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Erasmo de Rotterdam

(Desiderio Erasmo de Rotterdam; Rotterdam, 1466 - Basilea, 1536) Humanista neerlandés de expresión latina. Clérigo regular de san
Agustín (1488) y sacerdote (1492), pero incómodo en la vida religiosa (que veía llena de barbarie y de ignorancia), se dedicó a las
letras clásicas y, por su fama de latinista, consiguió dejar el monasterio como secretario del obispo de Cambrai (1493). Cursó estudios
en París (1495) y, tras dos breves estancias en Países Bajos (1496 y 1498), decidió llevar vida independiente. En tres ocasiones (1499,
1505-1506 y 1509-1514) visitó Inglaterra, donde trabó amistad con J. Colet y con T. Moro, en cuya casa escribió su desenfadado e
irónico Elogio de la locura (1511), antes de enseñar teología y griego en Cambridge.
La lucha contra la disciplina y las instituciones
Dibujo a la pluma de Hans Holbein el Joven en el margen del ejemplar de Oswald Myconius de la edición de 1515 del Elogio de la
locura de Erasmo.
No sabemos cuál de las tres instituciones educativas en las que estuvo internado Erasmo fue la causante del profundo rechazo que
sintió toda su vida hacia el autoritarismo que impedía pensar libremente. [cita requerida] Pudo ser la escuela primaria (de los 8 a los 13
años), el convento agustino (de los 16 a los 22) o la Universidad de París (a mediados de la década de 1490), cuando tenía más de 24
años.
Como resultado de su estancia en alguna de ellas, o en las tres, Erasmo desarrolló un sentimiento de rechazo frente a la institución y
llegó a la conclusión de que tanto los colegios como las Universidades y, en general, muchas veces la misma Iglesia, impedían pensar
libremente. Desde entonces se opuso a cualquier tipo de autoridad y buscó mayor libertad leyendo a los escritores clásicos griegos y
latinos. Quizá fueran los métodos de disciplina que en las tres escuelas se aplicaban para "quebrar la voluntad" de los alumnos, lo
que lo llevó a distanciarse de las autoridades. Lo que nadie podía prever era que la voluntad de Erasmo se resistiría a ser "quebrada"
hasta el mismísimo día de su muerte. Por otra parte, se enfurecía al ver la "disciplina" que se aplicaba con los niños, mientras los
monjes disfrutaban relajadamente contrariando los propios principios que enseñaban.
En la universidad se dio cuenta de que en vez de enseñarse las nuevas ideas, se seguía practicando con mucha importancia la
discusión escolástica, reclamando el retorno a las fuentes genuinas, a través de
la aplicación rigurosa del método histórico crítico.
Fama y productividad literaria
Al regresar a Inglaterra hacia 1509, Erasmo escribió una de sus obras más
famosas, Elogio de la locura que en poco tiempo alcanzó siete ediciones. La idea
era distribuirla solo en círculos privados, «por sus críticas a los abusos y locuras
de las varias clases de la sociedad, especialmente la Iglesia». Su fama alcanzaría
a ser conocida en toda Europa, de todas partes le llegaría correspondencia con
la intención de verse aconsejados por él.
Fue allí donde quizás alcanzó su mayor productividad literaria. Lo hizo a una
edad ya madura y tardía para lo normal en aquella época, porque consideraba
que quien no sabe escribir bien, siempre se equivoca al expresarse o transmitir
un mensaje. Por eso, se preocupó primero de convertirse en un verdadero
maestro en el uso de la prosa en lengua latina. Fue el idioma más claro que
encontró, el más apropiado para transmitir ideas complejas, y el más útil para
transmitir sus ideas a toda Europa.
Hallándose en la ciudad imperial de Basilea, donde se vio obligado a retirarse a causa de la insostenible situación de Lovaina en
elBrabante Flamenco, su anterior domicilio como empleado del emperador Carlos V, Erasmo sintió la calidez del lugar, que lo recibió
con hospitalidad y cordiales atenciones, y una vez más se rodeó de amigos y seguidores que habían comenzado a creer en él y en sus
ideas. Allí se dedicó a la edición crítica del Nuevo Testamento, hacia 1516. Halló en Juan Froben un impresor y editor competente
para su obra, que llamará Novum Instrumentum.
Si se considera que la convicción de Erasmo era educar, para que el estudiante pudiese dudar de la administración y los asuntos
públicos de la Iglesia y del gobierno, sus aparentes contradicciones desaparecen y comienza a visualizarse con claridad la enorme
coherencia de su obra, mantenida con firmeza a través de los años y las décadas.
Los últimos años
Ilustración de la Biblia de Lutero, que incluye la traducción del Nuevo Testamento de Erasmo, donde se muestra el sistema
ptolemaico.
Erasmo pasó los últimos años de su vida acosado tanto por católicos como por reformadores. Esos tiempos fueron amargos por las
duras disputas con hombres a los que Erasmo había querido y respetado en el pasado pero que no le perdonaron el hecho de no
haber querido tomar partido e intentaban desprestigiarlo en su ancianidad.
La más notable disputa verbal fue la que sostuvo con Ulrich von Hutten, un estudioso brillante pero de carácter inestable, que se
había volcado al luteranismo con toda la fuerza de su corazón. Hutten dijo que "Erasmo, si le queda algo de decencia, tiene que hacer
lo mismo". En su libro de (1523), acusa a Hutten de haberlo malinterpretado acerca de su apoyo a la Reforma y reafirma su férrea
determinación de no tomar partido en la disputa, cualesquiera que fuesen los argumentos que las partes en pugna intentaran utilizar
para convencerlo.
La ciudad suiza de Basilea, donde residía Erasmo desde 1521, se adhirió oficialmente en 1529 a la Reforma protestante, por lo que se
alejó de allí y estableció su residencia en la ciudad imperial de Friburgo de Brisgovia, donde continuó con su actividad
literaria,13llegando a concluir la obra más importante de este período: el "Eclesiástico" paráfrasis del libro bíblico del mismo nombre,
en el cual el autor afirma que la labor de predicar es el único oficio verdaderamente importante de la fe católica. En 1521 conoció
a Johannes a Lasco, el futuro reformador de Frisia, que se convirtió en uno de sus alumnos preferidos. La última obra del pensador,
titulada "Preparación para la muerte", asegura que haber llevado una vida íntegra, proba, honesta es la única condición para alcanzar
una "muerte feliz".
Obras seleccionadas
Adagios (1500)
Enchiridion militiis christiani (Manual del caballero cristiano) (1503)
De ratione studii (Sobre el método de estudio) (1511)
Enchomion moriae seu laus stultitiae (Elogio de la locura) (1511)
Institutio principis christiani (Educación del príncipe cristiano) (1516)
Traducción del Nuevo Testamento al latín (1516)
Paráfrasis del Nuevo Testamento (1516)
Colloquia (1517)
Spongia adversus aspergines Hutteni (1523)
De libero arbitrio diatribe ("Discusión acerca del libre albedrío") (1524)
Primer tomo de Hyperaspistes (Superescudo) (1526)
Segundo tomo de Hyperaspistes (1527)
LEONARDO DA VINCI
(Vinci, Toscana, 1452 - Amboise, Turena, 1519) Artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio
polifacético, representa el modelo más acabado del sabio renacentista.
Leonardo da Vinci era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no le permitió conocer a su madre, una modesta campesina. Se
formó como artista en Florencia, en el taller de Andrea del Verrocchio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades
italianas como Milán (en donde permaneció entre 1489 y 1499 bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza, llamado el Moro) o
Roma (en donde trabajó para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha conservado ninguna escultura suya
y parece que ninguno de los edificios que diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto sólo quedan
indicios en sus notas y bocetos personales.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como un personaje cumbre en la historia del arte. De
la veintena de cuadros suyos conservados, destacan La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La
Adoración de los Magos y el Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La
Mona Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona
(abreviatura de Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.
Todas sus obras son composiciones muy estudiadas, basadas en la perfección del
dibujo y con un cierto halo de misterio, en las que la gradación del color contribuye
a completar el efecto de la perspectiva; en ellas introdujo la técnica del sfumato,
que consistía en prescindir de los contornos nítidos de la pintura del
«Quattrocento» y difuminar los perfiles envolviendo las figuras en una especie de
neblina característica. El propio Leonardo teorizó su concepción del arte pictórico
como «imitación de la naturaleza» en un Tratado de pintura que sólo sería
publicado en el siglo XVII.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los
apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos)
contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la
que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir
separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones,
dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando
en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología
(con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología
(con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno
en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del
Sistema Solar), la física o la ingeniería.
En este último terreno fue donde quedó más patente su talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores, ya que
Leonardo concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos y que la técnica ha acabado por convertir
en realidad siglos más tarde: aparatos de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un salvavidas), máquinas
voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre),
máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de combate del siglo XX), obras de ingeniería civil (como
canalizaciones de agua o casas prefabricadas), herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una hiladora, una laminadora, una
draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etcétera.
Sin embargo, el genio de Leonardo le encaminó a tal cantidad de objetivos diferentes que apenas ejerció influencia sobre la marcha
de los distintos campos que tocó, aunque sí obtuvo un gran prestigio personal, que ha perdurado hasta nuestros días. Muchos de los
proyectos que emprendió quedaron inacabados cuando otros nuevos atrajeron su interés; y, en cuanto a los inventos, se limitó a
concebir ideas útiles, pero no se esforzó por plasmarlas en modelos viables que pudieran funcionar, por lo que la mayoría de sus
investigaciones fueron especulaciones teóricas sin consecuencias prácticas. En ellas se concentró a partir de 1516 cuando, con las
manos afectadas por una parálisis, pasó a vivir en Francia bajo la protección de Francisco I.
Últimos años: Roma y Francia
En el Vaticano vivió una etapa de tranquilidad, con un sueldo digno y sin grandes obligaciones: dibujó mapas, estudió antiguos
monumentos romanos, proyectó una gran residencia para los Médicis en Florencia y, además, reanudó su estrecha amistad con el
gran arquitecto Donato Bramante, hasta el fallecimiento de éste en 1514. Pero en 1516, muerto su protector Giuliano de Médicis,
Leonardo dejó Italia definitivamente para pasar los tres últimos años de su vida en el palacio de Cloux como «primer pintor,
arquitecto y mecánico del rey».
El gran respeto que le dispensó Francisco I hizo que Leonardo pasase esta última etapa de su vida más bien como un miembro de la
nobleza que como un empleado de la casa real. Fatigado y concentrado en la redacción de sus últimas páginas para el nunca
concluido Tratado de la pintura, cultivó más la teoría que la práctica, aunque todavía ejecutó extraordinarios dibujos sobre temas
bíblicos y apocalípticos. Alcanzó a completar el ambiguo San Juan Bautista, un andrógino duende que desborda gracia, sensualidad y
misterio; de hecho, sus discípulos lo imitarían poco después convirtiéndolo en un pagano Baco, que hoy puede verse en el Louvre de
París.
MARTÍN LUTERO
(Eisleben, Turingia, 1483 - 1546) Teólogo alemán. Las aceradas
críticas que Martín Lutero dirigió a la disipación moral de la Iglesia
romana, centradas al principio en el comercio de bulas, le valieron
una rápida excomunión en 1520, pero también lo convirtieron en la
cabeza visible de la Reforma, movimiento religioso que rechazaba la
autoridad del Papado y aspiraba a un retorno a la espiritualidad
primitiva.
A lo largo del siglo XVI, por la acción de Lutero y de otros
reformadores, y con el apoyo de príncipes y monarcas deseosos de
incrementar su poder e independencia, la Reforma conduciría al
establecimiento de diversas Iglesias protestantes en el norte de
Europa y a las llamadas «guerras de religión» entre católicos y
protestantes. Con este último de los grandes cismas del
cristianismo, el cisma protestante, finalizaba la hegemonía de la
Iglesia católica en el viejo continente y quedaba configurado el
mapa religioso que en líneas generales ha perdurado hasta nuestros
días: Iglesias nacionales desligadas de Roma en los países del norte
y pervivencia de la Iglesia católica en los países del sur.
Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo
monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar teología en la
Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512. Siendo
ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que
vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y
censuró también que las bulas eclesiásticas (documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados
cometidos) fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.
Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, expresado desde la
Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif (siglo
XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de
bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando sus célebres noventa y cinco
tesis, que clavó a la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg (1517) y que pronto serían impresas bajo el título
Cuestionamiento al poder y eficacia de las indulgencias.
La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia
Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la
Biblia y al uso de la razón. En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con Roma al desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos
reformistas»: Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y Sobre la libertad
cristiana. Finalmente, el papa León X le condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el
nuevo emperador, Carlos V, le declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521).
Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el
pueblo alemán, y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo
que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente del movimiento religioso conocido como la Reforma.
La teología luterana
Desligado de la obediencia romana, Martín Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que
conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en
escritos de San Pablo y de San Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas
obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas
que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.
Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual
desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras
no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, la cual
debía ser traducida, por consiguiente, a idiomas que todos los creyentes pudieran entender. El propio Lutero la tradujo al alemán,
creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores.
También negó otras ideas asumidas por la Iglesia a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que
los clérigos permanecieran célibes; para dar ejemplo, él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja convertida al
luteranismo. De los sacramentos católicos, Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios, es decir, el
bautismo y la eucaristía, rechazando los demás.
Al rechazar la autoridad centralizadora de Roma, Lutero proclamó la independencia de las Iglesias nacionales, cuya cabeza debía ser
el príncipe legítimo de cada Estado; la posibilidad de hacerse con el dominio de las Iglesias locales (tanto en su vertiente patrimonial
como en la de aparato propagandístico para el control de las conciencias) atrajo a muchos príncipes alemanes y facilitó la extensión
de la Reforma. Tanto más cuanto que Lutero insistió en la obediencia al poder civil, contribuyendo a reforzar el absolutismo
monárquico y desautorizando movimientos populares inspirados en su doctrina, como el que desencadenó la «guerra de los
campesinos» (1524-25).
La extensión del luteranismo dio lugar a las «guerras de religión» que enfrentaron a católicos y protestantes en Europa a lo largo de
los siglos XVI y XVII, si bien las diferencias religiosas fueron poco más que el pretexto para canalizar luchas de poder en las que se
mezclaban intereses políticos, económicos y estratégicos. El protestantismo acabó por consolidarse como una religión cristiana
separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al aparecer disidentes radicales en la
propia Alemania (como Thomas Münzer) y al extenderse el protestantismo a otros países europeos, en donde aparecieron
reformadores locales que crearon sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferenciadas (como en la Inglaterra de Enrique VIII o
la Suiza de Ulrico Zuinglio y Juan Calvino).
NICOLÁS MAQUIAVELO
(Florencia, 1469-1527) Escritor y estadista florentino. Nacido en el seno de una familia noble empobrecida, Nicolás Maquiavelo vivió
en Florencia en tiempos de Lorenzo y Pedro de Médicis. Tras la caída de Savonarola (1498) fue nombrado secretario de la segunda
cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar
importantes misiones diplomáticas ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano I y César Borgia, entre otros.
Su actividad diplomática desempeñó un papel decisivo en la formación de su pensamiento político, centrado en el funcionamiento
del Estado y en la psicología de sus gobernantes. Su principal objetivo político fue preservar la soberanía de Florencia, siempre
amenazada por las grandes potencias europeas, y para conseguirlo creó la milicia nacional en 1505. Intentó sin éxito propiciar el
acercamiento de posiciones entre Luis XII de Francia y el papa Julio II, cuyo enfrentamiento terminó con la derrota de los franceses y
el regreso de los Médicis a Florencia (1512).
Como consecuencia de este giro político, Maquiavelo cayó en desgracia, fue
acusado de traición, encarcelado y levemente torturado (1513). Tras recuperar
la libertad se retiró a una casa de su propiedad en las afueras de Florencia,
donde emprendió la redacción de sus obras, entre ellas su obra maestra, El
príncipe (Il principe), que Maquiavelo terminó en 1513 y dedicó a Lorenzo de
Médicis (a pesar de ello, sólo sería publicada después de su muerte).
En 1520, el cardenal Julio de Médicis le confió varias misiones y, cuando se
convirtió en Papa, con el nombre de Clemente VII (1523), Maquiavelo pasó a
ocupar el cargo de superintendente de fortificaciones (1526). En 1527, las
tropas de Carlos I de España tomaron y saquearon Roma, lo que trajo consigo la
caída de los Médicis en Florencia y la marginación política de Maquiavelo, quien
murió poco después de ser apartado de todos sus cargos.
La obra de Nicolás Maquiavelo se adentra por igual en los terrenos de la política
y la literatura. Sus textos políticos e históricos son deudores de su experiencia
diplomática al servicio de Florencia, caso de Descripción de las cosas de
Alemania (Ritrato delle cose della Alemagna, 1532). En Discursos sobre la
primera década de Tito Livio (Discorsi sopra la prima deca di Tito Livio, 1512-
1519) esbozó, anticipándose a Vico, la teoría cíclica de la historia: la monarquía
tiende a la tiranía, la aristocracia se transforma en oligarquía y la democracia en
anarquía, lo que lleva de nuevo a la monarquía.
En El príncipe, obra inspirada en la figura de César Borgia, Maquiavelo describe distintos modelos de Estado según cuál sea su origen
(la fuerza, la perversión, el azar) y deduce las políticas más adecuadas para su pervivencia. Desde esa perspectiva se analiza el perfil
psicológico que debe tener el príncipe y se dilucida cuáles son las virtudes humanas que deben primar en su tarea de gobierno.
Maquiavelo concluye que el príncipe debe aparentar poseer ciertas cualidades, ser capaz de fingir y disimular bien y subordinar
todos los valores morales a la razón de Estado, encarnada en su persona.
El pensamiento histórico de Nicolás Maquiavelo quedó plasmado fundamentalmente en dos obras: La vida de Castruccio Castracani
de Luca (1520) e Historia de Florencia (Istorie fiorentine, 1520-1525). Entre sus trabajos literarios se cuentan variadas composiciones
líricas, como Las decenales (Decennali, 1506-1509) o El asno de oro (L'asino d'oro, 1517), pero sobre todas ellas destaca su comedia
La mandrágora (Mandragola, 1520), sátira mordaz de las costumbres florentinas de la época. Clizia (1525) es una comedia en cinco
actos, de forma aparentemente clásica, que se sitúa en la realidad contemporánea que Maquiavelo tanto deseaba criticar.
GIORDANO BRUNO
Giordano Bruno, de nacimiento Filippo Bruno (Nola, Nápoles, 1548 - Roma, 17 de febrero de 1600) fue un astrónomo, filósofo,
matemático y poeta italiano.
Sus teorías cosmológicas superaron el modelo copernicano, pues propuso que el Sol era simplemente una estrella; que el universo
había de contener un infinito número de mundos habitados por animales y seres inteligentes. Miembro de la Orden de los
Dominicos, propuso en el campo teológico una forma particular de panteísmo, lo cual difería considerablemente de la visión
cosmológica sostenida por la Iglesia católica. Pero no fueron estos razonamientos la causa de su condena sino sus afirmaciones
teológicas, que lo llevaron a ser condenado por las autoridades civiles de Roma después de que la Inquisición romana lo encontrara
culpable de herejía. Fue quemado en la hoguera. Tras su muerte, su nombre ganó fama considerable, particularmente en el siglo
XIX y principios del XX.
Datos biográficos y académicos
Nació en Nola, a unos 20 kilómetros de Nápoles, entonces bajo el dominio
español. Estudió en Nápoles desde los diez años, en 1565 ingresó a la Orden
de los Dominicos, donde se dedicó al estudio de la filosofía aristotélica y a
la teología de Santo Tomás de Aquino (tomismo). Ese mismo año cambió su
nombre de pila, Felipe, por el de Giordano. En 1575 fue trasladado al
convento de la Minerva en Roma y se ordenó sacerdote.1
Expresó en escritos y conferencias sus ideas científicas acerca de la pluralidad
de los mundos y sistemas solares, el heliocentrismo, la infinitud del espacio y
el Universo y el movimiento de los astros, lo cual escandalizaba a
la cristiandad de la época, pero fueron sus teorías teológicas las que le traerán
una persecución en su contra por parte de laIglesia católica y la Inquisición.
Sus opiniones suscitaron un escándalo, y se formularon 130 artículos de
acusación contra él. Por temor a la Inquisición, a los veintiocho años
abandonó la "prisión angosta y negra del convento" y huyó de Roma en 1576,
comenzando una vida errante y aventurera. Desde entonces pudo decir con
razón, que "toda la tierra es patria para un filósofo". Viajó por el norte de
Italia: Génova, Savona, Turín, Venecia, Padua, enseñando gramática y
cosmogonía a los niños para ganarse la vida. Al mismo tiempo estudió intensamente las obras de Nicolás de Cusa, Telesio y adoptó el
sistema de Nicolás Copérnico, lo que le valió ser combatido tanto por los católicos como por los protestantes. Se trasladó luego a
otras regiones, como Ginebra 1579 y Lyon. En la Universidad de Toulouse se doctoró en teología y enseñó dos años (1580-1581).
Escribió la Clavis magna (lulista) y explicó el tratado De Anima de Aristóteles. Tras recorrer otras regiones y realizar diversos escritos,
regresa a Italia, fijando su residencia en Venecia, donde la Inquisición veneciana lo encarcela el 23 de mayo de 1592 y es reclamado
por Roma el 12 de septiembre de 1592, pasando otros siete años en prisión, acusado de blasfemia, herejía e inmoralidad, para
finalmente ser condenado, por herético, impenitente, pertinaz y obstinado, a la hoguera, en la que murió el 17 de
febrero de1600 en Campo de' Fiori, Roma. Murió estoicamente, sin exhalar un grito. Rechazó al sacerdote que quería darle a besar el
crucifijo. En 9 de junio de 1889 se erigió por suscripción internacional una estatua en el lugar de su muerte, exaltando su figura como
mártir de la libertad de pensamiento y de los nuevos ideales.
Invitado por Juan Mocenigo, quien quería aprender de él la mnemotécnica y quizá también la magia, Giordano Bruno marchó a
Venecia; pero aquél, no satisfecho de la enseñanza y molestado por los discursos heréticos de su huésped, le denunció al Santo
Oficio. Conseguida por la Inquisición romana la extradición, Giordano Bruno fue encarcelado, interrogado por los inquisidores y,
finalmente, condenado a una muerte cruel.
Se ha considerado a Giordano Bruno símbolo del pensamiento libre rebelado frente al dogma religioso: vuelve alegremente al
naturalismo antiguo "renacido" en los nuevos tiempos, sostiene sus opiniones en todos los países de Europa y ante los poderosos y
doctos y, finalmente, después de ocho años de cárcel, prefiere la muerte a la retractación. Bajo este aspecto, aparece como héroe
sublime de una humanidad resuelta a reivindicar y defender a costa de la vida el derecho a pensar de acuerdo con una razón
autónoma y meramente filosófica.
En honor a la verdad, sin embargo, debe tenerse en cuenta que Giordano Bruno se ordenó, según él mismo dijo a la Inquisición
véneta, cuando ya su mente estaba invadida por muchas dudas acerca de los máximos dogmas (Trinidad y Encarnación) y se veía
inclinada a una interpretación racionalista y naturalista de ellos; que nunca fue perseguido en los países católicos transalpinos por
haber huido de un convento ni por sus ideas; y que al regresar a Italia proclamaba abiertamente no haber de temer nada de la
Inquisición y estar resuelto a volver al "gremio de la Iglesia católica". Los debates acerca de esta figura se hallan muy lejos de tocar a
su fin; de todas formas, nadie puede discutir el valor del entusiasmo mental con que Giordano Bruno cantó como divina la infinita
fecundidad de formas de la naturaleza.
Obras
Hay obras que aún no han sido publicadas en español, otras se consideran perdidas y otras de cuya distribución se duda.
 1582
 Ars memoriae Texto completo en latín, Twilit Grotto: Archives of Western Esoterica
 De umbris idearum Texto completo en latín, Twilit Grotto: Archives of Western Esoterica
 Cantus Circaeus Texto completo en latín, Twilit Grotto: Archives of Western Esoterica
 De compendiosa architectura
 Candelaio o Candelajo Comedia Texto completo en italiano en 'Opere di Giordano Bruno di Nolano', edición de
Adolfo Wagner, 1830, Vol I, pág.1
 1583
 Ars reminicendi Triginta Sigilli Texto completo en latín, Twilit Grotto: Archives of Western Esoterica
 Explicatio triginta sigillorum Texto completo en latín, Twilit Grotto: Archives of Western Esoterica
 Sigillus sigillorum
 1584
 La Cena de le Ceneri Texto completo en italiano, Giordano Bruno.
 De la causa, principio, et Uno Texto completo en italiano, Giordano Bruno
 De l'infinito universo et Mondi Texto completo en italiano, Giordano Bruno
 Spaccio de la Bestia Trionfante Texto completo en italiano, Giordano Bruno
NICOLÁS COPÉRNICO
Biografía
Nicolás Copérnico (Nicolaus Copernicus, versión latina del original Niklas Koppernigk con el que fue bautizado) nació el 19 de febrero
de 1473 en Toruń, Polonia, a orillas del Vístula, y murió el 24 de mayo de 1543 en Frauenburg ( Frombork, en la actualidad), a orillas
de la Laguna del Vístula, también en Polonia.
En 1466, tras los acuerdos de paz de 1422 y 1435 entre la Orden de los Caballeros Teutónicos y la Unión de Prusia, la Prusia
occidental, bajo el gobierno de aquellos, se rindió al rey de Polonia (segunda paz de Torun), pasando sus territorios, que incluían
Torun, a formar parte del reino de Polonia. Estas variaciones en el mapa político de la época están en la base de la polémica sobre la
"nacionalidad" de Copérnico: ¿alemán o polaco? (en una época en la que, por lo demás, las nacionalidades modernas no estaban
definidas). Copérnico nacería siete años después de la paz de 1466, en territorios pertenecientes al reino de Polonia, aunque su
lengua materna fuera el alemán, y el latín la lengua en la que escribió los libros en los que se expresa su pensamiento.
Copérnico fue el cuarto hijo de Niklas Koppernigk (o Kopernik) y Barbara Watzenrode (o Watzelrode). Su padre, originario de
Cracovia, era un adinerado comerciante que se instaló en Torun, que entonces era un importante enclave comercial de la Liga
Hanseática con un puerto fluvial muy activo. Su madre pertenecía a una importante familia de comerciantes de Torun, la de Peter
Basgert.
Tras la muerte de su padre, en 1483, Copérnico, al igual que su hermano Andreas y sus hermanas Bárbara y Katharina, quedó bajo la
tutela de su tío materno, Lucas Watzenrode, canónigo en la Catedral de Frauenburg y que sería posteriormente nombrado Obispo de
la región de Warmia (Ermland, en alemán) en 1489, quien orientó su educación hacia la vida clerical, primero en la escuela
catedralicia de Wloclawek, con la formación humanista inicial y luego en la Universidad de Cracovia, que gozba entonces de gran
reputación, en la que ingresó, junto con su hermano Andreas, en 1491. Allí siguió los acostumbrados cursos de la Facultad de Artes,
estudiando geografía, latín, filosofía, matemáticas, astronomía y astrología, como se atestigua por las copias de algunas obras
compradas por Copérnico en esa época y que se conservan todavía en la actualidad, además de cursos de medicina y derecho.
Durante su estancia en la Universidad trabó amistad con el astrónomo Albertus de Brudzewo, quien había publicado en 1842 un
comentario sobre la obra de Peurbach "Theoricae novae planetarum". Brudzewo no impartía cursos públicos de astronomía en la
Universidad, sino de filosofía, desde 1490, por lo que se cree que dio a Copérnico lecciones particulares de astronomía.
Tras varios años en la Universidad de Cracovia, hasta 1494, sin que conste la obtención de ningún título (lo que, por lo demás, era
frecuente en su época), continuó sus estudios en Italia dos años después, en 1496, en la Universidad de Bolonia, para titularse en
Derecho canónico, uniéndose a la "Nación alemana" de dicha universidad en enero de 1497. (Las "naciones" universitarias
agrupaban a los estudiantes en función de criterios distintos al de las "nacionalidades" y que pertenecían a distintos países; la
"nación germana" de Bolonia, por ejemplo, incluía a jóvenes de familias acomodadas). Además de asistir a las clases de derecho
canónico asistió a clases de griego, matemáticas y astronomía y vivió en casa de Domenico María de Novara, que era profesor de
astronomía, quien le aceptó "como ayudante y colaborador, más bien que como discípulo", según palabras de Rheticus. Durante su
estancia en Italia (el año 1500 vivió prácticamente en Roma todo el tiempo, donde según Rheticus impartió un curso de
matemáticas) su tío Lucas Watzenrode, consiguió que Copérnico fuera nombrado canónigo de la catedral de Frauenburg (Frombork,
en la actualidad), cargo que asumió en la primavera de 1501. Como no había terminado sus estudios en Italia fue autorizado para
ausentarse dos años de la diócesis y volver a Italia, para terminar sus estudios de derecho canónico y los de medicina en la
universidad de Padua, famosa en la época por sus estudios de medicina. En 1503 obtuvo su titulación en Derecho canónico, pero no
por la universidad de Bolonia, sino por la de Ferrara, donde permaneció unos meses, regresando luego a Padua. En sus siete años en
Italia, además de proseguir sus observaciones y estudios astronóminos, se cree que debió conocer el renacer de las teorías
pitagóricas y el neoplatonismo. No llegó a terminar los estudios de medicina en Padua, regresando a los dos años a Frauenburg al
servicio de su tío Lucas Watzenrode, que vivía en el Castillo de Lidzbark (Heilsberg, en alemán), sede del obispado, a pocos
kilómetros de Frauenburg, haciendo las veces de médico y de secretario personal del mismo.
Después de la enfermedad y muerte de su tío, en 1512, Copérnico regresa a su puesto en Frauenburg, donde establecerá su
residencia de manera preferente, aunque las vicisitudes políticas y militares de la zona, le obligarán a desplazar su residencia en
varias ocasiones, (al Castillo de Allenstein, por ejemplo) a veces por amplios períodos de tiempo. Copérnico llevará una vida pública
muy activa en los años siguientes, no sólo debido a la administración de la diócesis, sino también ocupado en gestiones diplomáticas,
organizando la defensa y fortificación de las ciudades que pertenecían a la diócesis en los años de guerra, ocupándose de cuestiones
económicas para solucionar los problemas de fraude en las transacciones comerciales, etc. Además, se entregará a sus estudios de
astronomía y a las observaciones desde una de las torres de las fortificaciones de la catedral, en la que tenía sus habitaciones. Hacia
1507, según L. A . Birkenmajer, o hacia 1512 según E. Rosen, comenzará a escribir una obra de astronomía (aunque al parecer no la
distribuirá entre sus amigos hasta el 1514), conocida como el Pequeño Comentario o "Commentariolus", en la que se anticipan
algunos de los elementos de su posterior obra "De revolutionibus..." y en la que se introduce ya la hipótesis heliocéntrica.
En 1539 Georg Joachim von Lauchen, conocido como Rheticus, de la Universidad de Wittenberg, comenzó a trabajar con Copérnico,
con quien permanecería un par de años. Rheticus publicará en 1540 una obra llamada Narratio Prima, dirigida a su maestro
Johannes Schoner, en la que se resumen los resultados más destacados de las investigaciones de Copérnico. Tras muchos años de
trabajos continuados y muchas dudas sobre la oportunidad de publicar o no los resultados de sus investigaciones (el cardenal
Schönberg le había escrito desde Roma, en 1536, pidiéndole que hiciera públicos sus descubrimientos, tras haber sido expuestas sus
teorías al Papa Clemente VII por parte de su secretario, Johann Widmanstadt, carta que se
reproduce en la primera edición del De Revolutionibus) y a la vista de la aceptación obtenida
por la obra de Rheticus, y animado por este y por Tiedemann Giese, (Obispo de Warmia,
amigo íntimo de Copérnico y a quien éste legará sus escritos), Copérnico se decide a dar a la
imprenta su obra, "De revolutionibus orbium coelestium", entregando a Rheticus una copia
de su manuscrito que será publicada por la imprenta de Johann Petreius, de Nurenberg, en
1543. Sin embargo, la obra se publicó con un prefacio anónimo "al lector" en el que se
presentaba la teoría copernicana como una mera hipótesis matemática, sin correspondencia
necesaria con la realidad. Kepler, 50 años después, revelaría que el autor de tal prefacio fue
un teólogo luterano, Andreas Osiander, amigo de Rheticus, a quien éste, tras su traslado a la
Universidad de Leipzig, había encargado de vigilar la impresión de la obra, no habiéndose
podido precisar posteriormente si Copérnico conocía o no la inserción de dicho prólogo en la
edición de la obra. En todo caso, tras la publicación de la obra, Tiedemann Giese reclamó, sin
éxito, la supresión de dicho prólogo, por considerar que iba contra la verdadera teoría de su
autor. Según Tiedemann Giese, Copérnico recibió un ejemplar de la obra el mismo día de su
muerte, el 24 de mayo de 1543, en Frauenburg, en cuya catedral fue enterrado.
Obras de Copérnico
—Commentariolus (nombre con el que se conoce abreviadamente su obra "Nicolai Copernici de hypothesibus motuum coelestium a
se constitutis commentariolus"). Escrito probablemente en torno a 1507, según L.A. Birkenmajer.
—Theophylacti scholastici Simocatho epistolo, traducción latina de las epístolas morales, rústicas y amatorias, de un historiador y
poeta bizantino, muerto hacia el 640, Theophylactus Simocattes, (Teofilacto Simocates). Publicado en 1509.
—De octava sphaera (conocido también como Carta contra Werner o Carta a Wapowski). Escrito en 1524, es una crítica a la obra de
Juan Werner "Del movimiento de la octava esfera".
—Monetae cunendae ratio ("Disertación sobre la acuñación de la moneda", estudio económico sobre la inflación y la acuñación, uso,
canje y valor de la moneda, escrito entre 1526 y 1528)
—De Lateribus et angulis Triangulorum (Expone las ideas trigonométricas de Copérnico). Publicado en 1542.
—De revolutionibus orbium coelestium. Publicado en 1543, contiene los resultados de varias décadas de investigaciones y expone la
tesis heliocéntrica.

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