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Capítulo I: Los comienzos del movimiento obrero europeo hasta el fracaso de la revolución de
1848
• En su fase primaria, el movimiento obrero europeo había surgido en Inglaterra, pero pronto
siguió en Francia y Alemania; había surgido de los intentos de llevar al extremo el pensamiento
democrático burgués como solución a los problemas de la sociedad; sólo lentamente y envuelta
en contradicciones pudo desarrollarse una concepción y una acción independiente del
movimiento obrero. En principio, eran sólo pequeños grupos de obreros, bajo la dirección de
intelectuales críticos, los que actuaban políticamente, en el ámbito sindical o en cooperativas.
Sólo ellos fueron los primeros en poder lograr una autoconciencia independiente de la ideología
dominante. Este activo grupo se reclutaba entre obreros cualificados; en cambio, los restantes
miembros de la clase obrera sólo demostraron decisión en los tiempos de crisis; sin embargo,
se revelaron capaces de acciones mucho más espontáneas, como el asalto a las máquinas.
Inglaterra
Mayor amparo para el desarrollo de una conciencia social de los obreros:
• Participación de los obreros con la burguesía en la lucha por la reforma electoral (1819)
• 1839-43→ logro de varias leyes por miedo de las clases dominantes a los levantamientos
obreros
• 1847→ se logra la introducción de la jornada laboral (para Marx, la primera gran victoria
sobre la burguesía)
• La falta de importancia práctica del movimiento obrero en la primera mitad del siglo XIX
permitió a Karl Marx y a Friedrich Engels formular, para todos los obreros europeos, la teoría
del desarrollo de su autoconciencia, ideas y objetivos: la sociedad supranacional sin clases.
En febrero de 1848, a raíz del estallido de la revolución en Francia, se imprime en Londres el
Manifiesto Comunista, que en un lenguaje claro presenta la teoría del materialismo histórico,
una exposición de las tendencias de la sociedad industrial capitalista en la cual, según Marx, la
clase obrera es la encargada de impulsar el proceso revolucionario hasta llegar a la sociedad
sin clases. El Manifiesto termina con la consigna de “¡Proletarios del mundo, uníos!”.
Pero la revolución fue aplastada: la lucha de clases en Francia impulsó a la burguesía
de todos los países Europeos a abandonar sus propios objetivos y lanzarse a la reacción. En
Alemania, los miembros de la Federación de los Comunistas se vieron obligados a emigrar. La
prosperidad de 1850 terminó con las esperanzas de una nueva revolución.
• Así, la prosperidad de 1850 estabilizó de nuevo el poder político en todos los países de
Europa. No obstante, en los residuos del movimiento obrero europeo se mantuvo la conciencia
de una solidaridad internacional. Los obreros conservaron la idea de que la Europa
prerrevolucionaria no podía resurgir sin cambio alguno, y que habría de nacer una nueva fase
del movimiento obrero. Los objetivos de la democracia, de la mejora concreta del nivel de vida
de los obreros mediante la lucha contra los patronos y la supresión de los privilegios de clase
en una futura sociedad sin clases se convirtieron para ellos en conquistas comunes, de ahí que
el apoyo mutuo internacional fuese una consecuencia lógica.