ARÉVALO—FEBRERO DE 2022
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Luis J. Martín
visión netamente etnográfica a través En fin, las bambalinas de la publica-
de un video dedicado a dos de los ca- ción de un libro.
rros que conserva el centro y que están En el caso de “El camino a tu puerta”
expuestos en el Almacén Visitable de se trata de una bellísima novela que
Santo Tomás. Los carros fueron reali- amalgama el pasado con el futuro, al
zados por el carretero Gumersindo Gil tiempo que transita por un presente tru-
y el pintor Justo López en Peñalba a fado de silencios, traumas y pesares.
mediados del siglo XX. El documental Por su parte, en el libro de poemas “Tú
que ha sido dirigido por Ricardo Mu- en mis palabras” la autora esboza la
ñoz se suma a los hasta ahora publi- sombra de un ser mágico que dejó a su
Solicitud de recuperación de los la- cados y que se han dedicado al sepul- paso sentimientos que no se olvidan ni
vajos del Ejido en Aldeaseca. “La cro islámico de “Abd Allah el Rico”, con el transcurso del tiempo, ni con la
Alhóndiga”, Asociación de Cultura y al mosaico romano de Magazos, a los lluvia del olvido, ni con la carcoma de
Patrimonio de Arévalo, solicitó a la verracos y cistas funerarias de Marti- la edad, y que un día voló a mundos
Confederación Hidrográfica del Due- herrero y al sepulcro de Bernaldino de inaprensibles. Y es también la voz an-
ro (CHD) que, dentro programa LIFE Barrientos. gustiada que no encuentra la llave para
IP-DUERO, se recuperen varias zonas penetrar en ese mundo.
Amigos del Museo de Ávila.
húmedas del vecino municipio de Al-
deaseca, concretamente, un rosario de
lavajos comprendidos entre los pasti-
zales conocidos como “Los Egidos, El
Mullidar y Los Tejares”.
Estos pequeños humedales forman un
rosario de nueve o diez lavajos que se
suelen inundar en época de lluvias,
uniéndose algunos de ellos, formando
una interesante zona húmeda, utilizada
por variadas especies de fauna y flora.
Al no haber recibido ninguna contes-
tación, “La Alhóndiga” ha insistido, Poesía y novela en la Casa del Con-
remitiendo un nuevo escrito a la CHD cejo de Arévalo. El viernes, día 21 de
para solicitar, una vez más, la recupe- enero, la Casa del Concejo de Arévalo
ración de estos espacios, con la espe- acogió la presentación de la novela “El
ranza de que se conviertan en una zona camino a tu puerta” de José Luis Urru-
húmeda de características similares a tia y el libro de poemas “Tú en mis pa-
las lagunas de El Oso. labras” de Idoia Mielgo.
Luis J. Martín Con el título Poesía y novela, autor y
autora prosiguen en 2022 el ciclo de Recordatorio. Hace varios meses,
presentaciones iniciado el pasado año desde nuestra Asociación se le planteó
y que gira en torno a un diálogo entre al Excmo. Ayuntamiento de Arévalo,
los dos géneros. El objetivo principal entre otras muchas cosas, el crear una
es que el público disfrute de un evento malla verde, con ejemplares de aromá-
ameno, entretenido y en el que pueda ticas, en la “Junta de los ríos”, frente a
descubrir tanto las obras en sí mismas
la estación depuradora a fin de evitar el
como las pequeñas anécdotas que se
Los carros pintados del Museo de esconden detrás del trabajo de cada impacto visual así como los malos olo-
Ávila. El Museo de Ávila ha incorpo- una de estas creaciones: motivaciones, res existentes en la zona. Lo traemos
rado, en la última entrega de la serie formas de trabajar, dudas, contactos de nuevo a estas páginas a fin de que
documental “Piezas de Película”, una con la editorial, presentación en ferias. sirva como recordatorio.
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Juan C. López
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y bóvedas del barroco en el crucero. ladrillo. De marcado estilo herreriano, discurre el Camino nos vamos encon-
Cuenta con un altar de claro estilo el cuerpo de campanas se remata con trando con algunos de los elementos
barroco con columnas salomónicas, balaustrada y bolas de granito. mudéjares más interesantes que exis-
presidido por San Boal, flanqueado ten en el norte de la provincia.
Gutierre-Muñoz: Iglesia muy re-
por San Vicente Ferrer y San Francis-
co de Borja. La nave principal es más formada que conserva algunos muros Palacios de Goda: La torre Alme-
antigua, se cree que del S. XIV, con te- de estilo mudéjar así como un intere- nara nos acompaña en nuestra salida
chumbre de madera. El atrio es de tres sante artesonado. de la provincia de Ávila para entrar en
arcos sobre dos columnas. la de Valladolid.
Orbita: La iglesia desapareció
En esta localidad, también pode- hace unos años. Era uno de los ejem- Y el Camino sale de nuestro territo-
mos admirar el Palacio de los Condes plos mudéjares más notables. La pos- rio. El Camino era, es, de ida y vuelta.
de Cerbellón. Es un edificio de estilo terior restauración deja mucho que Importante su componente místico y
Mudéjar y pudo existir como casa feu- desear. religioso. Pero no menos importante
dal en torno a la cual se construirían fue el continuo acarreo de cultura y
Espinosa de los Caballeros: Bajo
las casas de los sirvientes y la iglesia, la advocación de San Andrés, este tem- de conocimiento. El camino de Levan-
originando así el casco urbano del plo, del que ya hemos hablado en otra te, no lo olvidemos, pasa por Toledo
pueblo. El Palacio es de un estilo muy ocasión, sí podría catalogarse como y Toledo fue en su tiempo, el centro
sobrio sin determinar su fecha exacta románico y mudéjar, pues en él se neurálgico del saber. Desde Europa ve-
de construcción. Aún mantiene en su combinan los dos estilos artísticos. Es nían a visitar a “Sant Iago” y muchos
fachada principal portadas de estilo una verdadera joya románica y mudé- continuaban en busca de la luz que a
mudéjar de ladrillo con alfiz. jar. través del “Mare Nostrum” procedía
de Grecia y de Roma. La medicina,
Pajares de Adaja: La iglesia de Su cabecera de sillería, formada la arquitectura, la filosofía, el conoci-
San Juan Bautista se construyó a lo por un tramo recto y otro curvo, es de miento, viajaron hacia Europa pasando
largo del siglo XVI. El cuerpo de la gran sencillez decorativa, con temas por nuestras tierras. Por el camino de
iglesia es obra de mampostería y tiene vegetales y figurativos, concentrada en
esquinas reforzadas con buenos silla- Levante. Por esta senda peregrina que
los canecillos que forman el alero y en une dos mares.
res. La puerta principal, abierta al sur,
los capiteles de las columnas que mar-
está formada por grandes dovelas y Juan C. López.
can sus verticales.
enmarcada en alfiz. La torre empezada “Lecciones de Historia”
con hiladas de sillería se continuó en Arévalo: En el recorrido por el que en Radio Adaja.
Juan C. López
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Cinco euros con cuarenta céntimos ver qué mierdas me bebo yo con cinco
míseros euros y cuarenta céntimos.
Cinco euros con cuarenta céntimos livazos, mientras le cojo de la pechera Cinco malditos euros con cuaren-
en la cartera… zarandeando su cuerpo y reclamando ta…
mis jodidas botellas de vino. A lo que Javier López Arenas,
¿Qué cojones hago ahora? “Quijotesco Avinagrado”.
él, nervioso, balbucearía un: Pero, se-
Es domingo, y los supermercados ñor, yo, yo…
están cerrados y no puedo comprar
provisiones para pasar la noche. Ten- Y yo, cambiando de rostro por com-
dré que conformarme con el tercio de pleto y haciendo ver que vuelvo en mí,
la botella de vino blanco y las ocho me disculparía torpemente diciéndole
latas de cervezas que quedan en la ne- que no se preocupara, que todo había
vera. sido un malentendido, y me marcharía
como si no hubiese ocurrido nada.
Mierda. Fallo mío. Tendría que ha-
berme dado cuenta ayer y haber hecho Hubiera sido gracioso. Pero no.
acopio de más bebida. Y digo fallo mío La puta realidad es que sólo tengo un
porque al vivir solo no le voy a echar la tercio de una botella de vino y ocho
culpa al vecino de abajo, claro. míseras latas de cervezas para toda la
noche.
Hubiese estado bien bajar con cara
de loco desquiciado, llamar al timbre, Bueno, siempre me queda vestirme
y al abrir la puerta gritarle que dónde y bajar a algún bar y tomarme alguna
cojones estaban mis botellas de vino cerveza o vino para hacer tiempo y es-
Luis José Martín
blanco, empapando su cara con mis sa- tómago antes de beberme esto. Pero a
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Nuestros poetas
La Palma
A un olmo seco La Palma no será
la misma.
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido, La mirada de la gente no será
con las lluvias de abril y el sol de mayo la misma.
algunas hojas verdes le han salido. Cuando miras tu casa
¡El olmo centenario en la colina por última vez,
que lame el Duero! Un musgo amarillento tú no vuelves a ser
le mancha la corteza blanquecina el mismo.
al tronco carcomido y polvoriento. Llegaron los ríos de lava y
No será, cual los álamos cantores se llevaron los recuerdos.
que guardan el camino y la ribera, Llegó el ruido atronador y
habitado de pardos ruiseñores. se llevó el canto silencioso.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas Más tarde llegó el dolor, y
urden sus telas grises las arañas. más ruido, y más lava, y
Antes que te derribe, olmo del Duero, más negro...Todo era negro:
con su hacha el leñador, y el carpintero las calles, las azoteas, los coches;
te convierta en melena de campana, el corazón de la gente...
lanza de carro o yugo de carreta; No, el corazón de la gente de
antes que rojo en el hogar, mañana, La Palma no se volverá negro.
ardas de alguna mísera caseta, Su corazón volverá a ser
al borde de un camino; el mismo.
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas; Lucía Sesmero
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera Palabras del Arevalillo
también, hacia la luz y hacia la vida,
Una diadema en piedra alta y lozana,
otro milagro de la primavera.
erguida sobre mí y en ladrillo tejida,
Antonio Machado.
adorna mi camino, -movida existencia-
soy agua corriente en huida continua.
Te dicen puente, ellos, desde arriba
mas yo tengo que pasar por debajo y olvidarte…
Me enamoras, así engalanado
y no puedo quedarme;
otros destinos tiene este humilde caudal
que a tus ojos prenderse,
otro futuro encomendado
que morar con placer en tus orillas.
Y allá voy, me esperan…
Me deslizo despacio, rozando apenas
esas bellas laderas de hojas adornadas
y al musgo bien prendidas;
me esperan –ya te digo-
el Adaja impaciente, de este pueblo al extremo,
me espera, por más que sencilla y fina es mi rivera
por más que yo quisiera extasiado
quedarme: en la torre de una iglesia,
la plaza porticada o ese esbelto castillo.
Mantendré mi curso en movimiento, es mi humilde tarea,
soy El Arevalillo.
María Pilar Pérez Merinero.
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