que vivía en un árbol grande y frondoso, cerca de un rio. Todos los días, papá y mamá pájaros llevaban a sus pajaritos a tomar agua fresca y cristalina del rio. Sin embargo, algo había cambiado ese día. El rio que siempre estaba limpio y puro, ahora estaba lleno de mucha basura y contaminación. Botellas, bolsas plásticas, y muchos desechos que flotaban en su agua. La familia de pájaros se sentía muy triste y preocupada al ver como su rio estaba tan sucio y se extinguía poquito a poquito. Un día mientras los pajaritos jugaban entre las ramas del árbol, llegaron unos niños de campamento. Se llamaban Gabriela, Dilan y Matías. Los tres niños miraron con tristeza como los animales del bosque se encontraban débiles y enfermos gracias a la contaminación del rio. Decididos a ayudar, los niños se acercaron a la familia de pájaros y les preguntaron que podían hacer para detener la contaminación que tenia el rio. Papá pájaro, agradecido por su interés, les explico que la basura y los desechos que llegaban al rio provenían de los humanos. También les conto que muchos animales dependían del rio para sobrevivir y que, si no se hacía algo pronto, podrían morir. Los niños escucharon atentamente y prometieron hacer todo lo posible para limpiar el rio y salvar a los animales. Gabriela, Dilan y Matías se organizaron y comenzaron a pedir ayuda a los demás compañeros campistas y a las personas que vivían en el pueblo cercano. Juntos decidieron hacer una gran limpieza en el rio. Con guantes, bolsas grandes y mucha determinación, los niños y los adultos comenzaron a recoger toda la basura que encontraban. A medida que avanzaban, los pájaros y otros animales del bosque se acercaban para ver que estaba pasando. Pronto, mas personas se sumaron a la limpieza y el rio comenzó a verse más limpio. Después de varios días de mucho trabajo, el rio volvió a brillar como antes. Los animales recuperaron su salud y los pájaros pudieron volver a tomar agua sin preocuparse por enfermarse. La familia de pájaros agradeció a los niños y a todos los que ayudaron a limpiar el rio. Para celebrar el éxito de su misión, los niños organizaron una gran fiesta en el bosque. Invitaron a todos los animales y a las personas del pueblo para agradecerles por su apoyo. Hubo música, comida, juegos y risas. Todos estaban felices de haber trabajado juntos para salvar al rio y a sus habitantes. Desde aquel día, los pájaros y los demás animales siempre tuvieron en cuenta la importancia de cuidar y proteger el medio ambiente. Los niños, convertidos en verdaderos defensores de la naturaleza, continuaron realizando actividades para concientizar a las personas sobre la importancia de mantener limpios los ríos y los bosques. Y así, gracias al esfuerzo y la dedicación de todos, el rio volvió a ser un lugar seguro y limpio donde los animales podían vivir felices. La familia de pájaros, Gabriela, Dilan, Matías y todos los demás, aprendieron que, cuando se trabaja en equipo, se pueden lograr grandes cosas y hacer del mundo un lugar mejor para todos.