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UNIDAD 1

MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL PIE


PIE ZAMBO
Definición:
Es una enfermedad congénita, de origen
desconocido, que afecta prácticamente todos
los huesos del pie, impidiendo que este apoye
sobre sus puntos normales.
Se conoce también como Pie Bot o Club Foot
para los sajones.
Se presenta en 1 cada 1.000 nacimientos.
Cuando existen antecedentes familiares, la
incidencia aumenta entre un 20% y un 30%. Es
más común en el hombre que en la mujer, 3 a 1.
El 70% es bilateral. Hay factores raciales: Los
sud africanos de raza negra y polinesios tienen
una prevalencia del 6 x 1000. En los japoneses
es del 0,8 x 1000.
Etiopatogenia:
Su causa es desconocida y existen tres teorías respecto a su patogenia:
Teoría Mecánica: Fue ya propuesta por Hipócrates. Se debería a una mala
posición del feto en el útero.
Teoría Neuromuscular: Se trataría de un desequilibrio entre las distintas
fuerzas musculares que actúan sobre pie, debido a trastornos neurológicos.
Teoría Embrionaria: Se debería a la detención del desarrollo de
determinados huesos durante el periodo embrionario, es decir sería una
displasia.
Naturaleza de las deformidades:
El Pie Zambo presenta cinco
deformidades:
• Equino de la articulación tibio tarsiana.
• Varo del talón.
• Aducción del medio y antepié.
• Supinación del antepié.
• Arco interno muy pronunciado (cavo).
Clasificación:
El Pie Zambo se clasifica en tres tipos:
Tipo I. Postural. Es un pie blando y sin displasia, simplemente es una actitud postural del pie
del niño. Se trata fácilmente y nunca recidiva.
Tipo II. Es el “clásico”, el verdadero pie Bot, en el ya tenemos displasia y que a su vez tiene
sub categorías:
Tipo II-B. Blando. Complaciente al tratamiento y por lo general no presenta recidiva.
Tipo II-D. Duro. Es más resistente al tratamiento y tiene una mayor posibilidad de recidivar.
Tipo III. Es aquel severamente displásico. Muy rígido, muy resistente al tratamiento.
Requieren muchas veces de tratamiento quirúrgico y está asociado a otras alteraciones
genéticas que afectan otras partes del organismo, como la Artrogrifosis.
Diagnóstico:
El diagnóstico se realiza con las
manifestaciones Clínicas que son muy
características y únicas. El pie presenta las
cinco deformidades que ya enunciamos y
como resultado, es un pie totalmente
invertido, las plantas tienden a enfrentarse
entre sí o directamente apuntan hacia la
cara del paciente.
Es importante verificar en el examen físico, la
flexibilidad y reductibilidad de las
malformaciones, porque esto nos orientará
respecto al tratamiento y al pronóstico del
caso.
Radiología:
Se hacen Rx de frente y de perfil del pie. Son
útiles, sobre todo para el seguimiento del
tratamiento, no para el diagnóstico, que como
ya se dijo, es Clínico.
Tratamiento:
Es de vital importancia la precocidad del
tratamiento. Ya lo destacó Hipócrates en su
tiempo. Debe comenzarse apenas nacido el
niño, siempre dentro de las 2 primeras
semanas de vida. Según descubrió Ignacio
Ponseti, cuando el niño nace, los ligamentos
están plegados, no están retraídos, siendo
ese el momento oportuno para iniciar el
tratamiento. Cuando los ligamentos se
retraen, ya estamos largando tarde.
Y es justamente con el Método de Ponseti que se hace la corrección. Consiste
en una corrección manual suave, sin anestesia, progresiva y que se mantiene
con yesos, que se van cambiado al principio semanalmente y luego cada 15
días. Habitualmente se requieren 5 cambios de yeso.
Una vez conseguida la corrección, se la
mantiene con férulas hasta los 5 años de
edad.
Tratamiento quirúrgico: Sólo se indica:
• En un momento fue indicado en todos los casos
severos o en el pie virgen de tratamiento a los 6
meses de edad.
• En un pie que durante o luego del Método de
Ponseti, queda con alguna deformidad residual,
por ejemplo, una retracción del Aquiles, en cuyo
caso se realiza un alargamiento del mismo.
• En pies muy rígidos, Tipo III, en los que el
tratamiento quirúrgico está indicado de entrada.
Son los menos frecuentes.

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