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Isabel Guzmán E.
Jenny Assaél B.
El objeto de estudio.
Criterios metodológicos.
Hemos señalado que los problemas pedagógicos son problemas que se dan
en la interacción cotidiana de los sujetos (profesores, alumnos, directivos,
apoderados, etc.), al interior de la institución escolar. Por tanto, se opta por
investigar a partir de situaciones o episodios concretos de la cotidianeidad escolar y
no a partir de problemas generales que son percibidos por los profesores como
recurrentes. Esta opción se explica porque los problemas pedagógicos se expresan
en la realidad cotidiana en forma compleja y diversa, lo que implica distinguirlos para
abordarlos tanto en su particularidad como en su interrelación con los demás. Partir
de los problemas recurrentes, sin precisarlos en situaciones concretas, hace más
difícil mirar y reflexionar sobre una realidad de hecho diversa a cada instante.
También se debe a una opción epistemológica que considera que en la
particularidad se expresa la totalidad, y que ella es susceptible de develarse a partir
de lo más concreto.
Problematización.
Con esta nueva conceptualización, el grupo remira los episodios y elige aquél
que de alguna manera les parezca relevante para continuar la investigación. El
episodio elegido permite focalizar la investigación en una situación problemática
específica, donde se expresa una determinada conducta del alumno y una del
profesor. Por ejemplo, un grupo que se encuentra investigando sobre la
"desmotivación de los alumnos", puede considerar relevante concentrar su
investigación en el siguiente episodio: "En la asignatura de Ciencias Sociales de un
sexto básico, un alumno le dice a la profesora: 'no voy a contestar el cuestionario, es
una lata escribir'. Ella le responde: 'si no lo haces, te pongo un uno'". El grupo toma
esta opción porque considera, por una parte, que la conducta de "rechazar las
actividades de escritura" es frecuente y, por otra, porque "la amenaza de un
castigo", también se da con frecuencia y no se logran mayores resultados.
Para realizar este trabajo se proponen dos tipos de mirada: una mirada en
profundidad a un alumno y otra a un grupo curso. Para esto el grupo elabora
instrumentos que le permitan recolectar la información necesaria.
Estudio de un alumno.
2. Conversar con otros profesores, con directivos, y con otros compañeros sobre los
problemas presentados por ese alumno. Se trata de indagar acerca de la visión de
los otros acerca del alumno y sus posibles interpretaciones. Estas conversaciones
deben ser registradas.
Sin duda esta entrevista debe ser adecuada a la edad del niño. En el caso de
los más chicos es difícil que puedan expresar, por ejemplo, los por qué. En este
sentido, alomejor sería interesante realizar la entrevista en base a dibujos que el
mismo niño haga sobre sí mismo, la escuela, los profesores, sus compañeros, su
barrio, su familia. El niño dibuja libremente y el profesor le va preguntando a partir
del dibujo. Se propone este tipo de entrevista para los niños de kinder a segundo
básico.
Posibles preguntas guías para la entrevista. Al igual que para la entrevista con los
alumnos, se sugieren posibles preguntas guías: qué características positivas y qué
características negativas ven en el niño; cuáles son los problemas que tiene con el
niño y por qué se dan esos problemas; cómo enfrenta esos problemas; qué le gusta
al niño de la escuela y por qué, qué no le gusta al niño de la escuela y por qué; para
qué y por qué manda al niño a la escuela; qué hace el niño en la casa; qué le gusta
hacer y qué no le gusta hacer; qué cosas le gustan y qué cosas no le gustan al
apoderado de la escuela; qué es para él un buen y un mal profesor; cómo son las
relaciones familiares; cómo se lleva el niño con los otros miembros de la familia; cuál
ha sido la historia escolar del niño; si cree que el niño interrumpe las clases y por
qué, si ocurre lo mismo en la casa y por qué.
Estudio del grupo curso.
Es interesante investigar la visión que el curso tiene sobre la interrupción en
clases y sus explicaciones, en la medida que ayuda a tener nuevas miradas sobre el
problema. Ya que el proceso de desarrollo de los niños es distinto según las edades,
se sugieren actividades distintas, dividiendo a los cursos en tres niveles:
Considerando que es difícil que los pequeños puedan reflexionar sin algo
concreto y comprendan conceptualmente por qué interrumpen las clases, es
necesario realizar una actividad en la cual indirectamente los niños vayan
expresando su sentir y sus maneras de comprender. Se propone confeccionar una
lámina en la que aparezca una hora de clases en la que se den diversas
interrupciones. Se trata de motivar a los niños para que expresen lo que ven en la
lámina: qué están haciendo los niños, para qué lo están haciendo, cómo se sienten,
si es bueno o malo lo que están haciendo y por qué; qué está haciendo el profesor,
si les gusta o no y por qué; qué siente el profesor; que busquen identificarse con
algún niño y digan por qué se identificaron con el que eligieron.