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ENSAYO 1: Sexismo Lingüístico Alumna: Mar Cañas Vidaller, Grupo 1.

¿Existe el sexismo lingüístico? ¿Es el español una lengua sexista? ¿Es el masculino
genérico un uso sexista del lenguaje?

En primer lugar y con estas cuestiones como punto de partida creo necesario aclarar y
remarcar la situación de desigualdad, discriminación y opresión hacia la mujer que ha
existido históricamente y que incluso hoy en día sigue estando muy presente en nuestra
sociedad. Y relacionarla, por lo tanto, con el lenguaje, haciendo hincapié en su función
como herramienta de la que ayudarnos. Y atendiendo a la definición del Manual Vasco
contra el uso sexista del lenguaje editado por Emakunde “El lenguaje, más que palabras”

“El lenguaje, en tanto que construcción social, refleja esta situación y contribuye a
reforzarla, pero también se muestra como un posible instrumento para el cambio.”1

Es decir, el lenguaje influye notable e inconscientemente en nuestra propia percepción de la


realidad y en la designación de personas u objetos. Es un elemento determinante en nuestra
forma de pensar y entender el mundo. Elaboramos un proceso de simbolización de la
realidad y a partir de este proceso construimos la identidad personal y social.

En definitiva, en función de cómo denomines a las personas u objetos, esto determinará para
la persona receptora, la interpretación o imagen mental de dicha realidad. 2

Mercedes Bengoechea, profesora en la Universidad de Alcalá de Henares, explica en una


Conferencia sobre “Feminismos y usos sexistas del lenguaje” los cuatro puntos básicos
sobre el por qué utilizar un lenguaje no sexista. El primero al que hace referencia es al, ya
mencionado, papel del lenguaje en la formación de la identidad social. “La forma en la que
se dirige a ti la gente, crea tu identidad social”. 3

Ejemplifica esto de manera muy ilustrativa con una situación imaginaria en la que alguien
se dirige a una mujer (que ha dejado de ser niña hace mucho) con el apelativo “niña” en un
momento y lugar concretos y con una intención indirecta de infravaloración. Mercedes
Bengoechea, decana de la Universidad, describe una experiencia personal en la que un
compañero de trabajo con su misma titulación, su mismo rango (decano) se dirigió a ella en
varias ocasiones de esta manera. Dicha situación sería impensable si invirtiéramos los
papeles. En ese momento ya la están colocando en un lugar, menospreciando su titulación
como mujer y decana y por lo tanto determinando su identidad social.

La determinación de esta identidad social desde una visión androcentrista y patriarcal crea
un mundo en el que el hombre es el protagonista, y es quien ejecuta todas las acciones. Por
tanto, tienen a su disposición gran cantidad de modelos de comportamiento y de referencia.

1, 2, 4 “El lenguaje, más que palabras” 1988, 1-5, Eumakunde.


3 Mercedes Bengoechea, Conferencia sobre “Feminismos y usos sexistas del lenguaje”, 2016.
5 Mercedes Bengoechea. Guía para la revisión del lenguaje desde una perspectiva de género, 2003.
6 Moreno Cabrera, El dominio androcéntrico 2014, 206-207.
En cambio, la mujer se invisibiliza, se excluye, no se nombra, se esconde tras las acciones
del hombre, y esto provoca la carencia de unos modelos con los que las mujeres y niñas
puedan identificarse, reconocerse y empoderarse. Esta situación en cuanto a las mujeres
desemboca, inevitablemente, en la creación de una “subidentidad”. 4

Como podemos observar en ejemplos sacados de la “Guía para la revisión del lenguaje
desde una perspectiva de género”: 5

“Cansados, llegaron los tres al pueblo”

En esta oración observamos una clara ambigüedad y un abuso del masculino como genérico.
Automáticamente creamos una imagen mental en la que aparecen tres sujetos masculinos y
no hay cabida para lo femenino. Se trata, pues, de la primera regla del androcentrismo:
“Toda persona es del género masculino, a no ser de que se especifique lo contrario”5

Esto se observa a diario en la designación de profesiones, cargos, situación social..etc. P. ej:


Los Abogados, los Funcionarios, los Decanos. Sin embargo, uno de los ejemplos más claros
de androcentrismo lo encuentro a la hora de referirnos a la evolución de la Humanidad,
cuando se habla de “Las Edades del Hombre”. En este contexto “hombre” se convierte en
sinónimo de “ser humano” Y detrás de este enunciado se hace palpable la ambigüedad e
incluso la exlcusión, ¿estamos incluidas las mujeres, o no?

La invisibilizacion es innegable. Como consecuencia a esto, la mujer, lo femenino, pasa a


ser una desviación de lo masculino, una excepción, un complemento siempre en relación a
él.

A través del lenguaje reflejamos esta realidad y al mismo tiempo contribuimos a reforzarla,
manteniendo así la desigualdad. Sin embargo es importante aclarar una cuestión que gran
cantidad de profesionales en lingüística como Moreno Cabrera o García Meseguer han
hecho el esfuerzo por remarcar. El español como lengua, como sistema lingüístico no es
sexista. El sexismo se encuentra en el uso que hacemos nosotros de ella, no existe un
lenguaje sexista, pero sí un discurso sexista.6

Hace cinco años, el lingüista y académico Ignacio Bosque publicó un informe, titulado
Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, que causó una grandísima polémica, adoptando
una posición conservadora y criticando las recomendaciones de las Guías para un uso no
sexista del lenguaje. El 1 de marzo de 2012 fue aprobado y firmado por todo el pleno de la
RAE. Inmediatamente causó reacciones muy diversas, tanto a favor como radicalmente en
contra. La opinión que defendía dicho informe es la de que no es necesario el esfuerzo por
hacer visible a la mujer en el discurso, ya que el masculino como elemento no marcado o
genérico ya sirve para designar al femenino. Y paralelamente criticaba las recomendaciones
ofrecidas por las Guías, señalando que suponen un terrible incumplimiento de las reglas

1, 2, 4 “El lenguaje, más que palabras” 1988, 1-5, Eumakunde.


3 Mercedes Bengoechea, Conferencia sobre “Feminismos y usos sexistas del lenguaje”, 2016.
5 Mercedes Bengoechea. Guía para la revisión del lenguaje desde una perspectiva de género, 2003.
6 Moreno Cabrera, El dominio androcéntrico 2014, 206-207.
gramaticales y morfológicas y temiendo por la degradación o desvirtuación de la lengua
española.

Antes de profundizar más sobre las cuestiones tratadas en el informe, es necesario aclarar la
distinción que hizo Chomsky entre competencia lingüística y actuación lingüística. La
competencia lingüística es el conjunto de conocimientos que permiten al hablante de una
lengua comprender y producir infinidad de oraciones gramaticalmente correctas, de
expresarse correctamente y al mismo tiempo de entender a los demás, son los mecanismos
necesarios para expresarte en una determinada lengua. Y la actuación lingüística es el uso
concreto que la persona hace de la lengua, su conducta lingüística. La actuación lingüística
está determinada tanto por la competencia lingüística como por aspectos ideológicos y
sociales sobre los que es posible intervenir para modificarlos. Es decir, antes hablábamos de
que la lengua española, por si sola, no es sexista, sin embargo existe un discurso sexista.
Esto es lo mismo que decir que no existe una gramática sexista pero si una actuación
lingüística sexista y androcéntrica. 6

Tras esta aclaración podemos decir que las guías criticadas por el informe se centran en la
actuación discursiva, no en la competencia gramatical. Es decir, proponen recomendaciones
y alternativas para evitar la ambigüedad del uso del género gramatical masculino y para
visibilizar cada vez más a la mujer en los contextos dominados por los discursos
androcéntricos y marcados por una ideología determinada como en los ámbitos politico,
jurídico, administrativo..etc

Antes nos hemos referido al miedo que le produce a la RAE la existencia de estas guías de
uso no sexista del lenguaje por una posible degradación y desvirtuación del español. Pero
como bien en aclara Moreno Cabrera:

“Estas guías no son gramáticas descriptivas de una parte de la competencia lingüística del
español y sin embargo se las critica inmerecidamente como si lo fueran”6

Es decir, no se pretende cambiar la gramática del español, sin embargo esto podría ser
posible si se llegaran a generalizar algunos hábitos discursivos concretos, cambiando así la
competencia gramatical de un gran número de personas. No obstante, es necesario un largo
periodo de tiempo y de adaptación para que estos cambios se lleguen a dar. Así es como ha
ocurrido a lo largo de los siglos en la historia, se trata del continuo devenir de las lenguas.
Por esa razón hoy en día en la evolución del latín vulgar al castellano sólo tenemos dos
géneros gramaticales y no tres.

En definitiva, las guías de uso no sexista del lenguaje deben ser estudiadas desde la visión
de la lengua cultivada, ya que al ser un producto de la lengua natural, es posible intervenir
en ella y modificarla. Es necesario concienciar a través del lenguaje, cuestionar las

1, 2, 4 “El lenguaje, más que palabras” 1988, 1-5, Eumakunde.


3 Mercedes Bengoechea, Conferencia sobre “Feminismos y usos sexistas del lenguaje”, 2016.
5 Mercedes Bengoechea. Guía para la revisión del lenguaje desde una perspectiva de género, 2003.
6 Moreno Cabrera, El dominio androcéntrico 2014, 206-207.
ideologías androcéntricas que predominan y luchar por la creación de un lenguaje más
inclusivo e igualitario.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Juan Carlos Moreno Cabrera. (2014). El dominio androcéntrico. En Los dominios del
español(203-224). Madrid, España: Euphonía Ediciones S.L.

Carmen Llamas Saíz. (2015). Academia y hablantes frente al sexismo lingüístico: ideologías
lingüísticas en la prensa española. Circula: revue d’idéologies linguistiques 1, 196-215.
Navarra:
Universidad de Navarra.

Ana Rincón. (Marzo, 1988). "El lenguaje, más que palabras”. Propuestas para un uso no
sexista del lenguaje". Vitoria-Gasteiz: Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer.

Mercedes Bengoechea. (2016). III Jornadas de Teorías Feministas- Feminismos y usos


sexistas del lenguaje . 2016, de Universidad de Alcalá de Henares Sitio web: https://
www.youtube.com/watch?v=__jglNj_0UY

Mercedes Bengoechea. (2003). Guía para la revisión del lenguaje desde una perspectiva de
género. Universidad de Alcalá de Henares: Bizkaiko Foru Aldundia. Diputación Foral de
Bizkaia.

Álvaro García Meseguer. (2001). ¿Es sexista la lengua española?. Madrid, España: Consejo
Superior de Investigaciones Científicas.

Ignacio Bosque. (2012). Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer. Madrid, España: Real
Academia Española.

1, 2, 4 “El lenguaje, más que palabras” 1988, 1-5, Eumakunde.


3 Mercedes Bengoechea, Conferencia sobre “Feminismos y usos sexistas del lenguaje”, 2016.
5 Mercedes Bengoechea. Guía para la revisión del lenguaje desde una perspectiva de género, 2003.
6 Moreno Cabrera, El dominio androcéntrico 2014, 206-207.

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