. Esto hace sospechar o confirmar la
6,3 0,8 60 6/38 existencia de una disminución o ausencia de visión en
5,0 0,7 65 6/30 el último ojo ocluido, con cuya oclusión no se mostró
4,0 0,6 70 6/24 inconforme. Sí en el examen que se realiza no se en-
3,2 0,5 75 6/19 cuentra un proceso orgánico que lo justifique, el pri-
2,5 0,4 80 6/15 mer diagnóstico es el de una ambliopía.
2,0 0,3 85 6/12
Para la exploración de la AV en niños que coope-
1,58 0,2 90 6/9,5
1,25 0,1 95 6/7,5
ran, por lo regular mayores de 3 años, se les exhorta al
1,0 0,0 100 6/6 reconocimiento de objetos cada vez más pequeños, por
0,8 -0,1 105 6/4,8 ejemplo: animales o cosas conocidas o la posición en
0,63 -0,2 110 6/3,8 que se coloca la letra E del optotipo, con las patas arri-
0,5 -0,3 115 6/3 ba, abajo, derecha e izquierda o con letras, si sabe leer.
Si se trata de un niño inteligente, aún pequeño, se
puede tomar la visión con cierto grado de confiabilidad.
El estudio de la AV, independientemente del méto- Para ello se usa el método de poner los dedos de las
do que se use para medirla, se debe completar con una manos como lo hace el explorador y si no logra imitar-
adecuada refracción y solo en casos excepcionales, lo se va acercando hasta la distancia que logre perci-
usar el agujero estenopeico. Este aditamento que se bir correctamente la cantidad de dedos que se le mues-
coloca frente al ojo, deja pasar por su pequeño orificio tran en posición elevada vertical.
100 Oftalmología pediátrica

Existen juegos de tarjetas con manitos de diferen- La AV no siempre detecta un déficit funcional y
tes tamaños que el niño, a una distancia inicial de 6 m, cuando lo hace se debe saber que ya se puede haber
debe imitar y poner la suya en la misma posición que el perdido más de la mitad de las fibras del haz
explorador la tiene colocada. Si no las ve, se muestran papilomacular. Ello es debido a la gran capacidad de
las tarjetas con manitas de mayor tamaño cada vez. reserva instalada que tiene el nervio óptico, lo que le
Se debe recordar que en un niño pequeño la pre- permite perder fibras sin ser detectado un déficit visual.
sencia de estrabismo monocular obliga a sospechar Si la AV no mejora con agujero estenopeico se debe
mala visión del ojo que desvía y el nistagmo debe ha- hacer la prueba del balanceo de la luz entre ambos ojos
cer pensar en mala visión de ambos ojos. en busca de una respuesta paradójica en el ojo de peor
Se considera práctico y necesario dividir el desa- visión, prueba de Marcus Gunn; si existe defecto pupilar
rrollo de la AV en 2 grandes períodos o etapas: aferente se debe sugerir la prueba de campo visual por
posible lesión del nervio óptico o vía visual, con asime-
1. Etapa de “desarrollo y perfeccionamiento”, que
tría entre la visión de ambos ojos. Si no se manifiesta
se inicia desde el nacimiento hasta los 4 años, en
defecto pupilar aferente se debe insistir en buscar una
la que el niño logra obtener visión normal igual a la
maculopatía o una ambliopía. La visión binocular en ojos
del adulto, aunque se considera por algunos auto-
ambliopes es más mala que la visión monocular. La
res que esta etapa concluye a los 2 años. ambliopía binocular es muy rara y solo está asociada a
2. Segundo período o etapa de “estabilización”, que intensas opacidades de los medios o a grandes defectos
se continúa desde los 2 hasta los 4 años, hasta los refractivos sin corrección en los primeros años de vida.
8-10 años, tiempo durante el cual el niño estabiliza En un niño con déficit visual referido con examen
los conocimientos adquiridos y su visión se hace oftalmológico normal y sin evidencias de ambliopía debe
indeleble hasta el resto de sus días. excluirse la simulación o la histeria.
Los defectos de visión con examen oftalmológico
Toda interferencia para que se forme la imagen normal son, por lo regular, de tipo psicógeno, aunque
en la mácula, como puede ser la provocada por ptosis pueden ser causados por daños cerebrales o retardo
palpebral, opacidad de los medios, oclusión prolon- de la maduración en lactantes. Si la ceguera referida
gada de un ojo en el tratamiento de estrabismo o un es bilateral, es importante observar al paciente y ver
traumatismo, puede detener el desarrollo y provocar cómo se desplaza en su entorno. La ceguera cerebral
una grave disminución de la visión. A la falta de de- es una disfunción posgeniculada en la que el examen
sarrollo visual sin lesión orgánica aparente se le lla- físico ocular no muestra alteraciones y las reacciones
ma ambliopía. pupilares son normales, aunque se puede asociar con
La medida de la AV en niños ambliopes con défi- lesión pregeniculada. En ese caso, si el déficit visual
cit visual tiene determinadas características. En ellos es unilateral, el defecto pupilar aferente patológico
se manifiesta dificultad para separar una letra de un aclara el diagnóstico topográfico.
La agudeza visual estereoscópica está determina-
conjunto, por lo que se debe medir la visión de letras
da por la binocularidad y su disparidad se define como
por separado (visión angular) y también formando parte
la mínima disparidad binocular que da lugar a sensa-
de una línea (visión lineal), las que pueden ser diferen-
ción de profundidad. Se mide en minutos de arco y su
tes con el mismo tamaño de letras y de distancia entre
medición se realiza mediante pruebas especiales como
paciente y optotipo. Eso es debido al fenómeno de la prueba de Titmus, el TNO, la prueba de Frisby y la
Crowind, de apiñamiento o también llamado de agru- de Howar Dolman, entre otras (capítulo 5).
pamiento, en el cual al niño le cuesta más trabajo dis- Como se ha visto el estudio de la forma se lleva a
tinguir una letra dentro de un grupo, que una a una de cabo midiendo la AV con cualquiera de los métodos o
forma aislada. Al mejorar la visión con tratamiento, la cartillas descritos anteriormente. En los niños, el uso
visión angular mejora antes que la lineal. Estas dife- de las figuras de Allen, las E de Tumbling, la C de
rencias entre las mediciones de la agudeza visual an- Landot y otras cartillas con números, letras u otras
gular y lineal son muy útiles para el seguimiento y para formas se basan, para cada trazo que constituyen la
decidir la conducta terapéutica a seguir. Si hay mejo- figura, en el mínimo ángulo de resolución, mínimo visi-
ría de la visión angular, se debe continuar el tratamien- ble o separable, como la clásica cartilla de Snellen. Sin
to de rehabilitación visual hasta que alcance la norma- embargo, en ellos se excluyen otras propiedades fun-
lidad también en la visión lineal. damentales de la imagen visual, como el color y el
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 101

contraste de luminosidad entre objeto y fondo para ser


percibido, que es máximo en estas cartillas (negro so-
bre blanco) y que se pueden afectar de conjunto con
la forma o independientemente, como sucede en las
discromatopsias congénitas.
Una de las funciones de la retina es percibir la luz
y además posee la capacidad para diferenciar grados
variables de iluminación, lo que se denomina adapta-
ción y se basa en la capacidad de regeneración de los
pigmentos visuales de sus fotorreceptores en el tiem-
po. Ese fenómeno de adaptación es distinto en el sis-
tema de conos y el de bastones; los conos necesitan
de importante intensidad de luz para ser estimulados y
se adaptan con facilidad y rapidez a la luz mientras
que los bastones, que responden a muy bajas intensi-
dades de iluminación, demoran mucho más en
resintetizar sus fotopigmentos. Fig. 6.6. Representación de la sensibilidad retiniana de conos y basto-
nes durante el tiempo en la oscuridad.

Adaptometría se marcan los UR detectados, que al unirlos confor-


El estudio de la recuperación después del deslum- man la curva de adaptación a la oscuridad.
bramiento del sistema de conos y bastones se estudia Los conos son los fotorreceptores visuales que lo-
mediante una curva llamada de adaptación a la oscu- gran primero su recuperación máxima, alrededor de los
ridad (Fig. 6.6). Esta prueba se realiza en la 5 min, punto de la gráfica llamado alfa, mientras que los
semipenumbra y dibuja una curva en la que se combi- bastones se recuperan en 30 min o más. Por esto la
curva normal de adaptación a la oscuridad tiene una
na el tiempo transcurrido después de un intenso des-
desviación brusca en los primeros 5 min, con punto de
lumbramiento previo, tiempo que se simboliza en un
inflexión en 2,8-3,6 unidades logarítmicas en individuos
sistema de coordenadas cartesianas en el cual la
normales y después del punto alfa comienza un descen-
abscisa representa el tiempo transcurrido en minutos so más suave de la curva a lo largo del tiempo que está
y la ordenada simboliza el descenso progresivo de la a cargo de los bastones. Esa curva se estabiliza y se
intensidad luminosa ofrecida a la retina. Sobre ese sis- hace casi plana alrededor de las 5-5,8 unidades
tema de coordenadas se grafica el valor del umbral de logarítmicas, lo que se llama “umbral terminal”; se al-
adaptación retiniano para percibir un determinado es- canza alrededor de los 30 min en sujetos sanos y repre-
tímulo correspondiente al tiempo transcurrido desde el senta la adaptación de los bastones (Fig. 6.7).
comienzo de la oscuridad.
En el adaptómetro de Goldmann Weeckers al pa-
ciente, después del deslumbramiento intenso, se le pre-
senta o se pasa a una iluminación débil (entre 6 y 12 lux)
en la que aparece un estímulo con un patrón de rayas
blancas y negras. En el momento que es reconocido el
estímulo, umbral relativo (UR), se marca en un tambor
donde corre la gráfica del tiempo a partir del cese del
deslumbramiento y el comienzo de la penumbra.
Después de reconocer por primera vez el estímu- Fig. 6.7. Curva normal de adaptometría con equipo de Goldmann Weekers.

lo y conocer el UR para ese tiempo de adaptación a la El estudio de la curva de adaptación a la oscuri-


oscuridad, se baja la iluminación de este hasta lo no dad es útil para diferenciar enfermedades que afectan
visto y se deja correr el tiempo en el tambor de la al sistema de conos y bastones por separado o ambos,
gráfica, donde se vuelve a marcar otro punto de UR aún antes de observar alteraciones orgánicas eviden-
cuando el paciente avise que ha vuelto a reconocer el tes y en la evolución de la enfermedades que aquejan
estímulo. Así sucesivamente se baja la iluminación y a la retina (Fig. 6.8).
102 Oftalmología pediátrica

nal de la retina, vías, corteza y áreas de asociación,


tanto como la psiquis del sujeto. Su disfunción se pue-
de presentar independientemente de que persista bue-
na agudeza visual, como sucede por lo regular en los
defectos hereditarios del eje rojo-verde o en algunos
trastornos secundarios que afecten fundamentalmen-
te al nervio óptico, por lo que el examen de la función
cromática se convierte en una prueba de gran utilidad
que permite detectar alteraciones incipientes de esa
Fig. 6.8. Adaptometría de Goldmann Weekers. Curva en un paciente estructura.
con ceguera nocturna estacionaria congénita, tipo Shubert-Bornshein,
en la que el umbral terminal a cargo de los bastones está muy elevado.
Dalton, en 1798, fue el primero en describir una
acromatopsia congénita. La ceguera a colores heredi-
taria suele ser causada por defectos en los
En la práctica de consulta es muy sencillo de estu- fotorreceptores. En general, estos defectos llevan
diar la respuesta de la retina al deslumbramiento me- implícito la desaparición, por lo menos, de uno de los
diante la prueba del fotoestrés, lo que constituye una pigmentos de los 3 tipos de conos sensibles a diferen-
ayuda para diferenciar el sitio y causa de la afectación. tes longitudes de onda (dicrómatas) o un cambio en
sus espectros de absorción (tricrómatas anómalos).
Prueba de fotoestrés Aproximadamente el 8 % de los hombres y el 0,4
La prueba de fotoestrés es un método muy senci- % de las mujeres de raza caucasiana padecen de una
llo que se realiza midiendo la AV después del deslum- anomalía o defecto genético en la visión de color rojo-
bramiento; es muy útil para conocer si la deficiencia verde, que se trasmite como carácter recesivo ligado
visual se debe a una maculopatía o a una afección del al sexo y que puede ser menor en hombres de otras
nervio óptico, lo que se puede hacer si se dispone de razas. En las mujeres el gen defectuoso es contra-
una cartilla de prueba y una luz. Sus pasos son los rrestado generalmente por el gen normal, por lo que
siguientes: en las que tienen este tipo de defecto, ambos
– Se explora la AV y se corrige con refracción, si cromosomas son portadores del gen mutante. Las
fuera necesario. No se debe realizar si la AV es disfunciones congénitas en el eje amarillo-azul son de
peor de 20/80. carácter autosómico recesivo, pero muy raras (0,002);
– Por 10 s se deslumbra con luz fuerte, colocada aún más infrecuente es la ceguera total a colores o
a 2 o 3 cm del ojo que va ser examinado. acromatopsia total, que solo se presenta en una de 10
– Se explora una vez más la AV y se mide el 000 personas. Prácticamente todos los sujetos aque-
tiempo que tarda en recobrar la visión que tenía jados de trastornos hereditarios de la visión a color
en el primer examen, antes de deslumbrarlo. tienen un defecto en el eje rojo-verde, pero solo un 2
% tiene ceguera para el mismo. Las estadísticas re-
Es anormal si el tiempo de recuperación es ma- cogidas al respecto varían poco. En el examen de 200
yor de 60 s o se muestra gran diferencia entre los 2 pacientes de varias razas, explorados con las tablas
ojos. de Ishihara en la Facultad “Comandante Manuel
El retardo de la recuperación en la prueba de Fajardo”, por uno de los autores, se contó un 7 % de
fotoestrés en las maculopatías es debido a la separa- hombres con defectos de visión a color: 5
ción que se produce entre los fotorreceptores y el epi- deuteranómalos débiles y 2 protanopes fuertes. En nin-
telio pigmentario, de donde estos reciben su alimenta- guna de las mujeres de la muestra se reportaron ano-
ción, lo que retarda el proceso de fotosíntesis necesa- malías de la visión a color. En el estudio realizado por
rio para la visión. otro de los autores a 100 mujeres no se encontró defi-
ciencia congénita al color. Estos defectos por lo gene-
Visión de colores ral se recogen en uno por algo más de 200 mujeres.
La visión cromática es uno de los más complejos Por lo general, estos defectos de la visión cromática
y menos conocidos de los fenómenos de la función son del mismo tipo y tienen la misma gravedad en los
visual. En su percepción intervienen el estado funcio- miembros de una misma familia. Con frecuencia este
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 103

defecto no es percibido por los familiares si no son La visión cromática es un complejo proceso me-
muy observadores; durante los juegos con objetos co- diante el cual el cerebro analiza las diferentes señales
loreados sobre fondo poco contrastado se puede notar provenientes de la luz que se refleja en un objeto de-
niños a los que no les resulta fácil percibir los objetos terminado. Estas señales se expresan como longitu-
coloreados más pequeños con facilidad, mientras que des de onda que pueden ser percibidas en una gama
otros niños menores sí lo logran (Fig. 6.9). que abarca de los 400-700 nm aproximadamente y que
La visión de los colores se explora en los niños constituyen el espectro de colores para el ojo humano.
que aún no saben reconocer letras o números median- Cercanas a los valores inferiores (420 nm) se encuen-
te varios métodos, como el seguimiento con el dedo de tran las llamadas longitudes de onda corta que corres-
las figuras trazadas en diferentes combinaciones de ponden al color azul. Al otro extremo del espectro (558
puntos de colores en las tablas pseudoisocromáticas nm) se localizan las llamadas longitudes de onda larga,
de Ishihara, que exploran la visión de colores en el eje que corresponden al color rojo; en el ámbito de los 531
rojo verde (Fig. 6.10). Estos tipos de pruebas son de nm se sitúan las longitudes de onda media que carac-
gran ayuda para el examen de niños que en la escuela terizan al color verde.
tienen dificultad con el reconocimiento de los colores, Son variadas y contradictorias las teorías que tra-
lo que es relativamente frecuente con los rojos y ver- tan de explicar el mecanismo mediante el cual se fun-
des en varones. En estos casos los niños confunden damenta la percepción de los colores. A inicios del siglo
los colores verdes con carmelitas y los morados con XIX, el físico inglés Tomas Young, propuso la llamada
azules. A veces solo tienen problemas en reconocer el teoría triple o tricromática con este fin, la cual plantea la
color de objetos pequeños. existencia de 3 tipos de receptores retinianos con

Fig. 6.9. Juegos grupales con piezas pequeñas de colores donde se ve la diferencia entre un niño albino que no logra reconocer las piezas coloreadas
y otros de menor edad que sí lo hacen.
104 Oftalmología pediátrica

Dicha teoría plantea la existencia de 3 pares de colo-


res primarios mutuamente inhibitorios que están repre-
sentados en la retina por 3 canales de transmisión de
colores oponentes, los cuales envían una señal de un tipo
o de otro, de acuerdo a como sea la excitación o inhibi-
ción antagónica de un par de colores de los anteriormen-
te descritos. Estudios posteriores dieron soporte a esta
idea pero a su vez plantearon la necesidad de combinarla
con la tricromática de Young para lograr una teoría que
fuese capaz de explicar la mayoría de los defectos de la
visión a color. Dichos estudios demostraron que la visión
de color es un proceso que se lleva a cabo por etapas,
escalonadamente desde la retina hasta la corteza cere-
bral. Una primera etapa se ubica a nivel de los 3 distintos
fotopigmentos de conos, por lo que la percepción al color
es tricromática. En los subsiguientes pasos los impulsos
son transformados en señales de colores oponentes, tras-
mitiéndose por canales paralelos, por ejemplo, las seña-
les provenientes de conos de longitud de ondas media y
larga (verde y rojo) se trasmiten por un canal, y las de
Fig. 6.10. Cartilla o tablas de Ishihara. ondas corta y larga (azul y amarillo) por otro. Esta teoría
obtuvo gran aceptación cuando en estudios posteriores
fotopigmentos específicos que responden a los 3 tipos en animales se vio que al estimular con colores oponentes
principales de longitudes de ondas. Las señales existían células neuronales que se estimulaban con uno y
cromáticas así recogidas, se envían por vías separadas se inhibían con otro y viceversa. Estos efectos en células
a la corteza visual en la que se procede a la mezcla de de la retina también se observaron en células del cuerpo
estos 3 colores que conforman, por las combinaciones geniculado lateral de los primates.
de sus diferentes intensidades, las variadas tonalidades Para la codificación del color intervienen 2 tipos
de colores del espectro. Dicha teoría fue reforzada 50 principales de células neuronales: las llamadas células
años más tarde cuando otro físico inglés, James Clek simples oponentes, que se encuentran fundamentalmen-
Maxwell, y el fisiólogo alemán Herman Von Helmholtz, te en retina y cuerpo geniculado lateral, y las dobles
independientemente demostraron que todos los colores oponentes ubicadas solo en el ámbito de la corteza. Las
que se perciben pueden ser obtenidos mediante la mez- células simples oponentes se relacionan con la transmi-
cla de los colores rojo, verde y azul. Esta teoría tuvo sión de señales de brillantez y color; el centro de su
gran aceptación cuando en 1964 científicos de la uni- campo receptivo es estimulado por un color que provo-
versidad de Harvard lograron medir la capacidad de ca transmisión de la señal, y la periferia por su oponente
absorción de la luz espectral de los 3 diferentes tipos de que provoca inhibición de esta señal o viceversa, lo que
pigmentos de los conos humanos para las 3 principales brinda 4 formas distintas de estimulación. En el caso de
longitudes de ondas. Por otra parte, la teoría tricromática las células dobles oponentes, estas se relacionan con el
fallaba a la hora de explicar algunas de las interrogantes color y su contraste, las que pueden ser excitadas por
encontradas en la naturaleza, tales como por qué algu- un color e inhibidas por otro en el centro de su campo
nas combinaciones de colores se cancelan y otras no. receptivo y viceversa, en la periferia de este. A las
Por ejemplo, puede ser percibido un color rojo-azul (vio- células dobles oponentes les llegan las señales proceden-
leta) o un rojo-amarillo (naranja), pero nunca un verde tes de las simples oponentes; estas células dobles oponentes
rojizo o un amarillo azuloso. Tales experiencias demos- se agrupan en la corteza y forman los llamados cilindros
traron que existen colores oponentes que al ser enfren- corticales en relación con las columnas corticales que
tados los unos con los otros simplemente se cancelan analizan la forma de los objetos. Los cilindros, al estar
(rojo-verde, azul-amarillo, blanco-negro). Esta cance- integrados por la sumación espacial de un grupo de cé-
lación desde el punto de vista perceptual lleva a Edwall lulas dobles oponentes, presentan en su centro las ca-
Hering, fisiólogo alemán, a postular la llamada teoría de racterísticas de los centros de los campos receptivos de
los colores oponentes, para tratar de explicar los fenó- sus células y al igual que en su periferia, la característi-
menos de la visión a color. ca de la periferia de los campos receptivos de estas.
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 105

Posteriormente, las columnas interactúan con otras áreas


de la corteza visual primaria y secundaria, para repre- En el libro de Ishihara, edición 1992, se presenta
sentar así la combinación de la forma de los objetos, su un total de 25 láminas, 21 de las cuales deben ser iden-
brillantez, entre otros elementos. tificadas correctamente por un sujeto normal.
Rushton (1963-1965) demostró por densitometría En la tabla 6.2 se expresan los resultados de lo
de reflexión la anormalidad de los pigmentos visuales que debe ver un individuo normal, un daltónico con
defecto grave o leve, al rojo o al verde, y un acrómata,
de los fotorreceptores en pacientes con ceguera con-
después de mostrarles de forma consecutiva las 25
génita al rojo-verde. Los protanopes pierden en la fóvea
páginas de la cartilla de Ishihara.
el pigmento específico (eritrolabe) y los deuteranopes,
La primera figura que se presenta es la corres-
el clorolabe. Wald (1986) planteó que la pérdida de
pondiente al número 12 (Fig. 6.11).
conos sensibles al rojo en protanopes es reemplazada
por los conos sensibles al verde y que lo contrario su-
cede en los deuteranopes. Tabla 6.2. Resultados de la cartilla de Ishihara de 25
El estudio de defectos de color congénito se suele láminas en sujetos normales, daltónicos y acrómatas
explorar con ambos ojos a la vez, a diferencia de los Número Lo que ve Lo que ven Lo que ven las
defectos adquiridos que se exploran en ojos por separa- de orden una persona personas personas
do. Por lo regular, en los defectos adquiridos raramente de la lámina normal con deficiencia acrómatas
afectan un solo sistema de visión de color; sin embargo, en el rojo o con deficiencia
la visión del verde y el rojo, sobre todo de este último, se y verde total
ve afectada precozmente en las enfermedades del ner- 1 12 12 12
vio óptico y el quiasma, mientras que en las lesiones de 2 8 3 X
capas externas de retina se afecta más el azul y el ama- 3 6 5 X
rillo; la atrofia óptica dominante y el glaucoma en esta- 4 29 70 X
dios precoces constituyen excepciones. 5 57 35 X
La más sencilla de las pruebas con colores, to- 6 5 2 X
mando en consideración su afectación en las 7 3 5 X
neuropatías, es la de comparación o saturación del color 8 15 17 X
9 74 21 X
rojo, que no clasifica el defecto pero lo evidencia, la
10 2 X X
cual se ve afectada en las neuropatías. Se realiza con
11 6 X X
un objeto rojo que se muestra indistintamente a ambos 12 97 X X
ojos para que el paciente diga si lo ve igual; en caso de 13 45 X X
no ser así, debe decir en qué proporción ve disminuido 14 5 X X
el color en comparación con el ojo sano, al que se le 15 7 X X
da una puntuación de 100. 16 16 X X
Método de Ishihara. Es una de las pruebas más 17 73 X X
usadas en el estudio de los defectos de visión a color y 18 X 5 X
que permite clasificar el defecto (Fig. 6.10). Fue dise- 19 X 2 X
ñada para la búsqueda de defectos congénitos pero se 20 X 45 X
puede usar también en la detección de defectos ad- 21 X 73 X
quiridos cuando se aplica monocularmente. Con esas
Prota- Prota- Deute- Deutera- ACR
tablas se estudia solo el eje rojo-verde. Esta prueba nope nómalo ranope nómalo
puede variar en la cantidad de láminas que se le mues-
tran al paciente en las que aparece un número o figura 22 26 6 (2) 6 2 2 (6) X
para los iletrados, formado por pequeñas esferas de 23 42 2 (4) 2 4 4 (2) X
un determinado color sobre fondo de otras esferas de 24 35 5 (3) 5 3 3 (5) X
25 96 6 (9) 6 9 9 (6) X
colores contrastantes, figura o número que el paciente
debe identificar en no más de 3 s. El reconocimiento o
Para los niños existen estas mismas estrategias
no de los números detecta la existencia del defecto de
una forma característica que afirma, de coincidir con pero se utilizan cintas o caminos a seguir, como el que
lo pactado en el método de estudio, que existe una se muestra en la figura 6.12; si el pequeño ve la figura
discromatopsia. la debe seguir con el dedo correctamente.
106 Oftalmología pediátrica

Esas primeras láminas de las tablas de Ishihara


(Figs. 6.11 y 6.12) deben ser reconocidas por un
acrómata o hasta por pacientes con 0,2 de AV, aunque
el déficit visual sea debido a una neuropatía óptica que
afecta mucho la visión del color en el eje rojo-verde.
Seguidamente se muestran las siguientes láminas
de la cartilla con otros números fácilmente reconocibles
por el sujeto normal pero cada vez más difíciles de
determinar por el individuo con defecto congénito en
el eje rojo-verde (Fig. 6.13).
Desde la lámina 10 hasta la 17 por lo regular los
daltónicos no ven número alguno. Al llegar a las lámi-
nas 18, 19, 20 y 21 (Fig. 6.14) el sujeto normal no debe
ver ningún número, mientras que el sujeto con defecto
congénito en la visión de color rojo-verde ve de inme-
Fig. 6.11. Primera lámina del libro o tablas de Ishihara, con el núme-
diato números bien definidos (5, 2, 45 y 73) o muy ro 12, reconocible hasta por acrómatas.
parecidos a estos como se muestra en la tabla 6.2.
Las últimas 4 láminas (22, 23, 24 y 25) definen el
tipo de defecto (protanope, protanómalo, deuteranope
o deuteranómalo). Esto se hace mediante una pareja
de números, rojizos (a la izquierda) y otro de color
más púrpura (a la derecha), ambos sobre fondo de
pequeñas esferas grises. Si el paciente no ve los nú-
meros de la izquierda o más rojizos, es clasificado como
protanope y si no ve los de la derecha, más púrpuras,
como deuteranope; si ve los 2 números pero uno me-
jor que otro, es clasificado como deuteranómalo o
protanómalo, en dependencia de cuál es el número que
ve peor (Tabla 6.2) (Figs. 6.15 y 6.16).
En caso de explorar defectos adquiridos al rojo o
verde, se muestran las 25 láminas de las tablas de
Ishihara; se incluyen las que un individuo normal no ve Fig. 6.12. Cartilla de Ishihara. Combinación de colores similar a la
y los daltónicos sí; se cuenta el número de láminas re- observada en la figura 6.11 cuyo trazado o camino el niño iletrado
debe seguir con el dedo.

Fig. 6.13. Imágenes de las páginas segunda y tercera de la cartilla de Ishihara en las que un individuo con deficiencia de la visión de colores
confunde el número 8 y el número 6 con el 3 y el 5.
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 107

Fig. 6.14. Imágenes de las páginas 20 y 21 de la cartilla de Ishihara, en las que un individuo con deficiencia de la visión de colores congénita al
rojo-verde ve con facilidad los números 45 y 73, mientras que un individuo normal no ve ninguno.

Fig. 6.15. Tabla de Ishihara con número de orden 22 y 23, en la que un sujeto normal debe ver el 26 y el 42. El individuo con grave deficiencia
de la visión de colores ve un solo número. Si ve bien el de la izquierda, el 2 y el 4 de la siguiente lámina, es un deuteranope; si reconoce solo los
números del lado derecho, 6 y el 2 de la siguiente lámina, se trata de un individuo con grave deficiencia a los tonos de rojo o protanope. Si ve bien
uno de los números y el otro con dificultad pero logra identificarlos, el defecto es leve, deuteranómalo o protanómalo.

Fig. 6.16. Similares principios y colores a los de la figura anterior para exploración de iletrados. Los protanopes desconocen la cinta más roja
y los deuteranopes la más púrpura.
108 Oftalmología pediátrica

conocidas correctamente, que deben ser 21, estas se


ponen en el numerador mientras que en el denominador
se coloca el número de láminas que debieron ser reco-
nocidas, ejemplo 20/21 si solo confundió una lámina de
las 21 que debió haber mencionado correctamente. Un
margen de error de 2 o 3 láminas es aceptado como
normal. Si en la prueba en la que un individuo normal
debe reconocer 21 láminas, el paciente reconoce me-
nos de 7 láminas, el defecto se clasifica como grave;
moderado cuando reconoce entre 7 y 14 y leve lo res-
tante, hasta el 19 láminas. Se debe insistir en tener en
cuenta los errores típicos que cometen los pacientes
con defectos congénitos a fin de no confundirlos con
discromatopsias adquiridas, lo que se aclara con las lá-
minas de número de orden 18 al 21 (Tabla 6.2).
Esta prueba puede ser computarizada, lo que faci- A
lita los resultados y brinda un porcentaje de confiabilidad
sobre la base de los números que se comportaron tal y
como predice el estudio para los diferentes tipos de
defectos.
Aunque la cartilla de Ishihara es uno de los más
útiles para la exploración de las discromatopsias, no siem-
pre un determinado método permite diferenciar con
exactitud entre protanomalías y deuteranomalías, sobre
todo entre dicrómatas o tricrómatas, por lo que en oca-
siones se hace necesario aplicar más de una prueba
con el fin de determinar el tipo e intensidad del defecto.
Son variadas las pruebas psicofísicas de visión
cromática que permiten detectar una determinada alte-
ración de la visión, hereditaria o adquirida, como las lámi-
nas seudoisocromáticas de Hardy Rand Rittler, Rabkin,
los anomaloscopios, el City University, con esferas muy
pequeñas y de diferentes tamaños y las pruebas con dis-
cos coloreados de Farnsworth-Munsell, las cuales estu- B
dian tanto el eje rojo-verde como el amarillo-azul. Esta Fig. 6.17. Método de estudio del color de Hardy Rand Rittler:
última, en su variedad Hue 100, es la más compleja y A. Primeras láminas; B. Últimas láminas.
exacta de todas y sirve para exámenes de actitud y se-
lección de trabajos que requieran óptima visión de colo-
res, como fábricas de pinturas, textiles, entre otras.
Método de Hardy Rand Rittler. Son cartillas
o tablas seudoisocromáticas semejantes al Ishihara,
en las que se deben identificar las formas de deter-
Método de Farnsworth Munsell Hue. Tiene
minadas figuras, como círculos, triángulos, etc., for-
madas por puntos o esferitas de determinados colo- versiones cortas, D 15, que trabaja con 15 discos co-
res entre un fondo de otras esferitas de diferentes loreados, montados en una caja y la versión larga,
tonos. Estudia los ejes rojo-verde y amarillo-azul. Se Farnsworth Munsell 100 Hue, que trabaja con 89 dis-
muestran un total de 10 láminas cuyo contraste de cos coloreados situados en 4 cajas. En ambas hay que
objetos y su fondo es cada vez más tenue. Si acierta colocar en orden los discos, en relación al más pareci-
8, se dice que tiene 8/10. También clasifica el defec- do al anterior por su color; el primer disco es fijo y
to congénito al color (Fig. 6.17). sirve de guía (Fig. 6.18).
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 109

Fig. 6.18. Método de estudio del color de Farnsworth Munssell Hue.

Un número en la porción posterior del disco, con


el orden debido, sirve para reconocer el orden esta- A
blecido, hacer la anotación y detectar anomalías, si
la numeración no mantiene el orden. Con los datos
colocados en una gráfica, se unen los números con-
secutivos con unas líneas cuya posición sobre el grá-
fico determina el tipo de defecto y su eje. Es un mé-
todo difícil de trabajar por lo demorado de los cálcu-
los manuales, pero en la actualidad existen progra-
mas computarizados que muestran el resultado de
forma rápida, después de introducidos los números
en el orden dado por el paciente (Figs. 6.19 y 6.20).
Método del City University. Estudia el eje de
color rojo-verde y el amarillo-azul. Consiste en 10
páginas con fondo negro en las que se muestran 5
discos por cada hoja: uno central y los otros 4 en
horas 12, 3, 6 y 9. Solamente uno de ellos es igual al
del centro y debe ser identificado correctamente. El
B
error cometido en cada página, según la posición del
disco que consideró más parecido al del centro, son Fig. 6.19. Gráficos del Farnsworth Munsell Hue (FMH) 100. A. Pa-
ciente con muy buena discriminación; B. Paciente normal pero no
computados al final, y su resultado indica el tipo de buen discriminador.
defecto de colores del paciente.
La aplicación de métodos para detectar defectos Un defecto congénito de colores no exime en Cuba
congénitos es importante y necesaria para los exáme- a un joven de ser captado para el Servicio Militar pero
nes de aptitud y selección que se realizan a alumnos sí se han legislado las condiciones a que deben estar
de escuelas militares y jóvenes del Servicio Militar sometidos como reclutas, para no poner en peligro la
Activo. En ninguno de los casos se debe pedir al pa- vida, al no poder reconocer con exactitud señales colo-
ciente nombrar el color de determinada línea u objeto, readas frecuentemente utilizadas en ejercicios o prácti-
ya que el que padece de defecto congénito de visión al cas de combate. La responsabilidad en la detección o
color se acostumbra a nombrar correctamente lo que en el estudio de una discromatopsia en aspirantes a es-
él ve, al tomar la experiencia de escuchar a los nor- cuelas militares o a ingresar al Servicio Militar debe ser
males nombrar los colores, aunque lo que está viendo de los oftalmólogos, quienes han de estar alertas para
es un color diferente al que el sujeto normal percibe. diagnosticarlas. El niño con estos trastornos debe ser
Por esto se deben usar las tablas seudoisocromáticas orientado al estudio de carreras o profesiones en las
u otro tipo de prueba más precisa. que la discriminación del color no sea tan necesaria.
110 Oftalmología pediátrica

Los defectos adquiridos que se detectan en las


neuropatías son, por lo regular, al rojo y verde, lo
que puede estar muy afectado aunque la visión esté
apenas disminuida, a excepción de algunas
neuropatías como las isquémicas, glaucomatosas y
la hereditaria autosómica dominante, en la que se
suelen ver afectados tanto el eje rojo-verde como
el amarillo-azul.
En las neuropatías ópticas adquiridas se exploran
los ojos por separado y lo característico es que la vi-
sión del color esté afectada, aun cuando exista relati-
va conservación de la agudeza visual, al contrario de
lo que se observa en las maculopatías.
Esta prueba fue fundamental en el diagnóstico
A positivo de la neuropatía epidémica cubana y para des-
cartar simuladores u otras enfermedades, déficit de
color que guardó relación con el daño de la agudeza
visual. En el seguimiento de los casos confirmados, la
visión de colores y la sensibilidad al contraste fueron
las funciones visuales que quedaron más afectadas, lo
que se observó hasta en pacientes que habían recupe-
rado la visión a la unidad.
La afectación del color también se manifiesta en
las retinopatías como la de Stargardt, distrofias de co-
nos y con menos intensidad en otras maculopatías. En
ellas el defecto de la agudeza visual es más intenso
que el del color, a diferencia de las neuropatías en las
que se afecta más el color que la agudeza visual.
En las lesiones retroquiasmáticas se producen de-
fectos de color en la parte del campo visual afectado.
B
Las lesiones del lóbulo occipital que dañan los giros
fusiforme y lingual, pueden causar defectos de color
en el campo contralateral.

Sensibilidad al contraste
El estudio de la sensibilidad al contraste (SC) de
luminosidad es un método psicofísico recientemente
introducido en la clínica oftalmológica que estudia el
mínimo de contraste que deben tener los objetos y su
fondo para ser percibidos. Se expresa en valores que
corresponden al recíproco del umbral al cual puede
ser detectada la presencia de un estímulo visual; ejem-
plo: barras de oscuridad y luz, que se mezclan alterna-
tivamente.
La diferencia de las pruebas de SC con la cartilla
C de AV, es que esta última determina el menor tamaño
de objeto que puede ser visto y usa el mayor contraste
Fig. 6.20. Modelo de las curvas en pacientes con defectos de visión
de colores. A. al rojo (R); B. al verde (V) y C. al azul (A). entre el optotipo y su fondo, mientras que en el estudio
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 111

de SC varía el contraste del mismo hasta determinar o estímulos de gran tamaño (0,5-3 cpg) aumenta en ran-
su umbral. Esto se puede realizar con diferentes ta- gos medios (4-6 cpg) y decrece para las frecuencias es-
maños de estímulos entre los cuales, por lo regular, se paciales más altas, lo que corresponde a objetos de pe-
estudian frecuencias espaciales entre 0,5 y 30 ciclos queño tamaño, como los que se designan como la unidad
por grado (cpg), como se hace también para el estudio de visión. Este tipo de exploración se traduce en la curva
de la AV. El tamaño del objeto y el contraste guardan de la función de la SC, que es más alta en las frecuencias
una relación que se expresa en la curva de sensibili-
espaciales medias, decrece en las frecuencias espacia-
dad a diferentes frecuencias espaciales.
les bajas y mucho más en las altas. Frecuencias altas,
En los últimos años la medida de la sensibilidad al
objeto de pequeño tamaño; medias, de mediano tamaño
contraste ha ganado lugar entre las pruebas de fun-
ción visual y actualmente ha pasado a formar parte de y bajas, de gran tamaño (Fig. 6.21).
los métodos psicofísicos que se usan a diario en la
práctica clínica oftalmológica.
Su medición se llevaba a cabo inicialmente median-
te pruebas realizadas con sofisticados equipos de rayos
catódicos, que consumen gran tiempo; actualmente su
uso se ha simplificado de tal forma que estas medicio-
nes ya se pueden realizar en muy pocos minutos con
alta confiabilidad y muy poco gasto, sobre todo si sola-
mente se miden las frecuencias espaciales más impor-
tantes que componen la curva de SC o su pico. Este es
el caso de los métodos de Pelli Robson y de Cambridge,
que además son muy exactos en su replicación.
El contraste es una propiedad de la visión que se
procesa en paralelo por la retina y vía visual; parte de
Fig. 6.21. Curva de sensibilidad al contraste normal en varias fre-
los fotorreceptores a través de diferentes canales que cuencias espaciales o tamaños.
se forman entre las células retinianas (células bipolares,
horizontales, ganglionares y amacrinas), los cuales son
diferentes a los que procesan la AV y la visión de colo- La SC se suele afectar precozmente y antes que
res; incluso la SC para objetos de diferentes tamaños la AV, por lo que su estudio es muy útil en el diagnós-
es distinta y se procesa por canales separados. Esto tico de distintas enfermedades que pueden dañar los
hace que al estudiar el umbral de contraste de barras medios, la retina o la vía visual y para el estudio minu-
u objetos de variados tamaños, se pueda obtener una cioso de la refracción.
curva para las diferentes frecuencias espaciales que Su curva se puede deprimir toda o en determi-
caracterice a determinados grupos celulares. nada parte, según el tipo de enfermedad que lo pro-
Por lo regular se estudia la SC de frecuencias voca pero por lo regular su pico, que se produce en
espaciales entre 0,5 y 30 cpg. El tamaño de los estí- las frecuencias espaciales medias, es decir, en ob-
mulos depende del ancho de las barras y de la dis- jetos de mediano tamaño, casi siempre se ve afec-
tancia a la que son vistas, como lo es también para el tado en las neuropatías (Fig. 6.22); mientras las que
estudio de la AV. El ancho de las barras, a cualquier afectan a la retina en su área macular (frecuencias
distancia, puede ser expresado como el ángulo que espaciales altas) (Fig. 6.23), necesitan gran con-
ella subtiende sobre el ojo en minutos de arco. Los traste como es preciso para la agudeza visual de
estímulos de 1 cpg tienen un par de barras blancas y objetos pequeños que se estudian en las cartillas de
negras que subtienden cada una 30 min de arco so- agudeza visual. La caída de la curva para objetos
bre retina. Estímulos de 30 cpg, contienen 60 barras de gran tamaño o frecuencias espaciales bajas, es
que miden 1 min de arco sobre retina. poco frecuente, por lo que algunos métodos de exa-
La habilidad del sujeto para detectar por primera vez men rápido de la sensibilidad al contraste de lumi-
el estímulo con contraste bajo que aumenta, es pobre nosidad solo estudian las frecuencias espaciales
para las frecuencias espaciales bajas, es decir, en objetos medias (Fig. 6.24).
112 Oftalmología pediátrica

Prueba de Pelli Robson. Estudia frecuencias espa-


ciales medias cuando el sujeto se coloca a 3 m de distan-
cia, y bajas si lo hace a 1 m. Consta de 16 tríos de letras del
mismo tamaño, que disminuyen en contraste, de la primera
(mayor contraste) a la última tríada (casi invisible por nin-
gún contraste) y se nombran desde el 0-225, de 15 en 15, o
sea, 0,15, 30, 45… hasta 165, 180, 195, 210, 225. El pacien-
te debe leer las letras y la última tríada, en la que al menos
reconozca correctamente 2, será la medida de su sensibi-
lidad al contraste (Fig. 6.25). Santiesteban, en sujetos sa-
nos menores de 50 años, notificó como valores normales
monocular 165 más menos 1 tríada (150-180) y 1 tríada
menos en los mayores de 50 años.
Fig. 6.22. Caída de la curva de sensibilidad al contraste en las frecuen-
cias medias.
Método de VISTECH. Es otro método, algo más
demorado pero que estudia la sensibilidad al contraste en
mayor número de frecuencias espaciales (Fig. 6.26). Usa
el reconocimiento de rayas que ocupan 3 posiciones dis-
tintas del espacio las cuales aparecen en redondeles en
los que el paciente debe identificar correctamente la di-
rección de las líneas de su interior. Se divide en 5 filas
con estímulos de frecuencias espaciales de diferentes
tamaños, de mayor a menor de arriba hacia abajo y 9
redondeles por fila, con mayores dificultades para ser
reconocidas correctamente, pues disminuye el contraste
en cada fila según se avanza hacia la derecha.

Fig. 6.23. Caída de la curva de sensibilidad al contraste en las frecuen-


cias altas.

Fig. 6.24. Caída de la curva de sensibilidad al contraste en las frecuen-


cias bajas. Fig. 6.25. Prueba de sensibilidad al contraste de Pelli Robson.
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 113

Fig. 6.26. Método de sensibilidad al contraste de VISTECH.

Método de Cambridge. Se usa en pacientes con


buena agudeza visual y mide frecuencias espaciales
medias; por lo tanto, estudia el pico más alto de la curva
de sensibilidad, como lo hace también el Pelli Robson a
la distancia de 3 m, mientras que a la distancia de 1 m
mide frecuencias espaciales más bajas y permite ade-
más practicar la exploración en sujetos con mala AV
(Fig. 6.27).
Wilkins, en un estudio en población normal con el
método de Cambridge, refiere que sus valores disminu-
yen en 10 % por cada década de la vida. Para este
autor los valores de sensibilidad al contraste en sujetos
de 10 a 40 años superan los 30 puntos de promedio; en
su muestra no se observan grandes diferencias en pa-
cientes entre 10 y 49 años.
Hardeep Singh encuentra disminución de la SC des-
pués de la quinta década de vida y demuestra que el
cambio del diámetro pupilar en sujetos normales no afecta la
SC, mientras que la midriasis sí aumenta significativamente
la SC en pacientes con catarata y glaucoma.
Fig. 6.27. Prueba de sensibilidad al contraste de Cambridge.
114 Oftalmología pediátrica

Un defecto selectivo a frecuencias espaciales al- laboradores encontraron disminución evidente de la


tas debe ir asociado a la disminución de la AV con la sensibilidad al contraste y de la visión de colores en
cartilla de Snellen y por otra parte, déficit en las fre- pacientes con esta enfermedad que habían recupe-
cuencias espaciales bajas únicamente, es muy raro, rado la visión a la unidad.
por lo que la medida de las frecuencias espaciales También ha sido reportada la utilidad de las prue-
medias constituye un útil, confiable y rápido método bas de SC en el seguimiento de diversas enfermeda-
de despistaje de la pérdida de SC que se ha introdu- des, entre ellas la pérdida visual en el seudotumor
cido en la práctica clínica. cerebral, en la que el estudio de la SC puede ayudar
Esta pérdida puede ocurrir como resultado de un a decidir si se mantiene la terapéutica médica o si se
debe realizar intervención quirúrgica para disminuir
grupo de enfermedades de la retina y la vía visual; lo
la presión sobre el nervio óptico.
que con mayor frecuencia ocurre es una disminución
Las pruebas de SC brindan información precoz y
pareja de la curva de la sensibilidad al contraste, so-
adicional mediante otra forma de exploración que no
bre todo en la zona de su pico, como se puede ver en
es estudiada por la cartilla de Snellen ni por el méto-
la diabetes, neuritis óptica, esclerosis múltiple, glau- do pericampimétrico, lo que permite reconocer des-
coma, catarata, entre otras. En el estudio de casos de su inicio la disfunción del sistema visual y mante-
de neuropatía epidémica de Cuba, la sensibilidad al ner un seguimiento más exacto de las enfermedades
contraste acromática, con el método de Wolf y Ar- que lo afectan; además permite disponer de un ele-
den y la prueba de SC de Pelli Robson, aplicada por mento diagnóstico comparable al potencial evocado
Santiesteban, sirvieron para detectar daño incipiente visual, pero mucho más sencillo y económico.
o residual, pero no fue un indicador sobre qué es- El siguiente algoritmo es recomendado por
tructuras, vías o células se encontraban afectadas. Burde-Savino-Trobe para los defectos visuales de
Por el contrario, en los estudios de visión de colores causa desconocida; combina el estudio con los mé-
en los que el predominio del defecto en el eje rojo- todos de función o psicofísicos y el examen de las
verde sugirieron daño al nervio óptico, Paneca y co- estructuras oculares.
Capítulo 6. Métodos de estudio psicofísicos o subjetivos 115

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Capítulo 7

Estudio del campo visual


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, ROSARALIS PANECA SANTIESTEBAN Y ALBERTO GONZÁLEZ GARCÍA

Según la definición de Traquair “El campo visual es La detección de afecciones del campo visual es
aquella porción del espacio en la cual la percepción de un método diagnóstico muy útil y tan antiguo como
los objetos son vistos de forma simultánea con la mira- Hipócrates, quien en 450 a.C. fue capaz de describir
da fija en una dirección constante” o como también lo un paciente con hemianopsia. Ptolomeo, 300 años des-
definiera de una forma poética “Una isla de visión ro- pués, describió los límites del campo visual y fue olvi-
deada de un mar de ceguera”. Ambas definiciones in- dado durante largo tiempo.
cluyen la visión central que por costumbre se denomina En el siglo XVII reaparece el interés por este tema;
agudeza visual y el resto del campo hasta su periferia, en 1668 Edmé Mariotte describe un área de no visión
hacia la cual decrece la calidad de la visión. dentro del campo, la mancha ciega y demuestra que
Se puede afirmar que esa isla tiene una única y es causada por la entrada del nervio óptico al ojo. Al
gran elevación que representa a la fóvea y en su lado inicio el campo visual se estimaba tomando como cen-
tro a la mancha ciega y no a la fóvea, como quedó
temporal una pendiente menos abrupta que en el lado
definitivamente normado en este estudio.
nasal, donde se encuentra un pozo ciego, aproximada-
En el siglo XIX cobraron importancia los estudios
mente a 15° de distancia del pico de la elevación que
de campo visual y desde entonces se relacionaron con
es conocido como mancha ciega y representa al ner- las características del fondo de ojo recientemente des-
vio óptico (Fig. 7.1). crito y popularizado y la posible enfermedad que oca-
sionaba su cambio. Esto se llevó a la práctica por
Albrecht von Graefe, famoso oftalmólogo considera-
do el padre de la neurooftalmología (Figs. 7.2 y 7.3).
En las definiciones más modernas del campo visual
se introducen los conceptos de sensibilidad y de umbral.
El campo visual se puede definir entonces como el espa-
cio que puede ser percibido por el ojo, con la mirada fija
en un punto determinado, dependiendo de la sensibilidad
que tenga la retina y por lo tanto, de su umbral a los estímu-
Fig. 7.1. Isla de visión cortada por el meridiano vertical 90-270, que
los. La sensibilidad es la capacidad de percibir el menor
deja visible solo el área temporal donde se representa la mancha estímulo, es decir, el más pequeño y menos iluminado y
ciega. está en relación inversa con el umbral del paciente.
118 Oftalmología pediátrica

que da un campo binocular de 120°. Queda un exceden-


te temporal monocular de cada ojo por separado de aproxi-
madamente 30° que suman los 180°, área en que se debe
percibir un objeto con ambos ojos abiertos y mirando al
frente. Esa semiluna de campo temporal tiene su repre-
sentación en el área V1 de la región calcarina
interhemisférica, profundamente situada cerca de la por-
ción posterior del cuerpo calloso; mientras que el área de
visión central lo hace en el polo posterior del lóbulo
occipital. Entre estas 2 áreas, en contigüidad y cada vez
más ventral se sitúa el resto del área cortical visual que
abarca el área del campo entre los 30° y la periferia.
El campo visual se divide en cuadrantes tomando
como punto de referencia la representación de la fóvea
y se trazan 2 líneas perpendiculares que se crucen en
ella: una en el eje de 0 y 180° y otra en el eje de 90 y
270°. Estos son nombrados temporal superior, tempo-
ral inferior, nasal superior y nasal inferior y se corres-
ponden con la división anatómica de las fibras de la
Fig. 7.2. Albrecht von Graefe. vía visual. El campo visual es visto por la retina con-
traria, por lo que fijando con la mácula la mancha cie-
ga estaría en el lado temporal, casi sobre el meridiano
0-180°, entre los 10-20° del centro del campo, lo que
puede variar entre esos rangos interindividuos. El punto
central de fijación representa a la fóvea.
Para su estudio el campo visual se divide
imaginariamente en circulares cada 5 o 10°, que to-
man como eje central al punto de fijación visto por la
fóvea y meridianos que atraviesan al punto central,
por lo que queda dividido en secciones útiles para la
localización de los defectos (Fig. 7.4).
Con esa división imaginaria se puede ubicar un
área de no visión en el cuadrante, el meridiano y la
circular donde se encuentra el defecto visual y hasta
Fig. 7.3. Monumento en honor de Albrecht von Graefe en Berlín. describir su tamaño. Ejemplo, área de no visión o
escotomatosa en el cuadrante nasal superior del ojo
Las isópteras constituyen la unión gráfica de los derecho que abarca la zona comprendida entre el
puntos del campo visual con igual sensibilidad retiniana, meridiano 165 y 135 y las circulares 20 y 40°. Tam-
por lo tanto estas son menores con estímulos peque- bién se describen áreas por su ubicación topográfica y
ños y llegan a los límites periféricos del campo si se relación anatómica, como el área central, paracentral,
usan estímulos grandes y/o con gran iluminación. pericentral, papilomacular, temporal, nasal, entre otras.
El campo visual es mayor en extensión en el lado La indicación del campo visual se debe hacer des-
temporal (91,5°) y en el inferior (75°); los de menor pués de haber hecho la historia clínica oftalmológica
extensión son el nasal (64°) y el superior (55°). Estas con el examen físico y tener un pensamiento clínico
cifras dependen de la distribución no simétrica de las que oriente qué se debe buscar y de ahí la estrategia
células en cada cuadrante de la retina, la configura- que deberá ser usada. Es imprescindible haber explo-
ción de la cara del individuo y del tamaño e ilumina- rado la agudeza visual, corregido los posibles defectos
ción del estímulo utilizado, lo que dibuja isópteras me- refractivos, realizar las pruebas psicofísicas requeri-
nores o mayores pero con igual configuración. das y haber insistido en el estudio de la dinámica pupilar,
El campo visual binocular o que se superpone con el específicamente la prueba del balanceo de la luz entre
del otro ojo es de 60° de cada lado, nasal y temporal, lo ambas pupilas.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 119

Fig. 7.4. Cuadrantes, meridianos, circulares e isópteras del campo visual, según el tamaño e intensidad del estímulo utilizado.

Para interpretar adecuadamente los defectos del cam- diante la observación de los movimientos de búsqueda
po visual se debe tener presente la disposición de fibras que el bebé hace cuando se colocan objetos llamati-
en retina y vía visual y recordar que por el borde tempo- vos en alguna de las áreas de su campo visual sin ha-
ral de la papila entran las fibras del haz papilomacular cer ruido; también por el reconocimiento de objetos
que pertenecen en su mayoría al campo nasal; la entrada que se muestran en diferentes áreas del campo, lo que
de las fibras temporales se produce por los polos de la pueden hacer los niños mayorcitos.
papila y el resto de las nasales por el borde nasal; el El método de estudio se debe adaptar a las carac-
cruzamiento de las fibras nasales en el quiasma, la com- terísticas y edad del paciente. En los lactantes se pue-
posición ipso y contralateral de la vía posquiasmática y de explorar por la respuesta a la amenaza con la mano
las diversas variaciones de lugar que caracteriza el re- que se hace aparecer en diferentes partes del campo
corrido de las fibras posgeniculadas hasta llegar a cor- visual pero ese método no es muy confiable.
teza calcarina (capítulo 4). El lactante realiza movimientos oculares de bús-
El poder detectar una determinada área de no visión queda provocados por estímulos visuales poco des-
o escotomatosa y su directa relación con la anatomía de pués del nacimiento y sigue los objetos de manera len-
la retina y de la vía visual que tienen una exacta organiza- ta desde antes de los 3 meses. En los niños de esa
ción retinotópica, convierte al estudio de campo visual en edad se puede realizar la exploración de forma más
un instrumento de valor para el diagnóstico topográfico y precisa mediante la aparición de objetos llamativos en
en muchas ocasiones etiológico de las lesiones que pue- distintos cuadrantes del campo mientras mira la cara
den afectar estas estructuras. del observador o un objeto al frente. El observador a
su vez mira si aparece la reacción de búsqueda del
niño al hacer aparecer el objeto silente en cada cua-
Registro del campo visual drante de su campo visual o si por el contrario nota la
El estudio del campo visual se puede realizar de for- indiferencia del niño por el nuevo estímulo visual. En
ma rudimentaria con métodos de observación y confron- este último caso se puede interpretar que no lo vio en
tación; de manera más técnica con los métodos cinéticos el sitio que se hizo aparecer el objeto o que el estímulo
o de objetos en movimiento y estáticos, estímulos que que tenía al frente lo motivó a fijarlo y desconocer el
aparecen y desaparecen en un determinado punto del nuevo estímulo. Si el niño busca y encuentra el objeto
campo visual con diferente intensidad luminosa. periférico para traerlo a su fóvea es índice de buena
El estado del campo visual se puede valorar a visión en el área del campo donde se colocó el estímu-
grosso modo, en el niño pequeño que no coopera, me- lo visual. Por lo tanto, si buscó con la mirada el objeto
120 Oftalmología pediátrica

que se le puso en cada uno de los cuadrantes de un distancia comparando el ojo derecho de uno contra el
ojo, se puede inferir que la visión en las 4 áreas de izquierdo del otro. Se trata de detectar cuándo un ob-
campo visual estimulado se conserva. Si no encuentra jeto que el explorador mueve es visto, desde la perife-
el objeto, de suficiente tamaño para ser percibido, ria hasta el área de visión. Ese momento de aparición
mostrado en la periferia de alguno de los cuadrantes, del objeto se compara con el campo de la persona que
se debe repetir varias veces el intento y comparar con confronta. Luego se debe continuar la exploración
lo que ocurre al colocarlo en otros cuadrantes del cam- moviendo el estímulo hacia el punto central o de fija-
po visual que se suponen conservados o compararlo ción, por si deja de ver el estímulo en algún sitio inte-
con lo que sucede en el otro ojo. rior del campo.
En un niño preescolar la visión alcanza sus valo- Se puede decir que la cartilla de Amsler es un
res normales. Para medirla se le puede indicar que
método de comparación utilizado para buscar la de-
imite con sus dedos los que el explorador le muestra
formidad de las líneas de su trazado perfecto de
tal como se hizo para estimar la exploración de la AV,
cuadrículas o la ausencia de algunas de sus partes (se
retirando el estímulo visual a diferentes distancias y
estudiará más adelante).
en cada uno de los cuadrantes del campo. Si existe
En el niño un poco mayor se pueden usar métodos
defecto en la fijación es preciso mostrar los dedos de
forma intermitente o fugaz. La fijación temporal pue- de estudio de campo visual sencillos y rápidos, como
de ser controlada girando la cabeza del niño hacia el el cinético de la pantalla tangente o el perímetro de
lado opuesto, con lo que se sitúa el ojo en abducción y Goldmann, aunque no tan acuciosos como los moder-
queda totalmente imposibilitado de todo movimiento nos métodos estáticos computarizados que solo se
adicional de los ojos hacia fuera; para el campo nasal pueden realizar en niños mayores y muy cooperativos,
esta maniobra es más difícil. con los que se debe trabajar como con el adulto.
La otra maniobra para estudiar a grosso modo el Los métodos cinéticos estudian varias isópteras
campo visual, posible de realizar en escolares, es la de que forman la unión de los puntos de los lugares donde
contar los dedos que el explorador muestra en 1 o 2 cua- se detectan o dejan de ver objetos en movimiento.
drantes a la vez. Contar dedos a la distancia de 50 cm En los métodos estáticos aparecen estímulos lu-
equivale a visión de 0,1, que es la que se tiene a los 10 o minosos de forma y posición fija con determinada ilu-
20° del centro del campo donde se debe colocar el estí- minación que se reconocen según la sensibilidad y el
mulo; a más de 20° de excentricidad la visión desciende umbral de cada punto explorado de la retina. En los
a 0,05. La visión estimada a 10° del punto de fijación es la niños que cooperan pero con dificultad para mantener
décima parte de la visión foveal, que es de la unidad. la atención se prefieren los programas estáticos de
Mediante la presentación sincrónica de estímulos menos tiempo de ejecución, como los supraumbrales,
visuales es posible obtener una respuesta similar a la aunque menos acuciosos. Ambos se basan en la
de otros fenómenos de extinción, es decir, que al exa- sensibilidad de diferentes puntos de la retina.
minar solamente el campo defectuoso este aparece La sensibilidad retiniana puede estar disminuida en
intacto pero con la estimulación simultánea queda des- grados variables y producir escotomas absolutos cuan-
enmascarado el defecto. do en el área del campo en cuestión no se ve el estímulo
La comparación de las manos es otra prueba sen- a pesar de ser grande y bien iluminado y escotomas
cilla que estudia el campo visual y es útil sobre todo en relativos cuando se ven estos tipos de estímulos pero no
defectos groseros como las hemianopsias. Se deben se reconocen los de menor tamaño e iluminación.
presentar ambas manos, una a cada lado del meridia- La sensibilidad retiniana puede variar por factores
no vertical, en los cuadrantes superiores e inferiores e físicos o subjetivos, lo que se puede percibir en el es-
indagar con el paciente si se ven igualmente nítidas las tudio de las diferentes isópteras.
2. También la comparación de índices coloreados en Factores físicos que influyen en el campo visual:
lados opuestos del meridiano vertical puede descubrir – Tamaño e iluminación del estímulo: a mayor ta-
una sutil hemianopsia por lesión de la vía en la región maño e iluminación las isópteras llegan más a la
quiasmática o retroquiasmática. periferia.
El campo visual por confrontación con el del ex- – Duración de la presentación del estímulo: un
plorador es un método que requiere de entendimiento estímulo se debe presentar un mínimo de tiem-
y cooperación. Se realiza a algo menos de 1 m de po para ser percibido.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 121

– Luminancia del fondo y adaptación a la luz u cia adentro. Por ello en los afáquicos se debe
oscuridad: si existe poca luminancia del fondo, explorar con lentes de contacto.
el estímulo tendrá mayor contraste y será más
fácil de ser percibido pero la prueba es menos Las isópteras son líneas curvas imaginarias que
sensible para detectar anomalías. unen los puntos de igual sensibilidad retiniana; varían
– Color del estímulo y del fondo: si el estímulo en extensión según el estímulo utilizado y son mayo-
tiene un color oponente con el de su fondo, tam- res con estímulos de más tamaño e iluminación, como
bién es más fácil de ser percibido pero estimula se muestra en la gráfica de campo visual con perí-
preferentemente a determinados tipos de foto- metro tipo Goldmann (Fig. 7.5).
rreceptores.
– Posición de otros objetos en el campo visual:
otro objeto en el campo visual puede distraer la
atención o hacer que se lleve a cabo un cambio
de fijación hacia el nuevo objeto.
– Opacidades de los medios: las opacidades de los
medios actúan restando iluminación al estímulo y
dando isópteras contraídas, supuestamente.
– Atención y criterio subjetivo de detección: deci-
sivo para la correcta respuesta.
– Diámetro pupilar: la midriasis aumenta los lími-
tes del campo y la miosis los disminuye.
– Las ametropías: las ametropías mayores de 3
dioptrías modifican la posición de la mancha cie-
ga. En los miopes la mancha ciega se encuentra
desplazada hacia afuera y es de mayor tamaño.
En los hipermétropes el campo visual está algo
más reducido con mancha ciega desplazada ha-

B
Fig. 7.5 A. Perímetro de Goldmann; B. Gráfica de campo visual con diferentes isópteras según sumas.
122 Oftalmología pediátrica

Las isópteras aparecen relativamente contraídas explorado y con la frecuencia temporal. La cronoperi-
al disminuir la luminosidad del índice, cuando existe metría estudia el campo periférico al medir la diferen-
opacidad de los medios y también en el estado de cia que existe entre el momento del reconocimiento o
miosis. desaparición de un estímulo que se mueve a velocidad
El campo visual se divide para su estudio en constante de la periferia al centro y de centro a peri-
campimetría, cuando se exploran los 30° centrales y feria; si la diferencia llega a ser mayor de 10°, indica
perimetría cuando se estudia el resto. afectación periférica.
Los métodos de estudio del campo visual tecnifica-
dos son de 2 tipos: cinéticos o también llamados diná- Métodos de estudio del campo visual:
micos y los estáticos. – Confrontación: contar dedos o mover la mano
Método cinético. Consiste en la exploración me- en los 4 cuadrantes. Estímulos simultáneos y
diante el reconocimiento de un objeto en movimiento dobles son preferibles
que entra, sale o permanece moviéndose en la exten- – En niños pequeños la observación
sión dentro del campo visual correspondiente, cuya for- – Cinético o dinámico: pantalla tangente de
ma varía según el tamaño e iluminación del estímulo Bjerrum, autoplot, perímetros de cúpula ma-
utilizado. Es mediado generalmente por las células nuales, automáticos, entre otros
ganglionares de la retina tipo M o magnocelular, sobre – Estático: perfil, circular, general, programas con
todo en la periferia. áreas definidas o predeterminadas. Sus máxi-
Método estático. Se basa en la presentación mos exponentes Humphrey serie 700 y Octopus
de estímulos estacionarios en una serie de posicio-
nes, generalmente en algunas circulares o en distin- Campo visual cinético o dinámico
tos meridianos del campo. En ese último caso mide
el perfil o sección de sensibilidad de la isla de visión Pantalla de Bjerrum
como si la cortara con un cuchillo que pasara por la
La pantalla tangente de Bjerrum es uno de los mé-
cima. Es muy útil para el estudio del campo visual
todos más antiguos pero que mantiene su vigencia en
por dentro de los 30°, área que es mediada preferen-
el estudio campimétrico, sobre todo para una estima-
temente por las células ganglionares parvocelulares
ción rápida del estado del campo visual en pacientes
o vías P. Estas formas de exploración están reunidas
que cooperan poco. En ella se representan los 30°
en los perímetros de cúpulas pero el método estático centrales a la distancia de 1 m de la pantalla, lo cual
está limitado en los niños por el tiempo que consume puede variar si se acerca al paciente a medio metro
y la máxima atención que debe prestarse al examen para duplicar el área explorada, 60°, o se aleja a 2 m
en todo momento. reduciendo entonces la representación del campo a
Estos estudios se deben realizar explorando al los 15° centrales. A la distancia de 1 m los escotomas
menos 12 meridianos. A cada lado del meridiano ver- aparecen 3 veces más grandes que en el perímetro,
tical, 2, arriba y abajo; 2 a cada lado del meridiano de aquí que se haya preferido este tipo de instrumento
horizontal, nasal y temporal y 1 en el centro de cada en el estudio del campo central hasta la aparición de la
cuadrante. Además se exploran las áreas centrales y perimetría estática.
de mayor interés según la enfermedad que se sospe-
che, por lo que no se debe hacer un campo visual sin Distancia:
tener esto en cuenta, así como la visión central corre- Recordar que en los perímetros a 33 cm se
gida y las posibilidades de respuesta del paciente. En representan los 90° del campo
los últimos años la computarización y el registro auto- A 0,5 m se representa 50-60°
mático de la fijación le abrieron las puertas al examen A 1 m se representa 25-30° de campo
estático del campo visual. A 2 m se representa 12,5-15°
Existen otros métodos menos usados como la
perimetría de centelleo que combina la técnica estáti- La pantalla tangente es la representación de un área
ca con la frecuencia crítica de fusión para cada punto del campo visual confeccionada por lo regular en tela
Capítulo 7. Estudio del campo visual 123

de fieltro negro, con tamaño algo mayor que 1 m2; tiene La mancha ciega se debe explorar con estímulos
trazados, en pespuntes negros sin brillo, las circulares de 5-7 mm de tamaño y la periferia con estímulos de 1
cada 5° y los meridianos cada 15 o 30°. Se encuentra o 3 mm. En la gráfica se debe reflejar el tamaño del
marcada dentro de ella la mancha ciega de Mariotte, estímulo utilizado y a la distancia a que se realizó la
que no es más que un escotoma fisiológico que repre- prueba; ejemplo: 3/1000, cuando se usó un estímulo de
3 mm a la distancia de 1 m.
senta a la papila; está ubicada en la zona temporal entre
Otro accesorio es la varilla que debe ser de color
los 12 y 18° del centro. El punto de fijación se repre-
negro mate y se puede cubrir con una funda de fieltro
senta mediante un pequeño punto central blanco que negro para hacerla menos visible; la iluminación de la
debe ser visto por la fóvea y que puede ser aumenta- pantalla se proyecta de forma uniforme por encima y
do de tamaño en caso de mala fijación debido a por detrás del paciente y debe ser de 7 bujías pie.
escotomas centrales (Fig. 7.6). En la exploración, el campo se marca directamen-
te en el gráfico por un ayudante o con alfileres negros
mate a medida que se examina y luego se transporta
al registro gráfico midiendo con la regla tangente o
remitiéndose a los puntos marcados en la pantalla.
Generalmente es aconsejable comenzar el exa-
men de rutina a 1 m; esta distancia amplia los escoto-
mas como para permitir su detección con relativa
facilidad, a la vez que abarca entre los 30 y 35° del
campo, lo que es suficiente para incluir a la mayoría
de los defectos periféricos. El tamaño del punto de
fijación empleado depende de la agudeza visual eva-
luada por medio de los optotipos de Snellen. Los
escotomas centrales de 5° se suelen ver con visio-
nes de 0,1. Si no ve el punto de fijación central en
pantalla tangente ni después de aumentar el tamaño
de ese punto en casos de muy mala visión, usar la
propiocepción. Si la agudeza visual es pobre, buscar
siempre escotoma central.
Fig. 7.6. Pantalla tangente de Bjerrum.
Después de instruir al paciente y de convenir un
sistema de señales verbales o manuales, se puede co-
La pantalla tangente tiene diferentes aditamentos menzar el examen del campo visual sobre la pantalla
como la mentonera, donde el paciente apoya y fija la tangente.
barbilla, estímulos de varios tamaños de 1-40 mm (1,
Se recomienda que primero se ubique la mancha
3, 5, 7, 10, 20, 40 mm) y de colores como blanco, azul,
ciega, lo cual se debe hacer con estímulos de 5-7 mm.
rojo y verde. El ojo explorado debe estar en línea rec-
Luego es preciso trazar cuidadosamente su contorno
ta con el centro de la pantalla.
La exploración comienza con estímulo de color en busca de una prolongación o aumento, haciendo un
blanco y si con este el campo es normal, se debe ex- mapeo desde lo no visto a lo visto.
plorar con los estímulos coloreados. En el caso de no A intervalos regulares se debe hacer desaparecer
ser observados los estímulos en un área determinada el estímulo cambiando rápidamente la posición de la
del campo, se puede hablar de un escotoma, que será varilla; si se utilizan índices pequeños esféricos estos
absoluto si no es visto con los estímulos blancos o re- deben estar colocados sobre uno de los lados de la
lativo si es visto con estímulos blancos y no con los varilla. La repentina rotación de esta causa la desapa-
coloreados. Para el estudio con colores se debe de rición del índice y si el paciente está atento percibe la
recordar que los límites del campo visual varían, los pérdida del estímulo.
azules son 20° menos que el blanco, le sigue el rojo y Cuando se reanuda el examen el índice debe ser
luego el verde (BARV), que es el que tiene un campo presentado lentamente mientras permanece en la mis-
menor, aunque los valores exactos dependen en la ma área de la pantalla tangente; el paciente debe de-
pantalla tangente del tamaño del estímulo utilizado. tectar una vez más su presencia.
124 Oftalmología pediátrica

Usar estímulos de 1 mm en periferia si la agu-


deza visual es de 0,8 o mejor
Mapear la mancha ciega con 5 o 7 mm
Si la visión es pobre, aumentar el tamaño del
punto de fijación y el estímulo

Los puntos de desaparición y reaparición son se-


ñalados con los alfileres negros para que se puedan
percibir los contornos del campo o el crecimiento del
defecto a medida que avanza el examen. Si en cual-
quier momento del estudio aparece un área defectuo-
sa, esta debe ser explorada inmediatamente para de-
terminar en detalle su tamaño, forma y densidad. La
densidad del escotoma permite clasificarlo en absolu-
to y relativo (Fig. 7.7).

Fig. 7.8. Escotoma central en pantalla tangente a diferentes distancias.

Auto-plot
Fig. 7.7. Escotomas absolutos y relativos para la pantalla tangente. El Auto-plot es una pantalla tangente cuyo estí-
mulo es una luz proyectada que se controla mediante
La pantalla tangente tiene la ventaja de ser muy el pantógrafo y se utiliza también para realizar
versátil, abarca diferentes áreas según a la distancia campimetría. Está constituido por una pantalla gris, que
que se encuentre el paciente de la misma y el examen hace que el contraste del fondo con el estímulo sea
se puede realizar rápido si se define bien qué es lo que menor, y el proyector mencionado. Su pantalla tan-
se busca y si la persona que lo realiza tiene suficiente gente es de 1 m2 de plástico vinílico y está marcada
experiencia. Generalmente la pantalla se coloca a 1 m muy tenue. El movimiento del estímulo se controla
de distancia y en ella están contenidos los 30° centra- mediante el brazo del pantógrafo que traza el campo
les en 1 m de fieltro negro. Si se conoce que a 0,5 m la sincrónicamente con el desplazamiento del estímulo
representación del campo que cabe en el metro de proyectado. Tiene como ventajas que el paciente al-
fieltro es de 60° y a 2 m de distancia es de 15°, al canza una visión despejada de la pantalla sin el explo-
variar la distancia del niño con respecto a la pantalla rador que lo puede distraer dentro de su campo de
debe variar la representación en el tamaño de los mirada y el médico puede observar la fijación del pa-
escotomas y de la contracción concéntrica (Fig. 7.8). ciente en todo momento. El tamaño del índice se pue-
Uso de la pantalla a diferentes distancias: de cambiar rápidamente y el estímulo puede desapa-
Si se sospecha contracción concéntrica por his- recer a voluntad. Esto también se puede lograr sobre
teria o simulación, variar la distancia de 1 m cualquier pantalla tangente, gris o negra, mediante el
A 0,5 m el escotoma disminuye de tamaño y la uso de linternas con índices cambiantes que maneja el
reducción concéntrica aumenta en comparación explorador desde sus propias manos.
con la pantalla situada a 1 m de distancia La perimetría estudia el campo visual hasta sus
A 2 m el escotoma aumenta de tamaño y la límites. El perímetro ideal sería la mitad de una esfera
reducción concéntrica parece menor hueca con un radio de curvatura de 1 m como mínimo,
Capítulo 7. Estudio del campo visual 125

con el ojo del paciente en el centro de la esfera y el


médico dentro de ella pero con la posibilidad de obser-
var la fijación, atención y reacciones del paciente. El
examen con la pantalla tangente es similar al que se
efectúa con el perímetro pero es plano.

Perímetros de cúpula tipo Goldmann


La utilización en la perimetría de estímulos con
índices cambiantes en superficie y luminosidad que
guardan una relación proporcional y el uso de la
hemiesfera o cúpula iluminada graduable para proyec-
tar los estímulos, ampliaron las posibilidades del estu-
dio, lo que logró Goldmann al diseñar su útil perímetro
en la década de 1940; este continúa siendo el más
utilizado para los estudios cinéticos que después se le
adicionaron.
Los perímetros de cúpula tienen la esfera iluminada
y trabajan con el umbral diferencial que no es más que
la posibilidad del sujeto de detectar la aparición de un A B
punto un poco más iluminado que el fondo en que este
estímulo aparece, lo que supera al estudio en pantalla Fig. 7.9 A. Índices de tamaño e iluminación del perímetro de Goldmann;
B. Tabla de Pitágoras.
tangente. Su brazo de proyección permite movimientos
libres que facilitan entrar en un escotoma y mapear sus
contornos saliendo de dentro de él, desde área no vista También se usan letras para subdividir las inten-
a área vista. sidades luminosas; esta relación de superficie e in-
En estos equipos que trabajan en condiciones tensidad se describe como una fracción que lleva en
fotópicas se toma en consideración el umbral diferencial el numerador el índice de superficie y en el denomi-
o diferencia en luminosidad que existe entre la luminancia nador el de luminosidad. Las distintas combinacio-
del fondo y estímulo para que se pueda percibir este últi- nes de estos índices permiten dibujar varias isópteras
mo. El umbral está en relación inversa con la sensibilidad que son más extensas según mayor es la suma em-
retiniana que, por lo tanto, es mayor cuando menor es el pleada (Fig. 7.10).
umbral necesario para que el objeto sea visto, siempre
que tenga la misma sensibilidad espectral.
Es conocido que la sensibilidad de la retina es dis-
tinta en cada punto, que disminuye del centro a la pe-
riferia y el umbral es mayor según se aleja del centro;
también el umbral de luminosidad disminuye cuando
aumenta la superficie de retina iluminada, debido a que
la agrupación de varios fotorreceptores permite una
mayor percepción del estímulo, lo que se conoce como
sumación espacial.
Estos tipos de perímetros poseen diafragmas que
sirven para graduar la superficie de los estímulos y
están designados por lo regular en números romanos
en orden ascendente, según aumenta el tamaño del
índice; usan además filtros de distintas densidades que
hacen variar la intensidad de los estímulos; estos son
designados con números arábigos en orden ascenden-
te según aumenta la luminancia del índice (Fig. 7.9). Fig. 7.10. Escalas de iluminación.
126 Oftalmología pediátrica

Las isópteras trazadas con diferentes índices cuya


suma sea igual, deben coincidir. Esta es la expresión
de lo que se conoce como sumación espacial.
En la gráfica se dibujan todas las isópteras que se
exploran y se destacan con colores o líneas de puntos
diferentes o continuos, lo que debe corresponder a la
tabla de Pitágoras (situada hacia abajo y a la derecha
del gráfico) en la que se muestran estos índices en
columnas de números romanos los referentes al ta-
maño y en números arábigos y en filas horizontales los
referentes a la intensidad del estímulo.
Si se adiciona el valor de los índices de tamaño y
luminosidad se puede hablar de sumas que van a tener
la misma extensión del campo, si el resultado de la
suma es igual, independientemente de que no sean los
mismos índices; ejemplo: suma 4, se puede tratar de
estímulos I y 3, II y 2 o III y 1.
El control de fijación se lleva a cabo mediante la
observación directa a través de una mirilla que permi-
te además medir el diámetro pupilar (Fig. 7.11).
Al uso del umbral diferencial, el estudio cuantitati-
vo, la sumación espacial y el control de fijación se ha
adicionado el movimiento libre del brazo del perímetro
que admite realizar un mapeo de un escotoma en to-
das sus direcciones. Ello permite detectar con preci-
sión escotomas que se pueden definir como: región
con sensibilidad a la luz disminuida o menor que en el
área circundante o sensibilidad perdida.
Antes de comenzar la exploración se le explica
al paciente cómo se realiza la prueba. La ilumina-
ción de la cúpula debe ser calibrada previamente.
Se sienta al paciente frente a la esfera que debe
permanecer encendida para preadaptarlo a la luz
Fig. 7.11. Perímetro de Goldmann con mirilla para el control de la
por breve tiempo, mientras se ocluye el ojo de peor fijación en negro.
visión para empezar por el de visión más conserva-
da. Luego se le coloca al paciente en posición y se se determine usar, moviendo el estímulo con una ve-
mide entonces el diámetro pupilar a la vez que se locidad de 2-5° por segundo. Se exploran un mínimo
chequea la fijación. de 12 meridianos por isópteras, 2 a la izquierda y
Una buena perimetría dinámica debe estudiar derecha de los meridianos 0-180 y 90-270, así como
como mínimo de 3-4 isópteras y 12 meridianos. Se los 4 oblicuos 45-135-225 y 315. El primer mapeo
comienza buscando el umbral general del paciente, de la periferia con el estímulo mayor le permite al
lo que se puede hacer determinando la suma de índi- paciente familiarizarse con la prueba y entrenarse
ces menores con que el paciente ve el estímulo que para el estudio de las isópteras menores. Seguida-
se le presenta en los 4 meridianos principales, equi- mente se usan otros índices y se conforma el resto
distante 25° del centro o la suma menor que pasa por de las isópteras según las sumas de los índices o
fuera de la mancha ciega. estímulos utilizados hasta llegar a explorar la más
Determinada la suma menor con la que el pa- interna que es la más cercana al umbral. La man-
ciente vio los 4 puntos presentados, a 25° del centro, cha ciega debe ser mapeada siempre con la suma
se comienza la exploración con la suma mayor que menor que pase por fuera de ella; sus límites deben
Capítulo 7. Estudio del campo visual 127

estar entre los 9 o 10 y los 20 o 21° del centro, entre Escotomas. Los escotomas que se detectan con
los meridianos 30 y 345. En mayores de 50 años de el perímetro de Goldmann deben ser mapeados des-
edad la mancha ciega solo se incluye en la isóptera de el área de no visión hasta el área de visión en
trazada con estímulos suma 3. todas las direcciones. Cuando se encuentra un área
escotomatosa se debe tratar de salir de ella en todas
Características de los perímetros de Goldmann:
las direcciones posibles a fin de delimitar bien sus
– Exploran todo el campo visual
– Se puede observar la fijación del paciente contornos.
– La cúpula es una esfera iluminada que guar- Los escotomas pueden ser absolutos cuando el
da relación con la iluminación del estímulo paciente no ve algún tipo de estímulo en dicha área y
– Los estímulos cambian en tamaño, color e in- relativo cuando logra ver el estímulo al aumentar la
tensidad luminosidad del mismo.
– Se pueden hacer exámenes estáticos manua- Se habla de contracciones cuando ni con la máxi-
les si se dispone de los aditamentos necesa- ma suma de tamaño e iluminación del estímulo se al-
rios que por lo regular acompañan a estos canzan los límites periféricos del campo visual.
perímetros Se habla de depresiones cuando es preciso usar
estímulos mayores de suma 6 para llegar a la máxima
Ventajas de la perimetría cinética de Goldmann: periferia y las isópteras internas están más reducidas.
– Es muy versátil, flexible y fácil de realizar Las depresiones pueden ser sectoriales, como en los
– Muy buena en la detección de reducciones verdaderos defectos escotomatosos o generalizadas,
concéntricas y defectos hemianópticos como se observa en pacientes con opacidades de los
– Muy efectiva en la exploración de campo visual medios que disminuyen la intensidad del estímulo que
por fuera de los 60° centrales llega a retina.
Desventajas: El uso de la exploración con diferentes sumas per-
– Necesita un personal bien entrenado mite además estudiar los bordes de un defecto de cam-
– Muy dependiente del operador po. Si todas las isópteras caen en el mismo sitio, inde-
– Suele ser demorada
pendientemente de las sumas mayores o menores
– Difícil cuantificar los resultados
empleadas, se dice que los bordes son abruptos y si lo
– Baja sensibilidad para la detección de escoto-
hacen a diferentes niveles, es decir, más alejados se-
mas relativos incipientes
gún aumenta la suma, se dice que los bordes son en
declive (Fig. 7.12).
Pasos para realizar el campo visual dinámico
Este detalle en la exploración permite determinar
en perímetro de cúpula:
el criterio de evolución, ya que los bordes abruptos
– Calibrar la esfera con el estímulo V/4 e.
son típicos de lesiones no activas y los bordes en de-
– Preadaptar a la luz con la esfera encendida
clive hacen pensar en lesiones en evolución, tanto en
mientras se ocluye el ojo de peor visión
avance como en regresión.
– Chequear fijación; 3 min después medir diá-
Un aditamento especial que poseen los equi-
metro pupilar y anotarlo
pos de cúpula como el Goldmann, permite el estu-
– Poner corrección de lejos y de cerca y quitar la
dio de la función foveal en pacientes con mala vi-
de cerca cuando se exploran isópteras que pa-
sión central, lo que se logra desplazando el punto
sen por fuera de los 30°
de fijación a otro sitio de la esfera y convirtiéndola
– Si la AV es mala, empezar por periferia y redu-
en 4 puntos equidistantes al centro al cual debe
cir sumas
mirar el paciente.
– Con escotomas centrales se pueden tener
Los escotomas de 5° centrales se suelen ver con
isópteras suma 3, (I/2) normales alrededor del
visiones de 0,1. Si no ve el punto de fijación central al
defecto
igual que en la pantalla tangente, se debe aumentar su
– Si la suma I/1 es normal es raro que la periferia
tamaño y en casos de muy mala visión, usar la
sea anormal. Excepciones: retinosis pigmentaria,
propiocepción. Si la agudeza visual es pobre, buscar
algunas atrofias ópticas, hemianopsias, entre otras siempre escotoma central.
128 Oftalmología pediátrica

Fig. 7.12. Caída del campo visual: A. En bordes abruptos; B. Bordes en declive.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 129

El tipo y forma de los escotomas, junto al examen Campo visual estático


de capas de fibras en el nervio óptico, tiene gran valor
Para el método estático, que tanto tiempo emplea
diagnóstico.
Según la localización de los escotomas se les de- realizarlo de forma manual, la computarización ha cons-
nomina: tituido un gran avance. El campo visual estático
– Centrales computarizado es muy útil para detectar pequeños y
– Paracentrales sutiles defectos. Requiere de cooperación pero me-
– Centrocecales nos experiencia por parte del perimetrista en compa-
– Anulares ración con los métodos cinéticos. Los estudios estáti-
– Aumento de mancha ciega cos computarizados detectan con gran precisión los
– Arciformes valores umbrales para cada punto explorado. Traba-
– Reducción concéntrica jan con estímulos umbrales y también supraumbrales
– Sectoriales y con grandes bases de datos de sujetos normales,
– Hemianópticos, entre otros según la edad, lo que da un gran poder estadístico para
interpretar los resultados.
Cartilla de Amsler Entre sus desventajas se puede decir que es una
prueba algo tediosa que hace perder atención al pa-
La cartilla de Amsler es una técnica de campo
ciente, aunque se pueden intercalar pausas para el
visual supraumbral muy sencilla que estudia 20° cen- descanso cuando este lo desee y estimularlo periódi-
trales a distancia de 30 cm. Consiste en una gradilla camente con alguna grata observación.
de rayas horizontales y verticales que forman una cua- Existen sencillos equipos de campo visual estáti-
drícula y un punto central al que se debe mirar y tratar cos semiautomáticos, como el analizador visual de
de percatarse si observando al centro el punto de fija- Friedman que realiza el estudio del campo visual ma-
ción está presente o las rayas de la cuadrícula apare- nualmente pero con multiestímulos mediante 2 progra-
cen deformadas. Se puede sensibilizar con gafas po- mas, uno corto y otro largo, lo que posibilita mayor
larizadas. En caso de no poder percibir el punto de rapidez que los manuales simples; usa estímulos blan-
fijación se debe tratar de un escotoma central por po- cos y coloreados y explora la frecuencia crítica de
sible lesión del nervio óptico. Si aparece el punto cen- fusión en el punto de fijación central que representa a
tral pero las rayas se deforman, se debe pensar en la fóvea. La forma manual de la perimetría estática se
encuentra en desuso por el tiempo que consume.
edema macular. Con este método se pueden detectar
A pesar de la independencia parcial del paciente
lesiones paracentrales y del haz papilomacular; es de
con el operador en los métodos estáticos computarizados,
uso fácil para chequeo individual del paciente que tie- es recomendable que en ninguna de las variantes del
ne riesgo de enfermedades que puedan afectar esa campo visual el paciente se deje solo y que sea obser-
área del campo visual (Fig. 7.13). vado constantemente, al menos los primeros minutos.
Los métodos estáticos trabajan con estímulos de
igual tamaño que cambian en luminosidad y aparecen
quietos en cualquier lugar del campo. Algunos de es-
tos equipos automáticos de campo visual estáticos tie-
nen programas que realizan estudios dinámicos y que
se pueden superponer en el gráfico para hacer más
acucioso el examen.
El control de la fijación se logra por un sensor foto-
eléctrico o haciendo aparecer estímulos sobre el área de
la mancha ciega, que de ser correcta la fijación, no de-
ben ser vistos. Algunos equipos tienen un programa para
conocer cuán consistentes son las respuestas del paciente
mediante el hecho de determinar el umbral de un mismo
punto 2 veces y midiendo la coincidencia de las respues-
Fig. 7.13. Cartilla de Amsler. tas a estímulos iguales proyectados en el mismo punto.
130 Oftalmología pediátrica

Los equipos estáticos son de 2 tipos: los que pro- fijos o estáticos dentro del campo visual que pueden
yectan un haz de luz sobre la cúpula iluminada o los llegar a su nivel umbral (Fig. 7.14).
que trabajan con puntos de diodos emisores de luz que
se encuentran sobre la cúpula y se encienden en el
instante en que deben hacerlo.
La cúpula se calibra automáticamente y la mayo-
ría usa la misma iluminación de fondo que el perímetro
de Goldmann que es de 32 apostilbios (asb). El estí-
mulo más usado es redondo, de 4 mm de diámetro,
que es el equivalente al tamaño III del perímetro de
Goldmann. Algunos equipos tienen el equivalente a
estímulos de tamaño V para pruebas a pacientes con
baja visión. Los estímulos son de color blanco pero
también pueden ser coloreados, lo que facilita el estu-
dio foveal con el rojo o el verde y los de glaucoma con Fig. 7.14. En busca del perfil de la isla de visión con estímulos estáticos.
fondo amarillo y estímulos azules.
La intensidad de los estímulos se mide en apostilbios Los métodos estáticos detectan con precisión los
y los resultados de los pacientes son expresados en valores umbrales para cada punto explorado. Se puede
decibeles (dB), que es una medida relativa de visión pues realizar de forma manual o automatizada. En circulares,
mide la sensibilidad de cada punto explorado de la retina. perfiles de la isla de visión o áreas prediseñadas, según lo
La unidad logarítmica equivale a 10 dB, por lo que
que se desea buscar o explorar; ejemplo: mácula, áreas
1 dB es una décima parte de una unidad logarítmica.
arciformes, hemicampos, entre otros que pueden ser fa-
Los resultados se expresan en decibeles, indican la
bricados o diseñados para cada caso por el explorador.
reducción de luz en unidades logarítmicas y están re-
La diferencia entre los métodos estáticos y dinámi-
lacionados con la sensibilidad de la retina explorada.
cos se observa en la figura 7.15 que muestra esquemá-
Los decibeles cambian su valor en dependencia de la
máxima intensidad luminosa utilizada y la iluminación ticamente en A, B y C el estudio del campo visual de
de fondo de la cúpula, por lo que la medida es particu- forma dinámica y en D y E de forma estática.
lar para cada tipo de equipo. Cero unidades logarítmicas La estrategia de estudio que más se usó fue la
o ningún decibel equivalen a no haber reducido la in- perimetría estática manual diseñada por Almaric para
tensidad de luz máxima de los estímulos de ese equipo el estudio del glaucoma. Esta explora 72 puntos en las
y si ni así el paciente lo vio, ese punto se puede consi- circulares de 5, 10 y 15°. Actualmente esta estrategia
derar un área de escotoma absoluto. se encuentra incluida en algunos de los nuevos pro-
Los estudios de campo visual estáticos son los que gramas computarizados.
más se usan en la actualidad. Por lo regular trabajan Para estudios evolutivos de lesiones que deben ser
con estímulos de un mismo tamaño e iluminación va- seguidas o no mejoran se puede comenzar muy cerca
riable; estímulo que es repetido y aparece en diferen- del valor umbral que tuvo en el estudio anterior. Tam-
tes puntos del campo visual pero no seguidamente en bién se puede explorar el umbral de la fóvea en enti-
el mismo punto y si no es visto vuelve a ser estudiado dades que la afecten aunque no exista visión útil para
en otro momento. En la preparación para el estudio fijar al centro, como se hacía con el método estático
del campo visual se deben seguir los siguientes pasos: manual. La sensibilidad foveal está en relación con la
– Seleccionar la prueba y el ojo a explorar. agudeza visual. Si la AV es de 20/20, la respuesta de
– Introducir los datos del paciente. la fóvea debe ser de 30 ciclos por segundo.
– Ajustar los parámetros de la prueba. Los perímetros estáticos buscan el umbral de forma
– Colocación de las lentes correctoras. automática en los 4 cuadrantes. El umbral, que es la sen-
– Instruir al paciente. sibilidad de los puntos de la retina, se define como el estí-
mulo que tiene el 50 % de las posibilidades de ser visto y
La instrucción del paciente es básica para realizar depende del tamaño del estímulo, la iluminación de fondo,
la prueba pues requiere de atención y precisión, lo que la edad y la localización en el campo. El umbral disminu-
no se alcanza si el paciente tiene dudas acerca del ye con la edad y según se aleja del centro, por lo que se
procedimiento. Con estos métodos se exploran puntos requiere más luminosidad para ser percibido.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 131

Cada punto de la retina tiene un valor umbral nu-


mérico en decibeles, para el individuo sano, que se
calcula en dependencia de la edad, tanteando en el
perfil de la isla de visión con estímulos levemente por
encima del umbral (vistos); después bajando la inten-
sidad hasta que no sea percibido y volviendo a incre-
mentar la luz progresivamente en pasos de menor cuan-
tía hasta ser percibido nuevamente para completar el
tanteo. Los pacientes cuyos valores caen fuera del
rango de 95 % de la población son considerados anor-
males. Esa comparación la hacen estos equipos
automáticamente.
La estrategia umbral consiste en determinar la
menor intensidad de iluminación a la cual un estímulo
puede ser visto. La adecuada detección del umbral,
para el trabajo siguiente de explorar punto a punto gran
parte del campo, ahorra tiempo y aumenta la calidad
del examen.
Esta forma de exploración conocida como estudio
estático umbral o campo visual cuantitativo es la me-
jor para medir con exactitud la sensibilidad retiniana.
Su desventaja es la demora, ya que cada ojo es exa-
minado durante 15 min, por lo que el estudio total, des-
de que el paciente empieza a ser atendido, tarda casi
media hora pero puede ser mayor si las respuestas
son inconsistentes y hay que rechequear múltiples pun-
tos. Es por ello que para chequeos en la población
supuestamente sana o en otras condiciones que impi-
dan un estudio demorado, como en los niños, se apli-
can las técnicas supraumbrales que consisten en co-
nocer el umbral general para la edad y estimular con
iluminaciones algo más fuertes pero cercanas a este
umbral, las cuales deben ser vistas si el sujeto tiene un
campo visual normal.

Métodos supraumbrales
Exploran y detectan la superficie de la isla de vi-
sión calculada de acuerdo a las características de cada
paciente con respecto a la base de datos. Los puntos
son clasificados como vistos y no vistos.
La estrategia de registro de los puntos a estu-
diar se hace con intensidades superiores a 6 dB
sobre el umbral que corresponde para la edad, los
Fig. 7.15. Estrategia de campo visual cinético (normal y anormal).
que de ser ignorados en 2 presentaciones se decla-
A, B y C. El estímulo se trae desde el área de lo no visto, en la ran como puntos de defecto. Estos pueden ser con-
periferia, hacia el área de lo visto. D y E. Estrategia del campo visual siderados como relativos si son vistos al incremen-
estático (el estímulo se presenta en sitios fijos predeterminados con
intensidad variable). El estímulo aparece en el mismo sitio con ma- tar la intensidad del estímulo con 10 000 asb y
yor intensidad cada vez. como absolutos si ni así logra verlos (Fig. 7.16).
132 Oftalmología pediátrica

Los puntos no vistos en una técnica supraumbral, a Los supraumbrales son programas rápidos de
decisión del usuario, pueden ser explorados utilizando despistaje que no cuantifican ni definen el defecto con
una estrategia umbral. exactitud pero lo detectan o se aproximan a él.
Características del estudio del campo visual Diferentes programas pueden ser seleccionados
supraumbral: en dependencia de cuál área del campo se desea ex-
– Duración 3-5 min plorar; ejemplo: programas para mácula, glaucoma,
– No define la cuantía de la normalidad periferia, entre otros. En pacientes con mala visión,
– Determina la supuesta isla de visión el umbral para
peores de 0,3, se usan programas específicos que tra-
la edad de acuerdo a la base de datos normal
– Da los puntos algo más iluminados (0,5 u/log) y si los bajan con estímulos de mayor tamaño, aunque care-
ve, los asume como normales pero no los cuantifica cen de bases de datos para establecer comparaciones
– Estímulo supraumbral 1,25 mayor que el umbral por edad.

Fig. 7.16. Exploración supraumbral.


Capítulo 7. Estudio del campo visual 133

Métodos umbrales brales o levemente supraumbrales y comparan los re-


sultados con bases de datos para las diferentes eda-
En la técnica umbral varía la intensidad del estí-
des. Permiten un seguimiento detallado de enferme-
mulo para establecer el inverso de la sensibilidad (um-
dades, como el glaucoma, en las que es necesario el
bral) para cada punto específico que se explora en el
control del tratamiento mediante la detección de cam-
campo visual, según el programa (cantidad y ubica-
bios del campo visual.
ción de puntos escogidos). Es la más usada de las téc-
Estos programas estudian una serie de puntos
nicas estáticas modernas.
en determinada localización y separación entre ellos
Características del campo visual umbral: en dependencia de lo que se desea explorar. Los
– Detecta la sensibilidad (umbral) de cada punto más generales exploran los 30° y así se les denomi-
con respecto a una base de datos calculada de na, según las variantes de puntos cercanos a explo-
acuerdo a edad, sexo y diámetro pupilar (DP) rar, ejemplo: 30-1 o 30-2; otros como el 24-2, tam-
– El valor del estímulo umbral se define como el estí- bién del equipo de HFA, estudia los 24° centrales
mulo que tiene 50 % de posibilidades de ser visto pero elimina los puntos más periféricos excepto el
– Los resultados son dependientes del tamaño nasal; el programa 10-2 se ha diseñado para el es-
del estímulo, la iluminación de fondo y el área tudio del área central.
estudiada del campo visual La interpretación del estudio estático se imprime
– Cada punto se calcula tanteando el borde de y su representación puede variar desde señalar los pun-
la isla de visión tos vistos y no vistos en su real localización, hasta una
– Los que quedan fuera del 95 % de la pobla- representación más compleja con evaluación cuanti-
ción son considerados anormales tativa de los valores en decibeles de determinado pun-
to o con símbolos que representen defectos absolutos
La estrategia del campo visual umbral determi- o relativos de determinada profundidad. Si la repre-
na la sensibilidad retiniana en cada punto explorado sentación es numérica, los valores en decibeles de
variando la intensidad del estímulo en pasos de 4 cada sitio del esquema de puntos explorados indicarán
dB hasta cruzar el umbral e incrementar la intensi- la sensibilidad retiniana de cada uno de ellos y según
dad en pasos de 2 dB para ser más exacto en la la sensibilidad aumenta, el número crece progresiva-
medida y determinar el umbral real con gran preci-
mente, mientras que el cero se refiere a un escotoma
sión (Fig. 7.17).
absoluto.
La máxima expresión tecnológica de los equipos
Estos valores pueden ser convertidos a una escala
de campo visual estáticos son los analizadores visua-
les Octopus y el Humphrey Field Analyser (HFA). de grises, en la que el más oscuro o casi negro es un área
Ambos estudian el campo visual con estímulos um- de no visión, donde ni el estímulo más iluminado es visto.
La profundidad del defecto también se hace gráfica me-
diante valores numéricos sobre la gradilla de puntos ex-
plorados, en la que se da en decibeles la diferencia entre
los valores normados para la edad en ese determinado
punto y el resultado obtenido en el paciente.
Los modernos equipos traen evaluaciones esta-
dísticas que ayudan a interpretar, definir o cuantificar
un resultado. Existen programas que calculan la ele-
vación o depresión media de todo el campo visual con
referencia al campo normal para la edad con valores
de p, que mientras menores son, mayor es la posibili-
dad de tener un campo anormal, ejemplo: p< 5 % quiere
decir que menos del 5 % de la población normal tiene
un valor tan bajo, lo que puede indicar depresión local
Fig. 7.17. Estrategia de campo visual umbral. o generalizada del campo.
134 Oftalmología pediátrica

Perimetría automatizada con HFA – Análisis estadístico (STACPAC) con base de


serie 700 datos de más de 50 000 pacientes caracteriza-
dos por variables etnográficas
En Cuba existen pocos equipos HFA de la serie
– Diferentes tipos de programas:
640, el cual era un equipo de mayor volumen y sin los
• Umbral
paquetes estadísticos tan completos que traen los de
• Screening
la serie 700, que sí existen en varios servicios del país
• Screening umbral
(Fig. 7.18).
• Dinámicos computarizados
• Definidos por el usuario
– Novedosos métodos de control de fijación
– Accesibilidad

Los programas umbrales que se utilizan con ma-


yor frecuencia en el HFA son los siguientes:
– Central 30-1 y 30-2.
– Central 24-1 y 24-2.
– Central 10-2.
– Periferia 30 a 60-1 y 30 a 60-2.
– Macular.
– Escalón nasal.
– Creciente temporal y otros de aplicación
neurológica como los que buscan hemianopsias.
Fig. 7.18. Analizador visual de Humphrey (HFA) serie 750.

Algunos de estos exámenes pueden duplicar sus


Con estos equipos la perimetría automatizada se puntos de exploración si se usan los conocidos sub 1,
ha convertido en un estándar en el estudio y segui- ejemplo: 30-1 y 30-2, que exploran puntos anexos den-
miento del glaucoma, no así para las entidades tro de los 30° centrales. Cada examen explora 76
neurooftalmológicas en las que a veces es necesario puntos. Si se realizan los 2 al mismo paciente se ex-
usar métodos cinéticos. ploran 152 puntos.
Con el HFA se ha desarrollado un grupo de estra- Los principales programas supraumbrales que trae
tegias que han resultado en estudios más rápidos y sin el HFA son:
perder la reproducibilidad de los mismos. Dentro de – Para el glaucoma: el Almaric central, el Almaric
estas estrategias se encuentran la familia SITA a campo completo y el escalón nasal.
(Swedish Interactive Threshold Algorithm) de la cual – Programas centrales de 30° con exploración de
se encuentran disponibles el SITA Standard (estándar) un número de 40 hasta 166 puntos.
y el SITA Fast (rápido). Estas se han realizado en un – Prueba a campo completo y periféricas que ex-
importante número de estudios con una fiabilidad com- ploran desde 68 hasta 246 puntos.
parable a las pruebas de umbral completo. El concep-
to SITA permite una mayor flexibilidad entre los dis- El HFA trae estrategias que permiten valorar la
tintos parámetros de la prueba y ajusta el tiempo entre calidad de la prueba en relación con las respuestas del
los estímulos en dependencia de la respuesta del pa-
paciente y son llamadas índices de confiabilidad.
ciente, disminuyendo el tiempo a un 50 % del que toma
Índices de confiabilidad:
una prueba de umbral completo.
– Falso positivo: el paciente responde cuando no
Características generales del HFA: se presenta el estímulo (Happy Trigger).
– Perímetro estático computarizado – Falso negativo: no responde cuando se presen-
– Iluminación de fondo 31,5 asb ta un estímulo de mayor brillantez con respecto
– Sistema SITA a uno visto previamente en ese punto.
– Short Wavelength Automated Perimetry – Pérdida de fijación: es la respuesta positiva a un
(SWAP) estímulo en la proyección de la mancha ciega.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 135

Control de la fijación y posición La segunda parte del informe tiene 2 gráficos de


campo visual, una pareja a la derecha y otra a la iz-
Para efectuar el control de la mancha ciega (Heijl-
quierda. A la izquierda del gráfico se encuentra la “Des-
Krakau) se proyecta un estímulo en el punto supuesto
viación Total” que es la diferencia punto a punto entre
de esta. El paciente no debe responder, si lo hace se
la sensibilidad esperada y la sensibilidad real, corregida
trata de relocalizar la mancha ciega.
según la edad del paciente, es decir, cuán deprimida
El equipo mide la distancia entre el centro de la
está la isla de visión con respecto a la norma.
pupila y el reflejo corneal, lo que es independiente de
los movimientos de la cabeza. En la mirada al frente el En la tercera pareja de gráficos al aplicar la “Des-
reflejo corneal está al centro de la pupila. viación Modelo” (desviación total corregida por la des-
También se controla la posición de la cabeza y la viación de la norma en todo el campo o desviación
separación de la frente de la cinta en la que debe estar patrón) muestra el defecto local solamente. A la dere-
apoyada; la alarma suena si se despega el paciente de cha del gráfico se colocan los índices globales.
la misma. Índices globales (inglés-español):
El sistema monitorea cualquier desviación de la – MD (DM)
fijación durante la presentación de cada estímulo. – PSD (DPE)
Las marcas hacia arriba representan la desvia- – SF (FCP)
ción de la mirada con respecto al punto de fijación. – CPSD (DPEC)
Las marcas hacia abajo representan el parpadeo
(Fig. 7.19). Desviación media (DM). Es una expresión nu-
La pupila es medida automáticamente en los mo- mérica que muestra la desviación del campo visual
delos 750. explorado con respecto a la norma. Brinda una idea
de la depresión o elevación de la isla de visión.
Los números negativos indican una isla deprimida
con respecto a la norma, los positivos una isla por en-
Fig. 7.19. Gráfica del control de la mirada y el parpadeo.
cima de la norma. Muy positivos son índice de incon-
sistencia por falsos positivos.
Elementos de significación en el STACPAC: Desviación del patrón estándar (DPE). Es una
– Diferencia de 3 o más símbolos entre un he- expresión numérica del cambio de la forma de la isla
misferio y otro de visión del paciente con respecto a la norma. Indica
– Más de 2 puntos contiguos afectados la presencia de defectos regionales en el campo visual
– Un punto único con probabilidad de afecta- y su valor siempre es absoluto (+).
ción significativa p<0,5 % Fluctuación a corto plazo (FCP). Es la reexplo-
ración de 10 puntos preseleccionados al azar para eva-
La forma de presentar los resultados puede ser luar consistencia en la respuesta. Valores elevados indi-
escogida; la más frecuente es el análisis de campo can pobre cooperación o defectos incipientes; una fluc-
único y la presentación típica con el paquete estadísti- tuación alta es por lo regular signo de patología.
co STACPAC (Fig. 7.20). Desviación del patrón estándar corregido
En la primera parte el informe tiene los datos ge- (DPEC). Es la DPE corregido por los índices de
nerales del paciente, fecha, edad, ojo, distancia confiabilidad de la prueba. Si la FCP es elevada debi-
interpupilar, corrección óptica, visión, umbral foveal, do a poca cooperación del paciente, la DPEC es más
tamaño y color de los índices usados como estímulo, la precisa que la DPE. Si la FCP es elevada debido a
estrategia y duración de la prueba. Además expone patología, la DPE es más precisa que la DPEC.
las pérdidas de fijación central, las trampas de falsos Para diferenciar entre ambas se usa el patrón de
positivos y falsos negativos detectados para decidir la desviación estándar, que indica si la forma de la isla de
confiabilidad de la prueba. visión difiere de lo normal según la edad. Una DPE
En el extremo inferior del gráfico se coloca el baja indica depresión generalizada de la isla y una DPE
monitoreo de los movimientos oculares y el parpadeo. alta, cambios irregulares con defectos focales de cam-
Aparecen en la impresión 3 parejas de gráficos de po. La DPE corregida compara la forma total de la
campo visual. Las 2 primeras representaciones de isla de visión con relación a la edad y las irregularida-
campos que se ven de mayor tamaño, una en tonos de des causadas por pérdida del campo.
grises según escala de sensibilidad y la otra con los En las figuras 7.22, 7.23, 7.24 y 7.25 se muestran
valores numéricos, representan los defectos detecta- algunos ejemplos de anormalidades en el campo vi-
dos según la base de datos para la edad (Fig. 7.21). sual con HFA.
Fig. 7.20. Análisis de campo único y sus diferentes partes en paciente con ptosis palpebral y caída aparente del campo superior.

Fig. 7.21. Escala de grises que se usa como convenio de valores.


Fig. 7.22. Escalón nasal en paciente glaucomatoso.
138 Oftalmología pediátrica

Fig. 7.23. Depresión general por catarata y escotoma por el glaucoma.

Otras pruebas especiales zontal con respecto al otro. Estas se ubican en el área
de Bjerrum.
– Fuera de límites normales: cuando una o más
Prueba de hemicampo para el glaucoma (PHG) de las 5 zonas del hemicampo superior es
El sello distintivo en las alteraciones campimétricas significativamente (p< 0,01) diferente al corres-
en el glaucoma son las diferencias significativas de pondiente en el inferior.
sensibilidad entre el hemicampo superior y el inferior. – Limítrofe: cuando la diferencia es mayor de lo
Es una medida cualitativa que refleja la comparación observado en sujetos normales pero no alcanza la
de sensibilidad entre 5 zonas de un hemicampo hori- categoría de fuera de límites normales (p< 0,03).
Capítulo 7. Estudio del campo visual 139

Depresión generalizada de la sensibilidad o sensi- El modo de presentación de los resultados tam-


bilidad anormalmente alta. bién es muy familiar y similar al HFA pero hace la
Cuando los puntos de mejor sensibilidad son tan grafica en su primer paso en escala de colores que
altos o tan bajos hasta niveles solo vistos en el 0,5 % van desde amarillo claro y verde (normal) hasta los
de los pacientes normales. colores llamados calientes, marrón y negro, que in-
– Dentro de límites normales: cuando no se al- dican las áreas escotomatosas más densas (Fig.
canzan los límites de significación anteriores 7.30). Tiene una escala o gráfica que resume el
(Fig. 7.26). estado de normalidad o anormalidad de los resulta-
dos del examen.
Octopus Los estudios evolutivos se pueden almacenar y con
El perímetro Octopus sigue líneas de estudio muy ellos realizar comparaciones (Fig. 7.31).
similares al HFA (Fig. 7.27). Principales índices en el Octopus:
– MS: sensibilidad media. Es dependiente de la
Los programas más utilizados por el Octopus son
edad y por ello se usa muy poco. Medida de la
los siguientes:
sensibilidad promedio en toda la región de cam-
– 32: examen general.
po examinado.
– G2: examen para el glaucoma. – MD: defecto medio. Está en relación con la
– ST: prueba de campo para el glaucoma. media del defecto difuso y puede ser
– M2: examen macular. influenciado por escotomas individuales.
– 07: prueba general de estudio de campo. – LV: pérdida de varianza. Indicador de la falta
– LVC: baja visión central. de homogeneidad del campo visual.
– LVP: baja visión periférica. – SF: fluctuación a corto plazo. Puede ser causa-
– N1: examen neurológico. da por la no homogeneidad del campo.
– D1: examen para diabéticos. – CLV: varianza de la pérdida corregida.
– C08: examen macular. – RF: factor de corrección.
– ET: prueba de Esterman.
– BT: estudio de ptosis palpebral. La curva de Bebie analiza y separa los 2 compo-
– CT: estudio predefinido. nentes de defecto del campo visual, depresiones ge-
nerales y defectos locales. Es muy útil para detectar
Tiene también un programa cinético basado en el depresiones difusas tempranamente (Fig. 7.32).
perímetro de Goldmann (Fig. 7.28). A continuación se exponen algunos ejemplos de
Los índices globales de los programas estáticos se distintas entidades.
establecen de manera similar al HFA con sutiles dife- En la figura 7.33 se muestra un ejemplo de campo
rencias en la nomenclatura: visual aparentemente normal. Nótese el índice de las
MS: sensibilidad media. pruebas de trampas. La figura 7.34 muestra un caso
MD: defecto medio (desviación media). sospechoso de glaucoma.
LV: varianza de la pérdida. En la figura 7.35 se muestra una hemianopsia ver-
CLV: varianza de la pérdida corregida. tical de campo temporal del ojo izquierdo que junto a
SF: fluctuación a corto plazo. otra hemianopsia temporal del ojo derecho ubicó la
RF: factor de corrección. lesión en la región quiasmática con mayor posibilidad
Dispone también de perimetría con fondo amarillo de que la compresión comenzara por debajo del
y estímulos azules (SWAP) muy útil en la detección quiasma, ya que la zona temporal superior del campo
precoz de daño por el glaucoma en los conos sensibles es la más afectada.
al azul. Este tipo de perimetría mide la función de los En las figuras 7.36, 7.37 y 7.38 se muestran va-
conos azules y aísla su respuesta de la del resto de los rios ejemplos de defectos, serie evolutiva y repre-
conos, ya que el fondo amarillo desensibiliza los ver- sentaciones de métodos estáticos y dinámicos juntos
des y rojos por lo que estos últimos no pueden respon- característicos de las neuropatías ópticas isquémicas
der (Fig. 7.29). anteriores.
A
B

Fig. 7.24 A. Reducción concéntrica; B. Hemianopsia altitudinal inferior por neuropatía óptica isquémica.
.
Fig. 7.25. Seguimiento evolutivo del campo visual en un paciente con neuritis óptica en recuperación.
Fig. 7.26. Prueba de hemicampo para el glaucoma.

Fig. 7.27. Equipo de campo visual Octopus.

Fig. 7.28. Gráfica de prueba cinética con varias isópteras en la que se muestran escotomas arciformes propios del glaucoma.
Fig. 7.29. Octopus fondo amarillo y estímulo azul.

Fig. 7.30. Hoja de informe de un paciente con defectos de campo visual que después del análisis queda solo en defecto arciforme, lo que se muestra
en la última representación abajo y a la derecha. La escala en rojo resume el estado del campo visual; curva de Bebie.
Fig. 7.31. Estudios evolutivos y en progresión de paciente con glaucoma.

Fig. 7.32. Curva de Bebie.


146 Oftalmología pediátrica

Fig. 7.33. Campo visual aparentemente normal.


Capítulo 7. Estudio del campo visual 147

Los parámetros que usa son:


Estímulo:
– Barras sinusoidales de 0,25 ciclos por grado (baja
frecuencia espacial).
– Bajo contraste.
– Acromático.
Modo de presentación en barras sinusoidales:
– Revisión de patrones 25 Hz.
– Alta frecuencia temporal.

Defectos del campo visual y su valor


Fig. 7.34. Caso sospechoso de glaucoma.
localizador en la retina y vía visual
La vía empieza en el ámbito de los fotorreceptores,
El microperímetro MP1 en la retina y termina en el encéfalo, con una adecua-
En la perimetría estática clásica las áreas de la retina da organización y distribución topográfica de sus fi-
estimuladas mediante el estudio del campo visual son iden- bras en la retina y a lo largo de la vía visual. Por esto
tificadas por sus posiciones geométricas con respecto a son variados los patrones de defectos en el campo
la zona de fijación del paciente, lo que hasta ahora no visual que pueden ser descritos; muchos de ellos son
permitía obtener un mapa de sensibilidad relacionada di- típicos de un área determinada de dicha vía, lo que da
rectamente a la imagen del fondo de ojo. Esto surgió a este estudio un gran valor en el diagnóstico topográ-
recientemente con el microperímetro MP1, en el que el
fico (Fig. 7.41).
mapa de sensibilidad retiniana es generado proyectando
Todo proceso de las capas externas y medias de
los estímulos en las posiciones de la retina seleccionadas
retina, incluyendo coroides, epitelio pigmentario hasta
por el programa predeterminado o por el operador, ob-
servando a la vez y de forma continua el fondo de ojo del las células bipolares, puede ocasionar alteraciones
paciente sometido en ese momento al examen (Fig. 7.39). focales de diferente ubicación sin un patrón de campo
La posibilidad de estudiar la sensibilidad de la reti- característico o específico; por lo regular se corres-
na en el área macular mediante examen de micro- ponden con los hallazgos de fondo de ojo. Esos defec-
perimetría y relacionarla con el grado de alteraciones tos retinianos suelen sobrepasar los límites de los me-
clinicoimaginológicas de la capa de fibras a nivel del ridianos horizontales o verticales y observarse su efecto
haz papilomacular en las diferentes patologías que se en cualquier área del campo. La afectación macular
expresan como afectaciones centrales del campo, per- provoca escotoma central; las abiotrofias
mite realizar una evaluación cuantitativa que orienta tapetorretinianas, son por lo regular bilaterales, provo-
ante cualquier cambio sutil en la sensibilidad retiniana can escotomas anulares y reducción concéntrica.
sobre la mejoría, estabilización o agravamiento del Los procesos que afectan al nervio óptico y sus
daño. células ganglionares provocan defectos del campo
visual que reproducen como un espejo la arquitectu-
Perimetría de doble frecuencia (FDT) ra de las capas de fibras ganglionares en la retina,
Equipo FDT para el estudio rápido de la función del entre estos se encuentran los defectos de haces de
nervio óptico en particular en el glaucoma. Proporciona fibras arcuatas, escalones nasales, escotomas cen-
evidencia de afectación de forma precoz en el glauco- trales, paracentrales, centrocecales y hemianópsicos.
ma, ya que utiliza un paradigma especial de estimulación Los escotomas cecocentrales se observan preferen-
con el propósito de estudiar preferentemente a las cé-
temente en enfermedades metabólicas, tóxicas o
lulas ganglionares tipo M y sus vías (Fig. 7.40).
nutricionales, además de hereditarias. Los centrales
Este método estudia preferentemente las vías M
se ven principalmente en neuropatías. Los defectos
que son acromáticas, tienen conducción más rápida,
alta sensibilidad al contraste y juegan un pobre papel en cuadrantes o en cuñas con vértice hacia la man-
en la agudeza visual. El equipo es pequeño y fácil de cha ciega se deben, con frecuencia, a oclusiones
transportar. Explora 20-30° centrales. vasculares.
Fig. 7.35. Hemianopsia vertical de campo temporal del ojo izquierdo.
Fig. 7.36. Defecto campimétrico altitudinal superior.
Fig. 7.37. Campo visual en el glaucoma, escotomas arciformes.
Fig. 7.38. Combinación de cinética y estática en el mismo gráfico.

A B
Fig. 7.39 A. Equipo MP1; B. Gráfica de campo visual central superpuesta al fondo de ojo.
152 Oftalmología pediátrica

gún ciclo circadiano. Si aparecen las alteraciones del


campo visual descritas se puede realizar el diagnósti-
co con mayor certeza.
En un segundo estadio de deterioro del campo visual
en el glaucoma, las áreas con disminución de la sensibili-
dad retiniana tienden a unirse y provocar verdaderos
escotomas arciformes que terminan bruscamente en el
borde nasal, debido a la disposición de las fibras que no
finalizan al mismo nivel en el rafe horizontal. Cuando apa-
rece el superior se forma el escalón de Ronne que produ-
ce un escotoma anular, con borde interno abrupto y ex-
terno de pendiente suave o descendente. Estos escotomas
empiezan por lo regular en los sectores superiores, ya
que las fibras que entran por el polo inferior son las que
más tempranamente se afectan. El escalón de Ronne
puede ser isoptérico si se observa en una sola isóptera y
escotomatoso si se ve en todas.
Cuando existe déficit en un cuadrante para estí-
mulos I/4 o un escotoma arqueado grande o en anillo,
a veces con exclusión nasal, se habla de campo visual
del glaucoma estadio 2.
Según avanza la enfermedad, el campo disminu-
ye. Se llama estadio 3 cuando existe pérdida de medio
campo para estímulo I/4 o isóptera reducida hasta 10°.
Se denomina estadio 4 cuando queda solo una laguna
de visión temporal.
En casos de escotomas arciformes se debe tener
en cuenta, además del glaucoma, la neuropatía óptica
isquémica, las fositas ópticas congénitas, las oclusiones
Fig. 7.40. Equipo de perimetría FDT.
de ramas vasculares, los cuerpos hialinos del disco
Lo primero que sucede en el campo visual de un óptico y más raro, pero posible, una lesión quiasmática.
joven con glaucoma, usando estímulos de I/1, es la Un defecto unilateral en cuadrante con punta en
exclusión de la mancha ciega, lo que también se pro- mancha ciega debe hacer pensar en oclusión vascular.
duce con índices I/2 en personas mayores. Además La hemianopsia altitudinal monocular indica lesión
se observan escotomas pequeños en las áreas arcuatas, vascular del nervio por detrás o en el nivel de la lámina
entre las circulares 10 y 20, que son al principio de tipo cribosa.
relativos. A este estadio del campo visual de un Los defectos hemianópsicos verticales se ven en
glaucomatoso se le reconoce como estadio 1. En el las lesiones quiasmáticas y retroquiasmáticas. En el
glaucoma también son frecuentes las contracciones síndrome del quiasma anterior puede haber amaurosis
concéntricas del campo, debido a la pérdida de la sen- de un ojo y lesión del cuadrante temporal superior del
sibilidad diferencial a la luz, lo que se ve como un de- ojo contralateral, que puede progresar hasta tomar el
fecto difuso no escotomatoso que se observa muy bien inferior. Este defecto se suele ver en aneurismas de la
en estudios computarizados. arteria oftálmica y meningioma del tubérculo sellar.
Es preciso tener en cuenta que el campo se altera En el síndrome del quiasma medio son característicos
en el glaucoma, al igual que el aspecto de la papila, los defectos hemianópsicos bitemporales, a veces in-
muchos años después que la presión se esté elevando, congruentes, que en casos de ser originados por una
por lo que puede permanecer sin diagnosticar si las lesión de hipófisis comprime las fibras más inferiores
presiones no están elevadas constantemente y no co- y producen defectos hemianópsicos que comienzan por
incide el aumento de presión con la toma que se le los cuadrantes superiores del campo. En el síndrome
haga en consulta. En esos casos solo se detecta con la de quiasma posterior, los escotomas bitemporales son
curva de presión de 24 h y sobre todo con la toma del al comienzo centrales ya que las fibras maculares se
amanecer, cuando ocurre el aumento de presión se- decusan en la porción posterior.
Capítulo 7. Estudio del campo visual 153

Fig. 7.41. Esquema de defectos del campo visual y localizaciones de las lesiones que los provocan en la vía visual.

Las lesiones retroquiasmáticas dan lugar a toma de la semiluna temporal. La mayoría de las
hemianopsias homónimas. Las lesiones de cintillas óp- hemianopsias homónimas son debidas a infarto cerebral,
ticas incompletas tienden a ser incongruentes y las aunque en el niño también pueden ser causadas por
completas producen hemianopsia total. Las lesiones neoplasias, traumas, encefalitis, leucoencefalopatía
de radiaciones son bastante incongruentes; las del ló- multifocal, enfermedades desmielinizantes, mitocondriales,
bulo temporal ocasionan defectos homónimos del cua- entre otras. En las lesiones vasculares de corteza calcarina
drante superior; las del lóbulo parietal del cuadrante
suele haber respeto macular que se debe buscar siempre
inferior y suelen ir acompañadas de inatención visual,
que se presente un tipo de hemianopsia homónima y no
lo cual dificulta a veces el examen.
se sepa el sitio de origen de la lesión.
En el nivel de la corteza occipital, área V1, se pro-
ducen hemianopsias homónimas que no afectan el área La detección de alteraciones de campo visual que
central, lo que se ha tratado de explicar por la doble sugieren afectación de la vía, es importante en el diag-
irrigación de esa área. Si la lesión afecta a la porción nóstico topográfico de la lesión y debe ser la guía para
más anterior de la cisura blanca de Genari, se pueden indicar estudios imaginológicos con cortes finos en el
observar defectos monoculares contralaterales con área que se sospeche el daño.
154 Oftalmología pediátrica

with subfoveal choroidal neovascularization secondary to age-


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Capítulo 8

Refracción
YAHUMARA ALBERTO ESCOBAR, ROSARALIS PANECA SANTIESTEBAN Y LEGNA GARRIDO LÓPEZ

El sistema visual y muy especialmente el ojo no más de 1 año de vida sin realizar el estudio refractivo
está completamente desarrollado al momento del na- en un niño supuestamente normal.
cimiento. El progresivo aumento de tamaño y cambio
de forma de las estructuras que lo componen hace Estudio de la refracción en el niño
que el poder dióptrico del ojo en su conjunto y de los
La refracción es el cambio de dirección y velocidad
elementos que lo forman modifique su poder refracti-
que le ocurre a un rayo luminoso cuando pasa de un
vo con el paso del tiempo tratando siempre de mante-
medio transparente a otro de distinto índice de refrac-
ner la formación de la imagen sobre la retina y
ción, por tanto, de diferente densidad óptica. En el ojo,
específicamente sobre la fóvea.
la córnea es el primer medio óptico transparente que
Si los rayos provenientes del objeto que se obser-
atraviesa la luz, la cual actúa como una poderosa lente
va no se enfocan en la retina para formar la imagen,
esta se ve borrosa y no hace que los mecanismos de que tiene gran poder refractivo; le sigue el humor acuo-
desarrollo visual se instalen correctamente ni se per- so, que en el ojo cumple funciones de intercambio
feccionen, por lo que un niño pequeño, de continuar metabólico; luego continúa el cristalino, de menor poder
con esta situación, puede perder la oportunidad de que la córnea, que es la segunda lente ocular y encar-
madurar su sistema visual y alcanzar una buena visión gada de la acomodación con sus cambios de curvatura
y como consecuencia desarrollar una ambliopía. Por que lo hacen más biconvexo para ver de cerca. Le si-
este motivo el estudio de la refracción en el niño pe- gue a continuación el humor vítreo, cuerpo gelatinoso
queño es un examen obligado para protegerlo de un transparente que ocupa gran volumen en el interior del
futuro déficit visual permanente producido por no ha- ojo, para dar forma al globo ocular; y finalmente la reti-
ber corregido a tiempo una anomalía refractiva. na. A esta capa y especialmente a los fotorreceptores,
Realizar un examen a un niño pequeño que no llega la luz reflejada por los diferentes objetos que se
coopera constituye un gran inconveniente; a veces ni observan y pasan los medios transparentes del ojo.
siquiera permite que se iluminen sus ojos y mucho Se denomina dioptrio a la superficie de separación
menos mantiene la mirada fija en un objeto para ser de 2 medios de índices de refracción diferentes, mien-
examinado mediante la observación del desplazamiento tras que dioptría es la unidad de medida de refracción
de la luz y las sombras en la esquiascopia. No obstan- en optometría, que no es más que el inverso de la dis-
te esas dificultades, nunca se debe esperar a alcanzar tancia del foco al objeto, cuantificado en metros.
156 Oftalmología pediátrica

El ojo como sistema óptico está constituido por 4 visuales hacia adentro para dirigir la mirada sobre
dioptrios oculares: córnea, humor acuoso, cristalino y este estímulo y que caiga en ambas fóveas a la vez.
vítreo, con diferentes índices de refracción cada uno, Sin la convergencia no es posible la acomodación,
que están entre 1,33 y 1,43, aproximadamente (Fig. pues a determinado esfuerzo acomodativo corres-
8.1). Cuando la luz atraviesa un dioptrio, cambia su ponde igual esfuerzo de convergencia. Esta función
longitud de onda y no su frecuencia, por eso se modi- también se puede ver afectada (con la insuficiencia
fica la velocidad de traslación de la misma, pero no o el exceso de la misma) y produce molestias como
cambia su color. la diplopía (visión doble) y otras que por intensas
requieren tratamiento.
Astenopía. Es el nombre que recibe el conjunto
de síntomas producidos por algunos defectos
refractivos y que depende de la fatiga del músculo
ciliar o de los músculos extraoculares que deben man-
tener el paralelismo de los ejes visuales. Los síntomas
más frecuentes son:
– Dolor en los ojos o alrededor de ellos, agrava-
Fig. 8.1. Medios transparentes que atraviesan la luz hasta llegar a dos por la lectura de cerca.
la retina.
– Cansancio y malestar de los ojos al usarlos du-
rante un corto tiempo para lectura de cerca. Se
En clínica oftalmológica, la refracción es el estu- acompaña de somnolencia, lagrimeo, fotofobia,
dio del sistema óptico del ojo y la corrección de sus congestión y un estado de irritabilidad de los
defectos para que la imagen se forme íntegramente
párpados con sensación de picazón y ardor.
sobre la retina, lo que se puede lograr con la interposi-
Estos síntomas se acentúan por la noche, cuan-
ción de lentes delante de la córnea, si existiera un de-
do el paciente está cansado o cuando hace uso
fecto refractivo o mediante la acomodación, sobre todo
de una iluminación artificial deficiente.
en el caso de la visión de cerca.
Acomodación. La acomodación es el conjunto de – Puede haber visión doble y vértigos.
modificaciones oculares que ocurren cuando el aparato – Se puede acompañar de otros síntomas como:
visual es estimulado por la presentación de un objeto náuseas, contracción de los músculos faciales,
cercano y dichas modificaciones consisten esencialmen- y más raramente dolor hemicraneal, además,
te en el aumento del poder refringente del cristalino para en el caso de astigmatismo suele haber salto de
enfocar con nitidez dicho estímulo sobre la retina. El renglones al leer.
poder acomodativo es grande en la niñez y comienza a
decrecer con el paso de los años, debido a 2 factores Ametropías. Ante todo, se deben conocer las ca-
primordiales: la esclerosis (endurecimiento y pérdida pro- racterísticas de un ojo sin defecto refractivo, es decir,
gresiva de la elasticidad) del cristalino y el envejeci- un ojo emétrope. La emetropía (Fig. 8.2) es la condi-
miento de la fibras componentes del músculo ciliar, que ción en la cual el ojo no tiene defecto refractivo y la
se contrae para relajar los ligamentos suspensorios que posición de su foco imagen es completamente normal,
sostienen al cristalino, y le permiten así el aumento de pues cuando está este en reposo los rayos luminosos
su convexidad. En ocasiones existen problemas de aco- paralelos procedentes del infinito se enfocan correc-
modación (insuficiencia, exceso, inflexibilidad de la aco- tamente sobre la retina.
modación, así como acomodación mal sostenida) que
provocan síntomas parecidos a los de los defectos
refractivos y no deben ser confundidos con estos, pues
su tratamiento es diferente al de las ametropías.
Convergencia. La convergencia es la otra fun-
ción inherente a la visión, íntimamente relacionada
con la acomodación, pues se produce cuando se pre-
senta un estímulo cercano y es la que lleva los ejes Fig. 8.2. Ojo emétrope.
Capítulo 8. Refracción 157

Al contrario, las ametropías son el conjunto de Defectos refractivos y lentes


defectos refractivos (defectos, no patologías ni en-
fermedades) que afectan la visión, en los que se pro- compensadoras del defecto
duce un enfoque desplazado y erróneo de la imagen Los factores etiológicos de los defectos refractivos,
sobre la retina. Provocan la imperfección de la mis- de modo general son:
ma, pues al estar el ojo en reposo los rayos paralelos – Variación de la longitud del eje anteroposterior
procedentes del infinito se enfocan antes de la reti- del ojo:
na, después de ella o en 2 puntos en vez de en uno • Si es mayor de 24 mm: se produce miopía.
solo, coincidiendo o no uno de los mismos con el pla- • Si es menor de 24 mm: se produce hipermetropía.
no de la retina. – Variación de los radios de curvatura principales
Antes de continuar, es preciso conceptuar al pun- de la córnea: se producen astigmatismos
corneales simples, compuestos y mixtos.
to próximo y al remoto, elementos que varían según la
– Variación del índice de refracción del cristalino
ametropía de la que se trate. El punto próximo es el
(menos frecuente).
más cercano que es capaz de ver el ojo humano con
nitidez, y se encuentra a 33 cm en el ojo emétrope;
Hipermetropía
más allá de los 33 cm en el ojo hipermétrope (con muy
buena visión lejana); y más cerca de los 33 cm en el Es este el defecto refractivo más frecuente en
ojo miope (con muy buena visión cercana). El punto América, donde el 80 % de los pacientes con defectos
refractivos son hipermétropes o astígmatas
remoto es el más lejano que es capaz de ver un ojo
hipermetrópicos simples o compuestos. Consiste en la
con nitidez; se encuentra en el infinito en el ojo
formación del foco principal detrás (virtualmente) de
emétrope, que es capaz de ver hasta en las distancias la retina, lugar donde se enfocan en este caso los ra-
extremas; se encuentra virtualmente después del infi- yos luminosos paralelos procedentes del infinito. Su
nito en la hipermetropía (pues teóricamente el ojo principal síntoma consiste en dificultad, tanto para la
hipermétrope tiene muy buena visión lejana, salvo que visión lejana como cercana, aunque predominan las
la cuantía del defecto refractivo sea elevada); y entre molestias en la visión de cerca. Esto se manifiesta así
el ojo y el infinito en la miopía (llamada “vista corta” ya que es característica del paciente hipermétrope la
por su dificultad para la visión lejana). El poder refrin- fuerte acomodación de la que hace uso; esta conlleva
gente de los dioptrios oculares es exacto en el caso de a compensar bastante el defecto lejano, por lo que tie-
la emetropía, es deficiente en la hipermetropía y exce- nen agudezas visuales iniciales cercanas al 20/20 o
sivo en la miopía. unidad y portan defectos considerados como modera-
Son 3 las principales ametropías o defectos dos y hasta a veces un poco elevados. Estos pacien-
refractivos: hipermetropía, miopía y astigmatismo. Se tes se suelen ver afectados por la presbicia (disminu-
diferencian en el lugar donde se forma la imagen vi- ción fisiológica de la capacidad de acomodación que
sual. Esos defectos de refracción se pueden corregir afecta a la visión cercana alrededor de los 39 años en
con lentes que tengan el poder dióptrico adecuado al adelante) mucho antes que los miopes o emétropes.
valor del defecto en cuestión. Este defecto de refracción (como en general la mio-
Al nacer el niño el ojo es pequeño y la refracción pía también) es consecuencia de 3 factores causales:
– Variación de la longitud axil del ojo (hiperme-
total debe corresponder a una hipermetropía de no más
tropía axil).
de 2,5 dioptrías. Esta hipermetropía puede aumentar
– Variación de la curvatura de los medios ocula-
algo hasta los 7 años. El ojo aumenta de tamaño hasta
res (hipermetropía de curvatura).
alcanzar la emetropía, alrededor de los 12 años. Du- – Variación del índice de refracción de los me-
rante este tiempo aumenta la longitud axil del ojo, en dios oculares (hipermetropía de índice).
especial durante el primer año, proceso que continúa
en avance hasta alcanzar 24 mm. Este aumento en el La hipermetropía axil es la causa más frecuente,
diámetro anteroposterior del ojo es compensado por donde el eje anteroposterior del ojo es menor que lo
los cambios de los radios de curvatura de la córnea y normal.
el cristalino, que se aplanan con el tiempo. Las La hipermetropía de curvatura es menos frecuen-
ametropías se deben, en parte, a una disfunción de te y se trata de la disminución del poder refringente de
este mecanismo regulador. la córnea por aplanamiento de esta.
158 Oftalmología pediátrica

La hipermetropía de índice se caracteriza por la aspecto que se denomina seudoedema papilar.


disminución del índice de refracción del cristalino y En los niños pequeños la hipermetropía, especial-
suele presentarse ocasionalmente en diabetes y opa- mente en los casos de defecto refractivo eleva-
cidad incipiente del cristalino. do, puede provocar estrabismo convergente y en
Al nacer el niño, el ojo suele ser hipermétrope por- ocasiones, ambliopía monocular o binocular.
que es pequeño en su eje anteroposterior y el foco se
forma detrás de la retina, salvo en los casos en los que Corrección óptica
está predestinado genéticamente a ser miope al crecer. Se corrige con lentes esféricas positivas o con-
En los niños, la hipermetropía es fisiológica hasta el tér- vergentes (Fig. 8.3), es decir, que tienen igual poder
mino del crecimiento anteroposterior del bulbo ocular refractivo en todos sus meridianos y aumentan el ta-
pero siempre que no exceda 2,5 dioptrías. Es este el maño de la imagen. Se plantea de forma general que
caso en el que a edades muy tempranas, cuando el niño se debe corregir con la lente más fuerte que provea la
aún no es escolar y no realiza esfuerzos visuales signi- mejor agudeza visual, cuando no existen desbalances
ficativos, si no existe un desbalance muscular o un de- musculares significativos (estrabismos). También puede
trimento de la visión, no se indica el uso de cristales ser corregida con cristales o con lentes de contacto si
graduados para corregir un defecto que es fisiológico. la hipermetropía es mayor de 2 dioptrías; existe ade-
Síntomas más la opción de corregir con cirugía refractiva pero
no está recomendada en niños por no haber culmina-
El principal síntoma es la dificultad para la visión
do el crecimiento de los globos oculares y la corres-
cercana, más que para la lejana, aunque si el defecto
pondiente estabilización del defecto refractivo.
es elevado, mayor de 3 dioptrías, aparece la dificultad
para ambas distancias. Puede haber cefalea frontal
que se exacerba con el exceso del trabajo en visión
próxima, que por supuesto es rara en la mañana y fre-
cuente con el transcurso del día. Existe además hiper-
sensibilidad a la luz, visión borrosa, y sensación de doble
contorno de las imágenes. Estos síntomas se mani-
fiestan, por lo general, después de leer, escribir, reali- Fig. 8.3. Hipermetropía corregida.
zar trabajos de cerca y muy especialmente cuando se
lee por la noche y con luz artificial. Se debe cuantificar la corrección en dependencia
de los síntomas, ocupación, edad y capacidad de com-
Signos pensación o acomodación del paciente. En el niño es
En el hipermétrope, el diámetro anteroposterior del muy importante conocer el estado del balance muscu-
ojo es pequeño, la córnea es también pequeña y más lar, magnitud del defecto y su edad, en dependencia
descentrada, el cristalino está prominente con la cá- de lo cual se corregirá en exceso o defecto la hiper-
mara anterior poco profunda. Existe tendencia al glau- metropía en cuestión, para tratar de equilibrar lo más
coma de ángulo cerrado. Las características genera- posible el balance muscular, aspecto muy específico
les o signos del ojo hipermétrope son las siguientes: de la optometría y la oftalmología.
– Objetivamente se ve congestión de vasos
conjuntivales y de los bordes libres de los pár- Miopía
pados.
– El examen de fondo de ojo es casi siempre nor- La miopía es un defecto refractivo cuya carac-
mal, pero la papila se puede ver más pequeña y terística fundamental es la marcada disminución de
sin excavación fisiológica. la agudeza visual lejana. Se puede clasificar en: leve
– A veces se observa la retina con aspecto de seda (de 0,25 a 2 dioptrías), moderada (de 2 a 4 dioptrías)
iridiscente, o sea, con cierto brillo y cuando es y elevada (de 4 dioptrías en adelante). Ocurre que el
elevado el grado de hipermetropía el nervio ópti- foco principal que forman los rayos luminosos para-
co adquiere una tonalidad algo más oscura, de lelos procedentes del infinito se forma delante de la
márgenes elevados, por lo apretadas que entran retina. Existen 2 grandes grupos dentro de la miopía:
las fibras a formar el nervio óptico, lo que da un la miopía estacionaria o juvenil, la cual es solamente
Capítulo 8. Refracción 159

un defecto refractivo, cuyo fondo de ojo suele ser nor- De modo general, la miopía se puede clasificar
mal y que generalmente no excede las 6 o 7 dioptrías; según su etiología en:
avanza desde la infancia gradualmente y se estabiliza – Miopía axil.
alrededor de los 20-21 años cuando termina el creci- – Miopía de curvatura.
miento axil del globo ocular, con buen pronóstico visual; – Miopía de índice.
y la miopía maligna o degenerativa, que como bien dice
su nombre, es una enfermedad en la que aparecen alte- La miopía axil es la forma más frecuente. El diá-
raciones en el fondo de ojo, como la ectasia de polo metro anteroposterior del ojo es mayor de lo normal.
posterior, las degeneraciones coroideas peripapilares, el La miopía de curvatura se debe al aumento de
convexidad de la córnea y es poco frecuente.
cono miópico y pueden haber desgarros periféricos de
La miopía de índice es debida al aumento del índice
la retina, como lesiones predisponentes a su desprendi-
de refracción del cristalino. Se ve en las cataratas inci-
miento. Esta miopía presenta generalmente valores bien
pientes y al inicio de la diabetes; es rara en los niños
elevados, por encima de las 10-12 dioptrías; tiene mal pequeños. Sucede lo mismo en la miopía de curvatura.
pronóstico visual, pues estas lesiones retinianas dismi- La frecuencia de la miopía es difícil de establecer.
nuyen mucho la visión hasta valores en los cuales el Está más extendida entre los habitantes de las ciuda-
paciente puede llegar a ser débil visual o ciego legal des que entre los de los campos, y entre los trabajado-
y avanza de manera descomunal en poco tiempo res intelectuales que entre los manuales. Muy frecuen-
(Figs. 8.4 y 8.5). te entre los chinos, japoneses, israelíes y árabes, por lo
que las zonas geográficas en las que predomina es
mayormente en Asia y Europa. La miopía es de ori-
gen constitucional. No existe ningún gen que la deter-
mine, sino que es el resultado de la acción de diferen-
tes genes que establecen los parámetros de la refrac-
ción. Sin embargo, está demostrado que tiene una fuerte
tendencia hereditaria.
Formas clínicas
Existen diferentes formas clínicas y clasificacio-
nes, por ser la miopía una entidad polimorfa. La clasi-
ficación se establece en congénitas y adquiridas.
Si la miopía es congénita o aparece en edades tem-
pranas de la vida, es probable que el paciente padezca
de grave miopía de adulto.
Fig. 8.4. Fondo de ojo en paciente miope. Síntomas
El principal síntoma es la dificultad para la visión
lejana; las cefaleas son bastante raras, aunque en algu-
nos casos la corrección de pequeños errores alivia los
síntomas. El paciente tiende a disminuir marcadamente
la hendidura palpebral en busca de la formación de
una hendidura estenopeica.
Los padres, por lo regular, llevan al niño a la con-
sulta porque la maestra refiere que tiene dificultades
para ver la pizarra o porque los padres notan que se
acerca mucho al televisor o al libro cuando lee o es-
cribe. De forma objetiva, se pueden ver los ojos gran-
des, con tendencia al desbalance muscular, casi siem-
pre divergente. Los trastornos vasculares coroideos tie-
nen repercusión en el cuerpo vítreo, donde se observan
fluidez y opacidades o flóculos vítreos múltiples, muy fre-
Fig. 8.5. Zona papilomacular de un paciente con miopía elevada. cuentes en los que tienen miopía avanzada. Su síntoma
160 Oftalmología pediátrica

son las denominadas “moscas volantes” que los pacien- Astigmatismo


tes describen muy bien durante el interrogatorio.
Es un defecto de refracción en el cual los rayos
Al igual que en la hipermetropía, a los pacientes
procedentes del infinito que llegan al ojo no convergen
con miopía se debe examinar con el ojo en reposo, es
en un foco o punto único, sino en una línea de focos,
decir con parálisis de la acomodación. El diagnóstico
donde se suelen formar 2 puntos principales en dife-
es eminentemente objetivo mediante esquiascopia en
rentes posiciones que definen el tipo de astigmatismo,
los menores y subjetivo luego, si ya el paciente coope-
o sea, se debe a que existe una diferencia en el poder
ra. En la miopía refractiva el pronóstico es bueno, no
de refracción en los distintos meridianos del ojo. El
así en la miopía progresiva que es reservado.
astigmatismo es casi siempre debido a un defecto en
La miopía moderada en los 2 ojos puede provocar
la esfericidad de la curvatura de la córnea, donde se
ambliopía binocular que a veces no se detecta hasta
observa diferencia de dicha curvatura en los distintos
que comienza a realizar actividades escolares, cuando
queda poco tiempo para su recuperación visual total. meridianos, horizontales, verticales y oblicuos. Excep-
Esta es una de las primeras causas de ambliopías bi- cionalmente lo produce un defecto de la curvatura del
noculares en las escuelas de rehabilitación y se expli- cristalino; solo los astigmatismos corneales son sus-
ca por no hacer un examen refractivo al niño alrede- ceptibles de corregirse ópticamente.
dor del año de edad para detectar a tiempo el defecto. Los astigmatismos pueden ser regulares o irregu-
lares; estos últimos se deben a cicatrices de las cór-
Corrección óptica neas provocadas por enfermedades oculares, tales
Estos defectos se corrigen con lentes esféricas como cirugías corneales o de abordaje corneal,
negativas llamadas cristales bicóncavos o divergen- queratitis crónicas, úlceras corneales o traumatismos.
tes, es decir, que tienen igual poder refractivo en todos Cuando se habla de los astigmatismos en la prác-
sus meridianos (Fig. 8.6). tica clínica diaria, se refieren a los regulares. Estos
pueden ser simples y compuestos, y a su vez miópicos,
hipermetrópicos y mixtos. En el astigmatismo simple
es un solo meridiano el que no se enfoca en la retina;
en los compuestos, ninguno de los 2 meridianos princi-
pales lo hace y pueden estar por delante del polo pos-
terior, en el caso de los astigmatismos miópicos o por
detrás, en el caso de los astigmatismos hipermetrópicos.
Fig. 8.6. Miopía corregida. En los mixtos, un meridiano se enfoca por delante y el
otro por detrás de la retina.
También existe la posibilidad de usar lentes correc-
toras de contacto, según la magnitud del defecto y la Síntomas
cirugía refractiva se reserva solo para los adultos. Se Los síntomas ocasionados por astigmatismos son
plantea de forma general corregir al paciente miope con múltiples y dependen de la intensidad del defecto; los
la lente más débil que provoque la mejor agudeza vi- pequeños son los que más molestan al paciente. Es ca-
sual, aunque la corrección total presenta 2 ventajas fun- racterística la disminución de la agudeza visual, que es
damentales: evita la tendencia a la disminución de la relativa en los pequeños grados de astigmatismo y más
hendidura palpebral y facilita que se desarrolle la aco- evidente en los altos. No se reconocen ciertas letras so-
modación-convergencia normal. Como sucede en la bre una línea, se ven dobles o se confunden. No se distin-
hipermetropía, la corrección se indica en dependencia guen con precisión los objetos lejanos, se ven borrosos;
del estado del balance muscular, la edad y en los adul- es patognomónico el salto de renglones en la lectura.
tos en relación con la ocupación del paciente. Provoca cefaleas de tipo frontal relacionadas con
En el caso de una miopía progresiva o maligna, la la lectura y escritura que se observan más en los
retina se ve afectada por los cambios estructurales en astigmatismos de tipo hipermetrópicos y suelen ser
el fondo de ojo y progresa aceleradamente en el tiem- posteriores a los esfuerzos visuales. Se manifiesta fa-
po, con la posibilidad de convertir al paciente en un tiga visual y por el constante esfuerzo en la acomo-
débil visual. Es esta una enfermedad de cuidado que dación no se pueden realizar trabajos de lectura o es-
requiere la asistencia del retinólogo y estudios seriados critura durante largo tiempo. Se manifiesta cansancio
para prevenir daños irreversibles a las estructuras ocu- ocular y tendencia al sueño. Puede aparecer lagrimeo,
lares y por consiguiente a la visión. fotofobia e hiperemia conjuntival.
Capítulo 8. Refracción 161

En los niños se debe realizar la prueba de refrac- las negativas el astigmatismo miópico simple; las esfero
ción con cicloplejía, pero en los pacientes con astig- cilíndricas que tienen diferente poder en sus 2 meri-
matismo su uso es imprescindible. El astigmatismo es dianos y corrigen los astigmatismos compuestos, las
más frecuente en la infancia y predomina el positivas los astigmatismos hipermetrópicos compues-
hipermetrópico. Puede variar durante el transcurso de tos y las negativas los astigmatismos miópicos com-
la vida, sobre todo en el niño pequeño. puestos. Además las lentes mixtas corrigen los
astigmatismos mixtos pues son la combinación de una
Tratamiento lente esférica y una cilíndrica.
El tratamiento del astigmatismo se realiza con la Otra clasificación se realiza según el número de
prescripción de lentes correctoras cilíndricas (que tie- focos: monofocales las que tienen una sola distancia
nen diferente poder refractivo en todos sus meridia- focal para la visión a una sola distancia determinada,
nos) de diferentes tipos, ya sean plano cilíndricas o bien sea de cerca, de lejos o de distancia intermedia y
esfero cilíndricas positivas o negativas, en dependen- multifocales las que presentan varias distancias focales
cia de si es para corregir astigmatismo simple o com- para la visión en diferentes distancias; entre sus varia-
puesto y si se trata de un astigmatismo hipermetrópico ciones están las bifocales, que tienen 2 focos: uno para
o miópico (Fig. 8.7). la visión lejana en la parte superior y otro para la vi-
sión cercana, llamado oblea, para la visión próxima.
La otra variante son las lentes multifocales progresi-
vas, cuya construcción contiene un sector central lla-
mado “camino o pasillo óptico” que tienen numerosas
distancias focales que incrementan su potencia pro-
gresivamente y permiten la visión en todas las distan-
Fig. 8.7. Astigmatismo corregido.
cias que demande el paciente.
El estudio de la refracción ocular se realiza me-
Los ejes principales son, por lo regular, el horizon- diante una combinación de métodos objetivos y subje-
tal (180°) y el vertical (90°), a los que se les llama tivos, salvo en el caso de lactantes y niños menores de
meridianos principales. Menos frecuentes son los 3 años de edad en los que es necesaria la utilización
astigmatismos con ejes oblicuos. Se plantea de forma de los métodos objetivos, fundamentalmente la
general que se debe corregir el total del defecto, siem- esquiascopia o retinoscopia, ya que el paciente no es
pre que sea posible, pero cuando este es muy elevado, capaz de cooperar para el componente subjetivo de
la corrección se hará de forma escalonada. esta. Igualmente se emplean los métodos objetivos en
pacientes con discapacidad mental que no pueden apor-
Métodos de examen más usados para tar su opinión subjetiva a la refracción, ya sea por de-
mencia senil o patologías incapacitantes.
determinar el estado refractivo del niño Antes de comenzar a tratar la corrección óptica
Ante todo es necesario conocer de modo general idónea se debe conocer que el sistema visual, como
los tipos de lentes oftálmicas que existen para la co- sistema sensorial y que es además un órgano par, posee
rrección de las ametropías. Estas se clasifican según un ojo dominante que es el que realiza la fijación funda-
la combinación de sus 2 caras en: biconvexas, mental y rige la actividad del sistema, tanto sensorial
planoconvexas y convexa cóncavas y en bicóncavas, como motora. Es muy importante determinar la domi-
planocóncavas y cóncava convexas; la combinación nancia ocular al comenzar el examen refractivo, ya que
de una superficie cóncava y una convexa son los lla- en pacientes en los que haya una marcada diferencia
mados meniscos. Según su geometría se clasifican en: entre el poder refractivo de ambos ojos, igual que en
esféricas, cuando tienen el mismo poder dióptrico en casos con estrabismos de diversos tipos, es imprescin-
todos sus meridianos y corrigen las ametropías puras, dible priorizar la agudeza visual del ojo dominante en el
es decir, las positivas corrigen la hipermetropía y las momento de indicar la corrección óptica definitiva.
negativas corrigen la miopía; cilíndricas cuando tienen La esquiascopia es un método objetivo que no exi-
diferente valor en sus 2 meridianos principales; las plano ge extrema cooperación del paciente, rápido y bastante
cilíndricas que tienen poder dióptrico en un meridiano exacto, especialmente para aquellos que tienen expe-
y en el otro no y corrigen los astigmatismos simples: riencia en trabajar con niños. Requiere transparencia
las positivas el astigmatismo hipermetrópico simple y de los medios. Se debe realizar siempre con cicloplejía,
162 Oftalmología pediátrica

es decir, con parálisis de la acomodación del ojo. Este En niños mayores que ya leen y cooperan se rea-
instrumento está compuesto por un sistema de ilumina- liza la refracción por métodos objetivos y luego subje-
ción-proyección a través de un espejo, donde su primer tivos. En el primero se usa la esquiascopia con pupila
diseño tenía un espejo plano, el cual es hoy sustituido dilatada y parálisis de la acomodación o cicloplejía y
por los modernos retinoscopios de banda. luego se pasa al método subjetivo en el que se trata de
La esquiascopia es el estudio de las sombras que vea las letras o figuras que se le proyectan, per-
esquiascópicas, o sea, las que se producen al iluminar la feccionando los resultados obtenidos en la esquias-
retina e impartirle movimiento al retinoscopio. Este copia. Al transcurrir el tiempo suficiente para eliminar
método objetivo fue descubierto por el médico francés el efecto de la dilatación y la cicloplejía, se realiza la
Cuigniet, quien lo dio a conocer en 1873. Se realiza al prueba subjetiva, llamada prueba final o posciclopléjica,
iluminar el ojo con un espejo plano o cóncavo o con el sin dilatación y en un examen ulterior, con el mecanis-
retinoscopio, y observar la dirección de la sombra pro- mo acomodativo activo, para conocer la amplitud de
ducida por la luz cuando se le imprimen movimientos de la acomodación y prescribir la corrección más cómo-
arriba hacia abajo, de izquierda a derecha y en los diá- da, según el grado de la ametropía de base y otros
metros oblicuos. A esas sombras se les neutraliza su parámetros como el balance muscular y la binocu-
movimiento interponiendo cristales de diferentes valores, laridad (Figs. 8.8 y 8.9).
ya sean esféricos y cilíndricos negativos o positivos, que
contiene la caja de prueba que se utiliza para ello, lo que
se hace en los principales ejes oculares.
Al realizar el movimiento del retinoscopio en am-
bos sentidos si se está ante un defecto esférico, ya
sea miopía o hipermetropía, las sombras deben des-
aparecer simultáneamente en ambos sentidos al lle-
gar al valor de la lente neutralizadora del defecto. Si
las sombras se mueven a favor del movimiento del
retinoscopio, se colocan lentes esféricas positivas para
neutralizar su movimiento y si se mueven en contra,
lentes esféricas negativas. Si las sombras
esquiascópicas no se neutralizan a la misma vez, se
deben añadir lentes cilíndricas de diferente potencia
y signo, según se muevan a favor (positivas) o en
contra del movimiento del retinoscopio (negativas)
hasta que se neutralice el movimiento en el eje que
se explora, luego de neutralizar el movimiento del eje
perpendicular ya explorado, que se asume como la
Fig. 8.8. Examen objetivo “esquiascopia”.
esfera de la formula refractiva.
Para realizar la esquiascopia es preciso tener en Se debe recordar que los medicamentos midriáticos
cuenta la distancia a la que se coloca el observador ciclopléjicos tienen diferentes tiempos de acción; en
del paciente, llamada distancia de trabajo. La más uti- general es de 3 h para la tropicamida, 3 días para la
lizada es la distancia de 50 cm o 0,5 m, cuya lente homatropina y 3 semanas para la atropina. El midriático
correctora de distancia se debe sumar algebraicamente ciclopléjico que más se usa en estos momentos para
a los resultados (esta lente resultante se llama lente refracción en niños es el ciclopentolato, que dura pocas
neutralizadora). Este valor se conoce como factor de horas. Se instila 3 veces cada 5 min y se esperan 20
corrección y varía según la distancia a la que se traba- min para realizar la prueba; al día siguiente ya es posi-
je; si la distancia fuera de 1 m, se suma algebraicamente ble realizar la prueba final y prescribir los lentes. Antes
-1,00 y si se utiliza como distancia de trabajo 75 cm, se de instilar cualquiera de esos ciclopléjicos se compri-
suman -1,50 dioptrías. Por ejemplo, si se neutraliza con men los puntos lagrimales para disminuir la absorción
una lente de +4,00 dioptrías, la refracción del paciente sistémica del medicamento; estos quedan comprimidos
sería +2,00 dioptrías, si la esquiascopia se realizó con durante 1 o 2 min. Se debe complementar el estudio
el paciente colocado a 50 cm. con el método subjetivo antes de prescribir los espejuelos.
Capítulo 8. Refracción 163

el niño coopere algo. En el momento de la prescripción


definitiva de la corrección se deben tener en cuenta los
resultados obtenidos en previos estudios y la corrección
que usaba anteriormente, lo que posibilita conocer la
evolución del defecto refractivo.
Otro estudio objetivo que ayuda a medir la re-
fracción de cada ojo es la queratometría, en la cual se
mide el radio de curvatura corneal en sus diferentes
meridianos, para determinar de forma objetiva la cuan-
tía del astigmatismo corneal.
Para un estudio visual adecuado y completo en el
paciente pediátrico, además de llevar a cabo una correcta
refracción, con las condiciones ciclopléjicas y posciclo-
pléjicas adecuadas, se debe tener en cuenta el estado de
la motilidad ocular y de la visión binocular, que no es más
que el resultado de integrar y coordinar las imágenes que
recibe cada ojo por separado en una imagen única, para
lo que es imprescindible la integridad de la vía visual, la
del sistema oculomotor y del sistema sensorial, entre los
Fig. 8.9. Examen subjetivo usando lentes de la caja de prueba. que existe una estrecha relación.
Para determinar la refracción en los niños peque-
ños y medir la corrección necesaria se prefiere el uso
Refracción en condiciones especiales.
de la caja de prueba con cristales esféricos positivos y Niños diabéticos y glaucomatosos
negativos y cristales cilíndricos, al uso del refracto o Para realizar la refracción en los niños diabéticos
foróptero (Fig. 8.10). es preciso tener en cuenta el estado de las glicemias,
cuyos valores deben estar normales o al menos por
debajo de 8 mm/L, durante 6 semanas antes. De esta
forma se puede hacer una exacta prescripción, ya que
al variar estos valores se producen cambios en el índi-
ce de refracción del cristalino que provocan diferen-
cias en el estado refractivo. En los diabéticos con
retinopatía se hace difícil la refracción, pues a veces se
duda de que un determinado déficit sea por no estar com-
pensada la glicemia en ese momento, no ser correcta la
refracción obtenida, o achacarle un déficit visual a la
retinopatía. En estos casos es imprescindible el traba-
jo en conjunto del oftalmólogo y el optometrista para
decidir la situación.
En el niño glaucomatoso no es muy posible que se
Fig. 8.10. Caja de prueba. pueda realizar la indicación de dilatación y cicloplejía
con dilatación pupilar, y la esquiascopia sin dilatar se
Los refractómetros o autorrefractos son equipos hace difícil por las opacidades corneales frecuentes
computarizados o automáticos especialmente diseñados en esta enfermedad. Estos casos son de muy difícil
para el estudio de la refracción objetiva. Existen va- manejo y se requiere brindarles la atención de un
rios modelos y su uso no es recomendable en los niños optometrista con la mayor experiencia en pediatría.
pequeños por el temor que tienen a los equipos que le Anisometropía. Es la diferencia de refracción en-
tapan la cara, y por la poca cooperación que mues- tre ambos ojos, superior a 2,5 o 3 dioptrías, por lo que se
tran, lo que falsea los resultados. dificulta o no existe la visión binocular; ello conduce a
Para la medida de la refracción se deben utilizar los que se desarrolle y utilice activamente y de forma úni-
métodos, tanto objetivos como subjetivos, siempre que ca el ojo de mejor visión, que generalmente es el ojo
164 Oftalmología pediátrica

dominante. Con ello se excluye el otro ojo del acto vi- Con ello se realiza la profilaxis de la ambliopía y se
sual y no se realiza el desarrollo normal de la visión en logra el tratamiento precoz de los defectos de refrac-
ese ojo excluido, lo que lleva a que se produzca ambliopía ción y de otras afecciones oculares que podrían con-
y ausencia de la visión binocular. ducir a deterioro visual y a la ambliopía.
Aniseiconia. Recibe este nombre el defecto vi-
sual producido por desigualdad de forma y tamaño entre Fórmulas refractivas
las 2 imágenes visuales de cada ojo, lo que hace muy
difícil o a veces imposible la fusión de las imágenes; Es muy importante conocer el modo en que se es-
suele ser producido por la anisometropía. Es un de- cribe la receta oftálmica y que se conoce como fórmula
fecto casi siempre asintomático, porque se suprime la refractiva que corrige una ametropía determinada. Se
visión de un solo ojo, que se debe detectar en especial plantea que se deben corregir las ametropías con la len-
en los niños pequeños. Su diagnóstico se realiza de te que logre llevar hasta el punto remoto la imagen vi-
forma casual o en exámenes oculares preventivos en sual, que está antes de este en la miopía y más allá del
la búsqueda de esta afección, para de inmediato ini- infinito en la hipermetropía, para dejar al ojo una reser-
ciar su tratamiento y evitar la ambliopía. va acomodativa y no llevarlo al reposo total. Este es el
Se recomienda a padres y tutores estar atentos de llamado principio de la compensación. Se ha de tener
la correcta alineación ocular en los niños y su actua- en cuenta el balance muscular de cada caso y en par-
ción en tareas y juegos donde algunos signos deben ticular para indicar el tipo de corrección con crista-
hacer sospechar un defecto refractivo, como el de les. La fórmula refractiva que consta de esfera, ci-
acercarse a los objetos más que otros compañeros para lindro y eje (+ 4,00 + 3,00 x 180°), se expresa en forma
tratar de ver mejor, como sucede en la miopía, la cual de cruces ópticas, donde una lente es la combinación de
si es binocular dificulta percibir el defecto por los que 2 anteriores, ejemplo: esfera de + 4,00 combinada con
rodean al niño y puede llevarlo a la ambliopía si se cilindro de + 3,00 x 180° = + 4,00 + 7,00 x 180° (Fig.
demora mucho el diagnóstico y el defecto es de sufi- 8.12). A continuación se expone un ejemplo de la fór-
ciente magnitud para provocarla (Fig. 8.11). mula refractiva para cada una de las ametropías:
– Hipermetropía: + 4,00 esf.
– Miopía: - 2,50 esf.
– Astigmatismo hipermetrópico simple: + 1,25 x 90°
– Astigmatismo miópico simple: - 2,00 x 180°
– Astigmatismo hipermetrópico compuesto: + 1,25
+ 2,00 x 90°
–Astigmatismo miópico compuesto: - 2,00 - 1,50 x 180°
– Astigmatismo mixto: - 1,50 + 4,00 x 45°

Transposiciones
Para transponer, que es escribir la misma fórmula
refractiva con el componente cilíndrico con el signo con-
trario, se suma algebraicamente la esfera y el cilindro, se
cambia el signo del cilindro y el valor se mantiene igual y
se suma o resta 90° al eje, según corresponda:

Fig. 8.11. Juegos de parejas que pueden servir de comparación para


+ 2,00 + 1,00 x 180 = + 3,00 – 1,00 x 90
detectar defectos de refracción.

Como medida de profilaxis para proteger el futuro Regla:


desarrollo de la visión del niño, se recomienda realizar Suma algebraica de la esfera con el cilindro.
un examen oftalmológico y su refracción a los 6 me- El signo del cilindro varía de (+) a (-) o viceversa, pero
ses de edad; un segundo examen entre 1,5 y 2 años; el valor dióptrico se mantiene.
un tercer examen antes del ingreso a la escuela, a los El eje varía en 90º: menor de 90º se suma 90º, mayor
5 años, y seguir con exámenes rutinarios cada 3 años. de 90º se resta 90º
Capítulo 8. Refracción 165

Fig. 8.12. Cruces ópticas.

Ejemplos: una fuente de luz directa; se puede utilizar cualquier


A/O - 1,00 x 90º Astigmatismo miópico regla milimétrica. Desventajas: las córneas de una
simple misma persona pueden no ser iguales, lo que ocurre
Transp. - 1,00 + 1,00 x 180º Lente plano cilíndrico (-) con frecuencia; generalmente el centro de la pupila
no coincide con el eje visual y no tiene en cuenta la
A/O + 3,00 - 3,00 x 180º Astigmatismo asimetría facial.
hipermetrópico simple Método interejes visuales. Se toma a partir
Transp. + 3,00 x 90° Lente plano cilíndrico (+) de las imágenes catóptricas de la córnea, que coinci-
A/O + 5,00 - 2,00 x 10º Astigmatismohipermetrópico de con cada eje visual. Ventajas: se puede utilizar
compuesto cualquier regla milimétrica. Desventajas: no tiene en
Transp. + 3,00 + 2,00 x 100º Lente esferocilíndrica (+) cuenta la asimetría facial y no siempre se puede con-
tar con un manantial de luz apropiada.
A/O -4,00 + 2,00 x 95º Astigmatismo miópico Método interpupilar. Ventajas: se puede me-
compuesto dir con cualquier regla milimétrica; no se necesita
Transp. - 2,00 - 2,00 x 5º Lente esferocilíndrica (-) una fuente de luz especial. Desventajas: requiere de
buena iluminación; generalmente el centro de la pu-
A/O - 5,00 + 6,00 x 15º Astigmatismo mixto
pila no coincide con el eje visual. No tiene en cuenta
Transp. + 1,00 - 6,00 x 105º Lente esfero cilíndrica mixta la asimetría facial.
Método naso pupilar. Ventajas: se tiene en cuen-
Importancia de la distancia interpupilar, ta la asimetría facial; es mucho más cómoda y efectiva.
Se toma a partir de las imágenes catóptricas de la cór-
el centrado y la distancia de vértice
nea, que coincide con cada eje visual. Se puede utilizar
La medición de la distancia interpupilar debe ser cualquier regla milimétrica aunque existen algunas que
un paso obligado dentro de la refracción, pues este es tienen 2 escalas, derechas e izquierdas, con una curva
el dato que garantiza que las lentes sean colocadas de intermedia (puente) que facilita este método. Desven-
modo que sus centros ópticos coincidan con los ejes tajas: requiere buena colaboración del paciente y de
visuales de cada ojo. Cuando esto no ocurre la lente destreza y habilidad por parte del refraccionista.
queda descentrada y por tanto provoca un efecto pris- Es extremadamente importante que una lente que-
mático que estará relacionado proporcionalmente con de centrada (procedimiento de corte y monta de las
la magnitud de la potencia dióptrica de la lente. La lentes) y que sus centros ópticos coincidan con la dis-
distancia interpupilar debe acompañar siempre a la tancia interpupilar para que al convenir con los ejes vi-
fórmula refractiva. Existen diferentes métodos para suales se evite la incidencia del efecto prismático (con-
medir la distancia interpupilar: siste en que una lente, al estar constituida por 2 prismas,
– Método de limbo a limbo. produce un desplazamiento de la imagen proporcional a
– Método interejes visuales. su potencia), lo que provoca desagradables molestias
– Método interpupilar. subjetivas, disminuyendo la calidad visual. La distancia
– Método naso pupilar. de vértice es la que existe entre la cara posterior de la
lente y la cara anterior de la córnea que no debe ser
Método de limbo a limbo. Ventajas: es un mayor de 12 mm porque produciría una distorsión de la
método rápido y cómodo de efectuar que no necesita imagen y el efecto prisma (Fig. 8.13).
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trico distaría 20 mm de su borde, mientras que se de- Machado Fernández EJ‚ Zanati Hussein (1997): Queratotomía
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sea que el vértice se encuentre a 18 mm de su borde Estudio de 146 ojos operados. Rev. Cubana Oftalmol; 10(1/
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Capítulo 9

Pruebas electrofisiológicas en el estudio de la retina


y vía visual
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, CARLOS MENDOZA SANTIESTEBAN Y YAHUMARA ALBERTO ESCOBAR

Las pruebas electrofisiológicas son métodos de


exploración objetiva del órgano de la visión muy útiles
en dar a conocer el estado funcional de la retina y vía
visual. Usan diversos instrumentos de registros, algu-
nos simples y otros mucho más complejos que requie-
ren entrenamiento en su uso y cuya indicación e inter-
pretación de los resultados debe ser del dominio del
oftalmólogo, en especial por los que se dedican a la
pediatría. La mayoría de estas pruebas requieren la
cooperación del niño o su sedación.
El electrorretinograma (ERG) a luz difusa, el Fig. 9.1. Eventos de la retina estimulada con luz en el tiempo.
electrorretinograma con patrón (PERG), los potenciales Potenciales precoces de los fotorreceptores (PPR) en
evocados visuales corticales (PEVc) y el microsegundos; ondas A y B en milisegundos; onda C en minutos y
onda D o efecto del apagado de la luz.
electrooculograma (EOG) que mide la función del epite-
lio pigmentario retinal, son estudios que muestran el esta-
do de las diferentes capas de retina y vía visual; permiten
Electrorretinograma con luz difusa
separar el estudio funcional de los conos y bastones y El ERG con luz difusa es una respuesta global de
hasta estudiar puntos determinados de la retina y corteza las capas externas y medias de la retina. La onda a da
visual. En cada uno de estos existen diferentes ondas, a conocer el estado de los fotorreceptores que se
que es lo que se mide y se pueden realizar con diferentes hiperpolarizan con el estímulo luminoso; su onda b tra-
variantes de estimulación y registro. La mayoría, por su duce el estado de las capas medias de retina mediante
baja amplitud, requiere de promediación. cambios de polaridad que ocurren en esa zona y que
La primera respuesta que se obtiene de la retina provocan determinadas células, produciendo la
son los potenciales precoces de los receptores en el despolarización en las de Muller. Sobre la onda b se
orden de los microsegundos. Le siguen las ondas a y b pueden observar de 4 a 5 oscilaciones en su porción
del ERG en el orden de los milisegundos y la onda c, ascendente, llamados potenciales oscilatorios (PO).
en el orden de los segundos, que traduce el estado del El ERG se registra con un electrodo activo sobre la
complejo epitelio pigmentario y fotorreceptores, como córnea contra una referencia que por lo regular se
también lo hace el EOG (Fig. 9.1). coloca en la frente. Sus respuestas a estímulos lumi-
168 Oftalmología pediátrica

nosos de diferentes intensidades y frecuencias varían


la amplitud y latencia de sus ondas a y b, que se miden
de la isolínea al pico y de pico a pico respectivamente.
Por su gran amplitud, entre 300 y 450 µv, el ERG se
puede registrar sin promediar las respuestas y hasta
en un electroencefalógrafo común con un
estroboscopio. Para apreciar el ERG se mide la latencia
y amplitud de las diferentes ondas que lo componen.
Se clasifica de acuerdo a la amplitud de sus ondas en
(Fig. 9.2):
Fig. 9.2. Clasificación del ERG por la amplitud de sus ondas.
– ERG normal: ondas a y b normales.
– ERG hipernormal: ondas a y b aumentadas.
– ERG subnormal: ondas a y b disminuidas. Actualmente se usan diferentes formas de
– ERG negativo: onda b disminuida (encima de la preadaptación a la luz, filtros e intensidades lumi-
isolínea). nosas que permiten registrar diferentes respues-
– ERG negativo negativo: onda b disminuida (de- tas del ERG que han sido estandarizadas por la
bajo de la isolínea). Sociedad Internacional para la Electrofisiología
– ERG plano: ondas a y b ausentes. Clínica de la Visión (ISCEV), las cuales se regis-
tran en secuencia. Esto permite obtener 5 tipos de
Las más frecuentes indicaciones del ERG son las ERG durante el estudio:
degeneraciones tapetorretinianas, en las que el ERG 1. Las respuestas de bastones o ERG escotópico,
suele ser plano o muy disminuido y los déficit visuales que se realiza previa adaptación a la oscuridad de
inexplicables en los que se sospechen enfermedades 20 a 30 min y con estímulos de intensidad muy
con alteración en los fotorreceptores. débiles, en las que solo responden los bastones; se
Para la indicación del ERG es necesario saber qué caracteriza por gran onda b de latencia prolonga-
se busca para sugerir la prueba más sencilla posible da, sin onda a.
en el tiempo y que esta a su vez sea capaz de aportar 2. Seguidamente el ERG mesópico o de máxima res-
puesta en el que está incluida la superpolarización
los datos suficientes, sobre todo en niños que no co-
de la población total de los conos y bastones de la
operan y se requiere administrar anestesia para el es-
retina: se obtiene con una luz más fuerte de 1,5 a 3
tudio. Un registro sencillo, corto y útil es el ERG
candelas por metro cuadrado y por segundo, que
mesópico y de los potenciales oscilatorios; este no re-
constituye la luminancia estándar para el resto del
quiere mucho tiempo pues no es necesario preadaptar
examen. En este registro las ondas a y b alcanzan
a la oscuridad ni a la luz (Fig. 9.3).
su máxima respuesta.
En ocasiones el ERG puede revelar trastornos 3. Cambiando solo los filtros pasa banda baja y ban-
en su morfología o amplitud sin que se muestren al- da alta se obtienen los potenciales oscilatorios que
teraciones en la agudeza visual ni en el estudio de son pequeñas onditas situadas sobre la porción as-
fondo de ojo, como es el caso de la enfermedad de cendente de la onda b; estos son muy sensibles a
Duchenne. En una serie de 22 pacientes estudiados disminuir con la anoxia.
con esta enfermedad, Santiesteban demuestra que el 4. Previa adaptación a la luz durante 10 min se regis-
ERG fue anormal en 90 % de los casos, en los que se tra la respuesta fotópica de la retina, o de conos
registró un tipo de ERG subnormal o francamente solamente, que se caracterizan por un ERG de
negativo negativo, lo que estuvo en relación con la menor amplitud que el ERG mesópico pero con
presencia y sitio de la deleción que fue mayor cuan- onda a más prominente en relación con la onda b.
do esta estaba cerca del extremo 3 prima (Fig. 9.4). 5. Por último el flicker foveal, que es la respuesta a
Este hallazgo coincide con la presencia de un tipo de frecuencia de estimulación de 30 estímulos por se-
distrofina en la capa plexiforme externa de la retina, gundo con la misma intensidad de luz. En ese caso
la cual se altera en los músculos de pacientes con solo los conos foveales pueden replicar el ritmo de
enfermedad de Duchenne. estimulación (Figs. 9.5 y 9.6).
Capítulo 9. Pruebas electrofisiológicas en el estudio de la retina y vía visual 169

Fig. 9.3. ERG subnormal y potenciales oscilatorios (PO) muy disminuidos, a la izquierda; comparado con ERG y PO normal, a la derecha.

Fig. 9.4. ERG negativo negativo a la izquierda en un niño con enfermedad de Duchenne.
170 Oftalmología pediátrica

Fig. 9.5. ERG con luz difusa estandarizado de ambos ojos con los 5 tipos de respuestas.

Fig. 9.6. ERG estandarizado en el que se muestra evidente disminución de los componentes fotópicos y de los PO, en el registro de la derecha,
comparado con el de la izquierda que es un registro normal.
Capítulo 9. Pruebas electrofisiológicas en el estudio de la retina y vía visual 171

Los registros de ERG se pueden hacer mediante tra evidente disminución de onda b muy negativa y de
estudios transitorios o mantenidos y también en el do- los potenciales oscilatorios (Fig. 9.7).
minio de la frecuencia.
En pediatría el ERG es útil en el estudio de enfer- Electrorretinograma multifocal
medades metabólicas, hereditarias o neurológicas, his- El ERG multifocal es un nuevo método que estudia
toria familiar de mala visión, monitoreo del desarrollo el estado funcional de áreas específicas de capas exter-
visual, anormalidades de visión sin daño evidente al ór- nas de la retina (Fig. 9.8) y por lo tanto, su utilidad radica
gano visual o que no mejoran con cristales, intoxicaciones, en detectar afectación de zonas localizadas en esa es-
entre otras enfermedades que afectan también a la re- tructura, a diferencia del ERG con luz difusa o a campo
tina. Son muy útiles en los casos con opacidades de los completo que proporciona una respuesta más global.
medios que no permitan examinar el fondo de ojo, en Los estímulos son múltiples hexágonos dispuestos
cuyo caso se deben usar estímulos de gran intensidad de forma concéntrica, cuyo tamaño aumenta según su
capaces de atravesar los medios opacos. excentricidad y cubren un área de retina de 30 a 50°
Un ejemplo de la importancia del ERG en el diag- de diámetro.
nóstico es la ceguera nocturna estacionaria congénita El trazado típico del ERG multifocal es una respues-
(CNEC); enfermedad no progresiva con herencia ta lineal de morfología parecida a las ondas del ERG de
autosómica dominante, recesiva y ligada al sexo. La luz difusa, que se puede representar como un complejo
mala visión nocturna es su síntoma fundamental pero de ondas en cada lugar estimulado o mediante un gráfi-
la deficiencia vitamínica A, los defectos en los basto- co. Este posee un código de altura y colores, con un pico
nes o las enfermedades heredoconstitucionales del central más alto y de color blanco en sujeto normal, que
nervio óptico también pueden cursar con hemeralopia. representa el área macular (Figs. 9.9, 9.10, 9.11, 9.12,
El ERG estandarizado de bastones en la CNEC mues- 9.13 y 9.14. Cortesía del doctor Thomas Hedges).

Fig. 9.7. ERG estandarizado de ambos ojos en el que se muestra evidente disminución de los componentes escotópicos y de los PO en el registro
de un paciente con CNSC tipo Shubert-Bornshein.
172 Oftalmología pediátrica

Electrorretinograma con patrón


El PERG es un tipo de ERG que se provoca por
estímulos estructurados en damero blanco y negro que
alternan, como el usado para PEV. Muestra el estado
de células ganglionares, principalmente foveales. Es
mucho más pequeño en amplitud que el ERG con luz
difusa por lo que necesita para su registro un gran
número de premediaciones. Posee 3 ondas nombra-
das N 35, P 50 y N 90. Se puede registrar al unísono
con el PEV y medir el tiempo retinocortical, entre la
onda P 100 del PEV y P 50 del PERG, que debe estar
Fig. 9.8. Paciente en preparación para estudio de ERG.
alrededor de los 50 ms (Fig. 9.15).
Los métodos electrorretinográficos son de gran
utilidad para el diagnóstico ya que permiten ubicar
topográficamente la lesión, suponer su causa y en al-
gunos casos se alteran antes de que se puedan obser-
var lesiones en el fondo del ojo.

Potenciales evocados visuales


corticales
Los PEVc informan sobre la llegada a la corteza
del impulso visual y por tanto sobre el estado del ner-
vio óptico y la vía visual. El PEV es el resultado de la
actividad registrada en corteza occipital provocada
por un estímulo que puede ser de luz difusa, a patrón
de aparición y desaparición de estímulos estructurados
o su alternancia, como cuadros en los que además se
Fig. 9.9. ERG multifocal en sujeto normal. puede variar el tamaño y el contraste entre las
cuadrículas blancas y negras. Se registran en la re-
gión occipital, Oz, es decir, 2 cm por debajo del inión
occipital y a sus lados derecho e izquierdo, para re-
gistrar lo que viene de cada parte de la vía visual en
forma independiente.
Los estímulos con cuadros más grandes de cuadrí-
cula o damero caracterizan las vías M; si se usan estí-
mulos más pequeños se caracteriza a las vías P. Estos
potenciales consisten en un grupo de ondas negativas y
positivas, con un pico muy constante y bien definido
alrededor de los 100 ms. En ellos se mide latencia y
amplitud de sus principales picos componentes. Si la
latencia se prolonga sugiere desmielinización y si la
amplitud disminuye sugiere pérdida axonal, lo que pue-
de caracterizar la naturaleza de determinada noxa que
afecta a la vía visual, aunque trastornos en retina pue-
den también hacerlos variar. Su registro es de gran uti-
lidad en el estudio de los desórdenes de las vías visua-
les, así como en la distinción de las enfermedades
Fig. 9.10. Ondas del ERG normal en cada área de retina estimulada. retinales y las del nervio óptico.
Capítulo 9. Pruebas electrofisiológicas en el estudio de la retina y vía visual 173

Fig. 9.11. Depresión central y paracentral del ERG multifocal.

Fig. 9.12. Depresión paracentral del ERG multifocal.

Fig. 9.13. Depresión general y específicamente en área macular del ERG multifocal.
174 Oftalmología pediátrica

Fig. 9.14. Depresión general del ERG multifocal.

En niños pequeños que no cooperan se puede reali- buena morfología o no. Estos tipos de registros se deben
zar el PEV con estímulos de diodos emisores de luz mon- evaluar siempre, en relación con la clínica de cada pa-
tados en un tipo especial de máscara que, aunque no ciente, con el estudio preciso de la refracción que use, si
ofrece mucha seguridad para medir la amplitud y latencia el defecto existe y con el resto de las pruebas psicofísicas
de sus ondas, orienta al menos si existe respuesta con y del fondo de ojo (Fig. 9.16).

Fig. 9.15. Montaje al unísono de PERG en la última derivación y PEV en las 3 primeras.
Capítulo 9. Pruebas electrofisiológicas en el estudio de la retina y vía visual 175

Fig. 9.16. Potenciales evocados visuales en paciente con neuropatía óptica inflamatoria y pérdida axonal en OD, normal en OI.

El PEV multifocal es un estudio de uso re- Bibliografía


ciente que permite el registro simultáneo de todas Benitez García M (1991): Estudio electrofisiológico en pacientes
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176 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 10

Imágenes en oftalmología
CARLOS MENDOZA SANTIESTEBAN, ENRIQUE MENDOZA SANTIESTEBAN, ADNOLYS REYES BERAZAÍN Y ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

Sin duda alguna el desarrollo de las técnicas de ex- que autofluorescen, como las drusas papilares, y del
ploración imaginológica ha constituido uno de los ele- filtro libre de rojo o lentilla Argilagos, nombre que
mentos de mayor trascendencia en el diagnóstico médi- recibió en honor a su diseñador e introductor en la
co en los últimos años. Entre estas el estudio del fondo oftalmoscopia, en el año 1861 en Francia. Este filtro
de ojo se ha enriquecido con fotos de gran calidad con se describió inicialmente cuando la oftalmoscopia solo
determinados filtros, contrastes y procesamientos que se realizaba con una luz de llama para mejorar la
dejan constancia en detalle del mismo, elemento muy visualización de estructuras del fondo de ojo (Fig.
importante para el diagnóstico y la evolución de dife- 10.1). Esta técnica es ideal para detectar vasos y he-
rentes afecciones. Los métodos de imágenes de fondo morragias, como describieran Vogt y Ginestous en el
de ojo permiten destacar elementos difíciles de obser- siglo XX y para observar donde faltan las capas de
var en la oftalmoscopia simple. fibras ganglionares de la retina, como más reciente-
Por otra parte, la aparición de las tomografías de mente describiera William Hoyt. Existen programas
variados tipos que muestran imágenes de los tejidos que optimizan las posibilidades de esta lente de luz
en vivo de retina y nervio óptico, del ultrasonido, la aneritra para destacar las capas de fibras, como el
tomografía computarizada (TC) y la imagen por reso- que acompaña a la lámpara FF 450 (Fig. 10.2).
nancia magnética (IRM) ha permitido la observación
de estructuras orbitarias y craneoencefálicas y entre Imágenes de fondo de ojo obtenidas mediante
ellas de la vía visual, cuya observación no era posible
hasta hace poco. Este avance se encuentra íntima-
la utilización de filtros de luz, con la lámpara
mente relacionado al experimentado por la informáti- FF 450
ca que ha permitido revolucionar también otros cam- Para el estudio de fondo de ojo, los filtros de
pos de la salud visual, como el de las pruebas cobalto y aneritros, así como otros que impiden el
electrofisiológicas. paso de diferentes longitudes de onda del espectro
luminoso, se han usado a través del tiempo en de-
Imágenes de fondo de ojo pendencia de cuál es el nivel de la estructura que
Entre los métodos más conocidos están las foto- se quiere destacar y el contraste que hace con lo
grafías de fondo de ojo que han evolucionado de acuer- que la rodea. En la actualidad existen métodos fo-
do con el desarrollo de las técnicas fotográficas y las tográficos que incrementan el contraste y amplifi-
lentes empleadas. can la imagen, lo que permite ver estructuras casi
Las máquinas que se utilizan suelen estar dota- microscópicas en mucho detalle (Figs. 10.3, 10.4,
das de filtros de cobalto para detectar estructuras 10.5, 10.6 y 10.7).
178 Oftalmología pediátrica

Fig. 10.4. Vasos que cruzan la foveola en hipoplasia macular.

Fig. 10.1. Francisco Argilagos Ginferrer, cubano introductor del


filtro de luz aneritra de óxido de uranio.

Fig. 10.5. Ingurgitación vascular venosa con microhemorragias y


papiledema.
Fig. 10.2. Lámpara FF 450 de Karl Seizz.

Fig. 10.3. Parásito en forma de S en las fibras ganglionares


realzado con luz aneritra y filtraje especial. Fig. 10.6. Agujero macular.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 179

Fig. 10.7. Neurorretinitis con exudados en forma de estrella A


macular.
La cromofondoscopia es el uso de luces de dife-
rentes longitudes de onda aplicadas al examen de fon-
do de ojo (Fig. 10.8), lo que sirve para destacar deter-
minadas estructuras.

Fig. 10.8. Uso de filtros coloreados en el estudio de fondo de ojo.

Actualmente es posible utilizar diversos métodos fo-


tográficos para interconsultar imágenes a distancia, como
el sistema Orion para telemedicina, usado en Cuba.
Este es un sistema de retinografía no midriática (mí-
nimo diámetro pupilar 3,8 mm) con fotos en color o blan-
co, muy eficiente, que obtiene casi por sí solo imágenes
de retina de alta calidad almacenadas en un formato tal
que permite enviarlas incluso por correo electrónico. Po-
sibilita la adquisición automática de 5 campos de 24° en
retina, ensamblados vía software en un campo simple de
45° en tiempo promedio de adquisición de 55 s. Ofrece
las instrucciones vocales grabadas que guían al paciente.
Mediante su uso se pueden efectuar diagnósticos remo- C
tos inmediatos y orientar la conducta a seguir por los ex- Fig. 10.9 A. Equipo de telemedicina Orion; B. Foto de área papilar
pertos que analizan la imagen. Trabaja con luz aneritra y y peripapilar tomada con luz blanca y un segmento con luz aneritra;
se utiliza además para realizar la pupilografía (Fig. 10.9). C. Montaje de 5 fotos de fondo de ojo.
180 Oftalmología pediátrica

Imágenes contrastadas de los vasos


de retina y coroides
La angiografía fluoresceínica y con verde
indocianina son pruebas contrastadas de gran valor que
estudian el árbol vascular retiniano y coroideo, además
de otras estructuras.
La angiografía fluoresceínica se utiliza para el estu-
dio de la retina fundamentalmente y de su árbol vascular.
Mide los tiempos circulatorios, muestra zonas de esca-
pe del colorante (puntos de fuga), vasos anormales, al-
teraciones vasculares estructurales como aneurismas,
vasos de neoformación, áreas de isquemias, oclusión y
hemorragias que se presentan como zonas vacías y os-
curas. Además estudia la alteración del efecto de blo- A
queo que produce la captación del contraste por el epi-
telio pigmentario inmediatamente después de llegar el
colorante a los vasos coroideos desde donde difunde la
fluoresceína. La angiografía fluoresceínica puede ha-
cer ver estructuras que hipofluorescen o hiperfluorescen.
(Figs. 10.10, 10.11 y 10.12).
La angiografía fluoresceínica es un estudio vascular
y dinámico en el tiempo que muestra las alteraciones en
la coroides, papila, retina y su vasculatura. Esta técnica
consiste en la inyección del colorante fluoresceína en el
torrente circulatorio a través de una vena de la flexura
del codo. La retina se fotografía antes de la inyección
del colorante (fluoresceína sódica).
El contraste se debe ver en arterias de la retina en
10 s (tiempo brazo retina). La angiografía se divide en
fases diferentes marcadas por el tiempo transcurrido y B
el avance del contraste en los vasos (10.13).
Fig. 10.11. Oclusiones vasculares de territorio: A. Temporal inferior
y B. Temporal superior, con zonas de hipofluorescencia coroidea e
hiperfluorescencia retiniana.

Nótese en las figuras 10.13E y F y con más preci-


sión y mayor cantidad en las fases de recirculación o
tardía (Fig. 10.13G y H) que se observa fuga de con-
traste en zona temporal superior a la distancia de un
diámetro papilar.
La angiografía retiniana constituye una guía esen-
cial para planear la terapéutica con láser en enferme-
dades vasculares de la retina, como por ejemplo: la
retinopatía diabética y la coroidopatía serosa central.
La angiografía con el contraste verde indocianina
es otro método empleado muy útil para destacar áreas
de interés en el fondo de ojo, como los vasos coroideos.
Este contraste tiene la ventaja que es de mayor peso
Fig. 10.10. Angiografía fluoresceínica en paciente donde se observan
molecular lo que hace que no escape fácilmente de los
las típicas alteraciones vasculares de la enfermedad de Eales. vasos de la coriocapilar ni sea captado por el epitelio
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 181

pigmentario, como sucede con la fluoresceína inme- son principalmente 3 los métodos comercializados para
diatamente después del flushing o llenado coroideo, este fin: la tomografía confocal retinal, fabricada por
lo que impide la visualización de los vasos de esa capa la casa Heidelberg (Alemania) con los equipos comer-
y produce el fenómeno de bloqueo a la coroides. Los ciales HRT I y HRT II; la tomografía por polarimetría
vasos de la retina se llenan con verde indocianina igual de la firma Laser Diagnostic Technologies (LDT) con
que en la angiografía fluoresceínica; se ven con ma- el equipo de nombre comercial GDx y la tomografía
yor intensidad de contraste y en un plano más anterior de coherencia óptica (OCT) de la casa Carl Zeiss-
que los vasos coroideos (Fig. 10.14). El método de Humphrey, con el equipo comercializado como OCT.
angiografía con verde indocianina se ha mejorado con Todos realizan estudios tomográficos bi y
el equipo HRA. tridimensionales de estructuras in vivo de la retina y el
nervio óptico, lo que permite profundizar
significativamente en el diagnóstico de las enferme-
dades que afectan estos tejidos. Con diferencias en el
tipo de láser que utilizan y en el principio físico para la
obtención y análisis de las señales registradas, estos
equipos han demostrado en general su utilidad.

Tomografía confocal retinal (HRT II)


El HRT II (Figs. 10.15 y 10.16) usa un láser que
permite obtener múltiples puntos de un plano confocal
que conforma una imagen bidimensional. Múltiples pla-
nos (16-64) de cortes coronales con una profundidad
axial de 4 mm son obtenidos e integrados para conse-
guir una imagen final tridimensional. Aunque constru-
ye excelentes imágenes tridimensionales de la retina y
el nervio óptico lo hace con una resolución axial (reso-
lución en profundidad) de 300 µm, por lo que su mayor
utilidad radica en el estudio morfométrico del nervio
óptico y la capa de fibras nerviosas (CFN). Para esta
última asume un plano de referencia arbitrario de 50 µm
por debajo del borde superior para establecer el borde
inferior de CFN.
El HRT II analiza el espesor de las capas de fi-
bras ganglionares en los cuadrantes temporal, supe-
rior, nasal e inferior (TSNIT), el cual ofrece un análi-
sis comparativo con los valores normales, según edad,
que muestra en escala de colores y en gráfica.
En la figura 10.17A se muestra el análisis del gro-
sor de las capas de fibras peripapilares; las marcas o
señales en verde indican la normalidad del estado de
cada uno de 6 sectores analizados alrededor del disco
Fig. 10.12. Hiperfluorescencia en región macular. óptico; amarillo si el valor se encuentra en los límites y
rojo si el grosor de fibras está evidentemente dismi-
nuido (Fig. 10.17).
Tomografía computarizada de retina Realiza además un estudio morfométrico y
y nervio óptico volumétrico de la papila, su anillo y la excavación en
Las técnicas de tomografía computarizada de re- diferentes meridianos, que brinda importantes datos
tina y nervio óptico surgen con carácter experimental cuantitativos y permite analizar como el GPS, que toma
en los años 80 y alcanzan su universo de aplicaciones en cuenta fundamentalmente la forma de la excava-
clínicas en la década de los años 90. A nivel mundial ción y el llamado análisis de Moorfields.
182 Oftalmología pediátrica

A D

B E

C F
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 183

Análisis de Moorfields (Fig. 10.18). Muestra 7


barras: la primera a la izquierda es el análisis general
de la relación entre el área de la excavación (rojo) y el
anillo neurorretiniano (verde). Le siguen 6 barras con
la representación de los 6 sectores en que se dividió la
papila para su estudio individualmente. Cada uno es
analizado y se ofrece en códigos de colores el resulta-
do en cada sector y al final la conclusión.
El informe aparece en una hoja aparte (Fig. 10.19).
La morfología de diferentes áreas y especialmen-
te de la papila y de la mácula (Fig. 10.20) se puede
mostrar también de forma tridimensional, lo que ayu-
da a detectar depresiones o elevaciones.

G Tomografía por polarimetría (GDx)


El GDx es un equipo de imágenes que usa el prin-
cipio de la birrefringencia de la CFN para su análisis
pero a pesar de que logra resoluciones axiales en el
orden de las 50 µm, su uso se ve afectado por la inter-
posición de otras estructuras oculares birrefringentes
como la córnea, el cristalino, entre otras que cambian
de sujeto a sujeto, lo que hizo necesaria la corrección
del equipo con compensadores corneales variables. Por
otra parte la polarimetría por GDx cambia después de
cirugías refractivas por láser (LASIK, LASEK, PRK).

Tomografía óptica coherente (OCT)


La OCT ha sido la última de estas técnicas en
aparecer pero su desarrollo, crecimiento y perfeccio-
namiento en los últimos 10 años la han convertido en
la técnica tomográfica de elección para el estudio de
H la retina y el nervio óptico, al conseguir resolver en los
modelos más recientes imágenes de 1 µm de resolu-
ción axial (Fig. 10.21).
Fig. 10.13. Fases de la angiografía fluoresceínica en el tiempo y Esta técnica se desarrolla en la década de los 80 en
estructuras que muestra. el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de
Fases coroideas precoces: A. Fase coroidea precoz. Nótese arteria Boston y desde entonces han sido múltiples sus aplica-
ciliorretinal proveniente del territorio de irrigación coroideo; B. Fase ciones no solo en el campo de la medicina sino en el de
coroidea algo más tardía. Se observa la tinción de los plexos coroideos las ciencias en general. Dentro de la medicina, la oftal-
superficiales y profundos con visualización de grandes vasos. Áreas
de tinción irregular en parches, típicas de la irrigación coriocapilar. mología ha sido el área de mayor desarrollo de esta
Fase arterial: C. Fase arterial precoz. El territorio retinal se observa tecnología pero otras disciplinas como la cardiología, la
completamente lleno; D. Fase arterial tardía. Al final de esta etapa se
observa la circulación inicial de contraste por la periferia de los vasos
gastroenterología, las neurociencias, entre otras tam-
venosos retinales a forma de flujo laminar externo. bién se han beneficiado con nuevos medios diagnósti-
Fase arteriovenosa: E. Fase arteriovenosa precoz. Aún es visible el cos al poder incorporar sus dispositivos en endoscopios
flujo laminar venoso; F. Fase arteriovenosa tardía. El lecho venoso se
observa completa y regularmente lleno.
de todo tipo para la realización de biopsias ópticas en
Fase tardía o de recirculación, minutos después de la inyección de tejidos sospechosos por patologías múltiples.
contraste: G. Colmado homogéneo de las estructuras vasculares y de Para muchos la OCT constituye una de las
menor intensidad de fluorescencia; H. Se observa una marcada dismi-
nución de la circulación de contraste. La esclera alrededor del disco
herramientas más revolucionarias en el diagnós-
óptico capta intensamente la fluoresceína. tico oftalmológico de los últimos años al permitir
184 Oftalmología pediátrica

A C

B D
Fig. 10.14. Angiografía con verde indocianina con equipo HRA. A. Área papilar; B. Área macular; C y D zonas más periféricas donde se destacan
los vasos de coroides más que los retinianos.

la visualización, in vivo y sin contacto con el pa- disco óptico, lo que posibilita el cálculo de variables
ciente, de estructuras tisulares solo vistas con an- morfométricas de forma muy precisa para el diagnósti-
terioridad en cortes histológicos de retinas de ca- co (Fig. 10.22).
dáveres con una resolución de alrededor de 8 µm A partir de la generación del OCT 3 estos tomógrafos
(para el modelo comercial OCT 3 o Stratus 3000). se han dividido en 2 líneas fundamentales; aquellos que
Para los que por vez primera se acercan a estas brindan imágenes sobre el polo posterior del globo ocu-
imágenes resulta casi increíble observar entre 8 y 9 capas lar (retina, nervio óptico, vítreo) y los que las realizan
de la retina en cortes de profundidad axial de alrededor sobre el segmento anterior (espesor corneal, ángulo
de 2 mm, que incluyen las capas más internas de la iridocorneal, cara anterior del cristalino) (Fig. 10.23).
coroides, la retina y las estructuras vítreas posteriores. Desde el inicio de los años de 1990, 3 generacio-
Los cortes en el nivel del nervio óptico proporcionan nes de OCT han salido al mercado. Actualmente el
OCT 3 tiene el nombre comercial Stratus 3000, el
imágenes de gran valor acerca de la capa de fibras
equipo de mayor resolución disponible, aunque una
nerviosas con detección muy precisa de los bordes an-
nueva generación (High Resolution OCT) está ya
terior y posterior, la retina peripapilar y la morfología del
en el mercado.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 185

Fig. 10.16. Imagen tridimensional de la retina peripapilar y nervio óptico.

B
Fig. 10.15 A. Equipo HRT II; B. Cortes tomográficos que realiza.

El principio básico de funcionamiento de esta tec-


nología es la interferometría de baja coherencia y se
ha comparado con propósitos didácticos para su en-
tendimiento con la ultrasonografía ocular ampliamente
conocida. Las imágenes bidimensionales del OCT,
de forma análoga a las del modo B de ultrasonografía,
se forman por la suma de múltiples imágenes de modo
A lineales, denominadas A-scan, las cuales en nú-
mero de 128-764 se unen para formar una imagen
bidimensional de barrido de OCT. Esta es precisa-
mente una de las principales ventajas que esta tec-
nología presenta sobre sus competidoras al muestrear
el mayor número de puntos en profundidad (resolu- B
ción axial) y permitir nítidas imágenes del interior de Fig. 10.17 A. Representación de la papila en HRT II. En rojo la
excavación, en verde el anillo neurorretinal y en azul la pendiente
los tejidos. Tiene varias formas de mostrar los resul- entre ambos. B. Borde del anillo que se marca manualmente según la
tados de forma cualitativa y cuantitativa. visualización y criterio de quien realiza la prueba.
186 Oftalmología pediátrica

Fig. 10.18. Análisis de Moorfields.

El análisis cuantitativo lo realiza mediante 3 méto-


Ultrasonido
dos fundamentales que estudian un área determinada
(Fig. 10.24) y a través de la comparación con grandes El ultrasonido ocular es uno de los métodos de
bases de datos por edad. imágenes más antiguos. Utiliza la transmisión de im-
Con estos métodos es posible evaluar de forma pulsos ultrasónicos a través del tejido, la reflexión del
objetiva y precisa las alteraciones de retina y papila, sonido en ellos y sus interfases. La amplitud del soni-
incluyendo capas de fibras. Se hacen posibles análisis do reflejado depende de la orientación de la superficie
morfométricos, volumétricos y análisis del grosor de refleja. Tiene 2 formas de análisis, el módulo A que es
las capas de fibras peripapilares que se muestran en un estudio lineal y el B que es bidimensional. Permite
gráficas. En la figura 10.25 se exponen los resultados hacer mediciones de tamaño y grosor de estructuras
de un paciente con atrofia óptica izquierda con pérdi- del ojo y de la órbita mediante la observación de los
da total de fibras (rojo) y toma mínima del ojo derecho ecos de las diferentes estructuras y dar una visión
en el cuadrante superior (amarillo). bidimensional de ellas. Se utiliza para estudiar estruc-
El OCT y el más reciente tomógrafo Spectralis turas que no son visibles de modo directo con la
permiten obtener verdaderos estudios tomográficos en oftalmoscopia, por ejemplo en el caso de opacidades
vivo, así como medir las diferentes estructuras y el densas de los medios. La longitud axial (desde córnea
grosor de las capas de fibras ganglionares, lo que aporta a retina), modo A, se usa para medir el tamaño del
gran información en el estudio de las enfermedades globo ocular y para calcular el poder para un implante
de la retina y el nervio óptico (Figs. 10.26 y 10.27). de cristalino intraocular.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 187

Fig. 10.19. HRT II, hoja de gráfico e informes de un paciente glaucomatoso. Se observa en el cuadro de arriba y a la izquierda la imagen de la papila con
excavación que ocupa más de la mitad del disco óptico. En el cuadro de arriba y la derecha se señalan 3 sectores anormales de la papila (cruces en rojo),
1 dudoso (en amarillo) y 2 normales (en verde). Debajo y a la izquierda los valores morfométricos y volumétricos y a la derecha el análisis de Moorfields.
188 Oftalmología pediátrica

Fig. 10.22. Coincidencia histológica de un corte en microscopio y el


OCT en el área parafoveal. Cortesía de Tom Hedges.

Fig. 10.20. Imagen tridimensional de agujero macular con equipo


HRT II.

B
Fig. 10.21 A. OCT Stratus 3000; B. Imagen cualitativa, corte en el
nivel de la fóvea. Fig. 10.23. OCT del segmento anterior, estudio cualitativo.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 189

Modo B o de barrido. Los ecos aparecen en


pantalla en forma de puntos luminosos y ofrecen una
información bidimensional. Permite realizar estudios
dinámicos y sus imágenes se interpretan con mayor
facilidad (Fig. 10.29).
Se aplica mediante una sonda o transductor de
ondas acústicas de alta frecuencia que al reflejarse
por las diferentes interfases de los tejidos que atra-
viesan, permiten obtener información anatómica de
las lesiones.
A – Ecogénicos: reflejan bien las ondas sonoras
(Blanco).
– Ecolúcidos: reflejan poco las ondas sonoras
(Negro).

La aplicación del ultrasonido intermitente y las téc-


nicas Doppler espectrales para la ultrasonografía
orbitaria proporcionan información sobre la
vascularización de la órbita; permite determinar la di-
rección del flujo en la arteria oftálmica y se utiliza para
el estudio de oclusión de las carótidas internas y en las
fístulas carotidocavernosas.
B
Neuroimaginología
Como se mencionó al inicio del capítulo en las últi-
mas 2 décadas se ha producido un vertiginoso desarro-
llo de los métodos imaginológicos de diagnóstico. Nue-
vas modalidades de ultrasonografía, tomografía
computarizada, resonancia magnética y otras técnicas
son cada día de mayor utilidad en la práctica
neurooftalmológica contemporánea para diagnosticar y
tratar de manera adecuada muchas afecciones de la
vía visual.
C La neuroimaginología cerebral incluye, además de
la ultrasonografía, una serie de estudios de diferente
Fig. 10.24. Métodos principales de análisis cuantitativo con OCT. complejidad y principios tecnológicos que han apare-
Cortesía de la firma Carl Zeiss. A. Análisis de grosor macular. Propor- cido y se han perfeccionado con el tiempo volviéndo-
ciona las cifras de espesor macular, la curva de su grosor y los valores
cuantitativos para los 2 ojos. B. Análisis de grosor de capas de fibras se imprescindibles sobre todo en las enfermedades
nerviosas peripapilares (Fig. 10.25). C. Análisis topográfico del disco neurooftalmológicas. Estos son:
óptico. Proporciona el análisis morfológico y volumétrico del disco – Radiología simple.
óptico y su excavación (Fig. 17.12).
– Flebografía orbitaria.
– Panarteriografía cerebral.
Modo A o unidireccional. El fascículo ultrasonoro
– Tomografía axial computarizada.
se representa por una línea formada por deflexiones y
– AngioTAC.
picos que corresponden a los ecos. Informan sobre el – Resonancia magnética nuclear.
tamaño, consistencia, localización, forma y movilidad – T1.
de las lesiones. Ofrece información aproximada de la – T2.
estructura interna. – STIR.
Se puede usar además para medir y observar es- – FLAIR.
tructuras del segmento anterior y en combinación con – Espectroscopia.
el modo B (Fig. 10.28). – Angiorresonancia.
Fig. 10.25. Análisis del grosor de las capas de fibras peripapilares. Estudio por cuadrantes y por horario reloj. En rojo las áreas de pérdida de
fibras ganglionares, en amarillo las áreas dudosas y en verde las fibras con grosor normal.

Fig. 10.26. Tomógrafo Spectralis. Corte en el nivel del polo superior de la papila (flecha verde).
Fig. 10.27. Corte en la retina, línea verde, sobre una lesión blanquecina. El corte en blanco y negro de las capas de retina muestra la
ubicación de la lesión en el epitelio pigmentario.

Fig. 10.28. Ultrasonidos modo A y modo B. Fig. 10.29. Ultrasonido modo B en el que se observan drusas de la
papila en blanco y por detrás la imagen oscura del nervio óptico.
Cortesía de Tom Hedges.
192 Oftalmología pediátrica

Estudios como la neumoencefalografía, ventricu-


lografía y cisternografía ya no se usan y otros como la
SPECT, PET, magnetoencefalografía y la tomografía
eléctrica cerebral tienen aplicaciones muy específicas.

Radiología simple de cráneo


Es el método más antiguo. La relativa utilidad de la
radiografía simple fue relegada con la llegada de la
tomografía computarizada (TC) y otros medios
neuroimaginológicos más sofisticados. Actualmente su
uso en la patología orbitaria se considera redundante e
innecesario, con pocas excepciones. Se indica en pacien-
tes con historia de cuerpos extraños peri e intraorbitarios
o cuando existen antecedentes de exposición a fragmen-
tos metálicos que pueden haber causado lesión ocular;
también en la evaluación del trauma cerrado y penetran-
te de la órbita. Es, además, de cierta utilidad en el estudio
de pacientes con un cuadro de proptosis unilateral, en
tumoraciones como el retinoblastoma, para la demostra-
ción de calcio intraocular. A
La aplicación en oftalmología de las técnicas de
rayos X simples incluye a las vistas de Caldwell para
la mejor observación de lesiones en las órbitas, Waters
para el estudio de las paredes orbitarias particularmente
del suelo, en los casos de sospecha de fractura y la de
Rhese para la proyección de los agujeros ópticos (Figs.
10.30 y 10.31).

Tomografía computarizada de órbita


Es un método confiable, rápido y útil, de uso fre-
cuente en la evaluación de patología orbitaria por el
contraste natural que existe entre la grasa orbitaria,
los músculos extraoculares, las paredes óseas y los
senos paranasales neumatizados. Se basa en un siste-
ma de detectores de radiación conectados a una com-
putadora que es capaz de convertir en imágenes los B
valores de densidad detectados, los cuales dependen Fig. 10.30. Rayos X de cráneo normal. A. Vista AP; B. Vista lateral
del coeficiente de absorción de las radiaciones que izquierda.
tenga cada tejido. Los valores de las principales sus-
tancias o tejidos de interés son:
– Sustancia gris: +30 a + 40 Unidades Hounsfield El examen de rutina de órbita con TC se debe
(UH) realizar primeramente con cortes axiales obtenidos
– Sustancia blanca: +20 a +35 UH paralelos a la línea infraorbitomeatal y deben incluir
– LCR: +5 a +10 UH el área entre la pared superior de los senos maxila-
– Hueso: +600 UH res y la pared inferior de los senos frontales; esta
– Calcio: +100 a +300 UH línea se determina en la proyección lateral de loca-
– Sangre: +75 a +80 UH lización (topograma). Este es el plano preferido para
– Grasa: -100 a -250 UH la exploración porque es paralelo a la porción
– Aire: -800 a -1024 UH intraorbitaria del nervio óptico. Los cortes se deben
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 193

obtener entre 1-3 mm de espesor y se deben reali- ventaja de la TC es la posibilidad de reacciones


zar reconstrucciones coronales y sagitales para com- alérgicas con el uso del medio de contraste yodado,
plementar el estudio. por lo que la IRM surge como un estudio alternati-
En general el medio de contraste yodado se indi- vo más seguro, aunque es más costoso y menos ase-
ca para la evaluación de lesiones orbitarias y quible que la TC (Figs. 10.32, 10.33, 10.34, 10.35,
craneales, ya sean neoplásicas, vasculares, infeccio- 10.36 y 10.37).
sas o inflamatorias. El medio de contraste realza las
lesiones y permite su mejor definición y localización.
Cuando se habla de las imágenes tomográficas
se utilizan términos de densidad y la comparación
de la misma que define los términos a emplear se
realiza con la densidad del parénquima cerebral
normal. Tejidos más oscuros que el cerebro se de-
nominan hipodensos, los de la misma densidad son
isodensos y los más claros se definen como
hiperdensos.
Fig. 10.32. TC de órbita, simple. Drusas papilares.

Fig. 10.33. TC de órbita, contrastada. Normal.

Imagen por resonancia magnética


Fig. 10.31. Rayos X de cráneo, vista Waters. La IRM surge en 1980 como una importante mo-
dalidad diagnóstica para la evaluación de la órbita y
vía visual.
La mayor desventaja del examen de órbita con La resonancia magnética (RM) es un fenómeno
TC es la exposición a la radiación ionizante. El cris- físico por el cual ciertos elementos como el H+ pue-
talino es un órgano crítico que se predispone a la den absorber selectivamente energía electromagné-
formación de cataratas con dosis acumulativas ma- tica de radiofrecuencia al ser colocados bajo un po-
yores de 2 Gy. La dosis de radiación de la órbita en tente campo magnético. En la práctica médica, pedir
este estudio es de aproximadamente 4-12 cGy, por una IRM significa obtener una serie tomográfica por
lo que la IRM puede ser preferible en pacientes que resonancia de los núcleos de H+ de los distintos
requieran múltiples exámenes de órbita. Otra des- compartimentos del organismo.
194 Oftalmología pediátrica

Fig. 10.36. TC de órbita contrastada. Meningioma nervio óptico


izquierdo.

Fig. 10.34. TC de órbita, simple. Adenoma pleomórfico de la glándu-


la lagrimal izquierda.

B
Fig. 10.37. TC de cráneo: A. Simple; B. Contrastada en macroadenoma
Fig. 10.35. TC de órbita contrastada. Várice con flebolitos. hipofisario.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 195

Ventajas:
– No emite radiación ionizante.
– Óptima definición anatómica.
– Valora la edad de la hemorragia.
– Alta sensibilidad al flujo sanguíneo.
– Capacidad multiplanar.
– Alta sensibilidad a la acumulación de hierro en
los tejidos.
– Alta resolución de contraste de los tejidos blandos.
– Alta sensibilidad a los tejidos edematizados.
– Utiliza contraste paramagnético (Gadolinio-Gd).

Desventajas:
– Poca disponibilidad en hospitales debido a su
alto costo.
– Produce reacciones de claustrofobia en algu-
nos pacientes.
– Es menos eficaz que la TC para detectar cal-
cificaciones y alteraciones óseas.
– Por trabajar con un alto poder magnético está
contraindicada en pacientes con fragmentos
ferromagnéticos intraorbitarios o intracranea-
les, clips de aneurismas, implantes óticos o
cocleares, válvulas cardiacas metálicas,
marcapasos o neuroestimuladores.

La evaluación de rutina de la órbita se puede


realizar con la bobina estándar de cráneo; esto
ofrece la posibilidad de estudiar la vía visual com-
pleta desde la retina hasta la corteza occipital y si
se aprovecha la capacidad multiplanar de la RM
se realizan cortes axiales, coronales y sagitales que
permiten una mejor visualización de las estructu-
ras a evaluar.
Se requieren cortes entre 1 y 3 mm y las se-
cuencias de pulso que más se utilizan son la de SE
(Spin-Echo), T1 y T2 y la IR (Inversion-
Recovery) con supresión de grasa (Stir) y con
administración de contraste paramagnético en el
caso de lesiones neoplásicas, vasculares, infeccio-
sas e inflamatorias. Al igual que en la TC se reco-
mienda orientar los cortes en el plano neuroocular
de Salvollini-Cabanis.
Cuando se habla de las imágenes de RM se utili-
zan términos de intensidad y la comparación de la mis-
ma que define los términos a emplear en el vocabula-
rio propio de este estudio se realiza con la intensidad
del parénquima cerebral normal. Tejidos más oscuros
que el cerebro se denominan hipointensos, los de la
misma intensidad son isointensos y los más claros se
definen como hiperintensos (Figs. 10.38, 10.39, 10.40,
10.41 y 10.42). Fig. 10.38. IRM de órbita, T1 axial. Estudio normal.
196 Oftalmología pediátrica

Flebografía orbitaria
Estudio del árbol vascular orbital mediante la in-
yección intraarterial de contraste iodado. Práctica-
mente está en desuso. Permite visualizar várices y
lesiones malformativas vasculares hasta de pequeño
tamaño.
Por ser un estudio invasivo y con riesgo de com-
plicaciones, su indicación debe ser cuidadosamente
pensada (Fig. 10.43).
A
Actualmente estos estudios son imprescindibles en
los pacientes en los que se sospeche enfermedades
de la órbita y la vía visual.

Fig. 10.39. IRM de región selar sagital T1. Craneofaringioma.

Fig. 10.40. IRM de órbita; A. Axial T1; B. Coronal T1; C. Sagital


T1; D. Axial T2. Angioma cavernoso intraorbitario.
Capítulo 10. Imágenes en Oftalmología 197

B
B

C
Fig. 10.41. IRM de órbita; A. Axial T1; B. Coronal T1; C. Axial
Stir. Miositis músculo recto interno izquierdo. C
Fig. 10.42. IRM de órbita; A. Coronal T1; B. y C. Axial Stir.
Orbitopatía distiroidea.

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Capítulo 11

Párpados
CLARA GÓMEZ CABRERA, ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y EUGENIO JARA CASCO†

simpático para el músculo liso de Muller. La interrup-


Los párpados son estructuras pares, bilaterales, ción de la inervación simpática causa ptosis, miosis y
con repliegues delgados de piel, músculos y tejido fi- anhidrosis, conocida como los signos del síndrome de
broso, formados a partir del ectodermo superficial, que Horner. La inervación sensorial deriva del V nervio
tienen la función de proteger las estructuras del ojo. craneal.
Los pliegues que forman los párpados superior e infe-
rior se funden en la octava semana de vida embrionaria Enfermedades de los párpados
y se mantienen fusionados hasta cerca del sexto mes
Entre las afecciones oftalmológicas fundamenta-
de embarazo. La unión de ambos párpados, superior e
les que se manifiestan en los párpados están:
inferior, permanece hacia fuera en el canto o ángulo
– Las anomalías congénitas de la forma.
externo y hacia dentro en el canto o ángulo interno.
– Las anomalías de posición y motilidad.
Su gran movilidad es debida a que su piel es una
– Las inflamaciones.
de las más delgadas y laxas del cuerpo. En ellos se
– Los tumores.
observan numerosas glándulas como las de Zeiss, que
son folículos sebáceos, las de Moll o sudoríparas
Anomalías congénitas
modificadas y las de Meibomio. En los bordes libres
palpebrales emergen 2 o 3 hileras de pelos cortos, cur- Como otras partes del cuerpo humano los párpados
vos y gruesos que constituyen las pestañas. pueden ser afectados por varias anomalías congénitas,
Una placa de tejido fibroso denso denominada tar- casi siempre de forma, que se presentan aisladas o
so le proporciona la dureza y firmeza a los párpados; el asociadas a otras anomalías, sobre todo en la cara.
tarso del párpado superior es más ancho que el inferior, La mayoría de las anomalías congénitas de los pár-
ambos se unen a las paredes laterales de la órbita. pados ocurren durante el segundo mes de gestación y
Las arterias palpebrales derivan de la oftálmica, por lo general, su aparición es infrecuente. Se descri-
fundamentalmente a través de las ramas supraorbitaria, ben alrededor de 13, entre ellas el criptoftalmos o au-
supratroclear, lagrimal y dorsonasal; las venas desem- sencia de apertura palpebral, que puede acompañarse
bocan en la vena oftálmica y la vena facial; la inervación de microftalmos y anoftalmo; los colobomas y
depende del III nervio craneal, que inerva al músculo pseudocolobomas; el anquiloblefaron, en el que se ob-
elevador, el VII o facial, que inerva el orbicular, y el servan bandas de tejido que unen a los párpados entre
200 Oftalmología pediátrica

sí; retracción congénita del párpado superior y des- dulas de Meibomio. El tratamiento está indicado si se
censo inferior del canto externo del párpado, entre produce daño a la superficie ocular por el roce de las
otras. Se expondrán solo las más frecuentes. pestañas. La triquiasis es adquirida y se refiere a la
Epicanto. Es un pliegue cutáneo entre el párpado mala dirección que toman las pestañas al dirigirse ha-
superior e inferior, en forma de media luna, que recubre cia adentro, lo cual daña la córnea.
el ojo en su ángulo interno. Es motivo de consulta fre- Entropión. A diferencia del epibléfaron es la in-
cuente por la familia del niño que lo confunde con un versión del borde libre palpebral que arrastra a las pes-
estrabismo, pues al mover el ojo hacia adentro, este se tañas, las cuales en ocasiones pueden producir irrita-
recubre parcialmente con el pliegue palpebral y seme- ción mecánica de la conjuntiva y de la córnea. Afecta
ja un estrabismo convergente. Es característico de la con mayor frecuencia el párpado inferior y requiere
raza amarilla, pero se observa en niños de otras razas en algunos pacientes tratamiento quirúrgico para evi-
entre 1 y 4 años. Disminuye y desaparece espon- tar el daño corneal pero por lo general resuelve de
táneamente con los años, al desarrollar la raíz nasal. forma espontánea con el desarrollo facial.
Se observa en algunos síndromes como el de Down, Ectropión. Es raro pero se observa con mayor
Turner y otros (Fig. 11.1) frecuencia asociado al síndrome de blefarofimosis o
síndrome de Down. En dependencia de su magnitud
puede provocar epífora y queratitis por exposición.
Usualmente no requiere tratamiento quirúrgico, aun-
que en tal caso es preciso tratarlo como si fuese un
ectropión cicatrizal.
Telecanto. Es un aumento de la distancia intercan-
tal, se suele asociar a epicanto y blefarofimosis. La
blefarofimosis es la disminución en el tamaño de la
hendidura palpebral (Fig. 11.2).

Fig. 11.1. Epicanto.

Se describen 4 tipos de epicanto:


– Epicanto tarsal: el pliegue cutáneo es más pro-
minente en el párpado superior.
– Epicanto inverso: el pliegue cutáneo es más pro-
minente en el párpado inferior.
– Epicanto palpebral: el pliegue está distribuido Fig. 11.2. Blefarofimosis.
de igual forma entre ambos párpados.
– Epicanto supraciliar: el pliegue se extiende des- El síndrome de blefarofimosis es de tipo auto-
de la ceja al saco lagrimal. sómico dominante e incluye varias anomalías
palpebrales, como ptosis, epicanto inverso, telecanto,
Epibléfaron. Suele asociarse al epicanto; se tra- blefarofimosis y a veces ectropión del párpado infe-
ta de la presencia de un pliegue de piel en el párpado rior. Se puede asociar también a ectropión del párpa-
inferior que hace que las pestañas se inviertan y rocen do inferior, pobre desarrollo del puente nasal, hipoplasia
al globo ocular, lo que provoca, en algunas ocasiones, orbitaria e hipertelorismo. Requiere de varios tiempos
conjuntivitis y queratitis, aunque por lo general cursa quirúrgicos, primero para corregir el epicanto y
de forma asintomática. Se observa en los asiáticos y telecanto y posteriormente la cirugía de ptosis.
en niños recién nacidos; tiende a desaparecer con el Coloboma. Es una escotadura del borde palpebral
desarrollo facial. con ausencia de todos los tejidos en dicha zona (Fig.
Distriquiasis. Es la presencia de una segunda hi- 11.3). Se observa por lo general en la porción medial
lera de pestañas en el lugar donde se abren las glán- del párpado superior; cuando aparece en el párpado
Capítulo 11. Párpados 201

inferior puede ir asociado a otros síndromes como el La ptosis congénita simple se caracteriza por una
de Goldenhar, que consiste en dermoides epibulbares, mala función del músculo elevador; el párpado está
lipodermoides conjuntivales, hipoplasia facial, anoma- liso, sin el pliegue normal y para poder ver el niño con-
lías preauriculares, hipoplasia facial y anomalías trae el músculo frontal, eleva la ceja y en los casos de
cervicoespinales. En dependencia de la extensión del ptosis bilateral reclina la cabeza hacia atrás. El des-
defecto es necesario una cirugía reconstructiva. censo del párpado puede variar de leve a grave. Exis-
ten, de acuerdo con su posición, varios niveles de
ptosis: grado I, si el párpado cubre hasta el borde su-
perior de la pupila; grado II, si el párpado cubre par-
cialmente la pupila; grado III, si cubre el área pupilar.
Cuando la ptosis ocluye el área pupilar, en el niño pe-
queño es causa de mal desarrollo de la visión en ese
ojo y como consecuencia puede provocar ambliopía,
por lo que en esos casos se debe realizar la cirugía en
edades tempranas de la vida.
En la ptosis congénita aponeurótica la función del
músculo elevador es buena y el surco palpebral está
presente aunque desplazado hacia arriba (Fig. 11.5).
El tratamiento es quirúrgico pero si el área pupilar está
Fig.11.3. Coloboma de párpado superior.
libre se debe aplazar la cirugía hasta que el niño co-
Anomalías de posición y motilidad opere para poder realizarla con anestesia local para
un mejor resultado estético.
Las más importantes son la ptosis, la retracción y
el espasmo de los párpados.
Ptosis palpebral. Es la caída del borde palpebral
superior mayor de 2 mm por debajo del limbo
esclerocorneal en su zona superior. Puede ser unilate-
ral o bilateral, congénita o adquirida y asociarse o no a
enfermedades sistémicas en las que la vida se llega a
ver comprometida (Fig. 11.4).

Fig. 11.5. Ptosis palpebral aponeurótica de ojo izquierdo.

Las ptosis adquiridas tienen varias causas, entre


ellas traumatismos y uso de corticoides locales. Se
puede acompañar de deformidades o aumento de vo-
lumen del párpado como cuando concomita con tumo-
res que infiltran el párpado, edema por la laxitud de la
piel en ese sitio o infecciones.
Si se observa ptosis palpebral desde el nacimiento
se debe descartar que sea provocada por miastenia
grave en sus formas congénita o neonatal, producida
Fig. 11.4. Ptosis palpebral derecha en un recién nacido. esta última por el paso a través de la placenta de
anticuerpos contra los receptores de acetilcolina, pro-
En los niños los tipos más frecuentes de ptosis son veniente de una madre miasténica. Se acompaña de
la forma congénita simple y la aponeurótica que se debilidad muscular del orbicular y requiere de trata-
caracteriza por la buena función que tiene el músculo miento inmediato.
elevador del párpado, aunque se pueden observar otros La ptosis congénita y adquirida se puede presen-
tipos de ptosis. tar aislada o asociada a dificultad en la elevación del
202 Oftalmología pediátrica

ojo contralateral con ptosis bilateral, como en las pa- inervacional del elevador del párpado superior pero se
rálisis nucleares o ipsolaterales, combinada con tras- puede ver retracción congénita del elevador del pár-
tornos de los movimientos oculares a cargo de los pado o de forma transitoria, sobre todo en estado de
músculos que inerva el III nervio craneal, como se ve hipertonía muscular (Fig. 11.6).
en las parálisis infranucleares.
Se debe realizar el diagnóstico diferencial con las
pseudoptosis, como el blefarospasmo, la apraxia en la
apertura palpebral y la contracción del elevador del
párpado superior contralateral, al comparar ambos ojos
y observar menor la hendidura palpebral del ojo sano.
Si la ptosis aparece con anormalidad pupilar puede
acompañar a una parálisis del III nervio craneal, al sín-
drome de Horner, al Guillain-Barré en su variante Fisher,
a una iridoplejía traumática y al botulismo. Si no se aso-
cia a anomalías pupilares se debe pensar en miastenia
grave, oftalmoplejía externa crónica progresiva, paráli-
sis de nervios craneales mixtos, distrofia miotónica, el
botulismo y también en el Guillain-Barré, entre otras
enfermedades neuromusculares y mitocondriales. Fig. 11.6. Retracción palpebral por hipertonía muscular. Obsérvese
la contracción del músculo frontal y la elevación de las cejas.
El tratamiento de la ptosis palpebral es quirúrgico
pero no todas las ptosis son tributarias de cirugía. La
En la sincinesia patológica entre el elevador del
función del elevador determina la técnica quirúrgica.
La cirugía depende de: párpado y el trigémino se varía entre la ptosis y la
– El grado de caída del párpado, pues los niños apertura exagerada del párpado al abrir la boca, suc-
con ptosis leves no son tributarios de tratamien- cionar o mover la mandíbula. La retracción palpebral
to quirúrgico a edades tempranas de la vida por se ve como parte del cuadro de la orbitopatía distiroidea
ser una cirugía puramente estética. La cirugía en la que la retracción se mantiene en la mirada infe-
en la ptosis con grados moderados o graves, en rior pero en el niño este es un signo que puede estar
las que existe peligro de que se instale una en relación con lesiones compresivas del mesocéfalo
ambliopía, deben ser corregidas. y especialmente por masas periacueductales, como los
– La causa que la provoca. Es preciso valorar los pinealomas; también se observa en la hidrocefalia, en
riesgos y beneficios de la cirugía en pacientes la que es típico el llamado signo del sol naciente, ya
con ptosis neurogénica, como por ejemplo en la que se asocia frecuentemente a trastorno de la eleva-
parálisis del III nervio craneal y en algunos ti- ción de la mirada; se puede acompañar también de
pos de ptosis miogénicas en las que se puede disociación del reflejo luz-acercamiento (síndrome de
dañar la integridad del globo ocular por exposi- Parinaud). En estos casos la aparición unilateral es
ción y en ocasiones por córneas meyoprágicas. posible, aunque no lo frecuente. La retracción volun-
taria de los párpados se puede ver en individuos ansio-
Varias son las técnicas que se pueden usar para sos, en los que se hace evidente la contracción del
corregir la ptosis palpebral y se debe seleccionar cuida- frontal. La irritación del simpático cursa con retrac-
dosamente según las condiciones de cada caso. Se rea- ción palpebral, superior e inferior y con midriasis.
liza suspensión del frontal cuando la función del eleva- Blefarospasmo. Puede ser debido a irritación de
dor es muy mala o nula y reforzamiento de la aponeurosis estructuras oculares o de las meninges; en estos ca-
por vía conjuntival o cutánea cuando la función del mús- sos se acompaña por lo regular de fotofobia y no de
culo elevador del párpado superior es buena. En los otros movimientos esteriotipados como en el de tipo
casos de ptosis residuales de 1 a 2 mm, o en las ptosis esencial. El blefarospasmo unilateral está por lo regu-
muy leves se puede utilizar la técnica de Farsanella- lar asociado a espasmo facial y el bilateral a enferme-
Servat modificada, que consiste en resecar en bloque la dades neurológicas como la distrofia miotónica, la pa-
conjuntiva tarsal y el músculo de Muller. rálisis periódica por hipocalcemia, extensas lesiones
Retracción palpebral. La causa más frecuente subcorticales y otras causas pero no frecuente en ni-
de retracción palpebral es la contracción cicatrizal o ños. El blefarospasmo esencial es muy raro en ellos.
Capítulo 11. Párpados 203

Afecciones inflamatorias coloración rojo intenso que tiende a tornarse gris con
Las afecciones inflamatorias de los párpados que el tiempo. Su reabsorción espontánea a veces demo-
con relativa frecuencia se presentan en los niños son ra hasta 6 meses o más. En algunos casos es nece-
las siguientes: sario la incisión y drenaje o tratamiento con crioterapia
Orzuelo externo. Es un pequeño absceso del bor- (Fig. 11.8).
de libre palpebral, causado generalmente por una infec-
ción de las glándulas de Zeiss o de Moll. Se asocia
frecuentemente a infección por estafilococo y puede
observarse más de una lesión; en ocasiones se afecta
todo el borde libre palpebral.
Orzuelo interno. Es un pequeño absceso causa-
do por infección estafilocóccica aguda de las glándu-
las de Meibomio. Este absceso se puede abrir por piel
o por la conjuntiva tarsal (Fig. 11.7).

Fig. 11.8. Chalazión.

Blefaritis. Es el estado inflamatorio crónico de


los bordes palpebrales que generalmente evoluciona
por crisis de exacerbaciones y remisiones. La poca
higiene, mala alimentación, enfermedades debilitantes,
estados de inmunodepresión, defectos refractivos, me-
Fig. 11.7. Orzuelo interno.
dio ambiente adverso e irritante, así como factores
Ambos tipos de orzuelo pueden estar asociados a alérgicos, se señalan entre las causas predisponentes.
enfermedades carenciales y a estados de inmunode- Se han descrito varias formas clínicas de las cua-
presión o defectos refractivos no corregidos. les las más frecuentes son la blefaritis estafilocóccica
Tratamiento: y la blefaritis seborreica, aunque pueden coexistir
– Fomentos tibios de agua hervida o suero fisio- ambas formas y se denominan blefaritis mixtas.
lógico. Blefaritis estafilocóccica. Se caracteriza por
– Pomada antibiótica-antiinflamatoria. hiperemia y engrosamiento del borde libre y la presen-
– Incisión y drenaje, si no resuelve espontánea- cia de costras amarillentas que se adhieren fuertemente
mente. a la base de las pestañas (Fig. 11.9).
– Antibiótico y antiinflamatorios no esteroideos,
sistémicos, si se acompaña de celulitis o si son
recidivantes.
– En caso de acompañarse de inflamación palpe-
bral los fomentos deben ser fríos.

Chalazión. Es una inflamación lipogranulomatosa


crónica de las glándulas de Meibomio, causada por un
bloqueo de los orificios de salida. Cuando son peque-
ños pueden desaparecer espontáneamente. Algunos
autores denominan al chalazión como quiste de las
glándulas de Meibomio.
Se caracteriza por una tumefacción indolora, de
tamaño variable, dura al tacto, adherida al tarso pero
no a la piel; al evertir el párpado se reconoce por una Fig. 11.9. Blefaritis estafilocóccica.
204 Oftalmología pediátrica

En los casos más graves se forman úlceras acom- que ocasiona grandes edemas de los párpados debido a
pañadas de grietas y excoriaciones de la piel. Ese tipo la reacción alérgica que estos producen, por lo que su
de blefaritis siempre va acompañada de conjuntivitis tratamiento debe estar dirigido al uso de antihistamínicos
de mayor o menor grado y queratitis, que por lo gene- principalmente.
ral toma la porción inferior de la córnea. Los síntomas Parásitos. Algunos parásitos, como giardias y
varían en dependencia de la magnitud de la blefaritis y oxiuros, pueden provocar edemas palpebrales y con-
son frecuentes el ardor y prurito localizado, la sensa- juntivitis por reacción alérgica, y el cuadro clínico
ción de cuerpo extraño y la fotofobia si hay toma de la oftalmológico no cesa hasta que estos son eliminados.
conjuntiva y de la córnea. El pedículis pubis puede anidar en las pestañas
Blefaritis seborreica. Los signos y síntomas son provocando prurito y escozor; se acompaña en oca-
menos intensos que en la forma anterior; con frecuen- siones de blefaroconjuntivitis interna. El tratamiento
cia acompaña a la seborrea del cuero cabelludo, de consiste en aumentar las medidas higiénicas persona-
las cejas y de los oídos. Se caracteriza por la presen- les, el uso de jabones y champús específicos, extraer
cia de escamas blancogrisáseas y oleosas en las pes- los parásitos y aplicar ungüento de óxido amarillo de
tañas, que no causan ulceraciones en el borde libre. mercurio y antibióticos en las lesiones de piel.
Es producido por el Pityrosporum ovale. Recordar que la pediculosis es una enfermedad de
Tratamiento: transmisión sexual. Debe tenerse cuidado de no acostar al
– Mantener la limpieza del cuero cabelludo en el niño en camas que puedan estar contaminadas por el pa-
tipo seborreico. rásito y recomendar examen y tratamiento a los padres.
– Actuar sobre los factores causales o predisponentes. Virus. Los virus del herpes simple y del herpes
– Limpieza mecánica de los bordes libres palpe- zoster pueden también afectar los párpados y provo-
brales. car vesículas en el borde libre y piel, que se rompen y
– Aplicación de pomada antibiótica y en los casos ulceran y dan lugar a una costra amarillenta; el dolor
resistentes, antibióticos orales. suele ser intenso. En el herpes zoster se puede afec-
tar la córnea, incluso provocar uveítis, neuritis y
Impétigo. Es causado por el estreptococo. Suele necrosis retinal aguda. Igualmente se debe realizar lim-
pieza de las lesiones, sobre todo para evitar la infec-
afectar con relativa frecuencia al niño pequeño y
ción secundaria. El tratamiento antiviral debe comen-
provoca vesículas, pústulas y costras que pueden cu-
zar precozmente, tanto por vía sistémica como local.
brir el párpado, y resultan molestas y dolorosas. Son
necesarias las curas con suero fisiológico y la limpieza
y eliminación de las costras para evitar la propaga- Tumores palpebrales
ción, así como el uso local de eritromicina o cefalexina En los párpados se pueden desarrollar tanto tumo-
u otros antibióticos en forma de ungüentos. res benignos como malignos, que son, en la clínica y
Celulitis. Es un proceso infeccioso limitado a la en su histología, semejantes a los de la piel de la cara.
piel y al tejido subcutáneo anterior de los párpados. Se Su incidencia varía mucho en las distintas partes del
caracteriza por edema, rubor, calor que evoluciona mundo y en las diversas razas. Los tumores benignos
hacia una zona de fluctuación por donde habitualmen- son muy frecuentes y su aparición aumenta con la edad.
te se produce el drenaje de un material purulento. Su exéresis generalmente se practica por motivos cos-
Se presenta con frecuencia con puerta de entrada méticos, pues es usual que sean asintomáticos, excep-
del germen por picada de insecto, herida o cuerpo extra- to si se sitúan en el borde libre palpebral o la unión
ño en el párpado, que suele abscedarse por lo que en mucocutánea. Las tumoraciones se observan poco en
estos casos se indica tratamiento antibiótico local y los niños y las más frecuentes son los papilomas, nevus,
sistémico. Se utilizan, en su primera fase, fomentos molusco contagioso y hemangiomas.
frescos de suero fisiológico y una vez que mejore el Papiloma. Tumores comunes que suelen tener de
estado inflamatorio, fomentos tibios para facilitar el 1 a 5 mm de diámetro, de color carne o pardo y aspec-
drenaje espontáneo de las secreciones; en casos ais- to polipoideo; pueden ser sésiles o pediculados, aun-
lados se realiza incisión del absceso si no drena es- que en los niños son casi siempre pediculados; múlti-
pontáneamente. En ocasiones se puede complicar pues ples y localizados en el borde libre palpebral. Su causa
avanza hacia áreas más profundas. es viral. Con frecuencia recidivan si son
Picadura de insectos. Es frecuente la picada de incompletamente resecados o mal manipulados. El tra-
insectos (abejas, hormigas, entre otros) en los niños, lo tamiento es quirúrgico y con crioterapia (Fig. 11.10).
Capítulo 11. Párpados 205

hasta el año de edad, después de lo cual puede sufrir


regresión espontánea por lo que el tratamiento, por lo
general, es observación, a menos que comprometa el
desarrollo visual (Fig. 11.12).
Se utiliza tratamiento local con inyecciones de
esteroides (betametasona y triamcinolona) o interferón,
con lo que se logra detener el crecimiento y la
tumoración involuciona, disminuye de tamaño, sin ser
necesaria su exéresis quirúrgica.

Fig. 11.10. Papiloma.

Nevus. Se presentan con frecuencia en la prácti-


ca oftalmológica. Son congénitos y por lo general
inaparentes al nacer. Consisten en nidos de melanocitos
modificados de pigmentación variable, aunque pueden
ser amelánicos. Se clasifican en 3 grandes grupos:
nevus de unión, compuestos e intradérmicos; este últi-
mo es un nevus maduro que a diferencia de los 2 an-
teriores no es susceptible de sufrir transformación
maligna. El tratamiento es quirúrgico.
Molusco contagioso. Tumor papuloso provoca- Fig. 11.12. Hemangioma capilar.
do por un virus del grupo pox. Son pápulas de superfi-
cie lisa con una umbilicación central. Con frecuencia El nevus rojo o nevus flammeus del síndrome de
afectan el borde libre palpebral en niños y se acompa- Sturge-Weber, es un angioma unilateral que sigue la
ñan de conjuntivitis folicular e incluso queratitis, que distribución del nervio trigémino en la cara; se acom-
no desaparecen hasta tanto no se trate el molusco. El paña de glaucoma y angioma coroideo. En ocasio-
tratamiento se realiza con exéresis o la crioterapia (Fig. nes, el nevus no es tan característico y no se diag-
11.11). nostica, por lo que ante cualquier angioma palpebral
se debe tomar la tensión ocular y examinar el fondo
del ojo. Este angioma no responde a tratamiento con
esteroides. En algunos casos se utiliza el tratamiento
con láser.
Neurofibromas. El neurofibroma plexiforme del
párpado es raro, se asocia a neurofibromatosis tipo
I; el tumor infiltra de forma difusa todo el tejido
palpebral y puede provocar una ptosis palpebral me-
cánica. La anamnesis y las manchas de color café
con leche en la piel de la espalda del niño ayudan al
diagnóstico.

Edema de los párpados


El edema en ambos párpados, sin otros signos ocu-
lares, es frecuente en algunas enfermedades sistémicas,
Fig. 11.11. Molusco contagioso. sobre todo en las renales y en las que se retiene líquido,
Angiomas. En los niños, el tipo más frecuente de por lo que frente a edema palpebral bilateral mantenido
hemangioma es el denominado hemangioma capilar, se deben investigar esas causas. Al contrario, la unila-
que aparece al nacimiento o en las primeras semanas teralidad del edema y la hiperemia de los párpados orien-
de vida. Es de color rojo púrpura y tiende a crecer tan a enfermedades locales (Fig. 11.13).
206 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 12

Aparato lagrimal
EUGENIO JARA CASCO†, GLADYS COLOM SERRA Y NEREYDA MARTÍNEZ SUÁREZ

El aparato lagrimal es un medio de protección del usa la prueba de desaparición del contraste en la que
ojo, ya que la lágrima actúa de forma mecánica lubri- se coloca una gota de fluoresceína en cada ojo y se
cando la superficie ocular, arrastra cuerpos extraños esperan 5 min; se observa entonces la desaparición
minúsculos que llegan a ella y elimina microorganismos del colorante o no. Otra prueba es la de Jones I; con-
del medio exterior, gracias a su acción bactericida. In- siste en que a los 5 min después de instilado el colo-
fluye además en la función visual, pues mantiene la rante se introduce un hisopo de algodón en la fosa
córnea húmeda y transparente. nasal o se ordena al paciente sonarse la nariz cu-
La lágrima es un líquido algo alcalino con una pro- briendo su desembocadura con un apósito para verifi-
porción grande de cloruro de sodio y una enzima, la car si el líquido nasal está coloreado o no (Fig. 12.2).
lisozima, que tiene poder antibacteriano. Las lágrimas En el caso de que no se recupere fluoresceína, se
riegan la conjuntiva y la córnea y humedecen la su- puede inyectar solución salina a través del punto
perficie ocular; se pierden, parte por evaporación y el lagrimal (Jones II). El hallazgo del colorante en esta
resto por medio del parpadeo que la conduce al saco situación discrimina las obstrucciones parciales del
lagrimal, conducto lacrimonasal y nariz. La disminu- conducto lacrimonasal de otras causas como la
ción en la producción de lágrimas acarrea trastornos a hipersecreción activa de lágrimas y el fallo de la fun-
la conjuntiva y a la córnea. ción de bomba del orbicular.
Medida de producción de lágrimas. La secre-
ción lagrimal se mide mediante la prueba de Schirmer
con tiras de papel de filtro de 5 x 35 mm; su extremo
se dobla en 5 mm, para colocarla entre el tercio me-
dio y el externo del párpado inferior; el resto de la
tira sobresale entre los párpados. Cuando el lagrimeo
es normal se humedecen de 10 a 15 mm del papel en
5 min (Fig. 12.1).
Permeabilidad de las vías lagrimales. Para
conocer la permeabilidad de las vías lagrimales se Fig. 12.1. Prueba de Schirmer.
208 Oftalmología pediátrica

intensa, en los pacientes con cuerpos extraños conjuntivales


o corneales, conjuntivitis, lesiones o inflamaciones de la
córnea y la úvea, y en el glaucoma congénito, entre otras.

Relación de las afecciones de las glándulas lagrimales:


Enfermedades congénitas:
– Criptoftalmos, que es la ausencia de la glán-
dula lagrimal
– Quistes (excepcionales)
– Fístulas
– Prolapsos
– Ausencia del reflejo de lagrimeo cuando el
niño llora o grita
– Ausencia de lágrimas o hiposecreción lagrimal
Fig. 12.2. Prueba de desaparición del contraste de Jones.
Enfermedades adquiridas:
– Inflamaciones (dacrioadenitis)
Enfermedades de la glándula lagrimal – Traumas
– Enfermedades sistémicas
Las enfermedades de las glándulas lagrimales en
– Lágrima de cocodrilo cuando se produce re-
el niño, excepto por anomalías congénitas menores, flejo de lagrimeo con la masticación
son poco frecuentes. Pueden ser de carácter adquiri-
do o congénito. Alacrimia, hiposecreción e hipersecreción
Las formas congénitas incluyen la ausencia de la glán- Tumores
dula o criptoftalmos, la alacrimia, la hiposecreción lagrimal
y con menor frecuencia los quistes, fístulas y prolapsos. Enfermedades de las vías lagrimales
Entre las afecciones adquiridas se encuentran las
inflamaciones, tumores, traumas o enfermedades sistémicas La mayoría de las afecciones del aparato lagrimal,
que afecten a distintas glándulas del organismo. casi siempre congénitas, afectan a las vías de excreción,
La inflamación de la glándula lagrimal, dacrioadenitis, como son: la ausencia o imperforación de los puntos
puede ser aguda o crónica y acompaña a enfermedades lagrimales, anomalías en la posición y número de estos.
infecciosas como fiebre tifoidea, tuberculosis, escarlati-
na, parotiditis y mononucleosis. Obstrucción del conducto lacrimonasal
Los tumores de la glándula lagrimal son excepcio- La enfermedad más frecuente de las vías
nales en el niño. lagrimales excretoras en el niño es la obstrucción del
conducto lacrimonasal, que afecta alrededor de 5 %
Alacrimia e hiposecreción de los recién nacidos.
Cuando se enferma la glándula se altera la produc- Las obstrucciones, si son congénitas, se detectan,
ción de lágrimas, lo que puede ir desde su disminución por lo regular, a partir de la tercera semana o los prime-
a su ausencia. La alacrimia (ausencia de lágrimas) y ros meses de nacido. Con mayor frecuencia son unila-
la hiposecreción lagrimal se diagnostican casi siempre terales y puede estar en diferentes partes de las vías
después de la aparición de complicaciones dadas por lagrimales excretoras, como son:
la sequedad del ojo como la hipoestesia corneal, – Puntos lagrimales por atresia congénita o ad-
queratitis y ulceración. Se observa en el síndrome de quirida, la cual requiere dilatación y a veces
Riley Day, en el que además de la ausencia de lágri- tratamiento quirúrgico.
mas, aparecen otras malformaciones congénitas; en – Canalículos lagrimales por malformaciones, cuer-
el de Sjögren, que puede asociarse a enfermedades pos extraños, inflamaciones o traumatismos; la
del colágeno, artritis reumatoidea, entre otras. terapéutica siempre es quirúrgica.
– Conducto lacrimonasal; en la mayoría de los
pacientes es congénita por permanencia de
Hipersecreción detritus celulares o por falta de imperforación
La hipersecreción de lágrimas, además del llanto sen- de la válvula de Hasner, la cual se encuentra
timental, ocurre en la exposición al sol fuerte o a la luz en la desembocadura del conducto lacrimonasal
Capítulo 12. Aparato lagrimal 209

y en raros casos por obstrucción del canal óseo. Algunos autores indican la instilación de colirios
– La fístula congénita del saco lagrimal es rara. antibióticos varias veces al día para evitar la infección.
– El dacriocele es una dilatación del saco lagrimal, También se sugieren masajes simples y compresiones
se observa como una masa de más de 1 cm de del saco lagrimal. La compresión del saco lagrimal tie-
color azuloso, producido por el bloqueo congé- ne la ventaja de su fácil realización, la cual es factible
nito del conducto lacrimonasal y la imposibili- de llevar a cabo por el pediatra, en especial si se en-
dad de drenar las lágrimas. cuentra en lugares apartados en que no sea posible la
atención del oftalmólogo. Si el tratamiento se inicia en
Síntomas las primeras semanas de vida puede obtenerse la cura-
El síntoma por excelencia que caracteriza el cuadro clí- ción de la casi totalidad de los pacientes, lo que puede
nico es la epífora o lagrimeo pasivo. La dificultad en el dre- evitar otros tratamientos más cruentos como lavados,
naje de las lágrimas a veces conduce a una infección secun- sondajes o la cirugía de las vías lagrimales.
daria con secreción. Por ello, frente a secreciones oculares Técnica de la compresión del saco lagrimal.
serosas, mucosas, mucopurulentas o francamente purulentas, Se utiliza un algodón, bien comprimido, del tamaño
que no mejoran con el tratamiento de la conjuntivitis, que aproximado de un garbanzo, lo cual se logra humede-
casi siempre lo acompaña, debe sospecharse que hay obs- ciéndolo y apretándolo entre el pulgar y el índice, has-
trucción en las vías lagrimales. En estos casos las lágrimas ta que tenga buena consistencia. Se coloca el algodón
se almacenan en el saco lagrimal donde se pueden infectar sobre los conductos lagrimales y la parte superior del
y hacerse mucopurulentas o purulentas, lo que provoca una saco y se sostiene con el pulgar de la mano derecha,
dacriocistitis. La mayoría de las veces evoluciona de forma en tanto que la mano izquierda sujeta la región occipital
crónica, con epífora y secreción como síntomas cardinales. de la cabeza del niño (Fig. 12.4).
Diagnóstico
En los niños se realizan las pruebas para compro-
bar la permeabilidad de las vías lagrimales ya descritas
(prueba de desaparición del contraste y de Jones I).
Al comprimir suavemente el área correspondien-
te al saco lagrimal, se observa la salida del pus de
reflujo por los orificios lagrimales. En caso de no rea-
lizar el tratamiento correcto el proceso evoluciona ha-
cia la cronicidad. Excepcionalmente en niños de 2 o 3
años puede pasar a una etapa aguda de la enferme-
dad con tumefacción, enrojecimiento y dolor en el área
correspondiente al saco (Fig. 12.3).

Fig. 12.4. Técnica de compresión del saco lagrimal.

Se presiona sobre el algodón en forma simple, pero


con fuerza, y se sigue el sentido de una línea que termi-
na en la región mastoidea del lado opuesto. Esta fuerza
que se realiza sobre el algodón humedecido transmite la
presión al contenido del saco lagrimal lleno, que de esta
forma puede vencer la obstrucción inferior. Cuando se
comprime el algodón se deben presionar simultánea-
mente el saco y los conductos lagrimales para evitar el
reflujo y conseguir el objetivo de arrastre deseado.
Si se logra restablecer la permeabilidad, se siente
Fig. 12.3. Dacriocistitis. bajo el dedo un ligero crujido o crepitación que puede
Tratamiento dar lugar a la salida de pus o sangre por el orificio
nasal correspondiente. Con posterioridad a la compre-
El tratamiento y la edad en la que debe ser aplicada sión del saco, si se tiene éxito, se indican colirios
cada variante de este, son aspectos muy discutidos. antibióticos durante 2 semanas.
210 Oftalmología pediátrica

Por lo general, es suficiente una sola maniobra para de la compresión del saco lagrimal vs. sondaje de la vía lagrimal
en la dacriocistitis congénita. Rev Cubana Oftalmol; 17(1).
resolver la obstrucción pero si fuera necesario se debe
Alemañy J, Villar R (2003): Manual de Oftalmología. Sistema
repetir varias veces. Lagrimal. Editorial Ciencias Médicas. 4ta. Edición; pp.71-76.
Si no se consigue la curación con este método, se ha- Cantor LB (2003-2004): Basic and Clinical Science Course. Orbit,
cen lavados a presión con jeringuillas y sondajes por el Eyelids, and Lacrimal System. San Francisco: American
Academy of Ophthalmology.
oftalmólogo. La edad en la cual se lleva a cabo este sonda- Díaz Fernández JM, Fernández Pérez FS, García Gali M, Rodríguez
je varía. Algunos especialistas aconsejan que se realice en Alba M (1996): Caracterización clinicoterapéutica de la dacriocistitis
el tercer o cuarto mes de vida, otros al año, ya que muchas crónica traumática. Rev Cubana Oftalmol; 9(1):46-53.
de estas obstrucciones se resuelven espontáneamente an- Dorta Contreras AJ, Ferrer Martínez T, Carreiro Cruz E, Sánchez
Martínez C (1993): IgA secretora en lágrimas de pacientes con
tes de esa edad pero para la mayoría esta práctica se debe conjuntivitis hemorrágica por Coxsackie A 24. Rev Cubana
hacer de forma precoz, sobre todo si hay infección. Oftalmol; 6(1):12-8.
Por lo regular, el sondaje, que debe realizar siem- García Álvarez H, Hernández González J, Apulinaire Pannini J y
pre el oftalmólogo, resuelve gran parte de las obstruc- Ortiz González E (1997): Prueba de Schirmer y tiempo de
desintegración de la película de lágrima en la queratoconjutivitis
ciones. En caso necesario, el sondaje puede repetirse seca. Rev Cubana de Oftalm; 1:27-32.
1 o 2 veces más (Fig. 12.5). García Alvarez Hernán, Rodolfo Hernández González, Juan J.
También puede acudirse a la colocación en el con- Apolinaire Pennini y Elier Ortiz González (1997): Pruebas de
ducto lagrimal de un fino tubo de silicona que se deja Schirmer y tiempo de desintegración de la película de lágrimas en
la queratoconjuntivitis seca. Rev Cubana Oftalmol; 10(1-2).
por períodos de 4 a 6 meses (Fig. 12.6). Solo en casos Martínez Suárez N (1999): Tratamiento quirúrgico de las interrup-
excepcionales y en edades más avanzadas se recurre ciones canaliculares. Rev Cubana de Oftalmol; 12(1):46-52.
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Capítulo 13

Conjuntiva
ALBERTO OMAR GONZÁLEZ GARCÍA Y EUGENIO JARA CASCO†

La conjuntiva es una membrana mucosa Frente a diversas noxas la conjuntiva se puede


vascularizada, lisa, que tapiza la porción anterior del edematizar, ingurgitar sus vasos arteriales y venosos
globo ocular y la interior de los párpados. Está com- y ser asiento de xerosis y hemorragias (Figs. 13.1,
puesta por la conjuntiva bulbar, la palpebral y un 13.2 y 13.3).
fondo de saco o fornix, donde la conjuntiva cambia
de dirección.
Desde el punto de vista microscópico la conjunti-
va está constituida por un epitelio estratificado no
queratinizado, de 2 a 5 capas de células basales
cuboideas que se aplanan hacia la superficie y se apo-
yan sobre una membrana basal. El estroma o sustan-
cia propia está formado por una capa superficial que
contiene tejido linfoide y una capa fibrosa más profun-
da de tejido conjuntivo. En el canto interno la conjunti-
va se trasforma en 2 formaciones particulares: la ca-
rúncula y el pliegue semilunar.
En la conjuntiva se encuentran las glándulas res-
ponsables de la producción del mucus (capa interna de Fig. 13.1. Quemosis conjuntival.
la lágrima), componente esencial en la adherencia de la
película lagrimal. Tiene una función protectora contra
las infecciones por estar muy vascularizada, por conte-
ner las células que constituyen la primera barrera de
defensa celular y por el aporte de inmunoglobulinas,
entre otras sustancias. La conjuntiva puede tener una
flora normal con variedad de gérmenes en su composi-
ción, entre los que se encuentran:
– Staphylococcus (coagulasa negativo).
– Staphylococcus epidermidis.
– Streptococcus viridans.
– Propionibacterium acnes.
– Otros menos frecuentes. Fig. 13.2. Hemorragia subconjuntival.
212 Oftalmología pediátrica

Según el cuadro clínico y la evolución, también se


pueden considerar de tipo agudo o crónico. En las con-
juntivitis agudas los síntomas y signos son: sensación de
arenilla o cuerpo extraño, lagrimeo, enrojecimiento de
la conjuntiva en mayor o menor grado, secreción
mucopurulenta o purulenta, edema palpebral y quemosis.
La conjuntivitis es una enfermedad que se mani-
fiesta casi siempre en los 2 ojos, pero empieza por uno
de ellos y rápidamente se afecta el segundo. En las
conjuntivitis crónicas se observa un cuadro clínico si-
milar, pero más atenuado y de más larga duración.
Existen factores de riesgo que favorecen la instalación
de la conjuntivitis, estos son:
Fig. 13.3. Dilatación de vasos con conjuntiva blanca, en paciente
con várices orbitarias. – Mal posición palpebral (entropión, ectropión, etc.).
– Ojo seco.
– Anomalías cuantitativas y cualitativas de la lá-
La inyección de vasos puede ser por compro- grima.
miso conjuntival y predomina hacia los fondos de – Traumas.
saco o de tipo ciliar, con vasos dilatados profundos, – Inmunosupresión local o sistémica.
cortos y rectos alrededor de la córnea, lo que indica – Anomalías de las márgenes de los párpados.
lesión de estructuras como la úvea o la córnea. – Cierre incompleto de los párpados.
Si la conjuntiva bulbar se erosiona o desaparece – Parpadeo inadecuado.
queda expuesta una superficie no lisa y se pueden pro-
ducir adherencias entre la superficie del párpado y la Conjuntivitis bacterianas
conjuntiva palpebral, lo que se conoce como Es el tipo de inflamación de la conjuntiva más fre-
simbléfaron. cuente, sobre todo en los niños. Tiene un alto grado de
propagación por contacto.
Anomalías congénitas Clasificación
Las anomalías congénitas son raras en la conjunti- – Conjuntivitis bacteriana aguda.
va. Entre ellas están el quiste dermoide y la xerosis – Conjuntivitis bacteriana hiperaguda.
con sequedad. – Conjuntivitis bacteriana crónica.
La conjuntiva puede ser asiento de inflamaciones,
tumores, degeneraciones hiperplásicas y xerosis, en- Las bacterias que con frecuencia afectan la
tre otras. conjuntiva de forma aguda son el estafilococo, sobre
todo el de tipo áureo y el Streptococcus pneumoniae,
Conjuntivitis ambas muy frecuentes en niños, sobre todo como
La inflamación es la entidad ocular más co- epidemias en instituciones donde ellos se agrupen. El
mún a cualquier edad, aunque es más frecuente Haemophilus influenzae, que se ve generalmente
en niños pequeños que ya caminan y se relacionan después de enfermedades del tracto respiratorio, es
con otros. otro de los gérmenes que con frecuencia afectan la
Las conjuntivitis se pueden clasificar, de acuerdo conjuntiva y ocasionan las llamadas conjuntivitis
al agente causal, en: catarrales agudas. En ellas, la hiperemia conjuntival
– Bacterianas. es moderada y la secreción mucopurulenta, lo que
– Virales. hace que los párpados amanezcan pegados (Fig.13.4).
– Micóticas. La producida por Haemophilus se puede complicar
– Parasitarias. con inflamación o lesión corneal. Por lo regular res-
– Alérgicas. ponden bien al tratamiento con antibióticos, en parti-
– Traumáticas. cular, el cloranfenicol.
Capítulo 13. Conjuntiva 213

edema palpebral y la conjuntiva está roja y con


quemosis, lo que dificulta la observación de la córnea.
También otros agentes transmitidos por vía sexual
producen la conjuntivitis neonatorum; la Chlamydia
trachomatis, responsable de la mayoría de los casos, y
con menos frecuencia el linfogranuloma venéreo, el mo-
lusco contagioso, el estafilococo dorado y la Candida
albicans. Todos ellos pueden producir similar cuadro clí-
nico infeccioso entre los 5 y 8 días, el cual solamente
puede adjudicarse a una u otra causa mediante el estudio
de los exudados y sus cultivos. La oftalmía neonatorum
producida por el gonococo es muy frecuente en los paí-
Fig. 13.4. Conjuntivitis bacteriana con secreción. ses subdesarrollados, en tanto que las provocadas por
Chlamydia trachomatis se pueden ver en países con
Otros agentes son: el estreptococo piógeno, que mayor desarrollo; es la primera causa de conjuntivitis del
forma membranas o seudomembranas; las Neisserias; neonato en los Estados Unidos de América.
estafilococo epidérmico; Moraxella; Pseudomona; La prevención de la oftalmía neonatorum se lle-
Echerichia coli; entre otros. El estafilococo áureo es va a cabo con el método de Credé, que consiste en el
causa frecuente de conjuntivitis crónica. La Moraxella lavado y limpieza de los ojos del recién nacido con
provoca un tipo de conjuntivitis con predominio en los agua destilada y la instilación de una gota de nitrato de
ángulos de los párpados (conjuntivitis angular). Estos plata al 1 %. El colirio puede producir irritación y pro-
enfermos responden satisfactoriamente al uso de vocar una conjuntivitis química. Su acción sobre el
antibióticos específicos en colirios. gonococo es efectiva y el germen no establece resis-
Por la frecuencia con que ocurren estas conjunti- tencia. El nitrato de plata se debe conservar en fras-
vitis, se deben tomar medidas higiénicas y preventivas cos de color ámbar, estar libre de alcoholes y recam-
que eviten la propagación de estas infecciones, sobre biar diariamente. La prevención cubre el 90 %, pero
todo en los lugares donde los niños se reúnen, en par- lamentablemente en la infección por Chlamydia el ni-
ticular en las escuelas y círculos infantiles. trato de plata no es efectivo, por lo que no garantiza
Oftalmía neonatorum. La oftalmía neonatorum una protección absoluta y se debe recurrir en estos
o del recién nacido es la que aparece en los primeros casos a colirios antibióticos.
días de la vida y hasta las 4 semanas, ocasionada por En la conjuntivitis química provocada por la irrita-
cualquiera de los agentes antes mencionados y por ción que produce la profilaxis con el colirio de nitrato
otros más agresivos que pueden llevar a grave afecta- de plata, sus síntomas comienzan a las 12 h de instilado
ción visual, general y hasta la muerte, en la infección y su acción no dura más de 48 h. No requiere trata-
por la Pseudomona aeruginosa, que afortunadamente miento salvo algunos fomentos fríos de suero fisiológi-
es muy rara. Es una conjuntivitis aguda, por lo regular co o agua destilada. Los estudios de Laga y colabora-
purulenta, que se adquiere por contaminación durante dores demostraron similar eficacia del nitrato de plata
el paso del feto por el cuello uterino y la vagina de la al 1 % y del ungüento oftálmico de tetraciclina, en la
madre. A veces se produce la infección antes del na- profilaxis de la conjuntivitis por gonococo.
cimiento, cuando hay ruptura prematura de las mem- En general, la profilaxis correcta consiste en rea-
branas. Su causa más frecuente es la Neisseria lizar un estudio de la secreción vaginal de la madre
gonorrhoeae, la Chlamydia trachomatis, el S. antes del parto y poner tratamiento en caso de encon-
pneumoniae y el S. aureus. trar alguna infección. La importancia de esto quedó
Cuando es ocasionada por el gonococo su diagnós- demostrada en un estudio aleatorizado y a doble cie-
tico tiene particular importancia por el riesgo que ga, donde se demostró que en los recién nacidos que
presentan de ulceración, perforación corneal y no tenían riesgo de infección, el nitrato de plata, la
endoftalmitis, además de infección sistémica. Los sín- eritromicina o tetraciclina y la profilaxis prenatal sur-
tomas aparecen, por lo regular, entre los 2 y 5 días tieron igual efecto en la prevención de la oftalmía
después del nacimiento. Hay secreción purulenta, gran neonatorum (Tabla 13.1).
214 Oftalmología pediátrica

Tabla 13.1. Tratamiento de la oftalmía neonatorum Herpes simple en el recién nacido. Es una
enfermedad que puede ser grave. La conjuntivitis se
Causa Tratamiento
presenta a los pocos días o pasadas 2 o 3 semanas
Química No después del nacimiento, y debe sospecharse si hay an-
Chlamydia Eritromicina (jarabe 50 mg/kg/día oral tecedentes maternos de infección genital. Es produci-
en 2 o 4 dosis por 14 días) da por los tipos I y II de herpes; este último más
Grampositivos Eritromicina 0,5 % o tetraciclina 1 % frecuente en la contaminación por vía vaginal.
(ungüentos cada 4 h por 7 días) En los adultos se caracteriza además por la pre-
Gramnegativos Gentamicina o tobramicina (ungüentos
sencia de vesículas en las márgenes del párpado. Si la
cada 4 h por 7 días)
Neisseria Penicilina G (100 000 U/kg/día IV dividida córnea es afectada, se complica el cuadro, se presen-
gonorrhoeae en 4 dosis por 7 días) ta queratitis y hasta puede perforarse. El tratamiento
Herpes simple Trifluridina 1 % (cada 2 h por 7 días o antiviral tópico y parenteral debe iniciarse cuanto an-
hasta la epitelización de la córnea, pero tes, para lo que se recomienda aciclovir, que no solo
no más de 21 días) ayuda a combatir la enfermedad sino que previene la
Aciclovir (10 mg/kg o 500 mg/m2 IV cada ocurrencia de nuevos brotes o su gravedad. Local-
8 h por 10 días)
mente se deben aplicar fomentos fríos, seguidos de
lavados abundantes y frecuentes con soluciones sali-
Conjuntivitis virales nas para arrastrar las secreciones. No se debe usar
Las conjuntivitis virales más frecuentes son por colirio de atropina, ni otros que contengan esteroides
adenovirus, que pueden producir queratoconjuntivitis (Tabla 13.1) (capítulo 27).
epidémicas y la fiebre faringoconjuntival. La vía de
contagio puede ser respiratoria o por contacto. Se ca- Conjuntivitis fúngicas
racterizan por hiperemia conjuntival y secreción acuosa.
Si no es bilateral desde el inicio puede tardar varias Las conjuntivitis de causas fúngicas son raras. La
horas o días antes de que comiencen los síntomas en producida por Candida albicans casi siempre se
el otro ojo. Con frecuencia aparecen infiltrados de acompaña de infección palpebral o bucal. La conjunti-
leucocitos sobre la conjuntiva palpebral y puede verse va está hiperémica y se pueden observar en los fon-
como complicación el infiltrado corneal, después de dos de saco conjuntivales placas blanquecinas suges-
haber mejorado los síntomas conjuntivales. Se acom- tivas de la enfermedad. El tratamiento consiste en la
paña de adenopatía preauricular e infección respirato- aplicación de ungüento de nistatina.
ria alta. La queratitis provoca visión borrosa, fotofobia
y lagrimeo. Estas lesiones en la córnea al cicatrizar Conjuntivitis parasitarias
dejan opacidades generalmente puntiformes que pue- Las conjuntivitis parasitarias son frecuentes en las
den permanecer durante semanas o meses. No tiene regiones africana, asiática, centroamericana y
tratamiento específico solo sintomático. suramericana. En Cuba no se registran pacientes con
Conjuntivitis hemorrágica. Es producida por conjuntivitis de este tipo.
enterovirus. El enterovirus-70 ha afectado a la pobla- Una causa de conjuntivitis parasitaria que puede
ción cubana en brotes epidémicos importantes y ha
llevar a la ceguera es la oncocercosis. El parásito se
ocasionado la conjuntivitis hemorrágica, diagnóstico
trasmite por moscas. Las microfilarias emigran al in-
que se realiza clínicamente por la presencia de hemo-
terior del ojo y ocasionan conjuntivitis, lesiones
rragias subconjuntivales características en la conjunti-
corneales y en la úvea, catarata, neuritis y atrofia óp-
va bulbar superior en el inicio del cuadro. El período
de incubación es muy corto, su aparición es súbita y tica. Otros parásitos que pueden afectar a la conjunti-
cursa entre 5 y 7 días sin tratamiento. Se observa va son: Trichinella spiralis, Schistosoma, miasis,
adenopatía preauricular, en ocasiones se complica con loaiasis, entre otros (capítulo 27).
una queratitis superficial y ocasiona edema palpebral
y celulitis. Puede haber malestar general con febrícu- Conjuntivitis alérgicas
la y no suele dejar secuelas. Es muy contagiosa; no Las conjuntivitis alérgicas pueden presentarse ais-
existe tratamiento específico, aunque las medidas ladamente o ser manifestación de un cuadro clínico
epidemiológicas ayudan a controlar la propagación de alérgico generalizado. Se caracterizan por moderada
las epidemias (capítulo 27). hiperemia de la conjuntiva, fotofobia y lagrimeo, pero
Capítulo 13. Conjuntiva 215

sobre todo por prurito ocular. La quemosis puede ser cionalistas en pueblos con hacinamiento, falta de higie-
el signo clínico que predomine. Los alergenos son di- ne, abastecimiento deficiente del agua y genio epidémi-
versos, no obstante, el tratamiento con antihistamínicos co o endémico, obliga a conocerlo y a saber cómo ac-
y colirios antialérgicos suele ser suficiente. Otro de tuar frente a los pacientes que sufren de la enfermedad
los tratamientos que se pueden usar, sobre todo en las (capítulo 27).
crisis, son los colirios esteroideos. En los casos que no
mejoran o hacen crisis repetidas, debe llevarse a cabo Conjuntivitis en el curso de enfermedades
interconsultas con el especialista en alergia. sistémicas
Conjuntivitis vernal o primaveral. Se caracte-
Entre las enfermedades sistémicas que pueden
riza por la hipertrofia papilar, con aspecto de empedra-
causar conjuntivitis están: mononucleosis infecciosa,
do en la conjuntiva palpebral superior. El limbo corneal
influenza, sarampión (que pueden tener hemorragias
parece gelatinoso y el niño presenta picazón, fotofobia,
subconjuntivales), rubéola, varicela (con vesículas y
lagrimeo y blefarospasmo. La enfermedad cursa por
ulceraciones), el síndrome oculofaríngeo de Parinaud,
brotes y es necesaria la administración de esteroides
el síndrome de Stevens-Johnson y el síndrome de
para eliminar las molestias. Con el tiempo, la conjuntiva
Reiter, que se presenta clásicamente con conjuntivitis,
bulbar toma una coloración amarillo parduzco. El uso
uretritis, poliartritis e iridociclitis.
de colirio de cromoglicato de sodio (Intal) está indicado.

Conjuntivitis traumática Tumoraciones de la conjuntiva


Las conjuntivitis traumáticas pueden ocurrir por El nevus pigmentado puede ser congénito o apare-
traumas contusos o cortantes. También se producen cer en los primeros años de la vida, de preferencia en
por la acción de agentes físicos y químicos. Los sínto- la conjuntiva bulbar, cerca del limbo corneal. Es be-
mas más frecuentes son similares a los de las otras nigno, pero por la posibilidad de malignizarse en la edad
conjuntivitis, pero sin secreción, salvo por la infección adulta se recomienda su extirpación.
secundaria y acompañados del cuadro clínico de un El quiste epidermoide o dermoide epibulbar es una
traumatismo ocular. tumoración congénita de color blanco amarillenta, re-
La conjuntivitis química puede variar el cuadro clí- dondeada, que se presenta en el limbo corneal. Es
nico, en dependencia del agente agresor, desde una leve característico en el síndrome de Goldenhar (oculoau-
irritación hasta una grave lesión. Las más frecuentes riculovertebral) (capítulo 11).
son provocadas por ácidos y álcalis (capítulo 25). Pueden existir quistes dermoides que se observan
como masas amarillentas subconjuntivales que aun-
Tracoma que se puedan tratar de palpar es difícil saber su ta-
El tracoma es una enfermedad que se desarrolla a maño real. Antes de decidir su extracción se debe rea-
cualquier edad y se manifiesta como una queratocon- lizar un buen estudio de órbita para ver hasta dónde
juntivitis producida por la Chlamydia trachomatis. En llega en extensión y profundidad el quiste y planificar
los exámenes por frotis aparecen los cuerpos de inclu- la técnica quirúrgica más adecuada.
sión citoplasmáticos característicos. Es una conjunti-
También se pueden ver quistes epiteliales llenos
vitis purulenta con hipertrofia papilar, folículos en la
de líquido en la conjuntiva bulbar y fondo de saco;
conjuntiva bulbar y vascularización de la córnea. Pue-
hemangioma capilar; linfangiomas y linfangiectasias.
de conducir a la ceguera en el transcurso de los 15-20
años siguientes, por sus complicaciones. Los linfomas se observan como masas subconjuntivales
El tracoma está extendido por todo el mundo, espe- de color salmón, sobre todo en los fondos de saco. Es
cialmente por los países subdesarrollados donde alcan- difícil realizar el diagnóstico diferencial, aun mediante
za incidencias alarmantes. No es frecuente en Améri- anatomía patológica con el pseudotumor.
ca, pero sí en los países del norte de África, donde la En más de 90 % de los pacientes con anemia por
enfermedad se observa en los escolares de los prime- hematíes falciformes hay tortuosidad de los vasos de
ros grados. En la actualidad, en Cuba no se detecta la conjuntiva, sobre todo en el área temporal inferior.
más que en pacientes que lo adquieren en otros países Esta anomalía no tiene efecto perjudicial en el ojo del
pero el hecho de las tareas de cooperación interna- paciente.
216 Oftalmología pediátrica

Avitaminosis A Estruch Fajardo I, Alemañy Martorell J, Gómez Hechavarría AH


(1994): Estudio a doble ciegas con el cromoglicato de sodio en
Otra de las enfermedades que afectan la conjunti- la conjuntivitis alérgica crónica. Rev Cubana. Oftalmol; 7(1-
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Bitot sobre la conjuntiva, de color amarillento. Puede
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blema de salud en Cuba (capítulo 27). García Álvarez Hernán, María Isabel González Mesa, Carmen Cabarga
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Capítulo 14

Enfermedades de la esclera y córnea


ELÍZABETH ESCALONA LEYVA, ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, EUGENIO JARA CASCO† Y LUCY PONS CASTRO

La esclerótica y la córnea constituyen la cubier- ción, lo que ocurre alrededor del tercer mes de vida
ta externa protectora del ojo. La esclera es una capa intrauterina.
densa, blanquecina y avascular que se continúa ha- Escleras azules. Se ven en más de una veintena
cia delante con la córnea, que es transparente y tam- de enfermedades o síndromes, como los de Crouzon,
bién avascular. La córnea funciona como una ven- Marfan, Loewe, Paget, Ehlers-Danlos, la
tana a través de la cual pasan los rayos de luz hacia fenilcetonuria, entre otros. La osteogénesis imperfec-
la retina. ta es el más conocido de los que cursan con las escleras
Esas estructuras pueden estar afectadas por pro- azules, en la que se acompaña de fragilidad ósea, es-
cesos inflamatorios, infecciosos y traumatismos, que pina bífida, cardiopatías, alteraciones de la piel, dien-
suelen poner en peligro la integridad del globo ocular. tes, articulaciones y ojos. También se observan escleras
Constituyen la primera barrera de protección del ojo. azules en otras anomalías oculares como embriotoxon,
Por sus manifestaciones de pérdida de agudeza visual queratocono, megalocórnea y catarata (Fig. 14.1).
y dolor las enfermedades que afectan a la córnea son
a veces muy dramáticas, lo que supone un reto para el
oftalmólogo y por sus síntomas, en la mayoría de las
ocasiones, se convierten en urgencias médicas. La
esclera y la córnea se continúan y están muy relacio-
nadas, por lo que se estudian en un mismo tema.

Esclerótica

Anomalías congénitas de la esclera


Entre las anomalías congénitas de la esclera se
señala el aumento de su transparencia por
adelgazamiento, lo que da lugar a un color blanco azu-
lado claro por visualización de los pigmentos coroideos
a través de ella. Se debe a un defecto en su condensa- Fig. 14.1. Escleras de tono azulado.
218 Oftalmología pediátrica

Debilidad de las paredes del ojo. En el síndro- congestión y edema de la conjuntiva suprayacente; tien-
me de Ehlers-Danlos puede llevar a la perforación del den a ser recidivantes. Es excepcional su presenta-
globo ocular por microtraumas, además de presentar ción en el niño.
frecuentemente desprendimientos de retina, Escleritis. Es la inflamación de todo el espesor
queratocono y algunas anomalías morfoscópicas como de la esclerótica, crónica, asociada con enfermedades
hipertelorismo y epicanto. generales, aunque poco frecuente. Puede ser unilate-
Melanosis oculodérmica. También conocida por ral o bilateral y afecta con más frecuencia a las muje-
Nevus de Ota, provoca aumento en la pigmentación res. Su evolución es lenta, prolongada y de carácter
de la epiesclera, la piel periocular y la úvea. En oca- grave; entre sus complicaciones están la queratitis,
siones la pigmentación se extiende y toma la distribu- uveítis y glaucoma secundario.
ción de la primera y segunda rama del trigémino. Los síntomas más relevantes son: dolor muy inten-
so con fotofobia y lagrimeo. Al examen aparece un área
Inflamaciones de la esclera nodular subconjuntival de un color violáceo purpúrico
La esclera puede ser asiento de inflamación su- intenso, difuso, con inflamación de la conjuntiva y dila-
perficial o profunda. La superficial o episcleritis es la tación vascular; pueden formarse placas rojo oscuro y
inflamación que afecta a la epiesclerótica, que es la nódulos blancos elevados. Su causa es similar a la de la
capa delgada de tejido elástico vascular superpuesta a episcleritis. Cuando la esclera está muy inflamada y se
la esclerótica (Fig. 14.2). Esta afección es por lo ge- adelgaza puede formar un estafiloma, anterior o poste-
neral unilateral, de causa desconocida y se presenta rior (Fig. 14.3).
sobre todo en mujeres adultas. Se pueden asociar a
enfermedades generales como lepra, tuberculosis, sí-
filis, colagenosis, enfermedades articulares, enferme-
dades metabólicas como la gota, tirotoxicosis y aler-
gias en general.

Fig. 14.3. Ectasia anterior de la esclera.

Diagnóstico
Se realiza fundamentalmente por la clínica; se de-
ben investigar otras patologías sistémicas y raramente
se realiza biopsia.
Tratamiento
En la episcleritis se obtienen buenos resultados con
los antiinflamatorios y/o esteroides tópicos en dosis
mínimas terapéuticas.
Fig. 14.2. Episcleritis. No se ha demostrado que con los tratamientos el
proceso se acorte y ceda satisfactoriamente. Si se deja
Los síntomas incluyen fotofobia, lagrimeo, dolor e a su evolución natural se resuelve de forma espontá-
inflamación. Al examen se observa hiperemia locali- nea en unas semanas, por lo que solo se aconsejan
zada en forma difusa o de placa elevada y rojiza (nó- medidas sencillas para el alivio de las molestias, como
dulo duro) localizada fundamentalmente en el área que lágrimas artificiales. Si se asocia a enfermedades
deja libre la hendidura palpebral. Puede asociarse con sistémicas, se requiere tratar dichos procesos.
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera y córnea 219

En las escleritis es fundamental el tratamiento Microcórnea


sistémico con antiinflamatorios, esteroides y en oca- Se define como una córnea con un diámetro hori-
siones con inmunosupresores, siempre bajo control y zontal igual o inferior a 10 mm en presencia de un ojo
en dependencia de los posibles efectos colaterales. normal. Si todo el ojo es pequeño se usa el término
Tópicamente, pueden ayudar los antiinflamatorios no microftalmos.
esteroideos y los esteroideos; también habrá que tra- Puede ser unilateral o bilateral y verse sola o aso-
tar las complicaciones oculares que se deriven. Las ciada a otras anomalías del segmento anterior o del
inyecciones de esteroides subconjuntivales, como al- ojo (Fig. 14.4). Se transmite con carácter autosómico
gunos preconizan, deben evitarse, ya que existe un gran recesivo o dominante. La córnea suele ser transpa-
riesgo de perforación. rente y si el globo ocular es por lo demás normal, la
AV puede ser buena. Con frecuencia está asociada a
Pronóstico disminución de la curvatura corneal y produce una hi-
El pronóstico es bueno en las episcleritis si no se permetropía. Aparece glaucoma en el 20 % de esos
asocia con otras afecciones oculares o sistémicas, ya casos, en la vida adulta.
que en ese caso se ensombrece, y malo en las escleritis,
pues en la mayoría de los casos la enfermedad base
es de esa característica.

Córnea

Anomalías congénitas de la córnea


Las anomalías congénitas de la córnea son poco
frecuentes y comprenden desde la ausencia de la cór-
nea hasta las anomalías del tamaño, forma, curvatura y
transparencia. Entre las más frecuentes se encuentran: Fig. 14.4. Microcórnea.
– Megalocórnea.
– Microcórnea. Esclerocórnea
– Esclerocórnea. Es una opacidad corneal congénita, unilateral o bi-
– Queratocono. lateral, en la que el aspecto de la córnea recuerda al de
– Córnea plana. la esclera, como si esta continuara sobre la córnea, aun-
– Opacidades congénitas. que por lo regular, es más clara en el centro; presenta
– Disgenesias del segmento anterior. vascularización superficial o profunda. Se caracteriza
por opacificación no progresiva ni inflamatoria de toda
Megalocórnea la córnea o solo la periferia, con vascularización de cual-
Se define como una córnea cuyo diámetro quier tipo. La mayoría de los casos son esporádicos,
horizontal es igual o superior a 13 mm o en los re- pero puede heredarse con carácter autosómico recesivo
cién nacidos, mayor de 12 mm. La afectación con- o dominante; la forma dominante es menos grave. En
génita suele ser bilateral y se transmite con carác- los casos de compromiso total de la córnea, la agudeza
ter recesivo y ligado al sexo; el 90 % de los pacien- visual está muy afectada. Los resultados de reparación
tes son masculinos. quirúrgica (trasplante de córnea) son poco alentadores
por la presencia de ambliopía profunda y alto grado de
La córnea es nítida e histológicamente normal.
falla del injerto.
Estos casos son más propensos a luxación del crista-
lino y al glaucoma; en ellos aparecen con frecuencia Queratocono
cataratas antes de los 40 años de edad. Su aumento Es una procidencia cónica o abombamiento pro-
no es progresivo, a diferencia de lo que se ve en el gresivo, no inflamatorio, del centro de la córnea, la
glaucoma congénito, con quien hay que hacer el diag- que se adelgaza y provoca miopía y astigmatismo in-
nóstico diferencial. No evidencia síntomas y por lo tensos. Tiene una base congénita y una tendencia
general se asocia a defectos de refracción. familiar. Este estado tiende a progresar y opacificar
220 Oftalmología pediátrica

la córnea. A veces ya está presente desde el naci- to de la línea de Schwalbe. Se hereda con carácter
miento y suele ir acompañado de otras malformacio- autosómico dominante
nes; en caso contrario se desarrolla después de la En el síndrome de Axenfeld-Rieger y la anomalía
adolescencia. El queratocono posterior es poco fre- de Peters, además de la córnea periférica, está afec-
cuente, se caracteriza por un adelgazamiento central tado el iris y otras estructuras. Entre estas la más fre-
de las capas corneales posteriores y superficie ante- cuente es la anomalía de Peters la cual se caracteriza
rior normal; no existen indicios hereditarios, es unila- por una opacidad corneal central (leucoma) que se
teral y no progresiva. La córnea, por lo común, se ve asocia a un defecto posterior de la córnea; afecta al
transparente y la visión es normal, pero se puede pro- estroma corneal, la membrana de Descemet, y hay un
ducir velamiento del estroma corneal. desarrollo anormal del segmento anterior, a lo que se
suman opacidad y adherencias al iris y cristalino. El
Córnea plana espesor de la córnea está normal o aumentado. No
Se trata de una aplanación corneal y de la escle- hay vascularización ni inflamación. Es probable que
rótica. El diámetro de la córnea está reducido por in- sea el resultado de múltiples causas. Normalmente no
vasión de la esclerótica, sobre todo en la parte supe- hay antecedentes hereditarios.
rior e inferior. Por lo regular es bilateral y con tenden-
cia familiar. Se hereda con carácter autosómico domi- Enfermedades de la córnea
nante o recesivo; la forma recesiva es más grave. La
córnea central es transparente, pero también se pue- Las enfermedades corneales son siempre proce-
de observar opacificación difusa de la córnea. La cá- sos potencialmente graves que pueden evolucionar has-
mara anterior es menos profunda de lo habitual, pero ta la pérdida total de su transparencia y por lo tanto,
no parece que sea frecuente el glaucoma. Se asocia de la visión e incluso comprometer la unidad anatómi-
con otras anomalías congénitas, como esclerocórnea ca, es decir, llevar a la pérdida del globo ocular. Por lo
o microcórnea, defectos refractivos importantes, ya regular el niño cierra el ojo y se queja de dolor.
que la córnea pierde su alto poder dióptrico; en mu- La excepción son las erosiones corneales, casi
chos casos se acompaña de glaucoma de ángulo estre- siempre de origen traumático, en las que se pierde
cho. Sigler, en un estudio en la provincia de Ciego de el epitelio corneal. Ese epitelio regenera por lo re-
Ávila, Cuba, detectó un grupo de pacientes con esta gular antes de las 48 h si se ocluye el ojo adecuada-
anomalía de carácter familiar. mente. Es difícil observar las lesiones a simple vis-
ta, lo que se facilita con la tinción de la córnea con
Opacidades congénitas de la córnea fluoresceína sódica y lavando el exceso de coloran-
Estas opacidades suelen ser parciales o totales y a te. En caso de existir una erosión se observa cómo
pesar de representar una aberración del desarrollo, pue- el área correspondiente toma color verde, algo fluo-
den tener también un origen inflamatorio. Son centrales rescente, sobre todo si se usa la luz de cobalto (Fig.
y periféricas y están asociadas en muchas ocasiones a 14.5A). El niño trata de cerrar el ojo para evitar la luz
otras malformaciones del segmento anterior. Entre ellas (Figs. 14.5A y B).
se encuentran la distrofia estromal congénita y distrofia Las enfermedades de la córnea se pueden agru-
endotelial congénita u otras. En el recién nacido se ve par de la siguiente manera:
con edema y opacidad de la córnea por ruptura de la – Inflamaciones corneales.
membrana de Descemet, provocada por traumas en el – Degeneraciones y distrofias.
parto; además pueden aparecer opacidades corneales – Traumatismos.
por infecciones maternas que producen queratitis – Tumores.
intrauterinas en el feto por lo general de causas bacte-
riana o sifilítica. Inflamaciones corneales: queratitis
Se dividen en infecciosas y no infecciosas:
Disgenesias del segmento anterior – Queratitis infecciosas:
Entre las más frecuentes están el embriotoxon posterior, • Queratitis ulcerativas bacterianas.
el síndrome de Axenfeld Rieger y la anomalía de Peters. • Queratitis ulcerativas micóticas.
El embriotoxon posterior es una malformación • Queratitis víricas.
periférica de la córnea que se ve como una línea blan- • Queratitis por parásitos.
ca cercana y concéntrica al limbo, que produce una – Queratitis no infecciosas:
protrusión en la cámara anterior, por el desplazamien- • Queratoconjuntivitis alérgica o vernal.
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera y córnea 221

• Úlcera corneal inmunológica (úlcera margi-


nal catarral, úlcera de Mooren) (Fig. 14.6).
• Úlceras corneales periféricas asociadas a en-
fermedades sistémicas.
• Queratitis por exposición.

Fig. 14.6. Úlcera de Mooren.


Los procesos inflamatorios corneales son similares
al resto de los tejidos, con la diferencia de que al ser la
córnea un tejido avascular, los fenómenos vasculares
correspondientes a la inflamación se localizan en el ni-
vel del limbo esclerocorneal y en el iris. Por tanto, los
A
signos inflamatorios corneales se manifiestan fundamen-
talmente en el segmento anterior del ojo. Estos signos
son la hiperemia de los vasos del limbo, miosis y presen-
cia de células y/o exudados en cámara anterior (efecto
Tyndall), pérdida de transparencia producida por el ede-
ma e infiltrado por los productos de la inflamación. Es-
tas pueden provocar una fibrosis con pérdida de elasti-
cidad y lesiones hísticas por pérdida de sustancia, adel-
gazamiento que incluso puede llegar a la perforación,
fibrosis y formación de neovasos.
Queratitis infecciosas
Existen mecanismos de defensa de la superficie ocu-
lar que protegen al ojo de las permanentes agresiones del
medio, entre los que están: los párpados, acción mecáni-
B ca de las lágrimas, presencia de lisozima, lactoferrina,
betalisina y anticuerpos naturales, sobre todo en las lágri-
mas; atrapamiento y eliminación de organismos por el
mucus, superficie epitelial intacta, flora normal de la su-
perficie corneal que ayuda a impedir el sobrecrecimiento
de organismos nativos o la invasión por patógenos, entre
otros. Las interferencias en estos mecanismos de defen-
sa son los traumatismos, alteraciones de los párpados,
exposición corneal, triquiasis, entropión, lagoftalmos, ojos
secos, obstrucción del drenaje lagrimal, abuso de
antibióticos y esteroides tópicos que modifican la flora
normal, uso de lentes de contacto, queratopatía ampollosa,
anestesia corneal, erosiones recidivantes, lesión física o
C química, deterioro localizado o sistémico de la respuesta
Fig. 14.5 A. Erosión corneal teñida con fluoresceína; B y C. El niño
inmune, entre otras que predisponen al huésped a la in-
cierra o se tapa el ojo y se queja de dolor. fección corneal.
222 Oftalmología pediátrica

Queratitis ulcerativa bacteriana. Las bacterias de colirios fortificados y utilizar combinación de


patógenas más frecuentemente halladas en las úlceras aminoglucósidos con cefalosporinas en dosis de 1 gota
son Pseudomonas aeuriginosa, Staphylococcus cada 15 min a una hora, según gravedad de la úlcera.
aurens, Streptococcus pneumoniae. Para que la También se pueden utilizar las fluoroquinolonas, solas
queratitis se produzca es necesario la existencia de de- o combinadas, midriáticos ciclopléjicos y
fecto en el epitelio y que haya bacterias. Existen, sin antiinflamatorios no esteroideos. Las complicaciones
embargo, algunas que pueden penetrar el epitelio intac- como el glaucoma secundario, se deben tratar con
to como es el caso de la Neisseria gonorrhoeae, hipotensores oculares: timolol al 0,5 %, acetazolamida
Corynebacterium diphteriae, Hemophylus aegyptius tópica y sistémica y manitol, según la gravedad del
y Listeria. caso. Se debe comenzar el tratamiento con antibióticos
Estas úlceras siempre son graves y requieren rá-
inmediatamente, sin esperar el resultado del laborato-
pido diagnóstico y tratamiento, pues de ello depende
rio; cuando este llega se hacen cambios terapéuticos,
su evolución, pronóstico sobre la conservación de la
solo si la úlcera ha empeorado y no hay respuesta a
visión y de la integridad del globo ocular.
Son síntomas en estas úlceras el dolor, la fotofobia, los medicamentos indicados inicialmente.
el lagrimeo y la disminución de la agudeza visual en El tratamiento quirúrgico se puede hacer en casos
casos con afectación de la córnea central. Los signos de complicaciones como peligro de perforación corneal
comunes son hiperemia ocular intensa, con inyección inminente, en cuyo caso se realizarán recubrimientos
a predominio ciliar, secreciones serofibrinosas o conjuntivales y trasplantes corneales terapéuticos.
mucopurulentas, defecto corneal de extensión y Queratitis ulcerativa micótica. Las úlceras
profundidad variable, edema corneal más o menos corneales de causa micótica se deben sospechar en
generalizado y en casos graves, reacción en cámara pacientes con antecedentes de trauma con un agen-
anterior con hipopión e hifema. La infiltración corneal te vegetal, uso de lentes de contacto, de forma opor-
difiere según el germen pero de forma general son tunista en córneas previamente debilitadas o de pa-
bien delimitadas, con bordes regulares de aspecto hú- cientes inmunodeprimidos, con queratitis Sicca, sín-
medo, blanda por lisis del estroma corneal y se acom- drome de Sjögren, queratitis herpética, bullosa,
pañan de hipopión, a veces extenso y móvil. Su evolu- transplante corneal y tratamientos crónicos con
ción es rápida y se asocian complicaciones como antibióticos y esteroides. Los gérmenes más frecuen-
uveítis, glaucoma secundario, perforación corneal, tes son: hongos filamentosos, aspergillu y fusarium,
endoftalmitis y pérdida total de la visión. y entre los levaduriformes la Candida albicans. En
Es importante tener presente la infección por la Cuba los hongos filamentosos y dentro de ellos el
Neisseria gonorrhoeae, que provoca una conjuntivi- fusarium, ocupa el primer lugar. Son, por lo general,
tis purulenta con edema de párpados y quemosis in- úlceras de evolución lenta, insidiosa con poca res-
tensa grave. Conduce en pocas horas a una ulceración
puesta al tratamiento antimicótico y conducen a gra-
corneal que perfora rápidamente, por lo que constitu-
ves complicaciones que comprometen al órgano de
ye una verdadera urgencia su diagnóstico y tratamiento
la visión.
precoz para evitar serias complicaciones que conlle-
Sus síntomas fundamentales son comunes al de las
varían a la pérdida del globo ocular.
úlceras bacterianas, pero más moderados; el dolor es poco
Diagnóstico: se debe basar en:
intenso a no ser que se asocie con inflamación uveal. Los
– El interrogatorio en busca de antecedentes ocu-
lares o generales previos que estén en relación síntomas, en la mayoría de los casos, no están relaciona-
con la lesión. dos con la gravedad de la ulceración corneal (Fig. 14.7).
– Cuadro clínico y examen oftalmológico (se debe Sus signos comunes son: inyección ciliar, defecto,
examinar al paciente con la luz oblicua del opacidad y ulceración corneal con bordes elevados,
oftalmoscopio o con la lámpara de hendidura). irregulares, de aspecto seco y áspero, con lesiones
– Estudio micribiológico. satélites, edema corneal, hipopión denso, poco movi-
ble e hifema en casos más graves. Las secreciones
Tratamiento: se debe comenzar el tratamiento son escasas y la formación de abscesos corneales es
médico sobre la base de antibióticos tópicos en forma frecuente.
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera y córnea 223

Los tratamientos son largos y se deben prolongar


al menos durante 6 semanas después de que la
ulceración esté aparentemente aséptica, pues tienden
a recurrir.
En muchos casos es necesario llegar al tratamien-
to quirúrgico con recubrimientos conjuntivales y tras-
plantes corneales, con fines terapéuticos.
Queratitis víricas. Las queratitis pueden estar
asociadas a conjuntivitis epidémica por adenovirus, que
aparecen en la segunda semana de la afectación
corneal. El contagio se realiza por contacto directo o a
través de cosméticos, dedos o instrumentos contami-
nados, a veces por el agua de las piscinas. Suele co-
Fig. 14.7. Absceso corneal micótico. menzar con una conjuntivitis aguda, con hipertrofia
folicular y adenopatía preauricular. Por lo regular es
Las complicaciones pueden ser uveítis, glaucoma bilateral y en algunos casos se presenta con
secundario y perforación corneal. seudomembranas, edema epitelial corneal con alte-
Diagnóstico: al igual que en las bacterianas, in- raciones puntiformes, que pueden acompañarse de ero-
sistiendo en realizar un buen interrogatorio y examen siones corneales.
minucioso. Las alteraciones corneales evolucionan en unos
Se debe hacer raspado de la ulceración para el 10 días a opacidad epitelial y subepitelial, que puede
estudio directo y cultivo en el laboratorio. mantenerse meses o años.
Tratamiento: el tratamiento es difícil, debido a di- Tratamiento: los medicamentos antivíricos no son
versas causas: efectivos.
– Diagnóstico tardío.
Los tratamientos con esteroides son muy contro-
– Toxicidad y acción solo fungistática de los fár-
vertidos, se indican solo si hay molestias intensas, dis-
macos antifúngicos.
minución de la visión e infiltrados subepiteliales.
– Persistencia de los mecanismos inflamatorios e
inmunológicos, aunque no sean viables los hon- Queratitis por herpes simple. Es la forma de
gos. enfermedad ocular infecciosa endémica más frecuente
– Dificultad de regeneración del tejido corneal, de los países desarrollados y constituye, después de
por ser avascular. los traumatismos, la mayor causa de pérdida de visión
por opacidad corneal. La especie humana es el único
Los antifúngicos disponibles son: reservorio natural del virus. El contagio se realiza por
– Imidazoles (miconazol, clotrimazol, econazol, contacto directo con la lesión herpética o a través de
ketoconazol). secreciones contaminadas con el virus, como saliva,
– Triazoles (itraconazol, fluconazol). secreciones nasales y lágrimas. Por lo regular existe
– Polienos (anfotericín B, natamicina). una primoinfección en la infancia, la cual origina una
– Pirimidinas (flucitosina). infección subclínica que frente a un factor
predisponente como deficiencia inmunológica, enfer-
Se indican estos antifúngicos solos o de preferencia medades sistémicas, diabetes mellitus, traumatismos,
combinados en forma de colirios cada 15 min o cada 1
entre otros, se activa.
h, en dependencia de la gravedad de la lesión, además
del tratamiento oral. Colirios midriáticos ciclopléjicos, Su curso es con recurrencias que varían su fre-
antiinflamatorios no esteroideos e hipotensores ocula- cuencia, cuando el virus latente es reactivado.
res, en dependencia de las complicaciones que se pue- Síntomas: dolor variable, que disminuye a medida
dan presentar. que se hace crónica la lesión, debido a la disminución
224 Oftalmología pediátrica

de la sensibilidad, fotofobia y disminución de la agu- Síntomas: fiebre, malestar, cefaleas, picor, dolor,
deza visual, en dependencia de la localización. erupción vesicular y deficiencia visual variable.
Signos: según sitio de la localización; puede afec- Signos: ptosis palpebral, por edema, conjuntivitis
tar a cada una o a todas las capas de la córnea; ser con secreción mucoide, vesículas en borde de párpa-
centrales o periféricas y adoptar formas epiteliales dos y piel de la hemicara, episcleritis, queratitis numular,
puntiforme o dendríticas que al unirse toman aspecto uveítis anterior, hipertensión ocular, oftalmoplejía y
geográfico o estromales, en forma de queratitis complicaciones neurológicas y hasta puede dejar una
disciforme o intersticial. Existe inyección ciliar y reac- neuralgia posherpética crónica.
ción en cámara anterior, que difiere en cada caso se- Diagnóstico: por la clínica y el laboratorio.
gún la gravedad de la lesión (Fig. 14.8). Tratamiento: esteroides tópicos y midriáticos.
Aciclovir tópico y sistémico en dosis altas
(800 mg, 5 veces al día), incluso intravenoso en
casos graves, que se deben mantener al menos du-
rante una semana.
Queratitis por parásitos. La acanthamoeba es
un protozoo incapaz de afectar una córnea intacta. Se
asocian cada vez más al uso de lentes de contacto
fundamentalmente blandos. Las causas son mala ma-
nipulación de la lente y poca asepsia.
Síntomas: dolor, fotofobia intensa, pérdida de
visión.
En el examen se observa variedad de lesiones que
hacen que el diagnóstico sea, en muchos casos, tar-
Fig. 14.8. Queratitis por adenovirus. dío; pueden aparecer líneas epiteliales en relieve, que
contienen partículas del protozoo y semejarse a las
queratitis dendríticas, intensa congestión del limbo
Diagnóstico:
esclerocorneal y uveítis anterior.
– Por el interrogatorio y cuadro clínico.
Su evolución es tórpida y prolongada, pues suele
– Laboratorio (citología de las lesiones).
ser resistente al tratamiento. Puede llegar a perforar
– Histopatológico.
la córnea y extenderse a la esclerótica.
Tratamiento: el específico en las formas epiteliales Diagnóstico:
se realiza con antivirales tópicos como la – Las pruebas de laboratorio son negativas para
trifluorotimidina y el aciclovir, que también se indica bacterias y hongos.
por vía sistémica. – Identificación del parásito en el material y con
En las formas estromales es indispensable la tinción con blanco calcofluor.
adición de esteroides tópicos y/o sistémicos y aña- – Identificación de los quistes por microscopia
dir midriáticos ciclopléjicos para el alivio de los sín- confocal en vivo.
tomas.
La mayoría de los pacientes presentan opacidades Tratamiento: suele ser difícil por la gran resisten-
corneales residuales que afectan la visión considera- cia a los quimioterápicos. Es fundamental la precocidad
blemente y requieren de un trasplante de córnea. del diagnóstico, ya que en sus inicios, pueden dar bue-
Queratitis por herpes zoster. El agente causan- nos resultados, por vía tópica prolongada e intensiva, la
te es el virus varicela-zoster, menos frecuente que el asociación de:
herpes simple, pero puede producir graves compli- – Colirio de neomicina-poliximina B-gramicidina.
caciones. – Colirio de isetionato de propamidina al 0,1 %.
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera y córnea 225

– Pomada oftálmica de miconazol al 1 %. dado higiénico ambiental. La climatoterapia consiste


– Pomada oftálmica de clotrimazol al 1 %. en fomentos fríos y permanecer el mayor tiempo posi-
ble en lugares fríos con aire acondicionado.
En muchos casos y casi siempre debido al trata- Uso tópico de estabilizadores de los mastocitos en
miento tardío, se hace necesaria una queratoplastia. las exacerbaciones y en paciente con largos periodos
Queratitis no infecciosas de evolución.
Esteroides tópicos a altas dosis, como dexame-
Queratoconjuntivitis alérgica o vernal. Enfer-
tasona (0,1 %) o prednisolona (1 %), 6-8 veces al día
medad crónica, bilateral y recidivante que ocurre an-
por 5-7 días, y disminuir paulatinamente por las com-
tes de los 5 años de edad y usualmente resuelve tarde
plicaciones del medicamento, que son: riesgo de glau-
en la pubertad. Es más frecuente en varones. Se ob- coma y catarata.
serva en climas cálidos, empeoran en la primavera y Los antiinflamatorios sistémicos se indican solo en
en el verano. casos graves.
Existen antecedentes patológicos familiares de En el periodo de intercrisis se debe usar, como me-
alergia, así como historia personal relacionada con el dicamento profiláctico, cromoglicato de sodio al 2 % o
asma bronquial o eczema. lodoxamida al 0,1 %.
Síntomas: fotofobia, lagrimeo, prurito, visión bo- Crioablación del borde tarsal superior, con el in-
rrosa y dolor. conveniente de la posibilidad de deformidad del pár-
Signos: pado y disminución de la película lagrimal.
– Ptosis, por la presencia de las papilas gigantes Inyección de esteroides en las papilas del tarso
o hipertrofia de las papilas en la conjuntiva del superior.
tarso superior. En las úlceras en escudo se debe usar ungüento
oftálmico de antibióticos y oclusión.
– Engrosamiento límbico irregular, dado por papilas
Inmunomoduladores, como la ciclosporina tópica,
situadas en esa área, con aspecto de nódulos
son reservados para casos mucho más graves y re-
mucoides, que se encuentran en el ápice de las
beldes a tratamiento.
papilas como puntos blancos llamados puntos
Úlcera marginal catarral. Suele aparecer como
de Trantas, compuestos por eosinófilos y célu-
complicación de las blefaroconjuntivitis estafilo-
las epiteliales.
cóccicas. Se trata de reacciones antígeno-anticuerpo
– Microerosiones epiteliales en la córnea supe-
frente a los antígenos bacterianos.
rior y central.
Los síntomas más frecuentes son el dolor,
– Macroerosiones por la pérdida epitelial conti-
lagrimeo, fotofobia y sensación de cuerpo extraño.
nuada.
Los signos, inyección ciliar general o sectorial,
– Úlcera epitelial no infecciosa en escudo, cu-
infiltración subepitelial en el nivel de limbo y de for-
bierta por un exudado seco que no se puede
ma oval, fina, con neovascularización. El tratamiento
humedecer por las lágrimas y resistente a la
es el de la blefaritis, con antibióticos y esteroides tó-
reepitelización.
picos y medidas de higiene.
– Cicatrización subepitelial en forma de anillo
Úlcera de Mooren. Es una ulceración crónica
que deja una lesión grave.
y dolorosa, que comienza en la periferia corneal y
– Pseudogerontoxon, que es un depósito blanco puede extenderse a la totalidad; ocasiona deficien-
grisáceo en un segmento del limbo previamente cia visual e incluso perforación. No se conoce la
inflamado. causa; puede ocasionar necrosis isquémica por
vasculitis límbica. Sus síntomas fundamentales son
Tratamiento: el tratamiento debe ser encaminado el dolor intenso, fotofobia y lagrimeo, y los signos,
a la enfermedad de base, principalmente con antihis- ulceración única o múltiple en la periferia corneal
tamínicos orales y tópicos, además de un mayor cui- que avanza progresivamente hasta tomar la córnea
226 Oftalmología pediátrica

periférica en 360°, con adelgazamiento y/o perfo- o arco blanco de Vogt, arco senil o gerontoxón, de-
ración, edema de conjuntiva y epiesclera alrededor generación amiloidea, queratopatía en banda, dege-
de la lesión y signos de reacción uveal. El trata- neración de Salzmann, degeneración marginal de
miento es complejo, en muchos casos inefectivo; su Terrien.
evolución es lenta y se utilizan corticoides tópicos e El aspecto clínico es parecido en líneas generales;
inmunosupresores en los casos más graves. El tra- son opacidades corneales blanquecinas o pardoama-
tamiento quirúrgico estaría indicado en los casos con rillentas que se localizan, en su mayoría, en la perife-
perforación corneal. ria, excepto la amiloidea y en banda que suelen tomar
Úlceras corneales asociadas a enfermedades la parte central. El tratamiento médico va encaminado
sistémicas. Suelen ser lesiones marginales corneales, a aliviar síntomas en pacientes que lo requieran y solo
diversas y asociadas a procesos inmunológicos relacio- el tratamiento quirúrgico puede aportar beneficios, en
nados con enfermedades como artritis reumatoide, algunos casos.
granulomatosis de Wegener y/o poliarteritis nodosa. Las distrofias de la córnea, por lo regular, son de
El tratamiento está encaminado a tratar la enferme- causa desconocida o hereditarias; aparecen hacia la
dad de base y los síntomas y signos oculares, básica- segunda década de la vida. Son bilaterales y progresi-
mente con esteroides, inmunosupresores y en caso vas y pueden afectar a todas las capas de la córnea. El
necesario, tratamiento quirúrgico . grado de afectación corneal varía desde casi asintomá-
tico, con hallazgos al examinar con lámpara de hendi-
Las queratitis alérgicas se asocian generalmen-
dura, hasta verdaderas opacidades con pérdida visual
te a pacientes que padecen de cuadros clínicos alér-
importante. Puede afectar a las distintas estructuras de
gicos generales y que provocan queratitis, cuyos sín-
la córnea por separado, como son el epitelio corneal, el
tomas característicos son: escozor, lagrimeo y
estroma, la membrana de Descemet y el endotelio.
fotofobia. El tratamiento va dirigido a la enferme-
El diagnóstico se realiza por el examen en lámpa-
dad de base y a los síntomas y signos oculares que
ra de hendidura, microscopia especular y microscopia
presenta el paciente.
confocal en vivo. El tratamiento, en la mayoría, suele
Queratitis por exposición. Aparece en cual- ser quirúrgico mediante el trasplante de córnea. Exis-
quier condición en la que la córnea no está humede- ten 2 formas de distrofias ectásicas, que por su mor-
cida adecuadamente o no está protegida por los pár- fología, en muchos casos, son de fácil diagnóstico; se
pados, como sucede en el exoftalmos, entropión, trata del queratocono y queratoglobo. Sus nombres
traumatismos que afecten el párpado, parálisis facial indican el tipo de deformidad de la córnea, que se pue-
que imposibilita cerrar los ojos y en el coma. La le- de identificar en los casos avanzados mirando los ojos
sión está localizada, por lo general, en la mitad infe- desde el ángulo lateral. Su tratamiento es con lentes
rior de la córnea y es estéril, a menos que se presen- de contacto y el definitivo, quirúrgico.
te una infección secundaria. El tratamiento va enca-
minado a tratar la causa, colirios y ungüentos Traumatismos
lubricantes, lentes de contacto y a veces requiere Las principales lesiones traumáticas de la córnea
tratamiento quirúrgico. son la erosión corneal, los cuerpos extraños corneales
superficiales y profundos, contusiones, heridas
Degeneraciones y distrofias de la córnea corneales perforantes o no y quemaduras por agentes
Las alteraciones degenerativas en la córnea pro- físicos o químicos (capítulo 25).
gresan de forma paulatina; son raras en los niños.
La mayoría están relacionadas con la edad o son Tumores
consecutivas a procesos inflamatorios oculares o de Tumores de la córnea y la esclera. Por ser la
causa desconocida. Entre ellas se citan: anillo limbal córnea y la esclera tejidos avasculares, es infrecuente
Capítulo 14. Enfermedades de la esclera y córnea 227

la patología tumoral y menos en niños. Los tumores mología “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Ciencias Médicas, Ciu-
suelen ser primarios y de naturaleza epitelial; los tu- dad de la Habana.
Castillo Alexeide, Escalona Leyva E, Jareño Ochoa Madelyn, Pérez
mores secundarios son excepcionales. Son más fre-
Parra Z (2009): Banco de Ojos. Desde la Donación hasta el
cuentes en la periferia. La sintomatología habitual es Trasplante. Manual de diagnóstico y tratamiento en Oftalmo-
la irritativa y el signo principal es la presencia de la logía. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”.
neoformación. El crecimiento es lento. Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de la Habana.
Entre los tumores de la córnea y la esclera se Castillo Pérez Alexeide de la C, Benítez Merino María del Car-
men, Gómez Castillo Zulema, Rodríguez Sánchez Sorania
encuentra el quiste dermoide del limbo esclerocorneal (2009): Algunas referencias en microscopia confocal. Manual
(Fig. 14.9), que surge en la conjuntiva y se extiende de diagnóstico y tratamiento en Oftalmología. Instituto Cuba-
sobre la córnea. Se encuentra rodeado completamen- no de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Ciencias Mé-
te por tejido corneal y es similar a los quistes dermoide dicas, Ciudad de la Habana.
Díaz Cominches G, Anderes Álvarez M, Iglesias Fernández M,
que se pueden desarrollar en cualquier otra región.
Benítez Meriño, MC (1996): Técnica quirúrgica de
El tratamiento es quirúrgico. Se debe extirpar y ha- reforzamiento corneal para el queratocono (RCQ). Rev Cuba-
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Cabrera Armando, Fernández García Keyly (2009):
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Oftalmología. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando
A veces se pueden ver formaciones sospechosas Ferrer”. Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de la Habana.
en las zonas marginales, que son granulomas, provo- Lleonart Marina de La Barca, Adalberto Paz Sarduy, María Antonia
cadas por cuerpos extraños. El diagnóstico es Ocaña Gil y Leonardo Atienza Lois (2001): Estudio multidisci-
plinario de un caso clínico de displasia oculoauriculovertebral de
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Capítulo 15

Enfermedades de la úvea
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, EDDY MESA HERNÁNDEZ Y EUGENIO JARA CASCO†

El tracto uveal es la túnica media, capa eminente- ciones está regular la entrada de luz que llega a la
mente vascular que nutre al ojo y proporciona la oscu- retina y minimizar las aberraciones esféricas de la
ridad necesaria para llevar a cabo el fenómeno visual. periferia de la córnea y el cristalino.
Está formado por el iris que es la estructura que da
color a los ojos, el cuerpo ciliar o úvea anterior y la Estudio de la pupila
coroides o úvea posterior.
El estudio del estado y la dinámica pupilar es de
El color del iris puede cambiar en los primeros
gran valor semiológico, no solo para el oftalmólogo sino
meses de vida, lo que depende de la cantidad de pig- también para pediatras y otros especialistas y técni-
mento que en él se acumule con el paso del tiempo, cos, sobre todo en salas de cuidados intensivos donde
por lo que no es raro que parezcan claros o grisáceos sus alteraciones pueden enunciar fenómenos graves
al nacimiento (Fig. 15.1). para la vida y de gran valor localizador de las lesiones
El iris se ve casi transparente por deficiencia en que las provocan.
su pigmentación, como se observa en el albinismo que La pupila en el recién nacido suele estar contraí-
constituye una deficiencia de melanina. En el ojo exis- da, sin embargo la infancia es la etapa en la que se
te un aumento en la transiluminación del iris y fondo alcanza el mayor diámetro pupilar en la vida. En el
de ojo hipopigmentado; se acompaña de nistagmo, sueño y la anestesia profunda la pupila está contraída
hipoplasia macular, estrabismo y ambliopía. y dilatada en el síncope y la muerte. Ante estímulos
El hemangioma de coroides puede afectar al iris y dolorosos o psicosensoriales las pupilas se dilatan. La
aparecer como lesiones aisladas o como parte del sín- constricción pupilar en la oscuridad ocurre normalmente
drome Sturge Weber, en el que se asocia con angiomas cuando el individuo cierra sus ojos para dormir, lo que
faciales, meningiomas, retraso mental, epilepsia, es conocido como reflejo de Westphal-Piltz.
desprendimiento seroso de retina y glaucoma. El músculo constrictor de la pupila, inervado por el
El iris está perforado en su centro y ese orificio III nervio craneal tiene como antagonista al músculo
forma la pupila, que se modifica según el estado o la dilatador, que es inervado por el simpático. El balance
influencia de los sistemas simpático y parasimpático entre estos 2 sistemas mantiene a la pupila en cons-
que controlan su dinámica. Las anomalías del iris pue- tante apertura y cierre, lo que se llama “hippus fisioló-
den afectar también a la pupila, la cual está situada en gico”. En la oscuridad las pupilas se dilatan y frente a
el centro del iris, algo inferior y nasal. Entre sus fun- la luz, se contraen.
230 Oftalmología pediátrica

A B

C
Fig. 15.1 A. Ojos de bebé cuyos iris aún no se han pigmentado; B. Cambio de coloración del iris al pasar un año; C. Al pasar varios años.

Respuestas pupilares directo, mientras que sucede lo mismo en el otro ojo no


iluminado, reflejo consensual.
Es importante la evaluación del estado de la pupila Al mirar un objeto que se acerca, las pupilas se contraen
y sus reacciones en la localización de lesiones que afec- y los ojos convergen; también se contraen los músculos ciliares
tan sus vías aferente y eferente. para llevar a cabo la acomodación, lo que es conocido como
Al estimular la retina mediante una luz, la pupila reflejo de acomodación-convergencia, el cual está bien es-
se contrae, lo que se conoce como reflejo fotomotor o tructurado a los pocos meses de nacido (Fig. 15.2).

Fig. 15.2. Pupilas del bebé mirando de lejos, que pasan de midriasis media al estado de contracción al mirar un objeto cercano, mientras los ojos
convergen.
Capítulo 15. Enfermedades de la úvea 231

La respuesta al acercamiento consiste en contrac- 15.3). La forma congénita se presenta con herencia
ción pupilar, cambio en la forma del cristalino y con- autosómica dominante o asociada al síndrome de
vergencia de los ojos. La vía de inicio para este reflejo Waardenburg, en el que coexisten otras anomalías de
no está bien definida como el de la luz pero parece párpados, raíz nasal ancha, mechón de pelo blanco y
que parte de un área difusa cortical. Las señales para sordera neurosensorial. La adquirida es causada por:
la acomodación convergencia llegan a la porción rostral traumas, hemorragias, uveítis, glaucoma, atrofia del iris,
de los colículos superiores y un grupo de neuronas en tumores como el retinoblastoma y el síndrome de
el pretectum coordinan la acomodación y la miosis; la Horner.
formación reticular mesencefálica para la acomoda- Aniridia. Es la ausencia total o parcial del iris,
casi siempre hereditaria y familiar. Esta anomalía es
ción y las vergencias y el rafe interpositus para la
pura o asociada a catarata, glaucoma, hipoplasia foveal
fijación visual. La respuesta final para la miosis y la
y del nervio óptico. Otras veces se acompaña de ano-
acomodación es mediada por el núcleo de Edinger
malías generales, como las genitourinarias, retraso
Westphal.
mental, ataxia cerebelosa y existe una gran asocia-
En el espasmo del reflejo de acercamiento se pro- ción con el tumor de Wilms.
duce miosis, convergencia, acomodación y
pseudomiopía inducida. La miopía casi siempre se eli-
mina con la cicloplejía. Lo característico es la miosis
en la tentativa de abducción y una esotropia variable.
La miosis puede ser resuelta con la oclusión de uno de
los ojos, lo que interrumpe el mecanismo de la conver-
gencia. También se pueden usar ciclopléjicos en coli-
rio para inhibir la acomodación y lentes negativos dé-
biles. Es casi siempre un trastorno funcional, que como
otros requiere tratamiento psiquiátrico pero antes se Fig. 15.3. Heterocromía del iris entre ambos ojos y anisocoria.
debe estar seguro de que no existe causa orgánica
como encefalopatías metabólicas, malformación de
Displasia del iris. Es un trastorno del desarrollo
Arnold Chiari y tumores pituitarios. que se observa en el síndrome de Reiter, junto a otras
anomalías del segmento anterior y afecciones ocula-
Anomalías congénitas en la pupila res no constantes, como el glaucoma. Se considera
Las principales anomalías congénitas del iris y la que el cuadro clínico del síndrome de Axenfeld y el de
pupila son: Reiter es una misma entidad y que la diferencia está
– Membrana pupilar persistente. en la afectación del iris en la de Reiter. El iris se ve
– Heterocromía simple. hipoplásico o atrófico, con formación de agujeros y
– Aniridia. pupila desplazada hacia el lado atrófico. Es autosómico
– Displasia del iris. dominante y está asociado a anomalías en el desarro-
– Coloboma de iris. llo de los dientes y huesos de la cara.
– Discoria. Coloboma de iris. Es un defecto de cierre de la
– Microcoria o miosis congénita. cúpula óptica que ocurre a las 7 u 8 semanas de vida
– Policoria. fetal; se ve como una muesca en la parte inferior del
– Midriasis congénita. iris y puede provocar hasta una aniridia. Este defecto
– Anisocoria. en ocasiones se acompaña de coloboma de coroides,
retina y nervio óptico.
Membrana pupilar persistente. Se debe al de- Discoria. Es la posición anormal de la pupila que
fecto en la reabsorción del tejido iridiano que cubre la por lo regular no está en línea con el cristalino, es de-
pupila en forma de hilos finos verticales, las que deben cir, que no aparece en el centro del iris.
desaparecer en los últimos 2 meses de vida intrauterina. Microcoria o miosis congénita. Es una malfor-
Heterocromía simple. Es el color diferente del mación del músculo dilatador de la pupila que se pue-
iris en los 2 ojos o en una parte de un mismo iris (Fig. de asociar a otras anomalías congénitas.
232 Oftalmología pediátrica

Policoria. Son varias perforaciones en el iris por una mayor diferencia en la oscuridad con reacción
hipoplasias locales del estroma y epitelio pigmentario, pupilar normal a la luz, indica una paresia
pero la verdadera policoria es más de una pupila con oculosimpática en el lado de la pupila menor.
esfínter completo y cada cual funciona independien- Si la midriasis es farmacológica, como la produci-
temente. da por atropina, homatropina, tropicamida o
Midriasis congénita. En esta el músculo constrictor ciclopentolato, las pupilas son grandes y no reaccio-
de la pupila no se contrae con la luz ni de cerca y muy nan a la luz; el iris se ve normal en la lámpara de hen-
poco con los mióticos. Es de carácter autosómico domi- didura y las pupilas no reaccionan a la visualización de
nante. objetos cercanos. La pilocarpina aplicada pocos mi-
La pupila puede participar también en las anoma- nutos después del midriático ciclopléjico no provoca
lías de cámara anterior central como la de Peters y contracción pupilar, pues los receptores posinápticos
periférica como la de Rieger. ya están bloqueados. Sin embargo, la pilocarpina al 1
Pupila blanca o leucocoria. Es un signo alarmante % es efectiva en pupilas normales, en la midriasis por
que se puede ver como consecuencia de catarata, per- afectación del III nervio, en la pupila tónica y otros
sistencia del vítreo primario, retinopatía del prematuro, desórdenes parasimpáticos posganglionares, porque en
desprendimiento de retina, granulomatosis, retinosquisis, estos casos los receptores del constrictor del iris son
retinopatías exudativas, panoftalmitis y retinoblastoma, normales o hipersensitivos.
entre otras menos frecuentes (Fig. 15.4). Las principales anormalidades de la dinámica pupilar
de causa adquirida son: defecto en la aferentación vi-
sual y el de la eferentación llamadas pupilas motoras o
también llamados defectos pupilares a la luz no asocia-
dos a pérdida visual; varias entidades neurológicas que
se pueden agrupar en síndromes inflamatorios
traumáticos y menos frecuente los tumorales.
Defectos en la aferentación visual. Si existe
mala visión de un ojo por lesión importante de retina o
nervio óptico, la respuesta fotomotora a la luz está au-
sente en ese ojo, mientras que la respuesta de cons-
tricción pupilar observada en el ojo enfermo al ilumi-
nar el ojo sano, o reflejo consensual, es normal. Si en
Fig. 15.4. Leucocoria. un ojo que se dice estar ciego las pupilas reaccionan a
la luz, se trata de una lesión posgeniculada o de una
Anisocoria. Es la diferencia de diámetro pupilar afectación simulada de la visión. La ceguera bilateral
entre ambos ojos (Fig. 15.3). puede dar un incremento en el diámetro de reposo de
Anisocoria fisiológica. Se presenta con relativa las pupilas pero con ausencia de respuesta fotomotora
frecuencia en individuos sanos que para algunos so- mientras que conservan la contracción al tratar de
brepasa el 15 %, para las de 1 mm o menos, de dife- mirar un objeto cercano como el dedo pulgar, que re-
rencia. La característica principal de ella es que res- conocen por propiocepción.
ponde bien a la luz y a la oscuridad y mantiene igual Pupila de Marcus Gunn. Indica un defecto
diferencia entre ambos ojos en esas 2 condiciones. En
asimétrico de la respuesta pupilar, debido casi siempre
un estudio de población sana en la Isla de la Juventud,
a afectación unilateral del nervio óptico. Es un signo
de 646 personas, Pola y colaboradores reportan un 4,8 %
muy importante y objetivo de gran ayuda en el diag-
de anisocoria, de ellas el 91 % de 1 mm o más.
Fenómeno pupilar de Tournay. Provoca nóstico de lesión retrobulbar. Se lleva a cabo al balan-
anisocoria que ocurre en el 10 % de los sujetos nor- cear la luz por encima del entrecejo, esperando 3 s en
males. En este la pupila del ojo que abduce se dilata cada ojo para pasar al otro. En caso de una neuropatía
mientras que en el ojo que aduce se produce miosis. óptica, aunque leve, o una extensa lesión retiniana, la
La exploración posibilita presumir la etiología. Si pupila del ojo enfermo en vez de contraerse se dilata.
la desigualdad pupilar es mayor en la luz y una de las El cuadro clínico conocido como la reacción para-
pupilas es lenta o perezosa frente al estímulo lumino- dójica pupilar, se caracteriza por miosis brusca al apa-
so, esa es la pupila anormal. Si por el contrario existe gar la luz, lo que dura unos segundos para después
Capítulo 15. Enfermedades de la úvea 233

dilatarse la pupila lentamente. Se observa en enfer- Las causas de la pupila tónica son variadas. La prin-
medades de retina como distrofias, ceguera nocturna cipal es el ya mencionado síndrome de Adie en que a la
estacionaria congénita o acromatopsia congénita. pupila tónica se suma la ausencia de reflejos tendinosos
Defectos en la eferencia pupilar. Están asocia- profundos, lo que se explica por daño concomitante con
dos con el arco eferente del reflejo pupilar a la luz que toma de raíces dorsales que provoca hiporreflexia. A
involucra a las vías y las estructuras e inervación del estos 2 elementos se le puede añadir anhidrosis
propio iris. Una pupila dilatada acompañada por movi- segmentaria, debido a participación simpática, lo que es
mientos anormales de los ojos o de los párpados su- raro y conforma el síndrome de Ross. Otra causa son
giere una lesión cercana al ganglio ciliar en su sector los procesos locales al ganglio ciliar o de los nervios
preganglionar, mientras que una pupila dilatada como ciliares cortos, debidos a trauma ocular u orbitario y a
único signo es más frecuente que esté asociada a un enfermedades virales o isquémicas. La fotocoagulación
proceso posganglionar. Las lesiones de la región por láser en pacientes con retinopatía diabética puede
pretectal también pueden ocasionar este tipo de dañar los nervios ciliares que van sobre la retina y pro-
disfunción. Los procesos que con mayor frecuencia vocar una pupila sin reacción a la luz con forma irregu-
provocan defectos eferentes son las lesiones del III
lar, a lo cual se le puede sumar daño al iris por la misma
nervio craneal, del ganglio ciliar o sus sinapsis y del
causa y la neuropatía autonómica del diabético. Otras
iris. Las pupilas están bajo la acción farmacológica de
causas son las producidas por enfermedades que pro-
midriáticos o mióticos.
vocan extensas disfunciones autonómicas como la dia-
Pupila tónica o pupila de Adie. En esta la anor-
betes, la sífilis, amiloidosis, sarcoidosis, entre otras.
malidad es provocada por daño al ganglio ciliar o a los
Las pupilas en el bloqueo de la unión neuro-
nervios ciliares cortos posganglionares que inervan la
muscular, como en el botulismo suelen estar dilatadas
pupila y los músculos ciliares. El diámetro pupilar es
y haber paresia de la acomodación. En la miastenia no
grande; la pupila reacciona poco a la luz y si lo hace es
se afectan las pupilas ya que las sinapsis nicotínicas
de forma lenta y tónica, o sea, al mantener la ilumina-
ción por más de 20 min sobre el ojo. Al retirar la ilumi- conservan su funcionamiento y no las muscarínicas
nación se vuelve a dilatar de forma tónica, de ahí su colinérgicas.
nombre. Se acompaña de toma de la acomodación, atro-
fia del iris, pérdida del ribete pigmentario iridiano y con- Síndromes neurológicos
tracciones parciales del iris a la luz, lo que se le ha de- que se acompañan de anomalías
nominado “movimientos vermiformes”. Se descubre casi
siempre de forma casual; provoca pocos síntomas, ex-
del iris y reacción de la pupila
cepto los derivados de la midriasis. Al inicio la respues- Además de la pupila de Adie y las del bloqueo de
ta de contracción a objetos de cerca se hace defectuo- la unión neuromuscular existen otros síndromes aso-
sa o se observa dificultad refijando de cerca para lejos ciados a enfermedades neurológicas.
por la tonicidad en la acomodación. Existe en ese iris Pupilas pretectales o de Parinaud. Son debi-
una hipersensibilidad colinérgica que se evidencia cuando das a lesiones que afectan la porción dorsal del cere-
se coloca colirio de pilocarpina diluida al 0,1 % y se bro medio. Las pupilas en este caso son grandes con
observa constricción pupilar en el ojo enfermo y ningu- disociación de los reflejos de luz y el de acercamiento
na respuesta en el sano a tan baja dilución, ya que a debido a la influencia supranuclear intacta. Usualmente
grandes concentraciones, como más de 1 %, es solo se afectan ambas pupilas pero el tamaño pupilar y la
como la pilocarpina actúa sobre el iris. La disociación reactividad puede ser asimétrica. Se acompaña de
luz acercamiento que se observa en estos casos es de- parálisis de la mirada vertical, nistagmo de retracción
bida a la relación de inervación, 30 a 1, entre las fibras convergencia y retracción del párpado. Las causas
de la acomodación y las pupiloconstrictoras, sobre todo que lo provocan suelen ser tumores de la región pineal
al regenerar. En el caso de reinervación aberrante ha- e hidrocefalia.
cia los músculos constrictores, suele haber exceso Síndrome de Horner o paresia oculosimpática.
de constricción pupilar durante la acomodación. En En este se observa miosis homolateral, anhidrosis,
un 10 % de los casos se puede hacer bilateral y ptosis leve y enoftalmía, con elevación evidente del
acompañarse de hipo o arreflexia osteotendinosa, lo que párpado inferior. La pupila dilata poco al pasar a un
conforma entonces el síndrome de Adie. ambiente de oscuridad y demora en contraerse debido
234 Oftalmología pediátrica

a su denervación simpática. En la claridad la pupila res- Espasmo oculomotor cíclico. La pupila inter-
ponde normal a la luz y al acercamiento. Se acompaña viene también como el resto del III nervio craneal y se
de inyección conjuntival y aparece hipotensión ocular dilata o se contrae según la fase del proceso. La
transitoria. Puede que se deba a lesión mesencefálica anisocoria alternante idiopática no se combina con otras
del tronco o de la parte superior de la médula espinal, manifestaciones de parálisis del III nervio craneal.
cuello, o porción intraorbitaria. La forma congénita se Pupilas en el coma. Constituyen importantes sig-
asocia frecuentemente a parálisis braquial, por trauma- nos para su evaluación. En los comas metabólicos, como
tismo del parto o debido a anomalías vertebrales. La regla, las pupilas son normorreactivas comparadas con
pupila de Horner se dilata poco o nada con midriáticos las del coma por lesiones estructurales, hasta que so-
en colirio y si es congénita o de muy largo tiempo de brevenga disfunción del tallo cerebral. En el coma el
evolución, el iris se puede despigmentar. estado de la pupila también orienta a localizar el sitio
Síndrome de Argyll Robertson o iridoplejía de la lesión. En las lesiones hipotalámicas las pupilas
refleja. La pupila no responde a la luz pero conserva suelen ser pequeñas pero reactivas, por paresia
el reflejo de acomodación-convergencia; está miótica, oculosimpática, lo que es difícil de apreciar. En las del
tálamo y en el mesocéfalo pueden provocar afecta-
a veces levemente irregular y dilata poco en la oscuri-
ción del III nervio craneal con pupilas en midriasis
dad. Se puede ver en la tabes de origen sifilítico. Debe
media o mayores. En las lesiones de la protuberancia
existir cierto grado de visión para asegurar que la di-
se puede afectar la vía oculosimpática descendente,
sociación luz acercamiento no sea debida a una pupila
lo que provoca pupilas extremadamente mióticas. En
sin aferencia visual.
las lesiones uncales trastentoriales se presenta dilata-
Síndrome de Pourfour du Petit. Se observa ción pupilar ipsolateral antes que otros síntomas.
midriasis, retracción palpebral y exoftalmos por excita- En la migraña se observan midriasis transitorias.
ción simpática. Sus causas más frecuentes son: lesio- Las convulsiones tónico clónicas se asocian con
nes del vértice pulmonar, siringomielia y enfermeda- midriasis que pueden ser ipso o contralaterales al foco
des que afecten la cadena ganglionar cervical. epiléptico. También ha sido descrita miosis ictal.
Parálisis del III par craneal completo. Se ex- En las medicaciones sistémicas las pupilas cam-
presa por midriasis paralítica, ptosis y oftalmoplejía de bian según el agente empleado.
los músculos recto superior, inferior, medio y oblicuo
inferior, por lo que el ojo se desvía hacia fuera y algo Enfermedades de la úvea
abajo. Si la lesión se localiza en la división inferior del
III nervio a la pupila arreactiva se le añade disfunción Uveítis es el término que se utiliza para designar
las inflamaciones del tracto uveal y en la práctica tam-
de la depresión del ojo. La pupila no se contrae con la
bién las que ocurren en las estructuras vecinas.
luz ni el acercamiento. Una miosis anormal en el intento
Múltiples son las causas que producen las uveítis,
de aducir o de llevar el ojo hacia abajo es un signo de
dentro de las que se incluyen procesos infecciosos,
regeneración aberrante. La constricción pupilar por la
autoinmunes, traumáticos y neoplásicos, entre otros.
acomodación se suele recuperar antes que la debida a Se han propuesto varias clasificaciones:
la percepción de la luz por su mayor cantidad de fibras. – Anatómica: anteriores, intermedias, posteriores
La pupila se puede ver afectada en lesiones nuclea- y panuveítis.
res, fasciculares y en especial en el espacio – Clínica: según su forma de instaurarse y dura-
subaracnoideo. La localización externa de las fibras ción, puede ser aguda, cuando cursa en menos
pupilares del nervio hace que estas sean más vulnerables de 3 meses o crónica cuando transcurre en más
a la compresión y se vean dañadas en los aneurismas de de ese tiempo.
las arterias comunicantes posteriores y en las infiltraciones – Causal: exógenas y endógenas.
subaracnoideas y hernias uncales. Si en personas mayo- – Patológica.
res la parálisis del III nervio respeta la pupila usualmente
es debida a diabetes o hipertensión. Durante la fase inflamatoria se produce dilatación
El diagnóstico diferencial puede ser complejo con vascular con aumento de la permeabilidad de los vasos
la pupila tónica, ya que al igual que esta puede llegar a sanguíneos, con escape de líquido y células al espa-
tener disociación del reflejo luz-acercamiento, paráli- cio extravascular, en este caso hacia el humor acuo-
sis segmentaria del esfínter del iris e hipersensibilidad so o el vítreo, en los que aparecen proteínas y célu-
por denervación, con pilocarpina diluida al 0,125 %. las inflamatorias. Cuando esas células se agrupan y
Capítulo 15. Enfermedades de la úvea 235

depositan en el endotelio de la córnea, aparecen los Signos


denominados precipitados queráticos, patognomónicos – Inyección ciliar o periquerática.
de la inflamación uveal, al igual que las células en el – Edema del iris.
humor acuoso y el vítreo. – Precipitados queráticos.
Si el iris y el cuerpo ciliar se inflaman, provocan una – Miosis pupilar irregular que reacciona con pereza.
iridociclitis o uveítis anterior (Fig. 15.5), cuyas causas – Sinequias posteriores, que son adherencias en-
principales conocidas son las enfermedades asociadas tre superficie posterior del iris y cara anterior
al antígeno HLA-B27; entre ellas se encuentran la del cristalino; se pueden extender a los 360° del
espondilitis anquilosante, la artritis reactiva (síndrome área pupilar y producir seclusión pupilar.
de Reiter), artritis psoriática, artropatías enteropáticas – Humor acuoso turbio de modo que un delgado
como la colitis ulcerativa idiopática y la ileítis regional. rayo luminoso que no sea visible a través del
Lamentablemente la mayor parte de este grupo de humor acuoso normal, lo es en este humor acuo-
inflamaciones permanece sin causa conocida. so-plasmoide, conocido también como “flare”.
– Hipopión. Cuando la fibrina es abundante se
puede acumular como una exudación blanco
amarillenta en la mitad inferior o en toda la cá-
mara anterior del ojo.
– Nódulos del iris, que son expresión de inflama-
ción grave y obedecen típicamente a uveítis
granulomatosas.
– Atrofia del iris característica de las enfermeda-
des herpéticas y de la heterocromía de Fuchs.
Tratamiento
En el tratamiento de la uveítis anterior se utilizan
midriáticos ciclopléjicos para poner en reposo a esas
Fig. 15.5. Iridociclitis. estructuras, y colirios antiinflamatorios esteroideos. Si
el cuadro no es controlado con dichos fármacos, se
En los niños, las uveítis más frecuentes son las de pueden utilizar inyecciones de esteroides perioculares
causa traumática y las provocadas por artritis. o esteroides sistémicos. En casos graves o prolonga-
dos, puede ser necesario el uso de inmunosupresores
El pediatra debe desempeñar un papel principal
o combinación de estos con esteroides. Siempre es
en el estudio de estos cuadros clínicos en la búsqueda
importante tratar la causa, si esta se llega a conocer.
de su etiología, ya que la mayoría son causadas por
agentes infecciosos o reacciones sistémicas que, de
Uveítis intermedia
no ser detectadas y tratadas, llevan a la disminución o
pérdida de la visión y a otras manifestaciones. Es por Afecta la parte intermedia de la úvea, la pars pla-
na del cuerpo ciliar y la base del vítreo, con poca o
ello necesario que el oftalmólogo trabaje junto con el
ninguna actividad en cámara anterior. En la mayoría
pediatra para buscar la enfermedad que la produce y
de las uveítis intermedias (90 %), la causa es desco-
poner tratamiento específico. nocida. Dentro de las conocidas, las más frecuentes
son la sarcoidosis, la toxocariasis, toxoplasmosis y la
Uveítis anterior o iridociclitis periflebitis. Su asociación con esclerosis múltiple tam-
bién ha sido reconocida.
Síntomas El síntoma de presentación puede ser la percep-
– Dolor. ción de manchas frente al ojo, como moscas volantes
– Lagrimeo. o flotadores, aunque se puede manifestar de inicio
– Fotofobia. por deficiencia visual causada por edema macular. A
– Disminución de la agudeza visual. veces se detectan por sus complicaciones, entre las
– El dolor ocular aumenta en horas de la noche o que se incluyen la catarata, la queratopatía en banda y
la madrugada, y a la palpación de la región ciliar. el glaucoma.
236 Oftalmología pediátrica

El tratamiento depende de la agudeza visual del Signos


paciente y de la presencia o no de complicaciones; en – Vítreo turbio.
general se prefiere el uso de esteroides por vía – Focos inflamatorios en el fondo de ojo, con ede-
sistémica, solos, o asociados a inmunosupresores. Se ma de retina y coroides.
debe evaluar el posible tratamiento quirúrgico de las
complicaciones, si están presentes. Las causas más frecuentes son: toxoplasmosis,
histoplasmosis, toxocariasis, sarcoidosis, sífilis, tuber-
culosis, así como un grupo de causas de etiología aún
Uveítis posterior no definidas (Figs. 15.6, 15.7 y 15.8).
Inflamación del tracto uveal posterior, con partici- El tratamiento se orienta a cada causa en particular.
pación de la coroides y la retina.

Síntomas
Síndromes y complicaciones
Dependen fundamentalmente de la localización de que se relacionan con la uveítis
la inflamación y la gravedad del cuadro: Síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada (VKH).
– Disminución de la agudeza visual. Es una enfermedad multisistémica, que se presenta
– Miodesopsias o sensación de ver flotadores o con panuveítis (Fig. 15.9).
moscas volantes. Síndrome de Herfort. Es una uveítis con altera-
ciones cutáneas y de las parótidas.

Fig. 15.6. Lesiones en el fondo de ojo por toxoplasmosis.


Capítulo 15. Enfermedades de la úvea 237

Fig. 15.7. Histoplasmosis.

Fig. 15.9. Lesiones uveorretinianas en el síndrome de Vogt-Koyanagi-


Harada.

Síndrome de Mikulicz. Se asocia a conjuntivi-


tis. También se afectan las vías lagrimales y las glán-
dulas parótidas, submaxilares y sublinguales.
Endoftalmitis posoperatoria. Es una complicación
devastadora de la cirugía ocular. Generalmente los gér-
menes causantes provienen de la flora periocular del pa-
ciente; el resto lo constituyen microorganismos presen-
tes en la lente intraocular o por la contaminación de ins-
trumentos o personal del salón, incluyendo al cirujano.
La endoftalmitis se puede presentar de forma agu-
da, subaguda o crónica, en dependencia del germen
causante, de la gravedad y del tiempo de evolución.
Las manifestaciones clínicas que se pueden encontrar
son: dolor ocular de inicio súbito y de progresión cre-
ciente sin tratamiento, disminución de la agudeza vi-
sual, edema palpebral, quemosis, edema corneal,
celularidad en humor acuoso, con o sin hipopión y
vitritis, entre otras.
Oftalmía simpática. También llamada uveítis sim-
Fig. 15.8. Toxocariasis. pática, es un cuadro clínico inflamatorio grave de la
238 Oftalmología pediátrica

úvea, de tipo granulomatoso plástico, en el que se ob- Uveítis posterior:


servan lesiones coroidales conocidas como nódulos de
– Toxoplasmosis
Fuchs. Se produce como consecuencia de un proceso
– Toxocariasis
similar en el otro ojo, es decir, el ojo enfermo inflama-
– Sarcoidosis
do, que por “simpatía”, afecta al ojo sano. Casi siem-
pre este tipo de uveítis se debe a traumatismos espe- – Sífilis
cialmente grandes y en casos de cirugías. Su evolu- – Citomegalovirus
ción es crónica. El ojo inicialmente afectado es el ex- – SIDA
citante y el otro el simpatizante. Existen múltiples teo-
rías para explicar su presentación. Panuveítis (total):
Varios exámenes de laboratorio pueden ayudar a – Oftalmía simpática
aclarar la causa de las uveítis, como son: la eritrosedi- – Síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada
mentación, leucograma, la búsqueda de anticuerpos – Síndrome de Behcet
antinucleares, HLA de diversos tipos, rayos X de tó-
rax en busca de sacroileítis, sarcoidosis o tuberculosis; Tumores de la úvea
estudios de serología para sífilis; y en el caso de uveítis
posterior, análisis para detectar toxocara, toxoplasma, Los quistes del iris son muy raros. Entre los tumo-
herpes zoster, herpes simple y el SIDA. No obstante, res primarios del iris más frecuentes, originados en los
el diagnóstico es fundamentalmente clínico en mu- melanocitos, están:
chas de las entidades. – Nevus.
Cuando existe una inflamación muy grave de la – Melanomas.
úvea, para llegar al conocimiento de la causa o elimi- – Nódulos de Lisch.
nar la posible malignidad del proceso, se realiza el diag-
nóstico quirúrgico mediante la paracentesis de la cá- Los nevus son los más frecuentes y aunque con-
mara anterior y el estudio celular del líquido que así se génitos, aumentan de tamaño con la edad y pueden
obtiene. En ocasiones se requiere de vitrectomía. En
causar complicaciones oculares. Su diagnóstico dife-
muchos casos, la causa de la uveítis permanece des-
rencial es difícil con el melanoma maligno que es más
conocida.
raro y se presenta como una masa nodular o difusa
Tratamiento con cambios de coloración del iris y heterocromía; cre-
Las uveítis, en general, requieren del diagnóstico cen y pueden provocar hifema (Fig. 15.10).
y tratamiento de la enfermedad causal, así como de la Los nódulos de Lisch son hamartomas de no más
atención rápida y especializada del oftalmólogo para de 2 mm de diámetro, que se ven en la neurofibro-
evitar la disminución o pérdida de la visión. El trata- matosis tipo I, enfermedad de von-Recklinghausen,
miento se realiza con midriáticos, ciclopléjicos, como pequeños puntos carmelitas que incrementan en
esteroides y a veces inmunosupresores. número con la edad.
Otras enfermedades sistémicas pueden afectar o
Causas más frecuentes o acompañantes de las uveítis:
infiltrar al iris y cuerpo ciliar, como por ejemplo el
Uveítis anterior:
xantogranuloma juvenil, que es una enfermedad pri-
– Artritis idiopática juvenil
– Espondiloartropatía mariamente cutánea. Es más frecuente en niños pe-
– Sarcoidosis queños y usualmente unilateral. Se manifiesta por una
– Sífilis masa carnosa amarillenta en el iris, la cual puede san-
– Nefritis aguda grar y ocasionar hifema, uveítis y glaucoma, a causa
de la obstrucción del trabéculo por la masa tumoral. El
Uveítis intermedia:
meduloepitelioma, tumor que procede del epitelio poste-
– Ciclitis crónica con igual causa
– Pars planitis rior del iris y cuerpo ciliar, tiene un aspecto similar
(Fig. 15.11).
Capítulo 15. Enfermedades de la úvea 239

Fig. 15.10. Nevus de iris y coroides.

tán cerca de la mácula, y hasta hacerse malignos, por


lo que se deben examinar cada 6 meses.
El melanocitoma es una variante del nevus
coroidal.
La mayoría están cerca de la papila. Son más
frecuentes en personas de la raza negra.

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sonas de la raza blanca. Es una lesión carmelita
Mesa Hernández Eddy, Frank Eguía Martínez (2009):
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márgenes regulares y que puede tener nidos de pig- diagnóstico y tratamiento en Oftalmología. Instituto Cubano
mento en su interior, usualmente del tamaño de un diá- de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Ciencias Médi-
metro papilar. Pueden llegar a alterar la visión, si es- cas, Ciudad de La Habana.
240 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 16

Cristalino
ROSA MARÍA NARANJO FERNÁNDEZ, EUGENIO JARA CASCO† Y GLADYS COLOM SERRA

El cristalino es una lente biconvexa que se forma La detección precoz de las alteraciones del cristalino,
del engrosamiento del ectodermo que recubre la vesí- ayuda a tomar acciones para prevenir la deficiencia
cula óptica, donde se produce una placoda que se visual ocasionada por deprivación visual.
invagina para formarlo. Esto sucede mediante dife-
rentes pasos sucesivos que comienzan desde el nú- Anomalías congénitas
cleo del cristalino embrionario; a este se le suman cé-
Las principales anomalías congénitas del cristali-
lulas con sus fibras para formar el cristalino fetal y
no, además de las cataratas, son las siguientes:
más tarde el del niño. El cristalino continúa creciendo
– Afaquia o falta de cristalino: afección congéni-
durante toda la vida, cada vez se sobreponen más fi-
bras y aumenta el área denominada corteza. Sin em- ta muy rara que se acompaña de otras anoma-
bargo, el tamaño de la cápsula se mantiene relativa- lías oculares, en especial microftalmía.
mente constante, por lo que al aumentar el número de – Microesferofaquia: se trata de un cristalino pe-
fibras, el cristalino se hace cada vez más duro y den- queño de forma esférica y a menudo ectópico.
so. Por ello el cristalino del niño es blando, lo que faci- La curvatura del cristalino es pronunciada y los
lita la cirugía con la utilización de instrumentos de pacientes sufren de miopía lenticular; se pre-
vitrectomía, sin necesidad de facoemulsificación. senta aislada o asociada al síndrome de Weill-
El cristalino puede sufrir daño en vida intrauterina Marchesani.
expresado por cambios en su forma, localización, ta- – Ectopia del cristalino o subluxación: defecto
maño y desarrollo, aunque la manifestación más fre- asimétrico de la zónula de Zinn o ligamento sus-
cuente es que pierda su transparencia, lo que se deno- pensorio, a menudo bilateral, hereditario y fa-
mina “catarata” (agua que cae). La etapa en la que el miliar. El desplazamiento que se produce por el
cristalino fue dañado y se opacificó se conoce por la defecto de la zónula puede ser parcial
ubicación de la opacidad en el núcleo embrionario, fe- (subluxación) o completo (luxación); general-
tal o en la corteza y hasta su naturaleza, según el tipo mente el cristalino cae hacia atrás, dentro del
de opacidad. cuerpo vítreo. Por excepción cae hacia delante
Las anomalías del cristalino pueden ir acompaña- entre el iris y la córnea.
das de otras enfermedades, en particular del sistema La subluxación puede ser pequeña y percepti-
nervioso, tracto urinario, piel y músculo esquelético. ble solo cuando se dilata la pupila o cuando su
242 Oftalmología pediátrica

desplazamiento se hace mayor, en cuyo caso Catarata congénita


se observa el borde del cristalino en el margen Es la responsable del 10 % de la pérdida visual en
pupilar. El síntoma principal es la deficiencia el niño y sigue siendo la causa más frecuente de
visual con diplopía monocular y el principal sig- deprivación visual tratable (Fig. 16.2). Tiene una inci-
no es la iridodonesis. La ectopia del cristalino dencia de 1 por cada 250 recién nacidos. Pueden ser
puede ser idiopática o asociada con alguna en- parciales o completas; en ocasiones se acompañan de
fermedad ocular o sistémica. El síndrome de otras afecciones oftalmológicas como: estrabismo,
Marfan es la enfermedad sistémica más común microftalmía, microcórnea, colobomas de iris y
relacionada con subluxación (Fig. 16.1). coroides, nistagmo, entre otras. También se acompa-
ña de enfermedades generales y aparece en varios
síndromes.

Fig. 16.1. Subluxación del cristalino.

– Coloboma del cristalino: es causado por un cie- Fig. 16.2. Catarata unilateral total.
rre anormal de la fisura embrionaria; se observa
como una muesca en el borde inferior del crista- Causa y clasificación de las cataratas infantiles
lino, está relacionado a un defecto de la zónula
Pueden ser bilaterales o unilaterales. La mayoría
de Zinn. Puede estar asociado a coloboma de
de las cataratas congénitas unilaterales están causa-
iris, coroides, nervio óptico y retina.
das por disgenesia local, no se asocian con enferme-
– Lenticono: puede ser anterior o posterior. Es la
proyección cónica de la superficie anterior o dad sistémica y no son hereditarias; en contraste, las
posterior del cristalino; provoca miopía y astig- bilaterales plantean sospecha de enfermedad sistémica
matismo irregular. El lenticono posterior es casi o de patrón hereditario.
siempre unilateral, progresivo, y con el trans- Cataratas bilaterales (Fig. 16.3):
curso del tiempo se opacifica el cristalino. – Idiopáticas (60 %). Desconocidas en el mayor
porcentaje.
Cataratas – Hereditarias (30 %).
– Genética-metabólica y por enfermedades sis-
El término “catarata” se aplica a toda opacidad
témicas (5 %):
del cristalino, pequeña o grande, aún las que interfie-
• Síndrome de Hallerman-Streiff.
ren de forma escasa en la visión.
Entre las enfermedades del cristalino, las opacida- • Síndrome de Fabry.
des son las que se ven con mayor frecuencia. Para su • Síndrome de Lowe (oculocerebrorrenal).
estudio se clasifican en: • Galactosemia.
– Catarata congénita: se presenta desde el naci- • Hipocalcemia.
miento. • Trisomía (síndrome de Down, síndrome de
– Catarata infantil: aparece en los primeros 2 años Edward y síndrome de Patau).
de vida. • Síndrome de Alport.
– Catarata juvenil: aparece en la primera década • Miotonía distrófica.
de la vida. • Hipoparatiroidismo.
Capítulo 16. Cristalino 243

• Síndrome de Marfan. • Persistencia del vítreo primario hiperplásico.


• Diabetes mellitus. • Mancha de Mittendorf.
• Enfermedad de Wilson. – Cataratas difusas:
– Infección materna (3 %): • Membranosa.
• Rubéola. • Punctata o cerúlea.
• Citomegalovirus. • Catarata en abeto.
• Sífilis. • Catarata total.
• Toxoplasmosis.
• Varicela.
• Herpes simple.
– Anomalías congénitas oculares (2 %):
• Aniridia.
• Microftalmía.
• Disgenesia de segmento anterior.

Cataratas unilaterales:
– Idiopáticas (80 %).
– Anomalías oculares (10 %):
• Lenticono posterior.
• Persistencia vítreo primario. Fig. 16.4. Catarata lamelar.
• Disgenesia del segmento anterior.
– Traumática (8 %).
– Infección intrauterina (2 %). Catarata polar anterior. Se observa como un pun-
to de color blanco, pequeño, menos de 3 mm de diáme-
tro, situado en la cara anterior del cristalino. La mayor
parte de las cataratas polares anteriores no son progresi-
vas, no afectan de modo significativo la visión y se pue-
den controlar con midriáticos, sin recurrir a la cirugía.
Al examen a simple vista, con luz oblicua, se ve una
pequeña opacidad blanca redonda en la superficie an-
terior del cristalino, que acompaña a los movimientos
del ojo. Con la oftalmoscopia a distancia se observa un
Fig. 16.3. Catarata bilateral.
punto negro sobre el fondo rojo naranja de la retina.
Catarata piramidal. Es un tipo de catarata polar
Clasificación morfológica de las cataratas anterior, de color blanco y en forma de cono, cuyo
congénitas vértice se proyecta en la cámara anterior. Estas
Las cataratas congénitas se pueden presentar de opacidades suelen ser bilaterales, esporádicas y no se
forma parcial, en los polos anterior o posterior y en el asocian a enfermedades sistémicas.
centro del cristalino, otras veces entre la corteza y el Catarata nuclear. Se observa una opacidad en el
núcleo transparente (lamelar o zonular) y menos fre- centro del cristalino, de ahí que se conoce también
cuente en forma difusa. como catarata central. Es familiar, congénita, estacio-
– Catarata anterior: naria, situada dentro del núcleo embrionario o fetal, y
• Polar anterior y piramidal. se ve como una opacidad granulosa o pulverulenta.
• Subcapsular anterior. Las cataratas nucleares evidentes y suficientemente
– Catarata central: grandes y densas para afectar la visión deben ser ope-
• Nuclear. radas dentro de las primeras semanas de vida.
• Sutural. Catarata sutural. Son opacidades que afectan a
• Zonular o lamelar (Fig.16.4). las suturas en Y del cristalino; pueden ser unilaterales
– Catarata posterior: o bilaterales y hereditarias.
• Polar posterior. Catarata zonular o lamelar. Es una variedad de
• Subcapsular posterior. catarata congénita o de la primera infancia, hereditaria;
244 Oftalmología pediátrica

a veces no hay antecedentes específicos; es bastante Catarata cerúlea. Este tipo de catarata se pre-
frecuente y afecta ambos ojos. Generalmente, el nú- senta como pequeñas opacidades en forma de puntos
cleo está transparente y a su alrededor se observan distribuidos irregularmente en la corteza del cristalino
masas opacas dispuestas en forma de anillos en las ca- en sitios periféricos en relación con el núcleo. Muchas
pas externas alrededor de este núcleo. Se ven zonas veces los puntos son de color azul claro y brillantes. Se
transparentes de las capas internas de la corteza, mez- pueden asociar a las cataratas coronarias y son fáciles
cladas a veces con una o 2 zonas opacas concéntricas. de ver al examen con biomicroscopio. Se pueden en-
Su color es variable, entre el gris pardo y azul. Se le contrar en el síndrome de Down y durante la pubertad.
puede ver acompañando a la catarata de tipo nuclear, Catarata en abeto. Esta anomalía del cristalino
en cuyo caso la visión está más afectada. En general, la
consiste en mechones pequeños en forma de hendidu-
opacidad se encuentra cubierta por el iris y ocasional-
ras, diseminadas de manera difusa en el cristalino. En
mente, al dilatar la pupila, se ve como un disco de anillos
el examen tiene diversas tonalidades de rojo, azul y
negros separados por zonas transparentes de color na-
ranja, del reflejo del fondo de ojo. Puede ser progresi- verde claro; se observa en los pacientes con distrofia
va en la pubertad y en la tercera década de la vida, y miotónica e hipoparatiroidismo.
la visión de regular a mala, en dependencia de la ex- Cataratas congénitas asociadas a otras
tensión de la opacidad. En general, queda un anillo enfermedades generales y oculares
externo transparente que permite la visión. A veces
son miopes y puede corregirse el defecto de refrac- La catarata aparece como una de las alteraciones
ción con espejuelos. características de la enfermedad de Wilson y en niños
La conducta que se debe seguir es de acuerdo con galactosemia. En el primer caso, las opacidades
con la visión del paciente y si hay pérdida progresiva. se disponen en forma radiada, y ha sido denominada
Entre las técnicas quirúrgicas, la decisión de la ex- “en girasol”. En el segundo, las opacidades toman as-
tracción del cristalino con implante de lente intraocular, pecto de gotas de aceite.
es la más usada y muestra resultados favorables. En el síndrome de Marfan el cristalino está
Catarata polar posterior. Son opacidades del subluxado o desplazado, por lo general, hacia arriba y
hacia el lado temporal. Se puede acompañar de catara-
cristalino, centrales, pequeñas, densas y blancas; se
tas parciales.
observan en los niños con aniridia.
Es de señalar que en ocasiones se constituye un
Catarata subcapsular. Se producen por debajo de
tipo de opacidad del cristalino relacionada con la
las cápsulas anterior o posterior. Es una opacidad adqui-
prematuridad (catarata del prematuro), sin que se haya
rida; las anteriores son más frecuentes y se relacionan
logrado definir su mecanismo de producción. Por lo
con síndrome de Alport y traumatismos. Las posteriores
general, estas opacidades desaparecen espontánea-
son, por lo general, idiopáticas, por consumo prolongado
mente después de varias semanas del nacimiento.
de esteroides, traumatismo y síndrome de Down. En niños de cualquier edad y sin vincularse directa-
Mancha de Mittendorf. Es una pequeña opaci- mente a alteraciones congénitas, el cristalino puede
dad blanca congénita, localizada en la cápsula poste- opacificarse a consecuencia de traumatismos y otras
rior del cristalino y producida por un residuo de la ar- enfermedades oculares a las cuales se asocia, como ocu-
teria hialoidea, que se puede extender desde el nervio rre en las uveítis, tumores intraoculares, desprendimiento
óptico hasta la cara posterior del cristalino y dar este de retina, retinosis pigmentaria y glaucoma (Fig. 16.5).
tipo de opacidad; ocurre de forma esporádica y se en-
cuentra en el 2 % de los individuos normales.
Cataratas difusas. Se conocen así a las opacidades
poco frecuentes, generalmente familiares, que adquie-
ren diversas formas; y casi todas están localizadas en-
tre la corteza y el núcleo.
Catarata membranosa. Es un cristalino opaco,
fibroso y delgado, producido por la reabsorción de la
proteína, que conduce a una membrana blanca. Con
frecuencia se instala como resultado de un trauma o
en afecciones como rubéola, síndrome de Lowe y otros.
Su cirugía es difícil por la dureza de la membrana. Fig. 16.5. Catarata y glaucoma.
Capítulo 16. Cristalino 245

También el uso prolongado de corticoides por vía La cirugía de la catarata congénita se debe reali-
oral provoca el desarrollo de opacidades subcapsulares zar antes de las 6-8 semanas de vida, porque el perío-
posteriores. En niños expuestos a radiaciones pueden do crítico del desarrollo visual transcurre en los prime-
aparecer opacidades del cristalino en 1 o 2 años pos- ros meses, cuando las áreas visuales del encéfalo ex-
terior al tratamiento de radioterapia. perimentan maduración rápida en respuesta a las se-
ñales visuales procedentes de los ojos. La borrosidad
Síntomas de la imagen retiniana durante esta etapa origina una
En las cataratas totales, el síntoma subjetivo es la pérdida visual irreversible.
disminución o pérdida de la visión; el síntoma objetivo por La técnica quirúrgica utilizada es la lensectomía
excelencia es la pupila blanca (leucocoria) y por ello es con capsulotomía posterior y vitrectomía anterior y se
indispensable hacer el diagnóstico diferencial con otras utilizan los instrumentos de vitrectomía por vía limbal
enfermedades que producen estas manifestaciones, como (Fig. 16.6) o pars plana, cuando no es implantado un
son: retinoblastoma, desprendimiento de retina total, per- lente intraocular (LIO). Su uso aún es controversial
sistencia de vítreo primario, enfermedad de Coats, etc., en menores de 2 años de edad por el crecimiento del
en las que también se observa la pupila blanca. ojo y los cambios miópicos que se producen. Al im-
Las cataratas congénitas se pueden acompañar plantar un LIO, la incisión varía según la vía de abor-
de estrabismo o de nistagmo, producido por la dismi- daje: para lentes rígidos se utiliza vía túnel escleral y
nución o pérdida de la agudeza visual. limbal-corneal para lentes plegables; la capsulotomía
Aproximadamente el 25 % de las cataratas par- posterior con vitrectomía anterior se puede realizar
ciales con menos de 3 mm de diámetro, no interfieren antes o después de implantar el LIO.
la visión y son descubiertas por casualidad en el exa-
men oftalmológico.
Evaluación
En el examen del segmento anterior se evalúa la
córnea, el iris y la pupila; se observa además la morfo-
logía y posición del cristalino.
Se realiza prueba de Bruckner o del reflejo rojo
naranja, en las cataratas parciales para precisar den-
sidad y tamaño de la opacidad.
En el examen del segmento posterior se realiza
oftalmoscopia indirecta, en cataratas parciales, y
ecografía modo B, en cataratas totales. Se efectúa
refracción ciclopléjica, queratometría y biometría, para
hacer el cálculo del poder del lente intraocular que se
va a colocar después de extraído el cristalino.
Fig. 16.6. Lensectomía con capsulotomía posterior y vitrectomía anterior.
La exploración por Pediatría y Genética es indica-
da cuando se sospechan anomalías sistémicas asocia- Cuando no se implanta un LIO, la corrección ópti-
das, al igual que los exámenes de laboratorio con el mis- ca de la afaquia del niño se realiza con gafas afáquicas
mo fin: anticuerpos para toxoplasma, rubéola, en las cataratas bilaterales y lentes de contacto en las
citomegalovirus, herpes (TORCH) y prueba VDRL, unilaterales.
sustancias reductoras y aminoácidos en orina, calcio, Al implantar un LIO se debe dejar al niño
fósforo, fosfatasa alcalina, glucosa sanguínea, entre otras. hipocorregido, de manera que pueda alcanzar una
emetropía en la adultez o una miopía media. La canti-
Tratamiento
dad de hipermetropía residual depende de varios fac-
El tratamiento es quirúrgico en la mayoría de los tores como la edad, ya que mientras más pequeño es
casos, sobre todo en las cataratas centrales y densas; el niño mayor hipermetropía; el defecto refractivo del
tanto en las totales monoculares como binoculares y otro ojo, sobre todo en cataratas unilaterales donde se
en las cataratas parciales mayores de 3 mm de diá- debe minimizar la anisometropía; el defecto refractivo
metro y con una agudeza visual de 20/50 o peor. de los padres, en cuyo caso es recomendable dejar
246 Oftalmología pediátrica

con más hipermetropía, cuando estos tienen altos erro- Capote Cabrera Armando, Eric Montero Díaz, Imalvet Santiesteban
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Capítulo 17

Glaucoma
GLADYS COLOM SERRA, ELIER ORTIZ GONZÁLEZ Y ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

El glaucoma en el niño es un proceso caracteriza- Clasificación


do por un aumento de la presión intraocular, originado El glaucoma en el niño puede ser clasificado te-
por anomalías en el desarrollo del ángulo de la cámara niendo en cuenta multitud de criterios.
anterior, o por otras malformaciones o alteraciones – Glaucoma congénito primario: es el que aparece
oculares que llevan consigo cambios morfológicos del clínicamente aislado y constituye una entidad por
globo ocular y afectación del nervio óptico. sí misma, sin unirse a otros síndromes ni a otras
Causa alteraciones oculares, salvo la malformación
trabecular que origina el cuadro y las producidas
El glaucoma congénito (GC) es un defecto
como consecuencia de la hipertensión ocular. Este
genético del ojo, que se manifiesta en los primeros
glaucoma se ha denominado tradicionalmente
meses de vida. En estos casos, el glaucoma puede
congénito.
estar acompañado de anormalidades multisistémicas,
– Glaucoma secundario: acompaña a otras
retraso en el desarrollo, características dismórficas y
malformaciones o alteraciones oculares, entre
de un estudio citogenético anormal. La herencia es
las que se destacan determinados síndromes con
poligénica (multifactorial). El gen responsable se lo-
afectación multiorgánica como la aniridia, el sín-
caliza en el locus GLC3A cromosoma 2p21.
drome de Axenfeld-Rieger, la anomalía de
Aunque esta condición generalmente se hereda
Peters tipo I y II, el síndrome de Lowe, el de
de forma autosómica recesiva, aparente transmisión
Nance-Horan, el de Sturge-Weber y las
vertical en familias se puede explicar por seudodo-
neurofibromatosis, entre otras.
minancia. En 1995, en un grupo de 17 familias con GC – Glaucomas que complican la evolución de determi-
y múltiples sujetos afectados, fue cartografiado un pri- nados cuadros vitreorretinianos, como la retinopatía
mer locus responsable, en la región 2p21, llamado del prematuro, las displasias vitreorretinianas
GLC3A. Más tarde se descubrió un segundo locus (Norrie) o la persistencia de la vasculatura fetal,
GLC3B en la región 1p36.28n. que conducen al bloqueo angular por desplaza-
Existen pruebas para diagnósticos prenatales de miento del diafragma iridocristaliniano.
glaucoma congénito primario, que se aplican a fami- – Glaucomas neovasculares como estadio final
lias de riesgo. del desprendimiento retiniano de larga evolución,
248 Oftalmología pediátrica

postraumático o secundario a alteraciones como


la vitreorretinopatía exudativa familiar, la
enfermedad de Coats o ciertos tumores como
los hemangiomas capilares retinianos, el
retinoblastoma y el meduloepitelioma.
– Glaucomas secundarios a uveítis, por ángulo ce-
rrado (sinequias iridianas posteriores y anterio-
res periféricas) o ángulo abierto (cortisónico,
trabeculitis) que se ven principalmente en la
iridociclitis crónica juvenil y en la uveítis inter- Fig. 17.1. Lagrimeo y blefarospasmo.
media.
– Glaucomas secundarios a la cirugía, particular-
Los síntomas objetivos están ocasionados por la
mente a la de la catarata congénita, tanto de
presión ocular elevada en un globo ocular de pare-
ángulos abiertos (cataratas nucleares en ojos
des delgadas y poco resistentes, propio de los niños
microftálmicos) o cerrados (sinequias iridianas
posteriores/anteriores periféricas). en sus primeros años de vida, estos son: el aumento
– Glaucomas por mal posición cristaliniana, del diámetro de la córnea (Fig. 17.2), edema corneal
generalmente producidos por bloqueo pupilar y y aparición de roturas de la membrana de Descemet
asociados a los síndromes de Weill-Marchesani, (Estrías de Haab) (Fig. 17.3); aumento del tamaño
Marfan o la homocistinuria. del globo ocular (buftalmos) y de la profundidad de
– Glaucomas asociados a tumores iridianos, como la cámara anterior; ensanchamiento del limbo
el xantogranuloma juvenil y la leucemia. esclerocorneal y midriasis pupilar. Como consecuen-
– Glaucomas postraumáticos complicando cia del aumento de tamaño del globo ocular se pro-
hifemas y generalmente asociados a una rece- duce miopización, iridodonesis o iris que tiembla y
sión angular. subluxación del cristalino.

Se debe recordar que ciertos glaucomas infantiles


secundarios pueden hacerse patentes al nacimiento,
por lo que son también, congénitos.

Aspectos epidemiológicos de los glaucomas infantiles:


– 1 de cada 15 000 niños nacidos lo padecen
– Un oftalmólogo tiene oportunidad de diagnosti-
car uno cada 5-10 años
– A lo largo de su vida profesional podrá diag- Fig. 17.2. Aumento del diámetro corneal debido al glaucoma infantil.
nosticar de 4 a 8 casos
– La bilateralidad se señala entre el 75 y el 78 %
de los pacientes
Síntomas
Los síntomas subjetivos del glaucoma son:
lagrimeo, fotofobia y si el niño llora sin otra causa
presumible, puede ser que exista dolor (Fig. 17.1). El
lagrimeo o producción excesiva de lágrimas de ca-
rácter reaccional, acompaña al síntoma más impor-
tante que es la fotofobia. Cuando esta es muy inten-
sa, lleva al recién nacido a dar la espalda y ocultar su
cabeza con el brazo. Cuando el niño es algo mayor,
tiende a cubrirse los ojos con la mano cerrada como
defensa a la agresión luminosa, y se establece el
blefarospasmo. Fig. 17.3. Roturas de la membrana de Descemet.
Capítulo 17. Glaucoma 249

En los lactantes menores de 1 año, si existe au-


mento del tamaño de la córnea y molestia a la luz, es
urgente remitir al especialista por la alta posibilidad de
padecer un glaucoma que puede conducir, si no es aten-
dido precozmente, a la disminución o pérdida de la vi-
sión. También esta entidad se debe sospechar cuando
amigos y familiares hablan de “qué ojos más grandes
y bellos tiene el niño”, lo que posibilita descartar los
verdaderos glaucomas y hacer un tratamiento precoz.
El especialista dedicado a la oftalmología pediátrica
o el de glaucoma, debe realizar el examen completo, in-
cluir el fondo de ojo en busca de la excavación patológica
de la papila, y el estudio de la presión ocular, entre otras Fig. 17.4. Tonometría de Perkins.
pruebas que seguramente requieren anestesia.
Otro examen que debe realizar el oftalmólogo, útil Tabla 17.1. Valores de tonometría normal según
para el diagnóstico y seguimiento de la afección, es la
Allingham y colaboradores
biometría, cuyas cifras normales según la edad son:
– Nacimiento 17,00 mm + 0,25 Edades (años) PIO (mmHg)
– 1 año 19,10 mm + 0,25
Recién nacido 9,6
– 2 años 19,60 mm + 0,25
0-1 10,6
– 6 años 20,50 mm + 0,25 1-2 12,0
– 15 años 23,90 mm + 0,25 2-3 12,6
3-5 12,6
Diagnóstico
5-7 14,2
El diagnóstico positivo se hace sobre la base de 7-9 14,2
los elementos siguientes: 9-12 14,3
– El tamaño del ojo, de la córnea y su opacidad. 12-16 14,5
– La presión intraocular.
– El grado de excavación de la papila. También son discutibles los valores normales del
diámetro corneal
Examen del niño glaucomatoso por el oftal- La medición del tamaño de la córnea se realiza
mólogo. Luego de un examen rutinario de los ojos con el compás de estrabismo, en su diámetro horizon-
con el fin de medir la visión y conocer la fijación, es tal y vertical.
preciso conocer la presión ocular. Este examen se rea- Cifras normales de la corneometría recientemen-
liza bajo anestesia general con el tonómetro de Schiötz te aceptadas:
y más recientemente con el de aplanación de Perkin – Al nacer: 9,5-10,5 mm.
(Fig. 17.4) o con el de aire, que no requieren de anes- – 1 año: 10-11,5 mm.
tésico local. En niños mayores de 5 años se puede – Mayor de 12,5 mm corresponde a megalocórnea.
intentar efectuar la tonometría con anestesia local so-
lamente. Con los nuevos tonómetros de aire, la toma Después de la toma de presión intraocular y el
de la presión intraocular es mucho más fácil de reali- estudio de la medición del tamaño de la córnea, se
zar y el niño apenas se da cuenta. realiza el examen del ángulo de la cámara anterior
Cifras normales de la tonometría: con lámpara de hendidura, que actualmente está aco-
– Hasta 15 mm Hg, normal. plada al microscopio quirúrgico. Para este examen
– De 15 a 20 mm Hg, dudosa. (gonioscopia) se utiliza una lente especial o gonioscopio.
– Más de 20 mm Hg, anormal. Gonioscopia. En el ángulo camerular, en casos de
glaucoma congénito, existe tejido anómalo o restos
En general, estas eran las cifras aceptadas para embrionarios que pueden adoptar diferentes formas o
niños normales hasta hace poco. Actualmente aspectos (Fig.17.5). No existe receso angular como en
Allingham y colaboradores discrepan con las presio- el adulto y se puede tener la impresión de que el seno
nes de 15 mm tomadas como normales (Tabla 17.1). del ángulo tiene la parte correspondiente a la banda del
250 Oftalmología pediátrica

cuerpo ciliar y trabéculo ocupada o cubierta por un teji- “tiembla” (iris trémulo o iridodonesis). La esclerótica se
do, que la mayoría de las veces tiene un aspecto espon- adelgaza y muestra tintes azules por transparencia del
joso y semitranslúcido. En otras ocasiones, ese mismo pigmento de la úvea. La papila en el examen del fondo
tejido y en la misma posición, está pigmentado, forma de ojo se torna pálida y atrófica con una gran excava-
arborizaciones y es más denso y compacto, lo que pa- ción glaucomatosa.
rece una continuación del iris que tapiza la pared escleral Pronóstico
del ángulo; es lo que se describe como una persistencia
El glaucoma en el niño es de pronóstico muy reser-
del ligamento pectíneo. vado y conlleva la disminución o pérdida parcial o total de
la visión, en aquellos pacientes que no se diagnostiquen y
traten a tiempo. En ocasiones, el tratamiento logra con-
trolar la enfermedad y en otras, progresa lentamente hasta
conducir a la ceguera, por lo que, como se mencionó
anteriormente, el pronóstico siempre es reservado.
Diagnóstico diferencial

Signo o síntoma: Diagnóstico diferencial con:


Lagrimeo Epífora
Megalocórnea Megalocórnea esencial
Edema corneal Edema congénito
Fig. 17.5. Gonioscopia. Degeneraciones corneales,
queratitis
Los 2 aspectos anteriores corresponden a una per- Leucomas corneales Degeneraciones corneales,
sistencia de tejido mesenquimatoso, antes llamado queratitis
“mesodérmico”. Actualmente se sabe que deriva de la Megaloglobo Megalocórnea esencial, miopía
cresta neural, por tanto, es de estirpe neuroectodérmico
al igual que los queratocitos, el endotelio corneal o el Conducta que se debe seguir. El tratamiento
estroma del iris. del glaucoma congénito tiene un importante y único
En otros casos, se tiene la sensación de que la raíz
objetivo: regularizar la presión ocular y defender la vi-
del iris se inserta muy adelante, casi sobre la línea de
sión o lo que queda de ella, por lo que todo lactante en
Schwalbe; no se ve el seno camerular propiamente
el que se sospeche la existencia de un glaucoma con-
dicho, lo que se conoce como seudoinserción anterior
génito debe ser examinado por un oftalmólogo con ex-
de la raíz del iris o aplasia mesenquimal.
Se concluye el estudio con el examen minucioso periencia pediátrica. Generalmente se siguen las si-
del iris, cristalino, vítreo y fondo de ojo con la pupila guientes reglas, sin ser una norma rígida:
dilatada con midriáticos no ciclopléjicos, si en la – Si la presión intraocular (PIO) es menor de
gonioscopia no aparecen alteraciones; en caso con- 15 mm Hg, y no hay síntomas ni signos, se
trario se le realiza el examen sin dilatar la pupila. descarta el diagnóstico.
En relación con el examen de la papila, si el esta- – Si la PIO es menor de 15 mm Hg, con otros signos
do de la córnea, por lo regular edematosa, lo permite, de confirmación, se repite la exploración al mes.
el fondo de ojo suele ser normal solo en la fase inicial. – Si la PIO es de 15 a 20 mm Hg, sin signos de
En etapas más avanzadas se observa una excavación confirmación, se repite la exploración al mes.
central, oval o redondeada y profunda, lo que rara- – Si la PIO es de 15 a 20 mm Hg, con signos
mente se describe por la opacidad de la córnea que de confirmación, se indica el tratamiento qui-
impide ver el fondo de ojo. rúrgico.
– Si la PIO es superior a 20 mm Hg, se indica
Evolución tratamiento quirúrgico.
Si la enfermedad no recibe el tratamiento adecua-
do, el ojo aumenta de tamaño, la córnea se vuelve Tratamiento
edematosa y se pone opaca, la pupila se dilata, la cáma- Médico (transitorio): el tratamiento con medica-
ra anterior aumenta su profundidad, el iris se atrofia y mentos es poco eficaz en los pacientes con glaucoma
Capítulo 17. Glaucoma 251

congénito, aunque se deben indicar durante el período to al primario. Puede no presentar megalocórnea,
de estudio, antes de la cirugía. buftalmos y lagrimeo; la fotofobia y el edema corneal
Quirúrgico: son insidiosos. El aumento de la presión intraocular, la
– Goniotomía. cefalea y la afectación del nervio óptico, tardan en apa-
– Trabeculotomía. recer, por ello es difícil de sospechar.
– Trabeculectomía. Este tipo de glaucoma es poco frecuente pero se
– Otras operaciones: debe tener presente por el oftalmólogo en los casos
• Cirugía filtrante más mitomicina. con exámenes de fondo de ojo donde se observe ex-
• Implantes aloplásticos. cavación aumentada del disco óptico. A veces no se
• Procedimientos ciclodestructivos. detectan hasta bien entrada la adultez y se llegan a
confundir y diagnosticar como glaucomas primarios.
En ocasiones es necesario más de una operación Frente a una sospecha de glaucoma juvenil sin otro
para controlar la presión intraocular y lograr la dismi- signo que la palidez a predominio temporal del disco
nución y desaparición de los síntomas (Fig. 17.6). óptico se debe realizar el diagnóstico diferencial, so-
bre todo con la atrofia óptica autosómica dominante
(AOD) o enfermedad de Kjer, que se manifiesta por
déficit visual poco progresivo; inicio en edades a partir
de los 5-10 años con palidez o excavación del disco,
más bien temporal y de mayor diámetro vertical que
simula la atrofia glaucomatosa. Las pruebas de visión
de colores FMH ayudan a estudiar una tritanopía ca-
racterística de la AOD y a realizar el correcto diag-
nóstico diferencial. También la localización de la pér-
dida de capas de fibras ganglionares ayuda, ya que en
Fig. 17.6. Niño operado de glaucoma congénito. la AOD se acentúa la pérdida en el haz papilomacular,
al contrario de lo que sucede en el glaucoma en el que
Otro aspecto que hay que tener muy en cuenta en la pérdida es más de tipo arciforme al comienzo y lo
estos pacientes, es que una vez logrado el control último que se pierde es el haz papilomacular (Figs.
tensional, se comienza el seguimiento del estado vi- 17.7 y 17.8) (capítulo 20).
sual. Los niños a edades tempranas están en etapa de Otro diagnóstico diferencial que se debe tener en
labilidad en su desarrollo visual y se hace necesaria la cuenta es el que se refiere a los grados leves de
corrección óptica adecuada, así como la realización hipoplasia de papila, por la palidez temporal y la atrofia
de ejercicios con este fin, si fuera necesario. de retina peripapilar que la acompañan (Fig. 17.9).
Es preciso recordar que el glaucoma es una afec-
La toma de la visión, el estudio del campo visual y
ción que generalmente no se cura, sino que se detiene
la toma de la presión intraocular como principal factor
en su evolución y el oftalmólogo debe seguirla de for-
de riesgo son elementos básicos para el diagnóstico,
ma periódica.
así como el estudio detallado y periódico de la enfer-
El tratamiento del glaucoma secundario varía de
acuerdo a su causa. medad para efectuar el diagnóstico definitivo.
El oftalmólogo, en especial el pediátrico, debe te- En niños mayores se debe estudiar cada caso como
ner conocimiento de psicología para aplicarlos en el se hace con un adulto. El campo visual estático
examen y en el trato con el niño, padres y el joven con computarizado con programas específicos para glau-
glaucoma. También debe utilizar léxico comprensible, coma son los recomendados, si el niño coopera bien.
aunque no alarmante, con los familiares, y brindar la No debe faltar la medida del espesor corneal para
información de la posible evolución de la enfermedad evitar apreciación falsa de hipertensión ocular en caso
para explicar el difícil pronóstico visual. de córneas gruesas o de normotensión en córneas muy
finas, enmascarando una verdadera hipertensión ocu-
Glaucoma juvenil lar. El aspecto de la papila, el anillo neurorretinal, sus
Es un tipo de glaucoma que aparece después de los bordes e irregularidades y su modificación con el tiempo
4 años de edad y por lo tanto, resulta tardío con respec- son de gran importancia.
252 Oftalmología pediátrica

A
A

B
Fig. 17.7 A. Fondo de ojo en paciente con atrofia óptica autosómica
dominante (KJER); B. Foto con luz aneritra y procesamiento para
destacar pérdida de capas de fibras en el haz papilomacular. B
Fig. 17.9 A. Papila en el glaucoma; B. Hipoplasia de la papila.

Los estudios de imágenes como el HRT II (Figs.


17.10 y 17.11), la tomografía óptica coherente con los
programas que analizan en los diferentes meridianos
que explora, las características de la excavación (Figs.
17.12 y 17.13) y las fibras peripapilares (Fig. 17.14),
además de las fotos de fondo de ojo con luz aneritra,
para buscar pérdida de fibras ganglionares en cuña
con puntas que lleguen a papila (Fig. 17.15), son de
gran utilidad y no requieren de mucho esfuerzo para
obtenerlas del niño o adolescente.
Fig. 17.8. OCT de paciente con AOD. Se aprecia pérdida de fibras En caso de duda resulta muy útil el seguimiento de
ganglionares en el haz papilomacular, donde se situó este corte y una
excavación de tipo no glaucomatosa. las características de la excavación con HRT II.
Capítulo 17. Glaucoma 253

Fig. 17.10. Estudio de HRTII. En el primer par de imágenes de la papila se ve, en rojo, la escavación, en verde el anillo neurorretinal y en azul
la pendiente descendente entre ambas estructuras. En el segundo par de imágenes de esa misma figura los sectores de la papila señalados en
amarillo están entre límites dudosos y en rojo los francamente anormales. Nótese la diferencia entre el estudio de ambos ojos. En el tercer par
de figuras (abajo) se muestra la densidad de fibras en los sectores temporal, superior, nasal, inferior y finaliza en el sector temporal de nuevo.
Fig. 17.11. Probabilidades estadísticas del estudio de HRTII.
Fig. 17.12. Estudio de la papila mediante tomografía óptica coherente (OCT) Stratus 3000. Obsérvese la disminución de fibras peripapilares (en
rojo); nótese al comparar ambos ojos la diferencia de fibras que casi han desaparecido en el ojo izquierdo.
Fig. 17.13. Estudio de la papila mediante tomografía óptica coherente (OCT) Stratus 3000. Ojo izquierdo.
Fig. 17.14. Estudio de capas de fibras peripapilares con OCT Stratus 3000. Obsérvese la caída de fibras en el sector inferior del ojo izquierdo, en
rojo y en el sector superior de ojo izquierdo, en amarillo, mientras que los sectores nasales y temporales y el ojo derecho aún está dentro del grosor
de fibras normal para su edad (verde).
258 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 18

Enfermedades del vítreo


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, ERNESTO ALEMAÑY RUBIO Y EUGENIO JARA CASCO†

El vítreo está compuesto por 98 % de agua y cando en él alteraciones u opacidades, mirando al


solo el 2 % restante es materia sólida, entre la que se frente o en todas las posiciones de mirada. Al practi-
encuentra el ácido hialurónico que sirve de red o unión car la oftalmoscopia directa se puede examinar el
por su carácter hidrofílico. vítreo colocando dioptrías positivas a las lentes del
En vida embrionaria el vítreo no es transparen- oftalmoscopio para que permita hacer foco en las
te y está surcado por vasos que van de la papila al estructuras que se encuentran en él y que están an-
cristalino. Con el tiempo, el vítreo se licúa más y se teriores a la retina. Existen otros métodos de explo-
produce el colapso de las fibras que le sirven de ración que usan la oftalmoscopia indirecta o con la
andamiaje. Es sustituido entonces por el vítreo se- lámpara de hendidura y lentes que pueden ser aéreas
cundario y luego, por el terciario, este último ya o corneales, para observar el vítreo y el polo poste-
transparente. rior (Fig. 18.1).
La contigüidad anatómica de la retina y el ví-
treo hacen que en gran cantidad de afecciones de
este último participe también la retina, como es el
caso de muchas enfermedades degenerativas o he-
reditarias, algunas de ellas con manifestaciones
sistémicas. Por ello, las entidades comunes que se
describen en este capítulo no se tratan en el de en-
fermedades de retina.
Con frecuencia, el paciente con anormalidades
en el vítreo se queja de ver elementos que aparecen
y desaparecen, y se mueven o pasan frente a él, como
moscas volantes o flotadores.
Se puede realizar el examen de esta estructura
con el uso de la oftalmoscopia directa a distancia,
mirando el reflejo naranja con pupila dilatada y bus- Fig. 18.1. Oftalmoscopia indirecta binocular con equipo de Scheapens.
260 Oftalmología pediátrica

Cuando el vítreo pierde su transparencia, la sas porciones del sistema hialoideo y del tejido
agudeza visual disminuye; si la opacidad es total no fibrovascular, que ocupan el vítreo y contactan con la
se observa el reflejo rojo naranja del fondo de ojo y cara posterior del cristalino, las que deben desaparecer
la pérdida visual es importante. al séptimo mes de vida intrauterina. El vítreo primario
Las alteraciones del vítreo, si no son grandes hiperplásico se observa en el niño como una masa de
opacidades, se hacen difíciles de observar con el tejido opaco, más densa en su centro, tras el cristalino.
oftalmoscopio; por el contrario, las alteraciones Casi siempre es unilateral y el ojo afectado se ve más
retinales que lo acompañan son mucho más visibles; pequeño que el otro. Puede estar acompañado de he-
en ocasiones cuesta trabajo diferenciar cuál de los 2 morragias. La cámara anterior es poco profunda y a
sitios es el de la lesión primaria. menudo se complica con glaucoma.
Si las opacidades son parciales, se ven como man- Esta afección se debe diferenciar de la fibroplasia
chas oscuras o a veces brillantes sobre el color rojo retrolenticular y del retinoblastoma. A veces se obser-
naranja del fondo de ojo, las cuales se mueven, por lo van restos de los vasos hialoideos en forma de una
regular, en el vítreo en cualquier dirección, según el mancha grisácea retrocristaliniana que parte de la
movimiento que haga el ojo (Fig.18.2). papila, pero este puede ser el aspecto también de un
Esas opacidades se pueden aclarar con el tiem- proceso infeccioso que invada al vítreo (Fig. 18.3). Al
po pero en casos de no ser así existe la posibilidad de examinar con el oftalmoscopio se observa, en la cara
hacer una vitrectomía y reemplazar el vítreo opaco. posterior del cristalino, como un punto de color negro
Se debe tratar siempre la causa que ha provocado la sobre fondo anaranjado, por la luz reflejada, que se
opacidad, que por lo regular es una enfermedad conoce con el nombre de punto de Mittendorf. Tam-
inflamatoria y/o sistémica. bién se puede observar que a veces penetra en el ví-
treo una pequeña formación espiral denominada “rabo
de cerdo’’. Se ha descrito una forma anterior y una
posterior de persistencia del vítreo primario.

Fig. 18.2. Opacidad vítrea.

Anomalías congénitas Fig. 18.3. Túnel al vítreo.

Entre las anomalías congénitas del vítreo se pue- La forma anterior se observa en las primeras se-
den mencionar: manas de vida como una leucocoria o pupila blanca,
– Vítreo primario hiperplásico. que puede ir después acompañada de estrabismo y
– Arteria hialoidea persistente y canal de Cloquet. nistagmo.
La forma posterior muestra velos alrededor de la
La persistencia del vítreo primario hiperplásico, papila y a veces en la mácula (Fig. 18.4). Los velos
denominado también túnica vasculosa lentis, es una son membranas y estructuras filiformes en el cuerpo
anomalía congénita en la que por lo regular no hay vítreo, con restos del sistema hialoideo, que tienen la
antecedentes de mayor frecuencia en los prematuros. propiedad de provocar tracción y desprendimiento de
En esta entidad se mantienen sin reabsorberse diver- retina. Se puede complicar con hemorragia intraocular,
Capítulo 18. Enfermedades del vítreo 261

ruptura de la cápsula posterior, opacificación del cris-


talino y glaucoma.
La persistencia de la arteria hialoidea y del canal de
Cloquet son otras de las anomalías congénitas que se
pueden ver en el vítreo. Normalmente los restos
embrionarios desaparecen en los últimos meses de la
gestación. Se pueden observar, con el oftalmoscopio,
restos de la arteria como un filamento tubular grisáceo
que emerge de la papila y penetra en el vítreo, donde
termina por un extremo libre o a veces se adhiere a la
cara anterior del vítreo. También puede coincidir o acom-
pañar a una opacidad de la parte posterior del cristalino.

Fig. 18.5. Granuloma con invasión al vítreo.

Fig. 18.4. Papila de Bergsmeister.

Enfermedades adquiridas
La mayoría de las enfermedades que afectan al ví-
Fig. 18.6. Desprendimiento de retina.
treo se caracterizan por alteraciones que acompañan a
las afecciones de la retina, por lo regular de tipo
pigmentadas y su síntoma de inicio suele ser disminu-
ción de la visión y sensación de ver moscas volando o
flotadores que también se pueden presentar en enfer-
medades del ojo o acompañando afecciones sistémicas.
El vítreo puede estar opacificado e invadido, no solo
por restos embrionarios, sino también por granulomas,
como en el caso de algunas parasitosis (Fig. 18.5) cuan-
do se desprende la retina y protruye a la cavidad vítrea
(Fig. 18.6), sobre todo cuando pasan secreciones, vasos
o sangre al vítreo, entre otras.
En los niños la causa adquirida más frecuente de
opacidades vítreas son los procesos infecciosos (Fig.
18.7) y en el adulto, los degenerativos, entre ellos el
desprendimiento del vítreo, dando la imagen de cuer-
pos que flotan, aunque en este último no existe gran
deterioro visual, a excepción de complicaciones con
desprendimientos de retina u otros procesos. Fig. 18.7. Opacidad vítrea por retinitis micótica.
262 Oftalmología pediátrica

Los fenómenos inflamatorios hacen que aparez- Hemorragia del vítreo y hemorragias prerre-
can opacidades con células en el vítreo,lo que consti- tinianas. Se producen con frecuencia por trauma-
tuye un signo importante para plantear ese proceso. tismos o por ruptura de vasos anómalos presentes en
Otras de las principales enfermedades adquiridas diversas enfermedades.
del vítreo son: Cuando las hemorragias son pequeñas, tienen un
– Opacidades vítreas debidas a pars planitis. color rojo que se observa en el examen con el
– Retinopatías proliferativas. oftalmoscopio; si son mayores, aparecen como masa
– Vitreorretinopatía exudativa familiar. de color rojo oscuro y raramente, si son muy extensas,
– Retinosquisis juvenil. llenan la cavidad vítrea; en ese caso no se ve reflejo
– Coroideremia. rojo naranja alguno. Este tipo de hemorragia tiene un
– Atrofia girata de la coroides. pronóstico reservado (Figs. 18.9, 18.10 y 18.11).
– Hemorragia del vítreo y prerretinianas. Si las hemorragias se encuentran entre la limitante
– Opacidades por degeneración del vítreo. interna y la hialoide, se ven redondeadas en su sector
inferior y si el paciente está sentado o parado, se ob-
La pars planitis de causa idiopática es una infla- serva un nivel horizontal. La sangre depositada más
mación crónica de la úvea, la retina y el vítreo, co- en el sector inferior cambia de posición al colocarse el
mún en niños y jóvenes; es bilateral en 80 % de los paciente de lado y busca el área de mayor caída.
pacientes. Hay opacidades en el vítreo parecidas a
copos de nieve; a lo largo de la pars plana se ven
como muros blanquecinos y a veces hay inflamación
leve en la cámara anterior (Fig. 18.8). Se produce
neovascularización en la línea blanquecina de la pars
plana, lo que puede ocasionar hemorragias vítreas.
Es frecuente en esos casos el edema del disco, el
edema macular cistoide, la catarata, el glaucoma y el
desprendimiento de retina. La pars planitis y otras
opacidades del vítreo se pueden ver también en en-
fermedades infecciosas específicas como: sarcoi-
dosis, tuberculosis, toxoplasmosis y toxocariasis. Es-
tas alteraciones han sido descritas en la esclerosis
múltiple. Se trata con esteroides, si la visión disminu-
ye más allá de 0,5. Fig. 18.9. Hemorragia prerretiniana.

Fig. 18.8. Pars planitis. Fig. 18.10. Hemorragia vítrea.


Capítulo 18. Enfermedades del vítreo 263

la capa coriocapilar y llega a atrofiar toda la coroides.


Se acompaña de exudados vítreos. Esta entidad comien-
za en la parte media periférica y progresa en ambos
sentidos, por eso conserva hasta etapas tardías buena
visión central. Presenta además nictalopía y el
electrorretinograma está ausente, a diferencia de las
anteriores, por lo que se puede confundir con la retinitis
pigmentosa. Las mujeres portadoras asintomáticas a
veces muestran acúmulos anormales de pigmento.
Atrofia girata de la coroides. Es una enferme-
dad autosómica recesiva causada por defecto en la
enzima ornitina aminotransferasa. Provoca nictalopía
y mala visión. En el fondo de ojo se observan grandes
áreas periféricas, como de piedras o losas, con atrofia
Fig. 18.11. Hemorragias vítrea y retiniana. del epitelio pigmentario de la retina. El campo visual
está contraído y el electrorretinograma resulta muy
Retinopatías proliferativas. En estas se obser- disminuido o plano.
van penachos de vasos que invaden al vítreo; su rup- El desprendimiento de vítreo posterior es una afec-
tura provoca hemorragias que pueden ser masivas. ción observada en personas mayores por degeneración
Es frecuente en los diabéticos tipo I muy del vítreo y tracción de sus inserciones, rara en niños.
descompensados, con retinopatía grave, aunque se Se puede ver en otras enfermedades en las que provo-
puede ver en otras enfermedades. ca miodesopsias o figuras deformadas y flotadores.
Vitreorretinopatía exudativa familiar. Como su
nombre lo indica, es una enfermedad del vítreo y la Enfermedades del vítreo asociadas
retina con alteraciones de los vasos, posiblemente por
anormalidades primarias en la maduración, que recuer-
a síndromes
da a la retinopatía de la prematuridad. Hay exudación – Síndrome de necrosis aguda retinal.
retiniana por detrás de la ora serrata, con mayor fre- – Síndrome de Sticker.
cuencia en el sector temporal, con falta de perfusión – Síndrome de Kniest.
retiniana y a menudo, neovascularización sin reborde – Síndrome de Goldmann-Favre.
bien definido, a diferencia de la neovascularización de – Síndrome de Wardburg.
la retinopatía de la prematuridad. – Trisomía 13.
Retinosquisis juvenil. Es una maculopatía – Enfermedad de Norrie.
cistoide estrellada de las capas más superficiales de
la retina, que al hacer perder el soporte a los vasos Síndrome de necrosis aguda retinal. Se ob-
puede provocar hemorragias vítreas y tracción, con serva en pacientes inmunodeprimidos, casi siempre
desprendimiento de retina. Se caracteriza por dege- causado por herpes zoster o herpes virus. Se caracte-
neración del vítreo y separación de las capas de fi- riza por retinitis necrotizante y vitritis. Aparece con
bras nerviosas de la retina que forman velos que ojo rojo y uveítis granulomatosa anterior. Se observan
protruyen al vítreo, sobre todo en el cuadrante tem- parches blancos e inflamación del vítreo en la perife-
poral inferior. Las máculas tienen aspecto petaloideo ria. Puede afectar al nervio óptico y producir
o en rayos de carreta; es bilateral, aunque puede ser envainamientos vasculares y bridas, que por tracción
asimétrica, y progresa lentamente. El electrorretino- llevan a producir desprendimientos de retina.
grama muestra gran disminución de amplitud de onda Síndrome de Sticker. Es una enfermedad del te-
b. Suele tener un modo autosómico dominante con jido conjuntivo con cambios degenerativos progresivos
penetrancia incompleta y los síntomas ser subclínicos del cartílago articular, y de herencia autosómica domi-
en el antecesor que la trasmite. El defecto está en el nante. Se acompaña de anormalidades orofaríngeas y
cromosoma XI. ortopédicas por displasia epifisiarias y a veces hipoacusia
Coroideremia. Es una enfermedad progresiva li- neurosensorial y prolapso mitral. Miopía congénita alta,
gada al cromosoma X, que daña la retina por atrofia de catarata y alteraciones vitreorretinales y desde el punto
264 Oftalmología pediátrica

de vista óptico, aspecto de vítreo vacío, que pueden lle- De Crecchio G, Simonelli F, Nunziata G, Mazzeo S, Greco GM,
var al desprendimiento retinal regmatógeno en la pri- Rinaldi E, et. al. ( 1998): Autosomal recessive familial exudative
vitreoretinopathy: evidence for genetic heterogeneity. Clin-
mera década de la vida. Genet; 54(4):315-20.
Síndrome de Kniest. Es otra afección que cur- Ikeda T, Fujikado T, Tano Y, Tsujikawa K, Koizumi K, Sawa H, et
sa con degeneración vitreorretinal, es de tipo al. (1999): Vitrectomy for rhegmatogenous or tractional retinal
autosómico dominante con displasia ósea, estatura detachment with familial exudative vitreoretinopathy.
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corta, articulaciones anchas y prominentes, tórax am-
Mayra Mier Arma S, María del Carmen Rivas Canino (2009):
plio con protrusión del esternón, cara ancha y puente Vitreolisis farmacológica. En: Oftalmología. Criterios y ten-
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Síndrome de Goldmann-Favré. Es aquel en el Ba EA, Ndiaye MR, Wade A (1998): Vitreo-retinal complications
of hemoglobinopathy SC. Dakar-Med; 43(1):21-4.
que la degeneración vítrea se une a la degeneración Nelson Leonard B, Scoot E Olitsky (2005): Harley´s Pediatric
del tapetum retinal, con degeneración coriorretinal Ophthalmology. Fifth Ed. Linnpincott Williams and Wilkins,
pigmentaria, catarata y quisis retinal. El electrorretino- pp. 328-346.
grama se encuentra muy afectado. Se transmite con Rodríguez Rodríguez Violeta R, Beatriz N Rodríguez Rodríguez
(2009): Vitrectomía transconjuntival sin suturas, calibres 25G
rasgo autosómico recesivo. Otras enfermedades que
y 23G. En Oftalmología. Criterios y tendencias actuales. Ed.
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Capítulo 19

Afecciones de la retina
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, CARLOS E. MENDOZA SANTIESTEBAN Y FRANK EGUÍA MARTÍNEZ

El delicado desarrollo embrionario de la retina a daderos cortes histológicos de la retina y las pruebas
partir del diencéfalo, hace que esta importante estructu- electrofisiológicas, en especial el electrorretinograma,
ra pueda ser asiento de múltiples enfermedades comu- entre otros.
nes del sistema nervioso central y partícipe de anoma- Las principales enfermedades que afectan a la re-
lías congénitas variadas de ese sistema. tina son:
La retina y la coroides se hallan íntimamente – Anomalías congénitas.
adosadas, lo que hace que ambas se afecten – Inflamaciones coriorretineanas.
frecuentemente por las mismas causas. Sus mani- – Distrofias retinianas y coroideas.
festaciones se pueden observar mediante la – Enfermedades vasculares.
oftalmoscopia y se diagnostican con cierta facilidad – Enfermedades tumorales.
porque las estructuras que se le anteponen son trans- – Desprendimiento de la retina.
parentes y permiten ver a través de ellas. La
semitransparencia de la retina posibilita además que Anomalías congénitas
se puedan ver algunas de sus capas y hasta la coroides – Colobomas coroideos retinianos.
y sus vasos, por lo que el examen de fondo de ojo se – Aplasia e hipoplasia foveal.
convierte en una ventana abierta que permite obser- – Malformaciones vasculares (malformaciones
var las manifestaciones de enfermedades propias de arteriovenosas).
esas estructuras y en ellas las manifestaciones de – Albinismo.
enfermedades sistémicas.
Además del estudio de fondo de ojo con los dife- Colobomas coroideos-retinianos. Son anoma-
rentes tipos de oftalmoscopios y sus filtros de luz, lías congénitas ocasionadas por el cierre anormal de la
son de gran ayuda para el diagnóstico los estudios de hendidura fetal. Se observa en el fondo del ojo una zona
fondo de ojo contrastados, los de imágenes y los de blanca de esclera hacia el sector inferior, en hora 6,
tomografía óptica coherente (OCT), que brinda ver- donde falta la coroides (Fig. 19.1).
266 Oftalmología pediátrica

veces de quistes en la fóvea. La variante II es una


dilatación de tipo moderada y se le llama angioma
racemoso; suele tener visión normal. En la de tipo III,
la visión está reducida y se puede acompañar de co-
municaciones arteriovenosas en cara, cuero cabellu-
do, maxilar inferior y sistema nervioso central. Se le
llama síndrome de Wyburn Manson, a las comunica-
ciones arteriovenosas retinianas acompañadas de ano-
malías similares en otras partes del cuerpo.
Las asas o bucles vasculares prepapilares son ano-
malías congénitas del sistema vascular retinal, arterial y
venoso, que se consideraban residuos del sistema
hialoideo. Hoy se sugiere que se producen como enti-
dad independiente. En el 95 % son arteriales; se extien-
den al vítreo unos pocos milímetros y regresan a la papila.
Fig. 19.1. Colobomas de coroides y retina.
A veces se asocian con la presencia de arterias
Aplasia e hipoplasia foveal. Son muy raras. Se ciliorretinales y menos de 20 % son bilaterales. Por el
manifiesta como la ausencia o debilidad del reflejo foveal, remanso sanguíneo, el vaso puede obstruirse y dejar
falta de red capilar perifoveolar, ausencia de pigmento isquémica el área que le corresponde irrigar. Las asas
lúteo y disminución de epitelio pigmentario en la fóvea, venosas son, por lo general, múltiples y adquiridas, y se
a la que los vasos retinianos se acercan mucho. Se puede ven en el meningioma de las vainas del nervio, el glioma
asociar con otras entidades retinianas como aniridia, fi- del nervio óptico y en el glaucoma (Fig. 19.3).
bras de mielina y albinismo, o síndromes como el de
Prader Willi. Existe una forma idiopática aislada. Se
presenta con nistagmo y mala visión desde el nacimien-
to, que puede ser variable (Fig. 19.2).

Fig. 19.3. Bucles prepapilares.

Albinismo. Es la ausencia de pigmento retiniano


y uveal. En el examen del fondo de ojo se ven los
Fig. 19.2. Hipoplasia macular. vasos coroideos y retinianos sobre el fondo blanco
de la esclera. La falta de pigmento en el iris le da
Malformaciones vasculares. Su causa más fre- una coloración rojiza característica (Fig. 19.4). Se
cuente son los hemangiomas capilares retinales y las debe diferenciar del fondo de ojo de un niño muy
malformaciones arteriovenosas, que pueden tener va- rubio, en quien también se transparentan los vasos
rios grados de intensidad. En la de tipo I, o más leve, de coroides, pero a diferencia del albino, tienen bue-
se ve un solo vaso aumentado de calibre, por lo regu- na pigmentación y están presentes los reflejos del
lar una vena, que cruza el rafe horizontal. Solo algu- área foveal. El niño albino presenta nistagmo y de-
nas se acompañan de comunicación arteriovenosa y a ficiencia visual.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 267

cuales el proceso es unilateral, la enfermedad pueda


pasar inadvertida, sobre todo en niños. En los estadios
cicatrizales el foco exudativo da paso a una placa blan-
ca de atrofia coriorretiniana bien delimitada con depósi-
tos de pigmento (Figs.19.5 y 19.6).

Fig. 19.4. Fondo de ojo en niño con albinismo ocular.

Se conocen 2 formas clínicas principales del


albinismo: la ocular con la forma ligada al cromosoma
X o autosómica recesiva, más rara y la oculocutánea,
autosómica recesiva o dominante.
Fig. 19.5. Placa de coriorretinitis activa parapapilar.
El albinismo, por lo regular, concomita con aplasia
o hipoplasia macular, nistagmos, defectos refractivos
altos y fotofobia. Se han descrito trastornos en las vías
visuales con disminución de las fibras ópticas directas
o que no se cruzan en el quiasma. Ambas formas pue-
den existir unidas a otras alteraciones, algunas de ellas
graves, como la enfermedad de Chediak-Higashi.

Inflamaciones coriorretinianas
Los procesos inflamatorios de la coroides y la retina
(retinocoroiditis) pueden ser clasificados, de manera
muy general, en de causa infecciosa o no infecciosa y
en congénitos o adquiridos.
Causas infecciosas:
– Bacterias (sífilis, tuberculosis y otros).
– Virus (rubéola, varicela, parotiditis, citomegalo-
virus, herpes simple o zoster). Fig. 19.6. Placa de coriorretinitis cicatrizada.
– Parásitos (toxoplasmosis, toxocariasis).
Las infecciones congénitas más frecuentes de la
– Hongos (histoplasmosis presunta, candidiasis).
retina son producidas por toxoplasmosis, rubéola, en-
Causas no infecciosas: fermedad de inclusión citomegálica, herpes simple y
– Sarcoidosis. sífilis que padece la madre. El niño puede haber sido
– Síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada. infectado intraútero, en el canal del parto o después.
Infección tuberculosa. Al igual que la sifilítica y
Las retinocoroiditis o coriorretinitis, pueden dete- la rubeólica, se presenta muy poco debido a la protec-
riorar de forma importante la visión. En estadios de ción que ha adquirido la población cubana por los pro-
actividad se observan: exudados, vítreo turbio y focos gramas de vacunación y prevención. La tuberculosis
inflamatorios en la retina o coroides de color blanco miliar coroidea se caracteriza por múltiples y peque-
amarillento de bordes difusos, con retina edematosa ños nódulos amarillentos que se pueden presentar du-
alrededor de estos. Existe disminución de la visión como rante el curso de una meningitis tuberculosa; otras for-
único síntoma, lo que hace que, en los casos en los mas son menos frecuentes.
268 Oftalmología pediátrica

Retinopatía sifilítica. Es bilateral y se presenta Herpes zoster. Es responsable de la varicela en


en el cuadro clínico general de sífilis congénita, que puede la primera exposición y del herpes zoster en la
llevar al parto prematuro y a la muerte. Se expresa en reactivación, es raro en niños. Puede nacer de madre
la retina con un fondo de ojo en “sal y pimienta”, por la infectada durante el embarazo, con graves manifesta-
fina pigmentación oscura y zonas blancas de atrofia ciones de varicela diseminada y coriorretinitis o adquirir
coriorretiniana, sobre todo en la periferia. La queratitis el herpes zoster. El sitio más afectado es el nervio
intersticial forma parte de la tríada diagnóstica de trigémino; se manifiesta ocularmente al afectar la pri-
Hutchinson. La profilaxis se hace con el pesquisaje de mera rama y sobre todo el nervio nasociliar, con daño
enfermedades transmisibles que se realiza a la embara- de párpados, córnea y úvea. En niños el herpes zoster
zada y el control y tratamiento de los afectados. es más benigno. Es difícil de diferenciar a veces del
Rubéola. Puede dañar todas las estructuras del herpes simple.
Toxoplasmosis. Tiene alta prevalencia en Amé-
ojo de forma bilateral. Las más frecuentes manifesta-
rica y el porcentaje de pacientes con anticuerpos a la
ciones son:
enfermedad crece según aumenta la edad, por lo que
– Catarata nuclear.
ser inmunológicamente positivo no asegura una infec-
– Microftalmía.
ción activa, a no ser que existan estudios anteriores
– Iridociclitis granulomatosa crónica. normales, pero si es negativo, la descarta.
– Glaucoma. La toxoplasmosis puede ser sistémica u ocular y a
– Retinopatía de aspecto en sal y pimienta. su vez congénita o adquirida. La forma sistémica con-
génita puede estar activa o no al nacimiento. La acti-
Las manifestaciones generales que acompañan a va se asocia con coriorretinitis, encefalitis y enferme-
la enfermedad son sordera, retraso mental y del creci- dades viscerales y tiene una variante recurrente, la
miento, malformaciones cardíacas, entre otras. La pro- cual es indiferenciable de la forma adquirida. La
filaxis de la rubéola está dirigida a la vacunación e toxoplasmosis adquirida puede ser ocular, meningoen-
interrupción del embarazo, si se presenta la enferme- cefalítica, exantematosa y linfadenopática. La ocular
dad en el primer trimestre. puede ocasionar retininocoroiditis, papilitis o ser
Enfermedad de inclusión citomegálica. Es la más asintomática.
común de las infecciones congénitas del humano, pero la La imagen típica de la coriorretinitis congénita por
mayoría son subclínicas. Las lesiones que provocan en la toxoplasma es la de una gran placa atrófica en el área
retina son variables e inespecíficas. Por lo regular, se pre- macular. Ocasionalmente se pueden ver otras más pe-
senta una coriorretinitis similar a la de la toxoplasmosis, queñas alrededor como una lesión satélite (Fig.19.7).
por lo que se debe realizar el diagnóstico diferencial entre Estas lesiones u otras más periféricas en la retina pue-
ambas. Las lesiones son centrales o periféricas, usual- den aparecer incluso después del nacimiento. La
mente múltiples y casi siempre bilaterales. A veces se reactivación de la toxoplasmosis congénita se presen-
ven zonas blanquecinas y las hemorragias son prominen- ta adyacente a los bordes de la cicatriz con nuevas
tes. Pueden cursar con estrabismo, nistagmo, catarata, lesiones blanquecinas elevadas y vitritis.
microftalmía, uveítis y neuritis óptica.
La afectación ocular en casos con enfermedad del
SIDA es muy frecuente y es de ayuda en el diagnósti-
co. Los niños también la padecen y cada día aumenta el
número de recién nacidos infectados por el VIH.
Herpes simple. Tiene 2 tipos: el tipo 1 se encuentra
con más frecuencia en mucosa oral y ocular. Predo-
mina en adolescentes. La infección primaria ocurre,
por lo regular, entre 1 y 6 años y se puede manifestar
en el aparato ocular como queratoconjuntivitis con res-
puesta folicular. La secundaria es más grave, con
queratitis a repetición y opacidades corneales en la
adolescencia. El herpes simple de tipo 2 se encuentra
más en el tracto genital; infecta con frecuencia al
neonato y provoca conjuntivitis, queratitis, úlceras y
coriorretinitis. Fig. 19.7. Coriorretinitis por toxoplasmosis con lesión satélite.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 269

La toxoplasmosis adquirida surge a cualquier edad Sarcoidosis. También es poco frecuente en ni-
y no es de preferencia macular como la congénita. En ños. Puede provocar uveítis anterior granulomatosa,
su tratamiento se utilizan la pirimetamina y no tanto de forma aguda como crónica, y provocar
sulfonamidas preferentemente, más ácido folínico y vitritis, periflebitis, coriorretinitis y nódulos coroideos.
se adicionan esteroides para disminuir la reacción Enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada. Es un
inflamatoria. síndrome uveomeníngeo que afecta al ojo, la piel, las
Toxocariasis. Es una enfermedad parasitaria cau- meninges y el oído. Su causa es discutida y de natura-
sada por el Toxocara cati, parásito intestinal de los leza granulomatosa bilateral. Se ha descrito en niños,
gatos o Toxocara cani, parásito intestinal de los pe- aunque es más frecuente a partir de la segunda déca-
rros, sobre todo cachorros. Los niños adquieren la da de la vida. Se caracteriza por cefaleas, disacusia,
enfermedad por íntimo contacto con los animales y la tinnitus y meningitis aséptica; uveitis anterior o poste-
ingestión de los huevos. Las larvas penetran la mucosa rior con desprendimiento de retina exudativo inferior e
intestinal hasta llegar al ojo por vía sistémica. La hiperemia del disco óptico. El epitelio pigmentario
toxocariasis ocular raramente se asocia a la enferme- retiniano se vuelve despigmentado al reabsorberse el
dad sistémica. desprendimiento seroso.
El parásito se aloja en la retina y su muerte produ-
ce una reacción inflamatoria con la formación de un Distrofias retinianas y coroideas
granuloma blanco y exudados en el vítreo, la pupila se
Son casi siempre hereditarias y afectan de forma
ve blanca; puede ocasionar una endoftalmitis. El diag-
permanente e importante a la visión. Un grupo de ellas
nóstico se realiza con la prueba de ELISA y el trata-
es propio de los fotorreceptores, como son las agrupa-
miento es sobre la base de corticosteroides, para tra-
das bajo el nombre de retinitis pigmentaria, que suelen
tar de mejorar el cuadro clínico inflamatorio. En algu-
cursar con mala visión nocturna, reducción del campo
nos casos está indicada la vitrectomía.
visual periférico y electrorretinograma muy disminui-
Retinocoroiditis micóticas. Son muy raras. Pue-
den tener origen exógeno o endógeno. La coriorretinitis do o extinguido.
endógena se debe buscar en niños con enfermedad Por lo regular, se manifiestan por cúmulos de pig-
micótica o a los que se le ha administrado altas dosis de mentación anormal de retina, casi siempre oscura. Se
antibióticos. El hongo patógeno más frecuente aislado pueden ver como enfermedades oculares o acompa-
es la Candida albicans. Se observa una coriorretinitis ñando a enfermedades sistémicas, en las que se afec-
focal con exudado de color blanco velloso que recuerda tan sobre todo los bastones.
una colonia de hongos en un medio de cultivo (Fig. 19.8). Otro grupo de enfermedades de las capas exter-
Al no diagnosticarse y tratarse oportunamente puede nas de retina dañan primariamente al epitelio
desarrollar una endoftalmitis que conduce a la pérdida pigmentario, la membrana de Brush y la coriocapilar.
del ojo. El diagnóstico de la infección micótica se debe Su característica más general es el cúmulo de sustan-
realizar por hemocultivo y vitrectomía. cia amarillenta, dentro y por debajo del epitelio
pigmentario de la retina, aunque muchas de ellas se
manifiestan también con pigmentaciones más oscu-
ras. No se acompañan de enfermedades de otros ór-
ganos y sistemas. Las más frecuentes son las drusas
retinianas, las distrofias en patrón y la enfermedad de
Best, que tienen mejor pronóstico, ya que mantienen
la visión central, al menos, durante las 5 primeras dé-
cadas de la vida. Se complican por la aparición de
neovascularización subretinal. Le sigue la enferme-
dad de Stargard y fondo flavimaculatus.
Estas entidades y distrofias de las capas externas
de la retina tienen apariencia de fondo características.
Drusas retinianas. Son pequeños cúmulos ama-
rillentos de lipofucsina en el epitelio pigmentario retiniano,
Fig. 19.8. Retinitis micótica. pueden aparecer en toda la retina, pero fundamentalmente
270 Oftalmología pediátrica

en el polo posterior (Fig. 19.9). Se observan común- Enfermedad de Stargard. Es la de más tempra-
mente como un signo de envejecimiento ocular en las na aparición y peor visión. Se presenta a menudo como
edades avanzadas pero también las drusas pueden te- un trastorno autosómico recesivo que se vuelve
ner un carácter familiar y presumiblemente hereditario; sintomática a partir de los 7 u 8 años de edad. Es bila-
en estos casos afectan a individuos más jóvenes y no se teral y progresiva, acompañada casi siempre de dege-
considera propiamente una distrofia, pero se menciona
neración macular. Comienza con deficiencia visual
en este acápite debido a la apariencia del fondo carac-
importante que progresa hasta 20/200 o 0,1 en pocos
terística que produce.
años y conserva visión periférica. En un inicio el fon-
do del ojo tiene pocas alteraciones o se ve con aspec-
to de espolvoreado fino como plata batida sobre la
mácula (Fig. 19.11). Luego se acentúa la pigmenta-
ción y pueden aparecer con pecas blancas amarillen-
tas en polo posterior. La maculopatía y las pecas fue-
ron definidas como 2 enfermedades distintas. Hoy se
sabe que son fases o variantes de una misma enfer-
medad, en la que puede predominar una u otra mani-
festación. Se presenta por lo regular en la primera
década de la vida y al inicio se puede confundir con
las alteraciones maculares de la lipofucsinosis ceroide
juvenil tipo Spielmeyer-Vogt. La angiografía
Fig. 19.9. Drusas retinianas. fluoresceínica muestra silencio coroideo.

Distrofias en patrón. Presentan varios tipos, for-


mas y herencias. En ellas predominan las pigmentacio-
nes oscuras de la retina.
Degeneración viteliforme o enfermedad de
Best. Puede aparecer desde la niñez con transmisión
autosómica dominante, bilateral y de progresión lenta. El
aspecto del fondo de ojo pasa por diferentes fases que
afectan al área macular con el aspecto de yema de hue-
vo al inicio, que después se fragmenta y se mezcla con
otros detritos y sangre. La afectación aparece primaria-
mente en el epitelio pigmentario retiniano, como lo demuestra
la alteración precoz en la electrooculografía (Fig. 19.10).

Fig. 19.11. Enfermedad de Stargard.

Enfermedades de los fotorreceptores


La retina del ser humano es una retina doble, con
2 sistemas de fotorreceptores, conos y bastones, con
funciones diferentes y bien definidas. Las enfermeda-
des distróficas que los afectan pueden alterar a uno
de estos sistemas por separado, como es el caso del
monocromatismo de bastones, o a ambos, aunque a
uno de ellos lo afecta en forma preferencial. Por este
motivo se habla de distrofia de bastón-cono y de cono-
Fig. 19.10. Enfermedad de Best. bastón. La más frecuente son las de bastón-cono.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 271

Están incluidas en este grupo de enfermedades: El uso de vasodilatadores, vitaminas, ozono y un


– Retinosis pigmentaria. tipo de cirugía revitalizadora, logran en algunos casos
– Amaurosis congénita de Leber. mejorar los síntomas del paciente durante un tiempo.
– Ceguera nocturna estacionaria congénita. No hay cura definitiva. Su profilaxis está encaminada
– Distrofia de los conos. al consejo genético. En Cuba existe un centro en cada
– Discromatopsia. provincia para detectar, estudiar y tratar estos casos.
– Ceguera a colores hereditaria. Algunas otras formas de estas distrofias bastón-
– Deficiencia de vitamina A y otras enfermeda- cono son: la amaurosis congénita de Leber o retinosis
des sistémicas.
pigmentaria tipo congénito y la ceguera nocturna esta-
cionaria congénita.
Retinosis pigmentaria o retinitis pigmentosa.
Es un término general usado para enfermedades he- Amaurosis congénita de Leber. Se detecta por
redo degenerativas de los fotorreceptores, predomi- lo regular durante el primer año de vida. En la mayoría
nante de los bastones con variados tipos de herencia; de los casos es autosómica recesiva. Es característi-
autosómica recesiva, dominante y esporádica. Su sín- co de estos casos el llamado signo oculodigital, que
toma característico y por lo regular primero en apare- consiste en que el paciente empuja su globo ocular
cer, es la ceguera nocturna. El miedo a la oscuridad y con el dedo, posiblemente para estimular la retina y
el comportamiento anormal al apagar la luz y reco- provocar con ello fosfenos luminosos. Esto puede lle-
mendar al niño una tarea en esas condiciones, es útil varlo a cierto grado de enoftalmía. Tiene un gran es-
para sospechar el diagnóstico. El electrorretinograma pectro de presentación; el fondo del ojo puede ser nor-
se observa muy afectado (capítulo 9). mal hasta el año y las lesiones pigmentarias evidentes
A medida que progresa la retinosis pigmentaria se de retinosis pigmentaria aparecen a los 2 o 3 años.
reduce el campo visual, lo que hace que el sujeto tro- También se puede acompañar de pecas blancas o pig-
piece con los objetos en la oscuridad y más tarde, a
mentaciones finas, en forma de sal y pimienta y lesio-
toda hora. El campo visual se reduce concéntricamente;
nes colobomatosas de retina. El electrorretinograma
comienza por un escotoma anular, que invade el cam-
po periférico y al final el centro, hasta la ceguera total. está extinguido desde el inicio. Suele ir acompañado
El fondo del ojo muestra cúmulos de pigmentos en de otras manifestaciones oculares como nistagmos o
forma de osteoclastos, o de otras formas; los vasos las que aparecen más tardíamente como el
son finos y la papila atrófica, amarillenta (Fig. 19.12). queratocono. Se puede combinar o no con manifesta-
Con frecuencia se presentan edema macular cistoide, ciones sistémicas, sobre todo neurológicas. Más rara-
células en el vítreo y catarata subcapsular posterior. mente se asocia a sordera, cardiomiopatía, enferme-
En raros casos no se observa pigmento o se ven en dad renal poliquística y osteopetrosis.
forma de puntos blancos, lo que se conoce como Ceguera nocturna estacionaria congénita. Es
retinitis punctata-albecens. una enfermedad poco progresiva con herencia varia-
da, en la que el síntoma fundamental es la mala visión
en la oscuridad; tiene varios tipos que para definirlos
es importante la forma de herencia y el
electrorretinograma. El fondo de ojo suele ser normal
(capítulo 6).
Distrofia de los conos. Es un grupo de enfer-
medades con pérdida de visión central y pobre discrimi-
nación de colores. Se acompaña de fotofobia y en el
electrorretinograma hay pérdida selectiva de la res-
puesta de conos. Puede ser autosómica recesiva o
autosómica dominante y ligada al cromosoma X. Par-
ticularmente, en la forma autosómica dominante hay
imagen de “ojo de buey” con pigmento fino en mácula
(Fig. 19.13). En el resto del examen del fondo de ojo
no presenta alteraciones muy evidentes, pero se pue-
den observar telangiectasias del nervio óptico y pali-
Fig. 19.12. Composición de fondo de ojo en paciente con retinosis dez temporal.
pigmentaria.
272 Oftalmología pediátrica

riar, pero poco, en hombres de otras razas. En las muje-


res, el gen defectuoso es contrarrestado por el gen nor-
mal, por lo que, en las que tienen este tipo de defecto,
ambos cromosomas son portadores del gen mutante.
Las disfunciones en el eje amarillo-azul son de carácter
autosómico recesivo, pero muy raras; aún más infre-
cuente es la ceguera total a colores o acromatopsia to-
tal, que solo se presenta en 1/10 000 personas.
Monocrómatas. Son aquellas personas que solo
tienen uno o ninguno de los pigmentos en los conos.
Se clasifican según la intensidad de la deficiencia y el
tipo de defecto de visión a color en: deuteranopía, si el
defecto es fuerte al verde, y deuteranomalía, si es dé-
bil; protanopía y protanomalía, si el defecto, fuerte o
Fig. 19.13. Maculopatía en ojo de buey.
débil, es al rojo y tritanopía o tritanomalía, si es fuerte
o débil al azul.
En etapas avanzadas aparecen signos de afecta- Acromatopsia total. Es rara. Es un monocro-
ción de los bastones, acompañado de una contracción matismo de bastones que se presenta con nistagmos y
periférica del campo visual y pigmentos en periferia fotofobia en el niño desde muy pequeño.
del fondo de ojo, lo que es conocido como distrofia Acromatopsia incompleta o monocromatismo
cono-bastón. El electrorretinograma muestra pérdida de conos azules. Tiene este solo tipo de fotopigmento.
del fondo de ojo selectiva de la función de conos que En estos casos, la agudeza visual está entre 20/60 y
la diferencia del síndrome de Stargard. 20/200 y puede haber leve pigmentación de la mácula
Discromatopsias o trastornos de visión de co- y palidez temporal.
lores. Se deben a anomalías o enfermedades que afec- Discromatopsias adquiridas. Están relaciona-
tan principalmente a los conos. La visión cromática es das con la afectación de la función de los conos con
uno de los más complejos y menos conocidos de los sus neuronas de orden superior o con afectación del
fenómenos de la función visual. En su percepción in- nervio óptico, en ese caso predomina el defecto en el
tervienen, además de los pigmentos visuales de los rojo y verde.
conos, el estado funcional de la retina, vías, corteza y Las formas de maculopatías pigmentarias descri-
áreas de asociación tanto como la psiquis del sujeto. tas en la degeneración cono-bastón, llamadas en “ojo
Su disfunción se puede presentar independientemente de buey”, se pueden ver además en la ataxia
de que persista buena agudeza visual, como sucede espinocerebelosa o atrofia olivopontocerebelar, que se
por lo regular en los defectos hereditarios del eje rojo- caracteriza por pérdidas de neuronas de la corteza ce-
verde, o en algunos trastornos secundarios que afec- rebral, del puente y del núcleo olivar inferior. Parte de
ten fundamentalmente a la retina y en especial al ner- los casos desarrollan oftalmoparesias supranucleares y
vio óptico, por lo que el examen de la función cromática degeneración retinal, que provocan disminución de la
se convierte en una prueba de gran utilidad, que per- visión central y discromatopsias. Otras de las enferme-
mite detectar alteraciones incipientes de las estructu- dades que pueden dar maculopatías pigmentarias son la
ras mencionadas. Dalton, en 1798, fue el primero en enfermedad de Hallervorden-Spatz, con apraxia y pará-
describir una acromatopsia congénita (capítulo 6). lisis de la mirada vertical, las mucolipidosis y las
Ceguera a colores hereditaria. Suele ser cau- maculopatías tóxicas.
sada por defectos que por lo general llevan implícito la Muchas son las enfermedades sistémicas con al-
desaparición, por lo menos, de uno de los pigmentos teraciones pigmentarias de retina, en las que la diferen-
de los 3 tipos de conos (dicrómatas) o un cambio en cia la establece su propio cuadro clínico general y las
sus espectros de absorción (tricrómatas anómalos). alteraciones oculares específicas. La mayoría de ellas
De los hombres, 8 % y de las mujeres 0,4 % de la son enfermedades neurodegenerativas.
raza caucásica padecen de una anomalía o defecto Esfingolipidosis lisosomales. En estas la alte-
genético en la visión de color rojo-verde, que se transmite ración retiniana que predomina es la mancha rojo ce-
como carácter recesivo ligado al sexo y que puede va- reza. Entre ellas se destacan la gangliosidosis de tipo
Capítulo 19. Afecciones de la retina 273

GM2 y el Niemann-Pick. El Tay-Sachs es más fre- Cistinosis. En esta, además de depositarse los
cuente en familias judías y en ella destaca la mancha cuerpos cristalinos en córnea, lo hacen también en
rojo cereza, rodeada de un halo fino blanquecino por retina, cara anterior del cristalino e iris. La afectación
fuera de la fóvea, donde comienzan a aparecer las en este caso es periférica y macular.
células ganglionares que son las verdaderamente afec- Enfermedades dermatológicas. Entre estas, en
tadas, y por contraste se ve la fóvea más roja. La otra las ictiosis, también se pueden observar alteraciones
gangliosidosis GM2, es la de Sandhoff, en la que tam- pigmentarias de la retina.
bién se observa la mancha oscura o rojiza en la fóvea. Enfermedad de Norrie. También llamada
Ambas se acompañan de cierto grado de atrofia ópti- Warburg-Anderson, es una enfermedad congénita liga-
ca y nistagmo. Las GM1 tienen similitud con la enfer- da al cromosoma X. Suele acompañarse de retraso
medad de Hurler y la de Tay-Sachs, con facies típica mental y sordera que empieza de niño, con microftalmía
y es frecuente en ella la mancha rojo cereza de la y ceguera casi al nacer. Hay formación de
fóvea. En la enfermedad de Niemann-Pick el área seudotumores por tejido retinal displásico, que se debe
blanquecina que rodea la fóvea es mucho más gran- diferenciar de la retinopatía del niño prematuro, con
de. En la enfermedad de Fabré se puede ver también gran desorganización del contenido intraocular.
este aspecto del fondo de ojo. En la oclusión de la En la zona suroriental de Cuba se encuentra la
arteria central de la retina destaca la fóvea de color mayor familia estudiada en el mundo, con 380 miem-
normal contra la retina pálida y edematisada, por lo bros. Salcedo y colaboradores identificaron en ella 46
que en contraste se ve rojiza. varones afectados, entre fallecidos y vivos. Aparecie-
Una de las enfermedades lisosomales que se pre- ron 21 portadores obligados y 44 probables, y se
sentan con retinopatía pigmentaria son las confirmaron 13 portadores del gen por estudios
mucopolisacaridosis. Entre ellas está la de Hurler, de moleculares, lo que demuestra el carácter recesivo li-
inicio muy temprano con facies tosca, articulaciones gado al cromosoma X de este desorden en el que pre-
rígidas, cifosis y enfermedad cardiovalvular. También domina la ceguera al nacimiento, presente en 44,4 %
las de Hunter, Sanfilippo, la enfermedad de Gaucher, de esos pacientes. En este estudio se evidenció el re-
la de Refsum, la cistinuria y la abetalipoproteinemia. traso mental y la sordera neurosensorial, junto a mani-
Existen alteraciones retinianas en las lipofucsinosis festaciones extrapiramidales y otros signos dismórficos
ceroide, enfermedad de almacenamiento lisosomal con no descritos antes.
gran deterioro neurológico y alteraciones pigmentarias. En el laboratorio de Genética Molecular de la Uni-
Tiene varias formas: la infantil o Santavouri-Haltia que versidad de Hamburgo, en Alemania, se determinó el
se acompaña de retraso mental y motor, corioatetosis y defecto genético primario de estos pacientes cubanos
convulsiones con alteraciones pigmentarias y electrorre- como una nueva mutación, dada por una transversión T
tinograma muy disminuido; la ceguera está presente entre 454 G en el axón II del gen de Norrie, que produce un
los 2 y 3 años de edad. La forma Jansky-Bielschowsky
cambio de leucina a arginina en la proteína de Norrie.
aparece entre 2 y 4 años, comienza por convulsiones,
ataxia, retraso mental y motor, rigidez de descerebración
y pérdida del lenguaje; la deficiencia visual aparece entre
Afecciones vasculares de la retina
los 3 y 7 años, a los que siguen las convulsiones y el Las enfermedades vasculares de retina son raras
deterioro neurológico. La forma juvenil o Spielmeyer- en los niños y de existir, se asocian en la mayoría de
Vogt, en la que se afecta la mácula y se manifiesta de- los casos a enfermedades sistémicas. Los exudados,
terioro cognitivo, espasticidad y convulsiones. las hemorragias, el remodelamiento, la neoformación
Otras enfermedades neurodegenerativas que se y la oclusión de los vasos, son expresión de enferme-
acompañan de alteraciones pigmentarias de retina, son dades vasculares de la retina. Las hemorragias toman
las perixosomales, como la adrenoleucodistrofia la forma de las capas o sitios donde se produce la
neonatal, la enfermedad de Refsum y el síndrome de extravasación sanguínea.
Zellweger. Oclusión de la vena central de la retina o de
Distrofias miotónicas. En estas, sumado a la una de sus ramas. Es extremadamente rara en eda-
ptosis, catarata y blefarospasmo, se encuentran esca- des pediátricas, pero puede ocurrir en asociación a
sos trastornos pigmentarios retinianos, pero con síndromes de hiperviscosidad, hemoglobinopatías de
electrorretinograma disminuido de amplitud. células falciformes y asas venosas congénitas
274 Oftalmología pediátrica

vasculares; se expresan con deficiencia visual y un lo que se describe como una mancha rojo cereza en
cuadro fondoscópico característico, en el que predo- la fóvea, y vasos con la columna sanguínea frag-
minan las hemorragias, vasos ingurgitados, edema de mentada, lo que da paso en pocos días a la atrofia
la retina y del disco óptico (Fig. 19.14). En el caso de del disco y vasos afinados (Fig. 19.15). Puede ser
afectarse solo una rama, lo más frecuente es que se causada por trombosis local, émbolos, vasculitis,
ocluya la temporal superior. Existen 2 tipos: isquémicas vasoespasmos, o hipoperfusión. El tratamiento has-
y no isquémicas, en dependencia de la cantidad de ta ahora es poco efectivo, aún dentro de las prime-
capilares que no perfundan y la gravedad del cuadro. ras horas de la oclusión.
La neovascularización es una de las más graves
complicaciones y debe ser tratada con fotocoagulación.

B
Fig. 19.15 A. Oclusión de la arteria central de la retina; B. Oclusión
B de rama arterial.
Fig. 19.14 A. Oclusión de la vena central; B. Oclusión de la rama venosa.

Oclusión de la arteria central de la retina o Estas oclusiones de vasos se pueden ver en


de sus ramas. Es un cuadro más desastroso para desórdenes trombóticos, coagulación anormal y se
la función visual, pues se trata de una disrupción asocian en particular a enfermedades autoinmunes.
permanente de la circulación que lleva a la muerte Puede alcanzar a los vasos de coroides y del ner-
celular en poco tiempo; se caracteriza por retina vio óptico, lo que complica aún más el pronóstico
pálida, con edema y área foveal de buen color, por visual.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 275

Las enfermedades vasculares de la retina más co-


nocidas son:
– Retinopatía diabética.
– Retinopatía hipertensiva.
– Retinopatía de células falciformes.
– La enfermedad de Coats.
– Enfermedad de Eales.
– Retinopatía de la prematuridad.

Entre las enfermedades que más daño producen


en los vasos y que tienen gran repercusión en el fondo
del ojo están la retinopatía diabética y la hipertensiva,
las cuales son raras en niños y se pueden ver en ado-
lescentes.
A
Retinopatía diabética. No suele manifestarse hasta
llegada la pubertad, etapa en la que puede aparecer o
acelerarse. En el fondo de ojo las lesiones pasan de una
fase no proliferativa con pequeñas hemorragias,
microaneurismas y microexudados, a una fase más avan-
zada con mayores hemorragias, vasos de neoformación
y otras complicaciones, como el edema y la isquemia
macular que se producen en etapas no proliferativas y
proliferativas (Fig. 19.16). Se deben vigilar estrechamente
estos pacientes con chequeos, al menos una vez al año,
para tratar las lesiones antes de que pasen a la fase de
proliferación. El tratamiento es el de la enfermedad de
base y la fotocoagulación (Fig. 19.17).
Retinopatía hipertensiva. También es rara en
niños pero se puede ver en el curso de enfermedades
que produzcan hipertensión secundaria, en enfermos B
renales y en adolescentes grávidas con preeclampsia. Fig. 19.16 A. Retinopatía diabética no proliferativa; B. Retinopatía
diabética proliferativa.
En episodios de hipertensión aguda, el hallazgo princi-
pal suele ser la constricción general y focal de arteriolas,
exudados algodonosos, infartos coroideos, desprendi-
miento seroso y edema del disco óptico. Por lo regu-
lar, no da tiempo a que se produzcan las alteraciones
de la hipertensión crónica con el estrechamiento
vascular, alteraciones en los cruces arteriovenosos,
hemorragias e infarto de las capas de fibras con
exudados algodonosos y exudación lipídica dentro de
la retina, el que se puede acumular en las capas de
Henle y producir una imagen estrellada similar a la de
la neurorretinitis. El edema del disco se debe a isquemia
local de la papila y a disrupción del transporte axonal,
o a la presión intracraneal elevada que acompaña a la
encefalopatía hipertensiva. Si hay oclusión de vasos
coroideos, se observan áreas opacas en el epitelio
pigmentario conocidas como manchas de Elsching y
se puede asociar a desprendimiento retinal exudativo. Fig. 19.17. Retinopatía diabética fotocoagulada.
276 Oftalmología pediátrica

Anemia por hematíes falciformes. En esta se El desarrollo de vasos retinianos comienza en la se-
puede observar retinopatía no proliferativa o mana 16 de vida intrauterina, desde la papila hacia la
proliferativa. La retinopatía proliferativa es una com- periferia de la retina, la que alcanza por el lado nasal en
plicación importante de esta anemia, que puede llevar la semana 36 y por el temporal en la 40. Si ese proceso
a la ceguera, por lo que se ha recomendado la tera- se detiene, los vasos terminan en la retina bruscamente,
péutica con rayos láser para ocluir los vasos que irri- a determinada distancia de la papila, en forma de línea
gan las lesiones proliferativas avanzadas. que queda constituida por células mesenquimatosas y
En los pacientes con este tipo de anemia, un trau- endoteliales. En muchos casos, la división y diferencia-
matismo ocular puede producir hifema, que por las ción celular hace que prosiga la vascularización normal
características de la cámara anterior induce a cam- de la retina, pero en otros, esa banda de tejido aumenta
bios de forma en los hematíes falciformes con hemo- y hay proliferación anormal de vasos hacia el vítreo, la
retina, cuerpo ciliar y cristalino, que después pueden
globina S, lo que puede producir un glaucoma
hacer tracción al cicatrizar, desprender la retina y dar
obstructivo y ceguera, de ahí que sea preciso manejar
una leucocoria. Esto ocurre solo en 10 % de los pacien-
esta eventualidad como una urgencia oftalmológica. tes. En el resto de los casos, la enfermedad se detiene o
En esos casos se hace necesario evacuar la sangre lo regresa y apenas puede observarse la línea donde se
más rápidamente posible para preservar la visión. En produjo la detención de la proliferación vascular.
la conjuntiva se observa tortuosidad de los vasos, so- El proceso es generalmente bilateral y se clasifica
bre todo en el área temporal inferior. Esta anomalía de de acuerdo con la localización, extensión y gravedad de
vasos conjuntivales no tiene efecto perjudicial en el las lesiones. Casi siempre se diagnostica a las 8 o 9
ojo del paciente. semanas después del nacimiento, lo cual puede regre-
Enfermedad de Eales. Es una vasculitis idiopática sar por completo hacia los 6 meses, por lo que se suelen
periférica que se ve en adultos y raramente en niños. realizar exámenes periódicos del fondo de ojo durante
En ella se señala falta de perfusión en la retina este tiempo. Se dice que se debe buscar la ventana de
periférica, neovascularización retinal, hemorragias ví- tiempo para comenzar los exámenes de retina seriados,
treas y glaucoma neovascular, que requiere que para los nacidos entre las 22 y 27 semanas, es de
fotocoagulación para tratar de lograr su control. 31 semanas después de la última menstruación materna
Enfermedad de Coats. Es idiopática, progresiva y para el resto, a las 2 semanas de nacidos.
y no hereditaria, con predilección por varones. Es uni- Habitualmente, la fibroplasia total da lugar a
lateral y provoca telangiectasias y aneurismas de va- leucocoria, atrofia del globo ocular y ceguera. Su diag-
nóstico diferencial inmediato se debe hacer con el
sos retinianos, asociados con exudación subrretinal
retinoblastoma y otras causas de leucocoria. La
masiva. La mayoría de los casos ocurren entre los 6 y
prevención está encaminada a evitar el nacimiento
10 años. Se puede presentar como una leucocoria o
prematuro y en el recién nacido, a mantener la terapia
estrabismo monocular. En etapas terminales puede de- con oxígeno el menor tiempo posible en concentracio-
sarrollar glaucoma neovascular. nes bajas y disminuir la presión de oxígeno antes de
Retinopatía del prematuro. Es una compleja pasar al niño de la incubadora al medio ambiente, con
anormalidad del desarrollo de la vasculatura retinal en lo que se evita la caída brusca de ese gas. Se debe
un tejido inmaduro. Ha aumentado en países administrar además, vitamina E como antioxidante,
desarrollados, por el avance de la tecnología, que per- aunque su utilidad ha sido discutida, y realizar el exa-
mite sobrevivir a niños que de otra forma hubieran men periódico del fondo de ojo. El tratamiento de la
fallecido. Por lo tanto, es una enfermedad poco vista enfermedad consiste en la aplicación de crioterapia,
en países atrasados y más frecuentes en los de desa- fotocoagulación con láser y cirugía del vítreo.
rrollo medio, donde esos niños llegan a sobrevivir pero
no existe la posibilidad de hacerles exámenes por es- Tumores de retina
pecialistas de retina con la periodicidad requerida para Hipertrofia congénita del epitelio pigmentario.
detectar y tratar a tiempo el avance de esta retinopatía. Se observa con relativa frecuencia. Se puede ver como
Se observa sobre todo en recién nacido pretérmino un área pigmentada o despigmentada, solitaria o
y por lo regular de menos de 1 500 g. Otras enfer- multifocal, como “huella de oso”, de bordes bien defini-
medades como trastornos respiratorios o el uso de oxí- dos. No es frecuente su transformación a maligno y se
geno, son consideradas factores de riesgo. puede asociar con síndromes o enfermedades generales.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 277

Meduloepitelioma. Es un tumor primario del epi-


telio ciliar no pigmentado, que empieza en la niñez. Pro-
duce dolor y se ve como una masa en cámara anterior
que al crecer lentamente provoca leucocoria y otras
complicaciones del segmento anterior. El tratamiento
es la enucleación, pero tiene buen pronóstico.
Retinoblastoma. Es el tumor maligno intraocular
más frecuente en niños, y afecta uno o ambos ojos.
Son bilaterales en el 30 % y la incidencia es alta, ya
que ocurre en 1/18 000 habitantes. Puede ser esporá-
dico o hereditario.
El gen responsable del retinoblastoma fue identifi-
cado en 1986. Se ha caracterizado como un
“antioncogén” en el sentido de que normalmente fun-
ciona como un supresor dominante de la formación del Fig. 19.18. Retinoblastoma.

tumor, por lo que su alteración o inactivación, en los 2


alelos, es el elemento clave en el desarrollo del El tratamiento quirúrgico consiste en la enuclea-
retinoblastoma. La mutación del gen es pues responsa- ción del ojo. Se puede utilizar, en algunos casos, la
ble de la aparición del tumor, tanto en la forma heredita- crioterapia y la fotocoagulación con láser, además del
ria como en la no hereditaria. En el caso de la forma no tratamiento radiante y quimioterapéutico que permi-
hereditaria, la mutación se produce en las células ten la remisión del tumor y la curación del paciente, si
somáticas, mientras que en el tipo hereditario, la muta- es tratado a tiempo.
ción ocurre en la célula germinal. En este último caso,
los pacientes están en riesgo de presentar Facomatosis
retinoblastomas adicionales, así como de tener descen- Incluye a un amplio grupo de entidades clínicas en
dientes con el tumor. Se han descrito técnicas basadas las que se produce proliferación anormal en tejidos
en el análisis del ADN que permiten distinguir la varian- propios. Puede dañar órganos derivados del ectodermo,
te hereditaria de la no hereditaria y que es posible utili- el mesodermo y con mucha menos frecuencia del
zar para estimaciones de riesgo y consejo genético. endodermo, especialmente en el tracto gastrointestinal.
Aunque este tumor se puede ver ya en el recién Afectan, principalmente: piel, ojos, sistema nervioso
nacido, lo usual es que se presente alrededor de los 2 central y periférico, y vasos sanguíneos. Son 6 las que
años y que disminuya su incidencia a partir de los 4 tienen importantes manifestaciones oftalmológicas:
años. La madre, por lo general, consulta al médico – Derivados de estructuras del ectodermo:
porque le nota al niño un reflejo blanco en la pupila, • Neurofibromatosis.
que ha sido nombrada “pupila amaurótica de gato”. A • Esclerosis tuberosa.
veces el signo de comienzo es el estrabismo; también – Derivados de estructuras del mesodermo:
se puede iniciar o acompañarse de seudohipopión o • Von-Hippel-Lindau.
pus en cámara anterior e hifema. • Sturge-Weber.
Suele ser un tumor solitario, aunque en ocasiones lo • Ataxia telangiectásica.
acompañan otros más pequeños. Puede crecer hacia • Síndrome de Wyburn-Mason.
adentro del ojo (endofítico), hacia afuera al espacio
subrretiniano (exofítico) o a ambos. En su variante Neurofibromatosis. Es de tipo autosómico do-
endofítica toma forma de coliflor de color blanco algo- minante. Se reconocen 2 enfermedades; el von
donoso, con neovascularización importante que lo atra- Recklinghausen o tipo 1 es la más frecuente. Junto a
viesa, con hemorragias y exudados en su superficie (Fig. las manchas color café con leche características y los
19.18). En la forma exofítica su color es grisáceo y su neurofibromas, se observan múltiples manifestaciones
crecimiento provoca desprendimiento de retina. oftalmológicas, como son: neurofibromas de párpados
Si se deja evolucionar el tumor, el globo ocular au- y en conjuntiva, más en el párpado superior, que pueden
menta considerablemente su tamaño y se produce la ser plexiformes; engrosamiento de nervios corneales,
propagación hacia las estructuras vecinas, vasos, ner- tumores gliales, indistinguibles de los hamartomas
vio óptico, espacio subaracnoideo, quiasma y cerebro. astrocíticos que se ven en la capa de fibras nerviosas
278 Oftalmología pediátrica

de la retina en la esclerosis tuberosa; nódulos de Lisch,


que son pequeños hamartomas de constitución melánica
en la cara anterior del iris; tumores de tejidos blandos
orbitarios que incluyen neurofibromas, gliomas,
meningiomas y otros que pueden producir exoftalmía.
Si hay alteración ósea, como pérdida o displasia, se puede
producir exoftalmos pulsátil por pase de masa encefálica
a la órbita a través del defecto óseo.
Esclerosis tuberosa. En esta se suma, a la tríada
característica de angiofibromas faciales, convulsiones
y retraso mental, en 50 % de los casos, el hamartoma
astrocítico, que tiene aspecto nodular, en la retina o
papila, de diferentes tamaños, puede estar calcificado
(Fig. 19.19). Este hallazgo, aunque no es exclusivo de
Fig. 19.20. Angiomatosis de von Hippel-Lindau.
esta entidad, sí apoya al diagnóstico.

Enfermedad de Sturge-Weber. Se conoce tam-


bién como angiomatosis encéfalo trigeminal, lo que la
describe. No parece ser hereditaria. La participación
oftalmológica es variada. La angiomatosis toma los
párpados, conjuntiva, epiesclera, cuerpo ciliar, iris y
ángulo de la cámara anterior, por lo que el glaucoma
se asocia a muchos de estos casos. En el fondo del
ojo, además de la excavación provocada por el au-
mento de la tensión ocular o el buftalmos, se puede
ver hemangioma coroideo con aspecto de una man-
cha muy roja en el fondo del ojo.
Ataxia telangiectásica o síndrome de Louis-
Bar. Es una ataxia cerebelosa que aparece, por lo regu-
Fig. 19.19. Hamartoma astrocítico. lar, antes que la telangiectasia oculocutánea, que lo
hace entre los 4 y 7 años. Es autosómica recesiva.
Otras manifestaciones oftalmológicas que se pueden
Las facomatosis que derivan del mesodermo y se presentar son, apraxia oculomotora, nistagmos y
presentan con alteraciones oftalmológicas importan- estrabismo, entre otras menos frecuentes.
tes, afectan a los vasos sanguíneos. Síndrome de Wyburn-Mason. Es una
Von Hippel-Lindau. Es una angiomatosis retiniana facomatosis que se caracteriza por la asociación de
autosómica dominante que suele concomitar con malformación arteriovenosa retinal, de tipo racemoso
hemangioblastomas infratentoriales del cerebelo, tallo y y lesión similar en cerebro medio. La lesión ocular es
médula, en cuyo caso se le adiciona el nombre de Lindau. unilateral y puede englobar vasos de la órbita. Tiene
Se puede acompañar de tumores malignos en otras lo- predilección por el cuadrante inferotemporal de reti-
calizaciones, como carcinoma renal y feocromocitoma. na y puede aparecer con edema, exudados y, si toma
También es frecuente la asociación de quistes y la órbita, proptosis. La extensión intracraneal es por lo
angiomas en vísceras, como páncreas, testículos, riñón, regular a lo largo de la vía óptica y se puede unir a las
huesos, etc. El hemangioma retiniano puede ser único o de la órbita y provocar parálisis oculomotora.
múltiple y frecuentemente es bilateral. En el fondo de
ojo comienza por una pequeña lesión que parece un Desprendimiento de la retina
aneurisma dilatado de vasos de retina periférica; se Entre las afectaciones graves de la retina está su
vuelve después una masa rosada de mayor tamaño, a la desprendimiento, que se produce al separarse la retina
que se ve llegar una vena dilatada que parte de la papila neurosensorial del epitelio pigmentario retinal. Los des-
y otra vena arterializada que lo drena. Por lo regular, prendimientos de retina (DR) se clasifican en
hay cúmulos de exudados de lípidos (Fig. 19.20). regmatógenos, traccionales y exudativos.
Capítulo 19. Afecciones de la retina 279

El desprendimiento de retina regmatógeno (derivado Causas de desprendimiento de retina


del griego rhegma, rotura) se produce por una desgarra- traccional:
dura retiniana que permite el paso del vítreo fluido al es- – Retinopatía de la prematuridad.
pacio potencial subrretinal; este tipo de desprendimiento – Retinopatía de células falciformes.
es el más frecuente. El desprendimiento traccional es – Vitreorretinopatía exudativa familiar.
menos común y es causado por membranas traccionales
vítreas o vitreorretinales que se contraen y elevan la reti- Causas de desprendimiento de retina exudativo:
na. El desprendimiento exudativo se produce por diver- – Enfermedad de Coats.
sas enfermedades que provocan un acúmulo de fluido – Inflamaciones intraoculares (síndrome de Vogt-
por debajo de la retina neurosensorial. Koyanagi-Harada).
El desprendimiento regmatógeno se ve como un – Anomalías congénitas (foseta óptica, coloboma
levantamiento de retina, que a veces tiene pliegues o
del nervio óptico).
bolsones, y una zona de rotura en el área de la zona de
– Tumores intraoculares.
la retina que originó el desprendimiento. Por estar la
retina desprendida en un plano anterior o hacia el ví-
La retina puede ser asiento de trastornos bioquí-
treo, para aclarar la imagen anterior, se deben poner
dioptrías positivas al oftalmoscopio. Su diagnóstico micos o de otro tipo que no siempre alteran clínicamente
preciso requiere del examen por medio de la su función visual o su aspecto, pero se expresan de otras
oftalmoscopia indirecta (Fig. 19.21). maneras, como es el caso de la distrofia muscular de
Duchenne. En esta entidad se respeta la función y el
campo visual, pero el electrorretinograma muestra una
intensa disminución de onda B característica, que ex-
presa disfunción en capa plexiforme externa, donde tam-
bién hay distrofina, como en el músculo. Santiesteban y
colaboradores encontraron relación con las alteracio-
nes del electrorretinograma y el sitio de la deleción.

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Capítulo 20

Enfermedades del nervio óptico y vía visual


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

El hecho de derivar del ectodermo neural y de ro- en la causa, que debe ir acompañada del correlato con
dearse de las mismas capas y líquidos del encéfalo, los defectos de campo visual. La observación de fon-
hacen que en la retina y el nervio óptico se puedan do se debe hacer, tanto por oftalmoscopia directa, en
manifestar, de forma objetiva, daños del sistema ner- la que las estructuras se ven de mayor tamaño, pero
vioso central, tanto congénitos como adquiridos. se abarca menos área, como con oftalmoscopia indi-
La lesión en el nervio óptico puede comenzar en recta, que da una visión de mayor área y permite valo-
el soma de las células ganglionares de la retina, en el rar de forma más global la pérdida de fibras
disco óptico, nervio, quiasma, cintillas ópticas o cuer- ganglionares y el estado de los vasos. También la
po geniculado, y provocar atrofia del disco óptico en biomicroscopia del polo posterior, con lentes especia-
corto o largo plazo; en casos excepcionales de daño les, es de gran utilidad en el examen detallado de la
congénito posgeniculado, se puede observar lesión en papila (Fig. 20.1).
la papila por degeneración transináptica.
Su expresión de disfunción es la pérdida de la
visión, contraste y color, especialmente del rojo y el
verde, que se suele afectar más que la agudeza vi-
sual. Dada la exacta distribución topográfica de los
axones de las células ganglionares a lo largo de la
vía, el estudio del campo visual es un examen de
gran importancia en la localización de la causa del
deterioro.
Las manifestaciones objetivas más frecuentes
de las enfermedades que afectan al nervio óptico
son la atrofia y el edema, lo que varía en sus carac-
terísticas y constituye un elemento de gran impor-
tancia que sirve, en muchas ocasiones, para aclarar
el diagnóstico.
El aspecto de la papila, sus vasos y otros elemen-
tos como la pérdida total o localizada de fibras
ganglionares en determinado sector, orientan mucho Fig. 20.1. Examen de polo posterior con lámpara de hendidura.
282 Oftalmología pediátrica

Para detectar los elementos vasculares y la pérdi- – Degeneraciones y otras enfermedades que trans-
da de fibras ganglionares, es muy útil el uso del filtro curren con atrofia óptica de variadas causas o
de luz aneritra que traen todos los oftalmoscopios y de origen desconocido.
las fotos de fondo de ojo que se realizan con este y – Isquémicos.
otros filtros en equipos especiales, donde se destacan – Traumáticos.
con gran detalle los elementos del fondo de ojo (Fig.
20.2). Esa pérdida de capas de fibras se puede cuan- La secuela de estos procesos es, por lo regular, la
tificar con los modernos equipos que procesan imáge- atrofia óptica, precedida o no, de edema.
nes del fondo de ojo, como el tomógrafo retinal de Las malformaciones que puede presentar la papila
Heidelberg y la tomografía óptica coherente (OCT), son variadas, sobre todo en forma, tamaño y color;
verdaderos tomógrafos de retina y nervio óptico. entre las más frecuentes se encuentran las fibras de
mielina, papilas hipoplásicas, oblicuas y las drusas. Su
aspecto puede estar también relacionado con defec-
tos refractivos o no, principalmente en lo que respecta
al tamaño y forma.

Anomalías congénitas de la papila


Las anomalías congénitas más conocidas son:
– Recubrimiento mielínico.
– Aplasia verdadera de la papila.
– Papila doble y megalopapila.
– Hipoplasia de la papila.
– Colobomas.
– Fositas.
– Estafilomas.
– Discos oblicuos o inclinados.
Fig. 20.2. Fondo de ojo con luz aneritra en lámpara FF450. – Drusas papilares.
– Papila de Bergmeister y persistencia de la arte-
El estudio de los potenciales evocados visuales, ria hialoidea.
de retina y de corteza, son de gran utilidad en el estu- – Bucles vasculares prepapilares y comunicación
dio funcional objetivo de las diferentes estructuras de opticociliar de los vasos.
la vía visual, los cuales se pueden registrar de cada – Pigmentación anormal.
punto de la retina y construir así verdaderos mapas de
función retinal y cortical occipital. Recubrimiento mielínico de la vía visual
anterior. Comienza en el quinto mes del período
El nervio óptico en todo su recorrido, y en especial
embrionario, desciende desde el encéfalo y se detie-
su parte visible, la papila, así como en el resto de la vía
ne en la papila, cercano al momento del nacimiento o
visual, puede ser asiento de diferentes malformacio-
un corto tiempo después. Si la mielinización conti-
nes: neuropatías, y otros tipos de procesos que se pue-
núa, cubre a las fibras ganglionares de la retina que
den clasificar por su expresión en el fondo de ojo o por son transparentes; en esa zona, el fondo de ojo pier-
su causa. Estos son: de su color rojo naranja y aparece en ese sitio un
– Malformaciones. área blanca nacarada, que en la mayoría de los ca-
– Edemas. sos hace cuerpo con la papila en forma de abanico
– Atrofias. de bordes deshilachados, detrás de lo cual los vasos
– Procesos inflamatorios y desmielinizantes. retinianos pueden quedar ocultos (Fig. 20.3). En co-
– Neuropatías hereditarias. rrespondencia con esta zona de fibras mielinazadas
– Tóxico nutricionales. aparece un escotoma en el campo visual. Esta ano-
– Tumores y compresiones del nervio óptico y de malía predomina en varones y su modo de transmi-
la vía visual. sión hereditario es autosómico dominante.
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 283

Hipoplasia de la papila. Es una de las anoma-


lías más frecuentes. Puede ser unilateral o bilateral y
de variados grados; a veces la atrofia es segmentaria.
Se ve como un disco pequeño, menos de 1,5 mm, con
halo peripapilar que rodea al disco, lo que es llamado
signo del doble anillo. Los vasos de la papila
hipoplásica son normales. Esta anomalía ocasiona
deficiencia visual de diversos grados, en relación con
la disminución del tamaño del disco y si la hipoplasia
es leve y el defecto de la agudeza visual no es impor-
tante, pueden pasar inadvertidos. Cuando la hipoplasia
es bilateral y la papila muy pequeña, se asocia, en la
mayoría de los casos, a nistagmo y otras malforma-
Fig. 20.3. Fibras de mielina en retina.
ciones oculares como microftalmos, coloboma de
coroides y del disco, blefarofimosis, dacrioestenosis,
ptosis, estrabismos, parálisis oculomotoras, entre
otras. También se asocia a malformaciones cerebra-
Aplasia verdadera de la papila. Es rara; no
les, como anomalías de línea media, agenesia de la
hereditaria y generalmente monocular; se puede ver
comisura blanca anterior y septum pellucidum,
asociada a grandes malformaciones encefálicas, como
quiasma, craneofaringiomas, gliomas del nervio, re-
enoftalmos o microftalmos.
tardo del crecimiento, diabetes, convulsiones in-
Papila doble y megalopapila. También son raras, tratables, y otras, por lo que se recomienda com-
y esta última se puede asociar con defectos cerebrales pletar su estudio con exámenes neurorradiológicos
y de línea media facial: hipertelorismo, puente nasal pla- y endocrinos. Si la hipoplasia es unilateral o
no, labios leporinos, entre otras, o aparecer aislada (Fig. segmentaria, el resto de las anomalías es menos
20.4). La megalopapila es, por lo regular, bilateral, el frecuente.
disco óptico mide más de 2,1 mm en sus 2 diámetros El diagnóstico se realiza principalmente por
principales, y el resto de su estructura es de aspecto oftalmoscopia simple, en la que se observa un dis-
normal. A veces existen alteraciones del epitelio co pequeño, con vasos de calibre normal, que ge-
pigmentario que rodean a la papila. Generalmente se neralmente está rodeado de un doble anillo, cau-
conserva buena visión central; en el campo visual hay sado por los cambios de hipopigmentación
aumento de la mancha ciega y se pueden ver también concéntrica de retina y coroides que rodea el dis-
caídas temporales superiores. co óptico (Fig. 20.5).

Fig. 20.4. Coloboma y papila doble. Fig. 20.5. Hipoplasia de papila.


284 Oftalmología pediátrica

Colobomas del nervio óptico. Son casi siempre Fositas. Son pequeños colobomas del disco que
inferiores y se asocian a defectos del campo visual supe- ocupan la porción temporal inferior y producen defec-
rior y mala visión. Los de gran tamaño son excavaciones tos arciformes del campo, en relación con su ubica-
displásticas que se extienden a retina y coroides, los cua- ción; aunque estos casos mantienen una buena visión,
les distorsionan la papila, como el “disco de la mañana se pueden complicar con desprendimiento seroso de
gloriosa”. En este caso, los vasos salen del borde de la la mácula, en el 50 %, lo cual se duda que sea debido
gran excavación, como los rayos del sol, pero pueden al escape de fluido vítreo a través del agujero papilar,
asumir diferentes formas, acompañados con estafilomas pasando al espacio subrretinal. Se observan como pe-
posteriores, colobomas retinocoroideos, o discos rellenos queños defectos intrapapilares, ovalados o redondea-
con material glial de origen embrionario, rodeados de te- dos de tono gris perlado, sobre el área del disco óptico,
jido coriorretinal pigmentado. En la mayoría de los casos, con leves alteraciones del epitelio pigmentario conti-
el área peripapilar es irregular, pigmentada y cruzada por guo, casi siempre temporal. Pueden ser múltiples y
vasos anómalos, lo que le da su nombre al síndrome de la bilaterales, y llegar a alcanzar un tamaño hasta de un
mañana gloriosa, por la flor que tiene esa forma. Puede tercio del área papilar (Fig. 20.7).
estar comprometida la retina y la coroides o solo el ner-
vio óptico y sus vainas meníngeas. La fóvea puede ser
hipoplásica y las capas de fibras ganglionares estar dis-
minuidas. Estas anomalías congénitas del disco suelen
ser esporádicas (Fig. 20.6). La pérdida de la agudeza
visual se produce o se acentúa por desprendimiento de
retina no regmatógeno. Se pueden asociar a otras mal-
formaciones oculares, entre ellas colobomas de iris, cris-
talino y coroides, o a anomalías sistémicas. En el síndro-
me de CHARGE se describe coloboma, enfermedad
cardiaca, atresia coanal, retardo del crecimiento y desa-
rrollo asociado a coloboma renal.
Los colobomas displásticos del disco óptico se aso-
cian con malformaciones faciales de línea media:
hipertelorismo, labios leporinos, paladar hendido y otras
anomalías del sistema nervioso central, quistes Fig. 20.7. Fosita del nervio óptico.
aracnoideos retrobulbares, malformaciones quísticas
de fosa posterior encefalocele transesfenoidal, que se Estafilomas. El estafiloma peripapilar es raro. Se
puede confundir con una hipertrofia adenoidea y pro- trata de un defecto del nivel de la pared escleral, como
poner su exéresis; y hasta con anomalías vasculares, una fosa que rodea a un disco óptico de aspecto nor-
sobre todo de vasos carotídeos y la arteria oftálmica. mal, pero con atrofia de coroides y epitelio pigmentario
dentro de las paredes del defecto. El fondo del
estafiloma se suele observar con 10 dioptrías negati-
vas o más para alcanzar su profundidad máxima, mien-
tras que la fóvea, situada antes, se ve con apenas 1 o
2 dioptrías negativas, o sea, menos de 1 mm de despla-
zamiento posterior, mientras el fondo del estafiloma
está a más de 3 mm.
Discos inclinados o papilas oblicuas. Se pue-
den considerar una variante de defecto colobomatoso
y de posición. Se observa en el 1-2 % de la población.
Son bilaterales en la mayoría de los casos, y pueden
ser hereditarios. El borde superior y temporal de la
papila está elevado en forma de teja o cornisa, lo que
da la impresión de edema del disco (Fig. 20.8). Hay
Fig. 20.6. Coloboma del nervio óptico y desprendimiento seroso. ectasia nasal inferior que da por resultado defecto
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 285

colobomatoso y escotoma temporal superior; este de- serva al examinar la papila con filtro azul de cobalto,
fecto, si es bilateral, se diferencia de los campos vi- que traen incorporado los oftalmoscopios que hacen
suales del síndrome quiasmático, porque el área de no autofluorescer a las drusas y la falta de síntomas y
visión o escotoma pasa la línea media hacia los cam- signos clínicos de hipertensión endocraneana. Las
pos nasales superiores. Concomitan casi siempre con drusas tienen carácter familiar por lo que la ob-
defectos refractivos tipo astigmatismos oblicuos que servación del fondo de ojo de los padres sirve de ayuda
siguen la dirección de la inclinación del disco. La agu- para su diagnóstico.
deza visual puede estar normal o afectada levemente. Papila de Bergmeister y persistencia de la
arteria hialoidea. Se deben a la regresión incomple-
ta de esas estructuras embrionarias. Se les da el nom-
bre de velo papilar y no es más que tejido glial que ha
quedado sin reabsorberse sobre la cabeza del nervio
óptico, al inicio del canal de Cloquet, donde se pueden
ver restos de lo que era la arteria hialoidea. Ya fue
discutida en capítulos anteriores, así como los bucles
vasculares peripapilares.

Fig. 20.8. Disco oblicuo.

Drusas papilares. Son formaciones redondea-


das, de inicio ubicadas detrás de la lámina cribosa,
traslúcidas por cúmulo de sustancia hialina, de as-
pecto grumoso o nodular, de color blanco amarillen-
tas que, si están profundas en el nervio, se ocultan y
se pueden confundir con edema de la papila, al ele-
varla y borrarla. Con el transcurso del tiempo las
drusas van aflorando al disco hasta que se hacen vi- A
sibles y dan un aspecto algo irregular a este. La vi-
sión es normal en la mayoría de los casos, aunque
cuando existe gran cantidad de drusas, pueden com-
primir y hacer más lento el flujo axoplásmico, produ-
cir pérdidas transitorias de la visión durante segun-
dos por compromiso de este flujo y dañar mucho las
fibras hasta atrofiarlas y producir diversos defectos
de campo visual.
Es uno de los diagnósticos diferenciales más
difíciles con el papiledema, cuando las drusas están
ocultas y elevan el disco (Fig. 20.9). Ayudan al diag-
nóstico la arborización precoz de los vasos y la papila
plana o con excavación fisiológica casi ausente. La
visualización de los vasos del disco es nítida, sin que
se vean borrosos por el edema. Un elemento decisi- B
vo en el examen es la autofluorescencia que se ob- Fig. 20.9 A. Drusas papilares ocultas; B. Drusas papilares visibles.
286 Oftalmología pediátrica

Bucles o asas y comunicación opticociliar. Son óptica o cuando alguna de las lesiones que lo acompa-
anomalías en los vasos de la papila; este último es sig- ñan, como edema retiniano, hemorragias o exudados,
no de meningiomas del nervio óptico, ciertos tipos de se sitúan en el área macular. Los oscurecimientos vi-
atrofia, glaucoma y otras. Se comentaron en el capí- suales de segundos de duración se refieren por el pa-
tulo anterior. ciente en el papiledema ya desarrollado y es un sínto-
Pigmentación anormal. Es una anomalía congé- ma de gran importancia para sospechar la entidad.
nita del disco óptico, que se llega a ver como una papila Entre las causas del papiledema más frecuentes se
completamente oscura o variantes como placas o lí- encuentran las lesiones que ocupan espacio, como tu-
neas de pigmento sobre la superficie del disco o lámi- mores cerebrales, hematomas subdurales, abscesos,
na cribosa. Debe ser diferenciada del melanoma ma- lesiones parasitarias, hamartomas, granulomas, hemo-
ligno y el melanocitoma (Fig. 20.10). rragias subaracnoideas, y cuando se aumenta el conte-
nido del líquido cefalorraquídeo o se dificulta su absor-
ción en la llamada hipertensión endocraneana benigna.
Los tumores infratentoriales son los que más
papiledema provocan y no todos los tumores cerebrales
o masas intracraneales provocan papiledema, lo que está
en dependencia de diferentes factores, como localiza-
ción, tipo, velocidad de crecimiento, estado de la pupila,
entre otros. El edema cerebral, las hidrocefalias, tras-
tornos en el retorno venoso y meningitis, aparecen como
otras de las causas. También se puede ver en ciertos
tipos de craneosinostosis y, aunque raro, pero ha sido
bien documentado en el síndrome de Laundry-Guillain-
Barré y en tumores espinales.
Una de las causas del papiledema de mayor inte-
rés para el seguimiento oftalmológico es la mal llama-
Fig. 20.10. Melanocitomas.
da hipertensión endocraneana benigna, o seudotumor
cerebral, cuyo diagnóstico debe ser de exclusión y estar
Defectos adquiridos basado en la comprobación manométrica de la
hipertensión endocraneana. Esta entidad se ve en ni-
Papiledema ños y sobre todo en mujeres obesas de mediana edad.
Es considerado uno de los signos principales en la Puede remitir espontáneamente si se disminuye de
clínica médica, ya que en la mayoría de los casos es peso. En otras ocasiones, no se controla ni con los
diagnóstico de un tumor cerebral, lo que frecuente- tratamientos depletantes y van hacia la atrofia óptica,
mente va acompañado de náuseas, cefalea y diplopía desmintiendo su nombre de benigna.
horizontal directa por lesión de los VI nervios Otras condiciones asociadas al seudotumor cere-
craneales. Es una emergencia médica que debe ser bral son: disfunción endocrino metabólica, impedimento
manejada como tal; sin embargo, este signo es fre- en el retorno venoso, administración de agentes
cuentemente confundido con otras entidades que pro- exógenos como vitamina A, corticoides, tetraciclina,
ducen edema del disco óptico, o elevan y borran sus ácido nalidíxico, embarazo, enfermedades sistémicas
bordes. Por su implicación, se ha definido que el tér- como anemia ferripriva, discrasias sanguíneas, insufi-
mino papiledema se debe dejar para el edema pasivo ciencia respiratoria obstructiva crónica, encefalitis
del disco, asociado con aumento de la presión alérgica e inflamatoria, enfermedades del oído medio,
intracraneal; llamar edema del disco cuando no esté disección radical de cuello, entre otras.
implícito este término de hipertensión endocraneana y Para que se produzca papiledema debe existir un
seudopapiledema cuando la imagen del fondo de ojo aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo por
solo semeja esta condición pero no lo es. encima de 200 mm de H2O, cuyo valor en el sujeto
El papiledema es casi siempre bilateral, aunque en normal fluctúa entre 100 y 180 mm H2O, que el espa-
algunos casos puede ser unilateral o asimétrico; no cio intravaginal del nervio permanezca en comunica-
afecta la visión hasta que no pasa a la fase de atrofia ción con el subaracnoideo, y que la presión del líquido
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 287

cefalorraquídeo se transmita hasta la porción más an-


terior del nervio óptico. En niños muy pequeños con
hipertensión endocraneana por grandes hidrocefalias
congénitas, no se produce papiledema, lo que se cree
que se deba a la extensibilidad ósea del cráneo, aun-
que si la hipertensión es de rápida evolución, no es
suficiente esta condición para que no se desarrolle.
La medida de la presión del líquido cefalorraquídeo
mediante punción lumbar, en casos de verdaderos
papiledemas en los que se haya descartado lesión intra-
craneal expansiva, a veces es necesaria pero conlleva
riesgos; estos se pueden disminuir si se usa un trocar
fino y se extrae poca cantidad de líquido cefalorra-
quídeo. La posibilidad que brindan los nuevos estudios
Fig. 20.11. Papiledema incipiente.
imaginológicos, de conocer el estado del contenido
intracraneal y del sistema ventricular, permite abolir o
En el papiledema incipiente, la excavación de la
disminuir la posibilidad de complicaciones por
papila sigue intacta, las venas empiezan a ingurgitarse
enclavamiento en la punción lumbar.
y se hacen algo más oscuras. Al mantener la
En el papiledema se han descrito fases o estadios.
hipertensión endocraneana el papiledema pasa a una
La forma incipiente es la más difícil de diferenciar de
fase de desarrollo en la cual aumenta el edema
otras entidades que provocan elevación y/o borramiento
intersticial; los bordes del disco óptico se elevan sobre
de la papila (Fig. 20.11). En esta fase, el papiledema
puede ser asimétrico. Para su diagnóstico es impor- el plano de la retina y se hacen borrosos; los vasos
tante tener en cuenta el patrón normal de fibras quedan hundidos entre las fibras edematosas y pier-
peripapilares y su visualización con oftalmoscopia, den su nitidez; aumenta la dilatación capilar y la ingur-
usando luz aneritra para poder detectar los sutiles cam- gitación venosa; pueden aparecer exudados
bios que se producen en los espacios extracelulares algodonosos por el infarto en las capas de fibras y
que rodean a las fibras. Los polos superiores e inferio- aumentan las hemorragias, esta última casi siempre
res, algo más borrosos por el mayor agrupamiento y en relación con la rapidez de la instalación. Los
grosor de las fibras, normalmente se enturbian con el exudados se pueden ver también si se siguen las fi-
edema y no dejan ver las estriaciones que quedan en- bras radiadas que rodean la mácula, en su lado nasal,
tre los paquetes de fibras ganglionares que los for- sobre el haz papilomacular. La excavación comienza
man, las cuales confluyen para salir del globo ocular. a cerrarse y el edema retiniano circundante da un as-
Se pierde el reflejo luminoso lineal producido por estos pecto agrandado a la papila (Fig. 20.12). Es posible la
paquetes de fibras al hacer incidir sobre ellos un haz formación de pliegues retinianos circulares, lo que es
de luz. Este hecho, junto a la dilatación de capilares es conocido como signo de Paton. En esta fase es posi-
uno de los primeros signos en ser observados por ble medir la protrusión del disco óptico mediante enfo-
oftalmoscopia y preceden a la ingurgitación venosa, ques del área retiniana no edematosa y la porción más
aunque es difícil a veces interpretar las variantes de elevada del disco, para lo cual se debe recordar que 3
color del disco normal y definir si hay hiperemia. dioptrías positivas del oftalmoscopio es igual a 1 mm
También se pueden observar en esta fase pequeñas de elevación de la papila.
hemorragias lineales en las capas de fibras adyacentes a La reabsorción total de un papiledema desarrolla-
los márgenes de la papila, que pueden pasar inadvertidas, do puede durar varias semanas y tener períodos de
enmascaradas en la arborización de los vasos. agudización y de disminución o regresión, lo que suele
La presencia de latido venoso espontáneo es otro dejar huella en la retina peripapilar circundante.
elemento que ayuda a negar la hipertensión Si la hipertensión persiste, pasa a la fase de
endocraneana, ya que desaparece por encima de los papiledema crónico. Al transcurrir los meses se
200 mm H 2 O, pero su ausencia no afirma el reabsorven las hemorragias, los exudados y el edema
papiledema, pues puede faltar en parte de los sujetos de retina. La papila se mantiene elevada con gran di-
normales y en momentos determinados. latación de capilares, en forma de cabeza de medusa
288 Oftalmología pediátrica

(Fig. 20.13). En esa fase se puede confundir con un


disco anómalo sin excavación central. Los campos
visuales se contraen antes de llegar a la misma. Están
indicadas entonces las intervenciones quirúrgicas para
tratar la atrofia, como la fenestración del nervio óptico
o las derivaciones del líquido cefalorraquídeo.

Fig. 20.14. Papiledema atrófico.

El momento de aparición de la fase atrófica del


papiledema se ha visto variar desde 6 semanas de la
evaluación inicial hasta meses o años después, y pare-
ce estar relacionado con su gravedad y constancia.
El diagnóstico del papiledema debe ser del dominio
Fig. 20.12. Papiledema desarrollado. del pediatra y del oftalmólogo, por lo grave de su pro-
nóstico y por la gran frecuencia con que se presentan
en sus consultas niños que se quejan de cefalea, en los
que se debe descartar la presencia de papiledema. La
cefalea puede ser provocada también por múltiples cau-
sas generales y por problemas oftalmológicos que son
frecuentes, como defectos refractivos, anisometropías
y heteroforias descompensadas. En el diagnóstico dife-
rencial ayuda el tipo de cefalea, que en la hipertensión
endocraneana es aguda o subaguda y progresiva, a di-
ferencia de la causa ocular que suele ser crónica e in-
termitente; pero se debe tener en cuenta que no toda
hipertensión endocraneana se manifiesta por papiledema,
sobre todo en niños pequeños.
Existe un grupo de enfermedades que provocan
edema de la papila sin hipertensión endocraneana, con
las que se debe hacer también el diagnóstico diferencial
Fig. 20.13. Papiledema crónico. con el papiledema. En la hipertensión arterial se puede
ver edema del disco óptico por los cambios vasculares
En la fase atrófica la papila se ve aplanada y toma en el nivel de la retina y papiledema, si existe
un aspecto blanco o grisáceo; se observan vasos afina- encefalopatía hipertensiva.
dos y envainados por la gliosis reactiva, lo que da un
aspecto de atrofia sucia, aunque también la papila pue- Atrofia óptica o papilar
de quedar solamente pálida sin este otro elemento. A la La atrofia de la papila es un signo o secuela, no
gliosis se puede sumar alteración del epitelio pigmentario una enfermedad; se produce por la degeneración de
foveal, sobre todo si el descenso de la tumefacción fue las fibras nerviosas por diferentes causas. Esta atro-
muy brusco, lo que añade más deterioro visual al produ- fia del nervio puede ser parcial o total. La papila se
cido por la atrofia de fibras (Fig. 20.14). observa pálida, blanca o blanca grisácea, y los vasos
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 289

muchas veces son finos, por la enfermedad causal o más afectada; grave déficit en el reconocimiento de
como consecuencia del propio tejido atrófico que re- los colores y de saturación, con alteración sobre todo
quiere menos vascularización. del rojo y verde. La respuesta pupilar aferente es pa-
No es siempre evidente desde los primeros radójica en el ojo afecto, es decir que en vez de con-
momentos del daño al nervio, si la lesión no está cerca traerse la pupila, al proyectarle la luz, se dilata.
de la papila. El tiempo de la aparición de la palidez En pacientes con neuritis óptica anterior, se pue-
papilar depende, en gran parte, de la distancia a que den observar células en el vítreo que, si son abundan-
se encuentre la lesión y de si hay fenómenos tes, hablan a favor de un proceso inflamatorio infec-
isquémicos graves añadidos. cioso, primario ocular o asociado con una enfermedad
Aparece como secuela de edema papilar (inflama- sistémica, lo que sugiere el diagnóstico causal y el tra-
torio o por estasis), debido a enfermedades tamiento. Este estudio se debe llevar a cabo por per-
heredodegenerativas, metabólicas, desmielinizantes, sonal especializado, quien decide si se deben usar
congénitas, carenciales, como por ejemplo: la deficien- esteroides (metilprednisolona) o no u otros
cia de vitamina B12 y otras vitaminas del complejo B, antiinflamatorios no esteroideos y antibióticos, sobre
o causada por algunas anemias, traumas, compresio- la base del examen ocular y la sospecha de enferme-
nes, inflamaciones; por toxicidad de determinados dad infecciosa como causa.
medicamentos como la quinina, cloroquina o por otros La papilitis se ve más en los niños y con cierta
tóxicos, entre ellos metanol o alcohol metílico, y por frecuencia es bilateral. Su causa es casi siempre
glaucoma. El aspecto de la papila puede hacer sospe- posinfecciosa, por reacción inmunológica, como des-
char su causa y el sitio donde comenzó la lesión pués del sarampión, parotiditis, mononucleosis infec-
ganglionar. ciosa, tifoidea, infecciones respiratorias altas, encefa-
litis y meningoencefalitis, en especial posvírica, sin que
Procesos inflamatorios necesariamente se produzca una encefalopatía
Entre estos procesos se destacan la papilitis o neu- posinfecciosa. La sífilis, la sarcoidosis, la
ritis óptica y la neurorretinitis estrellada de Leber. criptocoquiasis, la tuberculosis y la toxoplasmosis, en-
Papilitis o neuritis óptica anterior. Es un pro- tre otras enfermedades infecciosas, pueden afectar al
ceso inflamatorio local de la papila, que por lo regular nervio óptico. También procesos inflamatorios de la
es unilateral y transcurre con edema, en el cual el pa- órbita o cavidades vecinas, como desde los senos
ciente sufre de alteraciones precoces e importantes perinasales, pueden producir una neuritis óptica, y con
de la visión y del campo visual, a diferencia del edema mayor frecuencia Haemophilus influenzae.
por estasis papilar, en el que la deficiencia visual no En los casos de neuritis se suele observar con el
aparece, por lo regular, hasta que sobreviene la etapa oftalmoscopio, edema de la papila y retina circundan-
de atrofia. La neuritis puede afectar al nervio óptico te, hemorragias y exudados que son indistinguibles del
en su porción retrobulbar y ser normal el fondo de ojo edema pasivo de la papila en su etapa de desarrollo,
durante un tiempo, dar una papilitis, asociada a infla- excepto en la afectación de las funciones visuales, que
mación de la úvea o de la retina peripapilar o no. En son precoces y por lo regular importantes en las neu-
ella se observa edema del disco óptico, hemorragias, ritis (Fig. 20.15).
exudados y células en el vítreo, sobre todo en los ca- Es raro que ocurra aislada en el niño, y puede ser
sos de origen infeccioso. También se puede nombrar parte de una enfermedad desmielinizante, rara en los
como “axial”, cuando afecta a la porción del haz niños, como la esclerosis múltiple, la neuromielitis óp-
papilomacular; “periaxial” cuando toma la porción tica de Devic, que suele comenzar por un solo ojo y
extramacular; y “perineuritis” cuando son las vainas días después se afecta el otro ojo, y a continuación
del nervio las que están más inflamadas. aparece la paraplejía, con recuperación variable; la
El paciente puede sentir dolor retroocular modera- enfermedad de Schilder, también rara, bilateral con muy
do, que se exacerba con los movimientos del ojo. Los poca recuperación y fatal en los primeros años de vida.
hallazgos en los estudios funcionales son: grave pérdi- En estos casos, la afección también puede ser
da de la agudeza visual, de instalación en horas o días. retrobulbar, con fondo de ojo normal hasta que la de-
En el campo visual se observa escotoma central o de generación retrógrada descienda y se haga visible la
cualquier otro tipo, en dependencia del área del nervio palidez del disco óptico.
290 Oftalmología pediátrica

Neuropatías ópticas hereditarias


Neuropatías ópticas de tipo hereditario. Son
prácticamente monosintomáticas bilaterales y se mues-
tran por palidez del disco de aspecto limpio y a veces
la palidez está más localizada a determinado sector.
Pueden ser de varios tipos y herencias. La atrofia óp-
tica hereditaria también se ve como manifestación
degenerativa o del desarrollo y acompaña a enfer-
medades sistémicas. Entre ellas se encuentran la for-
ma autosómica dominante, la recesiva, la atrofia ópti-
ca ligada al cromosoma X y la neuropatía óptica here-
ditaria de Leber, algunas de origen mitocondrial.
Atrofia óptica autosómica dominante (AOAD)
o de Kjer. Es la más frecuente de las neuropatías
Fig. 20.15. Papilitis o neuritis óptica.
hereditarias, con incidencia de 1/10-12 000 habitan-
tes; Kjer la describió en 1959 y se basó en sus crite-
Neuritis estrellada. Es de carácter monocular.
rios diagnósticos. Se caracteriza por deficiencia visual
Tiene un patrón morfológico específico, con edema
moderada, poco progresiva, que se detecta por lo re-
foveal y exudados profundos alrededor de la mácula,
gular entre los 5 y 10 años de vida; deficiencia visual
como una figura estrellada que puede ser incompleta
(Fig. 20.16). Se puede ver también con hiperemia y variable, entre 0,8 y 0,2, bastante simétrico entre los 2
edema del disco, excepto en los raros casos que se ojos y sin recuperación visual; escotomas centrales o
presenta con atrofia óptica de instalación rápida. Casi centrocecales no muy densos, con caída temporal su-
siempre tiene un carácter benigno, pues a las pocas perior de las isópteras medianas, mientras las isópteras
semanas se mejora de forma importante la visión y en periféricas son normales; defectos de visión de colo-
la mayoría de los pacientes no queda secuela. La pre- res, sobre todo en el eje de color amarillo azul, al con-
sencia de exudados lineales y profundos alrededor de trario de otras neuropatías ópticas en las que casi siem-
la mácula (estrella macular) y el disco óptico, de as- pre se afecta más o casi exclusivamente el eje rojo
pecto edematoso, como el de los primeros estadios del verde. Esto rompe con la regla de Koellner, quien dijo
papiledema, es lo característico. que las enfermedades que lesionan primariamente los
fotorreceptores y las células bipolares de la retina, dan
defectos al color amarillo azul y las neuropatías al rojo
verde. Hay palidez del disco, casi siempre a predomi-
nio temporal, y en forma de gran excavación, lo que
hace que se confunda con el glaucoma juvenil
(Fig.20.17). A veces transcurre asintomática.

Fig. 20.16. Neurorretinitis estrellada.

En muchos casos queda sin aclararse la causa, pero


los pródromos de enfermedad viral son frecuentes. Se
ha identificado con enfermedades infecciosas: la infec-
ción por Bartonella henselae, la enfermedad de Lyme,
la fiebre por arañazo de gato, entre otras. Fig. 20.17. Atrofia óptica autosómica dominante.
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 291

La pérdida de células ganglionares que la caracte- similitud de síntomas y aspecto de fondo con la enfer-
riza, como sucede en la neuropatía óptica hereditaria de medad de Leber y otras abiotrofias tapetorretinianas,
Leber, ha sugerido una posible falla mitocondrial. El gen hacen complejo su diagnóstico, que se basa en ERG
de la AOAD está en el brazo largo del cromosoma 3 en anormal para estas últimas.
casi todos los pedigríes. Hoy se dice que la AOAD tipo La forma de atrofia óptica hereditaria ligada al
OPA1, o del gen nuclear OPA1, localizado en cromosoma X es aún más rara y hasta se duda de su
cromosomas 3q28-q29, es causada por falla en la pro- verdadera existencia.
teína mitocondrial que tiene que ver con la vulnerabili- Neuropatía óptica hereditaria de Leber
dad de las células ganglionares. Allí se han encontrado (NOHL). Es considerada entre las enfermedades
4 diferentes mutaciones en los casos con este tipo de mitocondriales de herencia materna; por lo regular, no
aparece la deficiencia visual hasta entrada la adolescencia
atrofia hereditaria, lo que demuestra un papel para la
o la juventud, aunque la edad de inicio puede ser menor o
mitocondria en su fisiopatología, localizada en las célu-
mayor, lo que suele ser similar en una misma familia. En
las ganglionares de la retina. La herencia se describe
Cuba, los casos de menor edad confirmados como NOHL
recientemente como semidominante, más que puramente
por estudio de ADN, son: una niña que presentó la enfer-
dominante. La penetrancia es variable. Otro locus me- medad a los 9 años y un varón de 11 años; y el de mayor
nos frecuente en 18q12.2-12.3 ha sido también iden- edad, un hombre de 50 años. En general, tiene una inci-
tificado. En Cuba se desconoce su incidencia y hay una dencia de 1/40 000 a 1/50 000 habitantes.
sola familia notificada con comprobación molecular, que Predomina en varones, es binocular, aunque pue-
procede de la región de Mayajigua, provincia Sancti de comenzar con diferencia en el tiempo entre uno y
Spíritus; esta familia fue estudiada molecularmente en otro ojo. La presentación es de forma subaguda, defi-
cooperación con Alemania. En las bases de datos del ciencia visual que progresa en días o semanas, al uní-
departamento de Neurooftalmología del Instituto de sono o con un intervalo de semanas o meses entre la
Neurología y Neurocirugía, hay más de 60 casos, en pérdida de la visión entre uno y otro ojo. Los estudios
menos de 10 años, con este diagnóstico posible por los de campo visual muestran un escotoma central gran-
hallazgos clínicos, que no se han podido comprobar por de, denso, con conservación de la visión periférica, en
estudio molecular. la mayoría, por lo que estos pacientes no están limita-
Los exámenes revelan considerables variaciones dos en la deambulación, porque no llegan a una ce-
en la expresión de la enfermedad entre pacientes y guera total. En el fondo del ojo, en un inicio se pueden
familiares con la mutación, que van desde la visión observar dilataciones capilares y telangiectasias que
normal hasta muy deteriorada, sin relación con la po- han sido reconocidas en el segundo ojo, aún antes de
sición o el tipo de mutación. Para determinar el tipo de que comiencen en él los síntomas. Seguidamente da
herencia se hace necesario examinar a sus familiares, paso a la atrofia del haz papilomacular y a palidez tem-
y si el estudio de ellos es normal, se deben incluir prue- poral del disco, que en los casos de peor visión se hace
bas de función específicas como la de FMH 100, o total (Fig. 20.18). La mejoría de la función visual es
potenciales evocados visuales, en busca de afectación poco frecuente.
subclínica en posibles portadores. Con relativa frecuen-
cia aparecen casos de nueva mutación, que en una de
las series de Delettre sobrepasan el 40 %. Este autor
propone que al menos 2 modificaciones de la OPA1
pueden llevar a la AOAD.
Atrofia óptica de forma autosómica recesiva.
Es muy poco frecuente. Provoca una deficiencia vi-
sual por lo regular mayor y se acompaña con otras
lesiones del sistema nervioso central que hacen muy
grave el cuadro clínico; la muerte sobreviene en un
lapso corto de tiempo, aunque existe una forma
recesiva menos invalidante que hay que diferenciar
del resto. En ella, de padres por lo regular consanguí-
neos, la deficiencia visual se detecta en los 3-4 prime-
ros años de vida y se presenta con grave deterioro
visual, atrofia óptica total y por lo regular nistagmo. Su Fig. 20.18. Neuropatía óptica hereditaria de Leber. Fase atrófica.
292 Oftalmología pediátrica

En Cuba se han encontrado familias con los 3 se considera indispensable para que se produzca la
tipos de mutaciones primarias que se describen en neuropatía. La atrofia del haz papilomacular es carac-
esta entidad: 11778, 3460 y 14484. En la zona de terística en estas enfermedades toxicometabólicas y
Bayamo se localiza la familia de mayor número de nutricionales que pueden llegar a afectar o no a todo
casos conocidos; ellos portan la mutación en la posi- el disco óptico. El mismo cuadro clínico se ha descrito
ción 11778, que es la más frecuente. Otro sitio de en embarazo, lactancia y otras enfermedades por de-
alta prevalencia de la enfermedad y la misma muta- ficiencias de vitaminas del complejo B, en prisioneros
ción es el de las montañas del Escambray y las ciuda- de guerra y poblaciones con crisis que lleva a una dis-
des y poblaciones cercanas. En las bases de datos minución alimentaria brusca.
del Instituto de Neurología y Neurocirugía de Cuba,
pasan de 15 las familias registradas, con numerosos
miembros afectados. En portadores asintomáticos,
con la mutación 11778, además se ha detectado este
estado mediante pruebas de función muy precisas,
como la prueba de sensibilidad al contraste y de co-
lores, así como por el patrón de pérdidas de capas de
fibras en el OCT, lo que ha estado en dependencia
de la intensidad del daño. En el examen de fondo de
ojo se ha observado la dilatación de capilares, lo que
se ha visto también en pacientes antes de convertir-
se en sintomáticos.

Neuropatías toxiconutricionales
Este tipo de neuropatía es también bilateral, bas- Fig. 20.19. Pérdida de fibras en el haz papilomacular en neuropatía
óptica toxiconutricional.
tante simétrica y con escotomas centrales o
cecocentrales de variado tamaño. Por lo regular, son
provocadas por deficiencias de determinados Un cuadro clínico toxiconutricional similar apare-
nutrientes necesarios en la cadena de fosforilación ció al comenzar un gran período de restricción ali-
oxidativa para producir ATP o por tóxicos que inter- mentaria en Cuba por graves problemas económicos
fieren los pasos de esa cadena. Un ejemplo es la en el país, en 1992, lo que se convirtió en la epidemia
neuropatía alcoholicotabáquica o nutricional (Fig. del sistema nervioso más grande de ese siglo al
20.19). Su parecido en el examen oftalmológico con notificarse, en menos de 5 meses del año 1993, 50
la NOHL en fases iniciales o que conservan relativa 000 casos. Esta situación se mejoró con rapidez al
buena visión, es extraordinario, excepto que la NOHL suplir a la población con tabletas multivitamínicas y
no siempre se presenta al unísono en ambos ojos y alertar en elevar la calidad de los alimentos y elimi-
en ella la deficiencia visual y la atrofia óptica suelen nar los tóxicos; 8 años después se mantenía solo como
ser más graves y casi totales. una endemia.
Existen muchos medicamentos y sustancias, que La población infantil fue la menos afectada, lo
asociadas a problemas nutricionales o no, pueden que se consideró que se debió a la ausencia del uso o
ocasionar lesión de los nervios ópticos. Entre ellos los abuso del alcohol y tabaco, reconocidos como facto-
antituberculosos, determinados antibióticos, antineo- res de alto riesgo para padecer la enfermedad en
plásicos y sustancias como el metanol, tolueno, el al- esa epidemia y la protección que en la esfera ali-
cohol, tabaco, entre otros. Estos 2 últimos, por su fre- mentaria gozan los niños en Cuba, lo que se pudo
cuencia, han sido objeto de múltiples estudios y des- conservar en los períodos de crisis económica más
cripciones, en los que el factor de desbalance nutricional fuertes.
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 293

Tumores y neuropatías compresivas otros. En casos de meningitis carcinomatosa o


linfomatosa la afectación del nervio óptico es frecuente.
del nervio óptico o la vía visual
Las malformaciones orbitarias pueden provocar
Gliomas y meningiomas. Son los tumores pri- compresión del nervio óptico, producir hipertrofias
marios clásicos del nervio óptico, aunque cualquier óseas de los huesos de la órbita, que se observan en la
tumor y seudotumor de la órbita, cavidades vecinas o craneosinostosis y en enfermedades óseas, como la
metástasis a distancias pueden afectarlo por compre- enfermedad de Paget, carcinomas metastásicos y otras.
sión, infiltración o isquemia. En la enfermedad compresiva del nervio óptico o
Los tumores primarios del nervio óptico son los que en el resto de la vía óptica pregeniculada, la deficien-
por lo regular se presentan con deficiencia visual antes cia visual es lenta y progresiva y la atrofia óptica
de que el exoftalmos aparezca o se haga manifiesto, descendente es lo esperado. Las alteraciones del cam-
sobre todo en el caso del glioma, cuyo primer y a veces po visual, el sitio de la palidez del nervio y la atrofia de
único síntoma es la deficiencia visual progresiva, con el fibras ganglionares de retina, dependen del sitio de la
consiguiente estrabismo y hasta nistagmo del ojo afec- compresión, lo que también define patrones
to. En el estudio del fondo de ojo se observa edema del oftalmoscópicos y campimétricos de gran ayuda para
disco óptico o una marcada atrofia, aunque se puede el diagnóstico topográfico y a veces causal.
ver antes de la atrofia, el edema del disco infiltrado y Una lesión unilateral prequiasmática produce atro-
complicarse con obstrucción de la vena central; en ra- fia de la papila de un solo ojo y la palidez será mayor
ras ocasiones se presentan como un síndrome isquémico en la parte de la papila por donde pasan las fibras
ocular. Es frecuente en pacientes con neurofibromatosis afectadas, si se toma en consideración la exacta dis-
tipo 1. En ocasiones son de lentísimo crecimiento, por lo tribución topográfica de ellas.
que el tratamiento de exéresis debe ser bien valorado Si hay compresión en el centro del quiasma, don-
mediante el seguimiento con estudios imaginológicos. de las fibras nasales se cruzan, o en las cintillas ópti-
Muchas veces afectan al quiasma tempranamente o cas, donde la mitad de las fibras son directas y la otra
parte de él, y muestran síntomas y signos de afectación mitad cruzadas, la palidez que se instala es bilateral y
bilateral; es frecuente el nistagmo monocular. Se ha con 2 patrones diferentes, según sea la compresión,
descrito pérdida visual brusca por hemorragia quiasmática o posquiasmática. En el primero, la pali-
intratumoral, pero por lo regular el curso es progresivo. dez del disco óptico es de preferencia en el borde tem-
En ciertos casos, la radioterapia y la cirugía, si el tumor poral y en el nasal de la papila, sin llegar a los polos, lo
es unilateral y localizado a la órbita, pueden ser valo- que produce una imagen de “lazo de corbata o alas de
radas, pero el tratamiento de estos casos es complejo y mariposa” en ambos ojos por igual. Esto sucede ya
se debe decidir individualmente. La involución espontá- que por el borde temporal de las papilas penetran las
nea de este tipo de tumor ha sido descrita (capítulo 21).
fibras del haz papilomacular, sobre todo las fibras de
Meningiomas de las vainas del nervio. Son
retina nasal de ese haz, y por el borde nasal de la papila
tumores de crecimiento lento que producen proptosis penetra el resto de las fibras de retina nasal, o sea, las
discreta y deficiencia visual, que suele ir acompañada que se cruzan en el quiasma. En este caso el campo
por papiledema con comunicaciones arteriovenosas visual demuestra un defecto hemianóptico temporal.
opticociliares anormales. En la imagen de la tomografía En los niños con este tipo de campo visual es pre-
axial computarizada se puede ver la clásica descrip- ciso pensar en un craneofaringeoma, como primera
ción en raíles de tren, que produce la infiltración de las posibilidad, pues constituyen el 3 % de todos los tumo-
vainas del nervio por el tumor. res intracraneales. Se cree que surgen a partir de los
Otros de los tumores que con más frecuencia pue- remanentes de las bolsas de Rathke. Crecen hacia la
den afectar la función del nervio óptico son: linfomas, cisterna supraselar e invaden las estructuras circun-
seudotumores, quistes dermoides, neurofibromas, dantes. Cuando se extienden al tercer ventrículo blo-
rabdomiosarcomas, hemangiomas, carcinomas quean el flujo de líquido cefalorraquídeo y provocan
metastásicos, tumores de glándulas lagrimales, entre papiledema por hidrocefalia obstructiva. Se acompañan
294 Oftalmología pediátrica

de trastornos en el crecimiento y desarrollo, pubertad – La enfermedad mitocondrial de Fukuhara, con


precoz, diabetes insípida y obesidad. mioclonias, ataxia y debilidad.
Los adenomas de hipófisis son más raros en el – Las esfingolipidosis lisosomales, donde la atro-
niño, pero no tanto en el adulto joven. fia óptica es el único signo visual; se acompa-
Los meningiomas del ala del esfenoides, tubércu- ña con cambios de personalidad, cálculos
los de la silla y del bulbo olfatorio, pueden afectar al biliares, incontinencia y ataxia.
nervio, pero la deficiencia visual suele ser más tardía;
son raros en niños. En los del bulbo olfatorio se pre- Al final de la infancia y comienzo de la adolescen-
sentan por lo regular, con anosmia, atrofia óptica del cia es el momento de la posible aparición de:
lado del tumor y puede, al crecer más, producir – La distrofia neuroaxonal, que se suele acompa-
papiledema del lado contrario, como a veces sucede ñar de ceguera cortical, nistagmo, esotropía, de-
en los tumores frontales de esta región, lo que provo- bilidad, neuropatía periférica y ataxia, cuyo ori-
ca el clásico síndrome de Foster Kennedy. gen es desconocido, como lo es también la ataxia
Sin embargo, la atrofia óptica de un ojo y el edema
telangiectásica o síndrome de Louis Bar, en la
papilar del otro ojo, elementos que componen parte de
que se observan telangiectasias conjuntivales,
este síndrome, se observa con más frecuencia en el
adulto de la tercera edad que sufre de isquemia óptica nistagmo y sácadas dismétricas con ataxia,
neuropática cuando se afecta el segundo ojo, lo que neuropatía y trastornos inmunológicos.
provoca un falso síndrome de Foster Kennedy. – La leucodistrofia metacromática, en la que se
Si la lesión es retroquiasmática, no son las fibras presenta nistagmo, debilidad, ataxia y demencia.
nasales de ambos ojos que se cruzan en el quiasma – La distrofia neuroaxonal de Shilder, oligosacari-
las afectadas, sino las nasales de un ojo y las tempo- dosis lisosomal con nistagmo, retardo del de-
rales del otro. Por eso en la papila contralateral a la sarrollo psicomotor, debilidad y neuropatía
lesión se observa una pérdida de fibras nasales, tan- periférica.
to las que entran por su borde nasal y por su borde – La ceroidosis liposomal infantil tardía o Jansky-
temporal, provocando la palidez en esos sitios, como
Bielschowsky con retinopatía pigmentaria,
ya se describió en “lazo de corbata”, mientras que
ataxia, convulsiones, espasticidad y pérdida del
en el otro ojo se afectan las fibras de retina temporal,
que son las que entran agrupadas estrechamente por lenguaje.
los polos superior e inferior de la papila. En este caso, – La adrenoleucodistrofia, enfermedad
el campo visual muestra una hemianopsia homónima; perixosomal con ceguera cortical, disartria,
derecha, si la lesión es izquierda, e izquierda, si la cuadriparesia, que se asocia a la enfermedad
lesión es derecha. Las lesiones posgeniculadas de la de Addison.
vía visual dan este mismo tipo de defecto de campo
visual, pero no provocan atrofia óptica, pues dañan Entre las enfermedades del inicio de la infancia
la última neurona de la vía visual y no la intermedia, que cursan con atrofia óptica están:
que es la que forma el nervio óptico. – Esfingolipidosis: enfermedad de Krabbe debida
a un defecto bioquímico que cursa con ceguera
Otras atrofias ópticas cortical, irritabilidad, espasticidad y fiebre.
En gran parte de las degeneraciones del sistema – Gangliosidosis GM2:
nervioso, los procesos metabólicos anormales o las
• Tay Sachs.
enfermedades mitocondriales, la atrofia óptica es un
• Sandhoff.
hallazgo frecuente. La mayor parte de ellas forman
– Niemann-Pick, con la mancha rojo cereza en
parte de un síndrome.
la mácula y nistagmo, por defecto bioquímico
Entre las atrofias ópticas que aparecen en la ado-
lescencia o cercana a ella están: en las hexosaminidasas y esfingomielinasa.
– La ataxia de Friedreich, que cursa con – Ceroidosis lisosomales infantil de Santavouri-
nistagmos y pérdida de la audición y cuyo ori- Haltia con retinopatías pigmentarias, retardo del
gen es desconocido. desarrollo, coreoatetosis y convulsiones.
Capítulo 20. Enfermedades del nervio óptico y vía visual 295

– Síndrome de Zellweger o enfermedad periso-


somal: retinopatía pigmentaria, opacidad corneal,
catarata y glaucoma, frente alta, hipotonía, re-
tardo psicomotor, convulsiones, hepatomegalia
y riñones poliquísticos.

Otras enfermedades con atrofia óptica de origen


desconocido son:
– Enfermedad de Canavan, con hipotonía y
convulsiones y la enfermedad de Pelizaeus-
Merzbacher, con espasticidad y retardo
psicomotor, las cuales se asocian a nistagmo.

Enfermedades mitocondriales. Son un grupo de


afecciones multisistémicas con manifestaciones clíni- Fig. 20.21. Isquemia óptica neuropática anterior.
cas heterogéneas, que dañan principalmente al múscu-
lo y al sistema nervioso. Entre los órganos que más afec-
ta está el ojo, donde se pueden observar 4 grupos prin- Enfermedad Manifestación oftalmológica
cipales de alteraciones, casi siempre bilaterales, que se
pueden asociar entre sí. Las manifestaciones más fre- Oftalmoplejía externa Oftalmoplejía, ptosis y
cuentes son neuropatía óptica bilateral, oftalmoplejía crónica progresiva retinopatía pigmentaria
extrínseca con ptosis, retinopatía pigmentaria, (OECP), Kearne Sayre
hemianopsias homónimas y ceguera cortical, además
de catarata y opacidades corneales (Figs. 20.20 y 20.21). Neuropatía óptica Microangiopatía,
hereditaria de Leber pseudopapiledema,
(NOHL) tortuosidad vascular, pérdida
de haz de fibras papilomacular,
atrofia óptica
Miopatía mitocondrial, Hemianopsias homónima,
encefalopatía, acidosis ceguera cortical, retinopatía
láctica y episodios de pigmentaria, oftalmoplejía,
infartos (MELAS) atrofia óptica

Debilidad muscular Retinopatía pigmentaria


neurógena, neuropatía y atrofia óptica
periférica, ataxia y
retinopatía pigmentaria
(NARP) y síndrome de Leight

Epilepsia mioclónica Atrofia óptica


y fibras rojas rasgadas
(MERFF)

Enfermedad Manifestación oftalmológica

Síndrome de Wolfram Distrofia macular y atrofia


(MIDD) óptica

Encefalopatía Oftalmoplejía, ptosis y


mitocondrial retinopatía pigmentaria
gastrointestinal
Fig. 20.20. Oftalmoplejía externa crónica progresiva, síndrome de
Kearne Sayre y su fonfo de ojo.
(MINGIE)
296 Oftalmología pediátrica

Neuropatías isquémicas Fuentes D, Santiesteban R, y col. (1991): Disfunción del nervio


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Capítulo 21

Enfermedades de las órbitas y su contenido


ENRIQUE MENDOZA SANTIESTEBAN, ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y CARLOS MENDOZA SANTIESTEBAN

Las órbitas son las cavidades donde están conteni- La proptosis, también conocida como exoftalmos,
dos y fijados los ojos, aunque parte de ellos protruyen del es el signo cardinal de los procesos que ocupan esta
reborde orbital. En los niños, la órbita es asiento frecuente cavidad y se trata del desplazamiento anterior del ojo,
de lesiones tumorales; además, de numerosas enferme- en sentido axial o acompañado de algún desplaza-
dades sistémicas o malformativas que repercuten en las miento en sentido vertical o transversal. La forma de
estructuras que ellas contienen. Están ubicadas sobre el instalación, su consistencia, su reductibilidad, la aso-
macizo facial y sus paredes internas son casi paralelas, ciación con dolor y la presencia de soplos, entre otros
mientras que las externas son divergentes. Se encuen- elementos, permiten orientar al médico hacia deter-
tran en relación con la cavidad craneal y senos minadas lesiones; así por ejemplo, un exoftalmos de
perinasales por agujeros y fisuras que las comunican. aparición súbita después de un trauma de cráneo,
En vida embrionaria las órbitas están más separa- acompañado de enrojecimiento ocular, dolor y soplo,
das entre sí. La separación aumentada entre ellas es hace pensar en el diagnóstico de una fístula
una anomalía congénita conocida como hipertelorismo. carotidocavernosa.
La exacta medida de la distancia entre las órbitas se
Conceptualmente se considera que existe proptosis
determina por estudios radiológicos; también se puede
cuando el globo ocular está desplazado en sentido an-
hacer de una forma fácil y rápida con la medida de la
terior, por encima del grado de protrusión normal, el
distancia interpupilar, aunque menos exacta.
cual es variable en dependencia del sexo, la edad y la
Síntomas y signos raza, o cuando existe una diferencia de más de 2 mm
Desde el punto de vista clínico existen 6 elementos de entre un ojo y el otro. Es también de valor el hecho de
fundamental importancia para el enfoque diagnóstico y te- que exista una diferencia de 1 o 2 mm, si anteriormen-
rapéutico en pacientes con enfermedades de la órbita: te no estaba presente esa diferencia.
– Proptosis. El exoftalmos es el signo cardinal de estas afec-
– Dolor. ciones y por la alta frecuencia de aparición y la precoci-
– Progresión. dad con que lo hace, es al oftalmólogo, al médico de
– Palpación. familia o pediatra, a quien suele acudir, en primera
– Pulsación. instancia, un niño portador de este tipo de afección
– Cambios periorbitarios. (Fig. 21.1).
300 Oftalmología pediátrica

lignos de muy rápido crecimiento. Puede ser también


un síntoma de comienzo tardío en estos procesos cuan-
do aparece exposición o irritación corneal.
En la progresión su evolución es de gran valor diag-
nóstico y facilita la orientación causal de manera bas-
tante precisa, ya que la forma y el tiempo de instala-
ción de los síntomas permite descartar un gran núme-
ro de enfermedades que por su patrón temporal de
evolución no se ajustan a las del caso en cuestión.
En la palpación, la presencia de una masa en la
región de la órbita que permita su palpación es útil, no
solo para el diagnóstico topográfico, sino también para
Fig. 21.1. Exoftalmos del ojo derecho. el causal, ya que la consistencia, su relación con otras
estructuras o su movilidad, posibilita sospechar la exis-
La explicación de este signo es bastante clara y tencia de determinadas lesiones y su naturaleza.
se basa en el elemento anatómico de que al ser la La pulsación es el latido que se puede ver en el ojo
órbita una cavidad cerrada con una única abertura en de forma sincrónica al cardíaco, acompañado de so-
sentido anterior, cualquier aumento de volumen que plo o no. Su presencia en pacientes con lesiones que
ocurra en su interior produce una elevación de la pre- ocupan la órbita induce a pensar que son enfermeda-
sión, por lo cual su contenido se va a desplazar hacia des de causa vascular fundamentalmente, aunque tam-
el sitio de menor resistencia, que en este caso va a ser bién se ve asociado a defectos óseos, congénitos o
su extremo anterior. adquiridos, de las paredes orbitarias, donde el latido
En dependencia de la localización, la proptosis pue- cerebral se transmite a los tejidos de la órbita.
de ser en sentido axial o desplazar el globo ocular ha- Los cambios periorbitarios o la presencia de cam-
cia afuera, adentro, arriba o abajo; de este modo, una bios en las estructuras periorbitarias, pueden ser de
lesión que crezca en el ápex de la órbita, produce un gran valor para el diagnóstico de algunas de estas afec-
exoftalmos axial y una lesión que crezca en la fosa de ciones y constituyen signos patognomónicos de deter-
la glándula lagrimal, va a desplazar el ojo hacia ade- minadas entidades, como las masas color salmón en
lante, abajo y adentro. los linfomas, la congestión vascular en el área de in-
En la evaluación del exoftalmos se deben tener serción de los músculos rectos en los seudotumores,
presentes otras causas capaces de producir falsas equimosis en la piel de los párpados en los
proptosis sin que exista un verdadero incremento del neuroblastomas, vasos conjuntivales ingurgitados y en
contenido de la órbita, y entre ellas están: tirabuzón, con conjuntiva roja y edematosa, en las
– El megaloglobo. fístulas carotidocavernosas (Fig. 21.2), con ojo blanco
– La debilidad o parálisis de los músculos en las dilataciones venosas o várices (Fig. 21.3).
extraoculares.
– El enoftalmos contralateral.
– La asimetría del tamaño de las órbitas.
– La asimetría entre las fisuras palpebrales, ya
sea por ptosis contralateral o retracción del pár-
pado ipsolateral.

Una forma de expresión de un grave grado de


hipertensión orbitaria es la presencia de quemosis, que no
es más que el edema de conjuntiva secundario a la
hipertensión venosa que se puede producir en esos casos.
El dolor es otro de los elementos de gran valor en
la evaluación de estos pacientes y está generalmente
asociado, desde el inicio, a los procesos inflamatorios,
las hemorragias, los traumatismos o los tumores ma- Fig. 21.2. Quemosis y dilatación de vasos por fístulas carotidocavernosas.
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 301

forma congénita en agenesias óseas, en el síndrome


de Duane, entre otros. El enoftalmos también se pue-
de observar en el síndrome de Parry-Romberg, en el
que se presentan trastornos tróficos en un hemicuerpo
y pérdida de la grasa, sobre todo en la cara y órbita;
en la desnutrición; en las fracturas del suelo de la órbi-
ta; en el síndrome de Claude-Bernard-Horner y como
secuela cicatrizal con fibrosis y retracciones después
de abscesos, celulitis o heridas de la órbita. Es un sig-
no importante en las deshidrataciones graves.
A Las entidades que afectan las paredes de las órbi-
tas o el resto de los tejidos que ellas albergan, dan por
lo regular desplazamiento de los globos oculares, que
en la mayoría de los casos es en sentido anterior y
provoca exoftalmos.
Muchas son las anomalías craneofaciales que afec-
tan a la órbita y sus tejidos. Entre las anomalías con-
génitas de la órbita, donde se presenta proptosis, se
pueden mencionar:
– La enfermedad de Crouzon.
– La oxicefalia.
– El síndrome de Francescheti y un grupo de
malformaciones craneofaciales en las que es
B frecuente también la separación de las órbitas.
Fig. 21.3 A. Dilatación venosa palpebral de ambos ojos; B. Drenaje
venoso del caso anterior. El resto de las enfermedades orbitarias se clasifi-
can en 4 grandes grupos, según su causa:
Anomalías y enfermedades – Lesiones inflamatorias.
– Lesiones vasculares.
El hipertelorismo se observa en:
– Muchos síndromes dismórficos craneofaciales – Lesiones quísticas.
como el de Alpert, aberraciones cromosómicas – Lesiones tumorales.
y deformidades teratogénicas.
– Los síndromes de Arskog, acompañado de ma- De acuerdo a la forma de aparición, las enfer-
nos y pies pequeños y manto escrotal. medades orbitarias se pueden clasificar en 4 grupos
– El de Fraser con criptoftalmos, defecto del pa- fundamentales:
bellón auricular y alteraciones genitales. – De aparición súbita.
– El de Opitz, asociado a fisura palatina e – De aparición rápida (horas o días):
hipospadia. • Lesiones inflamatorias: celulitis y seudotu-
mores agudos.
Se asocia frecuentemente con disfunciones del • Lesiones vasculares: tromboflebitis y fístulas
sistema lagrimal excretor. La causa más común de carotidocavernosas.
seudohipertelorismo es el aumento de la distancia en- • Lesiones tumorales: neuroblastomas y
tre los cantos medios, o telecanto, aunque se pueden rabdomiosarcomas.
combinar. – De aparición intermedia (semanas o meses):
La disminución de su profundidad es otra anomalía • Hemangioma infantil.
congénita de las órbitas que puede provocar daño so- • Tumores malignos de la glándula lagrimal.
bre el contenido orbital. • Encefaloceles.
La enoftalmía o hundimiento del globo ocular en la • Metástasis.
órbita, no es tan frecuente y se puede ver en el niño de • Carcinomas de senos vecinos.
302 Oftalmología pediátrica

– De aparición lenta (meses o años): caso del absceso en el que sí se puede precisar
• Hemangioma cavernoso. claramente la lesión.
• Quiste dermoide. Una vez establecido el diagnóstico, se debe iniciar
• Tumores benignos de la glándula lagrimal. tratamiento por vía intravenosa con el paciente ingre-
• Tumores óseos benignos. sado. Se deben utilizar antibióticos de amplio espectro
• Meningiomas. que cubran a gérmenes gramnegativos y
• Gliomas del nervio óptico.
grampositivos. Si se pueden obtener muestras para
cultivo, la terapéutica se realiza según antibiograma.
Lesiones inflamatorias de la órbita
El tratamiento se debe mantener por no menos de 10
En este grupo se incluyen 3entidades bien definidas: días y si es adecuado, el niño debe evolucionar favo-
– Celulitis orbitaria. rablemente sin dejar secuelas. Las complicaciones
– Seudotumor orbitario.
pueden ser meningitis, absceso cerebral y trombosis
– Orbitopatía distiroidea.
del seno cavernoso.
Seudotumor orbitario. Es un cuadro clínico infla-
Celulitis orbitaria. Es la infección bacteriana, de
matorio localizado o difuso, de evolución aguda o cróni-
carácter agudo, de los tejidos de la órbita. Su frecuen-
cia está entre el 3 y el 8 % de todas las enfermedades ca y de causa desconocida, que resulta muy difícil de
que ocurren en esta cavidad. Es la causa más frecuen- diferenciar clínicamente de un tumor orbitario. Su in-
te de proptosis en el niño. Puede ser ocasionada por un cidencia es muy variable y oscila entre 5 y 20 %. Se
traumatismo o herida palpebral, sinusitis o infección grave distinguen 2 formas clínicas de presentación:
del ojo. Se observa edema, dolor, enrojecimiento de los – Seudotumor agudo.
párpados, exoftalmos y limitación de los movimientos – Seudotumor crónico.
oculares, acompañado de fiebre y toma del estado ge-
neral. Tiene 3 formas clínicas bien definidas: El seudotumor agudo es un cuadro clínico de rápi-
– Celulitis preseptal. da evolución, caracterizado por dolor, edema
– Celulitis orbitaria típica. palpebral, exoftalmos, quemosis, hiperemia de las
– Absceso subperióstico. inserciones musculares y oftalmoparesias. Puede
producir disminución de la agudeza visual. Predomi-
La celulitis preseptal se limita a los párpados. El na en los niños, de los que en un tercio de los enfer-
septo orbitario actúa como una barrera y evita que la mos es bilateral.
infección se propague al interior de la órbita. El seudotumor crónico es de evolución mucho más
La celulitis orbitaria típica está caracterizada lenta, generalmente en el curso de meses. Predomina
clínicamente por la clásica tríada de exoftalmos, en pacientes adultos y puede ser unilateral o bilateral.
oftalmoplejía y dolor. Frecuentemente se acompaña El aumento de volumen de los tejidos orbitarios puede
de fiebre y malestar general. Puede provocar dismi- ser difuso, con predominio de alguna estructura o ser
nución de la agudeza visual, si se produce inflamación solamente de una de ellas. Histológicamente se ca-
o compresión del nervio óptico. racteriza por un patrón uniforme, que es independien-
El absceso subperióstico es el cúmulo de pus te de la estructura afectada y consiste en un infiltrado
entre el hueso y la periórbita. Se produce, por lo inflamatorio de linfocitos, células plasmáticas y
general, como resultado de una celulitis mal trata- eosinófilos y por una hiperplasia linfoide folicular que
da. Habitualmente producen exoftalmos de tipo no se hace más marcada mientras más tiempo de evolu-
axial. Las 2 últimas formas pueden propagar la in- ción presente este proceso.
fección al seno cavernoso y producir trombosis de El exoftalmos es de lenta evolución, sin trastornos
este y la posibilidad de una sepsis del sistema ner- de la motilidad ocular o de la visión en etapas tempra-
vioso central. nas, aunque posteriormente pueden aparecer a con-
El diagnóstico de estas lesiones es fundamental- secuencia de la compresión muscular o nerviosa. La
mente clínico y rara vez se requiere de estudios hiperemia de las inserciones musculares aparece más
imaginológicos para su confirmación, a no ser en el tardíamente.
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 303

Cuando son lesiones difusas, el diagnóstico o disminuida. Cuando se asocia a taquicardia, sudación,
imaginológico muchas veces resulta difícil. Frecuen- bocio, pérdida de peso y retracción palpebral, el diag-
temente el proceso compromete, de forma predomi- nóstico no ofrece dificultades. La evolución de los sig-
nante, a un músculo extraocular; en esos casos se nos oculares es independiente del funcionamiento
observa un engrosamiento de este, con aumento de la tiroideo.
densidad y de la reflectividad, que compromete el área El exoftalmos por enfermedad tiroidea es poco fre-
de inserción. En ocasiones, existe un aumento de la cuente en el niño. El hipertiroidismo o enfermedad de
captación de contraste en el ámbito de la esclera (sig- Graves-Basedow presenta exoftalmos bilateral cuyo signo
no del anillo), aunque este signo se puede encontrar típico (von Graefe) es la imposibilidad del párpado supe-
en cualquier tipo de proceso inflamatorio. En un nú- rior de seguir al globo ocular en la mirada hacia abajo.
mero no pequeño de casos es necesario realizar biop- Los síntomas y signos iniciales suelen ser:
sia para confirmar el diagnóstico. – Retracción palpebral.
La terapéutica inicial consiste en el uso de – Aumento de la pigmentación de los párpados.
corticosteroides, preferiblemente prednisona, a dosis que – Disminución del parpadeo.
oscilan entre 2 y 4 mg/kg de peso/día, durante un perío- – Asinergia palpebral.
do de tiempo que puede durar varias semanas. Los pa- – Dificultad a la convergencia.
cientes con afectación bilateral requieren generalmen- – Dificultad para evertir el párpado superior.
te de tratamientos más prolongados y con mayores do- – Parálisis de uno o más músculos extraoculares.
sis que los unilaterales. En la etapa inicial de tratamien-
to se puede usar también la prednisona al 1 %, de for- Posteriormente aparecen otras manifestaciones:
ma tópica para disminuir la reacción inflamatoria su- – Hiperemia conjuntival sobre las inserciones
perficial. Cuando falla esta terapéutica, algunos auto- musculares.
res proponen la asociación de prednisona oral a la – Exoftalmos axial, duro y no reductible.
dexametazona intravenosa a dosis variables, y si no – Disminución de la agudeza visual.
obtiene respuesta, recomiendan realizar una biopsia, ya – Desplazamiento inferior del ojo que limita su
sea por punción y aspiración o a cielo abierto, para con- elevación por la contracción o fibrosis del mús-
firmar el diagnóstico. Si la confirmación histológica es culo recto inferior.
correcta, se debe iniciar la aplicación intralesional de
triamcinolona. Una cuarta etapa de tratamiento con- El diagnóstico imaginológico de estas afecciones
templa el uso de la irradiación orbitaria, a dosis que os- resulta relativamente fácil.
cilen entre 1 000 y 3 000 radiaciones, junto a medica- En el ultrasonido de la órbita se detectan los ele-
mentos inmunosupresores como la ciclofosfamida, y si mentos siguientes:
fallan todos estos esquemas o si aparecen signos de – Ausencia de lesión tumoral.
compresión del nervio óptico, se debe realizar, sin más – Engrosamiento de los vientres musculares de
demora, la descompresión quirúrgica de la cavidad alta o media reflectividad con respeto a sus
orbitaria para preservar la función visual. inserciones.
Orbitopatía distiroidea. Es una causa frecuen- – Aumento de la reflectividad de la grasa orbitaria.
te de proptosis bilateral en el adulto y menos frecuen- – Agrandamiento de la glándula lagrimal.
te en los niños, aunque es válido recordar que no es – Engrosamiento del nervio en los casos de neuro-
rara su presentación como un exoftalmos unilateral. patía.
Se considera como un proceso autoinmune, relaciona-
La tomografía axial computarizada aporta elemen-
do con la glándula tiroidea. Está en discusión el hecho
tos de gran valor para el diagnóstico en alrededor de
de que la glándula sea, al igual que los tejidos orbitarios,
90 % de los casos. Los hallazgos más típicos se cono-
un órgano clave de desajuste inmunológico y no la res-
cen como la “tríada de Trokel” y consisten en:
ponsable de este. Se caracteriza por una fibrosis que
– Engrosamiento de los vientres musculares con
afecta fundamentalmente los músculos recto inferior
aumento de su densidad (Fig.21.4).
y recto medio. Las manifestaciones orbitarias se pue- – Exoftalmos.
den presentar con función tiroidea normal, aumentada – Hiperdensidad del ápex orbitario.
304 Oftalmología pediátrica

Su incidencia es mayor en los niños que en los adultos.


Se incluyen tumores y malformaciones vasculares:
– Aneurismas intraorbitarios.
– Várices.
– Fístulas carotidocavernosas.
– Hemangioma capilar.
– Hemangioma cavernoso.
– Hemangiopericitoma.
– Hemangioendotelioma maligno.

Aneurismas intraorbitarios. Son muy raros den-


tro de los procesos ocupativos de la órbita. General-
Fig. 21.4. Engrosamiento del vientre muscular en enfermedad de mente son de tipo sacular y, al igual que los aneurismas
Grave Bassedow. TAC. intracraneales, se producen por una anomalía congé-
nita de la pared arterial o por traumas o infecciones de
La resonancia magnética nuclear no aporta nuevos la órbita que la debilitan y dilatan con el paso del tiem-
elementos, pero permite un estudio más minucioso de po. Tienden a presentarse más por su efecto de masa
las alteraciones que se presentan en los músculos. que por signos de ruptura.
Actualmente no existe ningún tratamiento espe- El tratamiento es habitualmente quirúrgico, y está
cífico para esta entidad, como no sea aquel encamina- encaminado a la oclusión definitiva del saco aneurismático.
do a estabilizar el funcionamiento de la actividad Várices. Son malformaciones venosas congénitas
tiroidea. No obstante, existen algunas alternativas a que ocurren en el interior de la órbita y tienden a dila-
las que es necesario recurrir en caso de progresión de tarse de forma progresiva; producen manifestaciones
los signos orbitarios, a pesar del tratamiento clínicas causadas por 3 mecanismos:
endocrinológico, y que pueden ser de varios tipos. Se – Compresión de estructuras vecinas.
han descrito procederes quirúrgicos para el tratamiento – Aumento del volumen intraorbitario.
de la retracción palpebral, como la miotomía parcial – Rotura de sus paredes.
del elevador del párpado superior o injertos palpebrales
con esclera o duramadre liofilizada. El uso de colirios Dentro de sus manifestaciones clínicas, el elemen-
vasoconstrictores y simpaticomiméticos para el alivio to más significativo es el exoftalmos intermitente, que
de los trastornos congestivos es común. Los esteroides aparece o se incrementa al aumentar la presión venosa
sistémicos, preferiblemente prednisona, a dosis entre y no tiene características pulsátiles. Se puede comprome-
60 y 100 mg/día para el tratamiento de la diplopía y el ter el drenaje venoso de los párpados y se observa en-
exoftalmos, se emplean con frecuencia. Si la diplopía tonces ingurgitación venosa. El dolor orbitario es fre-
persiste por más de 6 meses, se puede tratar cuente y puede llegar a ser muy intenso. En etapas avan-
quirúrgicamente, mediante el debilitamiento del mús- zadas se suele presentar diplopía y cierto grado de ptosis.
culo afectado y nunca reforzar el antagonista. Generalmente no producen toma visual, a no ser que
ocurra una ruptura y, en ese caso, el hematoma
En caso de neuropatía óptica, el tratamiento debe
intraorbitario que aparece sí es capaz de producir un
ser mucho más agresivo, se emplean hasta 150 mg de
cuadro clínico dramático de dolor súbito, exoftalmos mar-
prednisona como dosis de ataque y luego se mantiene
cado, oftalmoparesia y disminución de la visión.
durante varios meses a razón de 20 a 30 mg/día. Si la
En los rayos X simples es frecuente encontrar au-
agudeza visual disminuye por debajo de 0,5, no se debe
mento de los diámetros orbitarios y del tamaño de la
esperar más tiempo y se plantea la opción quirúrgica
hendidura esfenoidal. Las calcificaciones muchas ve-
encaminada a la descompresión de las estructuras
ces ocurren en las paredes de estas venas, lo que facilita
intraorbitarias. el diagnóstico.
El tratamiento de estas lesiones es por lo general
Lesiones vasculares de la órbita conservador; se recomienda evitar realizar ejercicios
En este grupo se encuentran varios tipos de lesio- que incrementen la presión venosa para disminuir el
nes que son causa frecuente de proptosis unilateral y riesgo de ruptura. La cirugía se reserva para aquellos
que ocupan entre 10 y 18 % en las series publicadas. casos en los que exista toma de la función visual o
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 305

ante un exoftalmos muy evidente. La escisión quirúr- En los estudios radiológicos simples es frecuente
gica total resulta muchas veces difícil por la íntima encontrar un aumento de volumen de la cavidad
relación que pueden tener con estructuras normales. orbitaria, de forma local o generalizada; se pueden ver,
Fístulas carotidocavernosas. Son comunicacio- además, signos de esclerosis ósea. La arteriografía
nes que se establecen entre la arteria carótida y el demuestra claramente la lesión, así como los finos vasos
seno cavernoso y que permiten el paso de sangre tributarios pero su uso se debe reservar solo para aque-
arterial al compartimiento venoso, lo que provoca en llos casos que vayan a ser sometidos a tratamiento
este último un aumento de la presión que se transmite quirúrgico directo.
fundamentalmente hacia las venas orbitarias. La primera opción terapéutica consiste en el uso
Representan 2-6 % de las lesiones ocupativas de la de esteroides sistémicos (prednisona oral a dosis en-
órbita y predominan en el sexo masculino y en edades tre 2 y 3 mg/kg de peso/día) y la inyección local
productivas de la vida. intralesional de esteroides, que puede reducir de for-
Las manifestaciones clínicas pueden ser ma dramática los síntomas y signos.
ipsolaterales, contralaterales o bilaterales, y dependen Otras opciones terapéuticas consisten en la
del patrón de drenaje venoso que tenga la fístula y de la exéresis quirúrgica, parcial o total, con el uso de láser
velocidad de su flujo. Entre las más importantes están: y técnicas microquirúrgicas. La exéresis parcial pro-
– Exoftalmos pulsátil de rápida evolución, que tien- duce favorables resultados cosméticos sin activar el
de a desplazar el ojo hacia abajo y afuera, ya crecimiento celular. También se han empleado bajas
que la masa de venas dilatadas se localiza gene- dosis de radiación (de 300 a 500 radiaciones) para re-
ralmente en la porción superior de la órbita. ducir el volumen de la lesión, pero este proceder tiene
– Soplo audible en el ojo y regiones frontales y el riesgo de inducir la formación de cataratas.
temporales, así como en los vasos del cuello. Hemangioma cavernoso. Es el tumor vascular
– Quemosis. benigno más frecuente en la patología orbitaria del
– Diplopía. adulto, pero se puede ver en la infancia (Fig. 21.5).
– Disfunción de nervios craneales.
– Disminución de la agudeza visual.
– Cefalea y alteraciones neurológicas isquémicas
hemisféricas, por el efecto de robo que ejercen
sobre el flujo sanguíneo cerebral.
– Edema palpebral y conjuntival.
– Ingurgitación y dilatación de vasos epiesclerales
con aspecto de tirabuzón o cabeza de medusa.
– Papiledema e ingurgitación de vasos retinianos.

En los rayos X simples se pueden encontrar sig-


nos de fractura del cuerpo esfenoidal (en el caso de
las fístulas postraumáticas), así como agrandamiento
o erosión de la hendidura esfenoidal. Fig. 21.5. TAC de angioma orbitario.
Hemangioma capilar. Es el tumor vascular
intraorbitario benigno más frecuente en los niños, alcan-
za hasta 22 %, y es considerado por algunos autores Lesiones quísticas
como un hamartoma. Aparece durante la primera o En este grupo se incluyen todas aquellas lesiones
segunda semana de vida y crecen de forma rápida quísticas benignas, congénitas o adquiridas que se de-
durante los primeros años; a partir del segundo año de sarrollan en el interior de la cavidad orbitaria:
vida tienden a involucionar lentamente. Se asocia con – Quistes dermoides y epidermoides.
frecuencia a hemangiomas en otras partes del cuer- – Mucoceles.
po. Se hacen evidentes en la piel de los párpados y en – Meningoencefaloceles.
la conjuntiva, fundamentalmente en su sector nasal,
con un aspecto característico de nevus color fresa y Quistes dermoides y epidermoides. De for-
con una superficie algo elevada. ma conjunta para Levin, están alrededor del 4 % en
306 Oftalmología pediátrica

los procesos ocupativos de la órbita. Son lesiones con- En los rayos X simples se aprecia, generalmente,
génitas, benignas y encapsuladas que contienen en un defecto óseo en el techo orbitario con bordes
su interior elementos y sustancias derivados de teji- escleróticos y a veces se detectan calcificaciones.
dos dérmicos y epidérmicos. Los quistes epidermoi- El tratamiento consiste en la exéresis quirúrgica
des se conocen también como tumores perlados o total sin apertura de la cápsula, para así evitar reaccio-
colesteatomas, debido al contenido blanco nacarado nes inflamatorias en los tejidos circundantes.
que se encuentra en el interior del quiste. En la órbita Mucoceles. Son lesiones quísticas benignas, no
predominan los quistes dermoides sobre los neoplásicas, que se desarrollan en el interior de los
epidermoides. senos perinasales producto de la oclusión del drenaje
Clínicamente producen exoftalmos y signos mucoso de estos, que se acumulan y comienzan, a
compresivos de lenta evolución. Tienden a desplazar expandir primero y erosionar después, las paredes de
dicha cavidad; crecen hacia estructuras vecinas, tales
el ojo hacia abajo, ya que por lo general se localizan en
como la órbita o la cavidad craneal. Ocupan entre 1 y
la parte superior de la cavidad orbitaria, por fuera del
3 % de las lesiones expansivas de la órbita y predomi-
cono muscular. En 80 % de los casos son palpables y
nan a partir de la tercera década de la vida. La fun-
su consistencia es blanda. Por su íntimo contacto con ción de las estructuras intraorbitarias es comprometi-
el globo ocular pueden producir pliegues retinianos y da de una u otra manera por el 90 % de todos los
disminución de la visión (Fig. 21.6). mucoceles. Predominan los que provienen del seno
frontal. Es poco frecuente en niños.
Meningoencefaloceles. Consisten en la
herniación de las meninges encefálicas (meningoceles)
o del tejido cerebral junto a ellas (meningoencefa-
loceles) a través de una dehiscencia ósea, general-
mente postraumática, del techo orbitario.
Producen un exoftalmos no axial, pulsátil con el
globo desplazado, por lo general, hacia abajo y a ve-
ces hacia afuera. Se pueden palpar como una masa
blanda y reductible en la porción superior de la órbita.
En los rayos X simples se puede ver la solución de
continuidad ósea y a veces un aumento del diámetro
vertical de la órbita. La tomografía axial computarizada
con cortes coronales y la resonancia magnética nu-
A
clear, son los estudios que más información brindan.
El tratamiento es siempre quirúrgico, encaminado
a reponer en su sitio las estructuras herniadas y sellar
el orificio de comunicación para evitar una fístula de
líquido cefalorraquídeo.

Lesiones tumorales de la órbita


La gran variedad de tipos tumorales que se en-
cuentran en la órbita es el resultado de la amplia varie-
dad de tejidos que allí se encuentran. Se citan solo aque-
llas entidades de frecuente aparición:
– Osteomas.
– Displasia fibrosa.
– Neurofibroma.
– Meningiomas.
B – Glioma del nervio óptico.
Fig. 21.6 A. Exoftalmos por quiste dermoide; B. TAC en el que se – Rabdomiosarcoma.
muestra el tumor. – Adenomas pleomórficos de la glándula lagrimal.
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 307

Osteomas. Son los tumores óseos más frecuentes Según la clínica, son lesiones de lenta evolución
en todas las edades. Pueden crecer a expensas de cual- que producen exoftalmos, con desplazamiento ocular
quiera de las paredes orbitarias, aunque generalmente o sin este, lo que depende de su localización intracónica
lo hacen desde la pared medial o desde la superior. Son o extracónica. La visión se compromete cuando se
lesiones benignas de lento crecimiento. comprime el nervio óptico y nunca cuando el tumor se
Su elemento clínico primordial es el exoftalmos origina en esta estructura, ya que ellos crecen a partir
desplazado en sentido contrario al tumor. Habitualmente de las células de Schwan, que no existen en el nervio
no hay dolor, diplopía o trastornos de la motilidad ocu- óptico. Es frecuente la asimetría facial y la limitación
lar. Se localizan en la mitad anterior de la órbita, por lo de los movimientos oculares, aunque es rara la diplopía
que se suelen encontrar a la palpación características debido a su lenta evolución. En ocasiones, sobre todo
propias de hueso. Si crecen en el ala menor del en la forma plexiforme, se observa un crecimiento
esfenoides, producen disminución de la agudeza vi- anormal del párpado, generalmente el superior, con
sual con atrofia papilar. A veces se acompañan de sínto- pequeños y múltiples nódulos palpables (Fig. 21.7).
mas obstructivos respiratorios nasales.
Los rayos X simples hacen el diagnóstico en todos
los casos, al mostrar una imagen hiperdensa, regular y
homogénea en directa relación con el hueso. El trata-
miento de estas lesiones es quirúrgico.
Displasia fibrosa. Es considerada por algunos
como un hamartoma óseo caracterizado por la susti-
tución del hueso anormal por otro neoformado mucho
más trabeculado y menos calcificado. Aparece en ni-
ños y adultos jóvenes, y representa entre 1 y 3 % de la
enfermedad ocupativa de la órbita. Clínicamente se
observa asimetría facial con proptosis por la disminu-
ción de la propia cavidad orbitaria. Por lo general, este
proceso afecta, de manera predominante, una de las Fig. 21.7. Neurofibromas del párpado superior.
paredes orbitarias, lo que hace que el ojo se desplace
en sentido contrario. No hay dolor ni signos En los rayos X simples se puede observar aumen-
inflamatorios. La visión se compromete si se afecta el to de los diámetros de la órbita, así como displasia o
canal óptico y se comprime el nervio. La diplopía y los hipoplasia de sus paredes cuando se asocia a la enfer-
trastornos de la motilidad ocular son infrecuentes. En medad de von Recklinghausen.
los rayos X simples se observan lesiones escleróticas La extirpación de los que crecen en los párpados
irregulares junto a otras áreas de densidad ósea dismi- es complicada por su tendencia a la recidiva y la de-
nuida. El tratamiento debe ser quirúrgico. formidad que dejan.
Neurofibroma. Es un tumor derivado de los ner- Meningiomas. Son tumores originados de las cu-
vios periféricos y ocupa entre 2 y 3 % de los procesos biertas meníngeas del sistema nervioso central; en la
expansivos de la órbita y de 5 a 15 % de todos los tumo- órbita pueden tener 3 orígenes diferentes:
res intraorbitarios. Son lesiones benignas, encapsuladas – A partir de las vainas del nervio óptico.
y de lento crecimiento, y se asocian con frecuencia a la – A partir de las paredes orbitarias (sobre todo el
enfermedad de Von Recklighausen. Pueden ser solita- ápex, en el área de la fisura orbitaria).
rios simples, difusos y plexiformes. Esta última varie- – Aquellos que primero son intracraneales y que
dad es patognomónica de la neurofibromatosis. Se han invaden secundariamente a la órbita.
descrito 2 formas clínicas bien definidas:
– Tipo I o forma periférica: se relaciona con alte- Los procesos malignos son raros. Su forma clíni-
raciones del cromosoma 17; es la que predomi- ca de presentación depende del sitio donde se origi-
na en el ámbito de la órbita. nen. Los que crecen en las vainas del nervio óptico
– Tipo II o forma central: se relaciona con anoma- producen exoftalmos discreto de lenta evolución con
lías del cromosoma 22. disminución progresiva de la visión, signo pupilar de
308 Oftalmología pediátrica

Marcus-Gunn, comunicaciones opticociliares, El típico glioma del nervio óptico es un


papiledema temprano y luego, atrofia óptica. El patrón astrocitoma pilocítico, frecuentemente quístico, de
de pérdida visual puede ser variable, aunque clásica- muy lento crecimiento. Pueden estar limitados al seg-
mente se plantea que primero se afecta la visión mento intraorbitario del nervio óptico o se pueden
periférica y luego la central. La amaurosis a la abduc- extender hacia el canal óptico, el quiasma o incluso
ción del ojo es un signo patognomónico de los hacia el nervio contralateral. El inicio de estas le-
meningiomas de las vainas del nervio óptico. siones, habitualmente es la disminución de la agu-
Aquellos que crecen en el ámbito de la hendidura deza visual que puede pasar inadvertida por la poca
esfenoidal producen exoftalmos con el ojo desplazado edad de la mayoría de los pacientes, los que acuden
hacia afuera y abajo. Los signos de toma de los ner- a consulta generalmente por un exoftalmos poco
vios oculomotores preceden generalmente a los tras- reductible detectado por la familia y que casi siem-
tornos visuales, que aparecen una vez que se compri- pre es de tipo axial. No hay dolor y el desplaza-
me el nervio óptico. La quemosis y el edema palpebral miento ocular con restricciones de la motilidad apa-
son comunes. rece tardíamente al expandirse el tumor y afectar
Los meningiomas intracraneales con crecimiento el cono muscular. El edema de papila es frecuente.
orbitario producen manifestaciones clínicas mixtas; La pupila de Marcus-Gunn y la atrofia papilar tam-
frecuentemente se observan signos de compromiso de bién aparecen tardíamente. El patrón típico de pér-
estructuras de la fosa temporal, asociados a signos de dida visual es inverso al de los meningiomas de las
conflicto de espacio intraorbitario e intracraneal, con
vainas del nervio óptico; se observan primero las
toma de la función visual y oculomotora.
alteraciones de la visión central y luego la toma de
Los signos radiológicos de estas lesiones suelen
la visión periférica.
ser muy variados. Con relativa frecuencia estos estu-
Los rayos X simples son de gran utilidad; mues-
dios son normales. En otras ocasiones, se puede apre-
tran el aumento del canal óptico, así como posibles
ciar un área de hiperostosis en el sitio de implantación
del tumor. El agujero óptico puede estar agrandado anomalías de la silla turca que indiquen la extensión
(más de 6,5 mm, o con una diferencia de más de 2 mm quiasmática de la lesión. La TAC y la RMN permiten
con el del otro lado) con sus bordes escleróticos, lo ver la lesión y su extensión (Fig. 21.8).
que lo diferencia del agrandamiento que producen los
gliomas del nervio óptico. Se pueden detectar calcifi-
caciones intratumorales.
El tratamiento de estas lesiones debe ser siempre
quirúrgico y el momento de la intervención depende
del grado de afección que provoque la lesión. La ma-
yoría de los autores consideran que la intervención
quirúrgica debe ser diferida mientras no exista compro-
miso de estructuras intracraneales y se mantenga vi-
sión útil. Si esta no existe o hay compromiso de es-
tructuras intracraneales, se debe intentar su resección
total. La radioterapia como opción terapéutica se debe
reservar para las recidivas y para aquellos escasos
tipos en que exista degeneración maligna.
Glioma del nervio óptico. Es un tumor
neuroepitelial derivado de las células gliales del nervio
óptico que, según Pereira, representan entre 1 y 3 %
de todas las causas de exoftalmos en todas las eda-
des, y llega hasta 6 % en el grupo pediátrico. Predo-
mina en la infancia y se asocia hasta en 50 % de los
casos a la enfermedad de von Recklighausen. Cuan-
do se presentan en adultos tienden a ser de alto grado
de malignidad. Fig. 21.8. TAC de paciente con gliomas en ambos nervios ópticos.
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 309

El tratamiento depende de la extensión de la le- en las lesiones primarias de la órbita y radio y quimio-
sión hacia el quiasma óptico y del grado de toma vi- terapia en las formas sistémicas.
sual. Cuando existe compromiso quiasmático no está Adenomas pleomórficos de la glándula
indicada la exéresis quirúrgica de la lesión y la mayo- lagrimal. Constituyen del 1 al 2 % de las lesiones
ría de los autores coinciden en que lo más recomenda- ocupativas intraorbitarias y alrededor del 30 % de
ble es la irradiación, a pesar del riesgo de complica- las enfermedades de la glándula lagrimal. Son lesio-
ciones endocrinas y neurológicas en los pacientes nes benignas bien encapsuladas que se localizan en
pediátricos. En caso de tumores limitados solo al ner- el cuadrante superoexterno de la porción anterior de
vio óptico, se deben seguir periódicamente, sin trata- la órbita.
miento quirúrgico, mientras exista visión útil y no haya Sus manifestaciones clínicas son, por lo regular,
signos de rápida progresión. de lenta evolución. Generalmente producen exoftalmos
Rabdomiosarcoma. Es el tumor orbitario maligno no axial, con desplazamiento ocular hacia abajo y aden-
más frecuente en los niños. Tiene un comportamiento bio- tro. Se palpan como masas duras, no dolorosas y poco
lógico muy agresivo y ocupa entre 2 y 4 % de la enferme- móviles. La diplopía o la disminución de la agudeza
dad orbitaria en general; alcanza hasta 9 % en las series
visual son infrecuentes, aunque por su efecto compre-
pediátricas. Por su alta malignidad y lo rápidamente invasivo
sivo directo sobre el ojo pueden producir pliegues
que resulta, requiere de un diagnóstico precoz para instau-
retinianos, detectables mediante la fondoscopia, que sí
rar la terapéutica lo antes posible.
pueden reducir la visión en esos casos.
La forma clínica se caracteriza por un exoftalmos
de rápida evolución, pérdida visual, oftalmoplejía, ede- Metástasis tumorales en la órbita
ma palpebral marcado, quemosis y dolor. Tienden a
La siembra en el ámbito orbitario de neoplasias de
ser lesiones extracónicas, por lo que generalmente
producen exoftalmos no axial. otras localizaciones, no es infrecuente como algunos
En la ecografía se observan imágenes de baja piensan, ya que 5 % de todas las neoplasias malignas
reflectividad, homogéneas y de bordes bien definidos. Los producen metástasis en esa zona. Su origen varía se-
rayos X simples no brindan muchos elementos, pero si gún la edad; en los niños son generalmente secunda-
aparece destrucción ósea el pronóstico se hace dudoso. rias a neuroblastomas, leucemias y a tumores
Para confirmar el diagnóstico se debe hacer una biop- mediastínicos. El diagnóstico de estas lesiones se basa
sia precoz, ya sea mediante punción y aspiración con en los antecedentes de neoplasia en otra localización,
aguja fina (BAAF) o a través de un abordaje anterior o el cuadro clínico dado por un exoftalmos doloroso de
lateral, pero nunca transcraneal, para evitar de esta for- rápida evolución, con disminución de la visión, edema
ma la propagación de la lesión hacia dicha cavidad. palpebral, quemosis, diplopía y mediante los estudios
La tendencia actual de tratamiento para estas le- imaginológicos.
siones ha dejado de ser la cirugía radical, ya que son El tratamiento de estas lesiones solo es quirúrgico
tumores muy quimiosensibles y radiosensibles, por lo cuando se detecta un nódulo único bien delimitado y
que se reserva solo para los casos con mala respuesta no hay signos de descompensación sistémica de la
a esta terapéutica. enfermedad. En el resto de los pacientes el tratamien-
Por lo general, producen desplazamiento ocular no to consiste en la radioterapia y la quimioterapia.
axial antes de aparecer el exoftalmos, y casi siempre
se pueden detectar a la palpación como masas indolo- Exámenes complementarios
ras de consistencia dura. La visión y la motilidad ocu- En las últimas 2 décadas ha existido, sin dudas,
lar se afectan poco. Un signo patognomónico de estas una notable mejoría en cuanto a la evaluación previa
entidades es la presencia de masas subconjuntivales al tratamiento definitivo de las lesiones expansivas de
de color rojo salmón. la órbita, debido al impetuoso desarrollo de las técni-
Los rayos X simples no brindan elementos diag- cas radiológicas, aunque es válido señalar que sigue
nósticos. A veces se encuentra esclerosis ósea reactiva siendo la clínica la base principal para el diagnóstico
en la vecindad del tumor. causal, topográfico, fisiopatológico y muchas veces
Al ser palpables, estas lesiones se deben confir- hasta para el anatomopatológico en estas afecciones.
mar histológicamente a través de biopsia, ya que su Al estudiar un paciente con un cuadro de proptosis
tratamiento no es quirúrgico. Se indica la radioterapia unilateral, los resultados de los estudios imaginológicos
310 Oftalmología pediátrica

que se indican deben responder las interrogantes si- tran en el plano de corte, por lo que se puede conocer
guientes: la densidad de la lesión, su localización, su extensión,
¿Está presente una masa tumoral que desplaza el la integridad de las estructuras óseas, así como las
globo ocular hacia delante? áreas vecinas comprometidas, lo que permite estable-
¿Está la masa tumoral restringida a la cavidad cer esquemas terapéuticos más concretos y eficien-
orbitaria? tes a cada caso en particular. La visualización de en-
¿Compromete la masa tumoral la fosa craneal fermedades vasculares se puede incrementar con el
adyacente? uso de contraste yodado intravenoso. La orientación
¿Están comprometidos los senos vecinos por la de los cortes en el plano neuroocular es fundamental
masa tumoral? para obtener clara orientación anatómica. Es necesa-
¿Es esta masa tumoral parte de un proceso rio que los cortes se hagan mediante el método
sistémico? radiológico de Salvollini Cabanis.
Los estudios radiográficos simples resultan de gran Resonancia magnética nuclear. Esta es una téc-
utilidad en estos pacientes, ya que muestran: nica muy superior a la tomografía axial computarizada
– Las variaciones de la densidad de las estructu- en el estudio de las enfermedades orbitarias, debido a
ras óseas y de los tejidos blandos. los elementos siguientes:
– El aumento o disminución del volumen de las – Es mucho más específica en la caracterización
órbitas. de los tejidos blandos.
– El cambio de los diámetros del canal óptico o – No usa radiaciones ionizantes.
de la hendidura esfenoidal. – Permite realizar cortes en cualquier dirección
– El estado de las estructuras adyacentes, entre sin necesidad de movilizar la cabeza del paciente
otros elementos. y sin degradación de la imagen.
– Facilita la identificación de estructuras
Su índice de positividad es alrededor de 40 % en los vasculares sin necesidad de usar medios de
pacientes con exoftalmos unilateral, por lo que algunos contraste.
consideran que, si se dispone de tomografía – Brinda mayor cantidad de detalles anatómicos.
computarizada o de resonancia magnética por imagen, – Define mejor el grado de encapsulación de las
la información que brinda la radiología simple es redun- lesiones.
dante e innecesaria, aunque nunca se debe olvidar en
aquellos lugares con menor desarrollo tecnológico. A pesar de estas ventajas, esta técnica tiene sus
Ecografía orbitaria. Se han descrito 2 métodos o limitantes:
– No define estructuras óseas.
modos ultrasónicos de explorar la cavidad orbitaria:
– No detecta calcificaciones.
– Modo A o método unidireccional.
– Requiere de un tiempo prolongado para la
– Modo B o método de barrido.
adquisición de los datos, lo que limita su uso en
niños o en adultos con trastornos de concien-
El modo A o método unidireccional consiste en una cia, ansiedad o claustrofobia y que no pueden
línea formada por deflexiones y picos que representan mantenerse el tiempo necesario en una misma
los ecos ultrasónicos, y se utiliza fundamentalmente para posición.
obtener información estructural interna de la lesión.
El modo B o método de barrido es una imagen Flebografía orbitaria. Es un estudio de segun-
bidimensional formada por puntos luminosos que re- da línea en estas afecciones, usado de manera poco
sulta de fácil interpretación práctica y se utiliza funda- frecuente y cada vez se emplea menos debido al
mentalmente para la localización topográfica y espa- advenimiento de la tomografía axial computarizada y
cial de la lesión. la resonancia magnética nuclear. Su indicación
Tomografía axial computarizada. Mediante este fundamental en la actualidad es el estudio de las
estudio se visualizan las estructuras que se encuen- várices orbitarias.
Capítulo 21. Enfermedades de las órbitas y su contenido 311

Su utilidad en la enfermedad orbitaria está limita- Otras herramientas como el láser quirúrgico, y al-
da a pacientes con várices, alta probabilidad de pre- ternativas terapéuticas como la radiocirugía, engrosan
sentar una lesión muy vascularizada con extensión aún más las armas terapéuticas con que cuentan los
intracraneal o para lesiones arteriales tales como cirujanos encargados de enfrentar estas afecciones.
aneurismas o fístulas carotidocavernosas. Resulta evidente que estos adelantos tecnológicos
Las lesiones ocupativas de la órbita, susceptibles mejoran sustancialmente los resultados quirúrgicos en
de ser tratadas mediante procederes quirúrgicos, pue- estas afecciones y contribuyen a hacerlas más efecti-
den ser abordadas a través de diferentes vías, cuya vas y menos traumáticas e invasivas.
elección va a depender de los siguientes factores:
tipo, tamaño, localización, extensión, estado funcio- Bibliografía
nal de las estructuras intraorbitarias, asociación con Agramonte Centelles Ileana (2009): Actualización en cavidades
lesiones óseas, crecimiento hacia o desde cavidades anoftálmicas. Manual de diagnóstico y tratamiento en Oftal-
vecinas y propósito de la cirugía. Estas peculiarida- mología. Instituto Cubano de Oftalmología “Ramón Pando
Ferrer”. Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de La Habana.
des son las que llevan a personalizar el abordaje en
Alegret Núñez Juan Ramón, Bárbara T Ríos Araujo, Josefina García
cada caso específico. Un elevado porcentaje de las Granda, Elvira Machado Héctor (1999): Linfoma no Hodgkin
masas intraorbitarias es histológicamente benigno, por de la órbita diagnosticado por biopsia por aspiración con aguja
lo que su extirpación total puede y debe ser curativa. fina. Presentación de caso. Rev Cubana Oftalmol; 12(1).
Lograrlo es el primer objetivo. Preservar o mejorar Hodelín R, Santiesteban S y col. (1993): Acrocefalosindactilia.
Manifestaciones Oftalmológicas. Rev Cubana de Oftalmol;
la función de las estructuras intraorbitarias: visión y
2:84-89.
motilidad ocular principalmente, con soluciones es- Hodelín Tablada R, Rosaralis Santiesteban Freixas y Damarys
téticamente satisfactorias debe ser, también, una meta Fuentes Pelier (1993): Manifestaciones oftalmológicas en ni-
a cumplir. ños operados por craneosinostosis. Rev Cub Oftalmol; 2(6).
Hoy el abordaje quirúrgico de la órbita de prefe- May D (1993): Tumors of the orbit, Neurosurgery, London, Ed.
rencia es el anterior, vía conjuntival, o en caso de tu- Europe, Section E, pp. 42-9.
Mendoza Santiesteban Enrique A, Carlos E Mendoza Santiesteban,
mores del vértice, el lateral. El abordaje intracraneal
Adnolys Reyes Berazaín, Rosaralis Santiesteban Freixas
se utiliza cada vez con menor frecuencia y se deja (2009): Diagnóstico y Tratamiento de los Tumores Orbitarios.
para determinadas lesiones que ocupen la cavidad Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de La Habana.
orbitaria y la intracraneal. Mendoza Santiesteban Enrique, Cogollo Vargas Pedro A, Mendoza
En las 2 últimas décadas se ha comenzado a Santiesteban Carlos E, Santiesteban Freixas Rosaralis (2005):
Clínica de las lesiones orbitarias y su proceder quirúrgico. Rev
emplear de modo creciente y sistemático un grupo
Cubana Oftalmol; 18(2).
de nuevas tecnologías que son de gran ayuda al Mendoza Santiesteban Enrique, Mendoza Santiesteban Carlos,
cirujano dedicado a lidiar con estas afecciones. El Reyes Berazaín Adnolys, Santiesteban Freixas Rosaralis, Vigoa
empleo de la crioterapia para facilitar la disección Aranguren Lázaro (2009): Diagnóstico y Tratamiento de los
tumoral gana cada día nuevos adeptos. Los tala- Tumores Orbitarios. Guía de buenas prácticas. Instituto Cu-
dros eléctricos y las sierras oscilantes se ven con bano de Oftalmología Ramón Pando Ferrer. Ed. Ciencias Mé-
dicas, Ciudad de la Habana.
frecuencia en los quirófanos oftalmológicos. El
Mendoza Santiesteban Enrique, Mendoza Santiesteban Carlos,
monitoreo transoperatorio de la función visual, Reyes Berazaín Adnolys, Santiesteban Freixas Rosaralis, Vigoa
incrementa la seguridad de estos procederes. Los Aranguren Lázaro (2009): Neuroimágenes en Neuroftalmología.
aspiradores ultrasónicos, con sus nuevas curetas Manual de diagnóstico y tratamiento en Oftalmología. Institu-
óseas, se usan eficientemente en este tipo de ciru- to Cubano de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Cien-
cias Médicas, Ciudad de La Habana.
gía en centros desarrollados. La endoscopia y la
Mouriaux F, Martinot V, Pellerin P, Patenotre P, Rouland JF,
cirugía asistida por imágenes (navegación quirúr- Constantinides-G (1999): Survival after malignant tumors of
gica), se utilizan en el manejo de los tumores de la the orbit and periorbit treated by exenteration. Acta-
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312 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 22

Ambliopía
TERESITA DE JESÚS MÉNDEZ SÁNCHEZ

El término ambliopía proviene del griego amblus, dé- rrollo visual. El período crítico o sensitivo es el lapso
bil y oasis, visión. Plenk, en 1788 define la ambliopía de de tiempo posnatal durante el cual la corteza visual
forma muy parecida a como se hace en la actualidad. permanece lo suficientemente lábil como para adap-
Se considera a la ambliopía como la reducción tarse a las influencias derivadas de las experiencias o
unilateral, o menos comúnmente bilateral, de la mejor del medio ambiente.
agudeza visual corregida que no puede ser atribuida El período de plasticidad sensorial es máximo du-
directamente a un daño estructural del ojo o de la vía rante los primeros 18 meses de la vida pero mantiene
visual posterior; aunque no es correcto decir que se un potencial sensible a cambio, aunque en menor gra-
trata únicamente de la disminución de la agudeza vi- do, hasta los 7 u 8 años, lo que permite realizar trata-
sual, pues en la ambliopía también se encuentran afec- miento de rehabilitación visual que será más benefi-
tadas la sensibilidad al contraste y la localización es- cioso cuanto más temprano se aplique.
pacial. Tampoco es enteramente cierto que no exista En 1742 y 1801, Geoges L. Lecler, conde de Bu-
daño estructural del ojo o de la vía, pues se ha encon- fón, y Erasmus Darwin, respectivamente, recomen-
trado que en los ambliopes se produce con el tiempo daron la oclusión del ojo sano para mejorar la visión
disminución de células en el cuerpo geniculado. del ambliope. Desde entonces, los conocimientos so-
La ambliopía es una de las causas de déficit visual bre la fisiopatología de la ambliopía fueron enriqueci-
prevenible en una población que sería económicamente dos por los formidables aportes de Bangerter Cuppers,
activa en la sociedad entre la segunda, tercera y cuarta en la década de 1850 y años más tarde, por los méto-
década de la vida. Tiene una prevalencia entre 2 y 4 % de dos de experimentación neurofisiológicos que realiza-
la población general, entre 3 y 4 % de los niños en edad ron Hubel y Wiesel, premios Nobel en 1981.
preescolar y entre el 2 y 7 % de los niños en edad escolar. La ambliopía constituye, para sorpresa de todos,
Esta afección aparece por la falta de consolida- la causa principal de pérdida de la visión monocular en
ción de la agudeza visual consecutiva a la carencia de el grupo de personas entre 20 y 70 años. Sobrepasa a
estímulos o a la presencia de un estímulo inadecuado la retinopatía diabética, el glaucoma, la degeneración
o insuficiente y actúa en un período crítico del desa- macular relacionada a la edad y la catarata.
314 Oftalmología pediátrica

La ambliopía estrábica es la más frecuente y la Ambliopía estrábica. Como se mencionó ante-


que se puede detectar con mayor facilidad, por lo que riormente es la más frecuente y ocurre sobre todo en
llama la atención la desviación ocular. Su origen es la las tropías no alternantes, sobre todo en las esodes-
fijación con un punto extrafoveal, que no tiene las con- viaciones.
diciones anatómicas ni funcionales para lograr una La patogénesis de la ambliopía estrábica se inicia
buena agudeza visual, pero esta no es la única causa. con la supresión, mecanismo sensorial destinado a
Nunca se debe olvidar que el ambliope unilateral evitar la diplopía y confusión de imágenes. Consiste
tiene mayor posibilidad de quedar ciego y el aumento en la eliminación cortical de la percepción de un estí-
de la visión del ojo ambliope, cuando el sano queda mulo visual supraliminal; su comportamiento varía se-
ciego, según Vereeken y Brabant, ocurre solo en el gún el tipo de desviación y la edad del paciente (capí-
28,5 % de 305 casos estudiados. Si se tienen en cuen- tulo 23).
ta estas estadísticas, los oftalmólogos están en la obli- Ambliopía anisometrópica. Es la segunda en
gación de alertar a las autoridades sanitarias de su frecuencia; en ella existe una diferencia entre la niti-
país en la importancia de la prevención de la dez y el tamaño de la imagen retiniana, se establece
ambliopía. la supresión y la ambliopía del ojo más amétrope.
Lo anterior explica la importancia de realizar che- Jampolsky llama la atención que una dioptría de dife-
queo oftalmológico al nacimiento, a los 6 meses, 3 y rencia de una anisometropía sin estrabismo puede
5 años de edad; además desarrollar programas de causar ambliopía.
pesquisa en niños para diagnóstico precoz, debido a La ambliopía es más intensa en anisohipermetropía
que la ambliopía es prevenible y reversible cuando que en la anisomiopía, lo que se explica porque en la
se detecta tempranamente y se realiza tratamiento anisohipermetropía el ojo más amétrope nunca se uti-
de rehabilitación visual adecuado. liza. El paciente prefiere usar el ojo menos amétrope
En Cuba está normado por el Ministerio de Salud para cerca y para lejos, mientras en la anisomiopía el
Pública que todos los niños, al incorporarse a las vías paciente prefiere usar para cerca el ojo miope y el
formales de educación (círculo infantil) deben presen- adelfo para lejos, excepto cuando el ojo más amétrope
tar un chequeo oftalmológico realizado recientemen- tiene una miopía muy elevada.
te. Esta es una forma de detección precoz de la enti- Ambliopía ametrópica. Es causada por erro-
dad pero se debe insistir en chequear también a los res de refracción bilateral no corregidos en los pri-
niños de las llamadas vías no formales y cuanto antes meros 7 años de vida, es decir en hipermetropías
sea posible, para evitar un diagnóstico tardío de la mayores de 5 D y miopías cercanas o mayores de 10
ambliopía y lo que la provoca. D. El grado de ametropía cilíndrica necesaria para
causar ambliopía meridional no está determinado, pero
Clasificaciones más usadas en la ambliopía que
la mayoría de los autores recomiendan corrección
ayudan a decidir la terapéutica de astigmatismos mayores de 2 D.
Según el grado de agudeza visual: Mohindra observó que las ametropías no corre-
– Moderada: 0,25-0,5. gidas durante el primer año de vida parecen no afec-
– Grave: 0,05-0,2. tar el desarrollo de la agudeza visual, pero las
ametropías no corregidas durante el segundo o ter-
Según su fijación: cer año de vida interrumpen el progreso de la agude-
– Foveal.
za visual.
– Excéntrica: parafoveal, macular, paramacular,
Ambliopía por deprivación. Ocurre por la to-
centrocecal, parapapilar y errática.
tal ausencia de formación de imagen en la retina; no
se trata de ausencia de estímulo luminoso porque esto
Según su etiología:
– Estrábica. es raro que ocurra. Generalmente se presenta en las
– Anisometrópica. ptosis total, tarsorrafias y/o oclusiones excesivas,
– Ametrópica. opacidades corneales, cataratas congénitas, vítreo
– Por deprivación. primario hiperplásico, entre otras.
Capítulo 22. Ambliopía 315

El diagnóstico de ambliopía se debe basar en: En los niños pequeños, incapaces de cooperar, el
anamnesis, examen oftalmológico completo, toma de diagnóstico no ofrece dificultades si se utiliza la prefe-
la agudeza visual según la edad o de la preferencia de rencia de fijación o capacidad de alternancia. Por ejem-
fijación, prueba de sensibilidad al contraste, visuscopia plo, ante un niño con un ojo desviado, se le ocluye el
y refracción. ojo fijador y 2 cosas pueden ocurrir:
La medición de la agudeza visual, según la edad, 1. El ojo desviado hace un rápido movimiento y toma
se debe tomar sin cristales, con sus cristales, binocular la fijación al frente y derecho, lo que significa que
y monocular con diferentes métodos. tiene agudeza visual normal o si hay déficit, es de
Menores de 2 y medio años:
poca intensidad.
– Prueba de mirada preferencial.
2. El ojo se mantiene desviado, el niño llora, trata de
– Prueba de dominancia ocular.
quitarse la oclusión del ojo sano, intenta huir con la
– Potenciales evocados visuales y nistagmo
cabeza; se concluye entonces que el ojo desviado
optocinético.
es ambliope. Esto se puede confirmar ocluyendo
el ojo ambliope y observando al niño. Si se tran-
Niños entre 2 y medio y 5 años:
quiliza y el paciente no reclama, el diagnóstico es
– Prueba de figuras. Ejemplo: Key pictures (Fig.
22.1) y Allen pictures (Fig. 22.2). correcto.
– Letra E.
– Letra C de Landolt, entre otros.

Niños mayores de 5 años:


– Log Mar (Fig. 22.3).
– E de Snellen lineal.

Fig. 22.3. Log Mar.

Tratamiento de la ambliopía
– Eliminar la causa.
– Corrección de los defectos de refracción.
– Oclusión y degradación óptica.
– Profilaxis de la recidiva de la ambliopía recu-
perada.
La corrección del defecto refractivo se realiza
previa cicloplejía, con ciclopentolato al 1 % en colirio
Fig. 22.1. Key pictures.
oftálmico. Se instila 1 gota de anestésico, después 1
gota de ciclopentolato, se esperan 5 min y se instila
una segunda gota de ciclopentolato. A los 5 min si-
guientes, se coloca 1 gota de tropicamida y se esperan
30 min para realizar la esquiascopia. En los menores
de 1 año, se utiliza ciclopentolato al 0,5 %. La deter-
minación del defecto se hace con refractometría au-
tomática (Fig. 22.4) y esquiascopia, asegurándose que
Fig. 22.2. Allen pictures. ambos resultados coincidan.
316 Oftalmología pediátrica

la corrección, por espacios muy prolongados en el día.


El Grupo de Estudio para el Tratamiento de la
Ambliopía creado y rectorado por el Grupo Investiga-
dor de las Enfermedades Oculares en Pediatría de los
Estados Unidos, sugiere que el tiempo de permanen-
cia de las oclusiones no debe ser excesivo. El mejora-
miento de la agudeza visual se puede lograr, en
ambliopías moderadas, con un tiempo máximo de 2 h
al día de oclusión, con un periodo de tiempo dentro de
estas horas de alrededor de 20 min a 1 h, en el cual se
le deben realizar al niño actividades de fijación como
Fig. 22.4. Refractometría automática. lecturas, escrituras o participación en juegos diseña-
dos con software, que provoquen o estimulen la fija-
Las oclusiones se deben realizar con un parche ción visual. En el caso de las ambliopías graves reco-
adhesivo sobre el ojo dominante o de buena visión, para miendan que la duración de la oclusión pueda llegar a
que se eliminen los impulsos inhibitorios del ojo sano las 6 h al día, con 1 h al menos de actividades de fija-
sobre el ojo ambliope (Fig. 22.5). Se recomienda su ción, por lo que es innecesaria entonces la prolonga-
comienzo después de los 6 meses de edad, época en
ción del tiempo de oclusión por 12 h o más, según Michel
que la mácula tiene suficiente riqueza histológica, y ade-
Repka. En general, el tiempo de permanencia de la
más es el momento en que comienzan a ser efectivas
las conexiones retinogeniculo corticoencefálicas. Se oclusión se puede disminuir en relación directa con la
debe concluir con las oclusiones si después de 2 perio- edad de los niños, o sea, que a menor edad, menor
dos, de entre 3 y 4 meses cada uno, no hay mejoría o si tiempo de oclusión.
con ese tiempo de tratamiento oclusivo se logra una Una alternativa al uso de los parches son las pe-
buena agudeza visual. Luego solo queda mantener la nalizaciones farmacológicas, que constituyen una op-
oclusión menos tiempo al día por espacio de 6 meses ción en el tratamiento en las ambliopías moderadas.
más para evitar las recidivas. No se deben usar en niños con ambliopías graves que
asisten a instituciones escolares, por la duración pro-
longada de la cicloplejía y la midriasis que se necesita,
lo que pudiera estar privándolo de un adecuado apro-
vechamiento escolar.
Para las penalizaciones farmacológicas se usa
colirio oftálmico de atropina al 1 %. Este medicamen-
to se debe emplear en dosis de 1 gota diaria en el ojo
fijador; se dice que los beneficios son similares a los
usados con los esquemas de oclusiones. Se piensa que
lo que impide su uso de una manera más extensa es lo
referido a los efectos adversos. Los pacientes que lo
han usado lo prefieren, en vez de las oclusiones.
Otra alternativa es la penalización con cristales, que
puede ser total o parcial. En la primera de las 2 se pue-
Fig. 22.5. Oclusión. de realizar la penalización indicando la mejor correc-
ción óptica para el ojo ambliope, mientras que para el
Con relación al tiempo, es frecuente hoy en día ojo dominante se administra atropina. Si el paciente tie-
encontrar médicos que usen las oclusiones además de ne una hipermetropía pequeña, se corrige con lentes
como primera línea de tratamiento o simultáneas con negativas. Esto, al menos en el marco teórico, repre-
Capítulo 22. Ambliopía 317

sentaría que este paciente utiliza su ojo ambliope para of unilateral visual impairment detected at preschool vision
todas las distancias. Si se hace una hipercorrección del screening. BMJ; 327:1251 (29 November), pantallas 10, fe-
cha de acceso 15 diciembre 2008.
ojo ambliope y para el ojo dominante se aplica atropina, E Mengual E, Hueso JR (2009): Actualización en Oftalmología
además de la corrección de la hipermetropía total, se Pediátrica. Cap. Ambliopía. 24 pantallas, fecha de acceso: enero.
obtiene una penalización parcial. En este caso el pa- Holmes JM, Beck RW, Kraker RT, Cole SR, Repka MX, Birch
ciente usaría su ojo ambliope para cerca y el dominante EE, Felius J, Christiansen SP, Coats DK, Kulp MT (2003):
Impact of patching and atropine treatment on the child and
para lejos. Las penalizaciones en general tienen a su family in the amblyopia treatment study. Arch Ophthalmol.
peor detractor en el uso de la atropina, pues por lo regu- Nov; 121(11):1625-32.
lar debe ser indicada por un periodo de tiempo no corto Holmes JM, Kraker RT, Beck RW, Birch EE, Cotter SA, Everett
y son temidos los efectos adversos que se pueden pre- DF, Hertle RW, Quinn GE, Repka MX, Scheiman MM, Wallace
DK (2003): A randomized trial of prescribed patching regimens
sentar; estos se logran minimizar si se tiene la precau- for treatment of severe amblyopia in children. Ophthalmology.
ción de comprimir el punto lagrimal al instilarla para evitar Nov; 110(11):2075-87.
la penetración sistémica del medicamento. Tampoco el Guerra Gómez L y col. (1988): Diagnóstico precoz de la ambliopía.
uso de cristales es una forma de terapia que atraiga, Rev Cub Oftalmol; 1(1).
Lempert P (2004): The Pediatric Eye Disease Investigator Group
desde el punto de vista económico y no muy factible de Report May Be Too Optimistic About Efficacy of Treatment.
utilizar cuando no se dispone de recursos. Pediatrics, November 1; 114(5):1366-1366.
Otras de las opciones en el tratamiento de la Levi DM, Song Sh, Pelli DG (2007): Amblyopic reading is crowded.
ambliopía se dejan reservadas para cuando las tera- Journal of Vision. Vol 7, Number 2, Article 21, pp. 1-17.
Méndez Sánchez Teresita de J, Rosa M Naranjo Fernández,
pias anteriores han fracasado y la más novedosa es el
Hernández Santos LR, Padilla González Carmen M (2002):
uso de medicamentos sistémicos, en particular la Resultados de la Rehabilitación visual en ambliopes del Centro
levodopa, precursora de la dopamina. Esta droga se Oftalmológico Infantil. Rev Cubana Oftalmol; 2(15).
debe asociar a la carbidopa para evitar que la primera Pediatric Eye Disease Investigator Group (2002): A randomized
se degrade en tejidos periféricos, reduciendo enton- trial of atropine vs. patching for treatment of moderate amblyopia
ces los efectos terapéuticos cerebrales y aumentando in children. Arch Ophthalmol. Mar; 120(3):268-78.
Prieto Díaz J, Souza Dias C (2005): Estrabismo. Quinta Edición,
a su vez los afectos colaterales sistémicos de la Argentina. Editorial Científicas.
levodopa. Se piensa que esta no es una modalidad de Quinn Graham E, Beck Roy W, Holmes Jonathan M, Repka
terapia a la que se deba renunciar, puesto que los es- Michael X (2004): Recent Advances in the Treatment of
tudios al respecto muestran resultados muy Amblyopia. PEDIATRICS, Vol. 113, No. 6, June, pp. 1800-
esperanzadores. 1802, 22 pantallas, fecha de actualización Octubre 2007, fecha
de acceso Noviembre 2008.
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bre 2008.
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Strabismus (Basic and Clinical Science Course). SA, Donahue S, Everett DF, Hertle RW, Holmes JM, Quinn
Arias Díaz Alejandro (2009): Consideraciones terapéuticas actua- GE, Scheiman MM, Weakley DR (2005): Two-year follow-
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Ferrer”. Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de La Habana. Feb; 123(2):149-57.
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Richardson SR (2003): Randomised controlled trial of treatment Tercera Edición. Editorial Elsevier.
Capítulo 23

Estrabismo
TERESITA DE JESÚS MÉNDEZ SÁNCHEZ, ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y EUGENIO JARA CASCO†

El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los Métodos de examen y diagnóstico


ejes oculares. El término proviene del griego strabismus,
del estrabismo
que significa desviar o torcer la mirada.
Afecta 3-4 % de la población infantil y es causa, A todo paciente estrábico se le debe realizar exa-
men oftalmológico completo, es decir, exploración de
no solo de disminución de la visión y ambliopía, sino
anexos, segmento anterior, medios, fondo de ojo y re-
también de trastornos psicológicos, a veces graves por
flejos pupilares, además de los siguientes exámenes,
el problema estético que lo acompaña. que se realizan en dependencia de la edad y colabora-
Para el estudio del estrabismo es preciso recordar ción del paciente:
que los movimientos en torno del centro de rotación Agudeza visual sin corrección óptica. Con sus
del ojo pueden ser analizados en función de un siste- cristales monocular y binocular (capítulos 5 y 22).
ma de coordenadas fijo en la órbita y representado Estudio de la motilidad ocular. Se debe co-
por 3 ejes perpendiculares entre sí, X, Z y Y, llamados menzar por el estudio de la posición primaria de la
ejes de Fick (capítulo 4). mirada (cuando con la cabeza erecta los ojos fijan un
Estos movimientos del ojo en torno a sus 3 ejes de punto situado en el infinito), la prueba de Hirschberg,
giro son llamados: el covert test, el estudio de las ducciones, versiones
– Ducciones, que son movimientos monoculares. y vergencias (capítulo 5).
Estudio de los reflejos corneales o de
– Las versiones (movimientos conjugados): son
Hirschberg. En la consulta diaria es práctico utilizar
movimientos binoculares en los cuales los ojos
este método para el diagnóstico del estrabismo. El pa-
se desplazan en la misma dirección y el mismo ciente debe mirar de frente al examinador quien fija la
sentido. luz de una linterna o la del oftalmoscopio frente a sus
– Las vergencias (movimientos disyuntivos): son ojos. Si el reflejo de la luz cae simétrico en el centro
movimientos binoculares en los que los ojos se de la pupila en ambos ojos, existe paralelismo ocular.
desplazan en la misma dirección y en sentido Si en un paciente con diámetro pupilar de alrededor de
opuesto. 3 o 4 mm el reflejo de la luz cae en el centro de la
320 Oftalmología pediátrica

pupila en un ojo y en el borde externo de la pupila en el Con esta prueba se obtiene una evaluación acepta-
otro ojo, hay 15° de estrabismo convergente; si cae ble de la magnitud de la desviación, si la hubiera; cada
entre el borde de la pupila y el limbo corneoescleral, milímetro de desplazamiento del reflejo sobre la córnea
hay 30º y si cae en el limbo corneoescleral, hay 45° corresponde a un movimiento ocular de 7º (12 D).
(Fig. 23.1) (capítulo 5). Cover test. Es el estudio más importante de la se-
miología motora porque informa si existe desviación
manifiesta o tropía y latente o foria; ambliopía, reflejo
de fusión normal o débil, divergencia vertical disocia-
da (DVD) o nistagmo latente.
Con esa prueba es posible inferir, no solo la situa-
ción motora sino las condiciones sensoriales del pa-
ciente. Es indispensable para ejecutarla un mínimo de
cooperación, y en ella es importante el reflejo de fija-
ción y el control de la acomodación.
Consiste en la oclusión y desoclusión de un ojo; se
inicia con la oclusión del ojo fijador. Consta de 3 eta-
pas: en la primera y segunda etapa se observa el com-
portamiento del ojo desocluído y en la tercera, se ob-
serva el comportamiento del ojo que es ocluido, lo que
A evidencia las desviaciones latentes o enmascaradas
por el reflejo de fusión.
Medición con prismas a 33 cm y 6 m. Se usa si
la agudeza visual es igual o mayor de 0,4; si la visión
es peor se debe utilizar el método de Krimsky. Es ne-
cesario repetir varias veces el examen del niño con
estrabismo o sospechoso de serlo, en consultas suce-
sivas, por la importancia que reviste realizar un diag-
nóstico y tratamiento temprano y seguro para evitar la
ambliopía y otros trastornos sensoriales que lo acom-
pañan como la falsa mácula, la correspondencia sen-
sorial anómala, ausencia de fusión y estereopsia.
B
Métodos más usados para medir el estrabismo:
– Estudio de los reflejos corneales (Hirschberg)
– Cover test
– Medición con prismas a 33 cm y 6 m
– Krimsky y Krimsky modificado

Para el estudio de las desviaciones oculares se


usan de preferencia los prismas, sueltos o en barra
pero también se puede usar el sinoptóforo y para el
diagnóstico de forias se puede utilizar además
el Maddox Wing test (capítulo 5).

Alteraciones sensoriales en el estrabismo


C Cuando se produce una desviación monocular, el
objeto, que es visto por la fóvea del ojo fijador, impresio-
Fig. 23.1. Medición con el método de Hirschberg del paralelismo o
desplazamiento de los ejes visuales. A. Bebé en ortoforia; B. Esotropia na en el ojo desviado un área de retina no correspon-
de 15°; C. Esotropia de 40°. diente con la del otro ojo que está derecho, por lo que
Capítulo 23. Estrabismo 321

el objeto es localizado en el campo visual de cada ojo que se forma entre la línea de visión y el eje papila
en 2 lugares diferentes. Esto puede producir diplopía, córnea; puede ser positivo si el desplazamiento es en
si el cerebro no suprime esa segunda imagen, llamada sentido temporal de la fóvea, es decir, orientación ha-
“falsa imagen” que es de menor calidad. cia afuera del ojo fijador; es negativo si el desplaza-
De igual forma, el ojo desviado recibe la impre- miento es en sentido nasal, de la fóvea hacia el nervio
sión de un objeto diferente en su fóvea, el cual es lo- óptico, o sea, giro hacia adentro del ojo o desviación
calizado superpuesto al objeto fijado por la fóvea del temporal del reflejo liminoso.
ojo que en ese momento no desvía; por eso se produ- Para explorar la visión binocular se usan pruebas
ce confusión de imágenes. Aparecen entonces meca- especiales como la de Titmus y otras como el TNO
nismos sensoriales de compensación que varían con que no ofrece pistas monoculares secundarias o adqui-
el sujeto, el tiempo o duración de la desviación y sobre ridas (capítulo 5). Para niños que no cooperan, además
todo con la edad de aparición. de la prueba de Titmus se utilizan el de Randot
Para evitar la diplopía y la confusión de imágenes, stereotest, Lang I y II y el de Frisby, entre otros.
se originan en el ojo desviado 2 escotomas o áreas don-
de no hay visión, uno en la fóvea y el otro en el área Causas de estrabismo
extramacular retiniana no correspondiente, donde cae- La causa del estrabismo es plurifactorial, por eso es
ría la imagen que ve el ojo normal con la fóvea. Es importante tener en cuenta la anamnesis; además de la
conocido como escotoma de Hams y se considera el herencia hay otros factores que se observan con relativa
más intenso y extenso. Generalmente engloba la man- frecuencia en los niños con trastorno de la motilidad ocu-
cha ciega o se extiende hasta unirse al escotoma ma- lar, como son: prematuridad, parto distócico, apgar bajo
cular, configurando un único y gran escotoma. Este al nacer, hipoxia, ser gemelar, entre otros.
mecanismo inhibitorio en visión binocular se denomina
Clasificación del estrabismo
“supresión”.
Con el tiempo, los fenómenos de inhibición de la En el estudio del estrabismo se emplean varios tér-
visión foveal en el ojo desviado ceden lugar a una re- minos específicos, de uso no comunes por el médico,
adaptación sensorial a la desviación, en un intento por que son necesarios volver a mencionar para la mejor
restaurar la binocularidad, lo que conlleva a lo que se comprensión del tema:
denomina “correspondencia retinal anómala”. Este – Ortoforia: paralelismo de los ejes oculares.
término se ha arraigado en la literatura pero se debe – Heterotropía: estrabismos manifiestos.
decir “correspondencia sensorial anómala”, porque es – Heteroforia: Estrabismos latentes.
la resultante de la interrelación entre circuitos
retinogeniculocorticales de ambos ojos. Mediante este Cuando ambos ojos están en posición tal que reci-
proceso, un área extramacular del ojo desviado ad- ben en sus máculas las imágenes del objeto que el
quiere, bajo condiciones binoculares, la misma pro- individuo está fijando, se dice que hay ortoforia. Si este
yección espacial que la fóvea del ojo fijador, lo que se alineamiento se obtiene posquirúrgico, se denomina
conoce como falsa mácula, y a consecuencia, se pro- ortotropía.
duce deficiencia visual y ambliopía en el ojo desviado. La heterotropía es el estrabismo manifiesto o des-
Estas alteraciones sensoriales están en dependen- viación permanente de los ojos. Se observa en todo
cia del diagnóstico y tratamiento oportuno y adecuado. momento.
Para el estudio de las alteraciones sensoriales se Se denomina heteroforia a las desviaciones laten-
debe realizar: estudio de la fusión, correspondencia tes que no se ven a simple vista; solo se detectan de
sensorial y estereopsia. forma pasajera en determinadas circunstancias como
La correspondencia sensorial y la supresión se fatiga física o psíquica, o en el curso de pruebas de
estudian mediante varios métodos, como el vidrio es- oclusión de un ojo, momento en que el ojo se deja de
triado de Bagolini, las luces de Worth, filtros rojos de esforzar para mantener el paralelismo, pues no hay
intensidad creciente, las posimágenes de Bielshowski estímulo visual binocular que así lo requiera.
y el sinoptóforo. Este último sirve para estudiar otras Las tropías pueden afectar un solo ojo, por lo que
funciones básicas como percepción simultánea, se denominan monoculares, o se pueden manifestar en
fusión y estereopsia; mide además la amplitud de ambos ojos y ser alternantes o binoculares. En los
vergencias funcionales y el ángulo Kappa, que es el estrabismos alternantes la visión se desarrolla con nor-
322 Oftalmología pediátrica

malidad en ambos ojos, pues se usa indistintamente uno


u otro ojo; en cambio, en los estrabismos monoculares
de la infancia no se desarrolla correctamente la visión
en el ojo que se desvía y el pronóstico es reservado si
no se realiza tratamiento.
Al describir estos tipos de trastornos del balance
muscular ocular, llamados forias y tropías, se utilizan
los prefijos eso, exo, hiper e hipo, para describir la
posición de desviación del ojo, adentro (eso) o con-
vergente, afuera (exo) o divergente, hacia arriba
(hiper) y hacia abajo (hipo) (capítulo 5).
Cuando se observa un niño con tortícolis o desvia-
ción compensadora de la cabeza, se debe sospechar Fig. 23.2. Hipertopía de ojo derecho y trastornos posturales.
la incomitancia o diferente grado de desviación entre
ambos ojos. En el caso de los músculos horizontales,
la cabeza se desvía hacia el lado del músculo afecta-
do, por ejemplo, si el músculo recto lateral del ojo de-
recho es el parético, la cabeza se desvía hacia la dere-
cha. En caso de estar afectados los músculos de ac-
ción vertical, el oblicuo superior más frecuentemente,
el niño inclina la cabeza sobre el hombro opuesto al
ojo afectado y deprime el mentón, con lo que evita la
diplopía y la confusión de imágenes.
El estrabismo puede ser:
– No paralítico o comitante.
– Paralítico o incomitante. A
– Mixto.

Estrabismo comitante o no paralítico. En


este la medida del ángulo de desviación es igual fi-
jando uno u otro ojo, se debe a causas sensoriales
más que a motoras y son los más frecuentes. Se
clasifican, al igual que los paralíticos, por el tipo de
desviación en:
– Esotropía o estrabismo convergente, con los ojos
hacia dentro.
– Exotropía o estrabismo divergente, con los ojos
hacia fuera.
– Verticales: B
Fig. 23.3 A. Estrabismo en A-V, cuando mira arriba se separan los
• Hipotropía, desvía el ojo hacia abajo. ojos; B. Estrabismo en A-V, cuando mira abajo se acercan los ojos.
• Hipertropía, desvía el ojo hacia arriba (Fig. 23.2).

Tanto los estrabismos convergentes, como los di- Desviación vertical disociada. Sucede cuando
vergentes se pueden ver frecuentemente combina- en la prueba de cubrir y descubrir los ojos, el ojo ocluido
dos con desviaciones verticales. Las formas A y V se desvía hacia arriba y rota hacia afuera mientras
de estrabismos, se caracterizan por la diferente mag- que refija bien cuando se quita la oclusión de ese ojo;
nitud del ángulo de desviación en las miradas arriba mientras el ojo contralateral mantiene la fijación todo
y abajo, tanto para las esotropías como para las el tiempo. Esa desviación puede ocurrir también en
exotropías (Fig. 23.3). periodos de inatención sin tener que ocluir el ojo. Se
Capítulo 23. Estrabismo 323

diferencia de la desviación vertical de la parálisis del Según la etapa de aparición puede ser:
IV nervio en que en esta última a la desviación verti- – Congénita o del infante, si aparece antes de los 6
cal del ojo ocluido la acompañan movimientos de meses de edad; generalmente entre los 2 y 4 meses
refijación en ambos ojos durante la maniobra de cubrir de vida la esotropía congénita, en el sentido estricto,
y descubrir cada ojo. Usualmente se asocia a eso o es infrecuente o aún inexistente, sin embargo, no es
exotropías y nistagmo. Se debe distinguir de la una denominación incorrecta, pues resulta del fra-
sobreacción del oblicuo inferior. caso congénito con probable determinación genética
Estrabismo paralítico o incomitante. Se cono- del desarrollo de la visión binocular normal.
ce por la medida de la desviación que no es igual en – Esotropía adquirida acomodativa o no acomo-
ambos ojos. dativa, si aparece entre los 6 meses y 7 años; la
esotropía del adulto aparece después de los 8
Esotropía años de edad.
Las esodesviaciones o estrabismos convergentes,
La esotropía congénita se caracteriza por gran án-
son trastornos de la motilidad ocular que representan gulo de desviación, limitación de la abducción,
el 50 % de las desviaciones oculares en la población hiperfunción de oblicuos inferiores y divergencia verti-
pediátrica; son producidas por causas anatómicas, cal disociada (DVD). Dentro de las esotropías congé-
inervacionales, mecánicas, refractivas, genéticas y nitas se encuentra el síndrome de Ciancia, que repre-
acomodativas. Las esodesviaciones pueden tener, en senta aproximadamente el 10 %, denominado así en
algunos casos, un componente vertical, pero no es lo homenaje a quien en 1962 realizó las primeras des-
frecuente (Fig. 23.4). cripciones clínicas completas de la esotropía del lac-
tante con nistagmo en abducción. El nistagmo en re-
sorte es el elemento más constante e importante del
síndrome de Ciancia. Se caracteriza por una fase rá-
pida hacia el lado del ojo fijador, aumentando en ab-
ducción y desapareciendo en aducción (Fig. 23.5).

Fig. 23.5. Síndrome de Ciancia. Tortícolis con giro de la cara y


fijación en aducción.

La esotropía congénita tiene como característica


habitual ser monocular y con limitación de la abduc-
ción, por lo que suele desarrollar profundas ambliopías
si no se realiza rehabilitación visual oportuna.
Todas las esodesviaciones acomodativas son ad-
quiridas; aparecen generalmente a los 2 y medio años y
B
coinciden con el incremento de la mirada de cerca y la
Fig. 23.4 A. Estrabismo convergente; B. Estrabismo convergente
consecuente convergencia; pueden aparecer
con hipertropía.
324 Oftalmología pediátrica

bruscamente o de forma intermitente, hasta que se hace


fijo. Es importante clasificarlas para definir conducta.
Existe la esotropía acomodativa refractiva pura, la no
refractiva acomodativa y la parcialmente acomodativa.
Esotropía acomodativa refractiva pura. En esta
el ángulo de desviación es entre 20 y 30 dioptrías prismáti-
cas (Dp) e igual desviación de lejos y cerca. Son pacien-
tes hipermétropes elevados generalmente + 4,00 dioptrías
esféricas; puede variar en el rango entre + 3,00 y + 10,00
dioptrías esféricas. Se indica el total de la refracción con
la acomodación paralizada (VAP) y si con ello se logra
ortoforia, no se considera el tratamiento quirúrgico.
Esotropía no refractiva acomodativa. Presenta un Fig. 23.6. Exotropía de 20°.
índice de acomodación-convergencia elevado, con mayor
desviación de cerca. Para su corrección se indican bifocales entre el primero y tercer año de vida. Como su nom-
ejecutivos, inhibidores de la colinesterasa de acción pro- bre lo indica, es una desviación en la que el niño pre-
longada, o cirugía después de los 8 años de edad. senta períodos normales de paralelismo y períodos de
Esotropía parcialmente acomodativa. Dismi- desviación pasajeros.
nuye el ángulo de desviación con el uso del total de la Un signo característico en estos pacientes es el
corrección óptica; la esotropía residual es quirúrgica. cierre de un ojo en los ambientes iluminados o frota-
Para obtener buenos resultados en el tratamiento miento de los ojos (Fig. 23.7) y la exotropía perma-
es preciso indicar oclusiones con el objetivo de lograr nente, en la que existe supresión hemirretinal y el
la fijación foveal en ambos ojos a temprana edad, que escotoma engloba prácticamente a toda la retina late-
permita el buen desarrollo de la visión. El oftalmólogo ral del ojo desviado.
debe realizar diagnóstico y tratamiento de rehabilita-
ción visual para evitar las alteraciones sensoriales en
el estrabismo; se debe insistir con los familiares en
mantener el adecuado tratamiento a pesar de lo largo
e incómodo que este resulte, y así poder rescatar la
visión normal del niño antes de ser sometido a trata-
miento quirúrgico, ya que, si no se logra un buen desa-
rrollo de la visión, el paralelismo obtenido en la cirugía
se puede perder nuevamente.
Aunque el tratamiento se debe iniciar lo antes posi-
ble, no se recomienda hasta después de los 4 meses
de nacido, porque hasta esa edad en el niño no hay
buen desarrollo de las fóveas, ya que su citoarquitectura
no está completamente desarrollada y aún no se insta- Fig. 23.7. El niño se frota los ojos.
la el paralelismo ocular.
El tratamiento del estrabismo antes de los 6 años
Exotropía de edad consiste en prevenir la ambliopía e indicar
cristales negativos (desde - 1,00 a hasta - 3,00 esf.),
Los estrabismos divergentes o exotropías (Fig.
si con ello se logra ortoforia y no disminuye la agudeza
23.6), de acuerdo con su persistencia en el tiempo se
pueden clasificar en: intermitente o permanente; y de visual; además se indican ejercicios de acomodación
acuerdo con la variación de la desviación, según el convergencia. Después de los 6 años, si el paciente no
objeto fijado, en: exceso de divergencia (desviación está compensado, se decide cirugía. Se espera esa
mayor de lejos que de cerca), insuficiencia de conver- edad para evitar sobrecorrecciones quirúrgicas.
gencia (desviación mayor de cerca que de lejos) o bá-
Tratamiento
sica (igual desviación de lejos y de cerca).
La exotropía intermitente es la más frecuente, re- El tratamiento del estrabismo tiene como objetivos
presenta el 85 %. Comienza en la primera infancia, prevenir o eliminar la ambliopía, obtener el paralelismo
Capítulo 23. Estrabismo 325

ocular con el menor número de cirugías para lograr mismo ojo por peligro de isquemia del segmento ante-
fusión y estereopsia. rior.
El oftalmólogo debe realizar lo siguiente: En las exotropías intermitentes antes de los 5 años
– La corrección óptica de los defectos refractivos, de edad se recomienda lentes negativas (-1 a -3 esfé-
si existieran, y sobre todo de las anisometropías, ricas) siempre que se logre ortoforia y no disminuya la
para lograr imágenes nítidas, y en los casos de agudeza visual, además de su seguimiento por consul-
estrabismo acomodativo, lograr la ortoforia. ta. Después de los 5 años, si más del 50 % del tiempo
– La oclusión alternante, que se realiza bajo es- el niño permanece en fase de tropia, se realiza la ciru-
tricto control del oftalmólogo hasta obtener la gía muscular.
fijación foveal en ambos ojos (capítulo 22). En las exotropías permanentes se debe realizar
– La corrección quirúrgica, que tiene los objeti-
tratamiento quirúrgico precoz.
vos: funcional y estético (alcanzar paralelismo
Recordar que si el paciente presenta una desvia-
ocular y visión binocular) y solucionar los pro-
ción básica o un exceso de divergencia es preferible
blemas psicológicos.
comenzar por recesión de ambos rectos laterales
Para los padres del niño y los adultos estrábicos (ARL) y en las insuficiencias de convergencia resec-
es más importante la corrección estética del ción de ambos rectos medios (ARM). En presencia
estrabismo, sin embargo, para el médico lo primordial de ángulo de desviación mayor de 45 Dp se decide
es la recuperación visual y después la estética. cirugía de 3 músculos, recesión ARL y resección de
Aunque existen medidas para la corrección qui- un recto medio.
rúrgica del estrabismo en dependencia del ángulo de La conducta en las exotropías consecutivas de-
desviación, en la actualidad se preconiza la cirugía di- pende de la edad del paciente, limitación de los movi-
námica basada en factores anatómicos y funcionales mientos oculares, existencia de cirugía previa de
encontrados durante la cirugía, como son: tensión mus- esotropía (recesión ARM), entre otros factores. En el
cular, resistencia al estiramiento, elasticidad y facto- Servicio de Pediatría del Instituto Cubano de Oftal-
res clínicos como la dirección y grado de desviación y mología “Ramón Pando Ferrer” se prefiere realizar
la presencia o no de limitación del movimiento. El acto cirugía exploratoria, localizar los rectos medios y lle-
quirúrgico se debe seleccionar cuidadosamente tenien- varlos a su inserción anatómica, en dependencia de la
do en cuenta todos estos factores. clínica del paciente y las características anatómicas
Los fracasos en la cirugía de estrabismo pueden del músculo encontrado y decidir entonces si hay que
ser causados por varias razones: la primera es la timi-
hacer una resección del mismo.
dez del cirujano por la inexperiencia; la segunda es la
En casos necesarios, los prismas se indican para
falta de agresividad bien dirigida, que puede llevar a
el tratamiento de las heteroforias o pequeñas tropías,
varios procedimientos quirúrgicos que podrían ser tra-
en los ángulos de desviación residual después de una
tados en una sola intervención por temor a una
hipercorrección. Sin embargo, la hipocorrección es cirugía correctora y en los estrabismos paralíticos para
realmente el resultado más frecuente. eliminar la diplopía.
En las esotropías congénitas generalmente se pre-
fiere de inicio realizar recesiones de ambos rectos me- Bibliografía
dios (ARM) y dejar las resecciones de los rectos late- Cantor LB (2003-2004): Basic and Clinical Science Course.
rales para esotropías residuales. Esto no es una nor- Pediatric Ophthalmology and Strabismus. San Francisco:
American Academy of Ophthalmology.
ma y depende de muchos factores; cuando se está en
Castro Pérez Pedro Daniel, Naranjo Fernández Rosa María,
presencia de un ángulo de desviación grande se valo- Sánchez Méndez Teresita de Jesús (2009): Momento quirúr-
ra puntualmente la posibilidad de recesión de ARM y gico de la esotropía congénita. Manual de diagnóstico y trata-
resección de un recto lateral. Como se sabe la esotropía miento en Oftalmología. Instituto Cubano de Oftalmología
congénita se puede acompañar de desviación vertical “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Ciencias Médicas, Ciudad de La
Habana.
disociada; para la misma existen diferentes técnicas García Sánchez M y col. (1989): Lateralización y organización
quirúrgicas pero la recesión de rectos superiores es espacial en niños estrábicos. Rev Cub Oftalmol; 1 y 2(2).
muy usada y con resultados satisfactorios, sin embar- Helveston Eugene M (2000): The Strabismus Minute.
go, no se deben desinsectar 3 músculos rectos en un Indianapolis: Education in Ophthalmology; pp. 418, 421, 497.
326 Oftalmología pediátrica

Hernández Santos Lourdes R, Naranjo Fernández Rosa M, Méndez Naranjo Fernández Rosa María, Méndez Sánchez Teresita de J,
Sánchez Teresita de J (2001): Técnica de suturas ajustables. Hernández Santos Lourdes Rita, Padilla González Carmen M
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Capítulo 24

Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular


ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, CARLOS E. MENDOZA SANTIESTEBAN Y TERESITA DE JESÚS MÉNDEZ SÁNCHEZ

Las parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular Es muy útil en la exploración del sistema nervioso
son frecuentes en las enfermedades neurológicas de los ni- la respuesta ocular de rotación de la cabeza; cuando
ños y por lo regular provocan diplopía, aunque no siempre. se hace girar al niño entre los brazos del examinador
El funcionamiento del sistema motor ocular de- se provoca una respuesta tónica lenta que es opuesta
pende de diversas estructuras del sistema nervioso, a la dirección de su propia rotación. La realineación
conectadas entre sí, como son: el tallo cerebral, donde ocular es el componente rápido o sácada de esa res-
están los núcleos oculomotores y centros de mirada puesta, todo lo que se conoce como nistagmo induci-
conjugada; el cerebelo; el sistema vestibular; distintas do, el cual puede explorar el estado de los músculos
zonas de la corteza cerebral; el estado del propio ór- oculares, el sistema vestibular y el visual.
gano visual y los músculos que lo mueven. La madu-
ración de estas estructuras no se produce al unísono, Parálisis y paresias musculares
de aquí que en el niño recién nacido y en el lactante se
Tanto la paresia o pérdida parcial de la función del
puedan presentar movimientos anormales de los ojos
músculo, como la parálisis o pérdida de la función total,
que tienden a desaparecer con el tiempo.
provocan una desviación ocular no concomitante, con-
La relación de las diversas estructuras que lo com-
génita o adquirida, en la que existe limitación a los mo-
ponen hace que mediante la exploración de los movi-
vimientos oculares. Tiene como principal característica
mientos oculares se ponga en evidencia el estado de
que la medida del ángulo de desviación, fijando el ojo
dichas estructuras. Esto se debe hacer sin violar los
pasos del examen; se comienza por observar cómo el afectado, es mayor que la desviación que se produce
niño coloca la cabeza para enfocar desde que entra al cuando fija el ojo sano. La otra característica es que la
consultorio. Se deben usar los métodos de Hirschberg, desviación aumenta en la posición de mirada con limita-
cubrir y descubrir alternativamente los ojos, para ob- ción del movimiento y disminuye en la mirada opuesta,
servar el movimiento que realiza el ojo que se destapa, es decir, no tiene la misma desviación en todas las posi-
explorar las ducciones y versiones en todas las posi- ciones de mirada y su ángulo de desviación varía.
ciones de mirada, de los movimientos de persecución, La paresia y la parálisis de un músculo oculomotor
las sácadas, así como las vergencias y el estado de los provocan la aparición de algunos fenómenos secun-
párpados y de las pupilas (capítulo 5). darios, que no solo se limitan al ojo afectado por la
328 Oftalmología pediátrica

parálisis, sino también al ojo sano, estos son: Frente a anormalidades de la motilidad ocular se
– Hiperfunción de su antagonista ipsolateral. debe establecer si el trastorno es:
– Hiperfunción del yunta del paralizado. – Supranuclear.
– Hipofunción del antagonista ipsolateral del yun- – Nuclear.
ta (parálisis inhibicional de Chavasse). – Internuclear.
– Contractura. – Del tallo cerebral.
– Tendencia a la comitancia. – De la unión neuromuscular.
– Del músculo.
En el caso de una paresia mínima, el examen
para detectarla debe ser muy detallado, en lo que Lesiones supranucleares
ayuda el estudio de las 9 posiciones diagnósticas de Existen centros de control supranuclear de la
mirada, el estudio de cubrir y descubrir alternativa- motilidad ocular en la corteza y tallo cerebral alto,
mente los ojos fijando una luz al centro, la diplopía que dirigen la acción de los nervios oculomotores
con vidrio rojo, el examen con prismas y la que están situados en el mesocéfalo y protuberan-
coordimetría (capítulo 5). cia. Para las sácadas horizontales se sitúan en la
Las paresias o parálisis de los músculos que lle- región del campo ocular frontal y activan la forma-
van a cabo los movimientos oculares pueden ser de- ción reticular paramediana pontina contralateral, en
bidas a causas neurógenas, mecánicas y miógenas. el tallo. Para los movimientos de persecución esos
Se observan en los defectos congénitos del desarro- centros se sitúan en la región parietooccipital
llo neurológico, en las parálisis cerebrales, en las
ipsolateral. Las sácadas verticales se inician en
hidrocefalias, así como por traumatismos, tumores,
neuronas del núcleo mesocefálico intersticial, rostral
enfermedades metabólicas, entre otras. Las de tipo
al fascículo longitudinal medial, reguladas por las
neurógenas son las más frecuentes.
células del núcleo intersticial de Cajal.
En su sitio de control cortical, de origen nuclear
Lesiones de estas estructuras pueden ocasio-
y a lo largo de su recorrido hacia el músculo efector,
nar trastornos de la motilidad ocular de diversos ti-
los nervios oculomotores transitan por diversas áreas
pos. En las lesiones del cerebro medio dorsal, que
del encéfalo y producen determinados cuadros clí-
provocan un cuadro clínico llamado síndrome de
nicos que permiten conocer el sitio de afectación
Parinaud, se afecta un grupo de mecanismos
(Fig. 24.1) (capítulo 4).
supranucleares que incluye el control de la mirada
vertical, con toma de la elevación y dificultad en la
depresión, párpados retraídos, alteraciones en las
vergencias con espasmo de la convergencia, diso-
ciación del reflejo luz acercamiento e inestabilidad
de la fijación. El fenómeno de Bell y la fase rápida
del nistagmo vestibular y optoquinético están daña-
dos. Las causas más frecuentes son pinealomas,
gliomas, hidrocefalia, infartos, drogas y enfermeda-
des metabólicas.
La doble parálisis de la elevación se puede ver
como anormalidad benigna y transitoria. La de un
solo ojo suele deberse a disfunción supranuclear, aun-
que también podría ser debida a mecanismo restric-
tivo en la órbita, o por lesión nuclear o infranuclear.
La supranuclear se confirma si en la búsqueda del
fenómeno de Bell el ojo afectado se eleva o durante
la maniobra de cabeza de muñeca, mientras que en
Fig. 24.1. Parálisis de los nervios craneales VI y VII derechos, provo- la paranuclear no lo hace (Fig. 24.2).
cada por lesión en la protuberancia.
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 329

Parálisis nuclear
En el ámbito nuclear la parálisis del tercer nervio
craneal es característica, ya que el subnúcleo del rec-
to superior inerva al recto superior contralateral y el
subnúcleo caudado central inerva a ambos elevadores
del párpado, lo que se expresa con afectación de la
elevación contralateral y ptosis bilateral.
Los espasmos de la convergencia raramente son
orgánicos. Se diferencian de la parálisis de los 2
sextos nervios craneales en la miosis que presentan
los casos con espasmos de acomodación, lo que se
A acompaña de cefalea, fotofobia, diplopía y visión
borrosa.

Parálisis internucleares
En las parálisis internucleares se desconectan los
núcleos del recto externo ipsolateral y el recto medio
contralateral, que están interconectados por el fascí-
culo longitudinal medial que une a estos núcleos, entre
otros. Su desconexión causa disminución de la aduc-
ción del ojo ipsolateral que intenta ese movimiento,
combinado con nistagmos del ojo contralateral que trata
de abducir. Las lesiones que lo provocan causan afec-
tación del fascículo longitudinal medial, como son: en-
fermedades inflamatorias, desmielinizantes,
degenerativas y metabólicas.
B
Lesiones en el tallo cerebral y sus troncos
nerviosos emergentes
Las lesiones del tallo cerebral tienden a producir
parálisis bilaterales y/o combinadas pero los que afec-
tan el seno cavernoso y la órbita suelen ser unilatera-
les, aunque también combinados.
En el tránsito por el espacio subaracnoideo se pue-
den ver afectados los 3 nervios oculomotores, lo que
con frecuencia se acompaña de papiledema. En el seno
cavernoso y en la fisura orbitaria superior se produce
además afectación de la primera rama del V nervio
craneal, con síndrome de Horner ipsolateral, proptosis,
edema del disco, dolor orbitario, inyección ciliar y
C epiescleral. En la órbita, la afectación puede ser simi-
lar con toma en conjunto de los nervios oculomotores
Fig. 24.2. Parálisis nuclear. A. Contrae los músculos frontales o por separado al sitio de la lesión. También se pueden
para contrarrestar la ptosis bilateral; fija con el ojo derecho en el
que tiene toma de la elevación; B. Mirando abajo no se observa afectar los nervios oculomotores pero sin focalización
parálisis de los depresores; C. Al solicitar que cierre los ojos para definida como se ve en procesos febriles, tóxicos e
estudiar el fenómeno de Bell, el ojo derecho no eleva y el izquier-
do sí lo hace.
inmunizaciones.
330 Oftalmología pediátrica

Por lo regular, las parálisis de los pares craneales, puede asociar con sordera y síndrome de Horner.
III, IV y VI, en sus orígenes y trayecto, ocurren en En el peñasco el daño se asocia a parálisis del VII
conjunto, aunque es más frecuente la parálisis del VI nervio, dolor en el ojo y cara; puede haber otitis me-
nervio craneal. Si el daño se produce en uno de los 3 dia, salida de sangre o líquido cefalorraquídeo por el
pares de nervios craneales, el cuadro clínico es el si- oído y papiledema, además de la parálisis del VI ner-
guiente: vio craneal, lo que se produce regularmente por
– Parálisis del VI nervio craneal. compresión, desmielinización, traumatismo u otra causa
– Parálisis de IV nervio craneal. sobre el o los troncos nerviosos. También se puede
– Parálisis del III nervio craneal. ver este tipo de desviación ocular convergente en de-
fectos de la unión neuromuscular, en defectos del pro-
Parálisis del VI nervio craneal. Provoca un pio músculo, en las fracturas orbitarias e inflamaciones,
estrabismo convergente por afectación del recto ex- entre otras. El ojo en posición primaria de mirada, por
terno, lo que produce limitación de la abducción y lo regular se desvía hacia adentro, no avanza hacia
diplopía directa, con la imagen falsa del lado del ojo fuera o lo hace parcialmente (Fig. 24.3).
parético. Si la afectación está en la protuberancia En las paresias y parálisis del VI par se puede
del tallo, puede lesionar el fascículo longitudinal valorar la indicación de prismas para eliminar diplopía
medial y el VII nervio, provocando su parálisis con en pacientes que no pueden ser sometidos a cirugía y
pérdida del gusto en los 2 tercios anteriores de la en los que el ángulo de desviación no excede las 10
lengua; además el daño a lo largo de su recorrido se Dp en PPM (paresias).

Fig. 24.3. Parálisis del VI nervio craneal. Exploración de las principales posiciones de mirada.
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 331

Se puede realizar la prevención de la contractura En el niño provocan tortícolis, mientras que en el


mediante el método de Quibor, en el que se ocluye adulto se manifiesta más por diplopía. La inclinación
el ojo afectado y se coloca delante del sano un pris- de la cabeza es posible que se note en fotografías vie-
ma de base lateral lo más potente que el paciente jas del niño, lo que sugiere la causa congénita.
tolere o mediante la aplicación de toxina botulínica Se puede tratar de compensar inclinando la cabe-
(Botox). za hacia el lado del ojo sano y por el contrario aumen-
En las parálisis o paresias, después de tratada la ta la desviación cuando la cabeza se inclina hacia el
causa, se debe realizar seguimiento durante 3 meses; lado del ojo con el músculo parético (Fig. 24.4).
si no se observa mejoría o se nota empeoramiento del
cuadro clínico, especialmente aumento de la desvia-
ción, se deduce que no habrá recuperación funcional
y se indica cirugía.
Variantes de tratamiento quirúrgico para las
paresias:
– Recesión del recto medio y/o reseción del recto
lateral.
– Cirugía inervacional.

Variantes de tratamiento quirúrgico para las parálisis:


– Transposición total o parcial de los tendones del
recto superior y el recto inferior al recto lateral
con o sin recesión del recto medio ipsolateral o
inyección de toxina botulínica en el mismo, la
cual se puede utilizar preoperatoria (evita la
contractura del recto medio), intraoperatoria y
posoperatoria.
– Recesión del recto medio y resección del recto
lateral (ojo fijo).
– Transposición de músculos verticales aumenta-
da con suturas de fijación lateral (técnica de
Foster) con recesión del recto medio
contralateral.
– Transposición de la mitad o 3 cuartos de las
fibras laterales de los músculos rectos vertica-
les aumentada con suturas de fijación lateral y
recesión del recto medio contralateral.

Parálisis del IV nervio craneal. Provoca un


estrabismo vertical que puede ser debido, como en el
VI par, a daño sobre el nervio y también a las afec-
ciones propias del oblicuo superior por lesión en el mús-
culo efector o su inervación. Las causas más comu-
nes son congénitas o traumáticas, estas últimas
frecuentemente bilaterales.
– Congénita.
– Adquirida:
• Traumática.
• Enfermedades del SNC.
• Accidentes vasculares.
Fig. 24.4. Parálisis del oblicuo superior derecho que se acentúa al
• Neoplasias. girar la cabeza para el lado del ojo enfermo y al mirar adentro.
332 Oftalmología pediátrica

Las características clínicas de la paresia unilate- No se debe esperar para hacer el tratamiento qui-
ral del oblicuo superior son: rúrgico.
– Hipertropía que aumenta en la lateroversión co- En el caso de niños, sobre todo pequeños, a pesar
rrespondiente a la aducción del ojo hipertrópico de la dificultad para explorar los oblicuos adecuada-
y disminuye en la lateroversión opuesta. mente, no se debe esperar para la cirugía, pues se
– Aumento de la hipertropía con la inclinación de pueden producir cambios permanentes de los múscu-
la cabeza hacia el hombro del lado del ojo afec- los esqueléticos y desarrollo de asimetría facial.
tado (signo de Bielschowsky). Generalmente se realiza primero la prueba de trac-
– Anisotropía en V. ción del oblicuo superior y si el tendón está laxo se rea-
– Exciclotropía. liza un pliegue de ese músculo. De lo contrario, se hace
debilitamiento del oblicuo inferior. Si no se opera el obli-
Las características clínicas de las paresias bilate- cuo superior, empíricamente se realiza retroinserción del
rales simétricas del oblicuo superior son las siguientes: recto superior (Fig. 24.5).
– Inversión de la hipertropía de una hacia otra Se han descrito diversos tipos de tratamientos
lateroversión. (Knapp) que tienen en cuenta la uni o bilateralidad, la
– Signo de Bielschowsky positivo hacia ambos magnitud de la desviación al frente y en diferentes posi-
lados. ciones de mirada; el estado de la función del oblicuo
– Anisotropía en V. superior y su antagonista, el estado de tensión o laxitud
– Acentuada exciclotropía que aumenta en del tendón del oblicuo superior, entre otros factores.
infraversión. Parálisis del III nervio craneal o parálisis
– Hiperfunción de ambos oblicuos inferiores la intranuclear. Es siempre ipsolateral y provoca ptosis
mayoría de las veces. con desviación del globo ocular hacia fuera y abajo,
por la acción del recto externo y oblicuo superior con
El estudio de la paresia del oblicuo superior en el midriasis paralítica si hay daño intrínsico, como suele
niño es difícil de determinar ya que no se puede cuan- ocurrir de inicio en las compresiones del tronco del
tificar la hipertropía en posición primaria de mirada ni nervio. Puede ser parcial o total con alteración de la
en las posiciones restantes ni medir la torsión. elevación del ojo y del párpado, cuando se afecta solo
Las paresias del IV nervio craneal necesitan ser la rama superior del nervio al dividirse en la órbita y
clasificadas clínicamente para después seleccionar el separarse de la inferior. Si hay parálisis pupilar y
tratamiento médico o quirúrgico acertado. Tienen buen sincinesia patológica, se puede establecer el diagnós-
pronóstico cuando son tratadas adecuadamente. tico de daño al III nervio.
En las paresias unilaterales del oblicuo superior el La parálisis de causa congénita es usualmente uni-
lateral. Se asocia a sincinesias patológicas. Estas apa-
tratamiento no quirúrgico que se ha propuesto es el
recen después de 12 a 18 meses de la parálisis. Entre
siguiente:
ellas están: la elevación del párpado superior al con-
– Tortícolis (autotratamiento).
traer el músculo recto medio y el inferior; la aducción
– Uso de prismas de efecto vertical en desvíos
o retracción del globo ocular al usar el recto superior y
pequeños; los prismas no actúan sobre la ciclo-
el inferior; la constricción pupilar al usar el recto me-
tropía por lo cual algunos pacientes continúan dio y el inferior, con pobre o ausente reacción pupilar
quejándose de diplopía. a la luz. También la parálisis oculomotora con es-
– Oclusión de uno de los ojos, es perjudicial. pasmos cíclicos se pueden ver en las parálisis con-
génitas.
En las parálisis bilaterales del oblicuo superior el Si la parálisis es total, pero respeta a la pupila, su-
tratamiento no quirúrgico se lleva a cabo con: giere una causa metabólica o isquémica, como ocurre
– Prismas; por lo regular son poco eficaces. en la diabetes por lesión de la microvasculatura que
– El tratamiento no quirúrgico para eliminar irriga al nervio.
diplopía solo resulta satisfactorio en hipertropías Si el daño está en el fascículo, concomita con
pequeñas y poco incomitantes (en caso de tor- ataxia cerebelosa ipsolateral, temblor rubral contra-
tícolis, difícilmente los prismas proporcionen lateral, hemiparesia contralateral y parálisis de la ele-
beneficio al paciente). vación.
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 333

B
Fig. 24.5 A. Oblicuo superior de estructura normal. Miectomía del oblicuo inferior; antes y después de operado. B. Oblicuo superior laxo. Pliegue
del oblicuo superior y debilitamiento del oblicuo inferior; antes y después de operado.

Se puede ver con cierta frecuencia la sincinesia En las parálisis del III se debe valorar muy bien el
patológica entre el trigémino (músculos pterigoideos, daño o el beneficio que la cirugía puede darle a este
sobre todo el interno) con el elevador del párpado tipo de paciente. En las parálisis adquiridas excepcio-
superior, por lo que este se abre al mover la mandí- nalmente se logra ortotropía; la blefaroptosis total es
bula, abrir la boca o succionar. Puede ser bilateral, hasta cierto punto beneficiosa porque evita la diplopía
pero no es lo frecuente. Se ha descrito una forma y confusión de imágenes.
inversa. Si se corrige con cirugía y se logra ortotropía (sin
En la migraña oftalmopléjica se puede ver la pará- torsión) es necesario corregir la blefaroptosis, lo que pue-
lisis del III nervio craneal, que suele ser unilateral y de provocar lagoftalmía y graves queratopatías por ex-
familiar. La parálisis casi siempre aparece cuando des- posición. Por ello, en adultos con buena agudeza visual
aparece el dolor. La recuperación en 1-2 meses es lo en ambos ojos y visión binocular sensorialmente normal,
frecuente, pero puede ser recurrente. la cirugía puede causar más daño que beneficio.
334 Oftalmología pediátrica

En las parálisis congénitas con ambliopía acentua- de los movimientos oculares en el intento de movi-
da existe menos riesgo quirúrgico ya que no se provo- miento. Existen 3 tipos (Fig. 24.6):
ca diplopía y si se efectúa corrección discreta de la – Limitación de la abducción, con aducción intacta.
blefaroptosis, la mayoría de las veces la córnea se – Limitación de la aducción, con la abducción intacta.
adapta a la nueva condición después de cierto tiempo – Limitación de la abducción y la aducción.
de queratopatía en región inferior.
En esta parálisis también se pueden indicar:
– Prisma de Guibor: prisma de base medial de 20
a 25 Dp ante el ojo sano y se ocluye el afecta-
do; el prisma se mantiene hasta que se define
que es una parálisis y se opta por la cirugía.
– Inyección de toxina botulínica.

Las variantes de tratamiento quirúrgico más usa-


das en las parálisis y paresias del III nervio craneal son:
– Retroceso máximo del recto lateral, resección
del recto medio y tenotomía del oblicuo supe-
rior (ojo fijo en PPM).
– Si se observa contractura del recto lateral y
retracción de los tejidos vecinos se procura,
además del retroceso muscular, liberar los teji-
dos retraídos que fijan al ojo en abducción, re-
troceso de conjuntiva y suturas de tracción y
dejar el ojo en discreta aducción durante 5 a 7
Fig. 24.6. Síndrome de Duane.
días.
– En parálisis del III nervio pero con el recto medio
La diaplejía facial con problemas en los movi-
manteniendo algo de su fuerza: cirugía
mientos horizontales del ojo puede ser considerada
inervacional de Horta de Barbosa, retroceso el síndrome de Moebious. Esa dificultad en los movi-
resección horizontal del ojo afectado más re- mientos horizontales del ojo puede ir desde una pará-
troceso del recto lateral del ojo sano. lisis del VI nervio craneal hasta una parálisis com-
pleta de los movimientos horizontales. Concomita
Existen técnicas que se aplican para evitar que el además con atrofia de la lengua, deformidades de la
ojo vuelva a la divergencia con el tiempo: cabeza, el cuello, el pecho y las extremidades. Se ha
– Anclaje del ojo al pliegue semilunar (Horta de sugerido como causa un defecto de desarrollo alre-
Barbosa). dedor del núcleo abducens.
– Desinsertar el recto lateral y reinsertarlo en el Otro tipo de anomalía de inervación es la divergen-
periostio de la órbita, se elimina su acción sobre cia sinergista, en la que hay una deficiencia de aduc-
el globo ocular. ción con abducción bilateral simultánea en el intento
de mirar al campo de acción del recto medio afecta-
do. Otras son: la sincinesia congénita del elevador, el
Otras anormalidades en la función recto lateral durante la abducción y la del trigémino
de los músculos inervados por el III, con el VI nervio craneal.
IV y VI nervios craneales El síndrome de Brown, conocido también como
“síndrome de la vaina del tendón del oblicuo superior”
provoca restricción del ojo en aducción. Se distingue
Entre las anomalías de la inervación están las que de la parálisis del oblicuo inferior por la prueba de
afectan al VI nervio, como el síndrome de Duane. ducción forzada, positiva en el Brown. Es causado por
Puede ser unilateral o bilateral y asociarse a otras ano- problemas en el tendón libre de la polea de la tróclea,
malías. Se caracteriza por retracción del globo ocular, lo que produce molestias, dolor y hasta un leve rui-
estrechamiento de la hendidura palpebral y limitación do como un clic. Muchos casos son congénitos o
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 335

asociados a enfermedades que provocan inflamación. aunque puede desaparecer en la primera semana o
Solo se considera quirúrgico cuando hay hipertrofia prolongarse hasta 2 meses. Responde a la prueba de
en posición primaria de mirada. En ese caso se reali- tensilón. La ptosis palpebral regresa al aplicar hielo
za tenectomía de oblicuo superior (Fig. 24.7). sobre el párpado caído.
La miastenia congénita se desarrolla poco después
del nacimiento y no en niños de madre miasténica. Se
debe vigilar la desvalorización de la visión de uno de
los ojos y proceder al tratamiento para evitar la
ambliopía. El resto de los músculos del cuerpo con
frecuencia no muestran debilidad pero el
electromiograma detecta el trastorno de la transmi-
sión neuromuscular.

Trastornos del propio músculo


La oftalmoplejía externa crónica progresiva es
una enfermedad mitocondrial o del ADN nuclear, que
se presenta con parálisis musculares que pueden lle-
var hasta la imposibilidad de movilizar el globo ocular
en cualquier dirección y provocar ptosis palpebral bi-
lateral. En niños, el tipo de parálisis oculomotora de
causa mitocondrial que más se observa es el de la
enfermedad de Kearns Sayre, que se presenta con
ptosis bilateral, oftalmoplejía extrínseca que se hace
total, retardo en el crecimiento, entre otras anoma-
lías (Fig.24.8).

Fig. 24.7. Niña con síndrome de Brown congénito. Presenta tortículis;


eleva el mentón e inclina la cabeza hacia el lado opuesto.

Unión neuromuscular
Otras causas pueden dañar la unión neuromuscular,
como sucede en la miastenia grave o en los propios
músculos por retracciones congénitas o consecutivas Fig. 24.8. Oftalmoplejía externa crónica progresiva (síndrome de
Kearns Sayre).
a cirugía de estrabismo.
La miastenia es una enfermedad sistémica, con
El botulismo se manifiesta con ptosis palpebral, an-
defecto en la placa neuromuscular, que se inicia con
tes de la parálisis y falla respiratoria. Se diferencia de la
parálisis de la musculatura ocular intermitente y del
miastenia en que las pupilas están muy dilatadas y res-
elevador del párpado superior. Esta enfermedad pue-
ponden muy poco a la luz. La oftalmoplejía es rara.
de ser puramente ocular, lo que es infrecuente. Tie-
ne una forma neonatal transitoria, una congénita y la
forma juvenil, similar a la del adulto. La forma de
Nistagmo
miastenia neonatal transitoria afecta al 12 % de los El nistagmo es una oscilación rítmica de los ojos
lactantes de madres miasténicas. Existe debilidad que puede ser de 2 tipos: pendular o en sacudidas. Se
general durante el primer día de nacido y se observa define como una serie de oscilaciones que contiene
ptosis, movimientos oculares limitados y debilidad de fundamentalmente movimientos lentos. La fase lenta
los músculos orbiculares. Dura de 2 a 3 semanas, es el movimiento que inicia el nistagmo pero en los de
336 Oftalmología pediátrica

tipo de sacudidas se le denomina por la dirección del El nistagmo se hace sintomático cuando provoca
movimiento rápido o sácada correctora. La fase lenta movimientos de la imagen visual, lo que es llamado
es el movimiento anormal que es corregido por una oscilopsia.
sacudida rápida para rescatar la fijación. Nistagmo de sacudidas. En posición extrema de
El nistagmo por lo regular es causado por una defi- mirada es casi siempre patológico, cuando es unilate-
ciencia en el sistema de movimientos de los ojos que ral o existe asimetría entre el movimiento de la mirada
incluye la fijación visual, el sistema de persecución lenta a la derecha e izquierda, su amplitud es mayor de 4° y
de los objetos, las vergencias, el sistema vestibular peri- la velocidad de la fase lenta es exponencial cuando el
férico, las vías integradoras neurales y optoquinéticas. ángulo de mirada es menor de 40°.
El sistema vestibular permite que la imagen se Muchos pacientes presentan nistagmo fisiológico
mantenga en la fóvea a pesar de los movimientos de de tipo sacudidas en posición extrema de mirada, el
la cabeza, generando desplazamiento de los ojos que cual es de baja amplitud, alta frecuencia y usualmente
son iguales pero en sentido opuesto. La vía del reflejo se fatiga o desaparece al mantener la posición excén-
ocular vestibular se origina en los canales trica de mirada. Su amplitud no es mayor de 3° y muy
semicirculares, hace sinapsis en los núcleos ocasionalmente es asimétrico, lo que se puede con-
vestibulares del VIII nervio y se conectan luego a los fundir con el nistagmo disociado que acompaña a la
núcleos oculomotores y el cerebelo. Cuando el siste- oftalmoparesia internuclear.
ma integrador neural responsable de mantener los ojos El nistagmo evocado por la mirada es de tipo sa-
en posiciones excéntricas de mirada (flóculo cudidas y aparece en dirección de la mirada excéntri-
cerebeloso, núcleo prepossitus del hipogloso y los nú- ca. A diferencia del nistagmo congénito se puede es-
cleos vestibulares mediales) está defectuoso, se pro- tabilizar por la fijación y acentuarse por la oscuridad o
al hacer borrosa la imagen.
duce un movimiento correctivo rápido de los ojos ha-
El nistagmo se puede producir fisiológicamente en
cia la línea media. Otras formas de nistagmos pueden
respuesta a estímulos visuales o inducirse por rotación
ser debidas a fatiga muscular, como en la miastenia y
del cuerpo. Si surge espontáneamente, en la mayoría
en caso de dificultad para vencer las fuerzas
de los casos, es provocado por disfunción del sistema
viscoelásticas de la órbita.
nervioso central, del sistema vestibular periférico o
El nistagmo causado por déficit visual en el niño
visual. Cuando se presenta nistagmo provocado por la
pequeño es por lo regular de tipo pendular y tiene es-
mirada horizontal y vertical, se debe sospechar intoxi-
peciales características que permiten su diferencia-
cación medicamentosa o metabólica. Cuando es
ción con los de causa periférica y centrales.
asimétrico o se presenta en una sola dirección sugiere
Nistagmo pendular. Solo tiene movimientos len-
infarto o enfermedad desmielinizante.
tos a ambos lados, con fase lenta que es bidireccional.
Además de las características del movimiento
En estos casos la fase lenta es de igual velocidad y no
hay sácadas correctoras en dirección opuesta, aunque nistágmico, los síntomas y signos acompañantes son
puede ser asimétrico entre los 2 ojos, lo que sugiere sugestivos de la posible causa. Si existe déficit visual,
lesión ocular o de la vía visual. Este tipo de nistagmo es la causa debe ser ocular. Las náuseas y vómitos, los
el que se presenta en la forma congénita y el espasmos ruidos de oído y la hipoacusia orientan principalmente
nutans. a enfermedad vestibular periférica; la disartria, diplopía,
El nistagmo pendular puede variar de amplitud, disfagia, entre otras, sugieren localización de la lesión
frecuencia, dirección, simetría y mejorarse o bloquearse en el tallo cerebral. Si es un nistagmo de reciente ini-
con determinada inclinación de la cabeza y de los ojos; ciación, se deben realizar estudios neurorradiológicos.
la dirección es por lo regular de tipo horizontal, aunque
Examen del paciente con nistagmo
también vertical y rotatoria. En algunos casos se ob-
serva un movimiento elíptico dado por la combinación El nistagmo se estudia mediante la inspección sim-
de nistagmo vertical y horizontal, que no coincide en ple, con lupa o lámpara de hendidura. El de poca ampli-
frecuencia temporal. Los movimientos pueden ser de tud se detecta mejor en el examen de fondo de ojo en
retracción pero estos son menos frecuentes. el que se debe tener en cuenta que el nistagmo bate
En el nistagmo congénito, el latente y el pendular contrario a lo que se ve hacer al polo anterior del ojo.
adquirido, los mecanismos de producción son poco Si el nistagmo es difícil de percibir o es suprimido por
entendidos. la fijación visual, se tapa un ojo mientras se observa el
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 337

otro con el oftalmoscopio. Con este procedimiento se – Para observar una sutil parálisis como la que se ve
quita la fijación y el nistagmo se puede observar mejor en el ojo que aduce en la oftalmoplejía internuclear.
y evaluar la agudeza visual de cada ojo de forma más – Para provocar un nistagmo de retracción con-
exacta. Los espejuelos de Frenzel están constituidos vergencia al usar el movimiento hacia abajo de
por cristales positivos de alta graduación, lo que supri- las rayas para hacer aparecer este importante
me la fijación, magnifica el tamaño de los ojos y faci- signo que caracteriza a las lesiones pretectales.
lita la observación del nistagmo.
El nistagmo se debe estudiar al frente y en todas las Existen otras formas de provocar nistagmo como
direcciones de mirada y con ojos cerrados y abiertos, ya se hace con las pruebas calóricas. El agua fría inyecta-
que aumenta al cerrarlos en el de tipo vestibular, pues la da en el oído provoca movimientos lentos de los ojos
fijación suprime el nistagmo de esta localización. Se de- hacia el lado irrigado y como el nistagmo se nombra por
ben chequear los movimientos de persecución y las la dirección de su fase rápida, se dice que el nistagmo
sácadas cuya alteración sugiere una causa central. en este caso se aleja del oído irrigado, mientras que con
El reflejo vestíbulo ocular se estudia haciendo fijar el agua tibia sucede lo contrario. En pacientes comatosos
al paciente un objeto a lo lejos mientras se mueve su esta prueba calórica sirve para evaluar el estado del
cabeza de lado a lado o en visión de cerca, con mayor coma, que con el agravamiento del mismo llega a des-
velocidad de movimiento de la cabeza pero en menor aparecer. En ellos los movimientos verticales pueden
ángulo de desplazamiento. La aparición de nistagmo ser explorados si se estimulan ambos oídos simultánea-
en esas condiciones sugiere afectación vestibular. No mente con agua fría; entonces debe aparecer nistagmo
siempre el nistagmo es espontáneo y se deben hacer vertical que tiene fase lenta hacia abajo y bate hacia
maniobras provocativas para detectarlo. arriba; con agua tibia sucede lo contrario.
Mediante la respuesta oculocefálica se pueden
El nistagmo fisiológico se provoca mediante una
detectar los nistagmos provocados por disfunción
tira o tambor de rayas al que se le imprime movimien-
cerebelosa o vestibular central. Esto se logra hacien-
to horizontal o vertical, mientras se le pide al paciente
do que el paciente mire a un punto fijo, como puede
que mire o cuente las rayas según estas pasan. La
ser su dedo, mientras el examinador rota la cabeza y
fase lenta se provoca al paciente seguir el objeto y la
extiende el cuello. Si se produce entonces cualquier
rápida es la sácada correctora que se produce para
movimiento anormal se puede decir que el nistagmo
fijar otra nueva raya. En el nistagmo congénito y en el
es de tipo supranuclear. Los movimientos nistágmicos
de retracción convergencia el ojo bate contrario.
pueden ser registrados objetiva y detalladamente me-
El nistagmo optoquinético es generado por la per-
diante la nistagmografía.
secución de un objeto al que sigue una sácada correc-
tora en dirección opuesta para fijar el nuevo objeto. Clasificación
Para desencadenarlo se usan modelos de rayas que El nistagmo se ha clasificado o más bien nombrado
se hacen pasar delante de la mirada del paciente. Las de acuerdo al momento de aparición en la vida, en rela-
proyecciones retinales o cerebrales contribuyen a esto ción con las características del movimiento y de su cau-
pero la cerebral es la menos importante en niños, no sa. Puede ser congénito o adquirido. El congénito o
así en el adulto. Según Liu y colaboradores el estudio neonatal es el que se observa en las primeras semanas
del nistagmo optoquinético es útil para: de vida y es benigno, aunque en la mayoría de los casos
– Evaluar la integridad de la visión del niño que el nistagmo no es notado sino un tiempo después, lo que
preserva la respuesta a la estimulación y pro- hace diferente la conducta que se debe seguir, al no
vocación del nistagmo vertical. poder establecer su carácter congénito benigno.
– Una respuesta reversa caracteriza al nistagmo El nistagmo congénito es de tipo motor o latente;
congénito. este último solo aparece al cubrir un ojo. En el primero
– En las lesiones parietales profundas se presen- no se encuentra enfermedad ocular aferente y se con-
ta una respuesta reducida cuando la tira de ra- sidera un defecto de la vía visual eferente; es bilateral
yas para provocar nistagmo se mueve en direc- conjugado y en un solo plano, casi siempre horizontal.
ción a la lesión. También puede ser rotatorio y raramente vertical. Pue-
– Para asegurar que es falsa la pérdida total de de tener sacudidas en la mirada extrema además de
la visión en pacientes que dicen ser ciegos movimientos pendulares. Es uno de los pocos tipos de
completos. nistagmo que se mantiene horizontal en mirada vertical,
338 Oftalmología pediátrica

lo que lo distingue del nistagmo evocado por la mirada. visual aferente, como el provocado por el albinismo,
Las oscilaciones visuales pueden reducir la agudeza vi- ceguera nocturna estacionaria congénita, hipoplasia del
sual. Aumenta al cerrar los ojos y disminuye al conver- nervio óptico, amaurosis congénita de Leber, entre
ger, lo que puede llevarlo a la esotropía con tortícolis. otras. Los niños que desarrollan pérdida visual en un
La fijación puede exacerbarlo. No provoca oscilopsia y ojo pueden desarrollar oscilaciones verticales lentas
el niño inclina la cabeza en busca de la posición de blo- de ese ojo, lo que es conocido como fenómeno de
queo, en la que el nistagmo se hace menor. Heimann- Bielschowski, que puede desaparecer si la
El tratamiento se basa en la corrección de cual- pérdida de la visión se resuelve.
El nistagmo latente es de tipo sacudidas y aparece al
quier defecto refractivo que se encuentre. Se puede
ocluir un ojo. Es bilateral y conjugado, con fase lenta ha-
tratar de disminuir con el uso de prismas para llevar
cia el ojo tapado. Se ve usualmente con grandes esotropías
el punto de bloqueo a la posición primaria de mirada y se distingue del congénito motor por cambios de la di-
o inducir convergencia. Si no se obtiene mejoría, se rección del nistagmo cuando se cubren los ojos alternati-
procede al tratamiento quirúrgico mediante el movi- vamente. Con los 2 ojos destapados es mejor la visión, la
miento de algunos de los músculos oculares para lle- cual empeora al ocluir uno, por la oscilopsia. Puede estar
var el punto de bloqueo fisiológico, si existe, en la asociado a esotropía y desviación vertical disociada. Un
posición al frente (Fig. 24.9). nistagmo latente manifiesto, proceso que reduce la visión
Muchos pacientes con nistagmo tienen disminu- de un ojo por catarata, ambliopía u otra causa, puede
ción de la visión de causa ocular por defectos de la vía provocar un nistagmo latente en el otro ojo.

B
Fig. 24.9 A. Niño con nistagmo y tortícolis con giro de la cara hacia la izquierda y mirada hacia la derecha; B. Después de tratamiento quirúrgico.
Recesión del recto medio izquierdo y recesión del recto lateral derecho.
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 339

El nistagmo adquirido puede ser mono o binocular. – Nistagmo de retracción convergencia.


En los monoculares puede aparecer en posición pri- – Nistagmo disociado.
maria, como en el espasmo nutans, la deprivación vi- – Nistagmo provocado por la convergencia.
sual o la mioquimia del oblicuo superior que también – Nistagmo de rebote.
se pueden presentar como binoculares o en la mirada – Nistagmo de los párpados.
excéntrica como se observa en las oftalmoplejías – Nistagmo epiléptico.
internucleares, la miastenia grave y las paresias de los
nervios craneales. Nistagmo pendular. Como se mencionó antes,
Los de tipo binocular pueden ser diconjugados y es la forma más frecuente del nistagmo ocular pero
en ellos están los de tipo vertical y horizontal. Ese últi- no es propio solo de esta causa ya que puede ser
mo se manifiesta en el nistagmo de retracción conver- debido también a compresiones e infiltraciones, como
gencia o en el de convergencia. El nistagmo conjuga- es el caso de los traumas, infartos, procesos inflama-
do puede ser pendular o tipo sacudidas o jerk y este a torios, degeneraciones de tallo cerebral y del cere-
su vez, espontáneo o inducido. belo, entre otros.
El nistagmo de sacudidas se puede inducir por Nistagmo voluntario. Es, por lo regular, de tipo
cambios de temperatura en el oído, rotaciones y por horizontal, aunque puede ser vertical o torsional. Solo
movimientos de la imagen visual u optoquinéticos. Si se sostiene por varios segundos y frecuentemente se
es espontáneo y excéntrico se puede tratar de un asocia con la convergencia de los ojos.
nistagmo fisiológico, inducido por drogas o por paráli- Nistagmo del espasmo nutans. Suele ser benigno
sis musculares, entre otras causas. y por lo regular se resuelve en los primeros 2 años pero
El nistagmo adquirido reviste gran importancia pues tumores diencefálicos pueden ocasionar un cuadro si-
puede ser debido a lesión intracraneal o por pérdida vi- milar, lo que se debe sospechar con más fuerza si apa-
rece después de los 3 años de edad. Los movimientos
sual grave que se presenta antes de los 2 años. El de
son de tipo muy finos, pendular y de alta frecuencia o
pérdida visual u ocular causa nistagmo de cualquier
rápidos y en cualquier dirección. Es asimétrico y puede
característica y hasta puede ser monocular. Son la ma-
parecer unilateral, lo que es raro. Es posible que produzca
yoría de los que aparecen en el primer año de vida.
ambliopía de ese ojo por la mala fijación. El movimiento
Puede ser debido también a lesión intracraneal, en el
de la cabeza y su inclinación es algo que lo caracteriza,
caso de lesiones intrínsecas o extrínsecas que afecten lo que dicen mejora la visión y el nistagmo. Su causa no
la vía visual, como por un glioma o craneofaringioma. es conocida; comienza antes del año de edad y regresa
Las enfermedades con que se suele asociar son: altera- espontáneamente alrededor de los 2, aunque el nistagmo
ciones congénitas del nervio óptico, albinismo con puede persistir unos años más. Como es muy parecido
hipoplasia macular y distrofias, entre otras. Si el exa- al que se asocia a los gliomas de la vía visual aferente,
men de fondo de ojo es normal, el electrorretinograma se deben practicar estudios imagenológicos de la zona.
ayuda a confirmar la causa de disfunción retiniana, como En el resto de los nistagmos adquiridos, excepto el
en la lipofucsinosis ceroide y distrofias de conos. de tipo pendular del que ya se habló y el del espasmo
Existen otras clasificaciones o denominaciones del nutans, predomina la causa intracraneal o tóxica, en
nistagmo, algunas ya mencionadas, en relación con di- los que es frecuente la asociación con ataxia, disminu-
ferentes características como causa, tipo de movimien- ción de la audición, temblor, hemiparesias, vértigos u
to o en las condiciones en que aparece, estas son: otros síntomas y signos de afectación del sistema ner-
– Nistagmo pendular. vioso central y vestibular, de cualquier causa, lo que
– Nistagmo voluntario. se debe buscar detalladamente.
– Nistagmo del espasmo nutans. Nistagmo alternante periódico. Se parece al
– Nistagmo alternante periódico. congénito motor, excepto en que cambia de amplitud y
– Nistagmo evocado. dirección en pocos minutos. Es usualmente benigno,
– Nistagmo parético. aunque se puede asociar a lesiones vestibulares.
– Nistagmo vestibular. Nistagmo evocado por la mirada. Es de tipo
– Nistagmo provocado por drogas. sacudidas y aparece en dirección de la mirada excén-
– Nistagmo en balancín. trica. A diferencia del nistagmo congénito se puede
– Nistagmo que bate hacia abajo. estabilizar por la fijación y acentuarse por la oscuridad
– Nistagmo que bate hacia arriba. o al hacer borrosa la imagen.
340 Oftalmología pediátrica

Nistagmo parético. Se le otorga esa denomina- daño en el diencéfalo, cerca del núcleo intersticial de
ción si aparece en la dirección de la limitación de la Cajal; el nistagmo que bate hacia abajo, que lo ubica
mirada. Puede ser disociado si la limitación del movi- en la porción inferior de la unión bulbo protuberancial;
miento ocular es asimétrica entre ambos ojos. Está y el de retracción convergencia en el área del cerebro
asociado a parálisis de nervios craneales, miastenia y medio, cercano a la lámina cuadrigémina, y que afec-
drogas de varios tipos como sedantes y ta la comisura posterior.
anticonvulsivantes. La enfermedad cerebelosa provo- Nistagmo en balancín. Es de tipo pendular, con
ca un nistagmo parético asimétrico entre direcciones movimientos de ojos que alternan, uno que sube y otro
de la mirada. Por ejemplo, en tumores de ángulo
que baja; mientras el que sube hace inciclotorsión, es
pontocerebeloso el nistagmo tiene alta amplitud y baja
decir, gira como las manecillas del reloj, el que baja
frecuencia, cuando se mira al lado de la lesión.
hace exciclotorsión o gira en contra de las manecillas.
Nistagmo vestibular. Es todo lo contrario. Pue-
Se puede observar en grandes tumores paraselares
de ser debido a disfunción de la vía vestibular periférica
que provocan hemianopsias bitemporales y oprimen la
o central. Si es de origen central aparece uniplanar, a
porción del III ventrículo.
diferencia del periférico vestibular que usualmente tiene
Nistagmo que bate al mirar hacia abajo. En este
movimiento torsional o multiplanar. El periférico unila-
teral es muy común y usualmente provoca nistagmo las sacudidas surgen al mirar hacia abajo y es causado
horizontal y rotatorio. La dirección horizontal del por drogas o lesiones de la unión cervicomedular. En
vestibular no cambia con las posiciones de mirada y la niños es debido a malformación de Arnold Chiari o
fase rápida del nistagmo es dirigida fuera del lado de siringomielia. Se ve en la platibasia, con impresión basilar
la lesión destructiva. Se puede ver en las laberintitis, y en las desmielinizaciones o isquemias de las estructu-
neuronitis vestibular, el síndrome de Meniere, migraña ras de la región cervicobulbar. Otras causas de este
y el vértigo posicional benigno. La fijación foveal inhibe tipo de nistagmo son la hipomagnesemia, deficiencias
al nistagmo periférico pero no al central que se puede de algunas vitaminas del complejo B y drogas como las
en lo demás parecer al de tipo periférico. Los hallaz- fenitoínas, carbamazepina, el alcohol y el litium.
gos que sugieren un nistagmo vestibular central son: Nistagmo que bate al mirar hacia arriba. En
asimetría entre el nistagmo de ambos ojos, nistagmo posición primaria de mirada no tiene el mismo valor
vertical en posición primaria de mirada, nistagmo localizador pero este tipo de nistagmo sugiere, en pri-
torsional puro cuando la fijación se hace desaparecer mer lugar, lesión cerebelosa de línea media, localizado
y el cambio de dirección del nistagmo en diferentes al vermis anterior. El que se incrementa en la mirada
posiciones de mirada. hacia abajo sugiere lesión medular.
Nistagmo provocado por drogas. Es uno de Nistagmo de retracción convergencia. Se pro-
los más frecuentes y puede ser producido por se- voca fácilmente con el tambor de nistagmo optoquinético
dantes, barbitúricos, anticonvulsivantes y las girándolo hacia abajo. Contradictoriamente a otros
fenotiazinas. Típicamente se presenta como hori- nistagmos, el movimiento patológico es la fase rápida
zontal en posición extrema de mirada o en la mira- convergente, lo que se asocia a retracción de los globos
da hacia arriba y no hacia abajo. Es simétrico y no en la órbita. Por lo general ocurre cuando mira hacia
se desaparece con la fatiga. Los pocos casos que arriba y se asocia con dificultad para elevar la mirada,
se presentan en la mirada hacia abajo lo hacen en retracción de los párpados y disociación del reflejo luz
relación a ingestión de otros fármacos como la acercamiento (signo de Collier), ya que esta vía y la de
carbamazepina. El alcohol puede producir nistagmo la mirada superior viajan por la comisura posterior. El
horizontal en mirada extrema. pinealoma es la causa más frecuente, o la disfunción de
Existen otros 3 tipos de nistagmos adquiridos poco una derivación ventrículo peritoneal.
frecuentes, que su reconocimiento ubica la lesión en La oftalmopatía asociada al tiroides puede presen-
determinada área. Ellos son: el de tipo en balancín, por tar retracción de los párpados.
Capítulo 24. Parálisis y otros trastornos de la motilidad ocular 341

Nistagmo disociado. Ocurre en las oftalmopare- Dismetría ocular. Consiste en una sácada para
sias internucleares en las cuales se produce un fijar el objeto que no llega a su destino o se sobrepa-
nistagmo horizontal en el ojo que abduce mientras el sa, seguida de movimientos de corrección hasta al-
ojo contralateral no converge. Se ve en los infartos del canzar el objetivo. El revoloteo ocular se refiere a
tallo cerebral y en la esclerosis múltiple. sácadas horizontales desordenadas conjugadas, de ida
Nistagmo provocado por la convergencia. En y vuelta, que interrumpen la fijación; se asocia a la
este aunque la convergencia disminuye, el nistagmo dismetría.
en raros casos lo aumenta o precipita. En la forma Opsoclonos. Es un movimiento multidireccional con-
congénita las oscilaciones son conjugadas y en la ad- jugado involuntario sin intervalo intersacádico. El revolo-
quirida son disconjugadas. teo ocular se refiere a sácadas horizontales reversas. Se
Nistagmo de rebote. Se produce después de que presenta como sácadas conjugadas caóticas o
los ojos regresan de la posición excéntrica a la posi- sacadomanía. Se ve en enfermedades cerebelosas y como
ción primaria de mirada; los ojos baten en dirección un síndrome paraneoplásico. Se asocia al neuroblastoma,
contraria durante unos 30 s. Por lo regular bate en por lo que se debe hacer en estos casos un buen estudio
dirección opuesta del lado de la lesión que casi siem- de abdomen y conocer las cifras de ácido vanilmandélico.
pre es cerebelosa. En esta enfermedad se plantea una causa autoinmune.
Nistagmo de los párpados. Los párpados baten También se puede ver en neonatos y asociado a distur-
hacia arriba con el nistagmo que bate en esa misma bios visuales graves en el niño.
dirección pero en algunos casos su amplitud es mayor Oscilaciones macrosacádicas. Son oscilacio-
nes de gran amplitud que ocurren durante el intento
que el movimiento de los ojos. La convergencia puede
de fijar un punto que en su frecuencia de movimien-
precipitar también este tipo de nistagmo. No tiene gran
tos crece y luego decrece. No son evidentes en la
valor localizador de lesiones.
oscuridad. Constituye un signo de disfunción
Nistagmo epiléptico. Ocasionalmente el
cerebelosa.
nistagmo puede ser la única manifestación de una ac-
Apraxia ocular motora. Es el impedimento de
tividad epiléptica. En la mayoría de los casos las sacu-
las sácadas voluntarias, pero con la fase rápida de la
didas se dirigen hacia fuera del foco epiléptico que
sácada intacta durante el nistagmo optoquinético. En
con frecuencia está situado en la unión temporoparieto- la congénita se caracteriza por defecto en iniciar
occipital. La frecuencia de descarga es alta, alrede- sácadas horizontales.
dor de 10 por segundo. Mioquimia del oblicuo superior. Son oscilacio-
nes monoculares de alta frecuencia con contraccio-
Otros tipos de movimientos oculares nes del oblicuo superior que se acentúan en el campo
anormales de acción de ese músculo, adentro y abajo. Son con-
Existen otros tipos de movimientos oculares anor- tracciones periódicas cuyo origen por lo regular es
males que pueden ser confundidos con el nistagmo, idiopático. Puede provocar oscilopsias.
pero se diferencian de este por su falta de ritmo y en Bobing ocular. Es un movimiento asincrónico de
que no hay fase lenta, pero que al igual que el nistagmo los ojos que comienza con un desplazamiento brusco
puede ser indicativo de enfermedad sistémica o de estos hacia abajo, de tipo conjugado y asincrónico,
intracraneal, en especial del cerebelo. Estos son: seguido de un movimiento de retorno lento hacia la
– Dismetría ocular. línea media. Su secuencia y patrón asincrónico lo dis-
– Opsoclonos. tinguen del nistagmo. Su presencia sugiere disfunción
– Oscilaciones macrosacádicas. de tallo cerebral, especialmente pontina. Pueden ha-
– Apraxia ocular motora. ber formas reversas e inversas hacia arriba que se
– Mioquimia del oblicuo superior. observan en pacientes en estado epiléptico o injuria
– Bobing ocular. anóxica grave.
342 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 25

Traumatismos oculares
GLADYS COLOM SERRA, LESTER POLA ALVARADO Y ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

Los traumatismos oculares son frecuentes en los se pueden provocar traumatismos al globo ocular, aun-
niños y aparecen entre una de las causas principales que es raro.
de disminución o pérdida de la visión. Cualquier lesión Los accidentes domésticos son la causa más fre-
sobre el sistema visual sin intención médica o quirúrgi- cuente en menores de 6 años. A partir de esa edad
ca, accidental o no, que incluya no solo el globo sino son los juegos, los accidentes de tránsito y las activi-
también los anexos y las porciones intraocular e dades deportivas las causas que encabezan la lista.
intraorbitaria del nervio óptico es considerada un trau- Los arañazos y mordeduras por animales también son
matismo ocular. frecuentes entre los niños debido a que habitualmente
Se calcula que un tercio de las pérdidas del bulbo los incluyen dentro de sus juegos. A veces es preciso
ocular durante los primeros 10 años de la vida tienen poner en observación al animal y de morir este es ne-
origen traumático. Estas lesiones graves implican se- cesario hasta estudiar su encéfalo, si se tiene duda,
rias secuelas psicológicas debido a los problemas cos-
para descartar la rabia.
méticos asociados con la desfiguración, además de las
Las quemaduras representan un trauma grave y
consecuencias visuales obvias.
es preciso que se traten con la máxima urgencia. En
Existen algunos factores que incrementan el ries-
general, todos los traumatismos deben ser atendidos
go de que un niño sufra un trauma ocular. Entre ellos
se encuentra la edad; se plantea que es más frecuente en el término de las primeras 6 h.
entre niños menores de 5 años. Otro elemento a seña- Examen del niño traumatizado
lar es el predominio en el sexo masculino, particular-
En las lesiones potencialmente graves el diagnósti-
mente en etapa escolar. De cada 4 traumatismos en
niños, 3 son en varones y 1 en hembras. Por último, la co correcto en busca de minimizar el daño visual me-
falta de supervisión por los padres, tutores o cuidadores diante un tratamiento adecuado, conlleva un examen
es un factor de riesgo evidente y bien identificado. exhaustivo, casi siempre con el niño bien sedado o bajo
Los traumas prenatales o al momento del nacimien- anestesia general, a menos que exista una lesión
to, como daños en la córnea, equimosis, laceraciones, craneoencefálica que requiera control evolutivo del es-
ptosis, hifema, ruptura de coroides y hemorragias tado de conciencia. Si es preciso sedación o anestesia
retinales múltiples, pueden ser provocados por la com- no se recomienda usar medicamentos que aumenten la
presión de los fórceps. En la amniocentesis también presión ocular.
344 Oftalmología pediátrica

Cuando se procede al examen de un niño Si es un traumatismo cerrado se puede indicar el


traumatizado se deben cumplir rigurosamente los pasos ultrasonido modo B para descartar diferentes lesiones
siguientes: dentro del globo y también cuerpos extraños.
– Hacer una historia clínica completa en la que, si
se logra la cooperación del niño, se pueda dar Clasificación
información sobre la forma, el medio y los ins- La clasificación de los traumatismos oculares, se-
trumentos o sustancias químicas agresoras. gún el agente etiológico, es una de las más empleadas;
– De ser posible, realizar la medición cualitativa de se divide en:
la visión y de la amplitud del campo visual por – Mecánicos: cerrados y abiertos.
confrontación, que es muy importante en los pa- – Físicos.
cientes con traumas craneoencefálicos, hemo- – Químicos.
rragias vítreas y desprendimiento de retina.
– Examinar los párpados, la conjuntiva y la esclera, Un trauma mecánico cerrado donde por efecto
donde se pueden encontrar cuerpos extraños, del sacudimiento del globo se producen solo cambios
hemorragias (hematomas), heridas y hasta pun- funcionales transitorios y reversibles se denomina con-
tos de perforación escleral. moción. Si la compresión del bulbo ocular conlleva
– Palpar el reborde orbital para descartar que además a cambios anatómicos que pueden ser re-
exista fractura. parables, se trata de una contusión. Cuando la mag-
– Insistir en el examen de la córnea con luz oblicua nitud del traumatismo provoca alteraciones orgáni-
y si es posible con lupa y lámpara de hendidura.
cas que no se pueden revertir y se acompañan de
– Observar la cámara anterior para descartar la
gran afectación visual, se emplea el término contu-
existencia de sangre, el cristalino luxado o un
sión necrosis.
cuerpo extraño.
Los traumas mecánicos abiertos incluyen las heridas
– Examinar los medios transparentes en busca
simples o asociadas a contusión, CEIO, la combinación
de opacidades del cristalino, alteración de su
de las formas anteriores y el estallamiento del globo.
posición o de hemorragia vítrea, si el estado
Los traumatismos físicos abarcan las lesiones tér-
ocular lo permite.
– Realizar un examen del fondo de ojo por la po- micas por vapor de agua, fóticas por luz artificial o
sibilidad de hemorragia intraocular u otro tipo natural, entre otras; mientras que los químicos se re-
de daño en el polo posterior. fieren fundamentalmente a las quemaduras por sus-
– Observar las pupilas para valorar su tamaño, tancias ácidas y alcalinas.
forma y respuesta a la luz; examinar los refle- Una nueva forma de tratar los traumatismos ocu-
jos pupilares: fotomotores directo y consensual lares se ha implementado internacionalmente desde
y el paradójico de Marcus-Gunn. hace algo más de una década e incluye tanto a niños
– Si no se ha constatado o sospechado perfora- como a adultos. Se trata del sistema de estandarización
ción del globo ocular, examinar y evaluar los del trauma ocular de Birmingham (BETTS por sus si-
movimientos oculares en busca de paresias o glas en inglés). Mucho más allá de una clasificación,
parálisis musculares. este sistema permite una definición integral de cada
tipo de lesión atendiendo a aspectos básicos como el
Esta exploración completa y sistematizada per- mecanismo causal, la extensión del daño y el grado de
mite la búsqueda de todas las lesiones posibles que afectación sobre la función visual.
se hayan producido. Tal es el caso de un cuerpo ex- Los elementos de evaluación son básicamente 4:
traño intraocular (CEIO), cuya vía de penetración 1. Agudeza visual, separada en 5 grados de acuerdo
con microperforación del globo puede pasar inadver- al examen inicial:
tida si no se busca insistentemente. Se hace impres- – Grado I: 20/40 o mejor.
cindible entonces un estudio radiológico simple o una – Grado II: 20/50-20/100.
tomografía computarizada no contrastada. No es – Grado III: 19/100-5/200.
posible admitir el empleo de la IRM ante la posibili- – Grado IV: 4/200 a percepción de luz.
dad de CEIO metálico. – Grado V: no percepción de luz.
Capítulo 25. Traumatismos oculares 345

2. Reflejos pupilares, divididos en positivo y negativo Quemaduras de los párpados, conjuntiva


en dependencia de si existe defecto pupilar
aferente relativo o no. y corneoesclerales
3. Tipo de lesión. Las quemaduras oculares, aunque menos frecuentes
4. Topografía de la lesión. que las heridas y las contusiones, también son causantes
de graves lesiones con disminución y pérdida de visión en
Estos 2 últimos elementos se evalúan teniendo en los niños. Los agentes más comunes son: térmicos, áci-
cuenta si el trauma es con globo cerrado o con globo dos y álcalis, como aceite, agua caliente, cigarro, alcohol,
abierto, considerando este último cuando la lesión com- ácido de acumulador, cemento, salfumante y cal viva, en-
promete todo el grosor de la pared ocular. tre otros.
Las lesiones con globo cerrado son la contusión y Las producidas por álcalis son las más graves y
constituyen una emergencia médica por su rápida evo-
la laceración lamelar o “en tajada”, pues no involucra
lución y las complicaciones que conllevan. Estos efec-
todo el espesor de la pared.
tos catastróficos se deben a la capacidad de estas sus-
Las lesiones con globo abierto incluyen la ruptura tancias de combinarse con los lípidos de las membra-
producida por traumas con objetos romos y las nas, desestructurando las células y reblandeciendo los
laceraciones. Dentro de estas últimas se hallan la per- tejidos y los mucopolisacáridos del estroma, lo que
foración y la penetración, que son heridas por objeto permite una mayor penetración en la córnea y la cá-
filoso con orificio de salida en el globo ocular y sin él, mara anterior con un efecto sostenido durante días.
respectivamente; el CEIO y la combinación de varias Los síntomas consisten en dolor intenso, fotofobia,
de estas lesiones es una forma mixta. blefarospasmo, lagrimeo y pérdida de visión variable,
El cuarto aspecto es la división topográfica que se en dependencia de la magnitud de la lesión.
realiza en 3 zonas, atendiendo a los tejidos dañados Los signos incluyen lesiones eritematosas en pár-
para las lesiones con globo cerrado y a la extensión de pados y/o zonas de la cara, hiperemia conjuntival y
la lesión para aquellas con globo abierto. edema, lesión del epitelio corneal que puede llegar hasta
el estroma, opacidad corneal total o parcial, secreciones
Con globo Con globo filantes y/o esfacelos en los que pueden existir restos
cerrado abierto de tejido conjuntival o corneal.
Se asocian a complicaciones graves como uveítis
Zona I Conjuntiva, Córnea hasta limbo y glaucoma secundario; dejan secuelas como leucomas
córnea y esclera corneales densos, vascularización, simbléfaron, defor-
Zona II Cámara anterior Desde el limbo midad de toda la superficie externa ocular y otras al-
hasta cápsula hasta 5 mm teraciones, según la intensidad de la agresión.
posterior por fuera de él Las sustancias ácidas comparten los síntomas y
del cristalino signos referidos para los álcalis pero generalmente son
Zona III Por detrás de la Por detrás de zona II menos graves. Su efecto nocivo es solo en las prime-
cápsula posterior ras horas debido a que precipitan rápidamente las pro-
del cristalino teínas tisulares y levantan barreras contra su propia
penetración en el tejido aunque esto también depende
de la naturaleza y concentración del agente causal.
Este sistema permite un manejo claro y estándar
Una clasificación de las quemaduras por grados
de la terminología en materia de traumatismos ocula-
evalúa los daños sobre el segmento anterior y tiene va-
res por parte de los profesionales de la oftalmología.
lor pronóstico cuando se trata esta lesión inicialmente:
Algunos de los términos conceptualizados se emplean – Grado I: córnea transparente y sin isquemia lím-
como variables para el cálculo del Ocular Trauma bica (pronóstico excelente).
Store (OTS), mediante el cual se puede ofrecer un – Grado II: córnea turbia pero se observan los
pronóstico objetivo de agudeza visual probable des- detalles del iris e isquemia límbica inferior a 1/3
pués de un trauma ocular. En contra de su enfoque de circunferencia (buen pronóstico).
integral solo se pudiera señalar que excluye a los – Grado III: no se observan los detalles del iris e
traumatismos palpebrales y orbitarios. En Cuba su isquemia límbica entre 1/3 y la mitad (pronósti-
implementación no se ha extendido suficientemente. co reservado).
346 Oftalmología pediátrica

– Grado IV: córnea opaca e isquemia límbica su- corneal. El tratamiento se realiza con analgésicos,
perior a la mitad (pronóstico muy malo). antiinflamatorios esteroideos tópicos y oclusión.
Tratamiento
Lesiones oculares traumáticas según
Lo más importante frente a una quemadura por
agentes químicos es realizar lavado de arrastre con agua área del daño
o suero fisiológico abundantes, al menos durante 20 min. Las lesiones pueden ocurrir en cualquiera de las
Se debe instilar colirio anestésico para aliviar el dolor y estructuras del globo ocular, sus anexos o las vías vi-
realizar una exhaustiva limpieza de la conjuntiva palpebral suales.
y barrido de los fondos de saco mediante un aplicador,
con doble eversión del párpado, extraer todo residuo Párpados y vías lagrimales
del producto químico y desbridar el material necrótico. Son frecuentes los hematomas y equimosis de los
En los niños que no se dejan examinar puede ser preci- párpados. En las quemaduras por calor o por sustan-
so realizar este procedimiento en el salón de operacio- cias químicas, el edema y eritema son los signos fun-
nes, lo que es beneficioso para realizar una mejor ex- damentales. Si es grave y profunda puede aparecer
ploración y limpieza del ojo afectado y evitar conse- necrosis hística que se debe eliminar de inmediato. En
cuencias irreparables en el órgano de la visión. Durante caso de picaduras de insectos, se destaca el gran ede-
mucho tiempo se han aplicado neutralizantes como el ma palpebral.
ácido láctico o ácido acético al 1 % para las quemadu- Las heridas incisas se deben valorar cuidadosa-
ras por álcalis y el bicarbonato de sodio al 2 % para las mente para descartar la posibilidad de que haya lesio-
provocadas por ácidos pero una irrigación profusa con nes en la conjuntiva y la esclera. Se debe además re-
suero fisiológico ha demostrado ser capaz de corregir conocer si es superficial o de todo el espesor; su dis-
el ph de la superficie ocular hasta valores neutros. Se posición vertical, horizontal u oblicua; si afecta o no el
completa el tratamiento con la aplicación de colirio de margen palpebral en cuyo caso se deben reaproximar
atropina al 1 %, así como colirios y pomadas antibióticos los bordes cuidadosamente; si existe pérdida de tejido
de amplio espectro. No se debe ocluir el ojo permanen- y sección de las vías lagrimales.
temente con apósitos en las quemaduras. Se recomien- Las heridas superficiales se pueden cerrar con
da la oclusión en ventana para poder cumplir con la puntos simples de sutura de nylon o seda fina. Si la
medicación tópica y movilizar el ojo en todas direccio- herida es vertical y profunda es preciso observar si
nes varias veces al día para evitar el simbléfaron. secciona las fibras del músculo orbicular de los párpa-
Se pueden utilizar los analgésicos, antiinflamatorios dos. Se deben suturar después de limpiar muy bien
no esteroideos, las vitaminas del complejo B y C y los con agua y soluciones antisépticas y extraer posibles
hipotensores oculares en dependencia de la gravedad cuerpos extraños como tierra, fragmentos de cristal,
de la quemadura; así como la autohemoterapia con vi- madera, entre otros (Fig. 25.1).
taminas, todavía controvertida por no estar avalada por
estudios experimentales controlados y la paracentesis
de cámara anterior con reposición del humor acuoso
por solución salina. Los esteroides no se deben utilizar
inicialmente y tampoco mientras existan defectos
epiteliales o posibilidad de perforación. Concluida la fase
aguda puede requerir tratamiento quirúrgico como es el
caso de la revascularización del limbo, el injerto de cé-
lulas madres pluripotenciales o de membrana amniótica,
la corrección de deformidades palpebrales, entre otras.
En ocasiones puede haber agresiones a la córnea
por agentes físicos del tipo de las quemaduras. Las más
frecuentes son por exposición a radiaciones ultravioleta
y a radiaciones lumínicas de arco voltaico de soldadura.
Los síntomas más comunes son dolor, intensa fotofobia
y moderada deficiencia visual. En el examen se suele
encontrar inyección ciliar, edema epitelial corneal y le- Fig. 25.1. Herida palpebral suturada acompañada de hemorragia
siones puntiformes diseminadas en toda la superficie subconjuntival.
Capítulo 25. Traumatismos oculares 347

Cuando la herida se produce en el ángulo interno Después de las heridas conjuntivales es frecuente
del párpado inferior, puede haber seccionado el canalículo observar una conjuntivitis traumática provocada por el
lagrimal. En estos casos se necesita atención oftal- propio agente agresor o por las manos contaminadas
mológica especializada para evitar una epífora o lagrimeo del niño que lleva inconscientemente a su ojo adolorido.
pasivo permanente como secuela. Usualmente requie-
ren reconstrucción minuciosa previo sondaje con tubos Esclera
de silicona de ambos bordes canaliculares hacia la na- Las heridas de la esclera son menos frecuentes.
riz, donde se ligan los extremos. Las perforantes, a veces puntiformes, se deben bus-
La herida contusa con desgarro se debe suturar car cuando se ha producido traumatismo por un ins-
de inmediato, previa limpieza y asepsia cuidadosa,
trumento punzante o existe un foco hemorrágico
uniendo bien y de forma pareja sus bordes.
subconjuntival en la superficie de la túnica escleral.
La ruptura de la esclera puede ser provocada tam-
Conjuntiva bién por un trauma contuso. En estos casos la lesión
La hemorragia subconjuntival es muy frecuente y se puede presentar en el nivel de la espiral de Tillaux,
salvo en el caso de existir enfermedad hematológica que es el sitio de inserción anterior de los músculos
general en el niño, casi siempre es traumática (Fig. rectos y una zona débil de la esclera.
25.2), aunque algunas veces se producen cuando au- La conducta es siempre quirúrgica, previo exa-
menta bruscamente la presión cefálica. Las hemorra- men radiológico en busca de CEIO.
gias subconjuntivales pueden llegar a ser muy exten-
sas, no obstante, desaparecen de forma espontánea, Córnea
sin dejar secuelas en aproximadamente 2 o 3 sema-
La córnea se puede afectar con la aplicación de
nas. En ocasiones pueden enmascarar heridas
fórceps en el parto los cuales provocan rupturas de la
perforantes por lo que el examinador debe ser habili-
doso para detectar otros signos acompañantes como membrana de Descemet orientadas verticalmente, que
el prolapso uveal, la distorsión pupilar y la hipotensión pueden ocasionar más tarde grandes astigmatismos y
ocular. llevar a una ambliopía o anisometropía.
Los cuerpos extraños, como por ejemplo: polvo, Los niños con erosiones o abrasiones corneales
cenizas, arenas, tierra y fragmentos metálicos, son ele- se atienden con frecuencia en los servicios de urgen-
mentos que se pueden alojar en la conjuntiva. Provo- cia. Por lo general son muy dolorosas, pero reversibles.
can dolor, escozor, lagrimeo y reacción conjuntival. Son ocasionadas por diversos objetos, como por ejem-
Para localizar un cuerpo extraño en la conjuntiva plo: juguetes, uñas, cigarros o cuerpos extraños aloja-
del fondo de saco superior, se realiza la eversión del dos en el párpado superior, que al rozar la córnea le-
párpado y se extrae con lavados de suero fisiológico, sionan su epitelio.
agua o con un aplicador o torunda húmedos. A conti- Las erosiones y los cuerpos extraños sobre la cór-
nuación de ser extraído el cuerpo extraño, se aplica nea se acompañan de lagrimeo profuso, dolor y
ungüento o colirio antibióticos de amplio espectro y se fotofobia, que se incrementan con los movimientos
ocluye el ojo con un apósito estéril durante 24 h, para oculares y el parpadeo; así como de inyección vascular
lograr la cicatrización y la desaparición de los síntomas. pericorneal (ciliar).
En el caso de la erosión simple, el diagnóstico es
fácil si se coloca papel de fluoresceína en el fondo de
saco conjuntival, lo que tiñe de verde la zona de la
córnea donde falta el epitelio. Este efecto de tinción
se hace más evidente si se usa el filtro azul de cobalto
del oftalmoscopio o la lámpara de hendidura para ilu-
minar la lesión. La oclusión durante 24-48 h es sufi-
ciente para la cicatrización del epitelio de la córnea.
Los cuerpos extraños, por lo general son fáciles
de localizar y muchas veces se ven a simple vista. Se
instila una gota de colirio anestésico con fluoresceína
Fig. 25.2. Hemorragia subconjuntival en hora 5. para una mejor exploración y al reconocerlos pueden
348 Oftalmología pediátrica

ser extraídos con un hisopo o con una lanceta, si está


más profundo. Se ocluye el ojo y se coloca una pomada
oftálmica antibiótica y ciclopléjicos de acción corta, al
menos durante 48 h. Solo se deben retirar en el servicio
de urgencias cuerpos extraños superficiales o aquellos
que conllevan por su naturaleza y localización un riesgo
inminente de infección o compromiso de la integridad
ocular. Si el cuerpo extraño está profundo, su manejo
debe ser quirúrgico. Si un cuerpo extraño no es atendi-
do y extraído correctamente, puede dejar como secuela
complicaciones como queratitis y úlceras.
Las heridas de córnea pueden ser penetrantes y
perforantes en dependencia de si afectan o no todo el
espesor corneal. Se pueden clasificar además, como
Fig. 25.3. Herida corneal con sinequia anterior.
todas las heridas, en punzantes, incisas, incisocontusas
y anfractuosas.
En el examen de las heridas perforantes se pue-
de observar pérdida del tono ocular (globo hipotónico
e incluso deformado), salida del contenido ocular
(líquido y/o tejidos, hernias del iris en los bordes de
la herida), deformidad pupilar y sangrado. Se puede
ver también pérdida del humor acuoso de la cámara
anterior y discoria, todo lo que puede llevar a la des-
organización de los elementos del segmento ante-
rior (Fig. 25.3).
En otras ocasiones pueden existir pequeñas perfo-
raciones que no son tan fáciles de detectar a la ins-
pección y con métodos convencionales, por lo que se
debe siempre, ante un trauma ocular, pensar en ellas y
si hay dudas se puede realizar una sencilla prueba Fig. 25.4. Herida corneal anfractuosa.
instilando fluoresceína y haciendo una moderada pre-
sión en el globo. Se observa entonces si fluye líquido
de la herida (efecto Seidel positivo), en cuyo caso se
puede afirmar la existencia de perforación. Es preciso
tener en cuenta que en pequeñas perforaciones pue-
den estar ausentes, en gran medida, estos signos.
Entre las heridas anfractuosas (Fig. 25.4) se debe
recordar la posibilidad de los picotazos de aves, cuan-
do el niño juega con ellas o las tiene cargadas en sus
brazos o manos.
Las heridas que perforan el globo ocular son siem-
pre peligrosas, no solo por el daño que pueden pro-
vocar a las estructuras interesadas, sino por los peli-
gros de infección y de oftalmía simpática, si se lesiona
el cuerpo ciliar. Esto último puede provocar reacción
inflamatoria del ojo sano que aunque es rara, si no se
trata lleva a la pérdida de la visión y a veces del globo
ocular (Figs. 25.5, 25.6 y 25.7). Fig. 25.5. Herida corneal antigua suturada.
Capítulo 25. Traumatismos oculares 349

El manejo de las heridas perforantes corneales es


siempre quirúrgico. La sutura debe garantizar un cie-
rre hermético, ni muy tensa que provoque deformidad
ni muy floja que mantenga abierta la herida. Se deben
tener además cuidados especiales con el eje visual,
como realizar el menor número posible de suturas con
penetraciones más cortas en longitud y dirigir los nu-
dos hacia fuera. No se debe olvidar la reactivación del
toxoide tetánico ni el tratamiento antibiótico sistémico.

Iris y cuerpo ciliar


Fig. 25.6. Ptisis bulbi.
El sangrado del iris y del cuerpo ciliar es frecuente
en los niños, especialmente por traumas contusos, aso-
ciados a juegos peligrosos como cuando se usan
tiraflechas, piedras, pelotas duras, o cuando ocurre
agresión con los puños. Se aloja una cantidad de san-
gre en la cámara anterior que puede rellenarla de for-
ma parcial o total (hifema). Requiere una rápida aten-
ción y tratamiento por el especialista en oftalmología,
pues de mantenerse la sangre y no desaparecer, pue-
de conducir a complicaciones graves y a la pérdida de
la visión (Fig. 25.8).

Fig. 25.7. Niño eviscerado.

En ocasiones, la perforación del globo es diminu-


ta, como sucede con los cuerpos extraños pequeños,
sobre todo metálicos. Los CEIO se deben sospechar
siempre que el niño u otra persona junto a él han esta-
do martillando hierro contra hierro o después de una
explosión. Estos traumatismos son poco frecuentes en
los niños pero por su gravedad se deben tener presen-
te. Ante la duda de la existencia o no de un cuerpo
extraño intraocular se debe realizar un estudio con
rayos X de la órbita. Se insiste continuamente en esto
pues la práctica ha demostrado que casi siempre un
CEIO se diagnostica solo si se sospecha.
Aunque muchos prefieren siempre suturar en el Fig. 25.8. Hifema traumático.
caso de los niños, se puede prescindir del cierre pri-
mario de una herida de tipo penetrante si los bordes El hifema, de pronóstico siempre reservado, es la
están bien enfrentados, sin cabalgamiento, la herida causa que ocasiona más ingresos en los servicios de
es superficial y no muy extensa. En estos casos se urgencia de oftalmología pediátrica. Los síntomas son
realiza oclusión semicompresiva con antibióticos, dolor, lagrimeo, fotofobia y disminución o pérdida de la
antiinflamatorios y ciclopléjicos tópicos y seguimiento visión, y están en dependencia de la magnitud del san-
periódico para vigilar la aparición de complicaciones. grado; con frecuencia se acompañan de vómitos y
En las microperforaciones corneales con cámara decaimiento. Si el hifema es total, impide ver el iris y
anterior formada y descartados los CEIO, se pueden el área pupilar; por lo contrario, si es parcial, forma un
utilizar los adhesivos tisulares (cianoacrilato) y los len- nivel horizontal en la cámara anterior, fácilmente obser-
tes blandos terapéuticos como apósito estéril. vable con buena iluminación, sobre todo, en iris claros.
350 Oftalmología pediátrica

La mayoría de los hifemas desaparecen sin dejar de producirse la catarata, ya que si aún no se ha lleva-
secuelas. Los que son pequeños, como de un tercio de do a cabo el proceso de desarrollo visual este se pue-
la cámara anterior o menos, curan, por lo regular, en de detener y quedar el niño con una ambliopía, si no se
un término de 4 o 5 días de reposo absoluto; aunque toman las medidas adecuadas.
pueden volver a sangrar si el niño no hace reposo. En ocasiones solo se descubre un anillo de pig-
Este segundo sangrado es una complicación muy gra- mento que dibuja el perímetro de la pupila miótica en
ve si es total, porque provoca aumento de la tensión la cara anterior del cristalino (anillo de Vossius), lo cual
intraocular y la impregnación hemática de la córnea. es típico de traumas contusos.
De no aplicarse la conducta medicoquirúrgica nece- La coexistencia de subluxación y opacidades pun-
saria en cada paciente, se pueden producir secuelas teadas del cristalino con hifema, midriasis traumática
como glaucoma secundario, hemosiderosis, atrofia e iridodiálisis es también característica de traumatismos
óptica y la pérdida de la función visual. contusos y se le denomina síndrome oculotraumático
En enfermos siclémicos, en los que esta afección del segmento anterior o de Frenkel.
es frecuente, se debe prestar especial atención al au-
mento de la tensión intraocular por el peligro de isquemia Cuerpo vítreo
en la retina y el nervio óptico, que puede aparecer con Cuando después de un traumatismo ocular se le-
apenas un día de evolución. sionan los vasos de la retina, la sangre se puede
Desde el inicio se debe poner al niño en reposo extravasar y caer en el cuerpo vítreo. Se produce en-
físico con sedantes, la cabeza elevada en 30º y pro- tonces una hemorragia vítrea que es reconocida por la
porcionarle reposo ocular con la oclusión de ambos pérdida del reflejo rojo naranja del fondo de ojo y la
ojos para evitar sus movimientos. El uso de los permanencia de la tercera imagen de Purkinge. En
ciclopléjicos es discutido aunque generalmente se ocasiones se producen hemorragias prerretinianas que
emplean con el fin de inmovilizar el iris y prevenir el por sus características deben ser evacuadas hacia el
resangrado. De ser grande el hifema, con coágulo y vítreo para acelerar la reabsorción de la sangre y sus
no mostrar tendencia a reabsorberse, se debe valorar productos tóxicos. En esos casos un disparo con láser
la paracentesis con lavado de la cámara anterior. actúa como punción evacuadora (Fig. 25.9).
Se debe tener especial cuidado con los pequeños Cuando se observa un desprendimiento de vítreo
hifemas y no enviar a los niños a su casa con la reco- anterior se puede tener la certeza de la forma violenta
mendación de reposo por las consecuencias graves del trauma. A diferencia de los desprendimientos pos-
de su complicación con hipertensión ocular. teriores que son más frecuentes, los anteriores son
Con menor frecuencia se observan las iridodiálisis, muy representativos de traumas contusos enérgicos
a veces grandes, que simulan doble pupila y requieren debido a las fuerzas que deben ser generadas para
tratamiento quirúrgico; así como los recesos angulares vencer la estrecha adherencia de la base del vítreo.
que frecuentemente pasan inadvertidos y ocasionan tar-
díamente una variedad de glaucoma de ángulo abierto.

Cristalino
Como consecuencia de traumatismo contuso del
ojo, el cristalino puede salir de su lugar parcialmente
(subluxación) o sufrir una luxación total y verse en la
cámara anterior o en el cuerpo vítreo. La conducta
para estos pacientes es quirúrgica y las luxaciones a
cámara anterior se deben manejar con urgencia por el
riesgo de daño endotelial.
Semanas o meses después de un trauma ocular
sobre el ojo (pedrada o puñetazo) el cristalino puede
perder su transparencia y dar lugar a una catarata
traumática, que para extraerla necesitará tratamiento Fig. 25.9. Hemorragia prerretiniana con salida al vítreo con un im-
quirúrgico. Es importante la edad del niño al momento pacto de láser en hora 8.
Capítulo 25. Traumatismos oculares 351

Retina y coroides Otra complicación potencial de los traumas ocula-


Los traumatismos de la retina producen hemorra- res en el segmento posterior es la rotura coroidea. La
gias de 3 tipos en dependencia del lugar donde se aloja coroides se desgarra por un mecanismo de disrupción
la sangre. Las hemorragias profundas son de forma mecánica a nivel de sus capas internas y el epitelio
redondeada; las superficiales en forma de llama y las pigmentario, frecuentemente bajo el área más sensi-
prerretinianas se caracterizan por ser redondeadas, por ble visualmente de la retina: la mácula. Se asocia a
lo regular grandes y con un nivel horizontal en la parte desprendimiento de retina hemorrágico o seroso, lo que
superior (Fig. 25.10). suele dificultar el diagnóstico. Al aclararse estas lesio-
nes la rotura se ve como una estría circular o en
semiluna, blancoamarillenta, con exposición de los gran-
des vasos coroideos. Puede predisponer más tarde a
procesos de neovascularización y empobrecer el pro-
nóstico visual.

Nervio óptico
Los traumatismos sobre el nervio óptico son en
muchas ocasiones producto de lesiones craneofaciales
que dañan a otras estructuras, en especial al sistema
nervioso central y con frecuencia ocasionan edema
palpebral. Por lo tanto, la lesión sobre el nervio no se
detecta de inicio o pasa a un plano secundario hasta
que el paciente, recuperado de otras lesiones y sin
Fig. 25.10. Hemorragias superficiales en llama y profundas redon- edema palpebral, percibe que no ve por un ojo.
deadas.
El nervio óptico puede ser afectado por avulsiones
producidas por rotaciones violentas del globo, hemo-
Las hemorragias retinianas por trauma del parto rragias entre sus vainas, hematomas de la órbita y
son frecuentes en los recién nacidos y se reabsorben laceración en el canal óseo por mecanismos de
en pocos días sin mayores consecuencias. Los desaceleración o directamente por desplazamiento de
desprendimientos de retina en niños se pueden obser- esquirlas óseas fracturadas. Las lesiones de la por-
var lo mismo tras lesiones contusas que incisas. En los
ción intracraneal son más raras. En las contusiones
traumatismos cerrados típicamente ocurren por avul-
sobre el globo se pueden afectar la coroides, la retina
sión de la base del vítreo, con regularidad en el cua-
y el nervio óptico a la vez (Fig. 25.11).
drante superonasal del ojo.
El edema de Berlin o conmoción retinal puede ocu-
rrir luego de un trauma frontal contuso. El fondo de ojo
tiene una apariencia blanquecina o grisácea por áreas
que traduce inflamación de las capas retinales externas.
Si el centro de la mácula está comprometido puede ha-
ber disminución de la agudeza visual, al menos inicial-
mente. No existe un tratamiento particular para esta con-
dición y la mayoría de las veces resuelve sin secuelas.
La luz del sol constituye un agente físico capaz de
afectar la retina. La retinopatía solar consiste en le-
siones producidas por mecanismos fotoquímicos y se
caracteriza por una lesión foveolar blancoamarillenta
que evoluciona a un agujero macular lamelar externo.
Se puede observar en individuos con trastornos psi-
quiátricos, parálisis cerebral infantil o bajo la influen- Fig. 25.11. Ruptura de coroides, capas de retina y atrofia de fibras
cia de drogas psicotrópicas. correspondientes.
352 Oftalmología pediátrica

Las alteraciones pupilares como la midriasis paralí- En las fracturas de la pared medial el enfisema
tica y el defecto pupilar aferente relativo son represen- subcutáneo se incrementa cuando el paciente se sopla
tativas de esta afectación. Los signos fundoscópicos de la nariz y los movimientos horizontales de aducción-
atrofia óptica son más tardíos y el momento de su insta- abducción son limitados, si el recto medial se encuen-
lación guarda relación con la porción del nervio com- tra atrapado en la fractura.
prometida. Aparecen durante la primera semana en las
Las fracturas de las paredes lateral y superior son
neuropatías ópticas traumáticas anteriores y casi a par-
infrecuentes. Estas últimas, aunque raras, se ven más
tir del primer mes en las posteriores, luego de que la
degeneración retrógrada de los axones alcance la papila. en los niños pequeños, causadas por traumatismos
El pilar en el tratamiento médico de las neuropatías menores como la caída sobre un objeto afilado o un
ópticas traumáticas son los esteroides, primeramente golpe en la frente. Las fracturas de fosa anterior pue-
endovenosos (metilprednisolona y dexametasona) y den dañar el quiasma o la porción intracraneal del ner-
luego por vía oral (prednisona). Las opciones quirúrgi- vio óptico. El tratamiento de las fracturas orbitarias es
cas como la descompresión a nivel del canal óptico y la reparación quirúrgica aunque en las de tamaño pe-
la fenestración de las cubiertas del nervio deben ser queño la actitud puede ser expectante.
evaluadas en pacientes con disminución visual que El hematoma orbitario es causa de proptosis uni-
progresa bajo terapéutica médica en dosis máximas. lateral después de un traumatismo. Se presenta con
quemosis, hemorragia subconjuntival, párpados en ten-
Órbita sión, alteraciones de la motilidad e hipertensión ocular.
Los traumatismos de órbita casi siempre forman Su diagnóstico de certeza y evolución se realiza me-
parte de los traumatismos craneofaciales; en ocasio- diante TC de órbita, axial y coronal.
nes provocan desgarraduras del nervio, contusión o
hematomas de sus vainas. Este tipo de lesiones puede
ser parcial o total y concomitar con lesiones de otras
Lesiones oculares por traumatismos
capas del ojo. Si el traumatismo se localiza en el nivel a distancia
del canal óptico, esta situación se hace más compleja, Los traumatismos fuertes, aunque no sean direc-
ya que si el nervio se edematiza se puede añadir, al tamente sobre el bulbo ocular, pueden provocar afec-
daño por el trauma, la compresión de las paredes óseas tación visual; entre ellas:
que lo rodean. Mecanismo similar ocurre en las láminas – Retinopatía de Purtscher: disminución bilate-
cribosas de la papila.
ral de la agudeza visual secundaria a compre-
Si la lesión se produce en el segmento orbitario del
sión o aplastamiento torácico que se caracte-
nervio o más atrás, el fondo puede ser normal y no
riza por numerosas hemorragias retinianas y
debe aparecer la atrofia hasta varias semanas des-
exudados blandos alrededor de la papila. Tam-
pués, cuando la atrofia de los axones descienda hasta
bién se puede observar en embolismos grasos
alcanzar la papila. En estos casos el reflejo pupilar
ausente o la presencia del reflejo pupilar paradójico de y aéreos.
Marcus-Gunn denuncia el daño retrobulbar. – Síndrome de Terson: asociación de hemorragia
Los traumatismos sobre la órbita pueden ocasio- prerretiniana o vítrea con hemorragia
nar fractura de cualquiera de sus 4 paredes, con ma- subaracnoidea por aumento de la presión venosa
yor frecuencia en la inferior y medial. Se caracterizan consecutiva a hipertensión intracraneal.
por enoftalmos, pérdida del paralelismo ocular con – Retinopatía por Valsalva: hemorragias
desviación en relación a la pared afectada, diplopía, prerretinianas en el área macular en relación
restricción de la motilidad y enfisema subcutáneo de con esfuerzos violentos que incrementan la pre-
grado variable. sión intratorácica o intraabdominal (maniobras
En las fracturas del suelo se presenta enoftalmos de Valsalva).
por atrapamiento de la grasa orbitaria y los músculos, – Retinopatía de Whiplash: alteraciones retinianas
lo que además provoca diplopía debido a imposibilidad y del mecanismo acomodación-convergencia,
restrictiva de la elevación. Es frecuente la anestesia con disminución de la visión o no, secundaria a
del área dependiente del nervio homónimo por afecta- traumatismo con flexión y extensión forzada del
ción del canal infraorbitario. cuello.
Capítulo 25. Traumatismos oculares 353

Signos oculares del maltrato infantil Aveleira Ortiz Brunilda de Los Angeles, Eguía Martínez Frank
(2009): Trauma ocular. Consideraciones actuales. Manual de
El espectro de lesiones oculares en el abuso sobre diagnóstico y tratamiento en Oftalmología. Instituto Cubano
los niños incluye casi todo tipo de alteraciones, aun las de Oftalmología “Ramón Pando Ferrer”. Ed. Ciencias Médi-
cas, Ciudad de La Habana.
más graves que pueden conducir a la ceguera y hasta Christian CW, Taylor AA, Hertle RW, Duhaime AC (1999): Retinal
la pérdida del globo ocular. hemorrhages caused by accidental household trauma. J Pediatr.
La naturaleza no accidental de un trauma se debe Jul; 135(1):125-7.
sospechar en el contexto de una familia disfuncional, Díaz Fernández JM, González González R (1993): Característi-
cas de las fracturas del reborde supraorbitario. Rev Cubana
con antecedentes de agresión o maltrato a otros miem- Oftalmol; 6(1):34-8.
bros menores del hogar. Los padres o tutores pueden Díaz Fernández JM, James Pita A (1995): Resultados del injerto
mostrar tendencia al consumo de alcohol u otras dro- autógeno del maxilar en las fracturas del suelo orbitario. Rev
gas. Las lesiones ocurren frecuentemente de noche, Cuba Oftalmol; 18(1):3-7.
momento en el que el niño se encuentra dormido y Díaz Fernández José Manuel, Felipe Segundo Fernández Pérez,
Madelín García Gali y Moraima Rodríguez Alba (1996): Ca-
casi siempre hay retraso en la solicitud de asistencia racterización clinicoterapéutica de la dacriocistitis crónica
médica. traumática. Rev Cubana Oftalmol; 9(1).
Una vez en el servicio de urgencias los familia- Eid Ata Y, Acosta Díaz LR, Escandell Guerra JA, Pérez Blázquez
res y el niño se pueden mostrar hostiles o excesiva- GJ (1993): Pronóstico visual en el hifema traumático. Rev
mente efusivos con el equipo médico. Generalmente Cubana Oftalmol; 6(1):43-9.
Eid Ata Y, Pérez Blázquez GJ, Martínez Ribalta J, Acosta Díaz L,
no pueden explicar de forma suficiente las caracte-
López Pardo C (1993): Estudio descriptivo, analítico y
rísticas del trauma, las condiciones en que se produjo predictivo de la agudeza visual en los traumatismos oculares.
o sus comentarios incurren en contradicción. El mé- Rev Cuba Oftalmol; 6(1):50-3.
dico puede comprobar que la cantidad y tiempo de González CA, Scott IU, Chaudry NA, Oster AS, Hess DJ, Jurray-
evolución de las lesiones es inconsistente con la his- TG (1999): Bilateral rhegmatogenous retinal detachments with
toria que se narra. Múltiples lesiones en diferentes unilateral vitreous base avulsion as the presenting signs of
child abuse. Am-J-Ophthalmol; 127(4):475-7.
estadios de curación orientan hacia agresiones con-
González Delgado Rosa Idalmis y Gildo J Pérez Blázquez (2001):
secutivas. Estudio descriptivo, analítico y predictivo de las heridas
En el síndrome del niño maltratado se incluyen perforantes del bulbo ocular. Rev Cubana Oftalmol; 14(1).
numerosas lesiones que van desde marcas de Good WV (2005): Accidental trauma in children. In: Taylor D &
mordeduras humanas, quemaduras por cigarrillos, Hoyt CS Pediatric ophthalmology and strabismus. Third Ed.
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Guardia Bajuelo J, Rodríguez Romero A, Santana Álvarez J (1993):
marcas o cortadas inusuales; hasta otras físicamente Reconstrucción de la ruptura traumática del canalículo lagrimal
más graves como fracturas poco comunes (por ejem- del párpado inferior. Rev Cuba Oftalmol; 6(1):39-42.
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corneales y conjuntivales, luxaciones inexplicables del Martínez Quintana S, Cabrera Salcedo E, Rodríguez Pupo A,
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desprendimiento de retina, anomalías pupilares, entre otras. Oftalmol; 1(3):44-51.
Si se confirma la causa cruel e intencional del trau- Mier Armas Mayra, Violeta Rodríguez Rodríguez, María Carolina
ma, se debe proceder a comunicar (denunciar) el he- Zalazar Campos (1999): Función visual en pacientes opera-
cho a las autoridades pertinentes. dos de cuerpo extraño intraocular. Rev Cubana Oftalmol;
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354 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 26

Problemas orgánicos y funcionales que provocan


trastornos de la esfera visual
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS Y ENRIQUE MENDOZA SANTIESTEBAN

La ceguera y la deficiencia visual grave equivalen En gran parte de los países subdesarrollados esta
a la alteración de un sentido indispensable para el desa- frecuencia se invierte y ocupan el primer lugar las
rrollo normal del niño. Más del 70 % de las sensaciones enfermedades infecciosas como el tracoma, y por
que provoca el ambiente que rodea al ser humano lle- desnutrición o deficiencia vitamínica, como la xeroftal-
gan a través de la visión. El cuadro es de muy difícil mía, con el consiguiente cuadro clínico propio de estas
manejo si a ese déficit en la aferentación, provocado enfermedades.
por daño en el globo ocular o en las vías, se le suman En el caso de los lactantes, en los que la causa
alteraciones visuales corticales superiores, daño de otros ocular no es evidente mediante el examen físico, se
de los sentidos, trastornos motores o retraso mental, debe pensar en la amaurosis congénita de Leber, el
como se observa en algunas de las enfermedades que síndrome de Joubert, monocromatismo de bastones,
afectan al ojo y al sistema nervioso en el niño. distrofia de conos, entre otros diagnósticos. También
El pediatra y el oftalmólogo están obligados a ex- se deben tener en cuenta lesiones que afecten la vía
plorar todas las esferas de relación del paciente con visual intracraneal, enfermedades perixosomales, como
déficit visual para descartar cualquier anomalía de al- las de Zellweger, de Refsum, la adrenoleucodistrofia
guno de los aparatos y sistemas; es además importan- y la lipofucsinosis, en las cuales su síntoma de presenta-
te tratar de disminuir la afectación psíquica que por lo ción puede ser la deficiencia visual, a la que se le suma
regular se produce en niños minusválidos. más tarde retardo mental y convulsiones. Debido a la
La mayoría de las deficiencias visuales del niño gravedad de cualquiera de estas enfermedades, algu-
son congénitas o aparecen en el primer año de vida. nos niños no sobrepasan los primeros años de vida.
Solo un pequeño porcentaje es de aparición tardía debi- La anamnesis es de especial importancia para rati-
do, por lo regular, a tumores, infecciones, traumatismos, ficar el diagnóstico y debe comprender antecedentes
entre otras causas oculares, cerebrales o sistémicas. de enfermedades familiares y personales, embarazo y
En Cuba han sido notificadas la retinopatía de parto, así como detalles acerca del desarrollo
la prematuridad y las cataratas congénitas, entre las psicomotor. En el caso del ciego esto es relativo, pues
enfermedades de mayor incidencia (capítulo 28). en ocasiones la demora en adquirir determinadas ha-
Ambas pueden estar asociadas a trastornos en otras bilidades se debe a limitación del niño ocasionada
esferas. por su falta de función visual y la poca ayuda de los
356 Oftalmología pediátrica

padres, que a veces están llenos de temores y faltos paciente, se valoran tratamientos complementarios
de orientación. paliativos, como ejercitaciones, ozonoterapia, cámara
Es importante conocer el comportamiento social hiperbárica y estímulos eléctricos o de otro tipo que
del niño y de quienes comparten con él. Los padres favorecen la neuroplasticidad y la oxigenación de los
son a veces los principales responsables de los tras- tejidos en busca de mejorar en algo el resto visual, si
tornos psíquicos del niño por rechazarlos, malcriarlos, fuera posible, y otros órganos afectados (capítulo 28).
sobreprotegerlos, mantenerlos aislados del resto del La ayuda óptica consiste en ampliar la imagen que
colectivo o no enseñarlos adecuadamente. se forma en la retina y conseguir la percepción del
La historia escolar puede brindar antecedentes so- objeto (Figs. 26.1 y 26.2).
bre el aprendizaje; si logra leer y/o escribir en blanco y
negro, qué tamaño de letra puede ver y otros detalles
que dan información sobre el uso de los restos visua-
les y otros defectos acompañantes. Es importante se-
ñalar que en ocasiones, tanto los maestros como los
familiares, atribuyen los trastornos en el aprendizaje
del niño a su problema visual cuando hay otra causa
como son retraso mental, trastornos de conducta, tras-
tornos auditivos, entre otros. No es raro observar a las
enfermedades oculares formando parte de síndromes
neurológicos o sistémicos.
Las enfermedades que causan déficit visual im-
portante afectan al campo visual con intensidades y
maneras diferentes, lo que repercute en la utilidad del
resto visual y la forma de desplazarse. En ocasiones,
los defectos de visión y sobre todo los de campo vi-
sual, ayudan a ubicar el sitio de la lesión en la vía vi-
sual y están acompañados de trastornos adicionales
Fig. 26.1. Uso del telescopio enfocable.
en el procesamiento en áreas corticales superiores ale-
dañas a las visuales, como la alexia.
Además de la baja visión y la pérdida de campo
visual, estos niños pueden presentar movimientos ocula-
res anómalos, estrabismo, mala fijación ocular, ojos o
cavidades malformados, defectos estéticos y de otros
aparatos y sistemas que agraven el cuadro clínico.
El examen físico general y neurológico son im-
prescindibles, así como otras pruebas y estudios, so-
bre todo los funcionales y los de imágenes, que evi-
dencian afectación en estas esferas. En ocasiones,
estos niños presentan otras afecciones asociadas:
neurológicas, físicas y psíquicas, que pueden progre-
sar y alterar aún más su capacidad de aprendizaje y
su desarrollo en general o pueden deteriorarlos, como
las convulsiones repetidas y trastornos metabólicos o
degenerativos. En estos últimos, la progresión del dé-
ficit visual y las alteraciones que aparecen en el fondo
de ojo pueden sugerirlas.
Después de aseverar el diagnóstico y valorar nue-
vamente la posibilidad de tratamiento médico o quirúr-
gico que permita mejorar el resto de visión que tiene el Fig. 26.2. Uso del microscopio de prueba en atril.
Capítulo 26. Problemas orgánicos y funcionales que provocan trastornos de la esfera visual 357

En los casos de niños invidentes, o si es grave la ello recibirá entonces el apoyo del oftalmólogo y de
deficiencia visual, el paciente debe pasar a escue- su médico de base. Se le debe explicar que el retar-
las especiales donde reciba entrenamiento para au- do en comenzar la explotación y el aprendizaje con
mentar las posibilidades de valerse por sí mismo, sus restos visuales o de sus capacidades en otras
estudiar e integrarse a la sociedad, independiente- esferas puede disminuir las posibilidades de mejoría
mente de sus limitaciones, que dejarán de serlo se-
y adaptación a su minusvalía.
gún se entrene. Debe incluir lectura y escritura con
En la actualidad se realizan investigaciones para
el método Braille (Figs. 26.3 y 26.4).
proporcionar a los niños no videntes las posibilidades
de desenvolverse en tareas elementales y disminuir su
invalidez. Para ello se trabaja en variadas líneas desde
diferentes puntos de vista que empiezan a tener algu-
nos adelantos, sobre todo en los relacionados con la
visión artificial.
Las principales líneas de trabajo que actualmente
se manejan para la restauración visual son:
– Terapia génica.
– Implante de células madres.
– Visión artificial.

Diversos son los proyectos de trabajo actuales


en visión artificial que ubican los implantes en dife-
rentes lugares de la vía visual y hasta en la auditiva.
Estos son:
– Ojo biónico (Fig. 26.5).
Fig. 26.3. Lectura con el sistema Braille.
– Implantes retinianos.
– Implantes o estimuladores en el nervio óptico.
– Implantes en cuerpo geniculado.
– Implantes corticales.
– Migración sensorial. Los sonidos pudieran acti-
var la corteza visual del ciego posibilitando per-
cibir formas.

Fig. 26.4. Escritura en Braille.

El momento de enfrentar a los padres y a los pro-


pios niños con su realidad no debe demorarse y para Fig. 26.5. Ojo biónico.
358 Oftalmología pediátrica

Desórdenes de la función visual cortical de daño ocular ni cerebral y los potenciales visuales
evocados y la resonancia magnética nuclear son nor-
superior males. La visión se alcanza o madura alrededor de los
Las áreas corticales de la visión o áreas de aso- 6 meses y llega a ser normal con el transcurso del
ciación, llevan a cabo la interpretación compleja del tiempo en los primeros años de vida.
fenómeno visual, lo que de afectarse puede causar La ceguera cerebral es una disfunción posgeni-
anormalidades en el procesamiento y en la atención, a culada en la que el examen físico ocular no muestra
pesar de conservar en buen estado la agudeza y el alteraciones y las reacciones pupilares son normales,
campo visual. aunque se puede asociar con lesión pregeniculada. Si
La actividad cortical de la esfera visual el daño ocurre posnatal, el fondo es normal, pero si se
funcionalmente se divide en las áreas ventral o la del produce en vida fetal, puede aparecer hipoplasia de
“¿qué?” y dorsal o la del “¿dónde?” (capítulo 4). La papila y nervio óptico por degeneración transináptica,
ventral es la occipitotemporal, en el área V 4; la zona lo que solo sucede en vida intrauterina.
del girus fusiforme y el lingual están en relación con el La ceguera de causa cerebral o cortical puede
reconocimiento de los objetos y el color. La integridad tener como causas principales: infecciones del siste-
de la región mesial bilateral es necesaria para recono- ma nervioso central, traumas por golpe occipital di-
cer los rostros. Todo esto representa la continuación de recto o por contragolpe frontal, hidrocefalia,
las vías de las P que comenzaron en las células encefalopatías hipoxicoisquémicas, dando hemorragias,
ganglionares de la retina. edema y pérdida de tejido. Otras causas más raras
La zona V 5 dorsal está relacionada con la orien- son, hipoglucemia, uremia, leucoencefalitis
tación espacial y es la del “¿dónde?”. Representan la esclerosante, hemorragias e infartos, como consecuen-
continuación de las vías M que comenzaron también cia de estudios contrastados intravenosos, por
en la retina. La región parietooccipital cercana está intoxicaciones con monóxido de carbono u otros tóxi-
además en relación con la dirección de la atención. cos. La más frecuente es producida por el
Los trastornos de las áreas corticales superiores de la Haemophilus influenzae en el curso de una meningi-
visión se pueden producir por desconexión entre sus áreas, tis; también por Estreptococo neumoniae.
o por daño u ocurrencia simultanea de áreas cercanas. La debida a criptococo es un cuadro clínico grave
Síntomas y signos y se puede acompañar de otras afectaciones del siste-
ma nervioso, como parálisis del VI y III nervio cra-
Los síntomas suelen ser específicos o vagos y nada
neal, oftalmoplejía internuclear, papiledema y atrofia
concisos, lo que en ese caso puede ir acompañado de
óptica. Si no existe destrucción de tejido cerebral,
desorientación, confusión y trastornos de la conducta.
Con frecuencia son los familiares quienes se percatan. muchos pacientes mejoran, sobre todo cuando el ede-
El estudio del campo visual y la exploración de la ma se reabsorbe. Son pacientes en los que predomina
lectura, escritura, colores, atención, nominación verbal, el cuadro neurológico y está en juego la vida, por lo
entre otras pruebas de función cortical, son exámenes que a veces no se le da la importancia requerida a
de gran valor en el diagnóstico topográfico y hasta problemas que pueden dejar al individuo vivo pero cie-
etiológico de un importante número de lesiones. go, como es un edema del disco óptico mantenido y la
Los signos en el examen visual son casi inexistentes atrofia consiguiente, por gran hipertensión
y solo algunas pruebas psicofísicas, diseñadas endocraneana.
específicamente para buscar el daño, así como el es- La dislexia es el término usado para describir
tudio del campo visual con doble estímulo en un problema en el procesamiento cortical de los
hemicampos diferentes, pueden ayudar en el diagnós- símbolos gráficos, lo que provoca retraso para la
tico del área afectada. lectura. Se debe distinguir de la ceguera para las
palabras o alexia y de otras causas que provoquen
Causas baja visión.
El retardo de la maduración es una causa de defi- Estos trastornos de los centros visuales corticales
ciencia visual en el lactante, en la que no hay evidencias superiores se pueden agrupar topográficamente en:
Capítulo 26. Problemas orgánicos y funcionales que provocan trastornos de la esfera visual 359

disturbios del lóbulo occipital (alexia sin agrafia); de plaza en su entorno, tanto en la luz como en la oscu-
la región occipitotemporal (hemiacromatopsias, ridad. En caso de ser de causa funcional, el niño no
agnosias visuales, prosopagnosias, afasia óptica, dis- choca con los objetos que lo rodean y si lo hace, el
turbios de la memoria visual, aquineptosis), de la re- choque es aparatoso para llamar la atención, a dife-
gión parietal (hemiinatección o neglect); o rencia del verdadero no vidente. Son útiles en estos
parietooccipital, como el síndrome de Balint, la atro- casos la provocación del nistagmo optoquinético con
fia cortical posterior, la falla en la imaginación visual el tambor o la cinta y la colocación frente al rostro
y hasta por lesión de los lóbulos frontales o su co- del niño de un espejo no muy pequeño al que se le
nexión con los occipitales (Tabla 26.1). imprime un movimiento lento de desplazamiento que
el niño tiende a seguir con la mirada, aunque insista
Problemas funcionales o psíquicos en que no ve; también mostrarle figuras cómicas y
observar la reacción de su rostro (Fig. 26.6).
Los problemas funcionales o psíquicos son una cau-
Los supuestos defectos de agudeza visual en ni-
sa relativamente frecuente de deficiencia visual, con
ños que logran leer algo en la cartilla de Snellen tienen
examen ocular normal, lo cual es difícil de pensar y
la característica de detenerse en una determinada lí-
menos de plantear en un niño. En estos pacientes es
nea y no ver ni una letra más de la línea siguiente,
muy importante conocer en qué circunstancias, cómo
aunque algunas de esta última sean muy fáciles de ver
y cuándo apareció la deficiencia visual, tiempo y dura-
para los que lograron leer la línea anterior completa.
ción, así como los resultados de otros estudios, evolu- Es poco frecuente en defectos orgánicos que la letra
ción, antecedentes de enfermedad y sobre todo de trau- del optotipo fijado se deje de ver solo por momentos
mas psíquicos o enfermedades similares padecidas por cuando se aclare su imagen a no ser en escotomas
personas conocidas. Frente a la sospecha se debe de centrales en cuyo caso se gira la cabeza para tratar
indagar la situación social y hablar por separado con de ver con el borde del área escotomatosa o también
los padres y el propio paciente. en enfermedades desmielinizantes en las que la fluc-
Si la ceguera referida es bilateral, es importante tuación de la visión puede existir entre un día y otro
observar al niño sin que lo note y ver cómo se des- pero no en la misma consulta.

Tabla 26.1. Disturbios de la esfera visual superior


Síndrome Hallazgos clínicos Asociación común Localización

Alexia sin agrafia Puede escribir Hemianopsia Lóbulo occipital izquierdo y el esplenium del cuer-
pero no leer homónima derecha po calloso
Agnosia visual Inhabilidad para Alexia sin agrafia Ambos lóbulos
a los objetos reconocer los objetos y prosopagnosia occipitotemporales que envuelva el fascículo
longitudinal inferior
Hemiacroma- Pérdida de la visión Cuadrantopsia Lóbulo occipitotemporal, contralateral, girus
topsia de color en un homónima superior lingual y fusiforme
hemicampo ipsolateral
Prosopagnosia Inhabilidad para Alexia sin agrafia Lóbulos occipitotemporales (bilateral) y girus
reconocer caras y agnosia a objetos medio fusiforme
visuales
Aquinectopsia Defecto en la percepción Ninguna Área V 5, lóbulos occipitotemporales (bilatera-
del movimiento les)
Hemiinatención No atiende a los estímulos Inatención, pérdida Lóbulo parietal inferior derecho
visual visuales en el hemiespacio sensorial del lado
izquierdo izquierdo, debilidad
Balint Simultagnosia, apraxia Defecto del campo Lóbulos parietooccipitales (bilaterales)
ocular y ataxia óptica visual altitudinal
inferior bilateral
360 Oftalmología pediátrica

La visión para lejos debe tener correspondencia


con la de cerca, aunque en fenómenos de desaten-
ción es frecuente que los objetos de cerca llamen
más la atención de los niños que los de lejos. Si se
encuentra déficit visual de cerca similar al de lejos o
peor y quedan dudas de que se trate de una simula-
ción o histeria, se deben colocar cristales positivos
(+ 6,00) sobre el ojo que ve mal y acercar la imagen,
lo que en caso de ser real el déficit se magnifica el
tamaño del objeto y puede ser percibida la imagen,
mientras el que finge no refiere mejoría.
Si el déficit es binocular son útiles las pruebas de
agudeza visual y de estereopsia, para lo que se necesita
la conservación de la visión de ambos ojos. Otras prue-
bas sencillas son las que se realizan de forma binocular
fijando un objeto al frente; se coloca entonces un prisma
sobre el ojo que supuestamente no ve y de ser así no
A debe mostrar ningún movimiento de realineación del ojo.
Si el defecto referido es unilateral se emplean tam-
bién las pruebas de neblina con maniobras de visión
binocular, en la que después de alcanzar buena visión,
porque ve bien con el ojo sano, se le hace borrosa la
imagen de ese ojo sin que el niño se de cuenta y así la
línea que alcance a leer en la cartilla, de seguro fue
vista por el ojo supuestamente enfermo. De esta for-
ma se demuestra que el niño ve bien de ambos ojos.
En estas pruebas es importante cerciorarse de que no
cierre el ojo sano para evitar que descubra el truco y
diga entonces la respuesta adecuada a la falta de vi-
sión monocular.
La prueba con 2 colores, rojo y verde, es muy sen-
cilla para estudiar estos pacientes. Se proyecta una
B
cartilla de letras o números de tamaños decrecientes,
Fig. 26.6 A. Niña con deficiencia visual funcional que dice e impre-
siona que no ve; B. Sin embargo, fija y sigue su imagen al desplazar el
en la cual se observa una proyección de optotipos en
espejo hacia abajo. que la mitad del renglón es rojo y la otra verde. Se
ponen gafas con cristales distintos para cada ojo, tam-
La pérdida de la AV transitoria, si se acompaña de bién rojo y verde. El ojo detrás del cristal rojo puede
centelleo, se puede deber a una migraña, aunque no ver todas las letras, pero el que está detrás del verde
existan otros síntomas clásicos de la misma. Si la pérdi- solo puede ver las verdes. Si se pone el cristal rojo
da visual es transitoria y sin centelleos se debe pensar delante del ojo enfermo y puede leer todas las letras,
en la pérdida visual en el curso del papiledema cuya llegando a ver una hilera completa, el ojo supuesta-
duración es de apenas unos segundos, las vasculitis, mente enfermo tiene la agudeza visual correspondien-
cardiopatías embolígenas como las valvulopatías y otros te a ese renglón (Fig. 26.7). El empleo de las luces de
estados de hiperviscosidad sanguínea o hipercoagulabi- Worth es útil también en estos casos.
lidad. Si la pérdida visual es debida a enfermedad Otra de las manifestaciones funcionales que se
vascular del territorio vertebrobasilar, la pérdida transi- pueden ver es la extrema contracción concéntrica
toria se presenta como bilateral. del campo visual, como si mirara por un tubo, lo que
Capítulo 26. Problemas orgánicos y funcionales que provocan trastornos de la esfera visual 361

debe estar en correspondencia con la forma de des- causa de la contracción concéntrica es la simulación
plazarse, si es real. Si el niño no choca con los obje- o la histeria, al usar diferentes estímulos, por lo regu-
tos que lo rodean a pesar de la contracción del cam- lar se contraen las isópteras más externas y quedan
po, se debe realizar el examen en pantalla tangente las internas en su posición normal, agolpándose en-
a las distancias de 1; 0,5 y 2 m. Con ello se estudian tonces todas en una misma área. Estos niños que
los 30, 60 y 15° respectivamente. Al finalizar el exa- fingen no tener visión periférica por lo regular para-
men a 1 m, se acerca el paciente a la pantalla a 0,5 lizan sus movimientos y piden auxilio para poder des-
m, aclarándole que es para que vea mejor al estar plazarse. Si se desplazan solos no suelen chocar con
más cerca. En la distancia de 0,5 m, si el paciente los objetos que los rodean.
está simulando, por lo regular su campo continúa de Los estudios electrofisiológicos pueden ayudar a com-
igual tamaño que el anterior o más abierto, cuando probar o descartar la organicidad del déficit visual pero
en realidad debe ser menor o más cerrado mientras en el caso de los PEV es necesario conocer los valores
más cerca está de la pantalla y más abierto mientras de sus ondas y morfología normal para la edad: en niños
más se aleja, como sucedería si se colocara a 2 m que pueden fijar el centro para realizar el estudio con
de la pantalla. Si se explora en un perímetro y la dameros, debe ser vigilada la cooperación y atención, pues
esto puede falsear el examen si no es adecuado.
En muchos pacientes, el recetarles vitaminas o
algún otro placebo, asegurándole que con eso se pon-
drá bien en unos días, es suficiente para recuperarse
de la deficiencia funcional. A la vez se debe tratar de
profundizar en la causa o ganancia secundaria de
estos pacientes. En otros casos, con solución no sen-
cilla, se pueden ingresar para hacer reposo ocular sin
ruidos ni conversaciones y vendar sus ojos, lo que en
pocos días suele resolver el problema. En niños con
pérdida visual funcional grave deben ser tratados por
el psiquiatra.

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Capítulo 27

Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan


la función visual
ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS, YANNARA E. COLUMBIÉ GARBEY Y RAMÓN CABAL RODRÍGUEZ

Las principales epidemias que se notificaron en la Una epidemia de la esfera visual que en los últi-
etapa prerrepublicana en Cuba fueron el cólera, el pa- mos decenios ha afectado a la población cubana ha
ludismo, la fiebre amarilla, la lepra, el muermo, y otras sido la conjuntivitis hemorrágica y lo ha hecho en su-
enfermedades infecciosas o carenciales, como el beri- cesivas ocasiones pero por lo regular no ha dejado
beri seco y las neuropatías ópticas. Unos años después como secuela déficit visual.
de terminada la Guerra de Independencia en la Isla, De todas esas enfermedades, el SIDA, el beriberi
etapa en la cual se recrudecieron las epidemias que seco y la neuropatía óptica que lo acompaña, son las
habían estado presentes anteriormente, sobrevino un que con mayor frecuencia han producido déficit vi-
periodo de saneamiento del país, que redundó en la dis- sual. Las 2 últimas se consideran enfermedades de
minución de la mayoría de esas epidemias, y hasta la carencia nutricional que pueden aparecer en conjunto
desaparición de algunas, como en el caso de la fiebre o de forma independiente y afectar al nervio óptico o
amarilla, aunque no del parasitismo intestinal que fue el a los nervios periféricos. Estas se diagnosticaron en
reconocido mal de los campos de Cuba antes de 1959. Cuba durante los periodos de guerra, 1868-1898, es-
El tifus, la tuberculosis, así como la mayoría de las en- pecialmente durante la reconcentración del campesi-
fermedades venéreas quedaron y hasta se recrudecie- nado en las ciudades, tanto en niños como en adultos y
ron en la etapa republicana. Todas estas restantes en- en el decenio de 1990, durante una grave crisis econó-
fermedades fueron desapareciendo del panorama cu- mica en el país. Otras enfermedades que con frecuen-
bano con los programas de salud aplicados en el país cia están muy relacionadas o acompañadas con défi-
después de 1959, lo que se ha logrado mantener en los cit nutricional son las debidas a la ingestión de tóxicos
últimos 50 años con un adecuado control sanitario. como el alcohol y el tabaco.
El dengue, con diferentes cepas, ha afectado al La conjuntivitis hemorrágica, además de la
país en varios periodos; el Síndrome de neuropatía óptica epidémica, tóxico carencial, son las
Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), la gran pandemia únicas enfermedades epidémicas con afectación vi-
mundial de la actualidad, está presente en Cuba pero sual que conocen, en la práctica, los oftalmólogos cu-
en cifras bajas y con los enfermos sometidos a trata- banos y no los muy jóvenes.
miento y control sanitario que incluye chequeo El mundo en estos momentos se encuentra someti-
oftalmológico por la frecuente aparición de infeccio- do a una crisis económica global que afecta principal-
nes oculares en ellos. mente a las clases más desposeídas que ya estaban en
364 Oftalmología pediátrica

el nivel de miseria y ahora esos mismos grupos socia- tóxicos, para la cual planteó una posible base tóxico
les dan otro paso atrás en su alimentación de por sí ya nutricional por la escasez y mala calidad de los alimen-
defectuosa. tos que esas personas consumían. A su vez las publica-
Por tal motivo es necesario que las nuevas genera- ciones acerca del beriberi seco también eran frecuen-
ciones de especialistas se entrenen en el reconocimien- tes en esa época, lo que indicaba el aumento de esta
to de estas enfermedades epidémicas o endémicas y enfermedad en Cuba, sobre todo en períodos de gue-
las que afectan a la población más pobre del mundo, rras. Los extensos estudios sobre la neuropatía cubana
algunas de las cuales no existieron nunca en Cuba. de la década de 1990 han contribuido a la descripción
detallada de la enfermedad y a aclarar sus posibles cau-
Neuropatía óptica epidémica sas, nutricionales y tóxicas, que parecen tener un ori-
gen y fisiopatología común.
La neuropatía óptica nutricional reapareció de
forma epidémica en la Isla a inicios de la década de Causas reconocidas de las neuropatías tóxico
los años 90, aunque inicialmente no fuera reconoci- nutricionales
da su causa. En esa ocasión el número de niños afec- – Abuso de tabaco y alcohol.
tados fue escaso (1 %). Sucedió esa vez durante – Estados carenciales: déficit de vitamina B1 (be-
los años de crisis económica dado por diferentes riberi seco), déficit de vitamina B12 (anemia per-
factores político sociales, la caída del comercio con niciosa), déficit de vitamina B2, vitamina B6,
Europa socialista y el mantenimiento del bloqueo que ácido fólico, niacina. Baja ingestión de proteí-
sobre Cuba han tenido los Estados Unidos de Amé- nas, especialmente de origen animal. Una dieta
rica, incluyendo a los alimentos de primera necesi- desquilibrada con excesivo consumo de carbohi-
dad. El origen ha sido muy discutido; factores tóxico dratos, pocas grasas y proteínas.
nutricionales y en segundo lugar un elemento viral fue- – Tóxica: fármacos (etambutol, isoniacida, cloran-
ron considerados como sus posibles causas. En esta fenicol, tetraciclina, estreptomicina, quininas,
ocasión el alcoholismo y el tabaquismo fueron con- clorpropamida, digitálicos, cloroquina, corticos-
siderados como sus principales factores de riesgo, teroides, metotrexato, vincristina, ácido
unido al déficit nutricional. nalidíxico, amiodarona) y toxinas (tolueno en
La neuropatía epidémica en la Isla alcanzó a más inhaladores de colas, metanol, cocaína, busulfán,
de 50 000 personas en el curso del año 1993, lo que la productos arsenicales, diclorodifeniltricloroetano,
convirtió en la epidemia más grande de este tipo noti- metales pesados).
ficada en el mundo. Esta enfermedad afecta al siste-
ma nervioso central y/o periférico, con daño selectivo Fisiopatología
al nervio óptico. Las características del compromiso ocular en
La epidemia comenzó a finales del año 1991 en el la neuropatía óptica epidémica podrían estar en re-
occidente del país. En esa época era evidente la crisis lación con alteraciones de la producción de energía
económica que afectaba a Cuba a partir de los cambios en el nervio óptico. La mayoría de las investigacio-
económicos de Europa del este, por lo que se habían nes realizadas orientan hacia un fallo en la cadena
agudizado las dificultades económicas y con ello la si- de fosforilación oxidativa por déficit de determina-
tuación alimentaria de la población. Entonces no se co- dos nutrientes que intervienen en la destoxificación
nocía sobre la presencia con anterioridad de esta enfer- de sustancias que solo son dañinas si permanecen
medad, aunque su descripción figuraba en una de las en exceso en el organismo sin ser eliminadas. Tal
revistas médicas cubanas de 1898 pero por desgracia es el caso del cianuro del cigarro y tabaco, ya men-
olvidada. A finales del siglo pasado, durante los perío- cionado y del ácido fórmico, proveniente del alco-
dos de reconcentración de la última guerra de indepen- hol metílico, que tienen en pequeñas cantidades las
dencia de Cuba, había sido reportada por el doctor Do- bebidas alcohólicas. Una deficiencia de vitamina B12
mingo Madan una enfermedad con ambliopía que trans- o ácido fólico llevaría a la acumulación de ácido
curre con déficit visual central, muy parecida a la fórmico y cianuro, que son inhibidores de la
ambliopía tabaco alcohólica y en muchos casos acom- citocromo-C-oxidasa, la cual es parte de la cadena
pañada de síntomas de neuropatía periférica a predo- de transporte de electrones. Esto puede interferir
minio sensitivo y estomatitis en pacientes sin hábitos con la producción de adenosintrifosfato (ATP), a
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 365

cuya falta es muy sensible el nervio óptico. Este laminillas cuyos ejes no se encuentran superpuestos
parece ser el caso de la intoxicación con etambutol, directamente unos sobre otros, por lo que se requiere
droga antituberculosa que disminuye los niveles de un mayor esfuerzo y cantidad de energía para el trans-
cobre y zinc que también actúan en la mitocondria porte axonal que es ATP dependiente.
inhibiendo la citocromooxidasa. Las concentracio-
nes de estos elementos y el selenio, se han visto Manifestaciones clínicas de las neuropatías ópti-
disminuidos en los estudios de casos con neuropatía cas tóxico nutricionales
óptica epidémica, así como los beta carotenos y – Disminución de la agudeza visual, progresiva
licopenos, que son los principales antioxidantes para en días o semanas, bilateral, indolora.
la retina y el nervio óptico. – Escotomas centrales o cecocentrales.
Por otra parte, los conos y bastones de la retina – Disminución de la visión al color en el eje rojo-
están particularmente en riesgo de daño oxidativo, dada verde.
la alta concentración de ácidos grasos polisaturados – Deslumbramientos visuales.
existentes en el segmento externo de los fotorre-
ceptores. Se ha demostrado que el ácido fórmico, de- Si concomita con otras alteraciones no ópticas,
rivado de los alcoholes metílicos contenidos en las be- ellas son: manifestaciones polineuropáticas caracteri-
bidas alcohólicas, y mayormente en las peores destila- zadas por disestesia y parestesia distales, predominan-
das, dañan también a toda la retina, lo que se traduce temente en las extremidades inferiores y otros tras-
tornos de la sensibilidad, alteración de la reflectividad
en disminución de las ondas A y B del electro-
osteotendinosa, en ocasiones marcha atáxica y fenó-
rretinograma.
menos disautonómicos; alteraciones cutáneas; déficit
Otro factor importante a considerar en relación
auditivo y de otros pares craneales.
con las estructuras más afectadas por la enferme-
dad, es la actividad de trabajo constantemente man- Diagnóstico
tenida por los nervios ópticos y acústicos, y la longi- Se realiza por el cuadro clínico, los antecedentes
tud de las fibras largas frecuentemente dañadas en de exposición a tóxicos o malos hábitos dietéticos, así
este proceso; específicamente las fibras del haz como por los hallazgos al examen físico neurooftal-
papilomacular, que además son las menos mielinizadas, mológico. Se deben realizar estudios psicofísicos (agu-
con distancias internódulos más cortas y menor rela- deza visual, color, contraste, campo visual) que orien-
ción volumen superficie. Esto le impide a la fibra tan hacia el diagnóstico y diferencian la enfermedad
nerviosa aumentar la producción de energía median- de otras neuropatías ópticas.
te la multiplicación de mitocondrias, que son casi del – Agudeza visual afectada de forma bilateral,
diámetro de la luz de la propia fibra (0,3 µ), como subaguda y bastante simétrica.
pueden hacer en compensación otras fibras más grue- – Visión de colores: grave afectación predominan-
sas y el propio músculo. te en el eje rojo-verde.
Se conoce que el funcionamiento de las neuronas – Sensibilidad al contraste disminuida en relación
depende de su flujo axonal; el de tipo anterógrado con el grado de déficit visual.
mueve a distintos organelos, y entre ellos las – Campo visual muestra escotomas centrales y
mitocondrias, desde el soma celular que los sintetiza a cecocentrales, de densidad variable.
la terminal axónica, donde deben llegar antes de 10 días – Oftalmoscopia: disco óptico de apariencia nor-
en que termina su vida útil; a su vez existe un flujo mal en estadios iniciales, con habitual desarro-
anterógrado lento y uno retrógrado rápido que vuel- llo de palidez temporal y evolución hacia la atrofia
ve al soma celular. El flujo axonal anterógrado rápi- del haz papilomacular, si no se indica tratamien-
do depende críticamente del metabolismo oxidativo. to, lo que puede hacer mayor la atrofia. En al-
En el caso del nervio óptico, la situación es aún más gunos pacientes, en el inicio de la enfermedad
compleja en el nivel de la lámina cribosa, donde los se puede observar un período transitorio de dis-
axones a su salida del globo ocular están circunscritos creta hiperemia del disco óptico y borramiento
por una estrecha y rígida faja escleral y donde cada de sus márgenes por leve edema, con posterior
axón debe atravesar las perforaciones de múltiples desarrollo de la atrofia (Figs. 27.1 y 27.2).
366 Oftalmología pediátrica

Fig. 27.2. Pérdida de fibras del haz papilomacular en el fondo de ojo


con luz libre de rojo y procesamiento para destacar las capas de fibras
Fig. 27.1. Imágenes de neuropatía óptica tóxico nutricional estable- ganglionares.
cida, donde se evidencia la pérdida de fibras en el haz papilomacular.

– Electrofisiología: prolongación de la latencia en necesario realizar tomografía axial computarizada de


el potencial evocado visual y poca disminución cráneo simple y específicamente región selar, con cor-
de amplitud, lo que evidencia daño mielínico y tes a < 2 mm y reconstrucción de cortes sagitales para
axonal no siempre en relación con el grado de descartar un proceso que ocupa espacio en este nivel.
afectación.
Tratamiento
Otros estudios protocolizados en consulta especia- – Modificar hábitos y estilos de vida (insistir en
lizada de neurooftalmología, como tomografía de cohe- una dieta balanceada, rica en proteínas de ori-
rencia óptica y retinografía de fondo, sirven para docu- gen animal, frutas y vegetales).
mentación y posterior seguimiento de los pacientes. – Eliminar el consumo de sustancias tóxicas como
Se deben realizar además estudios hemoquímicos: cigarro, alcohol u otros.
– Vitaminoterapia: vitaminas complejo B intra-
hemograma completo, eritrosedimentación, lámina
musculares por 1 mes, luego continuar con com-
periférica, volumen corpuscular, dosificación de vitami-
plejo multivitamínico como el polivit; se utili-
na B12 y ácido fólico sérico, plomo y otras sustancias zan también antioxidantes como vitamina C
tóxicas, cuando se sospeche la presencia de la misma. (500 mg) y E (50 mg) 1 tableta diaria por un perío-
En ocasiones, cuando las manifestaciones del cam- do de 3 meses, así como vitamina A (25 000 UI)
po visual no son las esperadas en esta enfermedad, es 1 tableta diaria por 2 meses y ácido fólico.
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 367

Puede ser de utilidad la metionina como órgano de malnutrición general y es específico en medio de
azufrado. una deficiencia múltiple. En los grados avanzados de
malnutrición, kwashiorkor o marasmo, depende de la
Hipovitaminosis A deficiencia de vitamina A: si esta es discreta, el sín-
drome es también discreto; si la deficiencia es grande,
La hipovitaminosis A es un problema que se pre- los cambios oculares son graves.
senta en gran escala en el mundo entero, especial- Para su mejor comprensión se ha clasificado se-
mente entre los niños de edad preescolar. De acuerdo gún el grado de la afectación ocular, lo que permite
a predicciones de la Organización Mundial de la Salud tener un criterio pronóstico en cada caso.
(OMS) alrededor de 100 000 niños pierden la vista – Ceguera nocturna.
anualmente mientras que un número considerable – Manchas de Bitot.
muere debido a deficiencia de vitamina A y millones – Xerosis conjuntivocorneal.
sufren serias consecuencias relacionadas con esta – Infiltración corneal intersticial.
enfermedad tales como retardo en el crecimiento y – Ulceración corneal.
aumento de la susceptibilidad a las infecciones. La vi- – Queratomalacia.
tamina A es una vitamina liposoluble que a nivel ocular – Secuelas.
ayuda al mantenimiento de membranas mucosas y
desempeña un papel muy importante en la adaptación Ceguera nocturna. Manifestación temprana y
de la retina a la luz. que más preocupa a los padres, existe dificultad visual
El ojo es el órgano más susceptible a la deficien- con la llegada de la noche, sigue un curso bastante
agudo; se desarrolla rápidamente y desaparece de igual
cia de vitamina A, hasta el punto de convertirse en
forma bajo los efectos de la terapéutica.
detector de dicha deficiencia aún en sus fases inci-
Manchas de Bitot. Placas blanquecinas con as-
pientes. Estudios realizados sobre este tema ponen en
pecto de espuma de jabón en la superficie conjuntival
evidencia que solamente el hallazgo de alteraciones
de forma ovalada a lo largo del eje horizontal, irregu-
oculares permite establecer el diagnóstico de
larmente circulares, con menos frecuencia triangula-
hipovitaminosis A, puesto que con frecuencia estas res y a veces alargadas, interesan la conjuntiva bulbar
alteraciones constituyen la única manifestación clíni- en el nivel del espacio interpalpebral y son siempre
ca de malnutrición. bilaterales, de localización temporal aunque se pueden
La xeroftalmía debida a falta de vitamina A es muy ver nasales; casi siempre están muy cerca del limbo y
común en el mundo: una encuesta realizada por la OMS las placas se caen fácilmente.
demostró su prevalencia en América Latina, África y Xerosis conjuntivocorneal. Etapa caracteriza-
Asia y puso de manifiesto que es una de las más impor- da por sequedad de la conjuntiva y de la córnea, que
tantes causas de ceguera en los preescolares de 2 a 4 ha acuñado el término de xeroftalmía para las lesiones
años de edad. En los niños, una escasa ingesta de ali- oculares de la hipovitaminosis A. Afecta la mayor parte
mentos provenientes de fuentes animales conduce a un de la conjuntiva bulbar, sobre todo de la hendidura
deficiente consumo de vitamina A preformada, cuadro palpebral, pérdida de brillo y disminución del espesor y
que se acentúa al prescindir de alimentos de origen ve- elasticidad. Como resultado de estas alteraciones físi-
getal amarillos o verde-oscuro ricos en carotenoides cas las lágrimas no mojan la conjuntiva y se forman
(pro-vitamina A), agregado a un consumo insuficiente pliegues verticales en ella en los movimientos latera-
de grasas y aceites. Todo esto limita aún más la absor- les del globo. La córnea participa de la misma seque-
ción de la vitamina A presente en la dieta. dad de la conjuntiva, con disminución del brillo y
enturbiamiento superficial discreto. Ocasionalmente en
Cuadro clínico
esta etapa se presentan úlceras corneales que intere-
Cambios en el segmento anterior. Las manifesta- san solamente el epitelio. Estas alteraciones
ciones oculares de hipovitaminosis A interesan el seg- corneoconjuntivales se acompañan de irritación, sen-
mento anterior del ojo, sobre todo la conjuntiva y la sación de cuerpo extraño y fotofobia.
córnea. Infiltración corneal intersticial. Representa un
Se les ha dado el apelativo de nutrioftalmopatía A, grado más avanzado de deterioro corneal, se observa
con lo cual se acorta su denominación y se indica su infiltración estromal grisácea, marcada xerosis
etiología. El síndrome se observa en grados variables corneoconjuntival, puede haber exudado blanquecino en
368 Oftalmología pediátrica

cámara anterior, fotofobia y disminución de la agudeza Sistémico: suministrar vitamina A intramuscular a


visual. la dosis de 10 000 UI/kg/peso, para niños con caren-
Ulceración corneal. Úlceras corneales circu- cias nutricionales graves que disminuyen la absorción
lares e irregulares; se localizan con mayor frecuen- intestinal; en casos leves o moderados administrar por
cia en la mitad inferior pero pueden ser centrales; vía oral; además de lograr una dieta balanceada.
por adelgazamiento corneal pueden ocurrir microper- Quirúrgico: para las secuelas oculares.
foraciones y casi siempre la cámara anterior se en- La hipovitaminosis A constituye una de las causas
cuentra aplanada. La reacción inflamatoria es mo- frecuentes de pérdida de la visión en niños de 3 a 7 años
derada. en países del Tercer Mundo.
Queratomalacia. Ablandamiento parcial o total
de la córnea; esta muestra un aspecto blanquecino, Conjuntivitis hemorrágica
gelatinoso de un color grisáceo amarillento que se Es una infección intensa, extremadamente conta-
esfacela y elimina; la reacción en la cámara anterior giosa, de diseminación epidémica, especialmente en
es mayor y como complicación puede ocurrir la hernia países en desarrollo, con más del 50 % de la población
del iris. afectada en algunos casos. Descrita por primera vez
Secuelas: en Ghana en 1969. Es causada por 2 picornavirus, el
– Nébulas y leucomas. enterovirus 70 y coxsackievirus A24, menos común-
– Descemetoceles por destrucción del estroma; mente se ha citado el adenovirus tipo 11. Tiene un cur-
solo queda la membrana de Descemet. so autolimitado y dura menos de 12 días.
– Estafilomas corneales. Forma de transmisión. Se transmite por con-
– Glaucoma secundario por sinequias anteriores. tacto directo de persona a persona, con instrumentos
– Pthisis bulbi. y soluciones contaminadas. La infección se propaga
rápidamente al ojo contralateral.
Complementarios Periodo de incubación. De 8 a 48 h.
– Análisis del retinol sérico: método invasivo cu- Periodo de transmisibilidad. Los pacientes son
yas concentraciones en suero reflejan el estado contagiosos durante aproximadamente 7 días.
de la vitamina A solo cuando los depósitos he- Manifestaciones clínicas
páticos están seriamente depletados o satura-
– Edema palpebral.
dos con la misma.
– Quemosis.
– Citología de impresión conjuntival (CIC): prue-
– Hemorragias subconjuntivales agudas unilate-
ba funcional, es menos invasiva, las muestras
rales o bilaterales difusas, suelen comenzar por
pueden ser fácilmente obtenidas y guardadas
conjuntiva bulbar superior; al principio son
por tiempo indefinido. La técnica se basa en la
puntiformes y luego se extienden en forma de
obtención de células superficiales conjuntivales sábana a la conjuntiva bulbar inferior.
mediante la aplicación suave y breve de una – Dolor.
tira de papel de acetato de celulosa contra la – Sensación de cuerpo extraño.
conjuntiva ocular. Las células más externas del – Folículos conjuntivales.
epitelio conjuntival se adhieren al papel y luego – Lagrimeo copioso.
se fijan, se colorean y se analizan con un mi- – Adenopatía preauricular.
croscopio óptico. El resultado de la citología al- – Queratitis epitelial: raramente hay opacidades
terada, con metaplasia y queratinización de las subepiteliales.
células epiteliales conjuntivales y ausencia de – Uveítis anterior.
células caliciformes secretoras de moco, repre- En algunos casos se puede presentar fiebre, ma-
sentan las alteraciones tempranas causadas por lestar y mialgias generalizadas. La conjuntivitis se re-
deficiencia de vitamina A. suelve en 4-6 días pero las hemorragias aclaran más
lentamente. La enfermedad muy raramente es causa-
Tratamiento
da por enterovirus tipo 70, en cuyo caso puede resul-
Local: lubricantes de la superficie ocular y en caso tar en una parálisis periférica tipo polio, la cual perma-
de infecciones se recomienda el uso de ungüentos nece en la tercera parte de las personas afectadas
antibióticos. (Fig. 27.3).
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 369

– Aislamiento de pacientes contaminados.


– Extremar las medidas higiénicas: lavado fre-
cuente de las manos, desinfección de objetos
de uso común.
– Evitar manipulación de los ojos.
– No estar en contacto con pacientes infectados.

Específico:
– Completamente sintomático.
– Lavados oculares y fomentos frescos con solu-
ción de suero fisiológico o agua hervida frecuen-
tes (cada 3 o 4 h).
– Antiinflamatorios no esteroideos por vía oral
cada 8 h.
– Se han utilizado colirios de interferón alfa-2b
para la etapa aguda de la enfermedad, así como
de manera profiláctica para el personal que tie-
ne contacto con estos pacientes, a una dosis de
1gota cada 8 h.

SIDA
La Organización Mundial de la Salud estimó que
en el año 2000 había alrededor de 30 millones de in-
fectados por el virus de inmunodeficiencia humana en
el mundo; esta entidad constituye la principal causa de
Fig. 27.3. Conjuntivitis hemorrágica. Más acentuadas las hemorra- muerte en varones de entre 25 y 44 años en muchos
gias en dirección a los fondos de saco conjuntival.
países del planeta.
El virus de la inmunodeficiencia humana VIH es
Diagnóstico
un retrovirus con una enzima transcriptasa inversa que
– Genio epidémico. se utiliza para hacer copias en el ADN de la célula
– Manifestaciones clínicas. huésped de su ARN viral e incorporarlo de forma per-
– Examen oftalmológico en lámpara de hendidu- manente a su material genético. Este virus afecta a
ra que permita visualizar laceraciones conjunti-
una amplia variedad de células, pero tiene efectos más
vales propias de la enfermedad.
importantes en los linfocitos CD4 encargados, en par-
– Complementarios: sueros pareados. Se debe
tomar la primera muestra a las 48 h del co- te, de la inmunidad celular, disminuyendo de forma sig-
mienzo de los síntomas; la segunda muestra a nificativa su número.
los 21 días, para entonces el paciente ya debe La infección por VIH es transmitida por contacto
estar de alta por lo que la toma de muestra se sexual o a través de la recepción de derivados sanguí-
realiza en las áreas de salud. El aislamiento neos, por lo que las poblaciones con conductas sexua-
del virus es importante para confirmar el diag- les promiscuas, los toxicómanos que se aplican drogas
nóstico, las muestras para su detección se to- parenterales y comparten agujas contaminadas, los pa-
marán dentro de las 72 h del inicio de la con- cientes hemofílicos y pacientes que reciban transfusio-
juntivitis. nes de sangre, constituyen grupos de riesgo. La infec-
ción también puede ser transmitida por vía transplacen-
Tratamiento
taria intraútero, de madre a hijo.
Profiláctico: El VIH se ha encontrado en la mayoría de los te-
– Notificación a las autoridades sanitarias. En- jidos oculares, incluyendo retina y córnea, donde no
fermedad de declaración obligatoria. parece causar enfermedad clínicamente aparente en
370 Oftalmología pediátrica

la mayoría de los pacientes pero contribuye en ocasio- virus se ha propuesto como posible causa de la
nes a inflamaciones intraoculares inespecíficas y sir- microvasculopatía vista comúnmente en pacientes con
ve como factor predisponente en la patogénesis de SIDA, que se manifiesta por la presencia de exudados
trastornos secundarios. algodonosos y hemorragias retinianas.
Ocasionalmente los pacientes infectados con el VIH El VIH puede actuar como cofactor en la
sufren de iridociclitis crónica, no atribuida a infección retinopatía por citomegalovirus y aumentar la acti-
intraocular secundaria o a enfermedad inflamatoria vidad patogénica del virus, razón por la cual la
sistémica, la cual responde en la mayoría de los pacien- retinopatía por citomegalovirus es más grave en
tes a la terapia antirretroviral, lo que sugiere una rela- estos pacientes.
ción directa con el VIH (Figs. 27.4, 27.5 y 27.6). Las infecciones oculares secundarias se encuen-
tran entre las complicaciones más temidas en los pa-
cientes con VIH y provocan pérdida de la visión con
alta frecuencia; constituyen un reflejo del déficit
inmunológico específico en esta enfermedad.

Fig. 27.4. Iridociclitis en paciente con VIH. Se observa además


neoformación de vasos conjuntivales que invaden la córnea.

Fig. 27.6. Uveítis posterior en paciente con VIH.

Agentes infecciosos asociados con enfermedad


oftalmológica en pacientes con VIH
Infecciones de retina y coroides:
Virus:
– Citomegalovirus.
– Virus del herpes simple.
– Virus de la varicela zoster.

Parásitos:
– Toxoplasma gondii.
Fig. 27.5. Sinequias posteriores y opacidad del cristalino como secue-
la inflamatoria en paciente con VIH.
– Pneumocystis carinii.

Existen otros cuadros oftalmológicos en pacientes Hongos:


con SIDA, sin importantes o tan evidentes lesiones – Hawaiiensis bipolaris.
intraoculares, como la disminución de la agudeza visual, – Candida albicans.
vitritis, reducciones concéntricas del campo visual, y – Cryptococcus neoformans.
reducción o ausencia de las respuestas electrorretino- – Fusarium sp.
gráficas, que se han postulado pueden constituir otras – Histoplasma capsulatum.
manifestaciones directas de la infección por VIH. Este – Sporotrichum schenckii.
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 371

Espiroquetas. Para los cubanos, las primeras experiencias de


las llamadas enfermedades exóticas han llegado a
Bacterias: través de quienes han estado en países de África o
– Bacterias endogenous. América cumpliendo misión internacionalista. De las
– Nocardia sp. vivencias, experiencia y el trabajo colectivo de estas
personas en investigaciones de terreno, se extrae gran
Micobacterias: parte de este material general en el que se muestran,
– Mycobacterium avium. de estas enfermedades, las más frecuentes estudia-
– Mycobacterium tuberculosis. das por ellos.

Infecciones de la superficie ocular y anejos: Enfermedad de Chagas


Virus: La enfermedad de Chagas fue llamada así en
– Virus del herpes simple. honor del médico brasileño Carlos Chagas, quién la
– Molusco contagioso. descubrió en 1909. Es una zoonosis parasitaria, pro-
– Virus de la varicela zoster. ducida por una especie de Trypanosoma que afec-
ta a mamíferos y triatominos. La familia de los
Parásitos: tripanosomas se compone de 2 tipos fundamenta-
– Microsporidia. les, Trypanosoma cruzi y brucei, este último su
subdivide a su vez en 3 especies brucei, gambiense
Hongos: y rhodescience. La enfermedad de Chagas es pro-
– Candida albicans. ducida específicamente por el Trypanosoma cruzi.
– Chlamydia. También es conocida como tripanosomiasis ameri-
– Chlamydia trachomatis, serotipo L2 (linfogra-
cana. Se estima que de 16 a 18 millones de perso-
nuloma venéreo).
nas son infestadas por esta enfermedad; de ellos 50
000 mueren cada año. El protozoario Trypanosoma
Bacterias:
– Staphylococcus sp. cruzi, es un parásito que se puede encontrar en 3
– Pseudomonas sp. formas, en dependencia del sitio que ocupe dentro
– Capnocytophaga sp. del hospedero:
– Tripomastigote: forma flagelada, se encuentra
Enfermedades exóticas en la sangre del hospedero, tiene pleomorfismo
(formas anchas, delgadas e intermedias). Se
El trabajo que han desarrollado y desarrollan los agrupan en zimodemos (Z1, Z2 y Z3).
oftalmólogos cubanos en el exterior del país en los
– Amastigote: se encuentra en los tejidos, puede
últimos años hace imprescindible el manejo de al-
ser redondo u oval. Se multiplica por división
gunas enfermedades que ya no se observan en Cuba,
binaria y forma nidos.
a las que se denomina exóticas pero que pueden
tener que diagnosticar, tratar o prevenir, en su labor – Epimastigote: es una forma intermedia de as-
en otros sitios del mundo durante el tiempo que rin- pecto fusiforme.
dan misión internacionalista dentro y fuera del con- Epidemiología
tinente americano.
Las enfermedades llamadas exóticas, junto con la El parásito es transmitido por un grupo de insectos
avitaminosis, son más frecuentes en las personas po- hematófagos conocidos como “chinches picudas” (Fig.
bres, con malas condiciones de alimentación y de sus 27.7). Existen más de 100 especies casi exclusiva-
viviendas; los más susceptibles son los niños. Las zo- mente en América (Fig. 27.8).
nas más afectadas son los países tropicales de Améri- Cadena de transmisión:
ca Latina, América del Sur y África. Las manifesta- – Hospederos intermedios: triatomas (Rhodnius
ciones oculares más frecuentes de esas enfermeda- y Panstrongylus).
des han sido las queratoconjuntivitis, uveítis, opacidades – Hospedero definitivo: hombre.
corneales, retinitis y neuritis óptica, que irremediable- – Reservorios: armadillos, zarigüellas, murciéla-
mente condenan a millones de personas a la ceguera. gos, ratas, perros, entre otros.
372 Oftalmología pediátrica

Vías de transmisión:
– Vectorial (deyecciones de triatominos).
– Transfusiones de sangre.
– Transplacentario.
– Trasplante de órganos.
– Accidentes de laboratorio.
– Lactancia materna.
– Digestiva.

Ciclo evolutivo (Fig. 27.9).

Fig. 27.7. Viviendas tipo chozas donde es frecuente que se alojen las
chinches.

Fig. 27.9. Ciclo evolutivo de la enfermedad de Chagas.

Manifestaciones clínicas
La sintomatología puede ser de variado tipo:
oftalmológica, cardiaca y digestiva; con 3 formas clí-
nicas de presentación:
– Forma aguda.
– Forma indeterminada o latente.
– Forma crónica.

Forma aguda:
– Chagoma de inoculación, frecuente en los pár-
pados (Fig. 27.10).
– Compromiso visceral.
– Fiebre.
– Hepatomegalia.
– Esplenomegalia.
– Miocarditis.
– Meningoencefalitis.
Fig. 27.8. Distribución de la tripanosomiasis americana. – Adenopatías.
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 373

Diagnóstico
El diagnóstico se hace por el estudio epidemiológico,
la clínica y los exámenes de laboratorio.
Métodos parasitológicos directos:
– Examen en fresco.
– Extendido coloreado.
– Gota gruesa.
– Método de Strout.
– Método de Bennet.
– Biopsias.
Fig. 27.10. Chagoma de párpados.
Métodos parasitológicos indirectos:
– Xenodiagnóstico.
Forma latente o indeterminada: – Cultivos.
– Asintomática. – Inoculaciones en animales de laboratorio.
– Puede durar varios años.
– Lenta multiplicación parasitaria. Métodos serológicos:
– Escasas parasitemias. – Fijación del complemento (FC).
– Inmunofluorescencia indirecta (IFI).
Forma crónica: – ELISA.
– Forma cardiaca. – Hemaglutinación indirecta (HAI).
– Arritmias. – Prueba de Látex.
– Tromboembolismo. – Aglutinación directa.
– Insuficiencia cardiaca. – Factor EVI.
– Cardiomegalia.
La prevención está dada por la atención a la
Forma megacolon: población que vive en condiciones de pobreza, des-
– Constipación. infección de los hogares, donde suelen vivir las
– Fecalomas. chinches, ofrecer educación sanitaria y de protec-
– Obstrucción intestinal. ción; así como construcción de viviendas adecua-
– Dolicomegasigma. das (Fig. 27.11).

Esofagopatía:
– Disfagia.
– Regurgitación.
– Dolor retroesternal.
– Dilatación del lúmen.
– Acalasia.

Forma connatal: esta es una infección producida


por el paso del Trypanosoma cruzi a través de la
placenta, desde una madre infectada al feto en forma-
ción. Se puede transmitir en cualquier etapa de la in-
fección materna y repetirse en embarazos sucesivos.
Puede producir fetopatías. Tiene una gama de mani-
festaciones clínicas. Fig. 27.11. Labores de desinfección de las chozas.
374 Oftalmología pediátrica

Tratamiento
Existen 2 medicamentos para el tratamiento de la
enfermedad de Chagas:
– Benznidazole (Laboratorios Roche) 5-10 mg/
kg/día. Duración: 30-60 días.
– Nifurtimox (Laboratorios Bayer)
Niños: 15-20 mg/kg.
Meningoencefalitis: 25 mg/kg.
Forma congénita: 20 mg/kg.
Adultos: 8-10 mg/kg.
Formas agudas: tratamiento por 90 días.
Formas crónicas: tratamiento por 120 días.

Si se utiliza uno de ellos como primer tratamiento, el


otro queda como alternativa en los casos de no respuesta
al tratamiento o efectos secundarios graves (Fig. 27.12).
Indicaciones:
– Niños menores de 15 años con serología positiva.
– Pacientes en fase aguda de cualquier edad.

Efectos secundarios:
– Gastrointestinales: pérdida de apetito, vómitos
y dolor abdominal.
– Dermatitis por hipersensibilidad.
– Polineuropatía periférica.
– Anafilaxia.
– Depresión de médula ósea.

Criterios de curación:
– Serología negativa a los 18 meses, después de
finalizado el tratamiento.
– Serología negativa a los 36 meses, después de
finalizado el tratamiento, para los casos que no
hayan negativizado a los 18 meses.

Oncocercosis (ceguera de los ríos


o enfermedad de Robles)
Se trata de una parasitosis que ocasiona daños en
la piel y produce disminución de agudeza visual y ce-
guera en un 5 % de los casos. Descrita por Isaac
Ochoterena y Mendieta, quien fue el primero en ob-
servar las microfilarias en el ojo; en 1930 identificó al
parásito Onchocerca volvulus como agente causal.
Epidemiología
La oncocercosis o ceguera de los ríos, es una in-
fección producida por el parásito Onchocerca
volvulus, del grupo de las filarias, que afecta a una
población de 18 millones de personas alrededor del
mundo. Las zonas endémicas se localizan en el África Fig. 27.12. Reacciones adversas del tratamiento.
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 375

Ecuatorial y en áreas circunscritas de América Cen- neos denominados oncocercomas. Las hembras adul-
tral y Sudamérica (Fig. 27.13). Predomina en zonas tas liberan microfilarias que emigran fuera de los
rurales de clima cálido o templado. Responsable de nódulos subcutáneos y se concentran en la dermis;
350 000 personas ciegas en el mundo. En Cuba, el están presentes en distintas localizaciones como los
doctor Nicolás Gutiérrez, fundador de la Real Acade- ojos, donde pueden ser visibles.
mia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Las manifestaciones oculares en el segmento an-
Habana y su presidente hasta su fallecimiento, notifi- terior son: la presencia de microfilarias en cámara
có su experiencia en el reconocimiento y extracción anterior, visibles con lámpara de hendidura; queratitis
de uno de estos parásitos, alojado subconjuntival, en punteada, más frecuente en pacientes que reciben tra-
tamiento; queratitis esclerosante, que puede llevar a la
un esclavo adolescente, traído de África.
ceguera; y uveítis anterior de grado variable. En el
Hospedero intermediario: Simulium sp hembra. segmento posterior pueden aparecer coriorretinitis y
Hospedero definitivo: hombre. neuritis óptica, que lleva a la atrofia óptica y conse-
cuente pérdida de visión (Figs. 27.14 y 27.15).
Las larvas del parásito se depositan en la piel por Manifestaciones cutáneas:
la picadura de un díptero o mosca de la familia – Dermatitis o sarna filariana.
Simuliidae, la cual crece en los riachuelos torrentosos – Erisipela de la costa.
y limpios. Constituye una de las principales causas de – Mal morado.
ceguera, junto a la catarata, tracoma y xeroftalmía. – Piel de leopardo.
– Ingle colgante.
Manifestaciones clínicas – Fascie leonina.
– Nodulares
– Cutáneas
– Oculares

Tras la infección, las larvas se transforman en


adultos y se localizan típicamente en nódulos subcutá-

Fig. 27.14. Adulto macho de Loa loa en la conjuntiva.

Fig. 27.13. Distribución geográfica de la infección por Onchocerca


volvulus en África. Selvas (en verde oscuro) y bosques de la costa Fig. 27.15. Fondo de ojo con foco inflamatorio parapapilar de pa-
atlántica que las rodean. ciente atendida por cooperantes cubanos.
376 Oftalmología pediátrica

Al llegar a adultos, los gusanos construyen nódulos, sabanas, fundas, entre otros. Algunos vectores como
se reproducen y exportan gusanitos pequeños a todo moscas domésticas pueden contribuir a la diseminación
el cuerpo. Cuando la persona llega a tener muchos de la misma por transmisión mecánica. El contagio solo
gusanos en su cuerpo se producen lesiones muy gra- es posible en presencia de lesiones activas, las cuales
ves como pérdida de la elasticidad de la piel, especial- pueden durar años.
mente en la cara, las orejas y la región inguinal. El tracoma constituye un problema de salud serio
en estos países, donde es considerada la enfermedad
Diagnóstico de los pobres. Afecta la población más carente, fun-
Por biopsia de piel. damentalmente en las zonas rurales y en la periferia
de las grandes metrópolis donde las malas condicio-
Tratamiento nes de vida, el hacinamiento, la baja cultura sanitaria,
– Ivermectina (Mectizan): mata los gusanos pe- entre otros factores, facilitan la transmisión directa o
queños (microfilarias), no al adulto. indirecta de la misma. La diferencia del comportamien-
Dosis única de 150 µg/kg y repetir a los 6 meses y to de esta enfermedad varía en dependencia de la vo-
por 10 años. luntad y esfuerzos de los diferentes representantes de
– Dietilcarbamazina (DEC, Banocide, Hetrazán, gobiernos y sectores no gubernamentales para el con-
Notezime) asociado a suramina (Antrypol, trol y erradicación de la misma.
Naphuride) y nodulectomía. La clínica de sus manifestaciones está bien defini-
da. Sus síntomas son: fotofobia, ardor, sensación de
Programa de prevención cuerpo extraño, lagrimeo y blefarospasmo, secreción
Todas las personas que viven en las áreas donde mucopurulenta y trastornos en la visión. Esta
la enfermedad está presente, deben tomar la sintomatología es muy variada y permite dividir su evo-
ivermectina periódicamente durante 10 o 12 años (ex- lución en 4 períodos:
tenso tiempo de coberturas de tratamiento). – Período I (insidioso): existen signos leves de
conjuntivitis, edema y congestión de la conjunti-
Tracoma va, con folículos muy pequeños en la porción
tarsal. Dura semanas o meses.
Es una enfermedad infecciosa ocular; ocasiona
– Período II (agudo): síntomas de conjuntivitis agu-
queratoconjuntivitis crónica recidivante que produce
da con gran inflamación y secreción purulenta.
cicatrices que pueden llevar a la formación de entropión
Predominio de grandes folículos con hipertrofia
y triquiasis, así como opacidades corneales que llevan
papilar que puede provocar ptosis palpebral. Se
a la ceguera.
prolonga varias semanas o meses.
El agente etiológico es la Chlamydia trachomatis.
– Período III (cicatrizal): desaparecen los folículos
El reservorio es el hombre con infección activa en con- y papilas hipertróficas, pero se instalan modifi-
juntiva y otras mucosas. La Organización Mundial de la caciones por bandas cicatrizales blancas en la
Salud estima una existencia de 150 millones de perso- conjuntiva tarsal. A veces toda la superficie
nas afectadas por esta enfermedad y aproximadamen- conjuntival está representada por una membra-
te 6 millones ciegas como consecuencia de la misma. na cicatrizal que hace desaparecer el pliegue
Fue introducida en América por los europeos y en del fondo de saco. La infiltración y neovascula-
Brasil por el nordeste del país. Con la expansión de la rización producen una invasión de vasos hacia
agricultura para el oeste, el tracoma se diseminó y se la córnea y provoca el pannus tracomatoso que
tornó endémico prácticamente en todo Brasil. En Áfri- la cubre y disminuye la agudeza visual. Otras
ca, como en el continente americano, también se mues- veces hay ulceraciones recidivantes con
tra una alta incidencia de esta enfermedad que es en- fotofobia y dolor que dura años. Puede apare-
démica en muchos países africanos. cer entropión en este período.
El eminente oftalmólogo cubano de inicios del si- – Período IV (curación): desaparecen los sínto-
glo pasado, Mariano Penichet, notificó casos con tra- mas o son muy discretos, pero se mantiene el
coma en Cuba durante la primera mitad del siglo XX. tejido cicatrizal lo que conlleva secuelas como
La transmisión de esta enfermedad se puede rea- el entropión y la triquiasis. También se observa
lizar de forma directa, de persona a persona, o de for- simbléfaron, xerosis conjuntival y opacidad con
ma indirecta a través de objetos contaminados, toallas, estafiloma de la córnea.
Capítulo 27. Enfermedades epidémicas y exóticas que afectan la función visual 377

Existen otras formas de presentación de la enfer- liza cuando este procura asistencia médica o en nues-
medad, en particular la hiperaguda, que se puede obser- tro caso por la actividad de terreno realizada por el
var en personas jóvenes o adultas que tienen contacto médico cubano en misiones internacionalistas. Una vez
con los enfermos en las regiones o zonas tracomatosas establecido el diagnóstico, muchos pacientes no tie-
y sin inmunidad alguna adquieren la enfermedad. nen dinero para comprar los medicamentos, por lo que
La conducta ideal es el tratamiento preventivo con si el paciente no lo recibe de manera gratis, no solo no
antibióticos que se realiza en los escolares de las es- se cura, sino que se mantiene la transmisión.
cuelas primarias, en los países endémicos, entre las Los avances de las ciencias médicas permiten el
edades de 5 a 7 años. La Organización Mundial de la
diagnóstico, no solo clínico y por cultivo de la enfer-
Salud lo ha implementado en el norte de África desde
medad, sino que desde la segunda mitad de la década
hace varias décadas. El tratamiento específico lo cons-
tituye una dosis única de azitromicina oral. La de 1980 se utilizan anticuerpos monoclonales con
azitromicina ha resultado tan eficaz y segura como la inmunofluorescencia directa, técnica simple adecua-
tetraciclina en ungüento aplicada por 6 semanas y es da para focos endémicos, pero a pesar de todo esto,
otro de los tratamientos que se pueden indicar. debido a la desigualdad entre los seres humanos y la
La OMS sugiere como protocolo el uso de medica- falta de voluntad de algunos gobiernos, millones de
mentos tópicos y/o sistémicos, con el objetivo de curar personas en el mundo están condenadas a la ceguera
la infección e interrumpir la cadena de transmisión: producida por tracoma, una enfermedad prevenible.
– Tópicos: tetraciclina al 1 % 2 veces al día por 3 Para controlar la enfermedad, la OMS formó, en
semanas, o sulfa (colirio) 4 veces al día por 3 1997, la Alianza para la Eliminación Global del Traco-
semanas. ma para el 2020 (Global Alliance to Eliminate
– Sistémicos: eritromicina, tetraciclina, doxiciclina, Trachoma by 2020), más conocida como GET 2020.
sulfas en dosis habituales conocidas durante 3
semanas o la utilización de la azitromicina, do- Bibliografía
sis única oral, con la que se ha alcanzado alta
Academia de Ciencias Médicas Físicas y Naturales de la Habana
efectividad. (1929): Dr. Jesús Mariano Penichet. Bibliografía. Anal Acad
Cien Med Fis Nat Hab; 60:935-36.
El tratamiento se realiza de forma individual, fa- American Academy of Neurology (1994): AAN urges lifting of
miliar, o en masa, en dependencia de la proporción de Cuban embargo. American Academy of Neurology News; 7:7.
niños afectados en cada comunidad. Se recomienda Colectivo de autores (2006): Enfermedades exóticas con repercusión
el uso de tetraciclina al 1 % a toda la población de una ocular, experiencias de la Práctica Médica Internacionalista en
Países de África y América Latina 2000-2005. Tesina para diplo-
comunidad cuando la proporción de niños con traco- mado en Oftalmología Clínica. Facultad Cubana de Oftalmología.
ma folicular es igual o mayor al 20 % y/o presenta Dumont Henry (1866): Investigación sobre las enfermedades de las
tracoma intenso el 5 % o más de estos. La vía sistémica razas que no padecen de fiebre amarilla y estudio particular de la
se debe utilizar solo cuando existe tracoma intenso o enfermedad (Hinchazón de los negros y chinos). Anal Acad Cien
folicular y/o que no respondan al tratamiento tópico. Med Fis Nat Hab; 2:493-522, 525-52.
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evaluados por los especialistas. Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, pp. 351-361.
El seguimiento a los pacientes se debe realizar a Finlay Barrés CJ (1878): Réplica al Dr. Santos Fernandez sobre
los 3 meses de comenzado el tratamiento y cada 3 trastornos visuales por el paludismo y el quinismo. Discurso
meses hasta los 9 meses y después de 1 año de diag- con los doctores Fernández, Valdés y Reyes; 14:509-15.
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nosticado, el primer, caso se buscarán casos nuevos 11:116-124.
en la comunidad. Gutiérrez Hernández Nicolás (1884): 1800-1890. Caso de filaria
Los niños son más susceptibles a padecer esta subconjuntival. Discusión por los Dres. Santos Fernández, CJ
enfermedad e incluso a las reinfecciones; no se ob- Finlay y Rafael Cowley. Anal Acad Cien Med Fis Nat Hab,
serva inmunidad natural o adquirida. 21:85-87.
En la mayoría de los países subdesarrollados don- González-Quevedo Alina, Rosaralis Santiesteban Freixas, Janis T
Eells, Lucimey Lima (2010): Cuban Epidemic Optic
de se presenta la enfermedad se desconoce en la po-
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378 Oftalmología pediátrica

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Capítulo 28

Generalidades de ceguera y baja visión


SUSANA RODRÍGUEZ MASÓ

La ceguera o la discapacidad visual grave en el reas de promoción, prevención y rehabilitación. Para


niño lo privan del principal de los sentidos. Si la ce- esto se debe interrelacionar con todos los servicios de
guera existe desde el nacimiento, el sujeto se adapta atención de la salud, desde la atención primaria me-
parcialmente a la situación con el desarrollo óptimo diante la dispensarización y la atención secundaria y
de los otros sentidos y de algún resto visual si existie- terciaria en el nivel nacional de salud correspondiente.
ra, siempre que estos sean adecuadamente estimula- La atención que se presta en estos centros debe
dos. La atención al niño con discapacidad visual está ser ejercida por un equipo multidisciplinario de
priorizada en el sistema de salud cubano, el cual brin- oftalmólogos, optómetras, psicólogos, rehabilitadores,
da, dentro de sus posibilidades, el apoyo no solo al trabajadores sociales y educadores, entre otros, con
niño sino también a los familiares mediante escuelas un estrecho vínculo entre salud y educación que per-
especiales en todas las provincias del país y atención mita rehabilitar a la vez que alcanza el desarrollo co-
social personalizada. La atención especializada debe rrespondiente para la edad escolar y similar grado de
comenzar por corroborar el diagnóstico y hacer la eva- conocimientos a los del niño vidente.
luación correcta de la discapacidad, con el fin de Para evaluar la discapacidad visual y poder medir
poder mejorar la visión mediante tratamientos o téc- el déficit, es fundamental el conocimiento de los con-
nicas quirúrgicas que hasta ese momento no hayan ceptos que la definen internacionalmente y permiten
sido analizadas. Si se asegura que con esto no es hacer una clasificación adecuada. Ello es importante
posible mejorar la visión, se deben buscar alternati- también desde el punto de vista médico legal.
vas de ayudas ópticas y usar aditamentos que posibi-
liten magnificar la imagen que se percibe o ubicarla
en mejor posición en el campo visual, con el objetivo
Conceptos
de obtener lo máximo de un resto visual. Si esto no Capacidad visual. Facilidad que tienen las per-
fuera posible, es preciso enfrentar al paciente y sus fa- sonas para analizar los estímulos visuales que llegan al
miliares con la dura realidad y educarlo adecuadamen- cerebro y dar respuestas correctas. Es única para cada
te como ciego para lograr que se valga por sí mismo lo individuo y depende de las variables ambientales, psi-
antes posible y pueda ser útil a sí y a la sociedad. cológicas o intelectuales y fisiológicas (agudeza visual,
Los servicios de atención a los ciegos y a los indivi- campo visual, visión cromática, visión binocular y re-
duos con baja visión deben ser integrales, realizar ta- fracción).
380 Oftalmología pediátrica

Discapacidad. Cuando el órgano es incapaz de – En el mundo existen aproximadamente 314 mi-


realizar la función para la que está preparado o su llones de personas que padecen discapacidades
rendimiento está por debajo de los valores aceptados visuales a causa de oftalmopatías o defectos
como normales. refractivos no corregidos. De estas, 45 millo-
Estimulación visual. Proceso organizado y diri- nes son ciegos.
gido a incentivar el desarrollo visual desde los prime-
ros años de la vida, para influir favorablemente en el En el año 2006 la OMS publicó estimaciones mun-
desarrollo de la percepción visual. diales actualizadas que incluyen la magnitud de las
Motivación. Causa o razón que mueve a una per- discapacidades visuales debido a defecto refractivo
sona o grupo para hacer una tarea. Explicar los crite- no corregido padecidas por 153 millones de personas;
rios que se han tenido para hacer una cosa. 13 millones de ellos son niños y 45 millones adultos
Trastorno visual. Son los cambios anatómi- con edades entre 16 y 49 años, es decir, en tiempo de
cos en los órganos visuales causados por entida- plena vida laboral.
des oculares. La OMS apunta que si bien la prevalencia de la
Daño visual. Es la pérdida funcional que resulta ceguera entre los niños es aproximadamente 10 veces
de un trastorno visual. menor que entre los adultos, la ceguera infantil consti-
Incapacidad visual. Son los cambios en la vi- tuye una prioridad fundamental debido al número pre-
sión relacionados con destrezas y habilidades de visto de años de vida afectada por la ceguera.
una persona. Describen el nivel de desempeño de Las principales causas de ceguera infantil en
la misma. Cuba, según investigaciones realizadas en los últi-
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mos 10 años, son:
el defecto visual se define de la siguiente manera: – Miopía elevada.
Baja visión. Persona con agudeza visual (AV) – Aniridia.
de 0,3 (6/18) hasta percepción de luz (PL) en su – Albinismo.
mejor ojo, con corrección óptica y/o tratamiento – Anomalías congénitas del cristalino.
médico o quirúrgico y/o un campo visual igual o – Distrofias retinianas.
menor de 20º pero que utiliza o potencialmente es – Retinoblastoma.
capaz de utilizar la visión para planear y/o ejecu-
tar una tarea. En Cuba la prevalencia de ceguera es de 56 000
Ciego legal. Persona que tiene una agudeza vi-
personas (1:200 habitantes) y la prevalencia de baja
sual igual o inferior a 0,1 y/o un campo visual igual o
visión es de 180 000 personas.
inferior a 10º.
Las enfermedades que causan baja visión afectan
Ciego. Persona que no tiene percepción, ni pro-
al campo visual con intensidades y maneras diferen-
yección de la luz en ambos ojos.
tes, lo que repercute en la utilidad del resto visual y el
Se debe conocer que la OMS publicó en el año
2002 nuevos datos referentes a las discapacidades vi- tipo de ayuda óptica que se debe prestar.
suales que plantean: Además de la baja visión y la pérdida de campo
– En el mundo, por cada persona que se queda visual, estos niños pueden presentar movimientos ocula-
ciega como resultado de una oftalmopatía, un res anómalos, estrabismo, mala fijación ocular, ojos o
promedio de 3,4 personas tienen baja visión, con cavidades malformados, defectos estéticos de otros
una variación entre 2,4 y 5,5, según la región y aparatos y sistemas que agraven el cuadro clínico, por
el país. lo que cada caso se debe someter a una valoración in-
– Más del 90 % de las personas que padecen tegral y particular multidisciplinaria. En ocasiones estos
discapacidades visuales en el mundo viven en niños presentan otras afecciones asociadas:
países en desarrollo. neurológicas, físicas y psíquicas que pueden alterar más
– Existen más de 161 millones de personas en su capacidad de aprendizaje y su desarrollo en general.
todo el mundo con discapacidad visual; 124 La diversidad de entidades que provocan
millones de ellas con baja visión y 37 millones discapacidades visuales y su diferente incidencia en
ciegos. un proceso tan complejo como el de la visión, traen
Capítulo 28. Generalidades de ceguera y baja visión 381

como consecuencia que el comportamiento visual sea brá encontrado el lugar donde tiene que fijar el
muy heterogéneo entre los escolares con baja visión. ojo para alcanzar mejor visión. Es más compli-
Para una mejor comprensión es preciso que se conoz- cado cuando antes ha visto bien, pues se debe
ca la clasificación funcional de las deficiencias visua- acostumbrar a fijar con otra zona.
les, atendiendo principalmente a las repercusiones más
significativas. Necesidades: iluminación y aumentos.
Grupo II. Reducción periférica del campo.
Clasificación funcional de las deficiencias Problemas:
– No pueden utilizar la periferia de la retina pero
visuales sí toda o parte de la mácula o área de visión
Se clasifican en 4 grupos: central.
Grupo I. Alteración central del campo. – Ven mejor de lejos, no calculan bien la distan-
Problemas: cia, tienen dificultad en los desplazamientos y
– No pueden utilizar la mácula, que es la parte del ceguera nocturna.
ojo que por su elevada densidad de conos tiene – La velocidad de lectura es lenta debido al poco
la mayor capacidad de ver detalles, visión ópti- campo de fijación, se saltan letras y se pierden
ma. Presentan problemas en la lectura y todas al pasar de renglón (Fig. 28.2).
las tareas de visión, tanto cercana como lejana,
reconocer personas, ver la pizarra y la televisión.
– No tienen problemas para orientarse, ya que
utilizan la visión periférica para la detección de
posibles obstáculos. Pueden leer rótulos gran-
des y son capaces de seguir objetos en movi-
miento (Fig. 28.1).

Fig. 28.2. Afectación del campo visual periférico.

Alternativas:
– Ayuda para la movilidad, medir mejor el campo
de fijación y entrenar el movimiento justo para
que con este campo, a base de rastreos y de
una exploración racional, puedan obtener la in-
Fig. 28.1. Afectación del campo visual central. formación que necesitan.
– Es preciso entrenar además la memoria visual.
Alternativas:
– Es preciso enseñarles a fijar con la mácula Grupo III. Hemianopsias.
por encima o por debajo del objeto o del texto Problemas:
que se intenta leer, de manera que la imagen – Si la parte dañada del campo es la izquierda, tie-
quede inmediatamente por debajo o por enci- ne dificultades para el comienzo de la lectura.
ma del escotoma central. – En cuanto a movilidad, tiene dificultad en la de-
– Es preciso buscar la posición del ojo en la que tección de obstáculos en la zona de no visión,
el campo lineal sea lo más amplio posible y a la lentitud de interpretación visual en todas las ta-
vez lo más próximo a la mácula. Generalmente reas, lo que influye en la velocidad de lectura
si la deficiencia visual es congénita, el niño ha- (Fig. 28.3).
382 Oftalmología pediátrica

tes perinatales, antecedentes patológicos personales,


familiares, signos y síntomas, tiempo de aparición; si la
pérdida visual fue brusca o lenta; si es progresiva o si
tiene asociada otras discapacidades (capítulo 5). Es im-
portante tener en cuenta si la deficiencia es desde el
nacimiento o adquirida durante el desarrollo, cuál es el
pronóstico visual de la enfermedad que lo causa y la
búsqueda de restos visuales que puedan ser mejorados
mediante técnicas complementarias o entrenamiento.
Es válido conocer el comportamiento social del
niño y de quienes comparten con él. Los padres son
a veces los principales responsables de los trastor-
nos psíquicos del niño por rechazarlos,
sobreprotegerlos, mantenerlos aislados del resto del
Fig. 28.3. Afectación de un hemicampo. colectivo o no enseñarlos adecuadamente a convivir
con la enfermedad.
Alternativas: La historia escolar puede brindar antecedentes so-
– Entrenamiento en el movimiento de cabeza com- bre el aprendizaje, si logra leer y/o escribir en blanco y
pensatorio del déficit de campo. negro, qué tamaño de letra puede ver y otros detalles que
ofrecen información sobre el uso de los restos visuales.
Grupo IV. Alteraciones no exclusivas del campo visual. Es importante señalar que en ocasiones, tanto los
Problemas: maestros como los familiares, atribuyen los trastornos
– Se tienen que acercar mucho las cosas para en el aprendizaje del niño a su problema visual cuando
poder verlas. Mala visión de lejos. es otro problema sobreañadido el que causa mayor
– Necesidad de buena iluminación, buen contras- déficit, como el retraso mental, retraso escolar, tras-
te y aumentos debido a la baja agudeza visual tornos de conducta, trastornos auditivos, entre otros.
(Fig. 28.4). No es raro observar a las enfermedades oculares como
parte de síndromes asociados a otras discapacidades.
El examen físico debe ser exhaustivo, en busca de
cualquier elemento que influya en la discapacidad visual,
que sea posible de tratar para utilizar el resto visual.
La motilidad ocular, si está conservada, permite
una mejor utilización del resto visual y por tanto mayor
capacidad visual.
En el cover test o prueba de alternar la fijación,
cuando la visión es pobre y la fijación incierta, la au-
sencia de movimiento de refijación no significa que no
haya una foria o una tropia.
Las pruebas especiales como el ultrasonido,
electrorretinograma y potenciales visuales evocados,
pueden ayudar a aclarar un diagnóstico difícil, como
una distrofia de conos. Estas pruebas electrofisiológicas
Fig. 28.4. Afectación no exclusiva del campo visual.
son importantes sobre todo cuando no se encuentra la
Alternativas: causa de la discapacidad visual y en niños muy peque-
– Ayudas ópticas. ños o que no cooperan; por lo regular se realizan con
– Entrenamiento para mantener la distancia del anestesia o sedación.
trabajo.
Tratamiento
Diagnóstico Después de confirmar el diagnóstico y valorar de
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica nuevo la mínima posibilidad de tratamiento médico o
que incluye la anamnesis, datos personales, anteceden- quirúrgico que permitan mejorar la visión que tiene el
Capítulo 28. Generalidades de ceguera y baja visión 383

niño, se valora la rehabilitación. Consiste en un progra- Se emplea un grupo de técnicas educativas espe-
ma de entrenamiento que se realiza para el uso del res- ciales para corregir trastornos reales o potenciales del
to visual, en el que se utilizan ayudas ópticas, no ópticas desarrollo y estimular capacidades compensadoras.
y electrónicas. El entrenamiento debe ser individualizado Las intervenciones contemplan al niño globalmente y
y estar basado en las necesidades concretas que se los programas se desarrollan teniendo en cuenta al
plantean para cada niño. El pequeño paciente y sus fa- menor, la familia y el entorno. En Cuba son realizadas
miliares deben conocer de forma exhaustiva cuáles son en las escuelas especiales por personal altamente ca-
las posibilidades de cada una de las ayudas que se le lificado. La estimulación se efectúa una vez por se-
han prescrito y saber cuáles son sus limitaciones; qué mana hasta los 12 meses y luego 2 veces por semana
puede hacer, qué no puede hacer y cómo debe hacerlo. hasta que comience la escuela; esto es supervisado
El tiempo de entrenamientos de la rehabilitación por el equipo multidisciplinario.
no debe ser muy extenso, solo el necesario para ga-
Por diferentes razones algunos padres no pueden
rantizar el éxito del programa.
asistir a estas consultas que propician el juego, el en-
En niños pequeños desde la etapa de lactantes y
cuentro creativo, facilitan el vínculo entre padres e hijos
durante el período preescolar se debe realizar
y potencian el desarrollo armónico de estos últimos, por
estimulación precoz de sus restos visuales, así como
de su esfera motora, del lenguaje y sus otros sentidos lo que se han creado talleres de padres en las mismas
principales, el oído y el tacto. escuelas o jardines para favorecer el proceso.
Este debe ser valorado por el equipo multidisci- En caso de no quedar restos de visión que se pue-
plinario de baja visión y por todos aquellos especia- dan utilizar o aprovechar, debe dársele al niño el entre-
listas que sean necesarios para su diagnóstico y tra- namiento necesario para tener la posibilidad de valerse
tamiento. Se tienen en cuenta sus necesidades y cir- por sí solo, ser independiente y desarrollar sus conoci-
cunstancias en todos los ámbitos: biológico, mientos escolares con métodos especiales, como la
psicosocial, emocional, familiar, escolar, cultural y orientación y movilidad. En el ciego o débil visual es
socioeconómico. prioridad la enseñanza de movimientos, por lo que el
Tiene como objetivo básico que el niño confiera juego constituye una buena herramienta (Fig. 28.6).
un significado a los estímulos visuales que recibe, de La estimulación visual se vale de los movimientos
modo que pueda llegar a formar un proceso visual y sobretodo de enseñar al niño a orientarse mediante
potenciado al máximo. Se plantea que de 75 a 80 % sus manos. El niño vidente se mira las manos cuando
de los niños discapacitados visuales tienen algún po- apenas tiene 3 o 4 meses y juega con sus dedos, los
tencial para desarrollar la visión útil. Mientras mayor cuales usa para agarrar y soltar objetos. En el caso
visión tenga el niño, especialmente de cerca, más se del niño ciego, a los 6 o 7 meses aún no usa sus manos
estimula el cerebro. La variedad de imágenes y me- por lo que se le debe enseñar a agarrar objetos y sol-
morias puede ser aumentada a través de un mayor tarlos. Los padres deben recordar que el pequeño debe
número de experiencias visuales (Fig. 28.5). aprender a “ver” con sus manos.
En etapas avanzadas se entrena en la lectura y es-
critura Braille, lo que le permite un adecuado desarrollo
intelectual; con este entrenamiento logra ser un indivi-
duo biopsicosocial adecuado y mejora su calidad de vida.
En los casos de niños ciegos deben pasar a escuelas
especiales donde reciben entrenamiento para aumentar
las posibilidades de valerse por ellos mismos. Posterior-
mente se integran a la enseñanza general con el segui-
miento estricto de los profesores de apoyo.
Ayudas ópticas. Constituyen una variante en
el tratamiento; se utilizan según la motivación del
niño y el grado de deficiencia visual que tenga. Con-
sisten en aditamentos usados para ampliar la ima-
gen que se forma en la retina y conseguir la per-
Fig. 28.5. Intervención precoz.
cepción del objeto.
384 Oftalmología pediátrica

Fig. 28.7. Lupas.

Fig. 28.6. Orientación y movilidad. Fig. 28.8. Circuito cerrado de TV (CCTV).

Su prescripción debe ser competencia del espe-


cialista para conseguir su utilización y el aumento de
la agudeza visual esperada.
Tipos de ayudas ópticas:
– Ayudas ópticas para cerca: se usan para ver la letra
impresa de los libros. Ejemplos: lupas, clic, circuito
cerrado de TV, microscopios (Figs. 28.7 y 28.8).
– Ayudas ópticas para lejos: son aditamentos usa-
dos para aumentar el tamaño de objetos que se
encuentran a una distancia de 3 m o más. Ejem-
plo: telescopios (Fig. 28.9).
– Ayudas ópticas para distancias intermedias.
Ejemplo: telemicroscopio. Fig. 28.9. Telescopios.
Capítulo 28. Generalidades de ceguera y baja visión 385

Normalmente las gafas se pueden prescribir has-


ta adicciones de +3,50 D. Cualquier corrección mayor
es denominada hipercorrección o microscopios.
Ayudas no ópticas. Se les llama así a los objetos
que facilitan la visualización. Ejemplos: macrotipos,
rotuladores, filtros solares, mesas especiales
(abatibles), tiposcopio, iluminación especial (Figs.
28.10, 28.11, 28.12 y 28.13).

Fig. 28.13. Iluminación.

Ayudas no visuales. Permiten mejorar el rendi-


miento para cualquier actividad sin que intervenga la
Fig. 28.10. Macrotipos.
visión; se pueden utilizar para deficientes visuales o
ciegos, principalmente el tacto o el oído, para recoger
información; son complementos de las ayudas ópti-
cas. Ejemplos: calculadoras, relojes parlantes, bastón,
termómetros, guías de firmas.
En los últimos años se han desarrollado dispositi-
vos de estimulación que se implantan sobre la retina y
corteza cerebral. Estos llegan a reconstruir imágenes
como siluetas que le permiten al ciego orientarse en el
espacio sin necesidad de bastón y ver en contrastes
de sombras en blanco y negro.
Hasta el momento en que el niño ciego alcanza la
Fig. 28.11. Tiposcopios. libertad de explorar su mundo, tiene pocas posibilida-
des de aprender de él.

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Capítulo 29

Prevención en oftalmología pediátrica en Cuba


EUGENIO JARA CASCO†, GLADYS COLOM SERRA Y ROSARALIS SANTIESTEBAN FREIXAS

Las acciones preventivas en pediatría permiten el no se contaban con censos que manifestaran la real
desarrollo integral del niño en los aspectos físico, psí- situación del país. En 1963 se realizó en algunos muni-
quico, intelectual y social. Cuba es un país en vías de cipios una pesquisa oftalmológica a los niños asisten-
desarrollo, no obstante, las enfermedades que causan tes a círculos infantiles, entre las edades de 2 a 4 años,
disminución o pérdida de la visión son las mismas que en busca de alteraciones oculares. Estos estudios
reportan los países desarrollados, excepto el trauma masivos de inicio se frenaron por el éxodo de
del maltrato infantil que es mínimo.
oftalmólogos cubanos ocurrido en esos años.
Los factores genéticos son con frecuencia causa
En 1972 se concluyó una pesquisa en un total
de enfermedades oculares como: microftalmía,
retinoblastoma, glaucoma congénito, cataratas, de 36 114 niños matriculados en círculos infantiles
estrabismo y retinosis pigmentaria, entre otras, de aquí y jardines de la infancia, en las edades comprendi-
la importancia que revisten los programas que incorpo- das entre 0 y 6 años. Ese estudio arrojó 3,3 % de
ran las técnicas de pesquisa de estas enfermedades niños con estrabismo y en un porcentaje mucho
para su prevención y control. Es necesario además el menor con ptosis palpebrales, cataratas congénitas,
despistaje y el consejo genético en la pareja con en- opacidades corneales, nistagmo, lesiones de la re-
fermedades hereditarias cuando deciden tener des- tina por diversas causas y glaucoma congénito.
cendencia. Esos niños fueron tratados y en gran parte mejora-
Las enfermedades transmisibles que pueden afec- ron la visión (Fig. 29.1).
tar el globo ocular del niño, como toxoplasmosis, Una vez analizados los resultados de la pesquisa
rubéola, sífilis, SIDA, blenorragia y otras, se pesquisan y las dificultades que presentaban los niños con
mediante los programas de atención a la embarazada deficiencia visual en el aprendizaje y en sus relacio-
en el país.
nes con los demás niños, el Ministerio de Salud Pú-
blica creó centros docentes asistenciales para
Estudio investigativo estrábicos y ambliopes en las edades de 4 a 8 años.
En el año 1959 se había tomado conciencia del Un primer centro se inauguró en La Habana en 1972
mal estado de salud visual de la población infantil cu- y 3 años después, un segundo centro en la provincia
bana y se hicieron propuestas para aliviarlo, aunque Villa Clara.
388 Oftalmología pediátrica

Programa Nacional de Prevención


de Enfermedades Oculares en el Niño
Este programa se comenzó a aplicar en 1986 con
el objetivo de conocer las causas que con mayor
frecuencia ocasionan disminución de la visión en el
niño y establecer luego las medidas de prevención, con-
trol, tratamiento y rehabilitación de estas afecciones
en la población de 0 a 15 años. Los datos estadísticos
con que contaba el país anteriormente, en relación con
las alteraciones oculares en los niños se referían solo
a un grupo de edades, de 0 a 6 años.
Para lograr sus objetivos, el programa se interre-
laciona con otras especialidades médicas y sus pro-
gramas preventivos, como con la obstetricia y
ginecología, genética, pediatría, higiene y epidemiología,
medicina general integral y otros.
La búsqueda activa de las afecciones oculares más
frecuentes en hospitales maternos se efectúa con la
atención de los neonatólogos al recién nacido y la del
oftalmólogo, en todos los casos que sea necesario. Ese
primer examen que se realiza al recién nacido es de
importancia capital, ya que permite tomar acciones
preventivas y curativas que en la mayoría de los casos
evitan la pérdida de la visión, total o parcial.
Entre las afecciones oculares que se observan con
relativa frecuencia se encuentran las cataratas
congénitas. De gran importancia es su diagnóstico tem-
prano, con vistas al tratamiento quirúrgico que debe
ser realizado en los 3 primeros meses de la vida, pues
de lo contrario, el niño podrá desarrollar ambliopía y
nistagmos.
Otras alteraciones que se pueden presentar en el
recién nacido y sobre las que se debe actuar con pron-
titud son la ptosis palpebral, el glaucoma congénito, las
malformaciones palpebrales que expongan el globo
ocular y la retinopatía de la prematuridad, entre otras.
Para prevenir la ceguera en la retinopatía de la
prematuridad, todo niño menor de 1 500 g al nacer o
con edad gestacional de 32 semanas o menos, que
haya estado sometido a oxigenoterapia o no, son atendi-
dos directamente por el oftalmólogo y se les da segui-
miento especializado. También se brinda atención a
todo recién nacido con antecedentes familiares de en-
fermedad ocular, problemas durante el embarazo, parto
distócicos con sufrimiento fetal o que haya sido diag-
nosticado en el cunero con alguna alteración ocular.
Más tarde se remiten a los servicios de oftalmolo-
gía pediátrica aquellos niños que presenten trastor-
Fig. 29.1. Chequeo en círculos infantiles 1972-1973. nos visuales o enfermedad ocular que no fueron
Capítulo 29. Prevención en oftalmología pediátrica en Cuba 389

detectadas al nacimiento. Esto se hace mediante las En apoyo a ese programa, el Ministerio de Salud
consultas de puericultura, de pediatría general, médi- Pública y el Ministerio de Educación aprobaron en ju-
cos de la familia y otras especialidades cuyos profe- nio de 1985 una resolución conjunta relativa a la crea-
sionales deben aprender a sospechar y prevenir el ción de instituciones infantiles especiales para ciegos
defecto visual o lesiones orgánicas de cualquier tipo. y débiles visuales, donde se realiza la enseñanza pe-
En los servicios de oftalmología pediátrica de cada dagógica y el tratamiento médico. Actualmente fun-
provincia, desde hace varias décadas se recibe el tra- ciona una en cada provincia del país, en el municipio
tamiento médico o quirúrgico adecuado y si no es po- especial Isla de la Juventud y 3 más en la capital.
sible su óptima atención, se remiten (Fig. 29.2).

Fig. 29.2. Atención en servicios de Oftalmología Pediátrica de Camagüey en la década de los años 70.
390 Oftalmología pediátrica

Se modificó el reglamento de salud para la aten- personita muy especial que en muchas ocasiones no
ción en los círculos infantiles, donde todo niño que coopera al examen y exigir que, de necesitarlos, se
aspire a ingresar en la institución debe ser sometido confeccionen los espejuelos con la calidad y en el tiem-
a examen oftalmológico completo por el especialis- po adecuado que requiere la dinámica del desarrollo
ta y una vez en el círculo infantil, el oftalmólogo visual en el niño.
debe seguirlo si tiene algún tipo de enfermedad ocu- Siempre que sea posible se debe realizar un exa-
lar que requiera de un estudio más completo y de men con refracción antes de los 3 años de edad, al
tratamiento. cual se deben someter obligatoriamente a los niños
En el reglamento se establecen medidas medi- que acuden a círculos infantiles y además debe ser
copedagógicas para garantizar la rehabilitación inte- solicitado como un requisito de ingreso a las vías no
gral de los niños con estrabismo y ambliopes detec- formales de educación para no permitir que llegue el
tados en los exámenes realizados al ingreso y en los niño a la etapa escolar con un defecto refractivo im-
de seguimiento en círculos y escuelas. Con el trata- portante sin corregir cuando finaliza el tiempo del de-
miento en estas edades, sobre todo de 0 a 3 años, se sarrollo visual y poco se puede hacer para rehabilitar-
pueden obtener los mejores resultados para alcanzar lo completamente.
una visión normal. Para el logro de estos objetivos el Aún existe un porcentaje importante de niños
programa cuenta con el apoyo y colaboración del of- que llega a la escuela primaria sin habérsele prac-
talmólogo pediatra, médico de la familia, enfermera ticado un examen con refracción previo y es en-
y educadoras del centro. tonces cuando al tener que usar su visión y com-
El pediatra y el especialista de Medicina General pararse con las posibilidades visuales de otros ni-
Integral de la comunidad deben realizar también ac- ños se detectan problemas como la ambliopía por
tividades educativas y de prevención que contribu- ametropías, que no son a veces tan llamativas como
yan a elevar el nivel de salud ocular de la población puede ser un estrabismo pero que dejan entonces
infantil de su área, de la cual son responsables. Se muy poco tiempo para poder recuperar la visión
debe examinar, no solo el aspecto externo de los ojos
perdida.
del niño en busca de ptosis palpebrales, pérdida de
En los años recientes se han efectuado pesquisas
transparencia de los medios, desviaciones o pérdida
masivas en gran parte de los municipios del país y aun-
del paralelismo de los ejes visuales, entre otros, sino
que ha sido escaso el número de niños con enferme-
también del estado de la agudeza visual para detec-
dades no detectadas previamente, debido a los che-
tar déficit por defectos refractivos importantes que
queos previos en círculos y maternidades, los casos
puedan llevar al niño a la ambliopía y así poder pre-
dudosos o con enfermedad han sido remitidos para su
venirla. Lo ideal es que el médico de familia o quien
estudio y seguimiento a los centros especializados. Sin
se designe tenga una cartilla y el entrenamiento ade-
embargo, el estudio sistematizado en su área de resi-
cuado para medir la visión a los niños pequeños que
dencia debe ser lo adecuado, si existen las condicio-
aún no conocen las letras y no han tenido las posibi-
nes para ello, como es en casi toda Cuba donde hay
lidades del chequeo preventivo obligatorio de los que
una enfermera y médico de familia para unos pocos
van a círculos y hacerlo al menos 2 años antes de
cientos de habitantes.
alcanzar la edad escolar, etapa en la que suelen co-
operar para este examen y deben tener la visión nor-
mal del 20/20.
Edades en las que se recomienda realizar
Una vez detectados los niños con disminución de el examen oftalmológico
la visión o dudas al respecto, se les debe comunicar a El primer examen se realiza luego del nacimiento
los padres y remitirlos al especialista de oftalmología, o en los primeros días de nacido por el neonatólogo,
preferentemente pediátrica, correspondiente a su área el pediatra o en los lugares más apartados por el
de residencia, donde serán examinados por los médico de la familia. Se debe practicar, a más tardar,
oftalmólogos y técnicos que deben tener la prepara- en las primeras semanas y siempre antes del primer
ción adecuada para el reconocimiento de un niño, mes de nacido.
Capítulo 29. Prevención en oftalmología pediátrica en Cuba 391

Realizar este examen por parte de los neonatólogos – Ofrecer consejo genético a los pacientes dé-
es una práctica rutinaria en los hospitales de Cuba y biles de visión y ciegos, y a todo aquel que
en estos es donde ocurre casi el 100 % de los naci- tenga antecedentes de enfermedad ocular he-
mientos. Este primer examen debe incluir: reditaria.
– Aspecto general de ambos ojos. Tamaño y se- – Tomar medidas de contracepción y esteriliza-
mejanza de ambos bulbos oculares. ción, así como ofrecer consejo genético a las
– Examen de conjuntivas, córnea, iris y pupila. parejas que han tenido un hijo con enfermeda-
– Examen de motilidad ocular. des que afectan la visión.
– Visualización de los medios transparentes (cris- – Diagnóstico prenatal de aquellas enfermeda-
talino y vítreo). des generales con compromiso ocular y de las
– Examen de fondo de ojo. oculares ligadas al sexo.
– Detectar o sospechar posibles defectos de re- – Ultrasonido diagnóstico durante el embarazo
fracción importantes. para prevenir síndromes que incluyan malfor-
maciones oculares.
El segundo examen oftalmológico se debe realizar – Despistaje en el período neonatal de errores
entre los 6 meses y el año de edad, con estudio de la congénitos del metabolismo.
refracción si fuera posible. Existen autores que pre- – Exámenes oftalmológicos periódicos que inclu-
conizan un primer examen por el oftalmólogo entre los yan refracción lo antes posible.
4 y 6 meses de nacidos, que se considera correcto – Registro, control y tratamiento de todos los pa-
pero difícil de llevar a la práctica. El tercero a los 2 cientes con baja visión y ciegos del país.
años de edad. – Incrementar la educación de los médicos sobre
En ellos se deben recalcar los aspectos siguientes: genética médica y la conducta ante los débiles
– Paralelismo de los ejes oculares. visuales.
– Defectos de refracción, miopías, hipermetropías – Remitir a las embarazadas con baja visión y
y anisometropías. ciegas a los centros de planificación familiar.
– En cuanto sea posible tratar de estimar el grado
de visión. Prevención del trauma ocular
El niño sufre con frecuencia traumatismos ocula-
El cuarto examen se debe realizar entre los 5 y 6
res producto de sus constantes juegos y afán de imita-
años de edad, antes de iniciar la escuela primaria. Es
ción; otras veces por negligencia y falta de cuidado
importante en él la toma de la agudeza visual y el
de los adultos. Por lo tanto, es indispensable evitar
estudio de la refracción con cicloplejía. Exámenes
que juegue con dardos, tiraflechas, palos, piedras, ti-
sucesivos de la agudeza visual en los escolares se
jeras, cuchillos y con sustancias que puedan resultar
deben realizar cada 2 o 3 años hasta los 10 años o
dañinas como ácidos y álcalis, en particular la cal y
cada vez que aparezca algún síntoma visual o cefa-
el cemento.
lea pertinaz.
Otros juegos frecuentemente practicados, como
En conclusión, para prevenir o evitar la baja visión o
la pelota, se deben vigilar y enseñarles cómo seguir
ceguera se pueden llevar a cabo las medidas siguientes:
– Reducir la prematuridad, los abortos a repeti- sus reglas correctas para no provocar traumas.
ción, los malos hábitos de fumar, infecciones e Es preciso insistir en el cuidado por parte de los
ingestión de medicamentos o sustancias tóxi- padres o tutores para evitar traumatismos oculares.
cas durante el embarazo, toxemia, entre otros. Se debe realizar una labor educativa para dismi-
– Control adecuado del niño de bajo peso al na- nuir los accidentes oculares, causa frecuente de gra-
cer, de poca edad gestacional y controlar el uso ves problemas estéticos y de baja visión en los niños y
de oxígeno administrado a los recién nacidos apartarlos de situaciones y objetos peligrosos que pue-
hipóxicos, que debe ser el mínimo requerido. dan causarlos (Fig. 29.3).
392 Oftalmología pediátrica

Fig. 29.3. Diferentes tipos de acciones sin supervisión y juegos peligrosos que pueden requerir tratamientos de urgencia y ocasionar daños graves
en el órgano visual.

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