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CASO DE ESTUDIO 2: EL ANACARDO

Análisis de los cambios en el mercado mundial del anacardo y descripción de las


alternativas de que disponen los productores de la India para mantener su
competitividad

El árbol del anacardo es mejor conocido en la actualidad por sus semillas o nueces,
las cuales representan alrededor de 20 por ciento del valor de las semillas que se producen
en todo el mundo, valor equivalente al de las almendras o las avellanas. En 1995, las
importaciones estadounidenses de anacardo ascendieron a un total de alrededor de 245
millones de dólares un 60% del mercado mundial y más de tres veces las importaciones
europeas, el siguiente mayor mercado.
Lo primero en llamar la atención fue el fruto de este árbol (conocido simplemente
como anacardo). Los indios tupís de Brasil lo cosecharon en forma silvestre. Más tarde lo
dieron a conocer a los antiguos comerciantes portugueses, quienes a su vez propagaron la
planta en otros países tropicales. Pero los intentos por cultivar este árbol en plantaciones
fueron desafortunados, ya que era vulnerable a los insectos de las barracas. En cambio,
algunos de los árboles de las plantaciones abandonadas se propagaron en la selva, y
prosperaron en bosques de la India, el este de África, Indonesia y el sudeste asiático.
Varios factores inhibieron el consumo temprano de la nuez del anacardo. En Primer
término, el fruto madura antes que su nuez o almendra, de manera que para el momento en
que ésta está lista para la cosecha aquél ya se pudrió. En segundo, el procesamiento de la
nuez es tedioso y lento. Aun así, en la década de 1920 se ideó en la India una industria
procesadora y la nuez adquirió mayor valor que el fruto a causa de la predilección por ella
de los consumidores indios. La India mantuvo el monopolio del procesamiento del
anacardo hasta mediados de la década de 1970 Este monopolio se debió a tres factores:
1. La India era el mayor productor de anacardo silvestre.
2. La demanda inicial surgió en la India, lo que significa que cualquier otro país
habría tenido que incurrir en costos de transporte adicionales para acceder al
mercado indio.
3. Los trabajadores indios, sobre todo, estaban particularmente dotados para la
tecnología del proceso.
El procesamiento del anacardo era de trabajo muy intensivo y requería de destreza
manual y bajos índices salariales. La nuez se esconde bajo capas de dura cáscara y una
pielecilla delgada. Para desprender la cáscara, la nuez debe colocarse directamente al fuego
durante un par de minutos, tras de lo cual se le golpea (aún caliente) con un martillo de
madera. Si se rompe al golpeársele su valor disminuye considerablemente. Una vez
eliminada la cáscara, la nuez se introduce en un horno por hasta diez horas, luego de lo cual
la piel se desprende a mano estando aún caliente. Esta operación se realiza sin la
intervención de las uñas ni ningún otro objeto punzante, para evitar que la superficie de la
nuez se ahueque o rompa. En seguida, las nueces se seleccionan y clasifican en veinticuatro
diferentes categorías de acuerdo con su tamaño. La categoría mayor suele venderse a un
precio cuatro veces superior al de la categoría menor, la que se destina casi en su totalidad a
la industria dulcera.
Al paso de los años, varios factores comenzaron a amenazar la prominencia de la
India o productora de anacardo. Cuando la demanda de éste creció en Estados Unidos e
Inglaterra, se impuso la escasez. Dado que las nueces no eran propias para su cultivo en
plantaciones, la India recurrió al este de África, y especialmente a Mozambique, Tanzania y
Kenia, en busca de suministros. Esos países atravesaban entonces por una etapa de agudo
desempleo y en un principio se mostraron interesados en la venta de las nueces en bruto.
En la década de 1950 la India dejó de ser el principal consumidor mundial y los
países del este de África se percataron de que podían prescindir de ella y procesar las
nueces ellos mismos. Los métodos para el procesamiento del anacardo eran muy conocidos,
de modo que no existía ningún obstáculo tecnológico para ello. No obstante, la
competencia inicial del este de África se topó con una barrera de otro tipo. La mano de obra
de la India se desempeñaba en el hogar desde la infancia en artesanías, y como resultado de
ello, para el momento en que se empleaba en el procesan del anacardo ejecutaba con
facilidad delicadas operaciones manuales. Sin esta capacitación, los africanos orientales se
hallaban en gran desventaja.
Aunque la imposibilidad de los africanos de competir dio un respiro a la industria
india, quedó de manifiesto que ésta era vulnerable a la reducción de la oferta. El Consejo de
Investigaciones Agrícolas de la India (Indian Council for Agricultural Research), la
Sociedad Internacional de Ciencias Hortícolas (International Society for Horticultural
Sciences) y la Sociedad India de Cultivos de Plantación (Indian Society for Plantation
Crops) intensificaron sus esfuerzos en favor del incremento de la producción de nueces en
bruto en la India. Al mismo tiempo, tres diferentes compañías inventaron equipo mecánico
para sustituir el procesamiento manual. El Instituto Sturtevant de Productos Tropicales
(Sturtevant Tropical Producís Institute) ideó un método ahora utilizado por una compañía
londinense fabricante de equipo, Fletcher and Stewart, consistente en la quiebra de la
cáscara con una hoja de acero. Oltremare Industria de Italia y Widmer and Ernst de Suiza
inventaron también máquinas para el corte de la cáscara. El equipo se vendió a países del
este de África y Brasil en la década de 1970. Estas naciones redujeron sus exportaciones de
nueces en bruto a la India a fin de mantener las provisiones necesarias para sus propias
operaciones de procesamiento.
Tres factores explican la sobrevivencia en la India del procesamiento manual. En
primer lugar, la maquinaria rompe muchas nueces, de manera que los procesadores indios
enfrentan aún escasa competencia en la venta de nueces de alta calidad. No obstante,
maquinaria más reciente podría resolver en cualquier momento este problema, lo que
representaría una nueva amenaza para los casi 200 procesadores indios y sus 300.000
empleados. Además, se ha incrementado la competencia en la producción de menor
calidad. En segundo lugar, los procesadores indios han logrado obtener mayores
suministros de nueces en bruto, en parte por el aumento de la producción en la India. La
tecnología de plaguicidas ha vuelto factibles las plantaciones de árboles de anacardo, lo que
ha permitido elevar el número de árboles por hectárea. Además, los experimentos de
hibridación, propagación vegetal y técnicas de realización de injertos efectuados en la India
ofrecen la posibilidad de incrementar cinco veces la producción por árbol en comparación
con su estado silvestre. Por lo demás, las importaciones indias de nueces en bruto han
ascendido de manera considerable, sobre todo en el caso de las procedentes de Tanzania y
Vietnam. En tercer lugar, la India aplica menos fertilizantes que Brasil, el mayor
competidor en la exportación, lo que proporciona a las nueces de la India mejor sabor.
Puesto que las exportaciones indias se componen de una mayor porción de nueces de alta
calidad y en vista de las diferencias de sabor, el precio de aquéllas es superior al de los
competidores, en 15 por ciento en comparación con las de Brasil y en 25 por ciento con las
de Mozambique, por ejemplo. Aun así, los rendimientos suelen ser mayores en Brasil, en
tanto que los procesadores brasileños pagan sólo entre 30 y 36 por ciento del precio que
pagan por su parte los procesadores indios a cambio de nueces en bruto. Además, debido a
las diferencias de la demanda interna, la India exporta por lo general alrededor de 50 por
ciento de las semillas en bruto que procesa, en tanto que Brasil exporta casi 85 por ciento.
En el periodo 1993-1995, Brasil sufrió problemas agrícolas, lo que le permitió a la India
conseguir un incremento temporal en su participación en las exportaciones globales de
anacardos procesados.
A los procesadores indios les afectó adversamente el fin de la Guerra Fría. Dado que
la India ya no podía competir tan favorablemente en sus mercados tradicionales de nueces
de calidad inferior de América del Norte y Europa, durante la década de 1980 vendió una
mayor proporción de esas nueces a la Unión Soviética, la cual se convirtió en el principal
cliente de nueces de la India en términos de tonelaje. Los soviéticos las compraban en el
mercado mundial, pues se creía que sus hábitos de compra tenían un motivo político. Estas
ventas decrecieron sustancialmente con la disolución de la Unión Soviética.
Es posible que se dé una oferta excedente de anacardos, lo que podría ser resultado
de las técnicas de plantación y las mejoras tecnológicas ocurridas en la India y otras partes.
Para encontrar una salida a un posible exceso de nueces, el Proyecto de Coordinación
Nacional para la Mejora de las Especias y el Anacardo de la India (AII-India Coordinated
Spices and Cashew Nut Improvement Project) se ha concentrado en el hallazgo de nuevos
mercados para los productos derivados del árbol del anacardo. Del fruto, por ejemplo, se
obtienen existencias de mucho mayor tonelaje que de la nuez. Se le descartó en el pasado
debido a que los procesadores sólo podían preservar el fruto o la nuez pero no ambos, y se
consideraba que las nueces eran más valiosas. En la actualidad se hallan en marcha
experimentos sobre la cosecha tanto del fruto como de la nuez. También se estudia el uso
comercial de aquél en la producción de caramelos, mermeladas, chutney, jugos, bebidas
carbonatadas, jarabes, vinos y vinagres. Una segunda área de investigación se refiere al uso
del líquido (aceite) de la cáscara del anacardo, que antes se eliminaba en calidad de residuo.
Ahora se le emplea ampliamente en la producción industrial de polvos de fricción para la
formulación de recubrimientos de frenos y embragues. Hasta ahora, sin embargo, la
extracción líquido de la cáscara del anacardo ha resultado tan costosa que el producto aún
no es del todo competitivo con otro tipo de aceites.

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