Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Presentación Textos Narrativos 23-24
Presentación Textos Narrativos 23-24
LITERATURA ESPAÑOLA:
TEXTOS DEL SIGLO DE ORO
TEMA I. TEXTOS NARRATIVOS DEL SIGLO DE ORO
1.2. CERVANTES Y LA REINVENCIÓN DE LA
NOVELA CORTA: LAS NOVELAS EJEMPLARES
2
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
La novella como género europeo
Tres momentos principales en la constitución y desarrollo del género en Europa
3
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
La novella como género europeo
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA NOVELA BOCCACCIANA
4
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
La novella como género europeo
TRADICIONES MEDIEVALES Y FORMULACIONES DEL MARCO
NARRATIVO O CORNICE
1. El relato de cuentos para prorrogar una sentencia de muerte (Las mil y una
noches, y parte del Sendebar)
2. El maestro que responde con los cuentos a las preguntas que el discípulo le
va haciendo, procedimiento característicamente oriental (parte del Calila e
Dimna; el Disciplina clericalis, y el Conde Lucanor)
3. Relación de cuentos para entretener un viaje o una espera: Cuentos de
Canterbury, Decamerón, Heptamerón; es el modelo principal de la novela
corta boccacciana, tarda en desarrollarse y es más propio de occidente.
4. Variante de la anterior y propia ya del siglo XVII: reunión festiva; la
novelas se presentan como actos de puro entretenimiento en un contexto
festivo o de ocio: María de Zayas, Tirso de Molina (las novelas pueden
formar parte de otras actividades recreativas: comedias, poemas...)
5
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
La novella como género europeo
SOBRE EL TÉMINO NOVELLA / NOVELA
Diminutivo de nova = ‘novedad’, ‘noticia’
Origen provenzal: se llamaban novas y novelas las razós de los trovadores (s. XIII)
Del provenzal pasa a Italia para designar relatos breves en prosa insertos como ejemplos (Francesco
da Barberino, 1318) Boccaccio, para designar los cuentos del Decamerón (alterna novella y
cuento), y a partir de él se identifica con el género.
Francia: en pleno uso en el s. XV: Cent nouvelles nouvelles (pero la traducción de Bandello prefiere
histoires)
Resistencia al uso del término en castellano: carácter peyorativo, ligado a ‘fábula’, ‘mentira’, o bien
a ‘relato licencioso’.
Usos imprecisos durante el siglo XV Siervo libre de amor: “Aquí acaba la novela”
Siglo XVI: aparece con más frecuencia pero sin llegar a designar al género
Usado como ‘fábula mentirosa’: Gutierre de Cetina : “Digo verdad, no son novelas”
Como narración oral: Nebrija la define como ‘conseja para contar’ y novelero (‘contador de novelas’)
Sentido siempre como italianismo Juan de Valdés, Diálogo de la lengua: “de la lengua italiana deseo
poderme aprovechar para la lengua castellana de estos vocablos: [... novela, novelar [... ]”; “También
cuento es equívoco, porque decimos cuento de lanza y cuento de maravedís y cuento por novela”.
6
Decamerón
Las Cient novellas de micer Juan
Bocacio florentino poeta elocuente,
en las cuales se hallarán notables
exemplos y muy elegante estilo
(Valladolid, 1539)
Toledo 1524,
Valladolid 1539,
Medina del Campo 1543,
Valladolid 1550)
7
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
La novella como género europeo
LA NOVELA ITALIANA EN ESPAÑA: LA IMPORTANCIA DE LAS
TRADUCCIONES
Straparola de Caravaggio, Giovani Francesco, Le piacevoli notti (Venecia, tomo I,1550
y tomo II, 1553) Honesto y agradable entretenimiento de damas y galanes
compuesto por el señor Joan Francisco Caruacho (…) y traduzido de lengua toscana
en la nuestra vulgar por Francisco Truchado, Bilbao, 1580 (I), 1583 (II).
Ludovico Guicciardini, L’hore di recreatione (Amberes, 1568) Horas de
recreación, trad. Vicente de Millis, Bilbao, 1586; Primera parte de los ratos de
recreación, trad. Jerónimo de Mondragón, Zaragoza, 1588.
Giraldi Cinzio, Giambattista, Gli Hecatommithi (Mondovi, 1565) Primera parte de
las cien novelas, trad. Luis Gaitán de Vozmediano, Toledo, 1590.
Matteo Bandello, Novelle (4 libros: 1554-1573) XVIII Histoires tragiques extraictes
des oeuvres italiennes de Bandel, trad. Pierre Boaistuau y Françoise de Belleforest,
1560 Historias trágicas exemplares, trad. Vicente de Millis, Salamanca, 1589.
9
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
NOVELA: GÉNERO Y VOCABLO EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
LAS NOVELAS EJEMPLARES Y LA APUESTA DE CERVANTES
Y así, te digo otra vez, lector amable, que de estas novelas que te ofrezco, en ningún modo podrás hacer pepitoria, porque no
tienen pies, ni cabeza, ni entrañas, ni cosa que les parezca; quiero decir que los requiebros amorosos que en algunas hallarás,
son tan honestos, y tan medidos con la razón y discurso cristiano, que no podrán mover a mal pensamiento al descuidado o
cuidadoso que las leyere.
Heles dado nombre de ejemplares, y si bien lo miras, no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso; y si
no fuera por no alargar este sujeto, quizá te mostrara el sabroso y honesto fruto que se podría sacar, así de todas juntas como de
cada una de por sí. Mi intento ha sido poner en la plaza de nuestra república una mesa de trucos, donde cada uno pueda llegar a
entretenerse, sin daño de barras; digo, sin daño del alma ni del cuerpo, porque los ejercicios honestos y agradables antes
aprovechan que dañan. Sí, que no siempre se está en los templos, no siempre se ocupan los oratorios, no siempre se asiste a los
negocios, por calificados que sean. Horas hay de recreación, donde el afligido espíritu descanse. [...]. Una cosa me atreveré a
decirte: que si por algún modo alcanzara que la lección destas novelas pudiera inducir a quien las leyera a algún mal deseo o
pensamiento, antes me cortara la mano con que las escribí que sacarlas en público. Mi edad no está ya para burlarse con la otra
vida, que al cincuenta y cinco de los años gano por nueve más y por la mano.
A esto se aplicó mi ingenio, por aquí me lleva mi inclinación, y más, que me doy a entender, y es así, que yo soy el primero que he
novelado en lengua castellana, que las muchas novelas que en ella andan impresas todas son traducidas de lenguas extranjeras,
y éstas son mías propias, no imitadas ni hurtadas: mi ingenio las engendró, y las parió mi pluma, y van creciendo en los brazos de
la estampa. Tras ellas, si la vida no me deja, te ofrezco los Trabajos de Persiles, libro que se atreve a competir con Heliodoro, si
ya por atrevido no sale con las manos en la cabeza; y primero verás, y con brevedad dilatadas, las hazañas de don Quijote y
donaires de Sancho Panza, y luego las Semanas del jardín. Mucho prometo con fuerzas tan pocas como las mías, pero ¿quién
pondrá rienda a los deseos? Sólo esto quiero que consideres: que, pues yo he tenido osadía de dirigir estas novelas al gran
Conde de Lemos, algún misterio tienen escondido que las levanta.
No más, sino que Dios te guarde y a mí me dé paciencia para llevar bien el mal que han de decir de mí más de cuatro sotiles y
almidonados. Vale.
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/novelas-ejemplares--0/html/
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
NOVELA: GÉNERO Y VOCABLO EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
CLASIFICACIÓN TRADICIONAL
NOVELAS MÁS NOVELAS MÁS
“IDEALISTAS” “REALISTAS”
• La gitanilla • Rinconete y Cortadillo
• El amante liberal • Licenciado Vidriera
• La española inglesa • El celoso extremeño
• La fuerza de la sangre • El casamiento engañoso
• La ilustre fregona • El coloquio de los perros
• Las dos doncellas
• La señora Cornelia
Pero con frecuencia hay ironía y ambigüedad y elementos del segundo grupo pueden pasar al
primero: La gitanilla y La ilustre fregona sobre todo
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
LAS NOVELAS EJEMPALRES DE CERVANTES
EJEMPLARIDAD Y MARCO NARRATIVO
Ausencia de cornice (ruptura con la convención de la novela italiana)
Los seguidores de Cervantes reponen el marco: cf. María de Zayas .
Tirso de Molina, Los cigarrales de Toledo: “También han de seguir mis buenas o malas fortunas, Doce
Novelas, ni hurtadas a las toscanas, ni ensartadas unas tras otras como processión de diciplinantes, sino con su
argumento que lo comprehenda todo”
El marco narrativo como guía de lectura: los narradores y narratarios internos “orientan” la
lectura lectura ejemplar y pretensión de veracidad
Cervantes elimina el marco y “libera” la interpretación del lector
El problema de la ejemplaridad de las novelas de Cervantes: ¿Son ejemplares? Revisar el
prólogo:
Heles dado nombre de ejemplares, y si bien lo miras, no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo
provechoso; y si no fuera por no alargar este sujeto, quizá te mostrara el sabroso y honesto fruto que se podría
sacar, así de todas juntas como de cada una de por sí.
Las “moralejas” en las Novelas ejemplares:
La española inglesa: “Esta novela nos podría enseñar cuánto puede la virtud, y cuánto la hermosura, pues
son bastantes juntas, y cada una de por sí, a enamorar aun hasta los mismos enemigos; y de cómo sabe el cielo
sacar, de las mayores adversidades nuestras, nuestros mayores provechos”
Rinconete y Cortadillo: “y así se deja para otra ocasión contar su vida y milagros, con los de su maestro
Monipodio, y otros sucesos de aquellos de la infame academia, que todos serán de grande consideración y que
podrán servir de ejemplo y de aviso a los que las leyeren”.
El celoso extremeño: “Y yo quedé con el deseo de llegar al fin de este suceso, ejemplo y espejo de lo poco
que hay que fiar de llaves, tornos y paredes cuando queda la voluntad libre [...]”
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
LAS NOVELAS EJEMPALRES DE CERVANTES
Antonio Rey Hazas, «Género y estructura del Coloquio de los perros, o cómo se hace una novela», en
Deslindes de la novela picaresca, Málaga: Universidad de Málaga. 2003, pp. 377-405.
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
LAS NOVELAS EJEMPALRES DE CERVANTES
HISTORIA POESÍA
REALIDAD FICCIÓN
VERDAD VEROSIMILITUD
Acaba de comer la doncella recogida el día sagrado. No ha de salir de casa aquella tarde, no ha de
coger la calle ni aun por la ventana, y toma un libro para entretenerse. ¡Que bueno, si fuese bueno el
libro! Toma uno de comedias: erró la carde. Empieza a leer blandamente. Vase encendiendo en la
comedia, y ella revestida de aquel afecto, va leyendo y representando. Engólfase en una relación en que
hay dos mil boberías de sonido agradable. Enamorase della y determina tomarla de memoria para lucir en
las holguras recias. Llega a un paso tierno en que la dama se despide de su galán, porque su padre la casa
violentamente con otro, y le dice que a él le lleva en el alma, que nada le podrá echar de ella. La doncella
lo lee con el mismo desasimiento que pudiera si la estuviera sucediendo el caso, y le está pareciendo que
si le sucediera fuera razón hacer lo mismo. [...] En los celos toma palabras con que reñirlos cuando los
tenga; desea tenerlos por usar de las palabras. [...] Al cabo aderezan un casamiento todos estos errores y
acábase la comedia. La moza queda doctrinada de amante, de celosa y de fina.
[...]
Acaba de comer el día de fiesta el hombre casado, vase a holgar y deja a su mujer en casa aun más
sola que el día de trabajo, porque en éste la labor la acompaña. No puede trabajar y quiere divertirse:
toma un libro de narraciones amatorias: a esto llaman «novelas». Éntrase en un balcón, que es un
aposento de celosías; siéntase con las espaldas a la calle y abre el libro. Empieza a leer, vuelve de cuando
en cuando a la calle los ojos y revócaselos la dependencia del cuento, porque en esta lectura el principio
hace gana casi incorregible de llegar al fin. No es mal efecto de este libro el apartar los ojos de esta mujer
de la diversidad peligrosa de una calle. Fuera de esto, es lección adornada a largas distancias de
sentencias que hablan con agrado y utilidad a la oreja del corazón. Luego no mueve ni embravece tanto
los afectos como la comedia, porque habla como que cuenta, y no como que padece. Más tiene este libro
de inútil que de útil, pero poco de peligroso. No le doy por malo, pero quisiérale mejor.
23
María de Zayas y Sotomayor
Recepción de su obra por la historia literaria positivista
Pascual de Gayangos, nota 32 a la trad. de George Ticknor, Historia de la literatura
española, t. III,1854 (History of Spanish Literature, 1849):
«Una de las novelas, aunque escrita por una señora de la corte, es de lo más verde e
inmodesto que me acuerdo haber leído nunca en semejantes libros; intitúlase “El
prevenido engañado”, y Scarron se sirvió de ella para su “Precaution inutile”, con muy
ligeras modificaciones»
24
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
LAS NOVELAS DE MARÍA DE ZAYAS
Al que leyere
Quién duda, Lector mío, que te causará admiración que una mujer tenga despejo, no sólo para
escribir un libro, sino para darle a la estampa, que es el crisol donde se averigua la pureza de los
ingenios. [...] Quién duda, digo otra vez, que habrá muchos que atribuyan a locura esta virtuosa
osadía de sacar a luz mis borrones siendo mujer, que en opinión de algunos necios es lo mismo
que una cosa incapaz. Pero cualquiera, como sea no más de buen cortesano, ni lo tendrá por
novedad ni lo murmurará por desatino, porque si esta materia de que nos componemos los
hombres y las mujeres, ya sea una trabazón de fuego y barro, o ya una masa de espíritus y
terrones, no tiene más nobleza en ellos que en nosotras; si es una misma la sangre, los sentidos,
las potencias, y los órganos por donde se obran sus efetos son unos mismos, la misma alma que
ellos (porque las almas ni son hombres, ni mujeres), ¿qué razón hay para que ellos sean sabios y
presuman que nosotras no podemos serlo?
Esto no tiene, a mi parecer, más respuesta que su impiedad o tiranía en encerrarnos y no
darnos maestros, y así, la verdadera causa de no ser las mujeres doctas no es defeto del caudal,
sino falta de la aplicación. Porque si en nuestra crianza, como nos ponen el cambray en las
almohadillas y los dibujos en el bastidor, nos dieran libros y preceptores, fuéramos tan aptas para
los puestos y para las cátedras como los hombres, y quizá más agudas, por ser de natural más
frío, por consistir en humedad el entendimiento, como se ve en las respuestas de repente y en los
engaños de pensado; que todo lo que se hace con maña, aunque no sea virtud, es ingenio.
[sigue]
Novelas amorosas y ejemplares (1637)
LA NOVELLA EN ESPAÑA Y EL GÉNERO DE LA NOVELA CORTA
LAS NOVELAS DE MARÍA DE ZAYAS
Y cuando no valga esta razón para nuestro crédito, valga la experiencia de las historias, y
veremos por ellas lo que hicieron las mujeres que trataron de buenas letras [y cita a varias] [...].
Y otras infinitas, de la antigüedad y de nuestros tiempos, que paso en silencio, porque ya tendrás
noticia de todo, aunque seas lego y no hayas estudiado, y que después que ay polianteas en latín
y sumas morales en romance, los seglares y las mujeres pueden ser letrados. Pues si esto es
verdad, ¿qué razón hay para que no tengamos prontitud para los libros? Y más si todas tienen mi
inclinación, pues en viendo cualquiera, nuevo o antiguo, dejo la almohadilla y no sosiego hasta
que le paso.
Desta inclinación nació la noticia; de la noticia, el buen gusto, y de todo hacer versos, hasta
escribir estas novelas, o por ser asumpto más fácil o más apetitoso; que muchos libros sin
erudición suelen parecer bien en fe del sujeto, y otros llenos de sutileza se venden, pero no se
compran, porque la materia no es importante o es desabrida. No es menester prevenirte de la
piedad que debes tener, porque si es bueno no harás nada en alabarle, y si es malo, por la parte
de la cortesía que se debe a cualquiera mujer le tendrás respeto. Con mujeres no hay
competencias: quien no las estima es necio, porque las ha menester; y quien las ultraja, ingrato,
pues falta al reconocimiento del hospedaje que le hicieron en la primer jornada. Y así, pues no
has de querer ser descortés, necio villano, ni desagradecido, te ofrezco este libro muy segura de
tu bizarría y en confianza de que, si te desagradare, podrás disculparme con que nací mujer, no
con obligación de hacer buenas novelas, sino con mucho deseo de acertar a servirte. Vale.
27
María de Zayas: Desengaños amorosos
Discurso de Filis, previo a la narración del desengaño IV:
“Tarde llega el desengaño”
Demás desto, como los hombres, con el imperio que Naturaleza les otorgó en serlo, temerosos quizá de
que las mujeres no se les quiten, pues no hay duda que si no se dieran tanto a la compostura, afeminándose
más que Naturaleza las afeminó, y como en lugar de aplicarse a jugar las armas y a estudiar las ciencias,
estudian en criar el cabello y matizar el rostro, ya pudiera ser que pasaran en todo a los hombres. Luego el
culparlas de fáciles y de poco valor y menos provecho es por que no se les alcen con la potestad. Y así, en
empezando a tener discurso las niñas pónenlas a labrar y hacer vainillas, y si las enseñan a leer es por
milagro, que hay padre que tiene por caso de menos valer que sepan leer y escribir sus hijas, dando por
causa que de saberlo son malas, como si no hubiera muchas más que no lo saben y lo son. Y ésta es natural
envidia y temor que tienen de que los han de pasar en todo. ¡Bueno fuera que si una mujer ciñera espada
sufriera que la agraviara un hombre en ninguna ocasión! ¡Harta gracia fuera que si una mujer profesara las
letras no se opusiera con los hombres tanto a las dudas como a los puestos! Según esto, temor es el
abatirlas y obligarlas a que ejerzan las cosas caseras.
[Sigue el repertorio de mujeres destacadas por su saber y entendimiento: actuales, no del pasado] [...]
Puédese creer que si como a estas que estudiaron les concedió el Cielo tan divinos entendimientos, si todas
hicieran lo mismo, unas más y otras menos, todas supieran y fueran famosas. De manera que no voy fuera
de camino en que los hombres, de temor y envidia, las privan de las letras y las armas, como hacen los
moros a los cristianos que han de servir donde hay mujeres, que los hacen eunucos por estar seguros
dellos. ¡Ah damas hermosas, y qué os pudiera decir, si supiera que como soy oída no había de ser
mormurada! ¡Ea! Dejemos las galas, rosas y rizos, y volvamos por nosotras, unas con el entendimiento y
otras con las armas, y será el mejor desengaño para las que hoy son y las que han de venir
28
Desengaños amorosos
29
Desengaños amorosos Decadencia y
afeminamiento
¿De qué pensáis que procede el poco ánimo que hoy todos tenéis, que sufrís
que estén los enemigos dentro de España, y nuestro Rey en campaña, y vosotros en el
Prado y en el río, llenos de galas y trajes femeniles, y los pocos que le acompañan,
suspirando por las ollas de Egipto? De la poca estimación que hacéis de las mujeres;
que a fe que si las estimarais y amárades como en otros tiempos se hacía, por no
verlas en poder de vuestros enemigos vosotros mismos os ofreciérades, no digo yo a la
guerra y a pelear, sino a la muerte, poniendo la garganta al cuchillo, como en otros
tiempos, y en particular en el del rey don Fernando el Católico [...].
¿Es posible que nos veis ya casi en poder de los contrarios, pues desde donde están
adonde estamos no hay más defensa que vuestros heroicos corazones y valerosos
brazos, y que no os corréis de estaros en la Corte ajando galas y criando cabellos,
hollando coches y paseando Prados, y que en lugar de defendernos nos quitéis la
opinión y el honor contando cuentos que os suceden con damas (que creo que son más
invenciones de malicia que verdades), alabándoos de cosas que es imposible sea
verdad que lo puedan hacer ni aun las públicas rameras, sólo por llevar al cabo vuestra
dañada intención, todos efectos de la ociosidad en que gastáis el tiempo en ofensa de
Dios y de vuestra nobleza? ¡Que esto hagan pechos españoles! ¡Que esto sufran
ánimos castellanos! Bien dice un héroe bien entendido que los franceses os han
hurtado el valor, y vosotros a ellos los trajes. Estimad y honrad a las mujeres y veréis
cómo resucita en vosotros el valor perdido.
30
“La inocencia
Desengaño quinto
castigada”
pasados los tres días vino y le trajo una imagen de la misma figura y
[...]
rostro de doña Inés, que por sus artes la había copiado al natural, como si
la tuviera presente. Tenía en el remate del tocado una vela, de la medida
y proporción de una bujía de un cuarterón, de cera verde. La figura de
doña Inés estaba desnuda, y las manos puestas sobre el corazón, que
tenía descubierto, clavado por él un alfiler grande, dorado, a modo de
saeta, porque en lugar de la cabeza tenía una forma de plumas del mismo
metal, y parecía que la dama quería sacarle con las manos, que tenía
encaminadas a él.
Díjole el moro que en estando solo pusiese aquella figura sobre un bufete
y que encendiese la vela que estaba sobre la cabeza, que sin falta
ninguna vendría luego la dama, y que estaría el tiempo que él quisiese,
mientras él no le dijese que se fuese. Y que cuando la enviase no matase
la vela, que en estando la dama en su casa ella se moriría por si misma;
que si la mataba antes que ella se apagase correría riesgo la vida de la
dama; y asimismo que no tuviese miedo de que la vela se acabase,
aunque ardiese un año entero, porque estaba formada por tal arte que
duraría eternamente, mientras que en la noche del Bautista no la echase
en una hoguera bien encendida.
31
“La inocencia
Desengaño quinto
castigada”
32
“La inocencia
Desengaño quinto
castigada”
35
La viuda valenciana. Acto II “Tarde llega el desengaño”
CAMILO
No había pájaro de estos
que de noche vuelan solos,
cuyos ojos no envidiase, Con esto me desvendó los ojos,
por ver lo que a tiento adoro. aunque fue como si no lo hiciera,
Hela cobrado afición,
porque todo estaba a escuras. Yo,
sin ver más que lo que toco
de tacto, como los ciegos,
agradeciéndole tan soberanos favores,
que es peregrino negocio. con el atrevimiento de estar solos y sin
(vv. 1805-18012) luz empecé a procurar por el tiento a
CAMILO conocer lo que la vista no podía,
Pues yo la toco sin vella. brujuleando partes tan realzadas que
LEONARDA la juzgué en mi imaginación por
Sin duda os tengo por loco.
alguna deidad.
CAMILO
Sí, pues a escuras la toco,
y me he enamorado de ella. [...]
LEONARDA
Si la viésedes, yo os juro
que os trocase el desengaño.
CAMILO
Bien puedo estar de ese daño
por muchas causas seguro;
que con las manos la tiento,
y la frente es estremada
la nariz perficionada [...] (vv. 1881-1907)
36
La viuda valenciana. Acto II “Tarde llega el desengaño”
LEONARDA
Joyas os daré en valor
de dos mil ducados.
CAMILO
Hasta dada la una estuve con ella
¿Buenas?
LEONARDA gozando regaladísimos favores, cuantos
¡Hola! Dame esas cadenas la ocasión daba lugar, y ya que le pareció
y ese brinco, dios de amor, hora, habiéndome dado un bolsillo
dame... grande y con buen bulto (pues estaba tan
CAMILO lleno que apenas se podía cerrar), se
¡Paso! No pidáis despidió de mí con amorosos
eso, que me dais enojos.
sentimientos, [...]. Llegué, en yéndose el
Más quisiera vuestros ojos
que cuantas joyas me dais. criado, a mi posada, y hallando en ella ya
Diéradesme esos zafiros [...] acostados y durmiendo a mis camaradas,
También hay oro en mi casa. me retiré a mi aposento, y haciéndome
Gracias a Dios, no soy pobre. millares de cruces del suceso que por mí
LEONARDA pasaba, abrí el bolsillo, y había en él una
Deseo que más os sobre cadena, de peso de docientos escudos
que de Oriente a España pasa.
de oro, cuatro sortijas de diamantes y
Pero por señal de amor,
esta sortija tomad, cien doblones de a cuatro.
que en vos tendrá calidad.
CAMILO
Y esta en vos tendrá valor.
Servíos de que en mi nombre
la traiga esa blanca mano. (vv. 1418-
1438) 37
La viuda valenciana. “Tarde llega el desengaño”
38
TEMA III. TEXTOS POÉTICOS
DEL SIGLO DE ORO
La poesía lírica del Renacimiento al Barroco. Comentario de textos poéticos de los
siglos XVI y XVII (Garcilaso, Medrano, Lope de Vega, Góngora, Quevedo...)
39
Gracián, Agudeza y arte de ingenio
Consiste, pues, este artificio conceptuoso, en una primorosa
concordancia, en una armónica correlación entre dos o tres
cognoscibles extremos [objetos de conocimiento distantes entre sí],
expresada por un acto del entendimiento. (Discurso II)
De suerte que se puede definir el concepto: Es un acto del
entendimiento, que exprime la correspondencia que se halla entre los
objetos.
Tipos de agudeza (Discurso III):
Agudeza de perspicacia
Agudeza de artificio:
40
LA POESÍA LÍRICA DEL SIGLO DE ORO
42
ETAPAS DE LA VIDA Y LA OBRA LITERARIA DE LOPE
A) CICLOS POÉTICOS: PROSAS Y VERSOS
FECHAS VIDA OBRA
1583-1587 Elena Osorio Ciclo de Filis: centrado en la lírica: soneto y romancero , sobre todo
morisco (Zaida - Gazul). Vuelve en 1632 en La Dorotea
1588-1596 Isabel de Urbina, Ciclo de Belisa: romancero pastoril (Belisa-Belardo), églogas, La
Exilio (1588-1595) y Arcadia, prosas y versos (1598); épica: la Dragontea y el Isidro.
casa de Alba (1595-) [Isabel muere en 1594. Armada invencible (1588)]
1598-1608? Micaela Luján (5 hijos, Ciclo de Lucinda: Rimas (1602), sonetos y poemas épicos italianistas
entre ellos Marcela y (La hermosura de Angélica, en Rimas, y Jerusalén conquistada
Lope Félix) (1609)
1598-1615 Juana Guardo (1598- Rimas sacras (1614), El peregrino en su patria (1604), Los pastores
1613), crisis religiosa y de Belén (1612).
sacerdocio (1614), Arte nuevo de hacer comedias (añadido a la ed. de la Rimas de 1609).
duque de Sessa Guerras literarias (Epístolas).
(desde1605)
1616-1632 Marta de Nevares Ciclo de Amarilis / Marcia Leonarda: La Filomena (1621: fábula
(1635) mitológica + poesías varias + novela Las fortunas de Diana), La Circe
(1624: a la fábula se suman 3 novelas más). Égloga Amarilis
1627-1635 Ciclo de senectute Autopromoción, entrada de nuevos poetas (Calderón), búsqueda de un
cargo en la corte, desastres personales (rapto de su hija Antonia Clara,
muerte de Lope Félix).
Laurel de Apolo con otras rimas (1630, incluye la égloga pastoral-
ópera La selva sin amor), Rima humanas y divinas del licenciado
Tomé Burguillos (1634, incluye La gatomaquia, épica burlesca), La
Dorotea (1632) distanciamiento, ironía, metapoesía.
43
ETAPAS DE LA VIDA Y LA OBRA LITERARIA DE LOPE
1585- 1595 Lope pre-Lope Las ferias de Madrid (1585-1588, comedia picaresca)
(1600?) Primer Lope La viuda valenciana (c.1595) (publicada en la parte XIV, 1620,
con dedicatoria a Marcia Leonarda)