Sandra Lisseth Mendoza Muñiz.

Área Clínica 10°B

Análisis película: El cisne negro

Para propósito de este ensayo intentaré explicar las manifestaciones de

la actitud y conducta de la protagonista de la historia, en esta versión
aparecen en la misma persona ambas partes opuestas entre sí, el cisne
blanco, representante de la fragilidad y la virginidad esta parte se
acerca más a la personalidad conciente de Nina, que se posiciona en ser
el modelo del orden, la disciplina y el control sobre todos sus
movimientos y su vida, hace bien las cosas y que sufre si no es de esa
forma, el cisne negro que aparece en ocasiones donde Nina no se
reconoce, se asusta de esta parte de la cual no ejerce un control.

Es de llamar la atención el tipo de relación que lleva con su madre,

bastante simbiótica ya que constantemente le llama, hace cuadros de su
hija, la pone en la cama y le pone una cajita de música, en pocas
palabras esta entregada a ella de tiempo completo, de esta forma se ve
que a través de Nina realiza sus deseos de ser la mejor bailarina, incluso
le llega a manifestar que se siente como si aun estuviera embarazada de
ella, me hace pensar en esta peligrosa relación donde no se logra aun
establecer una diferencia entre la madre y su hijo, que nos propone
Bleger como la posición glischro-cárica, esta madre que parece muy
dispuesta a ella aunque de una forma chantajista, recordando la escena
del pastel; una madre que no deja crecer a su hija, además nunca se
hace mención del padre, sólo en relación al error que ella cometió y del
cual Nina es producto.

Nina es una chica que parece una niña, su habitación decorada con
muñecos de peluche paredes en tonos rosa, que luego por decisión
propia tira a la basura y se resguarda en su alcoba con una traba para
que su madre no entre, este espacio también se propicia para ir
formando un lugar alterno dónde aparecen rasgos de escisión, a decir de
la protagonista y la relación con la co-protagonista hay elementos de la
posición esquizo-paranoide propuesta por Klein, continuamente Nina
proyecta sobre Lili las partes que son consideradas como la maldad y
simbolismo de lo negro, lo oscuro de la persona, las partes ocultas que
aparecen de vez en cuando, además se sentirse en persecución por sus
objetos internos, ojos que la miran y espejos que no reflejan la realidad,
esta separación y desconocimiento que se da en esta bailarina,
aparecen alucinaciones auditivas, visuales y táctiles, confusión entre los
sueños y la realidad, un superyó severo que esta al asecho del menor de
los errores para ejercer con su rigor el castigo, mujer competitiva de
rasgos histéricos que hace todo lo posible por gustar y gustarse,
aspirando a la perfección y en esta demanda de la realidad en el papel
le exige representar se crea su propia realidad y muere por su propia
mano alcanzando su ideal, llegando al punto del goce que Lacan nos
describe.