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Are-valon
Topónimo, Arévalo: Desde que J. Co-
Universidad Autónoma de Madrid, hace
un estudio muy documentado y llega a
una conclusión sorprendente: “Acebo, del
zona del primer asentamiento de Arévalo.
Para terminar, los arevacos habitaban
junto al río Duero en la zona de Soria donde
romines en “Tópica Hespérica” propuso el latín acifulu--acrifulu--agrevalo--acebalo- describe una gran curva.
significado de Arévalo como “Are-valon = -Arévalo”. En definitiva hay que cuestionarse que
cerca del muro o barrera” la mayoría de los Parece que el otro pueblo del mismo Arévalo signifique “junto a la muralla”.
autores, incluidos los propios arevalenses, nombre, Arévalo de la Sierra, tiene un bos-
asumieron este significado sin rechistar. que de acebos de los mayores de Europa. Miguel Ángel GARCÍA SENOVILLA
Confieso que nunca me gustó, por varias Lo que refuerza su argumento. Por tanto el
razones: ¿dónde está el muro o la barrera?, topónimo Arévalo procedería del latín ace-
¿se refiere a la muralla de Arévalo o al foso bo. En Arévalo hay pocos acebos.
natural de los ríos?. Arévalo está en una lla- Finalmente en base a la frase de Plinio
nura, las montañas están muy lejos. Si el que dice que los Arevacos son el pueblo
muro o barrera es la muralla de la ciudad, que vive junto al río Areva; Francisco Vi-
los que están cerca de la muralla son los llar y Blanca Mª Prosperen “Vascos, celtas
habitantes del arrabal, o ¿es que dentro de o indoeuropeos: genes y lenguas”, sostie-
la muralla viven otros?. Si es así ¿quiénes nen que los arevaci son los que viven junto
son? (Ejemplo: Portillo y Arrabal de Por- a cualquier lugar que tiene el nombre de
tillo). ¿Se amuralla una población que no VAC. Ambos profesores de la Universidad
tiene nombre? La barrera o muro, ¿es un de Salamanca concluyen que los ríos “vac
foso?. Ni en céltico (irlandés, escocés) ni o vaca” serian ríos o segmentos de ríos,
en latín, foso = muro. Más me suena “va- curvos, que trazan una pronunciada curva o
lon = Wall= muro en ingles, vall en latín a que tienen meandros. Por tanto los arevacos
valla”. Por otro lado, la mayor parte de la son el pueblo que vive junto a un río con
muralla de Arévalo es de origen medieval una gran curva o con muchos meandros.
que es la muralla a la que se refiere J. Coro- Personalmente, de los tres importantes
mines. Suponiendo que los pobladores que autores y sabiendo que la elección de un
fundaron el primer Arévalo fueran celtas o nombre puede ser azarosa, irracional... etc,
pueblos precélticos, cuando llegaron aquí me inclino por la tercera. Además, por ser
para asentarse ¿encontraron una muralla o arevalense, conozco el terreno mejor que
pared o empalizada y decidieron vivir junto todos ellos. El río Adaja antes de encontrar-
a ella?. No tiene sentido. se con el Arevalillo describe una gran cur-
Otro autor, pone en duda que Aréva- va, más pronunciada por el matadero, “la
lo sea topónimo de origen celta o precelta puente vieja” y detrás del Castillo donde
(E. Nieto Ballester, “De supuesta toponi- ataja a su afluente. Esta lengua de tierra es
mia céltica en Castilla: el caso de Areválo la ubicación exacta de la villa vieja y el re-
-Ávila)”. Este profesor de Filología de la cinto amurallado de Arévalo. Es también la
pág. 6 la llanura nº 8 enero 2010
Nuestros poetas
RETORNO
LA FOTO
Cómo me conforta este océano de amapolas
Esa foto cambió su vida. Él, que había navegado los rojas, extendiéndose entre los prados verdes;
siete mares en grandes cargueros, que había fotografiado este olor a pinar donde los pinos majestuosos
bellos paisajes, ruinas impresionantes, perspectivas únicas se extienden como un borrón de oscuridad.
y hermosas mujeres, sucumbió ante aquella foto: un niño Donde los pajarillos revolotean y cantan,
buscaba algo aprovechable en el inmenso basurero de un donde el cuco, cómo no, está siempre presente.
suburbio africano. Cerca, otros niños hacían lo mismo. Esta casa que cada vez es más bella, ahora
Esa noche no durmió. Al amanecer volvió al basurero. más que nunca que estás tú tan presente.
Allí estaban los niños. Habló con ellos. No podían ir a la
escuela, se ganaban la vida en el basurero. Qué viaje más bello estás haciendo, llena
Él tenía la vida resuelta. Y decidió complicársela. de amor, con esas alas brillantes que tiene tu mente.
Aquellos niños irían a la escuela. Vas y vienes, volando entre nosotros, poniendo paz
Hoy, muchos años después, sonríe al verles entrar en y calma, ayudándonos en esta soledad bravía
la escuela con sus uniformes, sus carteras, sus risas y… que todo lo vence. Caracolas perladas salen
un futuro. a tu paso a encontrar tu caricia, bellas
Enmarcada sobre la mesa está la foto que le cambió manos suaves, como la flor de un día
la vida. que acarician lo pasado, lo presente.
Cascadas de aguas puras manan en el jardín
María Jesús ELETA SALAZAR resplandeciente de olores, de colores.
Clásicos Arevalenses
LA HUELLA DE FÉLIX pea, que perdió un brazo bajo las ruedas del
La vejez ensimismada en un pasado que tren en nuestra estación ferroviaria, y hubo de
no puede volver, pero nunca desafecta al si- operar urgentemente, valiéndose de un serru-
giloso correr del tiempo que vivimos, tiene cho de carpintero, el siempre recordado doc-
reflejos inesperados del lejano ayer al contac- tor don José Tejera. Años después se dedicó a
to con una emoción del instante o al simple las letras y creo que sigue aún ocupado en la
encuentro con una fisonomía, con un monu- crítica cinematográfica.
mento urbano o con un paisaje. Con cualquier A Rigabert le chocaba mucho ver siem- que su mal olvidó cantando el bien
cosa. pre a Félix con los bolsillos de la americana y cantando soñó libar amor ,
Cuando el cronista distrae su tedio o atestados de folletos y revistas, lo que le daba en los labios de no se sabe quién.
arrastra su melancolía por un Madrid que ya alguna semejanza con el gran bibliófilo Cons- Gocé del buen dolor de ser querido
no es el «suyo» ―«que éste no es mi Madrid tantino Román Salamero, compañero mío de ―tal vez con demasiada castidad―
tengo por cierto»― ha escrito hace poco el hostal que distinguió a Félix con su amistad y Por una buena amiga que ha sabido,
ilustre Diego San José, suele tropezar con un afecto, pues el joven, casi niño, escritor areva- amansar mi indomable voluntad.
viejecito pulcro y menudo, alegre y erecto lense frecuentaba mi casa y poco se separaba Padecía si algún día malhadado,
cómo un pino muy joven que se llama don de mí. satisfecho del mundo me sentí
Pedro Liquete. Y este nombre sólo puede de- Pasos, huellas de Félix, rastreo en mi de- porque sé ―¡cuántas veces lo he probado!―
cir algo al autor de estos renglones en relación vanear de ahora por el Madrid de entonces, que no es tan bello el mundo, cual lo vi.
con nuestro Arévalo y sus hombres. y cuando cruzo la palabra con el formidable Pertrechado de fe, rico de audacia,
Pedro Liquete fue el compañero en hon- dibujante «Jano», su sobrino carnal, hay en de gigantes reíme alguna vez;
rados menesteres de artesanía ―¡oh lejanos mí un reverdecimiento del recuerdo, pues se que gigantes henchidos de falacia,
albores del siglo!―, de aquel puro espíritu le parece abondo físicamente y tiene sus mis- para mí son risible pequeñez…
que llevó una naturaleza claudicante bajo un mos movimientos peculiares. Y he reído también de los pequeños
gallardo airón de ideal, malogrado ingenio de Calle del Arenal, balcón del Campo del que rabiaron de verme a mí reír;
una moral inmácula, que se llamó muy poco Moro, Retiro, Moncloa y Parque del Oeste y después, a través de mis ensueños,
tiempo Félix Pérez Serrano. Pedro llevaba al- eran muy visitados de Félix, pues nunca se le a enanos y gigantes miré huir.
gunos años a Félix, pero se hallaba sometido ocultó lo inexorable de aquella dolencia que Yo soy... mirad mis ojos y mi frente
muy a su placer a la blanda dictadura de aquel no perdona ―menos entonces―, y un día si no os parece mal, segunda vez
fresco talento que le ilustraba y le guiaba y dijo a Antonio Gullón, tan querido amigo, y y veréis que es idéntico el presente
quede aquí referencia de este vínculo amical, hoy embajador de España en Filipinas, que ya al pasado…
que me sirve, sin embargo, para seguir por hacía muy buenos versos: ...Y así hasta la vejez.
sendas ideales y caminos materiales la vida ―Tú tienes mucho tiempo para triunfar,
de Félix en Madrid. pero yo soy una cercana víctima de la tuber- De las huellas pretéritas del Madrid añorado,
Cuando yo llegué a la capital de Espa- culosis. en las que no ha de faltar la cuidadosa y eru-
ña Félix era dependiente de «La Pajarita» Tuvo, sin embargo, en su breve juventud dita evocación de Eulogio Florentino Sanz en
de la Puerta del Sol, y tenía la diaria misión tiempo de hacer prosa correctísima y poesías «El País», del brazo del gran periodista Ro-
de llevar un enorme surtido de caramelos al de un enfermizo lirismo, muy íntimamente berto Castrovido, saltó con estos versos, no
Congreso de los Diputados, lo que le facilita- privativo, a pesar de su predilección por Vi- los mejores de su vida, a una de las hojas pre-
ba la ocasión de presenciar muchas sesiones llaespesa y Juan Ramón Jiménez. Pleno de cursoras en estos predios de nuestros más ca-
parlamentarias y de agenciarse tarjetas para personalidad, no se dejaba influir. He aquí ros afectos, de ésta que ahora escribimos tras
las tribunas distinguidas, que más de una vez unas estrofas suyas del primer número de «El tantos lustros de intervalo. Otra huella lejana
utilizamos sus amigos. Despertar Castellano» de julio, juvenil para y luminosa del ingenio niño y puro que hoy
Más tarde obtuvo un destino en el Co- nosotros, de 1909 que titulara «Y así hasta me he placido en evocar, orlando de palabras
legio de Sordomudos, sito en los finales de la vejez»: cordiales la figura física del fraternal compa-
la Castellana; allí disponía de más tiempo y ñero de sueños y ensueños ya idos; esa figura
“Yo soy ... mirad mis ojos y mi frente copiada en el retrato que por sí misma parece
visitaba conmigo la Biblioteca Nacional. Por y así adivinaréis mi óptimo hoy.
entonces intimó con Mauricio Torres y Fede- hablar de sus mundos ideales y su ardiente
Entre tanto, tranquilo y sonriente romanticismo...
rico González Rigabert. a mi ayer, la mirada a tender voy.
Mauricio Torres era aquel torerillo de ca- He sido un visionario .. Un soñador N. HERNANDEZ LUQUERO