Está en la página 1de 2

La convencin de los pjaros

Aprovechando que en el pas entero se estaba celebrando el Mes del


Medio Ambiente, todos los animales en peligro de extincin
decidieron realizar un Congreso en la ciudad ms contaminada del
pas.
As es como fueron llegando desde diversas partes del mundo y
fueron instalndose en las butacas del Saln de Eventos. En un gran
saln se congregaron todos los pajaritos. De pronto el Bho, el ms
sabio, hizo su gran intervencin y dijo: "Compaeros alados en
extincin, ha llegado el momento de unirnos y defender nuestros
rboles, nuestras casitas y nuestros nidos; le pediremos ayuda a los
nios del Jardn Pilln de Tierras Blancas, para que pidan al Alcalde
que plante ms rboles en Tierras Blancas y que no corten ms
rboles.
Los amigos del Jardn escucharon a los
pajaritos y rpidamente todos tomaditos de las
manos acompaaron a los pajaritos a la Oficina
Municipal.
Juanito Coln iba con el Chincol, Carlitos
Carrin iba con el Gorrin, la Juanita del Peral iba acompaando al
Zorgal, la Sandra Quiero iba acompaando al Jilguero, el Lalo iba
acompaando al Cerncalo y todos acompaaban al Tordo.
Llegaron a la Delegacin Municipal, pero les fue muy mal, porque el
Sr. Campusano haba salido a ver a un hermano y luego tena una
inauguracin en un sector lejano.
Los pajaritos y los nios y nias se fueron a la Intendencia, el
Intendente estaba muy ocupado adems estaba recin llegado.
Los nios, las nias y los pjaros se fueron al Parlamento. Ah no se
pusieron nada contentos, porque todos esperaban puras quejas y
lamentos. Pero los pajaritos empezaron a trinar, a cantar, a piar, a
graznar y con la ayuda de los nios que empezaron a gritar:
"Queremos un cielo limpio y bosques donde libremente jugar".
Rpidamente solidarizaron con ellos los obreros, los estudiantes y
temporeros, y se fue haciendo la voz tan grande que el bosque

escuch el clamor, y con la ayuda de la lluvia y del sol, comenzaron a


salir rboles y el mundo verde qued y los pajaritos y los animales
dijeron:
SE ACAB LA EXTINCIN! Volvieron a sus tierras, convencidos de la
fuerza de la UNIN.

Yolanda del Pilar Carrasco Prez

También podría gustarte