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PRIMERA PARTE

CONVIRTIÉNDOSE EN UN
PROFESIONAL DE LA SALUD MENTAL
Capítulo 1

INTRODUCCION
Filosofía y Organización

Es bueno tener un fin hacia el cual dirigirse; pero es el viaje lo que importa, al final.
–Ursula K. Le Guin, La mano izquierda de la oscuridad

Objetivos del Capítulo


Este capítulo le da la bienvenida al campo profesional de la entrevista clínica y le
orienta hacia la filosofía y organización de este libro. Además, usted aprenderá:

• Sobre nuestra filosofía de enseñanza.


• Como es que los clínicos de diferentes orientaciones teóricas abordan la
tarea de entrevistar.
• Los requerimientos básicos para entrevistadores clínicos.
• Las ventajas y desventajas de ser un entrevistador no-directivo.
• A reflexionar en sus potenciales sesgos culturales cuando entrevista.
• Las metas y objetivos de este libro.

Imagine que está sentado frente a frente con su primer cliente. Usted ha
seleccionado cuidadosamente su vestimenta y la disposición de los asientos, ha
instalado la cámara de video, y ha completado el papeleo introductorio. Está
haciendo lo mejor que puede para comunicar calidez y su intención de ayudar a
través de su postura corporal y expresiones faciales. Ahora, imagine que su
cliente se niega a hablar, o habla demasiado, o pregunta si puede marcharse
temprano. Imagine que ella empieza a llorar y lo acusa de nunca poder ser capaz
de entenderla debido a sus diferencias raciales o étnicas. ¿Cómo respondería
ante estas situaciones? ¿Qué es lo que diría? ¿Qué haría?
Desde su primer cliente en adelante, cada cliente que usted atienda será
diferente. Su desafío o misión (si elige aceptarla) es hacer un contacto humano
con cada uno de estos diferentes clientes, establecer rapport, construir una
alianza de trabajo, obtener información, inspirar esperanza, y, si es apropiado,
proveer recomendaciones profesionales claras y útiles. Por si fuera poco, debe
terminar la entrevista con elegancia a tiempo. Estas no son tareas fáciles.
Si usted está interesado en la entrevista clínica, probablemente quiera
aprender como iniciar una relación de ayuda productiva que llevará a cambios
positivos en las vidas de sus clientes. Así que cuando se imagina sentado con su
primer cliente, probablemente también quiera saber cómo responder cuando él
o ella no habla, habla demasiado, pide marcharse temprano, empieza a llorar, o
se queja de diferencias raciales/étnicas. En cada una de estas circunstancias, es
difícil saber exactamente que decir o que hacer. Sea paciente con sí mismo.
Como futuro psicólogo, consejero, trabajador social, o psiquiatra, usted
se enfrenta a un futuro desafiante. El convertirse en un profesional en salud
mental requiere intelecto, madurez interpersonal, una vida emocional
equilibrada, la obtención constante de habilidades, compasión, autenticidad, y
valor. Muchas clases, supervisión, talleres, y otras experiencias de entrenamiento
salpicarán su vida en los años venideros. De hecho, debido a la siempre
cambiante naturaleza de este negocio, usted necesita ser un aprendiz de por vida
para mantenerse actualizado y cualificado en el trabajo de salud mental.
La entrevista clínica bien puede ser el componente más fundamental del
entrenamiento en salud mental. Es la unidad básica de conexión entre el que
ayuda y la persona que busca ayuda. Es el inicio de una relación de consejería o
psicoterapia. Es la piedra angular de la evaluación psicológica. Y es el foco de este
libro.

BIENVENIDO AL TRAYECTO

Este libro está diseñado para enseñarle habilidades de entrevista básicas y


avanzadas. Los capítulos le guiarán a través de habilidades elementales de
escucha hacia empresas más avanzadas y complejas tales como la entrevista de
admisión, examen del estado mental, y evaluación del suicidio. Les damos la
bienvenida con entusiasmo como nuevos colegas y compañeros aprendices de
por vida. Aunque el convertirse en un profesional de salud mental es una opción
de carrera desafiante, es una que llena de satisfacción. Como Norcross (2000)
menciona:

...la gran mayoría de los profesionales en salud mental están satisfechos con sus
elecciones de carrera y seleccionarían sus vocaciones de nuevo si supieran lo que
saben ahora. La mayoría de nuestros colegas se sienten enriquecidos, nutridos,
y privilegiados... (pág. 712)

Para muchos de ustedes, este texto acompaña su primera prueba de la


experiencia de entrenamiento práctico en salud mental. Para aquellos de ustedes
quienes tienen una experiencia clínica substancial, este libro puede ayudarles a
colocar sus experiencias previas en un contexto de aprendizaje más sistemático.
Según sea el caso, esperamos que este texto sea desafiante y le ayude a desarrollar
habilidades necesarias para conducir entrevistas clínicas competentes y
profesionales.
En el libro de 1939 La sabiduría del cuerpo, Walter Cannon (1939)
escribió:

Cuando consideramos la extrema inestabilidad de nuestra estructura corporal,


su prontitud para alteración por la más pequeña aplicación de fuerzas
externas... su persistencia a través de tantas décadas parece casi milagrosa. El
asombro aumenta cuando nos damos cuenta que el sistema es abierto,
entablando un intercambio libre con el mundo externo, y que la estructura en
sí misma no es permanente, pero que está siendo continuamente rota por el
desgaste de la acción, y siendo constantemente reconstruida por procesos de
reparación. (pág. 20)

Esta observación parece igualmente aplicable para la psique. Esta estructura


también es transitoria, permeable, e interactúa constantemente con el mundo
externo. La mayoría de nosotros estaría fácilmente de acuerdo en que la vida nos
brinda muchas experiencias desafiantes. Algunas de estas experiencias nos
rompen psicológicamente y otras nos reconstruyen. La entrevista clínica es el
punto de entrada para la mayoría de la gente que han experimentado
dificultades psicológicas o emocionales y quienes están buscando una
experiencia terapéutica para que los reconstruya de nuevo.

Filosofía de enseñanza

Como todos los autores, nosotros tenemos filosofías subyacentes y creencias que
moldean lo que decimos y como lo decimos. A través de este texto, tratamos de
identificar nuestros sesgos y perspectivas particulares, explicarlas, y permitir que
usted les de peso por sí mismo.
Nosotros tenemos varios sesgos sobre la entrevista clínica. Primero,
consideramos que la entrevista clínica es tanto arte como ciencia. Esto significa
que usted necesita ejercitar su cerebro a través de estudio y pensamiento crítico.
Además, necesita desarrollar y expandir atributos personales requeridos para una
entrevista clínica efectiva. Alentamos desafíos académicos para su intelecto y el
ajuste fino del instrumento más importante que tiene para ejercitar este arte:
usted mismo. Segundo, creemos que, desde la perspectiva del cliente, la
entrevista clínica siempre debe estar en el lado de la reconstrucción o reparación
del libro de experiencias de vida. Las razones para una entrevista varían. Niveles
de experiencia varían. Pero como Hipócrates insinuó a los sanadores muchos
siglos atrás: Tanto como esté en su poder, nunca permita que la experiencia de la
entrevista clínica cause daño a su cliente.
También tenemos fuertes creencias y sentimientos sobre cómo se
aprende y desarrollan mejor las habilidades en entrevista clínica. Estas creencias
están basadas en nuestra experiencia como estudiantes e instructores y en raíces
del conocimiento científico relacionado con la entrevista clínica (Hill, Stahl, &
Roffman, 2007). El resto de este capítulo provee más detalles sobre nuestro
enfoque de enseñanza, orientación filosófica, y las metas y objetivos del libro.

Secuencia de aprendizaje

Creemos que las habilidades de entrevista se adquieren de manera más eficiente


cuando usted aprende, en secuencia, las siguientes habilidades y procedimientos:

1. Como acallar su self y enfocarse en lo que su cliente está comunicando


(en lugar de enfocarse en lo que usted está pensando o sintiendo).
2. Como desarrollar rapport y relaciones de trabajo positivas con un
amplio rango de clientes –incluyendo clientes de diferentes edades,
trasfondos raciales/culturales, orientación sexual, clase social, y
funcionamiento intelectual.
3. Como obtener de manera eficiente información de diagnóstico o
evaluación válida y confiable sobre sus clientes y sus problemas.
4. Como identificar y aplicar apropiadamente métodos y técnicas
individualizadas de consejería o psicoterapia.
5. Como evaluar las respuestas de los clientes (resultados) hacia sus
métodos y técnicas de consejería o psicoterapia.
Este texto está limitado en enfoque a las primeras tres habilidades listadas.
Información extensa sobre implementación y evaluación de métodos y técnicas
en consejería y psicoterapia están fuera del alcance de este texto, pero si tocamos
en ellos al cubrir situaciones con las que los entrevistadores clínicos podrían
enfrentarse.

Acallarse a sí mismo y escuchar a los clientes

Para ser entrevistadores efectivos, los profesionales en salud mental necesitan


aprender a acallarse a sí mismos; necesitan refrenar sus impulsos naturales por
ayudar, necesidades personales, y ansiedades. Esto es muy difícil, pero necesario
para que usted sea capaz de escuchar al cliente, en lugar de a su propia charla
interna y sesgos. El acallarse a sí mismo requiere que usted esté completamente
presente para su cliente y no distraído por sus propios pensamientos y
preocupaciones. Algunos estudiantes encuentran que ayuda el arribar lo
suficientemente temprano para sentarse por unos minutos, despejando la mente
y enfocarse solo en respirar y estar en el momento.
En la mayoría de las situaciones de entrevista, el escuchar de manera no
directiva es su primer prioridad, especialmente durante las etapas iniciales de la
entrevista. Por ejemplo, como Shea (1998) denota, "...en la fase inicial, el clínico
habla muy poco... existe un gran énfasis en preguntas abiertas o declaraciones
abiertas como un esfuerzo por hacer hablar al paciente" (pág. 66).
El acallarse a sí mismo y escuchar de manera no directiva ayudará a sus
clientes a encontrar sus voces y contar sus historias. Desafortunadamente, el
mantenerse quieto y escuchando es difícil porque, cuando se disponen en un rol
profesional, muchos entrevistadores encuentran que es difícil apagar o disminuir
su actividad mental. Es común sentirse presionado o incluso hiperactivo porque
usted quiere ayudar a sus clientes a resolver sus problemas inmediatamente y
probar que sirven de ayuda. Sin embargo, esto puede causar que usted
involuntariamente se vuelva muy directivo o autoritativo con sus nuevos
clientes, y puede resultar en que ellos se cierren en lugar de abrirse.
Cuando los estudiantes (y practicantes experimentados) se vuelven
prematuramente activos y directivos, corren el riesgo de ser insensibles y no-
terapéuticos. Este punto de vista refleja la recomendación que Strupp y Binder
(1984) dieran a los profesionales en salud mental: "...el terapeuta debe resistir la
compulsión de hacer algo, especialmente en aquellos momentos cuando él o ella
se sienten bajo presión de su paciente (y de él o ella misma) por intervenir,
actuar, tranquilizar, y demás" (pág. 41).
En una gran mayoría de situaciones de entrevista profesional, a pesar del
cuidado en salud mental institucionalizado, el mejor inicio permite a los clientes
a explorar sus propios pensamientos, sentimientos, y conductas. Mientras sea
posible, los entrevistadores deben ayudar a sus clientes a seguir su propia
iniciativa y lograr sus propios descubrimientos (Meier & Davis, 2008; Strupp &
Binder, 1984). Consideramos que es la responsabilidad profesional del
entrevistador clínico el fomentar la auto-expresión del cliente. Por otro lado,
dadas las limitaciones en tiempo comúnmente impuestas sobre la terapia,
también es la responsabilidad del entrevistador el limitar la auto-expresión del
cliente. Ya sea que esté usted fomentando o limitando la auto-expresión del
cliente, el gran desafío es hacerlo de manera hábil y profesional.
En nuestro trabajo reciente con estudiantes de posgrado que están
empezando a aprender habilidades en entrevista clínica hemos notado que
muchos de nuestros estudiantes luchan con poder detenerse y no dar consejos
prematuros. ¿Alguna vez ha tenido problemas para estar sentado y quieto
escuchando a alguien más sin dar consejos o compartir su excelente opinión?
Para ser perfectamente honestos, nosotros hemos luchado con esto, y
conocemos a muchos profesionales en salud mental experimentados a quienes se
les dificulta en estar sentados y escuchando sin dirigir, guiar, o aconsejar. Es
natural para los seres humanos el querer dar consejos –usualmente consejos
sesgados en nuestras propias experiencias de vida limitadas. El problema es que
el cliente que está sentado en frente de usted probablemente ha tenido una
estrecha porción de experiencias de vida muy diferentes y así, su consejo,
especialmente si es ofrecido prematuramente y sin un fundamento de escucha
adecuado, usualmente no irá muy bien. En lugar de esto, recuerde, dar consejos
es todo sobre el momento adecuado y como se presenta. También, recuerde
como se sentía cuando sus padres (u otras figuras de autoridad) le daban
consejos. ¿Le gustaba? Apreciaba que sus padres o maestros o asesores le dijeran,
"¡Ah, tu deberías alegrarte y ver el lado bueno de las cosas!" ¿Le gustaba cuando
la gente le decía, "Ah sí, yo también tengo ese mismo problema?" o "Todos
luchamos con la postergación, tu solo eres normal."

Desarrollando rapport y relaciones terapéuticas positivas

Antes de desarrollar habilidades de evaluación e intervención, los


entrevistadores deben aprender cómo desarrollar una relación de terapia
positiva. Esto involucra aprender escucha activa, respuesta empática, validación
de sentimientos, y otras habilidades conductuales y actitudes interpersonales
que llevan hacia el desarrollo y mantenimiento de un rapport positivo (Barone
et al., 2005; Othmer & Othmer, 2002b). Los consejeros y psicoterapeutas de
prácticamente todas las perspectivas teóricas están de acuerdo en la importancia
de desarrollar una relación positiva con los clientes antes de implementar
procedimientos de tratamiento (Ackerman et al., 2001; Chambless et al., 2006;
Goldfried, 2007; Norcross, 2002, 2002a). Algunos teóricos se refieren a esto
como rapport –otros discuten la importancia de establecer una fuerte alianza de
trabajo o terapéutica (Clarkson, 2003; Sommers-Flanagan & Sommers-
Flanagan, 2007b). Puede ser difícil el desarrollar habilidades para establecer
rapport con clientes de trasfondos y situaciones culturales divergentes (Ivey,
D'Andrea, Ivey, & Simek-Morgan, 2002; Vontress, Johnson, & Epp, 1999). Sin
embargo, tales habilidades para el desarrollo del rapport son la marca de un
profesional comprensivo y dedicado. En los Capítulos 3-5 nos enfocamos
directamente en las habilidades necesarias para desarrollar relaciones
terapéuticas positivas.

Aprendiendo habilidades de diagnóstico y evaluación

Después de aprender a escuchar bien y desarrollar relaciones positivas con los


clientes, entrevistadores profesionales deben aprender habilidades y
procedimientos de diagnóstico y evaluación. Aunque la evaluación psicológica y
el diagnóstico psiquiátrico generan gran controversia (Cameron & Guterman,
2007; Szasz, 1970; Szasz, 1961; Wing, 2005), el iniciar consejería o psicoterapia
sin una evaluación adecuada es desaconsejado, no profesional, y potencialmente
peligroso (Hadley & Strupp, 1976; Rudolph, 2005; Sommers-Flanagan &
Sommers-Flanagan, 2007). Imagine como se sentiría si, después de llevar su
automóvil con el mecánico, este simplemente empezara a reparar varios
componentes del motor sin primero hacerle preguntas diseñadas para entender
el problema. Por supuesto, la entrevista clínica es muy diferente a la auto
mecánica, pero la analogía habla de la importancia de completar procedimientos
de evaluación y diagnóstico antes de iniciar intervenciones clínicas. Hace un par
de décadas, Phares (1988) concluyó que la necesidad por un diagnóstico antes de
la intervención es una práctica estándar en psicología:

De forma intuitiva, todos entendemos el propósito del diagnóstico o


evaluación. Antes de que los médicos puedan prescribir, primero deben
entender la naturaleza de la enfermedad. Antes de que los plomeros empiecen a
golpear la tubería, primero deben determinar el carácter y localización de la
dificultad. Lo que es cierto en medicina y plomería es igualmente cierto en la
psicología clínica. Aparte de unos cuantos casos que involucran un golpe de
suerte, nuestra capacidad para resolver problemas clínicos está directamente
relacionada con nuestra habilidad en definirlos. (pág. 142)

En resumen, los entrevistadores deberían empezar a usar métodos y técnicas


específicas en consejería o psicoterapia solo después de que estas tres condiciones
se han cumplido:

1. Se han acallado a sí mismos y han escuchado las comunicaciones de sus


clientes.
2. Han desarrollado una relación positiva con sus clientes.
3. Han identificado las necesidades individuales y metas terapéuticas de sus
clientes a través de procedimientos diagnósticos y de evaluación.

Además, los entrevistadores principiantes deben obtener supervisión profesional


cuando usan técnicas de terapia específicas.

ORIENTACIONES TEÓRICAS

Para un desarrollo profesional óptimo, usted debe obtener un amplio rango de


experiencias de entrenamiento, tanto en una variedad de marcos y desde una
variedad de orientaciones teóricas. En nuestro propio entrenamiento,
aprendimos importantes lecciones desde muchas perspectivas teóricas
diferentes. Incluso Freud, quien quizá no es recordado por su apertura y
flexibilidad se rumora haber dicho una vez: "Hay muchas maneras y medios de
conducir psicoterapia. Todas las que llevan a la recuperación son buenas."
En ciertas formas, al nivel de tratamiento, somos dogmáticamente
eclécticos. Creemos que los terapeutas deben ser flexibles, cambiando enfoques
terapéuticos dependiendo del cliente, el problema, y el marco. Obvio, no es el
trabajo del cliente modificar su cosmovisión y preferencias personales para
encajar con la perspectiva teórica del entrevistador.
Como denotamos antes, cuando se trata de aprender habilidades
clínicas, advocamos un enfoque que se centra primero en enfoques de entrevista
menos directivos y después en enfoques más directivos. Por lo tanto, en los
primeros capítulos de este texto, enfatizamos estrategias de entrevista que son
muchas veces, pero no siempre, asociadas con perspectivas centradas en la
persona, psicodinámicas, y hasta cierto punto constructivistas. Al iniciar de
manera menos directiva, esperamos enfatizar la profundidad y riqueza de la
interacción humana. Después, al enfocarnos en procedimientos de evaluación en
la entrevista, los enfoques hacia la entrevista más directivos conductuales,
cognitivo-conductuales, y enfocados a soluciones reciben mayor énfasis.
Aunque los enfoques centrado en la persona y psicodinámicos son
usualmente considerados filosóficamente distintos, ambos enseñan que los
entrevistadores deben inicialmente permitir a los clientes a hablar libremente
sobre sus preocupaciones con una estructura y dirección externa mínima (Freud,
1949; Luborsky, 1984; Rogers, 1951, 1961). En otras palabras los
entrevistadores centrados en la persona y psicodinámicamente orientados son
similares en que permiten a sus clientes libertad para discutir cualesquiera temas
personales o preocupaciones que quieran discutir. Consecuentemente, estos
enfoques de entrevista se han etiquetado como no directivos y fuertemente
enfatizan técnicas de escucha. (Sería más apropiado etiquetar los enfoques
centrados en la persona y psicodinámicos como menos directivos, ya que todos
los entrevistadores, intencional o no intencionalmente, influyen y por lo tanto
dirigen a sus clientes una parte del tiempo.)
Los entrevistadores centrados en la persona y psicodinámicos son no
directivos por razones muy diferentes. En breve, los entrevistadores centrados en
la persona creen que al permitir que los clientes hablen libre y abiertamente en
una atmósfera caracterizada por aceptación y empatía, un crecimiento personal
y cambio pueden ocurrir. Carl Rogers (1961), el originador de la terapia
centrada en la persona, menciona esto directamente: "Si yo puedo proveer cierto
tipo de relación, la otra persona descubrirá dentro de sí misma la capacidad de
usar esa relación para crecimiento, y cambio y un desarrollo personal ocurrirá"
(pág. 33).
Para Rogers, la disposición positiva incondicional de un entrevistador,
congruencia, y empatía exacta constituyen los ingredientes necesarios y
suficientes para un crecimiento personal positivo y la sanación. Miramos más de
cerca cómo define Rogers estos ingredientes en el Capítulo 5.
Los entrevistadores orientados psicoanalíticamente son partidarios de
enfoques no directivos porque creen que el permitir que los clientes hablen
libremente, a través de asociación libre, permite que conflictos inconscientes
surjan durante la hora terapéutica (Freud, 1949). Eventualmente, a través de
interpretación, los entrevistadores psicoanalíticos llevan estos conflictos
subyacentes hacia la consciencia para que puedan ser afrontados directa y
conscientemente.
De forma similar a los terapeutas centrados en la persona, los terapeutas
psicoanalíticos reconocen que la escucha empática puede ser una fuente
poderosa de sanación por sí misma: "Frecuentemente desestimado es el grado
con que la presencia del terapeuta y la escucha empática constituyen la fuente
más poderosa de ayuda y soporte que un ser humano puede proveer a otro"
(Strupp & Binder, 1984, pág. 41). Sin embargo, para los clínicos
psicoanalíticamente orientados, la escucha empática es usualmente vista como
un ingrediente necesario, pero no suficiente para el crecimiento y desarrollo
personal.
Los enfoques constructivistas y enfocados a soluciones toman la
posición de que todos los entrevistadores deben ser directivos de una forma u
otra, y así se centran sistemáticamente en soluciones, salpicando con momentos
(positivos) en las vidas de sus clientes, y creencias actuales dentro de los clientes
y actividades e interacciones sociales actuales que son adaptativas. Aunque estos
enfoques son intencionalmente directivos, también se adhieren a una posición
que consideramos crucial para la entrevista; esto es, consideran a los clientes
como los mejores expertos en sus propias experiencias (De Jong & Berg, 2008).
En contraste con los entrevistadores centrados en la persona,
psicodinámicos, y constructivistas o enfocados en soluciones, los entrevistadores
conductuales o cognitivos están más inclinados a tomar un rol de experto desde
el principio de la primera entrevista clínica. Ellos creen que pensamientos
específicos, estructuras personales, y conductas maladaptativas causan aflicción
mental y emocional (Sommers-Flanagan & Sommers-Flanagan, 2004). Por lo
tanto, su trabajo terapéutico principal involucra identificar y modificar o
eliminar pensamiento maladaptativo y patrones conductuales, reemplazándolos
con patrones más adaptativos tan rápido y eficientemente como sea posible, de
esta forma aliviando los problemas sociales y emocionales del cliente. Hace más
de 20 años atrás, Kendall y Bemis (1983) describió acertadamente la orientación
directiva del terapeuta cognitivo-conductual:

La tarea del terapeuta cognitivo-conductual es actuar como diagnosticador,


educador, y consultor técnico quien evalúa procesos cognitivos maladaptativos
y trabaja con el cliente para diseñar experiencias de aprendizaje que puedan
remediar estas cogniciones disfuncionales y los patrones conductuales y
afectivos con los cuales se correlacionan. (pág. 566)

A pesar de esta descripción, la mayoría de los clínicos cognitivo-conductuales


también reconocen la importancia de la escucha empática como necesaria,
aunque no suficiente, para el cambio conductual adaptativo. Notablemente,
Wright y Davis (1994), en la edición inaugural de la revista Cognitive and
Behavioral Practice, mencionan: "Encontramos un fuerte consenso en la
conclusión de que la relación es central en el cambio terapéutico" y "Aun en
terapias conductuales específicas, los pacientes que ven a su terapeuta como
cálido y empático estarán más involucrados en su tratamiento y, al final, tendrán
un mejor resultado" (1994, pág. 26).
No estamos sugiriendo que los enfoques centrados en la persona,
psicodinámicos, constructivistas o enfocados en soluciones sean más efectivos
que los cognitivos, conductual u otros enfoques clínicos. De hecho, estudios con
control indican que las terapias cognitivas y conductuales son al menos tan
efectivas como los enfoques dinámicos o centrados en la persona y en veces más
efectivos (Beutel, Dippel, Szczepanski, Thiede, & Wiltink, 2006; Leichsenring,
Hiller, Weissberg, & Leibing, 2006; Luborsky, Singer, & Luborsky, 1975;
Seligman, 1995; Smith, Glass, & Miller, 1980). En su lugar, en concierto con
muchos otros (Goldfried, 2007; Hardy, Cahill, & Barkham, 2007; Hubble,
Duncan, & Miller, 1999; Norcross, 2002; Shattell, Starr, & Thomas, 2007),
nosotros afirmamos que las habilidades no directivas de entrevista proveen la
mejor base para la construcción de relaciones de terapia positivas y el aprendizaje
de estrategias y técnicas de psicoterapia más avanzadas y más activas/directivas.
Además, creemos que el honrar al paciente como el mejor experto en sus propias
experiencias vividas es una base similarmente sólida sobre la cual se pueden
construir habilidades más avanzadas y quizás más directivas. Un número
importante de hechos apoyan esta afirmación (véase Poniéndolo en práctica 1.1).

REQUERIMIENTOS BÁSICOS PARA ENTREVISTADORES CLÍNICOS

Para convertirse en un entrevistador efectivo, usted eventualmente necesitará


adquirir un conjunto significante de habilidades y una base de conocimientos
amplia. Por supuesto, esto llegará con tiempo, práctica, supervisión, lectura
externa, y ¡paciencia! Aunque la siguiente lista puede intimidar, provee una guía
para su enfoque continuo:

1. Usted debe dominar el conocimiento técnico asociado con la entrevista


clínica. Esto significa que usted debe conocer el rango de respuestas de
entrevista que están disponibles para usted y sus posibles influencias
sobre los clientes. Por ejemplo, usted debe conocer los diferentes tipos
Poniéndolo en práctica 1.1

¿Por qué no ser directivo?

Muchos psicoterapeutas famosos iniciaron con una orientación psicoanalítica, tales


como Alfred Adler, Karen Horney, Aaron Beck, Fritz Perls, Carl Rogers, Nancy
Chodorow, y Jean Baker Miller. Estos respetados teóricos y terapeutas desarrollaron sus
enfoques singulares después de años de escuchar de manera no directiva a individuos
afligidos. Una filosofía de base de este libro es que los entrevistadores principiantes
deben iniciar escuchando de manera no directiva a individuos afligidos. Aunque es
natural para los entrevistadores principiantes el sentirse impacientes y ansiosos por
ayudar a sus clientes, su conducta más segura y probablemente de mayor ayuda es una
escucha efectiva. Como Strupp y Binder (1984) notan, "Recuerde un viejo proverbio de
Maine: 'Uno rara vez escucha su camino hacia problemas'" (pág. 44). Algunas ventajas
de la entrevista no directiva son los siguientes:

1. Es mucho más fácil empezar a entrevistar a alguien de un modo no directivo y


después cambiar a un modo más directivo que iniciar una entrevista en un
modo activo o directivo y después cambiar a un enfoque menos directivo.
2. Las estrategias diseñadas para influenciar deliberadamente a los clientes de una
manera particular requieren que los entrevistadores tengan conocimientos de
la psicopatología involucrada para hacer juicios sensatos en lo que se refiere a
como una estrategia dada puede ayudar a los clientes a cambiar. La mayoría de
los entrevistadores principiantes no tienen el entrenamiento de base en
psicopatología y las experiencias de psicoterapia supervisada necesarias para
implementar estrategias terapéuticas más directivas.
3. La entrevista no directiva es un medio efectivo para ayudar a entrevistadores
principiantes a mejorar su consciencia de sí mismos y aprender sobre sí mismos
(Sommers-Flanagan & Means, 1987). A través de consciencia de sí mismos, los
entrevistadores principiantes se vuelven capaces de escoger una orientación
teórica particular e intervenciones clínicas efectivas.
4. Un enfoque no directivo de escucha, implementado apropiadamente, ayuda a
reducir la tensión que los entrevistadores principiantes sienten por
desempeñar, ayudar, y probar algo a sus clientes iniciales. En breve, los
enfoques no directivos ayudan a los entrevistadores principiantes a superar de
manera efectiva el deseo por "hacer algo y hacerlo bien."
5. Los enfoques no directivos tienen menos probabilidades de ofender o de errar
con los primeros clientes (Meier & Davis, 2008). Aun cuando los
entrevistadores clínicos muchas veces empiezan a trabajar con voluntarios,
incluso los clientes análogos o en juego de roles son gente real, con razones
reales o de juego de roles para ser entrevistados. Los entrevistadores no
directivos, quienes están ahí solo para escuchar, colocan mayor responsabilidad
sobre los hombros del cliente y por lo tanto aminoran sus propios miedos (así
como la posibilidad real) de hacer las preguntas incorrectas o sugerir un curso
de acción que no sea útil. Además, los entrevistadores principiantes tienden a
sentirse muy responsables por sus clientes; un enfoque no directivo puede
ayudar a prevenir que los entrevistadores sientan demasiada responsabilidad.
6. Una posición de escucha no directiva ayuda a los clientes a establecer
sentimientos y creencias de independencia y dirección propia. Esta posición
también comunica respeto hacia las actitudes, conductas, y elecciones
personales del cliente. Tal respeto es raro, gratificante y probablemente
sanador (Miller & Rollnick, 2002).

Nuestra creencia en que los entrevistadores deben iniciar desde una base de escucha no
directiva es articulada por el siguiente extracto de Patterson y Watkins (1996, pág.
509): "Lao Tzu, un filósofo chino del siglo V... escribió un poema titulado Líder, el cual
se aplica cuando la palabra terapeuta sustituye a líder y cliente sustituye a gente."

Un líder (Terapeuta)
Un líder es mejor cuando la gente apenas sabe que existe;
No tan bueno cuando la gente lo obedece y aclama;
Peor cuando lo odian.
Pero de un buen líder que habla poco,
Cuando su trabajo está hecho, su propósito culminado,
Ellos dirán, "Lo hicimos nosotros."
Entre menos haga y diga un líder,
Más feliz su gente;
Entre más se pavonea y presume,
Más arrepentida su gente.
[Por lo tanto,] un hombre prudente dice:
Si dejo de entrometerme con la gente, se cuidarán ellos mismos.
Si dejo de sermonear a la gente, mejorarán ellos mismos.
Si dejo de imponerle a la gente, se vuelven ellos mismos.

de preguntas que los entrevistadores hacen y como responden


típicamente los clientes o reaccionan hacia ellas. Usted debe saber
cuando la situación de entrevista dicta una recolección estructurada de
información y cuando un enfoque menos directivo es justificado. Usted
debe conocer las guías éticas asociadas con la entrevista clínica
profesional. En otras palabras, usted debe tener una comprensión
intelectual de las herramientas básicas del oficio.
2. Usted debe estar consciente de sí mismo. Necesita saber cómo afecta a
otras personas y como los demás le afectan a usted, tanto aquellos en su
propia clase cultural y socioeconómica y aquellos fuera de su entorno
familiar. Usted necesita estar consciente del sonido y rango de su propia
voz, su presencia corporal o física, nivel percibido de atractivo
interpersonal, y patrones usuales de contacto visual y distancia
interpersonal, porque todas estas variables tienen influencia en sus
clientes. Además, debe estar dispuesto a estar constantemente
aprendiendo y creciendo, abordando puntos ciegos y deficiencias que
pudiera tener debido a su propio trasfondo personal y social.
También es importante que este consciente de como su propia
clase cultural y social ha moldeado sus valores personales y maneras de
comportarse. Necesita estar consciente de que los otros, tanto dentro
como fuera de su cultura, pueden haber sido enseñados valores y
conductas muy diferentes a las suyas. Es obligatorio en usted como
entrevistador que se dé cuenta cuando las diferencias culturales, de clase,
y género puedan estar influenciando u obstaculizando la comunicación
efectiva entre usted y su cliente. El ser un entrevistador clínico
culturalmente insensible no es profesional ni ético (Fouad &
Arredondo, 2007; Paniagua, 2000; Sommers-Flanagan & Sommers-
Flanagan, 2007).
3. Usted debe desarrollar excelentes habilidades observacionales y de
evaluación (adquirir "consciencia del otro"). Tener estas habilidades
significa que usted sabe de y es sensible hacia varios valores individuales
y culturales, conductas, y normas. También debe ser capaz de reconocer
y apreciar las perspectivas de los demás (esta habilidad también se
conoce como una "manera empática de ser"; Rogers, 1961).
Estar consciente de otros es un principio básico que fundamenta
la evaluación a través de la entrevista. Los entrevistadores clínicos deben
observar de manera objetiva la conducta de sus clientes y evaluar por
psicopatología. La evaluación puede involucrar procedimientos
altamente estructurados tales como exámenes del estado mental,
evaluaciones de riesgo suicida, y entrevistas de diagnóstico. Los
entrevistadores clínicos deben estar conscientes no solo de los temas
culturales del cliente, pero también de estados psicológicos,
conductuales, históricos, y diagnósticos (Matthews & Walker, 1997;
Mezzich & Shea, 1990).
4. Para ser un entrevistador clínico efectivo, usted necesita una continua
práctica extensa y experiencia. Al empezar a aprender sobre entrevista y
como usted afecta a los demás, también debe empezar con entrevistas de
práctica. Esto usualmente involucra juegos de roles con compañeros
estudiantes o actores o experiencias de entrevista organizadas con gente
que no conoce (Balleweg, 1990; Shea & Barney, 2007; Sommers-
Flanagan & Means, 1987). Las entrevistas de práctica están diseñadas
para prepararlo para la cosa real –la verdadera entrevista clínica. Para
reducir su ansiedad e incrementar su competencia, usted debió haber
tenido una práctica supervisada extensa antes de empezar con
entrevistas o sesiones de consejería reales. Además, al expandir sus
habilidades básicas, leer sobre y trabajar en entender a la gente que es
cultural, sexual, física, y socioeconómicamente diferente de usted es muy
recomendable (Arredondo & Arciniega, 2001; Sue & Sue, 2008) (véase
Puntos destacados culturales 1.1 y 1.2).

Puntos destacados multiculturales 1.1

Los obstáculos de la no directividad

La mayoría de las espadas son de doble filo, y la escucha no directiva no es excepción.


Para ser burdo, hay gente que simplemente detesta la escucha no directiva. Por ejemplo,
si usted practica muchas técnicas de escucha no directiva en ellos, sus amigos y familia se
van a irritar rápidamente. Se van a irritar en parte porque usted puede no estar
capacitado, pero también porque, en muchos marcos sociales y culturales, la escucha
directiva no es apropiada.
Como discutiremos en los capítulos siguientes, en algunos marcos, y con
algunos grupos culturales, definitivamente se requiere un enfoque más directivo. Esto
no significa que usted nunca debe escuchar de forma no directiva a gente de ciertos
grupos culturales. En su lugar, habla de la importancia de reconocer que diferentes
técnicas ayudan o impiden construir relaciones en diferentes individuos que vienen a
buscar su asistencia.
Otros obstáculos en la no directividad incluyen:

1. Clientes que perciben a los entrevistadores no directivos como manipulativos o


evasivos.
2. Demasiadas respuestas no directivas pueden dejar a los clientes sintiéndose
perdidos y a la deriva, sin ninguna guía.
3. Si los clientes llegan a terapia esperando consejos de experto, pueden sentirse
profundamente decepcionados cuando usted se rehúsa obstinadamente a hacer
cualquier cosa diferente que escuchar de manera no directiva.
4. Si usted nunca ofrece una opinión profesional, puede ser visto como no
profesional, ignorante o débil.

Cuando se trata de entrevistar clientes, muchas veces, mucho de cualquier respuesta o


técnica es mal aconsejado. Decimos esto a pesar del hecho de que estamos empezando
con un énfasis en habilidades de escucha no directiva. No se preocupe. Reconocemos
que demasiada no directividad puede ser tan problemático como mucha directividad –
especialmente cuando se trata de entrevistar clientes fuera de la corriente principal de la
cultura americana, o en marcos que demandan mayor acción o aporte de su parte.

Puntos destacados multiculturales 1.2

¿A quién ves?

Los terapeutas existencialistas en ocasiones usan actividades provocativas para ayudar a


los individuos a incrementar su consciencia, tanto sí mismos como del mundo. Una de
esas actividades involucra lo siguiente: La gente se sienta en pares y se preguntan uno al
otro la misma pregunta varias veces. La regla principal es que la misma respuesta no se
puede usar dos veces. Se pueden usar muchos tipos de preguntas en este ejercicio (p. ej.,
"¿Qué quieres?" o "¿Qué hay de bueno en ti?"), pero la pregunta que hemos encontrado
más relevante para los entrevistadores principiantes es "¿Quién eres?"
La pregunta "¿Quién eres?" se enfoca de lleno en identidad y la mayoría de
nosotros respondemos con declaraciones de identidad relacionadas con roles
personales, actividades vocacionales, raza, cultura, religión, y género. Por ejemplo, John
podría decir, "Soy un padre," "Soy un esposo," "Soy un psicoterapeuta," "Estoy en la
facultad de la Universidad de Montana," "Soy un hombre," etc. De manera interesante,
en nuestra experiencia, las mujeres y personas de color muchas veces responden de
manera más pronta que los hombres y blancos con palabras que describen su género e
identidades raciales o culturales (p. ej., "Soy una mujer" o "Soy latina"). Recientemente,
haciendo esta actividad con una mujer joven nativa americana, muy rápido en el
proceso, ella declaró con claridad: "Soy una nativa americana" y "Soy navajo y salish."
Cuando nos consideramos a nosotros mismos en la luz de una diversa gama de
humanos en el mundo, una variación interesante de esta pregunta de ejercicio involucra
el preguntar "¿A quién ves?" Imagine que acaba de encontrarse con un nuevo cliente. Ve
a alguien sentado en la silla frente a usted. Pregúntese, "¿A quién ve?" y responda. Quizá
la primer respuesta es "Veo un cliente," porque ese es el contexto del encuentro.
Pregúntese de nuevo. Recuerde, no puede usar la misma respuesta dos veces. Para
realmente tener un sentido de las capas de etiquetas de identidad que usted usa para
construir su percepción de la persona con la que esta, mantenga sus respuestas a una sola
dimensión. En otras palabras, manténgase con "Veo un hombre" en lugar de duplicar las
etiquetas de identidad (p. ej., "Veo a un hombre de raza negra).
En la mayoría de los encuentros humanos, la mayoría de nosotros primero
notamos como la otra persona es "Como yo" o "No como yo." Esta es una tendencia
humana natural que probablemente sea más o menos predeterminada. Pero, como los
existencialistas y multiculturistas enfatizarían, aunque la tendencia sea o no
predeterminada, es crucial que desarrollemos una consciencia de ella.
Cuando trabaje con alguien nuevo, mantenga este ejercicio en mente.
Tomando en cuenta todo a lo que debe prestar atención en una entrevista que está
iniciando, probablemente no sea capaz de tomarse el tiempo en ese momento para
preguntarse, "¿A quién veo?" varias veces, pero después, al reflexionar sobre la entrevista,
usted puede usar este concepto. Pregúntese cinco o diez veces en secuencia, "¿A quién
veía?" Escriba sus respuestas. Después de permitirse responder "¿A quién veía?" 5-10
veces, regrese y analice sus respuestas. Note que etiquetas y capas surgieron. ¿Notó usted
una discapacidad? ¿Escribió "Veo una persona discapacitada" o un "Veo una persona
minusválida"? Note la valencia de las etiquetas que usó. ¿Fueron comunes? ¿Positivas?
¿Neutrales? ¿Peyorativas? Sin importar lo que escribió, no se sienta muy auto-satisfecho
o demasiado duro consigo mismo. Todos hacemos juicios. Todos tenemos residuos de
valores y creencias racistas, sexistas, y homofóbicas. Todos podemos descubrir dentro de
nosotros juicios injustos y fuentes de sesgo. Quizá sus sesgos se enfocan en creencias
religiosas o discapacidades o quizá algo más. Quizá siente reacciones negativas especiales
y juicios hacia hombres de mediana edad con calvicie llamados Ted debido a sus
experiencias con un maestro de educación física abusivo en la escuela secundaria. O
quizá usted ha abordado con todos sus prejuicios subyacentes y se acerca a cada
individuo con gracia y objetividad –aunque nosotros sospechamos que no, el cual es
uno de nuestros sesgos.

Entre más experiencias diversas de entrevista y supervisión usted


obtenga, será más probable que desarrolle la perspectiva amplia y empática que
necesita para entender a clientes desde su propia visión del mundo y experiencia
(Constantine, 2001; Hakim-Larson, Kamoo, Nassar-McMillan, & Porcerelli,
2007; Rivera, Phan, Hadduv, Wilbur, & Arredondo, 2006).

El entrevistador perfecto

¿Y si usted pudiera ser el entrevistador perfecto? Por supuesto, esto es imposible.


Pero si pudiera ser el entrevistador perfecto, usted sería capaz de detenerse en
cualquier momento dado de la entrevista y subrayar: (a) lo que usted está
haciendo (basándose en conocimientos técnicos); (b) porque lo está haciendo
(basándose en conocimiento técnico e información de la evaluación); (c) si acaso
cualquiera de sus asuntos o sesgos personales están interfiriendo con la
entrevista (basándose en su consciencia de sí mismo); y, quizás de manera más
importante, (d) como está reaccionando su cliente a la entrevista sin importar su
edad, sexo, o cultura (basándose en la consciencia del otro).
Poniéndolo de otra manera, su usted fuese un entrevistador perfecto,
podría sintonizar en el mundo personal de cada cliente de manera tan completa
que podría resonar con el cliente, como una sensible cuerda de violín que
empieza a moverse cuando un tono coincidente se toca en el cuarto (Watkins &
Watkins, 1997). Usted también sería capaz de ver claramente a cada cliente y sin
sesgo (Hays, 2008; Negy, 2004). Usted sería capaz de usar esta resonancia sin
sesgo para determinar a donde necesita ir cada entrevista (véase Puntos
destacados culturales 1.2 para explorar sus sesgos potenciales para y en contra de
clientes particulares).
Usted también evaluaría cada una de las necesidades y situación de sus
clientes y llevaría a cabo acciones terapéuticas apropiadas para abordar las
necesidades y situación personal del cliente –desde iniciar una evaluación de
suicidio hasta iniciar un análisis conductual de un hábito problemático– todo
durante la entrevista clínica. Uno solo puede imaginar la inmensa gama de
habilidades y profundidad de sabiduría necesaria para que un entrevistador
clínico se aproxime a la perfección.
Reconocemos fácilmente que la perfección es inalcanzable. Sin embargo,
la entrevista clínica es un empeño profesional basado en investigación científica
y apoyado por una larga historia de entrenamiento supervisado (Hill, 2004). Por
lo tanto, es inapropiado y poco profesional, como solía decir uno de nuestros
antiguos supervisores, el "jugársela" en una sesión de entrevista (Bornstein,
comunicación personal, Enero 1982).
Al final de cuentas, como un entrevistador humano e imperfecto, puede
que usted no sea capaz de explicar cada matiz clínica o cada acción y reacción.
Puede que usted no se sienta tan consciente o sintonizado como podría estarlo,
pero su conducta de entrevista será guiada por principios teóricos sólidos, ética
profesional humanitaria, y datos científicos básicos acerca de eficacia
terapéutica. Además, una vez que esté bien fundado en teoría psicológica, ética
profesional, e investigación empírica, usted será capaz de añadir intuición clínica
y espontaneidad a su repertorio clínico.
METAS Y OBJETIVOS DE ESTE LIBRO

Los objetivos básicos de este libro son:

1. Guiarlo a través de una experiencia educacional y de entrenamiento


basada en el enfoque de enseñanza previamente descrito.
2. Proveer información técnica sobre la entrevista clínica.
3. Introducir métodos para la consciencia en sí mismo del entrevistador,
consciencia cultural, y crecimiento personal.
4. Introducir métodos de evaluación del cliente (i.e., facilitar la adquisición
de habilidades de diagnóstico).
5. Describir procedimientos y sugerir recursos para que usted pueda
desarrollar habilidades en entrevistar clientes culturalmente diversos y
poblaciones de clientes especiales.
6. Proveer sugerencias para actividades experienciales de desarrollo del
entrevistador.

RESUMEN

La filosofía de base de este libro enfatiza un enfoque particular para aprender lo


que se necesita para convertirse en un entrevistador clínico competente.
Específicamente, los estudiantes deben empezar a aprender habilidades de
entrevista desde una perspectiva no directiva, honrando al cliente como experto,
y gradualmente añadiendo más habilidades directivas ya que dominen lo básico
de la escucha. Los entrevistadores principiantes deben enfocarse en aprender lo
siguiente: (a) acallarse a sí mismos y escuchar a los clientes, (b) desarrollar una
relación terapéutica positiva con los clientes, y (c) obtener información de
diagnóstico y evaluación.
Los entrevistadores pueden beneficiarse de obtener una amplia gama de
experiencias de entrenamiento. Es especialmente importante aprender y
practicar la entrevista desde diferentes perspectivas teóricas, incluyendo puntos
de vista centrados en la persona, psicoanalíticos, conductuales, cognitivos,
feministas, constructivistas y orientados a soluciones. Diversas experiencias
ayudan a los entrevistadores aprender cómo sus respuestas técnicas de
entrevistador, estilos de presentación personal, trasfondo cultural, y género
afectan a cada cliente, tomando en cuenta los problemas particulares propios del
cliente, trasfondo cultural, y género. Aunque la perfección es imposible, si los
entrevistadores basan su conducta en principios teóricos sólidos, ética
profesional, e investigación científica, se convertirán en profesionales de la salud
mental competentes y responsables.
Este libro está organizado en cuatro partes, moviendo al entrevistador
clínico principiante a través de etapas diseñadas para un desarrollo óptimo de
habilidades. Debido a que la práctica real es necesaria para el desarrollo de
habilidades en entrevista, cada capítulo ofrece actividades experienciales
sugeridas para ayudar a los entrevistadores a volverse más conscientes de sí
mismos, más sensibles culturalmente, y a desarrollar una mayor pericia técnica.
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Capítulo 2

FUNDAMENTOS Y PREPARATIVOS

Quizá la cosa más importante que ha resultado de mi vida es el descubrimiento de que si te


preparas a todo momento lo mejor que puedes, con cualquier medio del que dispones, por más
pobre que parezca, tendrás la capacidad de tomar la oportunidad para una experiencia
mayor cuando aparezca. Sin preparación, no serás capaz de lograrlo.
–Eleanor Roosevelt, La autobiografía de Eleanor Roosevelt

Objetivos del Capítulo

Cuando usted construye una casa, primero debe definir qué quiere decir por
casa. Además, debe prepararse reuniendo un plan de diseño, herramientas, y
recursos. Este capítulo se enfoca en lo que queremos decir por entrevista clínica y
en cómo prepararse para reunirse con sus clientes. Después de leer este capítulo,
usted sabrá:

• Una definición exhaustiva de entrevista clínica.


• La naturaleza de una relación profesional entre entrevistador y cliente.
• Motivaciones comunes de los clientes para la búsqueda de asistencia
profesional.
• Información básica sobre el establecimiento de metas comunes y la
aplicación de técnicas de escucha y psicológicas.
• Como pueden ambos mejorar su efectividad y estar más cómodos al
volverse más conscientes de sí mismo.
• Como manejar dimensiones físicas esenciales de la entrevista, tales como
la disposición de los asientos, la toma de notas, y grabación de audio y
video.
• Enfoques prácticos para el manejo de temas profesionales y éticos,
incluyendo como presentarse ante los clientes, manejo de tiempos,
discutir confidencialidad y consentimiento informado, procedimientos
de documentación y manejo de estrés personal.

Cuando se le preguntó sobre sus recuerdos de postgrado, un antiguo alumno


compartió lo siguiente:

Probablemente debido a muy poca practica y muy pocos juegos de roles, lo que
más recuerdo sobre mi primera entrevista clínica es mi propio terror. Ni
siquiera recuerdo al cliente. No recuerdo las áreas problemáticas, como
terminó, o el plan de tratamiento subsecuente. Solo recuerdo estar respirando
profundamente y participar en una habla muy seria conmigo mismo diseñada
para calmarme. Todas mis memorias destacadas tienen que ver conmigo, no de
la persona quien vino buscando ayuda. Irónico, ¿no lo creen?

Es comprensible y hasta probable que usted sudará la proverbial gota gorda en


sus primeras entrevistas clínicas. Pero esperamos que al leer este libro, pensando
(y respirando) profundamente, y practicando de manera fiel con cualquiera que
se lo permita, usted avanzará rápidamente más allá de la etapa consciente de sí
mismo articulada por nuestro estudiante y será capaz de enfocarse en su cliente y
en sus tareas de entrevista.
El discernir las diferencias entre lo que sucede en una entrevista formal y
lo que sucede en las relaciones sociales normales puede ser difícil. Sin embargo,
las entrevistas clínicas son muy diferentes de una conversación ordinaria. Este
capítulo delinea estas diferencias y describe los contornos físicos y
consideraciones profesionales y éticas esenciales para prepararlo hacia su primer
entrevista.

DEFINIENDO LA ENTREVISTA CLÍNICA

La entrevista clínica se ha definido de muchas maneras. Algunos prefieren una


definición estrecha y directa:

Una entrevista es una situación controlada en donde una persona, el


entrevistador, hace una serie de preguntas a otra persona, aquel que responde.
(Keats, 2000, p. 1)
Otros son más ambiguos:

Una entrevista es una interacción entre al menos dos personas. Cada


participante contribuye al proceso, y cada uno tiene influencia sobre las
respuestas del otro. Sin embargo, esta caracterización se queda corta en definir
el proceso. La conversación ordinaria es interaccional, pero seguramente el
entrevistar va más allá. (Trull & Phares, 2001)

Otros combinan especificidad con ambigüedad:

Una entrevista representa un dialogo verbal y no verbal entre dos participantes,


cuyas conductas afectan el estilo de comunicación de cada uno, resultando en
patrones específicos de interacción. En la entrevista un participante quien se
etiqueta a sí mismo como el "entrevistador" intenta alcanzar objetivos
específicos, mientras que el otro participante generalmente asume el rol de
"responder las preguntas." (Shea, 1998, p. 6-7)

Otros más hacen énfasis en la construcción de una relación de entrevista


positiva y respetuosa:

Cuando hablamos de entrevista clínica, queremos decir una conversación


caracterizada por respeto y mutualidad, por inmediatez y una presencia cálida,
y por el énfasis en fortalezas y potencial. Debido a que la entrevista clínica es
esencialmente relacional, requiere una atención continua al cómo se dicen y
hacen las cosas, así como al que se dice y se hace. El énfasis en la relación es el
núcleo de la "forma diferente de habla" que es la entrevista clínica. (Murphy &
Dillon, 2008, p. 3)

Desde nuestra perspectiva, una buena definición de entrevista clínica incluye los
siguientes factores:

1. Se entabla una relación profesional positiva y respetuosa entre


entrevistador y cliente.
2. El entrevistador y el cliente trabajan de manera colaborativa (más o
menos, dependiendo en la situación) para establecer y alcanzar metas
para el cliente con las que estén mutuamente conformes.
3. En el contexto de una relación profesional, el entrevistador y cliente
interactúan, ambos verbal y no verbalmente, mientras el entrevistador
aplica habilidad de escucha activa y técnicas psicológicas para evaluar,
entender, y ayudar al cliente a alcanzar metas.
4. La calidad y cantidad de interacciones entre entrevistador y cliente
tienen influencia por muchos factores, incluyendo la cultura del
entrevistador y del cliente, estilo de personalidad, actitudes, y metas.

La naturaleza de una relación profesional

Una relación profesional involucra un acuerdo explícito por una parte para
proveer servicios a otra parte o entidad. Esto puede sonar torpe, pero es
importante enfatizar que una relación profesional incluye un acuerdo para la
provisión de un servicio. En consejería o psicoterapia, usualmente se le refiere a
este acuerdo como el consentimiento informado (Pomerantz & Handlesman,
2004). Esencialmente, el consentimiento informado significa que se le ha
proporcionado al cliente toda la información importante sobre los servicios que
le serán provistos durante la entrevista. Además, el consentimiento informado
indica que el cliente ha consentido de manera libre al tratamiento (Sommers-
Flanagan & Sommers-Flanagan, 2007; Welfel, 2006). Se discutirá en detalle el
consentimiento informado después en este capítulo.
Las relaciones profesionales también son caracterizadas por el pago o
compensación por los servicios (Kielbasa, Pomerantz, Krohn, & Sullivan, 2004).
Esto es cierto independientemente de si el terapeuta recibe el pago directamente
(como en la práctica privada) o indirectamente (como cuando el pago es
provisto por un centro de salud mental, Medicaid, 1 u otra institución). Los
entrevistadores profesionales proveen un servicio a quienes lo necesitan –un
servicio que debe valer lo que cuesta.
Para algunos, las relaciones profesionales son caracterizadas por una
distancia emocional y objetividad. De hecho, si usted busca la palabra profesional
en un tesauro, encontrará la palabra "experto" como el primer sinónimo posible
listado. Además, si busca la palabra clínico, encontrará palabras tales como
"científico" y "desapegado." Si se basa en estas definiciones sencillas, usted podría
asumir que la relación profesional establecida por un entrevistador clínico es
estéril y sin emociones. Sin embargo, al reflexionar de nuevo en la definición de
entrevista clínica ofrecida por Murphy y Dillon (2008), encontrará palabras tales
como "mutualidad," "respeto," y "cálido." Esto puede hacer que se pregunte si es

1
Medicaid es un programa de atención sociosanitaria en los Estados Unidos para familias e
individuos de bajos ingresos y recursos.
posible para un entrevistador clínico establecer una relación profesional basada
en experiencia y objetividad la cual también incluya mutualidad y calidez. La
respuesta es si; si es posible, pero no necesariamente fácil. Los entrevistadores
clínicos deben ser expertos en ser respetuosos, cálidos, y colaborativos con sus
clientes, mientras que al mismo tiempo, mantienen al menos algo de distancia y
objetividad profesional. También deberíamos hacer notar que el mantener este
equilibrio es muy difícil, pero también muy gratificante.
Algunos escritores han etiquetado de manera cínica a la psicoterapia
como la compra de amistad (Korchin, 1976, p. 285), pero hay muchas
diferencias entre una relación terapéutica y una amistad. Sus amigos no hacen
citas para reunirse con usted en un entorno de oficina; ellos no consideran su
propia autoexpresión, crecimiento personal, y resolución de sus problemas como
los únicos objetivos de su tiempo juntos (o si lo hacen, puede que quiera
considerar buscar nuevos amigos). Los amigos usualmente no traen consigo un
seguro de responsabilidad para ser amigos, y aunque hay muchos beneficios en la
amistad, tales beneficios no están sujetos a investigación de resultados y eficacia,
discutidos en revistas académicas, ni enseñados en programas de formación de
posgrado. Finalmente, la gente no asiste a una escuela de posgrado en amistad
para volverse sanadores y auxiliares efectivos en las vidas de sus amigos.
Aunque hay aspectos sociales y amistosos en una relación profesional,
los entrevistadores profesionales controlan su amistad. Parte de volverse un
profesional maduro es aprender a ser cálido, interactivo, y abierto con sus
clientes, mientras que al mismo tiempo se mantienen dentro de los límites de
una relación profesional (véase Poniéndolo en Práctica 2.1).

Poniéndolo en Práctica 2.1

Definiendo límites apropiados en la relación

Aunque no es común el detenernos y pensar al respecto, los límites definen la mayoría


de las relaciones. Cuando se rompe un límite comúnmente hay implicaciones éticas. El
estar familiarizado con expectativas relacionadas con roles, responsabilidades, y límites
es una parte importante de ser un buen entrevistador. Considere las siguientes
violaciones de los límites de una relación profesional. Evalúe, y discuta la gravedad de
cada una. ¿Es una violación de límites menor, algo seria, o muy seria?

• Tomar una taza de café con el cliente en una cafetería después de la entrevista.
• Pedir a su cliente un aventón para recoger su automóvil.
• Ofrecer llevar a cenar a su cliente en alguna ocasión.
• Aceptar una invitación para ir a un concierto con un cliente.
• Pedir a su cliente (un profesor de matemáticas) que ayude a sus hijos con su
tarea.
• Pedir dinero prestado de un cliente.
• Compartir un chisme pequeño con un cliente sobre alguien que ambos
conocen.
• Hablar con un cliente acerca de otro cliente.
• Fantasear teniendo sexo con su cliente.
• Darle a su cliente un poco de dinero para compras porque sabe que su cliente
se enfrenta a un fin de semana largo sin alimento.
• Invitar a un cliente a su iglesia, sinagoga, o mezquita.
• Tomar acción sobre una recomendación financiera que su cliente le dio y
comprar acciones del agente de bolsa de su cliente.
• Salir con su cliente en citas románticas.
• Dar el nombre de su cliente a una agencia de voluntarios.
• Escribir una carta de recomendación para la aplicación de trabajo de su cliente.
• Hacer que su cliente escriba una carta de recomendación para una aplicación
de trabajo.

Motivación en el cliente

La mayoría de los clientes ser acercan a un profesional en salud mental por una
de las siguientes razones:

• Una aflicción, descontento, o discapacidad personal-social subjetiva.


• Alguien, quizá un cónyuge, familiar, oficial de libertad condicional, ha
insistido que inicien consejería. Usualmente esto significa que el cliente
se ha portado mal, ha irritado a otros, o infringido la ley.
• Crecimiento y desarrollo personal.

Cuando los clientes vienen a terapia por aflicción personal o una discapacidad
funcional, comúnmente se sienten desmoralizados ya que han sido incapaces de
hacer frente a sus problemas de manera independiente (Frank & Frank, 1991;
1996). Al mismo tiempo, estos clientes, ya que sienten el dolor o costo de sus
problemas, también pueden estar altamente motivados (a menos que estén
significativamente deprimidos, en tal caso su desesperanza puede pesar más que
su motivación). Su fuerte motivación puede traducirse en una cooperación,
esperanza, y receptividad considerables hacia lo que el terapeuta tiene que decir.
En contraste, en ocasiones los clientes llegan a una entrevista clínica con
poca motivación. Puede que hayan sido engatusados u obligados hacia la terapia
por alguien más. En tales casos, la motivación principal del cliente puede que sea
el terminar la terapia o el ser pronunciado "bien de salud" (Sommers-Flanagan &
Sommers-Flanagan, 1995b; 2007b). Obviamente, si los clientes no están
motivados, es un desafío para los entrevistadores el establecer y mantener una
relación profesional terapeuta-cliente.
Los clientes quienes vienen a terapia por crecimiento y desarrollo
personal están muchas veces altamente motivados para entablar un proceso
terapéutico. Ya que vienen por su propia voluntad y por razones positivas, estos
clientes pueden estar particularmente entusiasmados por la terapia y es fácil
trabajar con ellos.
Los terapeutas de terapia enfocada en soluciones usan un sistema
descriptivo de tres categorías similar cuando evalúan la motivación del cliente
(Murphy, 2008). Este sistema incluye:

1. Visitantes al tratamiento: Estos clientes atienden la terapia solo cuando


son obligados. No tienen un interés personal en el cambio.
2. Querellante: Estos clientes atienden a terapia principalmente por una
combinación de aflicción personal e instancia de otros. Tienen un
interés leve en el cambio.
3. Clientes para el cambio: Estos clientes están especialmente interesados
en el cambio –ya sea para aliviar síntomas o por desarrollo personal.

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