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Los incas preparaban a los niños que elegían para sus sacrificiosadministrándoles alcohol y hojas de coca durante meses. Así lo revela una investigación de la universidad británica de Bradford. Tras estudiar las tres momias de niños de más de 500 años, que fueron halladas en los Andes argentinos, los expertos llegaron a la conclusión de que el consumo de ambas sustancias era parte del ritual del sacrificio. Y que tenía un sentido espiritual, pero también práctico: volverlos más dóciles. Los resultados
Los incas preparaban a los niños que elegían para sus sacrificiosadministrándoles alcohol y hojas de coca durante meses. Así lo revela una investigación de la universidad británica de Bradford. Tras estudiar las tres momias de niños de más de 500 años, que fueron halladas en los Andes argentinos, los expertos llegaron a la conclusión de que el consumo de ambas sustancias era parte del ritual del sacrificio. Y que tenía un sentido espiritual, pero también práctico: volverlos más dóciles. Los resultados
Los incas preparaban a los niños que elegían para sus sacrificiosadministrándoles alcohol y hojas de coca durante meses. Así lo revela una investigación de la universidad británica de Bradford. Tras estudiar las tres momias de niños de más de 500 años, que fueron halladas en los Andes argentinos, los expertos llegaron a la conclusión de que el consumo de ambas sustancias era parte del ritual del sacrificio. Y que tenía un sentido espiritual, pero también práctico: volverlos más dóciles. Los resultados
Revelan cmo se preparaban los sacrificios humanos incas
SEGN UN ESTUDIO REALIZADO A LAS MOMIAS DE LLULLAILLACO,
HALLADAS EN SALTAA los nios elegidos les daban coca y chicha durante meses para que fueran ms dciles.
La doncella. Es una de las 3 momias halladas en Salta. El estudio revel que
tena 13 aos y no 15, como se crea.
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incas,
sacrificios humanos
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Los incas preparaban a los nios que elegan para sus
sacrificiosadministrndoles alcohol y hojas de coca durante meses. As lo revela una investigacin de la universidad britnica de Bradford. Tras estudiar las tres momias de nios de ms de 500 aos, que fueron halladas en los Andes argentinos, los expertos llegaron a la conclusin de que el consumo de ambas sustancias era parte del ritual del sacrificio. Y que tena un sentido espiritual, pero tambin prctico: volverlos ms dciles. Los resultados se publicaron en la revista Proceedings de la Academia estadounidense de las Ciencias. El equipo liderado por el arquelogo Andrew Wilson investig entre otros aspectos, el cabello de las tres momias infantiles halladas en 1999 cerca de la cumbre del volcn Llullaillaco, en Salta. Las tres momias (El Nio la Doncella y la Nia del Rayo), que se encontraban en muy buen estado debido a las glidas temperaturas en las que fueron conservadas, se exponen en el Museo de Arqueologa de Alta Montaa (MAAM). Aunque ya se saba que el alcohol y la coca eran determinantes en los sacrificios humanos de los incas, los restos hallados en los cabellos permiten ahora deducir nuevos detalles sobre cmo se preparaban estos rituales. As, un ao antes de morir, la alimentacin de la Doncella la mayor de los nios cambi drsticamente. Al parecer, en ese momento habra sido elegida para el sacrificio y desde entonces mucho mejor alimentada. Segn el estudio, la Doncella tena unos 13 aos (hasta ahora se crea que haba muerto a los 15). El alcohol que consuman era chicha, una bebida derivada de la fermentacin del maz. Las hojas de coca producen entre otros un efecto calmante al masticarlas mezcladas con ceniza. Los incas crean que los estados de embriaguez permitan acceder al mundo de los espritus. La coca y el alcohol eran sustancias que provocaban un estado de cambio considerado sagrado, seala el estudio. Los autores de la investigacin apuntan a que estas drogas tambin contribuan a que los nios fueran ms dciles de cara a los rituales. Los sacrificios humanos en el imperio inca se conocen con el nombre de copacocha. Los nios elegidos recorran normalmente largas distancias y participaban en ceremonias en la capital inca, Cuzco, antes de dirigirse a la cumbre del volcn, a cientos de kilmetros de distancia, donde finalmente eran sacrificados.