Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MIRADAS
De la cocina mexicana .
Periodos, fuentes Y personajes
JoS< Lui Juárez López'
mundo occidental: se logró la indepen- sopa del delfinado, a base de harina y se pusieron a la venta los primeros
dencia de Esrados Unidos y esralló la parecida a las migas, y, sobre todo, el recetarios durante la primera mitad del
revolución en Francia, país donde, por arroz. Esto último sucedió a pesar de siglo XIX.
cierto, aparecerían los primeros restau- que algunos de nuestros historiadores Estos documentos son particularmen-
rantes. El mundo cambió y las modas aseguran que su preparación era bien te importantes porque marcan el inicio
se difundieron más rápido. Se intentó conocida en Nueva España desde los de una nueva dinámica: tomar recetas de
meter al orden y a la disciplina a los tiempos del galeón de Manila. En todo un libro y no de un saber transmitido
habitantes de Nueva España transfor- caso, al lado de fricasés, fricandos y de forma directa por otra persona. Los
mando las ciudades en lugares bellos y sopas italianas, es importante señalar recetarios editados son manuales del
supuestamente ordenados. que se fomentó el consumo de ciertos cómo. Por eso se pone atención en as-
José Antonio Alzate, personaje cen- alimentos mexicanos, como el pan de pectos varios, ya sea para adiestrar en
llal de la cultura novohispana en el si- maíz, llamado borona, y la tortilla para cuanto a etiqueta o para establecer re~
glo XVIII, fue muy claro cuando señaló los pobres. Justo es decir también que glas de urbanidad y del arte de trinchar.
los cambios en el ámbito alimenticio. en el siglo XVIII no se dio mayor impul- En ellos se ve un seguimiento puntual
Hacia 1785 planteaba que el comer a so a la cocina autóctona y se limitó la de la cocina europea.
la francesa n,· pasaba de hacía 20 años, novohispana, siempre acudiendo acier- Las propuestas de la cocina mexicana
con lo se' e marcó el nuevo rumbo que to patrón francés. eran pocas todavía porque se trataba de
había tomado la cocina en México. enseñarle cocina europea "al pueblo"
Con cierta posición enciclopedista, para pulirlo, a partir de las palabras de
en las obras de Francisco Javier Clavi- José María Luis Mora, en el sentido
jero, Juan Benito Oíaz de Gamarra, de pretender hacer de México un país
José Ignacio Bartolache y Francisco europeo. Con estos manuales, los mexi-
Sedano se habló de la cocina y la ali- canos entrarían a los terrenos de la gas-
mentación como temas importantes llonomía, a la que de inmediato se le
del momento. Aunque en ciertos es- dieron varias acepciones: desde comer
pacios se siguió reproduciendo la vie- bien y saber preparar comida fastuosa,
ja cocina tradicional, los intelectuales hasta convertirse en sinónimo de aleja-
que marcaban la pauta en la cultura :. miento de la tradición yde los entornos
trataron de acercar la cocina novo- :w;; caseros, o incluso establecer el máximo
hispana a posiciones más euro- .punto de la cocina artística hecha para
peas. Por su parte, los criollos del ersonas que no tenían otra finalidad
siglo XVIII revaloraron los alimen- más que participar de los placeres de la
tos mexicanos, lo cual parecería un mesa y no la urgencia de alimentarse
intento temprano de nacionalis- por el simple y mundano hecho de sen-
mo, pero lo hicieron así para utili- tir hambre.
zarlos como recursos, es decir, como Estos recetarios europeizantes insistie-
alimentos que les permitieran ayudar Al iniciarse el siglo XIX se suscitó algo ron en cómo presemar platillos, cómo
y acercarse a los pobres: los presos, los así como un desbordamiento del sa- poner una mesa y comportarse en ella;
enfermos, los soldados, las viudas y ber culinario, que por varios siglos se ocuparon de los tiempos de los me-
los huérfanos. estuvo enclaustrado, como ya se refi- nús, de cómo repartir las porciones, todo
Esto dio pie a estudios sobre los di- rió. En este siglo apareció un fenóme- esto a través de la palabra, pero también
ferentes productos utilizados por la no interesante: el recetario editado, por medio de la imagen, principalmente
cocina indígena. El mismo Alzare se que en parte habla de la afición de los de la litografía.
dedicó a hurgar en esos recursos ali- mexicanos, ya independientes, a las El México de la primera mitad del
menticios y, así, "descubrió" el nopal, posiciones de otros países que edita- siglo XIX se ha señalado como territo-
el chayote y el camote, que, por cierto, ron sus recetarios tempranamente. rio de una historia muy conflictiva con
también eran considerados como tales España, Francia, Inglaterra y Estados sus intentos de reconquista, varias in-
por la enciclopedia suiza. No pudo Unidos se adelamaron más de un si- vasiones y su constante inestabilidad.
constatarlo en la francesa, pues estaba glo a México en la edición de estos Fue dificil para los mexicanos de esa
prohibida. De la helvética sacó recetas recetarios. En México, como ya lo ha época asumir su cocina. Tal vez. por eso
para enseñar "al pueblo" a preparar la establecido el historiador John Supper, fueron pocos los recetarios editados en
formó una colección de documentos dos como elcocina exótica mexicana" y de una infraestructura turística que
-cien, dicen algunos autores- dedica- auténticos delicatessen. hiw de la cocina mexicana uno de sus
dos a la cocina. Prácticamente abarcó Importantes apologistas de la cocina grandes pilares. Tan importante fue
rodos los vericuetOs de la cocina nacio- mexicana escribieron obras de alaban- la cocina mexicana que la Encicl0ptdia
nal. Hiw hasta lo imposible para que za y homenaje haciendo un seguimien- de México dedicó un apartado a sus
México se distinguiera por una cocina to de lo planteado en los cincuenta por logros particulares. Los aspectos turís-
grandiosa, de la cual ella se sentía y era Alfonso Reyes, Manuel Toussaint y ticos le dieron una cara internacional
en gran parte autora y responsable. Manuel B. Trens sobre la necesidad de e incluso se empezaron a escribir obras
Ya se habían hecho intentos al respecto hacer historias de la cocina mexicana. en inglés para su mejor difusión, al
en recerarios como el de María A. de Quizá el más sobresaliente de ellos fue tiempo que aparecieron revistas espe-
earbia, conocida como Marichú. Peto Salvador Novo, cuyo libro Cocina mexi- cializadas como la inelable Seltccionts
aJosefina Velázquez de León se le debe gastronómicas.
la primera obra de cocina regional que, Aunque esws movimiemos y avances
en 1946, puso gran parte de la cocina se dieron en forma acelerada, todavía
regional de todos los estados y rerri- I no se logró que la cocina mexicana fue-
torios en un solo tOmo.
Con esto se activó la producción de
I ra un símbolo que nos identificara en e!